Historia de La Cultura
Historia de La Cultura
Historia de La Cultura
a la historia
de la cultura
contemporánea
PID_00245921
Los textos e imágenes publicados en esta obra están sujetos –excepto que se indique lo contrario– a una licencia Creative Commons
de tipo Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada (BY-NC-ND) v.3.0. Se puede copiar, distribuir y transmitir la obra
públicamente siempre que se cite el autor y la fuente (Fundació per a la Universitat Oberta de Catalunya), no se haga un uso
comercial y ni obra derivada de la misma. La licencia completa se puede consultar en: http://creativecommons.org/licenses/by-nc-
nd/3.0/es/legalcode.es
CC-BY-NC-ND • PID_00245921 3 Introducción a la historia de la cultura contemporánea
Introducción
Por eso, más allá de las definiciones asépticas de los diccionarios, la historia se
ha destacado por su papel a la hora de fijar una memoria colectiva. A menudo,
esta función ha estado estrechamente vinculada a la legitimación del orden
político y social vigentes. Sin embargo, al mismo tiempo, y por contradictorio
que parezca, también ha ayudado a preservar las esperanzas colectivas de los
contrarios a ese mismo orden.
La historia nació como testigo de la alianza entre un pueblo y sus dioses con
la mediación, necesaria según el relato ortodoxo, de reyes y sacerdotes. Este
relato se laicizó durante la época grecorromana gracias a figuras como los grie-
gos Heródoto de Halicarnaso (c. 484 a. C. - 425 a. C.) y Tucídides (c. 460 a. C. -
c. 395 a. C.), pero el advenimiento del cristianismo recuperó la interpretación
en clave religiosa. Este vínculo se mantendría durante la edad media y con
las monarquías absolutas posteriores, como sucedió en España, donde la Real
Academia de la Historia fue instituida por Felipe V en 1738.
Allí donde las revoluciones liberales triunfaron, los nuevos estados nacionales
promovieron el establecimiento de un relato histórico en el que la sociedad
civil, principalmente la burguesía ahora dirigente, reemplazaba a los señores
feudales y a los soberanos absolutos (ilustrados o no). La historia se convertía
en una ideología laica. Por un lado, los diferentes partidos y el sistema liberal
mismo buscaban en el pasado sus antecedentes históricos para autolegitimar-
se. Por otro, la conceptualización y métodos propios de la historia pasaban a
ser asumidos por el resto de las ciencias sociales.
Hay que pensar que no será hasta la Ley Moyano (1857) cuando se creen las
dos primeras cátedras de Historia Universal e Historia Crítica de España. Estas,
junto con la Real Academia de la Historia, constituyeron la débil estructura
académica española del periodo. Hasta la Restauración, con la Ley de García
Alix (1900), no llegó el reconocimiento jurídico de la sección de Historia den-
tro de las facultades de Filosofía y Letras. Poco a poco, el contacto con el ex-
tranjero, los movimientos de reforma universitaria y la influencia de otras dis-
ciplinas permitieron que evolucionase la historiografía española, con figuras
tan relevantes como Rafael Altamira (1886-1951).
Volviendo al relato general, la primera mitad del siglo XX significó la crisis del
modelo historiográfico reinante hasta entonces. La fragmentación y las dudas
debilitaron la disciplina como explicación global y coherente. El positivismo
y la fe en el progreso entraban en decadencia. Como veremos más adelante, a
partir de este momento, escuelas e interpretaciones se sucedieron en el campo
historiográfico.
CC-BY-NC-ND • PID_00245921 5 Introducción a la historia de la cultura contemporánea
Aun así, la historia nos envuelve y se mantiene como una de las fuentes más
eficaces de convicción y de formación de opinión. Por eso no nos podemos
permitir despreocuparnos de su función social. Pensar históricamente, en fe-
liz expresión del historiador francés Pierre Vilar (1906-2003), sigue siendo la
mejor manera de entender y encarar los problemas reales que afectan a las
personas y a las sociedades de ayer y de hoy; siempre que esta práctica vaya
acompañada de unos fundamentos teóricos y metodológicos sólidos.
Hoy sabemos que no hay una sola corriente de progreso irrefrenable y deter-
minista, sino un haz de trayectorias diversas que se combinan y se contrapo-
nen. De la vieja tradición narrativa, positivista, de encadenamiento secuencial
de causa a efecto y con una visión lineal del progreso, se ha pasado a una his-
toria más rica que analiza los acontecimientos históricos como el complejo
resultado de la interacción de fuerzas muy distintas.
«Del mismo modo los historiadores, al trabajar con la memoria colectiva, no se dedican a
recuperar del pasado verdades que estaban enterradas bajo las ruinas del olvido, sino que
usan su capacidad de construir “presentes recordados” para contribuir a la formación de
la clase de conciencia colectiva que corresponde a las necesidades del momento, no sa-
cando lecciones inmediatas de situaciones del pasado que no tienen que repetirse, como
se suele pensar, sino creando escenarios en los que sea posible encajar e interpretar los
hechos nuevos de su cognoscibilidad, cuando “se presenta de improviso al sujeto histó-
rico en el momento del peligro”».
Las próximas páginas os quieren acompañar por un doble recorrido. Por un Nota
lado (apartado 1), el viaje a través del nacimiento y las vicisitudes de la histo-
En la parte final, se incluye un
ria cultural, con atención especial a los principales autores, obras y escuelas anexo con una selección cro-
que han configurado la disciplina en general y el área de nuestro interés en nológica de los libros más rele-
vantes de la disciplina, citados
particular. Por otro (apartado 2), un repaso de cómo la historiografía se ha también a lo largo de estas pá-
ginas.
aproximado al tiempo presente, cuyos debates más recientes se incluyen en
él. Porque, como se destaca en el apartado 3, todo ello no hace sino constatar
que la historia está más presente que nunca.
CC-BY-NC-ND • PID_00245921 6 Introducción a la historia de la cultura contemporánea
Contenidos
Módulo didáctico 1
Introducción a la historia de la cultura contemporánea
Jaume Claret Miranda, Manel López Esteve y Joan Fuster Sobrepere
1. La historia cultural
2. La historia de la contemporaneidad como problema
3. La historia de la cultura en la era de la información