Informe Desalinizaci N 2022 1674553852

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DESALINIZACIÓN:

OPORTUNIDADES Y DESAFÍOS
PARA ABORDAR LA INSEGURIDAD
HÍDRICA EN CHILE

COMITÉ CIENTÍFICO DE CAMBIO CLIMÁTICO 1


COAUTORES
Sebastián Vicuña1, 2, 3, Linda Daniele1, 4, 5, Laura Farías1, 6, 7, Humberto González1, 8, 9, Pablo A. Marquet1, 2, 10,
Rodrigo Palma-Behnke1, 4, 11, Alejandra Stehr1, 6, 12, Anahí Urquiza1, 4, Elizabeth Wagemann1, 13, 14, María J. Arenas-Herrera15,16,
Rodrigo Bórquez6, Lorena Cornejo-Ponce15, 16, Verónica Delgado6, 17, Gabriel Etcheberry2, Maria Christina Fragkou4, 18,
Rodrigo Fuster4, 19, Stefan Gelcich2, 7, Oscar Melo2,3, Tamara Monsalve4, 20, Marcelo Olivares4, 21, Laura Ramajo22, 23,
Carlos Ramírez-Pascualli1, Carolina Rojas2, 7, Christian Rojas24, Patricia Vilca-Salinas15, 16, Patricio Winckler 25, 26.

COL ABORADORES
Claudia Andrade27, María Angela Barbieri28, Kay Bergamini2, 29, Carlos Berroeta30, Wernher Brevis2, Andrés Camaño31,
Leonardo Castro6,32, Patricio Catalán33, Cristián Chandía6, 34, Ociel Cofré25, 35, Julian Cortés Oggero4, Ezio Costa4,
José Garcés-Vargas8, Andreína García4, 36, Ricardo Giesecke8, 9, Alex Godoy37, 38, Álvaro González-Reyes39, 40, Pablo Guzmán2,29,
Dominique Hervé13, Valentina Hevia-Hormazábal41,42, Magdalena Jensen6, María José Kafmann43, Fabrice Lambert2, 23,
Thomas Lindsay44, Katherine Lizama4, Nicole Mansuy43, Carolina Martínez2, James McPhee4, 36, Gonzalo Melej45, 4,
María Molinos-Senante2, Roberto Moris2, Nelso Navarro27, 9, Carlos Olavarría22, Marcelo Olivares4, Antonio Pulgar4,
Francisco Squeo46, Mauricio Urbina6, 47, Hugo Valdés48, Freddy Vargas49, Giovanni Vecchio2, 29, Karla Yohannessen4.

INSTITUCIONES

1 Comité Asesor Ministerial 20 Núcleo de Estudios Sistémicos 35 Escuela de Ingeniería en


Científico sobre Cambio Climático Transdisciplinarios (NEST) Medioambiente UV
2 Pontificia Universidad Católica 21 Departamento de Ingeniería 36 Advanced Mining Technology
de Chile Civil UChile Center (AMTC)
3 Centro de Cambio Global UC (CCG) 22 Centro de Estudios Avanzados en 37 Universidad del Desarrollo
4 Universidad de Chile Zonas Áridas 38 Centro de Recursos Hídricos para la
5 Centro Avanzado Para Tecnologías 23 Centro de Ciencia del Clima Agricultura y Minería (CRHIAM)
del Agua (CAPTA) y la Resiliencia (CR)2 39 Universidad Mayor
6 Universidad de Concepción 24 Universidad Andrés Bello 40 Instituto de Ciencias de la Tierra (ICT)
7 Instituto Milenio en Socio Ecología 25 Universidad de Valparaíso 41 Programa de Doctorado en
Costera (SECOS) 26 Centro de Investigación para la Biología Aplicada UCN
8 Universidad Austral de Chile Gestión Integrada del Riesgo de 42 Departamento de Biología
9 Centro FONDAP-IDEAL Desastres (CIGIDEN) Marina UCN
10 Centro de Modelamiento 27 Universidad de Magallanes 43 Fiscalía del Medio Ambiente (FIMA)
Matemático (CMM) 28 Pontificia Universidad Católica 44 Centro de Tecnologías para Energía
11 Centro de Energía-FCFM de Valparaíso Solar Fraunhofer Chile Research
12 Facultad de Ingeniería UdeC 29 Núcleo de planificación integrada 45 Fundación Chile Sustentable
13 Universidad Diego Portales de zonas costeras e islas (PIZIS) 46 Universidad de La Serena
14 Laboratorio Ciudad y Territorio (LCT) 30 Programa Hidrológico Internacional, 47 Instituto Milenio de
15 Universidad de Tarapacá UNESCO Oceanografia (IMO)
16 Facultad de Ingeniería UTA 31 Sistemas Socio-Ecológicos 48 Universidad Católica del Maule
17 Núcleo Milenio en Turberas Andinas 32 Centro COPAS-Coastal FB10021 49 AMVAR Spa
(Andespeat) 33 Universidad Técnica
18 Departamento de Geografía UChile Federico Santa María
19 Laboratorio de Análisis 34 Laboratorio de Oceanografia
Territorial (LAT) Quimica (LOQ)
CITAR COMO:
APA 7a
Vicuña, S., Daniele, L., Farías, L., González, H., Marquet, P. A., Pal-
ma-Behnke, R., Stehr, A., Urquiza, A., Wagemann, E., Arenas-He-
rrera, M. J., Bórquez, R., Cornejo-Ponce, L., Delgado, V., Etchebe-
rry, G., Fragkou, M. C., Fuster, R., Gelcich, S., Melo, O., Monsalve, T.,
… Winckler, P. (2022). Desalinización: Oportunidades y desafíos
para abordar la inseguridad hídrica en Chile. Comité Asesor Mi-
nisterial Científico sobre Cambio Climático; Ministerio de Cien-
cia, Tecnología, Conocimiento e Innovación.

Chicago
Vicuña, Sebastián, Linda Daniele, Laura Farías, Humberto Gonza-
lez, Pablo A. Marquet, Rodrigo Palma-Behnke, Alejandra Stehr, et
al. 2022. “Desalinización: Oportunidades y desafíos para abordar
la inseguridad hídrica en Chile”. Chile: Comité Asesor Ministerial
Científico sobre Cambio Climático; Ministerio de Ciencia, Tec-
nología, Conocimiento e Innovación.
DESALINIZACIÓN:
OPORTUNIDADES Y DESAFÍOS
PARA ABORDAR LA INSEGURIDAD
HÍDRICA EN CHILE
CONTENIDOS

GLOSARIO DE ABREVIATURAS 8
RESUMEN PARA TOMADORES DE DECISIÓN 10

SECCIÓN A. INTRODUCCIÓN 19

CAPÍTULO 1. Objetivos y preparación del informe 20

CAPÍTULO 2. Contexto: seguridad hídrica y cambio climático 23


2.1 Crisis hídrica = inseguridad hídrica = escasez hídrica 23
2.2 Escasez hídrica en Chile, su distribución espacial y temporal 25
2.3 Desafíos de gestión y gobernanza para resolver la crisis hídrica 35

CAPÍTULO 3. Tecnología de desalinización 37


3.1 Introducción 37
3.2 Historia de la desalinización 38
3.3 Proceso de desalinización 40
3.4 La desalinización en Chile 53

SECCIÓN B. OPORTUNIDADES DE LA DESALINIZACIÓN


COMO MEDIDA DE ADAPTACIÓN Y MITIGACIÓN 58

CAPÍTULO 4. La desalinización como opción de adaptación 59


4.1 Opciones para la adaptación para la seguridad hídrica. 59
4.2 Desalinización como medida de adaptación: Experiencia
comparada en Australia, Israel, España y California (EEUU) 60
4.3 Costos asociados a la desalinización 64
4.4 Conclusiones 65

CAPÍTULO 5. La desalinización como estrategia de mitigación 67


5.1 Desalinización e industria fotovoltaica 68
5.2 Desalinización y plantaciones 69
5.3 Desalinización e hidrógeno 72
5.4 Conclusiones 75

SECCIÓN C. DESAFÍOS DE LA DESALINIZACIÓN 77

CAPÍTULO 6. Interacción de la descarga de salmuera con el medio físico 78


6.1 Introducción 78
6.2 Modelación del área de influencia de una descarga de salmuera 78
6.3 Monitoreo ambiental de una descarga de salmuera 82
6.4 Conclusiones 85
ÍNDICE DE CONTENIDOS

CAPÍTULO 7. Captación de agua, descarga de efluentes (salmuera), uso de agua


desalada para recarga de acuíferos y su impacto en socio-ecosistemas costeros 87
7.1 Introducción 87
7.2. Impactos de la captación de agua 89
7.3 Impactos de la descarga de salmuera y otros residuos 89
de la desalinización 89
7.4 Impactos del uso de agua desalada para la recarga de acuíferos 96
7.5. Conclusiones 97

CAPÍTULO 8. Desafíos en el uso del agua desalinizada


como fuente de agua potable 101
8.1 Introducción 101
8.2 Impactos del uso y consumo de agua desalinizada 103
a nivel doméstico 103
8.3 Marco actual de normativas de agua potable 106
y consumo humano de agua desalinizada 106
8.4 Conclusiones 108

CAPÍTULO 9. Fuente de energía utilizada en la desalinización 110


9.1 Introducción 110
9.2 Selección de tecnologías y consumo de energía asociado 112
9.3 Conclusiones 113

SECCIÓN D. ASPECTOS NORMATIVOS/ADMINISTRATIVOS 115


115
CAPÍTULO 10. Naturaleza jurídica del agua desalinizada
títulos habilitantes para su extracción y evaluación ambiental 116
10.1 Introducción 116
10.2 Regulación actual 116
10.3 Brechas normativas 117
10.4 Brechas normativas en proyecto de Ley sobre desalinización de agua de mar 117
10.5 Conclusiones 120

CAPÍTULO 11. Planificación Territorial / Costera 121


11.1 Introducción 121
11.2 Instrumentos de Planificación Territorial 122
11.3 Conclusiones 124
ÍNDICE DE CONTENIDOS

CAPÍTULO 12. Financiamiento y modelo de negocios 128


12.1 Financiamiento y demanda por agua desalinizada 128
12.2 Experiencia internacional 129
12.3 Contexto regulatorio nacional 130
12.4 Conclusiones 131

SECCIÓN D. SÍNTESIS Y RECOMENDACIONES 132

CAPÍTULO 13. Recomendaciones generales 133

CAPÍTULO 14. Consideraciones Proyecto de Ley sobre


el uso de agua de mar para la desalinización (Boletín 11.608-09) 139

REFERENCIAS 141
Referencias Capítulo 2 142
Referencias Capítulo 3 143
Referencias Capítulo 4 146
Referencias Capítulo 5 147
Referencias Capítulo 6 148
Referencias Capítulo 7 149
Referencias Capítulo 8 154
Referencias Capítulo 9 155
Referencias Capítulo 10 156
Referencias Capítulo 11 156
Referencias Capítulo 12 158

ANEXOS 159
GLOSARIO
DE ABREVIATURAS

ACADES CSP ERNC


Asociación Chilena de Desalinización A.G. Energía solar concentrada Energías Renovables
AI (Concentrated solar power) No Convencionales
Área de influencia DBO FAN
AMD Demanda bioquímica de oxígeno Floraciones algales nocivas
Agua Marina Desalinizada DBP FDO
AMERB Subproductos de la desinfección Firmado
Áreas de Manejo y Explotación de (Desinfection by-products) FO
Recursos Bentónicos DFL Osmosis forzada (Forward osmosis)
AT Decreto con Fuerza de Ley FV
Alcalinidad total DGA Fotovoltaico
BC Dirección General de Aguas GEI
Concentrador de salmuera DIRECTEMAR Gases de efecto invernadero
(Brine concentrator) Dirección General del Territorio Marí- H2V
BCr timo y de Marina Mercante Hidrógeno verde
Cristalización por salmuera DS HPRO
(Brine crystallizaton) Decreto supremo Ósmosis inversa de alta presión
BOO EAE (High-pressure reverse osmosis)
Construir Poseer Operar Evaluación Ambiental Estratégica INDESPA
(Build Own Operate) ECLP Instituto Nacional de Desarrollo Sus-
BOT Estrategia Climática de Largo Plazo tentable de la Pesca Artesanal y de la
Construir Operar Transferir ECMPO Acuicultura de Pequeña Escala
(Build Operate Transfer) Espacios Costeros Marinos INFA
BWRO Pueblos Originarios Información Ambiental
Ósmosis inversa de agua salobre ED IPCC
(Brackish water reverse osmosis) Electrodiálisis (Electrodialysis) Grupo Intergubernamental de
CAPEX EDM Expertos sobre el Cambio Climático
Gastos de capital Electrólisis con metatésis (Intergovernmental Panel on Climate
(Capital expenditure) (Electrodialysis metathesis) Change)
CENDHOC EDR IPT
Centro Nacional de Datos Hidrográfi- Electrodiálisis inversa Instrumentos de
cos y Oceanográficos (Electrodyalisis reversal) Planificación Territorial
CO EFC LCA
Monóxido de carbono Cristalización por congelación euté- Análisis de ciclo de vida
COCHILCO tica (Eutetic freeze crystallization) (Life-cycle analysis)
Comisión Chilena del Cobre ER LDM
CPS Energía renovable Límites de Detección del Método
Caracterización Preliminar de Sitio

8 DESALINIZACIÓN: OPORTUNIDADES Y DESAFÍOS PARA ABORDAR LA INSEGURIDAD HÍDRICA EN CHILE`


GLOSARIO DE ABREVIATURAS

MCr PPP SSR


Cristalización por membrana Alianzas público-privadas Sistemas Sanitarios Rurales
(Membrane crystallizaton) (Public-Private Partnerships) SUBPESCA
MD PROT Subsecretaría de Pesca y Acuicultura
Destilación con membrana Planes Regionales de SWRO
(Membrane distillation) Ordenamiento Territorial Osmosis inversa con agua de mar
MED PV (Seawater reverse osmosis)
Destilación multietapa Fotovoltaico TDS
(Multi-stage distillation) PVA Sólidos Disueltos totales
MEH Programas de vigilancia ambiental (Total dissolved solids)
Humidificación multiefecto RCA TVC
(Multieffect humidification) Resolución de Calificación Ambiental Compresión térmica de vapor
MSF RE (Thermal vapor compression)
Flash multietapa (Multi-stage flash) Resolución Exenta VC
MVC RO Compresión de vapor
Compresión mecánica de vapor Ósmosis inversa (Reverse osmosis) (Vapor compression)
(Mechanical vapor compression) SBAP WAIV
NDC Servicio de Biodiversidad y Evaporación intensificada asistida
Contribuciones Determinadas Áreas Protegidas por viento (Wind-assisted intensified
a Nivel Nacional SCWD evaporation)
OARO Distrito Hídrico de la Costa Sur
Ósmosis inversa asistida osmótica- (South Coast Water District)
mente (Osmoticallly-assisted SD
reverse osmosis) Secador de rocío (spray dryer)
OMS SEA
Organización Mundial de la Salud Servicio de Evaluación Ambiental
OPEX SEC
Gastos operacionales (Operational Consumo específico de energía
expenditures) (Specific energy consumption)
PADI SEIA
Professional Association of Diving Sistema de Evaluación de
Instructors Impacto Ambiental
pH SHOA
Potencial Hidrógeno Servicio Hidrográfico y Oceanográfi-
POAL co de la Armada
Programa de Observación del SISS
Ambiente Litoral Superintendencia de
Servicios Sanitarios

COMITÉ CIENTÍFICO DE CAMBIO CLIMÁTICO 9


RESUMEN PARA
TOMADORES DE DECISIÓN

Frente al problema de escasez hídrica forzada por el cambio climático en Chile,


particularmente en la zona norte del país, se han instalado plantas desalinizadoras
de distintos tamaños, con varias más en proceso de estudio y evaluación. La masi-
ficación de esta tecnología nos plantea el desafío de planificar su desarrollo futuro
tomando decisiones con bases científicas considerando las ventajas y desventajas de
este tipo de tecnología. El presente documento fue elaborado en respuesta a la soli-
citud formal del Ministerio de Medio Ambiente para que el Comité Asesor Ministerial
Científico para el Cambio Climático (C4) redactase un informe sobre el desarrollo de
plantas desalinizadoras en el país. A partir de dicha solicitud, el Comité trabajó recopi-
lando antecedentes y organizando talleres de trabajo con la comunidad científica a lo
largo de varias etapas. Como resultado se prepararon una serie de recomendaciones,
no siempre consensuadas, acerca del desarrollo de esta tecnología en el país.
El informe incluye algunos elementos introductorios que permiten por una parte
contextualizar la crisis hídrica que está viviendo el país, incluyendo su distribución
espacial y temporal considerando los escenarios de cambio climático. A lo largo del
informe, la crisis hídrica se asocia al problema de la escasez hídrica que debe en-
tenderse como un concepto dinámico, que surge cuando no hay congruencia entre
las necesidades de agua para algún uso (de subsistencia, ambiental o productivo) y la
capacidad del sistema para satisfacer estas necesidades.
Tomando en cuenta este marco conceptual podemos concluir que la escasez hídrica
ocurre en distintas partes del país, pero concentrada entre las regiones centro norte
y centro sur, donde se combina una reducción en la disponibilidad de agua derivada
de la mega sequía, y una presión por necesidades de agua desde distintos sectores
destacando en cantidad las necesidades del sector agrícola. Los efectos principales de
la escasez hídrica se evidencian a nivel rural (tanto en provisión de agua potable como
para uso agrícola). A la situación de sequía y las condiciones de demanda de agua,
que incide sobre la disponibilidad total de agua a nivel de cuencas hidrográficas y
comunas, se suman factores institucionales que en algunos casos profundizan la
brecha hídrica física como, por ejemplo, la inexistencia de gestión integrada de cuen-
ca, y la existencia de seccionamiento de cuencas, y agendas estatales contradictorias,
que a veces generan situaciones de inequidad en el acceso al agua.
También a nivel de contexto, el informe realiza una presentación de la tecnología de
desalinización, incluyendo la historia del desarrollo de esta tecnología, los detalles

10 DESALINIZACIÓN: OPORTUNIDADES Y DESAFÍOS PARA ABORDAR LA INSEGURIDAD HÍDRICA EN CHILE`


del proceso y el nivel de desarrollo logrado en Chile. Pese a que recientemente ha exis-
tido un gran desarrollo tecnológico la historia de la desalinización es antigua. En un
comienzo la tecnología de desalinización predominante era en base a procesos tér-
micos de destilación. Chile fue pionero en la implementación de este tipo de proceso,
existiendo registro de una primera planta desalinizadora de escala industrial construida
en Antofagasta en 1872. Hoy las tecnologías en base a membranas son las tecnolo-
gías dominantes, específicamente la tecnología de ósmosis inversa (o RO). Una planta
desalinizadora incluye diferentes etapas para obtener agua dulce, desde la captación
de agua hasta la descarga de residuos, entre las que destaca la unidad de desalinización
que es el componente principal desde el punto de vista energético. Una planta de
desalinización normalmente incluye:

Toma de agua de alimentación, compuesta por bombas y tuberías para extraer


el agua de la fuente (marina o salobre).

Pretratamiento, consistente en la filtración de agua cruda para eliminar los com-


ponentes sólidos y la adición de sustancias químicas para reducir la precipitación de
la sal y la corrosión del sistema.

Desalinización, donde se remueven las sales disueltas en el agua, generando un


volumen (mayoritario) de agua dulce y un volumen de agua de rechazo o salmuera,
cuya concentración de sales es mayor que la del agua de origen.

Postratamiento, para cumplir con los requisitos de los usos finales del agua se
realizan diferentes procesos, e.g. corrección de pH con sales seleccionadas, remi-
neralización de calcio y magnesio, eliminación de boro, desgasificación de dióxido
de carbono y otros gases, y desinfección de microorganismos.

Dependiendo del uso final del agua desalinizada se debe considerar una etapa
de impulsión y conducción desde el lugar de tratamiento al destino final.

COMITÉ CIENTÍFICO DE CAMBIO CLIMÁTICO 11


RESUMEN PARA TOMADORES DE DECISIÓN

Existe una diversidad importante de opciones tecnológicas en cada una de estas


etapas lo que conlleva también a una diversidad de costos (en términos energéticos y
monetarios). Importante al momento de evaluar posibles impactos son las característi-
cas de diseño de las etapas de captación de agua (salada o salobre) y la descarga (o uso
potencialmente) de las aguas de rechazo o salmuera.
En Chile, en la década de 1990, la industria minera comienza a explorar el uso de agua
de mar como fuente alternativa para los procesos industriales. A partir de estos años, se
ha observado un incremento en el número de plantas desalinizadoras industriales en el
norte del país. A pesar de este incremento, en Chile no existe una fuente de información
oficial centralizada sobre los proyectos e instalaciones de desalinización. Para la elabo-
ración de esta sección del informe, fue necesario consultar y compilar información de
muy diversas fuentes.
A partir de los datos procesados, se individualizan 97 instalaciones y proyectos de
impulsión de agua de mar y desalinización, de los cuales 5 se refieren a sistemas
de impulsión de agua de mar para la minería sin mayor información sobre desalinización.
De los 92 restantes, hay 38 plantas operativas con una capacidad de desalinización de
8.558 l/s (10 de ellas asociadas a centrales termoeléctricas); 3 plantas no operativas.
Existe información también de la capacidad proyectada a futuro que asciende a 38.7466
l/s, cuadruplicando la capacidad de tratamiento actual. La región de mayor crecimiento
sería Antofagasta seguida de Atacama. La dominancia de estas regiones se explica en
buena medida por la actividad minera que se realiza en la zona.
Tomando en cuenta la condición de escasez hídrica que sufre parte importan-
te del país, la opción de la desalinización surge como una alternativa de adaptación.
La desalinización debería ser considerada como una posibilidad más dentro de las
medidas del Plan de Adaptación de Recursos Hídricos (que debe estar aprobado el año
2024), denominadas como nuevas fuentes (junto al reúso de aguas grises o servidas,
trasvases de agua, recolección de aguas lluvia o soluciones basadas en infraestructura
verde). En base a la experiencia comparada con países donde la desalinización tiene
un mayor desarrollo, se puede señalar que incorporar la desalinización puede tener
distintos objetivos, ya sea para un uso permanente entregando una fracción del agua
requerida por el sistema o como respaldo para enfrentar los periodos de mayor esca-
sez. Su objetivo de uso debería ser evaluado caso a caso.
Por otra parte, es posible identificar conexiones entre la tecnología de la desaliniza-
ción y las estrategias de mitigación de emisión de gases de efecto invernadero exis-
tentes y futuras en nuestro país. Si bien la desalinización no corresponde a una opción
directa de mitigación, ésta puede ser analizada desde el punto de vista de una tecno-
logía habilitante a distintas opciones de mitigación en el marco de nuestra estrategia
climática de largo plazo (ECLP). Analizando la tabla de asignaciones de medidas de
mitigación de la ECLP se identifican las siguientes medidas de mitigación relacionadas:
• Limpieza en sistemas solares (paneles y helióstatos)
• Sector silvoagropecuario
• Uso de hidrógeno en electromovilidad e industria

12 DESALINIZACIÓN: OPORTUNIDADES Y DESAFÍOS PARA ABORDAR LA INSEGURIDAD HÍDRICA EN CHILE`


RESUMEN PARA TOMADORES DE DECISIÓN

Reconociendo estas oportunidades del uso de la tecnología de desalinización tanto


como medida de adaptación o como parte de estrategias de mitigación es importante
discutir una serie de desafíos y brechas relacionados con la instalación y operación
de este tipo de tecnología y hacer luego algunas recomendaciones.
Uno de estos desafíos tiene relación con los potenciales efectos que la descarga de
salmuera tiene sobre el medio físico y posteriormente sobre los sistemas socioecoló-
gicos. Existen diversas formas de disponer la salmuera proveniente de plantas desali-
nizadoras. No obstante, la forma convencional de disponer la salmuera en proyectos
medianos y grandes suele ser mediante emisarios submarinos. El área de influencia (AI)
de una descarga de salmuera se define como “el lugar geométrico, en planta, donde
se exceden límites máximos admisibles de variables como la salinidad, temperatu-
ra u otras sustancias”. La mezcla entre la salmuera descargada y el medio receptor
en el campo cercano1 está dominada por la boyantez y el momentum de la descarga,
actuando a una escala espacial del orden de metros y a una escala temporal del orden de
minutos. La eficiencia del proceso de mezcla depende del diseño del emisario subma-
rino, de las características del efluente y del medio receptor. Los esfuerzos por reducir
el AI se centran en el campo cercano y se materializan usualmente mediante los
emisarios submarinos, cuyos difusores tienen varias boquillas de descarga para maxi-
mizar la dilución. La eficiencia del proceso de descarga depende de la profundidad del
difusor, de la longitud, tamaño y espaciamiento de boquillas y del patrón de corrientes
en el sitio, entre otros factores. En los procesos de evaluación de impactos, para
estimar el AI de la descarga en el medio, se debe caracterizar el campo hidrodinámico
y el proceso de mezcla en un dominio lo suficientemente grande como para incluir
la escala de los procesos físicos asociados a la descarga. De manera complementaria,
el monitoreo del medio marino forma parte esencial de la gestión de sistemas de
descarga de plumas salinas, pues permite verificar que, durante la operación, se cumpla
con los requerimientos ambientales, esto es, que no se exceda el AI.
Los impactos asociados al vertimiento de efluentes como sales concentradas, pue-
den generar, entre otros efectos, estrés osmótico en organismos tanto pelágicos como
bentónicos, así como impactos negativos en el funcionamiento y estructura de las
comunidades y ecosistemas marinos costeros. Sin embargo, es importante notar que
la extensión y magnitud de los impactos reportados muchas veces dependen de las
tecnologías usadas, volumen de la descarga, lugar de emplazamiento y otros aspectos
logísticos, así como también de las condiciones ambientales del destino del vertido,
las características geomorfológicas, geográficas y oceanográficas de la zona costera
afectada por la descarga (e.g. salinidad, velocidad de dilución) y además, la impor-
tancia ecológica, social y económica de las áreas adyacentes a la planta. En la misma
línea, los impactos de la desalinización pueden ser sinérgicos con otros motores de
cambio (amenazas antrópicas no climáticas), y en particular con factores asociados
a la sobreexplotación de especies costeras (extracción de macroalga, extracción

1 Pese a no existir una definición precisa se puede entender el campo cercano como una distancia del
orden de metros a decenas de metros en torno al punto de descarga.

COMITÉ CIENTÍFICO DE CAMBIO CLIMÁTICO 13


RESUMEN PARA TOMADORES DE DECISIÓN

de invertebrados marinos), contaminación y vertido de fertilizantes procedentes de la


agricultura, acidificación del océano entre otros.
Por otra parte, existen impactos potenciales asociados a la captura directa de agua
de mar que son principalmente atribuidos a la succión de organismos marinos y su
atrapamiento. Este tipo de impacto no ocurre en el caso de que la toma de agua sea
de tipo subsuperficial.
Existen también desafíos en la consideración del uso de agua desalinizada como
fuente de agua potable. A pesar de la proliferación de la desalinización para obtener
agua potable en las últimas décadas, son escasas las investigaciones que profundizan
en cómo impacta en los hábitos y prácticas de uso y consumo de agua a nivel domés-
tico, o en la salud de los consumidores. Estas se han desarrollado principalmente en
países del medio oriente y Australia, donde dependen principalmente de la desalini-
zación de agua de mar para abastecimiento humano. Dos desafíos importantes tienen
relación con posibles impactos en temas de salud de la población considerando que
la normativa de agua potable no está concebida para este tipo de fuente de abaste-
cimiento, y además, el efecto económico que puede ocasionar en contexto de grupos
vulnerables tener que acceder a una fuente de agua más costosa. Estos elementos
limitan el nivel de aceptabilidad en la población de esta opción de adaptación.
El gran potencial de energías renovables de nuestro país permitiría una buena
integración de éstas con las tecnologías de desalinización, mejorando las necesidades
energéticas asociadas a los procesos de producción de agua dulce. A la demanda de
energía propia de la tecnología es necesario sumar la demanda asociada al transporte
del agua producida desde el nivel del mar hasta las zonas donde se va a hacer uso
de ella. El consumo energético aumenta especialmente en el caso de impulsión hacia
la cordillera. Existen áreas que han sido declaradas con alto potencial en ERNC, como
el Desierto de Atacama y Magallanes, sin embargo, los efectos del cambio climático
podrían afectar algunas de las variables asociadas a este potencial, por lo cual es
importante indicar que los proyectos de desalinización con ERNC acopladas incorpo-
ren evaluaciones de los efectos del cambio climático en la producción de las mismas.
Adicionalmente a estos desafíos se identifican en este informe un conjunto de
brechas normativas en diversos temas, incluyendo aspectos relacionados con la pla-
nificación territorial (en especial en zonas costeras), la naturaleza de las concesiones
que ahora entregaría la Dirección General de Aguas y el título de propiedad del
agua desalada (temas tratados en Proyecto de Ley sobre uso de agua de mar para la
desalación), la magnitud de proyectos de desalinización que determinaría la obli-
gación de ingresar al Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental y otros aspectos
administrativos y de modelo de negocio que permitan un correcto financiamiento y
participación del estado y privados en estos proyectos.

