Las Vallas Rotas

Descargar como pdf o txt
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1de 119

Dura111e cin o largos meses, desde septiembre de 1981 hasta febrero di' 1982,

rnil(•s de estudiantes participaron en la huelga del recimo ele Río Piedras


<le- la llniv ersjdad de Puerto Rico. Rompieron las vallas de la~ ·ocr(·iunes
y la~ a menazas para hacer oir sus ireivindicaciones.
(
Fernando Picó, Milton Pabón y Roberto Alejandro Rivera fu ron irnpor-
tames partícipes y testigos del proceso, y reúnen aquí tres trabajos q uc ofre-
t s
cen testimonio y análisis de las experiencias acumuladas en la hu elga . Pi có
pon e de relieve dos aspectos sobresalientes: la unión de cris1ia nris y socia-
i listas, y los elementos utópicos que animaron a muchos estudian Les. Mil -
ton Pabón sitúa la huelga en el contexto social y político, y reconstruye
LAS VALLAS ROTAS
er,1 detalle las etapas de las negociaciones en que le tocó m ediar. Roberto
Alejandro Rivera nos da un comienzo de caracterización de los mil i1 antes
que llevaron el peso de la organización y de la incorporación de los cris-
LAS VALLAS ROTAS
tianos y su participación. Explora, además, las lecciones de la hu elga y
señala el alcanrn de las lecciones políticas.

El violento cuestionamiento de las estructuras de poder tuvo como punto


.LAS VALLAS ROTAS
de partida una razón económica: el aumento por decreto en el costo de las
matrículas. Pero las fuerzas espirituales, sociales e ideológicas qu e anima -
ron la huelga exceden las causalidades económicas visibles. Las apeten-
cias de cambios dernocratizadores que se estndian en este volum en, y que
LAS VALLAS ROJAS
caracterizan b vida puertorriqueña comemporánea, quedan simboli za- , ,
das por la imagen martiar.J.a de las uallas rotas. ERNANDO PICO• MILTON PABpN • ROBERTO ALEJANDRO
LAS VALLAS ROTAS
~olección: La nave y el puerto

Director: Arcadio Díaz Quiñones

, ,
FERNANDO PICO• MILTON PABON • ROBERTO ALEJANDRO
Primera edición: 1982

A los miles de estudiantes que en Río Piedras reclama-


ron sus derechos y su fu turo. Ellos empezaron a escribir
esta historia que aún no ha concluído.

Ponada y diseño gráfico: José A. Peláez


Al cuidado de la edición: Carmen Rivera Izcoa
Fowgrafías: San Juan Star, El Nuevo Día y Claridad

©Ediciones Huracán, Inc.


Ave. González 1002
Río Piedras, Puerto Rico

Impreso y hecho en Estados Unidos de América/


Printed and made in United States of America
Número de catálogo Biblioteca del Congreso/
Library of Congress Catalog Card Number: 82-83477
ISBN: 0-940238-69-1
... Otros fueron los tiempos de las vallas alzadas; éste
es el tiempo de las vallas rotas. Ahora los hombres em-
piezan a andar sin tropiezos por toda la tierra; antes,
apenas echaban a andar, daban en murQ de solar o en
bastión de convento... Antes... en una época de calla-
miento y de repliegue, las ideas hab{an de convertirse
en badajo de campana de iglesia, o en manjar de patí-
bulo ... Ahora [... ] las ideas se maduran en la plaza en
que se enseñan, y andando de mano, y de pie en pie[ ... ]
El hablar no es pecado, sino gala; el oír no es herej{a,
sino gusto y hábito...
... Y ésta es la época en que las colinas se están enciman-
do alas montañas; en que las cumbres se van deshacien-
do en llanuras; época ya cercana de la otra en que to-
das las llanuras serán cumbres. Con el descenso de las
eminencias suben de nivel los llanos, lo que hará más
fácil el tránsito por la tierra [...] Asístese como a una
descentralización de la inteligencia ...

-José Mart{, del prólogo al Poema del Niágara, l882


11

PRESENTACION

Este es el tiempo de las vallas rotas, decía Martí en 1882. Es


una imagen poderosa que hace coincidir lo simple y lo profun-
do, la certeza y la esperanza. Ese símbolo de las vallas rotas se
impone al reflexionar sobre el desafío a la verticalidad autorita-
ria y las apetencias de cambios democratizadores que viven am-
plios sectores de la sociedad puertorriqueña en estos años. La
imagen puede metaforizar y enriquecer el análisis de las expe-
riencias acumuladas en la huelga estudiantil del recinto de Río
Piedras de la Universidad de Puerto Rico.
Durante cinco largos meses, desde septiembre de 1981 hasta
febrero de 1982, miles de estudiantes rompieron las vallas de las
coerciones y las amenazas, para hacer oir sus reivindicaciones.
lmP.,ugnaron la legitimidad de las decisiones de un puñado de
señores que pretendían constreñirlos al silencio y la obediencia.
El violento cuestionamiento de las estructuras de poder tuvo
como punto de partida una razón económica: el aumento por
decreto en el costo de las matrículas. Pero las fuerzas espiritua-
les, sociales e ideológicas que animaron la huelga y que consoli-
daron en torno a ella una amplia solidaridad -dentro y fuera
de la Universidad- exceden las causalidades económicas visi-
bles. Esa huelga, tan súbita y sorprendente para muchos, estuvo
alimentada por un pensamiento crítico, por una tradición de
lucha, por un deseo consciente por parte de sus dirigentes de no
repetir errores del pasado. Sobre todo, se nutrió de la frustración
generada por la profunda crisis política y social en que vivimos.
Se fortificó, además, con el rencor y la irritación generalizados
frente a las burocracias que sostienen empecinadamente el orden
anacrónico de unas clases sociales privilegiadas que carecen de
verdadera autoridad.Manifestó la misma creatividad que ha lle-
vado a muchos puertorriqueños a buscar y a ensayar nuevas for-
mas de vida y de resistencia, a combatir el paternalismo patriar-
cal y a poner en tela de juicio el autoritarismo de las institucio-
nes y de las organizaciones que ejercen el poder, así como las de
la oposición. Lo económico es insoslayable, ni más ni menos

11,¡¡¡
J2 13
r¡ 11(' las torrientes que estimulan muchas formas de disidencias 1·.11/mu lo.
col idia11as que aspiran a que las cumbres se vayan deshaciendo
1·11 lla1111ras.
• ••
J,a l11 u•lga, cargada de un incontenible impulso, transformó
11 1111u·ho.1· estudiantes en protagonistas de su propia vida coti- Con el propósito de iniciar ese análisis se reúnen aquí tres tra-
dif11u1, r,brió n uevos caminos críticos y organizativos, y drama- 1){/ ios de Fernando Picó, Milton Pabón y Roberto Alejandro
/ 11.15 la 111r•zq uindad de los escasos mecanismos de participación. !( ivera respectivamente. Ellos fueron importantes partícipes y
1
/ 11.10 df' 111anifiesto, además, la distancia que hay entre los que /1·.1·tigos del proceso. Los profesores Picó y Pabón desempeñaron
l'/t'l'Cf' II I'/ jJoder (político y universitario) y los miembros de la 1111 destacado papel como integrantes del Comité Mediador del
ro111 w1 iclad que pugnan por construir espacios más justos y de- Sr,nado Académico del recinto de Río Piedras. Roberto Alejan-
ftlO/'rdticos. La desbordante Asamblea celebrada el 25 de no- dro Rivera, Presidente del Consejo General de Estudiantes y de
¡1i1•111lne, rompiendo las verjas reales y simbólicas, y la brutal la Unión de Juventudes Socialistas, estudiante de la Facuitad de
ff' /m,sión que se desató ese día sobre los estudiantes y el pueblo Derecho, ha sido un ardoroso militante de las luchas estudian-
¡fr n ío Piedras, expresan bien la magnitud del enfrentamiento. / iles.
Fernando Picó, sacerdote jesuíta, es uno de nuestros historia-
• •• dores más fe cundos y originales. Tímido y retraído en lo perso-
11al, está dotado de una gran capacidad de riesgo en sus inter-
¿Cómo narrar y analizar la compleja condensación de cir- /Jretaciones y en las posiciones que ha defendido. La ironía re-
r1111stancias que desencadenaron la huelga y la prolongaron? cup era sus filos en el trabajo que titula "La huelga socialista en
¡C:ó 1110 encajar en formulaciones conceptuales un proceso tan la Universidad feudal". Nos brinda una introspección evocativa
1ingular y abarcador? ¿Cómo explicar el engranaje de las pasio- y polémica que sirve de marco a sus consideraciones sobre los
;11•s y los intereses, de las provocaciones y las respuestas? ¿Cómo antecedentes, las causas y las consecuencias de la huelga. Pone
1t1ocar la solidaridad de los huelguistas, pero también sus retro- de relieve dos aspectos sobresalientes: la unión de los cristianos
(f'.\'OS y frustraciones, las polémicas internas o la efervescencia y los socialistas, y los elementos utópicos que animaron a mu-
11 pasionada de sus marchas y asambleas? ¿Cómo captar las disi- t itos estudiantes. Discrepa de la aplicación tajante, sostenida
den cias, los debates, las amarguras, los dramas personales y co- j)or algunos, del modelo de "huelga laboral". Pero ello no le
/l'f'I ivos, la alegría y la tensión que se vivieron? ¿Cuál fue la pe- im pide afirmar lo que llama la "pedagogía de la huelga, su fru-
r1iliaridad de esta huelga a la luz de la historia del movimiento to más duradero".
1.a ,uliantil de los años sesenta y setenta? ¿Cuál ha llegado a ser A lo largo de los años, M ilton Pabón ha llegado a ser, sencilla
¡11 composición social del estudiantado de Río Piedras? ¿Por qué y legítimamente, uno de los más respetados maestros universi-
)' tómo participaron tan activamente tantas mujeres en la huel- tarios. Ha servido, con toda la fuerza de su talento, a los princi-
t? ¿Qué papel jugaron los pro/esores y los empleados universi- pios de reforma universitaria y defensa de los derechos de profe-
1,1rios? ¿Cuál fue su fuerza y su debilidad? ¿Cuál ha sido la tra- sores y estudiantes. En su trabajo, "La huelga universitaria y la
yrctoria histórica que ha p ermitido que la Universidad esté teoría de la conspiración", reconstruye en detalle, con un pa-
tl'gida por grupos tan mediocres y tan insensibles, tan irrepri- ciente esfuerzo, con abundancia de documentos, las etapas de la
,1:iblemente antidemocráticos? ¿Qué consecuencias tendrá la negociación en que le tocó mediar, a menudo como un túnel al
¡,11elga para los estudiantes en el futuro inmediato? ¿Cuáles son que no se le veía salida. Su vasta experiencia en los conflictos
11,s elementos más sobresalientes en la crítica y la autocrítica del universitarios le permite ir señalando todos los antecedentes del
propio movimiento estudiantil? Estas preguntas requerirían aumento que provocó la huelga, la ausencia de una política
,;ria crónica larga. O mejor, en plural, unas crónicas. Están por definida, la subversión y la usurpación de los derechos del pro-
fscrib irse. Este volumen pretende ser sólo un comienzo y un fesorado y del estudiantado. Asimismo, su larga reflexión sobre
14 15
la vida política puertorriqueña le permite interpretar la dimen- 11 ,w.spensiones de uno a tres años. El Presidente del Consejo de
sión política de la huelga y la crisis que posibilitó la fácil salida J•;(/1.tcación Superior no cesa en sus ataques a los profesores, in-
de la "conspiración" por parte del gobierno. Desenmascara el , luyendo la práctica de la "permanencia". El propósito es, co-
doble juego de represión y diálogo de parte del Consejo de Edu- 1110 muy b.ien dijo el escritor Luis Rafael Sánchez, imponer una
cación Superior y del Ejecutivo. P abón también ofrece acertadas
observaciones sobre las peculiaridades del movimiento estu- " 11ormalidad repugnante y carcelaria".
!'ero las vallas se han roto. Las experiencias de la huelga,
diantil y sus organizaciones, en contraste con huelgas anterio- t'II riquecidas por el debate y el análisis, constituirán una reserva
res. Su trabajo evidencia, por otra parte, disidencias( que nunca
1°1 /Jiritual y social que llegará, no me cabe duda, a una madura-
dejan de ser solidarias) con las decisiones estudiantiles. r Ión futura. Este volumen es un (1,Cto de continuidad. Le debe
La voz de Roberto Alejandro Rivera, su palabra caudalosa e 1111.tcho a los miles de estudiantes que reclamaron un orden nue-
inteligente, pasaba como una brasa por las asambleas y los míti- 110, a dirigentes como Jván Maldonado, Portavoz del Comité
nes estudiantiles. Llegaba, vibrante, al país, a través de los me- co11tra el Alza, a Eva García, Portavoz de la Juventud de Acción
dios de comunicación. Lleno de fuerza, a pesar de su fragilidad Cató lica, a José Rivera Santana, Presidente de la Federación
física, denunció la hipocresía y las mentiras del sistema en un ( I niversitaria Pro Independen cia, a Eliezer Valentín, Portavoz
discurso visionario y metafórico, atravesado por referencias dt los Evangélicos, a los militantes de esas organizaciones y de
bíblicas y marxistas. Su extenso trabajo, "Nuevas voces, nuevos la Unión de Juventudes Socialistas, a los muchos estudiantes
cauces: reflexiones sobre la huelga universitaria", nos da, en la que participaron en los Consejos y en los subcomités de las Fa-
primera parte, el movimiento de la huelga, sus fundamentos. rnltades. También le debe mucho a los profesores que se agru-
Evoca las consignas, las canciones, las anécdotas que van mar- ¡,aron en el Comité Pro Diálogo y a su Portavoz, Michel Go-
cando los momentos significativos.Hay un aspecto de su traba- dreau, al Presidente de la Asociación Puertorriqueña de Profe-
jo que es particularmente útil: un comienzo de caracterización sores Universitarios, Arturo Meléndez y a Francisco Jordán,
de los militantes que llevaron el peso de la organización, y de la Presidente de la Hermandad de Empleados Exentos N o-Docen-
incorporación de los cristianos y su participación. En la segun- tr.s, quienes fueron víctimas directas de la represión. Al Colegio
da parte, explora las lecciones de la huelga, expone su visión de de A bogados y a su Presidente, Luis F. Camacho, a los ministros
lo que significó para la función ideológica de la Universidad, y 'Y sacerdotes, a los periodistas y a los padres y madres, a los abo-
señala el alcance de la experiencia política acumulada. gados de los estudiantes, a todos por sus intervenciones y su
.,olidaridad. Deseo expresar también el reconocimiento y la
••• gratitud a los estudiantes que han contribuído a la preparación
de este volumen, a María del Pilar Argüelles, Carmen R. Padín,
La Universidad de Puerto Rico es, en los días en que escribo Migdalia Rosario, Carlos Casanova, Ivonne de Jesús y Roberto
estas líneas, una institución inquisitorial y macartista, dirigida Otero. Carmen R ivera lzcoa lo ha hecho posible, acogiéndolo
por un Consejo de Educación Superior totalmente entregado al
poder político, autoritario e insensible, provinciano. La Uni- en su proyecto editorial.
versidad, sobre todo el recinto de Río Piedras, representó duran- Arcadio Díaz Quiñones
te los años de relativa prosperidad del capitalismo industrial de- agosto de 1982
pendiente una necesaria iniciativa modernizadora. Sin embar-
go, nunca ha podido establecer una tradición democratizadora.
Hoy, traicionando los impulsos más generosos de la Ley que la
rige, es una institución represiva, ocupada por la policía, y dis-
puesta a expulsar hasta a sus mejores estudiantes. Roberto A le-
jandro ha sido suspendido por vida. Muchos otros se enfrentan
17

LA HUELGA SOCIALISTA
EN LA UNIVERSIDAD FEUDAL

Fernando Picó

ANTECEDENTES HISTORICOS

Yo empecé a enseñar en Río Piedras en 1972. P ara aquella


época muchos integrantes de la comunidad universitaria pare-
cían cautivos de roles estereotipados. Muchos de los profesores
todavía llegaban a clase engabanados; muchos todavía habla-
ban en una jerga tardíobenitezca, en la que el estilo, más que la
substancia, de la expresión de J aime Benítez se cultivaba como
muestra de capacidad intelectual. Los administradores p arecían
arcán geles, mensaj eros de una gnosis celeste, que hacían rebel-
des de aquellos que dudaran de su importancia. Sólo en el estu-
diantado uno podía reconocer de inmediato el perecedero barro
humano: -Ya no es como antes, me decía gravemente algún
colega; son demasiados, no tienen la chispa, son masa.
Había, pues, una época dorada en el pasado, marco de refe-
rencia común, y yo había venido a formar parte de la decapen-
cia, de la edad de plomo. ¿Por qué se había marchitado aquel
paraíso? Las explicaciones eran convenientemente complejas,
pero había dos palabras q ue recurrían: el gigantismo y la politi-
zación. La Universidad había crecido demasiado rápidamente;
el afán de abrirle las puertas al pueblo, de dejar de ser una uni-
versidad elitista, había hecho proliferar los programas, las cáte-
dras,. la burocracia: ya uno no podía sentarse a hablar de Ortega
y Gasset con el rector. Y por otro lado, la serpiente política se
había deslizado dentro de los predios, sonsacado a los jóvenes
catedráticos, enfebrecido las inteligencias ingen uas de estudian-
tes de pueblos chiquitos, apagado la duda creadora. Así es que
el movimiento estudiantil se veía a la vez como causa y como
síntoma de lo que se concebía que era la crisis universitaria.
Como yo no había estudiado en Río Piedras, me era difícil
ubicarme en ese itinerario de decadencia. En comparación con
Johns Hopkins, donde había hecho el doctorado en historia,
el protagonismo de los administradores me parecía alarmante.
19
18
estaba vinculado a agrupación política alguna. Y alrededor
En contraste con la llaneza en el trato de algunos de los profe-
suyo, gravitaban grupos de estudiantes con sólidas convicciones
sores, que tanto había estimado en mis años de estudiante en
Estados U nidos, el estilo de algunas de las personalidades del religiosas, cuya visión del compromiso cristiano necesariamen-
recinto me parecía aristocrático, casi pretencioso. Me desalen- te implicaba la solidaridad con la lucha por la justicia.
taba el que se estimulara la pedantería entre los estudiantes, y Las huelgas del 1973 y del 1976 habían sido en Río Piedras
el que se humillara a los que no participaban ni del argot, ni del reflejos de conflictos laborales e institucionales en los cuales
ritual, que se concebían como universitarios. la posición de los estudiantes era subsidiaria a una problemá-
En contraste, en disonante minoría, había aquí y allá peque- tica más amplia. A pesar de la militancia demostrada en ambas
ocasiones, el movimiento estudiantil entonces no logró aglu-
ños grupos de profesores, en su mayoría jóvenes, tenaces en su
tinar una mayoría patente. Las controversias dentro de las
irreverencia, metódicamente suspicaces de la administración.
cuales se desenvolvía la huelga estudiantil estaban teñidas de
Y estaba la Federación de Universitarios Pro Independencia
sectarismo ideológico. La prensa comercial y la televisión no
(FUPI), aureolada de un prestigio siniestro, capaz de retar el
ayudaban a la generalidad del estudiantado a ubicar sus intere-
barroquismo institucional, pero ya achacosa de una retórica
sobrecargada de preciosismos revolucionarios. ses en el contexto de los conflictos huelgarios.
¡Nueve años más tarde, cuán diferente aparecía la escena! El rol de la FUPI dentro de las huelgas del 1973 y del 1976, y
Quedaban todavía las añoranzas por la calidad de los profesores de las reinvindicaciones estudiantiles de toda la década, había
sido gen eralmente interpretado a la luz de posiciones políticas
visitantes y por el calibre del debate ideológico de la era de Bení-
tez, pero ya no se echaba de menos ni el estilo, ni el ejercicio de del Partido Socialista Puertorriqueño (PSP). Pese a la validez
de planteamientos estudiantiles amparados por la FUPI, la per-
la autoridad, ni el elitismo estudiantil. El profesorado se había
cepción entre los miembros de la comunidad universitaria que
plebeyizado; se tenía más compasión que admiración por los
administradores, y el estudiantado había venido a ser el princi- no estaban relacionados a su sector político era que la univer-
pal portavoz contra la mediocridad intelectual en el recinto. sidad en sí no constituía prioridad para esa agrupación. Era su
¿A qué se debía este cambio? En parte, al trasiego generacio- terreno de combate, su trinchera, en una guerra de clases; y su
nal; muchos profesores se habían jubilado, muchos otros ha- transformación sólo un punto en una agenda revolucionaria
bían modificado sus estilos; el estudiantado mismo venía con que pretendía programar el milenio.
Esa percepción de la FUPI reflejaba la incapacidad de dicha
diferentes percepciones y experiencias. Pero en párte, también,
el cambio se debía a las luchas de la década de los 70 por crear organización de llegar a sectores que no colindaran política-
una universidad puertorriqueña, en que la discusión a fondo mente con el PSP. Había un ghetto político dentro del cual se
de la problemática del país fuera la agenda, y no un mero esco- desenvolvía una brillante discusión sobre los principales pro-
lio, de la discusión intelectual del recinto. Hablar abstracta- blemas del país, pero aún dentro de ese mismo ghetto, los tro-
mente de las ideas claves de Occidente ya no se percibía más que piezos del PSP en aglutinar la izquierda discordante mengua-
como síntoma de un empacho bibliográfico. ban la aceptabilidad de la FUPI como participante en la dis-
El movimiento estudiantil que va a la huelga en septiembre cusión intra-universitaria. En el 1972 se decía frecuentemente
de 1981, por lo tanto, tiene conciencia de que la Universidad de que los fu pistas eran estudiantes brillantes, pero ya para el 1980,
Puerto Rico (UPR) es modificable, y que, en parte, el cambio se hablaba más de su dedicación, que de su talento. La organi-
ya operado en ella es fruto de sus propios esfuerzos. Pero a dife- zación había generado expectativas que su propia infraestruc-
rencia de principios de la década de los 70, cuando los objetivos tura no estaba preparada para colmar.
eran patentes y comunes, el movimiento estudiantil no tenía Aún así, la discusión sobre el movimiento giraba todavía en
percepción clara de cuáles debían ser sus prioridades. Estaba torno a la FUPI. Pero, sintomáticamente, esa discusión se cer-
dividido en diferentes grupos que reflejaban las divisiones de la nía más sobre el proceso histórico del movimiento estudiantil
izquierda puertorriqueña. Había un sector importante que no que sobre la estructura contemporánea de la comunidad u niver-
20 21
sitaria. La retórica de la decadencia y de la perdida edad de oro participan de un ambiente festivo. Los estudiantes más jóvenes
había venido a infiltrar hasta el propio movimiento estudiantil. parecen entonces inclinados a la huelga como 'experiencia ge-
neracional'. Inquieta un poco recordar las expresiones inge-
Causas de la huelga nuas que proliferaban entonces entre aquellos que no habían
participado de los angustiosos momentos de la década del 70
Con esos antecedentes, ¿por qué hubo una huelga estudiantil en la Universidad. La huelga parecía algo análogo a la 'fuga'
en septiembre de 1981? El aumento decretado en las matrículas, anual en los colegios privados, a una bachata organizada para
sin duda alguna, genera la huelga. ¿Pero es la causa, o la ocasión fines nobles. Quizás, nadie mejor que los propios líderes estu·
de la huelga? ¿Hubiera habido huelga sin aumento? Difícil- <liantiles advirtió el riesgo de entrar en un proceso de huelga
mente. Si el liderato estudiantil hubiera estado buscando excu- sobre la base de convicciones adoptadas superficialmente. Pero
sas para una huelga, había otros motivos de insatisfacción, tales había ambiente propicio a la huelga, y el año académico de
como el propuesto plan integral del presidente Ismael Almo- 1981-82, salvo en algunas facultades y programas, de hecho,
dóvar, o la imposición de un reglamento general que no recogía no comenzó.
el cúmulo de contribuciones que el Senado Académico de Río
Piedras había tratado de hacerle por_vía de enmiendas propues- La prolongación de la huelga
tas. Sin embargo, ninguno de estos otros motivos habría gene-
rado el respaldo a una huelga estudiantil como el que desató el Cuatro factores principales influyeron en la prolongación de
alza súbita de las matrículas. la huelga, más allá de las expectativas iniciales de la mayoría
Pero el aumento por sí solo no explica la huelga. Hay que de los observadores: el apoyo extenso que la huelga obtuvo entre
considerar también cómo el Consejo de Educación Superior el estudiantado y entre otros sectores de la sociedad puertorri-
(CES) cierra los accesos más elementales a un diálogo en torno queña; el hábil ejercicio del liderato estudiantil, y las vacilacio-
al aumento de las matrículas. No había razón alguna para que nes y contradicciones que se advierten entre las personas que
el CES, con el personal y los recursos que tiene a su disposición, trazan política institucional; el fracaso de los acuerdos que se
no llevara a cabo un estudio detallado de un alza en matrícula propusieron los días 21 de septiembre, 16 de octubre y 13 de no-
ajustada a los ingresos familiares, que era la contrapuesta estu• viembre, y la consecuente desconfianza mutua que estos fracasos
diantil al alza uniforme. El CES pudo haber obviado la huelga suscitan; y las complicaciones innecesarias que todo el aparato
tomando en serio los planteamientos estudiantiles. Pero no lo de represión a la huelga añaden a la situación universitaria.
hizo. ¿Falla de percepciones, o política de confrontamiento? Al principio, la huelga se percibió como un proyecto de un
No lo sabemos. liderato estudiantil que estaba tratando de establecer sus creden-
En todo caso, la decisión de aumento uniforme en las matrí- ciales de militancia. Pero pasaron dos cosas: Las explicaciones
culas adquirió visos de medida unilateral. El CES, insistiendo ofrecidas por la administración sobre el aumento en la matrícu-
en un esquema de autoridad que contradice su insistencia pos- la no parecieron suficientes, máxime cuando el liderato estu-
terior en la apertura al diálogo, no accede a ver al liderato estu- diantil yuxtapuso, a las cifras ofrecidas, las suyas propias. La
diantil de Río Piedras, ni manifiesta estar dispuesto a reconsi- administración parece haber subestimado la importancia que
derar el aumento decretado. el estudiantado atribuyó al aumento, pero, sobre todo, no pro-
Si esta actitud del CES crea el ambiente favorable para la pro- veyó remedios eficaces e inmediatos para los estudiantes de es-
testa estudiantil, no es menos verdad que entre los estudiantes, casos recursos de nivel graduado. Este fue el sector más fuerte-
en esas semanas de principio de semestre, se va desarrollando un mente afectado por el súbito aumento. Y por otro lado, las asam-
clima de efervescencia en el que se gesta, y crece, una expectativa bleas iniciales establecieron la credibilidad del liderato, y reve-
de huelga. laron su capacidad organizativa.
Las asambleas, y los paros preliminares al paro indefinido, Según se profundizaba el conflicto, se hacía más patente, ante
22 23
la opinión pública, el contraste entre la pericia verbal del lide- pulado por vehemencia oratoria. Para muchos de estos estu·
rato estudiantil y la sintaxis sinuosa de los representantes pú bli- diantes maduros fue un proceso difícil, lleno de dudas y zozo-
cos de la Universidad. La diferencia comenzó a ser motivo de bras. El ir o no ir a clase vino a ser una decisión diaria, y las dife-
alarde para el estudiantado. Pero si todo se hubiera quedado en rentes vicisitudes de la huelga se manifestaron en perceptibles
destrezas retóricas, es probable que, pasada la euforia inicial, alzas y bajas de asistencia.
prevalecieran el calendario institucional y las sanciones regla- Las esperanzas de que la huelga terminara con un acuerdo
mentarias. Esto no pasó, no sólo porque el impacto económico entre las partes fluctuaron de igual manera. Pero los tres inten-
del aumento era real para un sector importante del estudian- tos de acuerdo no lograron plasmar esa aspiración. El del 21 de
tado, sino también porque el itinerario de los paros definidos, septiembre fue descorazonador; en ningún otro momento estu·
el esfuerzo misionero de los sub-comités de las Facultades, y la vo el movimiento estudiantil tan cerca de obtener sus reivindi-
experiencia acumulada de los líderes, sirvieron para sortear las caciones. De esa fecha en adelante, el Rector no confiaría en
dificultades iniciales, e ir caldeando la militancia de los miles Roberto Alejandro, ni en los otros líderes estudiantiles, y la
que empezaron a interesarse en la controversia. brecha de credibilidad con el CES comenzó a crecer, hasta tra-
Pero todo esto parecería presuponer que la huelga era un fin garse a los mismos mediadores.
en sí misma. Para los miles de estudiantes que, en diversidad de La guardia universitaria, en cierto modo, vino~ salvar la con-
formas, se fueron adhiriendo a los paros definidos, las marchas, tinuidad del diálogo, que parecía condenada después del paro
las reuniones y las asambleas, la cristalización de unas reinvin- indefinido decretado el 21 de septiembre, y las suspensiones su-
dicaciones estudiantiles no necesariamente conllevaba el em- marias anunciadas por el rector Miró Montilla al día siguiente.
prender una huelga prolongada. Recuerdo a los estudiantes en Los acontecimientos del 29 de septiembre, captados por las ági-
mis cursos. Me entrevisté con una buena parte de ellos en las les camaras de televisión, revelaron al país una guardia univer-
semanas anteriores al primer cierre del recinto para planear los sitaria armada, que provocaba confrontaciones. Después de los
trabajos de investigación y las monografías requeridas para disparos del 29 de septiembre, el clamor por la reapertura de las
el semestre. La presunción en estas entrevistas, incluso de aque- conversaciones fue en crescendo y le dio bríos a un sector del
llos que luego resultaron ser militantes huelguistas, era que profesorado para constituir su Comité Pro Diálogo. Pero era
el asunto de las matrículas se resolvería a breve plazo. Claro está, más fácil reclamar el diálogo con el CES que lograr que los con-
estos eran estudiantes de dos seminarios de investigación, un cejales y los líderes estudiantiles se sentaran a negociar.
curso electivo de bachillerato y un curso a nivel graduado. El propio presidente del CES, Enrique Irizarry, rompió el
Eran, por lo tanto, gente de mayor edad que los estudiantes de impasse al acceder a reunirse con Alejandro, previo el someti-
primer y segundo año, quienes recogían, de segunda mano, miento de una agenda. El viernes 9 de octubre, cuatro miembros
anécdotas de las pasadas luchas estudiantiles. Estos estudiantes del CES -Irizarry, Richard Camino, Ramón Mellado, y María
no querían ir a la huelga, pero deseaban que se les hiciera jus- Socorro Lacot- se reunieron con Roberto Alejandro en pre-
ticia. Y mientras mayor conciencia cobraban de las consecuen- sencia de Milton Pabón y m ía. La cordialidad de la sesión presa·
cias del aumento, de la abolición de la matrícula de honor, y de giaba un final feliz para las negociaciones iniciadas, y el propio
la pérdida al derecho de devolución de pago por razón de bajas Irizarry, respondiendo al consensus de los allí reunidos, emitió
totales, menos fácil se les hacía pasar tiempo en la biblioteca un comunicado de prensa en el que se recogía el optimismo de
y en el archivo. aquella mañana.
T 0do análisis de la huelga a posteriori tiende a perder con tac- Pero mientras el CES reabría el diálogo, el Rector emprendía
to con este estudiantado de carne y hueso, qut a fin de cuentas, la ofensiva contra el movimiento estudiantil, solicitando inter-
hizo la huelga con su militancia. Y, lejos de las imágenes este- dictos en la corte contra los principales dirigentes, y enverjando
reotipadas que propagaban los sectores hostiles, el estudian- la Facultad de Ciencias Sociales, acción simbólica que evocaba
tado no se adhirió al movimiento impulsivamente, ni fue mani- las confrontaciones de la década del 70. La desconfianza que se
1

l
24 25
generó ante las medidas de rectoría por poco impide la segunda ga.
sesión de negociaciones directas, el 15 de octubre. Las necesarias aclaraciones que la certificación 52 conllevaba
Para esta sesión se logró reducir las diferencias a tres puntos. llevaron a un impasse entre el Rector y los mediadores. Después
Ramón Mellado redactó tentativas de acuerdo para dos, y Mil- de reiterados intentos por concertar entrevistas con el Rector,
ton Pabón para el restante, sobre ayudas a los estudiantes gra- Mil ton Pabón y yo optamos por ofrecer a ambas partes nuestra
duados. Después de in tensa negociación el día 16, en la cual par- lectura del acuerdo en relación a los puntos de estudio de la fór-
ticiparon también los estudiantes Carmina Sánchez, Iván Mal- mula de la matrícula ajustada, la radicación de cargos y la posi-
donado y Héctor Vázquez, se llegó a un acuerdo, modificando bilidad de celebrar una asamblea general de estudiantes dentro
los textos sometidos. El CES debía incorporarlos en certificacio- del recinto. Dimos a ambas partes 48 horas para considerar
nes durante su reunión del domingo 18 por la noche. nuestro texto. Los estudiantes lo aceptaron, el Rector no; y los
No lo hizo. Sólo se certificó, literalmente, el texto relativo a mediadores presentamos nuestra renuncia el viernes 20 de no-
las ayudas a los estudiantes graduados. Pero el 19 de octubre por viembre a las tres de la tarde.
l a noche, el gobernador Romero habló a todo el país por televi- La desconfianza entre los huelguistas y la administración,
sión, dándole un necesario respaldo público al CES, y, apoyán- que había sido en parte subsanada después de los dos intentos
dose en una vieja cita de Muñoz Marín, tildó de fascistas a aqué- de acuerdo previos, no pudo remediarse después del rompi-
llos que persistieran en continuar el paro. miento entre los mediadores y el Rector. Hubo tanteos posterio-
En un último intento por salvar el acuerdo, Milton Pabón y res para reestablecer la comunicación, - el más notable fue el
yo nos entrevistamos con Irizarry, Mellado, Camino y el Rector que llevaron a cabo varios estud iantes de derecho- , pero no se
en la mañana del 20 de octubre. Todo lo que logramos fue una llegó a emitir ningún nuevo texto de acuerdo. Mientras tanto, el
promesa de que la policía no entraría al recinto cuando éste se desgaste minaba las filas de los huelguistas.
reabriera el día 22. Esta promesa no se cump lió. Nuestra posi- Ese cansancio con la huelga hubiera abreviado considerable-
ción de mediadores fue socavada por una agria discusión en la mente el período de ausentismo masivo a clases, si las medidas
que tratamos de hacer desistir a don Ramón Mellado de un es- represivas invocadas por la administración no hubiesen promo-
quema punitivo contra los líderes estudiantiles suspendidos. vido la prolongación del paro. De los a busos individuales come-
El tercer intento de acuerdo, el día 13 de noviembre, cerraba el tidos por la guardia universitaria, se había pasado a la ocupa-
período de mayor tensión y conflicto que hubiera vivido el re- ción por la Fuerza de Choque de la policía. Esa intervención,
cinto desde marzo de 1971. Correspondía a un deseo expreso de entre el 22 y el 29 de octubre, revestida con todo el ropaje bélico
La Fortaleza de ponerle fin a una situación en la q ue el gobierno que pudo causar intimidación, había provocado el repudio del
llevaba las de perder ante la opinió n pública. Los estudiantes, profesorado y de la opinión pública. El naufragio del acuerdo
en circunstancias que en otro lado se han explicado con proli- del 13 de noviembre llevó a la insensata operación del 25 de no-
jidad, se encontraron negociando, a través de intermediarios, viembre, cuando la Fuerza de Choque, ante un pueblo atónito,
con La Fortaleza misma. apaleó al estudiantado y hostigó incluso a la ciudadanía en las
La certificación 52 del CES, que recogía la nueva fórmula de calles de Río Piedras.
acuerdo, no incluía los dispositivos de ratificación por una La segunda ocupación del recinto por la policía, que comen-
asamblea general de es tudiantes, y se prestaba a lecturas ambi- zó el 7 de diciembre, después de la Asamblea de estudiantes del 4
guas. Afirmaba, por un lado, que no se excluiría a ningún estu- de diciembre ordenada por el T ribunal Supremo, fue mucho
diante por incumplimiento de pago de matrícula -salvando más discreta y efectiva que la primera, pero no por eso dejó de
así el acceso al recinto de miles de huelguistas-y, por otro lado, ser represiva. Yo creo que se ha sobreestimado esa presencia de
asegurado el derecho de la administración a proseguir, por los la policía en lograr el regreso a las aulas. Es posible, inclusive,
canales disciplinarios y judiciales correspondientes, los casos que la tensión innecesaria que produjo aumentara el número de
incoados contra individuos por incidentes su rgidos de la huel- bajas totales que se evidenció en las semanas subsiguientes. Si
26 27
la huelga llegó a su término porque decreció el ausentismo a MI' destacaron los grupos cristianos, tanto por su perseverancia
clases, la explicación habría que buscarla en la poca perspectiva c·n las filas de los huelguistas, como por sus posiciones en contra
de terminarla ratificando el acuerdo del 13 de noviembre, según di' la violencia. En los periódicos se empezó a hablar de esta
clarificado por los mediadores, que ofrecía la fórmula del refe- 11 nión de cristianos y socialistas, primero con sorpresa, luego
rendum auspiciado por el Comité contra el Alza Uniforme en 1 o n alarma, y finalmente con admiración. Símbolo de ellos lo
la Matrícula. <o nstituyó la estudiante Eva García, quien con su palabra
vibrante, invocaba el evangelio de la justicia y el anhelo ~e soli-
Consecuencias de la huelga daridad de los que profesan el amor cristiano.
Sin embargo, estudiantes no afiliados a ningún sector políti-
A corto plazo, la huelga desarticuló la vida universitaria. C'O ni religioso constituyeron un grupo de simpatizantes con la
Académicamente, el año 1981-82 fué poco satisfactorio. La con- huelga más grande aún. Con una regularidad que sorprendía,
tinuidad de proyectos de investigación, de actividades académi- miles de estudiantes acudían a las asambleas y marchas, sin que
cas y cu! turales, de cursos, seminarios y programas de conferen- uno pudiese claramente explicarse el por qué de su militancia.
ciantes visitantes, foros y paneles quedó trunca por la huelga. Con ellos, la labor de base de los Comités por Facultades resultó
Los congresos de envergadura -el Iberoamericano de Litera- efectiva, proveyendo un foro diario donde se informaba y se
tura, el de Historiadores del Caribe, por ejemplo- en los que estimulaba a esta masa sin etiqueta. Los estudiantes que, en el
la universidad suministró buena parte de la ayuda económica, ámbito del campus, no lograban percibir un mecanismo efecti-
se desarrollaron fuera del recinto. Muchos estudiantes decidie- vo de participación para influenciar el desarrollo de la huelga,
ron trasladarse a otros centros de estudio; muchos profesores encontraban al men:os en los Comités de Facultad, según se de-
manifestaron su desesperación con el estado de cosas, y algunos, sarrollaban sus actividades, un vehículo para expresar sus in-
de hecho, gestionaron su jubilación o aceptaron otras cátedras. quietudes y sus sugerencias.
Por otro lado, hubo también unos logros perceptibles a corto Esta experiencia de discusión profunda y continua encontró
plazo. El CES se comprometió a garantizar la permanencia en la su mejor ejemplo en el seno mismo del Comité contra el Alza, en
Universidad de estudiantes cualificados de escasos recursos, el cual los diferentes sectores acudían a forjar las tácticas estu-
mediante ayudas económicas. Prometió también, mediarúe diantiles. Pero, según opinión recibida de algunos estudiantes
estudio, revisar criterios de implantación de medidas relaciona- q ue ocasionalmente participaron en estas reuniones, los grupos
das con la matrícula, como la matrícula de honor, y la devolu- políticos, con su rica experiencia de discusión interna y de orga-
ción parcial del importe de los pagos en casos de bajas totales. nización militante, dominaron la discusión. Sólo la polariza-
Sob,re todo, la huelga provee la primera ocasión en que el CES ción recurrente de las dos organizaciones políticas dominantes,
se compromete a proveer ayuda económica a estudiantes de la Unión de Juventudes Socialistas (UJS) y la FUPI, permitió a
nivel graduado. los grupos menos compactos, y a los independientes, ejercer
Nada de esto, sin embargo, parece guardar proporción, de in- funciones de árbitros.
mediato, con la magnitud y la militancia desplegada por el mo- Para la comunidad universitaria en general, la huelga replan-
vimiento estudiantil en el curso de su protesta. De ahí que el teó la necesidad de una nueva ley que armonice las limitaciones
foco de la atención sobre los logros de la huelga se despliegue de la vigente del 1966. La huelga no sólo puso de manifiesto las
hacia el desarrollo mismo del movimiento estudiantil en esos contradicciones entre los poderes atribuibles al Rector y al Pre-
meses. sidente, sino que subrayó la dificultad que tuvo el CES de hacer-
Una de las cosas que más llamó la atención de la huelga de le frente a una crisis para la cual los componentes del organismo
1981 fue el enorme respaldo que encontró en sectores del estu- no estaban adecuadamente p reparados. La autonomía de la
diantado que, ni militaban, ni simpatizaban, con ninguno de UPR y la autonomía de su recinto de Río Piedras se vieron com-
los grupos tradicionales de la izquierda estudiantil. En especial prometidas por las incursiones del CES en el mundo político,
28 29
al tratar de generar un apoyo a la institución, que, por su propia para ultimar detalles sobre la reunión de esa tarde entre el CES
naturaleza, evidenciaba las limitaciones de este cuerpo en cuan- y el comité de los estudiantes, cuando me encontré con Georg.
to a representatividad pública. Ante todo, la crisis aguijoneó a Me pidió que pasara a mediodía frente a la Biblioteca General,
muchos profesores a plantearse la necesidad de estructurar la pues quería que yo fuese testigo de un acto simbólico que él
universidad en términos de las prioridades de ésta como comu- 1ha a realizar.
nidad universitaria. Al mediodía, pues, pasé por allí, y me encontré a Georg con
Esta nueva conciencia sobre la vulnerabilidad de la institu- una cartulina, a Gervasio García con una cámara, y a Andrés
ción apremió la impaciencia contra los cansados esquemas de Ramos Mattei, de observador. En su cartulina Georg protestaba
desarrollo universitario y le dió un nuevo vigor a las utopías , ontra el concepto de universidad administrativa, en la que no
universitarias del profesorado. Naturalmente, también revivió st· podían consultar los libros en la Biblioteca. Se paró a la en-
en algunos la añoranza por los viejos días benitistas. El deseo trada del edificio y Gervasio le tomó varias fotografías. Los bi-
de una universidad donde la autoridad se ejerza más abiertamen- hliotecarios que salían a almorzar no podían menos que dete-
te, siempre le ha salido al paso a la esperanza de una comunidad nerse a contemplar la escena, unos con asombro, otros con
universitaria en la cual el consensus abarque todas las tomas humor, alguno inclusive con alarma ("La Escalera ha vuelto
de decisiones importantes. -Georg Fromm está piqueteando y Gervasio García tomando
Pero la huelga también le proveyó a la generalidad de la co- l'otos").
munidad puertorriqueña una nueva visión de la universidad. Como a los diez minutos llegó el teniente Falú, de la guardia
Los viejos prejuicios de la subversión comunista en "nuestro universitaria, y le advirtió a Fromm que su protesta solitaria
más alto centro docente" se quebraron ante las cámaras de tele- estaba violando la moratoria contra toda actividad extracurri-
visión. La indignación general ante los atropellos de la policía, cular que el Rector había impuesto a mediados de septiembre. +
especialmente el 25 de noviembre, movieron conciencias usual- Fromm entonces le dijo a Falú que quería informarle al Rector
mente adormiladas por las consignas antiizquierdistas de los personalmente sobre la situación insólita en la Biblioteca, don-
columnistas igualeros y los salomones a sueldo. Las simpatías de todo era normal excepto que los libros no se podían sacar.
que recayeron sobre el movimiento estudiantil no se diluyeron Falú dijo que lo llevaría a rectoría. Fromm entonces pidió que
tan rápidamente como para inhibir la cristalización de un "el compañero Picó, aquí presente, que es mediador", lo acom-
nuevo sentimiento hacia una universidad menos autocrática y pañara.
más libre de las ingerencias arbitrarias de los políticos. En lo que caminábamos hacia rectoría, Fromm, con esa voca-
ción pedagógica que no excluye posibilidades de ejercerse, le
La huelga socialista en la universidad feudal: un balance iba explicando a Falú lo inadecuado de una concepción pura-
mente administrativa de la universidad, y lo central que es, en
Hay un incidente que ocurrió en el transcurso de la huelga una biblioteca, el acceso a los libros. Y Falú, con la paciencia
que ejemplifica para mí las concepciones de universidad que indiferente de los que por oficio tienen que oír explicaciones,
estaban en juego entonces. Durante varias semanas después de inclinaba la cabeza para demostrar que entendía. Ibamos ya por
los incidentes del 29 de septiembre, se suspendieron las clases, el pasillo que conduce a la rotonda, y Fromm decía: "... Y estos
pero se reestableció el acceso al recinto previa identificación administradores, sin importarle nada lo que nos parece a los
personal. Sucedió que Georg Fromm, profesor de filosofía, fué que trabajamos en esta universidad, hacen las cosas como si
a la Biblioteca General a consultar unos libros, y se le informó recibieran instrucciones del cielo ... " Se detuvo un momento y
que no podía, porque la universidad "sólo estaba abierta admi- me miró: "No, no digo del cielo, para no ofender al compañero
nistrativamente". Fromm habló con diferentes personas en la Picó aquí". Falú dibujó una sonrisa casi imperceptible: ¿Qué,
Biblioteca General y obtuvo igual respuesta. él es del cielo?"
El 16 de octubre iba yo camino a la oficina de Milton Pabón Recuerdo este incidente, con sus matices de colorido y de
30 31
humor, como uno de los momentos de la huelga en que presen- vcrsidad que sus administradores esgrimen. Las consecuencias
cié un testimonio de compromiso universitario en el cual, más más funestas de esa idea jerárquica y autoritaria de la univer-
allá de los puntos mismos en controversia, se llegaba a la raíz de sidad no se dieron, pero en ningún momento podemos olvidar-
una concepción sobre lo que es la universidad. Para Fromm, en nos de que estuvimos entonces demasiado cerca de unas desgra-
su protesta, la universidad era obviamente comunidad de per- das que todos hubiéramos tenido que lamentar. Hay esquemas
sonas buscando y compartiendo conocimientos. La idea de una de poder que llevan a acciones represivas, a atropellos inquisi-
universidad abierta "administrativamente", en la que ni siquie- toriales, a la irracionalidad de las balas. La universidad, conce-
ra se pudiesen consultar libros, era un contrasentido. Pero para bida como institución de poder, pare a su vez satr~pías de arbi-
los cientos de otras personas que acudían diariamente a sus ofi- trariedades. El escaso control que los administradores tuvieron
cinas en el recinto, la universidad podía funcionar con norma- sobre la guardia universitaria, especialmente el 29 de septiem-
lidad "administrativamente" -los papeles seguían movién- bre, el 25 de noviembre, y el 19 de febrero, por poco deja un saldo
dose de escritorio en escritorio, se circulaba memoranda, se cata- de muertos.
logaba, se fichaba, se archivaba, se contestaban cartas, se res- ¿Cómo es posible que para defender un calendario y una
pondía el teléfono. Lo único que no había era estudiantes, ni moratoria se llegue al extremo de tirotear jóvenes de 19 años?
clases, ni libros circulando. ¿En qué mente monstruosa cabe la idea de desatar eJ aparato
Había algo en el piquete solitario de Fromm que evocaba al represivo de la Fuerza de Choque contra miles de estudiantes
caballero andante frente al castillo. Y no era solamente porque que deliberan sobre el cesped en cuanto a su retorno a clases?
se diera el caballero, sino también porque al otro lado del foso Cuando se abandona la racionalidad por mor de unas consignas
ideológico se daba el castillo y su mentalidad de asedio, de leal- autoritarias, no se está lejos del encierro en mazmorras medie-
tades feudo-vasalláticas, y de concepciones de pundonor. En los vales.
intersticios de las negociaciones, cuando encontraba ocasión Una universidad feudal, pues, en el sentido peyorativo de la
para bromear con Milton Pabón, yo le decía que estábamos palabra. Y una huelga socialista en esa universidad -Roberto
bregando con una universidad feudal. Y meses después de la Alejandro se sobresalta ante esta contrapartida de la frase, Mil-
huelga, discutiendo con Roberto Alejandro sobre su concep- ton Pabón se sonríe: los co-autores prefieren el análisis riguro-
ción de una universidad que reproduce valores burgueses, le so a las marchas forzadas de la imaginación. Ciertamente la
argüía que, lejos de toparnos con una institución burguesa, nos huelga no fue monocolor, ni todos los que hoy día rechazamos
encontrábamos con una feudal. el modelo 'feudal' de universidad compartimos una visión idén-
Según el período posterior a la huelga fue ofreciendo perspec- tica de la comunidad de estudiosos que hay que promover. Pero
tiva, lo que decía entonces en broma, adquirió para mí visos de había algo entonces en el ambiente de la huelga que evocaba
realidad. Una universidad concebida jerárquicamente, en la otro orden de cosas -modelos colectivos de toma de decisiones,
que se intenta remover a la secretaria ejecutiva electa por el Se- ecos de luchas laborales, concepciones sobre oportunidades
nado Académico, Nilda Cordero, porque "no goza de la confi- educativas, sobre desigualdades económicas, sobre obligaciones
anza del Rector' \ en la que lealtades extra-institucionales dictan morales. Y esto merece reflexión.
posiciones tan grotescas como defender las pasadas actuaciones De todo aquel follaje de consignas, carteles, canciones, y co-
de la Fuerza de Choque en y fuera del campus, no pasa por el misiones, escojo el recuerdo de una conversación, bastante pos-
cedazo de la racionalidad. La eficiencia, la impersonalidad, y la terior a los acontecimientos. Acababa yo de publicar en El M un-
especialización de tareas que caracterizan las empresas moder- do los primeros capítulos de una crónica sobre la mediación en
nas, escasamente se manifiestan en la universidad en su período la huelga, cuando me encontré con Errol Montes, quien en la
de crisis huelgaria. Facultad de Ciencias Naturales había tomado parte activa en las
Pero esta reflexión QO pasaría de j uegb conceptual si se entre- deliberaciones del sub-comité contra el alza.
tuviera sólo en pormenorizar lo anacrónico de la idea de la uni- -Hay una cosa que me llama la atención en esos artículos,
33
32
me dijo. Tú escribes un libro sobre los jornaleros de Utuado a logrado, ni el apoyo general de la opinión pública, ni la sufi-
mediados del siglo 19 y dices que hay que escribir historia desde ciente solidaridad del movimiento obrero. Pero es precisamente
la gente, desde la experiencia colectiva de los miles que verda- en esa comparación con la huelga de la UTIER que resalta lo
deramente hacen la historia. Pero cuando te pones a escribir inapropiado del modelo laboral para una huelga estudiantil
sobre la huelga, sólo mencionas protagonistas: Irizarry, Miró, universitaria. No era justo decir que los estudiantes habían
Pabón, Alejandro -lo que dijeron, lo que hicieron. ¿Y qué de sabido llevar mejor su huelga que los veteranos de la UTIER.
los miles de estudiantes que marcharon, qué de los sub-comités, En una huelga laboral los obreros, al cesar de trabajar, detie-
qué de las intervenciones de huelguistas comunes y corrientes nen un proceso de producción y dejan de percibir sus salarios.
en las asambleas? Pero como bien apuntaba José Emilio González en un ensayo
-Bueno, Errol, los libros sobre Utuado y la crónica en El posterior a la huelga universitaria, éste no es el caso de un paro
Mundo pertenecen a géneros diferentes; una cosa es historia, estudiantil. No hay una plusvalía que se deja de generar, ni,
otra es una crónica periodística. En la crónica yo escribo sobre -aparte de los que siguen programas de estudio y trabajo-,
las gestiones que presencié. los estudiantes dejan de percibir jornales. La dinámica resul-
-Ah, pero a mi mamá en Santa Isabel nadie le ha dicho de tante, por lo tanto, es muy distinta. Ni la administración uni-
géneros literarios. Los artículos tuyos en El Mundo dan la im- versitaria puede ejercer las presiones económicas que unos
presión de que la huelga la hicieron unas pocas personas. patronos están acostumbrados a desplegar en conflictos labora-
Me llamó la atención esa observación de Erro! Montes por lo les, ni se detiene un proceso de producción, penalizando así a
que reflejaba de una necesidad de institucionalizar el recuerdo la administración universitaria. De parte y parte, por lo tanto,
de la huelga, no como proyecto de unos pocos, sino como una las presiones que se ejercen son de un cariz distinto a las de un
empresa de muchos. Había sido algo diferente, especial; mere- conflicto laboral. No se trata de relaciones de producción cuyas
cía escribirse sobre ella de otra manera. La huelga había dejado contradicciones se agudizan, sino, más bien, de unas condicio-
una mística sobre sí misma que se invocaba para garantizar la nes de consumo que entran en crisis: no solamente de servicios
continuidad del movimiento estudiantil, y para mostrar lavo- docentes que se dejan de utilizar, sino también de una merma
luntad hacia una acción colectiva en un Puerto Rico que se frag- considerable de los negocios del área de Río Piedras. Los incon-
mentaba en pequeños dramas individuales de crisis económica. venientes conque se topa un estudiante de clase media en huelga
Es cierto, la huelga universitaria fué demasiado importante universitaria no se pueden equiparar a las angustias económi-
para ser recordada sólo en términos de unas negociaciones, por cas de un obrero, padre de familia, en paro laboral. Es más fácil
reveladoras que éstas hubieran sido, sobre concepciones alter- a estudiantes que a obreros estarse cuatro meses en huelga, espe-
nas de la misión universitaria. Y también, obviamente, había rando el triunfo de sus reclamos.
sido mucho más que unas marchas, unas asambleas, unos pi- Pero no sólo son esas condiciones materiales las que apuntan
quetes, por masivos que éstos hubieran sido. El deseo de socia- las diferencias entre los dos tipos de conflicto. En el paro laboral
lizar su historia correspondía a la naturaleza peculiar de su los obreros tratan de imponerle al patrono el cese de operaciones
dinámica: había combinado elementos de lucha de clases y de gananciosas. Pero en la universidad, el afán es impedir que se
foro académico. den clases, y en este caso es el profesorado el que se ve confron-
La tentación de compararla al conflicto laboral de la UTIER tado con unas exigencias que no tiene medios apropiados, ni de
y la Autoridad de Energía Eléctrica, que compartió por varias satisfacer, ni de rechazar. La docencia, por más que se hable de
semanas con la huelga universitaria los titulares de los periódi- ella en términos de reproducir los valores de la burguesía domi-
cos, no fue eludida por varios comentaristas posteriores. Y esa nante, implica unas reláciones de trabajo entre profesor y estu-
comparación, naturalmente, resultaba desfavorable para los diantes muy distintas a las de un taller u oficina. El trato perso-
huelguistas de la UTIER. Estos, debido a sus divisiones inter- nal no tiene razón para ser conflictivo, y el esfuerzo individual
nas, y por la pobre proyección pública de sus reclamos, no había que se promueve de parte del estudiante, generalmente conlleva
35
34
trabajo adicional para el profesor. El aliciente para que el profe- noticiosos, enriqueció la perspectiva de los estudiantes, y libró
sor rinda labores más allá de las contabiliza bles por contrato es a todo un sector del movimiento estudiantil del ghetto social
esa relación cuasi-familiar con sus estudiantes. donde, al margen de la cotidianidad de la vida universitaria,
Por eso, cuando en una huelga se confronta al profesorado había desarrollado su reflexión política. En microcosmos, los
con el dilema de dar clase, siguiendo normas administrativas, estudiantes habían aprendido, y habían enseñado, cómo fun-
a pesar de la protesta estudiantil, la dinámica que se entabla es ciona el país. Esa pedagogía de la huelga será, en resumidas
distinta a la del paro laboral. Bajo los términos de su contrato, cuentas, su fruto más duradero, cuya validez no dependerá de
el profesor no puede suspender clases arbitrariamente. Para juicios relámpagos sobre si la huelga fue buena o mala, dema-
que sedé el caso, el profesor tiene que constatarquenosereúnen siado corta o demasiado larga, política o apolítica, fiel a sus
las condiciones necesarias para dar una clase normalmente. propósitos originales o víctima de sus vicisitudes.
Pero, someterlo a la intimidación o a la violencia, como ocasio-
nalmente ocurrió en la huelga estudiantil, especialmente en la
primera semana de noviembre del 81, es a todas luces injusto
y antiuniversitario.
El forzar el modelo laboral, más allá de su capacidad opera-
tiva en el caso universitario, es lo que lleva a situaciones irracio-
nales como las que todos presenciamos en los pasillos de nues-
tras facultades. Llegar a ver al profesor como un patrono o como
un elemento gerencial es sufrir de una miopía intelectual. El
problema de los huelguistas fue, sin duda, evitar que se volviera
a la 'normalidad' de las clases una vez que se retiró la policía del
recinto el 29 de octubre. Pero con eso, sólo lograron erodar la
simpatía claustral que había promovido la intervención de la
fuerza de choque en el recinto. Incluso profesores que habían
participado en los cordones que impidieron el contacto directo
entre huelguistas y policías, se vieron hostigados por grupos
de estudiantes que, sin inclinación al diálogo, interrumpieron
sus clases.
Pero pensar en la 'huelga socialista' sólo en términos de la
desafortunada aplicación a la universidad del modelo laboral
en sus últimas consecuencias, es truncar las posibilidades de la
frase. Había una utopía de universidad en la literatura y la pro-
paganda huelguista que aquella multitud de estudiantes, sen-
tada en la grama frente a la Torre el 25 de noviembre, quizás
pudo haber encarnado. Una universidad sin paredes, sin guar-
dias, sin burocracia, y sin horarios fijos quizás proveyó leccio-
nes más perdurables que las que por años hemos intentado dar
dentro de los límites de un calendario académico.
La experiencia de las deliberaciones de los sub-comités, de los
intercambios en pequeños grupos, de la colaboración entre cris-
tianos y socialistas, de la discusión de sus asuntos en los medios
37

LA HUELGA UNIVERSITARIA
Y LA TEORIA DE LA CONSPIRACION

Milton Pabón

... La conspiración era una necesidad:


por eso la inventaron y se la creyeron.
La guerra del fin del mundo
Mario Vargas Llosa

ANTECEDENTES HISTORICOS

En el transcurso de su vida institucional la Universidad de


Puerto Rico (UPR), y específicamente lo que hoy se conoce
como el Recinto de Río Piedras, ha sido escenario, en ciertos
momentos determinados, de movimientos y luchas estudianti-
les que, en un sentido, reflejan los problemas de la sociedad
puertorriqueña, y en otro, sacan a flote, o agudizan esos pro-
blemas. Dadas estas circunstancias; junto al papel fundamental
que desempeña la UPR como la única universidad pública en
el campo de la educación superior, los movimientos y luchas
estudiantiles que en ella ocurren adquieren, casi siempre, una
gran importancia política. Es lamentable, sin embargo, que
luego de pasar sus momentos más excitantes: esos sucesos uni-
versitarios desaparezcan de la memoria histórica, o queden sen-
cillamente en el recuerdo siempre defectuoso de sus participan-
tes más activos, o en los documentos que se archivan en las bi-
bliotecas.
Hasta ahora esto es lo que ha ocurrido. No se ha realizado
investigación suficiente que ayude a explicar por qué ocurren
esos sucesos en la UPR, y, concretamente, en Río Piedras, y qué
relación tienen· tales hechos históricos con el orden social donde
está ubicada esa institución. La falta de conciencia histórica
que resulta de la poca atención sistemática a esos sucesos, crea
la falsa impresión de que se trata de movimientos y luchas es-
pontáneas aisladas, sin conexión con el pasado, y sin lecciones

1
~
38
39
provechosas para el futuro.
partidarios y simpatizantes, en forma organizada y flexible,
Este ensayo intenta llenar parcialmente ese vacío. Su propó- contribuyendo a reducir, de ese modo, los excesos de la conducta
sito es presentar una interpretación teórica del origen, desarro- espontaneísta de las masas y las probabilidades de confronta-
llo y declinación de la reciente huelga estudiantil contra el alza ciones violentas entre és tas y la gran concentración de fuerzas
en el costo de las matrículas. policíacas -destacadas en el recinto.
La huelga de estudiantes contra el alza en el costo de las ma· La huelga se distingue, además, por sus efectos instituciona-
trículas, que conmueve principalmente el Recinto de Río Pie- les y públicos. Como ningún otro acontecimiento similar pone
dras desde agosto de 1981 a enero de 1982 es, a mi juicio, el acon- a prueba los principios y procesos democráticos reconocidos
tecimiento más significalivo de su género en la historia de los por la Ley de Reforma Universitaria de 1966, todavía vigente,
movimientos estudiantiles en la UPR. Esta significación se destacando la contradicción entre sus fundamentos jurídicos y
revela en las características sobresalientes de la huelga y en sus la conducta de los funcionarios gobernantes de la UPR. Del
efectos institucionales y públicos. Es preciso destacar que la mismo modo, hace evidente la intervención directa del orden
causa inmediata que motiva la huelga es de carácter económico público en los asuntos internos de la UPR, dramatizando la
y emana de las decisiones tomadas por los organismos gober- falta de una auténtica autonomía, tanto de la Universidad pú-
nantes de la UPR, específicamente el Presidente de la institu- blica frente al estado, como de sus diversos recintos frente a las
ción y el Consejo de Educación Superior (CES). autoridades centrales del sistema universitario. Tales efectos le
La huelga es, en primer lugar, una respuesta a la nueva polí- dan, por primera vez, efectividad y sentido a la reiterada consig-
tica que trazan esos organismos sobre el costo de las matrículas, na estudiantil relativa a la urgente necesidad de gestionar una
abarcando los niveles subgraduado y graduado, y constituye nueva reforma universitaria.
especialmente un repudio a la fórmula de aumento que se adop- Los costos económicos y académicos que resultan de la huel-
ta y a los procedimientos utilizados para definirla e implantarla. ga tampoco tienen paralelos. El efecto económico no se ha pre-
Se trata, por tanto, de una huelga auténticamente estudiantil cisado con exactitud pero se estima que asciende a una conside-
que surge debido a circunstancias que afectan concretamente a rable suma de dinero. El efecto académico, que apenas comienza
todo el estudiantado en los dos niveles de estudios universita- a sentirse, ha tendido de inmediato a debilitar y a intimidar al
rios.
personal docente, que es precisamente el sector más vulnerable
Esa peculiaridad distingue a esta huelga de las otras que han entre los componentes de la comunidad universitaria, 5 tanto en
ocurrido en Río Piedras, en las cuales el estudiantado ha res- las bases materiales de su existencia, como en sus prerrogativas
pondido con la táctica del paro como una forma de solidaridad jurídicas de participación en los organismos universitarios.
en apoyo de fuerzas políticas externas, 1 o de huelgas previamen- La forma cómo la huelga repercute en la opinión pública,
te proclamadas por los sectores universitarios de la Hermandad convirtiéndose, casi durante toda su duración, en el issue más
de Empleados Excentos no Docentes (HEEND) y el Sindicato prominente del país, resalta asimismo, su singularidad. Suma-
de Trabajadores. 2 La huelga estudiantil de 1981-82 difiere de yor logro en este sentido radica en haber vinculado simu 1tánea-
esas experiencias anteriores en otros aspectos importantes, entre mente la crisis económica del país, la crisis fiscal de la UPR y el
los cuales pueden señalarse la amplitud y la unidad que logra aumento en el costo de las matrículas. La temprana ingerencia
de organizaciones y sectores estudiantiles, considerados hasta político-partidista en el conflicto huelgario, por parte de pro-
ese momento como contradictorios; la duración prolongada de minentes dirigentes legislativos del Partido Popular Democrá-
sus actividades dentro del Recinto, a pesar de los "cierres" suce- tico (PPD), y por parte del Gobernador de Puerto Rico y otros
sivos de éste, promulgados por las autoridades universitarias, dirigentes de su partido, junto al carácter esencialmente público
con los fines de evitar brotes de violencia, o de enfriar el ánimo de ese conflicto, hacen posible que éste trascienda el ámbito
de los huelguistas; su efectividad en la paralización de las labo- universitario. De este modo, la huelga que es en sus inicios, de
res docentes; y la capacidad para movilizar masivamente a sus raíz económica, se transforma en una huelga propiamente po-
41
40
lítica. ma disponía los siguientes aumentos:

Crédito Crédito
l. Orden institucional universitario Subgraduado Graduado
Año

La nueva política universitaria relacionada con el aumento 1979-80 $10 $20


15 25
en el costo de matrícula tiene su propia historia. Dicha política 1981-82
30
se postergó deliberadamente desde 1949 a 1981, es decir, por es- 1985-86 20
pacio de treinta y dos años. En varias ocasiones durante ese perí-
odo se hicieron recomendaciones dirigidas a utilizar las matrí- Como representante del Senado Académico del Recinto ante
culas como fuente adicional de ingresos para corregir parcial- · la Junta Universitaria en esa fecha, tuve la oportunidad de par-
mente las deficiencias presupuestarias de la UPR. El 15 de julio ticipar en la discusión que suscitó dicha propuesta. Tanto el
de 1975, la Junta Universitaria4 recomendó al CES duplicar representante del Senado Académico de los Colegios Regiona-
los derechos de matrícula en el sistema universitario. En res- les6 como yo lo sometimos a fuertes críticas por considerar equi-
puesta a ese planteamiento, dicho organismo procedió a au- vocadas las premisas y los datos en que se fundamentaba. Como
mentar el costo de las matrículas de los estudiantes "no residen- resultado, se logró que quedara en suspenso la recomendación
tes", de ciudadanía norteamericana y extranjera, y el crédito de principal del informe. La Junta concluyó que ese asunto era
los cursos en el nivel graduado de $10 a $15. Aumentó, asimis- sumamente "complicado" y ameritaba un estudio más dete-
mo, el cargo por laboratorios a $10, la llamada "cuota de cons- nido . .Decidió, además, que cualquier posición futura sobre el
trucción" de $10 a $20, y los cargos por ciertos servicios a los particular debía someterse a un proceso de vistas públicas, para
estudiantes como, por ejemplo, los cambios de facultad y los auscultar el sentir, y recoger las recomendaciones, de la comu-
derechos de diploma. nidad académita, especialmente del estudiantado.

