Derivadaorigen
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j.ponce@uq.edu.au
UQ
2015
1
Si he llegado a ver más lejos que otros es por que me subí a hombros de gigantes.
Isaac Newton
3
Contenido
1. Introducción 7
Referencias 32
5
1. Introducción
7
se usaron primeramente en un contexto particular para resolver problemas.
Entonces se identificó el concepto general inmerso detrás de estos usos, co-
mo parte de la invención del cálculo. Después muchas de las propiedades
de la derivada fueron explicadas y desarrolladas en aplicaciones matemáti-
cas y físicas. Finalmente, se estableció una definición precisa del concepto
de derivada dentro de una teoría rigurosa.
En este documento presento una historia compacta del origen y evolu-
ción del concepto de derivada. Cabe enfatizar que se trata de «una» historia
y no de «la» historia de la derivada, debido a que no cumple con los obje-
tivos de un historiador experto. La razón es que describo ideas del pasado
desde un punto de vista actual, lo cual es considerado inapropiado por los
historiadores. Sin embargo, considero apropiado, y defendible, comenzar
desde lo que ya conocemos y preguntarnos de dónde vienen esas ideas.
8
gama de curvas para estudiar y analizar, dado que cada ecuación podía
ahora producir una curva. Con estas nuevas curvas, los antiguos métodos
de la geometría sintética eran insuficientes. Una pregunta que aquí surge es:
Los griegos sabían como trazar tangentes para cierto tipo de curvas. Ellos
habían definido una tangente como la línea que toca una curva en un solo
punto pero sin cortarla. Esta definición resultaba apropiada para la circun-
ferencia pero no lo era para otro tipo de curvas. Por ejemplo, en el siglo III
a.C., Apolonio de Pérgamo (262-190 a. C.) definió la tangente a una sección
cónica y procedió a determinarla en cada caso. Las técnicas para el cálculo
de tangentes eran dentro de un contexto geométrico. Para curvas como la
espiral de Arquímedes estas técnicas no eran de gran utilidad. Arquímedes
(287-212 a. C) sabía trazar las tangentes a su espiral y se cree que para ello
consideró el problema desde un punto de vista cinemático, calculando la
dirección del movimiento de un punto que genera la espiral.
9
Figura 1: y = x3 Figura 2: y = 1 2 10
10 x sin x
1
+ 10 x
De todas las figuras planas con el mismo perímetro, ¿cuál es la de mayor área?
10
Dada una línea, dividirla en dos partes de tal manera
que el producto de las partes sea un máximo.
Figura 3:
A( B − A) = AB − A2 . (1)
BA + BE − A2 − AE − EA − E2 = AB − A2 − 2AE + BE − E2 . (2)
AB − A2 = AB − A2 − 2AE + BE − E2 .
11
Simplificando obtenemos 2AE + E2 = BE y finalmente
2A + E = B.
12
El trabajo de Fermat se dio conocer principalmente por correspondencia
con otros matemáticos contemporáneos y su método de extremos se utilizó
ampliamente. Por ejemplo, en 1659, Johannes Hudde (1628-1704) dio una
formulación verbal general del cálculo de extremos para cierto tipo de po-
linomios [3, p. 186], lo cual se puede describir con notación moderna de la
siguiente manera:
13
Figura 4: Secante a una curva.
14
¿Cómo es que la derivada se concibió tal y como la conocemos actualmente?
15
gentes, áreas, límites, continuidad y función.
16
permitirá ilustrar su potencialidad y sus defectos para la comprensión de la
derivada en ese periodo.
Sea AD la curva como se muestra en la Figura 5, con AB = x y BD = y.
Sea z igual al área ABD.
Figura 5:
17
En este punto, Newton comenta: si suponemos que Bb disminuye infinitamente
hasta desaparecer, esto es que o sea nula, v y y en este caso serán iguales y los términos
que se multiplican por o desaparecerán [17, pp. 243-245]. Por lo que obtenemos
y = 3x2 .
