El Reino Milenial

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El Reino Milenial

Teología Sistemática 2 es el estudio de las doctrinas bíblicas de


la salvacion: expíación, sustitución, redención, reconciliación,
propiciación, justificación, elección, predestinación,
regeneración, conversión, arrepentimiento, la adopción y la unión
mística del creyente con Cristo.  Incluye el estudio de las
doctrinas acerca de la iglesia: sus miembros,  propósito,
comisión, culto, organización y ordenanzas.  Incluye el estudio de
las profecías de la Biblia: principalmente las no cumplidas
todavía como el arrebatamiento de la iglesia, la Tribulación, la
segunda venida de Jesucristo, el reino milenial, los juicios finales
y el estado eterno.
A. El Concepto del Reino de Dios

En las Escrituras, la expresión «reino de Dios» en general se refiere a la esfera del gobierno de Dios en el
universo. Puesto que Dios ha sido siempre soberano y omnipotente, hay un sentido en que el reino de
Dios es eterno. Nabucodonosor, rey de Babilonia que fuera humillado por Dios, dio testimonio de esto
cuando dijo: «Bendije al Altísimo, y alabé y glorifiqué al que vive para siempre, cuyo dominio es
sempiterno, y su reino por todas las edades. Todos los habitantes de la tierra son considerados como
nada; y él hace según su voluntad en el ejército del cielo, y en los habitantes de la tierra y no hay quien
detenga su mano, y le diga: ¿Qué haces?» (Dn. 4:34-35).

Sin embargo, el gobierno universal de Dios fue desafiado en la eternidad pasada por Satanás y los seres
angélicos que se unieron a él en su rebelión contra Dios. Aunque Dios demostró su soberanía juzgando a
los rebeldes, la entrada del pecado en el mundo introdujo el programa divino para demostrar la soberanía
de Dios en la historia humana. Esto comprende el concepto de un reino teocrático, esto es, un reino en
que Dios es el gobernador supremo, aun cuando obra por medio de sus criaturas. Cuando Adán fue
creado, se le dio dominio sobre toda la tierra.

Gn. 1:26-28 26 Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra
semejanza; y señoree en los peces del mar, en las aves de los cielos, en las bestias, en toda la tierra, y en
todo animal que se arrastra sobre la tierra.  27 Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo
creó; varón y hembra los creó.  28 Y los bendijo Dios, y les dijo: Fructificad y multiplicaos; llenad la
tierra, y sojuzgadla, y señoread en los peces del mar, en las aves de los cielos, y en todas las bestias que
se mueven sobre la tierra.

Sin embargo, en desobediencia a Dios, Adán y Eva comieron del fruto prohibido. En su caída en pecado
Adán perdió el derecho de gobierno, y de allí en adelante la soberanía de Dios que había sido entregada al
hombre fue delegada en ciertas personas escogidas a quienes Dios entregó el gobierno.
Consecuentemente, se ha permitido que algunos hombres reinen a través de la historia. Por ejemplo,
Daniel le recordó esto a Belsasar al referirse al hecho de que Dios había castigado a Nabucodonosor
«hasta que reconoció que el Altísimo Dios tiene dominio sobre el reino de los hombres, y que pone sobre
él al que le place» (Dn. 5:21).

En el Antiguo Testamento, una demostración importante del gobierno teocrático fue el reino de Israel
bajo los reyes Saúl, David y Salomón. Los gobernadores gentiles también pudieron tener una esfera de
gobierno político, en el propósito soberano de Dios. Este concepto general de gobierno bajo permisión y
dirección divina es mencionado en Romanos 13:1, donde Pablo escribe: «Sométase toda persona a las
autoridades superiores; porque no hay autoridad sino de parte de Dios, y las que hay, por Dios han sido
establecidas.»
En adición a la soberanía de Dios manifestada en los gobiernos políticos y en sus gobernadores, las
Escrituras dan testimonio del gobierno espiritual, en el que Dios gobierna los corazones de los hombres.
Esto ha sido así desde el comienzo de la raza humana, y el reino espiritual incluye a todos los que se
sujetan voluntariamente a Dios, sean hombres o ángeles. Pablo se refería a este concepto espiritual de
reino en Romanos 14:17 al decir: «Porque el reino de Dios no es comida ni bebida, sino justicia, paz y
gozo en el Espíritu Santo.»

En el Evangelio de Mateo se hace una distinción entre el uso de las expresiones «reino de Dios» y «reino
de los cielos». Muchos intérpretes consideran estas expresiones como sinónimas, puesto que Mateo
frecuentemente usa la expresión «reino de los cielos» en versículos similares a los que en otros
evangelios se usa «reino de Dios». Aunque las expresiones mismas son muy similares, el uso parece
indicar que «reino de los cielos» es una expresión más amplia que «reino de Dios», e incluye la esfera de
la profesión de fe, como en la parábola del trigo y la cizaña, donde el reino de los cielos aparentemente
incluye la cizaña, y en la parábola de la red, donde el reino de los cielos parece incluir peces buenos y
malos.

Mt. 13:24-30 24 Les refirió otra parábola, diciendo: El reino de los cielos es semejante a un hombre que
sembró buena semilla en su campo;  25 pero mientras dormían los hombres, vino su enemigo y sembró
cizaña entre el trigo, y se fue.  26 Y cuando salió la hierba y dio fruto, entonces apareció también la
cizaña. 27Vinieron entonces los siervos del padre de familia y le dijeron: Señor, ¿no sembraste buena
semilla en tu campo? ¿De dónde, pues, tiene cizaña?  28 El les dijo: Un enemigo ha hecho esto. Y los
siervos le dijeron: ¿Quieres, pues, que vayamos y la arranquemos?  29 El les dijo: No, no sea que al
arrancar la cizaña, arranquéis también con ella el trigo. 30 Dejad crecer juntamente lo uno y lo otro hasta
la siega; y al tiempo de la siega yo diré a los segadores: Recoged primero la cizaña, y atadla en manojos
para quemarla; pero recoged el trigo en mi granero.

Mt. 13:36-43 36 Entonces, despedida la gente, entró Jesús en la casa; y acercándose a él sus discípulos,
le dijeron: Explícanos la parábola de la cizaña del campo.  37 Respondiendo él, les dijo: El que siembra la
buena semilla es el Hijo del Hombre.  38 El campo es el mundo; la buena semilla son los hijos del reino, y
la cizaña son los hijos del malo.  39 El enemigo que la sembró es el diablo; la siega es el fin del siglo; y los
segadores son los ángeles. 40 De manera que como se arranca la cizaña, y se quema en el fuego, así será
en el fin de este siglo. 41 Enviará el Hijo del Hombre a sus ángeles, y recogerán de su reino a todos los
que sirven de tropiezo, y a los que hacen iniquidad, 42 y los echarán en el horno de fuego; allí será el lloro
y el crujir de dientes.  43 Entonces los justos resplandecerán como el sol en el reino de su Padre. El que
tiene oídos para oír, oiga.

Mt. 13:47-50 47 Asimismo el reino de los cielos es semejante a una red, que echada en el mar, recoge de
toda clase de peces; 48 y una vez llena, la sacan a la orilla; y sentados, recogen lo bueno en cestas, y lo
malo echan fuera. 49 Así será al fin del siglo: saldrán los ángeles, y apartarán a los malos de entre los
justos,50 y los echarán en el horno de fuego; allí será el lloro y el crujir de dientes.

Por otra parte, el reino de Dios no se considera como una esfera de profesión, sino una esfera de
verdadera situación espiritual, como se ilustra en Juan 3:5, donde Cristo dice a Nicodemo: «De cierto, de
cierto te digo, que el que no naciere de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios.» Sin
embargo, la mayoría de los expositores prefieren el punto de vista de que no hay una diferencia esencial
entre los dos reinos.

No obstante, hay una distinción más importante que radica en el contraste entre el reino en la era actual y
el reino en el milenio. El reino en la era actual es un misterio, esto es, sus características principales son
revelaciones que no fueron dadas en el Antiguo Testamento (cf. Mt. 13); pero el reino en su forma
milenial será cumplido después de la segunda venida de Cristo y no es un misterio. 

Esto también comprende la distinción entre reino invisible —el gobierno de Dios en los corazones de los
creyentes en la era presente— y el reino visible y glorioso de Dios que todos veremos en la tierra después
de su segunda venida. Esta distinción es completamente importante y esencial para distinguir entre la era
actual como esfera de gobierno divino y el que existirá en el reino milenial.
Existen tres interpretaciones importantes en relación al concepto de reino milenial. El punto de vista
premilenial interpreta las Escrituras diciendo que la segunda venida de Cristo será primera, y luego
vendrá un reinado de Cristo de mil años sobre la tierra antes de que el estado eterno de un nuevo cielo y
una nueva tierra sea establecido. Se llama premilenial, porque pone la venida de Cristo antes del reino
milenial.

El segundo punto de vista es el amilenialismo, que niega que haya un reino milenial literal sobre la tierra.
Generalmente hablando, este punto de vista sostiene que Cristo vendrá en su segunda venida e
inmediatamente dará paso a los nuevos cielos y a la nueva tierra sin que haya un reinado de mil años. Este
punto de vista interpreta muchos- pasajes del Antiguo y el Nuevo Testamentos que se refieren al reino
milenial como predicciones que se están cumpliendo en forma no literal, ya sea en la experiencia actual
de la iglesia sobre la tierra o la experiencia de la iglesia en el cielo.