El Informe de los Rectores y Directores El Comité Multidisciplinario

A pesar de estos aumentos parciales, en reunión del 25 de De acuerdo con esas conclusiones, el organismo determinó
octubre, los rectores y directores5 acordaron reiterar al CES su que era necesario ampliar la agenda del comité anterior para
petición de que se aumentara el costo de matrícula. No es, sin estudiar todas las posibles formas de allegar recursos económi-
embargo, hasta el 25 de abril de 1979 que ese organismo consi- cos a la UPR. Esa encomienda abarcadora estaría a cargo de un
dera una propuesta específica encaminada principalmente a
aumentar los estipendios por concepto de matrícula de ambos
niveles en todo el sistema. A ese objetivo principal se añadieron

nuevo comité, integrado por representantes de todos los recin-
tos y componentes de comunidad académica, así como por
universitarios de reconocida competencia en las disciplinas
otros, de carácter secundario, como la necesidad de "revisar" la del conocimiento pertinentes al asunto. Esta última caracterís-
fórmula de ingresos automáticos de las rentas públicas que reci- tica sirvió para bautizar el nuevo grupo como el Comité Multi-
be la Universidad por virtud de la Ley Núm. 2, del 20 de enero disciplinario. Los alcances y la amplia composición represen-
de 1966, y el establecimiento de oficinas en cada unidad para la tativa de este comité constituían, sin duda, un paso de adelanto
búsqueda de "fondos externos". en el proceso democrático relativo a la toma de decisiones sobre
La propuesta, conocida como el Informe de los Rectores y el problema bajo estudio.
Directores, por haber sido formulada exclusivamente por di- El acuerdo para establecer el comité ocurre en la reunión del
chos funcionarios, recomendó un esquema de aumentos uni- 25 de abril de 1979, pero no es hasta el 18 de junio de ese año que
formes, automáticos y escalonados en los dos niveles. El esque- el Presidente de la Universidad somete a confirmación de la
42 43
Junta los nombres de los universitarios que lo integrarían. 7 Esto significa que a la UPR se le han venido escatimando
En mi calidad de representante dei Senado Académico del Re- desde esa fecha una gran cantidad de fondos con los cuales
cinto de Río Piedras ante la Junta Universitaria participé acti- hubiese podido superar con creces sus problemas presupues·
vamente en los trabajos de ese comité. tarios sin necesidad de recurrir al aumento en el costo de las
El Informe que rinde el Comité Multidisciplinario, el 8 de matrículas. Un leve cambio en el por ciento de la fórmula auto·
abril de 1981, difiere radicalmente del Informe de los Rectores mática, un mero ajuste de la misma para atender parcialmente
y Directores, tanto en sus premisas, como en su contenido. Este el impacto inflacionario, o el cumplimiento estricto del man-
sitúa su encomienda dentro del marco constitucional que define dato de ley que ordena hacer dicho cálculo a base de todas las
a la UPR como una institución pública, comprometida con la rentas públicas, sin exclusión, hubiese evitado que la UPR se
expansión del derecho a la educación y el cumplimiento de obli- deteriorara primero, y pasara después por la experiencia de una
gaciones sociales de carácter democrático. Entre esas obligacio- huelga prolongada. Resulta evidente que las autoridades uni-
nes, la UPR, a diferencia de las universidades privadas, tiene versitarias, especialmente el CES, bajo las distintas adminis-
que "desarrollar a plenitud la riqueza intelectual y espiritual traciones que han gobernado la UPR desde 1966, no han mos-
latente en nuestro pueblo" ... especialmente la existente en los trado la voluntad necesaria para reclamar y obtener del estado
"sectores sociales; , económicamente más necesitados, á fin de
la autonomía fiscal de la institución.
poner la inteligencia de éstos al "servicio de la sociedad puerto- Para la fecha en que se está redactando el informe del Comité
rriqueña" .8
Multidisciplinario, las universidades privadas empiezan ama-
El informe somete una gran variedad de recomendaciones nifestar sus preocupaciones en torno a la política de los recortes
específicas en tres áreas fundamentales: eficiencia en el uso de presupuestarios del Presidente Reagan que afectan los cupones
los recursos, uso intensivo de esos recursos y aumento de los de alimentos y el programa de BEOG. Se anuncia públicamente
mismos. En este último aspecto, contradice en diversas formas que de materializarse estos recortes las universidades privadas
el informe anterior de los Rectores y Directores. A diferencia de perderán de un 10 a un 15 por ciento de sus estudiantes. Ajuicio
éste, el peso principal en la formulación de una política institu- del informe, esta nueva situación justifica aún más la necesidad
cional dirigida a aumentar los recursos económicos se pone, no urgente de gestionar una revisión de la fórmula de ingresos
sobre los bolsillos de los estudiantes, o de sus familiares, a través automáticos de la UPR, por ser ésta la única universidad del
del aumento en el costo de las matrículas, sino sobre la hacienda estado a la cual recurrirían legítimamente, en reclamo del dere-
pública, a través de una revisión de la fórmula que le garantiza cho a la educación, los estudiantes que quedaran desplazados,
automáticamente a la UPR un porciento de las rentas del esta- por razones económicas, de dichas universidades privadas.
do. Esa propuesta se basa estrictamente en la clara intención le- Para la fecha en que se redacta el informe del Comité Multi-
gislativa de garantizar la autonomía fiscal de la UPR. Para ese . disciplinario, ya los dirigentes estudiantiles del Comité Contra
fin se dispuso por ley que la institución recibiría el equivalente el Alza Uniforme en las Matrículas del Recinto han esbozado y
del nueve por ciento del promedio de las rentas del gobierno del divulgado, en forma preliminar, su propuesta de matrícula
Estado Libre Asociado en los dos años económicos inmediata- ajustada. La discusión que ha comenzado sobre el asunto en el
mente anteriores al año económico corriente. Esta fórmula, de Recinto permite al Comité Multidisciplinario comparar ·esa
la cual deriva la UPR el grueso de sus ingresos monetarios, no propuesta estudiantil con la propuesta oficial de los Rectores y
ha sido revisada ni ajustada de acuerdo con los índices inflacio- Directores. Esa discusión facilita asimismo constatar el grado
narios desde la fecha de su establecimiento. Los gobiernos suce- de consenso que se ha ido creando en ese recinto sobre el cambio
sivos que ha tenido Puerto Rico desde 1966 han calculado el re- en la política institucional relativa al costo de las matrículas.
ferido nueve por ciento a base únicamente de las rentas internas, El estado de opinión en el Recinto para esa fecha no auguraba
excluyendo las rentas externas, como el monto de lo que recibe la inevitabilidad de la huelga estudiantil. La discusión que
el gobierno por concepto de los arbitrios del ron. tenía lugar indicaba el consenso fundamental de que los diri-
45
44
De ese modo, en una sola reunión, la Junta Universitaria ter-
gentes estudiantiles, que habían organizado en febrero de 1981 minaba la consideración de un informe técnicamente complica-
el Comité Contra el Alza, no se oponían al aumento en el costo do, y pasaba por alto, con una gran insensibilidad, las adverten-
de las matrículas como tal. Dichos dirigentes se oponían única- cias que se le habían hecho oportunamente sobre el "costo so-
mente a la fórmula oficial de aumento uniforme y automático. cial y político" que conllevaba el aumento "uniforme y auto-
Lo que planteaban, por tanto, no era una oposición inflexible mático" de las cuotas de las matrículas. Para salvar su respon-
de principios, sino una oposición más bien de carácter metodo- sabilidad futura, la Junta Universitaria señalaba, sin embargo,
lógico. que la "cuantía" y "forma de aplicación" del aumento reco-
Los miembros del Comité Multidisciplinario pudieron per- mendado "deberán ser determinados después de auscultar el
catarse de estas tendencias en la opinión estudiantil. Por eso sentir y las opiniones respecto al particular, de la comunidad
creyeron su responsabilidad hacer conscientes a las autoridades puertorriqueña y la comunidad universitaria en general". (En-
universitarias de la única alternativa que consideraban viable fasis del autor). Como veremos más adelante, esta promesa de-
para formular la nueva política de aumento en el costo de las mocrática resultaría fallida. Ni la Junta Universitaria, ni menos
matrículas, alternativa que, a su juicio, era capaz de lograr el aún la comunidad puertorriqueña y la comunidad universitaria
consenso entre las partes en controversia, y de poner en vigor tuvieron oportunidad de intervenir en la. determinación de esos
una definición social compatible con las obligaciones peculia- aspectos de la nueva política de aumento en las cuotas de ma•
res de una universidad del estado. Se advertía, con una visión
que hoy resulta clarividente, que de decretarse un "aumento trícula.
uniforme automático" en las cuotas de las matrículas, "el costo La acreditación del Recinto y el Plan de Desarrollo Integral
social y político de esa medida sería más alto que el ingreso mo-
netario que se derivaría de ella". Durante este período la comunidad académica en Río Piedras
La política social que recomienda el Comité para orientar los se envuelve además en la discusión de otros dos problemas, liga-
aumentos en el costo de las matrículas se basa en dos principios: dos entre sí, que afectan indiscutiblemente la decisión que se
la capacidad relativa que tienen los distintos sectores socio- toma con relación al aumento en el costo de las matrículas y las
económicos del estudiantado para pagar esos aumentos, y la res- relaciones entre las autoridades de ese Recinto y el Presidente
ponsabilidad que debe asumir la UPR para subvencionar a los de la UPR. Nos referimos a las controversias que se suscitan en
sectores socio-económicos del estudiantado que no pueden pa- torno a la posible pérdida de la acreditación del Recinto y al
garlos. . contenido del borrador del Plan de Desarrollo Integral, prepa-
El 29 de abril de 1981, dos mesesantesdequeel CES proclame rado por el Presidente de la UPR. Con fecha del 16 de diciembre
la nueva política de aumentos en el costo de las matrículas, la de 1980, la Comisión de Educación Superior de la Middle States
Junta Universitaria considera el informe del Comité Multidis- Association, agencia privada a cargo de la acreditación de la
ciplinario. En esa ocasión ni siquiera se invita al presidente del UPR, envía al Rector del Recinto dos documentos: una carta,
Comité, para que explique los alcances del informe y conteste firmada por el señor Milton G. Bassin, chairman de la referida
preguntas. Después de elogiar la labor realizada por el grupo comisión, y un memorando del señor Howard L. Simmons,
como "altamente meritoria y laudable", la Junta Universitaria fechado el 3 de diciembre de 1980, relativo a su "visita de segui-
se dedica a señalarle innumerables críticas. Era obvio que la miento" al Recinto, efectuada del 16 al 18 de noviembre de 1980.
Junta Universitaria no estaba interesada en examinar seriamen- La carta del señor Bassin plantea claramente el peligro de que
te las recomendaciones del Comité, y que tampoco le interesaba el Recinto pierda su acreditación, e incluye una lista de las áreas
reevaluar su recomendación anterior de que el CES procediera que constituyen las deficiencias más graves:
a aumentar el costo de las matrículas. Por eso, en el segundo
acuerdo importante de ese día, dicho organismo informaba al
a. Falta de recursos financieros adecuados;
Consejo que tal aumento era "inevitable".
46
47
b. Recursos bibliotecarios inadecuados;
conjuntamente con el establecimiento de un programa de ayu-
c. Falta de programas de nivel graduado bien definidos;
d. Atención inadecuada y falta de apoyo a programas de das económicas destinado a los "estudiantes de escasos recur-
investigación básica; sos". El propio borrador del Plan de Desarrollo Integral inclu-
e. Organización administrativa excesivamente burocrati- ye, de igual modo, una recomendación específica para el au-
zada; mento del costo de las matrículas que prevee prudentemente la
f. Falta de una misión universitaria bien definida y clara- necesidad de prestar ayudas a los estudiantes económicamente
mente orientada; necesitados.
g. Posposición de los problemas de conservación de la De este modo los problemas de la acreditación del Recinto, y
planta física;
del Plan de Desarrollo Integral, se entrelazan con el problema
h. Falta de programas efectivos para el desarrolio del per- del aumento en el costo de las matrículas. Se entrelazan, además,
sonal docente;
con la abierta discrepancia entre el Recinto, representado por
i. Bajos salarios del personal docente y desmoralización
de los profesores. su Rector y por su Senado Académico, y las oficinas centrales,
representadas por el Presidente de la Universidad. Esta contro-
(Traducido del inglés por el autor). versia adquiere prominencia con motivo de los procedimientos
utilizados en la formulación del Plan de Desarrollo Integral y de
las disposiciones centralizadoras de éste. En ambos casos, se
Esta lista impresionante, aunque incompleta, ya que no cubre pretende menoscabar la autonomía del Recinto, reservada y
todos los problemas existentes en el Recinto, resalta la urgencia garantizada por la Ley Universitaria. Esta coincidencia en de-
de aumentar los recursos económicos de la UPR. Es obvio que fensa del principio de la autonomía del Recinto, hace posible
de esos recursos depende, en gran medida, la solución de prácti- la formación de una alianza tácita entre el Rector y los senadores
camente todos los problemas que amenazan, de no ser atentidos, académicos. Por eso, no es de extrañar que cuando se inicia la
con la pérdida de la acreditación del "primer centro docente" huelga, el Rector ofrezca sus servicios como mediador en ese
del sistema universitario.
conflicto y el Senado Académico le confiera, incluso, autoridad
El memorando del señor Howard L. Simmons, de tono más para la selección de los otros senadores que completarían el
arrogante, contiene en forma categórica la misma amenaza de Comité Mediador de ese organismo. Tampoco es de extrañar
pérdida de la acreditación para el Recinto. Su importancia radi- que sea el propio Presidente del Consejo de Estudiantes, y líder
ca, sin embargo, en el endoso incondicional que da al borrador máximo de la huelga, quien presente y defienda en el Senado
del Plan de Desarrollo Integral, esbozado por el Presidente de la una petición a favor de que ese organismo establezca las vías de
UPR. El señor Simmons identifica la oposición a dicho plan, diálogo con el CES. En ese momento se p ensaba que el Rector
que ha surgido principalmente en el Senado Académico, 9 bajo no endosaba la nueva política de aumento en el costo de las ma-
la dirección del propio Rector, como una táctica dilatoria de trículas. Se pronosticaba que, de implantarse tal política, los
"grupos políticos", no ideo tificados, interesados en preservar el "líos" comenzarían en Río Piedras, colocando consecuente-
statu quo de la institución. Endosa la disposición del Plan de mente al Rector en posición de "víctima" de una situación que
Desarrollo Integral que concibe al Recinto de Río Piedras como él no había creado, y fortaleciendo, de paso, la posición del Pre-
un centro dedicado primordialmente a los estudios graduados sidente de la Universidad. Por eso, en varias ocasiones se insistió
y a la investigación básica. A tono con esta visión recomienda con el Rector en que era necesario que, junto a la defensa común
la creación de un Decanato de Estudios Graduados e Investiga- de la autonomía del Recinto, él también hiciera pública su ob-
ción, la modernización de los servicios bibliotecarios, y la cons- jeción al plan de aumentos en el costo de las matrículas. Esta
trucción de una nueva biblioteca para los estudios a nivel gra- petición no tuvo resultados. La posición del Rector se limitó a
duado. Hacia esos fines, sugiere que la UPR debe darle "seria sostener la necesidad de tales aumentos, sin perjuicio de los
consideración a un aumento en los derechos de matrícula",
estudiantes económicamente necesitados, a quienes, según él,
49
48
dicción fundamental con los "administradores", y de que se
debía garantizársel~s la correspondiente ayuda económica para piensa que éstos invariablemente actúan con "esquemas" dis-
que pudieran realizar sus estudios. tintos a los esquemas del estudiantado, los dirigentes de la huel-
La intervención de la Middle States Association en la acre- ga sienten la necesidad, y a la vez son capaces, de formular solu-
ditación del Recinto culminó en una reunión para discutir el ciones alternativas que sirven de base al diálogo, e incluso a la
asunto más a fondo. Como producto de la misma, la posición negociación, con esos adversarios. Por eso resulta verdadera-
del Dr. Ismael Almodóvar resultó fortalecida, al endosarse mente sorprendente para muchos observadores de la huelga
como prioridad la aprobación del Plan de Desarrollo Integral. universitaria, acostumbrados a una concepción distinta, que
De esta forma, la amenaza de la pérdida de la acreditación se los dirigentes estudiantiles demostraran tanta capacidad y des-
utilizaba como una láctica para imponer dicho plan por enci- treza en el manejo de los medios legítimos de la expresión y la
ma de la voluntad académica de ese Recinto. divulgación de las ideas, específicamente de la televisión, la ra-
Las presiones de la Middle States Association sobre la acre- dio, los periódicos y los foros universitarios y legislativos, como
ditación del Recinto hicieron inminente, además, el aumento algo adicional e independiente de la capacidad y la destreza in-
en el costo de las matrículas. Así lo anuncia públicamente el discutible que también demostraron en la movilización masiva
Presidente del CES el 5 de febrero de 1981, cinco meses antes
de que dicho organismo actuara sobre el particular. 10 Un mes de sus seguidores y simpatizantes.
El hecho de que los dirigentes estudiantiles actuaran dentro
más tarde, el 29 de marzo, en entrevista de prensa, el Presidente del marco de los valores e instituciones imperantes en la cultura
de la UPR reiteraba esa misma posición oficial. 11 política puertorriqueña, y de que el diseño de sus tácticas y es-
trategias no estuviera guiado por el uso indiscriminado de la
Los dirigentes estudiantiles y su organización violencia y por la inevitabilidad de la confrontación armada
con sus adversarios, contribuye, a mi entender, al apoyo masivo
Los dirigentes estudiantiles, que habían organizado el Comi- que logra la huelga y a su impacto indudable en la opinión pú-
té Contra el Alza, también captaron el mensaje de las autorida- blica del país. Esta madurez intelectual y política de los diri-
des universitarias. Puede afirmarse, sin lugar a dudas, que di- gentes estudiantiles no encaja con las concepciones tradicio-
chos dirigentes demuestran desde los orígenes de esa controver- nales predominantes especialmente en las altas esferas univer-
sia unos rasgos peculiares que los distinguen de otros dirigentes sitarias. U na de estas concepciones define a tales dirigentes co-
estudiantiles de épocas pasadas. En su conjunto, se trata de un mo "muchachos revoltosos", pero inmaduros, y por tanto, sus-
cuerpo directivo, acostumbrado a la reflexión, que no depende ceptibles de la influencia de sus mayores, o de aquellos en posi-
exclusivamente de la reacción espontánea, del diseño de consig- ciones de autoridad. La otra, contradictoriamente, los concibe
nas y de la agitación. Participa en los procesos y organismos como "agitadores profesionales", partidarios de la violencia,
universitarios en los cuales tiene alguna ingerencia, en vez de cuyo único interés radica en adelantar sus causas políticas, a
marginarse de ellos; "hace su tarea", enterándose de las deci- cualquier precio, incluyendo la propia destrucción de la uni-
siones que toman las autoridades universitarias, leyendo los
documentos que éstas publican en donde aparecen los funda- versidad.
En el curso de la huelga quedaría demostrado que ninguna de
mentos en que se apoyan esas decisiones; busca, cuando necesi- esas categorías oficiales era aplicable a los dirigentes estudian-
ta, el asesoramiento experto; y finalmente define sus posiciones, tiles. Esto no significa, sin embargo, que los argumentos y las
sus tácticas y estrategias, con todos esos elementos de juicio, acciones de tales dirigentes carecieran de orientación y sentido
por medio del debate con el resto de los miembros de su organi- político. Al contrario, algunos de ellos, especialmente el más
zación. Esta fijación de posiciones no implica, sin embargo, la prominente, se habían fogueado en luchas estudiantiles ante-
oposición por la oposición, o la defensa dogmática de la tesis riores. Habían expresado también, por escrito, sus particulares
negativa 12 frente a la "administración" universitaria. concepciones sobre el papel que han desempeñado, y deben
A pesar de que se parte de la premisa de que existe una contra-
50
51
desempeñar, las luchas estudiantiles como parte de las luchas
sociales del país. La visión propiamente política de que la UPR se refería a los problemas de este mundo, sino a la salvación
está envuelta en los problemas que surgen del orden social se individual por medio de la fe. Los grupos religiosos a su vez
manifiesta a través de los planteamientos y las acciones de los concebían a los grupos políticos como las representaciones del
dirigentes estudiantiles, y probablemente constituye el nexo Anti-Cristo.
ideológico que explica la base amplia y unitaria de su organi- La organización que se funda para dirigir la huelga aprove-
zación. cha las últimas transformaciones que se han venido dando tanto
Otro de los factores que es preciso tomar en cuenta para en- en los grupos religiosos hacia el compromiso con la acción so-
tender el papel que juegan los dirigentes de la huelga universi- cial, como en los grupos políticos de izquierda hacia la toleran-
taria radica en la singularidad de esa organización. Por primera cia de visiones metafísicas que no interfieren necesariamente
vez en un conflicto de esa naturaleza el estudiantado logra forjar en la práctica con la concepción del materialismo histórico.
una organización representativa, compuesta por un frente am- De ese modo, se hace viable durante la huelga universitaria una
plio de organizaciones principalmente políticas y religiosas, y especie de convergencia democrática que reúne a agrupaciones
por delegados de base de las diversas facultades universitarias. progresistas y marxistas, a agrupaciones religiosas, tanto cató-
Esta forma de organización rompe con el patrón histórico de licas como protestantes, a agrupaciones independentistas y
las organizaciones estudiantiles. Tradicionalmente, la conduc- autonomistas, y hasta a partidarios no organizados del anexio-
ción de los movimientos estudiantiles huelgarios había corres- nismo y del Partido Nuevo Progresista (PNP). Se logra envol-
pondido a una organización política estudiantil, que a su vez ver, además, en forma continua a un número de padres de estu-
era el brazo universitario de un partido político externo, y se diantes huelguistas y de ministros protestantes y sacerdotes ca-
limitaba en la Universidad a la movilización de fuerzas en aque- tólicos, vinculando a las instituciones que éstos representan
llas facultades donde se concentraban los seguidores de esa orga- con los planteamientos y acciones de los huelguistas y haciendo
nización. Por un período de casi una década, desde la aproba- más difícil su ilegitimación ante la opinión pública.
ción de la Ley Universitaria de 1966, tal dirección estuvo bajo Esta organización se incorpora al CGE, cuerpo que realmen-
la influencia predominante de la Federación de Universitarios te sustituye en la práctica, utilizando, al mismo tiempo, su
Pro Independencia (FUPI). status oficial y legal. Su fortaleza consiste, por tanto, en haber
A medida que cambia el panorama político externo, es decir, hecho posible la movilización masiva de grupos, que de otra
desde principios de la década de 1970, este dominio se empieza suerte, se mantendrían al margen de los acontecimientos, o fun-
a compartir con otras agrupaciones universitarias como la JIU cionarían en forma individual y hasta contradictoria. Pero este
(Juventud Independentista Universitaria), y posterirmente con aspecto positivo se contrapesaba con un aspecto negativo. Era
la UJS (Unión de Juventudes Socialistas), que al igual que la obvio que esta organización, diversa y compleja por razón de
FUPI, representaban a las juventudes universitarias de grupos sus componentes, cuya, base última de legitimidad descansaba
políticos externos. A pesar de esa afinidad en momentos de cri- en la soberanía de las asambleas generales de estudiantes, tenía
sis, las relaciones entre esas organizaciones estudiantiles no eran que establecer un proceso democrático, sumamente lento y
ciertamente fraternales, ya que se caracterizaban por el secta- complicado de debate interno, de búsqueda de consenso y de to-
rismo y la recriminación ideológica. ma de decisiones. Este proceso le restaba agilidad y flexibilidad
Por otra parte, las relaciones entre los grupos religiosos y los a la organización.
grupos políticos tampoco eran cordiales y tolerantes. Se daba Los dirigentes estudiantiles y su organización supieron apro-
por sentado por los grupos políticos que los grupos religiosos, vechar el flujo de información oficial ya descrito relacionado
principalmente los identificados peyorativamente como "Cris- directa, o indirectamente, con el aumento en el costo de las ma-
to Viene" y "Cristo te Ama", represemaban el extremo de la trículas. Dicha información les sirvió para redefinir sus enfo-
colonización mental y de la enajenación, en tanto su prédica no ques y consignas previas a la huelga. Prueba de ello es el dato de
que la primera consigna de movilización estudiantil que se
52 53
lanza, antes de la huelga, llevaba un mensaje negativo de "Cero 1976, que se adopte desde la rama ejecutiva una política pública
aumento" en el costo de las matrículas, con lo cual se trasmitía de austeridad. Tal situación invierte de nuevo los papeles de-
la afirmación equivocada de que el estudiantado constituía, o sempeñados por los partidos gobernantes: PNP y PPD. En 1976,
representaba una sola clase social y se afectaba, por tanto, por el PNP, bajo la dirección de Carlos Romero Barceló, había lo-
igual, con ese cambio de política institucional. El análisis pos- grado la victoria electoral sobre el PPD y su candidato a la gober-
terior, a la luz de la información oficial, influyó, sin duda, en la nación Rafael Hernández Colón, atacando principalmente la
sustitución de esa consigna inicial por una de carácter más posi~ política de austeridad puesta en vigor por éste cuando ocupaba
tivo y congruente con la composición social del estudiantado y el puesto de Gobernador de Puerto Rico durante el cuatrienio
la realidad social circundante. La nueva consigna llevaba el de 1972-1976. Ahora le tocaba a Carlos Romero Barceló defen-
mensaje de "Cero aumento uniforme" y reflejaba, junto a la der la imposición de las medidas de austeridad que antes había
propuesta de "matrícula ajustada", una clara vinculación entre criticado tan ventajosamente.
el aumento en el costo de las matrículas y el efecto perjudicial Entre esas' medidas se destacan la reducción porcentual de los
que éste tendría especialmente sobre los estudiantes más nece- presupuestos particulares de las agencias públicas; el despido
sitados económicamente. masivo de empleados públicos, o la reducción significativa de
su jornada de trabajo; la derogación por acción legislativa, y
2. Orden social puertorriqueño: criatura dependiente con la anuencia del PPD, de una rebaja de un 5 por ciento en las
contribuciones sobre ingresos; el estudio de diversas formas de
A pesar de que la Ley Universitaria de 1966 se propone ex- aumentar los arbitrios sobre artículos de consumo como, por
presamente fortalecer la autonomía de la UPR esta institución ejemplo, el de la gasolina; el aumento dramático de las tarifas
sigue siendo una criatura dependiente, en gran medida, de las por los servicios de luz, agua y teléfono, sin respetar el debido
influencias y controles que emanan del orden social. Su mundo procedimiento de la celebración previa de vistas públicas; la
no es mundo cerrado. Por el contrario, es especialmente vulne- propuesta de un nuevo impuesto sobre toda clase de préstamos
rable a través de los vínculos que sostiene por necesidad con el bancarios; y la congelación de aumentos salariales en el sector
sistema económico y el sistema político. Las condiciones im- público. La lucha entre el PNP y el PPD en torno a este proble-
perantes en esos dos sistemas afectan inexorablemente la vida ma ha llegado finalmente a un impasse en vista del veto impues-
universitaria. Por eso cuando las circunstancias en esos sistemas to por el Gobernador al presupuesto aprobado por las cámaras
no son favorables a la institución, o entran en conflicto con la legislativas a base del argumento de que dicho presupuesto in-
preservación, o el simple respeto, de su autonomía, el aspecto curre en una irresponsabilidad fiscal.
jurídico en que esa autonomía descansa se subordina a las fuer-
zas más poderosas de la economía y la política. La crisis económica

La crisis fiscal Esta crisis presupuestaria meramente revela la cresta de una


profunda crisis económica que entraña el fracaso, o el desgaste,
Poco tiempo después de las elecciones generales de 1980 se como se dice en forma de eufemismo, del modelo de crecimiento
empieza a debatir públicamente entre los contendientes princi- económico implantado por el PPD bajo el régimen político del
pales de esas elecciones, el Partido Nuevo Progresista (PNP), y Estado Libre Asociado. La crisis profunda se ilustra con las pro-
el Partido Popular Democrático (PPD), si existía realmente un pias estadísticas oficiales del gobierno de Puerto Rico. Según
déficit presupuestario en el gobierno de Puerto Rico calculado dichas estadísticas el crecimiento real de la producción fue de
entonces entre 100 y 150 millones de dólares. La admisión ofi- solamente O. 7 por ciento durante el año fiscal de 1981. 13 Esto se
cial de que efectivamente se perfilaba una crisis fiscal de esas di- explica, en parte, por el hecho de que la inversión fija anual en
mensiones hace inevitable, al igual que en el cuatrienio de 1972- maquinaria y equipo se ha mantenido prácticamente estancada
54 55

desde 1972 a 198 l. Por otro lado, el proceso inflacionario ha migración forzosa y masiva de nuestra población hacia Estados
disminuído en términos reales el ingreso y el poder adquisitivo U nidos, hizo posible un aumento extraordinario del ingreso
de las familias puertorriqueñas. La crisis económica se mani- individual y familiar en Puerto Rico y dio paso al advenimiento
fiesta además, dramáticamente en el aumento del desempleo. de una sociedad avanzada de consumo.
Para el año 1973, el desempleo promedio se estimaba oficial- La UPR, o lo que es hoy el Recinto de Río Piedras, jugó un
mente en un 12 por ciento. En enero de 1982, fecha en que termi- papel crucial en ese p roceso. De esa institución surgieron los
na la huelga universitaria, se calculó en un 22 por ciento. La esquemas y planes de la transformación social, los cuerpos diri-
tasa de participación en la fuerza de trabajo, es decir, el por cien- gentes de la administración pública y la propia justificación
to de la población mayor de l6años de edad que integra el grupo ideológica de ese cambio histórico. Al mismo tiempo, la expan-
trabajador, se ha ido reduciendo hasta llegar en febrero de 1982 sión cuantitativa y cualitativa de la UPR, que ocurre paralela-
a un 40 por ciento, lo que significa que el desempleo real es mu- mente durante ese período, es, a la vez, causa y efecto de la subida
cho más alto que el oficial. en los niveles 'd e vida y evidencia de una política social dirigida
Durante las últimas décadas, el sector público es el que ha a la democratización de las oportunidades de educación supe-
registrado el aumento más alto en el número de empleos. El 1 ior.
llamado Informe H elfeld, que se divulga en 1973, indica que Los síntomas de debilidad estructural que se han venido ma-
este sector representa el 28.6 por ciento de la fuerza laboral. Para nifestando en el sistema económico pudieron encubrirse me-
1981 la manufactura redujo su nivel de empleos; el comercio eliante dos factores: el flujo de desembolsos procedentes del go-
permaneció estancado; y el sector público empezó a sentir el bierno federal, y el aumento extraordinario de la deuda pública.
impacto de la crisis económica que se expresa en los despidos Los desembolsos federales, la mayor parte de los cuales, corres-
masivos de empleados y la reducción de la jornada de trabajo. ponden a las ayudas directas a las personas aumentaron en for-
Los dirigentes políticos del país han invocado las causas ex- ma significativa durante la década de 1970. Para los años 1978-
ternas, y no las debilidades estructurales, para explicar el fraca- 1981, en que tales desembolsos ascendieron a $3,467.4 millones,
so del modelo de crecimiento económico. A mediados de 1960, los mismos constituyeron casi el 30 por ciento del producto
se atribuyó las señales de crisis a la reducción de las barreras tari- b1 uto del país. Esta proporción empezó a declinar a principios
farías que resultan de la ronda Kennedy; en 1973, se hace hinca- <le la presente década, bajando de 12.9 por ciento en 1980, a 6.1
pié en el aumento acelerado en el precio del petróleo, y ahora, por ciento en 1981. El flujo de estos desembolsos se canaliza
últimamente, se le achaca el problema a la política económica hacia la esfera del con sumo a través de la importación de bienes
iniciada por el Presidente Reagan. Se especula tam bién sobre y servicios, según se refleja en el déficit de la balanza de pagos
los efectos dañinos del llamado Plan de Desarrollo de la Cuenca ascendente en 1981 a $5,345 millones. Por otro lado, la deuda
del Caribe. pública de Puerto Rico aumentó significativamente de $5,345
Esos factores han tenido, sin duda, efectos adversos en la eco- millones en 1975 a $7,511 millones en 1981.
nomía puertorriqueña. Su verdadera significación no radica, Ninguno de estos dos mecanismos ha logrado la recuperación
sin embargo, en que hayan sido las causas de la crísis, sino en real del sistema económico puertorriqueño. A la influencia
que hayan puesto de manifiesto la incapacidad del modelo de declinante de estos dos amortiguadores es preciso añadir los
crecimiento económico, iniciado en las postrimerías de la déca- efectos que ya se palpan como resultado de la política económi-
da del 40, para resolver los problemas sociales del país. Bajo ese ca del Presidente Reagan. Báste señalar la eliminación, en
modelo Puerto Rico se convirtió en pionero en el establecimien- octubre de 1981, del Programa CETA, que llegó a emplear a
to de un sistema económico industrial, fundamentado en los 31,000 personas; el recorte, a partir de julio de 1982, en el pro-
movimientos de capital internacional, y en una especie de labo- grama de cupones de alimentos que ascenderá a $225 millones,
ratorio para las empresas multinacionales. El éxito inicial de y otros recortes en los programas de asistencia legal, educación,
esta estrategia durante las décadas de los 50 y los 60, junto a la salud y vivienda. En vista de estas circunstancias, es obvio que
56
57
ya la educación superior no se desenvuelve en un sistema econó, ! 11 u1 1, r, 11d t•1 ienclo el bajo nivel de tolerancia democrática y el
mico en crecimiento, capaz de expandir las oportunidades dr !Í íli ¡1 1utln el<· polilización en la rama ejecutiva del gobierno.
acceso, tanto a la universidad pública como a las universidadc·N J:l 1,u ,111 ,· r res trictivo de los antecedentes históricos, ya des-
privadas, de estudiantes de escasos recursos, o de recursos mo, 1¡¡1 11,, II C' tllk a dar la impresión de que la huelga estudiantil
derados.
1111 111n 11 .,l)k, ya q ue las autoridades universitarias no tenían
11!1 1 1111 •111:11 iva que tomar la decisión que tomaron respecto al
La crisis de la legitimidad política @ 1111 1110 <·11 el costo de las matrículas. Consciente de la impor-
.
Esta crisis económica se da a la par con la crisis de la legiti-
Hfflt lu 1lt• ,·sos antecedentes, y sin menospreciar sus efectos res-
;ri olvci'I, sostengo, sin embargo, que las autoridades universi-
midad del régimen político, cuyas manifestacciones más visi- m,11111, lc-jos de agotar todas sus posibilidades de acción, optaron
bles son el fracaso de los dos partidos principales en el logro 1111 1 1... 1111u•111c por la salida aparentemente más fácil, pero más
de un claro mandato popular para constituir el gobierno, la p111plcIn pu ra p recipitar la huelga estudiantil. Esta salida, que
corrupción administrativa, el deterioro de los servicios públicos 1 . 11H i~11• t·n adoptar un aumento uniforme de las matrículas,
esenciales, la incapacidad de esos partidos para presentar solu- , 11 111 ,11 1w111 c dramático para ambos niveles de la enseñanza, el
ciones viables a los problemas del país y el creciente descrédito 1 1,1d1 1.ido y el subgraduado, a sólo un mes de plazo del inicio
de las instituciones políticas. 1li·I ~1·11 11 ·~1t·c lectivo de agosto de 1981, no sólo provoca la huel-
Los resultados electorales de 1980, cuestionados por el PPD íl 1, ~ 1no q ue crea las condiciones objetivas y subj etivas para legi-
como fraudulentos, han dado lugar, después de una serie de liti- 111111 11 1·1 movimiento huelgario, y para incrementar sti apoyo
gios judiciales, a un gobierno dividido entre los dos partidos '11•11 1w y fu era de la UPR.
principales. Uno de estos partidos, el PNP, domina, por escaso 1,, ,~ ¡, ig uientes hechos comprueban esta tesis:
margen, la rama ejecutiva; el otro, el PPD, domina, también
por escaso margen, la rama legislativa. u l ,a decisión de aumentar el costo de las matrículas ya esta-
En estas condiciones ha resultado sumamente difícil el co- ti 1 1111 11:i d a como resultado de las presiones ejercidas por la Mid-
gobierno, es decir, el logro de consenso sobre la consideración d l1• l.., 1;1t t·s sobre la acreditación del Recinto, en febrero de 1981.
de los problemas públicos más apremiantes. Se ha impuesto, \ 111 lo reco noce oficialmente el propio CES, a través.de un co-
por el contrario, el impasse y la inmovilidad gubernamental. i ,111111< :i<lo emitido por su vice-presidente, el señor Richard Ca-
Las cortes de justicia han tenido que envolverse, en todos sus i Id 1111, el 3 de septiembre de 1981. En ese com unicado sediceque
niveles, como árbitros en las disputas electorales y parlamen- l,1 " H·v isión en las cuotas de matrícula" se debe a " la necesidad
tarias, convirtiéndose, de ese modo, en el blanco de ataques polí- h11 p 1·1 iosa de proveerle a la Universidad de fondos adicionales
tico-partidistas por parte del PNP. , pu• pt•r mitieran atender necesidades urgentes relacionadas con
El alto grado de inseguridad que caracteriza al régimen polí- 11, 111 r('ditación y con el mejoramiento de la calidad de la ense-
tico ha reafirmado la tendencia en ese partido hacia la politiza- 1l11 11 n 1". (Enfasis del autor).
ción extrema, es decir, hacia el intento de someter las institu-
ciones públicas y privadas a los criterios del dominio político- h. Esto comprueba que el CES no tenía verdadero interés en
partidista. La intolerancia política que conlleva esa politiza- 1111~rn ltar el sentir de la "comunidad puertorriqueña" y de la
ción extrema determinará la forma en que el Gobernador inter- "eom unidad académica " sobre la deseabilidadde dichoaumen- -
vendrá en el conflicto huelgario en la UPR. Es preciso resaltar lo. Po r eso las vistas públicas sobre el asunto, prometidas suce-
el hecho de que dicho conflicto ocurre simultáneamente con Mivarnente desde abril de 1979, fecha en que la Junta Universi-
la huelga de la UTIER en la Autoridad de Energía Eléctrica. taria discu te el Informe de los Rectores y Directores, constitu-
Ambas huelgas se extienden prácticamente durante el mismo y<'II una burla al proceso democrático. El CES dispuso que di-
período y tienden a agudizar la crisis económica y la crisis polí- e has vistas se celebraran el 29 de mayo de 1981, a sabiendas de
58 59

que ese período correspondía a la etapa final del semestre lec- tara a la capacidad económica de los estudiantes.
tivo, y de que a las mismas no podrían asistir, debidamente pre- e. La nueva política de costos de matrículas decretada por el
parados, los miembros estudiantiles y claustrales de la comuni- CES el 8 de julio de 1981, sencillamente revive la recomendación
dad académica. Por esa razón, el Senado Académico aprobó una de aumento uniforme y automático hecha por el Informe de los
resolución, el 21 de mayo de 1981, solicitando del CES que pos- Rectores y Directores en abril de 1979, que ya había sido recha-
pusiera hasta el mes de agosto de ese año la celebración de las zada por la Junta Universitaria. De este modo, el CES traza una
referidas vistas públicas. En su solicitud, el Senado Académico política social correspondiente a la mentali~ad comercial impe-
señalaba que no tenía la "información necesaria para asumir rante en las .universidades privadas; reafirma la dependencia
una posición responsable sobre el asunto". Señalaba, además, en las ayudas federales, y deja sin definir adecuadamente el plan
que las vistas se habían fijado para "un período de receso aca- de ayudas económicas a los estudiantes necesitados. Este plan
démico", lo cual no garantizaba "la máxima participación de es precisamente motivo de debate y de negociación posterior-
todos los componentes de la comunidad universitaria". A esta mente, en el transcurso de la huelga, por lo cual puede afirmar-
petición del Senado Académico, el CES contestó, mediante carta se que su definición es un resultado de las presiones ejercidas
fechada el 28 de mayo de 1981, que concedía a ese cuerpo "hasta por el movimiento estudiantil.
el 30 de junio próximo para radicar por escrito sus puntos de
vista con referencia al propuesto aumento en las matrículas", f. Ni el Presidente de la UPR, ni el CES, hicieron gestiones
ignorando de nuevo que ese período era también parte del rece- ame las cámaras legislativas, como corresponde a una univer-
so académico. sidad pública, para hacer co.nscientes a esos organismos de las
necesidades presupuestarias de la universidad del estado, y del
c. El compromiso establecido por la Junta Universitaria, el p eligro que esto representaba para la pérdida de la acreditación
29 de abril de 1981, cuando consideró el Informe del Comité del Recinto. No se intentó siquiera que los partidos gobernan-
Multidisciplinario en el sentido de que la "comunidad puerto- tes consideraran la situación de la UPR como una posible área
rriqueña". y la "comunidad académica" participarían en la <le consenso legislativo. Por el contrario, las vistas públicas
determinación de la "cuantía" y la "forma de aplicación" del ordenadas por la Comisión de Instrucción y Cultura de la Cá-
aumento, no se cumplió. Ese organismo, encargado por ley de mara de Representantes, y por la comisión correspondiente en
mantener integrado el sistema universitario, tampoco partici- el Senado de Puerto Rico, perdieron su utilidad, ya que las mis-
pó en esa importante decisión, limitándose a endosar al CES, mas tuvieron que celebrarse luego de anunciado el decreto de
como un cheque en blanco, sobre la necesidad de tal aumento. aumento.
g . La política trazada por el CES ignora incluso las recomen-
d. Tanto el CES, como la Junta Universitaria, hicieron caso daciones hechas por el Presidente de la UPR, en el sentido de
omiso de las advertencias y recomendaciones que los represen- que el aumento en el costo de las matrículas y de otros cargos
tantes de la comunidad académica le hicieran a través del Infor- S(' realizara por "etapas, en un período de cuatro años". Según
me del Comité Multidisciplinario. Del mismo modo, ignoraron d plan del Presidente, "los aumentos que se decreten para el
por completo la oposición que ya se sentía en el estudiantado affo académico 1981-82 deben afectar solamente a estudiantes
de Río Piedras hacia el aumento uniforme, menospreciando esa de nuevo ingreso en agosto de 1981". 14 Elintentodel Presidente
oposición como minoritaria, demagógica y sin fundamento. dt restaurar el aumento escalonado sugerido en la propuesta
Esos organismos pasaron específicamente por alto los resulta- de los Rectores y Directores no tuvo éxito. De esta forma, el CES
dos del referéndum estudiantil, celebrado en Río Piedras duran- puso en vigor en un solo año el esquema de aumentos escalona-
te el mes de abril, en el cual participó el 33 por ciento del estu- dos que el Informe de los Rectores y Directores había progra-
diantado, y el 86 por ciento de esos participantes rechazó el au- mado para un período de seis años, elevando en 200 por ciento
mento uniforme y endosó, en cambio, que ese aumento se ajus- t•l costo de los estudios de bachillerato y en 300 por ciento el cos-
60 61

