EL Viajero Cuento Concurso 1
EL Viajero Cuento Concurso 1
EL Viajero Cuento Concurso 1
Daniel Atlas
Se busca a Albert Graeby de 16 años, para mayor información favor de comunicarse con las
autoridades marcando al siguiente numero
(913) 553-9182
Albert era un chico de 16 años que vivía en Ocean city y quien era un buen amigo mío, hace
unos días me habia topado con este volante en todo el pueblo, que mala forma de empezar el día
sabiendo que tu mejor amigo de la secundaria había desaparecido a principios de mes y sin dejar
rastro alguno; la policía había organizado una jornada de búsqueda por todo el pueblo de Ocean
Citys,buscaban en calles,bares,escuelas y hasta el mismo bosque Dinamo.
Al ver que la investigación y la búsqueda no habían dado resultados, dejaron el caso en el olvido,
los padres de Albert se fueron del pueblo una mañana, sin decir adiós, nadie sabía dónde había
huido o si alguien lo habría secuestrado (o vaya, ya me imagino los noticieros y periódicos del
día siguiente) El reportero del canal 2 le llegaría una noticia de último minuto citando
Chico de tan solo 16 años, fue encontrado sin vida a la orilla del rio Dinamo, las autoridades
aseguran que la víctima se llamaba Albert Graeby, quien contaba con múltiples puñaladas en
todo su cuerpo y que aún no hay sospechoso, algunos creen que se trataría de un acecino serial
o talvez el acto de una secta demoniaca que opera cerca del bosque Dinamo, este es un día muy
triste para la gente del pueblo, él alcalde ha decidido que habrá toque de queda a las siete de la
noche, eso es todo por hoy seguiremos informándoles y que Dios nos bendiga...
Eso era algo demasiado real para mí, en estos tiempos podrías pensar que se había fugado de
casa por problemas familiares, pero no, ahora, era más real la idea de que habías desaparecido
para siempre, o solo por unos instantes, para que luego un grupo de civiles o la misma policía
encuentre tu cuerpo, en el fondo de un pozo sin fondo o en un lago o enterrado en lo más oscuro
del bosque; en esta situación, Albert jamás huiría de su casa porque no tenía problemas
familiares, la última vez que lo había visto ,él había ido a mi casa un domingo por la noche a
jugar videojuegos, comer pizza mientras veíamos la guerra de las galaxias y platicábamos un
poco sobre los viajes en el tiempo, era el tema en el que puedo decir, habíamos concordado y el
cual nos había unido como amigos, el hacernos a la idea de cómo sería vivir en un mundo
paralelo era la idea más loca que pasaba por nuestras mentes; después de una larga noche él se
tenía que ir a su casa ya que mañana iniciaban las clases. Lo despedí junto a mi padre, mientras
veíamos como se alejaba en su vagabundo y con su mochila en la espalda, perdiéndose en el
oscuro interior del bosque, viendo por última vez a mi amigo.
A medida que había pasado el tiempo, me dispuse a visitar el viejo cementerio de Back Wood,
no pasaban más de las seis de la tarde, el sol estaba siendo escondido por un parde nubes en
aquel lugar, en el cual me encontraba frente a muchas lapidas con demasiados nombres de gente
que se había unido a este lugar, de entre ellas está el de Albert Graeby el cual citaba
“Aquí yacen los restos de Albert Graeby Turner, amado hijo y un buen amigo
1970 – 1986 ”
La miro con detenimiento y noto algo que me extrañaba —La fecha de su muerte esta tachada
—pensé yo y al intentar acercarme a verla más de cerca, pero algo hiso que me paralizara, o
debería decir alguien hiso que me detuviera, sentía la mirada, una pesada mirada de alguien
observándome.
