Oraciones

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REZO DE COMPLETAS

Presidente: Dios mío, ven en mi auxilio.

Todos: Señor, date prisa en socorrerme.

Presidente: Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo...

Todos: Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén. Aleluya.

Presidente: Hermanos, habiendo llegado al final de esta jornada que el Señor nos ha concedido,
reconozcamos sinceramente nuestros pecados (un momento de silencio...)
Yo confieso...

Todos: ...ante Dios todopoderoso y ante ustedes, hermanos,


que he pecado mucho de pensamiento, palabra, obra y omisión:
por mi culpa, por mi culpa, por mi gran culpa.
Por eso ruego a santa María, siempre Virgen,
a los ángeles, a los santos y a ustedes, hermanos,
que intercedan por mí ante Dios, nuestro Señor.

Presidente: El Señor todopoderoso tenga misericordia de nosotros, perdone nuestros pecados y nos lleve a
la vida eterna.

Todos: Amén.

HIMNO

Cuando la luz del sol es ya poniente,


gracias, Señor, es nuestra melodía;
recibe, como ofrenda, amablemente,
nuestro dolor, trabajo y alegría.

Si poco fue el amor en nuestro empeño


de darle vida al día que fenece,
convierta en realidad lo que fue un sueño
tu gran amor que todo lo engrandece.

Tu cruz, Señor, redime nuestra suerte


de pecadora en justa, e ilumina
la senda de la vida y de la muerte
del hombre que en la fe lucha y camina.

Jesús, Hijo del Padre, cuando avanza


la noche oscura sobre nuestro día,
concédenos la paz y la esperanza
de esperar cada noche tu gran día. Amén.

SALMODIA

Antífona: Tú, Señor, eres clemente y rico en misericordia.

Inclina tu oído. Señor; escúchame,


que soy un pobre desamparado;
protege mi vida, que soy un fiel tuyo;
salva a tu siervo, que confía en ti.
Tú eres mi Dios, piedad de mí, Señor,
que a ti te estoy llamando todo el día;
alegra el alma de tu siervo,
pues levanto mi alma hacia ti;

porque tú, Señor, eres bueno y clemente,


rico en misericordia con los que te invocan.
Señor, escucha mi oración,
atiende a la voz de mi súplica.

En el día del peligro te llamo,


y tú me escuchas.
No tienes igual entre los dioses, Señor,
ni hay obras como las tuyas.

Todos los pueblos vendrán


a postrarse en tu presencia, Señor;
bendecirán tu nombre:
«Grande eres tú, y haces maravillas;
tú eres el único Dios.»

Enséñame. Señor, tu camino,


para que siga tu verdad;
mantén mi corazón entero
en el temor de tu nombre.

Te alabaré de todo corazón. Dios mío;


daré gloria a tu nombre por siempre,
por tu grande piedad para conmigo,
porque me salvaste del abismo profundo.

Dios mío, unos soberbios se levantan contra mí,


una banda de insolentes atenta contra mi vida,
sin tenerte en cuenta a ti.

Pero tú, Señor, Dios clemente y misericordioso,


lento a la cólera, rico en piedad y leal,
mírame, ten compasión de mí.

Da fuerza a tu siervo,
salva al hijo de tu esclava;
dame una señal propicia,
que la vean mis adversarios y se avergüencen,
porque tú, Señor, me ayudas y consuelas.

Presidente: Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo...

Todos: Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

Todos: Tú, Señor, eres clemente y rico en misericordia.

LECTURA BREVE 1 Tes 5, 9-10

Lector: Dios nos ha puesto para obtener la salvación por nuestro Señor Jesucristo, que murió por nosotros,
para que, velando o durmiendo, vivamos junto con él.
RESPONSORIO BREVE

Presidente: En tus manos. Señor, encomiendo mi espíritu.

Todos: En tus manos. Señor, encomiendo mi espíritu.

Presidente: Tú, el Dios leal, nos librarás.

Todos: Te encomiendo mi espíritu.

Presidente: Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.

Todos: En tus manos. Señor, encomiendo mi espíritu.

CÁNTICO EVANGÉLICO
Antífona: Sálvanos, Señor, despiertos, protégenos mientras dormimos, para que velemos con Cristo y
descansemos en paz.

Todos: Ahora, Señor, según tu promesa,


puedes dejar a tu siervo irse en paz,
porque mis ojos han visto a tu Salvador,
a quien has presentado ante todos los pueblos:
luz para alumbrar a las naciones y gloria de tu pueblo Israel.

Presidente: Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo...

Todos: Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Sálvanos, Señor, despiertos, protégenos mientras dormimos, para que velemos con Cristo y
descansemos en paz.

ORACION

Presidente: Concede, Señor, a nuestros cuerpos fatigados el descanso necesario, y haz que la simiente del
reino que con nuestro trabajo hemos sembrado hoy crezca y germine para la cosecha de la
vida eterna. Por Cristo nuestro Señor.

Todos: Amén.

CONCLUSIÓN

Presidente: El Señor todopoderoso nos conceda una noche tranquila y una santa muerte.