Efectivamente, Newton acertó en el hecho de que, como o se hace cero
(hoy diríamos «tiende a cero»), los términos que tienen a o en la expresión
(3) también se hacen cero. Al mismo tiempo, v se hace igual a y, lo cual
equivale a decir que la altura BK del rectángulo de la Figura 5 será igual a
la ordenada BD de la curva original.
A partir de la suposición de que el área ABD está dada por
an (m+n)/n
z( x ) = x ,
m+n
Newton había deducido que la curva AD debe satisfacer la ecuación y =
ax m/n . En esencia, él había derivado la función área (integral indefinida).
Posteriormente, sin mayores justificaciones, Newton estableció que:
n (m+n)/n
Si y = ax m/n , entonces z = m+n ax .
18
conjunto de propiedades útiles, todavía habían muchas preguntas sin res-
ponder. Por ejemplo, ¿qué significado tenía el cociente diferencial de Leib-
niz? Algunos discípulos de Leibniz trataron de responder esta pregunta,
principalmente Johann Bernoulli (1667-1748) y L’Hôpital (1661-1704) quie-
nes afirmaban que el cociente diferencial era una razón de infinitesimales,
después de todo, era así como se calculaba. Pero los infinitesimales no obe-
decían el axioma de Arquímedes:
Dado que este axioma era la base para la teoría de razones de los griegos,
la cual en su momento era la base para la aritmética, el álgebra y la geome-
tría del siglo XVII, los objetos no arquimedianos eran percibidos con cierta
suspicacia.
Por otra parte, en el caso de la aproximación de Newton, ¿que era exac-
tamente una fluxión? Aunque se consideraba intuitivamente como una ve-
locidad, las demostraciones que Newton estableció en su Método de fluxiones
de 1671 involucraban el uso de una “cantidad o indefinidamente pequeña”,
lo cual causó también controversia. ¿Qué es exactamente esta cantidad o
indefinidamente pequeña? ¿Es cero? Si es así, ¿cómo es que podemos utili-
zarla para dividir? Si no es cero, ¿se comete un error al eliminarla de una
ecuación?
A pesar de que las contribuciones de Newton y Leibniz fueron ata-
cadas por el uso de los infinitesimales, se admitía el hecho de que sus
descubrimientos y procedimientos conducían a resultados correctos. Los
infinitesimales fueron una herramienta muy útil y exitosa, así que las cues-
tiones acerca de su validez fueron subsanadas debido a su eficacia.
19
5. Tercera etapa: Ecuaciones diferenciales y series de Taylor
20
mos que F = m ẍ. Por otra parte, la ley de elasticidad de Hooke3 establece
que F = −kx. Al igualar estas dos expresiones con respecto a la fuerza,
Euler en 1739 logró establecer y resolver la ecuación diferencial
m ẍ + kx = 0
∂2 y T∂2 y
=
∂2 t2 µ∂x2
21
Es posible citar más ejemplos, pero basta mencionar que a mediados del
siglo XVIII las series de Taylor y las ecuaciones diferenciales se habían con-
vertido en herramientas indispensables dentro de la historia las matemáticas
y en la física. El análisis realizado en este periodo es un ejemplo de la explo-
ración y desarrollo del concepto de cociente diferencial de primero, segundo
y n-ésimo orden —un desarrollo que está vinculado con la solución de los
problemas de extremos y con la caracterización de máximos y mínimos.
1 + x2 + x3 + x4 + · · ·
f ( x + h ) = f ( x ) + p ( x ) h + q ( x ) h2 + r ( x ) h3 + · · · (4)
23
primer derivada de la función f 0 ( x ), y así sucesivamente de manera recursi-
va. Finalmente, utilizando estas definiciones, Lagrange demostró que en la
expresión (4):
f 00 ( x ) f 000 ( x )
q( x ) = , r(x) =
2 6
y así sucesivamente [12, Capítulo 2].
¿Qué hay de novedoso en la definición de Lagrange? El concepto de fun-
ción permitió liberar al concepto de derivada de previas nociones impreci-
sas. La explicación de Newton al respecto de las fluxiones como una razón
de cambio parecía involucrar el concepto de movimiento en matemáticas.
En el caso de Leibniz, el coeficiente diferencial era un cociente de pequeñas
diferencias que se desvanecían.