to de los de nivel graduado. Estos últimos resultan sumamente l'n tre las partes afectadas" por el aumento en el costo de matrí-
perjudicados por no estar cubiertos por el BEOG. culas, hasta el 20 de noviembre de ese año, fecha en que los so-
Esta relación de hechos debe dejar claramente establecido que brevivientes del Comité Mediador de ese Senado, el compañero
la huelga estudiantil de I 981-82 no es un acontecimiento espon- Fernando Picó y yo, renunciamos a esa función intermediaria,
táneo, ni una invención de los dirigentes estudiantiles en el por entender q ue ya no era posible lograr un acuerdo satisfac-
desempeño de una supuesta agi tación política de carácter pro- 1orio entre el CES y el CGE. Ese proceso se subdivide en una
fesional. El origen inmediato de ese acontecimiento está mar- i>Crie de fases que indican las razones por las cuales la huelga se
cado por el estilo arbitrario de gobierno evidenciado por el CES prolonga y finaliza sin que realmente se resuelva el problema
en la determinación de la nueva política universitaria sobre que le dio origen.
costos de matrícula. El origen y desarrollo de la huelga nece-
sitaba la coincidencia de tres factores: primero, un impacto 1. La primera fase: diálogo en la Rectoría
económico perjudicial a una gran parte del estudiantado; se-
gundo, la consideración, por esa parte del estudiantado, de di- La iniciativa que se toma el Senado Académico de Río Pie-
cho impacto como un acto irrazonable, injusto, y, por tanto, dras de intervenir junto al Rector, como organismo mediador
ilegítimo; y tercero, la presencia de unos dirigentes estudian- t•n el conflicto huelgario constituye un precedente, sin parale-
tiles y de una organización, capaces de movilizar masivamente los, desde la aprobación de la vigente Ley Universitaria en 1966.
el descontento generalizado por el impacto económico perju- Ta l iniciativa es, en realidad, un acto extraordinario de impro-
dicial. Como se ha apuntado, este último factor ya había cuaja- visación, que pone de relieve ~l hecho de que la UPR carece
do en el Recinto. La decisión arbitraria del CES se encargó de de métodos tradicionales, o de métodos legales y reglamenta-
suplir los otros dos factores, sin los cuales los dirigentes estu- rios, para la resolución de esa clase de conflicto colectivo entre
diantiles no hubiesen podido organizar, concientizar y movi- d estudiantado y la administración universitaria.
lizar un movimiento de masas. En el tránsito de la Ley Universitaria de 1942 al vigente esta-
Frente a la crisis tri-dimensional, es decir, la crisis fiscal de la tuto universitario de 1966, se reconoce jurídicamente la prácti-
UPR, la crisis del sistema económico, y la crisis de la legitimi- ca sindical de negociar convenios entre las autoridades de la
dad del régimen político, el CES se comportó como otro compo- lJPR y el Sindicato de Trabajadores. Este reconocimiento se ex-
nente del gabinete de la rama ejecutiva. En vez de defender la tiende luego por el CES a la HEEND. Ahora se planteaba el pro-
autonomía fiscal de la UPR, garantizada por ley, optó por asu- blema de si los estudiantes, que no mantienen una relación de
mir y defender la posición oficial del gobierno ante la crisis carácter obrero-patronal con la administración, podían recla-
tri-dimensional, lo que implicaba que el estudiantado y los mar, por analogía sindical, que se les reconociera un mecanis-
subsidios federales del BEOG tenían que hacerse cargo de las mo similar de negociación.
deficiencias presupuestarias de la UPR. El CES manifestará El hecho contradictorio de que los estudiantes sean conside-
esta misma falta de voluntad autonómica y de dependencia de la rados por la Ley Universitaria como miembros de la comunidad
rama ejecutiva durante el proceso de diálogo, mediación, y ne- académica, con plenitud de derechos y obligaciones, y de que
gociación que se establece por iniciativa del Senado Académico no existan, al mismo tiempo, mecanismos institucionales para
para buscar una solución mutuamente satisfactoria a la huelga. entender en la resolución de sus conflict0s colectivos con las
autoridades, resalta el bajo grado de integración de los organis-
EL PROCESO DE MEDIACION mos representativos del estudiantado, específicamente del CGE
y de los senadores estudiantiles, en el proceso de la toma de deci-
El proceso de mediación se extiende desde el 8 de septiembre siones en la UPR. La ambivalencia de esta situación se reflejó
de 1981, fecha en que el Senado Académico aprueba su resolu- en la propia resolución del Senado Académico. En ella se abo-
ción, solicitando del CES el inicio de un "diálogo inmediato gaba, no por la "negociación", sino por el " diálogo", para ex-
63
62
,,..,,udiantiles conciben el movimiento contra el aumento uni-
plorar las "áreas de consenso" y "acuerdos" conducentes al
lorme en términos de los métodos y las tácticas predominantes
"restablecimiento de las labores en el recinto". Se proponía que rn las luchas obreras y sindicales. Por eso recurre más bien al
esa búsqueda de consenso se realizara mediante una comisión paro definido de las actividades docentes, al boicot en el pago
especial, representativa del CES, el Senado Académico y el de las matrículas, al boicot activo de la docencia mediante di-
CGE. En esta forma se intentaba llenar transitoriamente el versos actos de entorpecimiento, y finalmente a la huelga, o
vacío institucional en esa esfera de las relaciones universitarias.
El llamado al "diálogo inmediato" no se podía ignorar, sin paro indefinido.
Frente a la instransigencia patronal, en este caso representada
menoscabar uno de los valores fundamentales de la convivencia por el CES, y frente a sus decisiones económicamente perjudi-
universitaria. Pero este llamado surgía como consecuencia del ciales, es preciso, como dijera un profesor universitario enten-
fracaso de un ultimátum, lanzado al CES por la primera Asam- dido en estas materias, responder con acciones que h agan posi-
blea General de Estudiantes, celebrada el 27 de agosto de 1981. ble "paralizar la fábrica". La clave del éxito de estos métodos y
Esa Asamblea General había dado al CES un plazo de cinco tácticas radica en una organización amplia, unitaria y masiva,
días, es decir, hasta el 2 de septiembre de 1981, para que ese orga- que no se desactive, o desmovilice, en ningún momento, ni aún
nismo procediera a iniciar el diálogo con los representantes an te las perspectivas favorables del diálogo, o de la negociación.
estudiantiles. Este diálogo estaba, sin embargo, condicionado En esta organización, y en su actividad permanente, descansa la
a las exigencias máximas de que el CES "dejara sin efecto" el rfectividad de las presiones que se ejercen contra el patrono. Se
aumento uniforme e instrumentara la "matrícula ajustada" a confía en que los efectos económicos y políticos de esas presio-
los ingresos familiares de los estudiantes. 15 nes forzarán finalmente al patrono a sentarse en la mesa de ne-
El Presidente del CES, rehusó reunirse con los representantes gociaciones y a hacer las concesiones mínimas, o máximas, que
estudiantiles, alegando que no se podía dialogar bajo tales pre- se han estado exigiendo. El objetivo inmediato de este enfoque
siones. Esta respuesta provocó que la Segunda Asamblea Gene- no es, por tanto, el diálogo de por sí, o el diálogo para aclarar
ral de Estudiantes, celebrada el 2 de septiembre de 1981, decre- malos entendidos, sino .el diálogo como antesala para la nego-
tara "un paro definido" de cinco días laborables, que se exten-
ciación y la obtención de esas concesiones.
dería hasta el 9 de septiembre. En vista de la militancia desple- Este enfoque se monta en el supuesto de que las relaciones de
gada por los estudiantes después de la asamblea, el Rector se vio poder, dentro y fuera del ámbito universitario, son sumamente
obligado a proclamar un "cierre" del recinto el 4 de septiembre, elásticas y variables. La ausencia de un monopolio del poder
que se prolongaría hasta el 14 de ese mes, reconociendo que no implica que éste se rige por un "balance de fuerzas" que puede
había un "clima adecuado" para realizar las labores docentes. 16 colocar, a cualquiera de las partes en conflicto, en un momento
Por las mismas razones, el Rector extendió posteriormente di- determinado, en una posición favorable, o desfavorable, de re-
cho cierre hasta el 21 de septiembre. Esto significa que la prime- gateo. La evaluación objetiva sobre si un determinado momen-
ra fase de la mediación, que se desarrolla desde el 9 hasta el 13 de tO es favorable, o no, es lo que determina supuestamente si se
septiembre, tiene lugar en el período de receso académico for- exigen concesiones mínimas, o máximas. En esta forma la agen-
zoso, cuando coinciden el "paro definido" de los estudiantes y da del diálogo, o de la negociación, así como las consignas, es-
el "cierre" oficial del Recinto. tán sujetas a cambios, o variaciones, según cambian las "condi-
Desde esas dos asambleas estudiantiles, previas a la iniciativa ciones objetivas" del conflicto. Además de la dimensión física
mediadora del Senado Académico, se hace patente el hecho de de fuerza que conlleva este balance del poder, el mismo tiene
que los dirigentes del Comité Contra el Alza y el CES, actúan una dimensión moral que se deriva del apoyo de la opinión
desde la perspectiva de concepciones políticas contradictorias, pública, en tanto, cualquiera de las partes en pugna, sea consi-
sumamente difíciles de integrar, que conducirán a la prolonga- derada temporalmente como razonable, o legítima.
ción del conflicto huelgario, más allá de lo justificable, en una Es preciso aclarar que el balance de fuerzas, o bargaining
especie de lucha de desgaste. Es indudable que los dirigentes
64
65
power, no es propiamente un componente ideológico de lm
,1 n11 \ 1~11'111 ck la autoridad, el CES no acepta formar parte de
grupos de "izquierda". Dicho supuesto puede utilizarse indi11-
tintamente por grupos de formación ideológica variada y con- 11111\ 11111 , 11gcrida por el Senado Académico, que habría de
i!H 11 \ f.1 ~ de solución al conflicto. Enviar sus delegados a esa
tradictoria, pero es en realidad una concepción típicamenrr
iTI I 11111 1111plirnba entrar en una negociación directa, cara a
liberal, o si se quiere, típicamente norteamericana.
La posición del CES difiere tajantemente del enfoque q1u•
rn 1,111 lo~ r('prcsentantes estudiantiles. Por esta razón, la co-
se ha descrito. Tanto en la teoría como en la práctica, ese orga-
!l,ii 111 ~11¡•,1·1ida deja de ser un medio, o un mecanismo, en esa
l [l~( 11111 ,,ti y se convierte en uno de los asuntos en la agenda a
nismo da por sentado que su autoridad sobre la UPR emana de•
iil1111tl,11 ~1· a tr avés del consenso futuro entre las partes.
una jerarquía de poder, en esencia pre-democrática y pre-liberal.
!r11 \11, 11 t 111 ión de ese mecanismo, el CES instituye el método
Su autoridad interna es, por tanto, absoluta, indivisible e in-
cuestionable, por los componentes y miembros de la comuni - IV ,11.'llo~o indirecto consistente en el flujo de información en
Í[!~ tl11 n nones opuestas, partiendo desde el Comité Mediador
dad universitaria. Desde el punto de vista externo, el Consejo
asume, del mismo modo, la representación de la ley y el ordrn iol P11 11.lllo Académico como vínculo, o enlace, entre esas direc-
it11 11'\ I•,10 significa que el Comité Mediador debía dialogar
social, y de la supuesta voluntad general de la comunidad pU<.'t ·
torriqueña. Esta definición de sí mismo, sostenida reiterada- 1Ji i1111 ·111 1on dos y a veces tres representantes estudiantiles. El
i.;_111 M·11, o logrado con ellos tenía que referirse simultáneamente,
mente por el CES, conflige con las disposiciones de la propia
ni: 11 1111 l.1do, al Presidente del CES, al Vice Presidente de ese
Ley Universitaria y con el orden político partidista del cual
depende realmente ese organismo. f t111 p11, o a uno de sus miembros más influyentes, y, por otro
El ejercicio de ese estilo de autoridad ha contribuído a que d 1111111, ,il plenario del Comité Contra el Alza por medio de sus
CES se enajene progresivamente de la comunidad universitaria, fil1't1'\1 ·11tamcs en el Comité Mediador. La información al CES
que en su sentido general, representa y gobierna. Es obvio qut• 8ll 11 ,111 ~111i tía a través de conversaciones telefónicas, o por medio
esta perspectiva del CES se resistiría a reconocer, y a legitimizar, 1lt 11•11111 oncs. Los acuerdos o entendidos logrados con los repre-
1 111 ,11111·, estudiantiles en el Comité Mediador pasaban de ese
la perspectiva estudiantil del balance de fuerzas, del flujo del
poder y de las presiones fundamentales de las circunstancias 11111d11 por el cedazo de esos miembros del CES, quienes a base de
favorables al regateo. Por eso, el CES está dispuesto a oir quejas, 11, 111 c,¡iios juicios, y de lo que ellos entendían que era, o podía
h•, , c•I ,cntir de, por lo menos, cinco de los nueve miembros de
querellas y puntos de vista, sin compromiso. A lo sumo está dis-
, ,, r 1111,111ismo, procedían entonces a aceptar tales acuerdos o
puesto a dialogar, pero no a negociar, y menos aún a negociar
bajo presiones de carácter político. Esto explica la posición , 111c·11didos, o a enmendarlos, o a rechazarlos. En estos últimos
absurda, asumida por el Presidente del CES, y posteriormente 1 ,~11~, ~<· sometía de vuelta al Comité Mediador una nueva ver-
por otros miembros prominentes del mismo, en el sentido de 11111 , o una versión revisada de los acuerdos, o entendidos ori-
1,111,il t'~ .
que la presión y el diálogo representa ban acciones incompati-
bles, y de que el diálogo sólo podía ocurrir si se establecía pre- · l ' r,1 (' 1 lado estudiantil se seguía un trámite de consulta demo-
viamente la "normalidad" institucional, es decir, si los estu- 11 ,111c ,1 sumamente complicado. Tanto los acuerdos, o enten-
diantes deponían su oposición activa y militante al aumento rllrln ~. logrados con los representantes estudiantiles en el Co-
uniforme y regresaban dócilmente a clases. De ese modo, se in- 11111(· Mediador, como las nuevas versiones, o las versiones revi-
1111 d.1 ~. sometidas por el CES, se enviaban al plenario del Comité
vertía la relación ex istente en tre el conflicto como causa y la
anormalidad institucional como su efecto, o se ignoraba por 1 111111 a el Alza para su consideración, aprobación, o enmienda.
completo la razón de ser del conflicto. 1,: 1 e 1·dazo en este caso estaba constituído por un grupo delibe-
Esta contradicción de perspeclivas se constituirá en el primer 1i1 111 t que fluctuaba entre cien y trescientas personas. Ese grupo,
obstáculo, y la principal causa, del impasse entre el CES y el dr· composición sumamente variada, tanto en términos de la
CGE, durante la primera fase de la mediación. Consecuente pt ne cdcncia representativa, como de la formación ideológica,
e ,111·da, además, de continuidad en la asistencia y participación
66
67
de sus miembros de una reunión a la otra. Es obvio que este me- mación del principio de a utonomía fiscal de la Univer-
canismo de mediación estaba condenado a funcionar en un sidad de Puerto Rico... 1ª
círculo vicioso, ya que el consenso que se lograba con una de
las partes se rechazaba, o se alteraba, por su adversario. Los
l .a respuesta de los tres miembros del CES que intervenían
miembros del CES que intervenían indirectamente en este diá- 11111 rnalmente en esta fase de la mediación a estas peticiones es
logo no tenían poder para negociar o para llegar a acuerdos, o e l.1rnmente evasiva. El documento sustituto que someten al
entendidos, a nombre de todos, o de la mayoría, de los miembros ( .11111ité Mediador elimina la mención por su nombre de lama-
de ese cuerpo. De igual manera, los representantes estudiantiles 111( 11la aj ustada, aunque la incluye implícitamente, al referirse
en el Comité Mediador carecían del poder para negociar, dele- ad t·s tudio de "cualquier otra alternativa", además, de la refe-
gado por los constituyentes de base de su organización. Al mis- 1e ·111e· a los "subsidios" de los estudiantes necesitados. Para los
mo tiempo, el CES, fiel a su concepto de autoridad, se había 1111t•mbros del CES, el plan de subsidios resolvía el problema de
abrogado las prerrogativas autonómicas del Recinto de Río lm estudiantes económicamente necesitados en vista de que,
Piedras, convirtiendo a su Rector en un simple miembro de un ~c·gú n sus cálculos, el impacto del alza en el costo de las matrícu-
Comité Mediador, y éste se había conformado con el desempeño l.1\ dej aría una "insuficiencia anual" de solamente $50 y $93
de dicho papel en vez de reclamar y hacer valer la autonomía de c·n los casos respectivos de estudiantes de "bajos ingresos" y de
esa unidad institucional.
"1 11gresos moderados". Dichas cifras eran completamente ina-
Además de es te escollo en los procedimientos de la primera , 1•¡ >1 ables para los dirigentes estudiantiles, principalmente de-
fase de la mediación, ésta se enfrenta a dos impedimentos de bido a que tales subsidios no estaban ajustados al creciente costo
carácter substantivo que provocan el fracaso del esfuerzo en la clt· la vida. Los miembros del CES consideraban la matrícula
búsqueda de consenso. El diálogo que se realiza a través del Co- aj 11stada como un mecanismo, no sólo de dudosa validez consti-
mité Mediador,
17
durante esta fase, se basa en una agenda de siete 111 cional, sino incapaz de generar los fondos que necesitaba
asuntos preparada por el Presidente del CGE, Roberto Ale- 111gem emente la UPR. Tales fondos podían conseguirse fácil-
jandro Rivera. Pero los primeros dos asuntos, relativos al estu- 111 cme por medio de las ayudas federales del BEOG. Estos argu-
dio de la matrícula ajustada, y a la petición de una sesión espe- 111ent0s soslayaban, sin embargo, la razón fundamental por la
cial de la Legislatura constituyen, en realidad, los problemas mal los miembros del CES se negaban a melílcionar siquiera la
más neurálgicos en torno a los cuales se desarrolla desde enton- palabra "matrícula ajustada". Para ellos esa mención consti-
ces lo que podríamos denominar el segundo impasse funda- tuía prácticamente una cuestión de honor ya que representaba
mental del conflicto huelgario. En la segunda agenda someti- 11 ua concesión a las presiones ejercidas por los estudiames.
da originalmente al Comité Mediador, estas dos peticiones di- Consecuentes con su visión de que el alza en el costo de las
cen textualmente:
matrículas presentaba una coyuntura propicia para poner de
manifiesto la crisis tri-dimensional del país, y conscientes de
a. Estudio de la matrícula ajustada y del su bsidio como al- que la vinculación del conflictO universitario con esas crisis
ternativas para garantizar el principio del acceso de los podía darle al movimiento estudiantil una pujanza política de
estudiantes de bajos ingresos económicos a la Universi- dimensión nacional, los di rigentes estudiantiles presentaron
dad de Puerto Rico ... desde un principio, en forma persistente, su exigencia de que
b. Petición de una sesión especial de la Legislatura con el el CES hiciera el compromiso público de solicitar del Goberna-
propósito de que se enmiende la fórmula de ingresos au- dor la convocatoria de una sesión especial de la Legislatura para
tomáticos de la Universidad de Puerto Rico, y se haga resolver los problemas fiscales de la Universidad del estado.
recurrente la asignación legislativa para fines de asis- Esa misma exigencia pesaba como prioridad insoslayable sobre
tencia económica a los estudiantes, y para eliminar, o la Comisión de Estudios, cuya creación había recomendado el
reducir, el aumento en el costo de los estudios. Reafir-
Senado Académico, y a la cual los dirigentes estudiantiles que-
68
69
rían dar un plan específico de trabajo que n o debía excederse del
1·~1udiantiles aprovechan la brecha de acceso político que se
límite de cuatro semanas. Tal exigencia se fundamentaba en la
reafirmación de la au tonomía fiscal de la Universidad, princi- 11.i bía abierto con el PPD, específicamente con el Representante
pio con el cual se suponía que los universitarios, y especialmen- .J osé Enrique Arrarás y la Senadora Gladys Rosario de Galarza,
te el CES, debían estar·de acuerdo. Esta posición implica ba que y elaboran con el concurso de éstos un documento de consenso
ese organismo h aría causa común con el CGE, y con el Senado p,ua resolver el conflicto universitario. Paradójicamente, el
Académico, en la defen sa de dicho principio en el foro legisla- ( ;ES accede a incorporar a dichos legisladores como mediadores
tivo. Implicaba, además, que de tener éxito esa gestión, el CES l'speciales.
estaría dispuesto a revocar, o a reducir, en forma substancial, el El documento de consenso, cuyas últimas cláusulas se acla-
aumento en el costo de las matrículas, dándole de ese modo la ran y se acuerdan en la madrugada del 20 de septiembre, 21 me-
razón al movimiento estudiantil. diante conversaciones telefónicas con el Dr. Ramón Mellado,
La petición estudiantil h abía sido alentada por las declara- rniem bro prominente del CES, .y con el propio Rector del Recin-
ciones públicas del Representante del PPD a la Cámara, José 10 , redefine los planteamientos hechos por los dirigentes estu-
Enrique Arrarás, el 4 de septiembre de 1981, en las cuales se ins- diantiles en la primera agenda de diálogo. Esta redefinición
taba al gobernador Romero Barceló a convocar a una sesión atiende adecuadamente las exigencias iniciales de aquella agen-
extraordinaria de la Legislatura con el propósito de proveerle da que había provocado el impasse con el CES. Restituye el
a la UPR $6 miliones adicionales, y de aumentar el por ciento compromiso de estudiar la matrícula ajustada, sin subterfugios,
de sus ingresos automáticos derivados de las rentas públicas.19 mediante una comisión formada por representantes del CES,
Ante esta posibilidad, la primera respuesta de los miembros del del CGE y del Senado Académico. Esta comisión estaría a cargo
CES es sumamente ambigua. Se reconoce la necesidad de que se de examinar, o revisar, según fuera el caso, los otros asuntos
enmiende la fórmula de ingresos automáticos, pero se elimina de la agenda y rendiría sus recomendaciones al CES antes de
la gestión de la convocatoria de la sesión especial de la Legis- finalizar el semestre lectivo, en diciembre de 1981.
latura. La decisión final de ese organismo rechaza, sin embargo, Con referencia al segundo impasse relativo a la petición de la
tanto la necesidad de enmendar la fórmula de ingresos automá- convocatoria de una sesión especial de la Legislatura, con miras
ticos, como la urgencia de lograr ese fin a través de una sesión a resolver el problema fiscal de la UPR, el CES "hace claro que
extraordinaria del cuerpo legislativo. Los miembros del CES se está en la mejor disposición de recibir las asignaciones que pu-
limitan a expresar sobre el particular que se deben "estudiar diera h acerle la Asamblea Legislativa" para atender " las nece-
las posibles formas de allegar recursos económicos adicionales sidades de los estudiantes de ingresos económicos escasos y mo-
20
a la Universidad". Esta misma posición de someter a estudio, derados", de acuerdo a la política de "costos y subsidios" que
sin compromiso urgente de clase alguna, se extiende, además, a se diseñe, luego de recibir las recomendaciones de la comisión
casi todos los asuntos que se incluyen en la agenda original de representativa. Esas recomendaciones tenían forzosamente que
la primera fase del diálogo. referirse a la viabilidad de la matrícula aj ustada. El CES se com-
Ante la disyuntiva de buscar consenso legislativo sobre la promete asimismo con el principio de que los "recursos econó-
crisis fiscal de la UPR, para reafirmar su autonomía económica micos q ue se pudieran obtener mediante acción legislativa, o
y hacer claro el apoyo a la política de austeridad trazada por el de otra fuente, se empleen de tal forma que no quede afectado,
Poder Ejecutivo, el CES selecciona, de nuevo, es te último curso en la medida que sea posible, ningún estudiante universitario
de acción, provocando el primer fracaso en el proceso de media- de recursos económicos escasos y moderados, y que solamente
ción. sean afectados a cabalidad los estudiantes de familias pudien-
Como resultado de ese primer fracaso, el status del Comité tes". (Enfasis del autor).
Mediador queda en suspenso por espacio de una semana, desde Esta declaración de principio equivalía, en realidad, a la defi-
el 13 al 20 de septiembre. Durante ese período, los dirigentes nición de una política social cuyo én fasis favorecía decidida-
mente las premisas del método de la matrícula ajustada. La
71
70
penúltima cláusula del documento especifica, además, el wrn
promiso del Representante Arrarás y de la Senadora Rosa, io 1
Galarza, como presidente, respectivamente, de las Comisio11
de Instrucción de la Cámara y del Senado de Puerto Rico, 11
realizar un estudio "rápido y abarcador de las necesidades r1 o
nómicas presentes y futuras de la UPR, con el propósito de allr
gar fondos adicionales a la institución y de revisar y aumc1111,
la participación de la Universidad en las rentas públicas cltl
país.•• " (Enfasis del autor). El documento en sí se negod,1h11
como un "acuerdo" entre el CES y la Asamblea General de ENtll
diantes que se había convocado para el 21 de septiembre de J!)HI
Su validez y vigencia estaban sujetas a la ratificación prácti1 ,1
mente simultánea por ambas partes ese mismo día. Esta cm 111
primera vez que el CES abdicaba su sentido de la autoridad y
reconocía, de hecho, la negociación colectiva con el estudi,111
tado.
La propuesta de acuerdo es endosada con las firmas de lo,
miembros del Comité Mediador y de los legisladores del PPll,
José Enrique Arrarás y Gladys Rosario de Galarza. Pordiver1111
razones entendí entonces, y sigo entendiendo todavía, que r111
propuesta representaba, dentro de las circunstancias, un acurr•
do satisfactorio para ambas partes. Es obvio que el movimic11111
estudiantil no alcanzaba con esa propuesta la meta máxima dr
revocar, o reducir substancialmente, el alza en el costo de l,i.
ma trículas. Pero ese logro era prácticamente inalca nzable, <o
mo los dirigentes estudiantiles aceptarán más tarde, ya que i111
plicaba la rendición incondicional del CES, y por consiguie111r
de la Rama Ejecutiva del estado, encabezada por el gobernado,
Carlos Romero Barceló. El movimiento estudiantil contaba i11
discutiblemente con el respaldo masivo del estudiantado dr
Río Piedras, y con un creciente respaldo en la opinión públi1 a
del país. Pero ese " balance de fuerzas", de por sí inestable, no
era suficiente, como se descubrirá posteriormente, para retar
por un período prolongado al estado y a sus fuerzas represivas,
bajo el mando del Gobernador.
Lejos de lanzar al movimiento estudiantil a esa encerrona, la <:m, rl descenso de las eminencias suben de nivel
propuesta de acuerdo ensanchaba la brecha política que le ha· /,,,1 llanos... (El Rector Miró Montilla, el Presi-
bía facilitado la representación legislativa del PPD, logrando d 1·111e del CES, Enrique Irizarry y el Presidente de
lo que parecía imposible, es decir, un consenso político que por l.1 11 PR, Ismael Almodóvar). Foto: José l. Fer-
un lado, comprometía al CES a implantar una política social 11.'111dcz, El Nuevo Día.
en el costo de las m atrículas, equivalente a la matrícula ajus·
73
72
la aprobación del acuerdo. Se argumenta, además que el docu-
tada, y, por otro lado, comprometía a los presidentes de dos co- 111cnto no presentaba suficientes "logros concretos" que pudie-
misiones sumamente importantes, en una Legislatura que pro- ran resultar tan atractivos a la mayoría de la Asamblea como
bablemente controlaría el PPD, a estudiar a fondo la situación para que ésta depusiera sus exigencias máximas de revocar, o
fiscal de la UPR, y a revisar la fórmula de sus ingresos automá- 1t'ducir substancialmente, el aumento en el costo de las matrí-
ticos. 1
El cumplimiento de esos propósitos era imposible sin cues- culas.
tionar a fondo la estructura jurídica vigente de la UPR, lo cual La otra teoría, que surge de espectadores del proceso delibera-
hubiese planteado la necesidad de formular un nuevo estatuto livo de la Asamblea, postula críticamente que los dirigentes
universitario. De ese modo, el problema del alza en el costo de csLUdiantiles no mostraron la voluntad p olítica indispensable
las matrículas podía servir de punto de partida para tratar el para defender la propuesta del consenso. Según esta teoría, los
problema político de fondo, relativo a la autonomía interna y dirigentes estudiantiles, en vez de dirigir a las masas, se dejaron
externa de la UPR. Había, desde luego, el riesgo de que el im- dirigir por éstas; o en el mejor de los casos, perdieron el control
passe político-partidista existente entre la Legislatura y el Eje- de la Asamblea, permitiendo que la dirección de las masas pasa-
cutivo frustrara las iniciativas, con las cuales se habían compro- ra a manos de un demagogo.
metido los legisladores del PPD, y de que el Gobernador emple- A mi entender, estas teorías deben considerarse como comple-
ara su poder de veto contra tales iniciativas. En ese caso, sin em- mentarias, no como contradictorias. Ambas, sin embargo, re-
bargo, la responsabilidad pública recaería sobre el Gobernador, sultan explicaciones incompletas. Es cierto que los dirigentes
y no sobre el movimiento estudiantil y los legisladores del PPD. estudiantiles no tuvieron tiempo para desarrollar un consenso
La tercera Asamblea General de Estudiantes, el 21 de septiem- interno en su organización antes de la celebración de la asam-
bre de 1981, es una actividad debidamente autorizada por el blea. La propuesta de acuerdo se entrega a los dirigentes estu·
Rector quien, a esos efectos, revoca temporalmente las suspen- diantiles, debidamente firmada, el 21 de septiembre de 1981 a
siones sumarias de ciertos dirigentes estudiantiles y levanta la las 7:30 a.m. En vista de que la asamblea estaba convocada para
moratoria o prohibición de esa actividad extra~urricular. Se las 11 :00 a.m. de ese mismo día, era evidente que el complicado
suponía que el acuerdo que se había logrado sería sometido a proceso de consulta democrática, requerido por la organización
dicha Asamblea, para su ratificación o rechazo. Debido a una estudiantil, no podría realizarse.
serie de razones, que es preciso analizar, el documento que con- Conscientes de esté problema, los dirigentes estudiantiles
tenía ese acuerdo no recibió la consideración cuidadosa que plantearon al Comité Mediador, y a los mediadores especiales
ameritaba en el proceso deliberativo de la asamblea estudiantil, Arrarás y Rosario de Galarza, que se pospusiera la asamblea
y ésta terminó pronunciándose en contra del acuerdo y a favor hasta el 24 de septiembre, luego del día festivo conmemorativo
de la huelga, o del paro indefinido. Esa decisión marca el segun- del Grito de Lares. Esta posposición era necesaria para lograr el
do fracaso en el proceso de mediación. endoso previo de la propuesta en el plenario del Comité Contra
El fracaso de ese consenso fugaz se explica a base de dos teo- el Alza, y para "afinar" otros "logros concretos", que facilitaran
rías. La primera teoría, de procedencia estudiantil, justifica el la defensa del acuerdo ante la Asamblea. La solicitud de pospo-
comportamiento de la asamblea, alegando que no existían las sición se planteó faltando escasamente unas horas para el inicio
"condiciones propicias" para que las "masas" reunidas en ese de la asamblea y resultó rechazada. El grupo consultado enten-
momento aprobaran el documento de consenso. Se argumenta, dió que el tiempo extra que se solicitaba podía dar lugar a que
en este sentido, que los dirigentes estudiantiles no contaron con el CES se retractara de lo que había acordado, y a que la organi-
el tiempo necesario para discutir la propuesta y formar consen- zación estudiantil aprovechara la oportunidad para presentar
so interno, en su organización, antes de que el documento se nuevas exigencias de "logros concretos", que variaran el senti-
sometiera a la consideración de la asamblea. Esto hacía impo- do de la propuesta original. Cualquiera de estos dos peligros
sible que los dirigentes estudiantiles endosaran y defendieran abriría una brecha de desconfianza recíproca difícil de superar,
75
74
creando otro impasse en la negociación.
i:: •
Se creía que la negociación había llegado a su punto máximo, v-
al punto mayor de rendimiento en términos de las concesiones i::~
v-
hechas por el CES, y se confiaba, por último, en la capacidad ~ ~
política de los dirigentes estudiantiles para "planchar" el acuer- ·E~
<J>
i:: u
-
do, cosa que éstos realmente dudaban. o o
u e-
Estos temores y ansiedades de última hora, indicativos de la V CN
<J> •
falla de voluntad política en los dirigentes estudiantiles y de ~ ~
la falta de condiciones propicias en la Asamblea, constituyen, ~vi
"Ó .:
a mi entender, los síntomas del mal de fondo relativo al método ro ~
-~;:!
ro-.
de negociación que se había utilizado. Este método, basado en .g .:
el diálogo indirecto, precipitado, improvisado, y carente de tl (/J
~
>- •
continuidad, no era ciertamente la forma más certera para preci- <J>
V-~
ro
sar acuerdos con carácter de obligatoriedad recíproca. El diálo- .... u
o<J> ...
ro
go indirecto, en muchas ocasiones mediante conversaciones ~ c.,
o -v
telefónicas, seguía ocurriendo entre personas consideradas co- ...<J>

mo influyentes en sus bandos respectivos, pero que no poseían ~.....,o


p..
:o
un poder para negociar a nombre de éstos. La experiencia de la .;:!
<->1-'<
o
fase anterior de mediación indicaba que ese método estaba con-
denado al fracaso. Todavía, sin embargo, no se había aprendi-
..,-.
.:
b/)v
·- ::l
do esa lección elemental. ] g'
Esta situación se empeoraba, no sólo debido a la falta de agi- ·;;;.: ..e::
u
lidad del proceso democrático en la organización estudiantil, -
"' "Ó
<U

sino, además, por el hecho de que la relación entre dirigentes ~ ro


.:: ¡::
y masas resultaba más compleja de Jo que se pensaba a priori; :~ ~
La propuesta de acuerdo, de por sí sumamente técnica, no era ~ 1-'<
.!:! ro
conocida por las masas estudiantiles congregadas en la Asam- ~~
blea. Esa multitud estaba predispuesta, o "programada" psico-
lógicamente, a tomar la decisión de un paro indefinido, en vista
... <J>
-
.::
"'
<-> i::
ro
-
<U

~~
de que esa era en realidad la agenda de la Asamblea y de que
se le había hecho creer que el balance de fuerzas, en ese mo-
~
~
.:
;:!
-
::l
<J>
~
mento, era favorable a la exigencia máxima de revocar, o re-
ducir substancialmente, el aumento en el costo de las matrícu-
~ o
e v
~ tl
-
las. En otras palabras, los dirigentes estudiantiles habían ne- e i::
<.) <U
gociado unos acuerdos a corto plazo que no correspondían con "'i::
el estado de ánimo y de conciencia de las masas. Por dificultades "''º
"'"Ó

propias del método de negociación, dichos dirigentes no habían ~~


"' u
o
tenido la oportunidad para transformar las consignas máximas "': i::
: ::l
de agitación y movilización en consignas de transacción y ratifi-
cación de exigencias más moderadas, por lo menos, a corto
plazo.
76
77
2. La segunda fase: negociación directa con el CES
111 0s dirigentes, Jo que provoca una orden de arresto en su contra
La proclamación propiamente de la huelga, y el rechazo de la f'I 6 de octubre; elimina del registro oficial de estudiantes a los
propuesta de acuerdo sometida a la asamblea estudiantil del 21 11.in idarios, y simpatizantes de la huelga que no han efectuado
de septiembre, traen consigo una serie de consecuencias que 11ingún pago de sus matrículas, después de la fecha límite del 18
afectan las condiciones en que ocurrirá la segunda fase de me- de septiembre, lo que conlleva prácticamente la expulsión del
diación. De inmediato se provoca la ruptura de la alianza tácita, 1t•cinto de 3,000 o 4,000 estudiantes; 23 el 28 de septiembre, anun-
que había persistido hasta ese momento, entre el Rector y los 1 ia la supresión del CGE, alegando que este organismo no está

senadores claustrales y estudiantiles. Confiado en que los diri- legalmente constituído; radica en las cortes, el 8 de octubre, un
gentes estudiantiles habrían de defender ante la Asamblea la rC'curso de entredicho provisional contra Roberto Alejandro y
ratificación de esa propuesta, el Rector se sintió traicionado. otros diez dirigentes estudiantiles, para vedar su entrada en el
En cierto modo, nunca logró recuperarse por completo del efec- recinto; se encarga, por último, de poner en vigor las "medidas
to traumático que le produjo el resultado de dicha Asamblea. de seguridad'', requeridas por el CES, entre las cuales se desta-
Este trauma le llevó hasta el extremo de oponerse inflexible- can la construcción de verjas en distintas áreas del recinto y el
mente a la celebración de futuras asambleas de esa clase en el control escalonado de la entrada al mismo, a base de un sistema
recinto. Del mismo modo, se negaría a sentarse junto a la repre- de tarjetas de identificación, que cubre a todo el estudiantado
sentación estudiantil en el Senado Académico una vez termi- y al personal universitario.
nada la huelga. Este patrón de conducta represiva, cuyo propósito principal
Su papel oficial y su conducta cambiaron por completo. El es aislar a los dirigentes estudiantiles de la huelga de sus segui-
viraje se manifestó en varias formas. El 22 de septiembre, al día dores, coloca al Rector en el centro del conflicto y acentúa la
siguiente de la asamblea estudiantil, el Rector convoca a una división y polarización de la comunidad académica en grupos
reunión del Comité Mediador, junto a otros profesores univer- de partidarios de las exigencias huelgarias, o de las medidas de
sitarios, y anuncia su retiro como miembro de ese comité. Insis- disciplina. Así, por ejemplo, la HEEND y la APPU intensifican
te, al mismo tiempo, en la necesidad de que el Decano de Admi- su apoyo a la huelga estudiantil y su repudio a las acciones dis-
nistración, Francisco Girona, se retire también del Comité para ciplinarias; mientras, por otro lado, la OPU se moviliza en con-
que queden claras las relaciones de "confianza" que ellos, como tra de la huelga, apoya las medidas disciplinarias, e incluso
administradores, deben mantener con el CES. Esta decisión des- favorece la imposición del orden institucional, mediante la in-
linda a la administración universitaria de los dirigentes estu- tervención de las fuerzas policíacas. La división y la polariza-
diantiles de la huelga, y de la mediación del Senado Académico. ción generan grupos efímeros de carácter especial, como el Co-
Desde ese momento, el Comité Mediador de ese organismo que- mité Pro Derecho al Estudio (COPRODE), evidentemente res-
dará integrado únicamente por dos senadores electos. 22 paldado por miembros del PNP y de la OPU, y el Comité Pro
Consecuente con la nueva definición de su papel administra- Diálogo, compuesto, en su gran mayoría, por universitarios
tivo, el Rector asume jurisdicción sobre la implantación del afines a la posición de la HEEND y de la APPU. La división y
orden institucional en el recinto, y utiliza todos los recursos polarización de la comunidad académica se dramatiza con la
disciplinarios y judiciales a su alcance para contrarrestar la suspensión de empleo y sueldo de los profesores Arturo Melén-
efectividad de la huelga. Restituye la moratoria, o prohibición dez y Francisco Jordán, presidentes respectivos de la APPU y
de actividades extracurriculares como marchas, mítines, pique- de la HEEND, el 6 de noviembre de 1981, bajo los cargos de ha-
tes y actividades análogas; suspende sumariamente a Roberto ber violado las disposiciones de la moratoria.24 Dichas suspen-
Alejandro y a otros trece dirigentes estudiantiles, por actos ale- siones forman parte de una lista de profesores, a quienes se les
gadamente cometidos en violación a la moratoria durante los pretende intimidar con la formulación de cargos por el mismo
días 22, 24 y 25 de septiembre; encausa judicialmente a esos mis- delito. Las acciones de un bando y del otro desembocan inevita-
blemente en los foros judiciales, que se con vierten, de ese modo,
78
79
en los árbitros de la libertad académica y de la autonomía uni-
versitaria. 1•1 ~2 y el 26 de octubre. Este último suceso, envuelve, además, la
A pesar de que el Rector de Río Piedras aparenta estar en con- \ 1olación de la orden de entredicho dictada por la corte, vedan-
trol de la jurisdicción autonómica de su unidad institucional, do la entrada de los dirigentes estudiantiles al Recinto, viola-
la verdad es que el CES consolida su poder sobre el Recinto a , ic'> n por la cual se encarcela el 29 de octubre a cuatro dirigentes
pi ominentes de la huelga: Roberto Alejandro, José Rivera San-
partir de la asamblea estudiantil del 21 de septiembre. El Presi-
dente de ese organismo, Enrique Irizarry, asume el papel de 1,111a , Ramón Bosque e Iván Maldonado.
máximo portavoz e intérprete de las decisiones que se toman La segunda fase de mediación se desenvuelve en las circuns-
con relación a la huelga. Es a través de sus declaraciones frecuen- 1ancias ya descritas, específicamente en medio del cierre oficial
25
tes a la prensa que se propaga el temor de que el Recinto po- del Recinto de Río Piedras y de su ocupación por las fuerzas
dría ser cerrado oficialmente, con la consiguiente pérdida del policíacas. Cubre el período desde el 25 de septiembre, fecha en
semestre lectivo para los estudiantes, y de los salarios para los que se logra la reapertura del diálogo con el CES, hasta el 6 de
empleados universitarios. Esas amenazas dan base a que se es- noviembre. Durante ese período fracasan tres intentos de nego-
pecule sobre la posibilidad deque el cierre oficial se utilice como ciación y de acuerdo para poner fin a la huelga. El primero, y
pretexto para desmantelar el Recinto, de acuerdo con las reco- en realidad el principal, se realiza con el CES; en el segundo
mendaciones del Plan de Desarrollo Integral. Las amenazas, interviene fugazmente el Presidente de la UPR; y en el tercero
incluyen, desde luego, la advertencia de que, de ser necesario, participa prominentemente el Rector del Recinto.
las fuerzas policíacas ocuparán el Recinto para hacer valer el El 25 de septiembre, el Comité Mediador logra reabrir el diá-
derecho al estudio de la "gran mayoría" de los estudiantes que logo con el CES, reuniéndose con su presidente, Enrique Iriza-
rechazan la huelga. Esta alternativa de acción se va filtrando rry, y con el Dr. Mellado. En esa reunión se determina que el
convenientemente en la opinión pública, a través de los medios CES estaría dispuesto a considerar los "logros concretos" que
informativos, desde el fracaso de la asamblea estudiantil del 21 había mencionado Roberto Alejandro como indispensables pa-
de septiembre. ra que una asamblea estudiantil ratificara el fin de la huelga. Se
Las medidas de disciplina y seguridad adoptadas por la admi- confirma el Comité Mediador, según estaba constituído, como
nistración universitaria sirven de acicate a la pujanza que de- el único mecanismo oficial de mediación, lo que implica con-
muestra la huelga. El éxito en el desafío de esas medidas, en cretamente que desde ese momento en adelante no se volverá a
realidad coloca al movimiento estudiantil en su momento cul- reconocer el papel mediador del Representante Arrarás ni de la
minante, o de apogeo. Pero ese apogeo encarna el peligro de Senadora Rosario de Galarza. En armonía con esta decisión,
una subida en los niveles de tensión y en el potencial de violen- se descarta toda mención de la solicitud de fondos a la Legisla-
cia de ambos bandos. No debe sorprender, por tanto, que ese pe- tura, especialmente la mención de las cláusulas que habían for-
ligro se materializara en el primer brote de violencia, el 29 de mulado dichos legisladores en la propuesta del 21de septiembre.
septiembre de 1981, con la confrontación entre la guardia uni- Once días más tarde, el 7 de octubre, el Comité Mediador soli-
versitaria, agentes encubiertos y estudiantes huelguistas. Esos cita otra reunión con los miembros del CES, a la que asisten el
sucesos provocan el cierre oficial más prolongado del Recinto Presidente, el Vice-Presidente y el Dr. Ramón Mellado. En esa
reunión, el Comité Mediador insiste en la necesidad de que di-
bre.el transcurso de la huelga, que se extiende hasta el 22 de octu-
en
chos concejales se reúnan "cara a cara" con Roberto Alejandro.
El reinicio de las clases, en esa fecha, se da simultáneamente Los miembros del CES acceden finalmente a celebrar esa reu-
con la ocupación del recinto por las Fuerzas de Choque, y las nión, especificando únicamente la condición de que la misma
fuerzas SWAT, de la Policía de Puerto Rico. El apogeo del mo- se limite a una agenda preparada de antemano por el dirigente
vimiento estudiantil, o su "masividad", como señalan los estu- estudiantil.
diantes, explica, o justifica, el desafío de esas fuerzas policíacas La agenda que prepara Roberto Alejandro se entrega oficial-
mente el 8 de octubre, lo que da lugar, al día siguiente, a la reu-
81
80
('conó mica, sugerido por el dirigente estudiantil; la ayuda eco-
nión entre dicho dirigente, los miembros del CES y el Comité nómica para los estudiantes de nivel graduado, que debía cu-
Mediador. Esta reunión, aunque se limita, en realidad, a un brir, de acuerdo con la nueva agenda, ayuda específica para el
cambio de impresiones, y a una especie de tanteo entre los repre- pago de matrícula; y la garantía, por parte del CES, de que nin-
sentantes de las partes en conflicto, es sumamente significativa. gún estudiante necesitado se quedaría fu era de la UPR por razón
Por primera vez, se añade como parte del grupo del CES, a la económica. Por insistencia del Comité Mediador, se acuerda
Secretaria de Instrucción Pública, María Socorro Lacot, y se da que esos tres asuntos se precisaran por escrito en documentos de
la impresión de que ella, junto a Enrique Irizarry, Camino, y trabajo para la reunión que se celebraría el 16 de octubre. A soli-
Mellado, constituirán el comité negociador de ese organismo. citud de Roberto Alejandro, con el endoso del Comité Media-
El hecho de que en ese comité estuvieran presentes cuatro miem- dor, se acuerda, además, que en esa reunión participe el Comité
bros del CES, de un total de nueve, auguraba la aprobación en Negociador del movimiento estudiantil. De este modo se legi-
el p lenario de ese cuerpo de cualquier acuerdo a que pudiera tima plenamente el método de la negociación colectiva entre el
llegarse con los dirigentes de la huelga. Para esa fecha, la orga- CES , en representación de la UPR, y el CGE, en representación
nización estudiantil, reconociendo las críticas que le había he- del estudiantado. Pero esa legitimación dura exactamente el
cho el Comité Mediador, tenía debidamente seleccionado y período de negociación del 16 de octubre de 1981.
constituído su propio comité negociador, integrado por cuatro En esa última reunión se aprueban, por mutuo acuerdo, dos
representantes. 26 La constitución de estos comités, de parte y documentos debidamente enmendados: uno relativo al meca-
parte, equivalía a la creación de la comisión representativa de nismo de prórroga, matrícula tardía y ayuda econ ómica; el otro
estudios, que inicialmente había recomendado el Senado Acadé- relativo a los subsidios que se concederán a los estudiantes de
mico. nivel graduado. La representación estudiantil rechaza de plano
La agenda sometida por Roberto Alejandro alteraba la origi- el tercer documento, relacionado con la garantía de acceso de
nal en el punto número uno, que ahora se refería directamente los estudiantes necesitados a la UPR, porque éste se basa en el
a la "posibilidad de revocar, o reducir substancialmente", el argumento del CES, ya refutado, de que el impacto económico
aumento en el costo de las matrículas. 27 Esto dió la oportunidad del alza en el costo de las matrículas es de solamente $50 anuales.
de explorar, cara a cara, si el CES consideraba ese asunto como Él documento número 1 es enmendado por la representación
negociable. En vista de que el CES se reiteró en su posición de estudiantil en tres aspectos cruciales: primero, para incluir a los
que el aumento era inalterable, Roberto Alejandro propuso una estudiantes que no han efectuado ningún pago de matrícula en
tercera alternativa como solución a ese problema principal, el mecanismo de prórroga, matrícula tardía y ayuda económica;
consistente en el establecimiento de un mecanismo de prórroga, segundo, para que el perfil socio-económico utilizado en la
y de matrícula tardía con ayuda económica, para el reingreso concesión de las ayudas incluyera específicamente los criterios
de los 4,000 estudiantes que no habían hecho su primer pago de de ingreso, ocupación y educación de los padres del solicitante,
matrícula. Dicha ayuda se concedería además en los pagos suce- así como el número de miembros de su familia; y tercero, para
sivos de matrícula de acuerdo con unos criterios de elegibilidad. que las ayudas económicas garantizaran, no sólo la entrada de
Este planteamiento constituía una innovación fundamental, ya los estudiantes necesitados a la UPR, sino su permanencia en
que la dirección estudiantil sustituía la exigencia máxima que esa institución. La importancia de estas enmiendas era evidente.
había movilizado la huelga, por una exigencia mínima, que Mediante la primera enmienda se establecía el regreso a la Uni-
podía ser, sin mucha dificultad, objeto de negociación. versidad de todos los estudiantes que habían boicoteado el pago
El 15 de octubre, seis días después de la reunión cara a cara de la matrícula, incluyendo tanto a los dirigentes c;omo a los
entre Roberto Alejandro y el Comité del CES, se inicia formal- seguidores de la huelga. La segunda enmienda definía de ante-
mente la negociación entre éstos en presencia del Comité Me- mano los criterios de elegibilidad, de acuerdo con los principios
diador. En esta reunión se discuten a fondo tres problemas fun- de la matrícula ajus tada. La tercera enmienda ataba a las autori-
damentales: el mecanismo de prórroga, matrícula tardía y ayuda
82 83

dades universitarias con el compromiso de garantizar el acceso, 11111,111 ismo. Advertí, además, que la certificación debía corres-
y la permanencia en la UPR, de los estudiantes económicamen- !1111 tdt'r, por lo menos, al contenido esencial de la propuesta
te necesitados. 111tl'rior del 21 de septiembre. El Comité del CES rechazó estas
El documento número ,2 quedó enmendado a tono con las 11 e 111 nendaciones, alegando que ellos eran parte de un grupo
exigencias de la representación estudiantil y los planteamientos 11i.1yor y no tenían autoridad para acceder a tales peticiones.
del Comité Mediador, disponiéndose que la cantidad de $300,000 1\1 rnncluir la reunión del 16 de octubre, el Comité del CES indi-
asignada al Recinto como subsidio a los estudiantes de nivel gra- 11'1 e¡ ue, en respeto a la autonomía del Recinto, el Comité Media-
duado, se distribuyera dando preferencia al pago de matrícula iln1 debía solicitar al Rector la autorización para celebrar la
de esos estudiantes, y, que de ocurrir algún sobrante, se desti- 11~.1 in blea general de estudiantes que consideraría la ratificación

nara al pago de los ayudantes de cátedra y de investigación. A de· los acuerdos.


última hora la representación estudiantil volvió a plantear el l ,as certificaciones que emite el CES el 19 de octubre contra-
problema de la petición de fondos a la Legislatura, pero el Co- d ircn y tergiversan la letra y el sentido de los acuerdos y enten-
mité del CES no tomó ningún acuerdo sobre el asunto. didos ya logrados. Esas certificaciones, en vez de promover la
A pesar de que la negociación se ceñía a tres documentos fun- ~ol ución del conflicto universitario, reafirman la política de
damentales, se daba por sobreentendido que el resto de los asun- " in ano dura" contra el movimiento estudiantil. La primera cer-
tos especificados en la agenda, por ser cuestiones ya discutidas, 1d'i cación, que constituye una "declaración de prensa", anuncia
serían objeto de examen lo antes posible, a través de la Comisión q uc la "reiniciación de las clases", el 22 de octubre, "sería defi-
de Estudios que había sido diseñada en la propuesta de acuerdo 11i1 iva" y que "dichas clases no serán interrumpidas en lo suce-
del 21 de septiembre. Se daba por sentado, asimismo, que los ~ivo", lo cual presagia la ocupación del Recinto por la policía
acuerdos negociados, incluyendo la Comisión de Estudios, se t·1-itatal. La declaración anuncia, además, que el "acceso al Re-
someterían, en breve plazo, a la ratificación de una asamblea e into de Río Piedras" se regirá mediante un "sistema de control
general de estudiantes. Tan claros eran estos entendidos que el t·n las entradas que serán habilitadas" , y se limitará a las "perso-
Comité del CES se comprometió a entregar al Plenario del Co- nas que puedan identificarse debidamente". El "libre acceso"
mité Contra el Alza, el 19 de octubre, 300 copias de la versión de los estudiantes al Recinto y a las clases" se restringirá a los
final de las negociaciones, para que ese organismo formara jui- que "hayan completado el proceso reglamentario de matrícula
cio sobre lo acordado, y se evitara, de ese modo, repetir el error y, en consecuencia, puedan ostentar legítimamente la condi-
anterior de la asamblea general de estudiantes del 21 de septiem- ción estudiantil".
bre. Se sabe, de hecho, que dicho comité, sin tener todavía esa La segunda certificación28 extiende por treinta días adiciona-
versión final, discutió las negociaciones con su Comité Nego- les el período de moratoria contra actividades extracurriculares
ciador, durante el fin de semana del 16 al 18 de octubre, dando (ijada ·originalmente el 17 de septiembre. La tercera certifica-
finalmente instrucciones a sus dirigentes de que defendieran los ción 29 evade la mención de las negociaciones realizadas, seña-
acuerdos en la próxima asamblea de estudiantes. El Comité del lando únicamente que el CES ha analizado "los planteamientos
CES quedó también en hacer todo lo posible para facilitarle hechos por los representantes de los estudiantes en huelga". En
al Comité Contra el Alza 4,000 copias del mismo documento, esta forma el CES restituye el sentido de su autoridad absoluta.
para efectos del proceso deliberativo en esa asamblea general. Este documento, completamente unilateral, contradice y tergi-
Para prevenir otros errores cometidos en la asamblea general versa los acuerdos alcanzados el 16 de octubre, en los siguien-
de estudiantes del 21 de septiembre, insistí con el Comité del tes aspectos:
CES que era necesario preparar primero un borrador por escrito
de los acuerdos, que debía luego ser sometido a revisión en una a. Elimina la Comisión de Estudios que estaría a
próxima reunión de las partes, para estar seguros de la concor- cargo de examinar los restantes asuntos de la agen-
dancia entre lo acordado y lo certificado posteriormente por ese da sometida por Roberto Alejandro a solicitud del
84 85

propio CES. " 11H·didas de seguridad" en su unidad institucional. El conteni-


1li 1 <le las certificaciones, y las contradicciones entre el Rector y
b. Rechaza el ajuste periódico de los costos de estu- ,,1 CES convencen al Comité Mediador de que es necesaria una
dio a los índices inflacionarios, señalando que 11•11nión con los miembros del CES y el Rector para restituir los
"cualquier revisión futura" de estos factores "esta- 111 uerdos negociados el 16 de octubre. Esta reunión se celebra
ría determinada por la situación económica de la d 20 de octubre. En vez de rectificar los errores de las certifica-
Universitad y del Gobierno de Puerto Rico". ' ,ones, dicha reunión confirma definitivamente la política de
" ,nano dura" del CES, y la plena coincidencia del Rector con
c. Elimina la especificación de los criterios del perfil ,·~a política. Se accede a restituir la Comisión de Estudios en
socio-económico de eligibilidad para la concesión 1111 a forma diluída, a nivel del sistema universitario, y a exten-
de ayudas a los estudiantes necesitados, y somete ckr el mecanismo de prórroga, matrícula tardía y ayuda econó-
el estudio de tales criterios no a la comisión espe- 111ica para los estudiantes que no han hecho ningún pago. Pero
cial sino a las "oficinas correspondientes" del De- ,·sta concesión no incluye a los estudiantes encausados admi-
canato de Estudiantes. 11 istrativamente o judicialmente, es decir, a los dirigentes del
rnovimient.o huelgario. Sobre esto hay acuerdo unánime entre
d. Otorga la readmisión al Recinto únicamente a los d Rector y los miembros del CES. Paradójicamente, las auto-
estudiantes que "no pudieron completar" su pro- ridades universitarias no están dispuestas a conceder la llamada
ceso de matrícula "a tiempo" pór razones fuera amnistía, o perdón político a los dirigentes estudiantiles, con
de control", eliminando a los que no la completa- quienes han estado negociando. Tampoco están dispuestas a
ron por razón del boicot decretado por la huelga. suspender el régimen de moratoria en el Recinto. Esta visión
(Enfasis del autor). punitiva se apoya en la defensa de la doctrina de la ley y el orden.
Dicha doctrina exige que el crimen se sancione con su corres-
e. Elimina del mecanismo de prórroga y de ayuda pondiente castigo, especialmente en los casos de delincuentes
económica a los estudiantes que no habían efec- que no han mostrado ningún indicio de rehabilitación. Exige,
tuado ningún pago de matrícula, es decir, a los además, que el disfrute de los derechos civiles no se extienda a
partidarios más militantes de la huelga, y limita los violadores de esos derechos. Actuar de otra forma implicaría
la posibilidad de concesión de ayuda económica a la erosión de la autoridad y del orden normativo.
los estudiantes que realizaron el primer pago, y se La fase de negociación con el CES marca, a mi juicio, no sólo
proponen realizar el segundo y tercer pago de ma- el tercer fracaso, sino el fracaso más importante en el proceso
trícula. de mediación. A partir de esta fase no se volverá a reestablecer
el mínimo de confianza necesaria entre las partes para negociar
Para remachar la política de "mano dura", el CES declara un arreglo del conflicto. La amnistía, en su sentido más amplio,
categóricamente e,n su cuarta certificación 30 que "la matrícula es decir, en su connotación anti-represiva, se convertirá en el
ajustada que se ha propuesto noes aceptable'', ni siquiera como problema dominante de la huelga. Esa era la salida lógica frente
objeto de estudio. Dicha política se torna más clara en la reu- a la política de "mano dura" trazada, y justificada, por el CES.
nión que sostiene el Comité Mediador con el Rector, el 19 de A lo largo de esta segunda fase de mediación, esa política carac-
octubre. En esa reunión el Rector descarta la posibilidad de terizada por la doble táctica de diálogo y represión, represión y
celebrar una asamblea estudiantil en el Recinto, con el propó- diálogo, se irá vinculando, progresivamente, y sin lugar a du-
sito de deliberar sobre los acuerdos del 16 de octubre, precisa- das, a la teoría de la conspiración formulada por el Gobernador
mente porque él carece de autonomía para tomar tal decisión, de Puerto Rico. En este sentido, el fracaso del CES en esta segun-
en vista de las órdenes que le ha dado el CES de que establezca da fase de mediación debe explicarse en forma distinta al fracaso
87
86
de la asamblea estudiantil del 21 de septiembre. A diferencia de
rl 1/ l 'I i11LO. Si se cumplían estas condiciones, y el acuerdo era
111 1pi,, lile, los dirigentes estudiantiles lo respaldarían abierta-
los dirigentes estudiantiles en aquella ocasión, los miembros 1111'111<' en la asamblea. Esta lista de condiciones entrañaba el
del CES no pueden atribuir su fracaso a la falta de "condiciones
, , 111< 1·plO amplio de la amnistía, según lo entendían en ese mo-
propicias", o de "voluntad política". Las condiciones para
solucionar el conflicto durante los días 15 y 16 de octubre eran 1111•11 IO los dirigentes estudiantiles.
l•.I proyecto de certificación que diseña el Presidente se limita
sumamente favorables. Por eso la respuesta a la paradoja de por 32

qué falla el CES en la simple certificación de unos acuerdos


1·~1·11cialmente a la restitución de los acuerdos anteriores. Di-
' 1111 proyecto se somete a la consideración de los organismos
elementales hay que buscarla no en la falta de voluntad política, 1•111wliantiles el 24 de octubre y es objeto de una serie de en mien-
sino en la presencia y subordinación de esa voluntad a los cri- il11~. Entre esas enmiendas se destacan la extensión del plazo para
terios ideológicos, de carácter partidario, que emanan de la Go- l'I rcl uar el primer pago de matrícula, y la concesión de ayuda
bernación de Puerto Rico.
1•1 onómica para ese primer pago en los casos que lo ameriten.
I• l Lranque principal se suscita, sin embargo, con relación al
La intervención del Presidente de la VPR
11•i11greso de los estudiantes que h abían " boicoteado" el pago
dt' la matrícula. El texto del proyecto reitera que las autoridades
La única intervención del Presidente de la UPR en el proceso 1rniversitarias sólo atenderán los casos de estudiantes que por
de mediación ocurre el 23 de octubre y se extiende hasta el día 25. "razones fuera de su control no pudieron completar" el proceso
Esta gestión fugaz tiene el propósito concreto de diseñar un pro- de matrícula a tiempo. Estas razones se refieren específicamente
yecto de certificación que restituya lo acordado en l~s negocia- a situaciones límite como "haber estado enfermo", o "haber
ciones del 15 y 16 de octubre. Accedí a reunirme con el Presiden- sido amenazado" : El propósito de esa disposición era, sin duda,
te, luego de ser invitado por éste y de estar seguro que los diri- (·xcluir, o expulsar, a los dirigentes y militantes de la huelga que
gentes estudiantiles de la huelga estaban interesados en que se en forma alguna podían alegar que no habían efectuado su pa-
realizara esa gestión.
go de matrícula por "razones fuera de su control". (Enfasis del
En la primera reunión, el 23 de octubre, precisamente un día
después de la ocupación policíaca del Recinto, el Presidente autor).
El 25 de octubre, el Presidente pregunta, mediante llamada
indicó que tenía la "luz verde" del Gobernador para buscarle telefónica, si la amnistía es condición indispensable para llegar
una solución al conflicto universitario. 31 Como prueba de esta a un acuerdo. Contesto que es necesario definir primero ese
afirmación se comunicó telefónicamente con Carlos Quirós, Se- término. El Dr. Ramón Mellado, quien se hallaba también en-
cretario de Estado, quien actuaba como Gobernador Interino. vuelto en la gestión presidencial, aclara entonces que los diri-
Para la segunda reunión, celebrada el 24 de octubre, los dirigen- gentes estudiantiles de la huelga "quedaban fuera" de la UPR
tes estudiantiles habían sometido un nuevo pliego de exigencias por "no ser estudiantes". Estos dirigentes tendrían que solicitar
que incluía la petición de fondos legislativos, y el estudio de la oficialmente su readmisión para el próximo semestre. Como era
posibilidad de convertir la librería en una cooperativa estudian- de esperarse, los dirigentes estudiantiles rechazan esta propues-
til y de transformar la guardia universitaria en un cuerpo inte- ta, marcando así el cuarto revés en el proceso de mediación.
grado por estudiantes. Se planteaban, además, una serie de con-
diciones previas para hacer viable el endoso y la ratificación de
cualquier acuerdo. Con estas condiciones se intentaba evitar La intervención del Rector del Recinto
otro engaño como el experimentado el 19 de octubre. Las condi- La intervención del Rector se inicia mediante una reunión el
ciones se referían al compromiso de: levantar la moratoria, reti- 26 de octubre, a la cual no se invita al compañero Fernando Picó.
rar la policía, eliminar las verjas, desistir de la orden de entre- Por decisión del Rector, el compañero Picó queda oficialmente
dicho, levantar las suspensiones, desistir de los casos criminales 33

radicados en cortes, y celebrar una asamblea de ratificación en excluído de ahí en adelante de las gestiones de mediación.
89
88
En esa reunión entregué al Rector el documento de rectifica-
ción, formulado por el Presidente de la UPR. Al día siguiente
le envié un memorando señalando las enmiendas a ese docu-
mento que habían sometido los dirigentes estudiantiles.
La primera gestión del Rector consiste de un plan de dos eta- ~

pas para dar fin gradualmente a la huelga. La primera etapa ~ ::l


11)

o o-¡.,.
t'

consideraría la ratificación de un acuerdo previo entre las partes ~ o...:


¡:: ¡:Q ,11)

en una asamblea general de estudiantes fuera del recinto univer- {leo


.:-o,...,
sitario; la segunda, conllevaría la selección por dicha asamblea o:s e ..
?, c<S 9
de un comité negocia'dor que se encargaría de acordar con el • p:: o
Rector cómo levantar la moratoria, retirar la policía y resolver § ·"'°'.
I¡:! e,..._
las cuestiones del entredicho y de los cargos administrativos ~ -ov
~ e ~
y criminales radicados contra los dirigentes estudiantiles. Este ~.~'G
plan se comunica inmediatamente a los dirigentes estudianti- ~~~
les, quienes no tienen tiempo de estudiarlo debido a razones
obvias. Ese mismo día, a pocas horas de conversar con los diri- v
_...
~ o "'c<S
... o

gentes estudiantiles, estos desafían la orden de entredicho dic- ¡::


~o'-'
15 :s
tada por el Tribunal. El 29 de octubre se retira la policía del ~P::.§...:
,s¿coo
Recinto por la mañana, y se encarcela a los dirigentes estudian- ~-oc<S o' - o,
'-
tiles por la tarde. Estos hechos interrumpen la iniciativa del <:! e e 11)

