Presupuestp Familiar

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Por ello, sea cual sea la situación económica de una familia, el presupuesto es una herramienta

imprescindible para controlar las finanzas domésticas. Un presupuesto bien confeccionado tiene innumerables
ventajas pues sirve para:
1. Saber en qué se gasta el dinero. Hacer un seguimiento de todo lo que se gasta (incluyendo los gastos
hormiga) y ser consciente de ellos evita derrochar el capital y ayuda a ahorrar
2. Dar prioridad a ciertos desembolsos, para limitar o suprimir los menos necesarios
3. Reducir o eliminar las deudas.
4. Apartar una cantidad mensual para ahorrar
5. Acumular un fondo dedicado a emergencias y poder afrontar gastos inesperados (una enfermedad,
una visita urgente al dentista, una avería del coche…).
6. Vivir de acuerdo a las propias posibilidades.
7. Hacer previsiones de futuro, lo que permite hacer planes para afrontar el mañana de forma estable.
Cómo elaborar un presupuesto?
1. Hacer un listado de ingresos
En la primera columna del presupuesto hay que indicar cuáles son los ingresos familiares. Las entradas más
importantes de dinero son, en general, la nómina o la pensión de la Seguridad Social, en el caso de los
jubilados. Hay varios tipos de ingresos netos:
Ingresos profesionales: sueldos, pagas extras, bonus, propinas, indemnizaciones.
Pensiones: jubilación, invalidez, viudedad, prestación por desempleo, pensión alimentaria.
Ingresos financieros: intereses de cuentas y depósitos, dividendos, alquileres cobrados.
Otros ingresos: subvenciones.
2. Conocer los gastos
Los gastos son todas las salidas de dinero. Para saber en qué situación se está, hay que incluir todos los
gastos, desde la vivienda hasta los pequeños desembolsos diarios. Y no se deben olvidar otros ocasionales
como las vacaciones, los regalos de cumpleaños y las compras navideñas o las rebajas.
Cuanta más información contenga el presupuesto de casa, más útil será. Por eso, es importante recopilar
tiques y recibos, resguardos, facturas, etc. Si no se dispone de toda esta información, se pueden usar
cantidades estimadas, lo más ajustadas posible a la realidad.
Si los gastos superan a los ingresos durante varios meses, hay un problema que puede llevarnos al
endeudamiento. Es aconsejable que los gastos no superen el 90 % de los ingresos, para poder ahorrar, como
mínimo, el 10 % restante cada mes.
3. Reducir los gastos
Hasta lograr una situación financiera saneada, es de obligado cumplimiento recortar los gastos. Para saber
cuáles, en el presupuesto hay que registrar todos los gastos que se realizan cada mes y, al analizar los
resultados, distinguir después entre:

🔹 Gastos fijos obligatorios. Su importe no suele variar mucho mes a mes y no pueden dejarse de pagar. Entre
ellos figuran la hipoteca o el alquiler de la vivienda, los gastos de comunidad o los préstamos bancarios. Si no
se abonan en los plazos establecidos, se aplican gastos adicionales de demora y la cantidad que se paga y la
deuda aumentan.

🔹 Gastos variables necesarios. Son los suministros (agua, gas, electricidad, teléfono, etc.), la comida, la ropa
o el transporte. Son gastos necesarios en la vida diaria, que se pueden reducir si se hace un consumo más
moderado, como usar bombillas de bajo consumo, viajar en transporte público o moderar la temperatura de la
calefacción o el aire acondicionado.
🔹 Gastos discrecionales. Son todos los demás desembolsos que, en caso de necesidad, se podrían reducir o
eliminar. Cuando hay que economizar, en general, es más fácil empezar con este tipo de gastos: comidas
fuera de casa, extraescolares, actividades de ocio, la compra de tabaco, etc.
4. Implicar a la familia
Es mejor incluir a la familia y conocer con detalle los gastos de cada uno de sus miembros para confeccionar
un presupuesto útil. Para conseguir el objetivo y organizar los gastos del hogar, todos tienen que colaborar.
5. Aplicar el nuevo presupuesto
La finalidad de un presupuesto es que los ingresos cubran todos los gastos, hasta el 10 % destinado al ahorro
mensual. Una vez identificados los recortes necesarios, hay que elaborar el nuevo presupuesto,
comprometerse a cumplirlo y revisarlo para que se ajuste a la realidad con objetivos alcanzables.
Además, para que el presupuesto funcione, hay que actualizarlo mes a mes. Es importante mantener el
presupuesto familiar actualizado, en especial, durante los primeros meses en los que se pone en marcha y
cuando es más que probable que no se tengan identificados todos los posibles gastos.

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