Isótopos

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Isótopos

Los isótopos estables son formas no radiactivas de átomos. Aunque


no emiten radiación, gracias a sus propiedades únicas pueden
utilizarse en una gran variedad de aplicaciones, como la gestión del
agua y del suelo, los estudios medioambientales, las evaluaciones de
la nutrición y la ciencia forense.
De los primeros 82 elementos de la tabla periódica, 80 tienen isótopos
estables. A través de la medición y el análisis de su distribución se
pueden emplear en muchas aplicaciones prácticas. El OIEA presta
asistencia a los Estados Miembros en la utilización de técnicas
basadas en isótopos en ámbitos como la hidrología, los estudios
ambientales y la agricultura, entre otros.
Una forma de utilizar los isótopos estables es midiendo su cantidad y
proporción en muestras, por ejemplo de agua. Los isótopos estables
naturales del agua y de otras sustancias se emplean para rastrear el
origen, la historia, las fuentes, los sumideros y las interacciones en los
ciclos del agua, el carbono y el nitrógeno.
Los isótopos estables también se pueden utilizar como trazadores, que
se añaden deliberadamente al sistema que se desea analizar, por
ejemplo en la agricultura o la nutrición. Para ello, deben separarse por
medio de técnicas muy sofisticadas, como la espectrometría de
masas.
Mientras que el deuterio2H, un isótopo el doble de pesado que el
hidrógeno, se usa principalmente en la investigación relativa a la
nutrición, el isótopo estable más comúnmente utilizado en la
agricultura es el nitrógeno 15. Muchos otros isótopos estables también
se están utilizando cada vez con más frecuencia.

Propiedades periódicas

Radio atómico�

Definimos el radio atómico de un elemento como la mitad de la


distancia internuclear mínima que presenta una molécula diatómica
de ese elemento en estado sólido.

A lo largo de un periodo
La carga nuclear efectiva aumenta, los electrones de valencia son
más atraídos por el núcleo y por tanto disminuye el radio atómico.

A lo largo de un grupo

La carga nuclear efectiva es constante pero aumenta el número de


capas, por lo que el radio atómico aumenta.

Radio iónico

Es el radio que presenta un ion monoatómico en un cristal iónico.

Cationes

Tienen un menor número de electrones, por lo que el


apantallamiento sufrido por los electrones de valencia es menor,
aumentando por tanto la carga nuclear efectiva que experimentan y
provocando que tengan un menor radio atómico que sus elementos
neutros de referencia.

Aniones

Tienen un mayor número de electrones, por lo que el


apantallamiento sufrido por los electrones de valencia es mayor,
disminuyendo por tanto la carga nuclear efectiva que experimentan
y provocando que tengan un mayor radio atómico que sus elementos
neutros de referencia.

�catión<�neutro<�anión

Potencial de ionización�i

Definimos el potencial o energía de ionización como la mínima


energía que hay que proporcionar a un átomo neutro, X, en estado
gaseoso y en su estado electrónico fundamental, para arrancar un
electrón de su corteza, formando un catión X+.

X(g)+�i⟶X+(g)+1e−

Afinidad electrónica�ea
La afinidad electrónica es la energía liberada cuando un átomo
neutro, X, en estado gaseoso y en su estado fundamental, capta un
electrón, formando un anión X–.

X(g)+1e−⟶X−(g)+�ea

Electronegatividad�

La electronegativad es una medida de la tendencia de un átomo a


atraer un par de electrones que comparte con otro átomo al que está
unido mediante un enlace químico.

A lo largo de un periodo

La carga nuclear efectiva aumenta, los electrones de valencia son


más atraídos por el núcleo y por tanto aumentan la energía de
ionización, la afinidad electrónica y la electronegatividad.

A lo largo de un grupo

La carga nuclear efectiva es constante pero aumenta el radio, por


lo que los electrones son menos atraídos y por tanto disminuyen la
energía de ionización, la afinidad electrónica y la
electronegatividad.

Durante el siglo XIX, los químicos comenzaron a clasificar los


elementos conocidos de acuerdo con similitudes en sus propiedades
físicas y químicas. El final de esos estudios generó la Tabla Periódica
Moderna que conocemos.