14 DESALINIZACIÓN: OPORTUNIDADES Y DESAFÍOS PARA ABORDAR LA INSEGURIDAD HÍDRICA EN CHILE`


RESUMEN PARA TOMADORES DE DECISIÓN

Tomando en cuenta todos estos antecedentes de oportunidades y desafíos de la


desalinización en Chile se entregan un conjunto de recomendaciones:

1. Tomando en cuenta los desafíos de la seguridad hídrica y los compromisos de Chile


en esta materia, contenidos en la Ley Marco de Cambio Climático, la ECLP y la NDC,
se debe considerar la desalinización dentro de las opciones a ser estudiadas.
2. En este contexto la desalinización debe ser considerada como parte del sistema
de gestión del agua a nivel de cuenca y no como un sistema independiente.
En este sentido su estudio debe ser considerado en el Plan de Adaptación de
Recursos Hídricos y los Planes Estratégicos de Recursos Hídricos de las cuencas
del país. Complementario a lo anterior se recomienda su estudio a través de una
Política Nacional de Desalinización.
3. Para incentivar el desarrollo de esta estrategia se debería dar certeza jurídica a
los inversionistas privados, lo que para algunos se lograría dando la propiedad del
agua desalinizada y que para otros, en cambio, sería complejo, por los conflictos
similares que existen respecto a la propiedad de las aguas servidas tratadas (lo
que es materia del proyecto de Ley discutido en este informe). Se debe también
ajustar el marco regulatorio actual para el desarrollo de inversiones con finan-
ciamiento del estado que permita múltiples propósitos.

Para poder desarrollar esta tecnología de manera sustentable se deben resolver una
serie de desafíos. Algunos de éstos son transversales al desarrollo de distintos tipos de
proyectos productivos, mientras que otros son desafíos específicos a esta tecnología
en particular:

4. Dentro de los desafíos transversales está el correcto uso del territorio en zo-
nas costeras2. Al respecto se requiere una regulación específica o una política
pública, con criterios de localización y de justicia ambiental, para el uso susten-
table de la zona costera3 o zona marítimo-terrestre, como ocurre en EEUU con
la Ley de Costas (California Coastal Act, 1976) no limitándose al “borde costero”.
Adicionalmente se deben implementar una serie de mejoras y actualizaciones
a los distintos Instrumentos de Planificación Territorial (IPTs) actualmente en
operación en Chile.

2 Pese a que la desalinización no necesariamente se tiene que desarrollar en la zona costera, el uso más
común actualmente es éste.
3 La nueva Ley Marco de Cambio Climático (2022) de Chile, se refiere en sus normas a la “zona costera” y
además la define, a diferencia de la normativa actual, que se limita a regular el uso del “borde costero”. Así,
en el art. 3º, se define zona costera como “espacio o interfase dinámica de anchura variable dependiendo
de las características geográficas donde interactúan los ecosistemas terrestres con los acuáticos, ya sean
marinos o continentales.

COMITÉ CIENTÍFICO DE CAMBIO CLIMÁTICO 15


RESUMEN PARA TOMADORES DE DECISIÓN

Considerando los desafíos específicos se proponen las siguientes recomendaciones:


5. Respecto del uso de agua desalinizada como fuente de agua potable se
deben revisar los estándares de calidad de agua potable proveniente de aguas
desalinizadas, vigilar los problemas de salud asociadas a la exposición al agua
desalinizada tanto de corto como de largo plazo, incorporar normativa con
requerimiento de monitoreo ambiental a nivel doméstico-comunitario del agua
desalinizada en la NCh409/1.Of2005 y se debe asegurar la accesibilidad y evitar
que las poblaciones vulnerables tengan cobros superiores debido al aumento
de costos que signifique la desalinización. Por otra parte, siendo el agua un bien
común natural, calificado como bien nacional de uso público, parece recomen-
dable, que el uso preferente de las fuentes naturales, cuando estén disponibles,
sea el consumo humano y que, por lo tanto, la desalinización tienda a sustituir
o complementar otros usos.
6. Otro de los posibles usos del agua desalinizada es la recarga de acuíferos o
para la restauración de cuerpos de agua degradados. Al respecto cabe señalar
la necesidad de analizar cuidadosamente el medio y los ecosistemas para que
el contraste de composición fisicoquímica con la masa de agua receptora no
genere interacciones no deseadas en el medio. Las zonas donde ocurre la mezcla
de aguas con características muy diferentes son químicamente activas y generan
cambios importantes (pH, salinidad, composición iónica) tanto en la composi-
ción del agua como en el medio físico y ecológico.

La evidencia internacional y nacional destaca una serie de impactos posibles aso-


ciados al desarrollo de los proyectos de desalinización tanto en su etapa de construc-
ción como en su etapa de operación. Estos impactos se asocian a la captación de agua
a ser desalinizada (puede ser agua de mar o agua de acuíferos salobres), la descarga de
salmuera y la emisión de gases de efecto invernadero y otros contaminantes producto
de la generación de electricidad requerida para este tipo de proyectos.

Al respecto de la evaluación y seguimiento de los potenciales impactos de la


desalinización se entregan las siguientes recomendaciones generales:
7. Considerar reglas especiales en la futura Ley sobre Servicio de Biodiversidad
y Áreas Protegidas (SBAP) para velar por los potenciales impactos de este tipo
de proyectos o similares en áreas marítimas costeras. De manera complemen-
taria se deben establecer Líneas de Base Ambientales y Normas Secundarias
de Calidad en bahías que potencialmente pueden alojar este tipo de proyectos.
8. Se deben definir las magnitudes y condiciones por las cuales los proyectos de
desalinización deban ingresar al Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental.

En términos de consideraciones específicas, respecto de la evaluación y seguimien-


to ambiental de estos proyectos se recomienda:

16 DESALINIZACIÓN: OPORTUNIDADES Y DESAFÍOS PARA ABORDAR LA INSEGURIDAD HÍDRICA EN CHILE`


RESUMEN PARA TOMADORES DE DECISIÓN

9. En términos de la participación ciudadana en el proceso de evaluación se debe


promover la amplia participación de actores relevantes (pescadores, artesanales
e industriales, representantes de las agencias gubernamentales) en los procesos
de evaluación de impacto y decisiones de localización.
10. En términos de las metodologías y estándares para realizar la evaluación de
impactos se debe establecer una regulación ambiental específica para vertidos
de salmuera, que esté apoyada por el mejor criterio científico conocido hasta
la fecha y se deben mejorar las metodologías de modelación de la pluma de
descarga considerando una batimetría de precisión, la hidrodinámica de la
columna inferior de agua y considerando parámetros relacionados con impac-
tos ecológicos en la delimitación del área de influencia sin centrarse sólo en el
exceso de salmuera respecto de un umbral. En la definición de esta regulación
ambiental específica se debe reconocer la diferencia de impactos potenciales en
función del tamaño del proyecto de desalinización. Se debe promover también
la reutilización y valoración de las salmueras en usos productivos como la
agricultura o extracción de minerales.
11. En términos del monitoreo y plan de seguimiento de proyectos se debe imple-
mentar monitoreo del medio biótico siguiendo metodología BACI (Before After
Control Impact), se debe disponer de un sistema de monitoreo continuo de la
descarga en tiempo real y con acceso instantáneo a entes fiscalizadores y que
incluya monitoreo de asentamiento larval en la zona intermareal. Los programas
de vigilancia ambiental (PVA) deben considerar las mismas estaciones utilizadas
en la línea base y asegurar que estén los descriptores necesarios. Cuando la cap-
tura es subsuperficial es necesario un monitoreo de la evolución de la interfase
agua dulce-agua de mar tierra adentro y en base a modelos conceptuales de
funcionamiento basados en datos del propio acuífero costero.
12. Se debe asegurar que la fuente de energía para la desalinización (sea que ésta
se use como fuente de agua para la seguridad hídrica o como apoyo para el de-
sarrollo de estrategias de mitigación) provenga de energía renovable para ase-
gurar que no exista un aumento en la emisión de gases de efecto invernadero.
De acuerdo con las proyecciones presentadas esto implica poder disponer del
orden de entre 280 MWh y 840 MWh, lo que equivale a un parque solar de entre
1.000 MW y 3.000 MW de capacidad instalada. Dado estos altos requerimien-
tos es indispensable tener una coordinación entre los procesos de planificación
eléctrica y energética (incluyendo Planeación Energética de Largo Plazo y Estra-
tegia Nacional de Hidrógeno Verde) con una estrategia de desalinización.
13. Además, y considerando las múltiples incertidumbres asociadas a los impactos
potenciales de la desalinización se recomienda avanzar en una agenda de in-
vestigación para comprender los impactos en especies de importancia ecológi-
ca, comercial y biodiversidad, con la participación de pescadores y otros actores
claves en la gestión pesquera, para poder diseñar iniciativas de desalinización
que tengan los menores impactos y mayor aceptabilidad social. En específico
se recomienda implementar un programa de investigación por cinco años para

COMITÉ CIENTÍFICO DE CAMBIO CLIMÁTICO 17


RESUMEN PARA TOMADORES DE DECISIÓN

generar información básica sobre la respuesta de especies claves (e.g. especies


bioingeniería, depredadores claves, recursos) y funciones claves (e.g. productivi-
dad) ante un incremento en la salinidad.
14. Complementando el trabajo iniciado en este informe, se recomienda generar
y mantener un catastro público actualizado sobre instalaciones de desa-
linización operativas, paralizadas y proyectos en curso, incluyendo: caudales
de alimentación, procesamiento y descarga; ubicación georreferenciada de
toma de alimentación, procesamiento y descarga; fuente de alimentación; tipo
de sistema de descarga; tipo de pretratamiento; consumo energético; fuentes de
energía; empresa operadora; empresa(s) o ente(s) propietario(s); ultimate bene-
ficial owner del ente propietario.

Muchas de las recomendaciones, brechas y desafíos


aquí señalados pueden asumirse en el proyecto de ley
en actual discusión en el Congreso Nacional.
Estas consideraciones son incluidas en una sección
especialmente dedicada en este Informe

18 DESALINIZACIÓN: OPORTUNIDADES Y DESAFÍOS PARA ABORDAR LA INSEGURIDAD HÍDRICA EN CHILE`


SECCIÓN A
INTRODUCCIÓN

COMITÉ CIENTÍFICO DE CAMBIO CLIMÁTICO 19


CAPÍTULO 1
OBJETIVOS Y PREPARACIÓN
DEL INFORME

Frente al problema de escasez hídrica potenciada por el cambio climático, en Chile


se han instalado plantas desalinizadoras de distintos tamaños particularmente en la
zona norte del país cuyo incremento nos plantea el desafío y la oportunidad científica
de investigar las ventajas y desventajas de este proceso. Todo esto acorde a la Ley
Marco de Cambio Climático, publicada en el Diario Oficial en junio de 2022, y espe-
cialmente a los principios científicos, de equidad y justicia climática, progresividad
y no regresión, preventivo y precautorio, de urgencia climática, de territorialidad y
enfoque ecosistémico (art. 2º), y otros orientados hacia la sostenibilidad y a una
transición hídrica justa que asegure la seguridad hídrica en el país (art. 3º).
El presente documento fue elaborado en respuesta a la solicitud formal del Ministe-
rio de Medio Ambiente para que el Comité Asesor Ministerial Científico para el Cambio
Climático (C4)4 redactase un informe sobre el desarrollo de plantas desalinizadoras
en el país. A partir de dicha solicitud, el Comité trabajó recopilando antecedentes y
organizando talleres de trabajo con la comunidad científica a lo largo de varias etapas.
Como resultado se prepararon una serie de recomendaciones, no siempre consensua-
das, acerca del desarrollo de esta tecnología en el país. El proceso de elaboración de
este informe se presenta en la Figura 1.1 y se explica en detalle a continuación.
Es importante señalar que el objetivo de este informe no es presentar una visión
consensuada en torno a la temática de la desalinización en Chile, sino reflejar la diver-
sidad de miradas que existen en el ámbito científico sobre las oportunidades, desafíos
y brechas que representa la adopción de la desalinización como estrategia de adapta-
ción y de apoyo también a la estrategia de mitigación.

4 En orden alfabético: Linda Danielle, Laura Farías, Pablo Marquet, Rodrigo Palma, Alejandra Stehr, Anahí
Urquiza, Sebastian Vicuña y Elizabeth Wagemann.

20 DESALINIZACIÓN: OPORTUNIDADES Y DESAFÍOS PARA ABORDAR LA INSEGURIDAD HÍDRICA EN CHILE`


CAPÍTULO 1 | OBJETIVOS Y PREPARACIÓN DEL INFORME

Figura 1.1.
Proceso de elaboración
del informe.
Fuente: Elaboración propia.

En la primera etapa de desarrollo del informe, el C4 organizó una serie de reuniones


con expertos locales de distintas áreas del conocimiento a fin de recabar antecedentes
generales sobre la desalinización, tales como: la situación nacional e internacional de
la industria, las tecnologías disponibles y el uso de recursos, los principales impactos
sociales, ambientales, territoriales y económicos, algunos aspectos generales sobre
normativa y regulación, entre otros temas. En la Tabla 1.1, están listados los expertos y
expertas que expusieron su perspectiva y dialogaron sobre estos temas con el Comité.

Tabla 1.1.
Fecha Invitado Adscripción Temática Expertas y expertos
13 de junio Diana Ewing Comité Técnico ACADES La desalinización como nueva invitados por el C4.
Fuente: Elaboración propia.
Rafael Palacios fuente de agua para Chile
Rubén Muñoz
4 de julio María Christina Fragkou Profesora, Depto. Consideraciones de la
Geografía, desalinización de agua de mar
Univ. de Chile para consumo humano
Patricio Winckler Profesor., Fac. Ingeniería, Infraestructura de desalinización
Univ. de Valparaíso y modelamiento de descarga
18 de julio Claudio Sáez Director, Hub Ambiental, Desalinización como
Univ. Playa Ancha complemento al consumo
humano y agricultura en el
Centro-Norte de Chile
Víctor Aguilera Investigador, Centro de Variables oceanográficas y
Estudios Avanzados en biológicas para planeación y
Zonas Áridas diseño de plantas desalinizadoras
en el Centro-Norte de Chile
Rodrigo Bórquez Profesor, Depto. de Desarrollo de tecnología local de
Ing. Química, Univ. de desalinización como alternativa
Concepción para abastecimiento hídrico

Durante la segunda etapa, el Comité realizó una amplia convocatoria a la comu-


nidad científica del país, ya plasmada desde la COP 25, para llevar a cabo un primer
taller de trabajo en formato virtual el día 12 de agosto de 2022. En dicha ocasión
participaron más de 60 investigadoras e investigadores de diversas disciplinas e
instituciones a lo largo del país, quienes se inscribieron previamente en alguna de las
tres grandes temáticas relevantes para la desalinización en Chile: ciencias naturales,
temas socio-técnicos y temas socio-culturales. Se organizaron varias mesas para cada

COMITÉ CIENTÍFICO DE CAMBIO CLIMÁTICO 21


SECCIÓN A | INTRODUCCIÓN

temática, en las que se discutieron tres preguntas relacionadas con la temática de


la mesa (ver Anexo 1). Los participantes registraron sus ideas en un mural virtual
preparado previamente para ello, el contenido de los murales de cada mesa se alma-
cenó en archivos de imagen y hojas de cálculo que sirvieron para identificar los temas
que los investigadores relevaron en la discusión. Las imágenes antes mencionadas se
encuentran en el Anexo 1 del presente informe.
En la tercera etapa, a partir de los antecedentes recopilados en las discusiones rea-
lizadas y de los murales elaborados en el taller, el Comité definió la estructura e índice
del presente informe, e invitó a diferentes investigadores a participar como coautores
de cada una de las secciones correspondientes. En esta etapa, se comenzaron a
redactar los capítulos de manera colaborativa entre científicos de áreas afines con los
temas presentados, a su vez se realizó una evaluación de la literatura y antecedentes
disponibles para la preparación de estos capítulos. Durante esta etapa se desarrolló
una actualización del catastro de Plantas Desalinizadoras operando y proyectadas
en Chile. Este catastro se realizó en coordinación con ACADES para confirmar y sumi-
nistrar información importante en la construcción de la base de datos.
El día 24 de octubre se llevó a cabo un segundo taller de trabajo con la comunidad
científica donde se discutieron los avances de los capítulos y las recomendaciones
recopiladas hasta esa fecha. La imagen del mural virtual de esta actividad se encuen-
tra en el Anexo 1. Además, en dicha oportunidad, la Dra. Verónica Delgado expuso sobre
el Proyecto de Ley “Sobre el uso del agua de mar para desalinización (Boletín 11.608
-09)”. Finalmente, se realizó un trabajo de coordinación de contenidos de capítulos y
de recomendaciones.

22 DESALINIZACIÓN: OPORTUNIDADES Y DESAFÍOS PARA ABORDAR LA INSEGURIDAD HÍDRICA EN CHILE`


CAPÍTULO 2
CONTEXTO: SEGURIDAD HÍDRICA
Y CAMBIO CLIMÁTICO

El objetivo de este capítulo es contextualizar la crisis hídrica que está viviendo el


país, donde dentro de las soluciones disponibles para hacerle frente se encuentra la
desalinización. Para lograr lo anterior se utilizan los conceptos de seguridad hídrica y
escasez hídrica, presentándose antecedentes de cómo la escasez hídrica se distribuye
territorialmente, como ésta ha cambiado recientemente y cómo se espera que evolu-
cione en el futuro.

2.1 CRISIS HÍDRICA = INSEGURIDAD HÍDRICA = ESCASEZ HÍDRICA

La desalinización surge como una de las alternativas para contribuir a reducir los
impactos de la creciente crisis hídrica que afecta a una parte importante del país.
En este sentido, en esta sección introductoria nos hemos propuesto caracterizar las
condiciones actuales y esperadas de la crisis hídrica en Chile, incluyendo la magnitud
de la brecha y las condiciones en que ésta se torna crítica.
Para efectos de este documento vamos a entender la crisis hídrica como la ausen-
cia de seguridad hídrica. La seguridad hídrica ha sido definida de distintas maneras,
pero usaremos en este informe la definición presentada en la Ley Marco de Cambio
Climático que indica en su art. 3 letra s) “seguridad hídrica: posibilidad de acceso al
agua en cantidad y calidad adecuadas, considerando las particularidades naturales de
cada cuenca, para su sustento y aprovechamiento en el tiempo para consumo humano,
la salud, subsistencia, desarrollo socioeconómico, conservación y preservación de los
ecosistemas, promoviendo la resiliencia5 frente a amenazas asociadas a sequías y
crecidas y la prevención de la contaminación”.

5 La Ley Marco de Cambio Climático define a la “resiliencia climática”, en el art. 3º, como “capaci-
dad de un sistema o sus componentes para anticipar, absorber, adaptarse o recuperarse de los efectos
adversos del cambio climático, manteniendo su función esencial, conservando al mismo tiempo la capaci-
dad de adaptación, aprendizaje y transformación.

COMITÉ CIENTÍFICO DE CAMBIO CLIMÁTICO 23


SECCIÓN A | INTRODUCCIÓN

La Figura 2.1 nos ayuda a interpretar de manera más clara el concepto de seguridad
hídrica, que reconoce que el agua es un recurso para satisfacer distintas necesidades
(sostener medios de vida humana, el desarrollo socioeconómico y la conservación de
los ecosistemas). Por otra parte, para poder satisfacer estas necesidades debe existir
una provisión de agua que surge como una conjunción de las condiciones climáticas
(precipitación y temperatura del aire, principalmente), biogeográficas (ecosistemas,
cobertura vegetal, suelos, geomorfología, relieve) y la presencia de obras de infraes-
tructura que permitan la regulación, extracción, distribución y tratamiento de los re-
cursos hídricos y el desarrollo de ecosistemas acuáticos (Vicuña et al., 2020). También
surge como factor relevante la existencia de instituciones y una gobernanza adecuada
que permitan una correcta asignación del agua y que sean capaces de resolver proble-
mas de competencia y conflictos entre usos, entre otros aspectos (Stehr et al., 2019).
Cuando la provisión de agua no es suficiente para satisfacer las necesidades
podemos decir que hay inseguridad, escasez o brecha hídrica. Es importante dejar cla-
ro que esta brecha hídrica puede ser una brecha actual en términos de necesidades
existentes. Pero también esta brecha puede ser la manifestación de una necesidad no
existente aún, ya que se manifiesta una vez que aumenta la posibilidad de acceder
a nuevas fuentes de agua. La expansión del uso del territorio (para actividades agrí-
colas o desarrollo urbano) puede generar esta brecha hídrica. Si esta expansión no se
desarrolla de manera planificada o no se hace teniendo en cuenta la disponibilidad
real de agua, la brecha hídrica puede que siempre se mantenga (ver Capítulo 4
y Capítulo 11).
Para cerrar esta presentación conceptual es importante reconocer que la escasez
hídrica es un concepto dinámico, que surge cuando no hay congruencia entre la
demanda de agua para algún uso (productivo, de subsistencia o ambiental) y la ca-
pacidad del sistema para satisfacer esa demanda. Es por esta razón que podemos
tener escasez hídrica en zonas del sur de Chile, donde la precipitación es relativamente
abundante pero aún así el agua disponible no es capaz satisfacer las necesidades, por
ejemplo por falta de infraestructura que permita el acceso a agua.

24 DESALINIZACIÓN: OPORTUNIDADES Y DESAFÍOS PARA ABORDAR LA INSEGURIDAD HÍDRICA EN CHILE`


CAPÍTULO 2 | CONTEXTO: SEGURIDAD HÍDRICA Y CAMBIO CLIMÁTICO

Figura 2.1. Marco


AGUA COMO RECURSO conceptual de la
seguridad hídrica.
Fuente: Vicuña et al.
SEGURIDAD HÍDRICA (2020).

ASEGURAR MEDIOS DESARROLLO CONSERVACIÓN DE


DE VIDA HUMANOS SOCIOECONÓMICO ECOSISTEMAS

NECESIDAD DE AGUA

INSTITUCIONES / GOBERNANZA

PROVISIÓN DE AGUA

ECOSISTEMAS TERRESTRES
VARIABILIDAD Y CAMBIO
CLIMÁTICO (PRECIPITACIÓN
Y TEMPERATURA)
INFRAESTRUCTURA

2.2 ESCASEZ HÍDRICA EN CHILE, SU DISTRIBUCIÓN


ESPACIAL Y TEMPORAL

Tras presentar el marco conceptual presentamos ahora algo de información que


permita caracterizar las condiciones de escasez hídrica en Chile. En primer lugar,
presentamos la provisión o disponibilidad de agua principalmente a través de precipi-
taciones y su manifestación en términos de escorrentía y caudales en ríos. La distribu-
ción espacial de la disponibilidad de agua en Chile es extremadamente variable dada
la diversidad latitudinal y altitudinal que tiene el país (Fernandez y Gironas, 2021),
que tiene como consecuencia los distintos tipos de clima y distribución de preci-
pitaciones a lo largo del año en el país. El análisis de estaciones meteorológicas y
fluviométricas realizado por Álvarez-Garreton et al. (2018) –y también en otros
trabajos como Aceituno et al. (2021)-- dan cuenta de esta variabilidad (ver Figura 2.2).

COMITÉ CIENTÍFICO DE CAMBIO CLIMÁTICO 25


SECCIÓN A | INTRODUCCIÓN

Figura 2.2.
Diversidad en las condiciones meteorológicas e hidrológicas en Chile obtenidos a través
de estaciones de monitoreo. (a) Escorrentía superficial media anual (b) Precipitación me-
dia anual (c) Temperatura medía diaria (d) Evapotranspiración potencial media anual (e)
Equivalente de agua máximo promedio anual.
Fuente: Álvarez-Garretón et al. (2018).

Por otra parte, existen antecedentes que dan cuenta que estas condiciones están
cambiando. Por ejemplo en la zona centro y centro sur de Chile (30°- 41°S), durante
los últimos 10 años y dependiendo de la localidad se ha registrado una reducción im-
portante en la precipitación y consecuentemente en los caudales en ríos en esta zona
del país. Esta situación ha sido descrita por distintos autores (Garreaud, et. al., 2020;
DGA 2021; Álvarez-Garretón et al., 2021). La Figura 2.3, tomada de Álvarez-Garretón
et al. (2021) nos presenta una buena síntesis de la situación, en esta se muestra las
anomalías de precipitación, y flujo superficial de agua en cuencas ubicadas entre los
31° y 40°S, durante las últimas 3 décadas.

26 DESALINIZACIÓN: OPORTUNIDADES Y DESAFÍOS PARA ABORDAR LA INSEGURIDAD HÍDRICA EN CHILE`


CAPÍTULO 2 | CONTEXTO: SEGURIDAD HÍDRICA Y CAMBIO CLIMÁTICO

Figura 2.3.
Anomalías anuales
relativas de la pre-
cipitación (a) y del
caudal (b) a escala
de la cuenca.
Fuente: Álvarez-
Garretón et al.
(2021).

La Figura 2.3 permite visibilizar la manifestación de la mega sequía durante los


últimos 40 años. En parte como una disminución en las precipitaciones anuales (sequía
meteorológica), así como una importante disminución en la disponibilidad superficial
de agua (sequía hidrológica), en prácticamente todas las cuencas del país, siendo más
pronunciada en las cuencas de la zona centro norte.
Esta condición sin precedente de mega-sequía ha sido un catalizador de la crisis
hídrica en Chile. La situación hacia el futuro es incierta ya que no se conoce exacta-
mente cuánto más persistirá esta condición de sequía. Lo que sí es muy probable es
que, incluso después de “terminada” la mega sequía, haya sistemas socio-hidrológicos
que quedarán vulnerables por varios años. Por otra parte, como se verá más adelante,
si bien se conoce el impacto que tendrá el cambio climático en temperaturas y preci-
pitaciones, su impacto en la ocurrencia de sequías (magnitud, duración y frecuencia)
en el territorio nacional es aún poco conocida.
De manera similar existe un aumento en la temperatura máxima, la cual incrementa
la ocurrencia de olas de calor (días consecutivos con temperaturas sobre un umbral
de temperatura), y que afectan directamente a la salud de la población y distintos
componentes del ciclo hidrológico (e.g. menor contenido de humedad en el suelo,
derretimiento de glaciares y nieve y aumento de evapotranspiración) (estos efectos
contribuyen a una sequía agronómica e hidrológica). La Figura 2.4 muestra la tendencia
de olas de calor por década usando datos del producto climático ERA5 de temperatura
máxima para los meses de noviembre a marzo y durante el periodo 1980-2020. En el
panel derecho se presenta el umbral de temperatura utilizado para caracterizar las
olas de calor (Percentil 90; P90), es decir sobre qué temperatura se considera una ola
de calor, mientras el panel izquierdo presenta la tendencia por década de las olas de
calor, indicativa si han aumentado o disminuido. Se aprecia que en la mayor parte
del país las olas de calor han aumentado y solo en la costa se ha mantenido una con-
dición sin una clara tendencia. Se pueden agregar a estos antecedentes los cambios
recientes que han ocurrido en la acumulación y derretimiento de nieve y cambios en
glaciares en Chile (Stehr et al., 2017; Farías-Barahona et al., 2020; Hess et al., 2020;
Robson et al., 2022).

COMITÉ CIENTÍFICO DE CAMBIO CLIMÁTICO 27


SECCIÓN A | INTRODUCCIÓN

Figura 2.4.
Tendencia de olas
de calor por década
para los meses
comprendidos
entre noviembre
y marzo durante
el periodo 1980-
2020.
Fuente: González-
Reyes, et al. (en
revisión).

Estos cambios recientes han sido descritos como una manifestación temprana del
impacto del cambio climático cuyos efectos se esperan acentúan estas tendencias
especialmente en la zona central del país. La Figura 2.5 muestra los cambios en preci-
pitación, temperatura media del aire y evapotranspiración potencial total esperados
para un escenario a finales de siglo con alto nivel de emisiones. Producto de estos
cambios, se espera un desplazamiento de las zonas áridas y semiáridas en Chile
desde el norte al centro del país tal como se presenta en la Figura 2.6 (CCG, 2022).
Estos cambios implican una disminución en la disponibilidad de recursos hídricos tal
como se presenta en la Figura 2.7 (Stehr et al., 2019).

28 DESALINIZACIÓN: OPORTUNIDADES Y DESAFÍOS PARA ABORDAR LA INSEGURIDAD HÍDRICA EN CHILE`


CAPÍTULO 2 | CONTEXTO: SEGURIDAD HÍDRICA Y CAMBIO CLIMÁTICO

Figura 2.5.
Cambios esperados
en precipitación,
temperatura y
evapotranspiración
media anual com-
paración periodo
2080-2100-para
escenario SSP5-8.5.
Fuente: CCG (2022).

