Trabajo Demora Excesiva en Los Procedimientos Judiciales

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1

UNIVERSIDAD “JOSÉ CARLOS MARIÁTEGUI”

FACULTAD DE CIENCIAS JURÍDICAS, EMPRESARIALES Y


PEDAGÓGICAS

TEMA:
DEMORA EXCESIVA EN LOS PROCEDIMIENTOS JUDICIALES

CURSO :
DOCENTE :
ALUMNA :
CICLO : VI
CARRERA : DERECHO

TACNA – PERÚ
2022
2

ÍNDICE
Pág.
Índice..........................................................................................................................2
PRESENTACIÓN......................................................................................................3
CAPITULO I: PROBLEMA DE LA INVESTIGACIÓN....................................6
1.1. Descripción de la Realidad Problemática............................................................6
1.2. Interrogantes de la Investigación........................................................................7
1.2.1. Interrogante General.........................................................................................8
1.2.1. Interrogantes Especificas.................................................................................8
CAPITULO II: OBJETIVO DE LA INVESTIGACIÓN.....................................9
2.1. Objetivo General.................................................................................................9
2.2. Objetivos Especificos..........................................................................................9
CAPITULO III: MARCO TEÓRICO...................................................................10
3.1. Antecedentes.......................................................................................................10
3.2. Bases teóricas......................................................................................................12
3.2.1. El debido proceso.............................................................................................12
3.2.1.1. El proceso judicial.........................................................................................12
3.2.1.2. Objeto del proceso judicial............................................................................13
3.2.1.3. Finalidad del proceso....................................................................................14
3.2.1.4. Proceso y procedimiento...............................................................................14
3.2.2. El plazo razonable............................................................................................14
3.2.2.1. Plazo razonable como derecho fundamental.................................................14
3.2.3. Carga procesal..................................................................................................15
3.2.4. Demora en la emisión de sentencias................................................................15
3.2.5. Dilaciones indebidas........................................................................................16
3.2.6. La corrupción en la administración de justicia.................................................16
3.2.6.1. La corrupción individual de los agentes del sistema.....................................17
3.2.6.2. Lobbys de abogados y gestores de la corrupción judicial.............................17
3.2.6.3. La influencia de la prensa como medio de corrupción judicial.....................18
3.2.7. Causas específicas de la corrupción judicial....................................................19
3.3. Marco conceptual................................................................................................20
CONCLUSIONES....................................................................................................22
BIBLIOGRAFÍA........................................................................................................23
3

PRESENTACIÓN

“Justicia que tarda no es Justicia”. Esta frase, atribuida al ilustre procesalista


uruguayo Eduardo Couture, refleja una innegable realidad en el ámbito jurídico
nacional; y es que cuando los procesos judiciales demoran más allá de lo que en
doctrina se conoce como plazo razonable, los litigantes y todos los miembros de la
sociedad se sienten decepcionados del sistema y ven en la acción directa (justicia
por mano propia) una opción para la resolución de sus conflictos, corriéndose así
el riesgo de involucionar hasta los albores mismos de la civilización.
Nuestro sistema de justicia adolece desde muchos años de notorias deficiencias y
a pesar de los esfuerzos e intentos de reforma que se han realizado, éstas persisten
a lo largo del tiempo. Entre los principales problemas que aquejan nuestro sistema
de justicia se encuentra la lentitud del proceso, la excesiva carga procesal, la
corrupción, el problema del acceso y el costo de recurrir a la tutela jurisdiccional.
Y entre las principales causas se encuentran las limitaciones en el financiamiento
y en el presupuesto del Poder Judicial, los bajos sueldos e inadecuadas
condiciones laborales del personal jurisdiccional, la mala preparación, formación
y capacitación tanto del personal y de los magistrados, la ineficiencia en el manejo
administrativo; y, por otro lado, la mala formación y capacitación de los abogados
litigantes.
El Estado está obligado a prestar asistencia jurisdiccional bajo ciertas condiciones
o requisitos que le aseguren al ciudadano que se le haga justicia de manera
oportuna; para lo cual aquel provee un conjunto de normas sustanciales y
procesales que operadas por órganos jurisdiccionales procura que tal asistencia
sea prestada sin mayor demora, aunque no necesariamente significa que se acceda
a la petición formulada por el accionante. Esto es lo que se conoce como el debido
proceso y es uno de los más importantes derechos fundamentales reconocidos hoy
en día a los seres humanos, el cual ha sido consagrado en el artículo 139 numeral
3 de nuestra Constitución Política; y comprende fundamentalmente, en su faceta
material, la exigencia al Estado de un juzgamiento imparcial, justo y oportuno.
Uno de los elementos del debido proceso lo constituye el plazo razonable, el cual,
si bien no ha sido expresamente previsto en nuestra norma fundamental, empero sí
4

