JC - Lucas 17 5 - Revisada

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Tema: La Fe que rompe los esquemas

El propósito: Es que reconozcamos lo que la Fe puede hacer en las manos de XTO.


Base Bíblica: Lucas 17:5-6
Dijeron los apóstoles al Señor: Auméntanos la fe.  Entonces el Señor dijo: Si tuvierais fe como
un grano de mostaza, podríais decir a este sicómoro: Desarráigate, y plántate en el mar; y os
obedecería.
Proposición: En este mundo secularizado, si queremos ver cosas sobrenaturales, solo será
posible viviendo una vida sin límites, llenos de (fe) Confianza, rompiendo los esquemas y vivir
renovados en Su Palabra.
Introducción
La fe es como una fogata. Al principio las llamas son muy intensas, pero si la fogata se
deja sola y no se la abastece con nueva leña, poco a poco se irá apagando hasta convertirse en
cenizas. Así mismo es la fe, si la alimentamos con la Biblia constantemente, podemos
mantenerla encendida y vigorosa el tiempo que queramos.
Si nosotros queremos ver a Dios y sentir su presencia en nuestro camino diario, tenemos
que hacer cosas que Dios nos dice y nos pide que hagamos; que provocarán la manifestación---
del poder y la gloria de Dios --sanando--libertando, prosperando y causando-- que las
promesas y la palabra de Dios se cumplan en nuestras vidas. (Aleluya)
Movimiento: En la porción bíblica de hoy, encontramos una petición que los apóstoles le
hicieron a Jesús, al sentirse incapacitados, imposibilitados y sin confianza por las enseñanzas de
nuestro Salvador.
Lucas nos ha dado un “relato ordenado”.1 Este relato se desenvuelve en los primeros
versículos del (Cap.17:1-4). Veremos más delante lo que ocurrió en esta parábola a sus
discípulos.
Entonces esto dirige a una pregunta al texto ¿Qué es tener fe? La fe es confianza y
certeza de lo que parece no ser (Hebreros 11:1). La fe es una respuesta humana decisiva y
contundente a las promesas y poder de Dios por medio de Su Palabra, tomada con argumentos de
peso y con un sentimiento amoroso fuerte. La Fe es el don de Dios y pura gracia de Dios. La Fe
exige lealtad, obediencia en todos los aspectos de la Ley de Dios. Y si depositamos nuestra
confianza en Dios todo, pero todo nos saldrá bien, conforme a sus propósitos.
Veamos los siguientes puntos que desafían nuestra fe en nuestra vida:

 La incapacidad del creyente.


 Cuando las enseñanzas de JESUCRISTO se hacen difícil.
 La simplicidad de la fe.

1 William Hendriksen, Comentario al Nuevo Testamento: El Evangelio Según San Lucas (Grand Rapids:
Libros Desafío, 2002), 742.
 La Fuente de la Fe.

1. La incapacidad del creyente: Fíjese mis hermanos queridos, los apóstoles escuchan esta
enseñanza por parte del Señor, que se le hizo bastante difícil de aceptar. De hecho, todos
hemos pasado por circunstancias donde la incapacidad humana se hace notoria, y donde
parece que la fe de uno es insuficiente. Son esas las circunstancias, que nos desafían a
buscar que nuestra fe aumente en el Señor. Este es uno de los textos que debiéramos
reflexionar y aplicar, porque la fe tiende a fallarnos, en especial cuando vienen repentinas
crisis o pruebas a nuestras vidas.
Con esto se confirma que no es lo mismo creer en Dios que creerle a Dios. Esto último,
involucra los grados de la fe. La vida de estos hombres ordinarios que han visto hacer a Jesús
maravillas, prodigios, portentos y señales milagrosas, y han caído en cuenta que el Maestro les
ha reprendido por su falta de fe. Estos hombres necesitan una fe más fuerte y firme.
(v.5) Entonces los apóstoles le rogaron al Señor: ¡Auméntanos la fe!
 Auméntanos (gr) Prostítemi = agregar, aumentar y hacer un depósito en la cuenta de
banco.
 Fe (gr) Pistis = fidelidad, fe y creer.
Es como si los discípulos le hubiesen dicho, “Señor, ya la poca fe que teníamos se
ha agotado; no tenemos mucha fe para hacer los milagros que la gente espera de nosotros; por
favor has el depósito a favor de nuestra cuenta para que esto sea posible”. Mis hermanos cuantas
veces nos hemos sentido como los discípulos.
Cuando le dicen los discípulos, Señor “Auméntanos la Fe” no es solo para creer lo imposible
sino para hacer realidad lo imposible que nos toca y poder llevar a cabo una manifestación del
Reino de Dios por medio de una vida marcada por esos valores y acciones sobrenaturales en
favor de los demás. Pero Jesús podía ver los corazones de sus discípulos y sabía muy bien que
sus motivos no eran puros, porque no estaban confiando en Él, sino en su propia fe.
Esto es un desafío para nosotros hoy día:
- A no ser como los fariseos (orgullosos) que saben mucho, pero no son capaces de
llevar sus conocimientos de las Escrituras a la práctica con fe y humildad.
- A ser como los discípulos y orar, con un sentido profundo de necesidad urgente:
“Señor, Auméntanos la fe”; no para creer que Dios hará lo imposible en realidad, sino
para poner nuestra seguridad y confianza en las manos de Dios.
Eso nos lleva al siguiente punto
2. Cuando las enseñanzas de JESUCRISTO se hacen difícil (Lc. 17:1-4)
Aquí tenemos DOS enseñanzas por parte de Jesús, que preocupan a los apóstoles.
En primer lugar, tenemos: “los tropiezos”. Jesús afirma que todos debemos tener mucho
cuidado de no hacer que alguien tropiece por nuestras palabras o acciones. En este caso, Jesús se
está refiriendo a los que tientan o prueban a otros para que caigan en pecado. “¡Ay de aquel que
enseña a otros a pecar, o les hace perder la inocencia!” (los pequeñitos).

