- La agroecología reconoce los conocimientos tradicionales de culturas indígenas y pequeños agricultores, mientras que los sistemas agroindustriales ignoran estos conocimientos.
- Algunos autores consideran que la agroecología no es solo una ciencia y prácticas, sino también una actividad espiritual ligada a cosmovisiones que ven a la Tierra como viviente.
- La agroecología apunta a transformar los sistemas alimentarios mundiales en formas ambiental, social y culturalmente apropiadas, llevado
0 calificaciones0% encontró este documento útil (0 votos)
122 vistas3 páginas
- La agroecología reconoce los conocimientos tradicionales de culturas indígenas y pequeños agricultores, mientras que los sistemas agroindustriales ignoran estos conocimientos.
- Algunos autores consideran que la agroecología no es solo una ciencia y prácticas, sino también una actividad espiritual ligada a cosmovisiones que ven a la Tierra como viviente.
- La agroecología apunta a transformar los sistemas alimentarios mundiales en formas ambiental, social y culturalmente apropiadas, llevado
- La agroecología reconoce los conocimientos tradicionales de culturas indígenas y pequeños agricultores, mientras que los sistemas agroindustriales ignoran estos conocimientos.
- Algunos autores consideran que la agroecología no es solo una ciencia y prácticas, sino también una actividad espiritual ligada a cosmovisiones que ven a la Tierra como viviente.
- La agroecología apunta a transformar los sistemas alimentarios mundiales en formas ambiental, social y culturalmente apropiadas, llevado
- La agroecología reconoce los conocimientos tradicionales de culturas indígenas y pequeños agricultores, mientras que los sistemas agroindustriales ignoran estos conocimientos.
- Algunos autores consideran que la agroecología no es solo una ciencia y prácticas, sino también una actividad espiritual ligada a cosmovisiones que ven a la Tierra como viviente.
- La agroecología apunta a transformar los sistemas alimentarios mundiales en formas ambiental, social y culturalmente apropiadas, llevado
Descargue como DOCX, PDF, TXT o lea en línea desde Scribd
Descargar como docx, pdf o txt
Está en la página 1/ 3
AGROECOLOGÍA Y ESPIRITUALIDAD: REFLEXIONES SOBRE UN VÍNCULO
NO RECONOCIDO
Víctor M. Toledo (2022): Agroecología y espiritualidad: reflexiones sobre un vínculo no
reconocido, Agroecología y Sistemas Alimentarios Sostenibles, DOI: 10.1080/21683565.2022.2027842
RESUMEN DE LOS ASPECTOS DE INTRÉS Y RELEVANTES
Una cualidad esencial que diferencia a la agroecología de los sistemas
Agroindustriales es que mientras la primera reconoce la experiencia acumulada por las culturas tradicionales y promueve lo que podría definirse como un “diálogo entre diferentes formas de conocimiento tradicional”, el segundo la ignora y considera que la única el conocimiento válido procede de la ciencia y no de formas locales o regionales de conocimiento. Por culturas tradicionales nos referimos a los pueblos indígenas originarios, pequeños agricultores, pueblos afrodescendientes y el entramado étnico entre ellos y otros con presencia territorial en estas tierras desde hace miles, cientos y decenas de años. Un informe reciente de la FAO, escrito por pueblos indígenas de todo el mundo, en un formato fácil de comprender el lenguaje no especializado (FAO2021), reconoció y documentó el valor de los sistemas alimentarios de los pueblos indígenas en términos de sostenibilidad, nutrición y resiliencia. Algunos autores consideran que la agroecología no es solo una ciencia, un conjunto de prácticas y un movimiento social (Wezel et al.2009), pero también es una actividad fundamentalmente espiritual y/o religiosa (Harvard Divinity School 2016; Le Vasseur, Parajuli y Wirzba2016; Shiva2016; wilson2019), que reconocen la existencia básica de una dimensión invisible de la naturaleza (Wright 2021). Este artículo analiza y reflexiona sobre la agroecología como práctica espiritual. Para ello, aplica un enfoque etnoecológico y al mismo tiempo cuestiona la idea comúnmente compartida de un “diálogo entre diferentes formas de conocimiento tradicional”, adoptada y utilizada por los agroecólogos.
Actualmente, la agroecología apunta en última instancia a transformar los
sistemas de producción de alimentos del mundo en prácticas ambiental, social y culturalmente apropiadas. Esta tarea la llevan a cabo predominantemente, pero no exclusivamente, los pequeños productores de alimentos del planeta, que representan una población total de 1.500 millones, de los cuales entre 300 y 700 millones corresponden a culturas indígenas (Toledo y Barrera-Bassols2008). Dentro de las cosmovisiones tradicionales, la espiritualidad está casi siempre ligada al concepto de la Tierra como nuestra Madre. Dentro de esta comprensión, todo está lleno de vida y los seres humanos están interconectados con todos los demás elementos no humanos, que se consideran iguales. No hay diferencia entre seres vivos y no vivos. Dentro de esta visión, la vida lo impregna todo, incluidas las montañas, los ríos, el aire, las rocas, los glaciares y los océanos. Todos forman parte de un todo viviente, la Tierra como nuestra Madre que, a su vez, interactúa con el Sol y el Cosmos. ¿Qué es la agroecología? Se ha vuelto un lugar común responder que la agroecología es al mismo tiempo una ciencia, un conjunto de prácticas y un movimiento social o ciudadano (Wezel et al.2009). Sin embargo, John Wilson ( 2019) quien es un facilitador y activista de campo abierto, que trabaja principalmente en África Oriental y Meridional con organizaciones comunitarias, afirma que la agroecología es mucho más que eso: es un arte, una colección de soluciones creativas, alimentos nutritivos y saludables, solidaridad y una revolución constructora de paz. Wilson cierra sus comentarios con la siguiente frase: “La agroecología es una conexión espiritual con la tierra y la naturaleza, a través de cualquier fe que tengamos” (Wilson2019, 12). Como se ha intentado demostrar en este trabajo, integrar la dimensión olvidada de lo ontológico en una perspectiva agroecológica, no sólo implica integrar la espiritualidad, sino que hace más completa la agroecología como actividad emancipadora, cuestionando radicalmente sus objetivos. Ya no es un “diálogo entre diferentes formas de conocimiento”, sino que en realidad es un “diálogo entre cosmovisiones” que cuestiona si la agroecología busca la innovación tecnológica, la solidez ambiental, la eficiencia económica o la sostenibilidad, o todo lo anterior integrado en un supremo meta que brota de las cosmovisiones de los pueblos tradicionales la agroecología se relaciona con:vida armoniosa (buen vivir). Una filosofía que gira en torno a la existencia de la Tierra como nuestra Madre, un ser vivo que entiende al ser humano como parte del mundo natural y se sitúa en el extremo opuesto al que predica e impone la modernidad industrial, tecnocrática, capitalista y patriarcal. Dos autores clave dan algunas palabras finales: Gam A. Shimray, (2021: vii): “Los sistemas alimentarios de los Pueblos Indígenas arraigados en nuestros saberes ancestrales y prácticas de manejo territorial están unidos por nuestra profunda conexión espiritual con la naturaleza. Nuestra conciencia espiritual es donde encontramos armonía con la naturaleza y desarrollamos soluciones a los problemas del cambio climático y la pérdida de biodiversidad”. y Vandana Shiva (2016: vii): “Durante las últimas tres décadas he aprendido que la agricultura se trata principalmente de cuidar la tierra. Por lo tanto, cultivar y compartir alimentos es un acto espiritual. . . ”