en diversos instrumentos jurídicos supranacionales, y debe ser entendido como el


tiempo estrictamente necesario que deben emplear los órganos jurisdiccionales
para la resolución de un caso sometido a su conocimiento.
Sin embargo, son diversos los factores que inciden negativamente contra la pronta
resolución de un conflicto judicial, desde el alto índice de litigiosidad de nuestra
sociedad, la consiguiente sobrecarga procesal, la insuficiencia de órganos
jurisdiccionales, el déficit de personal, la falta de compromiso de algunos
operadores jurídicos, los vicios o errores en que incurren los operadores
jurisdiccionales y administrativos, entre otros; particularmente, se considera que el
factor más alarmante de lentitud y demora procesal es el ejercicio indiscriminado
del reenvío en que incurren la mayoría de los órganos jurisdiccionales de segunda
instancia.
La figura del “reenvío” denota el hecho que un tribunal de instancia superior,
hasta donde llegó un proceso judicial a través de algún recurso impugnatorio, lo
devuelva al inferior, para que éste renueve el trámite o el pronunciamiento de
primera instancia que aquel declaró nulos o ineficaces, sea de modo expreso o
tácito.
Todos los que de alguna manera tenemos que ver con la delicada función de
administrar justicia hemos sido testigos de la angustia en que se sumen los
litigantes cuando sus procesos se tornan interminables, sus expectativas de obtener
justicia (tutela jurisdiccional efectiva) se ven frustradas cuando los órganos
jurisdiccionales se enfrascan en formalidades que lejos de propiciar una correcta
administración de Justicia, se convierten en un grave obstáculo para ello.
Se han presentado casos en que un mismo proceso es sentenciado en varias
oportunidades, pues el órgano jurisdiccional de segunda instancia ha anulado otras
tantas veces las sentencias de primera instancia, cayendo así en un círculo vicioso
que lleva a los justiciables a preferir que de una vez y en definitiva se les resuelva
sus casos, independientemente de que se les dé o no la razón.
La situación descrita genera evidente dilación en la obtención de la tutela
jurisdiccional efectiva vulnerándose así este derecho fundamental. Resulta así que
el órgano jurisdiccional encargado de garantizar este derecho, cuando se distrae en
pretender “inmacular” el proceso, se convierte precisamente en el principal
5

escollo para su realización, generando desconfianza y desaliento en el litigante,


que ve perdida o lejana la posibilidad de lograr la tan ansiada tutela jurisdiccional
efectiva.
El trabajo de investigación analiza algunos de los problemas relacionados a la
demora excesiva en los procedimientos judiciales en la gestión institucional de la
administración de justicia en el Perú. Como consecuencia de ello se plateará
algunas propuestas que permitan contribuir a superar dichos problemas.
6

CAPITULO I: PROBLEMA DE LA INVESTIGACIÓN

1.1. Descripción de la Realidad Problemática


La mala imagen del Poder Judicial es una realidad innegable y son diversas las causas
de tan lamentable situación, desde algunos casos aislados que podrían calificarse de
corrupción hasta la indiferencia de la ciudadanía con la delicada tarea de administración
de Justicia, dejándola tan sólo en manos de abogados.
Se observa que el funcionamiento del sistema judicial muestra en nuestro país serias
limitaciones. Estas limitaciones han sido detectadas hace varios años. El problema es
que a pesar de que se han probado estrategias basadas en un cuerpo de conocimientos
con una cierta base teórica y racional, estos no han funcionado en la práctica.
El sistema de administración de justicia en el Perú presenta una realidad bastante
compleja, caracterizada, entre otros aspectos por lo siguiente:
a) Lentitud en los procesos judiciales, tanto en procesos civiles, comerciales, penales,
laborales, contencioso administrativo. Que atenta contra la garantía del plazo
razonable y de no dilaciones indebidas.
b) Excesiva carga procesal, caracterizada por una mayor cantidad de nuevos
expedientes que son ingresados con respecto a las resoluciones producidas, con lo
que se va acumulando la carga procesal.
c) Productividad media de los trabajadores del Poder Judicial, que no se ha podido
incrementar en los últimos años a pesar de los intentos de renovación tecnológica y
de las tecnologías de información y comunicaciones, así como de la organización de
programas de capacitación para los trabajadores.
7

d) Descontento por parte de la población con respecto al desempeño del Poder


Judicial; insatisfacción y la poca confianza que se le tiene al Poder Judicial.
e) Imagen deteriorada del Poder Judicial, que además de lo anteriormente
mencionado, se percibe como corrupto y poco efectivo.

