Varicela, Sarampion y Eritemas Infecciosos
Varicela, Sarampion y Eritemas Infecciosos
Varicela, Sarampion y Eritemas Infecciosos
La varicela es una infección viral muy contagiosa provocada por el virus varicela zoster (VVZ). Se caracteriza por
una erupción vesicular en forma de manchas y ampollas que producen picazón. Esta enfermedad es común entre
la población infantil, aunque tiene una variante propia de los adultos, el herpes zoster, que resulta más seria y
consiste en la reactivación posterior del virus.
Causas
Se transmite a través de pequeñas gotas de líquido vesicular o secreciones del tracto respiratorio que son
transportadas por el aire, especialmente cuando el enfermo tose o estornuda. También se contagia al estar
en contacto con objetos que han sido contaminados. Por este motivo es importante que el paciente sea aislado:
la probabilidad de transmisión entre los niños que asisten al mismo centro escolar o entre los miembros de la
familia supera el 90 por ciento.
Síntomas
Prevención
Diagnóstico
El médico suele reconocer fácilmente la varicela porque la erupción y los demás síntomas son muy
característicos. Sólo muy excepcionalmente es necesario realizar una medición de los valores de anticuerpos en
la sangre e identificar el virus en el laboratorio.
Tratamientos
Otros datos
Las personas que corren el riesgo de sufrir varicela o complicaciones asociadas a la enfermedad son las que
tienen unas defensas reducidas, los niños prematuros o menores de un año y los recién nacidos cuyas madres
han sufrido varicela antes o durante el parto. Las mujeres embarazadas que no han tenido varicela deben
extremar sus precauciones. Si la enfermedad se contrae durante los primeros meses de gestación o in útero poco
antes del nacimiento el feto puede sufrir diversos trastornos o incluso malformaciones.
Eritema infeccioso
El eritema infeccioso (también denominado “quinta enfermedad” o en términos populares “la
enfermedad de la bofetada”) está provocado por el parvovirus B19. El parvovirus B19 es un virus
exclusivamente humano, que no es el mismo que preocupa a los veterinarios y que pueden contraer
los animales domésticos, sobre todo los perros. Por lo tanto, no se puede contagiar de los humanos a
los animales o viceversa.
Causas
Síntomas
Los primeros signos y síntomas de la infección por parvovirus en niños incluyen: Fiebre, malestar
estomacal, dolor de cabeza, resfrío. Especialmente frecuente en niños de entre cinco y 15 años, el
eritema infeccioso cursa inicialmente con una erupción cutánea roja característica en la cara que hace
que parezca que al niño le han dado una bofetada en la cara. Luego la erupción se extiende por el
tronco, los brazos y las piernas. Por mucho que pueda imponer su nombre, el eritema infeccioso solo
es una afección de origen vírico de la que la mayoría de los niños se recuperan rápidamente y sin
complicaciones.
Tratamiento
El eritema infeccioso está provocado por un virus, y no se puede tratar con antibióticos, que se utilizan
para tratar infecciones de origen bacteriano. A pesar de que existen medicamentos antivirales, en la
actualidad no hay ninguno que sirva para tratar el eritema infeccioso. En la mayoría de los casos, se
trata de una afección tan leve que no requiere tratamiento farmacológico.
Por lo general, los niños con eritema infeccioso se encuentran bastante bien y necesitan escaso
tratamiento en casa aparte del reposo. Una vez desparecen la fiebre y los síntomas catarrales leves,
puede haber poco que tratar aparte de las molestias asociadas a la erupción. Si su hijo se queja de
picor, pregunte al pediatra cómo puede aliviarle las molestias. Es posible que el pediatra también
recomiende paracetamol para tratar la fiebre y el dolor articular.
Prevención
No hay ninguna vacuna contra el eritema infeccioso y ninguna forma de prevenir la propagación del
virus. Aislar a una persona que presenta la erupción característica del eritema infeccioso no permite
evitar el contagio porque generalmente, cuando aparece la erupción, la persona ya ha dejado de ser
contagiosa.