Entre 1817 y 1829, el químico alemán Johan Dobereiner clasificó a


algunos elementos en grupos de tres denominados triadas, ya que
tenían propiedades químicas similares. Por ejemplo, en la triada cloro
(Cl), bromo (Br) y yodo (I) notó que la masa atómica de Br estaba muy
próxima al promedio de la masa de Cl e I. Desafortunadamente no
todos los elementos se agrupaban en triadas y sus esfuerzos fallaron
para proponer una clasificación de los elementos.

En 1863, el químico inglés, John Newlands clasificó los elementos


establecidos en varios grupos proponiendo la Ley de Octavas,
conformado por elementos de masa atómica creciente, donde ciertas
propiedades se repetían cada 8 elementos.

En 1869, el químico ruso Dimitri Mendeleev publicó su primera tabla


periódica de los elementos organizada en orden creciente de masa
atómica. Al mismo tiempo, Lothar Meyer, químico alemán, publicó su
tabla propia periódica con los elementos ordenados de menor a mayor
masa atómica. Mendeleev organizó su tabla en filas horizontales
dejando espacios vacíos donde debían incorporar algunos elementos
que aún no habían sido descubiertos. En esa organización Mendeleev
visualizó un patrón aparente: elementos con propiedades químicas
similares aparecen en intervalos regulares (o periódicos) en las
columnas verticales de la tabla. El respaldo a las predicciones de
Mendeleev se produce tras el descubrimiento de galio (Ga), escandio
(Sc) y germanio (Ge) entre 1874 y 1885 localizándolos en aquellos
espacios vacíos, lo que dio aun mas valor y aceptación de su Tabla
Periódica en la comunidad científica.

En 1913, un químico inglés, Henry Moseley, mediante estudios de


rayos X, determinó la carga nuclear (número atómico) de los
elementos, reagrupándolos en orden creciente de número atómico, tal
como la conocemos hoy.

Enlaces químicos

¿Cuáles son algunas características de los enlaces químicos?

 Mantienen los átomos unidos dentro de las moléculas


químicas.
 La fuerza de un enlace químico viene determinada por la
diferencia de electronegatividad (mientras mayor sea, mayor
la fuerza de los electrones atraídos entre átomos).
 Generalmente, los números de electrones son pares.
 Los enlaces covalentes pueden existir en estado gaseoso,
sólido y líquido.
 Algunos enlaces covalentes son solubles en agua, otros en
solventes orgánicos.

 Son conductores de electricidad los enlaces covalentes
ácidos en presencia de una solución acuosa (el resto de los
enlaces covalentes no son buenos conductores de
electricidad), y los enlaces iónicos cuando se disuelven en
agua o cuando se funden.
 Los enlaces iónicos tienen altos puntos de fusión y
ebullición.
 Los enlaces metálicos son buenos conductores de calor y
electricidad, se presentan en estado sólido y son altamente
maleables.

La regla se basa de que todos los elementos tengan ocho electrones


para que se la regla de octetos

Regla de 8

Nomenclaturas

La importancia de la nomenclatura química radica en la posibilidad de


nombrar, organizar y clasificar los diversos tipos de compuestos
químicos, de manera tal que solamente con su término identificativo
se pueda tener una idea de qué tipo de elementos los componen
y, por lo tanto, qué tipo de reacciones pueden esperarse de estos
compuestos.

Existen tres sistemas de nomenclatura química:

 Sistema estequiométrico o sistemático (recomendado por


la IUPAC). Nombra los compuestos en base al número de
átomos de cada elemento que los forman. Por ejemplo: El
compuesto Ni2O3 se llama trióxido de diníquel.
 Sistema funcional, clásico o tradicional. Emplea diversos
sufijos y prefijos (como -oso, -ico, hipo-, per-) según la
valencia atómica de los elementos del compuesto. Este
sistema de nomenclatura se encuentra mayormente en
desuso. Por ejemplo: El compuesto Ni2O3 se llama óxido
niquélico.
 Sistema STOCK. En este sistema el nombre del compuesto
incluye en números romanos (y a veces como subíndice) la
valencia de los átomos presentes en la molécula del
compuesto. Por ejemplo: El compuesto Ni 2O3 se llama óxido
de níquel (III).