Por otro lado, conforme al diagnóstico de los principales problemas que realizó la
Presidencia de la Corte Suprema de Justicia en su Plan Estratégico Institucional,
2007-2009, las características negativas de la administración de justicia en el Perú
son las siguientes:
a) La carga procesal sería la que origina la lentitud de los procesos judiciales. El
número de órganos jurisdiccionales es limitado con relación a la creciente
demanda por los servicios de justicia. Cabe mencionar que dicho aumento
continuo ha sido frenado, sin llegar a disminuir.
b) Existe una insuficiencia de recursos presupuestarios que no permite contar con
una infraestructura óptima ni proveer adecuadamente a los órganos
jurisdiccionales existentes con los recursos necesarios, ni realizar programas de
capacitación. Al respecto, se aprecia que los recursos con que cuenta el Poder
Judicial han aumentado ligeramente en los últimos años, pero como dice el
informe, es aún bastante insuficiente.
c) Se aprecia la inexistencia o inoperancia de medios alternos de solución de
conflictos. Al respecto cabe mencionar que, si bien se ha promovido el
desarrollo de centros de conciliación y arbitraje, su penetración social es aun
reducida y su aporte a la reducción de la carga procesal no es muy
significativa.
d) La corrupción es uno de los más significativos problemas que incide en la
administración de justicia y una destacada causa de la venida a menos de la
imagen del Poder Judicial en el Perú. Esto es evidente y es otro de los
problemas además de la 0carga procesal.
e) Inadecuada comunicación y coordinación con la población usuaria y con las
instituciones próximas al Poder Judicial, que no permite ofrecer un adecuado
servicio de justicia. Esto también redunda en la mala imagen que tiene el Poder
Judicial.
8

Cabe mencionar que en los últimos años el número de resoluciones judiciales del
Poder Judicial, es decir la emisión de resoluciones, ha venido aumentando año a
año; sin embargo, la carga procesal que ingresa también ha ido creciendo, el
problema es que, a pesar de los esfuerzos, siempre ingresan más expedientes de
los que salen o son resueltos, por lo cual en los últimos años la carga procesal se
ha acumulado e incrementado en lugar de disminuir.

1.2. Interrogantes de la Investigación


1.2.1. Interrogante General
¿Cuáles son los factores que determinan la excesiva demora en los procedimientos
judiciales en el Perú?
1.2.2. Interrogantes Especificas
a. ¿La carga procesal de qué manera influirá en la demora en los procedimientos
judiciales en el Perú?
b. ¿La demora en la emisión de sentencias de qué manera influirá en la demora en
los procedimientos judiciales en el Perú?
c. ¿Las dilaciones indebidas de qué manera influirá en la demora de los
procedimientos judiciales en el Perú?
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CAPITULO II: OBJETIVOS DE LA INVESTIGACIÓN

2.1. Objetivo General


Determinar cuáles son los factores que determinan la excesiva demora en los
procedimientos judiciales en el Perú.

2.2. Objetivos Específicos


a. Determinar de qué manera la carga procesal influye en la demora en los
procedimientos judiciales en el Perú.
b. Determinar de qué manera la demora en la emisión de sentencias influye en la
demora en los procedimientos judiciales en el Perú.
c. Determinar de qué manera las dilaciones indebidas influye en la demora en los
procedimientos judiciales en el Perú.
10

CAPITULO III: MARCO TEÓRICO

3.1. Antecedentes

Gutiérrez (2015) en su informe “la Justicia en el Perú”, realiza un aporte donde otorga
información de confianza que puede ser utilizado para analizar la justicia, y describe
cinco indicadores que sientan las bases para elaborar un informe de mayor alcance.
Estos indicadores están relacionados directamente con la calidad, independencia, y
eficiencia de la justicia en las siguientes dimensiones: 1) El problema que aqueja al
Poder Judicial es el alto índice de provisionalidad de los magistrados; 2) La carga y
descarga procesal, cada año se incrementa la sobrecarga procesal del Poder Judicial; 3)
La demora de los procesos es uno de los principales problemas de la administración de
justicia, la cual es justificada por las autoridades judiciales con la sobrecarga procesal;
4) El presupuesto del Poder Judicial en los últimos diez años ha incrementado en más de
132%, pero en realidad estos recursos resultan insuficientes para prestar el servicio de
administración de justicia en condiciones idóneas; 5) Las sanciones a los jueces en los
últimos cinco años 22 por parte del Consejo Nacional de la Magistratura (CNM) ha
atendido 662 denuncias, las cuales han derivado en 129 destituciones a magistrados del
Poder Judicial.
11

