El Brigadista y La Cocinera
El Brigadista y La Cocinera
El Brigadista y La Cocinera
inicios del 2000 en un barrio de San José, Costa Rica, ciudad donde yo
conocerla y dialogar con ella, a lo que accedió. Sabía que Tulita guardaba
su figura estaba muy lejos de haber sido solamente “la mujer de” Salvador
también había leído de éste último el libro Secuestro y capucha que reseña
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Sirvan de homenaje estas líneas al recuerdo de esa maravillosa mujer
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El brigadista y la cocinera
El Che y la dirigente “Tulita”: cruce de destinos en Guatemala
pensando, quizá, que no hay ser más solitario que un argentino tomando mate
entre extranjeros que observan extrañados el rito. Casi nadie lo conoce –algunos
lo creen “agente peronista”- y él ignora quiénes son esas personas con las que va
imaginarse los destinos de esas vidas que caminan al lado suyo: como el líder
La historia guarda cruces de vidas, esporádicos pero tenaces, que van más
allá del dato anecdótico por la proyección posterior de los personajes. Guevara
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Argentina, pero en su nuevo destino realiza trabajos fugaces y mal pagos:
vendedor callejero de una figura de lata con la imagen del Cristo negro de
que vive hoy en Costa Rica, se agita una vida de lucha y de décadas de
uso el apellido de mi mamá porque yo era hija natural, ilegítima, como decían antes, y a
Mi papá eligió mi nombre, ‘Julia’ dijo, pero el empleado del registro civil no sabía escribir
Mi mamá no tenía profesión cuando murió él, yo comencé a trabajar de niña, a los
10 años. Era hija única, trabajaba en una tienda donde me daban los útiles para que yo
pudiera estudiar y la comida. Después ya saqué mi sexto grado, ¿verda? Tuve dos hijos
que crié solita. Seguí trabajando en tienda hasta que entré en una fábrica de gaseosas.
importante, más estable. Entré en 1947 y cinco años después se vino la represión. Antes,
en 1930 hubo una matanza muy grande. Recuerdo a la gente atemorizad, contando cómo
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sacaban camionadas de personas a matarlas al campo, al que hablara contra el gobierno
lo acusaban de comunista y eso era una muerte segura. Esta represión del 52, durante el
gobierno de Oscar Osorio, fue en respuesta a la fuerza que estaba tomando el movimiento
sindical y popular.
Industria de Bebidas, Gaseosas, Cerveza, Hielo y Agua Potable, pero estaban prohibidos
aunque debían cuidar los hijos después de las horas de trabajo. Yo estaba en la dirección
del sindicato, me decidió ver las malas condiciones en la fábrica, los salarios bajos, los
completa hasta hoy de Rubén Darío, al norteamericano Harold White que se dice
perseguido por la CIA, pero el diálogo principal lo tendrá con la peruana Hilda
autores desde Jean Paúl Sartre a César Vallejo. Divide su tiempo en el estudio
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(duerme en la CGT guatemalteca), y ya en plena crisis realiza prácticas militares
garrote, si hay que morir que sea como Sandino”. Discute ardorosamente sobre
que las autoridades alemanas, por presión de los Estados Unidos, retienen un
estudiantes y obreros. Ese año murió Eva Perón; todas las embajadas argentinas tenían
los sindicatos. Yo no tenía mucha idea de ella, más que se dirigía a los trabajadores como
propaganda la hacía ver como una benefactora. Pasaron una película sobre Evita en San
Salvador.
Pasé 11 meses presa. La presión popular hizo que el gobierno mandara algunos
opositores al exilio. No había pruebas del complot, el gobierno optó por negar a los presos
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personal a la corte; pero la corte avisaba a la policía y nos cambiaban de lugar, nos
Una medianoche nos sacaron a 14 –el resto quedó adentro, entre ellos Carpio- y
nos llevaron a Honduras. Allí la policía nos mete a la cárcel de Nacaome, un pueblito
Viajamos en lancha y después en avión hasta cerca de las ruinas de Copan, todavía
ignorábamos adónde íbamos, pero un soldado tuvo lástima y nos dijo: ‘ustedes van a
Guatemala, ¿tienen dinero para pagar una bestias?’. A caballo llegamos hasta la frontera
En Florido nos estaba esperando una gran escolta, explicamos que éramos
salvadoreños expulsados y allí todo cambio ¿verdad? Fíjese que cuando llegamos la
situación pues fue diferente, era el tiempo de Arbenz y el jefe de la policía nos dijo:
‘ustedes aquí están como en su casa’. Al día siguiente por pedido nuestro nos llevaron a
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poesía de Walt Whitman, intercambian visiones sobre corrientes revolucionarias,
charlas sobre el Popol Vuh. Se separan por breves lapsos: cuando Guevara sale
para renovar su visa hacia El Salvador o visita ruinas arqueológicas. A esa mujer,
propone casamiento. Era una propuesta anunciada, por eso no cae como una
más de tres semanas y el gobierno cede sin dar lucha. El Che participa en
Era el 54 y Guatemala vivía una situación bien tensa, el gobierno era democrático
de verdad, había dado amplias libertades al pueblo. Los salvadoreños formamos una
