Protocolo D Einvestigación Grupo 2

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Universidad Técnica De Ambato

Facultad Ciencias De La Salud


Medicina

Pe
Tema:

dia
Cómo usar biomarcadores
de infección o sepsis a lado
P R O T O C O O
L
Integra Docente
 Rengel  Dr. Javier

ntes:
Gabriela :Fiallos
 Robalino
María José
 Tamayo
Michelle
PROTOCOLO

Título de investigación:

Uso de biomarcadores en el diagnostico de sepsis en el servicio de pediatría

Planteamiento del problema o justificación

La sepsis neonatal es una respuesta desequilibrada extrema del cuerpo ante una infección
diseminada, que en pediatría afecta y pone en peligro la vida con mayor prevalencia, debido a
que esta población es más susceptible.

La Organización Mundial de la Salud (OMS), estima que la mortalidad anual de niños


menores de cinco años es aproximadamente de 11 millones, liderando como causa principal
la neumonía (19%), siendo la neumonía asociada al ventilador uno de los principales
procesos infecciosos que predisponen la sepsis.

En Ecuador, informes anteriores han planteado que la incidencia de sepsis ocupa el tercer
puesto en relación con las causas de mortalidad en neonatología, teniendo una incidencia de
aproximadamente el 2,4 %.

Para diagnosticar sepsis, usualmente se utilizan diferentes datos como: manifestaciones


sistémicas, disfunción orgánica y documentación microbiológica. Los biomarcadores podrían
proporcionar información adicional acerca del pronóstico, diagnóstico y tratamiento,
mejorando y optimizando la atención al paciente, por lo que se plantea la investigación en
base a una revisión narrativa del uso de biomarcadores en sepsis en niños de 5-12 años del
servicio de pediatría.

Objetivo general y específicos:

 Objetivo General:

Determinar la importancia de los biomarcadores en el diagnóstico oportuno de sepsis en la


edad pediátrica, mediante la revisión de bibliografía sobre el tema.

 Objetivos específicos:
 Conocer cuáles son los principales biomarcadores que se emplean en el
diagnóstico de sepsis.
 Detallar la validez de los biomarcadores como pruebas diagnósticas de la sepsis
neonatal.
Antecedentes:

Biomarcador de procalcitonina para sepsis en pacientes postoperatorios con trauma


pediátrico:

Este estudio longitudinal retrospectivo se realizó de enero de 2017 a diciembre de 2019. Se


incluyeron pacientes con trauma pediátrico postoperatorio mayores de 2 semanas de edad que
fueron hospitalizados en la UCIP del Hospital King Fahd de la Universidad debido a un
traumatismo grave o eventos quirúrgicos postagudos. Dentro de las 24 horas posteriores a la
admisión, se midieron los niveles de PCT y nuevamente 48-72 horas después.
En el cual se encontró que en el 31% de los niños gravemente enfermos desarrollaron sepsis
posquirúrgica. En comparación con la puntuación PRISM III y el nivel de PCT a las 24 horas,
los niveles de PCT a las 48-72 horas exhibieron el área bajo la curva (AUC) más grande. Con
una sensibilidad del 71 % y una especificidad del 65 %, el valor predictivo del AUC se
estimó en 0,71. El AUC de los niveles de PCT a las 48-72 horas fue de 0,72 (intervalo de
confianza (IC) del 95 %: 0,65-0,79; p < 0,001), lo que indica una alta validez predictiva
utilizando un punto de corte > 0,10, con sensibilidad, especificidad y resultados positivos y
negativos. valores predictivos de 68,4%, 63,6%, 45,8% y 81,8%, respectivamente. En
conclusión, PCT es un biomarcador sensible para la detección de sepsis en pacientes con
trauma pediátrico postoperatorio, especialmente aquellos con una alta sospecha de sepsis
antes de la prueba. Además, la PCT se puede usar sola o en combinación con otros hallazgos
clínicos para ayudar a formular un diagnóstico primario rápido de sepsis en este subgrupo de
pacientes. (Albuali, 2023)

