Derecho Internacional Privado Prueba 1 Cuellar
Derecho Internacional Privado Prueba 1 Cuellar
Derecho Internacional Privado Prueba 1 Cuellar
Temario 😊
• Equidad internacional
Contenido O
Fuentes Formales - Costumbre Internacional y Tratados Internacionales
Ordenamiento jurídico que regula las relaciones entre Estados y otros sujetos de derecho
Internacional.
El control coactivo.
No existe un ó rgano normativo similar al poder legislativo de carácter universal.
No existe un orden normativo centralizado a nivel mundial, los E°s crean sus derechos
y son los principales destinatarios de dichas normas (muy similar a los contratos). Se
expresa a través de la costumbre o los tratados. Se genera por la prá ctica de los
Estados, ellos participan, tienen conciencia que está n generado una norma
El sistema de prevenció n y sanciones es también descentralizado a nivel
internacional. El caso clá sico es lo limitado de las Naciones Unidas (Sudá n del Sur el
ú ltimo país incorporado)
1. Concepto DIP 2: En sus comienzos se definió como el conjunto de normas que regulaba las
relaciones entre estados. Pero esta concepción pierde validez a principios del s. XIX, a partir de
entonces el Estado es el único sujeto de derecho internacional.
Para esto hay que tener presente los aspectos que marcan el DIP:
a. Sujetos: normas que regulan relaciones entre estados, esto no permite definir (elemento
variable)
b. Contenido: normas que regulan relaciones internacionales, tampoco permite definir.
c. Fuentes: es el único elemento estático del DI, por lo que podemos definirlo como un
conjunto de normas y principios que emanan de diferentes tratados suscritos entre estados y
de la costumbre; que vinculan a todos los sujetos de derecho internacional.
CONCEPTO DIP 3
Es el derecho que rige las relaciones de la sociedad internacional. Es decir, el conjunto de normas y
principios que rigen las relaciones entre los Estados.
Los sujetos del derecho internacional: Los sujetos principales y originarios del derecho
internacional son los Estados. El derecho internacional es, pues, un derecho entre Estados; son éstos
los principales destinatarios de las normas jurídicas internacionales y de los derechos, facultades y
obligaciones que de tales normas derivan. Existen, sin embargo, otras entidades, como la Santa
Sede y la Organización de las Naciones Unidas que, en cierta medida, son también destinatarias de
normas de derecho internacional.
Los procedimientos de producción jurídica (fuentes): En el plano internacional no hay una
legislatura que dicte normas generales obligatorias para todos los Estados. Las normas de derecho
internacional son creadas por los Estados -sus propios destinatarios mediante dos procedimientos
descentralizados de producción jurídica: los tratados y la costumbre.
Son estos rasgos del sistema jurídico internacional, principalmente la falta de un sistema
centralizado de sanciones, los que indujeron a algunos escritores a negar que el derecho
internacional sea realmente Derecho
¿Qué son las fuentes del Derecho en general? 🡪 Son definidas como un elemento donde
emanan y fluyen las legislaciones.
En el Derecho Internacional, sería aquella referida a los elementos a partir de los cuales
emanan los principios y normas del Derecho Internacional comú n. Las fuentes materiales son
el conjunto de elementos histó ricos, econó micos, sociales, políticos, ideoló gicos que han ido
determinando los elementos del Derechos Internacional. No son un objeto de estudio directo,
que en ese caso que serían las Relaciones internaciones. Impulsores de la legislació n.
El Derecho del Mar o de los Océanos, sirve como una fuente contemporá nea funciona por los
avances del tiempo, como por ejemplo el tema de la pesca industrial
1967 Tratado sobre la Luna y otros cuerpos celestes, éstos no son conquistables por
ningú n país, quienes van al espacio son enviados por la comunidad en general.
Emerge el concepto de fuentes formales del Derecho Internacional serían medio y actos por
los cuales se crean, modifican o extinguen las normas de Derecho Internacional Pú blico. Los
má s importantes son los Tratados Internacional y la Costumbre Internacional.
El proceso de formació n de estas normas va a esta muy ligado a los elementos de la Sociedad
Internacional, que el má s importante es la descentralizació n. Por lo tanto, las normas van a
responder a este sistema descentralizado de generació n de normas, por lo tanto, lo grandes
actores en la creació n de estas normas será n los E°s.
Desde el punto de vista jurídico, las fuentes son la manera o la forma como existen las normas del
DIP, o bien los procedimientos a través de los cuales se crean las normas del DIP.
Las fuentes, por consiguiente, pueden clasificarse en directas e indirectas. Las directas son
aquellas que de por sí imponen obligaciones a los estados. En cambio, las indirectas, requieren el
auxilio de las directas.