Figura 2.6.
Zonas áridas y
semiáridas en Chile
períodos
1986 - 2005 y
2081- 2100.
Fuente: CCG (2022).

COMITÉ CIENTÍFICO DE CAMBIO CLIMÁTICO 29


SECCIÓN A | INTRODUCCIÓN

Figura 2.7.
Cambios promedio
en precipitación,
evapotranspiración
y escorrentía entre
1985-2015
y 2030-2060.
Corregido por la
demanda de riego.
Fuente: Stehr et al.
(2019)

Pese al evidente efecto de los cambios de las condiciones meteorológicas en el pro-


blema de la crisis hídrica es necesario incluir en el análisis las condiciones de demanda
o necesidades de agua en el país para tener una visión completa. Para mostrar este
punto presentamos los análisis realizados en Marquet et al. (2021) quienes comparan
la disponibilidad de agua, representada a través de los resultados recientes de la Ac-
tualización del Balance Hídrico de Chile (DGA, 2017a, 2018, 2019) con la estimación de
las necesidades o demanda de agua a través del trabajo realizado por DGA (2017b). En
Marquet et al. (2021), estos resultados son agregados a escala de cuenca, destacando
la situación de aquellas cuencas en las que la demanda de agua supera lo que se con-
sidera el límite de sustentabilidad en el manejo de los recursos hídricos –i.e. 40% de la
disponibilidad de acuerdo con Rockstrom (2009). A escala de cuenca (que no permite
reconocer situaciones de escasez local que son muy relevantes) queda en evidencia
que gran parte de las cuencas entre la macrozona norte y macrozona centro norte del
país superan este límite de sustentabilidad (ver Figura 2.8 y Tabla 2.1).
En el informe Radiografía del Agua (Escenarios Hídricos 2030, 2018) se realizó un
análisis de la brecha hídrica mediante un índice que compara la oferta con la deman-
da, en este caso la demanda se caracteriza por los derechos de aprovechamiento de
Aguas (DAA), la captación de aguas y el consumo de agua. Estos últimos dos fueron
estimados, a escala de comuna, en el estudio de Huella Hídrica Nacional realizado por
Jaramillo y Acevedo (2017). Los resultados del análisis finalmente fueron agrupados

30 DESALINIZACIÓN: OPORTUNIDADES Y DESAFÍOS PARA ABORDAR LA INSEGURIDAD HÍDRICA EN CHILE`


CAPÍTULO 2 | CONTEXTO: SEGURIDAD HÍDRICA Y CAMBIO CLIMÁTICO

a nivel de cuenca, donde se consideraron 25 de las 101 cuencas existentes a nivel


nacional (Figura 2.9). Los resultados obtenidos por Escenarios Hídricos 2030 (2018) y
Marquet et al. (2021), a pesar de ser realizado con distintas metodologías, presentan
resultados similares.

400 Figura 2.8.


Relación entre
350
escorrentía y
demanda de agua
para las cuencas
300 con escorrentías
inferiores a
Demanda (tamaño)

250 400 mm/año.


Fuente: Marquet et
al. (2021).
200

150

100

50

0
0 50 100 150 200 250 300 350 400

Escorrentía (mm/año)

Nota: La línea celeste representa los casos en los que la demanda es igual a la escorrentía y la
línea roja, los casos en que la demanda es el 40% de la escorrentía.

Tabla 2.1.
Macrozona Nombre cuenca Estado Situación de las
Norte Río San José Demanda supera escorrentía cuencas analizadas
en Marquet et
Pampa del Tamarugal Demanda supera el 40% de la escorrentía al. (2021).
Fuente: Marquet et
Río Loa Demanda supera el 40% de la escorrentía
al. (2021).
Centro-Norte Río Copiapó Demanda supera el 40% de la escorrentía

Río Huasco Demanda inferior al 40% de la escorrentía

Río Elqui Demanda inferior al 40% de la escorrentía

Río Limarí Demanda inferior al 40% de la escorrentía

Río Choapa Demanda inferior al 40% de la escorrentía

COMITÉ CIENTÍFICO DE CAMBIO CLIMÁTICO 31


SECCIÓN A | INTRODUCCIÓN

Macrozona Nombre cuenca Estado


Centro Río Petorca Demanda inferior al 40% de la escorrentía

Río Ligua Demanda supera el 40% de la escorrentía

Río Aconcagua Demanda inferior al 40% de la escorrentía

Río Maipo Demanda supera el 40% de la escorrentía

Figura 2.9.
Situación de las
cuencas analizadas
en Escenarios
Hídricos 2030
(2018)
Fuente: Escenarios
Hídricos 2030
(2018).

Nota: Río La Ligua y Río los Choros poseen un consumo mayor a la oferta referencial de la
cuenca al superar el umbral del 100%

32 DESALINIZACIÓN: OPORTUNIDADES Y DESAFÍOS PARA ABORDAR LA INSEGURIDAD HÍDRICA EN CHILE`


CAPÍTULO 2 | CONTEXTO: SEGURIDAD HÍDRICA Y CAMBIO CLIMÁTICO

Para tener una idea más clara de cómo es la situación hídrica a nivel comunal, se
realizó un procedimiento similar al empleado en Marquet et al. (2021), para hacer
una comparación entre la disponibilidad de agua y la necesidad de este recurso para
todas las comunas de Chile continental. Para el caso de la demanda hídrica hay al-
gunas diferencias, la primera es que el dato de la demanda agrícola se extrajo de la
misma fuente de la que se extrajo la escorrentía y flujo base (oferta), la cual es mayor
que en Marquet et al. (2021), pero sigue estando en una escala equivalente. Para el
caso del agua potable urbana, los datos tienen el mismo origen, pero actualizados a
la fecha. Tanto para el caso de la demanda de agua potable rural y agua para minería
se aplicó el mismo procedimiento, el cual consiste en dividir los consumos de cada
subcuenca identificados en el estudio de demanda DGA (2017) en función del área que
ocupa cada consumo, para luego hacer una sumatoria de éstos a escala de comuna.
Los resultados se pueden observar en la Figura 2.10, donde en el cuadro A se pueden
ver la totalidad de las comunas analizadas, en el cuadro B las comunas desde la región
de Arica y Parinacota hasta la región de Atacama, y en el cuadro C las comunas desde
la región de Coquimbo hasta la región de O’Higgins. Como se puede observar en la
figura, las zonas con un alto nivel de escasez hídrica corresponden a la zona centro y
norte del país. En el caso de la zona norte, el consumo de agua por parte de la industria
minera hace que la demanda de este recurso sea especialmente alta. Por su parte, las
regiones de la zona centro del país, al concentrar una gran parte de la población, pre-
sentan un elevado consumo de agua potable urbana y agua destinada a la agricultura.
Producto de la alta disponibilidad hídrica de las comunas desde la región del Biobío
hasta la región de Magallanes, tanto en forma de escorrentía como flujo base, ellas no
presentan una demanda de agua por sobre el límite del 40% de la disponibilidad de
este recurso.
Cabe destacar que estos análisis son a nivel comunal, por lo cual no toman en cuen-
ta ni detectan problemas de acceso a agua que pudiesen tener localidades especí-
ficas (especialmente a nivel rural) dentro de una comuna. Una revisión detallada de
la situación del acceso a agua potable para comunidades rurales se puede encontrar
en Fundación Amulen (2019). A modo de ejemplo, una comunidad puede pertenecer
a una comuna que presente un superávit hídrico, pero no tener acceso a agua potable
urbana o rural por la ausencia de empresas sanitarias o arranques de APR en la zona
(Chacón, 2021).

COMITÉ CIENTÍFICO DE CAMBIO CLIMÁTICO 33


SECCIÓN A | INTRODUCCIÓN

Figura 2.10.
Escasez hídrica
a nivel comunal.
Fuente: Elaboración
propia.

34 DESALINIZACIÓN: OPORTUNIDADES Y DESAFÍOS PARA ABORDAR LA INSEGURIDAD HÍDRICA EN CHILE`


2.3 DESAFÍOS DE GESTIÓN Y GOBERNANZA PARA
RESOLVER LA CRISIS HÍDRICA

A la ya descrita situación de sequía y las condiciones de demanda de agua, que in-


cide sobre la disponibilidad total de agua a nivel de cuencas hidrográficas y comunas,
se suman factores institucionales que en algunos casos profundizan la brecha hídrica
física. Una lista, no exhaustiva, de estos factores incluye:

• Inexistencia de gestión integrada de cuenca, exigencia OCDE/CEPAL 2005 y 2016


• Seccionamiento de cuencas, que genera situaciones de inequidad en el acceso
al agua.
• Alta incertidumbre sobre valores efectivos de extracciones desde cauces super-
ficiales y especialmente desde acuíferos.
• Baja capacidad de fiscalización.
• Multiplicidad de instituciones con atribuciones en temas hídricos, que implica
descoordinación y varias funciones sin un responsable a cargo.
• Dificultades de funcionamiento en el mercado de derechos de aprovechamien-
to de agua, que rigidiza la gestión e introduce ineficiencias en la asignación de
las aguas.
• Bajísima existencia y/o funcionamiento de comunidades de aguas, lo que impide
la correcta gestión.
• Debilidades institucionales y financieras de comités de agua potable rural/SSR.

En todo caso, se considera un avance la incorporación de la función ambiental del


agua como una dimensión de gran relevancia en los esquemas de gestión y la consi-
deración del cambio climático. Esta dimensión se formaliza decididamente, primero,
en las recientemente promulgadas modificaciones al Código de Aguas (MOP, 2022),
que indican la posibilidad de establecer derechos de aprovechamiento para su uso
en el cauce, es decir, con fines de conservación y preservación ambiental. Dado que
la mayoría de las cuencas hidrográficas de Chile, al menos al norte del Maule, tienen
sus caudales completamente asignados desde antes de 2005 (cuando se estableció
la figura de caudal ecológico en la legislación), esta innovación representa un desafío
de gran magnitud, por cuanto introduce una dimensión que de alguna manera entrará
en conflicto con usos establecidos del agua en el mediano plazo.
Los hitos de la reforma del Código de Aguas son: i) se declara de interés público el
derecho humano al agua, la preservación ecosistémica y el equilibrio entre estos usos
y los productivos; ii) se eleva el monto de las patentes por no uso para que las aguas
sean devueltas al Estado; el derecho (nuevo o antiguo) caducará si se pagan patentes
por no uso durante 5 años (derechos no consuntivos) y 10 (en el caso de los derechos
no consuntivos); iii) toda agua que quede libre podrá ser reservada por el Estado para
el derecho humano al agua y subsistencia y la preservación ecosistémica y iv) la crea-
ción de los recién mencionados derechos de conservación o in situ, que permitirán
dejar el agua en las fuentes, sin tener que el titular pagar los derechos de agua. Final-

COMITÉ CIENTÍFICO DE CAMBIO CLIMÁTICO 35


SECCIÓN A | INTRODUCCIÓN

mente, todo traslado de un derecho de aguas permitirá aplicar la exigencia del caudal
mínimo ecológico. La reforma mantiene el mercado de las aguas (con obligación de
informar a la autoridad en caso de cambios de uso) y mantiene a la Dirección General
de Aguas como la encargada de planificar el uso de las aguas en cada cuenca.
En segundo lugar, la ley Marco de Cambio Climático crea los Planes Estratégicos
de recursos hídricos en cada cuenca, aunque ellos ya estaban siendo elaborados por
la Dirección General de Aguas (DGA). La ley introduce muchísimas mejoras en las
exigencias de estos planes (Delgado, Stehr y Sánchez, 2022). Uno de los puntos
importantes de estos planes es que se deberá proponer alternativas, en cada cuenca,
sobre nuevas fuentes de agua, priorizando las soluciones basadas en la naturaleza.
Finalmente, esta ley obliga a considerar la variable cambio climático en dos instru-
mentos de gestión importantes: primero, se deberá considerar “la variable de cambio
climático” en el Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental (SEIA), lo que ocurrirá a
partir de 2023, cuando se apruebe el Reglamento que realice los cambios. Y segundo,
se deberán incluir “consideraciones ambientales del desarrollo sustentable relativas
a la mitigación y adaptación al cambio climático” en la evaluación ambiental estra-
tégica (EAE) a la que se sometan las actualizaciones de los instrumentos de planifica-
ción y los nuevos instrumentos de ordenamiento territorial (PROT).
Finalmente, el contexto actual y que se vislumbra a futuro, en consecuencia,
permite suponer que tanto sistemas rurales o semi-rurales, como aquellos ubica-
dos en cuencas costeras sin un respaldo hidrológico mayor (a diferencia de muchas
cuencas andinas), verán incrementada su escasez. La cercanía de estos sistemas con
una fuente aparentemente ilimitada de agua, como lo es el océano, motiva que la
tecnología de desalinización deba ser analizada rigurosamente como alternativa para
complementar la disponibilidad hídrica en estos sistemas. Aspectos tecnológicos,
financieros, y ambientales, sinergias con otras industrias, son dimensiones que deben
ser abordadas detalladamente. Estos son aspectos que son tratados en las siguientes
secciones de este informe.

36 DESALINIZACIÓN: OPORTUNIDADES Y DESAFÍOS PARA ABORDAR LA INSEGURIDAD HÍDRICA EN CHILE`


CAPÍTULO 3
TECNOLOGÍA
DE DESALINIZACIÓN

3.1 INTRODUCCIÓN

La RAE define desalar como “quitar la sal a algo, como a la cecina, al pescado
salado”, mientras que desalinizar aparece como “quitar la sal del agua del mar o de las
aguas salobres, para hacerlas potables o útiles para otros fines”, por lo que se puede
decir que entre ambos conceptos existe una relación de género y especie. Sin embargo,
en el uso cotidiano, ambos conceptos se utilizan indistintamente. En este informe se
utilizará el concepto de desalinización de manera preferente.
De esta manera, se entiende la desalinización como el proceso por el cual el
agua de mar (o agua salobre) disminuye su concentración de sales o se separa de
éstas, hasta convertirse en agua dulce, apta para el consumo de agua potable y
otros usos domésticos.
El agua de mar contiene alrededor de 35 g/L de iones disueltos en total donde los
cloruros representan 18 g/L (cifras que pueden cambiar dependiendo del océano o
mar). Técnicamente, para que el agua dulce sea potable en Chile, debe tener menos
de 0,4 g/L de cloruros, según dispone la Norma Chilena NCh409/1.Of.2005, 19 que
establece los requisitos de calidad que debe cumplir el agua potable en todo el
territorio nacional6.
En este capítulo se presenta la tecnología de desalinización. Primero se presenta la
historia del desarrollo de esta tecnología. Posteriormente se presentan detalles del
proceso y finalmente el nivel de desarrollo que ha tenido la tecnología en Chile.

6 Por su parte, la Organización Mundial de la Salud (OMS) también ha establecido ciertos requisitos para la
potabilidad del agua en sus diversas guías (OMS, 2018). Estos temas son tratados en el Capítulo 8.

COMITÉ CIENTÍFICO DE CAMBIO CLIMÁTICO 37


SECCIÓN A | INTRODUCCIÓN

3.2 HISTORIA DE LA DESALINIZACIÓN

Desde tiempos inmemoriales los seres humanos han soñado y diseñado meca-
nismos para desalinizar el agua de mar7. Desde la Antigua Grecia, en Persia, Egipto,
el Imperio Islámico, durante la Edad Media y el Renacimiento en Europa numerosos
autores estudiaron la desalinización y la tecnología asociada a ésta (Birkett, 1984;
García, 2015; Fundación Aquae, 2021). Con la expansión colonial de las potencias
europeas, el incremento de la navegación a grandes distancias y el posterior per-
feccionamiento de la máquina de vapor, el estudio de los métodos de desalinización
por destilación cobró relevancia económica y política. (Birkett, 1984; García, 2015;
Fundación Aquae, 2021; Rognoni, 2021). Así, la primera tecnología de desalinización
industrial fue la destilación flash única, que dio origen a la actual destilación flash
multietapa (MSF, por sus siglas en inglés).
Chile fue pionero en la desalinización por destilación a gran escala: la primera
planta desalinizadora de escala industrial que comúnmente mencionan los histo-
riadores fue construida en Antofagasta, en 1872, obra del ingeniero sueco Charles
Wilson, con el objeto de abastecer a la empresa Salitrera Las Salinas (sobre la cual
se construiría la oficina Chacabuco) sin emplear carbón. Según el propio Wilson, el
uso de energía solar en esta planta permitió ahorrar unas 16 mil toneladas de carbón
en once años (Aguas Antofagasta, 2020). La planta funcionó hasta 1907, año en que
comenzaron a operar las primeras cañerías con agua proveniente de la Cordillera de
los Andes (Maino Prado & Recabarren Rojas, 2011). Arellano Escudero (2019) reporta
que al menos tres proyectos de desalinización industrial se llevaron a cabo en el
Desierto de Atacama en estos años.
Como consecuencia de los bajos precios de los combustibles fósiles en buena parte
del siglo pasado, la tecnología de desalinización se orientó hacia la evaporación y
condensación, sobre todo MSF y destilación multiefectos (MED). Las principales plan-
tas se ubicaron primero en Medio Oriente y su operación requería grandes cantidades
de energía. En las décadas posteriores a las crisis petroleras de la década de 1970, el
interés por el método de ósmosis inversa (RO, por sus siglas en inglés) cobra fuerza.
Nuevos materiales poliméricos, sistemas de bombeo con recuperación de energía,
sistemas inteligentes de control de proceso, contribuyen a extender la vida útil de la
membrana y a reducir los costos energéticos (Saavedra Fenoglio, 2015; Amio Water
Treatment Ltd, 2022). Según las estadísticas, en el último año (2021) la capacidad
instalada total se basó esencialmente en tres tecnologías: RO (68,7%), MSF (17,6%) y
MED (6,9%), mientras que las otras tecnologías tuvieron un papel secundario (6,8%).
Por otro lado, hay plantas desalinizadoras instaladas en todo el mundo, pero la mayor
parte se concentran en Oriente Medio y en el norte de África (47,5% de la capacidad
mundial). La principal fuente de agua cruda está representada por el agua de mar
(70,5% de la capacidad mundial) (Curto et al., 2021).

7 En el Anexo 2, se pueden consultar mayores detalles sobre la historia de los procesos de desalinización.

38 DESALINIZACIÓN: OPORTUNIDADES Y DESAFÍOS PARA ABORDAR LA INSEGURIDAD HÍDRICA EN CHILE`


CAPÍTULO 3 | TECNOLOGÍA DE DESALINIZACIÓN

En la Figura 3.1 se muestra una línea de tiempo que muestra la evolución de la des-
alinización desde el siglo XVIII. La Figura 3.2 muestra el crecimiento exponencial de
la capacidad de desalinización que ha ocurrido en las últimas décadas. En el recuadro
superior se aprecia la importancia y dominancia de RO en el siglo XXI.

Figura 3.1.
SIGLO XVIII
SIGLO XX Línea de tiempo de
Desalinización evaporativa
Desalinización SIGLO XXI las tecnologías de
asociada a la máquina de
evaporativa en el Ósmosis inversa desalinización.
vapor en el sector militar.
sector civil Fuente: Curto et al.
(2021)

Figura 3.2.
Capacidad instalada
y plantas operativas
de desalinización
a nivel mundial,
con recuadro según
tecnología.
Fuente: Jones et al.
(2019)

COMITÉ CIENTÍFICO DE CAMBIO CLIMÁTICO 39


SECCIÓN A | INTRODUCCIÓN

3.3 PROCESO DE DESALINIZACIÓN

Una planta desalinizadora incluye diferentes etapas para obtener agua dulce, desde
la impulsión de agua hasta la descarga de residuos, entre las que destaca la unidad
de desalinización que es el componente principal desde el punto de vista energético.
Una planta de desalinización normalmente incluye:

• Toma de agua de alimentación, compuesta por bombas y tuberías para extraer el


agua de la fuente (marina o salobre).
• Pretratamiento, consistente en la filtración de agua cruda para eliminar los
componentes sólidos y la adición de sustancias químicas para reducir la precipi-
tación de la sal y la corrosión del sistema.
• Desalinización, donde se remueven las sales disueltas en el agua, generando
un volumen (mayoritario) de agua dulce y un volumen de agua de rechazo o
salmuera, cuya concentración de sales es mayor que la del agua de origen.
• Postratamiento, para cumplir con los requisitos de los usos finales del agua
se realizan diferentes procesos, e.g. Corrección de pH con sales seleccionadas,
remineralización de calcio y magnesio, eliminación de boro, desgasificación de
dióxido de carbono y otros gases, y desinfección de microorganismos.
• Dependiendo del uso final del agua desalinizada se debe considerar una etapa
de impulsión y conducción desde el lugar de tratamiento al destino final.

En la Figura 3.3 siguiente se presentan las etapas involucradas en el proceso de des-


alinización. Las siguientes secciones contienen un resumen sobre las diferentes fases
del proceso.

Figura 3.3.
Diagrama de las
principales etapas
del proceso de
desalinización.
Fuente: Elaboración
propia.

Antes de analizar las tecnologías de desalinización, se discutirán algunas tecnolo-


gías y procesos previos a la separación de sales propiamente dicha.

40 DESALINIZACIÓN: OPORTUNIDADES Y DESAFÍOS PARA ABORDAR LA INSEGURIDAD HÍDRICA EN CHILE`


CAPÍTULO 3 | TECNOLOGÍA DE DESALINIZACIÓN

3.3.1 TOMA DE ENTRADA

Una adecuada selección del sitio y diseño de la toma de entrada son cruciales
para asegurar una alimentación de agua constante y de calidad homogénea. Entre
las recomendaciones para la selección del emplazamiento es imperativo considerar
hábitats y ecosistemas, analizando especialmente la biodiversidad o productividad de
eventuales especies sensibles, así como una evaluación de la proximidad de las redes
de distribución de agua y de la fuente de agua usada para desalinizar (Ihsanullah et
al., 2021). Como el diseño de la toma de entrada depende en buena medida del sitio
seleccionado, esta parte del proceso puede llegar a representar hasta el 35% del costo
de un proyecto (Pankratz, 2015).
Las tomas de alimentación se pueden clasificar en tomas de superficie –las más
comunes, de mayor capacidad y menor costo, ubicadas sobre el fondo marino– y tomas
subsuperficiales –principalmente pozos costeros y galerías de infiltración que suelen
tener mayor costo de construcción y operación (Mackey et al., 2011; Pankratz, 2015;
Dehwah y Missimer, 2016; Pulido-Bosch et al., 2019; Elsaid et al., 2020).

Figura 3.4.
Comparación entre
toma de entrada
de superficie y
toma de entrada
subsuperficial.
Fuente: Pulido-
Bosch et al. (2019).

Cabe mencionar que en ocasiones es conveniente utilizar la infraestructura ya


existente, ya sea colocando una nueva toma de manera adyacente a una existente,
compartiendo una toma en operación o reutilizando instalaciones abandonadas o
subutilizadas (Mackey et al., 2011; Pankratz, 2015; Elsaid et al., 2020). Estudios indi-
can que las tomas subsuperficiales reducen la necesidad de pretratamiento químico
(Dehwah y Missimer, 2016; Pulido-Bosch et al., 2019; Elsaid et al., 2020).

TOMAS DE SUPERFICIE

En costas de baja profundidad, los terminales de entrada de las tomas de superfi-


cie se ubican varios cientos de metros o hasta un kilómetro mar adentro. La profun-
didad de la toma puede variar, dependiendo de la batimetría del sitio. Una correcta
selección del sitio contribuye a mitigar el atrapamiento (impingement) de organismos
marinos en las mallas o redes de entrada y el arrastre (entrainment) de organismos más

COMITÉ CIENTÍFICO DE CAMBIO CLIMÁTICO 41


SECCIÓN A | INTRODUCCIÓN

pequeños hacia el equipo de pretratamiento de la planta (Mackey et al., 2011; Pankratz,


2015). La EPA ha concluido que el solo hecho de situar una toma a más de 240 m de la
costa puede reducir los atrapamientos en un 60 a 73% (Pankratz, 2015).
El terminal de la toma consiste en un vástago vertical que está usualmente prote-
gido con una red gruesa (50-225 mm) y/o con una tapa que controla la velocidad de
admisión. El agua que entra en la estructura se bombea a la costa a través de un ducto
o túnel –normalmente de concreto, polímeros de fibra reforzada (FRP) (Mackey et al.,
2011) o polietileno de alta densidad (HDPE) anclado al fondo marino con estructuras
de concreto (Mackey et al., 2011; Pankratz, 2015). La porción del ducto en la zona de
oleaje suele ir enterrada bajo el fondo. Métodos como la tunelización, microtuneliza-
ción (pipe-jacking) o perforación direccional horizontal (HDD) permiten instalar ductos
sin cavar una zanja en el fondo marino.
La tapa de velocidad –una cubierta plana y horizontal, ubicada ligeramente por
encima del vástago de entrada– produce un cambio de dirección repentino en el flujo
de admisión, pasando de vertical a horizontal. Según Pankratz (2015), el cambio en
el patrón del flujo producido por una tapa de velocidad operando a velocidades de
entrada de 0,3 m/s y hasta 0,9 m/s induce un comportamiento elusivo en los peces que
ha reducido el atrapamiento en varias instalaciones entre un 50% y un 97%. Sin
embargo, a velocidades bajas, las tapas de velocidad no ahuyentan a los peces. EPA ha
catalogado la instalación de tomas offshore (más de 240 m de la costa) equipadas con
tapas de velocidad adecuadamente diseñadas como una de las mejores tecnologías
disponibles para evitar atrapamientos (Pankratz, 2015).
El agua bombeada desde los terminales de entrada llega después a una cámara
de cribado en tierra. Existen diversos montajes para estas cámaras, pero el prin-
cipio funcional consiste en colocar una red o malla móvil que intercepta el flujo de
alimentación, atrapando los materiales que viajan en éste. Las mallas empleadas están
montadas en una banda móvil o en un tambor rotatorio (entre 4 y 15 m de diámetro)
que avanza lentamente, pasando por un sistema mecánico de limpieza (ver Figura 3.5).

Figura 3.5.
Equipos de cribado:
tambor rotatorio
con malla y sistema
mecánico de
limpieza (izq.), y
malla barril pasiva
(der.).
Fuente: Hubbert
Water Treatment
Installations
y Underwater
Construction
Corporation.

42 DESALINIZACIÓN: OPORTUNIDADES Y DESAFÍOS PARA ABORDAR LA INSEGURIDAD HÍDRICA EN CHILE`


CAPÍTULO 3 | TECNOLOGÍA DE DESALINIZACIÓN

La apertura de las mallas utilizadas va desde 0,5 hasta 9,5 mm. Las redes de 0,5 a 5
mm se conocen como malla fina (fine mesh) y son efectivas para mitigar el arrastre
de huevos, larvas y peces juveniles, aunque requieren un mantenimiento constante
debido a que retienen una gran cantidad de escombros y organismos marinos. Por
otro lado, las mallas Ristroph constituyen una sofisticación de dicho sistema. En ellas,
la banda móvil tiene aparejados una serie de recipientes en los cuales se recolectan
peces y otras especies, los cuales son rociados con agua a baja presión antes de re-
mover los demás materiales con agua a alta presión. Estos dispositivos son eficaces en
reducir la mortalidad de los organismos capturados por atrapamiento pero no tienen
mayor efecto sobre el arrastre de organismos más pequeños (Pankratz, 2015).
Un enfoque diferente a los anteriores es la utilización de mallas inmóviles o pasivas
–también llamadas mallas barril, mallas cilíndricas de alambre o mallas T– ubicadas en
la toma de entrada (ver Figura 3.5). Estas mallas son complementadas con un sistema
de limpieza que emplea una descarga de aire a presión para liberar la acumulación de
materiales en la malla. Estos equipos se pueden colocar tanto en tomas en mar abierto
como en canales en tierra. El requisito fundamental es que exista una corriente de
agua a baja velocidad (< 0.15 m/s) pasando transversalmente a través de la malla. Al
accionar el sistema de aire comprimido, la corriente desaloja los materiales liberados
sin intervención manual. Dada la velocidad de entrada y el diseño de las mallas, estos
equipos son efectivos para reducir atrapamientos y arrastre (Missimer et al., 2015).