Rector, que está dirigida principalmente a darle continuidad a ~.g ~.E


'\)- .. ~
c<S "' ...
la gestión del Presidente, perfeccionando su documento de rec- §::E.g ~
tificación. ,_ e css 11)
~ ·c<S ó-o
El 27 y el 30 de octubre, el Rector cita a reunión al Comité o:s ;,. o.en
E~~c-t
Mediador y a un grupo de profesores'4 para analizar la situación '\) J ¿,~
creada por los últimos acontecimientos. En ambas reuniones "' ·- e c::i
se insta al Rector a que recobre la autonomía del recinto y la d ~ !S
~ .: e o
'.;:! ~ c<S ~
autonomía rectoral, exigiéndole al CES el poder negociador ~
d.... U) ......,
para resolver el conflicto huelgario. En la reunión del 30 de oc- .... ~~z
tubre se recalca, además, que es preciso visitar a los dirigentes :~-~~
estudiantiles encarcelados para reiniciar las negociaciones. ~~~ti
A tono con esa encomienda, me reuní en la cárcel con dichos ~
t5.::; ,-...,,c,s
o]
dirigentes el 31 de octubre. En esa reunión se establecía que ~ ¡;; ;,.-C
cualquier negociación debía ser atendida por los dos miembros
del Comité Negociador de los estudiantes que se hallaban libres.
El documento que formula el Rector se discute en las reunio-
nes celebradas con éste el 2 y el 3 de noviembre. Dicho documen-
to mejora la versión del Presidente en el aspecto fundamental
de conceder la posibilidad de ayuda económica a los estudian-
tes, a quienes "no les ha sido posible" efectuar el primer pago
de matrícula. Dicha frase tiende a eliminar el prejuicio contra
91
90
los dirigentes y militantes de la huelga. La aportación más im- llt'< tor que había una tercera salida, que consistía en llevarle al
portante del documento radica, sin embargo, en la inclusión de ( :1,:s su documento de rectificación y su renuncia. El Rector
una cláusula nueva que dice: "La Universidad podrá encausar 11pt ó por no defender su propia iniciativa y su propio proyecto,
administrativamente y adoptar las sanciones disciplinarias 11 hdi cando otra vez la autonomía de su recinto. De este modo el
procedentes en aquellos casos de estudiantes que hayan incu- p1 oceso de mediación se anotaba su quinta derrota.
rrido en violaciones al Reglamento". Esta cláusula estaba diri-
gida a lograr el reingreso a la Universidad de los estudiantes / .ti teoría de la conspiración
encausados administrativamente, lo cual resolvía, en parte,
" La conspiración era una necesidad: por eso la inventaron
el problema de la amnistía. No resolvía, sin embargo, el pro-
y se la creyeron". Esta frase, utilizada en la novela La guerra del
blema de los estudiantes encausados en las cortes de justicia. (111 del mundo, 35 por un periodista medio ciego para explicar
El 3 de noviembre, me reuní con los miembros del Comité , 6mo el estado de Brasil había aniquilado militarmente a una
Negociador de los estudiantes. Les expliqué los alcances del
población de disidentes religiosos, resume a mi entender, el
documento del Rector y les entregué una copia del mismo para
, omportamiento adoptado por la rama ejecutiva, y específica-
que se le enviara a los dirigentes estudiantiles encarcelado.s.
1ncnte por el Gobernador, respecto a la huelga universitaria.
Ese trámite coincide, sin embargo, con la excarcelación de di-
chos dirigentes, por lo cual no es posible conocer su opinión F.I análisis de los sucesos más significativos de este aconteci-
miento revela una estrecha sincronización entre las acciones de
sobre la propuesta del Rector hasta el 5 de noviembre. Ese día,
las autoridades universitarias, conducentes a la apertura del
Roberto Alejandro me comunica telefónicamente que el "lide- diálogo sobre el conflicto huelgario, y las acciones represivas
rato respaldará el proyecto del Rector" si se satisfacen dos con- ele esas mismas autoridades contra los dirigentes estudiantiles.
diciones: que se soliciten fondos legislativos con miras a reexa-
Como sería absurdo presumir que esa sincronización ocurre
minar la política de costos de estudios, y que se conceda la am-
al azar, o es el resultado de una contradicción permanente en la
nistía. En ese momento la amnistía significaba el cese de las
conducta de las autoridades universitarias, concluyo que tales
represalias contra los estudiantes en el proceso de reingreso a
acciones manifiestan la doble táctica de diálogo-represión, re-
la Universidad, como por ejemplo, la negación de ayuda econó-
presión-diálogo. Esas acciones, aparentemente contradictorias,
mica y la formulación de nuevos cargos administrativos y judi-
quedan perfectamente hilvanadas y tejidas por la teoría de la
ciales. Se aceptaba, por tanto, que los casos reglamentarios y
conspiración contra el estado formulada originalmente por el
judiciales ya radicados se ventilarían respectivamente en la
Junta de Disciplina del Recinto y en las cortes. Secretario de Estado, Carlos Quirós, y desarrollada por el pro·
pio Gobernador en los momentos claves de la huelga. Los si-
El 6 de noviembre, prácticamente exigí una cita con el Rec-
tor, quien tenía reunión esa tarde con el CES. Le expliqué el guientes hechos comprueban esa tesis:
endoso condicionado que daban los dirigentes estudiantiles a
su proyecto y la alta probabilidad de que el mismo pusiera fin · a. La teoría de la conspiración, que es parte del arsenal
a la huelga. De acuerdo con el Rector la situación era, sin em- propagandístico típico de los partidos gobernantes
bargo, completamente distinta. El CES no concedería la amnis- en Puerto Rico contra los llamados grupos minori-
tía. La posición de ese organismo oscilaba entre negarle el re- tarios,36 se presenta a la opinión pública el lro. de
ingreso a los 1,819 estudiantes que no habían completado toda- septiembre, por el Secretario de Estado, Carlos Qui-
vía su proceso de matrícula, o excluir del reingreso únicamente rós.37 En una conferencia de prensa, convocada a esos
a los dirigentes de la huelga. Las posibilidades de expulsión fines, el Secretario advierte a los estudiantes, a sus fa-
total, o expulsión selectiva, de carácter discriminatorio, deja- miliares y al pueblo en general, que las "manifesta-
ban, según el Rector solamente dos salidas: el cierre del recin- ciones, marchas y amenazas de huelga en la UPR, son
to, o su apertura con la ocupación policíaca. Señalé entonces al
92
93
parte de un plan político encaminado a crear confu- carán cargos contra los estudiantes que hayan reali-
sión". Identifica a Roberto Alejandro como "presiden- zado actos vandálicos "; y que se "prohibirá la entra-
te de la Unión de Juventudes Socialistas", y a José da" a la Universidad de tales estudiantes. Al hacer es-
Rivera Santana, presidente de la FUPI, y a Ricardo tas declaraciones, el Gobernador usurpaba el papel de
Santos, Secretario del Consejo Estatal de la UTIER, las autoridades universitarias y definía la política
como conspiradores comunistas. Añade que estos institucional que se pondría en práctica, convirtien-
tres dirigentes "están identificados con el comunismo do a la jerarquía administrativa de la UPR en un apén-
en Puerto Rico, y siguen directrices de movimientos dice de la rama ejecutiva. Era obvio, además, que el
clandestinos del terrorismo cubano y soviético". El Gobernador poseía información de carácter confiden-
Secretario Quirós vincula, de ese modo, la huelga de cial, relativa a los expedientes de los dirigentes estu-
la UTIER con la situación de "confusión" en el Re- diantiles que habían hecho su primer pago de matrí-
cinto, añadiendo que "Santos es uno en la UTIER que cula, en abierta violación a los estatutos federales que
está convencido en el uso de sabotaje como instru- prohiben la divulgación de datos contenidos en esos
mento de negociación, y ha prometido apoyar a los expedientes.
líderes estudiantiles con miembros de su unión en
las actividades que efectúen en contra de la adminis- c. El 23 de septiembre, el Gobernador define en confe-
tración uni versüaria". Es preciso resaltar que es tas rencia de prensa la política económica que habría de
expresiones del Secretario se hacen en su carácter ofi- seguir respecto a la UPR, descartando la posibilidad
cial, antes de que el estudiantado haya acordado lan- de que dicha institución y la Commonwealth Refin-
zarse al paro indefinido, o a la huelga. Las mismas ing Company (CORCO), recibieran ayuda económica
preceden la Segunda Asamblea Estudiantil y corres- del gobierno. 39 La situación económica del gobierno,
ponden al período en que los dirigentes estudianti- según el Gobernador, no permitía aumentar "ni subs-
les gestionan el diálogo con las autoridades univer- tancial, ni levemente" los fondos de la UPR. En esa
sitarias. Por eso, entre otras razones, las imputacio- misma conferencia de prensa, el Gobernador respalda
nes que lanza el Secretario contra la dirección estu- la decisión de las autoridades universitarias de sus-
diantil carecen de fundamento. pender sumariamente a catorce dirigentes estudianti-
les, aduciendo que "dicho grupo está provocando a
b. El 20 de septiembre, 38 un día antes de la Tercera Asam- las autoridades para que ocurra un acto de violencia
blea General de Estudiantes, el Gobernador de Puer- y entonces responsabilizar al gobierno". Indicó que
to Rico define, en un entrevista radial, el contenido esa "estrategia" estudiantil "era obvia". Criticó la
fundamental de la doble táctica. Refiriéndose al pro- matrícula ajustada porque privaba a la UPR de recibir
blema universitario, antes de la proclamación 'de la la ayuda federal del BEOG. Admitió que estaba al tan-
huelga, Carlos Romero Barceló propone la consigna to de los "cursos de acción" que estudiaban las auto-
de "actuar. con calma, pero con firmeza", al mismo ridades universitarias para "garantizar el clima de
tiempo que acusa al "liderato de la FUPI", y a otros estudio", ya que se comunicaba "diariamente con el
dirigentes estudiantiles de "engañar a sus seguidores", RecLOr Miró Montilla, el Presidente de la UPR y el
por instarles a no pagar las matrículas, mientras di- Presidente del CES, Enrique Irizarry" mediante "con-
chos dirigentes "ya las han pagado". A pesar de la versaciones telefónicas, o a través de un ayudante".
supuesta calma, Romero Barceló advierte que aque- Consideró como "un grave error" el que "se inmis-
llos que no hayan pagado sus matrículas "quedarán cuyeran los legisladores" en la situación universita-
fuera de la Universidad, este semestre"; que "se radi- ria, ya que estas "personas ajenas" al sistema univer-
95
94
they have a halfway plausible explanatian far not pay-
sitario, en vez de "propiciar mejores condiciones, pro-
pician otros climas". El Gobernador se refería concre- ing". 41
tamente a la intervención de los legisladores del PPD. f. El 16 de octubre de 1981, precisamente el mismo día
La paradoja de que el Gobernador no se aplicara a sí en que se reúnen el Comité Negociador de los estu-
mismo la misma norma de auto-inhibición en los diantes, el Comité del CES, y el Comité Mediador para42
asuntos universitarios que requería de tales legisla- finalizar sus negociaciones, Romero Barceló afina
dores, es clara evidencia de la negación de la autono- su teoría de la conspiración en unas declaraciones
mía de la UPR, o de la subordinación de ésta a los cri- ante un grupo de estudiantes del Vocational Industrial
terios de la conveniencia político-partidista. Resulta Club of America (VICA) . En esas declaraciones, el
significativo que esos criterios fueran los mismos qu.e Gobernador indica que la administración universi-
utilizaran los miembros del CES en la reunión que taria no puede permitir que " ... un grupo minorita-
sostuviera con ellos el Comité Mediador, el 25 de sep- rio evite, mediante la fuerza y la violencia, y con mo-
tiembre. En aquella ocasión, los miembros del CES tivaciones ajenas al sistema universitario, que la in-
eliminaron del proceso de mediación a los legislado- mensa mayoría que ha pagado su matrícula y quiere
res Arrarás y Rosario de Galarza, e hicieron claro que estudiar, no pueda hacerlo" . La línea política que
no se permitiría en el futuro mención alguna de la el Gobernador traza en ese momento, y que reiterará
solicitud de fondos legislativos. Así se cumplía la vo- más adelante, es que las "autoridades universitarias
luntad del Gobernador. no se pueden rendir para obtener la paz" porque "eso
sería la entrega". (Enfasis del autor). Dicha entrega
d. La orden de entredicho que originalmente se radica establecería un precedente "para futuras demostra-
contra los dirigentes estudiantiles de la huelga el 8 de ciones" basadas en la "violencia"' "las amenazas"
octubre, coincide con la fecha de entrega en el CES de y la "intimidación", lo cual significaría que los es-
la agenda que han pedido los concejales con el fin de tudiantes impondrían su voluntad. El Gobernador
dialogar cara a cara con Roberto Alejandro. 40 señaló que la "verdadera motivación" de los dirigen-
tes estudiantiles "es política", y se refirió finalmen-
e. Del mismo modo, se da una coincidencia entre los te a que los estudiantes habían circulado una hoja
arreglos que hace la administración universitaria el suelta en el Recinto de Río Piedras, dando instruc-
14 de octubre para readmitir el grueso de los estudian- ciones sobre cómo fabricar bombas molotov, y exhor-
tes que no han efectuado el pago de su matrícula, y tando a que "cuando disparen, apu nten bien". Estas
las vistas judiciales relacionadas con la orden de en- declaraciones del Gobernador provocaron una reac-
tredicho para dejar fuera de la UPR a los dirigentes ción inmediata de la APPU. Dicha Asociación instó a
de la huelga, fijada para el 13 de octubre. En una no- Carlos Romero Barceló a que asumiera la misma po-
ticia publicada en el periódico San Juan Star, el 15 de sición del alcalde de San Juan, Hernán Padilla, en el
octubre de 1981, se cita al Rector Miró Montilla di- sentido de que "los políticos se abstengan de inter-
ciendo que lo único que retrasa en ese momento la venir en la crisis de la UPR". La APPU señaló que las
reapertura del Recinto es el diseño del plan para la declaraciones del Gobernador confirmaban que él
readmisión de esos estudiantes. El reportero, citando estaba detrás de la "mano dura", asumida por el Rector
de una fuente universitaria no divulgada, señala que: Miró Montilla y "algunos miembros" del CES. Indi-
" ... With University trying to bar the strike leaders có, además, que los dirigentes estudiantiles no enca-
from Campus with an injunction petitian, virtually bezaban a una "minoría", sino que representaban
everyone else wauld qualify far readmissian provided
97
96
legítimamente al estudiantado, por virtud de la ley septiembre. Hay, sin embargo, una diferencia funda-
y el reglamento, a través del CGE. No debe sorpren- mental ; en su exposición del 19 de octubre, el Goberna-
der, por tanto, que el 18 de octubre el CES aprobara dor explica con suma claridad su teoría de la conspira-
unas certificaciones contrarias a los acuerdos nego- ción, convirtiendo la huelga universitaria en una cues-
ciados con los dirigentes estudiantiles el 15 y 16 de tión de estado. Para ello utiliza hábilmente una cita de
octubre. Luis Muñoz Marín que se refiere a la huelga universita-
Esas certificaciones concordaban, al pie de la letra, ria de 1948. Dicha cita tiene un doble propósito: prime-
con la teoría de la conspiración esbozada por el Go- ro, il egitimar la huelga estudiantil como una fuerza
bernador. subversiva, colocándola más allá del límite de las acti-
vidades permisibles y tolerables por el Estado; y segun-
g. Haciéndose eco de la teoría del Gobernador, el 19 de do, manipular la au toridad simbólica de Muñoz Marín
octubre, el Representante a la Cámara por el PNP, Luis para ganarse el favor público, e inmovilizar la oposi-
Gonzalo de Jesús, insistió en la aplicación de la "mano ción del PPD. Después de señalar que la "violencia y la
dura" 43 contra los estudiantes universitarios. Dicho intolerancia de un pequeño grupo estudiantil sacude
representante, definió esa política como "cerrar el puño los cimientos de la vida universitaria y pone en jaque a
y forrarlo de plomo". Añadió que el que inventó la la comun idad puertorriqueña" creando la falsa impre-
bayoneta lo hizo para "cortarle los cueros de la barriga al sión de que la huelga ha provocado una crisis de di-
que sea necesario", no para "cortar el aire". mensión nacional, el Gobernador procede a revivir la
famosa cita de Muñoz. Refiriéndose al caso particular
de la huelga de 1948, Muñoz señala en dicha cita que:
h. El discurso del Gobernador, televisado en la noche del "aquí no se tra ta de un mero problema de disciplina es-
19 de octubre, 44 con el propósito de exponer y defender colar, sino más bien de un serio problema de orden pú-
blico, fomentado y agravado por elementos subversi-
ante la opinión pública las certificaciones emitidas por
vos, que han escogido la universidad porque dentro de
el CES en la tarde de ese día, representa el primer ejem-
ella cuentan con una quinta columna, y porque a la ju-
plo, definitivamente claro e indiscutible, de que él ha
ventud se le permite actos de rebeldía y de perturbación
asumido el mando de la Universidad a la luz de su teoría
de la conspiración. En ese discurso, evidentemente de la paz, que no se toleran a los ciudadanos adultos".
preparado antes del 19 de octubre, el Gobernador de-
muestra que el CES le ha suministrado todos los docu- 1. El 26 de octubre de 1981 se desata una campaña de
mentos privados y confidenciales que habían servido de descrédito contra el dirigente estudiantil Roberto
base para las negociaciones entre los miembros de ese Alejandro en el periódico El Nuevo Día. Esa campa-
organismo y los dirigentes estudiantiles. El uso de esos ña la inicia y dirige el P residente de la UPR, exacta,
documentos convierte al Gobernador en el "dialogante mente durante el período en que éste está negociando
invisible" de esas negociaciones. Su comparecencia con los dirigentes estudiantiles para restituir el sen-
·pública, para hablar a nombre de la UPR, sobre un tido de los acuerdos del 15 y 16 de octubre. El reportaje
asunto de la estricta competencia interna de esa insti- de ese periódico señala45 que el Presidente le ha sumi-
tución implica la sustitución oficial, mediante una es- nistrado una copia de un ensayo publicado por Ro-
pecie de golpe de estado, de las autoridades universita- berto Alejandro en la revista Pensamiento Crítico,
rias. El discurso repite, en gran medida,las declaracio- en el que, según Almodóvar, el autor aboga por "ac-
nes que el Gobernador había venido filtrando conve- ciones armadas" para lograr "victorias revoluciona-
nientemente en los medios informativos desde el 21 de

"'\
98 99

rías". Se cita a Almodóvar diciendo que las ideas del criterio por medio de la violencia ... no deben ser to·
ensayo "son evidencia para explicar que la motiva- lerados en un ambiente universitario". En ese mismo
ción real tras la huelga en el Recinto de Río Piedras contexto tildó al Ledo. Luis F. Camacho, Presidente
no es el alza en el costo de las matrículas, y sí el em- del Colegio de Abogados, a "líderes de uniones, ra-
peño del liderato estudiantil de adelantar causas anti- dicales y de otros movimientos de extrema izquierda"
democráticas, la revolución y el comunismo" . Esta y al alto liderato del PPD, de ser "elementos extraños
campaña continúa el 28 de octubre, un día antes del a la Universidad", y de haber "inflamado los áni-
encarcelamiento de los cuatro dirigentes estudian- mos en lugar de buscar el diálogo. 49 Fiel a la doble
tiles. Ese día se publica un anuncio propagandístico táctica, el Gobernador reitera, sin embargo, su con-
en los distintos periódicos del país, 46 en el que apa- signa original de que "seguiremos manteniendo una
rece, a página entera el retrato de Roberto Alejandro actitud de comprensión y de disposición al diálogo,
bajo un encabezamiento que dice: Roberto Alejandro pero firmes en todo momento, y confiados en que ha-
al Descubierto. Al lado derecho del retrato se citan, brá de prevalecer la cordura''. Esa disposición no in-
fuera de contexto, una serie de afirmaciones del refe- cluye, sin embargo, la negociación entre las partes,
rido ensayo, 47 y en la parte inferior se plantea la pre- ya que para el Gobernador "el día que una univer-
gunta: "¿Es ésta la Universidad que queremos?" Esta sidad negocie como entre patrón y unión ya no se po-
propaganda aparece como un "anuncio pagado" por drá dirigir esa institución adecuadamente". (Enfasis
la Universidad. Es necesario señalar que, en el trans- del autor).
curso de la huelga, la administración universitaria
recurrió a la clase de propaganda que normalmente k. En armonía con lo expuesto por el Gobernador, la
utilizan los partidos políticos en sus campañas pre- Policía de Puerto Rico comienza a vigilar y hostigar
a los miembros del Movimiento Socialista Popular
eleccionarias. En este caso, así como en el caso de un
documental fílmico, producido también con fondos (MSP), del cual forma parte Roberto Alejandro. Como
públicos, se intenta propagar la teoría ·de la conspi- resultado de esta campaña se acusa a uno de los miem-
ración tomando como base el célebre ensayo de Ro- bros de ese movimiento por violación a la ley de ar-
berto Alejandro. mas y de explosivos, y se le pretende vincular con la
huelga de la UTIER. En un comunicado de prensa
emitido por el MSP se explica esa acusación como
J· El retiro de la policía del campus en la mañana del "un caso fabricado" para "dar la imagen de que la
29 de octubre es una prueba adicional del dominio que huelga (de la Universidad) está apoyada por organi-
ejerce el Gobernador sobre la UPR. A pesar de que la zaciones terroristas y que Roberto (Alejandro) es parte
prensa anuncia el 24 de octubre que el CES está en de ellas". so
control de esa institución, 48 es el Gobernador quien
ordena al Superintendente de la Policía el retiro de 3. La tercera fase: la Certificación 52
las fuerzas policíacas, supuestamente a petición del
CES. Ese día, al ser encarcelados por la tarde los di- La preocupación que despiertan tanto el escalonamiento
rigentes estudiantiles, el Gobernador, en conferencia <lel conflicto universitario durante el mes de octubre, como la
de prensa, vuelve a trazar la política de la "mano dura", teoría de la conspiración, esbozada por el Gobernador, dan
dictando la pauta de que a dichos dirigentes no se les lugar a una serie de presiones, públicas en pro de la cordura
debía permitir "entrar nunca más a la UPR". Según y el diálogo. Como principio de realidad política, estas pre-
él, los "grupos de presión que quieren imponer su siones que surgen de una gran multiplicidad de grupos, e ins-

~~
100
101
tituciones sociales, 51 se dirigen al Gobernador, dando por sen 1,, ,,do una Comisión Especial de Estudios, formada por promi-
tado el poder que éste ejerce sobre las autoridades universita 111 1ll t·sopositores de la huelga, para examinar los problemas
rías. A esas presiones se suman dos hechos muy importantes itt dlll'rsitarios. Dicha Comisión suplantaba o, por lo menos,
1a llegada a Puerto Rico el 8 de noviembre del Premio Nobel , ,~l.,yaba, al Comité Mediador. Esta renuncia tampoco se hizo
de la Paz, Adolfo Pérez Esquive!, y la inminencia del deshau- , [,,, tiva.
cio de los residentes de Villa Sin Miedo. Estos factores deter- El l l de noviembre, pasados ya los tres días de enfriamiento
minan que el Gobernador solicite del CES, el 8 de noviembre, d INpuestos por el Gobernador, el Rector tampoco citó a reunión
un período de enfriamiento de dos o tres días para reanudar ,d ( :omité Mediador. Ese día, sin embargo, una "persona alle-
la búsqueda de una solución a la huelga. El Rector responde H•tda "54 al Gobernador, interesado en prestar su ayuda en la so-
inmediatamente a ese pedido suspendiendo las dases. 52 l11< ión del conflicto, invitó al Comité Mediador a su residen-
La tercera fase de la mediación se desarrolla desde el iniéio , 1.1. Dicha persona redactó varios textos referentes al pedido de
de ese período de enfriamiento, el 9 de noviembre, hasta la pre- lo11dos legislativos. En cuanto a la amnistía, se proponía que
sentación de la renuncia del Comité Mediador, el 20 de noviem- lns procesos judiciales ya iniciados contra los dirigentes estu-
bre. Es preciso aclarar que el Comité Mediador había redacta- diantiles se ventilaran en las cortes de justicia. Se señalaba que
do su carta de renuncia por primera vez el 6 de noviembre, en l.1 Universidad podría iniciar otros cargos por las mismas cau-
vista de la disyuntiva indeseable presentada por el Rector de que ~il S. Quedaba sobreentendido, sin embargo, que esa potestad
se cerrara el recinto, o se abriera bajo el control de la policía. legal de la Universidad no se usaría, de llegarse a un acuerdo.
El período de enfriamiento evitó que esta renuncia se hiciera Del mismo modo, se suponía que de llegarse a un acuerdo se
efectiva.
levantarían el entredicho, la moratoria, y las suspensiones de
Para esa fecha, ya los dirigentes estudiantiles habían hecho los dirigentes estudiantiles, a los fines de facilitar el proceso de
públicas sus exigencias mínimas. 53 Estas exigencias se limita- ratificación mediante una asamblea estudiantil. Los textos su-
ban realmente a dos asuntos: a la amnistía, en su sentido am- geridos se sometieron a la consideración de Roberto Alejandro.
plio, y al pedido de fondos legislativos. Como estos asuntos ha- En la noche del 11 de noviembre, dicho dirigente conversó por
bían sido tratados hasta la saciedad, se podía esperar lógica- teléfono con la "persona allegada". No se pudo llegar a enten-
mente que, por lo menos, el nuevo documento de consenso pu- didos sobre el pedido de fondos legislativos. Al día siguiente,
diera reestructurarse en pocas horas. El problema del proceso se continuó esa conversación sin éxito. Ese día, al mediodía,
de ratificación del acuerdo que se lograra no debía presentar la "persona allegada"; nos avisó que el Rector presentaría al
mayores obstáculos si, en realidad, se deseaba terminar el con- Comité Mediador una propuesta de "mano dura" contra los di-
flicto. Estas expectativas chocaron, sin embargo, con la con-
rigentes estudiantiles.
ducta del Rector, quien servía otra vez de vínculo con el CES. Efectivamente, la propuesta presentada por el Rector
En la primera reunión, celebrada el 9 de noviembre por la ma- en la tarde del 12 de noviembre destacaba la política anun-
ñana, se intentó revisar el documento anterior del Rector; pero ciada por el Go.bernador de descabezar a los dirigentes
éste planteó inmediatamente que el CES no concedería la am- del movimiento huelgario. El documento especificaba que
nistía, es decir, la readmisión de los 1,819 estudiantes. Al rece- se permitía la readmisión de todos los estudiantes que no
sar, con el compromiso de continuar trabajando por la tarde, habían efectuado el pago de matrícula, excepto los encau-
indiqué al Rector que el Comité Mediador renunciaría si per- sados mediante procedimientos disciplinarios, cargos cri-
sistía la actitud del CES. La reunión de esa tarde fue suspen- minales y orden de entredicho. Esto significaba que no se
dida por el Rector porque se sentía enfermo. El Rector suspen- había avanzado nada desde las certificaciones del CES
dió también la reunión acordada para el lO de noviembre, lo del 19 de octubre. Dicha situación combió súbitamente
que provocó la redacción de la segunda carta de renuncia del l!n la noche del 12- de noviembre, cuando por medio de una
Comité Mediador. A ésta se le sumaba otra razón. El CES había
conversación telefónica en tres direcciones, la "persona
102
103
allegada" me dictaba textos de la propuesta de acuerdo, tlrr igentes estudiantiles, violando el entendido de que la
para ser trasmitida a Roberto Alejandro, y por éste a los
1,ulicación de nuevos cargos cesaría una vez se llegara a
organismos es tudiantiles. L a respuesta de este dirigente
1111 acuerdo. Esta manifestación de la doble-táctica des-
se trasmitía por la "persona allegada" a un supuesto "ami-
pi('rta la desconfianza de los dirigentes estudia ntiJes.
go" del Rector. Así, en esa forma absurda, se elaboró gran
l•.I 14 de noviembre, me reúno con ellos. Su actitud ini-
parte de lo que se convertiría, el 13 de noviembre, en la
, ial es de rechazo de la Certificación. Después de una
Certificación número 52 del CES, que, según los medios
prolongada conversación, deciden, sin embargo, darle
informativos, terminaba la huelga. Al final de esa conver-
1111 endoso condicionado. Los dirigentes estudiantiles exi-
sación, la "persona al1egada", me indicó que tenía cita a
f,.;<'n que el Rector aclare públicamente que la matrícula
las 8:30 a.m. en la Oficina del Rector, el 13 de noviembre.
Otra vez su aviso se convirtió en realidad. ,1j ustada será objeto de estudio y que se facilitará ayuda
<'conómica a los estudiantes n.ecesitados para su primer
En la reunión del 13 de noviembre por la mañana, insistí pago de matrícula. Exigen, además, que cesen las repre-
con el Rector en que se especificara claramente que la Co-
~alias especialmente en la radicación de nuevos cargos
misión de Estudios, creada por la propuesta de acuerdo, ni minales.
estudiaría la matrícula ajustada. El Rector rehusó usar
El 16 de noviembre, el Comité Mediador solicita reunión
dicha palabra, aduciendo que la misma perjudicaba la apro-
con el Rector, para aclarar definitivamente las estipula-
bación del acuerdo en el CES. Modifiqué entonces el texto
ciones del proceso de ratificación de la Certificación 52,
para que dijera lo mismo sin usar la palabra que tanto ofen- y evitar que las nuevas discrepancias entre las partes pro-
día al CES. Pregun té dos veces a l Rector si la posibilidad longuen el conflicto. La agenda de esa reunión, prepara-
de ayuda económica era extensiva a los estudiantes que
da por el Comité Mediador, incluye los siguientes asuntos:
no h a bían efectuado su primer pago de matrícula. Con-
aclaración de la certificación en lo relativo a la matrícula
testó que sí. Presenté, por última vez, la exigencia persisten- ajustada y ayuda económica; cese en la radicación de car-
te de los estudiantes de que se especificara la solicitud de fon-
gos administrativos y criminales; método de ratificación
dos legislativos. El Rector indicó que esa exigencia sería re- del acuerdo; constitución del CGE, que había sido ilegali-
ch azada por el CES.
zado; creación de la Comisión de Estudios; y suspensión
Esa misma mañana, según informa la prensa, 55 el Rector de la moratoria. El Rector rehusa hacer declaraciones acla-
y los miembros del CES se reunieron con el Gobernador
ratorias sobre la matrícula ajustada y la ayuda económica,
y otros miembros de la rama ejecutiva, lo que prueba, sin
indicando que esos asuntos han q uedado claramente es-
lugar a dudas, q~e la propuesta de acuerdo recibió el visto
tablecidos en la Certificación 52. Reafirma que no se ra-
bueno político. Por la tarde, el Rector reunió al Comité Me-
diador para que éste endosara finalmente el documento.
dicarán nuevos cargos administrativos y criminales, y que
la Asamblea de ratificación debe efectuarse fuera del Re-
Solicitó, sin embargo, que firmáramos como "represen-
cinto, para evitar que se repita lo ocurrido en la Asamblea
tantes de los estudiantes", a lo cual nos negamos, por en-
del 21 de septiembre. En cuanto a la moratoria, señala que
tender que esa solicitud fa lseaba los hechos y desvirtua-
ésta se extenderá por unos días después de normalizarse
ba por completo las múltiples gestiones del Comité Me-
la asistencia a clases. Cita finalmente a reunión por la tar-
diador. No sospechamos entonces que se trataba de una
de para precisar con el asesor legal cómo restituir el CGE.
maniobra para soslayar la ratificación institucional del
acuerdo. El Rector suspende esa reunión al enterarse de que los di-
rigentes estudiantiles han enviado una carta al CES, so-
El CES aprueba unánimemente la Certificación 52, en la
licitando que se aclaren las disposiciones de la Certifica-
tarde del 13 de noviembre. Pero ese mismo día se anun-
ción 52 relativas a la matrícula ajustada y a la ayuda eco-
cia que el Rector ha radicado cargos criminales contra
nómica. El martes 17 de noviembre, el Rector rehusa reu-
105
104
102 11 .irión 52 constituye, no un acuerdo, sino una decisión
nirse con el Comité Mediador y cancela definitivame 111i lateral. P ara aclarar aún más este carácter unilateral
all< toda gestión de mediación.
pa1 ti- ~u autoridad, el CES enmienda dicha Certificación, es-
Ante esa situación, el Comité Mediador realiza su últi
org ,1hkciendo que la Comisión de Estudios exigida por los
esfuerzo por salvar la Certificación 52. Se reúne con
se -~ 1u<liantes se crea a petición del Rector y del Presidente
dirigentes estudiantiles y logra el endoso de Roberto A k la Universidad. Por la misma razón se pretende, inicial-
go' jandro a un documento previamente elaborado, que ac 1111·11te, que los miembros del Comité Mediador endosen el
pa1 ra los asuntos en controversia, sin requerir la firma
Ce .11 ll('rdo, en calidad de representantes de los estudiantes,
R ector. Ese documento es, sin embargo, desautoriza, d.i11do así la impresión de que el proceso ha terminado y
in( por el Portavoz del Comité Contra el Alza. La imposibi 110 necesita la ratificación por parte de una asamblea es-
sac dad de lograr un acuerdo entre las partes provoca la t 111diantil. Esta teoría pseudo-sindical, que supone la exis-
las cera renuncia del Comité Mediador, y el sexto fracaso
Ot 11·11cia de un poder negociador absoluto, se concreta luego
la búsqueda de solución al conflicto. Anula, asimismo, 1•11 otra enmienda de la Certificación 52. Según esa en-
obligatoriedad de las disposiciones de la Certificación 52. 111 icnda, el CES altera el documento original, debidamen-
co El fracaso de esta tercera fase de la mediación tiene q 11· firmado, que le sometiera el Rector y declara al Comi-
mi atribuirse, de nuevo, a la falta de métodos de diálogo y n¡ 1( Mediador representante sindical de los huelguistas.
es1 gociación adecuados en el sistema universitario, para
di, l•.sa enmienda, por sí misma, implica la anulación del acuer-
r:esolución de conflictos colectivos con los componen t do. La última enmienda sobre el particular es todavía más
ba de la comunidad académica. El proceso que termina en 1 lara, ya que define la Certificación como un acuerdo pri-
pé Certificación 52 reproduce el diálogo intermitente, ind
dí recto, de conversaciones telefónicas con representant vado entre el Rector y el Comité Mediador.
d€ de las partes que no tienen realmente un poder negoci 4. La cuarta fase: la propuesta de los mediadores
ne dor; reproduce, además, la intervención de "personas aj
te nas" a la UPR, cuyo acceso al poder político legitima s En vista del impasse que se crea con relación a la rati-
te status de mediadores especiales. Esta situación agudiz 1icación de la Certificación 52, el Comité Mediador hace
d, por otro lado, la falta en los propios bandos de mecani pública una propuesta dirigida a solucionar los cuatro
el mos ágiles y flexibles para la búsqueda interna de co problemas que, a su entender, entorpecen esa ratificación.
senso. Pero más allá de estas consideraciones, es prec La propuesta concede cuarenta y ocho horas a las partes en
y so resaltar el problema político de fondo en lo que co <"onflicto para que acepten, primero, las aclaraciones re-
y cierne a la carencia de una auténtica autonomía universi lativas al estudio de la matrícula ajustada y a la concesión
h taria, y a la imposición, por parte de la rama ejecutiva d <le ay uda para el primer pago de matrícula de los estudian-
b gobierno, de tácticas y estrategias de índole partidari tes readmitidos, y procedan, después, a dar los pasos ne-
d para solucionar las controversias y conflictos institucio, cesarios para la ratificación institucional, del acuerdo con-
s nales que debían resolverse mediante la intervención d tenido en la Certificación 52. El Comité Mediador acuerda
t: los foros oficiales de la comunidad académica. Aunque l renunciar, si al cabo de esas cuarenta y ocho horas las
t,
intromisión del Gobernador y de la rama ejecutiva se tor partes no han aceptado dicha propuesta.
t na momentáneamente a favor de una línea de mano má Las aclaraciones elaboradas por el comité Mediador dicen
é blanda, esa línea se recrudece para acoplarse de nuev
r textualmente:
con la doble táctica de la teoría de la conspiración. Prue a. Del texto de la Certificación Núm. 52 del CES se des-
ba de ello es la desvinculación que se establece entre el prende que el primer asunto a considerar por la Comi-
acuerdo y el acto institucional de ratificación que le da- sión de Estudios no excluye el examen del concepto de
ría su verdadera vigencia y legitimidad. Por eso, la Certi-
107
106
matrícula ajustada; tampoco excluye el examen de las contra los estudiantes.
ayudas económicas y subsidios al estudiantado, ni de
cualquier otra sugerencia encaminada al logro del ac- El 19 de noviembre, los dirigentes estudiantiles acep-
ceso a la UPR de los estudiantes de recursos económi- 1. 11 on públicamente la propuesta de los mediadores, pero
cos escasos y moderados. d Rector la rechazó como "inaceptable", señalando in-
1 orrectamente que 13 misma violaba la Certificación 52.
b. Del examen de la cenificación citada se desprende que
los estudiantes que hasta la fecha no hayan realizado l .a renuncia del Comité Mediador se hizo efectiva el 20 de
ningún pago de matrícula podrían solicitar y recibir noviembre de 1981, consumándose el séptimo fracaso del
ayuda económica siempre y cuando satisfagan los cri- 1,roceso de mediación.
terios del perfil socio-económico a base de los cuales se La decisión del Rector confirmaba que el diseño de la
concedería tal ayuda. doble táctica desembocaría en un período de desgaste,
( ' 11 el cual la administración universitaria llevaría la mejor

Por entender que el proceso de ratificación no era un asunto parte, por contar con el pleno respaldo de la fuerza física
privativo de las partes, sino un acto de carácter institucio- del Estado. Conscientes de esa perspectiva, la dirección
nal, la propuesta especifica el cumplimiento de cuatro pa- t•studiantil había bajado ya sus exigencias, antes de ini-
sos para pautar ese proceso. Estos pasos son los siguientes: ciarse el período de enfriamiento. La propuesta de los me-
diadores sirvió a la dirección estudiantil como una punta
de lanza, y como su nueva consigna para vencer el cerco
a. Endoso de la propuesta, es decir, de las aclaraciones y del desgaste. Por eso se inicia inmediatamente un proceso
del proceso de ratificación, por parte de los dirigentes de divulgación y discusión del documento de los mediado-
estudiantiles. res en asambleas de facultades. La aprobación en estas
b. Cese inmediato, después de ese endoso, de los entredi- asambleas de la propuesta de los mediadores preparaba
chos y suspensiones radicados contra los dirigentes es- el camino para la asamblea general del estudiantado que
tudiantiles, con el propósito de que estos participen se celebraría el 25 de noviembre. Esta cuarta Asamblea
en las deliberaciones relacionadas con el proceso de General resultó ser la más concurrida de todas las asam-
ratificación. bleas estudiantiles, y la única en donde existían condicio-
c. Proceso deliberativo sobre el contenido de la Certifi- nes propicias para ratificar la Certificación 52, con las acla-
cación 52. raciones hechas por el Comité Mediador, o para poner
d. Referéndum sobre dicha certificación. fin a la huelga. El estudiantado que concurrió a dicha asam-
blea, que incluía por primera vez a los opositores de la huel-
Una vez ratificada la Certificación 52, su vigencia inmediata ga, favorecía en su estado de ánimo una de esas dos sali-
conllevaría las siguientes consecuencias: das. La Fuerza de Choque se encargó de evitar que eso
ocurriera, disolviendo violentamente dicha Asamblea pa-
a. Poner en vigor diez días laborables para el reingreso cífica. Para ello utilizaron como pretexto una violación
a la Universidad de Puerto Rico de los 1,819 es tudian- a la ley de tránsito.
tes que no habían efectuado su primer pago de ma- Los dirigentes estudiantiles que, según el Gobernador
trícula. fraguaban una conspiración contra el Estado, fueron to-
b. Formulación de cargos administrativos cor.tra los es- talmente sorprendidos en el disfrute inocente de los de-
tudiantes para ventilarse en la Junta de Disciplina del rechos civiles tradicionales. De haber sido cierta la tesis
Recinto de Río Piedras. del Gobernador, el motín que desarrolló por sí sola la Fuer-
za de Choque hubiese degenerado en una confrontación
c. Compromiso de no radicar nuevos cargos criminales
109
108
1y111la económica para unos 1,300 estudiantes, número que
violenta de considerables proporciones. Cabe pregunta1 111 .1llministración universitaria fija en sólo 421, y el retiro
por qué la Fuerza de Choque evitó con ese acto planificad 1t1111ediato de la policía. La huelga se había quedado casi
la solución democrática del conflicto huelgario. La magni _11, agenda, ya que las primeras dos exigencias se habían
tud de ese acto de fuerza contra una población indefensa 111nccdido en la Certificación 52. A pesar de ello, dos es·
comprueba la política de "mano dura" y el propósito de tlllliantes de la Escuela de Derecho asumen el papel de
llevar al estudiantado a una lucha de desgaste. Después nwdiadores y logran, a través del Presidente del CES, que
del 25 de noviembre, esa tendencia comienza a imponerse. ~,· permita la celebración en el recinto de la sexta Asam·
El 2 de diciembre, el Tribunal Supremo de Puerto Rico hit-a General de Estudiantes, el 13 de enero de 1982. De
ordena al ReclOr Miró Montilla dejar sin efecto la orden ,1111crdo con los nuevos mediadores, el Presidente del CES
de entredicho contra los dirigentes estudiantiles con el ~,· había comprometido a lograr la concesión de las exi·
fin de que se celebre una asamblea de estudiantes, "orde- w·ncias planteadas por los dirigentes estudiantiles, si di·
nada y eficaz", en "hora y lugar apropiados del recinto", 1 has exigencias eran ratificadas por la Asamblea. La sexta
para "viabilizar la pronta solución de la controversia". Esta /\samblea ratificó las exigencias, pero el CES las rechazó,
orden, además de convalidar jurídicamente la propuesta eon[irmándose el hecho de que ese organismo no tenía
de los mediadores, provee a los huelguistas la última opor- interés en terminar el conflicto mediante un acuerdo de
tunidad de zafarse de las consecuencias del desgaste. El rarácter institucional. En vista de este octavo fracaso en
Rector, en abierto desacato de la letra y el espíritu de la d proceso de mediación, la séptima Asamblea General de
orden del Tribunal Supremo, convoca dicha asamblea para E.studiantes, del 20 de enero de 1982, disuelve la huelga.
el viernes 4 de diciembre, en un campo atlético, a sabien-
das de que el viernes es el día de menos asistencia en el
Recinto, y de que el lugar seleccionado no era apropiado. EPILOGO
Al aceptar estas condiciones poco propicias, tanto en el El efecto social de la huelga universitaria tiene que apre·
sentido físico como psicológico, los dirigentes estudian- ciarse en conjunción con otros dos sucesos simultáneos:
tiles contribuyeron a que esa quinta asamblea estudiantil, la huelga de la UTIER en la Autoridad de Energía Eléctrica,
a la cual asiste mayormente la militancia del movimiento, y la resistencia prolongada de los residentes de Villa Sin
confirme la continuación de la huelga. Dicha asamblea Miedo, que termina en su brutal desalojo por la policía y
coincide con la celebración de un referéndum estudian- la Fuerza de Choque, el 18 de mayo de 1982. Los tres casos res·
til, que representa otro intento de evitar el desgaste, pero ponden a un mismo perfil sociológico. Se trata de acontecí·
que, por su diseño, conlleva la prolongación del conflicto miemos de raíz económica, aunque de méritos distintos,
más allá de su límite razonable. La papeleta del referén- que se transforman con suma facilidad en problemas de
dum incluye como asunto principal el apartado de que "la gran prominencia política. Esta transformación no puede
huelga continuará hasta tanto la administración endose explicarse únicamente a base de las condiciones impe·
la propuesta de los mediadores, y se haga un nuevo calen- rantes en el país bajo la crisis tridimensional. Nadie puede
dario sin presiones académicas". Bajo tales condiciones, poner en duda que esas condiciones acortan la distancia
resulta prácticamente imposible votar en contra de la entre la lucha social y la lucha política. La clave que ex·
huelga. 56 plica, sin embargo, la prominencia política de esos aconte·
La ocupación permanente del Recinto por la policía y cimientos radica, en la forma cómo la rama ejecutiva se
la Fuerza de Choque, el 7 de diciembre, consolida defini- ha enfrentado a ellos a nombre del E,stado. En los tres ca·
tivamente el proceso de desgaste y conduce a la disolu- sos, el Gobernador, en representación del Estado, ha defi·
ción del conflicto. Para esa fecha, la dirección estudian- nido los reclamos legítimos de carácter económico y polí·
til reclama solamente tres exigencias: matrícula tardía y
110 111
tico que se han planteado como retos a la ley y el orden, u11 1 lm dirigentes de la subversión, utilizando el apa-
como actos subversivos contra la autoridad constituíd 1,i II p11·1-,ivo del Estado.
Esta respuesta mecánica, que hemos citado ya en este en i11 1, 111.1r la conspiración como una necesidad, y creer en
sayo con relación a la huelga universitaria y a la huelg, I! 1 11 111 , desde luego, cosas distintas. Pero el diseño que
de la UTIER, reaparece recientemente como justificación IH 111w~10 en vigor el Gobernador en los tres casos a que
del desalojo de los residentes de Villa Sin Miedo. En un 11 l1r ,t'lt'rido demuestran una clara tendencia a vincular
mensaje televisado, el Gobernador57 explica el gravísimo pro• di,~ niveles en una sola táctica política. Esta táctica
blema de la falta de vivienda con el trillado argumento de la w ,O1" ' el grave peligro de una visión del Estado que res-
conspiración diciendo que; 11 hfr\l' < .ida día más el margen tolerable de la discrepancia
101!Í!li ,1 legítima. De ella se desprenden, por tanto, el de-
... La invasión de terreno, obviamente tuvo y ha te- 1(,j11 li1L1Lal de Villa Sin Miedo y el "desalojo laboral", o
nido un solo fin: provocar enfrentamientos entre 11 qtldn masivo de los empleados de la Autoridad de Ener-
ciudadanos y el Gobierno para así socavar, me- 1·• 1 lfr1rica, miembros de la UTIER, 58 luego de que este
diante la violencia, la intimidación y la desobedien-
cia, los fundamentos de la autoridad constituída
lli.( 11 1 ,110 resultara vencido en una huelga, caracterizada
y nuestro sistema de derecho ... (Enfasis del autor).
¡u 1. d 111ismo desgaste planificado que caracterizó a la huel-
1 11111vcrsitaria. De ella surge la preocupación de que el
I" 11 11110 movimiento sea el desalojo académico del Recinto
Estos tres acontecimientos han cumplido, sin proponér- ¡¡, 11 lo Piedras que propone el Plan de Desarrollo Integral,
selo, la función de poner al descubierto el diseño táctico- 1 ¡1¡ 1 linalidad evidente es el desmantelamiento de las Fa-
político con el cual el Gobernador pretende enfrentar, y 1 i.d1 1111-1> de Artes Liberales, y de Estudios Generales, eli-
resolver, los problemas de política pública que necesaria- iíllit,111do de este modo las únicas posibilidades en ese Re-
mente han de surgir en las condiciones presentes del país. . 111 111 (i(' una formación crítica, contraria a la visión tota-
Ese diseño, que entraña la visión conspirativa del proce- 111 u 1,1 del Estado
so político, se nutre del miedo y del odio que se han incul-
cado oficialmente hacia el independentismo, el socialismo
y el comunismo, y desemboca en la adopción de dos cursos
de acción complementarios. El primero conlleva la exacer-
bación de elementos no racionales, es decir, de los odios
que se asocian con ideologías supuestamente antidemo-
cráticas, para lanzar la fuerza de la opinión pública en con-
tra de los portavoces de esas ideologías. Mediante recur-
sos de propaganda, se manipulan los fundamentos afecti-
vos de la legitimidad política para aislar y derrotar a los
supuestos enemigos del sistema democrático.
El segundo curso de acción es todavía más peligroso,
ya que envuelve, no sólo una tergiversación propagandís-
tica de la realidad, sino una convicción ideológica que con-
cibe el régimen político en términos maniqueístas. La di-
visión del régimen político entre las fuerzas del bien y del
mal, o entre los defensores del orden social y los subversi-
vos, no tiene otra salida que el inicio de la guerra santa
112
113
NOTAS
8 Artículo II, A, Apartado IV, de la Ley Universitaria del 20 de
t·nero de 1966.
9 El Senado Académico se define en la Ley Universitaria como
d "foro oficial de la comunidad académica". Este organismo está
integrado por el Rector, quien lo preside; por los decanos como
miembros ex officio; por los representantes del personal docente
I La huelga universitaria de 1948 está molivada por la repro- t•lecws en sus resp ectivas facultades; y por los senadores estu-
ducción en la Universidad de Puerto Rico (hoy Recinto de Río diantiles también elecws por sus respectivas facultades, excepto
Piedras) de las contradicciones externas de índole política, que t•I Presidente del Consejo General de Estudiantes quien es miem-
se desatan con la llegada a Puerto Rico del Presidente del Par- bro ex o/ficio del cuerpo.
tido Nacionalista, Dr. Pedro Albizu Campos, y por la pujanza que 10 Véase: "UPR aumentará costo de matrícula financiar me-
adquiere el Partido Independentista Puertorriqueño que se fun- joras", El Mundo, 5 de febrero de 1981, p. l.
da en 1946 y concurre a elecciones generales por primera vez
en 1948, retando el dominio político del Partido Popular Demo- 11 Véase: "Vital la infusión económica", El Nuevo Día, 29 de
crático. marzo de 1981 , p.!.
2 Nos referimos a los paros indefinidos del estudiantado en 12 La "tesis negativa" se refiere a la posición tradicional en
solidaridad y apoyo con las huelgas de la Hermandad y del Sin- los grupos estudiantiles de no ofrecer alternativas de acción po-
dicato en 1973, y al apoyo a la huelga de la Hermandad en 1976. sitiva frente a la política institucional.
3 La comunidad universitaria se compone de los funciona rios 13 Véase el ensayo escrito por el profesor Pedro A. Parrilla,
administrativos, los empleados administrativos no docentes, los La situación económica actual de Puerto Rico y su impacto so-
tra bajadores de mantenimiento, el personal docente, que incluye bre el Cooperativismo de Consumo, mimeografiado, Facultad
a su vez a investigadores y bibliotecarios, y el estudiantado. de Ciencias Sociales, UPR, Río Piedras, marzo de 1982. Los daLOs
económicos que se citan se toman de ese ensayo.
4 La Junta Universitaria es el máximo organismo deliberativo
del sistema universitario, cuya función principal es "mantener 14 Véase el documento titulado: "Estudio y Recomendaciones
integrado" dicho sistema. Está compuesta por el Presidente de Sobre el Aumento en el Costo de la Matrícula en la Universidad
la Universidad, los reCLores de las unidades institucionales au- de Puerto Rico", marzo 1981.
tónomas, un representante por cada uno de los senados acadé- 15 Véase el San Juan Star, viernes 28 de agosto de 1981, titu-
micos de esas unidades, tres funcionarios de la Oficina Presiden- la r de la portada: "UPR student strike looms to protest tuition
cial, y un representante estudiantil por cada unidad institucio- in crease", p. l.
nal autónoma. Todos ellos tienen voz y voto. El Consejo de Edu-
16 Véase, El Mundo, jueves 3 de septiembre de 1981, titular
cación Superior es la Junta de Gobierno de la Universidad de
Puerto Rico. de portada: "Estudiantes UPR decretan paro de cinco días", p.!.
17 La agenda incluía, además de los dos primeros asuntos, los
5 El término Directores se refiere a las personas que dirigen siguientes temas: Revisión de lo dispuesLO sobre la matrícula de
los colegios universitarios de Cayey y Humacao, unidades no-
honor; subsidios a programas graduados; criterios de elegibi-
autónomas adscritas a la Presidencia de la Universidad. Estos
lidad para la concesión de asistencia económica a los estudian-
Directores participan en las reuniones de la Junta Universitaria
con voz pero sin voto. tes; ajuste a los vigentes costos de estudios a base del impacto
inflacionario; y devolución del 90 por ciento del cos to de la ma-
6 El representante de ese senado era entonces el compañero trícula en los casos de bajas totales.
Francisco Catalá.
18 Estas citas se toma n del Acta Núm. 1, de la reunión del miér-
7 Véanse las Certificaciones de la Junta Universitaria Núm. coles 9 de septiembre de 1981, preparada por mí. En esa reunión
79-22 y 79-67. participan los miembros del Comité Mediador y dos represen-
tantes estudiantiles: Roberto Alejandro y Rafael Arroyo.
114 115

19 Estas declaraciones aparecen en el San Juan Star, bajo el de estudio a los índices inflacionarios, y (c) que se incluya en el
título de portada: "UPR chief shuts campus 2 days longer than plan de ayuda económica a los estudiantes que constituyen casos
strike", 5 de septiembre de 1981, p. l. "fronterizos" entre los estudiantes pudientes y los necesitados.
Estos dos aspectos se conceden como "logros concretos".
20 Véase el documento Núm. 12 de las actas sometidas por
mí al Senado Académico del Recinto de Río Piedras. 33 El Rect0r comunicá su decisión al compañero Picó al día
siguiente, indicándole que se trata de una cuestión de eficiencia
21 Estas últimas aclaraciones y acuerdos se logran en esa for- en la comunicación con los dirigentes estudiantiles. A pesar de
ma desde mi residencia a eso de las 2:30 a.m. del 20 de septiem- esta decisión, realicé junto al compañero Picó, muchas de las
bre de 1981. En esa ocasión están presentes y participan en el gestiones de mediación posteriores al 26 de octubre, y en todo
logro del consenso, el Representante José E. Arrarás, la sena-
dora Gladys Rosario de Galarza y los dirigentes estudiantiles momentO le mantuve enterado de mis actividades,
Roberto Alejandro, Rafael Arroyo, José Rivera Santana e Iván 34 A la reunión del 27 de octubre de 1981 asisten el Comité
Mal donado. Mediador, los profesores Pablo García, Víctor Meléndez, Nieves
Padilla, Luis Mariano Villaronga y los decanos Francisco Girona
22 El compañero Fernando Picó y yo. y Jaime Rosado. A la reunión del 30 de octubre de 1981 asisten los
23 Esta fecha límite es realmente una extensión del período profesores Eladio Rivera, Pedro Badillo, Luis Mariano Villaronga,
de pago que se había fijado para el 5 de septiembre de 1981. El los decanos Francisco Girona, Alicia Cario de Net, Jaime Rosa-
número de estudiantes que no habían efectuado su pago de ma- do y por el Comité Mediador, Milton Pabón.
trícula se calculó en 4,000 por los dirigentes estudiantiles y en 35 Nos referimos a la reciente obra de Mario Vargas Llosa, pu-
3,200 y 3,191 por las autoridades universitarias.
blicada por la Editorial Seix Barral de Barcelona en 1981.
24 Estas suspensiones se repiten, por segunda vez, con moti- 36 Véase Pa bón, Milton,La cultura política puertorrique-
vo de los sucesos del 25 de noviembre de 1981. En esa ocasión
la Fuerza de Choque de la Policía de Puerto Rico dispersa vio- ña, Editorial Xaguey, 1972.
lentamente una asamblea pacífica de los estudiantes que se ce- 37 Véase,El Mundo: "Quirós acusa a comunistas por confu-
lebra frente al Recinto de Río Piedras, en la Avenida Ponce de sión en UPR", p. l.
León. 38 Véase El Mundo: "Se reanudan hoy las clases en la UPR",
25 Véase por ejemplo, El Mundo, 22 de septiembre de 1981, p. l. p. l. El dirigente estudiantil José Rivera Santana reaccionó a las
declaraciones del Gobernador diciendo precisamente que éste
26 El Comité estaba formado por Roberto Alejandro Rivera,
lván Maldonado, Héctor Vázquez y Carmina Sánchez. había cometido un "actO ilegal".
39 Véase El Mundo: "CRB: Cero ayuda a CORCO y UPR. Aboga
27 El resto de la agenda incluía los mismos asuntos plantea-
dos originalmente. decisiones de administración universitaria", p. l.
40 Véase, San Juan Star: "Move t0 bar UPR sLUdents could
28 Véase la Certificación Núm. 44 (1981-82) del Consejo de
Educación Superior. st ymie negotiations", p. l.
41 Véase, San Juan Star: "UPR reopening pends readmissions
29 Véase la Certificación Núm. 43 (1981-82) del Consejo de
Educación Superior. of students", p. 3.
42 Véase, El Mundo: "Dice UPR no deberá rendirse ante mino-
30 Véase la Certificación Núm. 42 (1981-81) del Consejo de
Educación Superior. ría", p. J.
31 La primera reunión se celebró en la residencia del Pre- 43 Véase El Mundo: "Legislador insiste en mano dura en UPR",
sidente de la U. P. R.; la segunda se celebró en las ofici- 20 de octubre de 1981, p. 5A.
nas presidenciales. 44 Véase, El Mundo: "Gobernador exhorta a estudiantes de
32 Añade, sin embargo, tres aspectos muy importantes: (a) que la UPR a rewrnar a los salones", p. 3A.
se estudie la matrícula ajustada; (b) que se ajusten los costos 45 Véase El Nuevo Día: "La suma de los muertos no es lo más im-
117
116
~!ti ", 12 de junio de 1982, p. 15; y "Autoridad de Energía Eléc-
portante", p. 3. ¡ii,:il 1101i[ica a UTIER de cesantías desde el 12 de enero", p. 17.
46 Véase, El Vocero: "Roberto Alejandro a l descubierto", p. 16.
47 Las frases son las siguientes: "Es posible que una acci611
armada no se entienda hoy, pero es seguro que se entenderá mu
ñana; una acción armada, o de masas puede ser correcta a pe~ur
de que sus propulsores ostenten concepciones políticas desa
cenadas: la violencia revolucionaria es parte de un proceso dr
lucha, y no es criterio de victoria o derrota la suma de mueno,
y heridos de los bandos en pugna".
48 Véase, El Nuevo Día: "UPR bajo el control del CES", p. l.
49 Véase, El Mundo: "Encarcelado Alejandro por desacato",
30 de octubre de 1981, p. l.
50 Véase, El Mundo: "Grupo de izquierda alega policía busca
desacreditar huelga en la UPR", 29 de octubre de 1981, p: lOA.
51 Como prueba de esta afirmación mencionaremos solamenH•
la "reunión secreta", celebrada en el Capitolio, en la que parti-
cipan dirigentes de cuatro partidos políticos. (Véase, El Reportero:
"Reunión secreta en Capitolio", 26 de octubre de 1981); y el grupo
cívico, organizado por iniciativa de la Asociación de Periodis-
tas, en la cual están representadas 49 organizaciones. (Véase ,
San Juan Star: "Civic group elected as forum in UPR conflict",
11 de octubre de 1981 , p. 3.
52 Véase, El Mundo: "Un mal precedente" (Editorial), 5 de no-
viembre de 1981; y el mismo periódico: "Hoy en la Universidad",
(Editorial), 9 de noviembre de 1981.
53 Véase el anuncio que a esos efectos publica la dirección
estudiantil en el San Juan Star, el 8 de noviembre de 1981, p. 16.
Aunque ese anuncio incluye tres exigencias, una de ellas, es de-
cir, la readmisión de los que no habían efectuado su pago de ma-
trícula y la posibilidad de ayuda económica para pagarla es parte
del sentido general de la amnistía.
54 Existe un compromiso, del cual el Comité Mediador no ha
sido relevado, de no mencion~r el nombre de esta persona.
55 Véase, San Juan Star: "UPR strike is seuled subject to stud-
ent OK", 14 de noviembre de 1981, p. l.
56 Véase la papeleta de votación circulada por el movimiento
estudianti l.
57 Véase, El Nuevo Día: "Lágrimas por un hombre del pueblo",
20 de mayo de 1982, p. 4.
58 Véase, El Nuevo Día:, "Cesantearán 563 empleados en la
119

Nl lEVAS VOCES, NUEVOS CAUCES:


IU-:FLEXIONES SOBRE LA HUELGA UNIVERSITARIA

ltoberto Alejandro Rivera

1 DESDE DENTRO
I nuncio burocrático y advertencia estudiantil

Los estudiantes ocuparon los distin-


tos bancos del vestíbulo. A una hora y
señal convenidas empezaron a gritar
consignas. ¡Fuera, fuera la policía del
Recinto! El eco ensordecedor de aque-
llas palabras rebotó en las "apacibles"
paredes de la "normalizada" Facultad.
La Fuerza de Choque, lentamente, ini-
ció su avance.