Al ponerme de pie, dirijo la mirada de extremo a extremo en busca de aquel sujeto, al voltear a la
izquierda en el fondo puedo verlo, era como una sombra que se ocultaba detrás de aquel árbol
usando una gabardina y sombrero, que ocultaba su rostro por completo, una extraña sensación
me recorría el cuerpo al verlo
—¿Puedo ayudarle en algo? —pregunte alzando un poco la voz
—¿disculpé, señor Aguilar es usted? —volví a preguntar pensando que era el viejo sepulturero
Mientras daba unos cuantos pasos a su dirección, aquél se limitaba a responder, solo se quedaba
ahí, como una estatua viviente, una demasiado terrorífica para mi gusto, pero pronto eso
cambiaria al ver como aquella sombra comenzaba a irse, así como la poca luz de la tarde que me
quedaba; así que comencé a caminar más rápido para no perderle de vista, pero entre tantas
lapidas y tan poco espacio se me dificultaba tener la mirada en alto.
Al llegar al árbol note que había dejado algo, una especie de mochila, un poco sucia, la levante y
mire que en el bolsillo delantero decía el nombre de Albert, mire al horizonte tratando de saber
dónde estaba, pero no veía por donde se había metido, porque ya era de noche, así que saque una
linterna de la mochila que llevaba conmigo y alumbre al suelo y note unas pisadas, que se
dirigían al bosque.
Pase saliva al ver aquella penumbra inquietantemente escalofriante, como si se tratara de un
fenómeno sobre natural—De donde provenía esa poca luz—pensé, mientras apretando mis puños
y tomando el valor suficiente que me faltaba, me adentrarme en el, pensando en los terribles
escenarios más tétricos que me podría deparar.
Mire el reloj de mi muñeca izquierda y era las ocho y media...
Este bosque es muy conocido por ser el lugar con muchos crímenes en todo el pueblo, yo jamás
creía en ese tipo de historias, hasta que en un 31 de octubre después de una larga jornada
pidiendo dulces con mis amigos en todo el vecindario, el tema se habia hecho real ante mis ojos
por una noticia que habían dado sobre supuestos avistamientos de luces desconocidas y extraños
gritos que emanaban de aquel oscuro y tenebroso bosque, el reportaje finalizaba con un metraje
que habían enviado anónimamente a la televisora, en el cual casi la mayoría del pueblo,
habíamos visto todos esa noche del 31 de octubre con un terror inexplicable, al ver como aquella
cámara captaba una extrañas luces que sobresalían de los árboles, segundos después al intentar
acercarse hacia donde estaban, la grabación se interrumpe terminando abruptamente el video, esa
noche mis padres se habían quedado atónitos al ver aquel metraje, yo no podía dormir, ni dejar
de pensar en aquel momento de terror que mis ojos presenciaron y me puso a pensar en aquel
tipo que debió de arriesgar su vida por unos minutos de fama, solo un completo idiota o alguien
valiente se atrevería a entrar en un lugar así.
Y ahora heme aquí, un completo idiota está dentro de un bosque maldito a altas horas de la
noche, a lado de un maldito cementerio, “sin duda me deberían de dar un reconocimiento por
hacer esto", pero a quien engañaba, nadie sabría de mi paradero, ni mis padres saben que estoy
aquí, una vez entrando aquí te convertías parte del bosque, era algo así como el país de nunca
jamás, entras con la esperanza de salir, pero sabes que jamás es así terminabas convirtiéndote en
uno de los niños perdidos.
Después de caminar unos cuantos kilómetros me detuve a descansar en un tronco, miré mi reloj
encendiendo la luz y me quedé completamente confundido ya que marcaba las ocho treinta y dos
—imposible —pensé, porque, como podrían haber pasado tres minutos, si había caminado por
más de dos horas.
De pronto, un inquietante ruido me hizo levantar de mi lugar con un fuerte estremecimiento,
apunte la linterna en ambas direcciones, pero no veía nada más que ramas y arbustos; pero luego
apunte hacia arriba y...
—Que caraj...—no termine de pronunciar la palabra porque me paralice al ver como una gran
cantidad de objetos estaban flotando, desde tenis, linternas y mochilas, pero lo que hizo que
dejara escapar un grito era
—cu-cu-cuercuerpos, por todas partes— grite con voz quebrada—que maldición está pasando
aquí.