TOMAS SUBSUPERFICIALES Y ACUÍFEROS SALOBRES

Las tomas subsuperficiales se utilizan para extraer agua salada por debajo de la
zona de interfase agua dulce-agua marina o agua salobre desde las cotas hidráulicas
correspondientes a cada acuífero, ya sea a través de pozos verticales, horizontales o
en ángulo, galerías o sistemas de infiltración. Con frecuencia se emplean para extraer
agua salobre de acuíferos cercanos a la costa. Como existe un medio geológico entre
la toma de alimentación y el océano, estas tomas eliminan virtualmente la posibili-
dad de atrapamiento y arrastre. Además permiten obtener una alimentación de agua
constante y de calidad homogénea que permite reducir e incluso eliminar el extenso
pretratamiento que se requiere en algunas plantas. Estudios han mostrado que la uti-
lización de tomas subsuperficiales reduce el impacto ambiental (Elsaid et al., 2020a),
cuantificando reducciones de hasta un 31% en la carga ambiental del análisis del ciclo
de vida (LCA) (Shahabi et al., 2015). Las principales mejoras se deben al proceso natural
de filtración que incluye una reducción de hasta el 95 % de la turbidez por ejemplo
(Sola et al., 2013). También se reducen notablemente otros parámetros (el Carbono
Orgánico Total-TOC se reduce de media un 60 % y el Oxígeno Disuelto-OD un 80 %),
debido a la actividad bacteriana en el acuífero.
Aunque normalmente se utilizan en plantas pequeñas, recientemente se han
desarrollado tomas de este tipo para plantas medianas y grandes. Elsaid et al. (2020)

COMITÉ CIENTÍFICO DE CAMBIO CLIMÁTICO 43


SECCIÓN A | INTRODUCCIÓN

mencionan un estudio en el que se compara una toma superficial con un pozo para
alimentar una planta de 35.000 m3/d (~400 l/s), obteniendo ventajas en términos ener-
géticos y en el pretratamiento. Además, se han desarrollado galerías de infiltración
para plantas medianas y grandes. Como las galerías de infiltración son poco profundas
y abarcan una superficie extensa, su principal impacto ambiental está asociado con la
extensión de tierra necesaria para su construcción. Por ejemplo, una planta de 37.850
m3/d (440 l/s) con 50% de recuperación, requiere un área de 1,7 ha (Elsaid et al., 2020).
Finalmente, siempre es necesario considerar el efecto de estas tomas en acuíferos
cercanos (Mackey et al., 2011; Pankratz, 2015), y en su caso, planear cuidadosamente
un posible escalamiento o ampliación de la planta.

3.3.2 PRETRATAMIENTO

Un adecuado pretratamiento permite incrementar sustancialmente el rendimiento


de la planta al mejorar la calidad del agua cruda8, contribuyendo a mitigar el ensu-
ciamiento de la membrana. Con ello se mantiene una presión de operación adecuada,
lo que representa un consumo de energía y costo bajo. Los compuestos empleados
incluyen coagulantes (sales férricas, sales de aluminio, polielectrolitos, entre otros),
biocidas (principalmente compuestos clorados), controladores de cloro (bisulfitos),
antiescalantes para controlar la acumulatción de carbonato de calcio, sulfato y otras
sales en la membrana e inhibidores de corrosión.
La combinación y dosis precisa de estos compuestos afecta el impacto ambiental de
la planta pues estos compuestos se descargan al medio junto con la salmuera (Elsaid
et al., 2020) (ver Capítulo 7 sobre impactos ambientales y Capítulo 10 sobre brechas
normativas en Chile).

3.3.3 DESALINIZACIÓN POR TECNOLOGÍAS DE MEMBRANA

Al analizar las soluciones tecnológicas de desalinización específicas, se requiere una


clasificación. Al respecto, Alkaisi et al. (2017) sugirieron tres categorías principales:
Evaporación y Condensación, Filtración y Cristalización (Sangwai et al., 2013; Talaei-
pour et al., 2017).
En el caso de las tecnologías de filtración o membrana, todas las soluciones se basan
esencialmente en una membrana semipermeable, es decir, una capa que muestra un
modo diferente de comportamiento de cruce de acuerdo con el tamaño o naturaleza de
las moléculas. La única excepción son las resinas de intercambio iónico (IXR), donde son
naturales o se utilizan materiales artificiales para capturar los iones disueltos de forma
química (Xu, 2005). En este contexto, la ósmosis inversa es la tecnología más utilizada
para la desalinización (Figura 3.2). La electrodiálisis (ED) y la resina de intercambio ió-
nico (IXR) se utilizan para producir agua con una concentración muy limitada de sales.

8 En los sistemas de agua potable se denomina el agua cruda o agua bruta como aquella que no
ha recibido ningún tratamiento y que no ha sido aún introducida en la red de distribución

44 DESALINIZACIÓN: OPORTUNIDADES Y DESAFÍOS PARA ABORDAR LA INSEGURIDAD HÍDRICA EN CHILE`


CAPÍTULO 3 | TECNOLOGÍA DE DESALINIZACIÓN

Figura 3.6.
TECNOLOGÍAS DE
DESALINIZACIÓN Tecnologías de
desalinización
por principio de
funcionamiento.
EVAPORACIÓN Y
Las siglas
CONDENSACIÓN
FILTRACIÓN CRISTALIZACIÓN corresponden a los
nombres en inglés.
Fuente: Adaptada de
Proceso Proceso Congelación
mecánico térmico
Ósmosis Inversa Destilación por
de refrigerante
Curto et al. (2021)
(RO) membrana (MD)
secundario (SRF)

Compresión
Destilación Destilación solar Ósmosis forzada Electro-dialysis
mecánica de vapor Hidratación (HY)
multiefecto (MED) (SSD) (FO) (ED)
(MVC)

Humidificación
Destilación Nanofiltración Desionización
Dehumidificación
multietapa (MSF) (NF) capacitiva (CDI)
(HDH)

Compresión Resina de
Chimenea
térmica de vapor intercambio iónico
Solar (SC)
(TVC) (IXR)

Otras técnicas, como la ósmosis directa (FO), la nanofiltración (NF) y la desionización


capacitiva (CDI) se encuentran en la etapa de desarrollo (Talaeipour et al., 2017).
La Figura 3.4 muestra el sistema de desalinización por ósmosis inversa. El consumo
de energía de la planta de ósmosis inversa sin recuperación de energía es de apro-
ximadamente 6 a 8 kWh/m3, mientras que el consumo de energía se reduce a 4 a 5
kWh/m3 (Alkaisi et al., 2017) con recuperación de energía del lado de alta presión9.
RO también tiene sus limitaciones. El principal problema al que se enfrentan las
plantas que emplean tecnología de membranas semipermeables se encuentra en el
área de pretratamiento y la sensibilidad de la membrana al ensuciamiento o fouling.
Además, la temperatura de alimentación no debe exceder los 40°C para evitar daños
térmicos a la membrana.
Figura 3.7.
Diagrama del
proceso de
desalinización
ósmosis inversa
(RO).
Fuente: Adaptado de
Bahar et al. (2013).

9 Ver Capítulo 4 y 9 para mayor información respecto del consumo de energía en plantas de desalinización.

COMITÉ CIENTÍFICO DE CAMBIO CLIMÁTICO 45


SECCIÓN A | INTRODUCCIÓN

Varias tecnologías están actualmente bajo investigación, con el objetivo de reducir


la demanda de energía. En esta línea surge la nanofiltración como una alternativa a la
ósmosis inversa por el desarrollo que ha alcanzado la fabricación de nanomateriales
en los últimos 15 años. Se trata de membranas porosas y selectivas; por consiguiente,
mayor permeabilidad a menores presiones de trabajo (bordeando los 40 bar), lo que
se traduce en menores costos de inversión y de operación. En el Anexo 3, se describe
una tecnología de nanofiltración para desalinización de agua de mar desarrollada y
patentada en Chile, en la Universidad de Concepción.

3.3.4 OTRAS TECNOLOGÍAS DE DESALINIZACIÓN

Las tecnologías de evaporación y condensación, como se mencionó previamente,


son las primeras técnicas de desalinización por ser históricamente introducidas y uti-
lizadas para la producción civil de agua dulce. La idea es suministrar energía térmica al
agua de mar, produciendo un vapor, y luego condensarlo. Esta energía puede generarse
utilizando el calor de un proceso térmico (por ejemplo, calor residual o combustión
de combustible), o a través de un proceso mecánico.
Las tecnologías son MED, MSF, Compresión Térmica de Vapor (TVC) y Destilación por
Membrana (MD). Actualmente se están investigando otros enfoques, y entre estos
podemos encontrar algunas soluciones nuevas suministradas por la radiación
solar: Solar Still Distillation (SSD), Solar Chimney (SC) y desalinización por Humidifica-
ción-Deshumidificación (HDH).
Respecto a los procesos mecánicos utilizados para producir agua dulce a través de
la evaporación y condensación de agua de mar, la técnica principal es la Compresión
Mecánica de Vapor (MVC) (Bahar et al., 2004; Zimerman, 1994).
Finalmente, la categoría de cristalización comprende técnicas que extraen agua
dulce produciendo hielo como producto intermedio. Como ejemplo, las principales
técnicas son: Congelación de Refrigerante (SRF), Hidratación (HY) y Congelación al
Vacío (VF). Todos estos enfoques están siendo investigados (Sangwai et al., 2013). En
la Tabla 3.1 se resumen las ventajas y desventajas de las principales tecnologías de
desalinización en cuanto a calidad del agua producida, consumo de energía, capacidad
y costo principalmente.

Tabla 3.1.
Tecnología Ventajas Desventajas Estatus Ventajas y desven-
MED Alta calidad del agua Incrustamiento en tuberías Comercial tajas de principales
Bajo consumo de energía tecnologías de
MSF Operaciones de mantenimiento Alta demanda de energía Comercial desalinización.
para remover escalamiento son Alta inversión
más simples que en MED Problemas de corrosión
Alta calidad del agua Inicio lento
Alta capacidad La planta entera se detiene
para mantenimiento
MVC Alta calidad del agua Baja capacidad de Comercial
Bajo consumo de energía producción

46 DESALINIZACIÓN: OPORTUNIDADES Y DESAFÍOS PARA ABORDAR LA INSEGURIDAD HÍDRICA EN CHILE`


CAPÍTULO 3 | TECNOLOGÍA DE DESALINIZACIÓN

Tecnología Ventajas Desventajas Estatus


RO Solo demanda eléctrica Menor calidad del agua Comercial
Baja inversión Alto costo de membranas y
Acoplable con muchas fuentes compuestos químicos
de energía renovables Sujeto a biofouling
Estructura modular de planta
FO Baja energía térmica No potable (amoníaco, Aplicación
dióxido de carbono) en especial (bolsas
producción industrial de hidratación)
en desarrollo
NF Baja demanda de energía Produce agua suave Unidad de
(solución salina diluida) doble etapa en
desarrollo
ED Alta pureza de agua dulce Solo agua salobre Comercial
Consumo de energía (hasta 2000 ppm)
proporcional a concentración No remueve contaminantes
de sales bacterianos
CDI Potencialmente más eficiente Solo agua salobre (hasta En desarrollo
que ED 2000 ppm)
HY Potencialmente más eficiente Alto costo En desarrollo
que tecnologías comerciales
SRF Potencialmente más eficiente Remoción de hielo En desarrollo
que tecnologías comerciales
MD No se aplica presión Fouling de la membrana Comercial para
Baja temperatura de operación Requiere pretratamientos aplicaciones de
alimentos
IXR Requiere electricidad solo para Solo para agua salobre Comercial
bombear agua para agua
desmineralizada
SSD Operada con radiación solar Solo para pequeñas Comercial
Materiales de baja calidad aplicaciones para pequeñas
aplicaciones
SC Operada con radiación solar Requiere gran extensión En desarrollo

HDH Baja temperatura de operación Optimización de ciclos y En desarrollo


Operación simple flujos termodinámicos
Tres circuitos: aire, agua,
freón

3.3.5 ENERGÍA EN EL PROCESO DE DESALINIZACIÓN

La energía mecánica y la electricidad necesarias para el proceso de desalinización


pueden ser fácilmente convertidas en ambas direcciones, con alta eficiencia. Por esta
razón, las tecnologías que requieren una entrada de energía mecánica, a través de
bombas o compresores, se puede suministrar fácilmente por electricidad mediante el
uso de motores eléctricos comunes. Del mismo modo, la energía mecánica puede ser
convertida por alternadores en electricidad para abastecer los procesos de desalini-

COMITÉ CIENTÍFICO DE CAMBIO CLIMÁTICO 47


zación que requieren energía eléctrica como insumo. Se debe considerar también el
consumo de energía tanto en la impulsión de agua a la planta como en la distribución
al punto de uso final.
Así, con el fin de abastecer el proceso de desalinización con fuentes de energía
renovables, es conveniente distinguir las fuentes de energía que se pueden utilizar
para producir electricidad (o energía mecánica) de las que producen energía térmica.
La energía térmica es un caso diferente, ya que se puede obtener fácilmente de la
electricidad, a través del efecto Joule o bombas de calor. La conversión de energía
térmica en mecánica o energía eléctrica es obtenida mediante el uso de máquinas
térmicas o plantas, afectada por una baja eficacia de energía en comparación con los
casos anteriores, desde el punto termodinámico y técnico.

Figura 3.8. Tecnologías de desalinización por fuente de energía principal.


Fuente: Curto et al. (2021).

TECNOLOGÍAS DE
DESALINIZACIÓN

ENERGÍA TÉRMICA ENERGÍA MECÁNICA ENERGÍA ELÉCTRICA ENERGÍA QUÍMICA

Destilación Humidificación Compresión Resina de


Nanofiltración Electro-diálisis
multiefecto Dehumidificación mecánica de vapor intercambio iónico
(NF) (ED)
(MED) (HDH) (MVC) (IXR)

Destilación Congelación
Ósmosis Hidratación Desionización
multietapa de refrigerante
forzada (FO) (HY) capacitiva (CDI)
(MSF) secundario (SRF)

Compresión Destilación por


Ósmosis Inversa
térmica de vapor membrana
(RO)
(TVC) (MD)

Chimenea Solar Destilación solar


(SC) (SSD)

Con este objetivo, las fuentes de energía renovables se pueden clasificar en las
siguientes categorías, de acuerdo con la energía que se puede producir:
• Productores de electricidad, como la eólica, hidráulica, mareomotriz
y undimotriz.
• Productores de energía térmica y eléctrica, como solar, geotérmica y biomasa.
Combinando las tecnologías para la utilización de fuentes de energía renovables y
la desalinización, se obtiene la Figura 3.6.

48 DESALINIZACIÓN: OPORTUNIDADES Y DESAFÍOS PARA ABORDAR LA INSEGURIDAD HÍDRICA EN CHILE`


SECCIÓN A | INTRODUCCIÓN

Figura 3.9. Posibles acoplamientos entre tecnologías de desalinización y fuentes de energía renovable
Fuente: Curto et al. (2021).

ENERGÍAS
RENOVABLES

HIDRÁULICA EÓLICA UNDIMOTRIZ MAREOMOTRIZ GEOTÉRMICA BIOMASA SOL AR

ENERGÍA ELÉCTRICA ENERGÍA TÉRMICA

Compresión Destilación Destilación


Ósmosis
mecánica de vapor multiefecto multietapa
Inversa (RO)
(MVC) (MED) (MSF)

Hidratación Nanofiltración Chimenea Compresión térmica


(HY) (NF) Solar (SC) de vapor (TVC)

Resina de Humidificación
Electro- Ósmosis
intercambio iónico Dehumidificación
dialysis (ED) forzada (FO)
(IXR) (HDH)

Congelación
Desionización Destilación por Destilación solar
de refrigerante
capacitiva (CDI) membrana (MD) (SSD)
secundario (SRF)

3.3.6 MÉTODOS DE DESCARGA

De acuerdo con Panagopoulos et al. (2019) los métodos para descarga y tratamiento
de efluentes provenientes de plantas de desalinización se pueden clasificar en: des-
carga superficial directa, descarga a drenaje, inyección en pozo profundo, estanques
de evaporación, aplicación en tierra y sistemas de descarga líquida cero o zero liquid
discharge (ZLD). La concentración de sales y metales trazas en el sitio de descarga
dependerá de la eficiencia del proceso de desalinización (concentración de sales y
otros en la salmuera), del volumen descargado y del diseño bien ejecutado.
La elección del método más apropiado para un proyecto depende de factores como:
volumen, calidad y composición del efluente, la geografía del sitio de descarga, las
regulaciones ambientales vigentes, la aceptación pública, y proyectos de ampliaciones
futuras. Cuando los métodos elegidos no son apropiados, especies comercialmente
importantes, que no son bentónicas costeras, también pueden ser afectadas por la

COMITÉ CIENTÍFICO DE CAMBIO CLIMÁTICO 49


SECCIÓN A | INTRODUCCIÓN

desalinización. Si la descarga de salmuera se libera en ambientes de baja circulación,


la salinidad y la temperatura de las aguas pueden aumentar sustancialmente (Dawoud
& Al Mulla, 2012; Qdais, 2008). La descarga de salmuera puede representar desde un
5% hasta un 33% del costo total del proceso, dependiendo de los factores anteriores.

Tabla 3.2.
Opciones Ventajas Desventajas Ventajas y
Estanque de − Posibilidad de recuperación de − Alto costo de capital desventajas
evaporación sales. y operación. de opciones de
− Adecuado para instalaciones − Necesita una gran área disposición de la
interiores y costeras. en terreno. salmuera
− No hay efectos marinos. − Requiere energía intensiva. Adaptado de Valdés
− Fácil de construir, − Baja productividad. et al. (2021).
implementar y requiere poca − Necesita control de erosión, filtración,
mantención. y gestión de vida silvestre.
− Escasos esfuerzos − Problemas al desbordarse.
tecnológicos y de gestión.
Descarga en − Bajo costo. − Requiere programas de monitoreo y
la superficie − Operación simple. planificación
del agua − Se pueden trabajar con de las aguas receptoras.
grandes volúmenes. − Capacidades limitadas de asimilación
− Alta razón de dilución en el natural que causan impactos adversos
cuerpo de agua, pero ella en el medio marino si se sobrepasan.
depende de las condiciones − La dilución depende de las condiciones
hidrodinámicas locales. hidrodinámicas locales.
Cristalización − Recuperación de sales y − Se requiere un sistema de
- descarga minerales. almacenamiento y distribución.
cero líquido − No hay disposición de desecho − Alto consumo de energía.
líquido. − Producción de desecho sólido
− Evita un proceso largo y precipitado.
tedioso de autorización. − Alto costo de capital y operación.
− No hay impacto marino. − Se requiere mayor desarrollo
− Tecnología disponible. tecnológico para reducir el uso
de energía.

Inyección − Adecuado para instalaciones − Requiere formación geológica


en pozos en el valle / viable para adecuada y acuífero salino-agua
profundos instalaciones en el valle con confinado.
pequeños volúmenes de − No es factible para lugares con
salmuera. actividad sísmica o fallas geológicas.
− No hay impacto marino. − Incrementa la salinidad de aguas
− Puede usarse para recargar subterráneas.
acuíferos. − Potencial contaminación con desecho
de salmuera que no ha sido tratado.
Aplicación en − Puede ser utilizado para regar − Posible contaminación
terreno especies salino-tolerantes. de suelos y cultivos.
− No hay impacto marino. − No es recomendable para grandes
− Relativamente fácil de volúmenes de salmuera.
implementar y bajo costo. − Depende de las necesidades
estacionales de riego y clima.
− Requiere grandes áreas terrestres.
− Posible impacto negativo en las
plantas por reactivos químicos
y contaminantes.

50 DESALINIZACIÓN: OPORTUNIDADES Y DESAFÍOS PARA ABORDAR LA INSEGURIDAD HÍDRICA EN CHILE`


CAPÍTULO 3 | TECNOLOGÍA DE DESALINIZACIÓN

La descarga superficial es el método más común, sobre todo en plantas cercanas a


la costa (Panagopoulos et al., 2019). Sin embargo, la descarga puede afectar significa-
tivamente a los ecosistemas acuáticos cuando no se adoptan las medidas correctivas
y preventivas adecuadas para la prevención y mitigación de estos efectos (Fernán-
dez-Torquemada et al., 2019; Sola et al., 2020b). Ya sea que la descarga se realice en
la zona de marea cercana a la costa o más allá de dicha zona, se deben considerar los
efectos de la pluma de descarga tanto en el campo cercano como en lejano (ver Capí-
tulo 6). En algunas plantas, la salmuera se diluye en agua de mar o en aguas servidas
para reducir su salinidad previamente a la descarga en el océano.
Al día de hoy, existen medidas que han demostrado ser efectivas para maximizar la
dilución y reducir el área de influencia del vertido, mitigando el impacto de la salmuera
(Grossowicz et al., 2021; Kelaher et al., 2020; Rodríguez-Rojas et al., 2020; Sola et al.,
2020a) (ver también Capítulo 7). Por ejemplo, Sola et al. (2020a, b) reportan un caso en
España, donde un adecuado proceso de evaluación ambiental permitió la modificación
del punto de vertido a una zona previamente degradada, a lo que se sumó la implemen-
tación de 16 difusores y una dilución de agua de mar en proporción 4:1 para reducir la
salinidad de la salmuera al punto de vertido por debajo de 44 psu (Sola et al., 2020a, b),
sin impactos negativos en especies sensibles presentes en el área de vertido, como las
praderas de pasto marino de P. oceánica y equinodermos (Sola et al., 2020a).
Resultados similares se han observado en el seguimiento ambiental de plantas
desalinizadoras en otros países, como Australia o Israel mediante el empleo de di-
fusores de alta presión (Kelaher et al., 2020; Kress et al., 2020). En el caso de Chile,
dos estudios determinan que dadas las condiciones oceanográficas favorables de la
costa chilena de fuertes corrientes, y el uso de tecnología de difusores, la salmuera se
mezcla rápidamente, lo que reduce drásticamente el área de influencia del vertido de
salmuera, con una variación respecto a la salinidad natural de aproximadamente 1 psu
(Rodríguez-Rojas et al., 2020; Muñoz, 2021).
Por otro lado, la descarga hacia sistemas de drenaje municipales generalmente está
restringida a plantas pequeñas alejadas de la costa, ya que la salmuera tiene efectos
aguas abajo, especialmente en el funcionamiento de plantas de tratamiento de aguas.
La inyección en pozo profundo consiste en inyectar la salmuera de rechazo en un
acuífero profundo (500 a 1500 m) que se encuentre aislado adecuadamente de otros
acuíferos por encima de él –mediante arcillas y rocas impermeables-- y que tenga
capacidad para recibir la salmuera durante los 25 a 30 años de vida útil de la planta.
Dada la complejidad y costo de los estudios hidrogeológicos necesarios, este método
solo se emplea cuando los métodos descritos anteriormente no están disponibles.
Los estanques de evaporación aprovechan la energía solar para evaporar lentamente
el líquido en la salmuera, dejando atrás los minerales cristalizados. Estos residuos se
retiran periódicamente de la planta. El estanque debe estar recubierto con revesti-
miento impermeable para proteger los acuíferos subterráneos. Este método depende
de las condiciones de precipitación del lugar, la disponibilidad de tierra para su cons-
trucción y la existencia de acuíferos subterráneos cercanos.

COMITÉ CIENTÍFICO DE CAMBIO CLIMÁTICO 51


SECCIÓN A | INTRODUCCIÓN

La aplicación en tierra consiste en rociar salmuera en zonas con pastos y otras ha-
lófitas –plantas tolerantes a salinidades de 2000 mg/L– que pueden usarse en parques
y jardines. Este método se emplea para bajos volúmenes de salmuera –normalmente
proveniente de agua salobre– y depende de las condiciones de precipitación del lugar,
la disponibilidad de tierra y la existencia de acuíferos de agua dulce cercanos.
Finalmente, la preocupación pública por los efectos de la salmuera y la adopción
de estándares ambientales más altos han motivado el desarrollo de métodos que
puedan reducir la salmuera al mínimo, incrementar la recuperación de agua con el me-
nor impacto ambiental, y recuperar sales con valor comercial (Zarzo, 2018; Missimer
& Maliva, 2018; Jenkins et al., 2012). Por ejemplo, la salmuera de rechazo del proceso
RO es agua altamente concentrada en sales (68% más concentrada que el agua de
mar) como cloruro de sodio, sulfatos, bicarbonatos y carbonatos de calcio-magnesio-
potasio, y concentraciones no despreciables de elementos como estroncio y bario,
todo ellos con valor comercial o utilidad industrial (Zarzo, 2018; Jenkins et al., 2012;
Ahmad & Baddour, 2014; Lee et al., 2019). El uso de esta salmuera estaría promoviendo
el concepto de valorización de los residuos en un contexto de economía circular.
En respuesta a las tendencias antes descritas, uno de los enfoques más interesantes
es la llamada descarga cero líquido o “Zero Liquid Discharge” (ZLD), para lo cual existe
un compendio de técnicas de tratamiento que tienen como objetivo fundamental op-
timizar la recuperación del agua y de recursos sólidos desde líquidos concentrados
de desecho como las salmueras RO (Drioli et al., 2015; Lu et al., 2019; Muhammad
Yaqub & Lee, 2019; Onishi et al., 2018; Tong & Elimelech, 2016; Chung et al., 2017;
Balcik-Canbolat et al., 2018; Panagopoulos et al., 2019). Muchos de estos procesos
se han usado en el área de tratamiento de aguas concentradas y/o contaminadas de
diversas industrias como el petróleo, shale gas, aguas residuales y la desalinización
(Lu et al., 2019; Muhammad Yaqub & Lee, 2019; Onishi et al., 2018; Tong & Elimelech,
2016). Existen algunos procesos ZLD convencionales con alto grado de desarrollo
en la industria; mientras que otros poseen sólo desarrollos emergentes o incluso se
encuentran en etapa de investigación, con ventajas y desventajas asociadas (Drioli
et al., 2015; Lu et al., 2019; Muhammad Yaqub & Lee, 2019; Onishi et al., 2018; Tong &
Elimelech, 2016; Valdés et al., 2021).
Los sistemas ZLD para tratamiento de salmuera consisten en combinaciones de tec-
nologías de membrana y tecnologías térmicas que típicamente contemplan tres fases:
preconcentración mediante membranas de alta presión, evaporación mediante tecno-
logías térmicas e híbridas, y cristalización (ver Figura 3.7). Es importante señalar que el
manejo de los residuos sólidos de los sistemas ZLD debe ser adecuadamente planeado
y gestionado.

52 DESALINIZACIÓN: OPORTUNIDADES Y DESAFÍOS PARA ABORDAR LA INSEGURIDAD HÍDRICA EN CHILE`


CAPÍTULO 3 | TECNOLOGÍA DE DESALINIZACIÓN

Figura 3.10. Marco conceptual del tratamiento de salmuera.


Fuente: Adaptado de Panagopoulos et al. (2019).

Nota: Abreviaturas de la figura: RO - ósmosis inversa; HPRO - ósmosis inversa de alta presión; FO - ósmosis forzada; OARO - ósmosis
inversa asistida osmóticamente; MD - destilación con membrana; ED - electrodiálisis; EDR - electrodiálisis reversible; EDM
- electrodiálisis con metátesis; BC - concentrador de salmuera; MSF - flash multietapa; MED - destilación multietapa; WAIV -
evaporación intensificada asistida por viento; MCr - cristalización por membrana; BCr - cristalizador de salmuera; EFC - cristalización
por congelación eutética; SD - secador por atomización; TDS - sólidos disueltos totales; SEC - consumo específico de energía.

3.4 LA DESALINIZACIÓN EN CHILE

La franja noroeste de América del Sur, entre Ecuador y Chile, recorre algunos de los
lugares más secos del planeta, y a la vez, ha sido una zona de relevancia económica
internacional desde el siglo XIX. No es extraño, por tanto, que esta zona haya tenido
importancia en la historia de la desalinización a nivel mundial. Según Gabrielli (2013),
mientras Inglaterra, Francia y Alemania fueron los pioneros en el desarrollo de la
tecnología de la desalinización moderna, Perú, Bolivia y Chile fueron los pioneros en
la aplicación de ésta.
Los primeros reportes sobre instalación de equipo de desalinización en esta zona,
alrededor de 1858, se dan en el contexto de la explotación del guano en islas sin fuentes
de agua dulce. Dada la escasez de agua en el continente, la desalinización de agua de
mar en las islas de guano fue la opción más viable. Por otro lado, el desarrollo de puer-
tos como Cobija, Mejillones, Tocopilla y Antofagasta –donde se concentraban guano,
minerales y productos de comercio local– requirió el uso de máquinas de destilación
–también conocidas como resacadoras– como complemento a fuentes de agua loca-
les y barcos cisterna para abastecer la creciente población y su actividad económica.
Los habitantes de estos poblados hacían largas filas en las plantas de desalinización
cerca de la playa y existía un servicio de entrega de agua basado en tracción animal
(Maino Prado y Recabarren Rojas, 2011; Gabrielli, 2013). También existen registros so-
bre actividades de desalinización de agua salobre en áreas cercanas a las instalaciones
de ferrocarril, además de la notable planta de desalinización de la Salitrera Las Salinas,
mencionada en la sección 3.2. Tras el Gran Tsunami y la Guerra del Pacífico, en 1892,
entró en operación la primera cañería para traer agua de los Andes hasta la costa (Mai-
no Prado y Recabarren Rojas, 2011; Gabrielli, 2013).