El 9 de julio de 1981 los administradores universitarios


an unciaron al país su decisión de aumentar el costo de la
matrícula. Días más tarde - el 15 de julio- cuando fue obli-
gado a comparecer ante la Comisión de Instrucción y Cul-
tura de la Cámara de Representantes, el Presidente del
Consejo de Educación Superior, (CES), Enrique Irizarry,
con el mayor desparpajo indicó:

La Universidad de Puerto Rico atraviesa por una


difícil situación financiera. El aumento en los costos
generales de la educación, unido a la inflación ace-
lerada que hemos venido soportando a lo largo de
la última década, han hecho que sus recursos re-
sulten insuficientes.
Tal situación data de varios años, pero cobró urgen-
cia dramática en meses recientes a raíz de las adverten-
cias que le formulara el Recinto de Río Piedras de la
U. P. R., por can a de diciembre pasado, la Middle
States Associa tion.
121
120
Las advertencias que hizo la Middle States Asso- A partir de la fecha de vigencia de estas normas, los fun-
ciation, conviene destacar, se refieren a deficien- cionarios ejecutivos del sistema Universitario recibirán
cias que tienen su origen en cuestiones financie- las siguientes cantidades fijas anuales, compensación
ras o están relacionadas de un modo u otro con por los gastos no reembolsables en que incurran en el
ellas. adecuado cumplimiento de las funciones de sus cargos,
y los cuales convienen a los mejores intereses de la Uni-
La recomendación de una institución externa se con- versidad.
vertía en política pública para la UPR. $8,000
Con la tranquilidad de burócratas acostumbrados a to- Presidente 8,000
Rector Recinto Río Piedras . 8,000
mar decisiones que no se cuestionan, los concejales des- Rector Recinto Mayagüez
tilaron las razones para su nueva medida final: el aumento 8,000
Rector Adm. Colegios Reg.
era imprescindible para mantener la calidad de la educa- 8,000
Rector Recinto Cien. Méd.
ción y para evitar que la cantidad de estudiantes del sis- Directores Col. Univer. y
6,000
tema universitario público sufriera una drástica reducción Col. Univer. Tecnológicos
4,800
de 50 mil a 30 mil. Directores · Decanos Col. Reg.
Las razones eran tan increíbles como la serenidad con
que las decían. Ya el CES conocía el Informe del Comité En adición a las cantidades indicadas, los referidos fun-
Multidisciplinario, que rechazaba la uniformidad en el cionarios recibirán servicios de automóvil y el Presi-
aumento y proponía la elaboración de un modelo, que to- dente y los Rectores tendrán, además, conductor con
mara en cuenta la realidad socioeconómica del estudian- cargo a los presupuestos de las unidades instituciona-
tado. El mismo documento preparado por el Presidente les correspondientes ...
Almodóvar sugería un aumento escalonado, empezando El Presidente, en atención a las funciones de alta repre-
por los estudiantes de primer año y de nuevo ingreso. sentación institucional inherentes a su cargo, y el uso
La alegación de que el número de matriculados iba a re- casi constante de su residencia para gran diversidad de
ducirse no tenía ningún fundamento. El CES ya había dé- fines oficiales, ocupará libre del pago de renta la resi-
terminado que la matrícula para ese año sería de 52,300 dencia oficial del Presidente, que es propiedad de la
estudiantes. Como quiera, seguían argumentando. Universidad. Podrá tener, además, los servicios de dos
Se les olvidaba, sorpresivamente, que pocos meses an- empleados para el servicio doméstico de la residencia
tes habían aumentado escandalosamente el sueldQ de dis- oficial.
tintos administradores. Según la Certificación 79 del 24 de En relación con el uso de la residencia oficial, la Uni-
noviembre, los nuevos sueldos, retroactivos al lro. de ju- versidad asumirá los costos de mantenimiento de la
lio de ese año, eran los siguientes: plama física y los terrenos, adquisición, reparación y
reposición de equipo y materiales tales como utensi-
lios, enseres, textiles, cristalería [...J servicios de agua, ·
energía eléctrica y teléfono, seguros, vigilancia y los
Sueldo Sueldo sueldos y beneficios marginales de empleados para el
anterior nuevo servicio doméstico ...
Presidente $30,000 $44,000 Lo anteriormente expresado en relación a la necesidad
Recwr Río Piedras 29,500 40,000 de uso oficial de su residencia por el Presidente aplica,
Rector Mayagüez 29,500 40,000 en forma similar, a los rectores de Río Piedras y Maya-
Rector Ciencias Médicas 40,000 55,000 güez [... ] Por tanto, se establecen para los Rectores de
Rector Adm. Col. Regionales 29,500 40,000 Río Piedras y Mayagüez las siguientes normas:

...
122
123
l. Los Rectores de Río Piedras y Mayagüez estarán auto- sólo era necesario, sino que podía llegar "hasta $65 el cré-
rizados a ocupar las residencias oficiales construidas dito" . En noviembre, había solvencia para justificar altos
para esos fines en las mismas condiciones que el Presi-
dente de la Universidad, según descritas en los párrafos sueldos y "compensaciones por gastos no reembolsables" .
anteriores. En febrero, había crisis fiscal. Tal conducta no hacía otra
cosa que reflejar la inconsistencia y la inmoralidad de los
2. Los Rectores de Río Piedras y Mayagüez podrán tener,
igual que el Presidente, los servicios de dos empleados jerarcas.
para el servicio doméstico de la residencia oficial.
Los concejales pasaban por alto la farsa de consulta
sobre el aumento, realizada en un período en que no había
clases, y en que no se tenía disponible la p ropuesta de au-
Desde su óptica, en noviembre la situación económica
mento preparada por el Presidente, Sr. Ismael Almodóvar.
de la Universidad permitía esas medidas. El 26 de enero,
a raíz de la denuncia de que el Recinto de Río Piedras po- La "democracia" de la administración hacía estragos; la
consulta se anunció para el 29 de mayo, un viernes, cuan-
día perder la acreditación otorgada por la Middle States,
Irizarry decía: do ya estaban por acabar los exámenes finales y, por con·
siguiente, casi no había estudiantes en el Recinto. Más
asombro causaba el hecho de que tal proceso duraría un
En estos momentos, y de acuerdo con su situación, solo día. La impaciencia gobernaba en el CES. El Consejo
la Universidad no tiene sino tres alternativas: General de Estudiantes (CGE) rechazó ese estilo preten-
l. Un aumento substancial en el costo de las matrí- cioso y suscribió la Certificación 12, del Senado Acadé-
cula, de acuerdo con las insistentes recomenda- mico, en la que se solicitaba la celebración de vistas pú·
ciones de la Middle States Association, cosa que, blicas para agosto. Ambos organismos fueron desoídos.
en este momento, no favorecemos. Tampoco se tomó en cuenta a la Junta Universitaria, la es-
2. Una reducción, también considerable, en el nú- tructura compuesta por el Presidente, los Rectores y re-
mero de estudiantes del Recinto de Río Piedras; presentantes del claustro y de los estudiantes. Ese mismo
alternativa q ue tampoco favorecemos; y organismo había nombrado un Co mité Multidisciplinario
3. Un aumento en las asignaciones presupuestarias, que, en sus conclusiones, rechazaba el aumento uniforme.
en cantidad suficiente para hacer innecesarias las A la consulta del CES no fueron más de cuatro estudian-
dos alternativas anteriores. tes. Para los administradores, el número de participantes
Nuestra recomendación es que se aumente del 9 al se convirtió en un asunto de extrema confidencialidad.
I0.5 el porcentaje de la fórmula que provee ingre- Aún así, el Sr. Irizarry citó a un estudiante que fue a apo·
sos al Fondo General de la Un iversidad. Esta reco- yar el aumento y, sin el menor reparo, lo convirtió en re-
mendación la hemos venido defendiendo desde presentante de la "mayoría" silenciosa del estudiantado.
hace un ti empo relativamente prolongado ante la Le- Ante la misma Comisión de la Cámara, el concejal elaboró
gislatura.
su tesis:
Tal parece que al emitir su declaración, Irizarry no estaba
al tanto de la política del Gobernador, caracterizada por au- La gran mayoría de los estudiantes, la mayoría si-
mentos en el costo de los servicios públicos y austeridad lenciosa que se consagra al estudio y al trabajo, re-
en los desembolsos legislativos. A las dos semanas, ya conoce la justicia de q ue se proceda a aumen tar
en febrero, al regresar de un viaje a Filadelfia, donde se las matrículas y está confiada en que las auwri-
reunió con funcionarios de la entidad acreditadora, el Pre- dades universita rias tomarán los recaudos nece-
sarios para que ese ·a umento no afecte a los más
sidente del CES informó a l a prensa que el aumento, no necesitados.
l
125
124
~i~t.ema universitario público, después del aumento ascen-
En el ingeni'oso razonamiento estadístico de Irizarry d!a a $2,272. Tomando el caso ideal -el estudiante que re-
un estudiante que favorecía el aumento representaba a , ibía el máximo de BEOG ($932) y $633 de ayuda suplemen-
los 23,000 matriculados en el Recinto. ¿A cuántos represen- taria- se demostraba que en total recibía $1,565 en asis-
taban, entonces, los 7,200 que participaron en el referéndum tencia económica, pero, para enfrentar el costo de estu·
auspiciado por el CGE, y el Comilé , Contra el Alza, activi- dios, necesitaba suplir $707 adicionales. Si sólo recibía
dad celebrada entre el 27 de abril y la primera semana de i\E.OG, (y el 67 por ciento de los becados estaba en esa
mayo, y en la que el 86 por ciento de los que votaron rechaza- \Ítuación), la insuficiencia se convertía en $1,340 que ten-
ron el aumento uniforme y apoyaron una matrícula ajustada?
drían que ser subsanados por el ingreso familiar.
Con una pizca de consistencia, los 7,200, por fuerza, tenían El costo de estudios apuntado, ($2,272), incluía, entre
que reflejar el sentir de los más de 50,000 estudiantes en el sis-
tema universitario público. oLros, los siguientes estimados:
Mayoría silenciosa: una buena metáfora para un cemen- $0.59 diarios
Desayuno $160 anual
terio, cosa que, de todos modos, no dejaba de armonizar 250 anual .92 diarios
con la idea de universidad man¡festada por los administra- Almuerzo .92 diarios
Comida 250 anual
dores.
En la misma argumentación del Presidente del CES, el Es decir, la administración sólo hablaba del impacto
impacto -económico del aumento era insignificante. La di- inflacionario cuando quería dramatizar sus necesidades
sertación era coherente: presupuestarias, pero ni se daba por aludida ante la ridi-
culez de los costos de estudios que ella misma mantenía.
Los beneficios netos del Programa BEOG, para
Si aun con unos estimados anacrónicos la aportación fa.
un estudiante de Grado Asociado con índice de ele- miliar del estudiante era considerable, no podía haber du-
g ibilidad cero y para el año 1981-82, habrían alcan- da de que tal aportación se acrecentaba cuando el costo
zado a $582.60 de no aprobarse los aumentos en los de- de estudios tomaba en cuenta la realidad de inflación del
rechos de matrícula. Aprobados dichos aumentos, esos país. El impacto del aumento, el esfuerzo de cada familia
beneficios se reducen a $466.60, una diferencia de $116, para lograr que sus hijos llegaran y permanecieran en la
menos de diez dólares mensuales, que podrían ser com- Universidad, cobraba su verdadera magnitud cuando se
p ensados mediante otros programas de ayuda. insertaba en el conjunto de aumentos en el costo de vida,
en el agua, la luz, la transportación, el teléfono, y en los
\
recortes federales. En ese contexto, el único real, la dema-
El Presidente Almodóvar argumentaba de igual forma. gogia estadística se desmoronaba para dar paso a una con-
Continuando los cálculos iniciados por los administrado- clusión inexorable; el aumento estrangulaba las posibili-
res, se llegaba a un resultado impresionante: el aumento, dades educativas de los estudiantes de escasos recursos
por la magia numérica, se reducía a 4 centavos por día.
¿Quién podía oponerse a ese "sacrificio"? . económicos.
Dos hechos agudizaban lo anterior: no había ningún tipo
En realidad, el CES se refugiaba en la manipulación de de ayuda ni para los estudiantes de nivel graduado, ni para
las cifras. No se trataba de comparar lo que recibía un es- los de primer año. La Universidad sentaba los cimientos
tudiante becado antes y después del aumento. Lo correcto para convertirse en un centro cada vez más elitista; sólo los
era tratar de conocer el costo de los estudios en la Univer- hijos de las familias privilegiadas podrían tener su entra-
sidad y analizar si el aumento agravaba o no la situación da asegurada y terminar una carrera más allá del bachi-
del estudiante, y si se le facilitaban medios para sufragar-
los. Según los datos oficiales, el costo de estudios en el llerato .


126 127
La administración recurría al programa de becas para tliantil cincelaba una posición que los hechos se encarga-
fundamentar su promesa de que ningún estudiante de ba· , ian de ratificar: Los administradores, ciertamente, han con-
jos ingresos se vería afectado por el aumento. El proble· Vl'rlido la Universidad en una caldera explosiva. Ni pueden
ma era la visión a corto plazo y las deficiencias arrastra• ¡,cd ir paz, ni pueden esperarla. Son los únicos responsa-
das por el mecanismo de asistencia económica vigente. El bles de lo que pueda ocurrir en el futuro inmediato; más vale
grueso de los fondos para becas provenía del gobierno que lo comprendan a tiempo .
federal y estaba en vías de recortarse. El CES pasó por
alto las posibles reducciones. La ayuda otorgada se ba-
saba en un costo de estudios obsoleto y, para colmo, el
•••
único criterio para determinar la elegibilidad era (y es) la Be-o-ge, be-o-ge,
planilla de contribución sobre ingresos. Esa era la superfi- ¿dónde estás que no te ves1
cialidad que no podía tolerar el movimiento estudiantil. Bi-ou-gi, bi-ou-gi,
Desde un principio se le expresó al CES la necesidad de ¿dónde estás que no te vi1
elevar los costos de estudios y elaborar otros criterios de
elegibilidad, tales como la escolaridad de los padres, o si Todos los recursos estudiantiles se pusieron en tensión.
el estudiante asistió a una escuela pública o privada, que El boicot al pago de matrícula fue la primera tarea en la
podrían dar un perfil más riguroso, y menos expuesto al agenda de una lucha que daba comienzos y cuya profundi-
fraude, que la planilla. dad no se anticipaba.
Los jerarcas no escuchaban. Seguían argumentando. "El Para el 4 de agosto, día en que se iniciaba el proceso de
aumento era indispensable porque estamos ante una crisis matrícula, el CGE y el Comité Contra el Alza convocaron a una
fiscal". Era la más trillada de sus razones. Pero ese año, Asamblea General de Estudiantes frente al Complejo
(1981 ), la Legislatura había aumentado en 13. 1 millones Deportivo. Este era el sitio en que tenían que confluir todos los
el presupuesto de la Universidad. En el año fiscal 1981-82, estudiantes para hacer su pago, tanto en efectivo, como a través
la institución terminaba con un sobrante de l. 7 millones. del vale de beca.
¿Dónde estaba el descalabro tan anunciado? El Sr. Almo- La Administración inició su estrategia de desmovilización.
dóvar sólo había solicitado de la rama legislativa cuatro En una muestra de aparente eficiencia, poco antes del 4,
millones. Ahora aprobaban un aumento que generaría quin- anunció la mecanización del proceso de pago; éste se haría por
ce. ¿Para qué querían los otros once? ¿Por qué no aprobaron un correo. Los estudiantes serían dispersados por las distintas
aumento, mucho menor, ajustado a los cuatro millones Facultades y no tendrían que ir al Complejo. El propósito de
solicitados unos cuantos meses antes? esta medida era demasiado obvio: se quería evitar una
Los jerarcas no contestaban. El engreimiento se apodera- concentración de estudiantes que pudieran protestar y, sobre
ba de su indolencia palaciega. La burocracia no recordaba todo, pretendía individualizar la decisión de pagar. Es indiscu-
ninguna de las protestas y ning uno de los reclamos hechos antes tible que un estudiante en su casa jamás va a tener la fuerza de
del aumento; el olvido les carcomía todo sentido de realidad. una masa que se reúne para discutir un problema común, tomar
La decisión del CES tuvo signos de sorpresa para el es- decisiones y enfrentar cualquier campaña intimidatoria.
tudiantado. La inminencia del aumento era conocida, pero no La artimaña administrativa, que de momento afectó el plan
que el mismo fuera a ser generalizado. El 9 de julio se supo. Era estudiantil para realizar una Asamblea General, redundó en
el dictamen de unos administradores, quizás embriagados por medidas que ampliaron las bases de apoyo al boicot. El 4 de
el recuerdo y la fanfarria del 4 de julio, en la que sin dudas agosto se desplegó un piquete frente al Centro de Estudiantes,
tenían que haber participado. lugar donde se otorgaban los cheques de libros, que empezó a
El día 10, en Conferencia de Prensa, el movimiento estu- aglutinar, a pautar y a servir de diagnóstico sobre la militancia


128 129
que caracterizaría al semestre que pronto comenzaba. E1, 1u,c a capacidad para reaccionar masivamente ante los desmanes
mismo día, el Comité Contra el Alza se reúne y empieza a toma 11d111inistrativos, que en los años recientes signaba al movi-
medidas para ajustarse a la estrategia administrativa. E 11111·11to estudiantil. Estábamos ante una generación que, por
resultado es la diseminación de los recursos estudiantiles po piiinera vez en su vida de estudiante, asistía a un teatro para
todas las Facultades. Se establecen mesas de información sobr, ddiberar y tomar determinaciones sobre un problema que la
el boicot y se inicia un contacto directo con los estudiantes. De ,il1•naba.
esta manera se capta y se profundiza el repudio al aumento y 11e En la Asamblea se acordó dar un plazo de una semana al CES
amplía la capacidad organizativa del Comité. La desarticula• p,1ra que revocara el aumento y se comprometiera a establecer
ción momentánea, valga la insistencia, se trocó en un mayor 1111a matrícula ajustada en la Universidad. Al cabo del plazo se
arraigo para las posiciones contrarias al aumento. t<'alizaría otra Asamblea, para conocer la respuesta del orga-
Más de tres mil estudiantes se unieron al boicot; más de nueve nismo administrativo.
mil se acogierÓn a la prórroga con la intención de pagar el El día 28 se le envía una carta a Enrique Irizarry y se concerta
primer plazo, pero no los dos restantes. En el sector de los 11na reunión para el martes lro. de septiembre. Ese mismo día se
becado-s, el boicot logró menos concreción, pero no menos rancela el compromiso y la razón aducida por el funcionario
apoyo. La receptividad existía, pero se trataba de compañeros a que lo informó fue que el Presidente del CES estaba fuera del
quienes se les obligaba a firmar el vale de beca, es decir, a pagar a país atendiendo un negocio personal.
través de la BEOG, para poder recibir el cheque de libros. Aún Durante el plazo otorgado, se continuaron los piquetes y
así, el Comité insistió en hacer comprender la incorrección de marchas y el gobierno inicia una campaña demagógica contra
una visión de corto plazo; se recibía un cheque e11_ agosto, pero ti movimiento estudiantil. El Secretario de Estado, Carlos S.
los demás cheques ya estarían sufriendo el impacto del aumento Quirós, se inventa una conspiración comunista entre la UTIER
y vendrían reducidos. El tiempo se encargaría de confirmar ese y los estudiantes, cuyas ramificaciones llegaban a Moscú y La
supuesto. Los estudiantes becados que se negaron al chantaje Habana. Naturalmente, la amplitud de un movimiento donde
del vale, constituyeron, junto a los demás que no pagaron, el confluían estudiantes con distintas concepciones políticas y
basamento de un movimiento estudiantil joven, que ya sentaba religiosas representaba un serio mentís a los pronunciamientos
los primeros atisbos de su enérgica erupción. del Secretario. El gobierno, en la explicación más sencilla,
había puesto en boca de un funcionario con imagen de
Pronóstico: Turbulencia en cíernes ecuanimidad unos argumentos totalmente desprestigiados, en
la esperanza de que la imagen opacara el desprestigio. No lo
¡Esa Torre va a temblar logró. Las razones, que hubieran sonado trilladas y risibles de
con la huelga general! haberlas señalado el gobernador Romero, se proyectaron como
ridículas, al decirlas un fúncionario que, con eso, perdió la
El semestre comenzó con los barruntos de una actividad seriedad que había cultivado.
estudiantil en ascenso y bajo la despreocupación de una jerar- Con este trasfondo se celebra la Asamblea General del miér-
quía que seguía ensimismada en sus particulares negocios. Tal coles 2 de septiembre. La misma aprueba un paro de cinco días y
pereza la llevó a hacer caso omiso de la sugerencia estudiantil, vuelve a dar otro plazo de una semana para que el CES se
hecha desde el primer día de clases, de que estaba a tiempo para exprese, y para someter su respuesta a la consideración de otra
rectificar. Asamblea General. De no haber interés en resolver el problema
Los piquetes y las marchas caracterizaron la semana inicial del aumento, la alternativa en esa Asamblea será el paro
de clases. El 27 de agosto se realizaba la primera Asamblea indefinido. El apoyo a la determinación de la Asamblea fue
General. La última se había convocado en 1976. Con esta nueva impresionante; el jueves ni el viernes hubo clases. En ambos
Asamblea se ponía fin a una tradición de desmovilización, de días se realizaron piquetes frente a la Torre. En la acti vidad del
131
130
,,~, 11diantil eran insoslayables para la comunidad universitaria
viernes al mediodía se conoce la decisión del Rector de cerrar el v para el país; sólo era desconocida por el Rector y por los
Recinto. fH'I soneros que mariposean de cuando en vez por la Estación
Con esa medida, la jerarquía universitaria inauguraba su
campaña sobre la pérdida del semestre. Su estrategia de miedo se l·.xperimental.
basaba en una premisa que estaba condenada a hacerse añicos:
con unos días de vacaciones los estudiantes se desmovilizarán y
•••
se olvidarán del aumento. Con semejante orientación se dis- El Comité Contra el Alza Uniforme en la Matrícula y Pro
pusieron a abrir el Recinto. N11eva Ley Universitaria (CCAUM-PNLU), para ese entonces,
En los días previos, por acuerdo del Senado Académico en su había logrado un desarrollo impresionante. Creado el 14 de
reunión del 8 de septiembre, se constituyó un Comité Mediador lt-brero de ese año, había tenido el peso mayor en la celebración
de ese organismo -compuesto por el Rector Miró Montilla, el de una marcha en repudio al aumento el 9 de abril, y en la
Decano de Administración, Francisco Girona y los profesores organización de un referéndum, entre finales de abril y princi-
Milton Pabón y Fernando Picó-, que inició conversaciones pios de mayo. Ambas actividades fueron sintomáticas de la
entre los estudiantes y el CES. Ese acercamiento quedó roto el reactivación del movimiento estudiantil.
domingo 13, ante el empecinamiento del CES de no solicitar El referéndum contó con la participación de los admini's-
una sesión ex traordinaria de la Legislatura, que pudiera asig- 1radores, quienes facilitaron las listas de estudiantes y
nar fondos para revisar los costos de matrícula. La razón asignaron personal a las mesas de votación. Participaron sobre
argüída era significativa: no querían aparecer descarriados de la 7,000 estudiantes que rechazaron el aumento uniforme y
política de austeridad trazada por el Primer Ejecutivo. íavorecieron la matrícula ajustada a los ingresos familiares.
Con este elemento empezaba a aflorar el control político Desde ese semestre, el Comité Contra el Alza surgía como un
partidista del Gobernador sobre el organismo que, según se frente que buscaba superar la estructura de los Consejos de
dice, debe aglutinar a educadores seleccionados por sus méritos Estudiantes y, sobre todo, agrupar la mejor capacidad de
académicos. En esa reunión, el Rector, víctima de su incapaci- trabajo de los distintos sectores universitarios.
dad para defender la autonomía del Recinto, señaló que su fun- El Comité nació por iniciativa de la Unión de Juventudes
ción de mediador acababa y que tendría que tomar medidas Socialistas (UJS); nació debatiendo y continuó su desarrollo
como una de las partes del conflicto. La forma en que asumiría asentado en el debate. Es posible identificar tres fases en su
su papel empezaría a manifestarse pronto. crecimiento. En la primera, no existía claridad en el campo
Para la reapertura, el estudiantado decide continuar el paro, organizativo sobre la relación del Comité con los Consejos.
asentado en un fundamento que nunca dejó de parecer nove- Todavía subsistían como dos estructuras paralelas. En la
doso. Como la Asamblea había decidido un paro de cinco días, y segunda, que tiene lugar más o menos durante el verano, el
el mismo sólo se había desarrollado durante tres, aún quedaban Comité obtiene primacía, gracias a su mayor capacidad de tra-
dos para cumplir con el mandato ya expresado. El martes 15 se bajo. En ambos períodos, el frente tenía una estructura sencilla:
realizaría otra Asamblea para discutir la propuesta de paro un portavoz, un encargado de propaganda y una reunión
indefinido ordenada por la anterior. central. En el boicot que se inició el 4 de agosto, el Comité tuvo
El lunes 14 se reabre el Recinto, en las primeras horas de la que extenderse a la base de todas las Facultades, y el 17 de ese
mañana es paralizado, y, por la tarde, el Rector vuelve a mes inauguraba la tercera fase, al anunciarse la campaña para
cerrarlo. Era, sin lugar a dudas, una estrategia de cierres organizar los subcomités. Estos, paulatinamente, se fueron de-
parciales, con un objetivo que sólo nacía de la ofuscación de los sarrollando a la sombra de ese centro de discusión y de dirección
administradores. Al otro día, aún a pesar del cierre, se efectuaba que era el plenario. El pleno, a medida que se incrementaba la
un piquete frente a la Torre con casi cuatro mil estudiantes. Los actividad estudiantil, se iba masificando. A principios de agosto
elementos que dramatizaban la indignación y la militancia
133
132
superiores, hablaron: -Muchachos,
asistían a las reunior¡es una treintena de personas. Después de 1, ¡desaparézcanse!
primera Asamblea el número aumentó, y a partir del paro de{I,
nido el Comité dio un salto cuantitativo y cualitativo en s 1, 1jueves 17 de septiembre, cerca de cien estudiantes, dirigidos
composición. El plenario logró una asistencia de 75, 100, 150 111 11 d Comité, llegan al Colegio de Cayey, donde se celebraría
más estudiantes que, al sumarlos a los miembros que sól 1111,1 Asamblea General. Sólo dos compañeros pudieron entrar a
participaban en las reuniones de los subcomités, y aún 1111 campus que ya tenía la Fuerza de Choque en sus portones.
aquellos que militaban sin formar parte de ninguna estructura 1 11 la Asamblea se aprobó un paro hasta el viernes, y se sacó
daban una idea de la fortaleza adquirida. Esa realidad d 1111,1 marcha hasta la plaza pública. Ese mismo día, la admi-
crecimiento se mantendría durante gran parte del proceso 111,1ración de Río Piedras da muestras de un escalonamien-
huelgario. 1,, en la represión. Se impone una moratoria prohibiendo
Las reuniones perdieron agilidad. Con doscientos estudian• " 1n:irchas, mítines O piquetes y otros géneros de manifesta-
tes no se podía planificar con eficiencia el plan de trabajo de 1 iones en el Recinto de Río Piedras". En la óptica de los ad-
día a día. La Federación de Universitarios Pro Independen• 111inistradores, el modelo seguido en 1976 por el anterior Rec-
cia (FUPI) ya había insistido en la conveniencia de una es• trn, Ismael Rodríguez Bou, volvía a tener vigencia. En aquel
tructura más pequeña. En el primer cierre, se demostró la ne• 1•111onces, la actitud del partido gobernante, el Partido Popu-
cesidad de crearla; fue así como surgió la Comisión Coordi• 1.,r Democrático (PPD) y de sus funcionarios universitarios,
nadora, compuesta por el Portavoz del Comité, el Presidente 1.imbién fue cerrar el Recinto, imponer una moratoria, mili-
del CGE, los representantes de las organizaciones políticas 1.irizar el campus y organizar una banda de matones -guardias
y religiosas, los coordinadores de los subcomités de las Facul· 1111iversitarios vestidos de civil- que con el apoyo logístico
tades, incluyendo el subcomité de estudiantes nocturnos, un dr la Fuerza de Choque, se dedicaron a macanear y a romper
representante de la Hermandad de Empleados Exentos No-Do- e ualquier reunión que identificaran como germen de una po-
centes (HEEND) y una encargada de finanzas. La coordina- ,ible actividad estudiantil.
dora del Subcomité de Arquitectura también tenía a su cargo Para la misma fecha en que se reabriría el Recinto, lunes 21 de
el área de propaganda. Esta es tructura surgió para dar direc- ~eptiembre, el Comité anuncia la celebración de otra Asamblea
ción, para presentar propuestas concretas, que facilitaran en laque se discutiría la propuesta de paro indefinido, acordada
la discusión en el pleno, y para tomar decisiones en momentos por la segunda Asamblea. El Partido Nuevo Progresista (PNP),
en que ni aquél ni los subcomités pudieran reunirse. partido de gobierno, empieza a mover sus desesperadas fichas y
Los subcomités, a su vez, fueron reproduciendo, con desarro- organiza a un sector del estudiantado en un Comité Pro
llos desiguales, una sencilla estructura interna: un coordinador, Derecho al Estudio (COPRODE).
un encargado de propaganda y otro de finanzas. Antes de la nueva moratoria, el accionar represivo se había
circunscrito a las agresiones de la Guardia Universitaria contra
militantes del Comité. Ahora los miembros de ese cuerpo tenían
Hacia la asamblea del 21 de septiembre licencia para generalizar su campaña de agresión y hostiga-
miento contra todo aquel que, según sus criterios, violara la
Los estudiantes entraron a un salón del
primer piso y organizaron una clase. medida del Rector.
En la Conferencia de Prensa del viernes 18 indicamos: Desde
Llegó la guardia universitaria. -Lico
y Errol, vengan con nosotros. El Te-
ahora advertimos a nuestro pueblo que hay una actitud de
niente los entregó a dos guardias rasos. confrontación y ésta no es responsabilidad exclusiva del CES; es
-¡Llévense/os! L os guardias los toma- también la responsabilidad del Gobernador de Puerto Rico
ron por los brazos, los sacaron por el pa- que parece intentar dar un escarmiento, tanto al movimiento
sillo y cuando se sintieron lejos de sus
134
1! 135
V obrero, derrotando a la UTIER, * como al movimiento
I diantil, derrotando la lucha contra el alza en las matríc 1u 1111, 1<'>n de Instrucción y Cultura de la Cámara Yla seoado-
Seguimos insistiendo en el diálogo como solución al l1t (i l,,,dys Rosari? de Galarza, q1;1e di~ige la Comisióndelns-
flicto. Seguimos planteando que la intervención de la Po] li 1111 t!J n_de la C~~ara Alta. Ehnteres de ambos legisJad?res
no es solución; es agudización del problema. , 1 1111·d 1ar, en el ammo de buscarle una sol ución satisfactoria al
En la actividad celebrada la víspera de 1a reapenura, 1111 l 1c·10 . Desde que se anunció el posible aumentoenJoscostos
Portavoz del Comité, compañero Iván Maldonado, sintetiz li 111 ,11 rícula, la Comisión dirigida por Arrarás e!llpezó a
ánimo estudiantil: "A esta lucha no la detienen aunque lle 111ll(liar el problema fiscal de la Universidad.
la Universidad con veinte mil leguas de azul marino". I• 1 domingo por la mañana, estos dos legisladores presentan,
11111· la consideración de los señores Enrique Irizarry Ramón
***' \fr•llc1do y Miró Montilla, una propuesta de acuerdo ;edactada
111 11 e am bos. La propuesta tenía los mismos puntos a ser
El dz'a 8 de septiembre en la clase tll ~, 11Lidos que sugería la primera comisión mediadora junto a
Derecho Mercantil, fueron obligado. 1111 compromiso de los legisladores de realizar un estudiosobre
salir Porque temían ser agredidos, l,t \iLUación económica de la UPR que permitiera allegarle
que el que entró al salón les indicó q l11ndos. En el punto neurálgico de esa propuesta se leía
si no salían vendría la marcha y l, 11•x1 ualmente:
sacarían de todas maneras.
En la clase de Mercadeo del 14 de se
El ~~S hace claro q u_e está en la mejor disposición de
tiembre entraron los manzfestantes reci bir las as1gnac10nes que pudiera hacerle la
mientras éstos hablaban ocurrió u
Asamblea Legislativa de _P uerto _Rico y que en la
temblor de tierra, el cual motivó el d. medida en que se le pu,d~eran asignar recursos a&·
salofo del salón.
nonales para esos propos1tos, en esa misma medida
En la clase de Contribuciones del 14 d, reduciría o dejaría sin efecto el aumento en el cosw de
septiembre, los manifestantes luego d. los estudios decretados el 8 de julio de 1981.
hacer la invitación a unirse a la huelga,
cerraron las ventanas, apagaron las lu- Los miembros del CES presentes en la reunión no aceptaron
ces y viraron los pupitres, obligando a
la maestra, a los estudiantes y a la de- esa redacción. ~a no se acor~aban que, en enero, ellosrJlis~os
mandante a salirse Juera del salón, lue- habían defendido la neces1d~d. de una mayor ap0r1ación
go Pusieron un escritorio en la Puerta, legislativa. ~e nuevo, los ~?m1mstrad~res se empecinaba~ en
para evitar que se regresara a tomar cla- que no se citara una ses10n extraordinaria para discittir el
ses en esa aula. problema del aumento y de nuevo insistieron en que acceder al
(Alegaciones de una demanda radicada reclamo estudiantil era enfrentarse al Primer EjecutiVº· Ese
el 2 de octubre Por Liiette Lacomba, seguía siendo el punto cardinal del diferendo.
estudiante de Comercio y miembro de El domingo por la tarde los legisladores se reúnen con
COPRODE). algunos compañeros estudiantes. Se escuchan los plantea-
mientos de los primeros, se expresa la reserva estudiantil de que
Entre el jueves 17 y el domingo 20 de septiembre intervinie- el CES no quisiera manifestar públicamente una disposición
ron el Representante José Enrique Arrarás, Presidente de la mínima a revisar el aumento aprobado, y se establece el
compromiso de que la propuesta de acuerdo fuera discittida en
* La UTIER estaba en huelga desde el 20 de agosto. el Comité Contra el Alza.
En el documento de los legisladores, como esfuerzo para
137
136
armonizar la discrepancia, el Sr. Arrarás elaboró la siguienw 11•,pcctos positivos de la propuesta de acuerdo. Se le volvieron a
enmienda: 1•xpresar las dudas de que la misma pudiera aprobarse.
En ese momento, los dirigentes estudiantiles celebran un ;
El CES hace claro que está en la mejor disposición de , ,,,,cus y se toma la iniciativa de someter una propuesta que, de
recibir las asignaciones que pudiera hacerle la haber sido aceptada por los administradores, hubiese tenido
Asamblea Legislativa de Puerto Rico y que, en la q11e ser discutida por el Comité. La misma consistía de los
medida en que se le pudieran asignar recursos adi- ~iguientes puntos:
cionales, en esa misma medida se atenderán las
necesidades de los estudiantes de ingresos económicos a. Aceptación de la propuesta de los legisladores.
escasos y moderados, de acuerdo con la alternativa de
b. Revocación de la moratoria por parte de los
costos y subsidios que apruebe el CES [ ... ] Las reco-
mendaciones de la Comisión y las determinaciones del administradores.
CES estarán enmarcadas dentro del principio de que c. Ninguna sanción para los estudiantes que habían par-
los recursos económicos que se pudieran obtener (... ]se ticipado en el proceso.
empleen de tal forma que no quede afectado, en la me- d. Que todos los estudiantes que no hubiesen pagado, lo
dida que sea posible, ningún estudiante universitario hicieran, de acuerdo al costo de matrícu la anterior al
de recursos económicos escasos o moderados, y que aumento. Que se hiciera un perfil socio-económico de
solamente sean afectados a cabalidad los estudiantes todos ellos para determinar qué cantidad podían pagar.
de familias pudientes.

La Administración venía vociferando que la inmensa


mayoría del estudiantado apoyaba el nuevo costo, y por eso
Su propuesta, lamentablemente, tenía un factor que abonaba
en contra de su aprobación: era un texto que se basaba en había realizado el pago. La realidad era muy distinta. Más de
ex pecta ti vas. 4,000 estudiantes se habían unido al boicot, más de nueve mil se
Tal realidad se le comunicó a ambos legisladores. En la .no- habían acogido al programa de prórroga, dando el primer pago
sin ninguna intención de cumplir con los dos restantes. Los
che del 20, el pleno del Comité es puesto en conocimiento del
documento, y, en una discusión en la que no hubo el tiempo demás habían pagado con beca. Pero, si era verdad lo que los
necesario para profundizar y ponderar con rigor sus puntos jerarcas aseguraban, ¿en qué se afectaba la Universidad si la
"ínfima minoría" que aún estaba sin pagar, lo hacía siguiendo
positivos, fue rechazado. Para que se tenga una idea de la el antiguo costo? Las recaudaciones por concepto de matrícula
precipitación conviene indicar que la enmienda de Arrarás la
dictó él mismo por teléfono; en seguida se le sometió a un ple- habían representado el 9 por ciento del presupuesto de la
nario que ya llevaba varias horas reunido, presionado por la institución, y, con el aumento, ascendían a un 11 por ciento;
organización de una actividad en víspera de la reapertura. Im- es decir, seguían siendo un renglón insignificante, en com-
paración con las aportaciones legislativas y federales. La
peraba la tensión de saber que en la Asamblea del 21 la alter-
nativa fundamental a ser discutida era el paro indefinido. De- pregunta volvía a surgir: ¿dónde estaba el impacto económico
finitivamente, no era el mejor momento para una discusión adverso, en caso de que el Recinto permitiera que "unos pocos
sosegada. estudiantes" no cumplieran con el nuevo costo?
En la madrugada del lunes, se celebra otra reunión con La administración no podía ser consecuente con sus menti-
Arrarás y la Senadora Rosario, en la que participaron varios ras. Por vía telefón ica, se le planteó la nueva }.)ropuesta al
dirigentes estudiantiles, y el mediador del Senado Académico, Rector y éste señaló que sería inaceptable para ~l CES. En ese
Milton Pabón. Ahí se informa la decisión del Comité. Tanto los caso, se les hizo claro al Sr. Arrarás y a la Sra. Rosario, que lo
legisladores, como el Profesor Pabón, insistieron en los más que se podía hacer era volver a discutir su documento.
138
139
Solicitud de tiempo y voto de huelga
La solicitud del voto de huelga fue una decisión precipitada
y, peor aún, tomada sin la participación de los coordinadores de
Almodóvar, los subcomités. No es extraño que, ante ella, la primera actitud
al estudiante de la Asamblea fuera de frialdad y de asombro. Por la evidente
ni se engaña , orrelación de fuerzas contraria al voto de huelga, la UJS
ni se roba. propone un paro de cinco días. Otra vez el plazo para el movi-
En la mañana del 21, unos pocos compañeros dda dirección miento estudiantil, otra vez el poco entusiasmo por parte de los
se reúnen para analizar la situación. El Recinto estaba práctica- estudiantes. Un paro idéntico se había aprobado la vez anterior.
mente vacío y la preocupación .de que la Asamblea no pudiera El mecanismo estaba agotado.
realizarse se hizo presente. Las dudas sobre el documento La reacción de la Asamblea era de esperar. En las semanas
subsistían y se decidió solicitar del Rector un tiempo para previas, toda la orientación realizada apuntaba a la necesidad de
aclararlas. La propuesta presen tada a Miró fue la siguiente: un paro indefinido, sin más plazos a un organismo al que
cerrar el Recinto el martes 22 - el 23 se celebraba el Grito de parecía no importarle lo que el estudiantado deliberara. El
Lares y no había clases-, abrir el jueves, y permitir la celebra- oleaje de agitación, el mismo que el estudiantado de avanzada
ción de una Asamblea en la que se deliberara sobre el texto de los había creado, arrastraba hacia esa propuesta. La pretensión de
legisladores. En la práctica, Jo que se estaba pidiendo era un tratar de cambiar ese cuadro en unas cuantas horas por el hecho
sólo día de cierre -el martes. Su respuesta fue clara: era <le haber celebrado unas conversaciones, aún matizadas de
preferible correrse el riesgo de que la propuesta no se aprobara, dudas fue, sencilla y llanamente, una ingenuidad.
a tener que cerrar nuevamente el Recinto. Se le dijo que aquélla La Asamblea tuvo una masividad que no se esperaba. La
sería sometida ante la Asamblea. desolación de la mañana sólo se explicaba por el hecho de que
La Asamblea ya estaba por comenzar y todavía parte del los estudiantes habían ido directamente al Teatro, a pesar de la
liderato estudiantil no tenía posición definida. Se acuerda, por atmósfera de confrontación que crearon, tanto la administra-
sugerencia de la FUPI, dejar la aprobación del documento en ción universitaria con la moratoria, como las declaraciones de
suspenso, solicitar un voto de huelga y convocar otra Asamblea la fauna virulenta del PNP, incluyendo expresiones hechas por
para tomar una decisión definitiva. En realidad se trataba de dar el Gobernador el día antes.
un plazo para que el movimiento estudiantil pudiera profun- La expectación invadía la discusión del estudiantado, y tan
dizar en la discusión de la propuesta. Con ello se perdía de vista pronto ocurrió lo inevitable -el planteamiento del paro
el hecho elemental de que, en ese momento, los plazos ya indefinido- logró el apoyo masivo que ya se había generado.
estaban agotados. En la primera Asamblea, un estudiante pro- Era evidente; quien crea un oleaje en una dirección no puede
puso el paro indefinido y el lidera to estudiantil, con un análisis desviarlo cuando ni siquiera tiene los argumentos para justi-
previamente elaborado, in sistió en que Jo más conveniente era ficar el nuevo rumbo.
solicitar la reunión con el CES. En la segunda Asamblea, otro
estudiante volvió a plantear la huelga indefinida. También Intento evaluativo
sobre la base de un análisis colectivo, los dirigentes aconsejaron
la nueva oportunidad para la administración. El movimiento El Comité Contra el Alza se reunió de inmediato para evaluar
estudiantil demostraba fl exibilidad al tiempo que rechazaba las lo acon tecido. La primera conclusión que extrajo fue que no
concepciones emotivas presentes en esas dos Asambleas. En la podía wmarse ninguna decisión responsable, cuando la
tercera, ¿podía el liderato solicitar un nuevo p lazo, que tuvics<· presión del I irmpo t'ra la consideración fundamental del
oportunidad de ser aprobado? ¿Qué a1gum<•111os rig 11 roso.~ análi sis. A ,11a111"t:i dt· rnrnl:1rio, el liderato estudiantil cometió
podía esgrimir? un rn·m :il : 11, 1•d1 •1 .i 111111 di,, 11,i<'>n pr<'ripitada por los mismos
Hd 11\Í ll i,, 1r .idrn ,•~
140 141

Esa Asamblea ha merecido la reflexión de distintos sec101 .lill'I 1d:1. Un ejemplo puede ilustrar ésto: en una carta enviada
tanto dentro, como fuera, de la comunidad universitaria. Aq111 i l111'~ 1dente Almodóvar, el 21 de julio, la Senadora Rosario
era el mejor acuerdo, y el liderato, de haberlo deseado, huh1r íl tli1i>a: " Como parte del proceso de las vistas se desprende
podido garantizar su aprobación. Esos son los fundam('IIIC 11 11e o ncepto de matrícula ajustada le hacía más justicia a los
legítimos para los que critican los resultados de aquella dc·II 1111111.tntes que la matrícula uniforme". La Comisión de Ins-
beración estudiantil. Pero de la legitimidad de 1111 " 111, 1611 y Cultura del Senado terminó recomendando un
preocupación, a su corrección, puede existir una dista11c 1, ,111p.1,11na central de becas, tanto para. los estudiantes de las
abismal. 1
,11t v1·rsidades públicas, como privadas.
El texto preparado por el Sr. Arrarás y la Sra. Rosario era 111 1 .111 no resultado de la actividad estudiantil, el 2 de noviembre,
más claro y el más abarcador en relación con las gestiones lc¡.¡i,, 11'11·sidente de la Cámara de Representantes, Severo Colberg, y
lativas. No lo era en el plano de los logros concn•1oe 1 1'1 csidente del Senado, Miguel Hernández Agosto, dijeron
relacionados con el aumento. Como parte de los acuerdos del 1ft p11hlicamente:
de octubre, se le asignó medio millón de dólares a los es111
diantes de nivel graduado; de esa cantidad, trescientos mil eran Hacemos un compromiso que en la próxima sesión
para el Recinto de Río Piedras. En el acuerdo del 13 de noviern legislativa examinaremos la situación universitaria,
bre, se establecía un compromiso de ayuda para los estudian11"1 otorgándole primera prioridad a la disposición de
que se habían acogido a la prórroga. El movimiento estudianiil fondos, y consignaremos el máximo posible de recur-
visualizaba ambas conquistas como reducciones indirectas dd sos con miras a que se reduzca al mínimo necesario el
aumento. Nada de eso estaba contenido en el documento de los aumento en el costo de las matrículas y que no se vean
legisladores. afectados los sectores más pobres.
La carencia apuntada, unida al hecho de un movimiento
estudiantil confiado en su fuerza y en la capacidad para sostc• El Sr. Hernández Agosto fue más lejos y hasta llegó a hablar
nerla, y al contrastarse con una Administración que eviden- dt• la necesidad de revisar la ley universitaria. Esas expresiones
ciaba divisiones internas - el Presidente estaba marginado, el 1rnían un alcance mayor a las del texto presentado a la
Rector hacía acercamientos y los concejales se negaban a recibir /\samblea. En los inicios de la sesión ordinaria de enero del 82
a los estudiantes- creaba el marco material para el rechazo. Se indicaron que la Universidad sería uno de los asuntos
podrá argüir correctamente que el Comité variaría su posición prioritarios a ser considerados. ¿Qué han hecho? El PPD ha sido
respecto a la gestión legislativa, que fue el aspecto que en ese una oposición teórica, caracterizada por una indolencia que a
entonces imposibilitó el acuerdo. Pero eso no se sabía, ni podía veces proyecta desarticulación, y a veces un lastimoso oportu·
saberse, el 21 de septiembre. Un proceso de lucha social nismo. Sus manifestaciones sobre la crisis universitaria, y sus
caracterizado por su fuerza no podía anticipar con rigor, ni los actuaciones posteriores, sólo han servido para confirmar la
momentos de debilidad, ni las instancias en que los puntos de creencia de que había el interés de sacar provecho político de
viraje habrían de ser necesarios. una lucha que nunca controlaron, pero que tampoco tenía
La propuesta facilitaba un consenso entre los dos partidos intenciones de convertirse en su rabiza.
sobre el problema de la Universidad, que, traducido en un Es importante reconocer la amplitud de la gestión legislativa
proyecto de ley, hubiera puesto al Gobernador en la encrucijada que incluía la propuesta Arrarás-Rosario, pero también lo es no
de aprobarlo o vetarlo. Esta es una consideración genuina que darle una proporción mayor a la que por sí misma tenía.
obliga a l análisis. La verdad es que el consenso, o, algo todavía El señalamiento sobre el papel que debió desempeñar la
menor, la acción de la Legislatura controlada por el PPD, sólo dirección estudiantil nos acerca al tema de la democracia en un
podía ser impulsado por la presión del movimiento estudiantil, proceso de masas. El Comité había instaurado la norma de los
que, precisamente hubiera cesado al aprobarse la propuesta debates colectivos. Sus miembros se desarrollaban al calor de la
142 143
práctica y de las discusiones. Durante el primer paro se creó, r ,1'111haron el paro. Pero, ¿y si hubiesen aprobado la propuesta,
necesidad, una Comisión Coordinadora para dar direcd ,p 1111 , . , an entonces? Sin duda, un estudiantado responsable. En
política y tomar decisiones en momentos de emergencia. I\ 11 11',Kica, había capacidad para aprobar, pero no para rechazar.
cuerpo no pudo reunirse en la mañana del lunes 21. A 1 1 1111poco podía haber duda entonces, de que la ridiculez era un
coordinadores se les pudo haber hecho una consulta rápida, 1111 , 11 del que no podía escapar la metálica faz de aquel1
por la precipitación que impuso una Asamblea ya reunida, 11 11111 1'Hra ta .
se hizo. Tampoco los miembros de las organizaciones políri,
conocían la propuesta. Si el Portavoz del Comité o el Presid«·11 IH/il'llsiones y tercer cierre
del Consejo, se hubiesen puesto a defender un documento d,
que no estaban convencidos, habrían pasado por encima del La educación es un derecho,
pleno, que acordó lo contrario la noche anterior, y d<· 1 no un privilegio.
Comisión Coordinadora, que ni siquiera estaba enterada de 1
conversaciones de la madrugada. Eso, ni era correcto, ni N1 !o.11 la semana del 21 al 25 de septiembre, la Administración
honesto. lu l, ia una ronda de suspensiones, la Guardia Universitaria
En septiembre, el movimiento estudiantil era joven, qui, 1111 11·menta sus agresiones contra los estudiantes y el exiguo
demasiado, y estaba inmerso en el proceso de madurar su cap11 , , tor empotrado en COPRODE anuncia para el viernes 25 una
cidad de análisis y su agilidad para tomar decisiones. No 1111 ,r,111C'ha hasta el CES de los que "querían estudiar". Este
bía afinado los pormenores que definen a una negociación, ni 111¡,.;1nismo, a duras penas, trataba de esconder su composición
podía hacerlo. Pero poseía un principio axiomático: ningún 111 L1I. En la Asamblea que realizaron en las escalinatas del
acuerdo era válido si no lo ratificaba la Asamblea Genernl, 1 ,1 1pitolio el 23 de septiembre, cometieron el desliz de asistir
. como cuerpo máximo del estudiantado. Los administradorc, • IIH:tba nados, y con el acicalamiento propio de esa insultante
debían aceptarlo. El Comité no podía reproducir las práctku1 1t11~if icación que nuestro pueblo denomina "blanquitos". Aun
del CES, un organismo partidario, de sólo nueve miembro,, t11 ih importante que esto, su carta de reconocimiento ante la
acostumbrados al amapucho, que podían reunirse y, con una , ld,1 pública fue un soberbio dislate que los retrataba sin
celeridad pasmosa, llegar a una decisión. El Comité tenía qut 11111 ~una consideración. Resulta que los estudiantes de
velar por una discusión rigurosa y por la más amplia e ,OPRODE no tenían posición sobre el aumento. Para ellos,
participación en las Asambleas. No era que para toda decisión q 1w no se afectaban, eso era una soberbia verdad. Para la
fuera necesario reunir la Comisión Coordinadora, el plenario, l11111cnsa mayoría del estudiantado, los que realmente
las Asambleas de Facultad y la Asamblea General. De las SÍ<'ICI ilt'lrndían el derecho al estudio, tener una posición de neutrali-
Asambleas celebradas, sólo dos fueron precedidas por 111 tl,ul respecto al aumento era, precisamente, favorecerlo.
discusión en Asambleas de Facultad. Pero lo que discutiera d 1 ,()PRODE bien podía ser las siglas de un Comité Pro
pleno, o la Comisión Coordinadora, tenía que llevarse a 111 1>, ~rntecas Exclusivas.
Asamblea General para la determinación definitiva. Lo• { :orno realidad indiscutible, había la necesidad de establecer
administradores y su prisa, no debían importar. Que esperaran, d1l<-rencias entre los dirigentes de ese organismo, que
, ,,~pondían a las orientaciones del PNP, y los estudiantes que en
¡Esa Torre ya tembló 1111 principio se les unieron, confundidos por su propaganda.
con la huelga que empn,11 I•~los fueron abandonando sus filas paulatinamente, y muchos
d1· ellos empezaron a simpatizar con las posiciones del
El paro indefinido fue aprobddo. El asombro de Irizarry tuvo 111ovimiento estudiantil. Así dejaban a los incondicionales del
por resultado una declaración todavía más asombrosa. Fue una 11N P con un nombre vacuo, que sólo sirvió, por el dinero de sus
minoría de estudiantes - indicó el funcionario-quien,·~
;, ~o, 1enedores, para lanzar anuncios en los medios de comuni-
144
145
caoón. Para el 5 de octubre, se anunciaría la creación d<· 1111 eso estamos en huelga, queremos que puedan estudiar
Comité Pro Estudio, rival de COPRODE, por conside1:11l11 no sólo los privilegiados sino todos los estudiantes. La
muy diplomático. De esa otra entelequia no se sabría nada 111,I fuerza q ue nos da la unidad será la que garantizará la
durante el resto de la huelga.
obtención de nuestros pedidos:
El 25 de septiembre, los miembros de COPRODE, con ,,,.
inseparables padres y madres, tías y tíos, hicieron su marcha ,ti ;1. la revocación del aumento uniforme o su reducción
CES y sus dirigentes se reunieron con los concejales que li,, su bstancial;
esperaban. El regocijo de éstos tuvo que ser genuino al escucl1,11
h. el desarrollo de u n modelo de matrícula ajustada y su
la sugerencia de que la Policía entrara a·l Recinto. Ese mis11111 implementación en el sistema;
día, sin ninguna organización previa, el estudiantado d,
avanzada realizó una marcha que superaba en número a fa ch e. garantizar a los estudian tes graduados necesitados un
COPRODE, y que recorrió sectores del Recinto antes d, su bsidio real para el pago de matrícula;
transitar hasta la Plaza de Río Piedras. En esta actividad \I d. exigir una certificación del CES especificando los
anunció una marcha hasta el CES para el lunes 28. Esa iba a M'I criterios de ele\ibilidad según ampliados por los
la respuesta del movimiento estudiantil a la actividad org,r es tudiantes para la concesión de ayuda económica;
nizada por la derecha recalcitrante.
e. revocar el aumento en los costos de laboratorio;
,jf< ,jf< ,jf<
f. restituir la fórm u la anterior de matrícula de honor
dando especial consideración a los estudiantes de bajos
¡Decimos no, 110 ingresos.
no nos pararr/11! g. reembolsar el 90% del pago de matrícula en los casos de
¡Decimos no, 11r1 bajas totales;
no nos parará11'
Y el que no cr1•11 h. revisar el impacto inflacionario sobre los costos de
que haga la prueba estudio vigen tes con el fin de buscar fondos para hacer
¡No nos parard11! los ajustes necesarios;
i. la creación de un meca nismo de pago para los miles de
(Principal éxito musical de la huelg a) estudiantes que no han podido pagar la matrícula;
j. la participación de los estudia ntes en la contra tación de
los servicios médicos y la ampliación de los mismos;
Como era de esperarse, la marcha del Comité superó e11 k. la conversión de la librería en una cooperativa
masividad a su contraria y, naturalmente, ningún concejal estudiantil;
recibió a los legítimos representantes del estudiantado. Ü ll
boletín que circuló en esta fecha da una idea del estado de ánimo l. la creación de una junta de disciplina compuesta por
prevaleciente en el estudiantado huelguista; un espíritu estudiantes, profesores y tra bajadores para fiscalizar los
idéntico al que imperaba el 21 de septiembre. El boletín trabajos de la guardia universitaria;
indicaba:
m. la revocación inmediata de la moratoria; ninguna
sanción para los estudiantes q ue han participado en el
El problema fundamental del estudiantado es el proceso.
aumento uniforme en las matrículas, aumento que El movimientO estudiantil, legítimamente repre-
niega las oportunidades de estudio de la mayoría. Por sentado por el CGE y el Comité Con tra el Alza
146 147
continuará en la mejor disposición de dialogar con el 1 11 rodas las entradas, para impedir a los estudiantes sin
CES. , , 111 validación al acceso al Recinto.
Seguiremos en huelga mientras de ese diálogo surjan l-:11 cada uno de los cierres, el movimiento estudiantil se había
únicamente expectati vas y no soluciones que 1111 ,ado a las calles a llevar información sobre el problema
representen logros concretos del estudiantado. 11111vcrsitario, a recabar el apoyo financiero y a mantener la
Mientras haya un solo estudiante que no pueda
l 111 ,yccción sobre la exigencia de una sesión extraordinaria de la
continuar sus estudios porque se lo impide el aumento 1 r•gislatura. Este cierre no fue la excepción. Menos aún podía
impuesto, nosotros, sus compañeros, no regresaremos a ,1 11 lo, cuando ya se precisaban los rasgos de una campaña
los salones de clase. 1r•111 csiva desatada contra el estudiantado.

El martes 29, temprano, la Guardia Universitaria volvi6 a 1tt'rcamientos con interdictos


atacar. Irrumpió, macaneó y se llevó a dos estudiantes qut'
\
estaban en la Facultad de de Humanidades. El objetivo de 111
Guardia se estaba perfilando. Se llevaban estudiantes con lu La crisis no es falta de chavos
clara intención de que la masa organizara una actividad frente u ¡es lo mal administrados!
su cuartel y descuidara así las tareas del paro.
Tal esquema no prosperó el martes 29. Los abogados se fut•
ron con los estudiantes arrestados y la militancia continuó l·'. l 9 de octubre se logra un acercamiento directo con cuatro
paralizando las clases. Cuando se llega a la Facultad de Ciencias , 1111cejales: Enrique Irizarry, Richard Camino, Ramón Mellado
Naturales, la Guardia viene amparada en la prepotencia y en t'l v la Secretaria de Instrucción, Dra. María Socorro Lacot. Se le
recuerdo de 1976, cuando sus agresiones no obtenían respuesta11. ~nmete una agenda de discusión a este Comité del CES, y se le
Venían a romper grupo macaneando indiscriminadamentt•, 1•i< plica la posición estudiantil sobre el aumento. El día 10
como ya lo habían hecho, en una escala menor, en las horas dr 111culaba la noticia de que el Rector había radicado un recurso
la mañana. dt· interdicto para prohibirle la entrada al Recinto a varios
Cuando la Guardia empezó a disparar, los estudiantes, que.• dirigentes estudiantiles.
sensatamente no querían ser agredidos, respondieron con El Comité Contra el Alza advierte el día 12:
piedras. La firmeza demostrada ante la agresión obligó a El estudiantado continuará su lucha contra el au-
aquélla a replegarse. De Naturales se sale en marcha hasta mento. Ya la administración universitaria debe sa-
la Torre, donde la misma guagua de matones de " tránsito y ber que el interdicto prohibiendo la emrada del lide-
vigilancia" vuelve a hacer incursión para obtener el mismo rato estudiantil al campus es un recurso fútil que no
repudio. Ya en ese momento andan dos rumores por el campus; va a debilitar la lucha contra el aumento en la matrí-
uno, de que el Rector ha vuelto a cerrar el Recinto; otro, de qut• cula. Pero, sobre todo, debe saber a tiempo que ese
la Fuerza de Choque ronda cerca de la Universidad. De los dos, interdicto puede malograr el diálogo fructífero ya
hasta donde sabemos, sólo el primero era cierto. iniciado y puede afectar la posibilidad de unos
Era el tercer cierre en la persistente y fracasada estrategia acuerdos que pongan fin al paro indefinido.
administrativa por desmovilizar al estudiantado. La Una vez más volvemos a decir a los administradores
Administración decidió aprovecharlo a cabalidad. Constru- universitarios y a todo nuestro pueblo que el diálogo,
yeron nuevas verjas, expulsaron cerca de cuatro mil estudiantes no la confrontación, es la única solución para la crisis
que no habían pagado, establecieron el requisito de convalidar que hoy afecta al principal centro docente del país.
la tarjeta de identificación, y anunciaron que la Policía estaría
• ••
148
149
Qué cara se ha p111, Si tú sabes que te engañan
la entrada al Alma Mal ¡mete mano, mete caña!
no toman en c11,,,
el costo de la 111 Fn el acuerdo logrado con el Comité del CES los estudiantes
La pobre juvr11tu1
ya no podrá estud,
,pw no habían pagado tenían su entrada asegurada; la
1 1·11ificación 42 los dejaba fuera. En el acuerdo se estipulaba
los ricos qued11rd1
dueños de la Universida i11 1.1 garan tía de permanencia para los estudiames afectados; la
1 ,.,,, ificación n o decía nada al resp ecto. Los criterios para
(Himno de la Universidad con letra estudiantil,
d1·1crminar la elegibilidad en el programa de ayuda económica
1·specificados en las negociaciones- quedaban omitidos. El
El viernes 16 se logra un entendido. Se acuerdan nuevae ,,,, udio sobre la matrícula aj ustada se declaraba inaceptable en
fechas para los pagos de los estudiantes acogidos a la prórroga, y l.1 Certificación 42. Quedaba en manos del CES el constituir la
ayudas económicas en todos esos pagos. Se permite la entrada 1 <.omisión de Estudio, que abarcaría todo el sistema universita-
la Universidad a los que aún no han pagado. Se establece 11 110, en vez de limitars~ al Recinto de Río Piedras; de la Legis-
necesidad de una Comisión de Estudio para discutir, entre otra1 l,11 ura se decía una pamplina como la deque todos los años se le
cosas, la matrícula ajustada. Se acuerda una redacción sobre el -11metía el presupuesto de la UPR.
proyecto legislativo, en el sentido de solicitar fondos para A los miembros del CES se les había hecho claro que la
mejorar la calidad académica y para favorecer a los estudiante, pi opuesta de acuerdo tenía que estar basada en la eliminación
de escasos recursos. Como punto significativo, se establece el d<' los interdictos, las suspensiones y la moratoria. Todas esas
compromiso de garantizar la permanencia de todos aquello, 111cdidas seguían vigentes.
que quedaran afectados con el aumento, utilizando para ese fin El Gobernador, en su discurso, demostraba a la saciedad que
los recursos financieros de la Universidad. En esa reunión, el los estudiantes habían estado negociando con él, no con el CES.
Profesor Pabón propuso la redacción de un borrador en el que No se podía pensar otra cosa, cu ando repitió, literalmente, la
se consignaran los puntos acordados. Los concejales objetaron .igenda sometida al CES por el Comité Contra el Alza. La
tal procedimiento, arguyendo que los demás miembros del CES , umisión política y la tergiversación eran evidentes. Los aseso-
podrían acusarlos de estar negociando sin que mediara una 1es que prepararon el mensaje con trolaron los exabruptos y no
consulta. E11os harían público lo es tablecido el lunes 19. mencionaron la letanía sobre la amenaza comunista. Pero eso
El domingo 18, se reunieron en el restaurant Zipperle y, a ~í: el conflicto se defini ó como un problema de orden público y
media luz, aprobaron algo muy distinto a lo conversado. El ese es el peldaño obligado al que hay que llegar antes de subir al
lunes dan a conocer la certificación 42, haciendo patente la otro, a la utilización descarnada de las fuerzas represivas.
arrogancia de un cuerpo que, de acuerdo a su p eculiar concepto
de autoridad, hasta la palabra negociación le resultaba o- • ••
fen siva. Según ellos, el Recinto se reabriría el jueves 22 y, de
ailí en adelante, en sus propias palabras, "no ha bría más Romero y la policía
cierres". Por la tarde, el Gobernador comparecería a la televi- ¡son la misma porquería!
sión p ara expresar su posición en torno a la crisis universitaria.
El movimiento estudiantil rechazó de plano el contenido de
••• la Certificación, y la arrogancia de unos jerarcas que unilate-
ralmen te querían imponer su particular solución al conflicto.
Se convoca a una Asamblea General para el día de la reapertura.
El miércoles 21, por la noche, la Administración anuncia que la
151
150
Policía estará dentro del Recinto.
En este tercer cierre, los funcionarios administrativos ponían
en función su increíble habilidad para enajenar el apoyo dr
distintos sectores. El movimiento estudiantil, por su partt',
tuvo en septiembre un crecimiento acelerado en su capacidad
organizativa. Este período podía caracterizarse, definitiva- ~i::! . u
ci -G
mente, como uno de ascenso. A medida que la crisis se pro- ~~<
~ c., o
fundizaba, los nervios adormecidos de la comunidad univer· o?- e<!> "O
sitaria, y de la opinión pública, se afirmaban para repudiar
al CES. Desde el día 13, se había constituído un Comité d{' ~- \3
"'..,¡
.....
~.;~
....