Fuentes 1
*SEGURIDAD COLECTIVA= se entiende que los problemas de un Estado, son problemas de todos
los demás, es decir, a toda la comunidad le importa cuando un Estado ha sido agredido.
ART. 38
“1. La corte, cuya función es decidir conforme al derecho internacional las controversias que le
sean sometidas, deberá aplicar:
a. Las convenciones internacionales, sean generales o particulares, que establecen reglas
expresamente reconocidas por los estados litigantes.
Fuentes b. La costumbre internacional como prueba de una práctica generalmente aceptada como
propiamentetale derecho.
c. Los principios generales de derecho reconocidos por las naciones civilizadas.
d. Las decisiones judiciales y las doctrinas de los publicistas de mayor competencia de las
Medios distintas naciones, como medio auxiliar para la determinación de las reglas de derecho, sin
auxiliares perjuicio de lo dispuesto en el art. 59.
*Las tres primeras letras, indican las Fuentes que la Corte debe aplicar en base al derecho
internacional, de las controversias que le sean sometidas. Los Tratados, la Costumbre y los
Ppios. Grles. Del D° Internacional son FUENTES PROPIAMENTETALES.
*La letra d) en cambio, menciona los MEDIOS AUXILIARES, que la Corte debe utilizar para
determinar las normas de derecho internacional NO ESCRITO: las decisiones judiciales
(Jurisprudencia) y la Doctrina.
*El numeral 2 deja claro que la Corte sólo puede fallar ex aequo et bono, es decir, en
EQUIDAD, si las partes en el litigio así lo convienen.
ART. 59 “La decisión de la corte no es obligatoria sino para las partes en litigio y respecto del
caso que ha sido decidido”.
Fuentes 2
d. las decisiones judiciales y las doctrinas de los publicistas de mayor competencia de las
distintas naciones, como medio auxiliar para la determinación de las reglas de derecho, sin
perjuicio de lo dispuesto en el Artículo 59.
A. EQUIDAD 1
La equidad puede ser definida como la aplicación de los Principios de Justicia a un caso
determinado.
La equidad debe ser aplicada por un tribunal cuando una norma de derecho positivo se remita a
ella.
Además, al aplicar el derecho internacional positivo, un tribunal internacional puede elegir, entre
varias interpretaciones posibles, aquella que le parezca más conforme a las exigencias de la justicia
en el caso concreto de que conoce.
“No se trata simplemente de llegar a un solución equitativa, sino de llegar a una situación
equitativa que se funda en el derecho aplicable”.
Es decir, el juez internacional al igual que el juez interno está obligado por la naturaleza misma de
su función, a tomarla en cuenta en la medida compatible con el respeto del derecho.
La equidad 2
Entendida como sinó nimo de justicia má s allá de la aplicació n del derecho estricto. El
Instituto de Derecho Internacional el añ o 1937 señ aló que la equidad es lo que debe ocupar
todo juez cuando ésta sea compatible con el respeto del Derecho, el juez internacional no
puede aplicarla equidad sin estar ligado al Derecho en vigor.
Algunos autores han criticado este concepto, ya que en sociedad internacional pueden existir
colisiones entre las creencias de equidad. Pero mediante esta, se puede atenuar la aplicació n
del derecho (secundum legem), corrige al Derecho cuando su aplicació n pura y simple puede
ser muy rigurosa, así en este sentido, el juez entre varias interpretaciones de una regla
positiva escoge aquella que tenga mejor puesta individual de las partes, la equidad así
entendida, flexibiliza pero dentro de los mismos parámetros del Derecho. Por lo tanto no
constituye una base independiente de la decisió n.
También se puede ocupar para complementar del derecho, una funció n supletoria (praeter
legem) , aplicando la equidad sin mediar en consentimiento de las partes.
La tercera funció n es la equidad que permite descartar la aplicació n del Derecho vigente, una
funció n eliminatoria (contra legem), pero se requiere el consentimiento de las partes.
Ocupando un ex aequo et bono.
CONCEPTOS
Acuerdo.
El término "Acuerdo" se emplea especialmente para instrumentos de índole técnica o administrativa, que son firmados
por representantes de dependencias gubernamentales pero sin estar sujetos a ratificación. Los Acuerdos típicos están
relacionados con la cooperación económica, cultural, científica y técnica. Con frecuencia, los acuerdos también se
ocupan de cuestiones financieras tales como eliminación de la doble imposición, garantías de inversión o ayuda
financiera.
C
Convención.
El término genérico "Convención" es sinónimo del término genérico "Tratado".
