REDACCION

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REPUBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

INSTITUTO UNIVERSITARIO DE TEGNOLOGIA


“JOSE LEONARDO CHIRINO”
PUNTO FIJO – ESTADO FALCON
CARRERA: ADMINISTRACION MENSION ADUANA

LENGUAJE Y COMUNICACIÓN
OBJETIVO NRO. 3

AUTORES:
Natalia German
(31.581.122)

Punto Fijo, 01 de mayo del 2023


INDICE
PUNTO NRO. 1
LA REDACCIÓN
INTRODUCCIÓN

Muchos profesionales, estudiantes o personas en general no le dan la


atención necesaria a la hora de redactar un texto, sin embargo, es de suma
importancia el saber redactar debido a que es una herramienta muy útil,
por ello, todos nosotros deberíamos aprender los conceptos básicos para
una buena redacción, ya que, sin la necesidad de ser redactores, todos
tendremos la oportunidad de redactar un ejemplar; puede ser desde un
currículum, reporte de trabajo, un correo electrónico.
Recordemos que una correcta forma de redactar plantea una buena
impresión y rasgos propios del autor, por ejemplo, el nivel intelectual,
educación cultura general entre otros.
La gramática es la rama de la lingüística que tiene por objeto el estudio
de la forma y composición de las palabras (MORFOLOGÍA), así como
de su interrelación dentro de la oración o de la frase (SINTAXIS). El
estudio de la gramática muestra el funcionamiento de las palabras en una
lengua.
Una oración es un conjunto de palabras organizadas en torno a un
predicado. Un predicado, a su vez, es un conjunto de palabras
organizadas en torno a un verbo. Lógicamente, una oración simple es
aquella que tiene un solo verbo; el verbo es la parte variable de la oración
que indican acción, proceso o estado. En Juan sube las escaleras, sube
supone una acción que está realizando, en Ramón ha crecido un montón,
ha crecido supone un proceso que ha experimentado, y en Ramón está
cansado, está supone un estado.
La Ortografía se ha definido tradicionalmente como la escritura correcta
de las palabras. La conforman una serie de normas que regulan la
escritura de una lengua
LA REDACCIÓN

Es una de las capacidades que más temprano se incentivan y promueven


en los individuos formalmente educados, dado que el lenguaje y la
escritura son las herramientas más comunes, cotidianas y fundamentales
que todo ser humano emplea tanto personal como profesionalmente.

La palabra «redactar» proviene del latín redigere, traducible como


“compilar” o “poner en orden”, y se usaba inicialmente para acciones
como recoger leños para una hoguera, o materiales para una
construcción. De allí pasó, figuradamente, a usarse para “ordenar
palabras”, es decir, redactar.

La redacción es la capacidad de poner en palabras los pensamientos, de


manera precisa, coherente y comprensible; esta forma parte de nuestro
proceso de aprendizaje y vida académica, ya que cada día producimos
nuevos conocimientos con nuestras investigaciones para el beneficio de
las futuras generaciones.
La mejor forma de aprender a redactar es leyendo. Así como una cámara
fotográfica captura una imagen, trabajamos tomando de la lectura el
conocimiento previo para crear uno nuevo.
La redacción es un proceso de pensamiento que consta de varios pasos:
 Clasificación de la tarea
o ¿Qué escribiré?
o ¿Cómo puedo escribirlo?
o ¿Por qué escribiré de esa forma?
 Producción de ideas y planificación de objeto
o Bosquejos
o Mapas de conceptos
o Preguntas
 Borrador
o Siguiendo tu mapa comienzas a escribir
 Edición
o Finalizado tu trabajo, tendrás que revisarlo varias veces.
Consulta con colegas docentes.

La redacción implica mucho más de lo que a simple vista parece. En


parte porque no todo el mundo posee el talento de manejar el lenguaje de
manera eficaz, pero también porque, como cualquier otra capacidad
aprendida, requiere de práctica y de la correcta aplicación de un método.
En general, se piensa que el proceso de redactar algo involucra tres
etapas distintas:

1.  PLANIFICACIÓN:
Esta primera etapa consiste en analizar cuidadosamente el tema y en
aclarar las ideas que se desea comunicar. Solo se puede escribir acerca de
lo que se sabe, pero hay que tener muy claro el contenido del mensaje
que se piensa transmitir. No basta tener una idea vaga de lo que se quiere
decir; se debe aclarar al detalle el contenido de lo que pensamos escribir.
Es necesario contar con suficiente información; tener a la mano cifras,
datos, fechas, citas y poner en claro mediante una guía o un esquema el
orden en que deberán aparecer en el escrito. Igualmente, nadie podría
redactar un texto serio sin haber planificado su contenido y haber
preparado una guía o esquema, es decir una lista ordenada de los puntos
que debe tratar.

2.  REDACCIÓN:
La segunda etapa consiste en expresar por escrito las ideas o conceptos
bosquejados en la guía ya preparada. La redacción es la codificación de
las ideas: el ponerlas en el código idioma escrito. En esta etapa no debe
ser necesario pensar en que decir sino en como decirlo. Si ya hemos
bosquejado los temas o conceptos en el orden más convenientes, la etapa
de redacción consiste solamente en ampliar estas ideas y exponerlas en
oraciones completas.
Durante la etapa de redacción se debería escribir lo más rápidamente
posible, sin preocuparse de la corrección ni del estilo. Lo que se está
escribiendo es simplemente un borrador. Mientras más rápido escriba
más natural y espontáneo resultará el escrito; será más agradable y
“fresco”. No debe preocuparse por la palabra exacta; si duda de la
conveniencia de algún termino y preferiría encontrar un sinónimo
subraye la palabra sospechosa y continué escribiendo. En la etapa de la
revisión se ocupará de buscar un sinónimo de la palabra marcada. El
tiempo dedicado a la etapa de la redacción es muy valioso; uno suele
entrar en un trance y se alcanza un ritmo que no hay que interrumpir para
buscar un sinónimo.

 3. REVISIÓN:
Si hemos preparado un buen esquema basado en el análisis y contábamos
con suficiente información sobre el tema, y si hemos redactado muy
rápidamente siguiendo el esquema, lo que tendremos ahora será un
borrador que hay que revisar y corregir.
En caso de que dispongamos de tiempo, debemos esperar que transcurran
varias horas o días antes de emprender la revisión del escrito. Si se trata
de una carta o de un memorando breve, esto seguramente no será posible,
pero en el caso de un informe, de una monografía o de un artículo para
una revista, es conveniente dejar “dormir” el borrador para olvidarnos de
lo que hemos escrito. Luego lo revisaremos y criticaremos como si se
tratara de obra ajena. El acabado de una obra es tan importante como su
planificación y construcción.

TIPOS BÁSICOS DE REDACCIÓN


Escribir correctamente requiere de una ardua tarea de análisis,
investigación, corrección y constante aprendizaje, hasta lograr la
expresión adecuada y una coherencia lógica para la creación del texto.
Para saber cómo estructurar o entender los textos que leemos a diario,
debemos primeramente conocer que hay diversos tipos de redacción.
Los tipos de redacción, ya sea jurídica, académica, literaria, entre otras,
tienen un lenguaje, forma y estructura distinta que se reflejan en los
respectivos contenidos.

 REDACCION ACADEMICA

Como su nombre lo indica, este tipo de redacción es característica en el


ámbito académico, es decir, primaria, secundaria, universidad, revistas
especializadas, entre otros.
Este tipo de obras tienen grados de exigencia que deben ser cumplidos,
reclaman una escritura científica, objetiva y que se encuentre basado en
una investigación. Además, obedecen a diversas normativas (según sea el
caso) como las normas APA, por ejemplo.
 se utiliza en trabajos de escuelas, colegios, universidades;
 la redacción sigue una estructura determinada;
 utiliza palabras clave;
 el lenguaje debe ser formal y técnico.
Algunos ejemplos de redacción académica son las monografías, tesis y
textos científicos.
2. REDACCIÓN LITERARIA
El principal objetivo de este tipo de redacción es lograr una expresión
artística a través del lenguaje escrito, creando lo que se denomina una
obra literaria.
Una redacción literaria debe hacer sentir la voz del autor, su pensamiento
y lo que este quiere expresar.
Es una escritura subjetiva que plasma distintos rasgos de quien la escribe,
tales como la cultura, sensibilidad, imaginación o los sentimientos.
Algunos ejemplos de obras literarias son los poemas, poesías, cuentos,
novelas, entre otros.
 la redacción literaria tiene una particularidad, y es que le otorga al
escritor una plena libertad al momento de crear. La única
estructura que maneja, es su propia creatividad;
 la redacción literaria tiene tres etapas para su creación: la
invención, la disposición y la elocución;
 el lenguaje depende del escritor.
Es una redacción libre, debemos percibir qué sintió el escritor y lo que
nos quiere hacer sentir a nosotros, después de todo, quién no ha leído un
cuento y ha quedado enamorado, contento, triste y, ¡hasta aterrorizado!
3. REDACCIÓN COMERCIAL
Este es el tipo de redacción que más les gusta a nuestros lectores, puesto
que es donde conocen distintas formas de promover su producto o
servicio con la finalidad de generar el mayor lucro posible.
En este tipo de redacción debemos mantenernos en constante evolución
para que nuestros objetivos empresariales se cumplan. Estar a la par de
la transformación digital que ha revolucionado al mundo, hará que
podamos llegar a nuestra audiencia de una forma más efectiva.