El objetivo principal es elaborar una consolidación de un sistema de justicia


eficiente que sea de mayor interés público para cualquier democracia. No hay
duda que la justicia no es solo ver que el ejercicio de los derechos marche
efectivamente, sino incluso marche bien la economía. Este antecedente, aporta
instrumentos para evaluar los cinco indicadores mencionados arriba y así nos
permite ver las fallas en el sistema y poder formular recomendaciones para poder
manejar efectivamente la administración de justicia.

Fisfálen (2014) en la Universidad Católica del Perú presento su tesis titulada


“Análisis de la carga procesal del poder judicial”. Siendo su objetivo general: “La
determinación de cuales con los factores que hacen que se mantengan la alta carga
procesal en el Poder Judicial, a pesar del aumento de la producción de
resoluciones judiciales”.
Sus conclusiones fueron: 1) Se ha determinado que la carga procesal se mantiene
alta en el sistema de justicia, a pesar de que hay un esfuerzo por parte del Poder
Judicial por aumentar la oferta de resoluciones judiciales; 2) Se ha comprobado
que cuando disminuyen los costos de dilación, la cantidad demandada de
resoluciones judiciales vuelve a aumentar; 3) Se ha determinado que a pesar de
ciertas fluctuaciones observadas, hay una tendencia a largo plazo en la expansión
de la oferta de resoluciones judiciales; 4) Se ha comprobado que la referida
expansión en las resoluciones judiciales se explica más que nada por la
contratación de nuevo personal, que se ha sucedido en los últimos años. Por lo
tanto, podemos decir que el crecimiento de la producción de resoluciones
judiciales se explica en gran parte por el aumento del factor trabajo. Sin embargo,
el incremento en el número de trabajadores se hace insuficiente para incrementar
la oferta de resoluciones judiciales a niveles que pudiera no solo equipararse al
ingreso de nuevos expedientes; sino situarse por encima de este para reducir la
carga procesal acumulada. En cuanto al factor capital, en este caso, podemos
entenderlo, para los efectos del tema en estudio, como la infraestructura en cuanto
al número de dependencias judiciales. Sobre el particular, se aprecia que en los
años en estudio ha habido un ligero incremento en el número de dependencias
judiciales; sin embargo, esto no ha afectado de manera significativa la oferta de
12

resoluciones judiciales; 5) Se ha encontrado que la productividad promedio de los


trabajadores del Poder Judicial no ha aumentado en los últimos años. Es posible
que dicha productividad pueda crecer de implementarse políticas que permitan
aumentar dicha productividad a través de una mayor inversión en capital humano,
como puede ser la capacitación del personal o políticas basadas en el empleo de
las nuevas tecnologías de información y 172 comunicaciones que reduzcan los
tiempos empleados en la resolución de expedientes judiciales; 6) La falta de
capacitación adecuada puede incidir en el menor desempeño de los trabajadores;
7) Uno de los factores que incide en la alta carga procesal, de acuerdo a las
entrevistas realizadas, es la forma como están diseñados los procedimientos
judiciales y las demoras innecesarias; 8) Se ha encontrado que con la expansión de
la oferta de resoluciones judiciales, ha disminuido los costos de dilación; y con lo
cual aumentará la cantidad demandada de resoluciones judiciales. Esta situación
hace que la carga procesal no disminuya a pesar que se han hecho significativos
esfuerzos por aumentar la oferta de resoluciones judiciales; 9) Se tiene que el
problema es sistémico, involucrando tanto a los involucrados en la producción de
resoluciones judiciales como a los usuarios de la misma, así como al contexto y
situaciones del entorno, por lo que la solución debe también tomar en cuenta a
todos los actores.

3.2. Bases teóricas


3.2.1. El debido proceso
3.2.1.1. El proceso judicial
El vocablo proceso, coinciden la mayoría de estudiosos, proviene de la palabra
“pro”, la cual significa para adelante y del vocablo “cedere” que indica caer,
caminar; entonces podemos decir que etimológicamente la palabra proceso
implica un desenvolvimiento, una sucesión, una continuidad dinámica.