Padres ·en repudio al aumento. La actividad de dicho Comi- ~~º


o;:,..,.
té se incrementaría ante las circunstancias de la ocupación "i::!.; o
policíaca. El 28, el Subcomité nocturno realizaba una Asam- o"' Í,L,
- i::!
blea informativa, que demostró la_receptividad de ese sector ..~ ~ ~
.t ~ ~
trabajador para la discusión y movilización, a favor de las ~ 1 g
exigencias del estudiantado huelguista. El 29, después de los
tiros de la Guardia en la Facultad de Naturales, los estudiantes
- "'"'
"' .:! ..,.
?- ;:, ~
-~~-2
evangélicos organizaron su propio frente, Estudiantes Evan- .. ;:.,. c<l

gélicos en Contra del Alza Uniforme (EECAU), y pasaron a ;':) "'8


-"<::!
"3
formar parte del Comité. "' o "'o
~~­
~-~ <iS
;:! .. c<l
Participación cristiana ~ o -
'[;; 1 ~
"3 o ..e:
¡Justicia sí! ¡Aumento no! - ?-
.."' ?- QJ
~ o -
~ ~ "'
La nueva organizaoon cnsuana constituyó una sorpresa -~ "'u
o<
para las organizaciones políticas. Desde el verano, también .... 01) .....,
<::l ·.:::;
había sorprendido la creciente participación de la Juventud de o~ .
-"' ¡::
Acción Católica (JAC) en las tareas de repudio al aumento uni- ' "' QJ "i::!
~~ ~~
forme. Lo cierto era que los cristianos le daban una nueva .. ;:! ·=
dimensión a la actividad estudiantil. Se rompía así el molde 2.-...::i t
tradicional de protestas organizadas y dirigidas por la izquier-
j~~G
. ..,.
da. Ahora el proceso se enriquecía con otras experiencias, otras ~
b~O~
"i::! o. ....
percepciones, otros conceptos. La fe en el mensaje del
Evangelio, la exigencia irreductible de justicia, el compromiso
con los pobres, eran nuevas articulaciones que se entrelazaban
con el otro lenguaje, el de la lucha contra la politización y la
antidemocracia, y la lucha por una Universidad abierta para los
hijos de los trabajadores. El resultado era una pujanza que
permitía enfrentar y descifrar las situaciones más adversas.
La compañera Eva García, de la Facultad de Ciencias
153
152
Sociales fue la portavoz de la JAC; el portavoz de los evangé- pitrificadora, convut1eron su celo en vigilancia sobre otros
licos fue el compañero Eliezer Valentín, de la misma Facultad. , ~, udiantes, particularmente a los que veían cargando piedras.
Ambos se constituyeron en portaestandartes de un nuevo verbo 1, ~; 1 noble intención se derrumbó ante la constatación del hecho
que buscaba heredar aquella predicación presente en el Evan- di• que los guardias sólo se serenaban cuando obtenían res pues·
gelio, dirigida a los oprimidos y a los desamparados. 111~ a sus agresiones. En tales circunstancias, con meticulosa
La Administración no podía entenderlo. Su manoseado 111 t·cisión, sus incursiones se convertían en estampidas. El 29 de
esquema de que tras la protesta lo que había era comunistas ~t·ptiembre, la guagua que transportaba a los matones, en su
resultaba inservible. Miró Montilla le manifestó al Cardenal p1 rcipitada retirada, olvidó a un guardia uniformado que
Aponte Martínez estar preocupado en su "conciencia de pugnaba desesperadamente por alcanzarla. Atrás dejaba su
católico" por la participación de la JAC en el conflicto. Una ~1orra y, de haber tenido tiempo, se hubiese desembarazado de
solución sencilla acudió en su auxilio: Eva García dirigía la .,quel uniforme que lo identificaba a leguas como símbolo de la
"facción radical de la JAC". Ese fue el razonamiento, cuando 1<'Presión institucional.
formu.l aron cargos en su contra. El 7 de octubre, en Conferencia de Prensa, la J AC reiteraba su
La JAC se definía a sí misma como "un movimiento de vinculación al movimiento estudiantil, rechazaban la
jóvenes laicos, comprometidos en la misión apostólica de la ni oratoria y citaban al Papa Juan Pablo II: "El compromiso en
Iglesia". "Su forma de trabajo se basa en ver la · realidad, l:tvor de la justicia debe estar íntimamente unido con el
juzgarla a la luz de la fe y actuar cristianamente para trans- compromiso en favor de la paz en el mundo contemporáneo".
formarla". Una de las notas más emotivas de esa p resencia cristiana la
Los evangélicos, en un boletín del 30 de septiembre, dejaban representó la carta del R everendo Angel L. Gutiérrez, de la
establecida su razón de ser: "Somos un grupo cristiano inter- Iglesia Bautista, dirigida a sus dos hijos universitarios. Nos
denominacional universitario, que levanta su voz en contra permitimos compartir un extracto.
del alza uniforme y en apoyo al movimiento estudiantil que
defiende el derecho de los pobres de este país a estudiar en la Como padres cristianos nos sentimos obligados a
Universidad de Puerto Rico''. En otro boletín se definían como decirles unas palabras a ustedes q ue también sirvan
pai;a otros padres cristianos cuyos hijos están partí·
"agentes pacificadores en la situación universitaria", y
explicaban el surgimiento de su organización "por entender cipando.
que no es posible que el pueblo de Dios permanezca mudo ante Ustedes saben que nosotros podemos pagar la matrÍ·
la injusticia. Pues seguimos el ejemplo de los profetas dél cula, pero eso no hace menos injusto el alza de la
misma. Nosotros nos hemos comprometido con uste·
Antiguo Testamento, .que obedecieron el mandato divino, des a dejarles como herencia dos cosas: la fe en Cristo
demandaron justicia para el humilde, para el pobre y el Jesús y una educación, y para eslO último hemos hecho
oprimido". provisión.
"De esta forma -continuaban- seguimos el ejemplo de
Pero ser cristiano es estar de parte del pobre y sabemos
nuestro Maestro, cuando define su ministerio en Lucas 4:18 que u n aumenlO de $95 a $245 es una injusticia y una
diciendo: 'El Espíritu de Dios está sobre mí, por cuanto me ha carga imposible de llevar para muchos hogares. Uste-
ungido para dar buenas nuevas a los pobres ... a pregonar des están ahí en respuesta a las enseñanzas en el hogar y
libertad a los cautivos ... y a poner en libertad a los oprimidos, a en la predicación.
predicar el año agradable del Señor' ". Les hemos enseñado que ser cristiano es protestar
' En los inicios del conflicto, cuando la Guardia escalonó su contra toda injusticia. Las leyes injustas son para
actividad con el secuestro y la agresión, la JAC propuso cons- desobedecerse.
tituirse en "Brigadas de Serenidad" encaminadas a tratar de
Para nosotros, la presen~ia de ustedes en la protesta, es
apaciguar las tensiones. Algunos evangélicos, en su gestión
155
154
111<·1.claba con la palabra compañero. Era algo distinto. La JAC
un ejemplo de que nuestra enseñanza no ha sido en
,11 ganizó varias rogativas en favor del diálogo y militantes
vano y de que el espíritu cristiano y la tradición bau-
11a ialistas, con el mayor respeto, también caminaron con una
tista están vivos bajo la dirección del Espíritu Santo.
\!'la en sus manos. La izquierda estudiantil de los años 70 se
Recuerden que la violencia nunca es una solución a los h11biese burlado. Ahora era otra situación. La reverencia, lejos
problemas.
tlt· ser fingida, reflejaba el reconocimiento de una concepción de
Preferimos verlos heridos como víctimas de la violencia 111undo distinta, definida por la fe religiosa, y no por eso menos
y no como victimarios de la misma. Preferimos verlos lq~itima, que coincidía con la visión socialista en la lucha por
muertos al lado de la justicia que no vivos al servicio de 11na Universidad democrática. Era, realmente, algo distinto.
la injusticia. Los preferimos pobres sirviendo a otros y En los momentos más difíciles del conflicto, en las
no ricos sirviéndose a ustedes mismos.
t•ncrucijadas en que toda salida parecía vedada, los militantes
El nuevo lenguaje se iba imponiendo. Era la Teología de 111 de izquierda podían reunirse para evaluar los pormenores de la
Liberación que también hoy recorre los campos y las polvo Hítuación, la correlación de fuerzas, las posibles perspectivas, las
rnreas que pudieran transformar una coyuntura desfavorable
rientas calles de los pueblos latinoamericanos, y que conside1,1
que las estructuras injustas también son una forma de pecado. para retomar la ofensiva. Los cristianos podían hacer lo mis-
Era esa nueva convicción religiosa la que ahora lograba u11a rno. Pero quizás, como trasfondo subyacente y a la vez inde-
profunda plasmación en el campus universitario. La consigna pendiente al análisis, algunos de ellos musitaban para sí las
¡justicia sí, aumento no!, síntesis nacida al fragor de la partid palabras recibidas por el profeta Jeremías en el inicio de su
pación cristiana, recogía el ímpetu de nuevas voces, que abrían vocación:
nuevos cauces para el tránsito de aquella nueva lucha social.
Ministros y sacerdotes, presentes durante la ocupación Por tu parte, te apretarás la cintura
policíaca, encarnaban aquel mensaje de fe. El 25 de noviembre', te alzarás y les dirás
todo lo que yo te mande.
estudiantes cristianos y ministros evangélicos, formaban la No desmayes ante ellos,
avanzada del movimiento estudiantil, constituían el primer y no te haré yo desmayar delante de ellos;
cordón que, manos apretadas, esperó hasta recibir la furia de la pues, por mi parte, mira que hoy te he convertido
Fuerza de Choque. Ante los cargos criminales radicados por la en plaza fuerte,
Administración, distintas iglesias -al igual que el Comité de en pilar de hierro,
Padres- se movilizaron y contribuyeron al pago de las fianzas. en muralla de bronce
Durante el referéndum celebrado en diciembre, los evangélicos frente a toda esta tierra, .. .
custodiaron las urnas y el Reverendo Juan Marcos Rivera, Te harán la guerra,
bautista, contrató un guardia de seguridad para vigilar el lugar mas no podrán contigo
donde se depositaban y respondió personalmente por el gasto pues contigo estoy yo - oráculo de
, Yahveh- para salvarte.
incurrido. El 7 de diciembre, cuando se iniciaba la segunda
ocupación, los primeros arrestados fueron estudiantes evangé-
licos: Eliezer, portavoz de EECAU y Miriam Gutiérrez, de la Jeremías 1:17-19
mi sma organización.
I .os cristianos trajeron otra perspectiva al movimiento
•••
<·~111<1ia111il. L o dotaron de amplitud y destruyeron el prejuicio El 30 de septiembre se creó el Comité de Profesores Universi-
dt• i, tp1icrd a de que los creyentes sólo pensaban en cuestiones tarios Pro Diálogo, la estructura claustral de mayor impacto en
1111 n11t·11 t·nas. "Qu e el Señor te guarde" -saludaba Eva; "que el proceso huelgario. E l 9 de octubre celebraron una Asamblea
Di11N lt' lwndi f.1H" -saluda ba Eliezer. La palabra hermano se
157
156
de la que podrían resaltarse los siguientes acuerdos: repetidamente la historia universitaria de los últimos
años, puede acarrear resultados funestos. En conse-
cuencia, esta Asamblea de Profesores responsabiliza a
Protestar porque a lo largo de la actual crisis, la admi-
la administración universitaria, y en particular al CES,
nistración universitaria ha estado tomando decisiones
por cualquier tragedia que ocurra en el Recinto debida
que afectan adversamente los intereses del Cla ustro si n a la presencia de la policía estatal o de cualquier cuerpo
tomar en consideración el parecer de los profesores. De
esta forma, a la vez que se nos priva de la oportunidad armado en el mismo.
de hacer aportaciones a la solución de los problemas, se
vulnera el principio funda mental de la participación J'ribunales, propaganda fall ida y militarización
del profesorado en el proceso decisional de la .Institu-
ción.
Repudiar que se le imponga al Claustro en las actuales Diálogo entre Lógica A y Lógica B
circunstancias la o btención de una tarjeta de identifi- Lógica A: L a Fuerza de Choque no
cación para lograr acceso al Recinto de Río Piedras [ ... ] puede hacer una masacre. Nosotros te-
asimismo manifestar nuestro rechazo a cualquier nemos el apoyo de la opinión pública y
intento de utilizar a los profesores como fichas en un de los más amplios sectores; el Colegio
juego represivo encaminado a expulsar de la de A bogados, la Asociación de Perio-
universidad a los estudiantes que apoyan a la huelga. distas, distintas iglesias, han repu-
Reafirmarse en su expresión a nterior en el sentido de diado la ocupación del Recinto y ven-
que la reapertura del Recinto debe darse en "circuns- drán como observadores. Además, sería
tancias compatibles con las condiciones inherentes a la muy contraproducente para el gobierno
función docente, lo cual excluye la presencia de la de R omero, tanto en el plano nacional
policía o de cualquier cuerpo armado", y reafirmarse como a nivel de Washin gton, que hu-
asimismo en que la única vía para que esto pueda darse, biese una masacre. Esos son los elemen-
la constituye el diálogo entre las partes. Por tanto, nos tos políticos que hay que tomar en
preocupa que, a pesar de que hasta el momento no se ha cuenta.
anunciado la fecha de reapertura del Recinto, la Lógica B: Todo eso puede ser cierto. Lo
administración universitaria haya tomado medidas de q ue pasa es que la Fuerza de Choque va
exclusión y confrontación que reflejan una trayectoria a llegar allí con una tensión terrible y
hacia la reapertura del Recinto en condiciones todavía cuando a alguno de ellos le suene algo
más explosivas que las que dieron lugar a su reciente en los pies -puedes estar seguro- no se
cierre. Ejemplo de esto es la expulsión masiva de estu- va a poner a pensar en consideraciones
diantes, la tramitación de arrestos y de acusaciones en de alta política.
contra del liderato estudiantil, el levantamiento de
verjas que asemeja el campus universitario a un campo
de concentración y la identificación compulsoria para La huelga, desde septiembre, había entrado en las salas del
entrar al Recinto. Tememos que estas medidas en vez de Tribunal, en los despachos de los jueces, en los imparciales
contribuir a resolver el problema que nos ocupa, exa- escritorios del Departamento de Justicia, en las secretarías,
cerben aún más los ánimos y hagan más difícil cual- amontonando expedientes cada vez más voluminosos y
quier intento de solución. generando el síndrome de ver emplazadores o alguaciles en
Aún más: todo parece indicar que para la instrumenta- cualquier persona que no tuviera cara de estudiante. Luego de
ción de estas medidas será necesaria la presencia en el los puntillosos pormenores del juicio, el Juez Peter Ortiz
Recinto de cuerpos armados. Esto, según ha mostrado concedió, el 20 de octubre, una Orden de Entredicho Provisio-
159
158
na! solicitada por la Universidad contra distintos estudian1c·, que los otros estudiaran y asistieran a clases. T odo esto
causó que en muchas ocasiones los profesores optaran
Para el día de la tercera reapertura, jueves 22 de octubre, eu r•I por no seguir dando clases. Tanto los profesores como
nítido estilo de los bandos medievales, la Administración l,1 los estudiantes que asistían a clases estaban suma-
amplió en imprenta y la hizo grapar en los tablones de exp1c· mente nerviosos y aprehensivos y se sentían intimi-
sión de la distintas Facultades: dados. O sea, que aún en los días en que las clases nose
habían suspendido oficialmente, resultaba difícil. sino
Se ordena a los codemandados Roben o Alejandro imposible, dar clases.
Rivera, Ramón Bosque Pérez, José Luis Quiñones, Como norma general, luego de las marchas por las
Iván Maldonado Cotto, Rafael Arroyo Mercado, facultades, todos los grupos se dirigen hacia la zona de
H éctor Gil de Lamadrid Orlando, Carlos Molina Ber- La Torre donde celebran mítines. Los grupos de 100 a
nazar, J osé Rivera Santana, Eric Alvarez Feliciano, 150 huelguistas se reúnen allí para seguir su actividad.
Luis Figueroa Martínez, Felipe Muñoz Rodríguez, a En estos mítines pueden participar entre mil o dos mil
que se abstengan de penetrar en los terrenos y edifi-
caciones de la Universidad de Puerto Rico, Recinto de estudiantes que favorecen el p aro.
Río Piedras ... Estas actividades se celebraron tanto antes como des-
pués del 17 de septiembre, fecha en que se prohibió la
Como fundamento de su decisión el Tribunal dio por celebración de marchas, piquetes, mítines, asambleas y
probada y se tomó la molestia de expresar su jurisprudente la utilización de altoparla ntes, bocinas y o tros instru-
descripción de la huelga: mentos de amplificación.
Otros actos específicos cometidos por los h uelguistas
Desd e que comenzaron las clases ha ha bido constantes fueron , regar compuestos químicos malolientes, rom-
marchas, piquetes, asambleas y manifestaciones. En per exámenes y tirar piedras.
muchísimas ocasiones los que apoyan el paro han
irrumpido en los salones de clase para exhortar a los es- La prueba examinada en su totalidad revela que estos
tudia ntes a unirse al paro. Usualmente se reúnen actos estaban ya programados. Seguían un patrón de
distintos grupos de entre 50 y 150 estudiantes pa ra ir a conducta diariamente, lo cual denota que los líderes
las distintas facu ltades. Los estudiantes utilizan sendos estudiantiles aquí demandados tuvieron mucho que
instrumentos musicales, megáfonos, cantan y gritan ver con los mismos .
consignas en forma estridente. Como expresó la
Deca na, Sra. Mariani, es un alboroto terrible. Otros lo
describen como desorden. En muchísimos salones,
•••
luego de irrumpir, con o sin permiso de los profesores, Se pasaron construyendo
volcaban las sillas y pupitres, rompían los papeles de unas verjas de metal
exámenes, borraban las pizarras, cerraban las y ese día nos colamos
persianas. Por lo menos en dos ocasiones, véase testi- por el portón principal.
monio del profesor Gómez, clavaron las puertas con
clavos de 4 6 6 pulgadas para dejar encerrados a los pro-
fesores y estudiantes que no simpatizaban con el paro. El jueves 22 se reabrió el Recinto. No fue necesario que entra-
En varias ocasiones los estudiantes huelguistas decían ran los estudiantes con interdicto, como quiera, las clases
que estaban cumpliendo con el acuerdo de la asamblea fueron paralizadas y a esa tarea contribuyó la Fuerza de Choque
de es tudiantes de que no habría clases. Hacían caso al desalojar la Universidad. Sin ninguna confrontación, el paro
omiso de advenencias de profesores, véase testimonio se había realizado. Con razón se podía decir que el movimiento
del profesor Díaz Cataldo, de que el acuerdo era que los estudiantil seguía acumulando fuerzas, mientras los adminis-
que se oponían al alza irían al paro, no el de impedir
160
tradores acumulaban fiascos. La eslrategia de debilitamien10
basada en los cierres definidos había fracasado. Igual suert~
corrían las suspensiones y la campaña intimidawria desatada
por la guardia, El chantaje sobre la pérdida del semestre iba por
el mismo sendero. El ascenso de la actividad estudiantil segula
preseme. El úllimo ensayo, la militarización, esculpía su
fracaso mientras los miembros de la Fuerza de Choque vaciaban
la Universidad de huelguistas y antihuelguistas, de profesores
progresistas y de catedráticos reaccionarios, al tiempo que
demostraban su buen corazón al aconsejarles que se buscaran
"un sitio más seguro".
El edificio represivo que había costado los desvelos y la
meticulosidad de unos funcionarios estigmatizados por la
mediocridad se había desmoronado en cuestión de horas. Como
dijo el Presidente de la FUPI, compañero José Rivera Santana:
"lo que montaron en tres semanas el estudiantado se lo ha des-
baratado en tres horas".
El viernes se decretó como día libre. La Asamblea se fijó para
el lunes 26, dentro del Recinto. Naturalmente, el viernes no
hubo clases.

""""""
El lunes 26 de octubre, tanto los administradores, como sus
aliados en la prensa, dieron muestras de tener una campaña
articulada contra el liderato estudiantil. El Nuevo Día publica
una portada acusando a parte de ese lidera to de justificar la vio-
lencia política. La prueba: un artículo del Presidente de la UJS,
en ese momento también Presidente del CGE, sobre la lucha del La huelga universitaria dramatizó la mezquindad de los escasos me-
estudiantado en distintos momentos. Hubiera sido todo un canismos de participación en la UPR. (Luis A. Camacho, entonces
logro que el artículo fuera leído por los administradores. Pero presidente del Colegio de Abogados, trata de contener a la Fuerza de
no era así, ellos sólo leen memorandos, y, de seguro, a través de Choque y a SWAT). Foto: José l. Fernández, El Nuevo Día, 23 de
un "memo" pasaron el escrito a sus asesores publicitarios, octubre de 1981.
quienes procedieron a sacar citas fuera de contexto encamina-
das a tejer la grotesca imagen de un apóstol de la violencia.
Aquellas citas se llevaron a la radio y quedaron impresas en
anuncios de página entera en todos los periódicos comerciales.
La Administración las utilizó para preparar un documental
que fue trasmitido por la emisora del gobierno. El Nuevo Día
ofreció sus páginas centrales para publicar un extracto del
ensayo; en una página puso la foto del Che, en la otra la del
163
162
l111almente certificaron y las razones para el rechazo.
Presidente del CGE. Fue así como un artículo, apenas conocido El paro, a esas alturas, había sufrido una transformación
por la izquierda y año y medio después de haber sido publicado, -11bterránea en los puntos que conformaban el diferendo con la
obtenía una difusión que nunca imaginó, si bien la publicidad 11dministración. De la revocación, o reducción sustancial del
estaba montada en una asqueante manipulación de prejuicios y 1111cvo costo, se había pasado a la exigencia de una sesión extra-
de temores. Que sepamos, era la primera vez que todo un rn dinaria de la Legislatura. De ésta, se pasó a demandar unos
aparato propagandístico con aquel nivel de sofisticación, se w mpromisos de ayuda que representaran, en la práctica, una
volcaba con tanta saña contra un dirigente estudiantil. Eso era 1l'ducción indirecta en el aumento, seguida de una cláusula
muestra de la fuerza lograda. ~,gnificativa: las ayudas estarían encaminadas a permitirle al
Las intenciones del que decidió el titular de primera plana no 1·,1udiante la terminación de sus estudios. El comité
tenían ningún dejo de sutileza. Eran demasiado burdas como 111terpretaba ese lenguaje como una garantía de permanencia
para que cualquier intento de empolvarlas lograra su propó- para todos los estudiantes afectados por el aumento. Si los
sito de maquillaje. Si en los días en que la Policía iniciaba su wrarcas después no cumplían con ese compromiso, ellos serían
estadía en la Universidad, o el día en que se había anunciado la los únicos responsables por las determinaciones que el estu-
violación del interdicto ocurría algún confrontamiento, sería diantado hiciera. Comoquiera, se iría a la Legislatura a solici-
responsabilidad exclusiva de los estudiantes y de su liderato. 1,1r los fondos necesarios para revocar o reducir significativa-
Esa era la lógica del inspirado propagandista.
111ente el aumento.
El movimiento estudiantil demostraba flexibilidad en las
••• negociaciones, mientras continuaba consolidando su fuerza y
,1mpliaba su apoyo. Pero los cambios de énfasis, y el por qué de
La entrada de la Policía marcó una nueva fase en el desarrollo los nuevos planteamientos, no eran explicados con la
del conflicto. Hasta ese momento el movimiento estudiantil 1igurosidad que merecían. Debido a ese factor subjetivo, la
había logrado proyectarse en ascenso frente a una Administra- ofensiva estaba en vías de debilitarse. La consigna ¡No podemos
ción que anquilosaba sus movimientos respondiendo con lo ('S tudiar en un campo militar! mediatizó, hasta ocultar, sus
único que se le ocurría: los cierres parciales, con la amenaza de
la pérdida del semestre. Quedaban, comoquiera, sectores de 1>eligrosos ribetes.
estudiantes y profesores que no se habían movilizado a favor del
paro. La Policía, - ese fue el resultado neto de su incursión-
• ••
los activó. Los intrusos contribuyeron a que sectores imbuídos ¡Moratoria de papel!
por la imagen siempre falsa de la neutralidad se convirtieron en ¡Te volvimos a romper!
oposición militante a su presencia. Un número significativo de
profesores se movilizó, timoneados por el Comité Pro Diálogo y El lunes 26, a pesar de toda la fanfarria del despliegue militar,
la Asociación Puertorriqueña de Profesores Universitarios cuatro compañeros con interdictos entraron al Recinto. La
(APPU). El llamado COPRODE demostró que sólo era un moralidad de realizar una Asamblea y repudiar la moratoria y el
mísero carapacho, con mucho dinero para sus anuncios, pero estado de sitio, era superior al dictamen que prohibía la entrada
sin ningún apoyo para sus consignas. al campus. Ese recurso sólo tenía sentido en el caso de los
La militarización del Recinto ofuscó las perspectivas del administradores, únicos causantes de la crisis. La entrada
movimiento estudiantil. Todo su accionar recalcaba el repudio estuvo acompañada de mensajes contra la militarización.
a la presencia policíaca. La otra exigencia, la necesidad del Después de éstos, una inmensa masa abandonó el Recinto y se
diálogo, careció, lamentablemente, de contenido. Nunca se dio organizó una marcha hasta la Fortaleza. La última marcha en
-con la profundidad que exigía- una explicación sobre lo esa dirección se había realizado en 1974. La propaganda sobre la
negociado con cuatro miembros del CES, lo que ellos
165
164
11i1.ación y la discusión , como en la educación de masas. Rivera
violencia estudiantil, con toda la algazara del titular peri,,. "i.intana también fue dirigente de la FUPI en el 76. Tenía una
dístico, había colapsado. v.ista formación organizativa y una afinada capacidad de
La ocupación mantuvo movilizado, para repudiarla, a un .inálisis. Lo encarcelaban en un momento en que tenía su hija
sector sustancial del profesorado. Asimismo, sectores dt' tt·cién nacida y enferma. Tuvo que ser, sin duda, una expe-
opinión que aglutinaban al Colegio de Abogados, a padres, 11 1 icncia desgarradora, que ensombreció, pero no amilanó, el
religiosos y a sindicalistas, también se expresaron contra la :111imo de aquel compañero.
militarización. Esa amplitud de repudio en el campm El día del encarcelamiento salía la Policía del Recinto.
contribuyó, en no poca medida, a que el clima de confronta• 1.levaron consigo las metralletas con silenciadores, las demás
ción creado por los administradores no tuviera vigencia en la armas largas y el dedo índice entumecido por las tantas veces en
realidad. que estuvo tenso a punto de accionar el gatillo.
Miró Montilla, un cerebro cuadriculado por la indecisión y El viernes 30 de octubre se radica, y no prospera, un recur-
por el incontenible impulso a "marionetizarse," parecer y s<'r so de habeas corpus encaminado a la excarcelación. En la
marioneta, todos los días hablaba de la creciente normalización Universidad el estudiantado huelguista paralizó las clases. El
del Recinto. Todos los días usaba una calculadora, producto dr sábado 31, el iluminado propagandista que escoge los titulares
un desarrollo tecnológico sólo conocido en la Rectoría, para en El Nuevo Día decreta en primera plana el "Fin de la crisis".
indicar los porcientos de asistencia a las distintas facultades. La La noticia que explicaba el decreto tenía un título que
ridiculez era trágica. No había una sola pulgada en el terreno expresaba el humor del sin dudas genial publicista: "Epílogo:
universitario donde se respirara la normalidad del Rector. máscaras de Halloween y recurso fallido de Habeas Corpus". Su
El jueves 29, asislimos al Tribunal para una vista de desacato capacidad para recoger la realidad era encomiable.
por la violación del interdicto. El juez Peter Ortiz emitió una
sapientísima sentencia: 90 días de cárcel para Ramón Bosque y Liderato intermedio: sorpresa para los jerarcas
Roberto Alejandro "porque estudiaban Derecho y habían
violado otro interdicto -también dictado por él- en 1976", y L a marcha llegó frente a un salón donde
30 días de cárcel para José Rivera Santana, de la FUPI e lván estaba reunida una clase de sicología.
Maldonado, portavoz del Comité porque, según el juez, "eran Un exaltado estudiante entró.
-¡Compañeros estudiantes!
más jóvenes".
El profesor lo miró con interés y se
Bosque era Presidente de la FUPI en 1976, y un destacado dirigió al grupo:
dirigente estudiantil desde que inició sus .estudios universita- -Obsérvenlo bien.
rios en el Colegio Regional de Arecibo. En agosto de 1981, había -¡Co mpañeros estudiantes! La
entrado en la escuela de Derecho y, por tanto, no había tomado Asamblea General aprobó un paro in-
ni dos semanas de clases en su nueva Facultad. Camino a la definido como protesta ante el abusivo
cárcel de la Parada 8, Bosque embromaba: aumento ...
- Yo casi no he tomado clases de Derecho y me echan tres -Síganlo observando.
meses. Si el juez me hubiese preguntado, yo podía haberle dicho - ... y la actitud intransigente de los ad-
que estaba dispuesto a cambiar de carrera. ministradores. Como ya todos deben
Iván, estudiante de sicología, había sido elegido como porta- saber, para la segunda Asamblea Iriza-
rry se fue de viaje para atender un nego-
voz en febrero de 1981. Su única experiencia organizativa cio personal ...
anterior consistía en haber participado en la Asociación de -Miren cómo se va exaltando.
Sicología y en el Consejo de Estudiantes de la Facultad de -¡Hay que tener mucha desfachatez
Ciencias Sociales. Como en todos los militantes, el proceso para ser administrador y no atender los
huelgario impulsó su desarrollo, tanto en el campo de la orga-

'
166 167
problemas de los estudiante.1/ d1• su rostro -una seriedad que parecía genética- persuadían.
-Ya casi está fuera de sí ... 1 ns coordinadores, por su parte, lidiaban con las situaciones
-¡Váyase pa'l ... 111,\s diversas. Las Facultades, que en los primeros momentos de
-Ven, ya perdió los estribo.1. l,1huelga, y durante su desarrollo, representaron la mayor difi-
111ltad fueron Comercio, Ciencias Naturales y Estudios
La función de portavoz recayó en manos del compañero r ,,•nerales. En la primera, Heidi Figueroa, como coordinadora
Héctor Vázquez, de la Facultad de Sociales; el Presidente de la di'! subcomité de Sociales, y los hermanos Hugo y Gil de
FUPI fue substituído por el compañero Juan Otero, de Huma- 1 .i madrid, principales dirigentes del subcomité de Comercio, se
nidades. El resto del liderato quedaba intacto. El portavoz de la , onvirtieron en los tormentos cotidianos para toda la coreogra-
UJS, compañero José Luis Quiñones, y todos los coordina- l l. 1reaccionaria que, desde el escritorio o el pupitre, se oponía a
dores de los distintos sub-comités; seguían en el Recinto en- l,1 huelga. Comercio, facultad caracterizada por los juegos de
frentando -las tareas y los riesgos del paro. Ese liderato tuvo la l111rajas en su vestíbulo y por los esplendorosos bailes de sus
responsabilidad de garantizar el cumplimiento de la huelga y 111omificadas fraternidades, logró su propia base organizativa,
hacerla valer en sus momentos más difíciles. Eran ellos los que• 1¡11c 1 en estrecha unión con la marcha que se iniciaba en Sociales
entraban día a día en un Recinto ocupado -en octubre y en -donde había un subcomité más fuerte- hacía posible el paro.
diciembre- a poner en marcha las discusiones del pleno o de la La coordinadora de Naturales fue la compañera Idalia
Comisión Coordinadora. Sobre t0do, tuvieron que hacc•r Ramos, del Departamento de Física. En una Facultad con una
acopio de una creatividad que, para ser tal, tenía que mani- 1i11 a proporción de estudiantes provenientes de familias privi-
festarse y cambiar de hora en hora y de día a día. La táctica lq~iadas, se sentaron, con el boicot, los cimientos para el surgi-
adecuada para un día, por lo general no servía, o su realización 111 iento de un impresionante subcomité, que fue y sigue siendo
era más difícil en otro, y había que renovarla. En la creatividad y 111odelo para las otras estructuras de base. En septiembre, el
en la valentía de las masas estaban las causas que explicaban la llt'cano y testigo contra estudiantes, Manuel Gómez, organizó
inutilidad de aquel gigantesco operativo policíaco de octubre. 1111a Asamblea fuera del Recinto para que los estudiantes opues-
Los anarquistas estudiantiles de principios del 70 se habían los al paro expresaran su repudio. El subcomité se movilizó y
inventado la ingeniosa consigna de que "la lucha es creativa y 11liortó el plan. El llamado COPRODE, que al nacer obtuvo
juguetona". La huelga confirmaba que sólo lo primero era ~impatías estudiantiles en la Facultad, perdió aceleradamente
cierto. ~,, apoyo, mientras el subcomité ampliaba su influencia.
El compañero Héctor, de momento, se enfrentó a esa respon- Idalia denotaba timidez en las reuniones del pleno y la Comi-
sabilidad de ser portavoz del movimiento estudiantil. Junto a ~i(m Coordinadora. Casi siempre hablaba cuando le tocaba su
los coordinadores, tuvo que encarar una de las coyunturas más 111rno, en los informes de los subcomités, sobre el desarrollo
duras del proceso huelgario. Primero, la entrada de la policía, di ario de la huelga. En la Facultad era otra cosa. Allí dirigía las
luego, su salida, enmarcada dentro de la intransigencia admi- 11·uniones del subcomité, dirigía Asambleas, coordinaba las
nistrativa y el encarcelamiento de otros dirigentes. 1areas del paro, hablaba con la administración cuando era nece-
Aquel liderato cumplió con las exigencias impuestas por la k,1rio y demostraba una importante capacidad organizativa.
realidad. Héctor, en específico, ina uguró un nuevo estilo en las En Generales, la coordinación del subcomité estuvo a cargo
visitas a los salones. "Nosotros -decía cuando llegaba a un dd compañero Juan Carlos García. Esa estructura, de una in-
salón con clase- hacemos respetar la huelga de dos formas: con discutible capacidad de trabajo, es posible que tuviera la
el diálogo y con la presión. El diálogo es lo que están escu- tt·sponsabilidad más ardua: impulsar la huelga en la Facultad
chando. La presión empieza dentro de dos minutos si no han 111ás numerosa, con casi cuatro mil estudiantes. A eso se sumaba
abandonado el salón". la dificultad de trabajar con los estudiantes de primer año, que
Esas palabras, dichas con firmeza, y resal ta das por la seriedad 1ambién por vez primera se enfrentaban a las denuncias, las
168 169
organizaciones políticas, las movilizaciones. A p(•1,, 11 ,1 l1ih" e orn o en la privada). La amplitud de la lucha contra el
muchos de los miembros del subcomité iniciaban s11~n111 !!ill 111 1> ('orroboraba esa realidad. Sólo la administración
universitarios y, por lo tanto, la inmensa mayoría no 1c•11l14 ·,11 111~isliendo en el esquema, hecho pedazos, del complot
guna experiencia de lucha, no veían lahuelgacomo u11,1111 ¡irl1 rd1 ~1a. Cuando ocurrió el encarcelamiento, no tenía idea
escuela superior. Todas las tareas las asumían con l,1 111 q111• .. xistían otras capacidades que no podía enrejar. El paro
seriedad. Su coordinador, Juan Carlos, siempre se c:11,1111 ,11 1l1111t'> y el esquema de los jerarcas volvió a romperse.
por una actitud analítica y crítica ante cada nueva si ru,11 l1'111
la huelga, y ante toda propuesta presentada por la~ 111 14 •••
zaciones políticas. Fueron muchas las veces en que disnq11
la línea aprobada por el Comité. En todas acató la dn 1,1 1 1 111artes 3 de noviembre el liderato, tanto el encarcelado
mayoritaria. 111 111 d q ue está afuera, es puesto en conocimiento de un docu-
El subcomité de Generales coronaba sus dificultades< 0111111 ,1111110 preparado por el Rector y presentado como una pro-
pintoresca Decana que en el Tribunal, bajo solemnejum1111·11 p1w~1.1 <le acuerdo. Otro hecho se conjuga con el anterior: ese
de decir la verdad y toda la verdad y nada más que la vc•11I 1111111,·s el Tribunal Supremo ordena la excarcelación inmediata
declaró que la Fuerza de Choque, en diciembre, ni intim1d,1I
ni generaba tensiones, porque antes había entrado con cha lt•1 ,ti 11 >~ cuatro estudiantes.
1.. 1administración seguía haciendo gala de una lógica irreal.
y cascos, pero ahora usaba "unas boinas negras de lo 111 1(11 onflicto se resolvía, según su desdichado razonamiento, con
bonitas". Su capacidad analítica no daba para más. l 1,,tlidade la Policía y la reclusión de aquellos que, a su juicio,
Adela Rosa, Heidi Figueroa, Carmina Sánchez, coord11111 , 11111 los únicos dirigentes. Al impulsar ambas medidas,
dores respectivos de Humanidades, Sociales y Arquitec111111 111'1dieron toda oportunidad de proyectarse en la ofensiva.
Carlos Guzmán, Víctor Colón, Migdalia Rosario, coordina1l11 N, 1die, salvo un concejal trasnochado por una tribu de ideas
res de Pedagogía, Trabajo Social y del subcomité noctui 1111 ,k~echables, podía imaginar que el paro tenía como solución el
todos estos compañeros demostraron su capacidad de trabajo y
de análisis y su espíritu de sacrificio. , onf inamiento.
Planificación y Comunicación Pública, dos faculladl'\ • ••
pequeñas, fueron paralizadas hasta enero, casi sin el ejercicio clr
la actividad huelgaria. En Derecho, cuando en la prim('lil -Sr. Decano, dígale a este honorable
ocupación aparecieron por el vestíbulo unos agentes enrn Tribunal si es cierto o no que usted fue
biertos y se regó el rumor de que estaban allí dizque para clavado en un salón en dos ocasiones.
proteger al estudiante Carlos Díaz, portavoz de COPRODE, l11 -Sí señor, y con clavos de seis pul-
escuela paró las clases en repudio a una presencia policíaca q ut• gadas.
definían como agresión. La reanudación de las labores acadé'·
micas se vino a dar en enero. El pobre Carlos Díaz jamá~ En el período que comienza con la salida de la Policía,
imaginó que contribuiría tanto a la efectividad del paro. ninguna de las dos partes logró tomar la ofensiva, en loqueésta
Lo que se llamó liderato intermedio, -intermedio por estar implica: incrementar la fuerza, fijar las metas y sintonizar la
dentro, no por sus capacidades-, estaba compuesto por com- dirección en el rumbo adecuado. El estudiantado huelguista
pañeros y compañeras no afiliadas a las organizaciones polí- confrontaba un panorama imprevisto. Tenía el Recinto en sus
ticas estudiantiles. La mayoría eran mujeres de una extra- manos, pero no parecía tener perspectivas encaminadas a
ordinaria energía, como en los casos de Heidi, Adela y Carmina. superar la nueva situación. Las tareas de la huelga se hicieron
(Según el Informe Social del 1980 de la Junta de Planificación, rutina. Había que trabajar, y había que mantener el paro;
desde el 1968 las mujeres son mayoría tanto en la universidad surgieron las barricadas en los pasillos y en las escaleras. Por
171
170
primera vez desde que se inició el conflicto, aparecieron tam 11oviem bre, en una de las vistas públicas de la exótica Comisión
bién los síntomas del desgaste. ¡,ara echarle, ante las cámaras de televisión, un baño de verdades
11 los emisarios del Consejo. El Portavoz del Comité, el profesor
La consigna alusiva a la incompatibilidad del estudio y l'I
campo militar se convertía ahora en una carga ominosa. No ck Derecho, Michel Godreau, declaró:
había policía ni siquiera en las vallas, pero el paro tenía qui
Si por lo que abogamos es por la negociación, poco nos
continuar, haciéndose cargo de la dificultad planteada por un respetaríamos a nosotros mismos y muy mal ejemplo
grupo de estudiantes y profesores, quienes, por esa magia de loa daríamos con nuestra acción -que en última instan-
procesos complejos, habían llegado a creer que el problema er1 cia es lo que cuenta en la tarea de enseñar- si nos hi-
la Policía y no el aumento de matrícula. ciéramos cómplices de este intento del CES de madru-
El viernes 6 de noviembre, la administración decretó la su8• gar al sector estudiantil con la creación de una
pensión de empleo y sueldo de Arturo Meléndez, Presidente dt' comisión apócrifa.
la APPU, y de Francisco Jordán, Presidente de la HEEND, ... Las actuales estructuras de gobierno universitario
Ambos eran defensores del movimiento estudiantil. De paso, ~l son la agresión más grande que pueda propiciarse a los
CES le propinó un antídoto al desgaste subterráneo. La Policía postulados democráticos: en la U.P.R. los compo-
volvería a entrar al Recinto. Tal medida creaba las condiciones nentes esenciales de la Academia -los profesores, los
para que la mayoría de los sectores desmovilizados pudiera estudiantes y los trabajadores- no tienen ingerencia
repudiar, en menos de un mes, la segunda edición de un campo alguna en el organismo que dirige la institución. El
de concentración que ya se había agotado, por inservible, como gobierno de los gobernados por los gobernados no
modelo para normalizar el Recinto. existe. Este esquema dictatorial lo siguió el CES al
El domingo 8 el Gobernador sugiere un período de enfria• decretar el aumento uniforme en la matrícula, cau-
miento, con miras a que se negociara y se buscara un acuerdo. sando el actual conflicto. Pues bien, sin mostrar la más
mínima capacidad para aprender, no ya de los acon-
Los autónomos autómatas miembros del CES aplauden y tecimientos más o menos cercanos, sino de los sucesos
acatan la sugerencia de su jefe político. El lunes 9 llegaría a la inmediatos, reinciden en dar al traste con el principio
Isla el Premio Nobel de la Paz, Adolfo Pérez Esquivel. de la participación nombrándolos a ustedes por fiat, y
La administración quiso reciprocar al ilustre visitante crean- declarando públicamente que no consultaron ni con
do el engendro de una "Comisión Especial" para facilitar el estudiantes ni con profesores para crear esta Comisión.
"diálogo" con los distintos sectores universitarios. Dos de sus
... Ustedes, como comisión creada por ese Consejo, ca-
miembros no podían estar más a tono con la noble encomien- recen por consiguiente, de fuerza moral para siquiera
da: Esther Seijo de Zayas y Wallace González Oliver. La pri- recibir sugerencias de quienes nos preciamos de ser ver-
mera tenía el mérito de haber organizado un asilo de ancianos daderos universitarios.
profesores jubilados cuyo número no pasaba de treinta y que
habían apoyado a las "autoridades" durante el conflicto. Días
antes de que la nombraran, aquella dama había derramado En la semana del 9 al 13, el Rector hizo gala de su indecisión y
todos sus años de prejuicio anti-estudiantil en una carta abulia. El movimiento estudiantil había endosado un
enviada a El Nuevo Día. El segundo, banquero de toda su vid<\ y documento, preparado por él mismo que éste no se atrevió a
militante del PNP, lo más seguro que ni estaba informado del presentar luego ante el CES. En este punto interviene un ayu-
aumento cuando le ofrecieron una silla como debutante en el dante del gobernador, se trabaja precipitadamente en la redac-
nuevo concierto de bostezos que organizaba el CES. ción de los textos y se culmina con el anuncio hecho por el CES,
El movimiento estudiantil ni se dio por enterado de ese el viernes 13 de noviembre, de su certificación 52.
embeleco, salvo para repudiarlo y desearle un buen entierro. El
Comité de Profesores Pro Diálogo participó, el l l de *'**
172
173
Traigo esta huelga para que te leva111 1 •.iablecen, además, que prefieren la vía del referéndum, en
traigo esta huelga para que te leva11/, l11gar de la Asamblea General, para ratificar la Certificación.
esta huelga está ca/,r11 l m estudiantes endosan la propuesta, pero, condicionan la
esta huelga está que 1111/, , l'lt'bración del referéndum a que los administradores también
Clarzficaciones y salidas a corto plazo l,1 acepten. El Rector la rechaza.
/\nte este rechazo, el estudian tado comienza a enarbolar la
111 opuesta de los mediadores como solución para el conflict0. Se
El movimiento estudiantil se mostró renuente a aproba1 I• 111icia un funcionamiento contradictorio: la huelga no debe
Certificación 52 debido a la ausencia de tres aspectos qu<· ~, ~ostenerse sobre clarificaciones, pero, en realidad, eso es lo que
consideraban fundamentales. No se especificaba el estudio dt· 111 1·111pieza a ocurrir. La administración incrementa las suspen-
matrícula ajustada; tampoco estaba claro lo concerniente a 11 , iones y la radicación de cargos criminales, dejando claro que
ay uda para el primer pago, y se incluía un p árrafo sobre 101 110 hay ninguna apertura hacia la negociación. El resullado de
procesos judiciales que era completamente inaceptable. 1·~e convencimiento lleva al movimiento estudiantil a plan-
Esta propuesta de acuerdo representó una imposición dt•I 1carse tareas que sólo constituyen salidas de corto plazo. Las
gobernador Romero sobre los miembros del CES. Lo1 1areas se planifican, se envuelve a la masa en su realización, pero
defensores de las posiciones más conservadoras dentro de esci ~e anticipa que la ad ministración seguirá en la misma actitud.
organismo fueron aplacados. Días antes, Irizarry había dicho La primera tarea en esa dirección fue la Asamblea General del
que los dirigentes no iban a entrar. El día 13 anuncia que todoft 25 de n oviembre. La propuesta a presentarse sería la siguiente:
entrarían. Lo importante es que la cláusula represiva, al
disponer la continuación de los procesos judiciales, permitía a l. Endosar el documento de los mediadores.
l a administración determinar cuándo, en realidad, entrarían los
estudiantes con interdictos. Así se creaban las condiciones para 2. Cominuar el paro exigiendo que los admi nisLradores
burlar, en los h echos, lo que habían afirmado de palabra. apoyaran el mismo documento. De ocurrir eso, el paro
se levantaba inm'ediatamente.
Los mediadores confiaron, de buena fe, en la palabra del
Rector. Pasaron por alto que, para efectos de una ratificación, el 3. Realizar un referéndum el lunes 30 de noviem bre y el
movimiento estudiantil no podía presentar nada que martes para que el esLUdiantado se expresara sobre:
dependiera de la palabra de Miró. Había que exigir clarifi- a. la propuesta de los mediadores;
caciones.
La situación se complicaba para el estudiantado. Se sabía que b. la búsqueda de fondos en la Legislatura encaminada
la huelga no podía sostenerse sobre la base de clarificaciones. Se a revocar o reducir sustancialmente el aumento;
sabía también que l a propuesta de acuerdo, tal y como la c. la moratoria.
redactó el CES sería inaceptable para una Asamblea General.
El 17 se recibe una cana del Presidente del CES señalando que 4. Ir al Decanato a exigir la ayuda para el primer pago de
los puntos, cuya clarificación se solicitaba mediante cana la prórroga.
pública del día 16, estaban contenidos en la Certificación . Ese 5. Realizar una Asamblea General e l m iércoles 2 de
mismo día el plenario del Comité determinó que las aclaracio- diciembre para discutir la respuesta de la administra-
nes debían hacerse por escrito, y con la firma del Rector, y que el ción y acordar las acciones que se entendieran
párrafo sobre el aspecto represivo no podía ser aprobado en una pertinentes.
Asam blea.
Piedras contra balas
El día 18, los mediadores presentan una propuesta en l a que
clarifican los puntos objetados por el movimiento estudian til. La propuesta no pudo discutirse. La Fuerza de Choque no lo
174 175
permitió. La Asamblea se estaba realizando un miércoles. El los dirigentes había una verja. Pero no importaba: a fuerza de
lunes y el martes hubo discusiones por lds salones y distinta!! voluntad creativa las vallas quedaron rotas.
Asambleas por Facultad en las que se había logrado profundi- En el inicio de la Asamblea el portavoz de los estudiantes
zar en la propuesta de los mediadores y desenmascarar la teme• t'vangélicos, compañero Eliezer, hizo una invocación. Pidió la
raria intransigencia de los funcionarios encargados de acep- orientación divina en las deliberaciones. Empezaron los men-
tarla. El miércoles, desde temprano, resaltaba la paralización sajes. Habló el profesor Arturo Meléndez, de la APPU, y
del Recinto. Todos los estudiantes que acudieron ese día, lo Francisco Jordán, de la Hermandad. Después lván, luego
hicieron con el único interés de participar en la Asamblea. Santana. Los oficiales policíacos llegaron para indicar que
El Comité ya había instaurado la práctica de no anunciar la había que mover la tarima, que no tenía permiso para estar en la
hora y el sitio de sus actividades hasta el último momento. acera, que se estaba violando la ley de tránsito. Pero mire, esto es
Llegado éste, el anuncio se trasmitía individualmente, y, en una Asamblea pacífica, no importa, tienen que moverla, pero,
seguida, miles de estudiantes -se convertían en correos y ¿por qué?, porque está interrumpiendo el tránsito de p ersonas
ejecutantes de lo que escuchaban. Más que eso, siempre había por la acera, pero si por aquí no está pasando nadie, no importa,
un número considerable, disperso en pequeños grupos, que sr tienen que moverla, dénos tiempo, muévanla o traemos la grúa,
imaginaba el probable lugar de la Asamblea y se acercaba por pero dénos tiempo ...
allí fingiendo indiferencia, mirando las páginas de un libro Terminó Santana. Se le indicó al moderador, compañero
cuyas palabras no se leían, sonriendo, hablando en voz baja y Luis Figueroa, que llamara a parte de la masa para acordonar la
mirando constantemente el movimiento de los otros grupos, tarima y evitar las intenciones policíacas; salieron a la calle
que también fingían y también aguardaban. Así ocurría el 25. como trescientos estudiantes. Me tocaba el turno, y tenía la
El ambiente, a diferencia de otras ocasiones, no estaba responsabilidad de presentar ante la Asamblea la propuesta del
cargado de tensión, pero sí de expectativas. Era un misterio, en Comité.
la masa, si los estudiantes con interdictos volverían a violarlo. Llegó la Fuerza de Choque. Se apostó en el portón del Museo,
Si no lo hacían, ¿a través de qué medio se dirigirían a la como a 300 metros de la actividad. Tratando de serenar al oficial
Asamblea? Tampoco se sabía si la Policía iba a intervenir, seguían el profesor Michel Godreau, de la Facultad de Derecho
aunque la abrumadora mayoría descartaba esa posibilidad. Lo y portavoz del Comité de Profesores Pro Diálogo y Javier Colón,
cierto es que Miró Montilla había indicado que no se permi- Presidente de la Asociación Nacional de Estudiantes de Derecho
tiría ninguna Asamblea. (ANED).
Cuando la marcha que recorría distintas partes del Recinto No le vamos a dar multa, ¿por qué?, tienen que moverla, ¿por
llegó frente a la Torre se encontró con una multitud ines- qué no nos da la multa?, ¡¿pero porqué ustedes no la mueven?!,
perada. Héctor trasmitió la información. ¡¿pero por qué no nos dejan terminar?! ...
Una masa de más de diez mil estudiantes, una concentración El mensaje proseguía y de vez en cuando se le decía a la masa
sin precedentes en la actividad huelgaria, empezó a caminar que no hiciera caso de lo que acontecía afuera.
hacia la inmensa área verde, que en épocas menos turbulentas, La Fuerza de Choque empezó a ponerse los chalecos a prueba
la adm inistración había reservado para marchas y piquetes, por de bala. Era la primera fase de su ritual represivo.
quedar alejada de los salones y de las oficinas. Al final de la En muchas actividades previas siempre había estudiantes, lo
grama estaba la verja y después la acera. más seguro con buenas intenciones, que se especializaban en
El liderato estudiantil había decidido no entrar para que la creer ver la Fuerza de Choque, algunas veces en sitios lógicos,
violación del interdicto no sirviera de pretexto para la inter- otras en lugares inimaginables. Era así como antes de la
vención de la Policía. En la acera había un camión con una ocupación no faltaron los que habían visto la Fuerza de Choque
plataforma. Allí se montó el equipo de sonido, y desde la o un movimiento que le parecía como de la Fuerza de Choque,
improvisada tarima, se dirigirían los mensajes. Entre la masa y lo mismo daba pues no había mucho tiempo para verificar, en
176
177
el portón del Museo, en una entrada al Recinto, en el pu
Gándara, otra entrada, frente a la Torre, en el cuarrd dt
guardia universitaria, por la facultad de Sociales, por Na111 ' .
V-;¡,
les. Lo último había sido verla en el segundo piso de Ja oll,· C V
V.,.
del Consejo General.
Ahora estaba allí.
0;o.
<'<S
v-~
- u
..o·::
En todas aquellas ocasiones el rumor sobre la posiblt• i111 E~
vención de la Fuerza de Choque era un zumbido insi~1rn <'<S o.

cuando más imperceptible más innegable; un sentir qur 1 <o


~o
·O
más allá de la intuición y se quedaba más acá de Ja cenc,a; u "'<:!O.
sensación de esas que se informan con naturalidad fo11;ul1 E~
produce en quien la escucha algún gesto enigmático para l11 <-, V

encerrarse en el silencio y al rato comentarle a otro la 111i,1 ~~


<:! <'<S
;:._
sensación con la misma naturalidad forzada y así continuar u "':::1
<:! u
ciclo interminable que sólo queda roto cuando el que esrn,
hace el gesto enigmático pero en lugar de quedarse callad,
~G
"i::!v
o :::1 ....
como han hecho los demás mortales, contesta con una fr11 ~

impublicable y el otro o la otra le dirá invariablemente "T1'1 n !:: -~


" e
·..::: u
coges nada en serio", y él o e11a volverá a contestar con la mi~,
~ ~
""'-~~
frase impublicable pero al rato también comentará la mism
sensación con la misma naturalidad ... ~ <'<S
La Fuerza de Choque ahora estaba a11í. Cuando ocuparon c,I ~ ,_¡
Recinto no fue sorpresa porque fue anunciada. Ahora volvl111 ~
"i::! O'l
á3
estar a llí y la inmensa mayoría no la esperaba. <:S-
.!:! CIJ
Tienen que moverla, ya el mensaje está terminando, tirnrn <:! -o
que moverla, dénos cuarenticinco minutos para acabar I• "'
<:! CIJ
...
::! .o
Asamblea, ¡¿por qué no la acaban de mover?!, ¿por qué no 1101 ;5 5
da cuarenticinco minutos? ... "'-~
<:! ;,.
El mensaje había acabado. La propuesta estaba sometida y KC! .... o
" C
iniciaría la discusión. Santana se me acercó. "i::! CIJ~
"'-o <:!
-Mira, la Fuerza de Choque se está preparando. Parece qur _g_>.(") ~
van a meter mano. !::~~
- ¿No será un rumor? -ll~u
Ñ
o"> ti)

acá-La... acabo de ver con los chalecos puestos y caminando pana


CIJ <'<S

-;~a
o, .... "-'
No había terminado la frase cuando se soltó el primer maca- ... -o o
";:! ...
:::1 ...
u
nazo. Tenía razón: no era un rumor. Lo demás fue furia, ...._, V') ,(.J

atrope11o y resistencia, aún bajo el peso de la sorpresa, dr l:


"'¡..¡
~ CIJ••
considerables sectores estudiantiles. Piedras contra balas. - -o o
La brutalidad policíaca no discriminó. Algunas estudianw, º-º
: e! I,¡.

de COPRODE descubrierón que sus tacos altos y sus gafas dr


178 179
sol no eran distintivos que las identificaran como an1il11,,.I
guistas ante la Fuerza de Choque y tuvieron que privat ~,· ,1
ambos para agilizar la búsqueda de seguridad. En la eva'!i'111
quizás se iban preguntando sobre el paradero de los v¡¡l1,11
democráticos, la libertad de reunión, la libertad de expresi<'>11, 1
inviolabilidad de la dignidad del ciudadano, que tan10 1
habían mencionado. El Estado también había roto sus p111
pías vallas.
Decenas de ciudadanos, ajenos por completo a la Asamhlt-,1
al movimiento estudiantil y a la huelga, fueron apaleados. 111111
madre con su hijo en brazos, que se hallaba comiendo 11.111
quilamente en una cafetería, fue maltratada por la impudi< 1,1 y
la insensibilidad de aquel cuerpo "especializado." Los ga"''
lacrimógenos se apoderaron de las calles y de los comercioh tlr
Río Piedras. Se escuchaban las detonaciones de los M-16. Marn
nazos contra estudiantes. También las ráfagas de las armas dr
reglamento y de las extrareglamentarias. Piedras contra bal,1\
Algún cristiano pensaba en la noble invocación de Eliezt·1 ~
en el Libro de Isaías:

No temas, que yo te he rescatado,


te he llamado por tu nombre. Tú eres mío.
Si pasas por las aguas, yo estoy contigo,
si por los ríos, no te anegarán.
Si andas por el fuego, no te quemarás,
ni la llama prenderá en ti.
Porque yo soy Yahveh tu Dios, ...