seis meses de haber salido nosotros, pero lo habían atrapado. En Guatemala había un
clima de mucha tensión, una campaña anticomunista muy fuerte ¿verdad?, sobre todo
en las iglesias, contra los programas sociales del gobierno, que eran muchos, como los
comedores infantiles y las guarderías, que tanto beneficiaban a los niños. Yo llegué a
trabajar a esa guardería y me di cuenta de cómo trataban a los niños, ¿verdad?, le daban
ropa, buena alimentación, estaban muy bien atendidos, pero desde los púlpitos estaban
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diciéndole a la gente que debían sacar a los niños de las guarderías, porque eso era una
Esa tensión pues, fue en aumento; llegaban aviones tirando propaganda y la gente
Manuel Gutiérrez, secretario general de la CGT y diputado, salía a decir ‘tengan calma
ese clima se dio el golpe de Estado, por esos días unos funcionarios del gobierno habían
pedido por televisión que el pueblo tuviera confianza, que el ejército era leal y estaba
guatemalteco, un alto empleado del gobierno. Un día regresaba del Hospital del Seguro
Social, donde trabajaba, y toqué la puerta pero no había nadie, se habían asilados en la
embajada del Ecuador, total que me quedé en la calle. Una compañera, Fidelina, me dijo
que los salvadoreños se iban a reunir para decidir, y se decidió buscar refugio en nuestra
embajada para obligar al gobierno a que nos reciba, pero no dejaban entrar a nadie. Los
compañeros decían que a las embajadas no se podía ir, que estaban todas custodiadas y
repletas de asilados. Otra amiga me dijo que su esposo habían ido a la de Argentina: ‘pero
yo no creo que usted pueda entrar porque a esta horas debe estar custodiada Ella había
preparado una maletita de ropa para llevársela a su esposo y dice: ‘si usted se anima y se
la lleva, tal vez la dejen entrar’. Pues démela, le dije. La embajada Argentina estaba
tranquila, solamente uno par de soldados. Entonces llegué y les pedí: ‘quiero que me haga
el favor de darme permiso de dejarle una ropa a un familiar que está aquí’. Me dijeron:
‘entre, pero sale luego’. Y ya no salí. Allí encontré unos 15 salvadoreños, entre ellos una
Salvador.
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Guevara mastica su rabia y su impotencia, es un asilado en la embajada
de selva y montaña. Los ataques de asma son frecuentes, y para colmo quedan
como león enjaulado: “Todo está complicado como la puta. Yo no sé cómo voy a
salir de aquí”.
importantes, gente del gobierno, coroneles leales a Arbenz, dirigentes. Entre los que
dormían en la chancillería estaba el Che. La embajada, como le digo, era bien espaciosa
con un engramado grande donde nos sentábamos a conversar. Entre todos nos
Los primeros días fueron muy tensos. El embajador nos reunió para informarnos
que la embajada estaba siendo seriamente amenazaba, que planeaban asaltarla y que ellos
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estaban dispuestos a defender el derecho de asilo a como diera lugar. Estuvimos casi un
mes, yo iba a salir en el primer viaje, para la Argentina. Mi compañero, Carpio, ya estaba
Guatemala, se decía que trabajaba con la juventud. Dicen que allí tomó conciencia y debe
ser, porque el gobierno de Arbenz había hecho la reforma agraria beneficiando a muchos
campesinos, se estaba mejorando mucho la situación y lo que vino después fue la gran
matanza de gente. Fue muy triste cuando nos enteramos que a Castillo Armas lo
Lo recuerdo al Che como un jovencito delgadito, alto, con una camiseta hasta el
cuello bajo la camisa, porque padecía de asma; para los asmáticos los cambios de
temperatura afectan y Guatemala es frío. Me tocó a veces hacerle la comida; había que
prepararle algo especial, no comía nada condimentado, sólo su carne a la parrilla sin sal
con un poquito de arroz, una fruta y cosas así. Siempre andaba con su yerba mate. A mí
me llamaba la atención eso, le pregunté y me enteré que era una hierba que tomaban los
argentinos con un pitillo, ¿verdad? Él se relacionaba mucho con todos los refugiados, era
muy solidario, repartía lo que mandaba la familia de la Argentina: ropa, dinero, todo.
Una persona muy sociable ¿verdad?, nos resultaba extraño que un argentino fuera tan
amistoso, cordial, porque teníamos otra idea y él simpatizaba con toda la gente.
La imagen que retengo suya es la de una persona muy agradable. Era muy
atractivo, sí, cómo no, un jovencito, yo lo miraba tan diferente. Cuatro años después,
cuando oí el desenlace en Cuba me di cuenta por las fotos de que era el mismo que yo
había conocido. La revolución cubana fue muy importante para nosotros, aunque los
primeros tiempos llegaba poca información a El Salvador. Cuando leía algo sobre él me
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causaba una gran impresión. Me decía: ¿quién iba a decir que ese jovencito llegara a ser
el gran hombre que fue?. Lo admiraba muchísimo, y para Carpio lo mismo, él leía mucho
México a reunirse con su compañero Carpio, con quien años después participará
en la lucha del Farabundo Martí encargada primer del trabajo de masas, y luego
sube aborda un tren hacia México; Hilda lo acompaña hasta la frontera. Se van a
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