La Hora Santa
La Hora Santa
La Hora Santa
En 1673 Santa Margarita María Alacoque declaró que tuvo una visión de Jesús en la que él le
pidió que pasara una hora todos los jueves por la noche para meditar sobre los sufrimientos de
Jesús en el Huerto de Getsemaní. Esta práctica luego se generalizó entre los católicos,
surgiendo así la Hora Santa.
En la visión a Santa Margarita se le pidió que la hora santa se llevará a cabo a la media noche
del jueves, pero la iglesia católica ha modificado este horario para que los fieles puedan acudir
a la iglesia para participar en ella. En ocasiones se hace entre las 6 y 8 de la noche, pero
algunas personas aseguran que debería hacerse a las 3:00 de la tarde, hora en que Jesus
murió crucificado. Sirve para meditar sobre el sufrimiento que tuvo que enfrentar Jesús en
el Huerto de Getsemaní antes de que fuera crucificado.
La inspiración para la Hora Santa es Mateo 26:40. En el Evangelio de Mateo, durante la agonía
en el Huerto de Getsemaní la noche antes de su crucifixión, Jesús habló a sus discípulos,
diciendo: "Mi alma está triste hasta la muerte. Permanezcan aquí y velen conmigo". Volviendo a
los discípulos después de la oración, los encontró dormidos y en Mateo 26:40 le preguntó a
Pedro: "Entonces, ¿ustedes no podrían vigilarme durante una hora?", es por eso que se dedica
una hora a orar por y con Jesús.
Tiene su origen en el sufrimiento de Jesus, sin embargo en la actualidad las personas también
utilizan este momento para reflexionar sobre las enseñanzas que ha dejado, así mismo es un
momento de oración que se le ofrece como agradecimiento.
Es una oportunidad magnífica para hacer un silencio interior en el que el Señor nos
habla especialmente. La Hora Santa rezada en la Iglesia, tiene la ventaja de la presencia del
Señor en el Santísimo Sacramento, y la Iglesia es el lugar natural para la oración.
Una vez iniciada la comunicación con el Señor es bueno estar atento a escucharlo,
sentirlo y expresarle nuestro amor, nuestra admiración, nuestro respeto. Es necesario abrir el
corazón al Señor para dejar que fluyan los sentimientos.
Pero sobre todo la Hora Santa es dialogo donde se privilegia el escuchar al Señor Jesús que
tiene tantas cosas maravillosas que transmitirnos; es nuestra alma la que necesita llenarse
de Él.
El Arzobispo Fulton J. Sheen decía acerca de la Hora Santa: “La forma de conocer mejor a
un amigo es pasar tiempo con él. Si nosotros queremos conocer mejor al Señor necesitamos
también pasar tiempo con Él. Deberíamos estar con Él en oración silenciosa por lo menos una
hora al día”.