Convención se utiliza en general para el caso de tratados multilaterales formales que incluyen a un gran número de
partes. Normalmente, las convenciones están abiertas a la participación de la totalidad de la comunidad internacional o
de un gran número de Estados. Por lo general, los instrumentos negociados bajo los auspicios de una organización
internacional se titulan convenciones (por ejemplo: el Convenio sobre la Diversidad Biológica de 1992; la Convención de
las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar de 1982; la Convención de Viena sobre el Derecho de los Tratados de
1982 de las Naciones Unidas).
Se acostumbra que en el mismo lugar de la firma o en el sitio que se haya previsto en el tratado, las partes por
intermedio de plenipotenciarios proceden a intercambiar los instrumentos de ratificación, aprobación o aceptación de un
tratado, de lo cual se deja constancia en un acta de canje o adhesión. En los convenios multilaterales, cuando no los ha
firmado el país y previa aprobación parlamentaria se deposita un instrumento de adhesión. En esencia, la ratificación es
la manifestación del consentimiento del Estado en obligarse por un Tratado que ha sido previamente fimado.
Canje de Notas. Es una forma de acuerdo simplificado que se caracteriza por un cruce de notas de igual naturaleza. Un
Tratado puede concluirse por Canje de Notas reversales, paralelas o idénticas. Son dos notas, una de propuesta y otra
de respuesta y aceptación, que transcribe textualmente la primera y en la que al final manifiesta su consentimiento en
que las dos notas constituyan un Acuerdo. Estas notas por lo general entran en vigor con la firma, en la fecha de la
respuesta o en alguna posterior.
Enmienda
En materia internacional la enmienda se define como una variación que sufre el convenio marco. Puede darse a través
de adiciones o sustituciones de las disposiciones generales contenidas en el convenio inicial.
Memorando de entendimiento
Protocolo.
El término "Protocolo" se usa para los acuerdos menos formales que los denominados "Tratado" o "Convención". El
término podría ser utilizado para cubrir las siguientes clases de instrumentos:
a. "Protocolo de firma" Instrumento internacional subsidiario a un tratado, concertado por las mismas partes. Trata sobre
asuntos complementarios o subordinados, tales como la interpretación de ciertas cláusulas del tratado, las cláusulas
formales que no fueron incluidas en el tratado o la reglamentación de cuestiones técnicas.
b. "Protocolo facultativo" Instrumento que establece derechos y obligaciones adicionales en el marco de un tratado. En
general, se adopta el mismo día, pero es de carácter independiente y está sujeto a una ratificación independiente.
c. "Protocolo basado en una Convención Marco" Es una elaboración más sencilla y acelerada de un tratado y se usa
especialmente en el campo del derecho ambiental internacional. Un ejemplo es el Protocolo de Montreal relativo a las
sustancias que agotan la capa de ozono, adoptado en 1987 en virtud de los Artículos 2 y 8 de la Convención de Viena
para la Protección de la Capa de Ozono de 1985.
d) "Protocolo de enmienda" Instrumento que contiene disposiciones que enmiendan uno o varios tratados anteriores, tal
como el Protocolo aprobado en 1946 que enmienda los acuerdos, convenciones y protocolos para limitar la fabricación y
reglamentar la distribución de los estupefacientes.
Tratado.
La Convención de Viena de 1969 define un tratado como "un acuerdo internacional concertado entre estados de manera
escrita y gobernado por el derecho internacional, ya sea instituido en un solo instrumento o bien en dos o más
instrumentos, cualquiera que sea su designación particular". La Convención de Viena de 1986 amplía la definición de
tratado para incluir los acuerdos internacionales que incluyen a organizaciones internacionales como partes.
Contenido de los PDF enviados por el profe
- Los medios de interacción son aquellos de índole fáctico, a veces expresados en meros discursos
(declaraciones, comunicados, protestas, etc.), y en otros casos mediante acciones (retiro del
embajador, denuncia del tratado internacional, interposición de una demanda en corte
internacional, invasión a territorio extranjero, etc.), o ambos a la vez, o el uno precedido del
otro. En algunas ocasiones, se “fundamenta” la decisión o el hecho en alguna fuente normativa
(derecho internacional, principio internacional, cuestiones de “moralidad o cortesía
internacionales”, etc.). Sin embargo, el elemento común denominador es la búsqueda de la
concreción de un “interés”.
- El objeto o contenido es el interés del actor internacional: el poder. Se entiende por poder en
términos políticos a aquella relación por la cual el sujeto pasivo cede o comparte parte de su
esfera de decisiones de comportamiento a favor de otro, quien lo persuade de comportarse de
un modo determinado en razón de un título inhibitorio.
