Espiritu Humano Espiritu Santo
Espiritu Humano Espiritu Santo
Espiritu Humano Espiritu Santo
Cada ser humano nacimos con el espíritu creado por Dios. Es muy importante que los
creyentes adventistas sepamos que tenemos un espíritu humano. Si un creyente adventista
no sabe que tiene un espíritu, nunca entenderá la dinámica de conversión a la imagen de
Cristo a través de la comunicación y alimentación con el Espíritu Santo. Siempre que se usa
la palabra “espíritu”, se refiere a la parte inmaterial del hombre que se “conecta” con Dios,
quien en sí mismo es el Espíritu Santo.
Juan 4:24 Dios es Espíritu Santo; y los que le adoran, en espíritu humano y en verdad es
necesario que adoren.
Romanos 8:16 El Espíritu Santo mismo da testimonio a nuestro espíritu humano, de que
somos hijos de Dios.
Encontramos menciones al espíritu humano tanto en el Antiguo Testamento como en el
Nuevo.
Zacarías 12:1 Jehová, que extiende los cielos y funda la tierra, y forma el espíritu del
hombre dentro de él.
Job 32:8 Ciertamente espíritu hay en el hombre, y el Espíritu del Omnipotente le hace que
entienda.
En 1 Corintios 2:11Porque ¿quién de los hombres sabe las cosas del hombre, sino el espíritu
del hombre que está en él? Así tampoco nadie conoció las cosas de Dios, sino el Espíritu de
Dios.
Romanos 8:16 16 El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu, de que somos hijos de
Dios.
Proverbios 25:28 Como ciudad derribada y sin muro Es el hombre cuyo espíritu no tiene
rienda.
2 Timoteo 4:22 dice: “El Señor esté con tu espíritu”.
Esto significa que el que el Señor esté con nuestro espíritu es algo que podemos
experimentar ahora mismo, en el presente. Desde el principio de la Biblia, podemos ver que
Dios nos creó con este espíritu humano.
Génesis 2:7 dice: “Jehová Dios formó al hombre del polvo de la tierra y sopló en su nariz
aliento de vida, y llegó a ser el hombre alma viviente”.
Este aliento de vida, se convirtió en la vida del cuerpo y en el espíritu.
El “polvo de la tierra” se refiere al cuerpo físico y “alma viviente” se refiere al alma, la cual
es la parte psicológica de una persona, su mente, parte emotiva y voluntad.
Pero, ¿qué es el “aliento de vida”? “El aliento de vida” se refiere a la tercera parte del
hombre, el espíritu humano. Esto se nos confirma en Proverbios 20:27, donde dice:
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“Lámpara de Jehová es el espíritu del hombre”. La misma palabra hebrea usada para
“espíritu” (neshamah) en este versículo es la palabra que se traduce “aliento” en Génesis
2:7
El aliento de vida es el espíritu humano, la parte más profunda de nuestro ser. Saber acerca
de nuestro espíritu humano es fundamental para nuestra vida cristiana.
Nuestro cuerpo físico y nuestra alma (alma = la voluntad, mente, y las emociones), tienen
sus propias funciones específicas; sólo nuestro espíritu humano tiene la capacidad de
contactar a Dios, a través del Espíritu Santo.
Se conoce que el cerebro produce espiritualidad. Dios ha colocado en el cerebro humano
estructuras que permiten la experiencia espiritual y el contacto con nuestro Creador a
través del Espíritu Santo.
Cuando conectamos el aliento de vida que Dios ha puesto dentro de nosotros con el Espíritu
Santo, es cuando se obran milagros en nosotros y nos reconvierten a la imagen y testimonio
de Jesucristo. Brotará en nosotros la verdad y la vida, la luz de Dios, el testimonio de Jesús.
Actuaremos en coherencia con los mandamientos que nos mandó: amar a Dios y amar al
prójimo como a nosotros mismos, en testimonios y hechos.
Desde el principio, La Santa Trinidad decidió enviar al Espíritu Santo a otros hombres, los
profetas. Muchos fueron maltratados, como Jeremías; algunos incluso asesinados, como
Isaías o Juan el Bautista.