En segundo lugar, tenemos las enseñanzas (advertencia) de Jesús sobre el perdón. Esta
enseñanza se asemeja a la que encontramos en Mateo, que después de una pregunta de Pedro,
donde Jesús les enseña sobre la diferencia que existe entre el mundo, y los que están en el Reino
de Dios. Siga conmigo el texto de Mateo dice que, “Pedro se acercó a Jesús y le preguntó:
—Señor, ¿Cuántas veces tengo que perdonar a mi hermano que peca contra mí? ¿Hasta siete
veces? (v. 22) No te digo que, hasta siete veces, sino hasta setenta y siete veces” (Mt. 18:21-22).

El contexto histórico, cultural y religioso de la época, enseñaba que, si un hombre peca


una, dos o tres veces, se le perdona. Pero si peca una cuarta vez, no se le perdona. Con eso
parece que Pedro creía que estaba siendo generoso, al preguntarle a JESÚS si debería hacerlo
hasta siete veces. Pero el SEÑOR JESUCRISTO le responde que NO, y le dice que, hasta 70
veces siete, o 77 veces.
Por lo tanto, Jesús enfatiza que el espíritu de amor perdonador no reconoce fronteras ni
limitaciones. Por lo tanto, lo que Jesús quiere decir es “perdona al arrepentido sin cesar jamás”
(ilimitadamente).2 Mis hermanos nosotros debemos tomar en cuenta esta enseñanza en nuestras
relaciones interpersonales.
Veamos lo que Jesús les quería enseñar:
 Lo que Jesús les quería enseñar es que, en el Reino de Dios, el comportamiento entre los
hermanos en XTO es muy diferente a como el mundo lo hace. Porque en el mundo es
muy común el rencor, las divisiones, los resentimientos, los celos, el odio y la amargura.
En el Reino de Dios esas cosas no son aceptadas. En el Reino se actúa con amor,
misericordia, humildad, mansedumbre, paz, etc. (Frutos espirituales dignos de un
discípulo). La Iglesia como comunidad de fe nos soportaremos y nos edificamos con
paciencia los unos a los otros con amor y “guardaremos la unidad del Espíritu en el
vínculo de la paz; como cuerpo de Jesucristo y un sólo Espíritu” (Efesios 4:3-4).
 Con esto el SEÑOR no está quitando la culpabilidad del que peca, ni tampoco enseña que
aceptemos los pecados de otros. Simplemente cuando alguien se arrepiente, debemos
estar listos para perdonar, restaurar, redimir y renovar. A practicar la disciplina
comunitaria de la confesión para liberación de toda culpa por medio del perdón (Santiago
5:16). Por esta razón, la confesión y la oración son buenos delante de Dios. Las siguientes
estrofas de Dietrich Bonhoeffer expresan la bendición de perdonar: “El perdonar de
corazón todo el mal que nos hayan hecho nuestros hermanos…es de la misma forma que
Dios perdona las nuestras y esto nos lleva a la reconciliación y la renovación de la
comunión fraternal”.

para lograr así la reconciliación de los creyentes y la renovación de su comunión fraterna.

2 Hendriksen, Comentario al Nuevo Testamento…, 743.


Esto ahora nos lleva a nuestro siguiente punto

3.    La simplicidad de la fe. (Lucas v.6) Si ustedes tuvieran fe, aunque solo fuera del
tamaño de una semilla de mostaza, podrían decirle a este árbol: “Arráncate de aquí y plántate en
el mar”, y les haría caso (Traducción DHH). Estos es una fe creciente. Una fe que crece y se
desarrolla en Jesús.