Un tercer punto de vista es el postmilenialismo. Esta interpretación cree que en la edad actual se verá el
triunfo del evangelio en el mundo y así se introducirá una edad de oro cuando hasta cierto punto se
cumplirán la justicia y la paz profetizadas para el reino milenial. Es llamado postmilenialismo porque
considera que la segunda venida de Cristo será el clímax de la edad de oro, y pondrá fin al milenio. El
postmilenialismo conservador representa un reinado supremo de Cristo sobre los corazones de los
hombres por un período literal de mil años. El postmilenialismo más liberal es similar a los puntos de
vista de la evolución y considera un avance gradual en el progreso del mundo que culmina en una edad
dorada. Debido a todas las tendencias de la historia del siglo XX, ha habido poca base para creer que la
causa de Dios será prosperada en el mundo por medios humanos, y la mayoría de los intérpretes de la
actualidad son amilenialistas o premilenialistas.

Aunque se han presentado muchos argumentos en Pro y en contra del concepto de un milenio literal, la
solución está determinada por el punto hasta el cual las profecías de las Escrituras se interpretan
literalmente. En esta discusión se supondrá que la profecía debe ser interpretada literalmente en el mismo
sentido que cualquier otro tema de la revelación divina. Consecuentemente, muchas predicciones del
Antiguo Testamento, así como el capítulo clásico de Apocalipsis 20 en el Nuevo Testamento, se
interpretan literalmente como que quieren decir lo que dicen: que habrá un reinado literal de Cristo sobre
la tierra después de su segunda venida y antes que sean creados los nuevos cielos y la nueva tierra. El
libro de Walvoord The Millennial Kingdom (El reino milenial) presenta argumentos detallados acerca de
los diversos puntos de vista sobre el milenio, y es una discusión detallada de esta cuestión.

B. El Reino Milenial, un Reinado de Dios sobre la Tierra.

En contraste con el punto de vista amilenial, que considera el reino de Dios primariamente como un
reinado espiritual en los corazones de los hombres, muchos pasajes apoyan la conclusión de que el reino
es un reino literal sobre la tierra, en el cual Cristo será realmente el gobernador político supremo y el líder
espiritual y objeto de culto. Este concepto se presenta en forma amplia en el Antiguo Testamento y en el
Nuevo.

En el Salmo 2, donde se anuncia la rebelión de la nación contra Dios, se le da la siguiente orden al Hijo
de Dios: «Pídeme, y te daré por herencia las naciones, y como posesión tuya los confines de la tierra» (y.
8). Este no es un gobierno espiritual, sino un gobierno político real, como se ve en el versículo siguiente:
«Los quebrantarás con vara de hierro, como vasija de alfarero los desmenuzarás» (y. 9). Evidentemente
esto no puede referirse a la iglesia o a un reinado espiritual en el cielo, sino más bien representa a un
monarca absoluto que abatirá a los inicuos y los pondrá bajo sujeción 

Otro pasaje importante que enfatiza el carácter terrenal del reino es Isaías 11, donde Jesús, como
descendiente de David, es presentado como que trae un justo juicio sobre la tierra y castiga a los impíos.
Isaías 11:4 afirma: «Juzgará con justicia a los pobres, y argüirá con equidad por los mansos de la tierra;
y herirá la tierra con la espada de su boca, y con el espíritu de sus labios matará al impío .» En este
pasaje se menciona frecuentemente la tierra (como en Is. 11:9  No harán mal ni dañarán en todo mi santo
monte; porque la tierra será llena del conocimiento de Jehová, como las aguas cubren el mar.), y se
describen los tratos de Dios con las naciones a fin de recoger a Israel de entre todas las naciones.

Una cantidad casi innumerable de otros versículos afirman o implican que el reino será sobre la tierra.
Is. 42:4 4 No se cansará ni desmayará, hasta que establezca en la tierra justicia; y las costas esperarán
su ley.

Jer. 23:3-6 3 Y yo mismo recogeré el remanente de mis ovejas de todas las tierras adonde las eché, y las
haré volver a sus moradas; y crecerán y se multiplicarán.  4 Y pondré sobre ellas pastores que las
apacienten; y no temerán más, ni se amedrentarán, ni serán menoscabadas, dice Jehová. 5 He aquí que
vienen días, dice Jehová, en que levantaré a David renuevo justo, y reinará como Rey, el cual será
dichoso, y hará juicio y justicia en la tierra.  6 En sus días será salvo Judá, e Israel habitará confiado; y
este será su nombre con el cual le llamarán: Jehová, justicia nuestra.

Dn. 2:35-45 35 Entonces fueron desmenuzados también el hierro, el barro cocido, el bronce, la plata y el
oro, y fueron como tamo de las eras del verano, y se los llevó el viento sin que de ellos quedara rastro
alguno. Mas la piedra que hirió a la imagen fue hecha un gran monte que llenó toda la tierra. 36 Este es el
sueño; también la interpretación de él diremos en presencia del rey.  37 Tú, oh rey, eres rey de reyes;
porque el Dios del cielo te ha dado reino, poder, fuerza y majestad.  38Y dondequiera que habitan hijos de
hombres, bestias del campo y aves del cielo, él los ha entregado en tu mano, y te ha dado el dominio
sobre todo; tú eres aquella cabeza de oro.  39 Y después de ti se levantará otro reino inferior al tuyo; y
luego un tercer reino de bronce, el cual dominará sobre toda la tierra.  40 Y el cuarto reino será fuerte
como hierro; y como el hierro desmenuza y rompe todas las cosas, desmenuzará y quebrantará todo.  41 Y
lo que viste de los pies y los dedos, en parte de barro cocido de alfarero y en parte de hierro, será un
reino dividido; mas habrá en él algo de la fuerza del hierro, así como viste hierro mezclado con barro
cocido. 42 Y por ser los dedos de los pies en parte de hierro y en parte de barro cocido, el reino será en
parte fuerte, y en parte frágil. 43 Así como viste el hierro mezclado con barro, se mezclarán por medio de
alianzas humanas; pero no se unirán el uno con el otro, como el hierro no se mezcla con el barro.  44 Y en
los días de estos reyes el Dios del cielo levantará un reino que no será jamás destruido, ni será el reino
dejado a otro pueblo; desmenuzará y consumirá a todos estos reinos, pero él permanecerá para
siempre, 45 de la manera que viste que del monte fue cortada una piedra, no con mano, la cual desmenuzó
el hierro, el bronce, el barro, la plata y el oro. El gran Dios ha mostrado al rey lo que ha de acontecer en
lo por venir; y el sueño es verdadero, y fiel su interpretación.

Zac. 14:1-9 1 He aquí, el día de Jehová viene, y en medio de ti serán repartidos tus despojos.  2 Porque yo
reuniré a todas las naciones para combatir contra Jerusalén; y la ciudad será tomada, y serán saqueadas
las casas, y violadas las mujeres; y la mitad de la ciudad irá en cautiverio, mas el resto del pueblo no
será cortado de la ciudad. 3 Después saldrá Jehová y peleará con aquellas naciones, como peleó en el día
de la batalla. 4 Y se afirmarán sus pies en aquel día sobre el monte de los Olivos, que está en frente de
Jerusalén al oriente; y el monte de los Olivos se partirá por en medio, hacia el oriente y hacia el
occidente, haciendo un valle muy grande; y la mitad del monte se apartará hacia el norte, y la otra mitad
hacia el sur. 5 Y huiréis al valle de los montes, porque el valle de los montes llegará hasta Azal; huiréis de
la manera que huisteis por causa del terremoto en los días de Uzías rey de Judá; y vendrá Jehová mi
Dios, y con él todos los santos. 6 Y acontecerá que en ese día no habrá luz clara, ni oscura.  7 Será un día,
el cual es conocido de Jehová, que no será ni día ni noche; pero sucederá que al caer la tarde habrá
luz. 8 Acontecerá también en aquel día, que saldrán de Jerusalén aguas vivas, la mitad de ellas hacia el
mar oriental, y la otra mitad hacia el mar occidental, en verano y en invierno.  9 Y Jehová será rey sobre
toda la tierra. En aquel día Jehová será uno, y uno su nombre.

La descripción en estos pasajes del reinado de Cristo sobre la tierra en el reino milenial evidentemente no
describe la edad presente ni describe el cielo. Cualquier cumplimiento razonable requeriría de un reinado
literal sobre la tierra a continuación de la segunda venida de Cristo.

C. Cristo como Rey de Reyes en el Milenio.

Muchos pasajes del Antiguo y del Nuevo Testamentos combinan su testimonio de que Cristo será
gobernador supremo sobre la tierra. Cristo, como hijo de David, se sentará sobre el trono de David.

2S. 7:16 16 Y será afirmada tu casa y tu reino para siempre delante de tu rostro, y tu trono será estable
eternamente.

 
Sal. 89:20-37 20      Hallé a David mi siervo;
Lo ungí con mi santa unción.
            21          Mi mano estará siempre con él,
Mi brazo también lo fortalecerá.
            22          No lo sorprenderá el enemigo,
Ni hijo de iniquidad lo quebrantará;
            23          Sino que quebrantaré delante de él a sus enemigos,
Y heriré a los que le aborrecen.
            24          Mi verdad y mi misericordia estarán con él,
Y en mi nombre será exaltado su poder.
            25          Asimismo pondré su mano sobre el mar,
Y sobre los ríos su diestra.
            26          El me clamará: Mi padre eres tú,
Mi Dios, y la roca de mi salvación.
            27          Yo también le pondré por primogénito,
El más excelso de los reyes de la tierra.
            28          Para siempre le conservaré mi misericordia,
Y mi pacto será firme con él.
            29          Pondré su descendencia para siempre,
Y su trono como los días de los cielos.
            30          Si dejaren sus hijos mi ley,

      Y no anduvieren en mis juicios,


                  31
        Si profanaren mis estatutos,
Y no guardaren mis mandamientos,
            32          Entonces castigaré con vara su rebelión,
Y con azotes sus iniquidades.
            33          Mas no quitaré de él mi misericordia,
Ni falsearé mi verdad.
            34          No olvidaré mi pacto,
Ni mudaré lo que ha salido de mis labios.
            35          Una vez he jurado por mi santidad,
Y no mentiré a David.
            36          Su descendencia será para siempre,
Y su trono como el sol delante de mí.
            37          Como la luna será firme para siempre,

      Y como un testigo fiel en el cielo.