4. REDACCION PERIODISTICA
El periodismo es un género literario y uno de los tipos de redacción, en
donde los periodistas son los emisores del mensaje y, el público en
general es el receptor en masa.
El mensaje es impersonal y refleja una parte de la realidad. Entre la
realidad y el receptor, se encuentran los medios y periodistas, quienes
seleccionan los elementos y elaboran la noticia que ofrecen al público.
Pero, ¿cómo seleccionar los elementos para redactar una noticia?
Entre las más usadas, existen 4 formas de estructurar una noticia:

La pirámide invertida
Se basa en ordenar los hechos por prioridad, o sea, del más importante al
menos importante. El orden es el siguiente:
 epígrafe;
 titular;
 bajada;
 entrada;
 desarrollo de la noticia;
 antecedentes extras.
Las 6 preguntas
El artículo debe responder a las preguntas:
 ¿qué o qué pasó?
 ¿cuándo?
 ¿dónde?
 ¿cómo?
 ¿quién?
 ¿por qué?
No necesariamente debe responder a todas, puede variar.
Los géneros periodísticos
Dependiendo del género que emplea este tipo de redacción, su lenguaje
será distinto. Los géneros pueden ser informativos, de opinión,
interpretativos.
El formato
En cuanto al formato de publicación, se debe redactar con un lenguaje,
una estructura y forma específica que es característica de cada uno de
ellos, por ejemplo, diarios, televisión, web o radio.
5. Redacción jurídica
Es uno de los tipos de redacción que es empleado por cualquier
organización o profesional que escriba sobre el derecho y las leyes en
general, como, por ejemplo, abogados, diputados, legisladores, jueces,
entre otros.
El lenguaje es en extremo formal.
6. Redacción informal
La informalidad en la redacción se utiliza cuando emitimos un mensaje
sin una estructura fija y de forma cotidiana, por ejemplo, mediante el uso
del WhatsApp o Facebook.

FUENTES FUNDAMENTALES PARA LA CORRECTA


REDACCIÓN

Ya sea por un trabajo o por simple pasión, independientemente de la


carrera que estés llevando, es importante escribir adecuadamente.
Es cierto que no todas las personas nacen con ese talento, pero
prácticamente todos podemos adoptar buenos hábitos para mejorar la
calidad y entendimiento de nuestra escritura.
Y es que, cualquiera sea el tipo texto que quieras redactar, este ganará
mucho si está bien redactado. Pierde el miedo a escribir con estos simples
consejos:
1. Ordena tus ideas
Lo principal es tener muy en claro qué es lo que quieres decir y cómo lo
quieres decir antes de empezar a escribir. Organízate haciendo un
sencillo esquema con las ideas principales y secundarias del texto.
2. Usa frases cortas
Escribe de forma sencilla, breve y concisa para lograr que los lectores te
entiendan, sobre todo si no tienes costumbre de escribir. Transmitir de
esta manera tus ideas siempre te dará buenos resultados.
3. No abuses de los adjetivos
Un adjetivo bien usado te ayudará a describir lo que quieres decir, le dará
color a tu texto. Muchos adjetivos no van a tapar los errores en la
redacción, solo convertirán tu texto en una rimbombante compilación de
palabras.
4. Revisa, revisa y revisa
Lee y vuelve a leer tu texto las veces que sean necesarias para detectar
los errores ortográficos. Procura mantenerte actualizado sobre las
novedades del lenguaje y las reglas ortográficas para no fallar.
5. No escribas como hablas
La construcción del lenguaje hablado y del escrito son diferentes. Las
frases no deben seguir el patrón de una conversación, sino el de una
redacción. Recuerda que cada frase debe estar bien estructurada (sujeto,
predicado y complementos) y que cada idea debe estar correctamente
enunciada y concluida; no dejes nada en el aire.
6. Usa puntos y comas
Puntuar correctamente es indispensable para que el lector pueda respirar
y comprender. Además, te ayudará a organizar mejor tus ideas
(concluirlas, enumerarlas y/o explicarlas).
7. No uses palabras rebuscadas
Usar muchas palabras “cultas” no te hace ver más inteligente. Si no están
integradas a tu vocabulario, puede que las uses mal o que el texto se vea
forzado. Antes de hacer el ridículo usando una palabra rebuscada, mejor
explica lo que quieres decir de una manera simple y honesta.
PUNTO NRO. 2
EL TEXTO Y SUS COMPONENTES
INTRODUCCION
 Se aprende a escribir, leyendo, escribiendo mucho, tachando y
corrigiendo, salvando escollos y sobreponiéndose a las dificultades.
El texto es la unidad básica de comunicación (oral o escrita) de la lengua,
utilizada por un emisor en unas circunstancias determinadas.
Frente a la idea de la gramática tradicional, que considera que la unidad
básica de la lengua es la oración, el estudio del texto implica estudiar el
proceso de comunicación entre emisor y receptor dentro de la situación
extralingüística en que éste se produce.
Es un proceso discursivo en el cual, mediante razonamientos o
argumentos, se pretende persuadir a un auditorio sobre algo; hay una
gran diferencia entre el razonamiento inductivo y deductivo es que
mientras que el razonamiento inductivo comienza con una observación,
lo respalda con patrones y luego llega a una hipótesis o teoría, el
razonamiento deductivo comienza con una teoría.
EL TEXTO Y SUS COMPONENTES

Existen varios conceptos dentro de la lengua, entre ellos el texto y los


diferentes elementos que lo componen.
Como ya sabemos el texto es el conjunto de enunciados que transmite un
mensaje completo de forma oral o escrita y se presenta de una manera
ordenada; el texto debe ser coherente; adecuado y estar cohesionado.
 Es un enunciado o conjunto coherente de enunciados orales o escritos
todo lo que se dice en el cuerpo de la obra manuscrita o impresa, a
diferencia de lo que en ella va por separado; como las portadas, las notas,
los índices, etc.
El texto es la
unidad comunicativa con autonomía semántica, pragmática y formal. Par
acomunicarnos organizamos las unidades lingüísticas (palabras,
oraciones, enunciados) en textos, ya sean orales o escritos, de acuerdo a
nuestras intenciones comunicativas y
según las circunstancias en que se producirá la emisión y recepción de nu
estros mensajes. Las partes de un texto escrito siguen un cierto plan
trazado por el autor y motivado por el propósito comunicativo y el
contenido o sentido general que se quiere transmitir. O sea, la forma de
estructurar un texto depende del efecto que deseamos producir en el
lector y del tema tratado. La estructura más común la presentamos a
continuación:
 INTRODUCCIÓN
: Constituye una aproximación al tema que se va a tratar. Una manera de
hacerlo es explicando a grandes rasgos el por qué es importante tratar ese
tema, adelantando algunas ideas que se van a abordar. Otra forma de
hacerlo, es empleando algunos recursos para la atención del lector, como,
por ejemplo, comenzar con una cita o con una pregunta.
 DESARROLLO
: Encontraremos el grueso de cuerpo textual, que generalmente es la
explicación de lo dicho en la introducción. El tratamiento del tema sigue
un plan establecido que se ve reflejado en la coherencia textual.
 CONCLUSIÓN
 Generalmente cierra el tema y aparecen las consideraciones finales sobre
el tema propuesto.
Esquema de la organización semántica del texto:
1. Introducción
-Presentación del tema
-Delimitación del tema
2. Desarrollo
-Idea principal
-idea secundaria 1
- idea secundaria 2
3. Conclusión
-Síntesis del texto
- Anuncio de un nuevo tema
 Todo texto posee ciertos elementos básicos que se reconocen por
su autonomía semántica en diversos grados y que son los que al
relacionarse generan una estructura coherente. En todo texto hay
enunciados y párrafos.
-Los enunciados son la unidad mínima de significación comunicativa.
-Los párrafos son las unidades superiores en las que se dividen los textos
y están limitados por punto aparte. Cada párrafo contiene una sola idea
principal.
COHERENCIA:
 Todo texto, ya sea expositivo, argumentativo o narrativo se estructura en
torno a un tema básico y sus partes responden a una organización. Esta
propiedad se denomina coherencia. De esta manera, podemos decir que
un texto es coherente siempre y cuando seamos capaces de encontrarle un
sentido y asignarles una organización a sus partes.
PÁRRAFO
El párrafo es una unidad gráfica y de sentido. Es una estructura
lingüística que expresa el desarrollo de una idea central. Está formado
por una o varias oraciones. Generalmente una oración es la principal y el
resto son oraciones secundarias que giran alrededor de la principal para
dar detalles, causas y consecuencias. Proposiciones, conjunciones,
pronombres, relativos y adverbios son elementos que agilizan y facilitan
la expresión de las ideas.
Clasificación
Párrafo formal: Se inicia generalmente con sangría y letra mayúscula y
termina con punto y aparte.
Párrafo conceptual: Contiene ideas que están enlazadas y poseen una
jerarquía.
Párrafo expositivo: Es aquél que presenta ideas, hechos y
acontecimientos con la rigurosidad, sistematización y precisión del
experto o científico.
Párrafo argumentativo: el que intenta demostrar o probar un juicio,
proposición o idea, de tal manera que, en definitiva, convenza al
receptor(es) del mensaje (es).
Párrafo descriptivo: Es aquél que da a conocer un objeto, sus partes y
cualidades. Existen dos tipos, la descripción técnica, que se preocupa de
mostrar lo descrito en forma objetiva; y la descripción literaria, que a
través de las palabras busca una finalidad artística.
Párrafo narrativo: Es aquél que cuenta o relata una serie de
acontecimientos que se desarrollan en el tiempo y en el espacio. Al igual
que en la descripción, se pueden narrar cosas reales eso bien fantásticas,
con lo cual existen narración es informativas o técnicas y narración es
literarias, cuya finalidad es estética y artística.

