Articulo Academico
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Morbiato, Caterina
Prácticas resistentes en el México de la desaparición forzada
Trace. Travaux et Recherches dans les Amériques du Centre, núm. 71, enero, 2017, pp.
138-165
Centro de Estudios Mexicanos y Centroamericanos
Distrito Federal, México
de la desaparición forzada
Resistance Practices in Mexico
in times of Enforced Disappearance
Caterina Morbiato*
Resumen: Este artículo reflexiona sobre la práctica de la desaparición forzada y cómo está
ultrajando al territorio mexicano. Considerando la estrategia narrativa del Estado como
relato que embiste la posibilidad de verdad jurídica e histórica y que impone el olvido, se
analiza el desarrollo de construcciones de contraverdades que reivindican la urgencia de la
memoria inmediata. Esto a partir de dos casos: las Caravanas de Madres Centroamericanas
en México y el movimiento surgido del ataque a los estudiantes normalistas de Ayotzi-
napa; poniendo énfasis en cómo sus discursos y prácticas derrumban la narrativa unívoca
oficial. Finalmente, se presentan algunas reflexiones sobre el estado de miedo y violencia
que permea el país y la fundamental necesidad de aprender a nombrarlo.
Palabras clave: desaparición forzada, Ayotzinapa, migrantes, memoria, prácticas resistentes.
Abstract: This article reflects on how practice of enforced disappearance ravishes the
Mexican territory. Scrutinizing the State’s narrative strategy as a rhetorical assault on
the possibility of legal and historical truth, which imposes oblivion, it analyzes parallel
constructions of counter-truths that pressingly claim for immediate memory. Two cases are
used as a starting point of the analysis: the Caravan of Central American Mothers cross-
ing Mexico and the movement that arose as a result of the attack led against Ayotzinapa
normalista students on September 26th, 2014, bringing into focus how their discourses
and practices shatter the univocal official narrative. Finally, the article puts forward some
considerations on the state of fear and violence pervading the country at present as well
as a fundamental need to learn to call it by its name.
Keywords: enforced disappearance, Ayotzinapa, migrants, memory, resistance practices.
138 Trace 71, cemca, enero 2017, págs. 138-165, ISSN: 0185-6286
Résumé : Cet article met en jeu une réflexion sur la pratique de la disparition forcée et sur
la manière dont celle-ci outrage le territoire mexicain. À partir de la stratégie narrative
du récit de l’État qui s’approprie la vérité juridique et historique, et qui impose l’oubli, il
s’agit d’analyser l’élaboration de constructions de contre-vérités qui revendiquent l’urgence
d’une mémoire immédiate. Et ce à partir de deux cas : la Caravane des Mères d’Amérique
Centrale au Mexique et le mouvement issu de l’attaque contre les étudiants normalistes
d’Ayotzinapa. L’analyse s’attache à montrer comment leurs discours et pratiques détruisent
le récit officiel univoque. Enfin, sont présentées quelques réflexions sur l’état de peur et de
violence dans lequel vit le pays et sur la nécessité fondamentale d’apprendre à le nommer.
Mots-clés : disparition forcée, Ayotzinapa, migrants, mémoire, pratiques résistantes.
Lenguaje roto
Con Antígona González Sara Uribe (2014) se da la tarea de relatar cómo la trage-
dia de la desaparición forzada constituye un verdadero atentado al sentido, con el
cual, normalmente ordenamos el mundo. A lo largo de las páginas, la autora hurga
con precisión dolorosa entre los estragos que la desaparición forzada está dejando
en México: la búsqueda infinita, frustrante, enloquecedora de los que tienen algún
querido desaparecido; el miedo que acompaña la denuncia —una acción que en
este país puede llegar a constituir una verdadera condena a muerte—; el horror de
cuantos no han sido encontrados, sus rugidos afónicos. Hay un pasaje en donde la
protagonista (que busca a Tadeo, el hermano desaparecido) nos confía una reflexión
ingenua y al mismo tiempo brutal: “Yo me quedé pensando en el verbo desaparecer.
Ellos dijeron: Tadeo no aparece y yo pensé en el mago que iba a nuestra primaria.
[…] Desaparecer siempre fue para mí un acto de prestidigitadores. Alguien des-
aparecía algo y luego lo volvía a aparecer” (Uribe, 2014: 18). Son palabras que nos
recuerdan que hubo un tiempo en que pensamos el hacer desaparecer como un acto
simple: aquel ejercicio de ilusionismo al cual los espectadores son invitados a ser
cómplices pacientes de los trucos mágicos. Lo que se disuelve, irremediablemente
tiene que volver a aparecer porque sólo así el círculo se podrá cerrar cabalmente y
la magia guardará su poder.