Is. 11:1-16 1 Saldrá una vara del tronco de Isaí, y un vástago retoñará de sus raíces.  2 Y reposará sobre él
el Espíritu de Jehová; espíritu de sabiduría y de inteligencia, espíritu de consejo y de poder, espíritu de
conocimiento y de temor de Jehová.  3 Y le hará entender diligente en el temor de Jehová. No juzgará
según la vista de sus ojos, ni argüirá por lo que oigan sus oídos;  4 sino que juzgará con justicia a los
pobres, y argüirá con equidad por los mansos de la tierra; y herirá la tierra con la vara de su boca, y con
el espíritu de sus labios matará al impío.  5 Y será la justicia cinto de sus lomos, y la fidelidad ceñidor de
su cintura. 6 Morará el lobo con el cordero, y el leopardo con el cabrito se acostará; el becerro y el león
y la bestia doméstica andarán juntos, y un niño los pastoreará.  7 La vaca y la osa pacerán, sus crías se
echarán juntas; y el león como el buey comerá paja.  8 Y el niño de pecho jugará sobre la cueva del áspid,
y el recién destetado extenderá su mano sobre la caverna de la víbora.  9 No harán mal ni dañarán en todo
mi santo monte; porque la tierra será llena del conocimiento de Jehová, como las aguas cubren el
mar. 10 Acontecerá en aquel tiempo que la raíz de Isaí, la cual estará puesta por pendón a los pueblos,
será buscada por las gentes; y su habitación será gloriosa. 11 Asimismo acontecerá en aquel tiempo, que
Jehová alzará otra vez su mano para recobrar el remanente de su pueblo que aún quede en Asiria,
Egipto, Patros, Etiopía, Elam, Sinar y Hamat, y en las costas del mar.  12 Y levantará pendón a las
naciones, y juntará los desterrados de Israel, y reunirá los esparcidos de Judá de los cuatro confines de
la tierra. 13 Y se disipará la envidia de Efraín, y los enemigos de Judá serán destruidos. Efraín no tendrá
envidia de Judá, ni Judá afligirá a Efraín;  14 sino que volarán sobre los hombros de los filisteos al
occidente, saquearán también a los de oriente; Edom y Moab les servirán, y los hijos de Amón los
obedecerán. 15 Y secará Jehová la lengua del mar de Egipto; y levantará su mano con el poder de su
espíritu sobre el río, y lo herirá en sus siete brazos, y hará que pasen por él con sandalias.  16 Y habrá
camino para el remanente de su pueblo, el que quedó de Asiria, de la manera que lo hubo para Israel el
día que subió de la tierra de Egipto.

Jer. 33:19-21 19 Vino palabra de Jehová a Jeremías, diciendo: 20 Así ha dicho Jehová: Si pudiereis


invalidar mi pacto con el día y mi pacto con la noche, de tal manera que no haya día ni noche a su
tiempo, 21 podrá también invalidarse mi pacto con mi siervo David, para que deje de tener hijo que reine
sobre su trono, y mi pacto con los levitas y sacerdotes, mis ministros.

Cuando Cristo nació, vino como rey, según fuera anunciado por el ángel Gabriel a María.

Lc. 1:32-33 32 Este será grande, y será llamado Hijo del Altísimo; y el Señor Dios le dará el trono de
David su padre; 33 y reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino no tendrá fin.

Como Rey fue rechazado.

Mr. 15:12-13 12 Respondiendo Pilato, les dijo otra vez: ¿Qué, pues, queréis que haga del que llamáis Rey
de los judíos? 13Y ellos volvieron a dar voces: ¡Crucifícale!

Lc. 19:14 14 Pero sus conciudadanos le aborrecían, y enviaron tras él una embajada, diciendo: No
queremos que éste reine sobre nosotros.

Cuando fue crucificado murió como Rey de los judíos.

Mt. 27:37 37Y pusieron sobre su cabeza su causa escrita: ESTE ES JESÚS, EL REY DE LOS JUDÍOS.

En su segunda venida es descrito como «REY DE REYES Y SEÑOR DE SEÑORES»

Ap. 19:16 16 Y en su vestidura y en su muslo tiene escrito este nombre: REY DE REYES Y SEÑOR DE
SEÑORES.

Literalmente centenares de versículos en el Antiguo Testamento declaran o implican, por lo menos, que
Cristo reinará sobre la tierra. Algunos de los textos más importantes son especialmente claros.

Is. 2:1-4 1 Lo que vio Isaías hijo de Amoz acerca de Judá y de Jerusalén. 2 Acontecerá en lo postrero de
los tiempos, que será confirmado el monte de la casa de Jehová como cabeza de los montes, y será
exaltado sobre los collados, y correrán a él todas las naciones.  3 Y vendrán muchos pueblos, y dirán:
Venid, y subamos al monte de Jehová, a la casa del Dios de Jacob; y nos enseñará sus caminos, y
caminaremos por sus sendas. Porque de Sión saldrá la ley, y de Jerusalén la palabra de Jehová.  4 Y
juzgará entre las naciones, y reprenderá a muchos pueblos; y volverán sus espadas en rejas de arado, y
sus lanzas en hoces; no alzará espada nación contra nación, ni se adiestrarán más para la guerra.

Is. 9:6-7 6 Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado, y el principado sobre su hombro; y se llamará
su nombre Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz.  7 Lo dilatado de su
imperio y la paz no tendrán límite, sobre el trono de David y sobre su reino, disponiéndolo y
confirmándolo en juicio y en justicia desde ahora y para siempre. El celo de Jehová de los ejércitos hará
esto.

Is. 11:1-10 1 Saldrá una vara del tronco de Isaí, y un vástago retoñará de sus raíces.  2Y reposará sobre él
el Espíritu de Jehová; espíritu de sabiduría y de inteligencia, espíritu de consejo y de poder, espíritu de
conocimiento y de temor de Jehová.  3 Y le hará entender diligente en el temor de Jehová. No juzgará
según la vista de sus ojos, ni argüirá por lo que oigan sus oídos;  4 sino que juzgará con justicia a los
pobres, y argüirá con equidad por los mansos de la tierra; y herirá la tierra con la vara de su boca, y con
el espíritu de sus labios matará al impío.  5 Y será la justicia cinto de sus lomos, y la fidelidad ceñidor de
su cintura. 6 Morará el lobo con el cordero, y el leopardo con el cabrito se acostará; el becerro y el león
y la bestia doméstica andarán juntos, y un niño los pastoreará.  7 La vaca y la osa pacerán, sus crías se
echarán juntas; y el león como el buey comerá paja.  8 Y el niño de pecho jugará sobre la cueva del áspid,
y el recién destetado extenderá su mano sobre la caverna de la víbora.  9 No harán mal ni dañarán en todo
mi santo monte; porque la tierra será llena del conocimiento de Jehová, como las aguas cubren el
mar. 10 Acontecerá en aquel tiempo que la raíz de Isaí, la cual estará puesta por pendón a los pueblos,
será buscada por las gentes; y su habitación será gloriosa.

Is. 16:5 5 Y se dispondrá el trono en misericordia; y sobre él se sentará firmemente, en el tabernáculo de


David, quien juzgue y busque el juicio, y apresure la justicia.

Is. 24:23 23 La luna se avergonzará, y el sol se confundirá, cuando Jehová de los ejércitos reine en el
monte de Sión y en Jerusalén, y delante de sus ancianos sea glorioso.

Is. 32:1 1 He aquí que para justicia reinará un rey, y príncipes presidirán en juicio.

Is. 40:1-11 1 Consolaos, consolaos, pueblo mío, dice vuestro Dios. 2 Hablad al corazón de Jerusalén;
decidle a voces que su tiempo es ya cumplido, que su pecado es perdonado; que doble ha recibido de la
mano de Jehová por todos sus pecados. 3 Voz que clama en el desierto: Preparad camino a Jehová;
enderezad calzada en la soledad a nuestro Dios.  4 Todo valle sea alzado, y bájese todo monte y collado; y
lo torcido se enderece, y lo áspero se allane.  5 Y se manifestará la gloria de Jehová, y toda carne
juntamente la verá; porque la boca de Jehová ha hablado. 6 Voz que decía: Da voces. Y yo respondí:
¿Qué tengo que decir a voces? Que toda carne es hierba, y toda su gloria como flor del campo.  7 La
hierba se seca, y la flor se marchita, porque el viento de Jehová sopló en ella; ciertamente como hierba
es el pueblo. 8 Sécase la hierba, marchitase la flor; mas la palabra del Dios nuestro permanece para
siempre. 9 Súbete sobre un monte alto, anunciadora de Sión; levanta fuertemente tu voz, anunciadora de
Jerusalén; levántala, no temas; di a las ciudades de Judá: ¡Ved aquí al Dios vuestro!  10 He aquí que
Jehová el Señor vendrá con poder, y su brazo señoreará; he aquí que su recompensa viene con él, y su
paga delante de su rostro. 11 Como pastor apacentará su rebaño; en su brazo llevará los corderos, y en su
seno los llevará; pastoreará suavemente a las recién paridas.

