Expo Uceda
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Basado en otros casos de crisis, las pandemias suelen afectar al turismo mundial debido
a que una de las principales formas de contagio es el tráfico internacional de pasajeros.
Por ello, los gobiernos, como método de prevención de contagio, optan por cerrar las
fronteras marítimas, terrestres o aéreas. Así como también, el miedo a contagiarse por
parte de los turistas y las restricciones de movilización que se optaron en cada país
(Féliz, 2020).
En el caso de la economía peruana es la que más impacto tuvo a causa del Covid-19 en
Latinoamérica y esto se puede observar que las empresas tuvieron que reducir su
personal y por ende esto genera desempleo, por lo tanto, el sector turismo fue la más
afectada debido a que, se cancelaron vuelos nacionales, internacionales, las empresas
hoteleras tuvieron que cerrar por el estado de emergencia; por ende, su economía se vio
afectado.
En el 2020, el PBI peruano se contrajo en 30% durante el segundo trimestre del año, por
encima de las caídas registradas en las demás economías de la región. En concreto, el
mes de mayor impacto fue abril, en el que la economía del país se contrajo en 39.9%,
mayor a las caídas registradas en Argentina (-25.5%), Colombia (-20.2%), México (-
19.9%), Brasil (14.3%) y Chile (-14.2%).
Para atenuar el impacto del COVID-19 en la economía peruana, se dieron paso a las
etapas de reactivación económica. En junio, el gobierno flexibilizó las condiciones para
que las empresas retomen sus actividades, a fin de evitar las demoras generadas durante
la primera etapa. En consecuencia, la economía peruana registró menores contracciones
que los meses previos durante los meses de junio (-18.1%), julio (-11.7%) y agosto (-
9.82). (IPE, 2020).
Esta situación obligó a las gerencias a evaluar los distintos elementos de los estados
financieros, llevando a replantear los criterios, metodologías y supuestos sobre los que
se reconocen, miden y presentan los diferentes hechos económicos. Entre los principales
desafíos se encontraron: el análisis de la incertidumbre de continuar bajo el postulado de
empresa en marcha; la actualización de las hipótesis y previsiones de flujos de caja
utilizados para evaluar el deterioro de los activos de largo plazo; variabilidad del riesgo
crediticio de la cartera de clientes y cambios en la estimación de la provisión de pérdida
esperada; cambios en los estimados de medición y reconocimiento de contratos con
clientes, como resultado de las nuevas estrategias comerciales; cambio en sus riesgos
financieros y sus procesos para gestionar y mitigar dichos riesgos, entre otros asuntos.
Esta situación obligó a las gerencias a evaluar los distintos elementos de los estados
financieros, llevando a replantear los criterios, metodologías y supuestos sobre los que
se reconocen, miden y presentan los diferentes hechos económicos.
CONTEXTO MACROECONÓMICO:
Un 52% de directivos estiman que sus ingresos para el cierre del año 2021 están muy
por debajo frente al 2019 (entre -70% y - 30%); por el contrario, se observa que un
6,7% estima que sus ingresos están muy por encima a comparación del 2019 (+21%).
Otro aspecto relevante son las subvenciones del gobierno, según cuadro:
Al aplicarse la NIC 20 al Programa Reactiva Perú dada la tasa de interés subsidiada que
otorga el programa debe tenerse en cuenta que para efectos tributarios jurídicamente
estamos frente a un financiamiento con una tasa de interés que consta en el cornograma
de pagos y ese es el gasto financiero incurrido realmente. Por otra parte para este
ejercicio 2020 debe ser sometido al límite de 3 veces el PN y el siguiente año al
EBITDA tributario. En ese sentido el ingreso contable por subsidio se debe deducir del
Resultado Contable cuando se calcule el IR anual.
Con respecto a los gastos incurridos en tiempos del COVID-19, debemos tener claro que esta
pandemia ha originado que las empresas incurran en diferentes gastos tanto para mantener el
negocio como para proteger a sus empleados, algunos surgen porque la Ley los obliga y otros
porque se consideran necesarios.
La LIR establece que para determinar la Renta Neta, se deducirán los gastos necesarios para
producirla y mantener su fuente, en tanto la deducción no esté expresamente prohibida; ello
se conoce como principio de causalidad. La empresas deben analizar si los gastos incurridos
con ocasión de este estado de emergencia nacional serán aceptados por la Administración
Tributaria: Mascarillas, termómetros, trajes de protección, desinfectantes, pruebas médicas,
equipos de cómputo, pagos de conexión de internet y teléfono en las casas de los
colaboradores que realicen trabajo remoto, luz, alimentación, servicios médicos, transporte de
personal, seguros, penalidades etc. En nuestro criterio son causales, pero debe además de
acompañarse el Comprobante de Pagos respectivo, debe contarse con la fehaciencia necesaria
por lo que se deben implementar controles internos como actas de recepción, entre otros.
Con respecto a gastos para mitigar el impacto financiero, se debe analizar si resulta aplicable la
postergación de plazos para presentación y pago de Impuestos de febrero a agosto 2020.
Asimismo, se implementó el utilizar el Saldo a Favor del Impuesto a la Renta 2019 contra el
pago de otros tributos como ITAN; IGV entre otros, suspender o modificar los pagos a cuenta
del Impuesto a la Renta 2020 desde el mes de abril, mayo, junio y julio 2020 y de ser posible
continuar la suspensión o modificación con las reglas generales del Impuesto a la Renta; esto
es con el Estado de Resultados a julio se puede continuar con la suspensión de agosto a
diciembre 2020. Utilizar el nuevo Fraccionamiento o Aplazamiento del Decreto Legislativo Nº
1487 ya que tiene una tasa de interés muy bajo (4.8% anual ) y finalmente, no dejar de utilizar
a fin de año el crédito por contar con trabajadores con discapacidad así como el gasto
destinado a investigación y desarrollo en tecnología.
https://desafios.pwc.pe/estragos-del-covid-19-en-los-estados-financieros-de-empresas-
peruanas/