- Se entiende por “título inhibitorio” a aquella manifestación discursiva o simbólica que produce
en el sujeto pasivo su aceptación de no ser conducido según su querer, sino guiado por el querer
de otro. La manifestación del título inhibitorio suele estar compuesta por varias formas,
maneras o modos en que se expresa tal poder: una es la fuerza, la coacción (como poder
disuasivo abstracto, concreto, o poder ofensivo); otra es la negociación, la capacidad de
persuadir con argumentos racionales discursivos, o sea “el fenómeno de la diplomacia
internacional” (quid pro quo político); otra es el intercambio económico de bienes y servicios
(quid pro quo material); la idiosincrasia o “carisma” (como el valor ético que posee la Santa
Sede, por ejemplo); la tradición institucional (hoy en día, la cualidad de “Estado democrático”;
antes la cualidad “imperial” del Estado, etc.).
- Cualquiera que sea la manifestación, si el actor pretende o se reconozca que ella posee o ha
adquirido una virtualidad obligatoria, vinculante, o cuando menos “legitimada”, estamos ante la
situación de que tal título puede tener la forma concreta de una norma jurídica, en lo posible,
de alcance general.
a) Idealismo internacional: concibe al DIP como un elemento sine qua non de la existencia del
sistema internacional, entendido este como una “comunidad”, es decir, como la concurrencia
de varios sujetos bajo un mismo fin (bien común internacional), cuyas relaciones e
interacciones deben estar sometidas al derecho.
b) Realismo internacional: concibe al DIP como una mera “herramienta de poder” más, un
elemento al que hecha mano al Estado como manera de sobrevivir y, por tanto, de mantener la
“anarquía subyacente”. El realismo es tributario de las ideas de Hobbes y, asimismo, de la
antropología protestante, pues si bien lo mejor es vivir aislados (noción de paraíso), el “estado
de necesidad” nos “fuerza” a convivir con otros, y como esos otros también tienen el mismo
pensamiento egoísta, es muy probable que quiera doblegarnos o hacernos desaparecer, por lo
que debo mantener una situación de paz por conveniencia, ya sea amistándome con él, ya sea
persuadiéndolo que no me invada, pues tengo más armas que el vecino.
d) Liberalismo internacional: El DIP opera como medio para dar “virtualidad” (obligatoriedad) y
“habitualidad” (expansión de proceder de una determinada manera por muchos) a ciertos
valores que se consideran de alcance mundial o, que si se obtiene su alcance mundial, se
minimizarán los conflictos armados, como es la democracia y el mercado libre. Así, el DIP es un
poderoso medio para lograr la democratización liberal, la interdependencia económica liberal y
la institucionalización liberal. No es idealista, sino que pragmático: si nos coordinamos en el
intercambio de intereses, menos probabilidad habrá que alguien intente una guerra.
Cualquiera sea la escuela que se opte como explicación al fenómeno de la anarquía, ella permite
entender, pues, la existencia y características del Derecho Internacional Público como fenómeno
importante dentro de las relaciones internacionales.
NOCIONES GENERALES
Los sujetos principales y originarios del derecho internacional son los Estados. El
derecho internacional es, pues, un derecho entre Estados; son éstos los principales
destinatarios de las normas jurídicas internacionales y de los derechos, facultades y
obligaciones que de tales normas derivan. Existen, sin embargo, otras entidades,
como la Santa Sede y la Organización de las Naciones Unidas, que, en cierta medida,
son también destinatarias de normas de derecho internacional.
Ningún Estado está obligado, sin su consentimiento, a someter una controversia con
otro Estado a la decisión de un tribunal internacional. La jurisdicción de un tribunal
internacional para conocer de una controversia y decidirla depende, pues, de la
voluntad de los Estados que son parte en ella.
Carácter jurídico
del derecho internacional
Los argumentos aducidos por quienes niegan el carácter jurídico del derecho
internacional no son convincentes.
En efecto, el derecho internacional es un orden jurídico, no un sistema de reglas
morales o de cortesía. Las normas del derecho internacional funcionan como normas
jurídicas en la comunidad internacional: los Estados las consideran obligatorias, las
cumplen habitualmente, las invocan en sus diferendos y pagan indemnizaciones por
su incumplimiento; los tribunales internacionales las aplican como Derecho valiéndose
de todos los recursos de la técnica jurídica; los tribunales nacionales las consideran
como parte de su derecho interno y las aplican cuando se les presenta la ocasión
para ello. En otras palabras, el derecho internacional es considerado, en la práctica,
como Derecho.
Sin embargo, la sociedad internacional y el orden jurídico que la rige no tienen el
mismo grado de desarrollo e integración que los Estados modernos y sus
correspondientes sistemas jurídicos. En varios aspectos, el derecho internacional se
asemeja a los derechos de las sociedades nacionales durante las etapas primarias de
su evolución. Estos caracteres no privan al derecho internacional de su carácter
jurídico sino que únicamente lo diferencian de los derechos estatales más
desarrollados.