Is. 42:1-4 1 Consolaos, consolaos, pueblo mío, dice vuestro Dios. 2 Hablad al corazón de Jerusalén;
decidle a voces que su tiempo es ya cumplido, que su pecado es perdonado; que doble ha recibido de la
mano de Jehová por todos sus pecados. 3 Voz que clama en el desierto: Preparad camino a Jehová;
enderezad calzada en la soledad a nuestro Dios.  4 Todo valle sea alzado, y bájese todo monte y collado; y
lo torcido se enderece, y lo áspero se allane.

Is. 52:7-15 7¡Cuán hermosos son sobre los montes los pies del que trae alegres nuevas, del que anuncia
la paz, del que trae nuevas del bien, del que publica salvación, del que dice a Sión: ¡Tu Dios reina!  8¡Voz
de tus atalayas! Alzarán la voz, juntamente darán voces de júbilo; porque ojo a ojo verán que Jehová
vuelve a traer a Sión. 9 Cantad alabanzas, alegraos juntamente, soledades de Jerusalén; porque Jehová
ha consolado a su pueblo, a Jerusalén ha redimido. 10 Jehová desnudó su santo brazo ante los ojos de
todas las naciones, y todos los confines de la tierra verán la salvación del Dios nuestro.  11 Apartaos,
apartaos, salid de ahí, no toquéis cosa inmunda; salid de en medio de ella; purificaos los que lleváis los
utensilios de Jehová. 12 Porque no saldréis apresurados, ni iréis huyendo; porque Jehová irá delante de
vosotros, y os congregará el Dios de Israel. 13 He aquí que mi siervo será prosperado, será engrandecido
y exaltado, y será puesto muy en alto. 14 Como se asombraron de ti muchos, de tal manera fue desfigurado
de los hombres su parecer, y su hermosura más que la de los hijos de los hombres,  15 así asombrará él a
muchas naciones; los reyes cerrarán ante él la boca, porque verán lo que nunca les fue contado, y
entenderán lo que jamás habían oído.

Is. 55:4 4 He aquí que yo lo di por testigo a los pueblos, por jefe y por maestro a las naciones.

Dn. 2:44 44 Y en los días de estos reyes el Dios del cielo levantará un reino que no será jamás destruido,
ni será el reino dejado a otro pueblo; desmenuzará y consumirá a todos estos reinos, pero él
permanecerá para siempre,

Dn. 7:27 27 y que el reino, y el dominio y la majestad de los reinos debajo de todo el cielo, sea dado al
pueblo de los santos del Altísimo, cuyo reino es reino eterno, y todos los dominios le servirán y
obedecerán.
Mi. 4:1-8 1 Acontecerá en los postreros tiempos que el monte de la casa de Jehová será establecido por
cabecera de montes, y más alto que los collados, y correrán a él los pueblos.  2 Vendrán muchas naciones,
y dirán: Venid, y subamos al monte de Jehová, y a la casa del Dios de Jacob; y nos enseñará en sus
caminos, y andaremos por sus veredas; porque de Sión saldrá la ley, y de Jerusalén la palabra de
Jehová. 3 Y él juzgará entre muchos pueblos, y corregirá a naciones poderosas hasta muy lejos; y
martillarán sus espadas para azadones, y sus lanzas para hoces; no alzará espada nación contra nación,
ni se ensayarán más para la guerra.  4 Y se sentará cada uno debajo de su vid y debajo de su higuera, y no
habrá quien los amedrente; porque la boca de Jehová de los ejércitos lo ha hablado. 5 Aunque todos los
pueblos anden cada uno en el nombre de su dios, nosotros con todo andaremos en el nombre de Jehová
nuestro Dios eternamente y para siempre. 6 En aquel día, dice Jehová, juntaré la que cojea, y recogeré la
descarriada, y a la que afligí; 7 y pondré a la coja como remanente, y a la descarriada como nación
robusta; y Jehová reinará sobre ellos en el monte de Sión desde ahora y para siempre. 8 Y tú, oh torre del
rebaño, fortaleza de la hija de Sión, hasta ti vendrá el señorío primero, el reino de la hija de Jerusalén.

Mi. 5:2-5 2 Pero tú, Belén Efrata, pequeña para estar entre las familias de Judá, de ti me saldrá el que
será Señor en Israel; y sus salidas son desde el principio, desde los días de la eternidad.  3 Pero los dejará
hasta el tiempo que dé a luz la que ha de dar a luz; y el resto de sus hermanos se volverá con los hijos de
Israel.4 Y él estará, y apacentará con poder de Jehová, con grandeza del nombre de Jehová su Dios; y
morarán seguros, porque ahora será engrandecido hasta los fines de la tierra. 5 Y éste será nuestra paz.
Cuando el asirio viniere a nuestra tierra, y cuando hollare nuestros palacios, entonces levantaremos
contra él siete pastores, y ocho hombres principales;

Zac. 9:9 9 Alégrate mucho, hija de Sión; da voces de júbilo, hija de Jerusalén; he aquí tu rey vendrá a ti,
justo y salvador, humilde, y cabalgando sobre un asno, sobre un pollino hijo de asna.

Zac. 14:16-17 16 Y todos los que sobrevivieren de las naciones que vinieron contra Jerusalén, subirán de
año en año para adorar al Rey, a Jehová de los ejércitos, y a celebrar la fiesta de los tabernáculos.  17 Y
acontecerá que los de las familias de la tierra que no subieren a Jerusalén para adorar al Rey, Jehová de
los ejércitos, no vendrá sobre ellos lluvia.

Una de las características del reino milenial es que David será resucitado y reinará como príncipe bajo el
mando de Cristo.

Jer. 30:9 9 sino que servirán a Jehová su Dios y a David su rey, a quien yo les levantaré.

Jer. 33:15-17 15 En aquellos días y en aquel tiempo haré brotar a David un Renuevo de justicia, y hará
juicio y justicia en la tierra. 16 En aquellos días Judá será salvo, y Jerusalén habitará segura, y se le
llamará: Jehová, justicia nuestra. 17 Porque así ha dicho Jehová: No faltará a David varón que se siente
sobre el trono de la casa de Israel.

Ez. 34:23-24 23 Y levantaré sobre ellas a un pastor, y él las apacentará; a mi siervo David, él las
apacentará, y él les será por pastor. 24 Yo Jehová les seré por Dios, y mi siervo David príncipe en medio
de ellos. Yo Jehová he hablado.

Ez. 37:24-25 24 Mi siervo David será rey sobre ellos, y todos ellos tendrán un solo pastor; y andarán en
mis preceptos, y mis estatutos guardarán, y los pondrán por obra.  25 Habitarán en la tierra que di a mi
siervo Jacob, en la cual habitaron vuestros padres; en ella habitarán ellos, sus hijos y los hijos de sus
hijos para siempre; y mi siervo David será príncipe de ellos para siempre.

Os. 3:5 5 Después volverán los hijos de Israel, y buscarán a Jehová su Dios, y a David su rey; y temerán
a Jehová y a su bondad en el fin de los días.

Ciertamente esta situación no se ve en la iglesia presente y exige que ocurran la venida de Cristo y la
resurrección de los santos del Antiguo Testamento antes que pueda cumplirse la profecía.

D. Características Principales del Gobierno del Milenio.


Como lo dejan ver los pasajes que hablan acerca del reino futuro, hay por lo menos tres aspectos
importantes en el gobierno de Cristo durante su reinado milenial.

1. Muchos pasajes testifican que el gobierno de Cristo será sobre toda la tierra, más allá de los límites de
cualquier otro reino terrenal anterior y del reino de David mismo. Al establecer el gobierno mundial, Dios
cumplió su propósito de que el hombre debía gobernar sobre la tierra. Aunque Adán fue descalificado,
Cristo, como el segundo Adán, puede cumplir esta meta.
Sal. 2:6-9 6   Pero yo he puesto mi rey
Sobre Sión, mi santo monte.

            7           Yo publicaré el decreto;


Jehová me ha dicho: Mi hijo eres tú;
Yo te engendré hoy.
            8           Pídeme, y te daré por herencia las naciones,
Y como posesión tuya los confines de la tierra.
            9           Los quebrantarás con vara de hierro;

     Como vasija de alfarero los desmenuzarás.

Según Daniel 7:14, al Hijo del Hombre «le fue dado dominio, gloria y reino, para que todos los pueblos,
naciones y lenguas le sirvieran; su dominio es dominio eterno, que nunca pasará y su reino uno que no
será destruido». El mismo pensamiento se menciona en Daniel 2:44; 4:34; 7:27.

Dn. 2:44 44 Y en los días de estos reyes el Dios del cielo levantará un reino que no será jamás destruido,
ni será el reino dejado a otro pueblo; desmenuzará y consumirá a todos estos reinos, pero él
permanecerá para siempre,

Dn. 4:34 34 Mas al fin del tiempo yo Nabucodonosor alcé mis ojos al cielo, y mi razón me fue devuelta; y
bendije al Altísimo, y alabé y glorifiqué al que vive para siempre, cuyo dominio es sempiterno, y su reino
por todas las edades.

Dn. 7:27 27 y que el reino, y el dominio y la majestad de los reinos debajo de todo el cielo, sea dado al
pueblo de los santos del Altísimo, cuyo reino es reino eterno, y todos los dominios le servirán y
obedecerán.

La universalidad del gobierno de Cristo sobre la tierra también se menciona en Salmo 72:8; Miqueas 4:1-
2; Zacarías 9:10.

 
Sal. 72:8 8    Jehová juzgará a los pueblos;
Júzgame, oh Jehová, conforme a mi justicia,

     Y conforme a mi integridad.