MAPA DE IDEAS
El mapa de ideas supera en complejidad al racimo asociativo, presenta
las ideas de un modo jerárquico. Las ideas principales dominan sobre las
ideas secundarias. Las principales, cerca del centro; las secundarias, en
los bordes. Mejor, pocas ideas principales vinculadas a muchas
secundarias. Establecer relaciones de asociación para generar y vincular
ideas ayuda en la tarea.

LA ARGUMENTACIÓN
Una argumentación es un texto que tiene como fin o bien persuadir al
destinatario del punto de vista que se tiene sobre un asunto, o bien
convencerlo de la falsedad o veracidad de una teoría, para lo cual debe
aportar determinadas razones. Aparte de esta intención comunicativa, el
texto argumentativo se caracteriza por una organización del contenido
que lo define como tal: se presentan unas opiniones, que deben ser
defendidas o rechazadas con argumentos, y que derivan de forma lógica
en una determinada conclusión o tesis.
Al igual que todos los textos, cuando elaboramos una argumentación
tenemos que tener en cuenta las propiedades textuales de adecuación,
coherencia y cohesión:
Adecuación: es muy importante conocer el contexto comunicativo y el
tipo de argumentación, pues no es lo mismo diseñar un anuncio
publicitario para la televisión que redactar un texto escrito de opinión
sobre un tema determinado, como una tarea de clase. Aunque el objetivo
en ambos casos es el mismo, convencer, los destinatarios y la situación
comunicativa son completamente diferentes.
Coherencia: como hemos visto en los textos analizados en unidades
anteriores, las ideas planteadas y los argumentos para defenderlas o
rechazarlas deben estar de acuerdo con un orden lógico, sin que existan
contradicciones que puedan dar lugar a ambigüedades o confusión.
Cohesión: en el texto argumentativo es donde se hace más necesario el
empleo de conectores y organizadores textuales, debido a que se plantean
y defienden ideas, en muchas ocasiones contrapuestas, o bien se emplean
distintos tipos de argumentos, necesarios para cumplir el objetivo
comunicativo de convencer.
Para conseguir el propósito de convencer o persuadir al receptor de un
texto argumentativo existen una serie de argumentos que nos pueden ser
de gran ayuda. Entre ellos destacamos:
 El argumento de autoridad.
 El argumento de la mayoría.
 El argumento del conocimiento y la experiencia propia: los datos y
los ejemplos.
Argumento de autoridad:
Se trata de un recurso que se basa en testimonios o citas de personas,
célebres en muchos casos, o especialistas en el tema sobre el cual
redactamos nuestra argumentación. De esta forma, podemos conseguir
adelantarnos a posibles opiniones contrarias, además de reforzar la idea o
tesis que queremos defender, apoyándonos en expertos que gozan de un
gran respeto o prestigio dentro de la sociedad:
Según reconocidos especialistas de nutrición de todo el mundo, la dieta
mediterránea basada en el consumo de frutas, verduras, pescado, y el
aceite de oliva, es la mejor para llevar una vida sana y equilibrada.
Argumento de la mayoría:
Es otro tipo de argumento muy empleado en el que se recurre al sentir de
la mayoría de la gente o de la sociedad. Al igual que en el caso anterior,
tiene como finalidad reforzar aquello que queremos defender,
presentándolo no como una idea propia, sino como algo compartido por
la mayoría de personas:
Todo el mundo piensa que la idea puede funcionar.

El argumento del conocimiento y la experiencia: los datos y los


ejemplos
Un texto argumentativo tiene con frecuencia una parte expositiva, en la
cual se incluyen datos diversos, datos en los que nos apoyamos para
argumentar.
Las experiencias que hemos vivido, lo que nos ha pasado a nosotros y a
los que nos rodean, también son una útil fuente de datos, que podemos
incluir en nuestra argumentación, si se relacionan con el tema que
estamos tratando.
Es frecuente utilizar los ejemplos para ilustrar lo que se quiere defender o
rechazar. Con ellos se hace referencia a situaciones vividas por nosotros
mismos o por personas cercanas de las que tenemos conocimiento. Es un
recurso muy efectivo para persuadir al receptor o receptores a quienes
nos dirigimos:
Yo misma, y algunos de mis amigos, lo hemos probado y funciona.

EL RAZONAMIENTO INDUCTIVO:
Un razonamiento inductivo es un tipo de argumento cuya premisa
identifica patrones de los que se extrae una conclusión general.
Por ejemplo, en la premisa del siguiente argumento inductivo, el patrón
repetido es el pelaje:
Premisa: «Mi perro tiene pelaje. El perro de mi vecina tiene pelaje. Los
perros de mi barrio tienen pelaje.
Conclusión: Probablemente, todos los perros tienen pelaje».
En la argumentación inductiva, la premisa surge de la experiencia o de la
observación de casos probados y, por ende, siempre es verdadera. Por su
parte, la conclusión es una generalización extraída de la premisa. Por
ende, es probable. Por ser una proyección probable, la conclusión aporta
información nueva, la cual debe ser probada o refutada con evidencia.
De este modo, un argumento inductivo se considera correcto cuando la
muestra de casos es representativa. Sin embargo, nunca se considera
válido, pues siempre debe comprobarse.
Entonces, ¿para qué sirve un argumento inductivo? Sirve para iniciar una
nueva investigación científica, cuyo propósito es comprender las leyes
que rigen la realidad. También sirve para hacer predicciones.
Características de los razonamientos inductivos:
Los argumentos o razonamientos inductivos tienen las siguientes
características:
 Son ampliativos. Esto quiere decir que la conclusión aporta más
información que la premisa.
 Son falibles. Significa que las conclusiones de un argumento
inductivo no son definitivas.
 No son validables. Los argumentos inductivos no se pueden
validar dado que sus conclusiones son probables, no definitivas.
 Aportan nueva información. Los argumentos inductivos son muy
utilizados en la investigación científica, ya que aportan nuevo
conocimiento que debe ser corroborado.
Estructura de un razonamiento inductivo:
 En general, todos los razonamientos o argumentos parten de una
estructura formada por una premisa y una conclusión.
 Se llama premisa a una información que se presenta como cierta y
funciona como base de un argumento. En los argumentos
inductivos, la premisa refiere casos específicos. Debe identificar
un individuo, la clase a la que pertenece y la propiedad que se le
atribuye.
 La conclusión debe comenzar con el enunciado “probablemente”
y, enseguida, debe formularse usando los elementos de la premisa.
Tipos de razonamientos inductivos
Los argumentos inductivos pueden usarse para predecir y suponer
tendencias, o bien para establecer relaciones de causa y efecto. Según
esto, se conocen dos tipos básicos: los argumentos por generalización y
los argumentos causales.
Argumentos inductivos por generalización
Son aquellos que proyectan una conclusión general a toda la población,
luego de estudiar la tendencia en una parte representativa de esta.
Por ejemplo, «El 80% de los encuestados está en contra de la reforma
constitucional. Probablemente, la población en su conjunto rechaza la
reforma propuesta».
Argumentos inductivos causales
Son aquellos que establecen una relación de causa y efecto entre los
elementos de la premisa.
Por ejemplo, «Todos los enfermos con cáncer de pulmón de este hospital
resultaron fumadores. Probablemente, el cigarrillo es una causa del
desarrollo de este tipo de cáncer».
RAZONAMIENTO DEDUCTIVO:
Un razonamiento deductivo es un tipo de argumento en que una premisa
general conduce a una conclusión específica. También se conoce con el
nombre de argumento inductivo.
La premisa de un argumento deductivo suele ser una ley, regla o
principio general que se acepta como verdad. Ya que la conclusión se
infiere de dicha premisa verdadera, se considera válida. Por esto se dice
que en los argumentos deductivos la verdad de la conclusión es inferida
necesariamente o con absoluta necesidad.
Por ejemplo,
Premisa: Todos los perros ladran. Mi mascota es un perro.
Conclusión: Necesariamente, mi perro ladra.
El razonamiento deductivo es utilizado para comprender fenómenos
específicos (que mi perro ladre) con base en las leyes o los principios que
los definen (todos los perros ladran).
A diferencia de los argumentos inductivos, las conclusiones de los
razonamientos deductivos no aportan nueva información, sino que apenas
confirman la premisa.
El razonamiento deductivo es uno de principales tipos de razonamiento,
junto al inductivo y al abductivo.
Razonamiento deductivo
¿Qué es un razonamiento deductivo?
Un razonamiento deductivo es un tipo de argumento en que una premisa
general conduce a una conclusión específica. También se conoce con el
nombre de argumento inductivo.
La premisa de un argumento deductivo suele ser una ley, regla o
principio general que se acepta como verdad. Ya que la conclusión se
infiere de dicha premisa verdadera, se considera válida. Por esto se dice
que en los argumentos deductivos la verdad de la conclusión es inferida
necesariamente o con absoluta necesidad.

Por ejemplo,

Premisa: Todos los perros ladran. Mi mascota es un perro.


Conclusión: Necesariamente, mi perro ladra.
El razonamiento deductivo es utilizado para comprender fenómenos
específicos (que mi perro ladre) con base en las leyes o los principios que
los definen (todos los perros ladran).