El pasaje paralelo en Marcos 11:23 no sólo menciona árboles, sino también montañas: "Porque
de cierto os digo que cualquiera que dijere a este monte: “Quítate de ahí y échate en el mar”, y
no lo hace con dudas, sino creyendo que ha de suceder lo que dice, entonces sucederá
(Traducción DHH)
No muchos de nosotros estamos reorganizando la topografía (moviendo montañas y arboles); por
lo tanto, hemos "espiritualizado" este concepto de la fe que mueve montañas. Cuando no
podemos hacer que un texto obre, lo “espiritualizamos”, trayendo la Palabra de Dios hacia
nuestra experiencia, más bien que llevar nuestra experiencia hacia la Palabra de Dios.
El punto es este: Hay una "fe que articula" y está a la disposición de los hijos de Dios: “una fe
que dice”. Jesús no nos estaba diciendo que todo lo que necesitamos es un poquito de fe del
tamaño de un grano de mostaza. Por el contrario, estaba enseñándonos que la fe que crece y se
desarrolla como un grano o semilla de mostaza puede sanar a los enfermos, lanzar fuera
demonios y ver las señales, prodigios y maravillas que han de seguir (Mr. 16:17-20).
“Sin Fe es imposible agradar a Dios” (Hebreos 11:6), y yo le agregaría: Sin Fe es imposible
recibir una sanidad o un milagro de parte de Dios. AMEN, ALELUYA…
Y ahora concluimos con nuestro último punto sobre la fe
4. La Fuente de la fe.  Y ahora para finalizar, vamos a lo que es la fuente, o sea, lo que
alimenta nuestra fe, y es la PALABRA DE DIOS. El salmista nos sorprende con esta expresión
en el Salmo 119:105 “Lámpara es a mis pies tu palabra y lumbrera en mi camino”. Su Palabra,
nos está revelando la OBRA MARAVILLOSA de DIOS cada vez que se lee. Además, la Palabra
de Dios es más dulce que la miel pues les permite a las personas aborrecer los malos camino. Por
otro lado, no sólo nos ilumina la Palabra de Dios en el conocimiento de su voluntad, sino que
también, como lámpara en el camino de oscuridad, nos enseña cómo seguir el buen camino y
evitar el malo.3 Si predicamos confiando en la promesa de Dios que Su Palabra no regresará a Él
vacía, no regresará, sino que habrá fruto.

Veamos algunos ejemplos:


El coloso Pablo le dice a la comunidad de judíos de su tiempo: “Así que la fe viene como
resultado de oír el mensaje, y el mensaje que se oye es la Palabra de Cristo” (Romanos 10:17).

3 Roberto Jamieson, A. R. Fausset, y David Brown, Comentario exegético y explicativo de la Biblia -


Tomo 1: El Antiguo Testamento (El Paso: Casa Bautista de Publicaciones, 2003), 485–489.
El problema de los judíos no era falta de mensajeros, ni falta de proclamación, sino falta de una
respuesta obediente.4 Analicemos más detalladamente:
 En primer lugar, podemos notar que la FE viene por el oír el mensaje de la Palabra de
Dios. (Salmo 1:1-2) “Bienaventurado el varón que no anduvo en consejo de malos, Ni
estuvo en camino de pecadores, Ni en silla de escarnecedores se ha sentado; 2 Sino que
en la Ley de Jehová está su delicia, Y en su Ley medita de día y de noche”. Noten el
beneficio de la meditación de la Palabra de Dios. Para los Judíos, el meditar era recitar
en voz baja. De ahí que meditar de día y de noche muestra que es algo continúo. Y no
solamente medita en la Palabra de Dios, sino que también se DELEITA en ella. Porque
la Palabra de Dios no es ASPERA, al contrario, es una DELICIA.

 En segundo lugar, la Palabra de Dios no sólo afirma que existe un Reino donde la vida
es inmortal, sino también ellas son la única Luz que nos revela la manera de alcanzar esa
vida eterna. La Biblia trae la vida eterna, no en sentido de que ese libro material
contenga virtudes, poderes mágicos o sea una especie de talismán. No tenemos tal
superstición. No constituye para nosotros un ídolo, no adoramos al libro, no le
prendemos vela a la Biblia. Adoramos, amamos y obedecemos al Dios de la Biblia. En
la Palabra de Dios encontramos la vida eterna en el sentido de que ellas indican cómo el
hombre puede encontrar a Dios y la reconciliación de su alma con Él.