Mi. 4:1-2 1 Acontecerá en los postreros tiempos que el monte de la casa de Jehová será establecido por
cabecera de montes, y más alto que los collados, y correrán a él los pueblos.  2 Vendrán muchas naciones,
y dirán: Venid, y subamos al monte de Jehová, y a la casa del Dios de Jacob; y nos enseñará en sus
caminos, y andaremos por sus veredas; porque de Sión saldrá la ley, y de Jerusalén la palabra de
Jehová.

Zac. 9:10 10 Y de Efraín destruiré los carros, y los caballos de Jerusalén, y los arcos de guerra serán
quebrados; y hablará paz a las naciones, y su señorío será de mar a mar, y desde el río hasta los fines de
la tierra.

2. El gobierno de Cristo será de autoridad y poder absolutos. Cristo regirá «con vara de hierro»
 
Sal. 2:9 9       Los quebrantarás con vara de hierro;

Como vasija de alfarero los desmenuzarás.

Ap. 19:15  15 De su boca sale una espada aguda, para herir con ella a las naciones, y él las regirá con
vara de hierro; y él pisa el lagar del vino del furor y de la ira del Dios Todopoderoso.

Todos los que se oponen serán castigados con la destrucción.

 
Sal. 2:9 9       Los quebrantarás con vara de hierro;

Como vasija de alfarero los desmenuzarás.

 
Sal. 72:9-11 9           Ante él se postrarán los moradores del desierto,
Y sus enemigos lamerán el polvo.
            10          Los reyes de Tarsis y de las costas traerán presentes;
Los reyes de Sabá y de Seba ofrecerán dones.
            11          Todos los reyes se postrarán delante de él;

     Todas las naciones le servirán.

Is. 11:4 4 sino que juzgará con justicia a los pobres, y arg:uirá con equidad por los mansos de la tierra; y
herirá la tierra con la vara de su boca, y con el espíritu de sus labios matará al impío.

Un gobierno tan absoluto no es la característica del gobierno de Cristo sobre su iglesia o sobre el mundo
en la actual dispensación y sólo podría cumplirse si Cristo tiene un reinado literal sobre la tierra después
de su segunda venida.

3. El gobierno de Cristo en el milenio será de justicia y paz. Esto se desprende de pasajes clásicos como
Isaías 11 y Salmo 72.

Estas características poco usuales del reino sólo son posibles gracias a los juicios introductorios de Israel
y los gentiles (discutidos en el capítulo anterior) y por el hecho de que Satanás está encadenado y ha sido
dejado fuera de acción. La única fuente de mal en el mundo será la naturaleza pecaminosa de los hombres
que están todavía en su carne humana. La separación del trigo de la cizaña y la separación de los peces
buenos de los malos son preparativos necesarios para el reinado de Cristo.

Mt. 13: 24-30 24 Les refirió otra parábola, diciendo: El reino de los cielos es semejante a un hombre que
sembró buena semilla en su campo;  25 pero mientras dormían los hombres, vino su enemigo y sembró
cizaña entre el trigo, y se fue.  26 Y cuando salió la hierba y dio fruto, entonces apareció también la
cizaña. 27Vinieron entonces los siervos del padre de familia y le dijeron: Señor, ¿no sembraste buena
semilla en tu campo? ¿De dónde, pues, tiene cizaña?  28 El les dijo: Un enemigo ha hecho esto. Y los
siervos le dijeron: ¿Quieres, pues, que vayamos y la arranquemos?  29 El les dijo: No, no sea que al
arrancar la cizaña, arranquéis también con ella el trigo. 30 Dejad crecer juntamente lo uno y lo otro hasta
la siega; y al tiempo de la siega yo diré a los segadores: Recoged primero la cizaña, y atadla en manojos
para quemarla; pero recoged el trigo en mi granero.

Mt. 13:47-50 47 Asimismo el reino de los cielos es semejante a una red, que echada en el mar, recoge de
toda clase de peces; 48 y una vez llena, la sacan a la orilla; y sentados, recogen lo bueno en cestas, y lo
malo echan fuera. 49 Así será al fin del siglo: saldrán los ángeles, y apartarán a los malos de entre los
justos,50 y los echarán en el horno de fuego; allí será el lloro y el crujir de dientes.

El milenio comenzará con todos los adultos convertidos como verdaderos creyentes en Cristo. Los hijos
que nazcan durante el milenio serán sujetos al reinado justo de Cristo y serán castigados hasta el punto de
la muerte física si se rebelan contra su Rey. El pecado abierto será castigado y nadie podrá rebelarse
contra el Rey en el reino milenial.

Is. 65:17-20 17 Porque he aquí que yo crearé nuevos cielos y nueva tierra; y de lo primero no habrá
memoria, ni más vendrá al pensamiento. 18 Mas os gozaréis y os alegraréis para siempre en las cosas que
yo he creado; porque he aquí que yo traigo a Jerusalén alegría, y a su pueblo gozo.  19 Y me alegraré con
Jerusalén, y me gozaré con mi pueblo; y nunca más se oirán en ella voz de lloro, ni voz de clamor.  20 No
habrá más allí niño que muera de pocos días, ni viejo que sus días no cumpla; porque el niño morirá de
cien años, y el pecador de cien años será maldito.

Zac. 14:16-19 16 Y todos los que sobrevivieren de las naciones que vinieron contra Jerusalén, subirán de
año en año para adorar al Rey, a Jehová de los ejércitos, y a celebrar la fiesta de los tabernáculos.  17 Y
acontecerá que los de las familias de la tierra que no subieren a Jerusalén para adorar al Rey, Jehová de
los ejércitos, no vendrá sobre ellos lluvia. 18 Y si la familia de Egipto no subiere y no viniere, sobre ellos
no habrá lluvia; vendrá la plaga con que Jehová herirá las naciones que no subieren a celebrar la fiesta
de los tabernáculos. 19 Esta será la pena del pecado de Egipto, y del pecado de todas las naciones que no
subieren para celebrar la fiesta de los tabernáculos.

E. El lugar especial de Israel en el Reino Milenial.

Durante el período del reino milenial Israel gozará de un lugar de privilegio y de bendición especial. En
contraste con la edad actual de la iglesia, en que judíos y gentiles están en un mismo plano y tienen los
mismos privilegios, el pueblo de Israel en el milenio heredará la tierra prometida y será objeto del favor
especial de Dios. Será el tiempo de la reunión de Israel, su restablecimiento como nación y la renovación
del reino davídico. Al fin Israel poseerá la tierra permanentemente y en forma completa.

Muchos pasajes tratan de este asunto. En el milenio los israelitas serán reunidos y restaurados a su antigua
tierra.

Jer. 30:3 3 Porque he aquí que vienen días, dice Jehová, en que haré volver a los cautivos de mi pueblo
Israel y Judá, ha dicho Jehová, y los traeré a la tierra que di a sus padres, y la disfrutarán.

Jer. 31:8-9 8 He aquí yo los hago volver de la tierra del norte, y los reuniré de los fines de la tierra, y
entre ellos ciegos y cojos, la mujer que está encinta y la que dio a luz juntamente; en gran compañía
volverán acá. 9 Irán con lloro, mas con misericordia los haré volver, y los haré andar junto a arroyos de
aguas, por camino derecho en el cual no tropezarán; porque soy a Israel por padre, y Efraín es mi
primogénito.

Ez. 39:25-29 25 Por tanto, así ha dicho Jehová el Señor: Ahora volveré la cautividad de Jacob, y tendré
misericordia de toda la casa de Israel, y me mostraré celoso por mi santo nombre.  26 Y ellos sentirán su
vergüenza, y toda su rebelión con que prevaricaron contra mí, cuando habiten en su tierra con
seguridad, y no haya quien los espante; 27 cuando los saque de entre los pueblos, y los reúna de la tierra
de sus enemigos, y sea santificado en ellos ante los ojos de muchas naciones.  28 Y sabrán que yo soy
Jehová su Dios, cuando después de haberlos llevado al cautiverio entre las naciones, los reúna sobre su
tierra, sin dejar allí a ninguno de ellos. 29 Ni esconderé más de ellos mi rostro; porque habré derramado
de mi Espíritu sobre la casa de Israel, dice Jehová el Señor.

Am. 9:11-15 11 En aquel día yo levantaré el tabernáculo caído de David, y cerraré sus portillos y
levantaré sus ruinas, y lo edificaré como en el tiempo pasado;  12para que aquellos sobre los cuales es
invocado mi nombre posean el resto de Edom, y a todas las naciones, dice Jehová que hace esto. 13 He
aquí vienen días, dice Jehová, en que el que ara alcanzará al segador, y el pisador de las uvas al que
lleve la simiente; y los montes destilarán mosto, y todos los collados se derretirán.  14 Y traeré del
cautiverio a mi pueblo Israel, y edificarán ellos las ciudades asoladas, y las habitarán; plantarán viñas, y
beberán el vino de ellas, y harán huertos, y comerán el fruto de ellos.  15 Pues los plantaré sobre su tierra,
y nunca más serán arrancados de su tierra que yo les di, ha dicho Jehová Dios tuyo.

Habiendo sido conducidos de regreso a su tierra, Israel estará formado por los súbditos del reino davídico
revivido.
Is. 9:6-7 6 Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado, y el principado sobre su hombro; y se llamará
su nombre Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz.  7 Lo dilatado de su
imperio y la paz no tendrán límite, sobre el trono de David y sobre su reino, disponiéndolo y
confirmándolo en juicio y en justicia desde ahora y para siempre. El celo de Jehová de los ejércitos hará
esto.