A diferencia de los argumentos inductivos, las conclusiones de los


razonamientos deductivos no aportan nueva información, sino que apenas
confirman la premisa.

El razonamiento deductivo es uno de principales tipos de razonamiento,


junto al inductivo y al abductivo.
Características del razonamiento deductivo
 Su premisa es verdadera. En un argumento o razonamiento
deductivo, la premisa siempre contiene un principio, ley o regla
que se acepta como verdadero.
 No aporta nueva información. La conclusión del razonamiento
inductivo no aporta nueva información, sino que reafirma la
verdad contenida en la premisa, aplicada a un caso específico.
 Sus conclusiones se consideran válidas. Siempre que las premisas
sean verdaderas y el proceso de razonamiento sea correcto, la
conclusión de un argumento deductivo se considera válida.
 La validez de la conclusión depende de la forma. Dado que la
conclusión no aporta información distinta a la premisa, su validez
no proviene del contenido, sino de la forma del razonamiento, es
decir, de la coherencia interna entre premisa y conclusión.
 Puede generar falacias. Cuando se intenta construir un argumento
deductivo con base en una premisa dudosa o errando el proceso de
razonamiento, la conclusión se considera una falacia, es decir, que
falta a la verdad.

DESCRIPCIÓN
La descripción comprende todo aquello que el hombre puede
caracterizar. Se trata de poner en palabras aquellas ideas que las personas
se figuran en su mente por lo que les llega, fundamentalmente, a través
de sus sentidos, y quieren manifestarlo por medio del lenguaje.
Describir es explicar, de manera detallada y ordenada, cómo son las
personas, animales, lugares, objetos, etc. La descripción sirve sobre todo
para ambientar la acción y crear una que haga más creíbles los hechos
que se narran. Aun cuando lo que se quiera describir sea una acción, la
descripción será un mundo aparte en donde no se está contando de qué
modo se comporta, sino cómo es. La descripción a menudo caracteriza
algo en relación con un tiempo y un espacio dados. La novela histórica,
por ejemplo, asigna gran valor a este recurso.
Las descripciones pueden clasificarse de acuerdo a lo que será descripto.
Veamos las diferentes clases:
 Topografía: Entendida como la descripción de los paisajes de una
porción de terreno que involucra necesariamente la óptica
personal, y probablemente las experiencias humanas que influyan
en la percepción sobre el espacio.
 Cronografía: Aquella descripción de un período de tiempo.
Como se dijo, no se trata de describir una acción, sino de hablar
sobre las características (sociales, naturales, políticas, culturales)
de una época.
 Prosopografía, etopeya y retrato: Para hacer referencia a las
descripciones sobre seres vivos (personas o animales). En el
primer caso se habla exclusivamente de las características físicas,
aun si se tratara de una porción del cuerpo (si esa porción es
exagerada, se trata de una caricatura). En las etopeyas, se habla de
las cualidades sociales y morales (carácter, personalidad,
costumbres). El retrato apunta a hacer una descripción integral de
la persona, que abarque a las dos anteriores.
 Crinografía: Cuando lo que se está describiendo es un objeto.
Sin duda las descripciones variarán según quién la realiza y según el
punto de vista que éste adopte. La literatura se nutre en gran medida de
este recurso.
NARRACIÓN
Narración es la manera de contar una secuencia o una serie de acciones
realizadas por unos personajes determinados a lo largo de un intervalo de
tiempo determinado, es decir, se refiere lingüística o visualmente a una
sucesión. Tanto las acciones, como personajes y lugar, pueden ser reales
o imaginarios.
Una narración es el desarrollo verbal de una serie de sucesos, relatados
de manera ordenada y específica, ya sean reales o no. Una narración
puede ser un relato, un cuento, una anécdota y muchos otros términos
más específicos, entre los que puede y suele haber distinciones técnicas.
El acto de narrar es uno de los más antiguos y más esenciales de la
especie humana, que nos distingue de los animales. Es uno de los usos
más antiguos del lenguaje y es posible que también sean narraciones arte
prehistórico hallado en las paredes de las cuevas. Entre las primeras
formas de narración de encuentran las historias mitológicas o
cosmogónicas con que los antiguos le explicaban a las generaciones
posteriores algunos fenómenos naturales o respondían a la difícil
pregunta de qué es la humanidad y hacia dónde marcha.
Características de la narración
A muy grandes rasgos, una narración se caracteriza por:

 Evocar una serie de acontecimientos, reales o no, mediante el uso


del lenguaje verbal, para informar o entretener al receptor.
 Presenta un narrador que se encarga de hilar lo contado, y que
puede o no formar parte de la trama, y unos personajes que son
relatados por él y que eventualmente intervienen en forma de
diálogos.
 Ocupa un espacio de tiempo real (duración), pero también contiene
un tiempo evocado (tiempo del relato) que puede ser más largo o
más breve.
 Evoca acciones o eventos que le ocurren a los personajes, cuyo
ordenamiento o manera de presentarlos puede variar para generar
suspenso, sorpresa, comicidad, etc.
 Posee siempre verosimilitud, esto es, parecido con la verdad,
incluso en los casos en que se cuenten eventos fantásticos. Dicho
de otro modo, lo que se cuenta se debe narrar siempre como si
fuera verdad, cuando lo sea y cuando no.

Elementos de la narración
Cualquier forma de relato posible consiste en los siguientes elementos
narrativos:

 Narrador: La voz que cuenta la historia, y que no necesariamente


es la misma del autor.
 Personajes: Un relato contiene personajes, que son los actores que
lo llevan adelante, haciendo cosas, diciendo cosas o también
ocurriéndoles cosas a ellos.
 Acciones: Todo aquello que se cuenta, es decir, la trama, que
ocurre por escenas y episodios y se va desentrañando a medida que
transcurre la narración.
 Espacio: El lugar en donde ocurren los eventos en la narración, y
que puede jugar un papel más o menos importante en la misma, ya
sea dándole contexto o simplemente permitiéndola.
 Tiempo: La cantidad de tiempo que toma el relato, ya sea para
desarrollar sus escenas o acciones básicas, o bien el momento
histórico en el cual la misma se inserta, dándole al lector cierto
contexto histórico.
 Trama: La totalidad de las anécdotas que componen la historia,
articuladas en base a tres grandes momentos (según Aristóteles): el
inicio, la complicación y el desenlace.

DIÁLOGO
El diálogo es una manera de comunicación verbal o escrita en la que se
comunican dos o más personas en un intercambio de información,
alternándose el papel de emisor y receptor.
La palabra diálogo proviene del latín dialogus y éste a su vez del griego
diálogos (día-: “a través”, y logos: “palabra”), que literalmente significa
“a través de la palabra”. Esto nos da ya una idea de lo importante que han
sido los diálogos en la historia de la humanidad, como herramienta del
mutuo entendimiento, generalmente como reemplazo de la violencia.
De manera similar, los diálogos forman parte de los recursos literarios
que posee una obra para mostrarnos a dos o más personajes, o para
hacernos saber parte de la información que intercambian, como si
fuéramos sus testigos. Por eso, es común hallarlos en la mayoría de las
representaciones artísticas narrativas.
La clasificación de los diálogos es compleja, pues depende de en qué
contexto se produzcan.

En principio, podemos distinguir entre los diálogos orales y los escritos.


Los primeros ocurren mediante el uso de la voz y son efímeros, o sea,
pertenecen al instante en que ocurren. Por su parte, los segundos ocurren
mediante la escritura y permanecen durante más tiempo, pues pueden
leerse una y otra vez.

Una segunda distinción separaría los diálogos literarios (aquellos que


aparecen en obras artísticas) y los diálogos no literarios (el resto), lo cual
abarca la siguiente clasificación:

 Diálogos literarios. Aquellos que hallaremos en relatos, cuentos,


novelas, obras teatrales e incluso películas, y que pueden ser:
Diálogos internos. Que ocurren en la cabeza de un personaje, en su
imaginación o en su recuerdo, o incluso pueden tener lugar entre el
personaje y su yo interno.
Diálogos externos. Aquellos que tiene un personaje con otros
personajes, y que constituyen parte de la trama de la obra.
 Diálogos no literarios. Aquellos que no tienen una clara
intención artística, o que no forman parte de una obra poética,
sino de situaciones de la vida real, o de transcripciones de la
misma. En ese sentido, pueden ser:
Diálogos formales. De tipo planificado, en ausencia de afecto o
relaciones cercanas entre los interlocutores, suele responder a fórmulas y
protocolos de respeto.
Diálogos informales. Se dan de forma no planificada o entre
personas de mucha confianza, echando mano con frecuencia al argot y a
las expresiones coloquiales, las groserías, es decir, sin necesariamente
conservar los modales.