COMITÉ CIENTÍFICO DE CAMBIO CLIMÁTICO 53


SECCIÓN A | INTRODUCCIÓN

En la década de 1990, la industria minera comienza a explorar el uso de agua de


mar como fuente alternativa para los procesos industriales (B2B Media Group, 2022).
Sin embargo, las plantas más antiguas entre las que operan actualmente abastecen al
sector sanitario: la Planta de Arica empezó a operar en 1998 –es además la única plan-
ta industrial que opera actualmente con agua salobre, proveniente de sondajes en el
valle del Río Lluta– (Herrera León et al., 2019) y la Planta Desalinizadora Norte de An-
tofagasta (ex La Chimba) que inició sus operaciones en 2003 (Herrera León et al., 2019;
B2B Media Group 2022). Cabe destacar la entrada en operación de la Planta Coloso de
Minera Escondida en 2006 con una producción de 525 l/s (Herrera León et al., 2019;
B2B Media Group, 2022). A partir de estos años, se ha observado un incremento en el
número de plantas desalinizadoras industriales en el norte del país. A pesar de este
incremento, en Chile no existe una fuente de información oficial centralizada sobre los
proyectos e instalaciones de desalinización (Skewes, 2017). Para la elaboración de esta
sección del informe, fue necesario consultar y compilar información de muy diversas
fuentes. Las principales fuentes de información consultadas y el proceso de construc-
ción de la base de datos compilada a partir de dichas fuentes se describe en el Anexo 5.
A partir de los datos procesados, se individualizan 97 instalaciones y proyectos de
impulsión de agua de mar y desalinización (ver Tabla 3.3), de los cuales 5 se refieren
a sistemas de impulsión de agua de mar para la minería sin mayor información sobre
desalinización10. De los 92 restantes, hay 38 plantas operativas con una capacidad de
desalinización de 8.535 l/s (10 de ellas asociadas a centrales termoeléctricas); 3 plan-
tas no operativas11; 2 plantas cuyo estatus operativo no fue posible determinar a partir
de la información disponible12; 38 proyectos en curso (28.859 l/s)13 y 11 proyectos que
se cancelaron por diversos motivos o se fusionaron a otro proyecto en curso. Diez de
las 38 plantas operativas están asociadas a centrales termoeléctricas (405 l/s, menos
del 5% de la capacidad operativa actual) y es posible que dejen de funcionar en el
futuro14. Cabe mencionar que dentro de los 38 proyectos en curso están contemplados
proyectos de reconversión de plantas termoeléctricas a desalinizadoras de los que se
obtuvo información.
En la Tabla 3.3 se presenta la capacidad de las 38 plantas operativas organizadas
por región así como la capacidad futura de cada región si se llevaran a cabo todos los
proyectos y ampliaciones anunciados hasta el momento –sin considerar aquellos que
han sido suspendidos. En este caso, la capacidad de desalinización operativa se cuadri-
plicaría pasando de 8.558 l/s (38 plantas operativas) a 38.766 l/s (76 plantas). La región
de mayor crecimiento sería Antofagasta (12.988 l/s adicionales) seguida de Atacama
(7.557 l/s adicionales). Cabe destacar la relevancia del proyecto CRAMSA en Antofa-

10 Mina Algorta, Planta J.A. Moreno, Pampa Camarones, Tente en el Aire y Pampa Blanca.
11 SCM Bullmine (150 l/s), APR Carolina de Michilla (0.8 l/s) y APR de Quintay (5,5 l/s).
12 Planta Prillex América (8,5 l/s) y Planta de Procesamiento de Molibdeno en Mejillones (1.7 l/s).
13 No se incluye proyecto Desala en la región de O’Higgins de 3.000 l/s por estar aún en etapa muy temprana.
14 Sin embargo, es importante mencionar que no fue posible recopilar antecedentes sobre todas las
termoeléctricas en el país.

54 DESALINIZACIÓN: OPORTUNIDADES Y DESAFÍOS PARA ABORDAR LA INSEGURIDAD HÍDRICA EN CHILE`


CAPÍTULO 3 | TECNOLOGÍA DE DESALINIZACIÓN

gasta (8.000 l/s)15–ingresado al Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental (SEIA)


en marzo 2022– el cual prácticamente duplicaría la capacidad instalada a la fecha en
todo el país. Por otro lado, también cabe destacar el incremento en la capacidad de
desalinización en las regiones de Tarapacá, Coquimbo y Valparaíso, que en su conjunto
representan 9.464 l/s adicionales, y quedarían con el 24,6% de la capacidad de desa-
linización. Hoy en día, la capacidad combinada de estas regiones no rebasa los 120 l/s.

Tabla 3.3.
Región Capacidad actual Capacidad futura Capacidad de
desalinización
l/s % N l/s % N actual y futura.
Fuente: Elaboración
Operativas 8.558 100 38 38.766 100 76
propia a partir de la
base de datos del
Tarapacá 13 0,1 1 2.067 5,3 4
presente informe.
Arica 208 2,4 1 408 1,1 2
Nota: capacidad
futura incluye actual
Antofagasta 6.603 77,1 25 19.591 50,5 32 más ampliaciones y
proyectos.
Atacama 1.620 19,0 4 9.177 23,7 14

Coquimbo 4 0,0 1 3.804 9,8 13

Valparaíso 59 0,7 3 3.669 9,5 8

Biobío 33 0,4 1 33 0,1 1

Aysén 3 0,0 1 3 0,0 1

Magallanes 15 0,2 1 15 0,1 1


Sist. de impulsión 5 5
sin desalinización
No operativas 3 3

Sin información 2 2

Proyecto suspendido 11
o fusionado

Total 48 97

15 https://cramsa.cl/proyecto/

COMITÉ CIENTÍFICO DE CAMBIO CLIMÁTICO 55


SECCIÓN A | INTRODUCCIÓN

En la Figura 3.11, se presenta el mapa con las instalaciones en operación y los pro-
yectos en curso a lo largo del país. La dominancia de las regiones de Antofagasta y
Atacama se explica en buena medida por la actividad minera que se realiza en la zona.
El detalle de la distribución espacial de proyectos en operación y planificados se pre-
senta en la Tabla 3.4.

Figura 3.11.
Plantas y proyectos
de desalinización
en Chile.
Fuente: Elaboración
propia con base
en información de
diversas fuentes
(ver Anexo 4);
ubicación geográfica
referencial según
coordenadas del
SEIA.

Nota: La ubicación
geográfica corres-
ponde a los proyec-
tos evaluados por el
Servicio de Evaluación
Ambiental. Estos
proyectos pueden
tratarse de faenas mi-
neras, subestaciones
eléctricas, emisarios
submarinos, amplia-
ción o modificación de
infraestructura, entre
otros. Las coordenadas
no necesariamente
representan la ubica-
ción de la unidad de
desalinización, de la
toma de entrada, ni de
la tubería de descarga
de efluentes.

La capacidad de desalinización asociada a la minería actualmente es mayor a los


6.100 l/s, cerca del 70% del total (Tabla 3.4). De hecho, la minería en Antofagasta es la
actividad dominante en el país, con más de 5.000 l/s y 59% del total nacional absoluto.
Por otro lado, en el escenario de ampliación y construcción de proyectos descrito en el
párrafo anterior, el mayor incremento en el volumen de desalinización provendría de
los proyectos multipropósito con 12.250 l/s adicionales, seguido de la minería (7.210
l/s adicionales) y el uso industrial (5.868 l/s adicionales). Es importante destacar el
incremento relativo de la capacidad destinada a la industria, que representa un factor
de aumento de más de 14 veces. Sin considerar los proyectos multipropósito, el mayor
aumento en capacidad se llevaría a cabo en el sector industrial de Atacama, en el cual

56 DESALINIZACIÓN: OPORTUNIDADES Y DESAFÍOS PARA ABORDAR LA INSEGURIDAD HÍDRICA EN CHILE`


CAPÍTULO 3 | TECNOLOGÍA DE DESALINIZACIÓN

existen tres proyectos de más de 1.400 l/s cada uno. Con estos proyectos, el sector
pasaría de contar con una planta de 70 l/s actualmente, a tener una capacidad de más
de 5.200 l/s, es decir unas 75 veces su capacidad operativa actual. En consecuencia, a
pesar de que la minería en Antofagasta ha sido la actividad dominante en el contexto
de desalinización, dicho escenario puede cambiar en los próximos años.

Tabla 3.4.
Uso por región Capacidad actual Capacidad futura Capacidad de
desalinización
l/s % N l/s % N actual y futura por
uso final y región.
Minería 6.137 71,9 11 13.347 34,4 22
Fuente: Elaboración
Tarapacá 1 2.067 5,3 4 propia a partir de la
base de datos del
Antofagasta 5.037 59,0 8 8.233 21,3 11 presente informe.

Atacama 1.100 12,9 3 2.664 6,9 8 Nota: Capacidad


futura incluye actual
Coquimbo 400 1,0 1
más ampliaciones y
Sanitario 1.908 22,3 12 6.788 17,4 30 proyectos.

Tarapacá 13 0,1 1 17 0,0 2


Arica 208 2,4 1 408 1,1 2
Antofagasta 1.229 14,4 6 2.863 7,3 8
Atacama 450 5,3 1 1.293 3,3 2
Coquimbo 4 0,0 1 1.204 3,1 11
Valparaíso 1 0,0 1 1.001 2,6 4
Aysén 3 0,0 1 3 0,0 1
Industrial 513 6,0 16 6.381 16,5 21
Antofagasta 337 3,9 11 495 1,3 12
Atacama 70 0,8 1 5.220 13,5 4
Valparaíso 58 0,7 2 618 1,6 3
Biobío 33 0,4 1 33 0,1 1
Magallanes 15 0,2 1 15 0,0 1
Multipropósito 12.250 31,6 3
Antofagasta 8.000 20,6 1
Coquimbo 2.200 5,7 1
Valparaíso 2.050 5,3 1

COMITÉ CIENTÍFICO DE CAMBIO CLIMÁTICO 57


SECCIÓN B
OPORTUNIDADES DE LA
DESALINIZACIÓN COMO
MEDIDA DE ADAPTACIÓN
Y MITIGACIÓN

58 DESALINIZACIÓN: OPORTUNIDADES Y DESAFÍOS PARA ABORDAR LA INSEGURIDAD HÍDRICA EN CHILE`


CAPÍTULO 4
LA DESALINIZACIÓN COMO
OPCIÓN DE ADAPTACIÓN

En el Capítulo 2 del informe se presentó la condición de escasez hídrica que sufre


una parte importante del país. Esta escasez hídrica se manifiesta en la imposibilidad
de mantener una disponibilidad adecuada de agua para sostener medios de vida, con-
servar ecosistemas y permitir el desarrollo productivo. En este Capítulo se presenta
la opción de la desalinización como una medida para poder adaptarse a los impactos
que genera esta escasez hídrica. La primera sección de este capítulo presenta una
discusión de esta opción en el contexto de las distintas opciones de adaptación. Poste-
riormente se presenta la experiencia de uso de esta opción por un conjunto de países
y finalmente se entrega información respecto de los costos de la desalinización para
tener en cuenta en la evaluación de esta opción tecnológica.

4.1 OPCIONES PARA LA ADAPTACIÓN PARA LA SEGURIDAD HÍDRICA.

Frente al problema de la crisis hídrica planteada en la Capítulo 2 de este informe y


siguiendo el marco conceptual de seguridad hídrica presentado, se pueden conside-
rar distintas opciones para poder adaptarse a los impactos del cambio climático, en
particular aquellos impactos que tienen relación con cambios en la disponibilidad de
recursos hídricos. Siendo el problema de la crisis hídrica uno que nace de la escasez
relativa de los recursos, existen dos maneras de poder abordar este problema:

1. Disminuyendo la necesidad de agua para todos o algunos de los usos


existentes a través de medidas de gestión (mejor coordinación y uso de
infraestructura o cambios en prioridades de asignación) o estructurales (aumen-
to en eficiencia en uso o cambios en los factores que inciden en la cantidad de
agua requerida). En la reciente reforma al Código de Aguas, se considera como

COMITÉ CIENTÍFICO DE CAMBIO CLIMÁTICO 59


SECCIÓN B | OPORTUNIDADES

uso prioritario el derecho humano al agua y saneamiento y se consagran varios


instrumentos para hacerlo efectivo. En este punto es importante destacar que
muchas veces la escasez relativa de agua se genera a través de un aumento en
las necesidades de agua por ejemplo a través de la expansión del uso del terri-
torio (típicamente para usos agrícolas o demanda de agua potable).
2. Aumentando la provisión de agua para distintos usos en determinados
momentos y ubicaciones geográficas. En este caso también se pueden con-
siderar medidas tanto de gestión como medidas estructurales que aumenten
de manera temporal o permanente la disponibilidad de los recursos. Dentro de
estas medidas estructurales podemos considerar la desalinización, los embalses
(aumento temporal del recurso en la medida que exista alta variabilidad en la
disponibilidad), reúso de aguas grises o servidas, trasvases de agua, recolección
de aguas lluvia, instalación o profundización de pozos o soluciones basadas en
infraestructura verde que permiten mejorar los servicios de provisión y regu-
lación hidrológica que proveen los ecosistemas. Por otra parte las medidas de
gestión apuntan a una mejor organización del uso del recurso por ejemplo a
través de acuerdos entre usuarios, arriendos o traspasos.

Se puede apreciar que la desalinización en este sentido es una de muchas alternati-


vas que pueden ser consideradas. Estas alternativas van a diferir en cuanto a costos y
condiciones de calidad (relevante para ciertos usos) que también redunda en costos y
factibilidad de implementación.

4.2 DESALINIZACIÓN COMO MEDIDA DE ADAPTACIÓN: EXPERIENCIA


COMPARADA EN AUSTRALIA, ISRAEL, ESPAÑA Y CALIFORNIA (EEUU)

La desalinización como una tecnología ya madura para la generación de agua po-


table o industrial se ha extendido significativamente a través de diferentes partes del
globo. Actualmente, el agua desalinizada es producida en todo el mundo por más de
20.000 instalaciones de diferentes tamaños. Este número incluye desde la pequeña
producción enfocada en áreas residenciales o industriales privadas (entre 50 y 600 m3/
día) hasta grandes plantas que abastecen servicios públicos municipales que utilizan
agua desalinizada como fuente primaria o para mezclar con otros recursos potables
para distribuir a la población o industria. Hoy, las plantas más grandes se encuentran
en los Emiratos Árabes Unidos, Arabia Saudita, Argelia e Israel.
Arabia Saudita cuenta con algunas de las mayores plantas desalinizadoras del mun-
do, combinando diferentes tecnologías (MED, MSF y RO), entre las que destacan el pro-
yecto Shoaiba, que produce 880.000 m3/día, y el complejo Al Jubail, que produce más
de 800.000 m3/día . El proyecto Sorek en Israel es actualmente la mayor planta desa-
linizadora de agua de mar por ósmosis inversa en funcionamiento, con una capacidad
de 624.000 m3/día, seguida de la planta de Magtaa en Argelia, con una producción de
500.000 m3/día. Pero estas cifras cambiarán poco después de que entren en operación
los proyectos mencionados anteriormente.

60 DESALINIZACIÓN: OPORTUNIDADES Y DESAFÍOS PARA ABORDAR LA INSEGURIDAD HÍDRICA EN CHILE`


CAPÍTULO 4 | LA DESALINIZACIÓN COMO OPCIÓN DE ADAPTACIÓN

En esta sección del informe se presenta un análisis de la experiencia comparada


internacional tomando como ejemplo cuatro países/regiones (Australia, Israel, España
y California). Estos países se han elegido principalmente debido a que estos se encuen-
tran dentro del grupo de países con mayor presencia de desalinización a nivel mundial,
y al mismo tiempo por ser países o territorios donde la escasez hídrica es una proble-
mática compartida con la realidad chilena.

4.2.1 AUSTRALIA
La “sequía del milenio” (2000-2011) provocó en Australia una intensa inyección de
fondos fiscales para producir agua de diferentes formas, entre las cuales se encuentran
las plantas desalinizadoras. Se construyeron varias plantas grandes cerca de las princi-
pales ciudades del país (Melbourne, Sydney, Perth, Adelaide, Gold Coast/Brisbane), con
capacidades entre 45 y 100 Mm3/año, equivalente a 16% - 50% de la demanda en cada
localidad, utilizando predominantemente osmosis inversa (Radcliffe & Page, 2020).
Con el fin de la “sequía del milenio” vino un cambio en la mentalidad con respecto
al agua, pasando de agua a cualquier costo a agua eficiente en términos económicos.
Y con esto, algunas plantas dejaron de usarse temporalmente, al menos hasta que las
sequías consiguientes las volvieron a hacer atractivas.
• Gold Coast/Brisbane se mantiene en ‘hot standby’, lista para entrar en operación
33% capacidad en 24 horas y máxima producción en 72 horas. Se usa como res-
paldo cuando otras instalaciones están en mantenimiento periódico, en casos de
sequía (entre septiembre de 2020 y noviembre del 2021) y en casos de emergen-
cia (Ciclón Ostwald 2013).
• Sydney, se estableció que operaría cuando la reserva de agua sea menor al 60%
y deja de operar cuando dicha reserva sea mayor al 70%. En enero de 2019 entró
a operar nuevamente y en enero 2020 el gobierno anunció que planea duplicar la
capacidad productiva de la planta (Smith, 2022; Sydney Water, 2022).
• Perth, reconociendo la sequía como el comienzo del nuevo normal, ha continuado
operando sus plantas desalinizadoras. Entre 35% y 40% del agua usada proviene
de la desalinización. La primera planta fue construida en 2006, segunda 2011,
tercera planta en evaluación ambiental (Water Corporation, 2022).
• Melbourne, la planta permanece operativa y ha entregado cerca del 25% del agua
de la ciudad entre 2016 y 2022. Producción variable de acuerdo con las precipita-
ciones y capacidad de reserva de las represas (Victoria State Government, 2022).
Australia es un país grande y con diversas condiciones climáticas. La evidencia indica
que las ciudades localizadas en lugares que han sido más marcados por disminución/
cambio en las precipitaciones han continuado utilizando, y ampliando, su capacidad
de desalinización.

4.2.2 ISRAEL
Israel está localizado en una zona desértica y tiene una población que crece cons-
tantemente. Las precipitaciones además están variando y las proyecciones indican
que a futuro podrían disminuir aún más.

COMITÉ CIENTÍFICO DE CAMBIO CLIMÁTICO 61


SECCIÓN B | OPORTUNIDADES

Los planes para potenciar el acceso al agua del país mediante la desalinización co-
menzaron en el año 2000. Hoy el país cuenta con 5 grandes plantas cuya capacidad
de producción es de 585 millones m3 anuales (18.550 l/s aproximadamente). Hoy se
encuentran en proyecto 2 plantas más con una capacidad extra de 300 millones m3.
Cuando las 7 plantas estén en operación, se espera que suplan entre 85%-90% del
consumo municipal e industrial del país (Israel Ministry of Finance, 2020). La agricul-
tura utiliza principalmente agua reciclada.
Algunos críticos señalan que en Israel se ha puesto demasiado énfasis en la oferta de
agua, mientras que poco se ha avanzado en cuanto a su demanda (Wieczorek, 2020).
Como la desalinización requiere importantes cantidades de energía para operar y ac-
tualmente la mayor parte de la electricidad israelí proviene de combustibles fósiles, la
producción de agua dulce está ligada a altas emisiones de GEI (Tal, 2018).
Seis años de seguimiento de los vertidos de salmuera han demostrado algunos im-
pactos en la calidad del agua del mar. El exceso máximo de salinidad en la capa salina
osciló entre el 4,3 y el 9,1% sobre la referencia en un área entre 2 km2 -13 km2. La
temperatura del agua de mar aumentó hasta 0,7 °C cerca de los emisores. El aumento
de la concentración de fósforo orgánico fue correlacionado con el exceso de salinidad
(Kress et al., 2020).

4.2.3 ESPAÑA
Hace aproximadamente medio siglo la desalinización tuvo el objetivo de resolver de
manera puntual la escasez en las Islas Canarias para abastecimiento de la población.
Con los avances tecnológicos, de la reducción de costos y del control de su impacto,
hace 15 años ha aumentado la incorporación de la desalinización de manera rápida,
“adoptadas sin el amplio consenso que requieren este tipo de infraestructuras” (Cabrera
et al., 2019).
La madurez tecnológica y el tiempo han propiciado que cada desalinizadora encuen-
tre su lugar y su fin, justificando la inversión efectuada. Sin embargo, hay problemas aún
pendientes de solución en la incorporación de esta nueva fuente de agua en un sistema
que integre todos los recursos, tanto los tradicionales como los nuevos. Ello exige que
los usuarios acepten su sobrecosto como un nuevo “seguro hídrico” que permita garan-
tizar el suministro de agua en todo momento.
La desalinización para la producción de alimentos se limita a cultivos que pueden
permitirse el costo de la desalinización, por ejemplo, los cultivos de invernadero,
frutales y hortalizas. La desalinización es utilizada para un incremento de la oferta hí-
drica que actúa como un “seguro” o rol estabilizador ante situaciones de sequía en el
sureste español. Sus caudales proporcionan un suministro continuo en un contexto de
disminución de la oferta de otras fuentes y se erige como una solución viable frente a
los cuestionados trasvases. Al mismo tiempo, la seguridad hídrica de la desalinización
ha servido de apoyo al turismo.

62 DESALINIZACIÓN: OPORTUNIDADES Y DESAFÍOS PARA ABORDAR LA INSEGURIDAD HÍDRICA EN CHILE`


CAPÍTULO 4 | LA DESALINIZACIÓN COMO OPCIÓN DE ADAPTACIÓN

4.2.4 CALIFORNIA
En California, los proyectos de desalinización están regulados por el State Water
Resources Control Board. California cuenta con 12 plantas desalinizadoras de agua de
mar, todas construidas con anterioridad al 2016. De estas plantas, destaca Carlsbad,
que opera desde el año 2015 con una capacidad de 180.000 m3/día y provee aproxi-
madamente el 8% del agua del Condado de San Diego. El costo de suministro es apro-
ximadamente 2 USD/m3. Su construcción involucró un costo de capital de 1.000 millones
de USD. Existen además 2 proyectos que se encuentran en etapa de autorización.
Adicionalmente existen plantas desalinizadoras de agua salobre. Actualmente se
encuentra en construcción la planta desalinizadora de Antioch, con una capacidad de
6 mgd, que abastecerá aproximadamente un tercio de la demanda de esa ciudad, con
la consiguiente reducción en la compra de agua al Contra Costa County Water District,
su principal fuente en la actualidad.
Es interesante destacar que recientementemente la California Coastal Commission
ha tenido que decidir (con resultados disímiles) sobre el otorgamiento de permiso de
dos proyectos de desalinización de tamaño relevante:

• En mayo de 2022 la California Coastal Commission rechazó el proyecto de planta


desalinizadora en Huntington Beach, que involucraba una inversión de USD 1.500
millones y una capacidad de 180.000 m3/día, destinada a abastecer de agua a
400.000 personas en Orange County. La conclusión del informe técnico de la Co-
misión fue que: El personal reconoce la necesidad de desarrollar fuentes de agua
nuevas y confiables en el sur de California, y cree que las instalaciones de desa-
linización bien planificadas y ubicadas probablemente desempeñarán un papel
en el suministro de estos suministros. Sin embargo, debido a las inconsistencias
fundamentales de este proyecto con la Ley Costera y las políticas relacionadas
con los peligros costeros, la protección y mitigación de la vida marina y la pro-
tección de los humedales y el hábitat ambientalmente sensible, así como sus
cargas poco claras pero probablemente significativas para las comunidades de
justicia ambiental, el personal está recomendando la negación del proyecto16.

• En octubre de 2022 la California Coastal Commission aprobó con condiciones


el proyecto de planta desalinizadora que la South Coast Water District (SCWD)
propone construir y operar en la Ciudad de Dana Point y dentro de Doheny Sta-
te Beach, en Orange County. La instalación con una capacidad entre 20.000 y
60.000 m3/día proporcionaría agua potable a SCWD, que sirve a Dana Point y el
área circundante, y reduciría la dependencia del área del agua importada, que
ahora proporciona alrededor del 90 % del suministro total de agua. Algunas de
las razones que indica la Comisión para aprobar este proyecto indican que: SCWD
diseñó la instalación para incluir varias características que evitan o reducen los
impactos potencialmente adversos a los recursos costeros. Por ejemplo, la ins-

16 https://www.coastal.ca.gov/meetings/agenda/#/2022/5

COMITÉ CIENTÍFICO DE CAMBIO CLIMÁTICO 63


SECCIÓN B | OPORTUNIDADES

talación usaría pozos para extraer agua de mar de debajo del fondo del océano.
Este tipo de toma subterránea evita por completo los impactos en la vida marina
durante las operaciones de la instalación. La instalación también “coubicaría” su
descarga con la de una instalación de tratamiento de aguas residuales existente,
lo que reduce sustancialmente los efectos generales que ocurrirían con dos des-
cargas separadas17.

4.3 COSTOS ASOCIADOS A LA DESALINIZACIÓN

En la evaluación de opciones de adaptación es importante conocer los costos relati-


vos de las distintas alternativas. De acuerdo con la literatura, dependiendo del tamaño
de la planta y de la tecnología involucrada se pueden observar que los costos ener-
géticos varían entre 2 y 21,35 KWh/m3 y el costo total de la producción de agua varía
entre 0,5 y 2 USD/m3.

Tipo de Opciones dentro de la Costo Costo por Fuente Tabla 4.1.


tecnología tecnología (calidad de agua energético volumen de Costo energético
puede ser un factor) [KWh/m3] agua tratado y costo por
[USD/m3] volumen de agua
desalinizada.
Wittholz Fuente: Elaboración
Para plantas con capacidades
Desalinización 0,50-2,00 et al.
mayores a 10.000 m3/d propia.
(2008)
Considera costos de energía,
mantenimiento, químicos, re- Zhu et al.
Desalinización 0,72-1,16
cambio de membrana, mano (2018)
de obra, administración, etc.
Jia et al.
RO 5 0,96
(2019)
Jia et al.
MED 17,9 2,5
(2019)
Agua desalinizada. 900-2.500
USD/m3/d de inversión de la Ghaffour
planta. El pH y la dureza del
RO 3-4 0,5-1,2 et al.
agua requieren reajustes an-
tes de ser apta para consumo (2013)
humano.
Agua desalinizada. Incluye Kim et al.
RO 3,5-4,5
post-tratamiento del agua. (2019)
Agua desalinizada apta para
Panagopo-
RO consumo humano. Planta de 2-6 0,75-1
ulos (2020)
128.000 m3/d

17 https://www.coastal.ca.gov/meetings/agenda/#/2022/10

64 DESALINIZACIÓN: OPORTUNIDADES Y DESAFÍOS PARA ABORDAR LA INSEGURIDAD HÍDRICA EN CHILE`


CAPÍTULO 4 | LA DESALINIZACIÓN COMO OPCIÓN DE ADAPTACIÓN

Tipo de Opciones dentro de la Costo Costo por Fuente


tecnología tecnología (calidad de agua energético volumen de
puede ser un factor) [KWh/m3] agua tratado
[USD/m3]
Agua desalinizada. Planta de
24.000 m3/d con sistema de
recuperación de energía. La Soliman et
RO 4-6
salmuera que expulsa tiene al. (2021)
2 o más veces más sal que el
agua de mar.
Agua desalinizada apta para
consumo humano. 900-2.000
USD/m3/d de inversión de la Ghaffour
MED planta. El pH y la dureza del 5,5-9 0,7-1,2 et al.
agua requieren reajustes an- (2013)
tes de ser apta para consumo
humano.
Panagopo-
MED Agua desalinizada. 7,7-21 1-1,3
ulos (2020)
Soliman et
MED Agua desalinizada. 14,45-21,35
al. (2021)
Al Kara-
Agua desalinizada con 10
ghouli y
MED ppm. Valores para planta de 14,45-21,35 0,95-1,5
Kazmerski
12.000 a 55.000 m3/d.
(2013)

Así también se puede obtener de manera diferenciada los costos de los diferentes
componentes involucrados en el proceso de desalinización de agua.
Es importante señalar que el análisis de la inclusión de la desalinización como medi-
da de adaptación para tender hacia la seguridad hídrica debería ser evaluada en con-
junto con otras alternativas similares que permitan disponer de un mayor volumen de
agua. En esa dirección el reúso de aguas residuales domiciliarias aparece como una
opción similar. De acuerdo al National Research Council (2012) en un estudio compa-
rado de los costos energéticos entre el reúso de aguas residuales domiciliarias (aguas
residuales municipales), y el uso de agua desalinizada marina, muestra que los costos
energéticos de tratar las aguas residuales varía entre 0,067 y 0,23 US/m3 mientras que
el costo energético de la desalinización sería de 0,82 US/m3, valores que posicionan al
reúso como una opción competitiva a la desalinización, al menos en el ámbito de los
costos energéticos de su producción.