Is. 33:17, 22 17 Tus ojos verán al Rey en su hermosura; verán la tierra que está lejos.  22 Porque Jehová es
nuestro juez, Jehová es nuestro legislador, Jehová es nuestro Rey; él mismo nos salvará.

Is. 44:6 6 Así dice Jehová Rey de Israel, y su Redentor, Jehová de los ejércitos: Yo soy el primero, y yo
soy el postrero, y fuera de mí no hay Dios.

Jer. 23:5 5 He aquí que vienen días, dice Jehová, en que levantaré a David renuevo justo, y reinará como
Rey, el cual será dichoso, y hará juicio y justicia en la tierra.

Dn. 4:3 3¡Cuán grandes son sus señales, y cuán potentes sus maravillas! Su reino, reino sempiterno, y su
señorío de generación en generación.

Dn. 7:14, 22, 27 14 Y le fue dado dominio, gloria y reino, para que todos los pueblos, naciones y lenguas
le sirvieran; su dominio es dominio eterno, que nunca pasará, y su reino uno que no será
destruido. 22 hasta que vino el Anciano de días, y se dio el juicio a los santos del Altísimo; y llegó el
tiempo, y los santos recibieron el reino.  27 y que el reino, y el dominio y la majestad de los reinos debajo
de todo el cielo, sean dados al pueblo de los santos del Altísimo, cuyo reino es reino eterno, y todos los
dominios le servirán y obedecerán.

Mi. 4:2-3, 7 2 Vendrán muchas naciones, y dirán: Venid, y subamos al monte de Jehová, y a la casa del
Dios de Jacob; y nos enseñará en sus caminos, y andaremos por sus veredas; porque de Sión saldrá la
ley, y de Jerusalén la palabra de Jehová.  3 Y él juzgará entre muchos pueblos, y corregirá a naciones
poderosas hasta muy lejos; y martillarán sus espadas para azadones, y sus lanzas para hoces; no alzará
espada nación contra nación, ni se ensayarán más para la guerra. 7 y pondré a la coja como remanente, y
a la descarriada como nación robusta; y Jehová reinará sobre ellos en el monte de Sion desde ahora y
para siempre.

Los reinos divididos de Israel y Judá volverán a unirse nuevamente.

Jer. 3:18 18 En aquellos tiempos irán de la casa de Judá a la casa de Israel, y vendrán juntamente de la
tierra del norte a la tierra que hice heredar a vuestros padres.

Jer. 33:14 14 He aquí vienen días, dice Jehová, en que yo confirmaré la buena palabra que he hablado a
la casa de Israel y a la casa de Judá.

Ez. 20:40 40 Pero en mi santo monte, en el alto monte de Israel, dice Jehová el Señor, allí me servirá toda
la casa de Israel, toda ella en la tierra; allí los aceptaré, y allí demandaré vuestras ofrendas, y las
primicias de vuestros dones, con todas vuestras cosas consagradas.

Ez. 37:15-22 15 Vino a mí palabra de Jehová, diciendo:  16 Hijo de hombre, toma ahora un palo, y escribe
en él: Para Judá, y para los hijos de Israel sus compañeros. Toma después otro palo, y escribe en él:
Para José, palo de Efraín, y para toda la casa de Israel sus compañeros.  17 Júntalos luego el uno con el
otro, para que sean uno solo, y serán uno solo en tu mano.  18 Y cuando te pregunten los hijos de tu pueblo,
diciendo: ¿No nos enseñarás qué te propones con eso?, 19 diles: Así ha dicho Jehová el Señor: He aquí, yo
tomo el palo de José que está en la mano de Efraín, y a las tribus de Israel sus compañeros, y los pondré
con el palo de Judá, y los haré un solo palo, y serán uno en mi mano.  20 Y los palos sobre que escribas
estarán en tu mano delante de sus ojos, 21 y les dirás: Así ha dicho Jehová el Señor: He aquí, yo tomo a
los hijos de Israel de entre las naciones a las cuales fueron, y los recogeré de todas partes, y los traeré a
su tierra; 22 y los haré una nación en la tierra, en los montes de Israel, y un rey será a todos ellos por rey;
y nunca más serán dos naciones, ni nunca más serán divididos en dos reinos.
Ez. 39:25 25 Por tanto, así ha dicho Jehová el Señor: Ahora volveré la cautividad de Jacob, y tendré
misericordia de toda la casa de Israel, y me mostraré celoso por mi santo nombre

Os. 1:11 11 Y se congregarán los hijos de Judá y de Israel, y nombrarán un solo jefe, y subirán de la
tierra; porque el día de Jezreel será grande.

Israel, como la esposa de Jehová, estará en una posición de privilegio sobre los creyentes gentiles.

Is. 54:1-17 1 Regocíjate, oh estéril, la que no daba a luz; levanta canción y da voces de júbilo, la que
nunca estuvo de parto; porque más son los hijos de la desamparada que los de la casada, ha dicho
Jehová. 2 Ensancha el sitio de tu tienda, y las cortinas de tus habitaciones sean extendidas; no seas
escasa; alarga tus cuerdas, y refuerza tus estacas.  3 Porque te extenderás a la mano derecha y a la mano
izquierda; y tu descendencia heredará naciones, y habitará las ciudades asoladas. 4 No temas, pues no
serás confundida; y no te avergüences, porque no serás afrentada, sino que te olvidarás de la vergüenza
de tu juventud, y de la afrenta de tu viudez no tendrás más memoria.  5 Porque tu marido es tu Hacedor;
Jehová de los ejércitos es su nombre; y tu Redentor, el Santo de Israel; Dios de toda la tierra será
llamado. 6 Porque como a mujer abandonada y triste de espíritu te llamó Jehová, y como a la esposa de la
juventud que es repudiada, dijo el Dios tuyo.  7 Por un breve momento te abandoné, pero te recogeré con
grandes misericordias. 8 Con un poco de ira escondí mi rostro de ti por un momento; pero con
misericordia eterna tendré compasión de ti, dijo Jehová tu Redentor. 9 Porque esto me será como en los
días de Noé, cuando juré que nunca más las aguas de Noé pasarían sobre la tierra; así he jurado que no
me enojaré contra ti, ni te reñiré.  10 Porque los montes se moverán, y los collados temblarán, pero no se
apartará de ti mi misericordia, ni el pacto de mi paz se quebrantará, dijo Jehová, el que tiene
misericordia de ti. 11 Pobrecita, fatigada con tempestad, sin consuelo; he aquí que yo cimentaré tus
piedras sobre carbunclo, y sobre zafiros te fundaré.  12 Tus ventanas pondré de piedras preciosas, tus
puertas de piedras de carbunclo, y toda tu muralla de piedras preciosas.  13 Y todos tus hijos serán
enseñados por Jehová; y se multiplicará la paz de tus hijos.  14 Con justicia serás adornada; estarás lejos
de opresión, porque no temerás, y de temor, porque no se acercará a ti.  15 Si alguno conspirare contra ti,
lo hará sin mí; el que contra ti conspirare, delante de ti caerá.  16 He aquí que yo hice al herrero que sopla
las ascuas en el fuego, y que saca la herramienta para su obra; y yo he creado al destruidor para
destruir. 17 Ninguna arma forjada contra ti prosperará, y condenarás toda lengua que se levante contra ti
en juicio. Esta es la herencia de los siervos de Jehová, y su salvación de mí vendrá, dijo Jehová.

Is. 62:2-5 2 Entonces verán las gentes tu justicia, y todos los reyes tu gloria; y te será puesto un nombre
nuevo, que la boca de Jehová nombrará. 3 Y serás corona de gloria en la mano de Jehová, y diadema de
reino en la mano del Dios tuyo. 4 Nunca más te llamarán Desamparada, ni tu tierra se dirá más
Desolada; sino que serás llamada Hefzi-bá, y tu tierra, Beula; porque el amor de Jehová estará en ti, y tu
tierra será desposada. 5 Pues como el joven se desposa con la virgen, se desposarán contigo tus hijos; y
como el gozo del esposo con la esposa, así se gozará contigo el Dios tuyo.

Os. 2:14-23 14 Pero he aquí que yo la atraeré y la llevaré al desierto, y hablaré a su corazón.  15 Y le daré
sus viñas desde allí, y el valle de Acor por puerta de esperanza; y allí cantará como en los tiempos de su
juventud, y como en el día de su subida de la tierra de Egipto.  16 En aquel tiempo, dice Jehová, me
llamarás Ishi, y nunca más me llamarás Baali.  17 Porque quitaré de su boca los nombres de los baales, y
nunca más se mencionarán sus nombres. 18 En aquel tiempo haré para ti pacto con las bestias del campo,
con las aves del cielo y con las serpientes de la tierra; y quitaré de la tierra arco y espada y guerra, y te
haré dormir segura. 19 Y te desposaré conmigo para siempre; te desposaré conmigo en justicia, juicio,
benignidad y misericordia. 20 Y te desposaré conmigo en fidelidad, y conocerás a Jehová. 21 En aquel
tiempo responderé, dice Jehová, yo responderé a los cielos, y ellos responderán a la tierra.  22 Y la tierra
responderá al trigo, al vino y al aceite, y ellos responderán a Jezreel.  23 Y la sembraré para mí en la
tierra, y tendré misericordia de Lo-ruhama; y diré a Lo-ammi: Tú eres pueblo mío, y él dirá: Dios mío.

Is. 14:1-2 1 Porque Jehová tendrá piedad de Jacob, y todavía escogerá a Israel, y lo hará reposar en su
tierra; y a ellos se unirán extranjeros, y se juntarán a la familia de Jacob.  2 Y los tomarán los pueblos, y
los traerán a su lugar; y la casa de Israel los poseerá por siervos y criadas en la tierra de Jehová; y
cautivarán a los que los cautivaron, y señorearán sobre los que los oprimieron.