CONCLUSIÓN
 Como el razonamiento inductivo utiliza premisas específicas para
construir una conclusión, esta es probable pero no absolutamente
verdadera. El razonamiento deductivo puede llevar a una
conclusión absolutamente verdadera si las premisas que llevan a
esa conclusión son también verdaderas.
 En un texto o discurso, se denomina conclusión a la parte o
sección final de un trabajo, en la cual se hace un breve resumen
de los puntos principales abordados en el trabajo, se exponen los
resultados y se destacan los hallazgos más importantes.
 El diálogo, en general, es un proceso que implica la consulta
mutua en busca de un entendimiento común a través de la
escucha activa y compasiva para descubrir las similitudes y
comprender las diferencias en las diversas perspectivas y puntos
de vista.
PUNTO NRO. 3
LA GRAMÁTICA
LA GRAMÁTICA
La gramática es el conjunto de reglas del lenguaje que regulan el uso de
una lengua determinada, tanto como la composición y organización
sintáctica de las oraciones. También se denomina gramática a la ciencia
que se dedica al estudio general de estos elementos. El término proviene
del griego grammatiké o “arte de las letras”.
Generalmente, el término gramática se aplica solo a los aspectos
sintácticos y morfológicos de la lengua, pero es común que también
involucre elementos léxicos, semánticos e incluso fonético-fonológicos.
Cada lengua posee su gramática propia, dotada a su vez de una lógica
propia, es decir, su manera de organizar los signos lingüísticos y, por
ende, de organizar la realidad.
La gramática como campo de estudio ocupó a los filósofos de la
antigüedad clásica como Sócrates y Aristóteles, aunque el primer tratado
de gramática griega como tal fue obra de Crates de Malos en el siglo II a.
C.

Gramática y ortografía
No hablamos de lo mismo al mencionar la gramática y la ortografía,
aunque a menudo se las enseñe de manera conjunta, especialmente en la
escuela. Pero si por gramática entendemos la lógica formal propia de
cada lengua, la ortografía es la manera correcta de escribir las palabras y
de acompañarlas con los signos de puntuación, esto es, la parte normativa
de la lengua.

Un buen agarre de la gramática permite manejar las reglas del lenguaje y


poder expresarse con mayor soltura, belleza o complejidad. Por otro lado,
la ortografía permite plasmar de manera adecuada dicho pensamiento por
escrito. Sin embargo, únicamente el manejo de las dos cosas permite una
expresión correcta a cabalidad, libre de errores ortográficos y de errores
gramaticales.
Tipos de gramática
Los principales enfoques de estudio de la gramática son los siguientes:

 Gramática prescriptiva o normativa: Como su nombre lo indica,


parte de un ideal y un sentido de lo correcto en el idioma, para
sugerir a sus hablantes el modo adecuado o recomendable de
formular y organizar sus oraciones.
 Gramática descriptiva: A diferencia de la anterior, no juzga
como “correcta” o “incorrecta” la manera en que distintos
hablantes hacen uso del idioma, sino que aspira a comprender
cómo es el uso real de las normas del idioma dentro de una
comunidad o unas comunidades determinadas.
 Gramática tradicional. Se trata del conjunto histórico de
documentos e ideas heredadas de civilizaciones anteriores en torno
a lo que la gramática es.
 Gramática funcional. Aspira a ser una gramática general del
lenguaje natural, o sea, un conjunto de normas básicas aplicables a
diferentes idiomas dotados de gramáticas distintas.
 Gramáticas formales. Se llaman así a las gramáticas abstractas,
que pueden aplicar su lógica a lenguajes no verbales, como los
lenguajes de programación informáticos.

Partes de la gramática
La gramática comprende cuatro ramas o partes claramente diferenciadas,
que atienden a aspectos distintos del idioma. Éstas son:

 Fonética: La que se ocupa del ordenamiento de los sonidos que


componen las palabras, así como sus cambios de realización
dependiendo de su posición específica o de su contexto gramatical.
 Morfología: La que se ocupa del modo de construcción de las
palabras, es decir, de la manera en que juntamos sus raíces o
fragmentos principales, dotados de significado léxico, con otros
fragmentos que modulan, cambian o determinan el significado
final de lo dicho.
 Sintaxis: La que se ocupa de la organización interna de la oración,
de acuerdo a una lógica secuencial establecida en las leyes
gramaticales y en la lógica del idioma
 Semántica: La que se ocupa del significado de las palabras y de su
rol dentro del conjunto de dinámicas y patrones que constituyen
una lengua.

Así como hay ramas o partes de la gramática, éstas determinan los


niveles de análisis gramatical, esto es, a cuáles de dichas ramas le
prestamos atención a la hora de observar o estudiar la lengua. Por
ejemplo:

 Nivel sintáctico-morfológico. De la combinación de la morfología


y la sintaxis nace la morfosintaxis, que es la aproximación al
lenguaje verbal desde un punto de vista formal-funcional, o sea, de
la manera en que las palabras se construyen y se organizan para
formar una cadena hablada dotada de un significado lógico.
 Nivel léxico-semántico. A este nivel sólo nos importa el
significado y su correlación con las palabras, o lo que es lo mismo,
el modo en que una palabra puede remitir a diferentes sentidos o
viceversa.
 Nivel fonético-fonológico. Por su parte, a este nivel nos
ocuparemos de los sonidos que componen la lengua, esto es, de los
sonidos y los signos que empleamos para representarlos.
 Nivel pragmático. A este nivel nos ocupamos de la lengua en su
contexto comunicativo, tomando en cuenta elementos y usos que
no son canónicos, o sea, no están contemplados en las “normas”
gramaticales del idioma, pero que sirven de apoyo a la hora de
expresar sus contenidos.

LAORACIÓN
En gramática y sintaxis, se denomina oración a un conjunto ordenado y
lineal de palabras, que expresan en su totalidad una información
completa y reconocible. Se trata de la unidad más pequeña del discurso,
la cual constituye un enunciado autónomo, es decir, una proposición
lógica que incluso si la sacamos de su contexto, continuará expresando
una información.
La oración es una de las estructuras del lenguaje verbal que más se ha
estudiado a lo largo de la historia de la lingüística, desde distintas
aproximaciones, tanto morfosintácticas como semánticas y fonológicas,
dado que es una estructura común a todos los idiomas. Sin embargo, y
como es lógico, la forma y la entonación de las oraciones puede variar
significativamente de una lengua a otra.
Además, así como las palabras juntas componen una oración,
habitualmente en los textos las oraciones juntas componen un párrafo,
que sería una unidad mucho mayor de sentido, abarcando un número
variable de enunciados.

Características de las oraciones


En general, las oraciones se caracterizan por:

 Se trata de una estructura lineal, jerarquizada, compuesta por un


número finito de palabras.
 Según la gramática tradicional, se compone normalmente de un
sujeto (quien realiza o sobre quien recae la acción) y un predicado
(la acción realizada y su contexto). Sin embargo, es posible que en
algunos casos el sujeto no esté explicitado.
 En la mayoría de los sistemas de escritura, se la reconoce
usualmente por comenzar con una letra mayúscula y culminar con
un punto, rasgos que denotan que es una unidad de sentido cerrada
en sí misma.

Partes de la oración
Es posible identificar en las oraciones, en general, nueve distintas partes
o tipos de componentes, que se diferencian en sus respectivas categorías
gramaticales (o tipos de palabras):

Sustantivos. Son las palabras empleadas para nombrar el mundo, ya que


poseen sustancia (de allí su nombre). Pueden ser propios (o sea, nombres,
como “Juan” o “Francia”) o comunes (términos más generales, como
“muchacho” o “piedra”).
Adjetivos. Palabras que acompañan a los sustantivos y nos indican
algunos de sus rasgos de sentido, ampliando o acotando su significado.
Pueden ser adjetivos que aportan un sentido específico (calificativos),
como “feo” o “azul”; o un sentido de pertenencia (posesivos), como
“suyo” o “nuestra”; o que expresen una relación (relacionales), como
“internacional” o “político”; o que simplemente aclaren a quién nos
referimos (demostrativo), como “ese” o “aquella”, entre otros.
Artículos. Otro tipo de acompañantes del sustantivo, que también nos
aclaran información respecto a él, pero en términos mucho más simples y
de importancia gramatical: género, número y determinación. Así, los
artículos en español son nueve:
 Los artículos determinados. Se usan cuando el sustantivo es
conocido o específico, y son: el (masculino, singular), la
(femenino, singular), lo (neutro, singular), los (masculino, plural) y
las (femenino, plural).
 Los artículos indeterminados. Se usan cuando el sustantivo es
desconocido o inespecífico, y son: un (masculino, singular), una
(femenino, singular), unos (masculino, plural) y unas (femenino,
plural).
Pronombres. Son comodines gramaticales que sustituyen a los
sustantivos y nos permiten no tener que repetirlos constantemente,
haciendo el lenguaje más eficaz. Pueden ser de distinto tipo: personales
(“yo”, “tú”, “nosotros”, etc.), demostrativos (“ése”, “aquellos”, “ésta”,
etc.), posesivos (“mío”, “tuyo”, “suyo”, etc.), entre otras categorías
posibles.
Verbos. Palabras que expresan y describen las acciones, y que siempre
van conjugados en las oraciones, o sea, van en concordancia de persona y
número con el sujeto. Además, expresan un tiempo y un modo en que
ocurre la acción, de manera tal que sepamos por su estructura de qué
exactamente estamos hablando. Son ejemplos de verbo “hablar”,
“caminaría”, “nadaremos”, “asumirá” o “fuese”.
Adverbios. Son palabras modificadoras de los verbos (o de otros
adverbios u adjetivos), cuyo rol es modular o caracterizar el modo en que
ocurren las acciones de la oración. Son ejemplos de adverbios: “muy”,
“bien”, “jamás” o “lentamente”.
Conjunciones. Palabras que tienen un sentido gramatical únicamente, y
que sirven para juntar otras palabras o incluso oraciones, tendiendo un
puente lógico entre ellas. Por ejemplo: “y”, “o”, “pero”, “sino”.
Preposiciones. Palabras dotadas de un sentido relacional, es decir, que
no poseen en sí mismas un significado, sino que expresan una relación
entre otras palabras, que puede ser más o menos específica. Son ejemplo
de preposiciones: “de”, “para”, “sobre”, “contra”, “por”, etc.

