Mitos Argentinos Famosos

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Mitos argentinos más famosos

¿Cómo y por qué aparece la "luz mala"?

El mito de la luz mala es uno de los más famosos de Argentina, Chile y Uruguay. Consiste en la aparición
de una luz brillante en la noche, que flota a poca altura del suelo y puede permanecer inmóvil, desplazarse
o perseguir a gran velocidad a quien la observa. En esta nota, Billiken te cuenta la historia de este mito
argentino.
Los mitos y las leyendas nacen del relato espontáneo de alguien a quien le sucedió algo extraordinario
alguna vez. O son un eco lejano de las antiguas narraciones de los pueblos originarios, que se van
transmitiendo oralmente de generación en generación. Otras veces son adaptaciones de fábulas de otras
partes del mundo. Aunque la ciencia desmiente este tipo de historias una y otra vez y se esfuerza por
encontrarles una explicación racional, los mitos y las leyendas se siguen transmitiendo a través de los
años. En esta oportunidad, Billiken te va a contar la leyenda de la luz mala y, en otras notas, te va a hablar
sobre otros mitos y leyendas.

¿Qué es la luz mala?


Se trata de uno de los mitos más famosos de Argentina, Chile y Uruguay. Algunos la conocen como “el
fantasma dentro del foco”. Consiste en la aparición nocturna de una luz brillante que flota a poca altura
del suelo, y puede permanecer inmóvil, desplazarse o, según algunos relatos, perseguir a gran velocidad
al observador aterrorizado. Por lo general, aparece a una distancia cercana al horizonte.
¿Cómo y por qué aparece la luz mala?
Puede ocurrir que, al llegar la noche, si uno se encuentra en un terreno abierto, en el campo o en un
bosque, distinga una luminosidad muy especial. No es el reflejo de la luna, sino una luz muy localizada,
como si proviniera de un farol. En las tradiciones populares se la conoce como “luz mala” y se considera
que es el alma de un difunto que está buscando su sepultura. También se le dice “farol del Diablo'', porque
no siempre está quieta y suele moverse hacia un lado y el otro, a media altura, como si alguien la
controlara.

¿Qué hacer al ver la luz mala?


Cuenta la leyenda que, ante un encuentro de este tipo, las personas que viven en el campo deben decir
una oración, mirar al cielo y luego morder la vaina de su cuchillo. Al regresar el día, muy pocos se
atreven a regresar al mismo sitio, y menos dirigirse al sector donde se localizaba la luz para cavar. Los
que lo hicieron, según cuenta la leyenda, se encontraron con restos de alfarería indígena. Y están
quienes aseguran que hallaron también algunos metales, como plata y oro.

Lo que dice la ciencia


Según los científicos, no hay “luz mala” ni nada que se le parezca. Esa extraña luminosidad que a veces
aparece por la noche en el campo se debe, señalan, a la fosforescencia producida por la descomposición
de las materias orgánicas que están sobre el suelo o enterradas a poca profundidad. También indican
que puede ser el reflejo de la luz de la luna sobre los esqueletos de los animales muertos.

¿Quién o qué es el lobizón?


Cuenta la leyenda que el lobizón es un ser parecido a un perro fornido, con orejas grandes, muy peludo,
con patas y pezuñas y ojos que parecen echar fuego. En esta nota, Billiken te cuenta la historia de este
mito argentino.

¿Quién o qué es el lobizón?


Es uno de los siete monstruos de la mitología guaraní, el séptimo hijo de Taú y Keraná. Se trata de una
criatura mitad hombre y mitad bestia, cuya figura guarda similitudes con la leyenda europea del hombre
lobo. Es un mito muy popular en Argentina, Paraguay, Uruguay y el sur de Brasil. En estos países existe la
creencia de que el séptimo hijo varón de una familia, al llegar a la adolescencia, se transforma en lobizón.

Características del lobizón


Cuenta la leyenda que el lobizón es un ser muy semejante a un perro fornido, con orejas muy grandes,
muy peludo, con patas y pezuñas y ojos que parecen echar fuego. Suele atacar a las personas cuando
considera que han invadido su territorio. Dice la maldición que si alguien es mordido por un lobizón o
siquiera alcanzado por una gota de su sangre o su saliva, irremediablemente se convertirá también en
lobizón. Si se tiene un crucifijo y se repite una oración una y otra vez en un bosque a medianoche, el
lobizón se alejará.