Intente escapar de ahí, pero en ese momento, una extraña mirada con ojos brillosos me miraba
desde la penumbra, le apunte la luz y lo vi, aquel sujeto que había seguido por horas, solo que no
esperaba ver algo como esto.
No lo podía creer.
Era algo irreal.
Un ser completamente sin rostro, pálido como si su piel comenzara a desprenderse de su frio
esqueleto como un color grisáceo y tenía un olor rancio —¡¡un ser extraterrestre!!—, pensé yo al
recordar el metraje de la televisión, él comenzaba a acercarse a mí con cautela y cuando más
creía que esto no se podría poner más raro, aquel ser empezó a hablar.
—¡¡Ayúdame, ayudameee!!— abriendo una entrada viscosa en lo que parecía ser su boca, pero,
no parecía una boca, de entre ella salían enormes dientes y no una si no varias lenguas alrededor
de la abertura.
—¿Que eres? —pregunte sin dejar de apuntarle con la linterna.
—Llevo tres años perdido en este lugar—respondió mientras escurría una especie de líquido
verdoso alrededor de su boca—Y no consigo escapar —.
Cayendo de rodillas ante mí y sujetando mi pie con una fuerza descomunal, casi sobrehumana,
levanto su cabeza, abrió dos aberturas más, la cual dejaron ver dos ojos completamente oscuros,
mirándome fijamente sin parpadear, pronto aquel rostro indescriptible comenzaba a tomar forma,
lo único que no llegaba a cambiar eran aquellos ojos profundamente oscuros, era como ver dos
agujeros negros los cuales terminarían por atraparme y llevarme para siempre.
— ¿Qué demonios está pasando aquí? — por fin había podido articular mis palabras
— Estamos atrapados para siempre— susurro mientras apuntaba con su dedo al norte del bosque,
en el cual unas extrañas luces comenzaban a surgir, por un momento pensé que eran personas
igual de extraviadas, así que yo también había prendido mi linterna, volteo a verlo y poco a poco
comenzaba a desintegrarse, quedando solo los huesos, doy un alarido grande.
Y fue ahí cuando por fin descubrí este lugar, encontrándome con uno de los escenarios más
bizarros que pude haber visto, un lugar inhabitable que parecían estar repletos de cráneos,
mientras que alrededor, miles de millones de linternas flotaban, despidiendo ultimas señales de
vida antes de extinguirse para siempre.
Al girar la mirada aquel ser habia desaparecido por completo, sin dejar rastro alguno, dejándome
solo en este extraño sitio.
Yo creía que ya era suficiente para mí y que tenía que buscar la manera de salir de este lugar,
reuniendo fuerzas y el poco valor que me quedaba, ya que no me sentía cómodo con esto, tenía
ganas de llorar, era una completa pesadilla de la cual quería despertar.
—Ayudaaaaa,ayudaaaaa—comencé a gritar como loco, con la esperanza de que alguien me
escuchara.
Pero me detuve al escuchar una voz a lo lejos, me acerqué entre dos árboles para escuchar mejor,
pero algo habia ocurrido, no podía moverme, algo me lo impedía trate de agarrarme de los
árboles para pegar un salto, pero tampoco podía, mis manos se habían congelado cuando trataba
de seguir adelante, pero era inútil, era como estar en un campo de energía en el cual no podía
salir
Pero lo peor estaba por venir; tras al ver que aquella persona que habia respondido a mis gritos,
la persona que estaba aquel día conmigo en aquel bosque y que pensaba que habia muerto, era
Albert Graeby, más vivo que nunca, había perdido completamente la cabeza, esto ya no era algo
real, lo tenía enfrente de mi a unos cuantos pasos de distancia, veía que en sus manos sostenía
una cámara junto con una linterna, trataba de acercarse
Y al dar los primeros pasos donde me encontraba, apago la cámara y la dejo caer al suelo, se
detuvo mientras a unos centímetros cerca de mí y me miro con satisfacción, yo no lo entendía
porque me miraba con tal expresión bizarra, yo le pedía a gritos que me ayudara a salir de aquí y
fue cuando él me dijo toda la verdad, sin borrar esa expresión macabra que tenia
¿FIN?