Monroy (1996) sostiene que el concepto proceso tiene una multiplicidad de


acepciones, que está presente en todas las áreas del desarrollo humano y se
manifiesta a través de dos características. Por un lado, está su temporalidad, es
decir la conciencia de transcurso, de tránsito, de progreso hacia algo. Por otro está
13

su vocación de arribo, es decir, la tendencia a alcanzar un fin. Intrínsecamente, el


proceso supone un recorrido para la obtención de una meta. (p. 109).

Desde el punto de vista jurídico el proceso es una secuencia de actos que,


constituyendo en sí mismos una unidad, se desenvuelven de manera progresiva y
dinámica con la finalidad de dar solución, vía la apreciación que tenga el órgano
jurisdiccional, al conflicto de intereses o incertidumbre jurídica puesto a su
consideración. El proceso así considerado aparece como un medio o estructura
organizada y predispuesta a establecer y ejecutar el derecho de fondo,
ejerciéndose dentro de aquel la potestad jurisdiccional del Estado y los derechos
procesales de los justiciables.

El jurista uruguayo Barrios de Angelis (2002) conceptúa al proceso como “la


sucesión de actos interdependientes coordinados 16 a la obtención de la
satisfacción jurídica mediante el ejercicio de la jurisdicción” (p. 14).

3.2.1.2. Objeto del proceso judicial


Barrios de Angelis (2002) afirma que “no puede ser otra cosa que lo que se
somete a las funciones del proceso, lo que en él se define” (p. 61).

El objeto del proceso está representado por una o más pretensiones referidas a
derechos materiales o sustantivos, que se hacen valer mediante un acto
postulatorio, que puede tratarse de una demanda si tales derechos son de
naturaleza civil.
La pretensión procesal constituye el acto mediante el cual se reclama ante un
órgano jurisdiccional y frente a una persona distinta, la resolución de un conflicto
intersubjetivo de intereses suscitado entre dicha persona y el autor de la
reclamación. En los procesos civiles, la pretensión procesal puede consistir en la
declaración de propiedad de un bien inmueble, el pago de una suma de dinero, la
nulidad de un acto jurídico, etc.
14

3.2.1.3. Finalidad del proceso


La finalidad de todo proceso judicial es resolver una controversia, sea de
relevancia civil, penal, laboral, constitucional, etc., puesta a consideración del
órgano judicial. Refiriéndonos al proceso civil podemos afirmar que su finalidad
consiste en la resolución de un conflicto intersubjetivo de intereses, con carácter
definitivo mediante una resolución con calidad de cosa juzgada. Cumple el
proceso civil así una función privada al satisfacer el interés individual. Mediante
aquel es posible brindar amparo y concretar el derecho que asiste a las partes
(especialmente el del demandante)

3.2.1.4. Proceso y procedimiento


El proceso judicial, es el conjunto de actos, que se realizan durante la ejecución de
la función jurisdiccional del Estado, bajo su dirección, regulación y con el
propósito de obtener decisión que ponga fin a un conflicto de intereses o a una
incertidumbre jurídica. En cambio, el procedimiento es el conjunto de reglas de
conducta que regulan la actividad de los sujetos procesales y también la forma de
los actos realizados en un proceso o en parte de éste.

3.2.2. El plazo razonable


3.2.2.1. Plazo razonable como derecho fundamental
Cuando un ciudadano ejercita su derecho de acción acudiendo ante un tribunal
para que se hagan efectivos sus derechos materiales, además de tener la
expectativa de conseguir una decisión jurisdiccional favorable, también tiene la
expectativa de que esa decisión sea expedida dentro de un tiempo o plazo
razonable; es decir, la esperanza es que el tiempo que deba transcurrir entre la
presentación de su demanda y la sentencia firme que la ampare, no sea tan extenso
o tan dilatado como para sentirse victimizado doblemente, tanto por la
vulneración de su derecho material reclamado como por la duración excesiva del
proceso por él instaurado.
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El plazo razonable, constituye un elemento central del debido proceso, que si bien
no ha sido previsto explícitamente en el Código Procesal Civil de 1993 ni en la
Constitución Política del Estado; empero, ha sido objeto de tratamiento por la
doctrina procesal civil y la constitucional, así como también por la jurisprudencia
nacional como internacional, desde hace algunos años; siendo concebido
esencialmente como el derecho a obtener una sentencia en un plazo adecuado y
oportuno, que no precisamente es el más mínimo, pues conforme lo sostiene la
autora española Riba (1997): “Tan irrazonable es un plazo que por efímero
provoca indefensión a la parte, como un plazo que por prolongado frustra toda
expectativa de solución” (p. 56).