/saías 43:1-3 ... las ideas habían de convertirse en badajo de campana de ig lesia,
o en manjar de patíbulo ... (La Fuerza de Choque crea motín en Río
El próximo jueves era feriado; se celebraba el Día de Acción Piedras). Foto: Freddie Toledo, Claridad.
de Gracias. Una terrible ironía. Pero la mayor, la más graw
ironía, aún estaba por verse: ese jueves, durante toda la mañana,
una guagua escolar estuvo aparcada en la misma acera donde
había estado la tarima. Ocupaba más espacio. También violaba
la ley de tránsito y tampoco tenía permiso. Pero la Fuerza de
Choque no se presentó a sacarla.
180 181
Referéndum y cancelación del semestre

Vámonos, vámonos, vámono.,


que ya esta clase se acab,¡,
.,
1o
·-
"' "ó
V

Que no, que no, que no, ]º~


que no me da la ga1111 ...~ V~
que no me voy de aqu( :.e... ·a;>ti!
-

hasta que no se vayan,


Aquella intervención policíaca, que tomó de excusa una .,<:l ...•
-i::s~
infracción a la ley de tránsito, y que sin duda se planificó por la ~v
,_ V
alta oficialidad del Cuartel General, con la anuencia del Gober- -.:i.. ...
es e
nador, contribuyó a fortalecer al movimiento estudiantil. Las .t ~
<:l ~
posiciones del estudiantado se proyectaron con una óptica d<· "'"ó
razonabilidad, mientras las posturas de los administradores i¡l V
¡:, ...
aparecieron impregnadas por una intransigencia enfermiza. ;:i ti!
e
Desde esa fecha, se redujo drásticamente la exigua base de apoyo V) :.a
que podía tener la administración entre los estudiantes. Este .,<:l>- ;;l
~
V
hecho, unido a una represión descarnada que dio lugar a que es e
,.:l.. ;;l
muchos optaran por quedarse en sus casas, facilitó el paro. .: ti!
_, V
El Rector Miró, en una lastimosa manifestación de enaje- -i::s "ó
0 V
nación dirigió una circular a los Decanos, Directores de Es- ,.:l.. bi.i
., ti!
cuelas y Departamentos, el viernes 27 de noviembre, dos días ~ ti!
después del atropello, en la que los conminaba a continuar ~-;::::
ofreciendo sus clases no importa cuán exigua fuera la asis- ·- ...
'O ro
<.,• ...
;:i ~
tencia. -
·.:::V
.,, >
i::
....e
El lunes 30 y el martes lro. de díciembre el paro se desarrolla ·- ;:J
o
sobre la base de la denuncia de la represión policíaca. El miér- ~ ....
ti!

coles empieza la segunda actividad en el marco de las salidas a o<., 'Eti!


<:l ~
corto plazo: un referéndum que contenía los siguientes puntos: -i::s0
:e., -~
J.. La huel ga continúa hasla lanto: <.,
¡:: "ó
V

a. la adminisnación acepte la propuesta de los 89


mediadores.
b. Se apruebe un calendario académico que tome en ~-~
<:l .o
cuenta ún icamente el material dado hasta el 2 de ]a
._ e
sepliembre. <u V
¡:, ~
2. Solicitud de fondos a la Legislatura para revocar o
reducir substancialmente el aumento.
'N

~e-~E
:::::i
QJ ,(U

V
<:l~O
3. Nueva Ley Universitaria. ....¡~u
4. Moratoria.
5. Renuncia del Rector.
182 183

Para los administradores se trataba de un referéndum 1 p:1ro en el referéndum para, de forma imprevista, plantear el
prueba de derrota. , 1•se de la actividad huelgaria por unas condiciones que la
Esta actividad empieza a realizarse bajo el peso de u111 militancia sabía que habían cambiado (la decisión de dar el
pregunta insoslayable para el movimiento estudiantil: des puf, primer pago) pero que la masa aún desconocía.
de ésta, ¿qué otra tarea vamos a realizar? La decisión aprobada en el Comité se ubicaba en la misma
El día en que se inició el referéndum, hubo dos hechos q1111 1 uta de la Asamblea del 21 de septiembre. Se orientaba a las
condicionaron el accionar del estudiantado. Uno fue la sor masas en una dirección y despu és, sin ningún período de expli-
presiva decisión del Tribunal Supremo, ordenándole al Rector cación y discusión, se le presentaba la nece~idad de un viraje.
que permitiera la celebración de una Asamblea General. NI La propuesta de levantar el paro obtuvo una marcada
siquiera se sabía del recurso que habían radicado los profesan•, resis tencia en las bases de los subcomités. El descontento
de Derecho. El otro fue la decisión tomada en la Comisión se dejaba sentir en un sector importante de la Comisión
Coordinadora para que se hiciera el primer pago en el plaw Coordinadora. Es significativo el hecho de que, en una re-
fijado por la administración, que vencía el 3 de diciembre. La unión de la dirección del Comité, realizada momentos antes
decisión obedeció al temor de que se estuviera levantando urna de la Asamblea, a excepción del coordinador de la Facul-
exigencia que no apelara a la masa en caso de que los únicos qur tad de Estudios Generales, todos los demás miembros de
quedaran sin pagar fueran los militantes. El 3 llegó el informr la Comisión entendieron que la propuesta no debía some-
de que aún quedaban 1,300. El Comité reconoció el error terse a discusión.
cometido al aprobar que se hiciera el primer pago. El dilema planteado en ese momento era el siguiente: o
La primera decisión obligó al Comité Contra el Alza a se impulsaba levantar la huelga, o se defendía la continua-
discutir en forma precipitada la realización y el contenido de la ción del paro hasta tanto no se conocieran los resultados
Asamblea. La segunda, redujo la propuesta de los mediadores al del referéndum. La primera opción entrañaba riesgos con-
aspecto represivo. La preocupación sobre el calendario siderables. Existía la posibilidad real de que la misma no
quedaba salvada, toda vez que la Junta Administrativa, en una se aprobara. En tal caso, hubiese sido la segunda ocasión
Certificación de la primera semana de diciembre, había en que una propuesta de última hora, presentada por el li-
acordado que los exámenes se limitarían al material cubierto derato, era rechazada. La consecuencia no podía ser otra
hasta el 2 de septiembre. Sobre la base de estas consideraciones que proyectar una dirección errátil, cuestionada seriamen-
es que la UJS somete su propuesta de levantar el paro, exigir la te por los que decía representar. En la eventualidad de que
entrada y la ayuda para l9s estudiantes que habían quedado fuera aprobada, hubiese reflejado un movimiento estudian-
fuera de la Universidad, nombrar los representantes estudian- til dividido. De ocurrir la aprobación, no iba a ser por abru-
tiles a la Comisión de Estudio aprobada en la Certificación 52, madora mayoría. Esa posibilidad de división arrastraba
eliminar el punto sobre el nuevo calendario en el referéndum, y consigo una consecuencia peor aún: que pilares del Comité
dar un plazo hasta el jueves 10 para ver si la administración y de la masa que se había mantenido en el paro, se desmo-
cumplía con los términos solicitados. Era claro que si no vilizaran y se desmoralizaran. De hecho, los informes re-
cumplía, la huelga podía continuar. cibidos el día de la Asamblea revelaban que muchos mi-
Los resultados de la votación interna plantearon serias dudas litantes no participaron en la actividad de paralización de
sobre la prudencia de que la decisión aprobada fuera defendida clases.
en la Asamblea. La votación manifestó una delicada división en El desarrollo del proceso enfrentó al movimiento estu-
el Comité: 38 a favor, 29 en contra, 12 abstenciones. Los votos diantil ante esta encrucijada: no se p odía impulsar un aná-
abstenidos y los votos en contra fueron en realidad la mayoría. lisis, que se entendía correcto, por no haber tenido el tiem-
Esa división no debía ser motivo de asombro. Era lo menos que po para explicarlo a la masa. La nutrida asistencia a la
podía ocurrir cuando se estaba impulsando la continuación del Asamblea, que sobrepasó los cálculos de muchos, expre-
184
185
saba otra realidad incuestionable: en su composición,
saltaban los sectores más militantes del estudiantado, , 11111 de su superioridad técnica. Estaría frente a las Facul-
cisamente, los mismos que tenían l a mayor renuencia 1 uli·~, en los vestíbulos, en los pasillos, con las instruccio-
vantar el paro. La Asamblea decidió continuarlo. 111·\ obvias de ahogar toda actividad estudiantil. Los agen-
En perspectiva, la propuesta más sensata l a hizo la 1, ~ t'ncu biertos, y los miembros de la Inteligencia policía-
dinadora de Arquitectura, compañera Carmina Sánche6, , ,,. reforzaban la nueva construcción militar. Los miembros
señalar que no debía tomarse ninguna decisión, y sí ti,• la Guardia Universitaria tendrían una sola función: iden-
citar al Tribunal Supremo l a realización de otra Asamb ' ,1 icar, macanear y arrestar militantes.
en un día, hora y lugar más adecuados. Co.n tal sugeren El nuevo modelo buscaba corregir las fallas del anterior
el movimiento estudiantil hubiera ganado el tiempo n y sólo lograba dramatizar una tensión que abofeteaba la
sario para la discusión. 111altrecha normalidad de los administradores. En esa se-
111ana prevalecieron los arrestos, las agresiones y los ga-
~«·s lacrimógenos, los tres factores que, en el pensar ad-
"""""" lllinistrativo, si se sumaban, producían sosiego.
La reducción del número de estudiantes que asistía a la
Universidad fue drástica. Distintos sectores de opinión
se manifestaron en contra de la actitud del Rector: el Car-
El agente encubierto estaba
tico. denal, ministros evangélicos y hasta legisladores del mis-
- ¿Y usted es el profesor? mo partido de gobierno.
-Sí señor. El referéndum se realizaba, y, aunque el despliegue po-
- ¿Cómo se llama? licíaco disminuyó la tendencia en el número de participan-
-Profesor González. tes, no doblegó la voluntad estudiantil. Ocho mil estudian-
-¿Está seguro? tes, poco más o menos la cantidad que estaba asistiendo
- Sí. al Recinto, participaron en la consulta y apoyaron todas
-Y esta mochila, ¿es suya? las posiciones que repudiaban a los jerarcas. Estos, que
-Sí.
habían filosofado sobre la consulta directa, lo más que pu-
Al abrirla aparecieron piedras de di dieron hacer, en certera previsión de su derrota, fue alegar
tintos tamaños y aquello no podía s,
fraude. La inconsistencia seguía siendo su norma.
una clase de geología. El improvi
sado y valiente "pro[esor" termin El domingo 13, el movimiento estudiantil, aceptando
en la perrera. una propuesta de la UJS, sorprendió a la opinión pública
al proponer a Antonio Luis Ferré como mediador. La pro-
La respuesta de la administración hizo desvanecer to- puesta tenía su explicación. Días antes, el dueño de El Nue-
da expectativa. El domingo 6, Miró Montilla rechazó la me- vo Día había publicado un artículo lamentando el deterio-
diación del Cardenal Aponte Manínez y anunció la entra- ro económico, la decadencia moral, los profundos males
da de la Policía al Recinto. Las hordas volvían a la Acade- sociales, la corrupción y el oportunismo de los principa-
mia, esta vez con la experiencia acumulada de su primera les partidos para encarar una crisis que arropaba todos
incursión. Ahora su táctica estaría más depurada. No iban los órdenes de la vida colectiva. La huelga universitaria
a desalojar indiscriminadamente. Sus efectivos, a diferen- -nadie podía objetar- era el mejor reflejo de esa crisis.
cia de la vez anterior, no estarían en un lugar del R ecinto Si él tenía interés por transformar una realidad tan deplo-
para movilizarse hacia donde se estuviera violando la mo- rable, ¿por qué no pedirle que mediara en el conflicto? Si
ratoria. La Fuerza de Choque haría la más brutal ostenta- aceptaba, ¿qué razones podía utilizar la administración en-
tonces para rechazarlo? Si no aceptaba, ¿para qué tantos
187
186
h•" 11 , 1ual y moral de aquel ser que, sin saber cómo, había
lamentos carentes de acción? Antonio Luis, como 1·111 I!• 1,11do a ocupar la Rectoría del principal Recinto. Esa tarde, el
esperarse, rechazó la mediación. Su fundamento 1111· 11,, 1111 fue fiel a su mensaj e navideño de buena voluntad. Los
trañísimo: se podía "afectar la objetividad" de su 111'' 1c 1111w·11tcs estudiantiles que se proponían asistir a una reunión
co. !11 1"11·11ado Académico fueron recibidos por un contingente de
La votación culminó el martes 15 de diciembre. lk~cl,• 1
entrada de la Policía se había acentuado la reducdc'111 11111clias universitarios.
la asistencia de estudiantes al campus. La masividad ,1
apoyo al paro se desplazaba hacia afuera, con los est 11d1,111 ¡,,.,.,,,,luar para avanzar
tes quedándose en sus casas. Adentro estaban, cad,t \
más expuestos, los militantes con mayor grado de co111p1
miso en la lucha contra el aumento. ... a tenor con las facultades que nos
La sola presencia policíaca contribuía a mantener d p,1 confiere el Artículo 13 (A) del Regla-
ro. Por eso, no tenía sentido incrementar la exposició11 11 mento de la U. P. R. Adopto, Decido
los compañeros que iban a hacer valer la decisión dt· lct y Decreto, la expulsión inmediata y
Asamblea. Es con esta óptica que el movimiento estud1o111 definitiva del estudiante Roberto A le-
til decide cancelar el semestre el miércoles 16. Pero, hahlct jandro Rivera...
otra razón cardinal: las salidas de corto plazo no dah,111 Decido además, que al querellado ...
para más. No se podía citar una Asamblea General en t'\f' le estará prohibido, durante el tér-
momento para discutir los resultados del Referéndum, y mino de (5) años a partir de esta fe-
dar otro plazo a la administración, para volver a disc11111 cha entrar a cualquier Recinto de la
su respuesta en otra Asamblea. Ya no había condicio111·, Universidad de Puerto Rico: hacer
para iniciar ese ciclo. uso de cualquier facilidades o áreas
Después del llamado a que no se volviera al Recinto, l,t alguna (sic), de cualquier Recinto
asis tencia continuó reduciéndose. Miró Montilla, como de la Universidad de Puerto Rico.
reacción natural, proclamó la normalidad. El juez Pett•t
Ortiz, en la misma fecha, declaró sin lugar el interdicto pc1 - (Del documento de expulsión
manente solicitado por el Rector. de por vida de Roberto A le-
jandro Rivera. Conclusiones
• •• del Examinador nombrado
por el Rector).
¡Miró Montilla
Rector de patotilla! En el receso navideño entraron a la función de mediación
cuatro estudiantes de Derecho: Juan Santiago, Armando
El martes 22, la radio anunciaba un mensaje de Navidad De León, Rafael Martínez y Fernando Betancourt Asencio.
enviado por el Rector. A renglón seguido, daban curso a una Sus gestiones, al igual que las de los mediadores Pabón y
resolución de los profesores de la Facultad de Pedagogía, que lo Picó se caracterizaron por la integridad, la honestidad y la
declaraba inepto para ejercer las funciones de administrador. paciencia. Las condiciones del movimiento estudiantil para
Era parte de una avalancha, iniciada por la Facultad de
levantar el paro eran las siguientes:
Derecho, de expresiones del profesorado que le retiraban la
confianza, lo declaraban mediocre, incapaz e incompetente y l. Que se otorgue un plazo adicional y se le permita
todos los adjetivos imaginables para describir la insuficiencia
188 189

acogerse a la prórroga a todos los estudiantes que fuerzas.


no han_ pagado.
2. Detectar a los militantes del movimiento estudiantil
2. 'Que se Je dé ayuda económica para el primer pago a para desarrollar arrestos y agresiones selectivas y no
todos aquellos estudiantes que no han pagado y indiscriminadas.
que cumplan con los criterios de necesidad eco-
nómica establecidos por la Universidad. A tales 3. Lograr que la represión selectiva circunscriba el
efectos se revisarán los criterios que definen el conflicto a una lucha entre las fuerzas represivas y los
perfil socio-económico de los solicitantes, tal como miembros del Comité. No es casualidad que la inmensa
establece la certificación del C.E.S. Núm. 52 de mayoría de los estudiantes arrestados sean destacados
1981 ... militantes en la lucha contra el aumento.
3. Que salga la Policía del Recinto. 4. Acostumbrar a la comunidad universitaria a la presen-
cia policíaca; es decir, que los miembros de la Fuerza de
Irizarry favoreció las condiciones; pero, después de la Choque se vean como parte del clima académico.
obligada consulta a la Fortaleza, renegó de sus palabra!I,
Las clases se reanudaron el 12 de enero, sin ningún Es un hecho que la agitación en las facultades está recayendo
acuerdo, y con el Recinto ocupado por la Policía. En diciem- sobre una nueva categoría que podría denominarse los
bre, existía una incógnita: ¿cuál será, en enero, la actitud militantes-militantes. La actitud de la masa, y, aún de sectores
de los estudiantes que optaron por quedarse en sus casa~ de la periferia, es de cautela, no de envolvimien to. A pesar de
después del 25 de noviembre? La duda se resolvió en contra todo, se sigue demostrando receptividad. La mejor muestra es la
del movimiento estudiantil. El apoyo a las posiciones del masividad lograda por la última Asamblea. También se ha
Comité subsistía, pero había mermado la disposición para podido constatar que muchos de los estudiantes que asisten a
traducir el apoyo en acciones. El 13 de enero se realizó clases apoyan la huelga. Las siguientes razones, tomadas por sí
una Asamblea General que llenó a capacidad el Teatro y solas, o entrelazadas de diversas maneras, sirven para explicar
que ratificó los puntos que mantenían el conflicto. También esa actitud:
fue aprobada la Certificación 52, con excepción de su cláu-
sula represiva. Se marchó hasta el CES para entregarle la l. La creencia de que la administración universitaria no
Resolución de la Asamblea. Al otro día se recibía la Certi-
va a ceder.
ficación rechazando las condiciones sometidas. La asisten-
cia a clases había aumentado, la actividad estudiantil seguía 2. Un sentido de impotencia ante la ocupación policíaca.
limitada. El sábado y el domingo el movimiento estudiantil 3. L a presión académica, junto al deseo de aprobar unos
inició la evaluación de los aspectos de la nueva coyuntura cursos.
que se plantean a continuación.
El paro no se está realizando. Ha aumentado significativa- 4. La convicción de que el paro debe ser por la revocación
mente el número de clases reuni_µas y el número de estudiantes o reducción sustancial del aumento, y no por las
que asiste a las mismas. La garantía fundamental para el desa- actuales exigencias.
rrollo de la huelga es la presión de la masividad. Con el modelo
de ocupación policíaca por facultades, esa masividad no ha Otro hecho es que la administración no desea aceptar los
podido manifestarse. Esa ocupación, a su vez, persigue cuatro reclamos para la terminación del paro. Para ellos, el conflicto
objetivos: tiene un carácter ideológico, y los estudiantes que aún están
fuera son los militantes. Permitirles la entrada, y garantizarles
l. Inmovilizar a los estudiantes mediante el despliegue d~ la permanencia con ayuda económica, sería dar una victoria al
190
191
movimiento estudiantil. Mellado, en reuniones con los rnrd 1 1111 l:1 estar minando su propia base organizativa.
dores estudiantiles, ha sido muy claro al indicar que el s(•111r 1,1 \:de la Policía, ¿podrá mantenerse el paro? Tal eventua-
acaba "aunque académicamente sea una catástrofe." lid ul t'xigiría el análisis más riguroso sobre la nueva situación,
Ni los profesores ni los trabajadores han podido articul111 I' 11" ver si el movimiento estudiantil es capaz de transformar la
indignación ante la presencia policíaca para convertir l,1 11, ,·p1 ividad en la masividad necesaria para garantizar el paro.
oposición. Tampoco se han logrado activar los SC'< 10 , 1w1(¡¡ correcto volver a una réplica de la semana aquella de las
externos de apoyo al movimiento estudiantil.
11111 icadas? Esa alternativa, sin duda, podría debilitar el apoyo
Todo este cuadro obliga a plantearse, y dilucidar, varias in ¡ 11 ~<·cwres del estudiantado y entre los profesores. La admi-
rrogantes.
,11 ~tración volvería a levantar su consabida alegación de que la
La agitación en las Facultades -la organización l'olicía es necesaria.
micromítines contra la ocupación, el ir por los salones a H'JI No hay por qué desatender un hecho. Si la huelga enfrenta un
<liar la intransigencia y a recabar apoyo para la huel¡.¡11 11!-~gaste interno, si como método de lucha se ha agotado, la
¿garantiza el paro? La realidad ha comprobado que esas tmr, ~.11 ida de la Policía no significará la superación automática de
sólo logran la participación del sector más activo de la milirnne 1·~a realidad.
cia. Cada vez que se corean consignas -y los estudian! Es correcto, como piensan algunos, que levantar la huelga
conocen que la Fuerza de Choque no puede tolerar siquiera t'1 p11cde desmoralizar. Pero no es menos cierto que, continuarla
forma de expresión- los vestíbulos se vacían para dramatizartl ~¡ 11 poderla sostener, lleva al mismo resultado. Y hay un peligro
heroísmo de los que se quedan, los militantes-militantes. La 111ayor. El Comité podría estar minando su propia base orga-
conclusión se desliza con suavidad: en el mejor de los casos, la
nizativa.
agitación puede paralizar las clases, mientras dure la tensión
Esa labor apareja el riesgo ineludible de convertirse en rutina y •••
perder entonces toda efectividad.
¿Pueden realizarse actividades de masas, tales como marcha1 Con este marco analítico el plenario del Comité, en su
y piquetes, que desafíen la "normalidad" de la administración, reunión del lunes 18 de enero, acordó proponer a una Asamblea
La actividad de masas supone que los participantes se encuen, el levantamiento del paro. El martes hubo Asambleas por
tren en uno o varios sitios; al ir agrupando a militantes cono, Facultad para explicar la posición y las pers.r;>ectivas de conti-
cidos, aunque llegasen por filtración, los planes podrían nuidad. Era la democracia del estudiantado contrastando con el
detectarse con facilidad, y la actividad intervenida antes dti estilo monárquico de los concej ales. El miércoles 20, el movi-
comenzar. Pero aún más: si la masa no participa cuando se miento estudiantil realizaba su séptima Asamblea General
lanzan consignas, menos va a participar en una marcha. El dentro del Recinto.
conflicto seguiría sujeto a un encuentro entre la vanguardia del La discusión lograda fue la más rica de todas las experiencias
movimiento estudiantil, el Comité, y la vanguardia militar del de debates colectivos. El Teatro, que a principio tenía áreas
Estado, la Fuerza de Choque. Lucha entre vanguardias, ma- vacías, se fue llenando paulatinamente. Siete turnos a favor,
sas expectadoras: esa es la fórmula más rápida para la de- siete turnos en contra; dos de ellos se presentaron por escrito
rrota de cualquier movimiento social.
como aportaciones legítimas al confrontamiento de posiciones.
Llegamos, entonces, a una pregunta esencial: ¿qué objetivo El movimiento estudiantil había logrado un millón de dólares
se persigue cuando los militantes son los únicos que participan en subsidios para los estudiantes subgraduados del sistema
en actividades que acarrean la represión? En cualquier intento universitario, medio millón para los estudiantes de nivel
de respuesta hay que asentarse en un axioma: mientras no se graduado, participación en una Comisión con representantes
logre articular la integración de las masas, la paralización de las del R ector, el CES y el Senado Académico, para discutir
clases quedará incumplida. Y hay un peligro mayor. El Comité aspectos relacionados con el aumento y otros asuntos qu~ se
193
192
entendieran necesarios. La amenaza de los jerarcas, en d \1 11
1
Jl 1·~¡11H'sta : Cualquiera que haya leído la Biblia sabe que
1 íhln drj ó las 99 ovejas y se fue a buscar la oveja perdida.
de que quedarían fuera t0dos los que no hubiesen pagado 1
el 4 de septiembre, tuvieron que engullirla y deglutirla <'11 \' l~ jd,11,~os a granel). Y este estudiantado no puede volver a
ocasiones. Los administradores habían gastado sumas n11 lh 1l 1,,·~ rnientras haya un solo estudiante fuera .
1 11111 rarrespuesta: Lo que el compañero debe recordar es que
rias en honorarios de abogados, en verjas, en anuncios d1· tit,
( 11 ~111 dejó las 99 ovejas, pero las dejó bien seguras, no las dejó
prensa y televisión, en su fracasado intento de dobl,·14111
confundir a los estudiantes, y en buscar un apoyo que 1111
H11,111·1<'. De eso es de lo que se trata al levantar el paro: de
obtuvieron. Admitieron a la prensa haber gastado 111 n, 1111rar la permanencia de los que están dentro y garantizar la
millón de dólares en toda su campaña antihuelgaria. ,111 111111idad de esta lucha. (Los aplausos fueron mayores).
< :nusumidos los turnos, se realizó la votación. Menos de cien
admisión sólo sirve para confirmar la sospecha de ((111'
cantidad desembolsada tuvo que ser mayor. El estudian1ail11 , ,111<li antes apoyaron la continuidad del paro. El análisis del
1 11111i1 é prevalecía. El movimiento estudiantil preservaba su
avanzada tenía a su favor unas bases organizativas para WIII
nuar la lucha por el SindicatO, la nueva ley, la matrícula iljl. 1t111dad, e iniciaba otra etapa en su desarrollo.
l•.u el discurso del Presidente del Consejo General, al tratar de
tada. También había logrado una proyección y unas simpall 11 1 oger el sentir del Comité, la máxima estructura organizativa
entre amplios sectores del pueblo, que no comulgaban con 1

idea de una Universidad para los privilegiados. En camhl ilt'I estudiantado, se indicó:
todo el proceso huelgario había hecho aflorar el desprestigio
... Lo cierto es que cuando en un conflicto social un
unos administradores sumisos a los dictados de su pa11ic instrumento no es adecuado hay que reevaluarlo. Se
político.
trata de reevaluar para avanzar.
El punto más difícil -y así lo reconocía el movimic-111
estudiantil- era que aún quedaban estudiantes fuera de· 1 El movimiento estudiantil plantea una tregua en
Universidad. Se hablaba de 1,300; según datos de la mi~111 relación con la huelga. Eso no quiere decir que la lucha
contra el aumento va a acabar. Lo único que significa
administración, los estudiantes regulares en esa cifra, 111 es que nuestras perspectivas van a ser distintas y nues-
cendían a poco más de 400. En torno a los restantes, exis1f1 tros medios de presión van a ser distintos.
la preocupación de que muchos se hubiesen dado de baja
desde el principio del conflict0. La administración se equl No podemos renunciar a nuestra lucha mientras exista
vocaba al pensar que los estudiantes que buscaba excluir el aumento, mientras existan las estructuras antidemo-
eran miembros del Comité. A decir verdad, la \l}ayoría de lo, cráticas que permiten que políticos inescrupulosos se
militantes, después de la debida discusión del plenario <·n adueñen de la Universidad y permiten que la
mediocridad sustituya la excelencia académica .
diciembre, había asegurado su entrada, acogiéndose a la
prórroga. . . . La agenda de trabajo quizás no incluya parar las
Las cantidades no importaban; 1,300 ó 400, amba, ~es, pero incluye la discusión, incluye la moviliza-
demostraban que había estudiantes impedidos de matriculam ción, incluye los fundamentos para la continuidad de
por el aumento. Al enfrentar la situación de esos compañeros, el esta lucha.
sector religioso, a través de la Juventud de Acción Católica, No puede haber, ni espacio, ni tiempo, para la desmo-
atizó lo que pasó a ser el debate teológico de la Asamblea. ralización. Eso es prerrogativa de los administradores.
JAC: Como cristianos estamos obligados a reconocer la El estudiantado tiene que asentarse en los logros obte-
existencia de la oveja que no está en el redil. Pero también nidos, tiene que reafirmar su esperanza, tiene que rea-
tenemos que velar porque las noventinueve que están dentro, firmar su convicción de victoria. Vamos a rearticular
puedan permanecer. Por eso es que apoyamos la terminación nuestras fuerzas, porque nos esperan forcejeos mayores,
del paro. que pueden ser los definitivos.
194 195
Y en ese objetivo de proclamar ante la comunidad uni- 11. CON ALGO DE DISTANCIA
versitaria, y ante nuestro pueblo, esta fe irreductible en
la victoria, hacemos nuestro a modo de consigna unos
versos que todos conocemos:

No lo van a impedir
los generales;
¡J'or qué en la Universidad?
ni apelables procesos judiciales;
ni penas; ni cometas; ni homicidas
El movimiento estudiantil ha protagonizado una intensa
no lo van a impedir
r•x periencia de movilización, de combatividad y de desarrollo
1•11 su conciencia política. El aprendizaje de masas ha trascen-
las soledades,
a pesar del otoño, dido el marco de un problema económico para plantear la nece-
creceremos. ~idad de una reforma universitaria, y para cuestionar la auste-
1idad y la represión, enarboladas por el gobierno como mode-
Después de la Asamblea, y ante los atribulados ojos de ha lo invariable ante los problemas sociales.
Fuerza de Choque, el movimiento estudiantil sentaba una La izquierda revolucionaria, de pronto, ha centrado su aten-
nueva pauta, realizando una marcha combativa en un Recinto , ión en la lucha estudiantil y ha buscado extraer lecciones que
ocupado. La prostituída moratoria del Rector volvía .a ser pu edan extenderse al plano nacional. El presente debate en el
violada. Partido Socialista Puertorriqueño (PSP) sobre el carácter par-
' idario y las tareas en la lucha por el socialismo, utiliza como
*** punto de referencia el forcejeo desplegado en la Universidad.
¿Como es posible que se haya desarrollado un movimiento de
1,d magnitud en un sitio donde apenas un año atrás la activi-
dad más militante era la repartición de boletines? ¿Acaso no
1•ra cierto que desde la primera mitad de la década del 70 se ha-
bla iniciado el desplazamiento de la Universidad hacia las ma-
ni(estaciones obreras en sus centros de trabajo? Ese desplaza-
1lliento, ¿no era irreversible?
T ales interrogantes destacan por las respuestas aún no di-
r has. Otras preguntas pueden surgir y esperar contestación.
El intento de abordarlas se constituye en tarea de primer orden.

Intento retrospectivo y condiciones materiales

La huelga de trabajadores en el 76, apoyada por el movimien-


10 estudiantil, se inscribía en un ciclo de debilidad para la lu-
cha social desarrollada en la Universidad. En la década del 60,
el estudiantado consciente había tenido su propia bandera de
lucha. La lucha contra el ROTC, el repudio a la guerra de Viet-
nam y al Servicio Militar Obligatorio eran reivindicaciones
196 197

defendidas y dif un didas de año en año. No ocurría así t•n , 111 a ra bases de continuidad. La escasez de recursos se tradu-
huelgas de trabajadores y estudiantes en el 73 y el 76. En ami. ' 111 t·n la poca incidencia sobre los sectores alertas del estudian-
la movilización de los segundos se insertaba en un contexu, ' tdo. Era un círculo: la poca incidencia perpetuaba la escasez
lucha iniciado por los primeros. il,· recursos.
En el 73, el estudiantado de avanzada tuvo el mérito indi~r ¿i\ qué viene todo esto? A una premisa que no puede estar en
ti ble de aprovechar el descabezamiento de los administrador ilt\puta. Toda lucha social tiene un contexto material. La ex-
anticipo de la toma de la institución por el PPD, para apoy 1,losión de masividad y combatividad del movimiento estudian-
a los trabajadores, al mismo tiempo que levantaba sus propl ' 11 , iene que explicarse desde la realidad que lo circundaba y
exigencias. En el 76 se impulsó una Asamblea General dt• ti 11• determinaba las fronteras de su práctica.
tudiantes para demostrar solidaridad con la huelga dr 11 La expansión de la lucha social en la década del 60 tenía co-
HEEND. Al momento de elaborar la Resolución, había qut 111 0 centro las movilizaciones del estudiantado. En los años 70
incluir demandas estudiantiles que siempre estaban accesibl f'I centro se desplazaba hacia la militancia obrera. En la Uni-
la participación estudiantil, un nuevo reglamento de estudi11Qt \lt'tsidad, las consignas habían sido básicamente antiimperia-
tes. 11'tas. En la fábrica, la urgencia reivindicativa -mejores sala-
La UJS presentó esa Resolución proponiendo un paro de 11os, mejores condiciones de trabajo- orientaban el accionar
cinco días. La asamblea fue martes, el miércoles comentaba ti!' los trabajadores. La onda expansiva que prefigura una dé-
el paro, en la tarde de ese día cerraban la Universidad. 1 ,,da de intensa lucha social vuelve a manifestarse en la activi-
La verdad es que el movimiento estudiantil participaba di dad de los estudiantes. El desplazamiento volvió a su antiguo
la costumbre de apoyar las reivindicaciones del sector trabaja , t'ntro. ¿Por qué?
dor y, entonces, movilizarse insistiendo también en las suy111, En el orden capitalista colonial la educación superior se ha
En el 77, la tendencia del reflujo volvió a manifestarse. La visualizado como un escape transitorio al desempleo. Es una
onda que lo radiografiaba había tenido un sesgo impresionan 1dternativa que busca atenuar la incapacidad del aparato pro-
te -la huelga del año anterior, la ocupación policíaca- pero ductivo para absorber la mano de obra que termina, o se ve obli-
ahora insistía en reflejar el movimiento que describe a toda fl,ada a abandonar la escuela pública.
calma aparente. Durante los últimos años, en Puerto Rico han salido de la
El 78 continuó la aridez en las movilizaciones. Hubo una t·scuela superior sobre 25,000 j óvenes. En estos momentos se
sola actividad caracterizada por su masividad y militancia: un gradúan alrededor de 40,000. Según el Informe de la Comisión
piquete de estudiantes y trabajadores protestando el derroche de Reforma Educativa, en el 77 había 80,000 niños entre las eda-
de fondos en lo que se llamó la coronación de Almodóvar, su des de 6 a 12 años fuera de la escuela, en el nivel intermedio ha-
toma de posesión de la Presidencia. bía 28,000 y en el nivel superior 84,000: de 190,000 a 200,000
En el 79 el Movimiento Universitario Pro Estadidad (MUPE) personas que debían estar en la escuela y no lo estaban . En el
hace sus primeras incursiones. La FUPI las visualizó como mismo informe se indicaba que de cada cien estudiantes que
parte de la ofensiva anexionista. Durante las elecciones de loa se matriculan en primer grado, sólo treinticinco llegan al cuar-
consejos en el semestre de agosto a diciembre del 79, la FUPI LO año.
promovió el debate con el sector estadista. En este año tambi~n Es muy probable que ese cuadro haya empeorado al presente.
se logró dar una impresionante actividad de masas, no por la En ese terreno se entiende la pobre capacidad de la institución
capacidad del movimiento estudiantil, sino por la presencia universitaria al aplazar la entrada a las filas del desempleo.
en la Universidad de los recién liberados héroes nacionalistas, Antes de ella, ya la escuela ha visto a miles de estudiantes aban-
En todos estos tres años la UJS se caracterizó por su debili· donar prematuramente sus aulas y entrar a las mismas filas.
dad organizativa. Se habían graduado varios de sus pilares, no Pero eso no niega que tal función sea cumplida.
se había logrado desarrollar una política de reclutamiento que Las contradicciones van enredando al régimen capitalista.
198
La institución universitaria se masifica como solución de corti rnás precisión: durante las campañas en que los popula
plazo a la explosión social de la cesantía. En la década del 7 o la juventud del PNP han participado. Los Consejos de Es-
ese proyecto de masificación es apuntalado con los desembols 1udiantes son estructuras burocráticas. Pero cualquier in-
federales, particularmente la beca BEOG. El resultado de es, 1ento de control por la derecha crea polarización, y movi-
política es agrupar en la universidad pública a una població liza a los sectores progresistas, para abortar el propósito
de más de 50,000 estudiantes, el 70 por ciento de ellos <lepen de que esos organismos sean regidos por una orientación
diendo de ayudas económicas para subsistir en sus estudio reaccionaria.
Es decir, se resuelve el desempleo temporeramente al costo di De nuevo el contraste: el nivel de sindicalización de los
tener una masa dependiente de ayudas federales, que la insti trabajadores es de apenas un 11 por ciento. En la inmensa
tución no controla, y que crean condiciones de extrema pr mayoría de las fábricas no hay tradición ni de uniones, ni
cariedad en el campo educativo. El aplazamiento se conviert1 de debate y mucho menos, de trabajo político.
en un terreno minado. El Recinto de Río Piedras ha sido el principal escenario
Así que, en rigor, el retorno a la Universidad como puntal d para la actividad de distintas organizaciones políticas, al-
lucha ha sido un reflejo de la lucha reivindicativa reiterada e gunas ya desaparecidas, otras por desaparecer. Esta es la
los talleres de producción; no ha ocurrido un desplazamient variable determinante. En el centro docente más importan-
hacia consignas antiimperialistas, como fue la tradición d te se ha logrado una tradición ininterrumpida de trabajo
los años 60. La movilización se ha dado a partir de un aument, político. En momentos de flujo y de reflujo ha habido or-
de matrícula que agudizaba una precariedad económica ya exis ganizaciones políticas. En las etapas de desmovilización,
tente. La pregunta, a pesar de todo, subyace, ¿por qué en l las organizaciones han mantenido una labor sistemática
Universidad? de denuncia. Con desviaciones. Cierto. Con serias limita-
Con la masificación se logró concentrar miles de estu-1 ciones. También. Pero el hecho escueto es que año tras año
diantes en los Recintos y Colegios universitarios. Era una! se ha insistido en la politización del estudiantado.
masa. con la expectativa de permanecer, cuando menos, Las tareas realizadas, quizás imperceptibles en una eta-
cuatro años en la institución. Eso daba, y sigue dando, un pa, van abonando hacia el desarrollo de la conciencia po-
margen de estabilidad para que el trabajo político pueda lítica. Las masas van identificando grupos, van atisbando
enraizar en determinados sectores de la población estu- diferencia'!, van reconociendo capacidad de dirección.
diantil. En contraste, no hay ninguna fábrica que posea una El trabajo callado de un año puede tener un eco ensorde-
nómina de 23,000 o de 8,000 personas (matrícula de Río cedor en el otro. Esto explica por qué la UJS, caracteriza-
Piedras y Mayagüez, respectivamente), y las empresas que da por su debilidad un año antes, aporta y juega un desta-
cierran atentan contra la estabilidad y la continuidad en cado papel en la dirección del proceso huelgario. La dife-
la lucha de los obreros lanzados a la calle. Las experiencias rencia estuvo en que, desde el 79, insistió en teorizar so-
acumuladas de lucha, si a lguna, se disgregan. El trabajo bre el movimiento estudiantil, en el 80 regulariza su propa-
político que se estuviera realizando no logra echar raíces: ganda, sistematiza el reclutamiento selectivo, planifica alle-
En las universidades, particularmente en el Recinto de garse, m ediante la discusión, a los sectores más avanzados
Río Piedras, hay un nivel mínimo de organizaciones que del estudiantado y se lanza a realizar actividades de mili-
teóricamente son amplias. La existencia de asociaciones tancia y de presión, como el apoyo a la huelga de los ofi-
departamentales, de consejos de Facultad y de un Consejo ciales de beca (septiembre a octubre del 80) y la toma del
General de Estudiantes siempre ha abierto un espacio para Decanato de Estudiantes (octubre del 80), como medida
la difusión de reivindicaciones y para el debate político. de repudio a la mediocridad.
Como norma, ambas tareas se han realizado durante las La organización se visualizaba como palanca en el senti-
campañas eleccionarias de los consejos estudi~ntiles. Con do leninista: tenía vínculos con los sectores alertas y po-
200 201
día garanLizar, en el momento adecuado, su movilización. C:un ll11 No sólo tomó la ofensiva; en su concepción organizati-
esos sectores y a iniciaLiva de la UJS, fue que se creó el C:01111 . 1, t·n su composición y en el compromiso de sus miem-
Lé Contra el Alza U ni forme en Matrículas y Pro Nueva Ley 11111 1110~, superaba a los Consejos de Estudiantes. Ese ha sido
versitaria el 14 de febrero de 1981. 11 otro rasgo.
1'.11 el verano, el Comité se redujo a menos de diez perso-
Eslabón más débil y condiciones subjetivas 11.1,, pero el trabajo de denuncia continuó. En la gradua-
111n1, se desplegaron pancartas contrarias al aumento y,
La concentración de miles de estudiantes en un cc111111 , 11 su discurso, la Presidente del CGE repudió la crisis edu-
educativo, la precariedad económica de la mayoría de ello,, ' ,11 iva. La UJS, por su parte, recopiló información, la ana-
el nivel mínimo de estructuras amplias, la existencia dt• or l1d, y pudo desplegar esfuerzos para refutar los números
ganizaciones políticas con una tradición de denuncias: .... dd Presidente Almodóvar. La denuncia se articuló con efi-
es el sustrato objetivo que obliga a definir al Recinto de Rlo , ll'ncia en dos niveles: entre los estudiantes y ante la opi-
Piedras como el eslabón más débil en el sistema universi11 11 i()n pública. Los jerarcas no pudieron presentar al lidera-
rio público. Falta agregar dos condiciones que explican 10 estudiantil como opositores sin fundamentos; la oposi-
la fuerza del movimiento: el carácter del problema -el a11 , u'm al aumento se dio con números que ellos no lograron
mento de maLrículas- cuya repercusión inmediata 1·111 11-futar. Su prédica de que sólo una minoría rechazaba el
agravar la condición económica del esLudiantado y la prr nuevo costo nunca pudo calar, y la argumentación de que
via creación de un frente que aglutinaba a diversas corri<·n \t' trataba de comunistas, testimoniaba el nivel de su de-
tes políticas, religiosas y a un con siderable número de 110 ,1·speración.
afiliados. La insistente utilización de los medios de comunicación
El ComiLé Contra el Alza inició una labor encaminada 11 ,acó el problema del au mento fuera de la UPR y lo empalmó
desenmascarar las justificaciones de la administración 1on los aumentos de luz, agua, transportación, es decir,
para el aumento de matrícula. En noviembre del 80 los j(· lo ubicó como parte de un modelo de austeridad impulsado
rareas habían obLenido un substancial aumento de sueldo~. por el gobierno. Los hijos de los trabajadores y aún los de
En enero del 81 se había dado a la publicidad un inforrnr las llamadas capas medias, se enfrentaban a la cruda pers-
de la Middle States estableciendo serias irregu laridad<·, pectiva de no acabar, o ni siquiera poder empezar, una ca-
en el Recinto de Río Piedras. rrera universitaria. Con esta óptica, se pudo difundir la idea
En este contexto de arbitrariedad -el aumento de suel- indiscutible de que el costo aprobado buscaba transformar
dos- y de crisis, que trascendía el planteamiento estudian- la institución educativa en un centro elitista.
til para ser expresado por una institución norteamericana, Al comenzar el proceso de matrícula, el Comité Contra el
es que surge el Comité Contra el Alza. Alza caracterizó su práctica con otro rasgo. Se demostró
El Comité enarboló la matrícula ajustada a los ingreso.~ una confianza en las masas y en su capacidad de lucha .
como alternativa al aumento uniforme, organizó una ma- Para el 4 de agosto de 1981, día en que se iniciaba la matrí-
siva movilización, Día de Protesta Universitaria, el 9 de abril cula, el Comité llamó a la realización de una Asamblea Ge-
y llevó a cabo, jun to al CGE, un referéndum en que partici- neral en el lugar donde se suponía que se efectuara el pago.
paron sobre siete mil estudiantes. De esta manera, con su La administración, a última hora, cambió el procedimiento
trabajo, el Comité rompía la tradición defensiva del movi- y estableció el pago por correo. La Asamblea se mantuvo.
miento estudiantil entronizada desde la primera mitad de Desde el 76 no se había celebrado ninguna. Muchos estu-
la década del 70. La organización no se creó cuando el a u- diantes hasta desconocían su función. Pero se mantuvo.
mento era un hecho consumado; nació desde que estaba La Asamblea no se realizó ese día; fue substituída por un
en la etapa del rumor. H e ahí el primer rasgo de su desarro- piquete masivo que anticipaba la intensa actividad del se-
202
203
mestre. Lo importante era que la agitación y la movilizadc'in 1 <'SO, no un elixir que la realidad nos atraganta y cuyo efecto
se creaban y se iban extendiendo. 1·~ esfumar las diferencias políticas.
La UJS realizó un mítin de inicio de clases el 26 de agosro, Con la FUPI hubo serias diferencias antes y en los inicios
Asistieron alrededor de 200 personas. La Asamblea que •• del proceso huelgario. Un ejemplo: en la primera reunión
iba a realizar al oto día, jueves 27, se mantuvo. Fueron llO C'itada a iniciativa de la UJS para constituir el Comité Contra
bre cuatro mil. el Alza, la FUPI no fue invitada. ¿Sectarismo? La respuesta
Una semana después, el martes primero de septiembrr, es más complej a. Había la creencia, fundada en el conoci-
el Comité efectuó una marcha combativa, en cuyo acto dt' miento de la práctica de que como la FUPI no podía contro-
cierre frente al Teatro había cerca de ciento cincuenta <'I lar el nuevo organismo, no tendría interés en insertarse en
tudiantes. La Asamblea planificada para el otro día, mil·r los trabajos necesarios para su desarrollo. La apreciación
coles 2, se mantuvo; fueron sobre cinco mil estudiantes. no resultó correcta del todo. La FUPI sí demostró interés
La concepción leninista se confirmaba: los sectores qut' en participar en el Comité. Pero en los momentos de deba-
primero se movilizan son los más conscientes. Con cada acti• tes candentes, en reuniones en que se dilucidarían diferen-
vidad militante, con cada marcha, el círculo que recogía ese cias abismales entre ellos y otros sectores del Comité, in-
nivel de conciencia alerta se iba ensanchando. currió en dos estilos que se traduj eron en serios errores po-
Ofensiva, estructura superior, capacidad política de la1 líticos. Primero: movilizaba a la mayoría de sus miembros
organizaciones, denuncia que trascendía los muros univer• a dichas reuniones. Segundo: insistía en lograr un consen-
sitarios, confianza en la capacidad de las masas. Estos son so, a sabiendas de que las posiciones a ser dilucidadas eran
los rasgos que conforman el sustrato subjetivo y que apor• irreconciliables.
tan a la comprensión de la masividad y firmeza desplegadas Los compañeros tenían un p erfecto derecho a movilizar
por el movimiento estudiantil. su membresía. Es un planteamiento teórico, correcto en
el vacío, precisamente en el lugar donde no opera ningu-
Unidad como proceso na organización política. Al confron tarlo con la realidad
empiezan las precisiones. Cuando la FUPI movilizaba sus
En el mes de octubre de 1980, la UJS dirigió la Toma del miembros a una reunión crucial - y el problema era que la
Decanato de Estudiantes en protesta por el caos imperante movilización coincidía, la mayoría de las veces, con esa
en el Programa de Asistencia Económica y en apoyo a la -reunión crucial donde se tendría que tomar alguna deter-
huelga que se realizaba en ese momento por los oficiales minación de importancia- creaba la impresión, correcta o
de beca. La FUPI criticó la actividad, la describió como ais- no, fundada o no, de que buscaba obtener mayoría para sus
lada. La mayoría de los estudiantes, en su concepción, no posiciones al momento de votar. La organización, segura-
estaba enterada de lo que ocurría en aquella dependencia mente sin querer, abonaba con ese estilo a la creencia pre-
administrativa, y la T oma no tenía ninguna justificación. ·valeciente en sectores substanciales del Comité de que ha-
Tal postura dio pie a un candente debate entre ambas or- bía interés en el control. Cuando se insistía en un consen-
ganizaciones en el que las diferencias ideológicas se en- so, claramente imposible, se daba la impresión de que, al
trelazaban con la animosidad y el lenguaje más crudo. Di- no contar con la fuerza para ganar, se querían hacer valer
cho lenguaje, en el contexto actual, resultaría a todas luces las posiciones a como diera lugar.
contraproducente. En aquel momento era rutina. Si trae- Diferencias hubo sobre la dirección del Comité, sobre el
mos este ejemplo es para recalcar la existencia de concep- carácter del boicot, sobre la extensión del primer paro (es-
ciones políticas divergentes que motivaban serios debates ta última ·de trascendencia mucho menor que las éios pri-
ideológicos apenas un año antes de la huelga. Pero es para meras). Tan avanzado como en octubre se manifestaron
algo más: también para. recalcar que la unidad es un pro- profundas divergencias sobre la composición de la Comi-
204 205
sión Negociadora del Comité Contra el Alza. Tan cerca 111 f luelga y negociaciones
mo en abril hubo diferencias en torno a la concepción d11
la Junta Editora del periódico del Comité, Avanzada, e111111 Abordar la huelga nos enfrenta a dos grandes temas que
ellos y nosotros. merecen reflexión. Hacemos referencia a las negociacio-
Lo importante, lo aleccionador del proceso es que los co111 nes. En un nivel más profundo, nos referimos a la huelga
pañeros, sin duda alguna, reflexionaron sobre estilos inadr misma como instrumento de lucha de los estudiantes, en
cuados de trabajo, depuraron, desde nuestro punto de vi~1a, un contexto de crisi~ económica y política.
muchas actuaciones desacertadas; se reafirmaron en todas la, En la primera Asamblea estudiantil se exigió del CES la
concepciones que entendían correctas, independientemC'111r revocación del aumento y la implantación de una matrícula
de que el Comité las aceptara o no. Dicho de otro modo: co111 ajustada. La segunda Asamblea, en que se aprueba el paro
gieron aspectos de su práctica y defendieron su independenc 111 definido de cinco días, mantiene esas exigencias. En el pri-
organizativa. Eso es correcto. Ningún frente, ni táctico ni <'\ mer cierre, del 4 al 13 de septiembre, dio comienzo una ron-
tratégico, puede pretender que las organizaciones que lo co111 da de negociaciones con el CES, en que el Rector sirvió de
ponen se disuelvan en su seno sin definir criterios. El traba111 mediador. El Comité sometió una agenda de discusión. El
conjunto le permitió a la UJS superar las reservas inicialr• diferendo con la alta jerarquía universitaria se centró en
respecto a la FUPI. Y ambas organizaciones -es nuestra ap11 un solo asunto: en la convocatoria de una sesión especial
ciación- pudieron ir desembarazándose de la desconfia11111 de la Legislatura para estudiar distintas formas de allegar
mutua que durante años les acompañó. recursos a la Universidad pública. Es en ese momento cuan-
Hemos dicho que hubo diferencias en el seno del Cornil~ do se agrega la reducción substancial del aumento como
Pero eso no describe ni su fuerza ni su repercusión. Hablu demanda intermedia. Este fue el primer desplazamiento, en
mos de largas horas de intensas discusiones, de acalorado, relación con las demandas iniciales. Ya en esta etapa se de-
debates, muchas veces dominados por la subjetividad, don mostró el control político partidista. La oposición del CES
de ocasionalmente hasta el encuentro físico saltaba d<'I a la sesión extraordinaria tenía como causa su sumisión a
mundo de la posibilidad para convertirse en realidad inmi la política de austeridad del gobernador Romero. Es tam-
nente. Hablamos de cristianos indignados porque se su¡,:l bién en este cierre cuando el Comité evalúa las demandas,
rió una vez violar la moratoria, para cuando viniera la Fu1·1 insiste en mantener las máximas, pero plantea la necesidad
za de Choque empezar a rezar el Padrenuestro, y se emt·n de elaborar otras demandas entendidas como mínimas.
dió que se quería utilizar el Evangelio en forma oportuni, Se abre el Recinto el lunes 14 de septiembre, se cierra el
ta. Hablamos de un profesor que abandonó una reunic'm mismo día. El segundo cierre, del 14 al 20, abre otra ronda
encolerizado, porque entendía que se violaba su derecho de negociaciones en las que intervienen los legisladores
de expresión. Hablamos de compañeros que describieron del PPD José Enrique Arrarás y Gladys Rosario de Galarza.
a otros como reaccionarios porque tenían reservas pata El punto nodal seguía siendo la sesión especial. Los admi-
la invitación de la UTIER a una Asamblea. En concreto: lu nistradores no querían solicitarla.
unidad mágica que se le ha querido adjudicar al Comité, 110 En el tercer cierre (del 29 de septiembre al 21 de octubre)
existió por ningún sitio. La unidad fue un doloroso y prn se habló directamente con una comisión del CES. Ya el Go-
ductivo proceso de crecimiento colectivo. Es lo que m,h bernador había hablado en contra de la intervención de los
se acerca a una descripción de la afinidad lograda. legisladores. El movimiento estudiantil aceptó nuevas fe-
chas para el primer pago y nuevos· plazos de prórroga, así
como un compromiso de ayuda económica en todos los
plazos, acompañado de una oración que consignaba la dis-
posición de los administradores para buscar formas que
206 207
lograran la permanencia de los estudiantes. El aun11•1110 1.1 movilizado. Fue ese reconocimiento lo que llevó al Co-
permanecía intacto. Se insistía en que la Legislatura, y,1 1111 111ité a elaborar puntos mínimos, que incluían la transfor-
en sesión especial, aprobara medidas para revocar o H·d11 111ación de la Guardia Universitaria, mejorar los hospeda-
cir substancialmente el aumento. Segundo despL11,1 i1·s, convertir la librería en una cooperativa de libros, lograr
miento. 11n servicio médico de excelencia. El desplazamiento hacia
El Comité evaluó los nuevos desarrollos. La oración 1·11 la sesión extraordinaria, y hada formas que garantizaran
cuestión era interpretada como garantía de permanC'1111,1 la permanencia en los estudios, fue correcto. La disyunti-
en los estudios. El movimiento estudiantil fiscalizaría ¡ >i11 ,1 va contraria ·era insistir en las demandas máximas con el
que así fuera. El CES certificó un contenido distinto a 111 riesgo evidente de no obtener nada. La flexibilidad perse-
acordado. La actividad huelgaria tuvo que continuar, <%1 ~uía obtener logros mínimos, que permitieran escalonar
vez con el Recinto ocupado por la Policía. la fuerza estudiantil. La propuesta de acuerdo del 16 de oc-
Había una paradoja: para todos los efectos se mant<'II l,1 tubre (nuevas fechas de pago, compromiso de ayuda en
el aumento y se buscaba la reducción indirecta media1111 todos los pagos de la prórroga, garantía de permanencia)
las ayudas; la revocación o reducción se aplazaba; en 111111 estaba encaminada a proveerle a la administración una
palabra, en el momento en que la posición estudiantil c·1,1 oportunidad para demostrar que el aumento no afectaba a
más flexible se intensificaba la represión contra la com11 • la mayoría de los estudiantes. El Comité se encargaría de
nidad universitaria. movilizar a esa mayoría hacia el Decanato, a reclamar las
Se cierra la Universidad por cuarta vez. Las gestiones de• ay udas, y a hacer valer la permanencia. Si eso no se logra-
acercamiento culminan con la propuesta de acuerdo apio ba, la presión se mantendría. El CES, ya se sabe, certificó
bada por el CES el 13 de noviembre. En tal propuesta 1111 otra cosa y la oportunidad se hizo obsoleta.
había ninguna insistencia en la función legislativa. Justi En lo que la transacción se convertía en error era en el
1
ficación: independientemente de lo que dijera el CES, la~ aspecto de la gestión legislativa. Los jerarcas estaban aco-
gestiones en la Legislatura se realizarían. El nivel de flexi rralados. Su oposición a la solicitud de fondos testimoniaba
bilidad era mayor. Mayor también fue la represión desatada el control político partidista. Se trataba de una exigencia 1,
contra el estudiantado, manifestada en la brutal interven- que expresaba la flexibilidad estudiantil. El cerco a los bu-
ción de la Fuerza de Choque en la Asamblea del 25 de no- rócratas tenía que mantenerse reafirmando la búsqueda de
viembre. Ocurría, por lo visto, una relación directa enur fondos en la Legislatura. Ceder fue una concesión intole-
flexibilidad y represión. rable a los políticos del CES.
Revocación del aumento, matrícula ajustada; sesión ex- Otros dos aspectos reclaman atención. Los desplaza-
traordinaria y reducción substancial; nuevas fechas dt• mientos no se explicaron con el rigor que exigían. Fue un
pago, compromiso de ayuda, garantía de permanencia; error que produjo una escabrosa situación; todavía en no-
ninguna insistencia en que el CES se comprometiera a so- viembre, durante las visitas a los salones antes de la Asam-
licitar fondos legislativos. He ahí los desplazamientos. blea del 25, muchos estudiantes creían que la huelga era
¿Fueron correctos? por la revocación. La explicación sobre la flexibilidad de-
No tiene ningún sentido analizar experiencias sobre Ja mostrada había estado ausente. El otro error adquirió, qui-
base de lo que se debió hacer y no se hizo. Pero sí lo tiene zás, mayor gravedad. El movimiento estudiantil fue desa-
evaluar y calibrar los posibles errores en que se haya incu- tendiendo su prédica inicial, que insistía en las razones
rrido. En perspectiva, el movimiento estudiantil reconocía de repudio al aumento, para sustituirlas por el repudio a
la dificultad de corto plazo para lograr la revocación del la intransigencia y al control político. La administración
aumento. La administración tenía una fuerza significativa -hay que reconocer- también desatendió las justifica-
en el hecho de que sólo el Recinto de Río Piedras estuvie- ciones económicas para su medida. Pero eso no excusa el
209
208
creciente olvido al que quedaron expuestos los datos q111• levantar. Seguían cediendo. Ocurre el segundo cierre y
descubrían la risible superficialidad· de los jerarcas, a l,1 vuelven a entrar en nuevas negociaciones. Vuelven a ceder.
hora de establecer el nuevo costo. Aprueban, antes que el estudiantado, la propuesta de
El proceso impuso otro lenguaje. El impacto del aumcn acuerdo preparada por Arrarás. Seguían cediendo. Los es-
1udiantes la rechazan. Tercer cierre. Nueva cesión. Habían
to, la precariedad de los becados, la ridiculez de los cos
tos de estudios, la intención de convertir la UPR en un ccn expresado públicamente que no se reun irían directamente
tro elitista, la alternativa de contribuciones a los artículo~ con el liderato estudiantil. En el transcurso del tercer cie-
de lujo, los bancos, las farmacéuticas, todo eso se fue des- rre tuvieron que reunirse con los representantes de la "mi-
cuidando, en lugar de retomar el nuevo lenguaje -la intran - noría comunista". En su lógica, ya estaban cediendo de-
sigencia, la politización- sin dejar enmohecer las armas masiado. Se ven en la obligación de preparar una certifi-
iniciales del movimiento estudiantil para seguir fundamen· cación por las negociaciones sostenidas el 16 de octubre.
tando la categórica oposición al aumento. Tener que certificar sobre algo que para ellos era un hecho
consumado -el aumento- no podía ser interpretado si no
Paradoja: flexibilidad y represión era como otra forma de ceder. Su autoridad abatida bus-
caba d~squitarse con el lenguaje. Esa segunda certifica-
El movimiento estudiantil flexibilizaba sus posiciones. La ción des tilaba arrogancia. Ejemplo: no se volverá a cerrar
administración intensificaba la represión. Conviene bus- el Recinto, la matrícula ajustada es inaceptable. Desde su
car las causas de esta paradoja. ofuscada perspectiva estaban accediendo al reclamo es-
La explicación quizás pueda darse por adelantado. En tudiantil. Era completamente intolerable sufrir otro recha-
la lógica de los administradores, eran ellos los que demos- zo. Y, en efecto, el Comité rechazó esa segunda certifica-
traban flexibilidad, eran ellos los únicos que estaban ce- ción. ¿Qué quieren entonces? ¿Que les entreguemos la
diendo. Universidad? Sin duda esa fue su reacción. Creían haber
Para empezar, la autoridad universitaria estaba acostum- llegado al límite; no podían seguir cediendo y recurrieron
brada a un estudiantado ajeno a la movilización. Desde que a la ocupación policíaca.
el PNP obtuvo el control del sistema universitario en el 78, Cuarto cierre. Desmienten sus propias palabras. Volvían
sus decisiones, aún las más arbitrarias, lograban imponerse a ceder. Vuelven a negociar; volvían a ceder. Habían dicho
con poca o ninguna protesta. Lo más común eran los bole- que los dirigentes no entraban. En la propues ta de acuer-
tines o comunicados de las organizaciones estudiantiles do, certificada el 13 de nov iembre, independientemente
repudiándolas. Esa realidad, al empalmarse con piezas de que no fuera así, la impresión pública era que la misma
de museo como Irizarry, Mellado, Lacot, creaba un sen- había sido impuesta por el Gobernador, obligándolos a re-
tido de autoridad generadora de la arrogancia que fácil- tractarse en su afirmación de que unas personas no podían
mente se convertía en intransigencia. Esto apunta a su sor- entrar. De hecho, en la reunión en que se aprobó la p ro-
presa inicial ante la consistencia del movimiento estudian- puesta, faltaron varios m iembros del CES pertenecientes
til y a su actitud de no querer escuchar ninguna oposición al P NP. Su ausencia fue interpretada como signo de ma-
al aumento. "Se trata de una minoría", era su única razón. lestar ante lo que consideraban nuevas concesiones. El mo-
Después agregaron: "minoría de comunistas". vimiento estudiantil exige entonces la clarificación de va-
Se aprueba y se mantiene el paro definido. La adminis- rios puntos. Ya eso era el colmo.
tración cierra el Recinto. Para ellos, eso era ceder. Argu- Cerrar era ceder. Y cerraron cuatro veces. Negociar era
yen que no discutirán nada mientras hubiese presión. En ceder. Y negociaron en cuatro ocasiones, incluyendo reu-
el primer cierre, entran en un período de negociación, mo- niones directas con el liderato estudiantil. Certificar era
tivado por un paro que nadie había indicado que se iba a ceder. Certificaron en tres ocasiones. Y esas mismas ve-
210 211
ces el movimiento estudiantil rechazó lo que ellos apwl111 do de Estado, Carlos S. Quirós. En unas declaraciones,
ron. En la última ocasión se les exigían aclaraciones. 11' el 31 de agosto, señalaba que los líderes estudian-
1•111 i tidas
ro qué se están creyendo! Con razón, en diciembre, I, 1111 ! 1les "al servicio de movimientos comunistas que procu-
rry comentaba en privado que los estudiantes siempre "l11 1,111 el desasosiego e intranquilidad en Puerto Rico, están
habían cogido con los calzones abajo". La institución 1r 1•111peñados en cumplir su programa político encaminado a
nía que subírselos; la única forma de hacerlo era recurri1•11 11car confusión y adelantar los intereses del socialismo
do a las fuerzas del Estado. Y es sabido que cuando el I·, ~oviético". Hablaba de que la huelga en la UTIER y la po-
tado burgués se "pone los pantalones" estos siempre ,1111 ~, ble huelga en la UPR estaban dirigidas por " movimien-
azules o verdes. to~ políticos ajenos a nuestro sistema democrático de vi-
Si hubo ocupación policíaca en octubre fue porque lo cl,1" y de que, tanto el liderato estudiantil, como Ricardo
jerarcas entendían que ya habían trascendido y ago1ad11 li,mtos, Secretario de la UTIER, "siguen directrices de mo-
el límite de la paciencia. En efecto, la administración e·, vimientos clandestinos al servicio del terrorismo cubano
taba cediendo en relación con su arraigado sentido de a11 y soviético". Sus palabras finales erari: "Creo que Puerto
toridad, no en relación con las demandas estudiantiles. h Rico merece saber de la existencia de esta conjura para
tas, a fin de cuentas, parecía que para ellos nunca hablan 1iatar de perjudicar al gobierno y al pueblo".
estado en discusión. Esas expresiones no fueron calibradas con el rigor que
c-xigían. Su ridícula envoltura evitó ver los pliegues de un
El CES ante el conflicto: ¿alguna táctica? <ontenido más peligroso. En el fondo, no dejaba de existir
una explicación transparente: en una época de crisis eco-
Todo este recorrido es apenas un tímido acercamiento 116mica, agravada por la inestabilidad política de un poder
para explicar la actitud de la administración. Quedan ár<'II, público dividido entre dos partidos y sumada a la corrup-
por delimitar y rasgos de su funcionamiento que exigen ma ción e incapacidad de éstos para resolver los graves pro-
yor profundización. En ese esfuerzo por demarcar cam blemas sociales, en una situación así, donde el Estado pa-
pos que aún requieren reflexión surge la pregunta de si t'I rece haber agotado la vía de los paliativos, todo signo de
CES tuvo una táctica articulada para enfrentar el conflic10 malestar social, toda protesta, se convierte en un proble-
desde el principio. La respuesta va en la negativa. Adjudi ma de orden público, en un atentado contra el orden ins-
carle un plan coherente a unos jerarcas que no podían con 1itucional. Por algo quien hablaba era el Secretario de Es-
cebir, ni por casualidad, la magnitud alcanzada por la pro wdo, el funcionario que sigue en mando al Gobernador.
testa contra el aumento, sería asignarle una capacidad que• Ese mensaje, que aparentaba aplomo ante la "subversión
jamás tuvieron. Eso no niega, de ninguna manera, que al· sigilosa" y que sólo lograba demostrar histeria, no caló en
gunos trazos generales orientaran sus determinaciones. la masa estudiantil. Era un hecho demasiado conocido que
La primera actitud que demostró el gobierno estuvo siR· el aumento no se aprobó ni en el Kremlin ni en La Habana.
nada por un par contradictorio: la subestimación de la En la Asamblea del miércoles 2 de septiembre se aprobó un
fuerza que iba logrando el movimiento estudiantil y la pro· voto de censura a las destempladas manifestaciones del
pagación de un mensaje que, queriendo manifestar serc· lugarteniente de Romero. Pero lo importante no era que
nidad, sólo proyectaba histeria. La administración hizo convencieran, era que expresaban un punto de vista según
gala de lo primero. De ahí que Irizarry acordara reunirse con el cual, la lucha contra el aumento, tenía la magnitud de
el CGE el lro. de septiembre y el mismo día cancelara la la mismísima insurrección bolchevique.
cita por "razones de negocio", aun sabiendo ·que para C'l El par contradictorio inicial fue complementado con
otro día estaba anunciada una Asamblea General. otro par: la exigencia del CES para que cesara toda pre-
La desproporción absurda estuvo a cargo del Secreta· sión, como condición para cualquier diálogo, junto al en-
212
213
foque de que el problema fuera enfrentado por el Pr<'II de saberse o intuirse equivocados. Al insistir en la subes-
dente de la UPR y por el Rector del Recinto de Río Piedra timación, recurrieron a una triple táctica matizada por el
En una declaración circulada el 3 de septiembre, el conc cierre, el acercamiento y la propaganda de que se podía
jal y portavoz del cuerpo en ese momento, Richard Caml perder el semestre. Su creencia y su esperanza era de que
no, decía: "En estos momentos el Presidente y los Rer10e así se desmovilizaría al estudiantado. El primer acercamien-
res están en proceso de determinar la distribución del fon to se dio con el Rector, el 8 de septiembre, y ese mismo día
do especial de $4.5 millones de ayuda supletoria. El Conseo el Senado Académico aprobó la creación de una Comisión
jo recomienda al Presidente de la U niversidad y al Rector Mediadora pa ra iniciar conversaciones con el CES. En el
del Recinto de Río Piedras que tan pronto se restituya la segundo cierre, del 14 al 20 de septiembre, la táctica ini-
normalidad en dicho R ecinto, se reúnan con los represt•n cial se amplió con un cuarto elemento, las medidas represi-
tantes estudia ntiles y escuchen sus recomendaciones so- vas. El jueves 17 se a nunció la implantación de la mora toria,
bre la distribución de .estos fondos". Era una visión loca la prohibición de toda marcha, piquete y de cualquier ma-
lista que confirmaba la subestimación. nifestación de protesta. Desde ese momento, el desarrollo
El CES luchaba por man tener su privilegiado papel de di del conflicto tendrá como contraparte distintas combina-
vinidad griega que observaba impasible un conflicto en ciones· en el interior de la táctica, hasta que el elemento
tre mortales. Su costumbre de actuar tras bastidores, y dar represivo anuló los restantes componentes. No era una tác-
se a conocer a través de certificacio nes que pocos leen, su Lica preconcebida, a pesar de su identidad con las medidas
peculiar sensación de ser unos desconocidos con un in• de la administración PPD en el 76: cierre, moratoria, inter-
menso poder sobre toda la comunidad universitaria, su te- dictos, ocupación. Eran, más bien, las respuestas de un CES
mor a enfrentar un estudiantado y una opinión pública que ciegamente convencido de que cualquiera de los cuatro
podía darse cuenta, demasiado pronto, de la ejemplar inep• elementos, por sí solo, podía resolver la protesta. Si algu-
titud que los circundaba, todo esto sirve para explicar esa no de esos factores se alineó a o tros, o se anuló, o preva-
actitud de manos afuera. Lo contradictorio era que ya el Se• leció, fue más por la fuerza del movimiento estudiantil, que
cretario de Estado se había encargado de darle una dimen• por la obediencia a un minucioso plan que los administra-
sión nacional al conflicto. Ninguna evasiva presentada por dores hubiesen elaborado. De todos modos, la subestima-
el CES podía negar la importan cia del problema. La propia ción fue una constante para los jerarcas y el principio ge-
estructura universitaria, que proclama la autonomía de n eral, también repetido por ellos, ya estaba trazado por el
cada unidad, pero al mismo tiempo permite que toda deci- Secretario de Estado: la protesta tenía una mo tivación que
sión fundamental de los Recintos o Colegios, desde la apro- perseguía la subversión.
bación de su presupuesto h asta el visto bueno para un pro- En el tercer cierre, (29 de septiembre a l 21 de octubre),
grama de estudios, sea tomada por el CES, traicionaba y se incrementaron las n;iedidas represivas. Interdictos, en-
cerra ba cualquier vía de escape. Río Piedras era un nervio verjamientos, expulsión de sobre 3,000 estudiantes que no
demasiado sensible como para que pudiera ser reducido a h a bían pagado la matrícula, sistema de control para entrar
un asunto entre el R ector y los estudiantes. E l CES, muy al Recinto, anuncio de que la Policía estaría en el campus.
a pesar suyo, tuvo que abastecerse de sedantes e incluir En la p_rimera semana de octubre, el CES vol vió a evidenciar
en sus monóton as agendas la discusión del paro estu- la subestimación y su actitud evasiva. Propuso unas vistas
diantil.
públicas como solución a l conflicto. Tanta necedad ofen-
L as medidas del máximo organismo an te el conflicto de- día. El movimiento estudia ntil las rechazó de p la no. El 9 de
mostraban las contradicciones que también lo recorrían. octubre, se dio la primera reunión directa entre miembros
No esp eraban ning una respuesta de masas y mucho menos del CES con uno de los dirigentes estudiantiles. En el mo-
que fuera consecuente. Sus a nálisis sufrieron el estupor mento de la represión más aguda, ocurría también el acer-
214
215
camiento más importante. El desarrollo interno entre I< , 1111iento son los factores predominantes. La subestima-
elementos de la táctica tenía como resultado que la repr • 1t'111también asomaba con la entelequia de una Comisión
sión anulara los aspectos positivos de las conversacio11r, 1 ,pccial, de la cual, al día de hoy, nadie conoce el paradero.
La administración apelaba a un burdo infantilismo. El Cf, 1)1•,pués de la propuesta de acuerdo del 13, la táctica se cir-
culpaba al Rector por los interdictos y los enverjamienro, 1 1111scribiría a la represión y el movimiento estudiantil
y el Rector responsabilizaba al CES. 11prcndería una lección que nunca debe desmerecerse. Las
El 22 de octubre, el Recinto fue reabierto bajo la ocup¡¡ l111l'lgas también se exponen al desgaste.
ción po licíaca. El movimiento estudiantil que empez6 1
combatir el aumento, de pronto se encontró frente a la1 // 1telga y esfera ideológica
fuerzas del Estado. Le entregó una agenda de discusión al
CES que fue repetida, literalmente, por el Primer Ejecutivo La huelga como instrumento de lucha merece la reflexión
en mensaj e televisado del 19 de octubre. En agosto y S('Jl dd movimiento estudiantil. Sus particularidades, su exten-
tiembre, se marchaba por el Recinto y por las calles de Rfo ~iém, obligan al análisis para aprehender sus enseñanzas.
Piedras; en octubre hubo que dirigir la protesta hacia For Una ltipórnsis debe ser sometida a comprobación. Es la si-
taleza. La dimensión reivindicativa, sin darse cuenta, ha ¡.tuiente: la huelga de estudiantes es un proceso que permite
bía invadido la dimensión del Estado.
11 revelando, desde las formas sutiles hasta las más crudas, dis-
En octubre, la táctica se centraba en el factor represivo, 1i11tos rasgos que dramatizan la debilidad y falsedad de la ideo-
Al promover la salida de la Policía y el encarcelamiento deo logía burguesa.
parte del liderato estudiantil, volvían a demostrar la sub El paro se ubica en un Recinto de educación superior
estimación que ya era costra inseparable de sus análisis, eon una autonomía en relación con el Estado que le asigna
Con esas medidas esperaban normalizar el Recinto. No tu- la ley. Ese principio autonómico se supone que tome cuerpo
vieron ninguna explicación cuando el paro continuó. <·n administradores apolíticos, en una Junta de Disciplina
El Comité no evaluó correctamente el significado del ct·· que se presenta como especie de tribunal interno, en una ofi-
se de la ocupación. Le dio un carácter definitivo a lo que cina de Tránsito y Vigilancia que pretende ser una fuerza de
en realidad era una salida temporera y desarro lló el paro orden estrictamente universitaria.
a través de una presión mayor en lo que se llamaría la sema- Al surgir cualquier movilización o conflicto en rl país, se
na de las barricadas. Se hizo abstracción del apoyo brin- utiliza la Policía para evitar lo que definen como disturbios.
dado por los profesores durante la militarización y se sen- En el caso de una huelga obrera, tan pronto se inicia, se
taron las bases para que, en la segunda entrada policíaca, lla ma a la policía para garantizar que la producción no sea
el repudio del profesorado no tuviera ni la intensidad, ni paralizada, para defender el derecho del patrono, para con-
la amplitud, desplegada en octubre. Durante aquella sema- vertir en letra muerta el supuesto derecho a la huelga.
na el Recinto, casi en forma literal, estuvo en manos del mo- Si los obreros o trabajadores demuestran su disposición
vimiento huelguista. El Secretario Quirós había hablado de hacer valer la huelga, todo ese aparato jurídico que cons-
de una "conjura comunista". El go bernador Romero trans- tituyen los tribunales se usa para coartar las expresiones
formó la ideología proclamada por el primero y acusó a los obreras. No es, ciertamente, un proceso monolítico; pue-
militantes de utilizar "tácticas fascistas". La administración den haber fallos que favorezcan determinada posición con-
volvió a mencionar la posibilidad de que se perdiera el se- traria al patrono, pero esos son la excepción y no la norma.
mestre y anunció la única medida que conocía para evitarlo. En el contexto universitario, la situación se ha proyec-
La Policía entraría nuevamente.
tado en forma distinta. En un comienzo, el paro estudian-
El go bernador interviene para solicitar un período de en- til es enfrentado por los efectivos de la Guardia Universi-
friamiento. Entre el 9 y el 13 de noviem bre el cierre y el acer- taria. La función represiva: del Estado, directa en la huelga
216 217