Desempeño de marcadores pronósticos en sepsis pediátrica

Se realizó un estudio retrospectivo en una UCIP en Brasil. Todos los pacientes de 6 meses a
18 años ingresados con diagnóstico de sepsis fueron elegibles para su inclusión. Aquellos con
ferritina y proteína C reactiva medidos dentro de los 48h y lactato y leucocitos dentro de 24h
de ingreso se incluyeron en el análisis de desempeño pronóstico. De 350 pacientes elegibles
con sepsis, 294 se habían sometido a todas las mediciones necesarias para el análisis y se
incluyeron en el estudio. PIM2, ferritina, lactato y CRP tuvieron un buen poder
discriminatorio para la mortalidad, siendo PIM2 y ferritinas superiores a CRP. Los valores de
corte para PIM2 (> 14%), ferritina (> 135ng/ml), lactato (> 1,7mmol/L) y PCR (> 6,7mg/mL)
se asociaron con mortalidad. La combinación de ferritina, lactato y PCR tuvo un valor
predictivo positivo de mortalidad del 43 %, similar al de PIM2 solo (38,6 %). El uso
combinado de los tres biomarcadores más PIM2 aumentó el valor predictivo positivo al 76 %
y la precisión a 0,945. PIM2, ferritina, lactato y CRP solos mostraron un buen rendimiento
pronóstico de mortalidad en pacientes pediátricos mayores de 6 meses con sepsis. Cuando se
combinaron, pudieron predecir la muerte en tres cuartas partes de los pacientes con sepsis. El
recuento total de leucocitos no fue útil como marcador pronóstico. (Tedesco Tonial, 2021)

Combinación de proteína C reactiva, procalcitonina, IL-6, IL-8 e IL-10 para el


diagnóstico precoz del estado hiperinflamatorio y la disfunción orgánica en la sepsis
pediátrica

Se realizó un análisis retrospectivo de los niños tratados en el Hospital Infantil de Hangzhou


entre marzo de 2019 y noviembre de 2021. Como controles, se incluyeron en el grupo sin
infección niños con enfermedades no infecciosas, sin SIRS y con una puntuación pSOFA <2.
Había tres grupos de casos, como sigue. Los niños con una infección, sin SIRS y una
puntuación pSOFA de <2 se incluyeron en el grupo de infección sin sepsis. Los niños con
una infección, SIRS y una puntuación pSOFA de <2 se clasificaron como sepsis 1,0, lo que
representa el estado hiperinflamatorio. Los niños con una infección y una puntuación pSOFA
de ≥2 se clasificaron como sepsis 3.0, lo que representa la fase de inflamación desregulada de
la sepsis que da como resultado una disfunción orgánica.

Se detectaron niveles significativamente más altos de PCR, PCT e IL-6 en el grupo Sepsis 1.0
que en el grupo de infección sin sepsis ( p  < 0,001). Las áreas bajo la curva (AUC) para el
diagnóstico de Sepsis 1.0 fueron 0,974 (CRP), 0,913 (PCT) y 0,919 (IL-6). Una combinación
de dos biomarcadores cualesquiera aumentó la sensibilidad diagnóstica a ≥92,54 % y la
especificidad al 100,00 %. Se encontraron niveles significativamente más altos de PCT, IL-8
e IL-10 en el grupo Sepsis 3.0 que en el grupo Sepsis 1.0 ( p  ≤ 0.01), con AUC para
diagnosticar Sepsis 3.0 0.807 (PCT), 0.711 (IL-8) y 0.860 (IL-10). La combinación de estos
tres biomarcadores aumentó la sensibilidad diagnóstica al 96,55 % y la especificidad al 94,03
%. LLegando a la conclusion, Conclusión

En la sepsis pediátrica, la combinación de CRP, PCT e IL-6 puede diagnosticar con precisión
el estado hiperinflamatorio y aumentar la especificidad diagnóstica. El diagnóstico temprano
de la disfunción orgánica requiere una combinación de PCT, IL-8 e IL-10. (Gongbo Zeng,
2022)
Hipótesis:

Los biomarcadores como la procalcitonina (PCT), o la proteína C- reactiva, nos brindan


información acerca de las respuestas biológicas del cuerpo ante la infección, en este contexto,
ambas suelen elevarse ante un proceso inflamatorio, e incluso pueden verse afectadas por
otros estados que no necesariamente sean inflamatorios, por lo que el uso de estos
biomarcadores puede tener una baja utilidad para predecir sepsis, aunque la PCT si se asocia
con una mayor importancia en cuanto a la disminución del uso de antibióticos en el día 1 y
una mayor supervivencia de pacientes críticos, cuando se aplica la estrategia de
administración de antibióticos guiada por PCT, así como para predecir la supervivencia y la
respuesta de la sepsis a la terapia, puesto que según estudios realizados, si se mide la PCT al
inicio del diagnóstico de sepsis y al día 4 de tratamiento y este último valor continúa siendo
alto, es indicativo de una falla en el control de la enfermedad infecciosa.

La proteína C-reactiva se asocia a una mayor precisión en cuanto al diagnóstico de sepsis ya


que un aumento de esta >4,1 mg/dl predice el diagnóstico, además se estableció que un valor
muy alto de PCR era un buen predictor de Neumonía Adquirida en la Comunidad (NAC) con
una radiografía (RX) de tórax que no presentaba infiltrados (falsamente negativa) y, por el
contrario, niveles bajos de esta proteína excluía el diagnóstico de una NAC en un paciente
que presentaba RX falsamente positiva. Además, se ha establecido que una intensa reducción
del índice de la PCR es un marcador sustituto de la resolución de sepsis, pero si este índice
aumenta o se mantiene elevado reporta que la sepsis es refractaria a la terapia.

Marco teórico:

Definición:

La sepsis es una infección sistémica de etiología bacteriana, viral, parasitaria o fúngica,


relacionada a disfunción orgánica potencialmente mortal causada por una respuesta
desregulada del huésped a la infección.

Epidemiologia:

La sepsis es una de las principales causas de morbilidad, mortalidad y utilización de la


atención médica para los niños en todo el mundo. A nivel mundial, se producen
aproximadamente 22 casos de sepsis infantil por cada 100 000 personas y 2202 casos de
sepsis neonatal por cada 100 000 nacidos vivos, lo que se traduce en 1,2 millones de casos de
sepsis infantil por año. La mortalidad de los niños con sepsis oscila entre el 4 % y el 50 %,
según la gravedad de la enfermedad y los factores de riesgo. (Montalván González, 2021)

Etiología:

Un estudio revelo que S. áureas (15%), Pseudomonas (7,9%) y hongos (13,4%) son
patógenos comunes causantes de sepsis.

En la actualidad la mayoría de los niños con sepsis tienen al menos una enfermedad crónica,
compleja o no, exposición previa a la asistencia sanitaria, inmunosupresión o dispositivos
invasivos. Estos pacientes tienen un alto riesgo de infección por microorganismos resistentes
a antibióticos como es el caso de S. aureus resistente a la meticilina, C. difficile y
Pseudomonas spp.

Diferentes trabajos publicados en los últimos años indican que predominan las infecciones
por gérmenes Gram negativos, fundamentalmente enterobacterias y entre los gérmenes Gram
positivos, predomina el S. aureus y el S. coagulasa negativo, especialmente en los neonatos y
lactantes menores de 12 meses.

Los virus producen sepsis con menor frecuencia, pero debemos pensar en etiología herpética
en los menores de 3 meses, sobre todo si cursan con patología hemorrágica. (Laura Evans,
2021)

Fisiopatología:

Inmunidad innata y mediadores inflamatorios

El primer paso en el inicio de la respuesta del huésped al patógeno es la activación de las


células inmunitarias innatas. Esto ocurre a través de la unión de patrones moleculares
asociados a patógenos (PAMP) a receptores de reconocimiento de patrones específicos, otra
fuente de dicha interacción son los patrones moleculares asociados al daño (DAMP, estos se
unen a receptores específicos en monocitos y macrófagos. Estas interacciones dan como
resultado la activación de vías de transducción de señales intracelulares que provocan la
transcripción y liberación de citocinas proinflamatorias tales como TNFα, IL-1 e IL-6. Las
citocinas proinflamatorias provocan la activación y proliferación de leucocitos, la activación
del sistema del complemento, la regulación positiva de las moléculas de adhesión endotelial y
la expresión de quimiocinas, la producción de factor tisular y la inducción de reactivos de
fase aguda hepática. En la sepsis, hay una exageración de la respuesta inmunitaria dando
como resultado daños colaterales y la muerte de las células y los tejidos del huésped.