Tener unos buenos hábitos higiénicos, sobre todo lavarse frecuentemente las manos, siempre es una
buena idea, puesto que puede ayudar a impedir el contagio de muchas infecciones.
Diagnóstico
El diagnóstico del eritema infeccioso se realiza mediante la observación clínica del exantema, excluyendo
otros procesos. En laboratorio, no existen datos fidedignos de diagnóstico de este virus, aunque, como
referencia se miden los niveles de anticuerpos en la sangre. Otro método eficaz para el diagnóstico es el
uso de métodos para detectar las partículas virales o el DNA del parvovirus B19.
Sarampión
El sarampión es una enfermedad altamente contagiosa causada por la infección del virus del sarampión,
que en ausencia de vacunación afecta principalmente a niños, aunque personas de cualquier edad no
inmunizadas pueden ser infectadas.
Cuando una persona "pasa" el sarampión queda inmunizada para toda la vida; sin embargo, es
importante prevenir esta infección puesto que puede tener afectaciones y secuelas graves.
Causas y transmisión
Diagnostico
Por lo general, El diagnóstico del sarampión se basa en los síntomas típicos, las manchas de Koplik
que son pequeñas manchas blanco azuladas con fondo rojo brillante, que se encuentran en la pared
interior de la mejilla. y la erupción característica. Los análisis de sangre para identificar el virus se
realizan principalmente para documentar los casos con fines de salud pública, con el objetivo de que
los funcionarios de salud puedan tratar de contener los brotes y limitar la propagación. Sin embargo,
muchos médicos no han observado nunca el sarampión y el sarpullido se suele confundir con otras
enfermedades. Si es necesario, se debe realizar un análisis de sangre para poder confirmar si el
sarpullido es en realidad sarampión.
Síntomas
Los signos y síntomas del sarampión aparecen entre 10 y 14 días después de la exposición al virus. Los
signos y los síntomas del sarampión generalmente incluyen:
Fiebre
Tos seca
Resfrío
Dolor de garganta
Ojos inflamados (conjuntivitis)
Manchas blancas diminutas con centro blanco azulado y fondo rojo dentro de la boca, en el
revestimiento interno de las mejillas, también denominados manchas de Koplik
Sarpullido constituido por manchas grandes y planas que generalmente se funden entre sí
Tratamiento
No existe un tratamiento específico para la infección por sarampión establecida. No obstante, se pueden
tomar algunas medidas para proteger a las personas vulnerables que se han expuesto al virus. Tales
como:
Inmunoglobulina sérica: Las mujeres embarazadas, los bebes y las personas con sistemas
inmunitarios debilitadores que están expuestos al virus pueden recibir una inyección de proteínas
(anticuerpos) llamada “inmunoglobulina sérica”. Cuando se administran dentro de los seis días
tras la exposición del virus, estos anticuerpos pueden prevenir el sarampión o ayudar a que los
síntomas sean menos graves.
Prevención
La vacuna del sarampión, se administra entre los 12 y los 15 meses de edad, pero se puede
administrar a niños a partir de 6 meses si se declara una epidemia de sarampión. Entre los 4 y los 6
años de edad se administra una segunda dosis. Los niños que tenían menos de 1 año de edad cuando
fueron inmunizados todavía necesitan 2 dosis más después de su primer cumpleaños. La vacuna que
se utiliza es una vacuna combinada. La combinación contiene la vacuna para el sarampión, las paperas
y la rubéola y a veces también la vacuna para la varicela.
A los niños (y los adultos) expuestos al sarampión que no están inmunizados se les puede administrar
la vacuna dentro de los 3 días siguientes a la exposición. A las personas que no deben recibir la
vacuna, como las mujeres embarazadas, las personas con ciertos tipos de cáncer o tuberculosis no
tratada y las personas con enfermedades graves o sistemas inmunitarios debilitados, ya que existe el
riesgo de que presenten reacciones graves a la vacuna, y como protección se les administran
inmunoglobulinas.