Unidad 3 Construcciones Avícolas 2015
Unidad 3 Construcciones Avícolas 2015
Unidad 3 Construcciones Avícolas 2015
LA GRANJA AVÍCOLA
Concepto
Dentro de la cadena de producción avícola se denomina Granja a la Unidad productiva donde
se alojan aves con el objetivo de obtener huevos fértiles, pollas recriadas, pollos para faena y
huevos para consumo
5. Características del terreno. Es aconsejable que el terreno cuente con un buen drenaje y
se evite el acúmulo de humedad.
7. Energía eléctrica: es necesario que las granjas cuenten con energía eléctrica para
garantizar el funcionamiento constante de las bombas de aprovisionamiento de agua, el
suministro de luz a los galpones, el funcionamiento de los sistemas automáticos de
alimentación, la recolección de huevos, etc. Lo normal es proveerse de la energía
eléctrica que proporcionan las redes públicas, ante situaciones de emergencia es
necesario contar con un grupo electrógeno.
8. Agua. Los requerimientos de agua en una granja son muy elevados. Se utilizará tanto
para el consumo de las aves, como para la limpieza. El agua requerida debe ser potable
desde el punto de vista bacteriológico y químico.
9. Costo del terreno. Siempre que se dé cumplimiento a las condiciones anteriores será
deseable que el costo sea lo más reducido posible.
Dimensiones de la Granja
Las dimensiones del lugar donde se instalará la granja se establecen en función de:
El tipo de producción a la que uno se va a dedicar: la granja avícola debe alojar un solo
tipo de producción: pollos parrilleros, gallinas para postura o reproductores.
El Galpón Avícola
Objetivo
El galpón debe proporcionar a las aves un ambiente protegido en el que se pueda
controlar la temperatura, la humedad y la duración de las horas de luz.
Debe asegurar el control de todos los factores de confort a niveles óptimos para lograr
un buen rendimiento productivo sin comprometer la salud y el bienestar de las aves.
Todos los animales deben tener acceso individual al agua y al alimento.
Requisitos deben reunir los galpones
1. Buen aislamiento del medio ambiente exterior: con la finalidad de independizar al máximo
los factores de confort para las aves de las fluctuaciones que se dan en las condiciones
exteriores (temperatura, humedad y pureza de aire). Con este fin, el galpón deberá estar lo más
aislado posible del medio ambiente exterior, concretamente en dos puntos:
Del terreno, para evitar la filtración de la humedad al interior. Esto se consigue mediante
un drenaje adecuado del agua de lluvia en el exterior, dando al piso una altura
determinada sobre el nivel del terreno y cuidando el hormigonado del mismo.
Del aire, punto de importancia debido a que la mayor parte de las pérdidas o ganancias
de calor del galpón tienen lugar a través del techo y paredes. Para conseguirlo hay que
recurrir al aislamiento adecuado de las paredes y del techo.
2. Buena ventilación. La necesidad de proveer una adecuada ventilación tiene por objetivo:
Que las aves respiren un aire puro, lo más parecido posible al exterior.
Eliminar la humedad ambiental y la acumulada en la cama, provenientes ambas del
vapor de agua de la respiración de las aves y de la propia humedad de las deyecciones.
Eliminar el amoníaco formado en la cama por la actividad bacteriana sobre el nitrógeno
de las deyecciones.
Eliminar el exceso de calor interior, fundamentalmente en verano.
4. Buena disposición interior. Un galpón debe ser funcional en su distribución interior, es decir,
no solo cubrir las exigencias de las aves sino permitir un trabajo cómodo al avicultor.
6. Disponibilidad de energía: Los galpones requieren de una fuente confiable de energía para el
funcionamiento de la ventilación, la calefacción, las luces y el equipo de comederos.
8. Accesos: Se debe proporcionar el acceso adecuado para transportar el alimento, huevos, etc.
TIPOS DE GALPONES
1. Galpones abiertos de ventilación natural: son aquellos en los cuales no existen paredes
laterales, que son reemplazadas por un pequeño muro perimetral y una malla anti pájaros
hasta el techo, con cortinas que controlan el ingreso del aire. El intercambio de aire se produce
debido al flujo establecido por el gradiente de temperatura entre el interior y el exterior del
galpón y la acción del viento. Son de uso corriente en zonas templadas.