Desregulación de la hemostasia

En la sepsis, hay una intersección entre las vías inflamatoria y hemostática, con la activación
simultánea de las cascadas inflamatoria y de la coagulación. El espectro de esta interacción
puede variar desde una trombocitopenia leve hasta una coagulación intravascular diseminada
fulminante. Se cree que la hipercoagulabilidad de la sepsis está impulsada por la liberación de
factor tisular de las células endoteliales alteradas. Luego, el factor tisular provoca la
activación sistémica de la cascada de coagulación dando como resultado la producción de
trombina, la activación de plaquetas y la formación de coágulos de plaquetas y fibrina. Estos
microtrombos pueden causar defectos de perfusión locales que dan como resultado hipoxia
tisular y disfunción orgánica. Además de lo antes descrito hay una depresión de los efectos
anticoagulantes de la proteína C y la antitrombina que normalmente atenuarían la cascada de
la coagulación. Adicionalmente se observa una reducción de la fibrinólisis como
consecuencia de la sepsis. A medida que aumentan los niveles de TNFα e IL-1β, las células
endoteliales vasculares liberan activadores del plasminógeno tisular, el efecto neto es la
reducción de la fibrinólisis y eliminación de fibrina, lo que contribuye a la perpetuación de la
trombosis microvascular.

Inmunosupresión

El estado proinflamatorio inicial de la sepsis a menudo es reemplazado por un estado


prolongado de inmunosupresión. Hay una disminución en el número de células T como
resultado de la apoptosis y una respuesta disminuida a las citoquinas inflamatorias.

Disfunción celular, tisular y orgánica.

El mecanismo subyacente detrás de la disfunción de tejidos y órganos en la sepsis es la


disminución del suministro y la utilización de oxígeno por parte de las células como resultado
de la hipoperfusión secundaria a la disfunción cardiovascular que se observa en la sepsis.
(Bishal Gyawali*, 2019)

Manifestaciones clínicas:

La fiebre es un signo casi siempre presente, aunque puede faltar en pacientes neonatales,
lactantes pequeños o en pacientes inmunodeprimidos.
Respiratorio: Los pacientes sépticos generalmente presentan taquipnea, aunque si tienen
afectación del estado de conciencia o shock instaurado podemos encontrar bradipnea o
incluso apneas, especialmente en recién nacidos y lactantes. Mediante la auscultación
podemos sospechar un foco infeccioso pulmonar (p. ej., neumonía, empiema) o un edema
secundario a disfunción cardiaca o aumento en la permeabilidad capilar (crepitantes).

Cardiocirculatorio: La taquicardia es el signo más precoz y puede alcanzar valores muy


altos, la bradicardia es un signo tardío de especial alarma, ya que puede indicar una parada
cardiorrespiratoria inminente.

Como consecuencia de la vasoconstricción periférica la piel se muestra fría, pálida y


moteada, y puede presentar también acrocianosis. Esta coloración alterada se describe, más
imprecisamente, especialmente en lactantes, como un color terroso, sucio. El tiempo de
llenado capilar es mayor a 2 segundos.

En las fases iniciales del shock séptico, si existe vasodilatación periférica, la presión
diferencial puede aumentar y los pulsos apreciarse como saltones. Luego se puede observar
un pulso rápido, progresivamente más débil, especialmente en los pulsos periféricos, incluso
con pulsos casi imperceptibles.

Renal: Se puede presentar oliguria, consecuencia de la disminución de la perfusión renal.