Nomenclatura en química inorgánica

 Óxidos. Son compuestos que se forman con oxígeno y algún


otro elemento metálico o no metálico. Se nombran usando
prefijos de acuerdo a la cantidad de átomos que tenga cada
molécula de óxido. Por ejemplo: trióxido de digalio (Ga 2O3),
monóxido de carbono (CO). Cuando el elemento oxidado es
metálico, se llaman óxidos básicos; cuando es no metálico, se
llaman anhídridos u óxidos ácidos. Por lo general el oxígeno
en los óxidos tiene estado de oxidación -2.
 Peróxidos. Son compuestos formados por la combinación del
grupo peroxo (-O-O-) O2-2 y otro elemento químico. Por lo
general, el oxígeno tiene estado de oxidación -1 en el grupo
peroxo. Se nombran igual que los óxidos pero con la palabra
“peróxido”. Por ejemplo: peróxido de calcio (CaO 2), peróxido
de dihidrógeno (H2O2).
 Superóxidos. También son conocidos como hiperóxidos. El
oxígeno tiene estado de oxidación -½ en estos compuestos.
Se nombran regularmente como los óxidos, pero empleando
la palabra “hiperóxido” o “superóxido”. Por ejemplo:
superóxido o hiperóxido de potasio (KO2).
 Hidruros. Son compuestos formados por hidrógeno y otro
elemento. Cuando el otro elemento es metálico, se
denominan hidruros metálicos y cuando no es metálico se
llaman hidruros no metálicos. Su nomenclatura depende de la
naturaleza metálica o no metálica del otro elemento, aunque
en algunos casos se usan los nombres comunes, como en el
amoníaco (o trihidruro de nitrógeno).
 Hidruros metálicos. Para nombrarlos se utiliza el prefijo
numérico según la cantidad de átomos de hidrógeno seguido
del término “hidruro”. Por ejemplo: monohidruro de potasio
(KH), tetrahidruro de plomo (PbH4).
 Hidruros no metálicos. Se añade la terminación -uro al
elemento no metálico y después se añade la frase “de
hidrógeno”.  Por lo general, se encuentran en estado
gaseoso. Por ejemplo: fluoruro de hidrógeno (HF (g)), seleniuro
de dihidrógeno (H2Se(g)).
 Oxácidos. Son compuestos que también se nombran
oxoácidos u oxiácidos (y popularmente “ácidos”). Son ácidos
que contienen oxígeno. Su nomenclatura exige usar el prefijo
correspondiente al número de átomos de oxígeno, seguido de
la palabra “oxo” unida al nombre del no metal terminado en “-
ato”. Al final se añade la frase “de hidrógeno”. Por ejemplo:
tetraoxosulfato de hidrógeno o ácido sulfúrico (H 2SO4),
dioxosulfato de hidrógeno o ácido hiposulfuroso (H 2SO2).
 Hidrácidos. Son compuestos formados por hidrógeno y un no
metal. Al disolverlos en agua dan soluciones ácidas. Se
nombran usando el prefijo “ácido” seguido del nombre del no
metal, pero con la terminación “hídrico”. Por ejemplo: ácido
fluorhídrico (HF(ac)), ácido clorhídrico (HCl(ac)), ácido sulfhídrico
(H2S(ac)), ácido selehídrico (H2Se(ac)) . Siempre que se
represente la fórmula de un hidrácido, se debe aclarar que
está en disolución acuosa (ac) (de lo contrario, se puede
confundir con un hidruro no metálico).
 Hidróxidos o bases. Son compuestos formados por la unión
de un óxido básico y agua. Se reconocen por el grupo
funcional -OH. Se nombran genéricamente como hidróxido,
unido a los prefijos respectivos dependiendo de la cantidad de
grupos hidroxilo presentes. Por ejemplo: dihidróxido de plomo
o hidróxido de plomo (II) ( Pb(OH)2), hidróxido de litio (LiOH).
 Sales. Las sales son producto de la unión de sustancias
ácidas y básicas. Se nombran de acuerdo a su clasificación:
neutras, ácidas, básicas y mixtas.
 Sales neutras. Se forman por la reacción entre un ácido y
una base o hidróxido, liberando agua en el proceso. Pueden
ser binarias y ternarias dependiendo de si el ácido es un
hidrácido o un oxácido.
 Si el ácido es un hidrácido, se llaman sales haloideas.
Se nombran usando el sufijo -uro en el elemento no
metálico, y el prefijo correspondiente a la cantidad de
este elemento. Por ejemplo: cloruro de sodio (NaCl),
tricloruro de hierro (FeCl3).
 Si el ácido es un oxácido, también se llaman oxisales o
sales ternarias. Se nombran usando el prefijo numérico
según la cantidad de grupos “oxo” (cantidad de
oxígenos O2-), y el sufijo -ato en el no metal, seguido del
estado de oxidación del no metal escrito en números
romanos y entre paréntesis. También se pueden
nombrar usando el nombre del anión seguido del
nombre del metal. Por ejemplo: tetraoxosulfato (VI) de
calcio (Ca2+, S6+, O2-) o sulfato de calcio (Ca2+, (SO4)2-)
(CaSO4), tetraoxofosfato (V) de sodio (Na1+, P5+, O2-) o
fosfato de sodio (Na1+, (PO4)3-) (Na3PO4).
 Sales ácidas. Se forman por reemplazo del hidrógeno en un
ácido por átomos metálicos. Su nomenclatura es igual a la de
las sales neutras ternarias, pero añadiendo la palabra
“hidrógeno”. Por ejemplo: hidrogenosulfato (VI) de sodio
(NaHSO4), se cambia un hidrógeno del ácido sulfúrico
(H2SO4) por un átomo de sodio, hidrogenocarbonato de
potasio (KHCO3), se cambia un hidrógeno del ácido carbónico
(H2CO3) por un átomo de potasio.
 Sales básicas. Se forman reemplazando los grupos
hidroxilos de una base por los aniones de un ácido. Su
nomenclatura depende de o un oxácido.
 Si el ácido es un hidrácido, se emplea el nombre del no
metal con el sufijo -uro y se le antepone el prefijo
numeral de la cantidad de grupos -OH, seguido del
término “hidroxi”. Al final se pone el estado de oxidación
del metal si es necesario. Por ejemplo: FeCl(OH) 2 sería
dihidroxicloruro de hierro (III).
 Si el ácido es un oxácido, se usa el término “hidroxi”
con su prefijo numeral correspondiente. Después se
añade el sufijo correspondiente a la cantidad de grupos
“oxo” y se pone la terminación -ato al no metal, seguido
de su estado de oxidación escrito en números romanos
y entre paréntesis. Por último, se pone el nombre del
metal seguido de su estado de oxidación escrito en
números romanos y entre paréntesis. Por ejemplo:
Ni2(OH)4SO3 sería tetrahidroxitrioxosulfato (IV) de níquel
(III).
 Sales mixtas. Son producidas al sustituir los hidrógenos de
un ácido por átomos metálicos de distintos hidróxidos. Su
nomenclatura es idéntica a la de las sales ácidas, pero
incluyendo ambos elementos. Por ejemplo: tetraoxosulfato de
sodio y potasio (NaKSO4).