El enfoque tradicional de la oración la comprende como la suma de un


sujeto, o sea, alguien que lleva a cabo o sobre quien recae la acción
expresada por la oración, y un predicado, que es propiamente la acción y
sus contextos y circunstancias. Así, toda oración se compone, por
compleja que sea, por estas dos estructuras, que la dividen en dos.

El sujeto. Aquella entidad sobre la cual recae la acción o bien que la


ejecuta, y que suele hallarse preguntando al verbo “¿quién?” o “¿qué?”.
Debe tener un núcleo, esto es, la palabra sobre la cual recae la mayor
carga de sentido, y que será un sustantivo o un pronombre que ocupa su
lugar. Por ejemplo, en la oración “El pobre Juan siembra porotos en la
huerta”, nuestro sujeto será “El pobre Juan” (y el núcleo será “Juan”).
El predicado. Una vez hallado el sujeto, el resto de la oración será
predicado. Esto es, la acción descrita y todos sus acompañamientos
contextuales o gramaticales. Igualmente, el predicado debe tener un
núcleo, que en este caso será el verbo principal de la oración. Por
ejemplo, en la oración “El pobre Juan siembra porotos en la huerta”, el
predicado será “siembra porotos en la huerta” (y el núcleo será
“siembra”).

Debemos notar que esta distinción sujeto-predicado no siempre calza a la


perfección para todas las oraciones. Existen oraciones impersonales, en
las que no hay un sujeto lógico, y existen otras cuyo sujeto es tácito, o
sea, existe, pero no está explicitado. Además, las oraciones de estructura
más compleja como “¿Qué se ha hecho Laura en el cabello?” van en
contra de este orden exacto, ya que el sujeto está inmerso en información
del predicado.

No deben confundirse las oraciones y las frases. Las primeras poseen un


verbo y denotan una acción completa, articulada, mientras que las frases
son expresiones mucho más simples, a menudo incompletas, cuyo valor
depende más del contexto que de lo que dicen en sí mismas.
Así, “Pedro va a llegar tarde hoy” es una oración, dotada de sujeto y
verbo reconocibles, y que en sí misma es una unidad cerrada de
información. No importa si no sabemos quién es Pedro o adónde va a
llegar tarde, o cuándo sea ese “hoy”. Sabemos perfectamente a qué se
refiere. No ocurre lo mismo con las frases “¡Buenos días!” o “Por favor”
que dependen enteramente de su contexto para significar algo.

Existen múltiples criterios de clasificación de las oraciones, dependiendo


del punto de vista desde el cual las analicemos. Los más importantes de
ellos son:

Según su complejidad sintáctica. Podemos hablar de dos tipos de


oraciones: simples y compuestas.
 Oraciones simples: Aquellas que poseen un solo verbo principal
que hace de núcleo del predicado. Por ejemplo: “Martín adora el
fútbol”.
 Oraciones compuestas. Aquellas que integran dos o más oraciones
simples en una sola, a través de nexos y partículas que hacen de
puente. Dependiendo de cómo se integren las oraciones, podemos
hablar de:
 Oraciones coordinadas. En las que las oraciones combinadas son
intercambiables y poseen el mismo nivel de importancia. Por
ejemplo: “Luis compra y María vende” o “Algunos vienen, pero
otros van”.
 Oraciones yuxtapuestas. En las que no existe un nexo haciendo de
puente, sino un signo de puntuación que permite la superposición
de las oraciones. Por ejemplo: “Ayer me caí, no me lastimé”.
 Oraciones subordinadas. Cuando una de las dos (la subordinante)
pose mayor jerarquía e importancia que la otra (la subordinada), y
esta última hace las veces de una parte de la oración principal. Por
ejemplo: “Mi primo, de quien te hablé ayer, viene a la fiesta”.
Según su estructura sintáctica. Puede hablarse de dos tipos de
oraciones: unimembres y bimembres.
 Oraciones unimembres. Son las que están compuestas de una única
parte sintáctica, y no pueden dividirse en sujeto y predicado. Por
ejemplo: “Está lloviendo”.
 Oraciones bimembres. En cambio, son aquellas que poseen dos
partes claramente diferenciables, que son el sujeto y el predicado.
Por ejemplo: “Tu padre dice que está lloviendo”.
Según la forma del sujeto oracional. Podemos hablar de dos tipos
diferentes de oración:
 Oraciones personales. En las que existe un sujeto reconocible. Se
dividen a su vez en dos:
Personales explícitos. Cuando el sujeto es mencionado en la oración.
Por ejemplo: “Mi familia come lentejas los jueves”.
Personales implícitos. Cuando el sujeto es reconocible pero no está
mencionado en la oración, o sea, está tácito. Por ejemplo: “Aquí
comemos lentejas los jueves”.
 Oraciones impersonales. En las que no existe un sujeto
reconocible. Suelen referirse a fenómenos climáticos o eventos que
no realiza nadie. Por ejemplo: “Hoy va a nevar” o “Hace mucho
calor”.
 Según la intención de quien enuncia las oraciones. O sea, según lo
que se propone con ellas, podemos clasificarlas en diferentes tipos:
 Oraciones enunciativas o declarativas. Aquellas que expresan una
realidad concreta que puede juzgarse como verdadera o falsa, y
que se dividen, dependiendo de si poseen o no elementos
negativos, en enunciativas afirmativas (“En Uganda hay una guerra
civil”) o negativas (“Ya no quedan testigos de la masacre”).
 Oraciones exhortativas o imperativas. Aquellas que buscan
modificar la conducta del receptor de alguna manera, ya sea a
través de órdenes, ruegos, mandatos, etc. Por ejemplo: “Pásame la
sal” o “¡Déjame en paz!”.
 Oraciones exclamativas. Aquellas que expresan un estado anímico
del emisor, y suele acompañarse en la escritura con signos de
exclamación (¡!). Por ejemplo: “¡Qué dolor de panza tengo!” o
“¡Cuántos soldados hay en la calle!”.
 Oraciones interrogativas. Semejantes a las exclamativas, le
expresan una pregunta al receptor, y suelen escribirse entre signos
interrogativos (¿?). Por ejemplo: “¿Cuándo piensas venir a casa?”
o “¿Todavía me quieres?”.
 Oraciones dubitativas. Aquellas que expresan una suposición o una
probabilidad, y suelen emplear verbos en condicional o en futuro
del indicativo. Por ejemplo: “A ella le vendría bien un trago” o
“Tendrás suerte si consigues un boleto”.
 Oraciones desiderativas. Aquellas que expresan un deseo del
emisor, habitualmente precedidas del adverbio “ojalá”. Por
ejemplo: “Ojalá lleguemos a tiempo” o “Quisiera tener más
dinero”.
Según la voz del verbo. Podemos distinguir las oraciones pasivas de las
activas:
 Oraciones de voz activa. En las que la acción del sujeto es referida
directamente. Por ejemplo: “Pedro tiró la carnada al río”.
 Oraciones de voz pasiva. En las que la acción del sujeto se refiere
desde el punto de vista del predicado. Por ejemplo: “La carnada
fue tirada al río por Pedro”.
Según el tipo de predicado. Por último, tendremos dos categorías
principales de oración:
 Oraciones copulativas o atributivas. Cuando su predicado está
constituido por un sintagma nominal, o sea, cuando unen un sujeto
y un atributo mediante un verbo copulativo. Por ejemplo: “Juan es
muy guapo” o “María está muy flaca”.
 Oraciones predicativas. Aquellas que poseen un predicado verbal
(o sea, no nominal), que expresa acciones y no atributos. Este tipo
de oraciones pueden, a su vez, clasificarse en:
 Transitivas. Cuando requieren de un objeto o complemento directo
sobre el cual recae la acción para poder expresarse por completo.
El objeto directo puede intercambiarse por “eso”. Por ejemplo:
“Yo compré una casa” (podría decirse “Yo compré eso”).
 Intransitivas. Cuando no requieren de un objeto o complemento
directo para expresarse por completo. Por ejemplo: “Yo vivo muy
bien” (no puede decirse “Yo vivo eso”).
 Reflexivas. Cuando el sujeto que realiza la acción es también
quien la recibe. Por ejemplo: “Ayer me vestí de rojo”.
 Recíprocas. Cuando hay dos sujetos que intercambian acciones.
Por ejemplo: “María y Pedro se aman locamente”.

PERMUTACIÓN

También llamada movimiento, consiste en mover los elementos dentro de


la oración. Sirve para comprobar si un grupo de palabras conforman un
constituyente. Por ejemplo, la oración “Paco bebió café con leche en el
aeropuerto”, podemos obtener “En el aeropuerto, Paco bebió café con
leche”, lo que demuestra que “en el aeropuerto” es un constituyente, pero
no sucede lo mismo con “el aeropuerto”, como vemos “El aeropuerto,
Paco bebió café con leche en”.

EXPASIÓN
“Martina cantaba”.
Como podemos ver, es una oración compuesta por un sustantivo propio y
un verbo.
A ésta, podemos agregarle muchísimos datos, que aporten información,
conservando el sentido y las palabras de la oración original; a esto se le
considera método de expansión.
Por ejemplo, podríamos agregar:

¿Cómo era Martina?