Cristo fue enviado para enseñar a los seres humanos la verdad. El habló del Reino de Dios y
de la esperanza de vivir para siempre. Predicó con el ejemplo. De hecho, demostró cómo
hacer la voluntad de Dios incluso en circunstancias difíciles. Y cuando fue maltratado, no se
vengó. Jesucristo cumplió su misión en la tierra, abrir nuestros ojos para que podamos
comprender y responder al mensaje del evangelio y restaurar nuestra relación con Dios.
Volvió con su padre y enviaron al Consolador.
La conciencia es cuando Dios, por medio del Espíritu Santo, le habla a nuestro espíritu.
La boca de nuestro espíritu humano es la conciencia. Nuestro espíritu humano es el oído
para escuchar al Espíritu Santo. Nuestro espíritu humano lo utiliza Dios, para discernir las
intenciones de otras personas. Muchas veces, ha ocurrido, que una persona viene a
proponernos un asunto incorrecto, y de pronto, percibimos su intención maligna, y
decimos: le conocí su intención. Este tipo de investigación y juicio no lo puede hacer la
mente sino el espíritu humano.
Si una persona no ha aprendido a obedecer la voz de su conciencia, el hablar de Dios por
medio de su espíritu será muy poco. Mientras más limpia este la conciencia, mas Dios
utilizara nuestro espíritu para hablarnos
¿Dónde está localizada la conciencia? La conciencia la encontramos en Romanos 9:1” ...y mi
conciencia me da testimonio en el Espíritu Santo”. Romanos 8:16 El Espíritu mismo da
testimonio a nuestro espíritu, de que somos hijos de Dios.
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Salmo 51:10 Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, Y renueva un espíritu recto dentro de
mí. Distinguir lo correcto de lo incorrecto está relacionado con la conciencia, este versículo
también prueba que la conciencia está en el espíritu humano.
La conciencia puede endurecerse para no escuchar: La conciencia es el órgano que nos dice
como estamos delante de Dios. Cuando hacemos algo incorrecto, si la conciencia está
limpia, sentiremos y oiremos la voz de la conciencia acusándonos y nos exhortará a no
hacer eso otra vez. Ser endurecido en el espíritu significa no prestarle atención a la voz de la
conciencia cuando nos advierte del peligro que corremos cuando vamos a hacer algo
incorrecto. Cuando no hacemos caso a la voz de la conciencia ella se endurece, y cuando la
conciencia se endurece, dejamos de escuchar la voz de ella.
1 Timoteo 4: 1-2 Pero el Espíritu dice claramente que en los postreros tiempos algunos
apostatarán de la fe, escuchando a espíritus engañadores y a doctrinas de demonios; 2 por
la hipocresía de mentirosos que, teniendo cauterizada la conciencia,
Nos habla de una conciencia endurecida, lleva a la caída espiritual.
Cuando la conciencia de una persona esta endurecida, significa que tal persona no admite
consejo y por eso vive una vida de doble moral, de hipocresía.
La intuición es el órgano que está en nuestro espíritu para tener contacto con Dios, el
cual nos guía a adorar a Dios. Por medio de la intuición recibimos conocimientos y
revelaciones directamente de Dios. En nuestro espíritu hay tal órgano o función, éste
órgano actúa independiente de la razón, circunstancia o trasfondo.
Job 32: 8 “ciertamente espíritu hay en el hombre, y el Espíritu del Omnipotente le hace que
entienda”. La intuición es el oído del espíritu humano para escuchar a Dios, así como la
conciencia es la boca del espíritu: el oído o la intuición escucha y le transmite a la conciencia
lo que oye de Dios.
La conciencia le transmite a la mente y la mente le transmite a la voluntad, y la voluntad es
que da la orden para que el cuerpo ejecute lo que dice la mente.
La intuición y la conciencia funcionan juntos para darnos a entender las cosas de Dios.
Ambas son funciones del espíritu humano. Una recibe (la intuición) Y la otra transmite (la
conciencia).
Juan 4: 24 Dios es Espíritu; y los que le adoran, en espíritu y en verdad es necesario que
adoren.
Así que se adora a Dios por medio de nuestro espíritu humano.