Neurológico: El paciente puede estar inicialmente ansioso, agitado o irritable y


posteriormente mostrarse confuso, apático, postrado y quejoso. Puede aparecer alteración de
la conciencia progresiva, con obnubilación e incluso coma. Si la sepsis es manifestación de
un foco infeccioso neurológico, se puede presentar una afectación neurológica
desproporcionada a la afectación hemodinámica, signos meníngeos, focalidad o convulsiones.
(Ilvay Mendoza, 2022)

Diagnostico:

El diagnóstico de sepsis se da por medio de la clínica, pruebas complementarias de


laboratorio y por medio del aislamiento del agente patógeno en sangre.

Valoración inicial:

Se debe comenzar por aplicar la sistemática del Triángulo de Evaluación pediátrica


(apariencia, respiración y circulación).
Por lo que respecta a la apariencia, el niño séptico suele mostrarse postrado, quejoso,
hipotónico, obnubilado, irritable o ansioso.

En cuanto a la respiración se puede observar taquipnea como forma de compensación de una


acidosis metabólica. Los signos de dificultad respiratoria más importantes pueden sugerir un
foco pulmonar.

En el apartado de la circulación podemos observar una alteración de la perfusión manifestada


como palidez, acrocianosis o piel moteada. Al tacto las extremidades suelen estar
frías.

Pruebas complementarias:

Exámenes de laboratorio

Hemograma: La leucocitosis, la neutrofilia y el aumento de neutrófilos inmaduros


(bandas) se asocian típicamente con la presencia de infección bacteriana, aunque
aisladamente su sensibilidad y especificidad como marcadores de sepsis es baja. En los
neonatos y lactantes también es frecuente la presencia de leucopenia.

La serie roja inicialmente suele ser normal, aunque evolutivamente suele presentarse una
anemia. Las plaquetas pueden ser estar aumentadas, ser normales o estar disminuidas por
consumo y secuestro vascular. La trombopenia es más frecuente en la sepsis grave

Hemocultivo: Considerado “Gold estándar” para el diagnóstico. Debe realizarse siempre en


la evaluación inicial de todo paciente con sospecha clínica de sepsis o shock séptico, recogido
antes del inicio del tratamiento antibiótico siempre que esto no retrase su inicio. Si ya se ha
administrado, se debe recoger cuanto antes. (Juan Ignacio Sánchez Díaz, 2021).Dentro de los
factores fundamentales en la sensibilidad del hemocultivo es el volumen de sangre extraída
para su realización; se sugieren las siguientes cantidades mínimas:

1. Lactantes: 1-2 ml.


2. Niños: 4 ml.
3. Adolescentes y adultos: 10 ml.

Biomarcadores

Los biomarcadores se han evaluado para varias aplicaciones en pacientes con sepsis, incluido
el diagnóstico de infección, el pronóstico y la orientación terapéutica. Los biomarcadores de
sepsis pueden proporcionar información más allá de lo que está disponible utilizando otras
métricas y, por lo tanto, podrían ayudar a informar la toma de decisiones clínicas y mejorar
potencialmente el manejo del paciente. Por ejemplo, se podría administrar una terapia
antibiótica más oportuna y apropiada y evitar los antibióticos innecesarios si se dispusiera de
biomarcadores que pudieran diagnosticar con precisión la sepsis de manera temprana. De
manera similar, los biomarcadores podrían ayudar a los médicos a monitorear la efectividad
de las decisiones terapéuticas y ajustar el tratamiento si es necesario. (Charalampos Pierrakos,
2020)

Entre los biomarcadores más empleados en el diagnóstico de sepsis se encuentran:

Reactantes de fase aguda

Proteína C reactiva: el reactante de fase aguda más ampliamente estudiado y utilizado en el


diagnóstico de sepsis. Es una proteína de estructura pentamérica que pertenece a la familia de
las pentraxinas, sintetizada en el hígado; se eleva como respuesta a un proceso inflamatorio
por el aumento en los niveles de IL-6 , IL-1β y TNF-α. Sus niveles se elevan dentro de 6-12 h
desde iniciada la infección, con su pico máximo a las 48 h. Su vida media es de 19-48 h y
puede aumentar hasta 1000 veces durante una infección. Se considera que es eficiente para
confirmar o descartar la presencia de infección después de 24 h de sospechado el proceso
infeccioso. Las mediciones seriales durante las primeras 24-48 h tienen mejor sensibilidad
(74-98%) y especificidad (71-94%); estas mediciones se usan también para evaluar la
respuesta a la terapia antibiótica. El valor predictivo positivo varía entre 77-100% y el valor
predictivo negativo varía entre 73-98%.

Los niveles persistentemente elevados de PCR deben hacer sospechar la presencia una
infección por hongos, tratamiento inadecuado debido a resistencia farmacológica o
surgimiento de complicaciones.

Dentro de las limitaciones de la PCR como biomarcador para infección se encuentran la


elevación por procesos inflamatorios no infecciosos como: exposición a glucocorticoides,
RPM, asfixia perinatal o choque, administración de surfactante, hemorragia interventricular,
neumotórax, convulsiones y otros.

Procalcitonina: es la pre-hormona de la calcitonina, secretada normalmente por las células C


tiroideas. Como reactante de fase aguda permite determinar la respuesta a estímulos
inflamatorios, especialmente de bacterias y se mide por inmunoturbidimetría generalmente.
La PCT en el contexto de un proceso infeccioso de origen bacteriano, también se produce en
otros órganos como el hígado, células neuroendocrinas del pulmón y los intestinos y en las
células polimorfonucleares de sangre periférica. Esta se empieza a sintetizar desde 2-4 h
desde el inicio de la infección bacteriana, lo que se refleja en un aumento de sus niveles entre
6-8 h desde el inicio del proceso infeccioso. Tiene su pico máximo a las 18-24 h y su vida
media es de 24 -30 h. Los niveles de PCT incrementan hasta las 24 h de vida y se mantienen
estables durante 2 días. La PCT se eleva y regresa antes a la normalidad comparado con la
PCR y también es más sensible y específica para identificar infecciones bacterianas.

Los niveles de PCT pueden elevarse en condiciones no infecciosas como asfixia neonatal,
hipoxemia y hemorragia intracraneal. También existe evidencia que sugiere que la edad
gestacional menor a 37 semanas, el muy bajo peso al nacer, un puntaje de APGAR de 4 a los
5 minutos, administración prenatal de antibióticos y el uso de surfactante pulmonar puede
aumentar los niveles de PCT en la primera semana de vida.
Amiloide Sérico A: se sintetizada en el hígado, células endoteliales, monocitos y
leiomiocitos. Esta se secreta en respuesta al trauma o infección. Se le atribuyen funciones
como quimiotaxis, inmunomodulación y regeneración tisular. Los niveles de ASA dependen
de la IL-1, la IL-6 y el TNF-α. Se ha visto que sus niveles incrementan desde 8-24 h después
de la infección y hasta 1000 veces durante una infección. En general, tiene una especificidad
del 92% y una sensibilidad del 78%. Los niveles de ASA tienen una relación inversa con la
mortalidad.

Proteína de unión a lipopolisacárido: proteína de unión a LPS (PUL) es un tipo de


molécula de reconocimiento de patrón soluble, sintetizada por los hepatocitos y miocitos,
principalmente. Cumple dos funciones, unirse y transportar endotoxinas a las células CD14+
(monocitos) y el reconocimiento de PAMPs de espiroquetas, micobacterias, micoplasmas y
bacterias grampositivas. Sus niveles se elevan de 6-8 horas de iniciado el proceso infeccioso.
Tiene una sensibilidad de 94,1% y una especificidad de 77,8%, un valor predictivo positivo
de 88,9% y un valor predictivo negativo de 87,5%.

Hepcidina: sintetizada principalmente en el hígado. En el contexto de una infección, la


circulación de LPS e IL-6 inducen la expresión de hepcidina por los neutrófilos y
macrófagos. La sensibilidad y especificidad fueron de 76% y 100%, respectivamente.