En el mundo de la protagonista esta relación dialéctica se ha quebrantado y, con
ella, también algo más profundo. En lugar de la reaparición del hermano queda el
vacío: no hay restos ni rastros ni palabras que puedan, en lo más mínimo, enderezar
Los 43 de Ayotzinapa
Es importante hacer presencia […] hay que propiciar el encuentro ciudadano, el pro-
cesar el miedo del horror que vivimos actualmente, el hablar del horror, porque lo que
En los mensajes y los discursos producidos por la sociedad civil involucrada en las
protestas, el miedo figura como uno de los actores protagonistas: es nombrado, y
por ende, reconocido, “fichado”, individuado como una de las fuentes de amenaza
y decadencia social. A través de la operación de nombramiento se llega a refinar
lo inasible, lo opaco que entraña el miedo.
Como subraya González Rodríguez, “Ponerle un nombre a las cosas, o señalarlas
en el mundo, reviste un lance estratégico respecto de la fenomenología del miedo
y el potencial destructivo/constructivo de éste” (González, 2009: 79); el acto de
nombrar no sólo fortalece el tejido social, sino que cuestiona el orden del discurso
que da por sentada la aceptación de determinadas narrativas de la violencia.
Mucha gente piensa que un duelo es algo privado, que nos devuelve a una situación
solitaria y que, en este sentido, despolitiza. Pero creo que el duelo permite elaborar
en forma compleja el sentido de una comunidad política. […] Si mi destino no es ni
original ni finalmente separable del tuyo, entonces el “nosotros” está atravesado por una
correlatividad a la que no podemos oponernos con facilidad; o que más bien podemos
discutir, pero estaríamos negando algo fundamental acerca de las condiciones sociales
que nos constituyen (Butler, 2006: 48-49).
Bibliografía
Notas
1
Respecto a la cifra presentada cabe mencionar que en la entrega del “Informe especial sobre los
casos de secuestro de migrantes” al Comité de Naciones Unidas contra Desapariciones Forzadas,
el titular de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (cndh), Luis Raúl González Pérez,
declaró que en México no se dispone de cifras confiables ni de una metodología adecuada para
dar cuenta de forma fidedigna sobre las dimensiones del fenómeno de la desaparición forzada
(2015).
2
Según la Declaración sobre la protección de todas las personas contra las desapariciones forzadas
existe una desaparición forzada en caso de que “se arreste, detenga o traslade contra su voluntad a
las personas, o que éstas resulten privadas de su libertad de alguna otra forma por agentes guber-
namentales de cualquier sector o nivel, por grupos organizados o por particulares que actúan en
nombre del gobierno o con su apoyo directo o indirecto, su autorización o su asentimiento, y que
luego se niegan a revelar la suerte o el paradero de esas personas o a reconocer que están privadas
de la libertad, sustrayéndolas así a la protección de la ley, […] su práctica sistemática representa
un crimen de lesa humanidad” (Asamblea General de las Naciones Unidas, Resolución 47/133,
18 de diciembre de 1992).
3
El Informe de 2016 de Open Society Justice Initiative, “Atrocidades innegables: Confrontando
crímenes de lesa humanidad en México” enfatiza la confusión existente en la tipificación de
delitos: “Nadie sabe cuántas personas han desaparecido en México desde diciembre de 2006.
La cifra de 26 000 citada a menudo es engañosa y en gran parte arbitraria; constituye una con-
tabilidad defectuosa del gobierno de personas desaparecidas. El número registrado de personas
desaparecidas ha aumentado constantemente desde 2006, alcanzando un máximo anual de
5 194 desapariciones en 2014. Sin embargo, estas cifras no logran distinguir entre las categorías
de desaparecidos, e incluyen a personas desaparecidas por motivos no delictivos. […] Asimismo,
los fiscales a menudo han reclasificado de modo inapropiado los casos que involucran a autores
del Estado (desapariciones forzadas) como “secuestros”, precisamente en un momento en que
estos crímenes han alcanzado niveles alarmantes” (2016: 12-13).
4
En relación a la figura de funcionario o servidor público, señalamos que se menciona en la Cons-
titución Política de los Estados Unidos Mexicanos, Título Cuarto - De las responsabilidades de
los servidores públicos y el patrimonio del Estado, en el Artículo 108 lo siguiente: “Para los efec-
tos de las responsabilidades a que alude este Título se reputarán como servidores públicos a los
representantes de elección popular, a los miembros del Poder Judicial Federal y del Poder Judicial