Orientación
Los galpones de ventilación natural deben estar siempre en el sentido E – O, para minimizar la
posibilidad de entrada de luz solar directa al galpón. La acción directa de los rayos solares sobre
las aves incrementa la temperatura que estas experimentan. Este aumento de la temperatura
crea una situación de estrés que lleva a las aves a alejarse de ese lado del lateral, lo que
aumenta la densidad efectiva de la zona ocupada.
Vegetación
La altura de la vegetación debe ser mantenida al mínimo alrededor de los galpones para evitar
la presencia de roedores y maximizar el flujo de aire. El tapiz vegetal es beneficioso debido a
que la temperatura puede ser tanto como 30°C menos que una superficie descubierta o con un
tapiz ralo. Además la vegetación verde refleja menos la temperatura hacia el interior del
galpón. La presencia de árboles altos cerca del lateral del galpón puede ser muy favorable
durante el clima caluroso. Si la copa de los árboles superan la altura del galpón, impiden
parcialmente la incidencia directa de la luz solar, disminuyendo el ingreso de calor por el techo,
pero permiten la entrada de aire por los laterales del galpón.
La ventilación natural aprovecha las diferencias de temperatura entre el exterior e interior del
galpón, regulándose mediante la apertura o cierre de cortinas y cumbreras, mecanismos
accionados en forma manual o mecánica (existe poco grado de automatización).
La ventilación natural se basa en la acción de los vientos (fuerza-dirección) y el manejo de las
cortinas (abriendo y cerrando un costado u otro según la edad de las aves y circunstancias
climáticas). Otro aspecto a considerar es el uso y manejo de las cumbreras: el aire caliente del
galpón tiende a subir al ser más liviano, y escapar por las aberturas superiores.
A mayor diferencia de temperatura exterior-interior, mayor el escape, de manera que este es
más efectivo en invierno que en verano. El tiraje depende de la altura de la cumbrera
(directamente proporcional). Se pueden utilizar ventiladores de recirculación para suplementar
a la ventilación natural y favorecer el control de la temperatura interna del galpón.
Los factores que afectan el manejo de la temperatura en un galpón de ventilación natural
incluyen el ancho, el largo, las aberturas laterales, las obstrucciones internas (columnas, etc.,),
la abertura de las cumbreras, el ancho del alero, la pendiente del techo y la orientación del
galpón.
Alto: se debe calcular en base a la temperatura ambiente (más calor, más alto) y a la pendiente
del techo. En climas cálidos, la altura del techo puede llegar a 4 metros o más, medido desde el
piso hasta la cumbrera.
Laterales
Tienen una altura variable (1,80 a 2,50 m), dependiendo de la temperatura de la zona. Presenta
un muro perimetral de 40 cm de alto como mínimo. El resto del lateral, se completa con malla
anti pájaros que se complementa con cortinas. Para abrir las cortinas se pueden bajar o subir,
es decir que la porción fija puede estar abajo o arriba. Se accionan desde los extremos del
galpón, mediante correas con roldanas.
Las cortinas pueden ser traslucidas permitiendo que la luz entre al galpón. Estas son usadas en
galpones donde se busca que la luz natural penetre de manera tal que la luz artificial no sea
necesaria. Las cortinas negras son usadas en instalaciones en la que es deseable excluir la luz
externa (para lograr el oscurecimiento interno durante la recría). También están disponibles
cortinas que no permiten el paso del aire para el uso en áreas donde se debe reducir la perdida
de calor del galpón en la estación fría.
Para facilitar el intercambio rápido de aire durante la época de calor, la abertura de las cortinas
debe abarcar entre un 50 y 80% de la altura de la pared lateral, cuanto más cálido el clima y
más ancho el galpón, mayor es el porcentaje de abertura de cortina. Es muy importante que
haya porciones sólidas por encima y por debajo de la cortina, la porción sólida inferior o muro
perimetral tiene las funciones de ayudar a reducir cantidad agua que entra durante las lluvias y
evita la entrada de agua que corre alrededor del galpón; también reduce la entrada directa de
luz solar cuando las cortinas están totalmente abiertas y reduce las corrientes de aire;
constituye una superficie de apoyo para la cortina y ayuda a excluir a los roedores.
Una pared sólida por encima de la cortina permite una adecuado cerramiento del lateral
durante la época fría del año.
Piso
Puede ser de tierra apisonada o preferiblemente de hormigón. En algunos casos se mezcla la
tierra con el cemento y luego se apisona bien. Algunos sistemas de producción utilizan otros
elementos complementarios del piso, como son: listones de madera (perchas) y enrejillado
plástico (slat), que permiten trabajar con una mayor densidad de población.