obrera, aparece agazapada detrás de un cuerpo q111• 11 ¡,l,11111 que no implicaba, de ninguna forma, abandonar el
estar circunscrito, según su nombre, a tareas de 11,\m11 ,11 1 1•dl'111 e. Ideologizaron el proceso. Su mensaje inicial
1
vigilancia. Cuando ese mismo cuerpo evidencia su e .11~ !• 111p1c estuvo en reserva, pero la insistencia mayor fue
de banda militar que secuestra militantes, agrede t·~t 11111 ¡111 l:1 o posición tenía motivaciones políticas, más allá del
tes, dispara contra la masa, la función mediadOl'a 11II · 1 11.im al aumento. Eran comunistas, subversivos. Sus ar-

como ilusión. Las fuerzas policíacas, aunque no es1;'111 11t 111111t·111os económicos eran endebles. Todos fueron refu-
sentes, cuentan con una estructura que reproduct· c·11 t 11l1,., por el movimiento estudiantil. En este otro plano
campus sus mismas prácticas. Esa identidad en pn'u lle 11 l.111 hallar su fuerza.
-guardia-policía- empieza a socavar la autonomía q11r 1oda lucha económica tiene su repercusión política. La
le adjudica 'a la Universidad. En relación directa rn11 , 11 1111•ntal exigencia de mejores salarios -aspecto econó-
cuestionamiento, se va perfilando otra verdad hasta d 111 1111, o- expresa un cuestionamiento a la distribución de
mento velada: el Estado burgués jamás está ausc111r , lq 111·za -aspecto político. Así se crean las condiciones
ninguna de las instituciones que conforman la so, u·cl p 111 .i extender el cuestionamiento al ordenamiento social
capitalista. ,¡11,· perihite tal distribución. En las crisis, la lucha reivin-
Todavía le queda un resquicio a la ideología que c•11,. d11 .itiva, económica, se desplaza con celeridad hacia el es-
bola la autonomía. Después de todo, no deja de ser c1r11 11 •11:1rio político.
que la ilusión en torno a la función mediadora no es apr l'an pronto los estudiantes plantearon la matrícula ajus-
hendida, en primera instancia, por la mayoría del estucli1111 l,11 la como alternativa, quedó planteado el carácter polí-
tado; queda circunscrita a los sectores afectados que, e1t 111 o de la lucha contra el aumento. El mismo carácter vol-
si siempre, ya lo sabían. Es la denuncia la que va exp1111 1 te'> a expresarse cuando se propusieron impuestos para
diendo su comprensión. La masividad obliga a la guaJCIII L,, farmacéuticas, los bancos, los artículos de lujo. La ma-
a dejar de lado la selectividad para volcar sus agresio11r1 11 ícula ajustada representaba un cuestionamiento a una
en forma indiscriminada. Es entonces cuando la ilusión r1 1·,1ructura educativa donde los hijos de los privilegiados
captada y registrada por el entendimiento de las masas. ~on subsidiados por los sectores de recursos escasos y mo-
La huelga estudiantil contra el aumento en matrículn, 11<-rados. Al mismo tiempo, permitía que los primeros tu-
tenía un entronque profundo con la crisis económica y 1111 vin an acceso a la Universidad "del pueblo", al pagar un
cial que aprisionaba al país. Ningún movimiento estudian , osto bajo o incluso estudiar de gratis.
til en Puerto Rico -es nuestra concepción- ha logrado No era a esta dimensión política a la que se refería la Ad-
desarrollarse sobre la base de asuntos puramente univt•r ininistración. Su mensaje buscaba adjudicarle al proceso
sitarios. lt uelgario la magnitud de una conspiración contra el "so-
La administración trató de aprovechar esa realidad de cri- 1,iego" y la "estabilidad" de la democracia. Ante el primer
sis. Su primer mensaje recalcaba en que la institución nen·· ('onfrontamiento entre guardias y estudiantes, el 29 de sep-
sitaba los fondos, en que los estudiantes de escasos ingresm tiembre, el Presidente de la UPR concluyó que aquello no
no serían afectados, en que aún con el aumento, la Universi- era otra cosa que un problema de orden público. Estable-
dad pública seguía teniendo un costo menor al de las uni- cido ese postulado, quedaba allanado el camino para la
versidades privadas, en que, a pesar de la inflación, no ocu• intervención directa de las fuerzas encargadas, precisa-
rría una revisión de costos desde 1947. mente, de preservar el orden.
Tal prédica demostró ser insuficiente. Los estudiantes de En un primer momento, la Policía no interviene en aras
escasos recursos también estaban sujetos al impacto del de salvar la autonomía de la institución. Es el razonamien-
costo de la vida. Salvar la institución a su costa no era el to tradicional. Más tarde entra, sacrifica la autonomía, pa-
argumento más convincente. Los jerarcas pasaron a otro ra salvaguardar la institución. La tradición sufre una rup-
218
219
tura.
1 ',(' proceso, que empieza recortando áreas de la demo-
El Estado burgués, carente de argumentos para ('xpll ' 1 11 1a burguesa para después proclamarla como conceptO
las consecuencias de la crisis económica y social, !!'111 dr•,1, actO, carente de contenido, y finalmente caricaturi-
a una instancia repi;esiva, justificada con los axioma, o 1.t, no ha estado aj eno a la experiencia huelgaria.
su poderío ideológico. A partir de ahí, se proclamará la I• 11 el contexto de la discusión sobre la democracia es
fensa de "la ley y el orden " y toda su práctica estará im111 11111dcnte abordar el significado de los interdict0s contra
nada de contradicciones que no puede resolver.
In, estudiantes. Las diferencias entre la Un iversidad y la
Se instaura la moratoria. Los derechos de expresi,\11 l,dH ica no esperan para hacerse sentir. Cuando el patrono
de reunión, garantizados por la constitución, quedan ~11 11 ·1 urre al cierre, e impide la entrada de los obreros, siem-
pendidos. Porque hay que p roteger la democracia. St· ir pt ,. p uede alegar que aquellos desean interrumpir la pro-
pone el estado de sitio; la Fuerza de Choque, los cut·,,~ 1lt1rción , que de esa manera se afectarían otros sectores
especializados, la División de Inteligencia, los efec1ivc , , onómicos, generando desempleo; si se trata de una cor-
policíacos establecen un asfixiante cerco dentro de la in pot ación pública, es claro que argumentará sobre los gra-
titución. Porque hay que salvar la democracia. Se promu V('S perjuicios que sufrirá el pueblo si se paraliza la ener-
ven interdictos para prohibirle la entrada a la Universi<l11d gía eléctrica, el agua, los servicios médicos. Es decir, hay
a distintos estudiantes. Por la misma razón . La democrad 11n considerable espacio persuasivo, una base material
tiene que eliminarse para p oder prevalecer. Es la conir11 que facilita proyectar las exigencias de los trabajadores
dicción que recorre el accionar del Estado.
< orno impopulares, y las medi das represivas, como simpá-
El binomio ley y orden encierra otra oposición que tarn
1icas.
bién aflora en tiempos de crisis. Defender la ley con la url Cuando se proh ibe la entrada a la Universidad, ¿qué
lización de la violencia estatal es demostrar que ese ordt•n puede alegarse? ¿Cuál es la base material que puede ha-
es precario, que está minado. Hacer cumplir el orden a fut•r, cer simpática esa medida? En este caso, la administración
za de la movilización policíaca atenta contra la "na·turale- y el gobierno tienen que optar por razones como "mante-
za civilizada" del estatuto que es premisa ideológica coru- ner el orden ", "garantizar el clima académico", abstrac-
tantemente reiterada. Imponer la ley con el atropello rs ciones ambas que no mueven al convencimient0. El único
socavar un orden que, si ha mantenido su fuerza, ha sido, interés material que puede alegar defender es la gradua-
en mucho, por l a apariencia de normalidad y de paz social ción de estudiantes en el cono o mediano p lazo. Pero es
que ha proyectado.
éso: un interés (suponiendo que la graduación lo sea) que
El Estado insiste en una coherencia cada vez más lasti- no es inmediato, y que en lugar de esti mu lar oposición, crea
mosa. Es cierto que no tiene alterna ti vas reales ante la cri- indiferencia, toda vez que salir de la institución es ir a en-
sis. Aceptado. Pero siempre puede decir que posee el mé- grosar las estadísti cas del desempleo. Los únicos sect0res
rito indiscu tible de mantener las instituciones democrá- con interés en graduarse son privilegiados y minoritarios;
ticas, combatidas por los "desafectos". Con esa defensa es el caso de algunos estudiantes de Comercio que, desde
de la democracia, el aparato estatal le va quitando el con- bachillerato, tienen asegurado un empleo en el sector co-
tenido que le otorga a aquélla el mismo ordenamiento ju- mercial o en la banca, y, de Naturales, que tienen planes de
rídico, hasta convertirla en caricatu ra, que tam bién con- proseguir estudios en la exclusiva Escuela de Medicina. En
tradice la sabiduría de defender l a ley y el orden. La inquie- la Universidad, el espacio persuasivo para la prohibición
tud democrática inicial se ha transformado en la democra- de la entrada se estrecha o se anula. Al tener un conven-
cia inquieta que no cesa de pronosticar mayores turbulen- cimiento menor, la medida aparece desproporcionada e
cias. Tal metamorfosis, podría decirse, es signo irrever- irrazonable. Son los interdictos los que aquí no p ueden
sible de l os períodos de crisis.
librarse de su carácter im popular. Y que los interdictados
220 221
violen la prohibición, se presenta como una decisión \lfll lit< orrecta.
pática. La prédica ideológica que antes se había dif11111l11I l .a Universidad debe continuar la reproducción, iniciada en
sobre la Universidad como centro estable, al ser comp,11,1 1,, familia, la escuela, la iglesia, de todo ese conjunto de valores,
da con las medidas drásticas (suspensiones, interd11111,) di' creencias, de actitudes, que conforman la ideología
sufre fisuras. l111rg uesa. De la Universidad deben salir intelectuales que enri-
En resumen: en la huelga obrera, la intervención dd I·, q 11czcan las justificaciones sobre el orden social. Son escla-
tado es directa desde el primer momento. En la Un ivrHI 11·redoras, precisamente aquí, las ideas vertidas en torno a
dad, se busca mantener las formas de la apariencia, dr• 111 l., educación en el Informe Social de 1980 (circulado en el 81) de
autonomía, utilizando un cuerpo que dice ser univc1\ll 11 l.1 Junta de Planificación.
rio, la guardia. En la fábrica, las fuerzas del orden llt•¡.t,111
para reafirmar un contenido ideológico; su función e·~ el,
fender la propiedad pública o privada y evitar que "elenw11 Naturalmente, impartir conocimientos y destrezas es
tos extraños" atenten contra el "bienestar del pueblo". l· 11 uno de los objetivos más importantes de la educación
la Universidad, la policía entra negando una construc< i1'111 institucionalizada; constituye lo que, en propiedad, se
puede llamar su propósiLO " in formativo." Sin
ideológica -la autonomía- y reafirmando conce11111, embargo, paralelo a éste, la educación posee otro
-ley, orden, democracia- que no dejan de presenta"' objetivo de igual o mayor trascendencia que se rela-
como consignas vacías.
ciona con su misión "formativa" y que encuentra su
El barniz ideológico con que el Estado cubre sus insti111 razón de ser en la naturaleza socializante de la actividad
dones educativas es más espeso, pero también más susceptiblr educacional.
de ser desgarrado. La Universidad ocupa un escalafón especial: ... Esta última función del sistema educacional, la que
en ella "se forja el futuro del país." La exaltación de l;a por cierto comparte con otros agentes de socialización ,
autonomía, de la libertad de cátedra, de la investigación, la especialmente la familia, no debe entenderse solamente
veneración del intercambio libre de ideas, la defensa del "pensa, como la mera "transmisión" de valores y otros princi-
objetivo", forman parte de ese grueso manto que realza lo~ pios rectores de la convivencia social. Comprende,
contornos del poderío ideológico burgués. La ruptura con eM• además, la " internalización " de los mismos por parte
poderío o, lo que es lo mismo, demostrar su debilidad real, tiem• de los educandos. En otras palabras, la responsabilidad
consecuencias más profundas en la conciencia estudiantil. En que le cabe a la educación por lo que se refiere a la
la Universidad, el tránsito hacia posiciones socialistas, despué~ socialización , no está limitada a " informar" al estu-
de una experiencia de lucha, puede ser más acelerado que en la diante de cuáles son los valores y principios socio-
culturales - lo que de hecho hace cualquier sistema
fábrica. Ese tránsito, claro está, tiene que ser abonado por el
educativo- sino también a incorporar tales princi-
trabajo político. Ni en el aula, ni en el taller, la conciencia pios al código moral de cada individuo. Esta ú ltima es,
socialista, la comprensión de la realidad y la articulación de pues, una función "formativa" en un sentido ético.
tareas para transformarla, prende en las masas por decreto de la (pág. 172, Enfasis nuestro.)
espontaneidad.
Entramos a un terreno de cardinal importancia. ¿Cuál es el ... Pensamos que, en es te sentido, la educación en todos
los ni veles, pero especialmente en aquellos formativos,
significado de la huelga estudiantil ? No faltan voces para alegar
tiene una importancia vital como actividad orientado-
que esa huelga, en sí misma, es un contrasentido. En la fábrica, ra del sentir, pensar y actuar del individuo en una época
los obreros paralizan la producción y se afecta al patrono. En la de cambios rápidos. Es imprescindible, por ejemplo,
Universidad, se detiene el proceso educativo y se afectan los que nuestros estudiantes lleguen a comprender y, más
estudiantes. Así se argumenta. No deja de parecer un que ésto, a compartir la idea que el orden institucional
planteamiento coherente. Pero es, creemos, una hipótesis actual, el sistema económico que hemos establecido,
222 223
nuestra democracia, etc., son e1 resultado de nuestra que, a su vez, requieren el cambio social para desarrollarse. Esos
aceptación de unos valores éticos que nos sirven como intelectuales o, desde una perspectiva más amplia, las personas
patrones para la convivencia social y no el producto de que cuestionan el conjunto o partes de la ideología burguesa,
azar o del capricho. (pág. 221, Enfasis nuestro.) pueden surgir a consecuencia de un proceso intelectivo que
permita ir plasmando una nueva concepción de mundo. La
Es algo más que retórica. Es toda una c9ncepción que 11• huelga estudiantil, sin proponérselo, logra una función más
asigna lugar y tareas esp ecíficas a la "educación institucionali- abarcadora. La lucha de masas, el paro, interrumpe la función
zada." Al hacerlo, no puede faltar la indispensable alusión a loN reproductora que debe cumplir el proceso educativo. Esa
valores morales. Pero tampoco, por más que lo intente, puedr interrupción estremece los cimientos ideológicos que justifican
cerrar todos los flancos. Menos aún cuando los "principios los privilegios de la sociedad burguesa. El Estado tiene que
éticos" de la burguesía, traducidos en acciones políticas, no responder como centinela del orden capitalista, tiene que
hacen más que circular, desde diferentes distancias, sobre esr reconstituir la reproducción. Para ello se ve obligado a
indeleble e inviolable derecho de propiedad. Cualquier traspasar toda la niebla ideológica -autonomía, espíritu
amenaza contra el mismo sirve de estímulo para poner en crítico, pensar objetivo, etc.- que él mismo había derramado
acción las más crudas reservas "éticas" de la sociedad capita- sobre la institución universita,ria. Las fuerzas policíacas
lista: sus tribunales, su ejército, su Fuerza de Choque. La educa- invaden la Universidad; se establece la ley marcial en la forma
ción debe lograr la internalización, la justificación de los de una moratoria. El Estado, también sin proponérselo, disipa
principios éticos, particularmente cuando se manifiestan en los valores ideológicos que antes se había ufanado en
forma poco decorosa. Cuando esa "eticidad" que tiene un proclamar. Con esas medidas, que son sacrílegas aún para las
despido, una agresión policíaca, un desah ucio, es seguida d<· propias normas del liberalismo burgués, se empieza a recorrer el
una proclama sobre el "orden institucional" y "nuestra demo• camino hacia la ruptura consciente con aquella niebla.
cracia", no hay duda de que la burguesía ha perdido todo el Del ejercicio intelectivo que cuestiona, se pasa a la acción
recato que aconsejaba ocultar la impudicia de su prédica. social que profundiza el cuestionamiento. De la interrupción
Al reflexionar sobre la última cita, algunos hechos adquieren que sufre la reproducción de la ideología burguesa, se pasa a la
una nueva iluminación. ¿Por qué la ocupación policíaca ante ruptura con el contenido que aquella proyecta. De la interrup-
una protesta generada por un aumento de matrícula? Porque ción a la ruptura: ése es el proceso testimoniado en la huel-
era "imprescindible" que los estudiantes "comprendieran" los ga estudiantil. No es un patrono particular el que está cues-
"valores éticos" que orientan "la idea del orden institucional, el tionado; es todo el orden capitalista y su dominio sobre la
sistema económico ... , nuestra democracia." Esos valores tenían educación el que se expone a descubrir su desvergonzada pre-
que ser internalizado~ aún a fuerza de macanazos. Para cum- cariedad.
plir con responsabilidad tan delicada, era imprescindible El mismo proceso se extiende a las manifestaciones de la
también que ninguna gestión a su servicio fuera "el producto lucha obrera. Los trabajadores en huelga empiezan a entender
del azar o del capricho." El Gobernador y su Secretario de toda la demagogia desatada contra sus reclamos. Leen las
Estado tenían que planificar sus declaraciones; la Fuerza de noticias, los editoriales, con una mezcla de asombro y de
Choque tenía que planificar sus acciones. indignación, en la que no tarda en prevalecer lo segundo. La
El proceso educativo, como conjunto, tiene la clara función "imparcialidad" y la "objetividad" de la prensa burguesa son
de reproducción ("transmisión") y justificación ("internaliza- de los primeros espejismos pulverizados por la realidad. Le
ción"). Decimos como conjunto para precisar que hay áreas del siguen la "justicia" que otorgan los tribunales, la "protección"
conocimiento -que pueden cuestionar -como de hecho que da la policía, el "bienestar" que busca el gobierno. Las ver-
ocurre- ese orden. Es indiscutible que también surgen inte- dades ideológicas o lo que es lo mismo, las falsedades reales,
lectuales que reniegan de unos valores para proclamar otros, quedan reflejadas en unos hechos que las destrozan. La lucha
224 225
de masas, más aún cuando se inserta en un trasfondo di· e, I·
sis, contribuye a desideologizar de su contenido burgu6, lu lucha social.
En el independentismo hay sectores que, al amparo de la
conciencia de sus protagonistas. lucha estudiantil, postulan la necesidad de aunar esfuerzos
hacia la consecución de la independencia. La estructura
rectora de ese esfuero sería un vasto movimiento de libe-
Frente y trabajo socialista ración nacional que impulse esa meta con la que debe ha-
ber consenso. Es legítima la utilización del trabajo desple-
El frente de masas, el Comitc Contra el Alza, canalizó N' gado en la Universidad como marco de referencia. Pero
proceso. Su estructura se convirtió en un poderoso instrume11111 amerita también que se profundice en sus particularida-
que agrupaba y agrupa los esfuerzos de las organizaciones rd1 des para saber entonces qué debe ser extraído y qué pue-
giosas, políticas y de estudiantes no afiliados. Pero ese fre 1111· de ser generalizado.
surgió como producto del análisis de una organización polític ,, El Comité fue la respuesta de los sectores más alertas
que se orienta por el marxismo. Durante la huelga, todas la\ del estudiantado para enfrentar una necesidad inmediata,
organizaciones políticas aportaron sus análisis a la conducci(m que representaba y representa un peligro para la posibi-
de las diversas tareas. Los principales dirigentes, todos socia lidad misma de proseguir y terminar estudios universita-
listas, jamás tuvieron que ponerle sordina a su concepción ma, r-ios. Ese carácter inmediato impactó la conciencia de mi-
xista de la realidad para obtener apoyo, o para que su, les de estudiantes y creó la receptividad necesaria para
posiciones convencieran mejor. Todos los coordinadores de lo~ la movilización en defensa de una reivindicación propia,
subcomités, las estructuras de base, eran y son afines al socia- la matrícula ajustada. Si se le hubiese hablado de indepen-
lismo. Tampoco tuvieron que renegar de sus creencias. ¿Poi dencia y socialismo en la primera Asamblea, seguramente
qué hay que insistir en este aspecto? Porque hay una alegación, el tema hubiese aparecido extraño para la abrumadora ma-
a veces tenue, en ocasiones cruda, de que la actitud revolu- yoría de los estudiantes, que no eran ni independentistas
cionaria es incompatible con el trabajo en los frentes . No hay ni socialistas. Su interés, en aquel momento, era resolver
nada en esa alegación que no sea desmentido por la experiencia el problema del aumento, no cambiar el status o transfor-
huelgaria. mar la estructura económica. Se puede ir más lejos: si se
Esa misma experiencia permite comprender que los frentes hubiese hecho una disertación sobre la necesidad de la
surgen y se desarrollan por la conjugación de condiciones Reforma Universitaria, de la importancia del ca-gobierno
objetivas y subjetivas. Es idealista crearlos fuera de tal recono- y de la calidad de la enseñanza, el asunto no habría deja-
cimiento. La existencia de un escenario propicio para la do de parecer igual de extraño. ¿Cómo interesarse por la par- ,
denuncia y la movilización - escenario levantado por el ticipación, si con el aumento, de todas formas, quizás no po-
aumento de matrículas- fue la condición objetiva para el sur- drían estudiar? Es una preocupación lógica, posiblemente
gimiento del Comité. Las organizaciones políticas con distintos inarticulada, pero demasiado presente como para pasarse por
grados de acercamiento y aprehensión del marxismo alto.
constituyeron la base subjetiva. Esta segunda condición La necesidad urgente e inmediata es el punto de partida
adquiere un carácter indispensable en una lucha de masas, y, para la lucha de masas que sí puede desarrollar de manera
más aún, cuando esa lucha tiene por fronteras la crisis econó- acelerada su conciencia política. La independencia como
mica y social del capitalismo. La presencia política para cambio jurídico no apela a las necesidades más sentidas
analizar situaciones, contribuir al esclarecimiento de posi- de los obreros y de los asalariados, no logra presentarse
ciones, aprender de la acción de las masas, impulsar esa acción, como alternativa inmediata. Huérfana de programa social,
y también encauzarla, tiene un valor incalculable que se no tiene carta de reconocimiento para entrar en la concien-
agiganta cuando lo que está planteado es la dirección de una cia de miles de trabajadores y expulsar su creencia arrai-
226
227
gada de que el orden actual sigue siendo menos malo qlifl desde sus organizaciones, pueden hacer aportaciones sig-
el propuesto.
nificativas a la lucha social. Pero la experiencia resulta
Pero tampoco debemos complacernos en la idea 1111111 estrecha, toda vez que nadie plantea tomar el poder en la
cional de que la independencia formal, burguesa o p,•q11r Universidad ni instaurar en ella el socialismo. En el plano
ñoburguesa, no tiene nada que ofrecer a los trabajado11·, nacional hay obstáculos más diversos y más difíciles, que
y que éstos la rechazarán de plano. La verdad es otra y \11 es necesario afrontar. Con mayor razón debe haber un par-
peligro mayor. Esa independencia sí puede ofrecer reiv i11 tido que agrupe lo más avanzado de la clase obrera, de la
dicaciones en el corto plazo -más empleos, mejores rn11 intelectualidad revolucionaria, y de los demás sectores
diciones de vida- que pueden hacerla atractiva para a111 aliados, para dirigir el proceso que vaya superando las ac-
plios sectores de la población. Para los marxistas, la ptH tuales deficiencias. Es una verdad evidente, aunque se
pectiva tiene que ser necesariamente otra. No se trata <Ir descuide tanto, que ningún frente puede impulsar la lucha
que la independencia pu eda garantizar reivindicacionr, de masas y recibir su apoyo si no tiene antes organizacio-
para la clase obrera, que incluso mejoren sus condiciom·, nes que se hayan vinculado a esa lucha y a esas masas.
de existencia. En el marco del imperialismo, esa indep,•11
dencia se encaminaría hacia la neocolonia, donde no put• Mantener la perspectiva
den ser satisfechas, de manera plena, las necesidades dr
los explotados. La independencia, para los marxistas, 110 En el marco universitario, el Comité prosigue su desa-
puede circunscribirse al marco reivindicativo. Tiene qut• rrollo con todas las limitaciones impuestas por el nuevo
plantear el poder para los trabajadores. Y no hay podt·r ritmo de la lucha social. Esas limitaciones se agrandan
obrero, sin programa socialista o, expresado de otro modo, cada vez que algún sector analiza la masividad pasada y,
no hay independencia real sin socialismo. al compararla con la presente, se desanima. Estamos en
El movimiento de liberación nacional no se acerca a la un período que entraña dificultades mayores a las encon-
transformación socialista si no tiene en su seno la expre- tradas durante la huelga. Es preciso reconocer que las ma-
sión política de la clase obrera. Esa expresión es el parti- sas no están permanentemente movilizadas, y que, en las
do revolucionario de cuadros. Si éste no está creado y se tareas de organización y de denuncia, la integración de
canalizan esfuerzos hacia la creación de un frente por la las mismas es más lenta. Son realmente los sectores más
independencia, ¿qué garantía tiene la clase obrera de que avanzados del estudiantado los que toman a su cargo esas
sus intereses serán adelantados? Es la interrogante medu- tareas y luchan por consolidar el frente. Distintos secto-
lar que, si no está resuelta, impide un curso de acción re- res se retraen y mantienen la expectativa. Volvemos a los
volucionario.
trabajos que no generan frutos inmediatos. Pero en ese re-
El independentismo tiene que insertarse en la crisis para torno, tenemos un nivel organizativo superior, como tam-
dirigirla. La realidad está fertilizada para la difusión y el bién una conciencia más clara. El proceso ha generado
crecimiento del socialismo. El partido obrero debe y puede nuevos militantes que constituyen la vanguardia de la lu-
ser creado. Como instrumento, aportaría más al arraigo cha estudiantil. Los primeros que se movilizarán ahora son
del socialismo que un frente nacional, donde la perspec- mucho más de los que se movilizaban antes de la lucha con-
tiva socialista corre el riesgo de diluirse. Es la certera in- tra el aumento. Esa realidad de crecimiento es la que debe
serción del esfuerzo por construir el partido revoluciona- reiterarse ante cualquier indicio de desaliento. Más aún,
rio en la actual coyuntura, lo que permitirá elaborar un pro- cuando estamos en el umbral de una mayor agudización de
grama para la crisis, que tampoco se exponga al peligro de la crisis y sus repercusiones en la educación continuarán
convertirse en la crisis de un programa. su irreversible desarrollo.
La experiencia huelgaria demuestra que los marxistas, Las organizaciones de izquierda, la UJS y la FUPI, deben
228 229
profundizar la unidad lograda, superando a través de una LOda nuestra práctica política:
práctica consecuente, todos los primitivismos que pudie-
ran darse en el pasado. El olvido de los grandes problemas esenciales an-
El movimiento estudiantil, con una capacidad organiza- te los intereses pasajeros del momento; la carrera
tiva y una madurez inmensamente superiores a las del pa- tras los éxitos efímeros y la lucha en LOrno a ellos,
sado reciente, se enfrenta a tareas de consolidación, dr sin preocuparse de las consecuencias ulteriores; el
denuncia y de movilización, que nacen de la profunda cri- abandono del futuro del movimiento, el cual se sa-
crifica al presente, todo ello puede tener móviles
sis social del país y de su impacto en el campo educativo. honestos. Mas LOdo esto no es más que oportunis-
Sobreestimar la fuerza alcanzada es idealismo, pero subes- mo. Y el oponunismo "honesto" puede resultar el
timarla es injuriar una realidad que no perdonaría esa ofus- más peligroso de LOdos los oponunismos. •
cación. Es significativo que la administración universita-
ria parezca tener más conciencia de la fortaleza de la or-
ganización consciente del estudiantado, que algunos mi-
litantes. Por eso insiste en una política represiva que no
permite ocultar su desesperación.
El movimiento estudiantil, muy a pesar de los jerarcas,
tiene una presencia nacional. Por primera vez en muchos
años, al Recinto de Río Piedras llegan miles de estudian-
tes que desde ya están influenciados por la lucha de avan-
zada. Muchos de ellos, no dudamos, vienen con la disposi-
ción y el entusiasmo de integrarse a los trabajos del Comi-
té. Por algo hemos insistido que en esta lucha no puede
haber espacio para el desánimo.
Las organizaciones marxistas en el Comité tienen que es-
trechar sus lazos de unidad con los cristianos, iniciar y pro-
fundizar diálogos fraternos con ellos, como con todos los
sectores del frente. Los estudiantes conscientes tienen
que visualizar su lucha más allá de los muros universita-
rios, en firme unión con los obreros y trabajadores que
también combaten la misma crisis.
En este proceso de aprendizaje y reflexión, práctica y
superación, ninguna tarea inmediata puede obstaculizar la
perspecliva que exige la construcción del Sindicato, la ela-
boración de la matrícula ajustada, la lucha por una real Re-
forma Universitaria. En el plano nacional, la construcción
del partido revolucionario de cuadros y la elaboración y
difusión de un Programa Socialista que recoja y dirija las
reivindicaciones de las masas, son tareas que no pueden
sacrificarse en aras de un trabajo a corto plazo. Para am- • Citado por Valentino Gerratana, en "Formaci611 <Tonómirn-~o-
bos procesos, indisolublemente ligados, las palabras de cial y proceso de transición", Teoría del proceso dt· tr1111.1i f'irS11 , C:11.i
Engels se levantan como reflexiones que deben orientar demos de Pasado y Presente, núm. 46, Argrnri11a , lf/7:1. p. 7!J.
230 231

GLOSARIO HEEND (Hermandad de Empleados Exentos No Docentes) Agrupa·


ción que representa a efectos sindicales a dichos empleados en el
Recinto de Río Piedras. Está reconocida por el CES como unidad
\ contratante de convenios colectivos que se conocen como "cartas
contractuales".
Indice Implícito de Precios del Consumidor Indice de precios utili-
zado por la Junta de Planificación de Puerto Rico para ajustar las
Acreditación Reconocimiento de la calidad académica de una insti- cuentas nacionales a precios constantes en un año dado.
tución de educación secundaria, o superior. Se alega que la falta dr Informe Helfeld Investigación gubernamental sobre la sindicaliza-
ésta puede dificultar el acceso a los fondos y ayudas económicas dt'I ción de los empleados públicos y el sistema de mérito en las institu-
gobierno federal de los Estados Unidos de Norteamérica, y entorp<'· ciones del gobierno. Lleva el nombre del director de dicha investi-
cer la convalidación de títulos académicos en las universidades d1• gación, el profesor David Helfeld.
ese país.
Junta Universitaria Es el organismo representativo y deliberativo de
APPU (Asociación Puertorriqueña de Profesores Universitarios) S1• más alta jerarquía en el sistema universitario, cuyo propósito prin-
funda en 1961, fundamentalmente como una agrupación pro• cipal es "mantener integrado" dicho sistema. Entre otras funciones,
reforma universitaria de tendencia sindical. Agrupa a sectores del interviene en la aprobación de los programas académicos, en la for-
profesorado considerados "progresistas". mulación del presupuesto de la Universidad de Puerto Rico, en la
BEOG Ayuda económica para estudiantes universitarios de nivel elaboración de la reglamentación general de esa institución, en la
subgraduado sostenida mediante fondos del gobierno federal de los integración de los proyectos del Plan de Desarrollo Integral, y en
Estados Unidos de Norteamérica. Esta ayuda cubre el costo de ma- las apelaciones contra las decisiones de las Juntas Administrativas
trícula y otros gastos del estudiante. y Senados Académicos.
College Entrance Examination Board Empresa privada a cargo de JIU (Juventud Independentista Universitaria) Brazo político juvenil
formular y administrar los exámenes de ingreso a los estudiantes del Partido Independentista Puertorriqueño en la UPR. Se orga-
que solicitan admisión al sistema universitario. niza a fines de 1960 y participa en las luchas estudiantiles universi-
CES (Consejo de Educación Superior) Se define en el estatuto vigente tarias hasta·su escisión y desaparición en 1977.
de la Universidad de Puerto Rico como la "Junta de Gobierno" de Ley de Reforma Universitaria de 1966 Estatuto que rige a la Univer-
esa institución. Sus nueve miembros son nombrados por el gober- sidad de Puerto Rico desde esa fecha. Es la concreción jurídica del
nador con el consejo y consentimiento del Senado de Puerto Rico. movimiento de reforma universitaria que toma auge a fines de 1950
CGE (Consejo General de Estudiantes) Organismo representativo y principios de 1960. Sus propósitos expresos son: fortalecer la auto·
máximo del cuerpo estudiantil en cada unidad institucional autó- nomía universitaria y democratizar las estructuras y procesos me-
noma. Está reconocido como tal por el estatuto y el Reglamento diante los cuales se decide la política institucional. El estatuto pro-
General de la Universidad de Puerto Rico. clama al estudiantado como parte integrante de la comunidad aca-
démica; otorga participación a los profesores y a los estudiantes en
CORCO (Commonwealth Oil Refining Company) Refinería y com- la toma de decisiones; y constituye un sistema universitario inte-
plejo petroquímico. Es una subsidiaria de la Tesoro Petroleum de grado por "unidades institucionales autónomas" y "no
Texas, U.S.A. autónomas".
FUPI (Federación de Universitarios Pro Independencia) Agrupa- Middle States Association Agencia privada norteamericana encar-
ción de la juventud independentista universitaria, fundada en 1956, gada de evaluar y acreditar a las instituciones de educación secunda-
que se vincula posteriormente en 1959 al Movimiento Pro Indepen- ria y superior. Acredita a la UPR y a otras universidades privadas.
dencia (MPI) y en 1971 al Partido Socialista Puertorriqueño (PSP), Moratoria Recurso de emergencia en el Reglamento General de la
que se proclama partido marxista-leninista.
UPR que autoriza a las autoridades universitarias a prohibir el ejer-
Fuerza de Choque Unidad de operaciones tácticas, o anti-motines, de cicio de los derechos civiles en lo que toca a las llamadas actividades
la Policía de Puerto Rico. extracurriculares como mítines, marchas y piquetes.

u._
232
233
OPU (Organización de Profesores Universitarios) Se origina y orga- están reconocidos por las disposiciones de transición del estatuto
niza como escisión de la A.P.P.U. a fines de la década de 1960. universitario que rige a la UPR.
Agrupa, por contraste con APPU, a los sectores del profesorado
considerados como conservadores, o "no progresistas". SWAT Literalmente significa "special weapons and training", y
constituye el grupo especializado de la Policía de Puerto Rico que
PIP (Partido Independentista Puertorriqueño) Se organiza en 1946, y da apoyo a la Fuerza de Choque. Es una unidad especialista en el
se convierte en el segundo partido de oposición parlamentaria hasta uso de armas largas.
1960. Decae electoralmente después de esta fecha, y resurge como
partido oficiaimente reconocido a partir de las elecciones de 1972. UJS (Unión de Juventudes Socialistas) Brazo político juvenil en la
Universidad de Puerto Rico del Movimiento Socialista Popular
PNPR (Partido Nacionalista de Puerto Rico) Se funda en la década (M.S.P.) hoy Movimiento Socialista de los Trabajadores, o M.S.T.
de 1920 y adquiere suma importancia como movimiento indepen- Ambos se definen como organización marxistas-leninistas. Se orga-
dentista en la década de 1930, bajo la dirección del Dr. PedroAlbizu nizan a partir de la escisión del Partido Independentista Puertorri-
Campos.
queño en 1973. Participa en las luchas estudiantiles universitarias
PNP (Partido Nuevo Progresista) Se organiza a partir de las eleccio- desde esa época.
nes de plebiscito de 1967. Desde el 1968 comparte, o se alterna, en el
UTIER (Unión de Trabajadores de la Industria Eléctrica y Riego)
poder con el Partido Popular Democrático (PPD). En la actualidad Sindicato obrero de la Autoridad de Energía Eléctrica que agrupa a
domina la rama ejecutiva del gobierno, mientras el PPD domina la
los empleados de esa empresa, excepto a los empleados gerenciales,
rama legislativa de éste. profesionales y de construcción.
PPD (Partido Popular Democrático) Fundado en 1938, bajo la direc-
Villa Sin Miedo Nombre dado a la comunidad establecida por los
ción de Luis Muñoz Marín, domina la vida política puertorriqueña rescatadores de terrenos públicos en el municipio puertorriqueño
desde 1940 a 1968. Desde esa fecha comparte, o se alterna, en el po- de Río Grande. "Sin miedo" es la consigna más importante
der con el Partido Nuevo Progresista (PNP). utilizada por el PPD en su campaña elect0ral de 1980.
Plan CETA Programa de adiestramiento y empleo temporero sufra-
gado con fondos asignados por el gobierno federal de los Estados
Unidos de Norteamérica.
Plan de Desarrollo Integral El estatuto que rige a la Universidad de
Puerto Rico exige la formulación de este plan para orientar el desa-
rrollo de la institución. Su formulación se inicia en los proyectos in-
dividuales que formulan las unidades institucionales del sistema
universitario. El plan debe armonizar la "coordinación" de esas
unidades sin menoscabo de la autonomía de éstas, reconocida en el
estatuto universitario.
Senado Académico El estatuto que rige la Universidad lo define
como el "foro oficial de la comunidad académica", que asu vez está
compuesta por los profesores y el estudiantado. Participa en la for-
mulación de la política universitaria, integrando las iniciativas
académicas que surgen de los departamentos y de facultades. La
reglamentación vigente lo define como el "organismo representa-
tivo del claustro". Por ley, cada unidad institucional autónoma del
sistema universitario tiene un senado académico.
Sindicato de Trabajadores Universitarios Agrupación que repre-
senta a efectos sindicales a dichos empleados de mantenimiento y
planta física, en el Recinto de Río Piedras. Sus convenios colectivos
235
234
tudiantiles por violación de la moratoria.
CRONOLOGIA MINIMA
29 de septiembre de 1981 Ocurre el primer brote de violencia entre es-
tudiantes, la guardia universitaria y agentes

,~
1
1
5 de octubre de 1981
encubiertos.
El Registrador del Recinto comienza a noti-
ficar la suspensión de los 4,000 es tudiantes
que no efectuaron a tiempo el pago de sus
¡, matrículas.
5 de febrero de 1981 Presidente del CES anu ncia públicamente
que se aumen tará el costo de las matrículas. 14 de octubre de 1981 La OPU endosa el aumento en el costo de
las matrículas, la moratoria y la ocupación
14 de febrero de 1981 Se organiza el Comité Contra el Alza en policíaca del Recinto.
las Matrículas en el Recinto de Río Piedras.
19 de octubre de 1981 El Gobernador de Puerto Rico, Carlos Ro-
Fines de abril y Referéndum estudiantil en el Recinto de mero Barceló, endosa las certificaciones emi-
. principios de mayo Río Piedras rechaza el aumento uniforme tidas ese día por el CES, y define la huelga
de 1981 y endosa la política de matrícula ajustada universitaria como una cuestión de estado.
a los ingresos familiares.
8 de julio de 1981 20 de octubre de 1981 El Tribunal de Justicia emi te orden de en-
El CES decreta el aumento uniforme del tredicho provisional prohibiéndole a los
costo de las matrículas. dirigentes estudiantiles entrar al Recinto.
27 de agosto de 1981 Primera Asamblea General de Estudiantes
da plazo de cinco días al CES para que se 22 de octubre de 1981 La Policía de Puerto Rico, la Fuerza de
Choque, y la SWAT ocupan el Recinto.
establezca el diálogo sobre la nueva política
de aumento. 22 de octubre de 1981 La intervención de profesores uiversitarios
y de miembros del Colegio de Abogados evi-
1 de septiembre de 1981 El Secretario de Estado acusa a los dirigentes tan confrontación violenta entre la Fuerza
estudiantiles y dirigentes de la UTIER de de Choque y los estudiantes.
subversión y terrorismo.
29 de octubre de 1981 Autoridades universitarias retiran la Poli-
2 de septiembre de 1981 Segunda Asamblea General de estudiantes cía del Recinto.
decreta un "paro definido" de cinco días.
Encarcelan a cuatro dirigentes estudiantiles:
9 de septiembre de 1981 El Rector, Antonio Miró Montilla nombra Roberto Alejandro Rivera, José Rivera San-
el Comité Mediador del Senado Académico. tana, Ramón Bosque e lván Maldonado, por
17 de septiembre de 1981 Se implanta la moratoria, o prohibición violación a la orden judicial de entredicho
de actividades extracurriculares como míti- provisional.
nes, marchas y piquetes en el Recinto. 3 de noviembre. de 1981 Excarcelan a los cuatro dirigentes estu-
20 de septiembre de 1981 (de madrugada) Se formula un documento d iantiles. El Tribunal Supremo revoca al
de consenso para la solución del conflictO juez Pe ter Oniz.
universitario endosado por el Comité Me- 6 de noviembre de 1981 El Rector suspende de empleo y sueldo a los
diador del Senado Académico, el Represen- profesores Francisco Jordán y Arturo Me-
tante Arrarás y la senadora Rosario de léndez, presidentes respectivamente de la
Galarza . HEEND y la APPU .
21 de septiembre de 1981 Tercera Asamblea General de Estudiantes
13 de noviembre de 1981 CES emite la Certificación Núm. 52 que
descarta el documento de consenso y pro- su puestamente pone fin a la h uelga .
clama un "paro indefinido".
25 de noviembre de 1981 Fuerza de Choque disuelve vio lentamente
22 de septiembre de 1981 El Rector suspende a catorce dirigentes es-

....L__ __ -
La composición tipográfica
de este volumen se realizó
en los talleres de
Ediciones Huracán, !ne.
Ave. González 1002
Río Piedras, Puerto Rico.
Se terminó de imprimir el
17 de octubre de 1982
en George Banta Co.
Virginia, U.S.A.
La edición consta de
4,000 ejemplares

También podría gustarte