 En tercer lugar, No solamente tenemos el nombre del Señor sino también Su Palabra.
Efesios 6:17-18 dice: “Y recibid…la espada del Espíritu, el cual es la Palabra de Dios;
con toda oración y petición”. Cada día, especialmente en la mañana, podemos ejercitar
nuestro espíritu por medio de la oración para así recibir al Espíritu Santo en la Palabra
mientras oramos con la Palabra de Dios, somos reavivados con un fresco suministro de
vida. Y no sólo eso, también somos renovados un poco más conforme la vida divina se
extiende a nuestra alma. Entre más recibimos al Espíritu viviente divino en la Palabra,
más se renovarán nuestras partes internas. Nuestros pensamientos naturales, nuestros
sentimientos naturales y nuestras decisiones naturales son purificados y el nuevo
elemento de Dios se añade a nosotros, renovando cada parte de nuestro ser hasta que
llegamos a ser una nueva creación. ¡Que hermoso saber que somos renovados!

Finalmente, las narraciones de la Biblia no son fábulas, no son cuentos mitológicos, sino
hechos históricos comprobados por la ciencia y corroborados por la más gloriosa experiencia de
los cristianos, en todas las generaciones (Anécdota: En una ocasión, los seguidores de Albert
Einstein le preguntaron al famoso científico contemporáneo ¿Si Jesucristo era un mito?, y el
célebre autor de la Teoría de la Relatividad contestó de una manera grave: “Estoy leyendo
nuevamente los Evangelios y digo que la figura de Jesús de nuevo me tiene profundamente
impresionado; miro allí unos ojos que escrutan lo más íntimo de mi alma; oigo Palabras que
hablan tiernamente a mi espíritu y siento allí una vida que palpita en todo mi ser, ¿Cómo creéis
que pueda ser un mito?”). El contesto con una pregunta.

4 Juan Carlos Cevallos, Comentario Bíblico Mundo Hispano tomo 19: Romanos. (El Paso: Editorial
Mundo Hispano, 2006), 183.
Sí, las Palabras del Evangelio no son palabras muertas: se trata de Palabras plenas de vida, de
poder, llevan la unción del Espíritu Santo; “palabra de vida eterna” (Juan 6:68). El mismo
Maestro dijo: “Mis Palabras son Espíritu y son vida”. Ellas en si llevan la vida espiritual, como
la semilla, según dijera el apóstol Pedro: “siendo renacidos no de simiente corruptible, sino de
incorruptible, por la Palabra de Dios, que vive y permanece para siempre” (1 P. 1:23).5

CONCLUSIÓN:
Por eso, podemos asegurar que la Palabra de Dios es verdad, como dicen los Salmos 151 y
160; Y, sobre todo, por lo que dice Jesús: “Yo soy el camino, y la Verdad y la Vida; nadie viene
al Padre; sino por Mí” (Jn. 14:6); afirmación corroborada por los hechos, cuando es escrita por la
declaración solemne: “Los Cielos y la Tierra pasarán, más mis Palabras no pasarán” (Mt.
24:35).6 Declaración con esa nos afirman a estar Renovados en su Palabra. Y es palabra
fiel y verdadera la que puede llenarnos y aumentar nuestra fe para que Dios obre
maravillas, sanidades, milagros, etc.

Inclinemos nuestros Rostros:


Necesitamos que Dios dirija los cambios trascendentes en nuestras vidas y rompa nuestros
esquemas. Sobre todo, en la obra del Señor. Quizás ahora mismo te encuentras imposibilitado.
Dios quiere darte en este momento una Palabra a tu vida, un toque especial de lo alto para
llevarte al lugar y al tiempo que Él quiere para ti. Los discípulos dijeron “Auméntanos la fe”
 Aumenta la fe. “Señor” Que te experimentemos resucitado en medio de nosotros
renovando, nuestras vidas y alentando a aquellos que necesitan escuchar tu Palabra en
tierras lejanas.

El Dios eterno está por encima de todas las cosas terrenales.


El Altísimo, el que habita en la Eternidad, el dador de la vida, el León de la tribu de Judá.
Estarías dispuesto a pasar al frente……
Hoy Dios nos dice Yo Soy el arquitecto de tu vida, Yo no te he abandonado, porque Cristo ha
prometido estar con nosotros “todos los días, hasta el fin del mundo”.
… “Este es el momento de conocerte más y revélanos TU gloria, queremos TU presencia en
nuestras vidas y que TU Palabra sea el Bálsamo para nuestra alma”…

5 Samuel Vila, 1000 bosquejos para predicadores (Barcelona: Editorial CLIE, 2001), 695.

6 Vila, 1000 bosquejos para predicadores…, 700.

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