Sistema
Sistema
Sistema
Los sistemas de producción engloban todos los elementos que permiten que la materia prima
se convierta en productos terminados.
Como ves, se trata de un concepto que tiene un rol central en las industrias, que a la vez
permite la disponibilidad de artículos y bienes de calidad para el ser humano.
Para entenderlo mejor, es importante que sepas de qué tratan los 4 tipos de sistemas de
producción esenciales y tradicionales.
Estos sistemas de producción también son conocidos como bajo pedido y son identificados con
la siglas MTO (Make to Order).
Se caracterizan por elaborar un solo tipo de producto por cada proceso de transformación y no
siguen un determinado flujo operacional.
En cuanto a los métodos productivos, pueden ser tanto manuales como mecánicos, o una
combinación de ambos.
Para llevar a cabo este tipo de producción, las compañías necesitan definir una lista de
materiales y maquinarias necesarias para desarrollar el proceso de transformación.También,
deben realizar un esquema explicativo, que contemple todos los pasos a seguir, y un plan
general, que aborde de forma cronológica y amplia todos los factores que formarán parte del
proceso productivo. Básicamente, se trata de un guion de trabajo.
Un ejemplo sencillo de la producción por trabajo o pedido lo encontramos en empresas
dedicadas a la carpintería.
Este tipo de negocios suelen llevar a cabo sus procesos productivos con base en los
requerimientos de los clientes, y no siguen flujos lineales de operación ni estandarizan los
bienes que fabrican.
Claro, con esto no queremos decir que las empresas que practican los sistemas de producción
por trabajo no cuenten con una filosofía o cultura productiva. Simplemente, estos valores no
siempre son aplicados a los mismos tipos de productos ni a lotes continuos de cantidades
similares.
Estos sistemas de producción son la antítesis de los anteriores. Su función es fabricar cientos,
miles e, incluso, millones de productos idénticos de forma continua.
La principal característica de este sistema, que lo diferencia de cualquier otro, es que nunca
para. Sí, se trata de un proceso productivo que se mantiene las 24 horas del día y los 7 días de
la semana.
El gran objetivo de este sistema es maximizar la producción y, a la vez, reducir los costes que
conlleva detener e iniciar procedimientos.Para aplicar esta clase de producción se necesita de
un importante “músculo” económico, ya que, lógicamente, resulta inviable ejecutarla de forma
manual, ya que ningún trabajador soportaría tal carga laboral.
Es por ello que la producción de flujo continuo demanda de sólidos sistemas tecnológicos,
mecánicos y automatizados, que requieran de menor cantidad de personas y faciliten la
estandarización y normalización.
En las fábricas que practican este sistema, los operadores y otros trabajadores suelen dedicar
sus esfuerzos a labores más relacionadas con la planeación, supervisión y seguimiento.
Eso sí, se necesita mucho más que recursos económicos para lograr que estos procesos sean
rentables. También es importante que la demanda del producto fabricado sea lo
suficientemente alta, puesto que de lo contrario puede conllevar grandes pérdidas.
En el moderno mercado actual, resulta muy sencillo encontrar ejemplos de producción de flujo
continuo, principalmente en industrias y actividades como:
Refinación de petróleo
Producción de azúcar
Producción de fertilizantes
Otro caso común son las plantas de tratamiento de aguas residuales sanitarias.
3. Producción en masa
Al igual que la anterior, se enfoca en producir un gran volumen de productos idénticos dentro
de una misma línea de producción; sin embargo, no se realiza de forma continua.
Esto quiere decir que el flujo operativo se reinicia una y otra vez, aunque las fábricas sigan
parámetros de automatización y normalización.
Es por ello que en la mayoría de los casos la producción en masa es valorada como un proceso
de ensamblaje o de unificación de elementos, que dan como resultado un producto bien
terminado.
Uno de los ejemplos más eficientes de este tipo de producción lo encontramos en la industria
de bebidas gaseosas, especialmente en empresas como Coca Cola y Pepsi.
Lo mismo sucede con muchas fábricas de productos alimenticios que se abastecen de materia
prima agrícola, como semillas, frutos y cereales.
La cantidad del producto, al igual que la frecuencia productiva, depende de las características
de la empresa y los requerimientos de su público o mercado.
Aunque este método ayuda a organizar la producción, genera mayores dificultades que los
lineales y masivos, ya que el factor humano es mayor y se presentan más eventos de paro.
Esta práctica es común en pequeñas y medianas fábricas o empresas, como es el caso de las
panaderías (croissants, pasteles, dulces.