¿En qué lugar se encontraba?
¿Quién la acompañaba?
¿Cómo era la canción?
Resoluciones posibles:

“La bella mujer, Martina, cantaba una dulce melodía cerca de su aldea
con su hija”

"Martina, una mujer africana, cantaba suavemente junto a un árbol frutal"

"La alegre Martina cantaba una canción antigua"

EL VERBO

Un verbo es una clase de palabra que indica una acción, un estado o un


proceso que tiene lugar en la oración.
El verbo consta de un lexema, que contiene el significado verbal, y de
unos morfemas, que indican la persona, el número, el tiempo, el aspecto,
el modo y la voz.
Desde el punto de vista sintáctico, el verbo funciona como el núcleo del
predicado de la oración.

Tipos de verbos
Desde el punto de vista de su morfología, los verbos se dividen en
regulares, irregulares y defectivos. Desde una perspectiva semántica
podemos encontrar verbos copulativos, transitivos e intransitivos.
 Verbos regulares: Los verbos regulares son aquellos que no
presentan variación en su raíz, como por ejemplo amar (amo,
amaba, amé) o comer (como, comía, comí).
 Verbos irregulares: Los verbos irregulares pueden presentar
alteraciones en la raíz o en las desinencias, por ejemplo: dar (doy,
daba, dimos), saber (sé, supe).
 Verbos defectivos: Los verbos defectivos son aquellos que no se
conjugan en todas las personas gramaticales. Pueden ser
impersonales, como los verbos relacionados con fenómenos
atmosféricos, o unipersonales, que suelen conjugarse en tercera
persona. Por ejemplo:
Ocurrió durante la madrugada del domingo.
Hay pan caliente todo el día.
Amanece a las seis y media.
 Verbos copulativos: Son verbos que no contienen una acción
definida, sino que sirven para relacionar el sujeto con su atributo.
Por ejemplo:
Los ciclistas son muy competitivos.
Laura parece buena chica.
Estoy ocupada todo el fin de semana.
 Verbos transitivos: Son verbos en los que la acción transita del
sujeto al objeto, es decir, precisan de un complemento directo para
dar sentido a la frase. Por ejemplo:
Ana hace velas perfumadas.
Jorge come una manzana.
Nos compramos los zapatos para la boda.
 Verbos intransitivos: Los verbos intransitivos tienen significado
pleno y no necesitan un complemento directo. Por ejemplo:
Ustedes gritan demasiado.
Mañana viene Daniel a casa.
Siempre lloro con esa escena.
PUNTO NRO. 4
LOS SIGNOS ESENCIALES DE LA ORTOGRAFÍA
.
LOS SIGNOS ESENCIALES DE LA ORTOGRAFÍA

Los signos ortográficos son todas aquellas marcas gráficas que no se


clasifican como letras ni números, y que se encuentran en los textos
escritos, los cuales, son el conjunto de enunciados coherentes plasmados
sobre cualquier medio gráfico. El concepto de signo ortográfico se aplica
principalmente a los sistemas de escritura de tipo alfabético, aunque
también es válido, sobre todo por lo que respecta a los signos de
puntuación, a otros sistemas.

El principal objetivo de la escritura —a través de la conservación de


aquellos textos— es la comunicación de alguna idea o mensaje. El
adecuado uso de los signos ortográficos contribuye a tal objetivo, pues
logran que la idea o mensaje sea captada correctamente: con claridad y
sin posible ambigüedad, por lo tanto, provocan que su lectura sea la
indicada.

Cada signo ortográfico tiene su propia función dentro de un texto escrito.


Aunque en algunos casos el uso de algún signo ortográfico o la ausencia
de este puede recaer sobre el estilo de redacción del autor, en la
actualidad hay usos de algunos signos ortográficos en circunstancias
específicas que son obligatorios por convención dentro de un idioma
dado. Se pueden clasificar en dos grupos: signos de puntuación y signos
auxiliares.

Pueden variar el número y, en algunos casos, la clasificación de los


signos ortográficos existentes en el español. Sin embargo, según el
Diccionario Panhispánico de Dudas (2005) existen en español un total de
once signos de puntuación: coma, punto, punto y coma, puntos
suspensivos, dos puntos, signos de interrogación, signos de exclamación,
corchetes, paréntesis, comillas y raya; y un total de ocho signos
auxiliares: tilde, apóstrofo, asterisco, barra, diéresis, guion, llave y signo
de párrafo.
Tipos de signos ortográficos
Según su emparejamiento:
Según cuantos signos ortográficos se usen para una sola tarea, se pueden
dividir en signos simples y dobles. Los signos simples se usan
aisladamente, mientras que los signos dobles son los que se usan en
pares. Ejemplos de signos simples son la coma, punto, punto y coma,
puntos suspensivos y dos puntos. Los signos dobles deben ir pegados a
las palabras que enmarcan, salvo que sea otro signo ortográfico; algunos
ejemplos son los signos de exclamación, paréntesis, comillas; una
característica de estos signos es que todos ellos tienen nombres en plural.
Sin embargo, hay algunos signos que pueden clasificarse de ambas
formas dependiendo del contexto y uso que se le dé; algunos ejemplos
son la raya o la llave. Hay incluso signos ortográficos que aunque se
consideran de un tipo, bajo ciertas circunstancias se usan como del otro
tipo, en especial cuando los signos dobles se pueden usar como simples.
Según su Función
Según su función se pueden distinguir los signos de puntuación de los
signos auxiliares.
 Signos de puntuación: Los signos de puntuación se usan para
señalar las pausas y la entonación, sirviendo así para dirigir la
lectura de enunciados, estructurar el discurso y sus diferentes
partes para simplificar su interpretación, eludir posibles
ambigüedades en textos que, en su ausencia, podrían poseer
sentidos diferentes, y marcar el carácter especial de fragmentos de
textos concretos: citas, incisos, intervenciones de distintos
interlocutores en un diálogo, etc.
Son signos de puntuación: la coma, las comillas, el corchete, los dos
puntos, el signo de interrogación y el signo de exclamación, el paréntesis,
el punto, los puntos suspensivos, el punto y coma, y la raya.
 Signos auxiliares: Los signos auxiliares son todos aquellos en los
que no se relacionan con la entonación, por lo que poseen
funciones muy variadas. Son signos auxiliares: el apóstrofo, el
asterisco, la barra (/), la diéresis (¨), el guion, la llave, el párrafo y
la tilde.