Is. 49:22-23 22 Así dijo Jehová el Señor: He aquí, yo tenderé mi mano a las naciones, y a los pueblos
levantaré mi bandera; y traerán en brazos a tus hijos, y tus hijas serán traídas en hombros.  23 Reyes serán
tus ayos, y sus reinas tus nodrizas; con el rostro inclinado a tierra te adorarán, y lamerán el polvo de tus
pies; y conocerás que yo soy Jehová, que no se avergonzarán los que esperan en mí.

Is. 60:14-17 14 Y vendrán a ti humillados los hijos de los que te afligieron, y a las pisadas de tus pies se
encorvarán todos los que te escarnecían, y te llamarán Ciudad de Jehová, Sión del Santo de Israel. 15 En
vez de estar abandonada y aborrecida, tanto que nadie pasaba por ti, haré que seas una gloria eterna, el
gozo de todos los siglos. 16 Y mamarás la leche de las naciones, el pecho de los reyes mamarás; y
conocerás que yo Jehová soy el Salvador tuyo y Redentor tuyo, el Fuerte de Jacob. 17 En vez de bronce
traeré oro, y por hierro plata, y por madera bronce, y en lugar de piedras hierro; y pondré paz por tu
tributo, y justicia por tus opresores.

Is. 61:6-7 6 Y vosotros seréis llamados sacerdotes de Jehová, ministros de nuestro Dios seréis llamados;
comeréis las riquezas de las naciones, y con su gloria seréis sublimes.  7 En lugar de vuestra doble
confusión y de vuestra deshonra, os alabarán en sus heredades; por lo cual en sus tierras poseerán doble
honra, y tendrán perpetuo gozo.

Muchos pasajes también hablan del hecho de que Israel revivirá espiritualmente.

Is. 2:3 3 Y vendrán muchos pueblos, y dirán: Venid, y subamos al monte de Jehová, a la casa del Dios de
Jacob; y nos enseñará sus caminos, y caminaremos por sus sendas. Porque de Sión saldrá la ley, y de
Jerusalén la palabra de Jehová.

Is. 44:22-24 22 Yo deshice como una nube tus rebeliones, y como niebla tus pecados; vuélvete a mí,
porque yo te redimí. 23 Cantad loores, oh cielos, porque Jehová lo hizo; gritad con júbilo, profundidades
de la tierra; prorrumpid, montes, en alabanza; bosque, y todo árbol que en él está; porque Jehová
redimió a Jacob, y en Israel será glorificado. 24 Así dice Jehová, tu Redentor, que te formó desde el
vientre: Yo Jehová, que lo hago todo, que extiendo solo los cielos, que extiendo la tierra por mí mismo;

Is. 45:17 17 Israel será salvo en Jehová con salvación eterna; no os avergonzaréis ni os afrentaréis, por
todos los siglos.

Jer. 23:3-6 3 Y yo mismo recogeré el remanente de mis ovejas de todas las tierras adonde las eché, y las
haré volver a sus moradas; y crecerán y se multiplicarán.  4 Y pondré sobre ellas pastores que las
apacienten; y no temerán más, ni se amedrentarán, ni serán menoscabadas, dice Jehová. 5 He aquí que
vienen días, dice Jehová, en que levantaré a David renuevo justo, y reinará como Rey, el cual será
dichoso, y hará juicio y justicia en la tierra.  6 En sus días será salvo Judá, e Israel habitará confiado; y
este será su nombre con el cual le llamarán: Jehová, justicia nuestra.

Jer. 50:20 20 En aquellos días y en aquel tiempo, dice Jehová, la maldad de Israel será buscada, y no
aparecerá; y los pecados de Judá, y no se hallarán; porque perdonaré a los que yo hubiere dejado.

Ez. 36:25-26 25 Esparciré sobre vosotros agua limpia, y seréis limpiados de todas vuestras inmundicias; y
de todos vuestros ídolos os limpiaré. 26 Os daré corazón nuevo, y pondré espíritu nuevo dentro de
vosotros; y quitaré de vuestra carne el corazón de piedra, y os daré un corazón de carne.

Zac. 13:9 9 Y meteré en el fuego a la tercera parte, y los fundiré como se funde la plata, y los probaré
como se prueba el oro. El invocará mi nombre, y yo le oiré, y diré: Pueblo mío; y él dirá: Jehová es mi
Dios.

Mal. 3:2-3 2¿Y quién podrá soportar el tiempo de su venida? ¿O quién podrá estar en pie cuando él se
manifieste? Porque él es como fuego purificador, y como jabón de lavadores.  3 Y se sentará para afinar y
limpiar la plata; porque limpiará a los hijos de Leví, los afinará como a oro y como a plata, y traerán a
Jehová ofrenda en justicia.

Muchos otros pasajes dan información adicional acerca del estado bienaventurado de Israel, su
avivamiento espiritual y su goce de la comunión con su Dios.
Aunque los gentiles no tendrán título en la tierra prometida, también tendrán bendiciones abundantes,
como se puede deducir de varios pasajes del Antiguo Testamento.

Is. 2:2-4 2 Acontecerá en lo postrero de los tiempos, que será confirmado el monte de la casa de Jehová
como cabeza de los montes, y será exaltado sobre los collados, y correrán a él todas las naciones.  3 Y
vendrán muchos pueblos, y dirán: Venid, y subamos al monte de Jehová, a la casa del Dios de Jacob; y
nos enseñará sus caminos, y caminaremos por sus sendas. Porque de Sión saldrá la ley, y de Jerusalén la
palabra de Jehová. 4 Y juzgará entre las naciones, y reprenderá a muchos pueblos; y volverán sus
espadas en rejas de arado, y sus lanzas en hoces; no alzará espada nación contra nación, ni se
adiestrarán más para la guerra.

Is. 19:24-25 24 En aquel tiempo Israel será tercero con Egipto y con Asiria para bendición en medio de la
tierra; 25 porque Jehová de los ejércitos los bendecirá diciendo: Bendito el pueblo mío Egipto, y el asirio
obra de mis manos, e Israel mi heredad.

Is. 49:6, 22 6 dice: Poco es para mí que tú seas mi siervo para levantar las tribus de Jacob, y para que
restaures el remanente de Israel; también te di por luz de las naciones, para que seas mi salvación hasta
lo postrero de la tierra. 22 Así dijo Jehová el Señor: He aquí, yo tenderé mi mano a las naciones, y a los
pueblos levantaré mi bandera; y traerán en brazos a tus hijos, y tus hijas serán traídas en hombros.

Is. 60:1-3 1 Levántate, resplandece; porque ha venido tu luz, y la gloria de Jehová ha nacido sobre
ti. 2 Porque he aquí que tinieblas cubrirán la tierra, y oscuridad las naciones; mas sobre ti amanecerá
Jehová, y sobre ti será vista su gloria.  3 Y andarán las naciones a tu luz, y los reyes al resplandor de tu
nacimiento.

Is. 62:2 2 Entonces verán las gentes tu justicia, y todos los reyes tu gloria; y te será puesto un nombre
nuevo, que la boca de Jehová nombrará.

Is. 66:18-19 18 Porque yo conozco sus obras y sus pensamientos; tiempo vendrá para juntar a todas las
naciones y lenguas; y vendrán, y verán mi gloria.  19Y pondré entre ellos señal, y enviaré de los escapados
de ellos a las naciones, a Tarsis, a Fut y Lud que disparan arco, a Tubal y a Javán, a las costas lejanas
que no oyeron de mí, ni vieron mi gloria; y publicarán mi gloria entre las naciones.

Jer. 3:17 17 En aquel tiempo llamarán a Jerusalén: Trono de Jehová, y todas las naciones vendrán a ella
en el nombre de Jehová en Jerusalén; ni andarán más tras la dureza de su malvado corazón.

Jer. 16:19 19 Oh Jehová, fortaleza mía y fuerza mía, y refugio mío en el tiempo de la aflicción, a ti
vendrán naciones desde los extremos de la tierra, y dirán: Ciertamente mentira poseyeron nuestros
padres, vanidad, y no hay en ellos provecho.

La gloria del reino para Israel y para los gentiles sobrepasará en mucho cualquier cosa que el mundo haya
experimentado antes.

F. Bendiciones Espirituales en el Milenio.

Aunque el milenio se describe correctamente como el gobierno político de Cristo sobre la tierra, las
características del reino proveerán un contexto para una vida espiritual abundante en tal grado que
ninguna dispensación anterior había podido lograrlo. Por cierto, esto se debe al hecho de que Satanás está
encadenado, el pecado es juzgado de inmediato y se logra el conocimiento universal del Señor. Según
Isaías 11:9: «La tierra será llena del conocimiento de Jehová como las aguas cubren el mar.»

Se dan muchas promesas de bendiciones espirituales interiores que provienen del nuevo pacto. Jeremías
31:33, 34 declara: «Este es el pacto que haré con la casa de Israel después de aquellos días, dice Jehová:
Daré mi ley en su mente, y la escribiré en su corazón; y yo seré a ellos por Dios, y ellos me serán por
pueblo. Y no enseñará más ninguno a su hermano, diciendo: Conoce a Jehová; porque todos me
conocerán, desde el más pequeño de ellos hasta el más grande, dice Jehová; porque perdonaré la maldad
de ellos, y no me acordaré más de su pecado.» Será un período de justicia. Las condiciones espirituales
también harán posible un gozo y una bendición no acostumbrados para el pueblo de Dios.
Sal. 72:7 7     Florecerá en sus días justicia,

Y muchedumbre de paz, hasta que no haya luna.