Es concebible, por lo menos en teoría, que la sociedad internacional alcance un grado
de integración y de cohesión semejante al de los Estados modernos. Ello significaría
el reemplazo del derecho internacional –el derecho entre Estados– por un orden
jurídico nuevo: el derecho interno de un Estado mundial.
Derecho, moral y
cortesía internacionales
El dominio reservado
ALF ROSS.
A Texbook of International Law, p. 83
Concepto
La expresión “fuentes del derecho” se toma en dos sentidos que se confunden en el lenguaje
jurídico. Puede designar los procedimientos de creación o elaboración de reglas jurídicas
positivas (primer sentido), como también las diversas categorías de reglas jurídicas creadas
mediante dichos procedimientos (segundo sentido).
En los órdenes jurídicos internos la fuente principal de derecho es la ley, que crea normas
general de conducta. En el plano internacional, en cambio, no existe un Poder Legislativo que
dicte reglas generales obligatorias para todos los Estados. Las reglas de derecho internacional
son creadas o establecidas por los propios Estados mediante los tratados y la costumbre. Estos
procedimientos son “las únicas puertas a través de las cuales los nuevos principios hacen su
entrada en la esfera del derecho”.1
Los tratados o convenciones internacionales son acuerdos entre Estados que crean las
llamadas normas convencionales. La costumbre está constituida por prácticas aceptadas por
los Estados que establecen reglas consuetudinarias. Las reglas convencionales y las reglas
consuetudinarias son los dos principales “componentes” o “fuentes” (en el segundo sentido)
del derecho internacional. A su lado, están los principios generales de derecho, que juegan un
rol subsidiario. Estas fuentes nos indican dónde debe dirigirse el jurista para encontrar las
reglas de derecho internacional aplicables a un caso determinado.
Un buen punto de partida para el estudio de las fuentes del derecho internacional es el
artículo 38 del Estatuto de la Corte Internacional de Justicia. Esta disposición enumera las
diversas categorías de reglas que la Corte debe aplicar al decidir las controversias entre
Estados. A pesar de sus defectos de redacción, es un texto de gran autoridad que ha sido
reproducido en tratados de arbitraje y de arreglo judicial. Puede considerarse que contiene las
directivas que cualquier tribunal debe seguir para resolver un caso según el derecho
internacional. El texto del artículo 38 es el siguiente:
“1. La Corte, cuya función es decidir conforme al derecho internacional las controversias que
le sean sometidas, deberá aplicar:
a. las convenciones internacionales, sean generales o particulares, que establecen
reglas expresamente reconocidas por los Estados
litigantes;
b. la costumbre internacional como prueba de una práctica generalmente aceptada
como derecho;
c. los principios generales de derecho reconocidos por las naciones civilizadas;
d. las decisiones judiciales y las doctrinas de los publicistas de mayor competencia de
las distintas naciones, como medio auxiliar para la determinación de las reglas de derecho,
sin perjuicio de lo dispuesto en el artículo 59.
2. La presente disposición no restringe la facultad de la Corte para decidir un litigio ex aequo
et bono, si las partes así lo convinieren”.
Las tres primeras letras de este artículo indican categorías de normas (fuentes) que la Corte
debe aplicar al decidir en conformidad al derecho internacional las controversias que le sean
sometidas: las convenciones o tratados internacionales, la costumbre internacional y los
principios generales de derecho reconocidos por las naciones civilizadas. Estas son fuentes, en
sentido estricto.
En la letra d), en cambio, el artículo 38 menciona “medios auxiliares” que la Corte debe utilizar
para determinar las normas de derecho internacional no escrito: las decisiones judiciales
(jurisprudencia) y la doctrina.
El número 2 de esta disposición deja en claro que la Corte sólo puede fallar ex aequo et bono,
es decir en equidad, si las partes en el litigio así lo hubieren convenido.
En términos generales se entiende por tratado un acuerdo celebrado entre dos o más Estados,
regido por el derecho internacional y destinado a producir efectos jurídicos. El tratado es un
modo plenamente voluntario de creación de normas.
Los tratados se celebran generalmente entre Estados. Sin embargo, también hay tratados
celebrados entre Estados y otros sujetos de derecho internacional, tales como la Organización
de las Naciones Unidas y la Santa Sede, y entre estos otros sujetos. Así, por ejemplo, en 1993
el Estado de Israel y la Santa Sede firmaron un tratado, denominado “Acuerdo Fundamental”.
Los tratados pueden presentarse bajo formas variadas y recibir denominaciones diversas, tales
como convenciones, pactos, acuerdos, convenios, Cartas y protocolos. La Carta de las
Naciones Unidas es un tratado internacional. Estas diversas denominaciones no tienen
significación jurídica. Las mismas reglas se aplican a todos ellos.