Nomenclatura IUPAC
La IUPAC (siglas de International Union of Pure and Applied
Chemistry, o sea, Unión Internacional de Química Pura y Aplicada)
es la organización internacional dedicada a establecer las reglas
universales de la nomenclatura química.

Su sistema, propuesto como un sistema simple y unificador, se conoce


como nomenclatura IUPAC y difiere de la nomenclatura tradicional
en que es más específico a la hora de nombrar los compuestos, pues
no solo los nombra sino que también aclara la cantidad de cada
elemento químico en el compuesto

Nomenclatura de hidrocarburos
Los hidrocarburos son compuestos constituidos por átomos de
carbono (C ) e hidrógeno (H). Se clasifican en:

Hidrocarburos alifáticos. Son compuestos no aromáticos. Si su


estructura se cierra y forma un ciclo, se les llama compuestos
alicíclicos. Por ejemplo:

Alcanos. Son compuestos de naturaleza acíclica (que no forman


ciclos) y saturada (todos sus átomos de carbono están enlazados
entre sí con enlaces covalentes simples). Responden a la fórmula
general CnH2n+2, donde n representa el número de átomos de carbono.
En todos los casos se emplea el sufijo -ano para nombrarlos. Pueden
ser:
Alcanos lineales. Poseen una cadena lineal. Para nombrarlos se
combinará el sufijo -ano con el prefijo que denota el número de átomos
de carbono presentes. Por ejemplo, el hexano tiene 6 átomos de
carbono (hex-) (C6H14). En la Tabla 3 se muestran algunos ejemplos.