Puertas de acceso
Generalmente la puerta de acceso principal se encuentra ubicada en el extremo del galpón y
debe ser lo suficientemente amplia para permitir el ingreso de vehículos durante las tareas de
traslado o limpieza. Por delante de las puertas de acceso se coloca un pediluvio con una
solución desinfectante.
Instalación de luz
Debe ser segura y económica. Las lámparas pueden ser de dos tipos:
a) Tubos fluorescentes: gasta menos energía, mayor costo de equipo.
b) Lámparas bajo consumo o lámpara fluorescente compacta: aprovechan la tecnología de los
tradicionales tubos fluorescentes para hacer una lámpara que sustituye a las incandescentes
con pocos cambios en la armadura de instalación y con menor consumo.
Las lámparas se distribuyen de manera tal que la luz llegue con la intensidad adecuada (en lux)
a nivel de las aves (a piso o en jaula) y en función de ello se establece su potencia, rendimiento
y altura. El sistema de iluminación se acciona mediante mecanismos automáticos.
En términos generales las características constructivas de los galpones cerrados son semejantes
a las de los abiertos. Como diferencia fundamental se destacan los laterales del galpón, que
pueden ser de construcción sólida (mampostería o placas) o equipadas con cortinas que
pueden ser ajustables o fijas y con un sistema de ventilación mecánica para remover el calor y
la humedad, y posibilitar el intercambio de aire. Un lateral sólido permite un mejor grado de
aislamiento térmico que las cortinas, las cuales pueden llevar a una gran ganancia de calor en el
interior del galpón.
El techo de este tipo de galpón es completamente cerrado, sin aberturas en la cumbrera, y con
un buen grado de aislamiento térmico, por lo tanto la temperatura del aire a ese nivel no es
mucho mayor que a nivel del piso. Este aislamiento reduce la emisión de calor desde el techo
por lo que su pendiente puede ser más reducida.
Las dimensiones del galpón (ancho, largo y altura) están determinadas por el sistema de
ventilación forzada utilizado, pudiendo ir de 10 a 20 metros de ancho por más de 100 metros de
largo.
La orientación de un galpón cerrado estará relacionada primariamente a los vientos
predominantes, que no deben interferir con la salida de aire del sistema de ventilación. De ser
posible la orientación ideal siempre será E – O, el sol pasará por su eje longitudinal, incidiendo
menos sobre los laterales que presentan un menor grado de aislamiento.
Los galpones con ambiente controlado tienen ventajas sobre los galpones abiertos, pues limitan
las variaciones debidas a las influencias del medio ambiente, facilitan el control de la madurez
sexual y del peso corporal, y ayudan en la producción de lotes uniformes.
El diseño de los galpones con ambiente controlado debe incorporar las siguientes variables:
Densidad de población: La densidad óptima de población depende de la calidad y del
sistema de galpones que se use.
Tamaño de los lotes: este debe ser manejable de tal manera que se pueda distribuir
homogéneamente el alimento diario, quedando accesible para todas las aves dentro de
un máximo de 3 minutos.
Iluminación: La luz debe estar distribuida uniformemente en todo el galpón. Su
intensidad debe ser controlable.
Impedir la entrada de luz: La intensidad de la luz no debe exceder los 0.4 lux en un
galpón oscuro. En términos prácticos, cuando la intensidad de la luz es de 0.4 lux,
apenas es posible leer un periódico. La determinación precisa de la intensidad de la luz
requiere el uso de un luxómetro.
Temperatura del galpón: La temperatura del ambiente se verá influenciada por el nivel
de aislamiento, la hermeticidad, la capacidad de la ventilación y la presencia de
calefacción o enfriamiento suplementarios.
Material aislante: El uso de un buen material aislante impide las fluctuaciones en la
temperatura del galpón.
Exclusión del viento: Tanto la exclusión del viento como de la luz se logran mediante las
mismas características de diseño.
Ventilación: El sistema de ventilación debe ser capaz de aportar aire fresco y remover
los subproductos gaseosos que contaminan el aire. También contribuye al control de la
temperatura y la humedad, especialmente en condiciones de calor, y debe proporcionar
un ambiente uniforme al nivel de las aves, y sin corrientes de aire. La tasa de ventilación
depende del metabolismo de los animales, determinado por el peso corporal, la
producción de huevo y la tasa de crecimiento. Además, si existen problemas de emisión
de amoníaco, puede ser necesario incrementar la ventilación.