3.2.3. Carga procesal


Esta referido a la acumulación de los expedientes de los litigantes y tiene que ver
con el rendimiento laboral de los trabajadores del poder judicial, está reflejado en
el rendimiento laboral cuantitativo. Situación en el que se puede observar una baja
productividad en el avance de los expedientes, motivados por diversas razones
justificados y no justificados. Los trabajadores se ven constantemente recargados
de expedientes por falta de profesionalismo y falta de capacitación adecuada, para
el ejercicio de la actividad laboral en que se encuentran.
Para remediar este problema, es de suma urgencia una política de capacitación
permanente, que debe extenderse a todos los trabajadores de los distritos
judiciales del Perú, con prácticas demostrativas, en el ejercicio de su actividad. Al
mismo tiempo este tipo de capacitaciones debe contar con una motivación
económica para todos los participantes en estas jornadas de capacitación
profesional.

3.2.4. Demora en la emisión de sentencias


El exceso de demora en la emisión de sentencias judiciales causa un ánimo de
descontento popular, entre los litigantes. El retardo de la administración de
justicia, se produce, por razones de demora en los trámites de expedientes, que por
motivos explicables o no, se produce el retardo excesivo, generando cierto
malestar entre los litigantes, que por temor a esta realidad muchos prefieren no
16

acudir al poder judicial, y prefieren quedarse sin defender sus derechos como
ciudadanos, se resigna bajo el lema que dice: más vale un mal arreglo que un
juicio en el poder judicial. De manera que el exceso de demora ahuyenta a los
litigantes de los fueros judiciales.
3.2.5. Dilaciones indebidas
Según la Real Academia Española, dilación significa: “Demora, tardanza o
detención de algo por algún tiempo. Dilatación, extensión, propagación”; mientras
indebido significa: “Que no es obligatorio ni exigible. Ilícito, injusto y falto de
equidad”.
La dilación indebida podemos entonces entenderla como una demora o tardanza
injustificada o carente de equidad.

Entonces, si bien resulta lógico que la determinación de una dilación indebida en


un proceso judicial esté supeditada en primer lugar a los plazos o términos legales
o judiciales; empero cuál será el criterio en caso de no existir tales términos o de
estar expresamente previstos o señalados, su inobservancia no sea de
responsabilidad del Juzgador. En estos casos el término deberá ser el razonable
según los fines de la etapa procesal y la complejidad de la actuación para el logro
de dichos fines, así como la materia controvertida, la conducta de las autoridades
judiciales y de las partes y sus abogados.

3.2.6. La corrupción en la administración de justicia


La corrupción, muy acentuada en todo el sistema institucional peruano, tiene una
cuota de importancia en la administración de justicia, comprendiendo no solo a
jueces, sino también al personal administrativo como al propio gremio de
abogados.
La corrupción puede ser de dos clases: la económica (fundamentalmente
delincuencia) y la política (presión e influencias políticas). Ante la producción de
estos fenómenos, se debe advertir la precariedad de los mecanismos probatorios y
de persecución, toda vez que se cuenta con una oficina de Control Interno
burocratizada, de deficiente estructura, provocando consecuentemente el
cuestionamiento de la actividad disciplinaria del Poder Judicial.
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El deficiente procedimiento y la intromisión política en la carrera judicial los hace


propensos de someterse a la corrupción política. Igual consecuencia se produce al
mantener la dependencia económica del órgano administrador de justicia con
infracción de expresas normas constitucionales.
La lentitud en el manejo administrativo de los expedientes judiciales favorece la
corrupción en los diversos niveles administrativos del Poder Judicial; lo que debe
de evitarse con adecuadas medidas a corto, mediano y largo plazo.
Un sistema procesal escrito, no concentrado y que permite la intermediación de
excesivas personas en su mecanismo, provoca la demora y posibilita la
corrupción; un sistema de nombramientos y de promociones fuertemente
condicionado por el factor político y clientela marca una indebida línea de
sumisión.
Por último, un mecanismo disciplinario no integrado y sin mayor apoyo logístico
y tecnológico impide corregir y prevenir deficiencias de jueces y servidores
judiciales. Si a todo ello añadimos el relajamiento de la moral en nuestro país, la
precariedad del sistema educativo, la impunidad generalizada y la carencia de
medios efectivos de control de los Colegios de Abogados respecto de sus propios
miembros.