Todos: Amén.

Presidente: Dios te salve.

Todos: Reina y Madre de misericordia,


vida, dulzura y esperanza nuestra, Dios te salve.
A ti llamamos los desterrados hijos de Eva,
a ti suspiramos, gimiendo y llorando,
en este valle de lágrimas.
Ea, pues. Señora, abogada nuestra,
vuelve a nosotros tus ojos misericordiosos,
y después de este destierro muéstranos a Jesús,
fruto bendito de tu vientre.
¡Oh clemente, oh piadosa, oh dulce Virgen María!
REZO DE COMPLETAS

Presidente: Dios mío, ven en mi auxilio.

Todos: Señor, date prisa en socorrerme.

Presidente: Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo...

Todos: ...como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén. Aleluya.

Presidente: Hermanos, habiendo llegado al final de esta jornada que el Señor nos ha concedido,
reconozcamos sinceramente nuestros pecados (un momento de silencio...)
Yo confieso...

Todos: ...ante Dios todopoderoso y ante ustedes, hermanos,


que he pecado mucho de pensamiento, palabra, obra y omisión:
por mi culpa, por mi culpa, por mi gran culpa.
Por eso ruego a santa María, siempre Virgen,
a los ángeles, a los santos y a ustedes, hermanos,
que intercedan por mí ante Dios, nuestro Señor.

Presidente: El Señor todopoderoso tenga misericordia de nosotros, perdone nuestros pecados y nos lleve a
la vida eterna.

Todos: Amén.

HIMNO

Se inclina ya mi frente,
sellado está el trabajo;
Señor, tu pecho sea
la gracia del descanso.

Mis ojos se retiran,


la voz deja su canto,
pero el amor enciende
SU lámpara velando.
Lucero que te fuiste,
con gran amor amado,
en tu gloria dormimos
y en sueños te adoramos. Amén.

SALMODIA

Antífona: No me escondas tu rostro, ya que confío en ti.

Señor, escucha mi oración;


tú que eres fiel, atiende a mi súplica;
tú que eres justo, escúchame.
No llames a juicio a tu siervo,
pues ningún hombre vivo es inocente frente a ti.

El enemigo me persigue a muerte,


empuja mi vida al sepulcro,
me confina a las tinieblas
como a los muertos ya olvidados.
Mi aliento desfallece,
mi corazón dentro de mí está yerto.

Repaso los tiempos antiguos,


medito todas tus acciones,
considero las obras de tus manos
y extiendo mis brazos hacia ti:
tengo sed de ti como tierra reseca.

Escúchame en seguida, Señor,


que me falta el aliento.
No me escondas tu rostro,
igual que a los que bajan a la fosa.

En la mañana hazme escuchar tu gracia,


ya que confío en ti;
indícame el camino que he de seguir,
pues levanto mi alma a ti.

Líbrame del enemigo, Señor, que me refugio en ti.


Enséñame a cumplir tu voluntad,
ya que tú eres mi Dios.
Tu espíritu, que es bueno,
me guíe por tierra llana.

Por tu nombre. Señor, consérvame vivo;


por tu clemencia, sácame de la angustia.

Presidente: Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo...

Todos: Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
No me escondas tu rostro, ya que confío en ti.

LECTURA BREVE 1 Pe 5, 8-9

Lector: Sed sobrios, estad despiertos: vuestro enemigo, el diablo, como león rugiente, ronda buscando a
quien devorar; resistidle, firmes en la fe.

RESPONSORIO BREVE

Presidente: En tus manos, Señor, encomiendo mi espíritu.

Todos: En tus manos, Señor, encomiendo mi espíritu.

Presidente: Tú, el Dios leal, nos librarás.

Todos: Te encomiendo mi espíritu.

Presidente: Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.

Todos: En tus manos, Señor, encomiendo mi espíritu.

CÁNTICO EVANGÉLICO

Antífona: Sálvanos, Señor, despiertos, protégenos mientras dormimos, para que velemos con Cristo y
descansemos en paz.
Todos: Ahora, Señor, según tu promesa,
puedes dejar a tu siervo irse en paz,
porque mis ojos han visto a tu Salvador,
a quien has presentado ante todos los pueblos:
luz para alumbrar a las naciones y gloria de tu pueblo Israel.

Presidente: Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo...

Todos: Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

Todos: Sálvanos, Señor, despiertos, protégenos mientras dormimos, para que velemos con Cristo y
descansemos en paz.

ORACIÓN

Presidente:Ilumina, Señor, nuestra noche y concédenos un descanso tranquilo; que mañana nos
levantemos en tu nombre y podamos contemplar, con salud y gozo, el clarear de un nuevo
día. Por Cristo nuestro Señor.
Todos: Amén.

CONCLUSION

Presidente: El Señor todopoderoso nos conceda una noche tranquila y una santa muerte.
Todos: Amén.

Presidente: Bajo tu amparo nos acogemos


Todos: Santa Madre de Dios, no desprecies las oraciones que te dirigimos en nuestras necesidades, antes
bien líbranos de todo peligro, oh Virgen gloriosa y bendita.

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