Nombre Cantidad de Nombre Cantidad de


carbonos carbonos
metano 1 heptano 7
etano 2 octano 8
propano 3 nonano 9
butano 4 decano 10
pentano 5 undecano 11
hexano 6 dodecano 12

Tabla 3: Nombres de alcanos según la cantidad de átomos de


carbono que contiene su estructura.

Alcanos ramificados. De no ser lineales sino ramificados, debe


buscarse la cadena hidrocarbonada más larga y que posea más
ramificaciones (la cadena principal), se cuentan sus átomos de
carbono desde el extremo más próximo a la ramificación y se nombran
las ramificaciones indicando su posición en la cadena principal (como
vimos con el localizador), reemplazando el sufijo -ano por -il (ver Tabla
2) y añadiendo los prefijos numéricos correspondientes en caso de
haber dos o más cadenas iguales. La cadena principal se elige de
manera que tenga la menor combinación de localizadores posibles.
Finalmente se nombra la cadena principal normalmente. Por ejemplo,
el 5-etil-2-metilheptano tiene una cadena principal de heptano (hep-, 7
átomos de carbono) con un radical metil (CH 3-) en el segundo átomo
de carbono y uno etil (C2H5-) en el quinto. Esta es la menor
combinación posible de posiciones de las ramas para este compuesto.

Radicales de alcanos (producidos al perder un átomo de hidrógeno


unido a uno de sus carbonos). Se nombran sustituyendo el sufijo -ano
por -ilo e indicándolo con un guión en el enlace químico Por ejemplo,
del metano (CH4) se obtiene el radical metilo (CH 3-). (Ver Tabla 2).
Conviene aclarar que, para la nomenclatura también se puede usar la
terminación -il para los radicales cuando actúan como sustituyentes.
Por ejemplo:

Cicloalcanos. Son compuestos alicíclicos que responden a la fórmula


general CnH2n. Se nombran como los alcanos lineales pero añadiendo
el prefijo ciclo- al nombre, por ejemplo, ciclobutano, ciclopropano, 3-
isopropil-1-metil-ciclopentano. En estos casos, también se debe elegir
la menor combinación posible de los números de los átomos que
tienen sustituyentes. Por ejemplo:

Alquenos y alquinos. Son hidrocarburos insaturados, pues presentan


un doble (alquenos) o triple (alquinos) enlace carbono-carbono.
Responden, respectivamente, a las fórmulas generales CnH2n y CnH2n-2.
Se nombran de manera similar a los alcanos, pero se les aplican
diversas reglas en base a la ubicación de sus enlaces múltiples:

Cuando hay un doble enlace carbono-carbono, se usa el sufijo -eno


(en lugar de -ano como en los alcanos) y se añaden los respectivos
prefijos de número si el compuesto tiene más de un doble enlace, por
ejemplo, -dieno, -trieno, -tetraeno.

Cuando hay un triple enlace carbono-carbono, se usa el sufijo -ino y se


le añaden los respectivos prefijos de número si el compuesto tiene
más de un triple enlace, por ejemplo, -diino, -triino, -tetraino.

Cuando hay enlaces dobles y triples carbono-carbono, se usa el sufijo


-enino y se le añaden los respectivos prefijos de número si son varios
de estos enlaces múltiples, por ejemplo, -dienino, -trienino, -tetraenino.

Se indica la ubicación del enlace múltiple con el número del primer


carbono de dicho enlace.

Si hay ramificaciones se elige como cadena principal la cadena más


larga con el mayor número de enlaces dobles o triples. La cadena se
elige buscando que el localizador del enlace doble o triple sea lo más
pequeño posible.

Los radicales orgánicos que provienen de alquenos se nombran


sustituyendo el sufijo -eno por -enilo (si actúa como sustituyente, -enil)
y los radicales provenientes de alquinos se sustituye -ino por -inilo (si
actúa como sustituyente, -inil).

Tabla 4: Nombres de radicales sustituyentes de alquenos y alquinos.