Is. 2:4 4 Y juzgará entre las naciones, y reprenderá a muchos pueblos; y volverán sus espadas en rejas de
arado, y sus lanzas en hoces; no alzará espada nación contra nación, ni se adiestrarán más para la
guerra.

Is. 12:3-4 3 Sacaréis con gozo aguas de las fuentes de la salvación.  4 Y diréis en aquel día: Cantad a
Jehová, aclamad su nombre, haced célebres en los pueblos sus obras, recordad que su nombre es
engrandecido.

Is. 61:3, 7 3 a ordenar que a los afligidos de Sión se les dé gloria en lugar de ceniza, óleo de gozo en
lugar de luto, manto de alegría en lugar del espíritu angustiado; y serán llamados árboles de justicia,
plantío de Jehová, para gloria suya.  7 En lugar de vuestra doble confusión y de vuestra deshonra, os
alabarán en sus heredades; por lo cual en sus tierras poseerán doble honra, y tendrán perpetuo gozo. 

Aunque no hay evidencias de que el Espíritu de Dios vaya a bautizar creyentes en una nueva unidad
espiritual como ocurre en la iglesia actual, habrá, sin embargo, el poder y presencia interior en los
creyentes durante el milenio.

Is. 32:15 15 hasta que sobre nosotros sea derramado el Espíritu de lo alto, y el desierto se convierta en
campo fértil, y el campo fértil sea estimado por bosque.

Is. 44:3 3 Porque yo derramaré aguas sobre el sequedal, y ríos sobre la tierra árida; mi Espíritu
derramaré sobre tu generación, y mi bendición sobre tus renuevos;

Ez. 39:29 29 Ni esconderé más de ellos mi rostro; porque habré derramado de mi Espíritu sobre la casa
de Israel, dice Jehová el Señor.

Ji. 2:28-29 28 Y después de esto derramaré mi Espíritu sobre toda carne, y profetizarán vuestros hijos y
vuestras hijas; vuestros ancianos soñarán sueños, y vuestros jóvenes verán visiones.  29 Y también sobre
los siervos y sobre las siervas derramaré mi Espíritu en aquellos días.

Debido a la situación especial, indudablemente habrá una mayor bendición espiritual en todo el mundo
durante el milenio que en cualquier otra dispensación anterior.

Como un centro para la adoración, se describe un templo milenial en Ezequiel 40-46. En este templo se
ofrecen sacrificios que difieren algo de los sacrificios mosaicos. Los intérpretes han diferido en cuanto a
si deben ser tomados literalmente o deben recibir otro tipo de explicación. No hay razones sólidas para no
aceptar el templo y el sistema sacrificial como una profecía literal.

Aunque la muerte de Cristo ha puesto fin a la ley mosaica y al sistema de sacrificios, los mencionados por
Ezequiel parecen tener un carácter conmemorativo, mirando hacia atrás, hacia la cruz, así como los
sacrificios del Antiguo Testamento miraban hacia adelante al sacrificio de la cruz.

En el milenio, con su extraordinaria bendición espiritual, lo terrible del pecado y la necesidad del
sacrificio de Cristo serán más difíciles de comprender que en las dispensaciones anteriores. En
consecuencia, parece que el sistema de sacrificios se introduce como un recordatorio de la necesidad que
hubo del sacrificio de Cristo, único que puede quitar el pecado. Si los sacrificios del Antiguo Testamento
eran un anuncio adecuado de la muerte de Cristo, un medio similar podría emplearse en el milenio como
un modo de conmemorarlo.

En todo caso, hay claras evidencias de que el milenio será un tiempo de bendiciones espirituales mayores
que lo acostumbrado, período en que la tierra estará caracterizada por la justicia, el gozo y la paz.
La abundancia de las bendiciones espirituales traerá importantes progresos sociales y económicos que
superarán a todo lo conocido en dispensaciones previas. El hecho de que todos tendrán justicia y que los
mansos serán protegidos asegurará la equidad en asuntos económicos y sociales. Probablemente la
mayoría de las personas conocerán al Señor. La tierra misma se verá liberada de la maldición que hay
sobre su productividad, y habrá lluvias abundantes. En general, habrá prosperidad, salud y bendiciones
físicas y espirituales como nunca antes el mundo había conocido.

Is. 35:1-2 1 Se alegrarán el desierto y la soledad; el yermo se gozará y florecerá como la rosa.  2 Florecerá
profusamente, y también se alegrará y cantará con júbilo; la gloria del Líbano le será dada, la
hermosura del Carmelo y de Sarón. Ellos verán la gloria de Jehová, la hermosura del Dios nuestro.

Is. 30:23 23 Entonces dará el Señor lluvia a tu sementera, cuando siembres la tierra, y dará pan del fruto
de la tierra, y será abundante y pingüe; tus ganados en aquel tiempo serán apacentados en espaciosas
dehesas.

Is. 35:7 7 El lugar seco se convertirá en estanque, y el sequedal en manaderos de aguas; en la morada de
chacales, en su guarida, será lugar de cañas y juncos.

La situación milenial también incluirá importantes cambios en la tierra, algunos de ellos producidos por
las grandes catástrofes de la Gran Tribulación y otros relacionados con la segunda venida de Cristo.
Donde ahora está el Monte de los Olivos en Jerusalén, se extenderá un gran valle de este a oeste.

Zac. 14:4 4 Y se afirmarán sus pies en aquel día sobre el monte de los Olivos, que está en frente de
Jerusalén al oriente; y el monte de los Olivos se partirá por en medio, hacia el oriente y hacia el
occidente, haciendo un valle muy grande; y la mitad del monte se apartará hacia el norte, y la otra mitad
hacia el sur.

Otro rasgo especial del período es que Jerusalén será exaltada por sobre el territorio que la rodea.

Zac. 14:10 10 Toda la tierra se volverá como llanura desde Geba hasta Rimón al sur de Jerusalén; y ésta
será enaltecida, y habitada en su lugar desde la puerta de Benjamín hasta el lugar de la puerta primera,
hasta la puerta del Angulo, y desde la torre de Hananeel hasta los lagares del rey.

Como un todo, la tierra prometida será una vez más el jardín del mundo, el centro del reino de Dios en la
tierra y el lugar de bendiciones especiales. En muchos respectos, el reino milenial será una edad de oro, el
clímax de la historia de la tierra y el cumplimiento del propósito de Dios de establecer a su Hijo como el
supremo gobernador del universo.

PREGUNTAS

1. En general, ¿cuál es el significado del reino de Dios?

2. ¿En qué sentido es el reino de Dios eterno y universal?

3. ¿En qué forma la entrada del pecado sirvió para introducir el concepto de reino teocrático?

4. ¿En qué sentido la caída de Adán dio como resultado el que Dios entregara a ciertos hombres el
derecho de reinar?

5. ¿En qué sentido fue el reino de Israel una demostración especial del principio teocrático?

6. ¿En qué sentido es el reino de Dios en el corazón dif e— rente de su reino teocrático?

7. ¿Qué distinciones han hecho algunos entre las expresiones «reino de los cielos» y «reino de Dios»?

8. ¿Qué distinciones importantes debieran hacerse entre la forma presente del reino y la forma futura del
reino en el milenio?
9. ¿Qué se quiere decir por interpretación premilenial de las Escrituras?

10. ¿Qué se quiere decir por interpretación amilenial de las Escrituras?

11. ¿Qué se quiere decir por interpretación postmilenial de las Escrituras?

12. ¿Cuál es el principio de interpretación comprometido en estos diversos puntos de vista?

13. ¿Cuál es la contribución del Salmo 2 a la idea de un reino literal sobre la tierra?

14. ¿Qué se revela en Isaías 11 acerca del reino terrenal?

15. ¿Por qué es irrazonable hacer que la palabra «tierra» represente al cielo en estos pasajes?

16. ¿Qué revela el Antiguo Testamento acerca de Cristo como el supremo gobernador sobre la tierra
como Hijo de David?

17. ¿Qué pasaje apoya el concepto de que David será resucitado y gobernará como príncipe bajo el
mandato de Cristo en el reino milenial, y por qué exige esto un reino futuro sobre la tierra?

18. Comprobar por las Escrituras que Cristo reinará sobre toda la tierra, sobrepasando en mucho los
límites del reino davídico del Antiguo Testamento.

19. ¿Qué evidencia se puede presentar para demostrar que el gobierno de Cristo será de poder y autoridad
absolutos?

20. ¿Qué evidencia se encuentra en las Escrituras de que el reino sobre la tierra será de justicia y paz?

21. ¿En qué forma preparan el camino para un reinado justo los juicios sobre Israel, los gentiles y Satanás
que se realizan al principio del milenio?

22. ¿Qué lugar especial se da a Israel en el reino milenial, y cuáles serán las características de las
bendiciones conferidas?

23. ¿Qué bendiciones especiales serán dadas a los gentiles en el reino milenial?

24. ¿Qué evidencia hay de bendiciones espirituales poco usuales para todos en el reino milenial?

25. ¿Qué ministerio del Espíritu se hallará en el milenio?

26. ¿Qué se enseña acerca de un templo milenial y un sistema de sacrificios en el milenio?

27. En vista del hecho de que Cristo murió en la cruz, ¿cómo pueden explicarse esos sacrificios?

28. ¿Qué avances sociales y económicos de importancia se verán en el milenio?

29. ¿En qué sentido cambiará la productividad de la tierra en el milenio?

30. ¿Qué cambios topográficos de importancia ocurrirán en la tierra en el milenio?

31. Hacer un resumen de las bendiciones extraordinarias que caracterizarán el reino milenial.

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