4.4 CONCLUSIONES

La desalinización debería ser considerada como una alternativa más dentro de las
medidas del Plan de Adaptación de Recursos Hídricos (que debe estar aprobado el año
2024), denominadas como nuevas fuentes (reúso de aguas grises o servidas, trasvases
de agua, recolección de aguas lluvia o soluciones basadas en infraestructura verde).

COMITÉ CIENTÍFICO DE CAMBIO CLIMÁTICO 65


SECCIÓN B | OPORTUNIDADES

En base a la experiencia comparada con países donde la desalinización tiene un


mayor desarrollo, se puede señalar que incorporar la desalinización puede tener dis-
tintos objetivos, ya sea para un uso permanente entregando una fracción del agua
requerida por el sistema o como respaldo para enfrentar los periodos de mayor esca-
sez. Su objetivo de uso debería ser evaluado caso a caso.
La desalinización debe ser considerada como parte del sistema de gestión del agua
a nivel de cuenca y no como un sistema independiente, con el fin de apuntar hacia
una gestión integrada del agua en su globalidad, más aún, integrada con el sistema
energético. En este sentido la desalinización como medida de adaptación debería ir
acompañada de otras medidas institucionales y de gestión orientadas a la reducción
de la demanda. Es en este contexto que esta medida debe ser considerada dentro de
la discusión integral de los Planes Estratégicos de Recursos Hídricos mandatados por
la Ley Marco de Cambio Climático.
Los costos de generar agua desalinizada actualmente limitan esta opción sólo a
aquellas actividades de mayor rentabilidad económica: Industria, consumo humano,
agricultura de alta rentabilidad, turismo, entre otras. El costo por volumen de agua tra-
tado varía entre los 0,50–2,00 USD/m3 y el costo energético varía entre 2 - 21,35 KWh/
m3 dependiendo de la tecnología, el tamaño de planta, características del agua entre
otros. Cómo medida adaptación al cambio climático para enfrentar la escasez hídrica,
la desalinización debe ser evaluada teniendo a la vista las necesidades energéticas y la
fuente de esta para no agudizar la emisión de gases de efecto invernadero. Este punto
será discutido en el Capítulo 9 de este informe.

66 DESALINIZACIÓN: OPORTUNIDADES Y DESAFÍOS PARA ABORDAR LA INSEGURIDAD HÍDRICA EN CHILE`


CAPÍTULO 5
LA DESALINIZACIÓN COMO
ESTRATEGIA DE MITIGACIÓN

La mayoría de los procesos industriales, específicamente en generación de ener-


gía, requieren grandes cantidades de recursos hídricos, y a su vez, la extracción, el
transporte y el tratamiento del agua necesita una gran cantidad de energía eléctrica.
Por tanto, existe un nexo complejo entre el agua y la producción de energía, visuali-
zando un crecimiento simultáneo en la demanda del 55 % y 27 % al año 2040 res-
pectivamente (IEA, 2018; OECD, 2012; WWAP, 2018). Siguiendo esta lógica, es proba-
ble que el cambio climático y el aumento de la variabilidad hidrológica proporcionen
una mayor dependencia en las opciones de suministro de agua, con uso intensivo de
energía como el transporte de agua a largas distancias o la utilización de procesos
de desalinización (Rodríguez et al., 2013).
Actualmente existe preocupación por el potencial impacto ambiental que puedan
generar las plantas desalinizadoras, especialmente por el uso de combustibles fósiles
que contribuyen al aumento en las emisiones de GEI (Elsaid et al., 2020). Las tec-
nologías de desalinización térmica y de membrana a gran escala, pueden contribuir
sustancialmente en la huella de carbono, considerando que en el año 2020 se emitie-
ron 76 millones de toneladas de CO2 al medioambiente. Esta situación, va en aumento
cada año, producto de la incorporación de más plantas desalinizadoras alimentadas
con fuentes fósiles (Alonso et al., 2020). Es por ello que es importante considerar solu-
ciones eficientes e innovadoras que impliquen el uso de fuentes de energía renovables
(Trinh et al., 2022), siendo un segmento importante en el consumo energético total y,
que en general, tienen una huella hídrica menor que las alternativas provenientes del
carbono. Por ende, se requiere mayores incrementos de energías renovables, como la

COMITÉ CIENTÍFICO DE CAMBIO CLIMÁTICO 67


SECCIÓN B | OPORTUNIDADES

solar fotovoltaica y la eólica a mediana y/o a pequeña escala, para garantizar que se
pueda satisfacer la demanda futura de energía y agua (Faeth y Sovacool, 2014).
En esta sección se presentan las conexiones identificadas entre la industria de la
desalinización y las estrategias de mitigación existentes y futuras en nuestro país. Si
bien la desalinización no corresponde a una opción directa de mitigación, ésta puede
ser analizada desde el punto de vista de una tecnología habilitante a distintas opcio-
nes de mitigación en el marco de nuestra estrategia climática de largo plazo (ECLP)
(Ministerio del Medio Ambiente, Gobierno de Chile, 2021). Esta condición debe ser
considerada en la medida que los desafíos asociados a potenciales impactos de la
desalinización sean abordados (ver Sección B de este informe).
Analizando la tabla de asignaciones de medidas de mitigación de la ECLP (sección
5.3) se identifican las siguientes medidas de mitigación relacionadas:
• Limpieza en sistemas solares (paneles y helióstatos)
• Sector silvoagropecuario
• Uso de hidrógeno en electromovilidad e industria
A continuación, se explican cada una de estas opciones.

5.1 DESALINIZACIÓN E INDUSTRIA FOTOVOLTAICA

La limpieza de los paneles fotovoltaicos generalmente requiere utilizar agua para


eliminar el polvo, insectos y otras suciedades. Sin embargo, como ha sido comentado
ampliamente, hoy en día el agua es escasa y requiere de nuevas fuentes que sean de
calidad y cantidad suficiente. El uso de agua potable salobre –como en Arica– o de mar
presenta una alta concentración de sales minerales y es inadecuado para la limpieza
de los paneles, debido a que genera la formación de una película blanca que se adhiere
a la superficie de éstos últimos, provocando una pérdida de eficiencia y potencia de los
sistemas solares fotovoltaicos. Además, disminuye la vida útil del panel fotovoltaico.
Cabe mencionar también que la producción y distribución del agua potable requiere
de energía convencional de la red eléctrica, siendo este último un componente conta-
minante si proviene de fuentes de energía no renovables.
Los módulos fotovoltaicos son sistemas consolidados y comercialmente aceptados
que generan electricidad desde 1995. La eficiencia de la energía solar producida por
los módulos fotovoltaicos puede verse afectada por diversos factores, entre los que
destaca la acumulación de polvo. En la literatura se han analizado distintos sistemas
de limpieza asociados a los problemas de acumulación de polvo (Farrokhi Derakhsha-
ndeh et al., 2021). Si bien existen sistemas de limpieza que no hacen uso de agua, co-
mercialmente no son los más extendidos. Como una de las alternativas se perfilan los
sistemas de limpieza electrostática para regiones donde el agua es escasa. Se estima
el uso entre 75-100 L de agua por MWh producido (Solar Energy Industries Associa-
tion, 2022; Suárez et al., 2014). Con el parque solar actual del país cercano a los 6.000
MW de capacidad instalada, el uso diario de agua se estima entre 3.150-4.200 m3. La
siguiente tabla detalla el cálculo y los supuestos.

68 DESALINIZACIÓN: OPORTUNIDADES Y DESAFÍOS PARA ABORDAR LA INSEGURIDAD HÍDRICA EN CHILE`


CAPÍTULO 5 | LA DESALINIZACIÓN COMO ESTRATEGIA DE MITIGACIÓN

Capacidad Horas de sol Factor de Generación PV Vol. de agua Vol. de agua


Tabla 5.1.
instalada PV [horas/día] planta [%] [MWh/día] para limpieza para limpieza Uso diario de agua
[MW] [L/MWh] [m3/día] para limpieza de
paneles.
6.000 7 29 42.000 75-100 3.150-4.200 Fuente: Elaboración
propia.

Cabe mencionar que no se dispone de cifras más ajustadas a la realidad nacional.


Sin embargo, este orden de magnitud permite asociar el desafío de la disponibilidad
de agua con la capacidad actual de desalinizadoras en el país (Tabla 3.3, el valor de
8.535 L/s). Lo anterior implicaría el uso de un 0,5% del agua desalinizada en el país en
la medida que no fuera posible recuperar parte de la misma en el proceso de limpieza
y que el 100% de las plantas solares hicieran uso de sistemas de limpieza con agua.

5.2 DESALINIZACIÓN Y PLANTACIONES

La disponibilidad de agua a bajo costo permitiría habilitar territorios en la zona cos-


tera para su uso en la agricultura y plantaciones de manera de contribuir a los compro-
misos adquiridos por el país en su NDC actualizada (Gobierno de Chile, 2020). De esta
forma se minimizan los costos asociados a la impulsión de agua, los que al sumarse al
costo de la desalinización pueden estar por sobre la disposición a pago por parte de los
usuarios finales (Centro de Energía, Universidad de Chile et al., 2020).
Si bien esta es una opción compleja dada la casi baja disposición a pagar de la ma-
yoría de los agricultores en Chile, ella podría verse modificada a futuro, dado lo que
se observa en otros países, donde los costos del agua desalinizada se han reducido
notablemente y ha sido posible lograr que este sector pague una tarifa aceptada por
ellos (Figura 5.2).

COMITÉ CIENTÍFICO DE CAMBIO CLIMÁTICO 69


SECCIÓN B | OPORTUNIDADES

Figura 5.1. Oportunidades de desalinización y captura de carbono a través de sistemas


agrícolas y naturales.
Fuente: Elaboración propia.

Se aprecia que el sistema de desalinización puede ser suministrado a través de la


energía producida por una planta fotovoltaica o el sistema interconectado (de esta
forma se energizan las bombas, compresores y otros equipamientos requeridos).
El agua desalinizada puede ser acumulada en estanques que permitan abastecer
plantaciones a través de riego tecnificado. Un punto clave sería poder habilitar zonas
agrícolas y de vegetación nativa cercanas a la costa para así evitar los costos adicio-
nales y relevantes relacionados con la impulsión. Con un dimensionamiento adecuado
del sistema de almacenamiento, la planta de desalinización puede operar preferente-
mente en las horas de sol, utilizando el estanque como variable de holgura que permi-
ta un adecuado abastecimiento del agua al riego por gravedad. En ese sentido, existen
plantas RO-PV a pequeña escala que han sido implementadas en zonas costeras para
pescadores y mariscadores a través del Instituto Nacional de Desarrollo Sustentable
de la Pesca Artesanal y de la Acuicultura de Pequeña Escala (INDESPA)18, las que produ-
cen entre 2 m3/día y 5.789 m3/día y pueden ser replicables para la agricultura.
Por otra parte, actualmente en Chile, no existen plantas RO-PV a gran escala que
sean utilizadas exclusivamente para la agricultura. En ese sentido, se busca analizar la
factibilidad de utilizar el sol como fuente de energía del proceso de desalinización de
agua de mar, y así posibilitar impactos positivos desde el punto de vista de reducción de
emisiones CO2, así como también producir y disponer de agua para regadío. Las plan-
taciones de árboles frutales y bosques nativos permitirían una captura permanente de

18 SUBPESCA, 2021. Desaladoras, internet y reparación de embarcaciones: Gobierno dispone fondo por
más de $1.100 millones para apoyar a pescadores. Disponible en: https://www.subpesca.cl/portal/617/
w3-article-110582.html (acceso 18 noviembre 2022).

70 DESALINIZACIÓN: OPORTUNIDADES Y DESAFÍOS PARA ABORDAR LA INSEGURIDAD HÍDRICA EN CHILE`


CAPÍTULO 5 | LA DESALINIZACIÓN COMO ESTRATEGIA DE MITIGACIÓN

carbono de la atmósfera. La importancia de la preservación de los ecosistemas bosco-


sos, como la recuperación de bosques nativos en el sur de Chile u otras zonas del país,
permite brindar seguridad hídrica, contribuyendo a la preservación de la biodiversidad,
a la mitigación de daños y riesgo de desastres. Las plantaciones de árboles frutales y
bosques nativos permitirían una captura permanente de carbono de la atmósfera.
La importancia de la preservación de los ecosistemas boscosos, como la recupe-
ración de bosques nativos en el sur de Chile u otras zonas del país, permite brindar
seguridad hídrica, contribuyendo a la preservación de la biodiversidad, a la mitigación
de daños y riesgo de desastres. Además, el aumento de bosques tiene una relación di-
recta con el bienestar de las personas en aspectos como salud, identidad, entre otros,
además de beneficios culturales y de turismo (Faúndez Carrillo, 2020). El análisis que
se presenta puede extenderse a otras fuentes de generación, como la energía eólica,
marina o geotérmica. Sin embargo, este tipo de opciones deben a su vez evaluar
previamente los impactos en el territorio producto de estos nuevos usos.
Por otro lado, cabe mencionar que dentro de los usos del agua permeada a partir
de tecnologías de desalinización por membranas y que son sistemas que promueven
la mitigación de contaminantes al medio ambiente, se encuentra la fertirrigación19,
una alternativa para que las plantaciones sean más sostenibles. Asimismo, otros de
los usos de los desechos de los procesos de desalinización, son los nutrientes en agua
para utilizar en la agricultura. La concentración de nutrientes mediante la tecnología
de membranas son una potente opción de tratamiento para la producción combinada
de cultivos y agua potable (Suwaileh et al., 2020).
Una de las grandes preocupaciones ambientales a la hora de implementar una
planta desalinizadora, es la disposición final de las salmueras o aguas de rechazo
(ver Capítulo 7), las cuales pueden provocar un daño ambiental principalmente en los
ecosistemas marinos costeros (Cornejo-Ponce et al., 2020). Sin embargo, estas pueden
ser una fuente constante y excelente de minerales para alimentar plantas hidropónicas
o acuapónicas sustentadas energéticamente a través de energía solar fotovoltaica. En
el caso de las primeras plantas, la salmuera puede utilizarse como solución nutritiva
para la producción de cultivos, considerando que los frutos producidos de esta mane-
ra presentan mejores parámetros organolépticos tras su crecimiento en condiciones
salinas (Jiménez-Arias et al., 2022).
En el caso de la acuaponia, el uso del agua permeada obtenida de una planta des-
alinizadora (RO) para ser utilizada en un sistema de recirculación acuapónico es una
opción a evaluar. Además, considerando que esta planta utiliza los residuos salinos en
el cultivo de plantas halófitas (forrajeras) y además, es sustentada por energía solar,
hacen que este tipo de iniciativas que fomentan la Economía Circular sean amigables
con el medioambiente. Este tipo de alternativas, busca mitigar los GEI y la contami-

19 Este uso se da en países como España y Kuwait, donde utilizan el 22% y 13 % del agua desaliniza-
da para la fertirrigación respectivamente, considerando una capacidad total de desalinización de 1,4
millones de m3/día para España y 1 millón de m3/día para Kuwait. Asimismo, Italia y Bahrein tienen una
capacidad de desalinización de 64.700 m3/día y 620.000 m3/día, pero sólo utilizan una pequeña propor-
ción de agua desalinizada, el 1,5% y el 0,4%, para la agricultura (Suwaileh et al., 2020).

COMITÉ CIENTÍFICO DE CAMBIO CLIMÁTICO 71


SECCIÓN B | OPORTUNIDADES

nación por exceso de sales ya sea en la tierra o en océanos. Así como también, está en
concordancia con los Objetivos de Desarrollo Sostenible 1, 2, 7, 10 y 11 (Figura 5.3).

Figura 5.2.
Economía Circular
del uso de agua
producto y residuos
(salmueras) en
un Sistema de
SISTEMA INTEGRADO Recirculación
RECIRCULACIÓN ACUÍPONICO Acuapónico,
considerando los
SISTEMA SOLAR principios de la
FOTOVOLTAICO economía circular.
Fuente: Cornejo-
Ponce et al. (2022)
DESALINIZACIÓN
SALMUERA
Y AGUAS
RESIDUALES

ECONOMÍA
CIRCULAR

FORRAJERA
HALÓFITA

5.3 DESALINIZACIÓN E HIDRÓGENO

El hidrógeno desempeñará un papel clave en el futuro sistema energético mun-


dial, constituyendo un pilar clave hacia la transformación energética con el objeti-
vo de promover la descarbonización, al igual que ha propuesto el Gobierno de Chile.
Para ello, mediante la electrólisis del agua (a baja temperatura) se puede producir
hidrógeno, y si se sustenta mediante la generación de electricidad a través de energía
renovable, representa el denominado H2 verde (H2V) que implica cero emisiones de
gases de efecto invernadero (GEI). Para producir la electrólisis se aplica un voltaje
externo sobre un par de electrodos sumergidos en un electrolito conductor iónico
obteniéndose la descomposición electroquímica del agua en H2 y O2. El consumo
específico de electricidad en estado estacionario para la producción de H2 depende
del tipo de electrolizador y de las condiciones termodinámicas de funcionamiento
(temperatura y presión) (Gallardo et al., 2021).

72 DESALINIZACIÓN: OPORTUNIDADES Y DESAFÍOS PARA ABORDAR LA INSEGURIDAD HÍDRICA EN CHILE`


CAPÍTULO 5 | LA DESALINIZACIÓN COMO ESTRATEGIA DE MITIGACIÓN

A nivel mundial, casi el 96% de la producción de hidrógeno es a través de métodos


de producción convencionales donde se utilizan combustibles fósiles, el 50% se lleva
a cabo mediante el reformado de vapor del gas natural, el 30% de las refinerías de pe-
tróleo y el 18% se lleva a cabo a partir de la gasificación del carbón (Siddiqui y Dincer,
2018). Es por ello, que se prevé que la mayor parte del hidrógeno (H2V) producido en
Chile emplee agua de mar o salobres continentales para la electrólisis (Palma-Behnke
et al., 2021). Consecuentemente, las expectativas de exportación de hidrógeno y pro-
ductos derivados generarán una demanda por agua desalinizada que debe considerar
los impactos ambientales analizados en este informe. A ello se suma el hecho de que
las plantas de electrólisis probablemente serán de gran volumen, con el fin de poder
aprovechar las economías de escala presente en esta industria. En ese sentido, con el
fin de poder dimensionar este posible impacto, a continuación, se presenta una esti-
mación de las implicancias de este desarrollo. Para ello, se ha tomado como referencia
la Estrategia Nacional de Hidrógeno Verde donde, para el año 2030, se establece una
meta de 25 GW de capacidad de electrólisis para la producción de hidrógeno a través
de electrólisis verde (Ministerio de Energía, 2022).
Los 25 GW en electrolizadores podrían ser suministrados por 25 GW de potencia
instalada ERNC, la que con un factor de planta estimado de un 29% permitiría sumi-
nistrar 175.000 MWh/día. Esta energía sería suficiente para producir 3.500 toneladas
de hidrógeno al día (se supone para ello un consumo de 50 kWh/kg de H2). Finalmente,
suponiendo que se requieren 11 L de H2O/kg H2, se llega a la necesidad de 38.500
m3 H2O/día o bien 446 L/s. Siguiendo el ejemplo de la sección anterior, esta cifra
representa cerca del 5% de la producción actual de agua desalinizada que asciende
a 8.535 L/s. Esto contrasta con el uso adicional de energía eléctrica requerida para
el proceso de ósmosis inversa, que sólo corresponde a 33 MW adicionales de ERNC
considerando 6 kWh/m3 de agua desalinizada (se asume que no hay gastos energéti-
cos adicionales en impulsión). El cálculo da cuenta de un factor de magnitud de 1000
entre la energía que se requiere para la electrólisis respecto de la que se utiliza para
desalinizar el agua correspondiente.

Tabla 5.2. Estimación del uso de agua desalinizada y energía para la industria del hidrógeno.
Fuente: Elaboración propia.

Producción de hidrógeno
Horas Factor Producción Producción Producción Producción
Potencia Consumo Volumen
de sol planta Energética hidrógeno de agua de agua
MW ERNC kWh/kg H2 L H2O/kg H2
horas/día [%] MWh/día tonH2/día m3 H20/día l/s

25.000 7 29 175.000 50 11 3.500 38.500 446

Desalinización
Consumo de energía Consumo de energía Capacidad ERNC
[kWh/m3H2O] [MWh/día] [MW]

2-6 77-231 77-231

COMITÉ CIENTÍFICO DE CAMBIO CLIMÁTICO 73


SECCIÓN B | OPORTUNIDADES

En cuanto al consumo de agua en la electrólisis frente al impacto del H2V en la mi-


tigación de emisiones, es importante entender la magnitud de ambas dimensiones.
Para ello, se menciona el siguiente caso de estudio de la industria minera. De acuerdo
con estudios de análisis de mercado publicados por COCHILCO para el año 2019, es
posible considerar alrededor de 1.500 camiones de extracción (CAEX) en el país, con
un consumo promedio de diésel de 3.600 L/día por CAEX, lo que se estima en cerca de
5.000 ktCO2/año por el total de camiones, representando un 81% de las emisiones
del total de la minería del cobre en Chile. Estas emisiones producto de los CAEX repre-
sentan el 5,5% del total de emisiones a nivel país, considerando los valores del Banco
Mundial para el mismo año.
En cuanto al consumo de agua necesario en la producción de hidrógeno para sus-
tituir eventualmente el diésel en los CAEX, se listan ciertos supuestos en la Tabla 5.3
para el cálculo realizado, donde se iguala la energía útil del diésel en el motor de com-
bustión interna y la del hidrógeno en el motor en base a celda de combustible, para
obtener la cantidad de H2 necesaria por camión. En cuanto a la flota total de CAEX, se
estima un total aproximado de 888,6 toneladas de hidrógeno al día, lo que representa
un consumo de agua para la electrólisis de 9.775 m3/día.

Tabla 5.3.
Ítem Cantidad Unidad
Supuestos para
Flota de extracción 1.500 camiones el cálculo del
consumo de
Consumo diario de diésel por camión 3.600 l/día agua para H2
en CAEX.
Energía por litro de diésel 10,96 kWh/l Fuente: Elaboración
propia con base
Eficiencia motores combustión interna 30 %
en información de
Energía por kg de H2 33,3 kWh/kg COCHILCO y Banco
Mundial.
Eficiencia celdas de combustible 60 %

Consumo de agua en electrólisis 11 l/kgH2

De acuerdo a informes sobre proyección del consumo de agua de la minería del


cobre realizado por COCHILCO, se estima que para este año 2022 el consumo alcanza
los 19,29 m3/s a nivel nacional, lo que representaría 1.666.656 m3/día. Volviendo al
caso del hidrógeno para los CAEX, el agua necesaria para la electrólisis sería tan solo
el 0,6% del agua que hoy se consume en la minería del cobre, pero podría impactar
en la reducción del 81% de las emisiones de esta industria, y 5,5% de las emisiones
totales del país. Este caso de estudio, si bien tan solo es representativo, sí permite
dimensionar el gran potencial de mitigación de emisiones del hidrógeno verde en con-
traste con el consumo de agua para la electrólisis, el cual es relativamente pequeño
al consumo actual de agua en la minería del cobre.

74 DESALINIZACIÓN: OPORTUNIDADES Y DESAFÍOS PARA ABORDAR LA INSEGURIDAD HÍDRICA EN CHILE`


CAPÍTULO 5 | LA DESALINIZACIÓN COMO ESTRATEGIA DE MITIGACIÓN

Debido a la necesidad de bajos niveles de conductividad del agua para su uso en


electrolizadores, el agua osmotizada es un mejor insumo que el agua de fuentes con-
tinentales, ya que estas últimas, además de variables, pueden llegar a niveles de con-
ductividad sobre los 3.500 µS/cm, como el caso del Río Camarones, mientras que el
agua desalinizada ronda los 140 µS/cm. A pesar de ello, esta agua de baja conductivi-
dad también debe ser sometida a un tratamiento para desionizarla y llevarla a niveles
bajo los 0,1 µS/cm para ser usada en los electrolizadores. Ante la escasez de aguas
continentales producto de las sequías y el sobreconsumo, y las mejores características
que posee el agua desalinizada, la desalinización será clave para habilitar esta nueva
industria del hidrógeno, donde cada litro de agua desalinizada impactará en gran me-
dida a la mitigación de emisiones.
Cabe mencionar que la producción de hidrógeno a base de electrólisis requiere
de una operación continua de la planta de manera de poder maximizar su eficien-
cia y minimizar las fallas o deterioro de las membranas. En este sentido, es necesario
considerar la variabilidad de los recursos renovables y de los posibles requerimientos
de complementariedad con otros recursos renovables o bien integrando sistemas de
almacenamiento. A partir de la electrólisis del agua no solo se produce hidrógeno,
sino también oxígeno, los cuales pueden utilizarse directamente para el transporte y
el sector industrial como fuentes de energía primaria. El hidrógeno es un portador de
energía que puede utilizarse directamente en los vehículos de pila de combustible
y en el sector industrial (Kumar et al., 2022).

5.4 CONCLUSIONES

En esta sección se presentan las conexiones identificadas entre la industria de la


desalinización y las estrategias de mitigación existentes y futuras en nuestro país.
La desalinización no corresponde a una opción directa de mitigación. Sin embargo,
esta industria puede ser analizada desde el punto de vista de una tecnología habili-
tante a distintas opciones de mitigación en el marco de nuestra estrategia climática
de largo plazo, entre las que destacan:

• Limpieza en sistemas solares (paneles y helióstatos)


• Sector silvoagropecuario
• Uso de hidrógeno en electromovilidad e industria

El agua y la energía son vitales para el desarrollo sostenible de las personas, para el
crecimiento y fortalecimiento del sector agrícola, industrial, transporte, entre otros,
siendo su valor cada día mayor, debido a su escasez, baja disponibilidad y la falta de
acceso a estos recursos. Por tanto, el uso de este tipo de tecnologías expuestas en
este capítulo, principalmente la desalinización para la obtención de agua para regadío
e industria, pueden ser una buena alternativa para la mitigación de los GE mediante el
nexo de tecnologías de desalinización con sistemas fotovoltaicos, sobre todo en zonas
costeras, zonas aisladas, zonas áridas y semiáridas, donde la falta de agua y energía

COMITÉ CIENTÍFICO DE CAMBIO CLIMÁTICO 75


SECCIÓN B | OPORTUNIDADES

es crítica. Así como también, el producto de rechazo de las plantas desalinizadoras,


principalmente las salmueras, pueden ser reutilizadas en cultivo de plantas resistentes
a las altas salinidades.
La implementación de plantas a pequeña, mediana y gran escala en Chile para
la agricultura aún es un tema incipiente pero prometedor. El disponer de agua hoy en
día es fundamental considerando que actualmente existen 16 decretos de escasez
vigente a octubre 2022 (DGA, 2022). Debiera considerarse el cultivo de plantas resis-
tentes a altas salinidades u ornamentación de los jardines de las ciudades o localidades
donde se implementen estas plantas.
El nexo de desalinización con sistemas fotovoltaicos para temas de limpieza plantea
el desafío de identificar las mejores tecnologías para este fin, ojalá minimizando los re-
querimientos directos de un agua obtenida por ejemplo a través de una hidroeléctrica.
Finalmente, se debiera considerar fomentar plantas desalinizadoras multipropósito,
es decir, que el uso del agua permeada sea para diferentes propósitos, tales como: agua
para consumo humano (NCh409/1.Of2005), agua Industrial (típicamente TDS < 2000
ppm y cloruros < 500 ppm), agua para riego (NCh1333:1978 Mod.1987), agua pura (cal-
deras, turbinas, etc.). Estas plantas, normalmente pueden comercializarse a sanitarias,
mineras, entre otros: sanitarias, mineras, otros (APR, sociedades de regantes, polos in-
dustriales, entre otros) (ACADES, 2022). Todo lo anterior en una conexión directa como
estrategia de mitigación, al utilizar PV como energía eléctrica.

76 DESALINIZACIÓN: OPORTUNIDADES Y DESAFÍOS PARA ABORDAR LA INSEGURIDAD HÍDRICA EN CHILE`


SECCIÓN C
DESAFÍOS DE
LA DESALINIZACIÓN

COMITÉ CIENTÍFICO DE CAMBIO CLIMÁTICO 77


CAPÍTULO 6
INTERACCIÓN DE LA
DESCARGA DE SALMUERA
CON EL MEDIO FÍSICO

6.1 INTRODUCCIÓN

En este capítulo se describen algunos aspectos relacionados con la evaluación


del área de influencia (AI) de descargas de salmuera provenientes de emisarios sub-
marinos. Existen diversas formas de disponer la salmuera proveniente de plantas desa-
linizadoras (sección 3.3.6). No obstante, la forma convencional de disponer la salmuera
en proyectos medianos y grandes suele ser mediante emisarios submarinos. La Figura
6.1a y 6.1b ilustran el lanzamiento de un emisario en la Bahía de Mejillones y muestra
el detalle del difusor y las boquillas de descarga (denominadas también portas, risers
o jets), que se ubican en el fondo marino durante la fase de operación; mientras que
la Figura 6.1c y 6.1d muestran la descarga de salmuera desde una de las boquillas
de un emisario y esquematiza una pluma salina sometida a una corriente. Se observan
las regiones de campo cercano20, dominada por el diseño del difusor, y la de campo
lejano, donde la pluma se mezcla como una corriente de turbidez.