El acuerdo de voluntades que constituye el tratado deriva su validez de la norma fundamental
pacta sunt servanda (lo pactado obliga), que es considerada como postulado básico del orden
jurídico internacional.
Los tratados prevalecen, en las relaciones entre las partes contratantes, sobre las normas de
derecho internacional general o común.
Los tratados son obligatorios entre las partes contratantes, es decir entre los Estados (u otros
sujetos de derecho internacional) que han manifestado su consentimiento en obligarse por
ellos. No son obligatorios para los Estados que no son partes ni para los Estados que son
partes respecto de aquellos otros que no lo son.
Los tratados pueden ser bilaterales o multilaterales. Son bilaterales los celebrados entre dos
Estados, tales como el Tratado de Lima entre Chile y Perú, de 1929, y el Tratado de Paz y
Amistad entre Chile y Argentina, de 1984. Son multilaterales los celebrados entre más de dos
Estados, tales como la Carta de las Naciones Unidas y la Convención de las Naciones Unidas
sobre el Derecho del Mar, de 1982.
En un mundo unido en su destino, pero fragmentado en su estructura, la interdependencia y
las necesidades de cooperación inducen a los Estados a celebrar tratados para muy diversos
fines: efectuar una cesión de territorio, delimitar una frontera, convenir un régimen de libre
navegación para un curso de agua internacional, establecer una organización internacional,
acordar un régimen de cooperación técnica entre Estados, delimitar espacios marítimos,
solucionar una controversia internacional o someterla al arbitraje, establecer un sistema de
cooperación defensiva, etc.
Aunque todos los tratados establecen derechos, obligaciones o situaciones jurídicas entre las
partes contratantes, especial interés para el derecho internacional tienen aquellos tratados o
convenciones generales celebrados por gran número de Estados para regular, de manera
permanente, materias de interés común.
El derecho internacional contiene normas relativas a los tratados: su celebración,
interpretación, efectos, nulidad, terminación, etc. El conjunto de estas reglas se denomina
“derecho de los tratados”, materia que será estudiada en el capítulo siguiente.
La costumbre internacional
Este último elemento –la opinio juris– distingue la costumbre de los simples usos o prácticas,
como el saludo a los buques de guerra, que los Estados respetan por consideraciones de
cortesía, de conveniencia o de tradición y no porque se sientan jurídicamente obligados.
Como expresara la Corte Internacional de Justicia en los casos de la Plataforma Continental
del Mar del Norte:
“No solamente los actos considerados deben representar una práctica constante sino
que, además, deben atestiguar, por su naturaleza o el modo en que se llevan a cabo, la
convicción de que esta práctica resulta obligatoria por la existencia de una regla
jurídica... Ni la frecuencia ni aun el carácter habitual de los actos bastan”.
La práctica que sirve de base a una regla consuetudinaria universal deber ser generalmente
aceptada como derecho. No es, por lo tanto, indispensable que todos los Estados la hayan
seguido o le reconozcan carácter obligatorio. Basta la aceptación general, particularmente de
aquellos Estados especialmente interesados en la materia a que la práctica se refiere. Sin
embargo, se admite que una regla consuetudinaria no puede ser invocada en contra de un
Estado que durante el proceso de formación de dicha regla y antes de que cristalizara como
tal, se opuso a ella de manera constante e inequívoca.
El hecho de que una práctica haya sido seguida durante un corto tiempo no es
necesariamente, como tal, un obstáculo a la formación de una nueva regla de derecho
internacional consuetudinario; pero es indispensable que durante ese tiempo la práctica de
los Estados haya sido frecuente y uniforme y haya cristalizado la convicción de que ella es
jurídicamente obligatoria.
Los precedentes que constituyen y prueban la costumbre internacional se encuentran en
aquellos actos de los Estados que reflejan su actitud hacia cuestiones de derecho
internacional, tales como los siguientes: su correspondencia diplomática; sus leyes internas y
las sentencias de sus tribunales sobre materias de derecho internacional (inmunidades
diplomáticas, extradición, mar territorial, etc.); las instrucciones impartidas a sus agentes
diplomáticos, cónsules y fuerzas armadas; las opiniones de los asesores jurídicos nacionales;
las declaraciones sobre puntos jurídicos formuladas por sus representantes en conferencias y
organizaciones internacionales, etc.
También algunos actos internacionales pueden contribuir a elaborar la costumbre
internacional o, por lo menos, a constituir prueba de ella. Tales son las decisiones de los
tribunales internacionales, particularmente las de la Corte Internacional de Justicia, y los
tratados bilaterales sobre una misma materia (extradición, por ejemplo) cuando reproducen
estipulaciones similares que reflejan una convicción jurídica común.