El filósofo irlandés George Berkeley (1685-1753), en su ataque al cálculo
de Newton y Leibniz, se burlaba de estos conceptos al llamarlos: ghosts of
departed quantities [2, Sección 2] (lo cual se podría traducir como: fantasmas
de cantidades extintas). Pero para Lagrange, la derivada era una función, así
como la n-ésima derivada era simplemente otra función, definida como el
coeficiente de h en las series de Taylor para
f ( n −1) ( x + h ) .
24
Por ejemplo, usando el criterio de Euler4 para usar series truncadas, La-
grange dio una caracterización más útil de la derivada de una función:
25
ge había cometido algunos errores, uno de ellos era al respecto de las series
infinitas. Como Augustin Louis Cauchy (1789-1857) lo había puntualizado
en 1821, el álgebra de cantidades infinitas no se puede extender automática-
mente a procesos infinitos. Asimismo, Cauchy observó que la manipulación
de las series de Taylor no era una prueba del todo completa. Por ejemplo, la
función
2
f ( x ) = e−1/x
f ( x + h) − f ( x )
h
cuando h tiende a cero [4, p. 22-23]. Sin embargo, Cauchy consideraba al “lí-
mite” de manera muy diferente a sus predecesores, en un sentido algebrai-
co. Es decir, cuando Cauchy tenía que demostrar algo en donde necesitaba
la noción de límite, utilizó desigualdades algebraicas. Por ejemplo Cauchy
estableció lo siguiente:
Si f ( x ) es continua en [ x, x + i ], entonces
f (x + i) − f (x)
mı́n f 0 ( x ) ≤ ≤ máx f 0 ( x ).
[ x,x +i ] i [ x,x +i ]
26
Sean δ y e dos números pequeños; el primero se elige de tal forma que
para todo valor absoluto de h sea menor que δ y para cada valor de x, la
razón ( f ( x + i ) − f ( x ))/i será siempre mayor que f 0 ( x ) − e y menor que
f 0 ( x ) + e.
27
como el Teorema Fundamental del Cálculo para funciones continuas. De
hecho se considera a Cauchy como el primero en dar una demostración
analítica de tan famoso teorema.
28
Mittag-Leffler, E. Heine, S. Pincherle, Sonya Kowalevsky, Georg Cantor, solo
por nombrar algunos. Del trabajo de Weierstrass proviene nuestra definición
moderna de derivada usando epsilon y delta [3, p. 284-287].
La comprensión rigurosa que Weierstrass dio al concepto de la deriva-
da se pone de manifiesto al publicar en 1872 un ejemplo de una función
continua en todo punto y no derivable (o diferenciable) en ninguno:
f ( x ) = ∑∞ n n
n=0 a cos ( b πx ), donde 0 < a < 1, b es un entero
29
7. Comentarios finales: La importancia histórica de
la evolución del concepto de derivada
30
Línea temporal
31
Referencias
[3] Boyer, C. History of the Calculus and Its Conceptual Development, Dover,
New York, 1959. 13, 15, 29
[4] Cauchy, A.-L. Résumé des lecons données à l’école royale polytechnique
sur le calcul infinitésimal, Paris, 1823. In Oeuvres complétes d’Augustin
Cauchy, Gauthier-Villars, Paris, 1882- , series 2, vol. 4. 26
[6] Euclid. The thirteen books of the elements. Sir Thomas L Heath, translator.
Vol. 2 (books III-IX); 2nd ed. New York, NY: Dover Publications, Inc.;
1956. 19
32
[10] Grabiner, J. V. (1983). The changing concept of change: The derivative
from Fermat to Weierstrass. Mathematics Magazine. Vol. 56. No. 4. pp.
195-206. 7, 17, 30
[12] Lagrange, J.-L. Theorie des fonctions analytiques, Paris, 2nd edition, 1813.
In Oeuvres de Lagrange, ed. M. Serret, Gauthier-Villars, Paris, 1867-
1892, vol. 9. 22, 24
[17] Whiteside, D. T. (1968). The Mathematical Papers of Isaac Newton. Vol. II.
Cambridge: Cambridge University Press, 8 vols. 17, 18
33