6.2 MODELACIÓN DEL ÁREA DE INFLUENCIA DE UNA


DESCARGA DE SALMUERA

En Chile y en el contexto de la evaluación de impacto ambiental de proyectos


bajo jurisdicción de la Autoridad Marítima, DIRECTEMAR dispone de una Guía para el

20 Pese a no existir una definición precisa se puede entender el campo cercano como una distancia del
orden de metros a decenas de metros en torno al punto de descarga.

78 DESALINIZACIÓN: OPORTUNIDADES Y DESAFÍOS PARA ABORDAR LA INSEGURIDAD HÍDRICA EN CHILE`


CAPÍTULO 6 | INTERACCIÓN DE LA DESCARGA DE SALMUERA CON EL MEDIO FÍSICO

modelado de la hidrodinámica y del proceso de mezcla de descargas salinas y térmicas


asociadas a proyectos de plantas termoeléctricas y desalinizadoras (Winckler, 2021).
En dicha guía, se define el AI como “el lugar geométrico, en planta, donde se exce-
den límites máximos admisibles de variables como la salinidad, temperatura u otras
sustancias” producto de una descarga proveniente de un emisario submarino. La guía
aborda la modelación del comportamiento físico de las plumas de boyantes negativa
(efluente más denso que el medio), como la salmuera y boyantes positiva (efluente
más liviano que el medio), como aquellas provenientes de sistemas de enfriamiento
o de plantas de aguas servidas. En ambos tipos de plumas, la mezcla en el campo
cercano está dominada por la boyantes y el momentum de la descarga actuando a
una escala espacial del orden de metros y a una escala temporal del orden de minutos.
La eficiencia del proceso de mezcla depende del diseño del emisario submarino, de las
características del efluente y del medio receptor.
En particular, la hipersalinidad de una descarga de salmuera se traduce en una flo-
tabilidad negativa, aun cuando existan incrementos en la temperatura (que tiende a
reducir su densidad) luego del proceso de desalinización en tierra. Una vez descargada,
la pluma salina describe una trayectoria aproximadamente parabólica en la región de
campo cercano, que es definida por el balance entre el momentum de los chorros y la
gravedad. Esta región tiene un alcance de varios metros a pocas decenas de metros,
dependiendo de la configuración de la descarga. Una vez que la pluma impacta el fon-
do, se comporta como una corriente de gravedad, característica de la región de campo
lejano. En esta región, el flujo depende de la diferencia de densidad entre la salmuera y
el medio, de la batimetría, la rugosidad, las corrientes y el efecto del oleaje en el fondo.
El proceso de mezcla responde a escalas espaciales del orden de decenas de metros.

Figura 6.1. Descarga de salmuera: a) Lanzamiento de un emisario en la Bahía de Mejillones21.


b) Detalle del difusor y las portas de descarga durante el lanzamiento de un emisario en la
misma bahía22. c) Descarga de salmuera desde una porta23. d) Esquema de una pluma salina
sometida a una corriente. Fuente: Elaboración propia y Winckler (2021).

a)

21 https://vimeo.com/228743252
22 https://www.opesltda.cl/emisarios
23 www.cnbc.com/video/2019/10/20/the-impact-of-desalination-plants.html

COMITÉ CIENTÍFICO DE CAMBIO CLIMÁTICO 79


SECCIÓN C | DESAFÍOS DE LA DESALINIZACIÓN

b)

c)

d)

Los esfuerzos por reducir el AI se centran en el campo cercano y se materializan


usualmente mediante los emisarios submarinos, cuyos difusores tienen varias boqui-
llas de descarga para maximizar la dilución. La eficiencia del proceso de descarga de-
pende de la profundidad del difusor, de la longitud, tamaño y espaciamiento de boqui-
llas y del patrón de corrientes en el sitio, entre otros factores. Las descargas con una
rápida dilución inicial en áreas de buena circulación acotan los impactos a pocas de-
cenas de metros mientras que aquellas diseñadas de manera deficiente pueden causar
alteraciones en la comunidad de pastos marinos y sistemas de sedimentos blandos
(Jenkins et al., 2012).

80 DESALINIZACIÓN: OPORTUNIDADES Y DESAFÍOS PARA ABORDAR LA INSEGURIDAD HÍDRICA EN CHILE`


CAPÍTULO 6 | INTERACCIÓN DE LA DESCARGA DE SALMUERA CON EL MEDIO FÍSICO

Figura 6.2.
Modelo físico
que muestra una
pluma de boyantes
negativa (salmuera)
mezclándose en el
fondo. Se observan
altas concentracio-
nes de la descarga
el avance del frente
salino hacia las
zonas más bajas.
El relieve está
caracterizado por
curvas.
Fuente: Laboceano
(s.f.)24.

24 https://ingenie-
riaoceanica.uv.cl/lab-
oceano

Para estimar el AI de la descarga en el medio, se debe caracterizar el campo hidro-


dinámico y el proceso de mezcla en un dominio lo suficientemente grande como para
incluir la escala de los procesos físicos asociados a la descarga. Las corrientes forzadas
por los vientos, marea y oleaje, son las que presentan mayor relevancia en la circula-
ción, pero también existen aquellas generadas cerca de desembocaduras y aquellas
generadas por gradientes densimétricos en zonas de mezcla de agua dulce y salada.
En la modelación de una pluma de descarga, es necesario identificar los forzantes que
generan corrientes cuya magnitud es relevante en el proceso de mezcla. Para ello, es
pertinente contar con mediciones simultáneas de vientos, marea y oleaje, de forma de
determinar la influencia relativa de cada forzante en el patrón de corrientes. En la ac-
tualidad, los estudios oceanográficos asociados a proyectos costeros se rigen bajo la
Publicación 3201 Especificaciones técnicas para mediciones y análisis oceanográficos
(SHOA, 2019), que exige dos campañas oceanográficas anuales de un mes cada una.
La guía de modelación (Winckler, 2021) también recomienda solicitar batimetrías
de alta resolución en la descarga pues la salmuera de mezcla y transporta como una
corriente de turbidez en el campo lejano, siguiendo la gradiente del terreno.
Para delimitar el AI, se compara la salinidad modelada con límites máximos admisi-
bles. En Chile no existen criterios normativos que definan estos límites y, en concordan-
cia con el Reglamento del SEA (MMA, 2014; Art.11), se recurre a normas internacionales
para definirlos (ver Capítulo 10). Winckler (2021) efectúa una revisión de los límites
críticos de salinidad en países como Abu Dhabi, EEUU, España, Japón y Omán. Sin embar-
go, es frecuente utilizar las recomendaciones australianas (ANZECC & ARMCANZ, 2000,
2018), que establecen como estándar ambiental aceptable un incremento inferior a 5%

COMITÉ CIENTÍFICO DE CAMBIO CLIMÁTICO 81


SECCIÓN C | DESAFÍOS DE LA DESALINIZACIÓN

de la salinidad base del medio marino receptor25. El D.S. 90, por otra parte, no establece
límites máximos de salinidad para descarga de residuos líquidos a cuerpos de agua ma-
rinos en o fuera de la Zona de Protección Litoral.
La salmuera también puede contener compuestos utilizados en la limpieza de filtros
y membranas, anti-incrustantes, anticorrosivos, antifouling, y metales pesados. En la
realidad nacional, no obstante, la modelación se remite a evaluar el incremento de sa-
linidad, sin considerar modelos de calidad de aguas , el impacto sobre organismos y los
efectos sinérgicos con otras descargas. En otras palabras, se utiliza la salinidad como un
proxy de los eventuales impactos al medio. Jenkins et al. (2012) presentan un resumen
de referencias bibliográficas sobre los efectos biológicos de la salmuera sobre diversos
peces y comunidades bentónicas, efectuados mediante técnicas de laboratorio o estu-
dio de campo, en diferentes lugares y bajo diferentes condiciones de exposición. Este
tipo de información podría servir para migrar desde los actuales modelos de cálculo de
excesos de salinidad a modelos de impacto ecológico.
En el análisis del AI, se debieran modelar las condiciones medias y extremas a la que
la pluma de descarga será sometida durante la vida útil del emisario. Mediante un aná-
lisis de sensibilidad, asimismo, se pueden identificar las forzantes que condicionan el
proceso de mezcla, optimizar el difusor de descarga y cuantificar la incertidumbre en
el cálculo del AI. La modelación puede contemplar desde casos simplificados para cada
forzante en forma individual a casos con todas las forzantes actuando simultáneamente,
lo que rescata de mejor manera la naturaleza estocástica del proceso de mezcla.
La definición de casos debiera considerar: a) una condición de baja circulación asociada
a alta concentración cerca de la descarga y extensión reducida de la pluma, b) condi-
ciones medias que se asocian a la operación normal de la descarga y c) condiciones
extremas asociadas a baja concentración cerca de la descarga, pero alta extensión de
la pluma. En la actualidad, es recomendable evaluar combinaciones de forzantes
durante un mes continuo de simulación para condiciones de verano e invierno, pues son
consistentes con los requerimientos de la Pub. 3201. Idealmente, deberían contem-
plarse campañas de mayor duración para proyectos grandes. El Anexo 5 presenta un
resumen de elementos de modelación adicionales, basado en Winckler (2021).

6.3 MONITOREO AMBIENTAL DE UNA DESCARGA DE SALMUERA

El monitoreo del medio marino forma parte esencial de la gestión de sistemas


de descarga de plumas salinas, pues permite verificar que, durante la operación, se
cumpla con los requerimientos ambientales, esto es, que no se exceda el AI. Asimis-
mo, otorga información relevante para planificar expansiones o modificaciones del
sistema (Ludwig, 1988). Un programa de monitoreo debe contemplar las fases de
levantamiento de la línea base, construcción, operación, cierre y abandono (Lattemann

25 Disponible en www.waterquality.gov.au/anz- guidelines/resources/previous-guidelines/anzecc-arm-


canz-2000 y sucedida por Revised Water Quality Guidelines (2018), disponible únicamente online en
www.waterquality.gov.au/anz-guidelines.

82 DESALINIZACIÓN: OPORTUNIDADES Y DESAFÍOS PARA ABORDAR LA INSEGURIDAD HÍDRICA EN CHILE`


CAPÍTULO 6 | INTERACCIÓN DE LA DESCARGA DE SALMUERA CON EL MEDIO FÍSICO

& Amy, 2013). Asimismo, debe contemplar el análisis de parámetros físicos, químicos
y biológicos en la descarga, medio receptor, sedimentos, flora y fauna marina en su
AI. Con el fin de homogeneizar el procedimiento de medición en el marco de la modela-
ción, se sugiere efectuar las mediciones de variables olas, vientos, mareas y corrientes,
de acuerdo con los requerimientos establecidos en la Publicación 3201 (SHOA, 2019)
en lo relativo a instalación, estrategia de muestreo, fuentes de datos, validación
métodos, duración de la medición, análisis y presentación informe.
El programa de monitoreo debe considerar una zona lo suficientemente amplia
como para incluir el AI y las zonas de usos especiales del cuerpo de agua. El muestreo
busca recolectar muestras representativas del medio para determinar las propiedades
del flujo y el grado en el que las descargas podrían entrar en el ambiente circundan-
te. El número y/o frecuencia del muestreo deben basarse en el tipo de información
estadística deseada y en la naturaleza del material a recolectar. Winckler (2021)
propone esquemas mínimos para el programa de monitoreo de vientos, corrientes,
mareas, oleaje, salinidad y temperatura en la descarga para cuerpos de parcial prote-
gidos como bahías y zonas expuestas (Figura 6.3). Estos esquemas incluyen estaciones
de temperatura y/o salinidad en zonas de usos especiales, ejemplificadas mediante
una AMERB en los diagramas.
En el monitoreo de vigilancia ambiental de desalinizadoras, además de aquellos
puntos indicados en la Figura 6.3, se debiera medir a lo largo de los valles sumergidos
a través de los cuales fluye la salmuera (Figura 6.2). La medición debiera efectuarse lo
más cercano al fondo, en la medida que la medición o toma de muestras lo permita.
Alternativamente, se podrían efectuar ensayos con un trazador inocuo durante el ini-
cio de las operaciones, que en combinación con filmaciones submarinas y señalizacio-
nes (e.g. estacas), permitan identificar la extensión de la pluma de salmuera.
Para caracterizar la estructura vertical del medio receptor, es necesario también
medir perfiles verticales de velocidad de corrientes y salinidad en diferentes estacio-
nes del año o condiciones oceanográficas e hidrográficas reconocidas (ejemplos pe-
ríodos favorables y no favorables a surgencias costeras, periodo seco o húmedo) . Esto
es necesario pues usualmente habrá cambios en estratificación halina y térmica que
varía según la ubicación geográfica, ya que depende de la descarga de ríos (máximo en
invierno) o calentamiento superficial (máxima en verano) y de otros factores como la
mezcla vertical y corrientes dominantes. La estratificación es relevante en las plumas
térmicas que tienden a quedar atrapadas en la picnoclina (capa que exhibe un cambio
súbito en su densidad), pero menos importante para plumas de boyante negativa. El
posicionamiento del instrumental debe ser conforme a las especificaciones de la Pu-
blicación 3109 (SHOA, 2005) y la Publicación 3201 (SHOA, 2019). A objeto de comparar
las condiciones ambientales sin o con proyecto, se debe garantizar que la posición de
los instrumentos de medición que se usan para calibrar y validar el modelo numérico
sea replicada en el Programa de Vigilancia Ambiental.

COMITÉ CIENTÍFICO DE CAMBIO CLIMÁTICO 83


SECCIÓN C | DESAFÍOS DE LA DESALINIZACIÓN

a) b) Figura 6.3.
Propuestas de
posicionamiento
de estaciones
para el monitoreo
para el pre-diseño
en a) bahías y b)
costas abiertas.
c-f) Diferentes
esquemas para
un programa
de vigilancia
ambiental.
Fuente: Winckler
(2021).

c) d)

e) f)

84 DESALINIZACIÓN: OPORTUNIDADES Y DESAFÍOS PARA ABORDAR LA INSEGURIDAD HÍDRICA EN CHILE`


CAPÍTULO 6 | INTERACCIÓN DE LA DESCARGA DE SALMUERA CON EL MEDIO FÍSICO

6.4 CONCLUSIONES

El alcance y complejidad de la modelación y del monitoreo del sistema de descarga


debieran ser acordes al tamaño de la planta, medido a través del caudal de descarga26,
o definido por la existencia (o ausencia) de zonas de conservación, manejo o aque-
llas donde existan especies sensibles. Esto se recoge, parcialmente, en la Guía para la
evaluación ambiental de proyectos industriales de desalinización en jurisdicción de
a autoridad marítima27 (DIRECTEMAR, 2021), que aplica para proyectos cuya capacidad
de producción supere los 1.000 m3/d. Asimismo, la modelación y el monitoreo debieran
contemplar las fases de levantamiento de la línea base, construcción, operación, cierre
y abandono, como se recomienda en la misma guía DIRECTEMAR (2021).
Con el objeto de mejorar la estimación del Área de Influencia, en la modelación se
debieran considerar las fluctuaciones diarias, la estacionalidad, las tendencias a largo
plazo y los fenómenos extremos (e.g., surgencia, surazos y marejadas) que afectarán
el funcionamiento de la descarga durante su vida útil. Aun cuando no sea una práctica
en la consultoría actual, se recomienda por ende modelar las descargas (y diseñar los
emisarios) considerando proyecciones climáticas de forzantes hidrodinámicos (oleaje,
viento y nivel del mar) y físicoquímicos que definen la estratificación de la columna de
agua (temperatura superficial, salinidad ambiente y densidad).
Por otra parte, la modelación actualmente se centra en el incremento en la salinidad
inducida por la descarga en el medio, sin contemplar la calidad del agua (medida a tra-
vés de DBO, clorofila y sustancias presentes en la descarga), el impacto sobre organis-
mos (e.g. bioacumulación) y los efectos sinérgicos con otras descargas que podrían ser
incorporados en la medida que se desarrolle investigación aplicada a nivel nacional.
Para mejorar estas medidas, se deberían estandarizar las bases de datos generadas
en estudios existentes (registros y modelos) y que permitirían, por ejemplo, modelar
varias descargas en forma simultánea en zonas donde hay un uso industrial intensivo.
En la misma línea, las plantas presentes y proyectadas debieran contar con sistemas
de vigilancia y monitoreo continuo que avisen cuando alguna variable sobrepase un
umbral determinado y que, simultáneamente, almacenen información en tiempo real
y de acceso público. El ejemplo del CENDHOC28 representa un avance en el acceso a
este tipo de información, aun cuando su disponibilidad sea gratuita sólo para fines de
investigación y su disponibilidad no sea necesariamente estandarizada. Por otra parte,
existen grupos de trabajo que han monitoreado la concentración de sal en plumas de
descarga mediante grillados espaciales29 que podrían servir de insumo para la calibra-
ción y validación de modelos.

26 En este sentido, se podrían seguir ejemplos como los del diseño de estructuras antisísmicas (NCh.433),
donde las metodologías de cálculo dependen del tamaño de la edificación, siendo más complejas para
edificios altos.
27https://www.directemar.cl/directemar/intereses-maritimos/medio-ambiente-acuatico/guias-para-
proyectos-de-desalacion
28 https://www.arcgis.com/home/item.html?id=3b10e791a3b248cfb7400692b9654a33
29 Planta de La Chimba, en Antofagasta http://aquatox.cl/team/

COMITÉ CIENTÍFICO DE CAMBIO CLIMÁTICO 85


SECCIÓN C | DESAFÍOS DE LA DESALINIZACIÓN

En forma más ambiciosa, se deberían implementar programas de monitoreo de


largo plazo pues son claves para el diseño e implementación de medidas de miti-
gación efectivas. Para facilitar este proceso desde la concepción de un proyecto, se
debiera garantizar que la posición de los instrumentos de medición utilizados en
la Línea Base (usualmente usados para calibrar y validar los modelos) sea replicada
en el Programa de Vigilancia Ambiental, pues de esa forma se podrían comparar las
condiciones ambientales sin o con proyecto. Eventualmente, el plan de monitoreo
podría reducir su cobertura en la medida que se identifiquen aquellas estaciones que
sean buenas predictoras del comportamiento de la descarga. Se debieran explorar
asimismo, herramientas de monitoreo basadas en imágenes satelitales, que hoy se
utilizan para monitorear la erosión costera, la apertura de desembocaduras o el tama-
ño de las plumas de descarga de los ríos. Esta idea, no obstante, requiere de investiga-
ción pues su factibilidad aún no está probada.

86 DESALINIZACIÓN: OPORTUNIDADES Y DESAFÍOS PARA ABORDAR LA INSEGURIDAD HÍDRICA EN CHILE`


CAPÍTULO 7
CAPTACIÓN DE AGUA, DESCARGA
DE EFLUENTES (SALMUERA, USO DE
AGUA DESALADA PARA RECARGA
DE ACUÍFEROS Y SU IMPACTO EN
SOCIO-ECOSISTEMAS COSTEROS

7.1 INTRODUCCIÓN

En el actual contexto de crisis hídrica debido a sequías meteorológicas e hidrológicas


y la mayor demanda de agua, la desalinización ha surgido como una opción de adapta-
ción a los efectos de esta amenaza climática y antrópica(ver Capítulo 2 y 4). Bajo este
contexto, la desalinización de agua de mar ha proliferado significativamente a nivel
mundial, sobre todo en el Medio Oriente y las costas del Mar Mediterráneo, con una
expansión reciente a zonas de Australia, Estados Unidos (California, Florida y Texas) y
Chile con una proyección hacia el incremento en las próximas décadas (Ai et al., 2022).
En términos generales, uno de los principales desafíos a solucionar asociados a la
desalinización del agua de mar está relacionado con la producción de un concentrado
típicamente hipersalino (denominado “salmuera”). A nivel global, la cantidad de
salmuera que se produce diariamente ha sido estimada en cerca de 142 Mm3/día
(Jones et al., 2019), con una perspectiva que para el año 2030, se alcance una produc-
ción de agua producto de 54.000 millones de m3/año, lo cual generaría un volumen de
salmuera considerable con posibles consecuencias al medioambiente (Shahzad et al.,
2017; Saleh y Mezher 2021).

COMITÉ CIENTÍFICO DE CAMBIO CLIMÁTICO 87


SECCIÓN C | DESAFÍOS DE LA DESALINIZACIÓN

Es por lo tanto que sin duda, la disposición de la salmuera en la zona costera genera
serias preocupaciones por los potenciales impactos ambientales y socio-ecológicos
asociados al aumento de la salinidad del agua de mar alrededor de los puntos de
los vertidos de salmuera, así como de los productos químicos utilizados en el pre-
tratamiento del agua como son los anticalcáreos y antiincrustantes o concentrados
en el agua de mar (ver capítulo 3) (Winters et al., 1979; Einav et al., 2002; Lattemann
y Höpner, 2008; Roberts et al., 2010; Petersen et al., 2018; Valdés et al., 2021; Elsaid
et al., 2020; Ghernaout, 2020; Giwa et al., 2017; Pramanik et al., 2017). Al día de hoy,
existe evidencia científica que muestra importantes efectos ecológicos en el área de
influencia de emisarios de salmuera, sobre todo en aquellas áreas donde los vertidos
ocurren de forma continua sobre aguas superficiales que presentan reducida capa-
cidad de dilución y circulación costeras (Gacia et al., 2007; Palomar y Losada, 2011;
Kress, 2019).
En términos generales, los impactos potenciales de la desalinización en el medio
marino se podrían separar en dos grandes grupos; los impactos asociados a la captura
directa de agua de mar que son principalmente atribuidos a la succión de organismos
marinos y su atrapamiento (plancton) cuando la toma de agua es subsuperficial; y por
otro lado, los impactos asociados al vertimiento de efluentes como sales concentradas,
que generan, entre otros efectos, estrés osmótico en organismos tanto pelágicos
como bentónicos, así como impactos negativos en el funcionamiento y estructura
de las comunidades y ecosistemas marino costeros (Ihsanullah et al., 2021). Tal como
enfatizamos a lo largo de este informe, los impactos asociados a la desalinización del
agua de mar podrían dar origen a impactos sinérgicos con otras amenazas climáticas
y motores de cambio global como es la sobre-explotación de especies y la crisis de
biodiversidad que ya afecta a diversos y múltiples ecosistemas en Chile (Marquet et
al., 2019, 2022).
Sin embargo, es importante notar que la extensión y magnitud de los impactos re-
portados muchas veces dependen de las tecnologías usadas, el volumen de la descar-
ga, lugar de emplazamiento y otros aspectos logísticos, así como también de las con-
diciones ambientales del destino del vertido, y las características geomorfológicas,
geográficas y oceanográficas de la zona costera afectada por la descarga (e.g. salini-
dad, velocidad de dilución) así como de la importancia ecológica, social y económica
de las áreas adyacentes a la planta (ver Capítulos 2 y 6).
De hecho, los impactos ecológicos más relevantes en magnitud y extensión espacial
coinciden con zonas oceanográficamente protegidas, con corrientes de baja magnitud,
y someras (Roberts et al., 2010), y donde la implementación de medidas de mitigación
como reducción de volúmenes de descarga o implementación de adecuados medios
de dilución (e.g. uso de difusores) podrían ayudar a mitigar algunos (no todos) de estos
efectos (Del Pilar-Ruso et al., 2015; Fernández-Torquemada et al., 2009).
Pese a este no ser un impacto que necesariamente ocurra en zonas costeras, se in-
cluye también en este capítulo el impacto que podría tener el uso de agua desalada
como estrategia de recarga o recuperación de acuíferos degradados.

88 DESALINIZACIÓN: OPORTUNIDADES Y DESAFÍOS PARA ABORDAR LA INSEGURIDAD HÍDRICA EN CHILE`


CAPÍTULO 7 | CAPTACIÓN DE AGUA, DESCARGA DE EFLUENTES, USO...

7.2. IMPACTOS DE LA CAPTACIÓN DE AGUA

Durante la captación directa de agua de mar para el proceso de desalinización, el


sistema de filtros físicos de la boca de succión tiene efecto de atrapamiento y arrastre
de organismos acuáticos en cualquier etapa del ciclo de vida, y absorbe conjuntamen-
te organismos planctónicos, huevos de peces, larvas, entre otros, que resultan dañados
o muertos, donde muchos de los cuales son de importancia económica (Petersen et al.,
2018; FIPA-SUBPESCA, 2017).
La evidencia científica estima que en un periodo de un año pueden ser absorbidos en
promedio alrededor de 3,7 billones de larvas de peces (ver McClary et al., 2013, citado
por Cooley et al., 2013), mientras que aquellos organismos que sobreviven a la suc-
ción del agua presentan importantes daños fisiológicos debido a los drásticos cambios
de presión y velocidad de las bombas que se generan durante el proceso de succión,
así como por el uso de químicos como cloro y otros anti-corrosivos e anti-incrustan-
tes que son usados al final del proceso de desalinización (FIPA, 2016-53; Drami et al.,
2011). Es importante destacar que estos impactos dependen de la condiciones de co-
rriente y desaparecen en aquellos casos donde el agua de desalinización no proviene
directamente del mar sino que por ejemplo de acuíferos costeros (ver Capítulo 3).

7.3 IMPACTOS DE LA DESCARGA DE SALMUERA Y OTROS RESIDUOS


DE LA DESALINIZACIÓN

La incorporación de agua de mar desalinizada en embalses, plantas de tratamiento


de aguas residuales y riego agrícola se ha incrementado en años recientes (Birnhack et
al., 2011; Gude, 2016) y se le han agregado otros usos; la recarga gestionada de acuí-
feros (RGA), como por ejemplo para el caso de acuíferos costero en Israel utilizando
un estanque de infiltración (Ganot et al., 2018). La RGA es una práctica de gestión del
agua en la que el exceso de agua se almacena en el acuífero para su consumo futu-
ro (Dillon, 2005) o, como acción de restauración de humedales asociados a acuíferos
explotados por faenas mineras. Esta práctica acarrea serios riesgos asociados para la
biodiversidad. Si bien es esperable que el agua utilizada presente muy baja o nula car-
ga microbiana (lo cual podría minimizar el riesgo de introducir especies exóticas en el
ecosistema del acuífero), las propiedades del agua desalinizada a ser inyectada en el
acuífero son muy distintas y no estará en equilibrio con el agua del acuífero.
En este sentido, la experiencia internacional ha mostrado que el uso de agua desa-
linizada mediante OR podría tener distintos impactos. Esto puede incluir el enrique-
cimiento del agua desalinizada en iones como Na+, Ca2+ y HCO3-, producto del post
tratamiento de la OR. Esta diferencia puede afectar la interacción entre el agua y el
sedimento del acuífero (Ronen-Eliraz, 2017), donde habitan y son abundantes los virus,
bacterias y arqueas (e.g., Flynn et al., 2013; Pan et al., 2017; Hylling et al., 2020), con un
importante rol en los ciclos biogeoquímicos dentro del acuífero y por lo tanto en las
características químicas del mismo (e.g., Anantharaman et al., 2016). Además, la mayor
cantidad de oxígeno disuelto en el agua desalinizada puede afectar directamente las

COMITÉ CIENTÍFICO DE CAMBIO CLIMÁTICO 89


SECCIÓN C | DESAFÍOS DE LA DESALINIZACIÓN

comunidades de bacterias y arqueas presentes en el acuífero, si consideramos que en


el interior el acuífero es un ambiente anaeróbico.
La evidencia reportada señala que las condiciones geoquímicas de un acuífero pue-
de afectar la abundancia de bacterias y esta a su vez la abundancia de virus (Hylling
et al., 2020). Esto podría tener como consecuencia una disminución de la diversidad
microbiana (Ginige, 2013). A su vez, dado el rol de las comunidades microbianas en los
ciclos biogeoquímicos dentro del acuífero, es muy probable que esta comunidad sea
la fuente de nutrientes del agua que emerge del acuífero y se mezcla con las fuentes
mixosalinas, sosteniendo de este modo los tapetes microbianos superficiales de los
cuales dependen otras especies desde invertebrado y algas hasta vertebrados, como
por ejemplo en las lagunas asociadas a salares en el norte de Chile..