Citocinas y quimiocinas

Interleucina-6: una citocina inducida por el LPS y otros componentes bacterianos, que es
producida particularmente por monocitos, células dendríticas, linfocitos B, T, células
endoteliales y fribroblastos. Esta induce la activación de células B y la secreción de
anticuerpos, además de estimular la diferenciación de células T citotóxicas. Sus niveles se
elevan antes de que se presenten signos o síntomas de infección. Los niveles de IL-6
aumentan dentro de las 2-6 h de iniciada la infección, tiene una vida media más corta que la
PCR y la PCT, además, su concentración disminuye hasta volverse indetectable en la mayoría
de pacientes dentro de las 24-48 h, siendo aún más rápida esta disminución cuando se
administra tratamiento antibiótico, razones por las que se considera que puede ser de utilidad
como marcador temprano de la enfermedad. Tiene una sensibilidad de 79%, una
especificidad del 84% y un valor predictivo negativo de 93-100%.
Interleucina-8: Se eleva dentro de las 2-4 h de iniciada la infección, con un pico a las 2 h y
luego una rápida declinación a las 4 h. A las 48 h ya ha disminuido considerablemente. Se
relaciona con la activación y quimiotaxis de los neutrófilos. La sensibilidad y la especificidad
de la IL-8 para el diagnóstico de SN varía entre 81-92% y 70-94%, respectivamente.

Factor de necrosis tumoral-alfa: tiene una rápida elevación desde 30 minutos después del
estímulo y alcanza su pico a los 90 minutos. Tiene una vida media estimada de cerca de 70
minutos. La sensibilidad y la especificidad han sido de 66-68% y 76-89%, respectivamente.

Marcadores de superficie celular

Neutrófilo CD64: es una glicoproteína que actúa como receptor, se detecta su aumento
dentro de uno a seis horas después de la presencia de bacterias, y permanece elevada por 24
horas. La respuesta temprana a la infección en combinación con la capacidad de cuantificar
CD64 en muestras de tan solo 50 microlitros dentro de una hora hace que sea útil para la
detección temprana de sepsis neonatal.
Otros biomarcadores

Fibronectina, haptoglobulina y neopterina

La fibronectina con una especificidad de 96% y sensibilidad de 63%, la haptoglobulina con


especificidad de 95% y sensibilidad de 67%, y la neopterina con especificidad de 85% y
sensibilidad de 78% son biomarcadores proteicos que han sido evaluados para ser usados
para el diagnóstico de sepsis.

Otros biomarcadores que están siendo estudiados como potenciales biomarcadores de


infección son: pentraxina 3 (PTX3), lipoproteína Apo-A, calprotectina y proadrenomedulina,
entre otros, pero los estudios aún están en sus fases iniciales.

Pruebas de imagen

Radiografía simple: Útil para el diagnóstico de los focos infecciosos pulmonares, como
neumonías y derrames pleurales.

Ecografía: Permite monitorizar a pie de cama la disfunción cardiaca asociada al shock


séptico. Además, puede ser diagnóstica en múltiples focos como neumonías, derrames
pleurales, empiemas, abscesos, artritis y otras colecciones y nos permite detectar la evolución
del foco pulmonar que es el más frecuente.

TAC: Permite la detección de colecciones a diferentes niveles (intracraneal, senos


paranasales, cervicales, pulmonar, abdominal, retroperitoneal, pélvico, o genitourinario).
Generalmente es de segunda elección cuando la clínica y la ecografía no son concluyentes.
(José S Cortés, 2019)

Tratamiento:

La elección del antibiótico se hace de forma empírica basada en la epidemiologia de cada


entidad hospitalaria, siempre teniendo en cuenta el patrón de resistencia y sensibilidad.

Metodología de la investigación:

Se aplicará una investigación científica cualitativa que tendrá un diseño basado en teoría
fundamentada, que tiene como objetivo principal determinar la importancia de los
biomarcadores en el diagnóstico oportuno de sepsis en la edad pediátrica, mediante la
revisión de bibliografía.