3
El Espíritu Santo
Según el credo de la Iglesia Adventista, “Dios Espíritu Santo fue parte activa con el Padre y
el Hijo en la Creación, la encarnación y la redención. Él es tan persona como lo son el Padre
y el Hijo. Él inspiró a los autores de las Escrituras. Él atrae y convence a los seres humanos; y
a aquellos que responden, Él los renueva y transforma a la imagen de Dios. El Espíritu Santo
fue enviado por el Padre y el Hijo para estar siempre con sus hijos”
El Espíritu Santo es el único que puede conectar con nuestro espíritu humano que La santa
Trinidad decidió poner dentro de nosotros.
Nuestro espíritu humano es la parte de nuestro ser que es de Dios, así que tenemos que
usar nuestro espíritu humano para encontrarnos con el Espíritu Santo que nos fue enviado
para regenerarnos y reconstruirnos, para dar la imagen de Cristo Jesús y poder evangelizar
el mundo, salvar a las personas que son nuestros hermanos y hermanas y volver a nuestra
casa de nuestro padre, que prometió a través de Jesús que va a volver a por nosotros.
La Santa Trinidad ha puesto en nosotros el aliento de vida que es el espíritu humano, para
ponernos en contacto con el Espíritu Santo para la regeneración y transformación a la
imagen de Cristo.
Jesús vendrá a rescatarnos. El prometió y cumplirá su promesa. Él nos identificará según el
trabajo de entrenamiento que hemos hecho con el Espíritu Santo y que nos ha convertido a
la imagen de Cristo.
Cuando vuelva el Señor Jesucristo, él nos reconocerá desde lejos a los que hemos
entrenado y hemos permitido al gran Espíritu Santo que habite en nosotros. La
regeneración so renacer se lleva a cabo en el espíritu humano por medio del Espíritu Santo
de Dios.
Romanos 8:16: “El Espíritu mismo da testimonio juntamente con nuestro espíritu, de que
somos hijos de Dios”.
1 Corintios 6:17, Pablo dice: “Pero el que se une al Señor, es un solo espíritu con Él”.
El espíritu humano nos envía señales sobre las percepciones erróneas a través de la
conciencia. Entrenamos y unimos el espíritu humano con el Espíritu Santo. El Espíritu Santo
repara. Convierte. Nos transforma para dar testimonio, presentar el evangelio y salvar
personas.
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Ejemplo conectar un enchufe a una toma de corriente.
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La verdad os hará libres
Juan 8:31,32 31 Dijo entonces Jesús a los judíos que habían creído en él: Si vosotros
permaneciereis en mi palabra, seréis verdaderamente mis discípulos; 32 y conoceréis la
verdad, y la verdad os hará libres.
Entrenar diariamente con el Espíritu Santo nos lleva a conocer la verdad. Cuando vivimos en
la verdad, irradiamos amor, porque en la verdad no existe el mal y el bien, no hay
prohibiciones, no hay opiniones contrarias.
Al entrenar cada día, crecemos espiritual, nos santificamos, se corrigen nuestros errores,
nos elevamos por encima de los juicios mundanos, porque en el Espíritu Santo no hay cosas
como: soy mejor cristiano que tú, buenas cosas, malas cosas, fealdad, belleza, pecar, virtud.
Esto porque el Espíritu Santo que es Jesús es únicamente amor. Cuando entrenamos con el
Espíritu Santo estamos cerca de la verdad y cerca de grandes bendiciones.
¿Porque debemos entrenar cada día con el Espíritu Santo? Porque nuestra sabiduría crece
con el entrenamiento espiritual, dejándonos ver las cosas con mayor claridad. Cuando
percibimos la verdad, ya no comprenderemos mal las cosas, no seremos engañados por la
imaginación y no seremos influenciados por los prejuicios. Cuando entrenamos duramente,
más nos acercamos a la imagen de Cristo Jesús y brotaran la inocencia, la bondad, el amor y
la compasión. Esto es necesario para ser creíbles en el mundo, dar testimonio y salvar
personas. Es lo que el Señor desea de nosotros. Nada más que salvar personas. Porque
todos somos sus hijos e hijas.
El entrenamiento con el Espíritu Santo es un proceso de reparación de la mente, eliminar la
conciencia de culpabilidad, es un proceso de reconstrucción de la imagen de Jesús dentro
de nosotros mismos, para dar testimonio de la verdad y salvar vidas. Solamente entrenar
con el Espíritu Santo puede destruir la ignorancia que hay en nosotros.