SIGNOS DE PUNTUACIÓN
La coma (,) es un signo ortográfico de puntuación que se representa
con una forma idéntica a la de un apóstrofo y/o una comilla simple de
cierre, a diferencia de estos signos, el cuerpo de la coma se sitúa en el
extremo bajo de la línea base y la colita va en la parte alta del hasta
descendente. En español, siempre se escribe pegada a la palabra o el
signo que la precede. Va separada por un breve espacio de la palabra
o el signo que la sigue.
En general, su aparición indica una pausa breve dentro del enunciado
oracional o nominal que componga el texto. Presupone una pausa mínima
en la lectura, esta es mucho menor que la de cualquier otro signo.
Las comillas son un signo ortográfico doble de puntuación. En español
existen tres tipos de ellas: las angulares o españolas (« »), las altas o
inglesas (“ ”) y las simples (‘ ’). Son utilizadas para marcar niveles
distintos en una oración. Las comillas angulares se escriben sobre la parte
media del renglón, mientras que las altas y simples se escriben en la parte
alta de este.
Por ser un signo doble, en español se escriben pegadas al primer y último
signo (ya sea letra, número u otro signo ortográfico) del periodo que
enmarcan, es decir, no se deja espacio alguno. Asimismo, se distingue
entre comillas de apertura («, “y ‘) y comillas de cierre (», ” y ’). Las
comillas inglesas (altas) de apertura se llegan a presentar en forma
simétrica a las de cierre, o en forma inversa a estas últimas.
El corchete ([ ]) es un signo ortográfico doble. Pueden ser de apertura ([)
o de cierre (]).
Los corchetes se escriben pegados a la primera y la última palabra del
período que enmarcan, y separados por un espacio de las palabras o
signos que los preceden, aunque existen algunas excepciones; sin
embargo, si al cierre de corchete le precede un signo de puntuación, no se
dejará espacio entre ambos.
Los dos puntos (:) son un signo ortográfico de puntuación que se
representa como un punto arriba de otro, y están puestos en la parte
inferior y superior de la línea de base tipográfica respectivamente.
Su función es detener el discurso para llamar la atención sobre lo que
sigue, que siempre está en estrecha relación con el texto precedente.
Representa una pausa mayor que la de la coma y menor que la del punto,
por lo que su pausa es equivalente al punto y coma.
Este signo de puntuación debe escribirse pegado a la palabra o el signo
que los antecede, y separados por un espacio en blanco de la palabra o el
signo que los sigue. En la mayoría de los casos, la primera letra de la
palabra que sucede al signo se escribe con minúscula, sin embargo, hay
unos cuantos casos donde se debe escribir con mayúscula.
Los signos de interrogación (¿ ?) sirven para representar gráficamente
la entonación interrogativa de una palabra, en el idioma español son
signos dobles, es decir, existe un signo de apertura (¿) y otro de cierre (?),
que deben colocarse obligatoriamente y respectivamente al comienzo y al
final de una frase interrogativa.
Un signo de admiración o signo de exclamación (¡ !) es una seña
escrita que denota sorpresa, asombro, alegría, súplica, mandato, deseo,
etc. Se escribe signo de admiración de apertura («¡») y signo de
admiración de cierre («!») para indicar el principio y el final de una
exclamación respectivamente.
Este signo tiene la función de representar en la escritura la entonación
exclamativa de un enunciado. En la pronunciación, los enunciados
encerrados por signos de exclamación tienen un tono final descendente,
pero con un momento previo de ascenso brusco, en palabras como qué,
cuánto, quién, cuándo…
En español, el uso del signo inicial «¡» es obligatorio, mientras que en
gallego y en catalán su uso es opcional, incluidos también idiomas
provenientes del latín como el francés.
Los paréntesis (()) son signos de puntuación que se usan por pares (por
ello se denominan dobles, ya que existe uno de apertura y otro de cierre)
y que encierran información, como pueden ser palabras o números.
Para distinguir ambos miembros de los paréntesis en sentido estricto, se
suele denominar «paréntesis que abre», «de apertura» o «paréntesis
izquierdo» al primero, y «paréntesis que cierra», «de cierre» o
«paréntesis derecho» al segundo. Los paréntesis angulares son diferentes
de los símbolos matemáticos de desigualdad: los primeros son de ángulo
obtuso y los segundos, de ángulo agudo.
El punto (.) es un signo ortográfico de puntuación que se representa con
un circulito o cuadradito (según las distintas fuentes tipográficas) relleno
que se ubica en el extremo bajo de la línea de base tipográfica.
Actualmente se usa en la mayor parte de los sistemas de escritura del
mundo.
En los sistemas de escritura basados en el alfabeto latino, se escribe sin
separación de la palabra que lo precede y separado por un espacio de la
palabra o el signo que lo sigue. En el caso de que después del punto vaya
alguna letra ésta siempre debe ser en mayúscula.
Su uso principal, es el de indicar el final de un enunciado (que no sea
exclamativo ni interrogativo), párrafo o texto; según sus distintos usos
puede adquirir tres nombres diferentes, que son muy utilizados en dictado
u otras competencias de escritura. También se usa después de las
abreviaturas.
Además del uso convencional en textos escritos, tiene muchos usos, tales
como separador decimal o separador de millares en aritmética.
Los puntos suspensivos (…) son signos de puntuación que se
representan por tres puntos alineados horizontalmente al nivel de la línea
base de escritura. Por ejemplo: taza, cocina, leche… y zumo.
Son llamados así porque su uso es dejar en suspenso el discurso. Se lo
usa para decir que Próxima continuara.
El punto y coma (;) es un signo ortográfico de puntuación que se
representa con una coma que está superpuesta a un punto que se
encuentra en la parte superior (línea de base tipográfica). Indica una
pausa mayor que la marcada por la coma y menor que la señalada por el
punto: el mismo tiempo que representa otros signos ortográficos como
los dos puntos. El plural de punto y coma es invariable, es decir, se
mantiene igual.
Se emplea para indicar los diversos tipos de relación sintáctica o
semántica que se pueden establecer entre distintas unidades lingüísticas,
que pueden usarse de formas: para jerarquizar la información o para
indicar la relación semántica.2
El punto y coma debe escribirse pegado a la palabra o al signo que lo
precede, y separado por un espacio de la palabra o del signo que lo
sigue(;). La primera palabra que aparece tras el punto y coma debe
escribirse siempre en una minúscula (con algunas excepciones).
La raya (—), también llamado guion largo, es un signo ortográfico de
puntuación que se representa con un trazo horizontal largo. En tipografía,
usualmente equivale a un cuadratín, o sea, el espacio blanco cuyo ancho
mide en puntos lo mismo que el cuerpo o tamaño de la letra que se está
utilizando; sin embargo, según distintas fuentes de letra, puede variar su
tamaño.
No debe confundirse en nombre ni en sus funciones con otros signos
(ortográficos o no) que se asemejan a este. Usualmente, se confunde con
el signo menos (−), que es más corto que la raya, o con el guion (-), que
incluso es sensiblemente más corto que el anterior.

SIGNOS AUXILIARES
El apóstrofo (' o ’) es un signo de puntuación en forma de coma elevada
o comilla simple de cierre utilizado en muchas lenguas que utilizan el
alfabeto latino, marcando la supresión de un sonido. Sirve para enlazar la
elisión de una letra y simular una determinada pronunciación asociada a
un dialecto.
Un asterisco (*) es un símbolo tipográfico o glifo. Los ingenieros del
software y los científicos lo denominan a veces como "estrella", por
ejemplo: el algoritmo de búsqueda A-estrella para la representación A*.
Este símbolo es usado en diversos campos desde la lingüística,
computación, matemáticas, en la representación de ciertos eventos para
los deportes tales como el cricket y el béisbol, telefonía, entre otros.
En general, se emplea para hacer llamadas a nota de pie de página,
aunque tiene también algunos usos menos extendidos como marca de
omisión de caracteres o separador de secciones. Ya que tiene diversos
usos no lingüísticos.1
En informática, el asterisco es también uno de los caracteres comodín
más comunes.
La barra (/) es un signo de puntuación auxiliar que consiste en una línea
diagonal que se traza de abajo arriba y de izquierda a derecha.
Junto con la arroba (@), la barra inversa (\) y otros signos, ha
presenciado un gran crecimiento de uso debido a su utilización en
Internet.
La diéresis (¨), también llamada crema, es un signo ortográfico auxiliar y
diacrítico que consiste en dos puntos puestos en medio de la línea del
hasta ascendente y de la altura de la x (a la misma altura que el puntito de
la i).
Se encuentra a la misma altura que otros signos auxiliares como la tilde o
el apóstrofo. Al igual que la tilde, únicamente puede agregarse a las
vocales; aunque, en el caso de la i, se reemplaza su puntito por este signo.
El guion (-) es un signo ortográfico auxiliar, en forma de un pequeño
trazo horizontal. No debe confundirse con el signo menos (−), que es un
trazo ligeramente mayor, ni con la raya (—), que es un trazo de mayor
longitud.
La llave ({ o }) es un signo ortográfico auxiliar que está constituido por
dos líneas sinuosas que forman una pequeña punta en el centro.
Se trata de un signo doble, es decir, posee uno de apertura —la llave que
apunta hacia la izquierda ({)— y otro de cierre —la llave que apunta
hacia la derecha (})—. Aun así, puede ocuparse como signo simple o
doble, ya que depende de sus usos.
Sus principales dos funciones son encerrar incisos aclaratorios o
explicativos (al igual que los paréntesis) y su utilización, generalmente en
un mayor tamaño, en cuadros sinópticos y otros tipos de esquemas.
Un párrafo, también llamado parágrafo, es una unidad comunicativa del
lenguaje escrito compuesta por un conjunto de oraciones que tienen
cierta unidad temática o que, sin tenerla, se enuncian juntas. Es un
componente del texto que en su aspecto externo termina en un punto y
aparte. Habitualmente comprende varias oraciones relacionadas sobre el
mismo subtema, y una de ellas expresa la idea principal.
En varias obras escritas, los parágrafos o párrafos suelen ser indicados
con el signo tipográfico llamado muchas veces calderón representado
gráficamente de este modo: ¶. En ocasiones es indicado con el signo de
párrafo: §.
El acento gráfico o tilde (´) es un signo ortográfico auxiliar diacrítico
que, en español, se coloca sobre las vocales (a, e, i, o, u) según las reglas
de la acentuación gráfica del idioma.

CONCLUSIÓN
 La Una vez llegado al punto final, resulta menester comprender
que son varios tipos de redacción y que cada tipo tiene
características, estructuras y formalismos distintos, pero, la
finalidad es la misma: expresarse con sentido y coherencia de
manera escrita.
 redacción se ha ido adaptando a los cambios tecnológicos que hoy
en día abren innumerables oportunidades, tanto para las empresas
como para las personas en particular.
 La redacción es aquella acción que produce un contenido escrito
resultado de un escritor, quien ha tomado en cuenta todos los
requisitos de la escritura. Es la expresión por escritos los
pensamientos o conocimientos ordenados debidamente con
anterioridad. Se cree que la mayor parte de la juventud de hoy en
día, no está calificada para hacer un escrito, ni mucho menos un
ensayo.
 Como el razonamiento inductivo utiliza premisas específicas para
construir una conclusión, esta es probable pero no absolutamente
verdadera. El razonamiento deductivo puede llevar a una
conclusión absolutamente verdadera si las premisas que llevan a
esa conclusión son también verdaderas.
 Queda como conclusión que la gramática es importante en el
ámbito social porque ayuda a mejorar la comunicación tanto
escrita como oral, permitiendo que la interacción entre las personas
sea más eficaz, además porque otorga conocimientos que
complementan otros saberes lingüísticos.
 En conclusión, las clases de oraciones enunciativas e interrogativas
son importantes para poder enunciar o formular una pregunta para
conocer algo.
 Hemos llegado a la conclusión de que es necesario aprender todas
las clases de oraciones para poder tener una buena comunicación.
 Los verbos para conclusiones son aquellos que permiten expresar,
como su nombre lo indica, una consecuencia, una resolución, un
cierre o el resultado de algún tipo de razonamiento. Aparecen por
lo general en textos académicos. Por ejemplo: resultar, cerrar,
culminar.
 En conclusión, los signos de puntuación deben respetarse, sin
abusar de su uso, puesto que si se utilizan de forma errónea se
puede cambiar el sentido de la oración. Se recomienda que antes
de publicar algún trabajo o texto de divulgación, se revise la
puntuación del mismo para evitar malos entendidos en la
redacción.
BIBLIOGRAFÍA
Zarzar Charur, Carlos (2014). Ortografía (1° edición). Distrito Federal
(México)
www.Conceptos.com
www.significados.com

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