Los diversos precedentes, por su concordancia, uniformidad y generalidad, pueden constituir
y proporcionar la prueba de que existe “una práctica general aceptada como derecho”, es
decir una regla internacional consuetudinaria.
No es necesario que entre todos los precedentes exista perfecta concordancia para que se
establezca una regla consuetudinaria. Como expresara la Corte Internacional de Justicia:
“La Corte no piensa que para que una regla sea establecida consuetudinariamente, la
práctica correspondiente deba ser rigurosamente conforme a esta regla. Le parece
suficiente para deducir la existencia de reglas consuetudinarias que los Estados
conformen a ellas su conducta de manera general y que ellos mismos traten los
comportamientos que no estén conformes con la regla en cuestión como violaciones de
ella y no como manifestaciones del reconocimiento de una regla nueva”.
Existe una interacción constante entre los tratados y el derecho internacional consuetudinario.
Los tratados pueden codificar, cristalizar o constituir el punto de partida de la elaboración de
normas consuetudinarias.
En efecto, algunos tratados codifican, en gran medida, sectores completos del derecho
internacional consuetudinario. Así, por ejemplo, las disposiciones de la Convención de
Ginebra sobre la Alta Mar (1958) son, según su Preámbulo, “declaratorias en términos
generales de los principios establecidos del derecho internacional”. La Corte Internacional de
Justicia, en el caso Namibia, expresó:
Hay también tratados que cristalizan normas consuetudinarias que se estaban configurando
con anterioridad. Ello ha ocurrido durante el proceso de codificación del derecho
internacional. En efecto, tendencias y prácticas legales que estaban en estado formativo se
han consolidado mediante los trabajos de la Comisión de Derecho Internacional, las opiniones
de los gobiernos sobre los proyectos elaborados por ella y los trabajos y reuniones de las
conferencias de codificación. El tratado o convención adoptado finalmente ha expresado, en
forma convencional, la regla consuetudinaria en formación. Así ocurrió, por ejemplo, con las
normas relativas al derecho del Estado sobre la plataforma continental, que cristalizaron en la
Convención de Ginebra sobre la Plataforma Continental, de 1958.
Finalmente, disposiciones contenidas en un tratado pueden servir de base o punto de partida
para la elaboración de una regla consuetudinaria. En este caso, la norma de un tratado,
aunque tiene origen convencional, “atrae” a la práctica, y su contenido pasa a incorporarse al
derecho consuetudinario. La norma consuetudinaria surgida sobre la base del tratado se
aplica también a los Estados que no son partes en el tratado, pero no como norma
convencional sino como regla consuetudinaria.
Esta expresión designa aquellos principios fundamentales que son comunes a los sistemas
jurídicos de los diversos Estados.
Los principios generales de derecho han sido aplicados desde antiguo por los tribunales
arbitrales. El Estatuto de la Corte Permanente de Justicia Internacional (artículo 38) sólo
codificó una práctica existente al disponer que la Corte aplicaría “los principios generales de
derecho reconocidos por las naciones civilizadas”.
Entre estos principios podemos mencionar los siguientes: lo pactado obliga (pacta sunt
servanda); todo daño ilícitamente causado debe ser íntegramente reparado; nadie puede
aprovecharse de su propio dolo; nadie puede transferir más derechos que los que tiene; la
sentencia dictada con exceso de poder es nula; el principio de la cosa juzgada, el de la
prescripción extintiva, etc. Muchos de estos principios forman parte actualmente de la
costumbre internacional.
La Corte Internacional de Justicia y su predecesora, la Corte Permanente de Justicia
Internacional, han hecho uso muy moderado de los principios generales de derecho. Mayor
importancia alcanzaron ellos en la jurisprudencia de los tribunales arbitrales.
Los principios generales de derecho reconocidos por las naciones civilizadas no deben ser
confundidos con los principios de derecho internacional, que son normas internacionales de
carácter fundamental y general, como el principio que prohíbe la agresión, el principio según
el cual los tratados prevalecen sobre la ley interna en el plano internacional, o el principio de
que un Estado o gobierno no puede invocar las disposiciones o las deficiencias de su ley
interna para dejar de cumplir sus obligaciones internacionales.
Los principios generales de derecho han sido aplicados en la decisión de diferendos que
podríamos llamar “transnacionales”. Se trata de diferendos surgidos con motivo de acuerdos o
contratos celebrados entre un Gobierno y una gran compañía extranjera sin intención de
someterlos a un derecho nacional determinado y en los cuales se estipula que las
controversias que surjan entre las partes se someterán al arbitraje internacional. En estos
casos, a falta de regla contenida en el contrato mismo, el árbitro ha aplicado los principios
generales de derecho.