¿Qué hace el lobizón?


El lobizón hace imposible la vida del más allá y juega con el destino de las almas. Se dice que los martes y los
viernes, al comenzar la noche, el lobizón pierde su forma humana para transformarse en un perro de aspecto
horrible o en un lobo de dientes muy afilados que ronda por los cementerios para alimentarse con los
cadáveres. A la medianoche sale en busca de seres humanos para convertirlos en lobizones, y lo logra
asustándolos y luego pasando por debajo de sus piernas. Se dice que el lobizón tiene un olor nauseabundo y
que su aspecto congela la sangre en las venas y hace enloquecer a las personas. Su caminar termina al
comenzar el nuevo día, cuando vuelve a tener su forma humana. La leyenda también dice que si un lobizón
es herido con un cuchillo, inmediatamente recobra su forma humana. Su aspecto es el de una persona sucia,
cansada, esquiva, de mirada doliente y melena despeinada. Al verlo como humano, las personas no saben si
tener compasión o sentir miedo ante la duda de que sea o no el lobizón.

Ahijado del presidente

En Paraguay y en Argentina se acostumbra desde el siglo XIX que el Presidente de la Nación sea nombrado
"padrino" del séptimo hijo varón de un matrimonio consolidado bajo las mismas costumbres. Este
accionar se debe a que los supersticiosos, en el pasado, sacrificaban a su séptimo hijo a pedradas por el
terror que les producía la posibilidad de que les hubiera nacido un lobizón. Si bien este padrinazgo se
realizaba de modo informal hasta 1907, existen registros de que en ese año se hizo el primer bautismo
oficial, con el presidente José Figueroa Alcorta como padrino. Ya el 12 de marzo de 1973, el presidente
Juan Domingo Perón dio formato legal a esta costumbre a través del “Decreto 848”, conocido como “Ley
de padrinazgo presidencial''. El decreto otorga becas totales para estudios primarios y secundarios al
séptimo hijo varón de cualquier familia.

La mulánima, la mujer que se convirtió en


mula.
¿Quién o qué es la mulánima?

Según la leyenda, se trata de una mujer sin moral, que cometió incesto con su hermano y su padre y tuvo
relaciones sexuales con el cura del pueblo. Como no mostró arrepentimiento, antes de su muerte recibió
una maldición de Dios, quien la convirtió en una mula de color gris que arrastra unas cadenas pesadas. Es
muy peligrosa ya que puede matar a patadas a quien la encuentre a la noche en el monte.

Se dice que vaga por las noches en los montes y las montañas y recorre los alrededores de los pueblos en
días de tormenta. Da unos gritos de dolor que hielan la sangre de quien los escucha, debido a que va
arrastrando unas cadenas que le producen un gran dolor cuando camina. Además, el freno de las riendas
que lleva en el hocico le lastima la boca. Según la leyenda, su viaje termina en la puerta de la iglesia del
pueblo más cercano, desde donde emprende nuevamente su caminata largando fuego por los ojos y la
boca. Dicen aquellos que la vieron que no la pasaron nada bien en los meses siguientes, ya que la
mulánima sólo trae desgracias. Por eso, la leyenda dice que no hay que pasearse por el monte de noche
y con tormenta.

¿Qué hacer al ver a la mulánima?

Aunque aparezca de noche y su color sea oscuro, la mulánima es visible. La luz de la luna o los relámpagos de
la tormenta resaltan el brillo de su lomo, humedecido de tanto correr. Además, salen chispas de su boca y
nariz, y una nube de polvo y vapor la envuelve por completo. La leyenda dice que para salvarla de su condena
hay que quitarle el freno del hocico. Algunos dicen que, para evitar que la mulánima mate a la persona con
la que se ha cruzado, debe contener el miedo y mostrar valentía. Otras tradiciones, además, indican que
debido al poder de su maldición, que se extiende por donde ha transitado, las personas que tengan relaciones
inmorales y no se arrepientan de ello, se transformarán durante la noche en una mula como castigo.

El trasfondo del mito de la mulánima.

La cadena que porta la mulánima vendría a ser la representación del peso de sus pecados. La leyenda tiene
como trasfondo moral la intención de reprimir ciertas relaciones sexuales y culpabilizar a la mujer que las
ejerza.

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