3.2.6.1. La corrupción individual de los agentes del sistema


Abogados, litigantes, fiscales, jueces y funcionarios judiciales incurren también en
actos de corrupción sin formar parte de una red, en la mayor parte de los casos por
iniciativa de los usuarios del servicio, que ya conocen a los magistrados corruptos
y buscando una sentencia o resolución legitima o ilegal, pretenden asegurarla con
una coima o pago indebido. Pero en otros casos los usuarios se ven obligados a
efectuar los pagos por pedido directo o vía intermediarios de fiscales y jueces,
para conseguir justicia o para burlarla.
En esta forma, la coima es el medio corruptor más común, aunque también se
utilizan otros medios que van desde las influencias de familiares y amigos de
fiscales y jueces hasta favores sexuales, pasando por favores diversos como
financiamiento de estudios de los hijos en el extranjero a nivel local, autos, viajes
de placer, etc.
18

3.2.6.2. Lobbys de abogados y gestores de la corrupción judicial


Admitida la corrupción por la sociedad y por la propia cultura del sistema judicial
como parte de la identidad del sistema, que se intensifica a partir de la década de
los setenta, los agentes que lo operan han permitido la organización de redes de
tráfico de influencias integradas por abogados (algunos exjueces y exfiscales
destituidos), tramitadores judiciales que son empleados del sistema, familiares o
amigos de fiscales o jueces que actúan en función de la atención de casos
específicos que llegan al conocimiento del Ministerio Público y del Poder
Judicial. Se les puede identificar con mucha facilidad, sin embargo, operan en la
más absoluta impunidad, pues nadie los denuncia por el temor que los corruptos
podrán manejar sus procesos penales y salir absueltos, en tanto el denunciante
saldrá perjudicado con una falsa contradenuncia, condenado y despojado de su
patrimonio.
Estas redes se conectan con todos los grupos de poder político, social y
económico que pueden servir a sus fines de aprovechamiento ilícito de sus
contactos con los miembros del sistema de justicia. a los cuales hacen partícipes
de sus ganancias. Cada caso tiene un valor económico para las redes de
corrupción, según la importancia económica para los interesados, y según esto
cada sentencia o resolución judicial tiene un precio.
Su operación está lo suficientemente extendida como para que los grandes
Estudios de Abogados se vean obligados a tener abogados dedicados a las
gestiones sucias del sistema, que entran en contacto con las redes, o con los
funcionarios judiciales en forma directa, según el caso.
Los Lobbys judiciales utilizan diversas formas de influencia en fiscales y jueces, a
partir de un estudio de sus personalidades. Muchos son invitados a fiestas de la
corrupción donde les proveen compañía femenina dispuesta a otorgarles favores
sexuales, licor y drogas. Otros no susceptibles de ser captados por este medio para
la causa de la corrupción, son investigados hasta encontrar el medio de influencia
posible, desde la entrega directa de dinero hasta la prestación de un favor personal
o para un familiar muy querido.
19

3.2.6.3. La influencia de la prensa como medio de corrupción judicial


Cuando un sistema de justicia ineficiente y corrupto no garantiza la resolución
justa de un conflicto. el recurrir a la denuncia pública a través de la prensa es una
salida válida de la ciudadanía. Y en esto, la prensa seria ha jugado siempre un rol
muy importante. Sin embargo, en algunos casos la prensa, sobretodo amarilla, es
utilizada para presionar a los jueces a sentenciar un caso de modo indebido.

3.2.7. Causas específicas de la corrupción judicial


A los factores antes descritos como promotores de la corrupción, se agregan en el
caso de la corrupción judicial, los siguientes:
a. La deficiente formación ética, moral, profesional y jurisdiccional de
magistrados y funcionarios judiciales.
b. El desconocimiento de los objetivos y alcances del debido rol judicial.
c. La inexistencia de un patrón, modelo o perfil de juez ideal en la cultura
social y judicial.
d. El acceso de muchos magistrados a la carrera judicial como fuente de
remuneración segura y mecanismo de ascenso social.
e. La necesidad de permanecer en los cargos judiciales a todo costo por falta
de alternativas laborales.
f. Las bajas remuneraciones.
g. La función corruptora de los grupos de poder económico, político, social,
de individuos y sus abogados.
h. Los deficientes sistemas de control de la conducta funcional de jueces y
fiscales. y la percepción de su ineficacia por parte de la ciudadanía.
i. La percepción de impunidad de los actos de corrupción judicial por parte
de sus actores, que manipulan el sistema de justicia.
j. Los métodos inquisitivos y reservados, de estilo autoritario que se aplican
en los procedimientos judiciales.
k. El estado de necesidad en que recurren los usuarios del servicio de
administración de justicia frente a la exclusividad de la función
jurisdiccional de un Poder Judicial ineficiente, impuesta por el Estado.
20