Ilustra estos diferendos transnacionales el caso Petroleum Development (Trucial Coast) Ltd.
and the Sheik of Abu Dhabi, decidido en 1951. El jeque de Abu Dhabi y la Compañía habían
celebrado un contrato por el cual se concedía a la Compañía el derecho exclusivo de extraer
petróleo en cierta región del Principado. Surgió más tarde un diferendo entre las partes
respecto de los derechos de la Compañía sobre ciertas áreas submarinas, el cual, según estaba
previsto en el Contrato, fue sometido a arbitraje.
¿Cuál es el derecho aplicable a la interpretación de este Contrato?, comenzó preguntándose el
Árbitro (Lord Asquith). El Contrato había sido celebrado en Abu Dhabi y debía cumplirse
totalmente en ese país.
“A primera vista –expresó el Árbitro– si algún sistema de derecho interno pudiera ser
aplicable, éste sería el de Abu Dhabi; pero no se puede decir razonablemente que tal
sistema exista. El jeque administra justicia puramente discrecional con la ayuda del
Corán; y sería fantástico sugerir que en esta primitiva región hay un conjunto establecido
de principios jurídicos aplicables a la moderna interpretación de instrumentos
mercantiles. Tampoco puedo ver alguna base para aplicar el derecho de Inglaterra. Por el
contrario, el Acuerdo parece rechazar la noción de que pueda ser aplicable el derecho
interno de algún país. Los términos de esta cláusula invitan a aplicar, en realidad
prescriben aplicar, principios arraigados en el buen sentido y en la práctica común de la
generalidad de las naciones civilizadas: una especie de moderno derecho natural”.
Sin embargo, el Árbitro estimó que aunque el derecho inglés era inaplicable como tal, algunas
de sus reglas están “tan firmemente fundadas en la razón como para formar parte de... este
moderno derecho natural”.
Existen ciertos medios auxiliares que sirven a quienes aplican el derecho internacional
(cancillerías, asesores jurídicos, tribunales internacionales e internos, etc.) para determinar o
probar la existencia y contenido de las reglas internacionales no escritas: normas
consuetudinarias y principios generales de derecho. Por otra parte, estos medios contribuyen
a elaborar, cristalizar y consolidar dichas normas, dándoles carácter de hard law.
Algunos autores llaman a estos medios “fuentes secundarias”. El artículo 38 del Estatuto de la
Corte Internacional de Justicia los denomina “medios auxiliares para la determinación de las
reglas de derecho” y menciona dos: las decisiones de los tribunales (jurisprudencia) y la
doctrina.
La jurisprudencia internacional
La doctrina
“a los trabajos de los juristas y comentaristas, quienes durante años de labor, investigación y
experiencia se han familiarizado bien con los temas que tratan. Los tribunales de justicia
recurren a estos trabajos, no en busca de las especulaciones de sus autores respecto de lo
que el derecho debe ser, sino como testimonio autorizado de lo que el derecho realmente
es”.
En la época formativa del derecho internacional, cuando éste era en gran parte un book law
basado en las opiniones de los autores de renombre, la doctrina tenía mayor autoridad que en
nuestros días. A falta de tratados y precedentes, las Cancillerías invocaban la autoridad de
Grocio, Vattel y otros autores de prestigio. Actualmente, la práctica de los Estados, la
jurisprudencia y la publicación de los repertorios que las contienen han reducido la
importancia de la doctrina como medio de determinación de las reglas de derecho.
El rol de la equidad
La equidad puede ser definida como la aplicación de los principios de justicia a un caso
determinado.
La equidad debe ser aplicada por un tribunal cuando una norma de derecho positivo se remita
a ella. Así, en los casos de la Plataforma Continental del Mar del Norte, la Corte Internacional
de Justicia decidió que, según una regla consuetudinaria vigente, la delimitación de la
plataforma continental entre Estados vecinos debe efectuarse por acuerdo entre ellos según
principios equitativos y tomando en cuenta todas las circunstancias relevantes.2
Además, al aplicar el derecho internacional positivo, un tribunal internacional puede elegir,
entre varias interpretaciones posibles, aquella que le parezca más conforme a las exigencias
de la justicia en el caso de que conoce. Esta forma de aplicación de la equidad no permite
modificar el derecho positivo sino interpretar sus normas y modular su aplicación en función
de situaciones individuales. “No se trata simplemente de llegar a una solución equitativa, sino
de llegar a una solución equitativa que se funde en el derecho aplicable”.
Como lo ha expresado el Institut de Droit
International:
“La equidad es normalmente inherente a una sana aplicación del derecho, y... el juez
internacional está obligado –al igual que el juez interno–, por la naturaleza misma de su
función, a tomarla en cuenta en la medida compatible con el respeto del derecho”.3
La codificación