ETAPA 1 Búsqueda de biomarcadores de respuesta del huésped, la procalcitonina y la


proteína C reactiva, para mejorar la atención clínica de los pacientes con
sepsis.

Resultado: PCT es producida por casi todos los órganos y macrófagos, y sus
niveles comienzan a aumentar a las 3-4 h después de un estímulo
inflamatorio, alcanzando su punto máximo alrededor de las 24 h y con una
vida media de 22-35 h.

La PCR sérica es una proteína de fase aguda sintetizada exclusivamente en


el hígado en respuesta a citoquinas, en particular a la interleuquina 6. Sus
niveles comienzan a aumentar 4-6 h después de un estímulo inflamatorio,
duplicándose cada 8 h, alcanzando un máximo a las 36-50 h, y con una vida
media de 19 h

ETAPA 2 Predicción de sepsis a través de la utilización de los biomarcadores, proteína


C reactiva y de la Procalcitonina.
Resultado: Los estudios de la cinética de la PCT en pacientes en estado
crítico mostraron una pobre precisión diagnóstica y un bajo impacto con
respecto a la orientación para el inicio de la terapia .Si bien la PCT puede
ser superior a la CRP en pacientes con sospecha de sepsis, la PCT no debe
usarse para guiar la prescripción de antimicrobianos

La cinética de la proteína C reactiva en los días previos a la sepsis adquirida


en la UCI predijo con precisión su diagnóstico con un aumento diario
máximo de PCR > 4,1 mg/dl (en particular si se asocia con una
concentración absoluta > 8,7 mg/dl). En pacientes bajo ventilación mecánica
invasiva por motivos no infecciosos en los días previos al diagnóstico de
NAV se encontró que la PCR y la pendiente de la PCR a lo largo del tiempo
eran buenos predictores de aparición de NAVM

ETAPA 3 El inicio de antibióticos en pacientes críticos con sospecha de sepsis debe


hacerse independientemente del nivel de cualquier biomarcador
Resultado: La duración máxima de la terapia con antibióticos fue de 7 días,
independientemente de los niveles de biomarcadores, los antibióticos
podrían suspenderse de acuerdo con el curso clínico y las disminuciones en
los niveles de biomarcadores (CRP o PCT).

Técnicas de investigación o plan de análisis de los resultados:

Este trabajo se basa en una investigación cualitativa, en el cual se utilizó la búsqueda


sistemática de un artículo científico de interés, actual y que contenga información relevante
acerca de los biomarcadores y su relación con el diagnóstico de sepsis.

A través del artículo seleccionado, se estableció diferentes interrogantes, con el fin de


plantear un protocolo acerca de los diferentes biomarcadores y establecer de esta manera
algoritmos diagnósticos en base a la información que estos nos brindan.

Cronograma:

ACTIVIDADES ENERO FEBRERO


23 24 25 26 27 28 29 30 31 1 2 3
Establecer los
objetivos
Planteamiento
del problema
Establecimiento
de la hipótesis
Búsqueda de
bibliografía
actual sobre el
tema
Análisis de la
bibliografía
Desarrollo del
marco teórico
Correcciones
Bibliografía
 Albuali, W. H. (2023). Biomarcador de procalcitonina para la sepsis en pacientes con
trauma pediátrico postoperatorio. Current Pediatric Reviews.

 Bishal Gyawali*, K. R. (2019). Sepsis: The evolution in definition,. SAGE.

 Charalampos Pierrakos, D. V.-L. (2020). Biomarkers of sepsis: time for a reappraisal.


BMC.

 Gongbo Zeng, D. C. (2022). Combination of C-reactive protein, procalcitonin, IL-6,


IL-8, and IL-10 for early diagnosis of hyperinflammatory state and organ dysfunction
in pediatric sepsis. Journal of Clinical Laboratory Analysis.

 Ilvay Mendoza, S. S. (2022). Sepsis en niños, tratamiento de vanguardia. .


RECIAMUC, 101-110.

 José S Cortés, L. X. (2019). Sepsis neonatal: aspectos fisiopatológicos y


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