Compuesto Sustituyente Compuesto Compuesto

eteno etenil etino etinil

propeno propenil propino propinil

buteno butenil butino butinil

penteno pentenil pentino pentinil

hexeno hexenil hexino hexinil

hepteno heptenil heptino heptinil

octeno octenil octino octinil

Hidrocarburos aromáticos. Son conocidos como arenos. Son


compuestos cíclicos conjugados (que alternan un enlace simple y un
enlace múltiple en su estructura). Tienen anillos de estructuras planas
y muy estables debido a la conjugación. Muchos incluyen el benceno
(C6H6) y sus derivados, aunque existen otras numerosas variedades
de compuestos aromáticos. Se pueden clasificar en:

Monocíclicos. Se nombran a partir de derivaciones del nombre del


benceno (o algún otro compuesto aromático), enumerando sus
sustituyentes con prefijos numeradores (localizadores). Si el anillo
aromático tiene varios sustituyentes se nombran en orden alfabético,
siempre buscando la menor combinación posible de los localizadores.
Si algún sustituyente involucra un anillo, este se pone en la posición
uno en el anillo aromático, y se continúa nombrando según el orden
alfabético del resto de los sustituyentes. Por otra parte, el radical del
anillo benceno se llama fenilo (si actúa como sustituyente, -fenil). Por
ejemplo:

Otra forma de definir la posición de los sustituyentes en los


hidrocarburos aromáticos es utilizando la nomenclatura orto, meta y
para. Esta consiste en ubicar la posición de otros sustituyentes en
base a la posición de un sustituyente inicial, por ejemplo:

Policíclicos. En su mayoría se nombran mediante su nombre


genérico, dado que son compuestos muy específicos. Pero también se
puede usar para ellos el sufijo -eno o -enilo. Estos policiclos pueden
formarse por varios anillos aromáticos condensados, o conectados por
enlaces C-C. En estos compuestos los localizadores se suelen poner
con números para la estructura principal (la que más ciclos tenga) y
con números con “primas” para la estructura secundaria. Por ejemplo:

 Alcoholes. Los alcoholes son compuestos orgánicos que


contienen un grupo hidroxilo (-OH). Su estructura se forma
sustituyendo un H por el grupo -OH en un hidrocarburo, por
tanto, se definen por la fórmula general R-OH, donde R es
una cadena hidrocarbonada cualquiera. Se nombran
empleando el sufijo -ol en lugar de la terminación -o del
correspondiente hidrocarburo. Si el grupo -OH actúa como
sustituyente, entonces se nombra hidroxi-. Si un compuesto
tiene varios grupos hidroxilos, se denomina polialcohol o
poliol, y se nombra mediante prefijos numeradores.
 Fenoles. Los fenoles son similares a los alcoholes, pero
tienen el grupo hidroxilo unido a un anillo aromático de
benceno, en lugar de a un hidrocarburo lineal. Responden a la
fórmula Ar-OH. Para nombrarlos también se emplea el sufijo -
ol unido al del hidrocarburo aromático. Algunos ejemplos de
alcoholes y fenoles son:
 Éteres. Los éteres se rigen por la fórmula general R-O-R’,
donde los radicales de los extremos (R- y R’-) pueden ser
grupos idénticos o diferentes, del grupo alquilo o arilo. Los
éteres se nombran con el término de cada grupo alquilo o
arilo en orden alfabético, seguidos de la palabra “éter”. Por
ejemplo:

 Aminas. Son compuestos orgánicos derivados del amoníaco


por sustitución de uno o algunos de sus hidrógenos por
grupos radicales alquilos o arilos, obteniendo aminas alifáticas
y aminas aromáticas respectivamente. En ambos casos se
nombran usando el sufijo -amina o se conserva el nombre
general. Por ejemplo:
 Ácidos carboxílicos. Son compuestos orgánicos que tienen
un grupo carboxilo (-COOH) como parte de su estructura.
Este grupo funcional está compuesto por un grupo hidroxilo (-
OH) y un grupo carbonilo (-C=O). Para nombrarlos se
considera como cadena principal la cadena con mayor
número de carbonos que contiene el grupo carboxilo.
Entonces se emplea como terminación -ico u -oico para
nombrarlos. Por ejemplo:

 Aldehídos y cetonas. Son compuestos orgánicos que


poseen un grupo funcional carbonilo. Si el carbonilo se halla
en un extremo de la cadena hidrocarbonada hablaremos de
un aldehído, y estará a su vez unido a un hidrógeno y a un
grupo alquilo o arilo. Hablaremos de cetonas cuando el
carbonilo esté dentro de la cadena hidrocarbonada y unido
mediante el átomo de carbono a grupos alquilo o arilo por
ambos lados. Para nombrar a los aldehídos se emplea el
sufijo -al al final del nombre del compuesto siguiendo las
mismas reglas de numeración según la cantidad de átomos.
También se pueden nombrar usando el nombre general del
ácido carboxílico del que provienen, y cambiando el sufijo -ico
por -aldehído. Por ejemplo:

Para nombrar a las cetonas se emplea el sufijo -ona al final


del nombre del compuesto siguiendo las mismas reglas de
numeración según la cantidad de átomos. También se pueden
nombrar los dos radicales unidos al grupo carbonilo seguidos
de la palabra cetona. Por ejemplo:

 Ésteres. No se deben confundir con los éteres, pues se trata
de ácidos cuyo hidrógeno es sustituido por un radical alquilo o
arilo. Se nombran cambiando el sufijo -ico del ácido por -ato,
seguido del nombre del radical que sustituye al hidrógeno, sin
la palabra “ácido”. Por ejemplo:

 Amidas. No deben confundirse con las aminas. Son
compuestos orgánicos que se producen al sustituir el grupo -
OH de un ácido de referencia, por el grupo -NH 2. Se nombran
sustituyendo la terminación -ico del ácido referente por -
amida. Por ejemplo:

 Haluros de ácido. Son compuestos orgánicos derivados de
un ácido carboxílico en el que se sustituye el grupo -OH por
un átomo de un elemento halógeno. Se nombran sustituyendo
el sufijo -ico por -ilo y la palabra “ácido” por el nombre del
haluro. Por ejemplo:

 Anhídridos de ácido. Son compuestos orgánicos derivados
de los ácidos carboxílicos. Pueden ser simétricos o
asimétricos. Si son simétricos se nombran sustituyendo la
palabra ácido por “anhídrido”. Por ejemplo: anhídrido acético
(del ácido acético). Si no lo son, se combinan ambos ácidos y
se anteceden de la palabra “anhídrido”. Por ejemplo:

 Nitrilos. Son compuestos orgánicos que tienen el grupo


funcional -CN. En este caso se reemplaza la terminación -ico
del ácido referente por -nitrilo. Por ejemplo:

¿Qué es la regla del octeto?


En química, se conoce como la regla del octeto o teoría del octeto a la
explicación sobre la forma en que los átomos de los elementos
químicos se combinan
Esta teoría fue enunciada en 1917 por el físico químico
estadounidense Gilbert N. Lewis (1875-1946) y explica que los átomos
de los distintos elementos suelen mantener siempre una configuración
electrónica estable mediante la ubicación de ocho electrones en sus
últimos niveles de energía.

La regla del octeto establece que los iones de los distintos


elementos químicos que se encuentran en la Tabla Periódica suelen
completar sus últimos niveles de energía con 8 electrones. Debido
a esto, las moléculas pueden adquirir una estabilidad semejante a la
de los gases nobles (ubicados al extremo derecho de la tabla
periódica), cuya estructura electrónica (con su último nivel de energía
completo) los hace muy estables, o sea, poco reactivos.

Así, los elementos de alta electronegatividad (como los halógenos y


anfígenos, es decir, elementos del grupo 16 de la Tabla) tienden a
“ganar” electrones hasta alcanzar el octeto, mientras que los de baja
electronegatividad (como los alcalinos o alcalinotérreos) tienden a
“perder” electrones para alcanzar el octeto.

Esta regla explica una de las maneras en que los átomos forman
sus enlaces, y de la naturaleza de estos dependerá el
comportamiento y las propiedades químicas de las moléculas
resultantes. De este modo, la regla del octeto es un principio práctico
que sirve para predecir el comportamiento de muchas sustancias, si
bien presenta también distintas excepciones.

Excepciones a la regla del octeto


La regla del octeto tiene varias excepciones, o sea, compuestos que
alcanzan su estabilidad sin regirse por el octeto de electrones. Átomos
como el fósforo (P), azufre (S), selenio (Se), silicio (Si) o helio (He)
pueden alojar más electrones de lo sugerido por Lewis (hipervalencia).

Por el contrario, el hidrógeno (H), que posee un único electrón en un


único orbital atómico (región del espacio donde es más probable
encontrar un electrón en torno al núcleo atómico), puede aceptar hasta
dos electrones como máximo en un enlace químico. Otras
excepciones lo constituyen el berilio (Be), que adquiere estabilidad
con apenas cuatro electrones, o el boro (B), que lo hace con seis.
La regla se basa de que todos los elementos tengan ocho electrones
para que se la regla de octetos

Regla de 8

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