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Diferencia Entre Fobia y El Miedo

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Diferencia entre miedo y fobia

El miedo es una de las emociones que conocemos desde niños. A pesar de


no ser la emoción más agradable es natural y beneficiosa. Es ese mecanismo
enfocado en la defensa y la supervivencia, útil para ayudarnos a responder
ante ciertas situaciones con gran rapidez. Gracias a ella es que hemos
logrado sobrevivir como especie.
La mayoría de las personas le tiene miedo a algo. Ratones, cucarachas, el
océano, las arañas, son algunos de los elementos a los que muchos temen.
Pero qué pasa cuando en vez de miedo hablamos de fobias.
Según el DSM 5 las fobias especificas son ese miedo intenso por un objeto o
situación específica. Puede que alguna vez hayamos escuchado sobre
alguien con fobia a las alturas, a la sangre o a algún animal como las
serpientes, y es que cuando hablamos de una fobia no nos referimos a ese
miedo momentáneo al ver algún elemento desagradable que va a
acompañado de un grito y unas risas posteriores. Una fobia se identifica por
una ansiedad que es desproporcionada al peligro real que puede tener este
elemento. Por ejemplo, una persona con fobia a las mariposas puede
presentar unos niveles de ansiedad extremadamente altos con solo ver una
a lo lejos, y es de saber que este animal no es peligroso, pero al tratarse de
una fobia eso no es algo que la persona que lo padece lo considere de forma
racional. Puede que se llegue a pensar en fobias a otro tipo de animales
como las serpientes; la cual es potencialmente peligrosa; pero qué pasa si la
persona que tiene este miedo vive en la ciudad y su posibilidad de toparse
con una serpiente es casi nula, pues bueno en ese caso tampoco hay un
riesgo real ante este estímulo, pero puede que con solo ver la imagen en
televisión se desencadene una reacción intensa. Aquel que presenta una
fobia reaccionará casi siempre frente este elemento y siempre va a evitar
enfrentarse de cualquier manera ante éste. Y esto puede ser el comienzo de
como ese malestar puede ser tal, que logra afectar distintas áreas en la vida
de las personas.
Imagina que tengas fobia a los espacios encerrados y tengas que trabajar en
una oficina pequeña. Concebir la idea de tener que estar 8 horas
diariamente en ese espacio puede ser algo inimaginable, por lo que puede
que prefiera renunciar o tomar acciones como no ir a la oficina, lo que
puede ocasionar problemas laborales.
Como vemos, una fobia va mucho más allá del miedo, se convierte el algo
desadaptativo que puede afectar nuestra vida diaria. Mientras que el miedo
es racional la fobia puede no llegar a serlo, y además resulta ser
incontrolable. Sin embargo, si tiene tratamiento. Las terapias de exposición
se enfocan en ayudar a este problema. Cabe recalcar que es un
procedimiento que debe ser realizado por un profesional que conozca el
paso a paso para manejar esto de forma ética y efectiva, teniendo como
prioridad siempre la seguridad y mejoría del consultante.

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