l. La tendencia al abuso del poder por parte de los funcionarios judiciales en


una cultura de corte autoritario. que tiende a la hegemonía de los
poderosos sobre las masas populares.
m. La costumbre social de utilizar indebidamente el sistema de justicia para
perseguir inocentes a quienes se busca perjudicar, legitimar actos ilícitos y
sostener su impunidad.
n. La inexistencia de un sistema de reconocimiento de la conducta funcional
debida. Para muchos da lo mismo ser corrupto que honesto, porque nadie
denuncia lo primero ni valora públicamente lo segundo.
o. La tolerancia social de la corrupción judicial como parte de su identidad.
p. La promoción social de la corrupción judicial.
q. La negación de la corrupción por parte de los agentes del sistema
corruptos o no, por sentirse emocionalmente afectados con la alusión a
este problema en los medios académicos o a través de la prensa.

3.3. Marco conceptual


Acto jurídico procesal: Se conoce como acto jurídico procesal todo lo que los
litigantes desarrollan durante el tiempo que requiere el proceso del acto jurídico,
hasta la emisión de la sentencia final. El acto jurídico procesal, comprende dos
partes uno subjetivo y otro objetivo. Entre los dos dan una configuración completa
del acto jurídico procesal.

Debido proceso: Constituye una garantía de todos los derechos que poseen los
litigantes, frente al poder judicial. El debido proceso, protege todos los derechos
de los litigantes frente al poder judicial.

Auxiliares de justicia: Todo aquel que colabora con la administración de justicia.


Pueden ser funcionarios de justicia, públicos, o peritos como abogados asignados
a la defensa de las personas en caso de no poder contar con abogado remunerado o
contratado por la parte interesada de los litigantes, en caso de no contar con la
presencia de un abogado remunerado por el litigante, el Estado, asigna un
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abogado de oficio, que es el encargado de hacer la defensa de los derechos legales


de los litigantes.

Capacitar: Adiestramiento en una determinada habilidad o ejercicio de una


actividad. El personal que recibe una capacitación es un trabajador calificado. Sin
esta actividad, la acción laboral se ve obstruido en la fluidez de sus actividades
jurídicas.

Juez: Referido a la persona que goza de autoridad, por consenso de la mayoría. Y


en el sentido jurídico, tiene la acepción de un magistrado, o autoridad importante
en el Poder Jurídico.

Abogado: Palabra que denota defensor en momento crítico en que se encuentra


una persona y el abogado es la persona que ayuda a salir del momento crítico.
Abogado es el asesor para salir de una crisis. En términos jurídicos, es el versado
en cuestiones jurídicas y con su asesoramiento ayuda a defender los derechos de
los ciudadanos.

Jurisdicción: Consiste en la capacidad que posee el Estado de ejercer poder con


fines de resolver conflictos de diversos géneros que se presentan dentro de su
jurisdicción territorial.
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CONCLUSIONES

1. Tratándose la corrupción judicial un problema que nos acompaña desde la


colonia, las medidas que deben tomarse no solo deben apuntar al sector
justicia. En realidad, no es el poder judicial nuestro objetivo, sino la sociedad.
La justicia es un espacio, donde se reproducen patrones de ejercicio del poder
corrupto. Al respecto, existe escepticismo de la población ante la posibilidad de
cambiar la justicia sin que se produzcan cambios en la sociedad.
2. Frente a la corrupción instalada se debe implantar una cultura de honestidad en
nuestra sociedad y por ende en el sistema de justicia como estrategia central de
reforma del Estado es un reto que pasa por la restauración espiritual de
nuestros pueblos. Es muy complejo, pero es la única vía para generar las
condiciones de control efectivo de la corrupción con participación de la
ciudadanía.
3. Se debe generar mecanismos efectivos de participación ciudadana en el control
del Poder Judicial, es el método más viable para frenar los abusos del poder y
la corrupción.
4. El establecimiento de un Ministerio de Defensa Legal como organismo
autónomo del sistema judicial, que democratice el acceso de las mayorías
poblacionales a los servicios legales y por tanto a la administración de justicia,
con la garantía de la supervisión técnica y ética del rol de los abogados.
5. Se debe implementar tecnológicamente a plenitud el sistema judicial, como los
expedientes judiciales electrónicos tanto en los procesos civiles como los
procesos penales, en bienestar de los justiciables y los abogados.
6. Se debe mejorar la infraestructura de las Cortes de los distritos judiciales del
país, en la actualidad los ambientes son muy reducidos, no se encuentran
debidamente implementados carecen de implementación tecnológica adecuada,
o hay un ambiente adecuado para la conservación de los expedientes judiciales.
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BIBLIOGRAFÍA

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