Equipo de calefacción: Los galpones cerrados pueden requerir calefacción
suplementaria para mantener la temperatura interna y para lograr la temperatura
correcta durante la crianza.
Sistema de enfriamiento: En climas calurosos, los galpones cerrados requieren de un
sistema de enfriamiento. Esto por lo general se logra mediante evaporación de agua. El
enfriamiento evaporativo se emplea cuando las temperaturas son superiores a 27°C con
el propósito de mantener a las aves aclimatadas a las temperaturas operativas dentro
de un rango de 25 a 32°C. La efectividad de estos sistemas depende de la humedad
relativa. Los sistemas de enfriamiento evaporativo no se deben usar si la humedad
relativa dentro del galpón es superior al 85 a 90%.
Depósito de agua y equipo de bombeo: Para la provisión de agua se debe contar con un equipo
principal y otro de emergencia, ya que el suministro nunca debe interrumpirse. Existe una
perforación con equipo de bombeo que impulsa el agua a un tanque principal a partir del cual y
por medio de cañerías especiales, el agua se dirige a los tanques menores, de dosificación, uno
por cada galpón, ubicados dentro del galpón y desde el cual el agua se distribuye a los
bebederos.
Para 5.000 aves: 650 l/hora.
Depósitos de gas: Se usan exclusivamente para proporcionar calor en las criadoras. Aunque
también pueden ser eléctricas, pero es preferible contar con las de gas para no depender de un
corte sorpresivo de la energía eléctrica, además que es más cara. Si es una granja pequeña, se
puede contar con tanques de poca capacidad, tales como los de 45 kg, mientras que si son de
gran capacidad es preferible la instalación de un tanque fuera de los galpones y ser conducido a
través de líneas de tubo galvanizado o de cobre, con una llave de salida por criadora.
Grupo electrógeno: Por razones de costo, el establecimiento deberá alimentarse con energía
proveniente de la red. Pero ante eventuales cortes, debe contar con un grupo electrógeno con
capacidad suficiente como para sostener los sistemas básicos, que aseguren la viabilidad del
sistema; este equipo debe arrancar en forma automática ante los cortes.
Cámaras frigoríficas: Cuando una granja está dedicada a la producción de huevo, será
aconsejable que se destine un cuarto especial para el mantenimiento y preservación del
producto, consistente en una cámara fría, mantenida entre 10°C y 76% de humedad, mientras
se envían al mercado, lo cual debe hacerse lo antes posible.
Equipo de lavado y desinfección: Todo establecimiento debe contar con una dependencia
donde efectuar el lavado y desinfección de vehículos, equipos e implementos utilizados en el
galpón. Debe contar con piletas, agua en abundancia y sistema de tratamiento de aguas
servidas.
Eliminación de aves muertas: Existe la prohibición de la eliminación de las aves muertas fuera
del predio de la granja, por lo que estas deberán disponerse de manera adecuada mediante
alguno de los siguientes métodos:
Foso séptico: se excava en el suelo y van provistos de una tapa con una boca de registro
hermético, a través de la cual se introduce las aves muertas. Deben estar alejados de la
bomba de agua un mínimo de 50 m. Su capacidad depende de la cantidad de aves que
integran la población normal del establecimiento. Su capacidad es 2,5 m 3/1.000 gallinas
en postura o 5.000 pollas en recría. Las paredes y el fondo del pozo no van cubiertas
para facilitar la acción bacteriana. Se debe realizar el calzado del pozo en los primeros 60
cm de profundidad para evitar posibles desmoronamientos, lo que actúa de soporte de
una loza de hormigón que oficia de tapa.
Hornos de incineración: sirven para criaderos con gran número de aves. Transforman
los cadáveres en cenizas. Pueden ser simples recipientes con una parrilla o los
industriales de hierro con una cámara de cierre hermético que reduce en poco tiempo a
cenizas la materia orgánica.
Compostaje: Esta técnica se basa en un proceso biológico, que se realiza en condiciones
de fermentación aerobia, con suficiente humedad y que asegura una transformación
higiénica de los restos orgánicos (aves muertas y cama) en un abono homogéneo y
altamente asimilable por el suelo. En este proceso biológico intervienen la población
microbiana como son las bacterias, actinomicetos y hongos que son los responsables del
95% de la actividad del compostaje y también las algas, protozoos y cianofíceas. Además
en la fase final de este proceso intervienen también macroorganismos como
colémbolos, ácaros, lombrices y otras especies.
Depósitos
Sala de Necropsia