7.3.1. CALIDAD DEL AGUA

La calidad y la cantidad de la salmuera se rigen por la calidad del agua de alimen-


tación, el proceso de pretratamiento, el proceso de desalinización, la tasa de recupe-
ración de agua y la técnica de eliminación (Panagopoulos et al., 2019). El mayor pro-
blema asociado a la desalinización de agua de mar es el impacto negativo que tiene la
salmuera o rechazo en la calidad de la masa de agua receptora.
El vertimiento de salmuera al océano genera un aumento de la salinidad en el sitio
de descarga y área de influencia (radio de influencia de la pluma) debido a que las
sales en disolución saturada o precipitada comienzan lentamente a disolverse en sus
iones constituyentes dado su producto de solubilidad o KPS1. Los iones resultantes
de esta disolución son Cl-, Na+, Mg+, K+, Ca2+, SO42-, HCO3-, CO32- (sistema carbonatos)
así como los metales traza (todos presentes naturalmente en el agua de mar) pero
que, concentrados por el proceso de desalinización, podrían generar concentraciones
tóxicas para los micro-organismos y múltiples especies (Omerspahic et al., 2022; Pa-
nagopoulos et al., 2019).
El proceso de desalinización conlleva no sólo a un aumento en la concentración de
sales, sino también al aumento de los otros constituyentes mayoritarios y minorita-
rios que contienen naturalmente el agua de mar (Omerspahic et al., 2022; Valdez et
al., 2021). Un aumento de concentración de sales en el océano afecta el balance de
cationes y aniones o alcalinidad total (AT), una variable clave que determina la capa-
cidad del agua para neutralizar los ácidos (Anderson et al., 1999). Un aumento de la AT
también impacta en el equilibrio carbonatos/bicarbonatos que regulan la precipitación
y disolución de carbonato de calcio biogénico presente en las estructuras duras (con-
chas, esqueletos) de microalgas, moluscos y muchas otras taxas.
Durante la operación, pre y post-tratamiento de una planta desalinizadora, se usan
productos químicos como biocidas, anti-incrustantes, antiespumantes, cloro o cobre
que son vertidos al agua de mar junto a la salmuera (Panagopoulos y Haralambous,
2020). Por otra parte, en el proceso de desalinización se utilizan detergentes en ba-
jas dosis durante la limpieza de las membranas de ósmosis inversa (OI). La carga de
productos químicos utilizados durante el pre-tratamiento como biocidas, junto con

90 DESALINIZACIÓN: OPORTUNIDADES Y DESAFÍOS PARA ABORDAR LA INSEGURIDAD HÍDRICA EN CHILE`


CAPÍTULO 7 | CAPTACIÓN DE AGUA, DESCARGA DE EFLUENTES, USO...

los subproductos del proceso de desinfección, pueden presentar eco-toxicidad en el


medio marino (Kim et al., 2015). Los subproductos de la desinfección (DBP), al reaccio-
nar con materia orgánica natural presente en el agua de alimentación, tienen algunos
efectos ecotoxicológicos en la vida humana y en organismos vertebrados (Kim, et al.,
2015; Yu et al., 2015). La adición de anti incrustantes para controlar la formación de in-
crustaciones debido a sales poco solubles, que mantiene la productividad de la planta
desalinizadora (Peñate y García-Rodríguez, 2012) tienen una toxicidad relativamente
baja y su destino ambiental se controla por dilución, lo que reduce cualquier riesgo
de efectos negativos; sin embargo, su pobre degradabilidad es un gran inconveniente
(Drenkova-Tuhtan et al., 2021). Por otro lado, también se vierten los coagulantes que
son agregados durante el pre-tratamiento para mejorar la eliminación de partículas
suspendidas y muy finas que contiene hierro y sales de aluminio que inducen algunos
efectos de coloración y turbidez en las aguas receptoras (Belkin et al., 2017).
Los metales pesados en la salmueras pueden exceder las concentraciones naturales
existentes en el agua de mar y tener efectos eco-toxicológicos adversos en la biota
marina si no se tratan y eliminan adecuadamente (Frank et al., 2019; Petersen et al.,
2018; Sharifinia et al., 2019). El concentrado de efluentes líquidos de una planta des-
alinizadora contiene un alto porcentaje de sales solubles y metales pesados, por lo
tanto, la descarga de concentrados del emisario debido a sus características fisico-
químicas podría tener varios efectos sobre la salud del medio ambiente (Roberts et al.,
2010; Sharifinia et al., 2019; OMS, 2007). Por ejemplo, existe evidencia de aumento en
las concentraciones de metales pesados como Cobre (Cu) y Plomo (Pb) en sedimentos
en la zona de influencia del emisario de plantas desalinizadoras, reportándose además
acumulación de cobre en algas e invertebrados asociados a plantas de desalinización
(Roberts et al., 2010) los que eventualmente podrían alcanzar niveles que generen
efectos deletéreos para el desarrollo de tanto organismos autótrofos procariontes
como eucariontes (Yang et al., 2019).

7.3.2. ESPECIES, COMUNIDADES Y ECOSISTEMAS

Aunque existen muchos estudios que reportan efectos negativos significativos en


distintos niveles de organización biológica (e.g. Roberts et al., 2010; Fernández-Tor-
quemada et al., 2019), la magnitud de los impactos son variables y dependen de mu-
chos factores que se describirán en este capítulo. No obstante, los programas de con-
trol y monitoreo ambiental de algunas plantas desalinizadoras suelen mostrar que los
impactos en algunos casos son pequeños y localizados si se toman medidas adecuadas
de mitigación (e.g. Abdul Azis et al., 2003; Grossowicz et al., 2021).
En términos generales, los impactos negativos se asocian a las características sali-
nas de la salmuera y a una dilución inadecuada o insuficiente de ésta, lo que provoca
que el área de influencia de la salmuera y sus efectos se extienda avanzando por el
fondo dada su mayor densidad respecto al agua de mar (ver Capítulo 6), afectando
principalmente a las comunidades bentónicas que se encuentran presentes en el área
de vertido y zonas adyacentes (Gacía et al., 2007; Frank et al., 2017).

COMITÉ CIENTÍFICO DE CAMBIO CLIMÁTICO 91


SECCIÓN C | DESAFÍOS DE LA DESALINIZACIÓN

En relación a los impactos relacionados con cambios en la salinidad, salvo algunas


pocas especies (o poblaciones) que pueden desarrollarse en un amplio rango de con-
centraciones ambientales de salinidad (eurihalinos30), y que principalmente viven en
ambientes estuarinos (e.g., Galaxias maculatus, teleósteo (Urbina et al., 2013); Hemi-
grapsus crenulatus, crustáceo (Urbina et al., 2010), la gran mayoría de las especies
marinas y costeras presentan rasgos fisiológicos adaptativos que les permiten habitar
exclusivamente en agua dulce o agua salada (estenohalinos31). Esto es debido princi-
palmente a que la mayoría de las especies costeras y marinas mantienen una concen-
tración interna de sales y agua constante (osmo y iono reguladores) a expensas del
funcionamiento de varias proteínas de membrana (transportadores) que les permiten
el intercambio activo de sales y agua en contra de un gradiente natural de concentra-
ción (Urbina et al., 2013). Este intercambio activo y el mantenimiento de la concentra-
ción y equilibrio de sales interna implica costo energético que afecta el desempeño
fisiológico (crecimiento) y el fitness del individuo (reproducción y sobrevivencia) (ver
Urbina y Glover, 2015).
En resumen, dado que la cantidad y proporción de sales en células y tejidos son fun-
damentales para mantener el volumen celular, todos aquellos organismos osmocon-
formadores, es decir aquellos que mantienen un ambiente osmótico interno constante
a pesar de los cambios en su ambiente externo, son altamente sensibles a cambios
salinos del medio. Algunos de estos ejemplos son discutidos a continuación.
Estudios científicos identifican que el incremento de la salinidad interfiere el meta-
bolismo del nitrógeno y carbono lo que reduce los procesos fotosintéticos en especies
de macroalgas (Sadhwani, 2004), lo que puede causar importantes impactos sobre las
cadenas tróficas costeras.Por otro lado, un reciente estudio de modelación realiza-
do en el Mar Mediterráneo evidencia una disminución en la biomasa en la mayoría
de los grupos funcionales al comparar escenarios con y sin la presencia de plantas
desalinizadoras. Los resultados de este estudio indican además que, si la descarga de
salmuera viene asociada al vertimiento de aguas más calientes (plantas de tipo MSF y
destilación termal), los efectos son mayores sobre la estructura y funcionamiento de la
red trófica que se traduce en una disminución general de la biomasa de los diferentes
grupos funcionales (Grossowicz et al., 2022).
Respecto a la comunidad planctónica, algunos estudios sugieren que no existen
impactos significativos asociados a la descarga de salmuera sobre la composición
comunitaria y abundancia de zooplancton asociados a la descarga de salmuera en
las costas de Israel (Grossowicz et al., 2021); por el contrario, Chesher (1971) registró
reducción en las abundancias de plancton y disminución en la presencia de organismos
sésiles sobre los fondos duros, como equinodermos, briozoos, ascidias y ostras en las
costas de Florida (EEUU). Sin embargo, es necesario recalcar que los impactos sobre

30 Los organismos eurihalinos son aquellos organismos acuáticos que son capaces de vivir en aguas que
poseen un amplio rango de concentración de sales
31 Los organismos estenohalino son aquellos organismos acuáticos (generalmente peces) que solo son
capaces de vivir en un estrecho rango de concentración de sales.

92 DESALINIZACIÓN: OPORTUNIDADES Y DESAFÍOS PARA ABORDAR LA INSEGURIDAD HÍDRICA EN CHILE`


CAPÍTULO 7 | CAPTACIÓN DE AGUA, DESCARGA DE EFLUENTES, USO...

las comunidades planctónicas suelen minimizarse en áreas con corrientes intensas y


mezcla, por lo que el principal impacto se encuentra limitado al área de descarga del
efluente (Abdul Azis et al., 2003).
Otros impactos a tener en cuenta están relacionados con aquellos observados en
organismos de menor tamaño como, por ejemplo, las bacterias heterotróficas, en-
cargadas de reciclar nutrientes a través de la descomposición de la materia orgánica
(Forehead et al., 2013; Frank et al., 2017). Frank et al. (2017) alerta de los efectos de la
descarga de salmuera y el estrés osmótico sobre bacterias en los sedimentos marinos
lo que podría afectar la actividad metabólica de la comunidad bacteriana bentónica
junto con su abundancia y composición de especies.
Algunos estudios recientes sobre el efecto de cambios en salinidad en huevos y lar-
vas de peces de importancia comercial en Chile muestran una disminución en la ex-
presión del gen (y expresión de enzimas) de la eclosión, y finalmente en la eclosión
de la larvas de anchoveta, así como cambios en la flotabilidad de los huevos en la
columna de agua, producto del efecto combinado de los cambios en salinidad del agua
de mar así como de la composición de aminoácidos libres en el medio interno de los
huevos (Castro et al., 2019, 2021). Estos efectos se corresponden con otros estudios
hechos a nivel global en otras especies de peces que reportan efectos comparables
para estadios tempranos como huevos y larvas de peces (Lee et al., 1981; Kawaguchi
et al., 2009, 2013). Por otro lado, Whitmarch et al. (2021) evaluaron el impacto de los
residuos salinos de una planta desalinizadora de 100 GL/año en los ensambles de pe-
ces templados del sur de Australia sin encontrar pruebas de que los residuos salinos
tuvieran un efecto perjudicial en las poblaciones de peces cercanas, registrando una
diversidad y abundancia de especies comparables a las observadas en los lugares no
afectados por la salmuera.
Respecto a los ecosistemas bentónicos, la evidencia científica demuestra que los
principales impactos ambientales de los vertidos de la salmuera están asociados a
cambios de la abundancia y diversidad de las comunidades bentónicas sensibles
y poco tolerantes a cambios en la salinidad (Sharifinia et al., 2019). Del Pilar-Ruso
et al. (2008), que examinó el efecto de la descarga de salmuera sobre las comuni-
dades de invertebrados de fondos blandos (infauna) por un período de dos años en
la costa de Alicante (España), documenta un cambio de la composición y diversidad de
las comunidades de fondos blandos (ambiente dominado por nematodos). Adicional-
mente, se han evidenciado efectos negativos como disminución de las tasas de cre-
cimiento, reducción de tasas fotosintéticas, baja supervivencia, densidad y cobertura
en pastos marinos (e.g. Posidonia oceanica o Posidonia australis) de España o Australia
(Sanchez-Lizaso et al., 2008; Sharifinia et al., 2019). Por otro lado, se ha observado
una reducción de la abundancia de organismos bentónicos sensibles a incrementos
de salinidad en estudios realizados en ecosistemas mediterráneos de España, como
son los equinodermos (ej, Echinaster sepositus o Holothuria spp) o alteraciones en
la diversidad y abundancia de las comunidades de fondos blandos (e.g. Polychaeta o
Amphipoda) presentes en el área de vertido (Fernandez-Torquemada et al., 2013;
del Pilar et al., 2015). Estos impactos también se han reportando en Key West (EEUU)

COMITÉ CIENTÍFICO DE CAMBIO CLIMÁTICO 93


SECCIÓN C | DESAFÍOS DE LA DESALINIZACIÓN

donde se apreció que la descarga de salmuera generó la desaparición de las comu-


nidades originarias siendo éstas reemplazadas por organismos como poliquetos ser-
púlidos, sabélidos y crustáceos balano propios de zonas estresadas ambientalmente
(Sadhwani, 2004). Otros estudios muestran evidencias de la vulnerabilidad de los an-
fípodos frente al aumento de la salinidad producido por instalaciones de planta de
desalinización (de-la-Ossa-Carretero et al., 2016).
Experimentos llevados a cabo con especies de macroalgas chilenas sugieren
diferencias en tolerancias (Buschmann et al., 2004), por lo que un aumento en la sa-
linidad podría llevar a cambios en la composición y dominancia comunitaria. Se han
observado efectos sobre comunidades de macroalgas intermareales y submareales, un
componente importante de los ecosistemas costeros chilenos que proveen alimento,
hábitat y refugio a gran número de invertebrados y peces (Santelices, 1990; Pérez-
Matus et al., 2017; Villegas et al., 2019), y cuyas especies están actualmente sobreex-
plotadas. Más aún la literatura sugiere que en general las macroalgas son sensibles a
la salinidad (Kirst, 1990), afectando negativamente a su tasa fotosintética y aumen-
tando su estrés oxidativo cuando están expuestas a cambios en las salinidades por la
influencia de los vertidos de salmuera (Rodriguez-Rojas et al., 2020).
Finalmente, los cambios reportados en distintos niveles de organización biológica
repercuten sobre la biodiversidad. En este contexto, las Naciones Unidas bajo el Progra-
ma de Acción Global para la Protección del Ambiente Marino y las Actividades basadas
en Tierra (Global Programme of Action for the Protection of the Marine Environment
from Land-based Activities32), se ha focalizado en mitigar y reducir los impactos de
las actividades humanas realizadas en las zonas continentales evitando impactos ad-
versos sobre la biodiversidad marina entre las cuales considera la operación de plantas
de desalinización debido al impacto asociado tanto a la captación como a la descarga
de efluentes (salmuera, metales pesados, y otros) en el ambiente marino (Winters et
al., 1979; Einav et al., 2002; Lattemann y Höpner, 2008; Roberts et al., 2010; Petersen
et al., 2018; Valdés et al., 2021; Elsaid et al., 2020; Ghernaout, 2020; Giwa et al., 2017;
Pramanik et al., 2017).

7.3.3. SISTEMAS SOCIO-ECOLÓGICOS Y SERVICIOS ECOSISTÉMICOS

En la eventualidad de ocurrencia de estos efectos reportados a nivel de organismo o


ecosistemas (estructura y funcionamiento), estos pueden escalar y tener efectos sobre
los sistemas socioecológicos y los servicios ecosistémicos que entregan las costas
y los océanos a los seres humanos. Ejemplos de estos efectos están asociados a la
actividad pesquera y el turismo. Lamentablemente, al día de hoy, no existen estudios
ni evidencia que determinen los impactos de la desalinización a escala de sistemas
socio-ecológicos.

32 https://www.unep.org/resources/toolkits-manuals-and-guides/global-programme-action-protec-
tion-marine-environment-land

94 DESALINIZACIÓN: OPORTUNIDADES Y DESAFÍOS PARA ABORDAR LA INSEGURIDAD HÍDRICA EN CHILE`


CAPÍTULO 7 | CAPTACIÓN DE AGUA, DESCARGA DE EFLUENTES, USO...

En relación a las pesquerías, es clave reconocer cómo el fortalecimiento de los mo-


delos de gobernanza costera y la participación de comunidades y pescadores con sus
organizaciones ha sido fundamental para avanzar hacia el manejo sustentable de zonas
costeras. En Chile existe una importante pesca artesanal e industrial que cumple roles
críticos en sistemas alimentarios nacionales y globales, y que basado en los impactos
reportados a nivel internacional y nacional (ver arriba) pueden ser potencialmente im-
pactados por la desalinización como consecuencia de los vertidos de salmuera y otros
compuestos, así como de la captación de agua. La magnitud de estos efectos depen-
derá del tamaño de las operaciones, la tecnología utilizada, posibles efectos sinérgicos
con otros estresores y las condiciones oceanográficas locales.
Las pesquerías de recursos bentónicos, susceptibles a ser impactadas, son gestio-
nadas por políticas de cogestión en la cual se otorgan derechos de uso territorial y de
acceso exclusivos a las organizaciones de pescadores artesanales en unidades terri-
toriales de entre 30 y 150 hectáreas aproximadamente a lo largo de un amplio rango
geográfico. Al día de hoy, en Chile, existen más de 750 áreas concesionadas as para re-
cursos bentónicos (AMERBs), lo cual representa una extensión aproximada de 124.000
hectáreas que se complementa con decenas de espacios costeros que son gestionados
por pueblos originarios (ECMPOs). La salmuera, que tiene una densidad más alta que
el agua de mar, se puede esparcir por el fondo marino en aguas costeras poco profun-
das afectando a organismos bentónicos y algas (ver Capítulos 3 y 6). Al día de hoy, el
valor económico de estos potenciales impactos no ha sido evaluado y dependerá del
número de larvas absorbidas o dañadas, así como de la pérdida de calidad del agua. En
este contexto, al día de hoy, es relevante avanzar hacia una gestión adecuada de cap-
taciones, considerando distancias mínimas y zonas fuente o sumidero de larvas para
diferentes especies hidrobiológicas (sin interés comercial) y recursos hidrobiológicos
(con interés comercial).
Además de los recursos bentónicos pueden existir impactos sobre otras pesquerías
que pueden afectar tanto a pescadores artesanales como industriales. Por ejemplo, las
pesquerías de pequeños pelágicos, gestionadas en Chile mediante la política de pla-
nes de manejo, pueden ser afectadas si la descarga de salmuera se libera en ambientes
de baja circulación. Como se evidencia más arriba, importantes pérdidas de huevos y
larvas en zonas costeras de reproducción pueden generarse a raíz de la captación y
los efluentes de la desalinización. Adicionalmente un efecto térmico puede, a su vez,
afectar los procesos de calidad del agua y dar como resultado concentraciones más
bajas de oxígeno disuelto que afectan a estas pesquerías.
De este modo, los impactos deben ser estudiados y discutidos al interior de ins-
tancias de gestión adecuadas, como los planes de manejo pesquero liderados por la
Subsecretaría de Pesca (SUBPESCA), ya que éstas representan arenas de acción colec-
tiva, claves en la gestión pesquera. Las pesquerías y sus contribuciones económicas y
culturales dependen del reclutamiento natural y de factores ambientales, por lo que
conocer cuáles son los puntos críticos a considerar y así poder diseñar estrategias
nacionales de desalinización que consideren la aceptación social de este tipo de ini-
ciativas es clave a lo largo de la costa.

COMITÉ CIENTÍFICO DE CAMBIO CLIMÁTICO 95


SECCIÓN C | DESAFÍOS DE LA DESALINIZACIÓN

Adicionalmente a las pesquerías, el turismo es el quinto sector que produce más


ingresos en Chile, valorado en más de US$3 mil millones en 2016. Durante la última
década, el buceo recreativo ha crecido considerablemente en Chile. Casi 7000 chile-
nos recibieron certificaciones PADI en 2019, en comparación con la década anterior.
Durante los últimos 15 años, las certificaciones PADI chilenas han crecido en promedio
~17% al año. Estudios en Chile que evalúan las percepciones de satisfacción de buzos
recreativos han demostrado la importancia de la observación de alta diversidad, espe-
cies litorales costeras como peces de roca e invertebrados en seleccionar sitios para
el buceo (Biggs et al., 2016). Estas especies, que dependen de la salud de ambientes
costeros someros, podrían ver disminuidas sus abundancias, según lo indicado en
secciones anteriores, afectando el potencial turístico recreativo del buceo en Chile.
Finalmente, la acuicultura es una actividad económica relevante en diferentes
regiones de Chile. Las plantas de desalinización de agua de mar pueden tener un
impacto adverso sobre actividades de acuicultura en el medio ambiente marino.
Sin embargo, la literatura que evalúa impactos sobre especies es heterogénea en la
magnitud de éstos y los efectos son dependientes de las condiciones específicas de
diseño y localización. En este contexto, pareciera clave establecer un programa de
investigación asociado a evaluar los potenciales impactos de la desalinización sobre
la acuicultura.

7.4 IMPACTOS DEL USO DE AGUA DESALADA PARA LA RECARGA DE ACUÍFEROS

La incorporación de agua de mar desalinizada en embalses, plantas de tratamiento


de aguas residuales y riego agrícola se ha incrementado en años recientes (Birnhack et
al., 2011; Gude, 2016) y se le han agregado otros usos; la recarga gestionada de acuí-
feros (RGA), como por ejemplo para el caso de acuíferos costero en Israel utilizando
un estanque de infiltración (Ganot et al., 2018). La RGA es una práctica de gestión del
agua en la que el exceso de agua se almacena en el acuífero para su consumo futu-
ro (Dillon, 2005) o, como acción de restauración de humedales asociados a acuíferos
explotados por faenas mineras. Esta práctica conlleva serios riesgos asociados para
la biodiversidad. Si bien es esperable que el agua utilizada presente muy baja o nula
carga microbiana (lo cual podría minimizar el riesgo de introducir especies exóticas
en el ecosistema del acuífero), las propiedades del agua desalinizada a ser inyectada
en el acuífero son muy distintas y no estará en equilibrio con el agua del acuífero. En
este sentido, la experiencia internacional ha mostrado que el uso de agua desalinizada
mediante OR podría tener distintos impactos. Esto puede incluir el enriquecimiento
del agua desalinizada en iones como Na+, Ca2+ y HCO3-, producto del post tratamiento
de la OR. Esta diferencia puede afectar la interacción entre el agua y el sedimento del
acuífero (Ronen-Eliraz, 2017), donde habitan y son abundantes los virus, bacterias y
arqueas (e.g., Flynn et al., 2013; Pan et al., 2017; Hylling et al., 2020), con un importante
rol en los ciclos biogeoquímicos dentro del acuífero y por lo tanto en las características
químicas del mismo (e.g., Anantharaman et al., 2016). Además, la mayor cantidad de
oxígeno disuelto en el agua desalinizada puede afectar directamente las comunidades

96 DESALINIZACIÓN: OPORTUNIDADES Y DESAFÍOS PARA ABORDAR LA INSEGURIDAD HÍDRICA EN CHILE`


CAPÍTULO 7 | CAPTACIÓN DE AGUA, DESCARGA DE EFLUENTES, USO...

de bacterias y arqueas presentes en el acuífero, si consideramos que en el interior el


acuífero es un ambiente anaeróbico.
La evidencia reportada señala que las condiciones geoquímicas de un acuífero pue-
den afectar la abundancia de bacterias y ésta, a su vez, la abundancia de virus (Hylling
et al., 2020). Esto podría tener como consecuencia una disminución de la diversidad
microbiana (Ginige, 2013). A su vez, dado el rol de las comunidades microbianas en los
ciclos biogeoquímicos dentro del acuífero, es muy probable que esta comunidad sea
la fuente de nutrientes del agua que emerge del acuífero y se mezcla con las fuentes
mixosalinas, sosteniendo de este modo los tapetes microbianos superficiales de los
cuales dependen otras especies desde invertebrado y algas hasta vertebrados, como
por ejemplo en las lagunas asociadas a salares en el norte de Chile.

7.5. CONCLUSIONES

Como las plantas de desalinización de agua de mar pueden tener un impacto adverso
en el medio ambiente marino, existe la posibilidad de que el avance de la desaliniza-
ción a nivel mundial pueda comprometer el cumplimiento de algunos de los compro-
misos de desarrollo sostenible. Sin embargo, un mayor acceso al agua es importante
para permitir muchas otras de las dimensiones sociales y económicas del desarrollo
sostenible (ver Capítulos 4 y 5). Es por esta razón, que al día de hoy existe un desafío
mayor en buscar estrategias de adaptación al cambio climático que reduzcan las vul-
nerabilidades y exposición de los sistemas humanos y naturales, evitando el diseño y
la implementación de medidas de mal-adaptación (IPCC, 2022).
En el caso de la desalinización en Chile, existen diversos desafíos a abordar a corto
y mediano plazo, principalmente relacionados con la gestión y la mitigación de los
impactos ambientales, que lamentablemente, al día de hoy, requieren de mayor es-
tudio. Esta situación hace urgente avanzar en la generación de información, nuevos y
mejorados instrumentos de gestión, nuevos modelos de gobernanza, así como en el
desarrollo y la implementación de tecnologías, el manejo de los residuos, incluyen-
do su re-utilización, el monitoreo y la modelación de ambiente marino costero, entre
otros (ver Capítulo 3).
En particular y basado en los potenciales impactos, se requiere:
a. Definir y clasificar los impactos y su magnitud de acuerdo con el volumen des-
cargado por las plantas desalinizadoras, así como las características hidrológicas,
oceanográficas, y de exposición y sensibilidad de ecosistemas y socio ecosiste-
mas marinos de las zonas aledañas a estas plantas.
b. Realizar un análisis de la situación existente y una línea base que levante escalas
de variabilidad espacio temporal adecuadas y de la sensibilidad del ecosistema,
en el campo cercano y lejano de la descarga de emisarios para proyectos de me-
dia y gran escala, es clave en el marco del estudio de evaluación de los impactos
ambientales que esta actividad pueda generar. Se debiera efectuar un mapeo
de especies claves (e.g. autótrofos, corales de agua fría). Autótrofos pueden ser
indicadores del bentos (algas pastos marinos).

COMITÉ CIENTÍFICO DE CAMBIO CLIMÁTICO 97


SECCIÓN C | DESAFÍOS DE LA DESALINIZACIÓN

c. Tal como se ha señalado en este informe la literatura tanto nacional como


internacional ha reportado impactos de las salmueras a distintos niveles de orga-
nización, desde individuos a especies, poblaciones y ecosistemas. Sin embargo,
el conocimiento de los impactos de un incremento en la salinidad en todos es-
tos niveles es muy pobre aún a nivel nacional por lo que es urgente generar
información básica respecto de la respuesta de especies claves (e.g. espe-
cies bioingeniería, depredadores claves, recursos para dimensionar y mitigar
potenciales impactos.
d. En cuanto a la evaluación de los requerimientos establecidos en los progra-
mas de vigilancia ambiental (PVA), existe evidencia de una gran heterogenei-
dad en los requerimientos implementados para el seguimiento ambiental de los
vertidos de salmuera de entre los proyectos de desalinización de similares ca-
racterísticas aprobados con Resolución de Calificación Ambiental (RCA). Asimis-
mo, se identifican requerimientos no acordes al control de un vertido de sal-
muera, y que más bien parecen responder al control de descargas de otro tipo
de industrias (e.g. vertido de una planta de aguas residuales), o requerimientos
que responden más bien a una fase de proyecto diferente a la de operación (e.g.
fase de construcción o estudios previos). Específicamente, la normativa actual
en Chile se apoya en la norma D.S. Nº90, que establece requerimientos genera-
les para vertidos industriales a cuerpos acuáticos.
En el contexto de la desalinización, considera un gran número de requerimientos
irrelevantes y omite otros relevantes para un vertido de salmuera y sus poten-
ciales consecuencias ambientales (ver también Capítulo 10). Por ello, se acentúa
la necesidad de establecer una regulación ambiental específica para vertidos
de salmuera, que esté apoyada por el mejor criterio científico conocido hasta la
fecha (ver Sola et al., 2019). Acorde a los resultados obtenidos, se recomienda
revisar los requerimientos exigidos en los PVAs de Chile, incluyendo descrip-
tores esenciales para la vigilancia de los efectos de los vertidos de salmuera
en el medio marino cuando no están presentes, y eliminando los descriptores
innecesarios que generan costes económicos añadidos sin aportar herramientas
efectivas para el diagnóstico ambiental. La definición de estos requerimientos
debe ir de la mano del mejor conocimiento científico hasta la fecha y ser flexible
para adaptarse a las condiciones específicas de cada proyecto de desalinización
y a la mejor evidencia científica.
Dentro de estos programas de monitoreo se debe incluir la observación de me-
tales. El Programa de Observación del Ambiente Litoral (P.O.A.L) realiza medicio-
nes de parámetros en la columna de agua y sedimentos marinos33. La sedimen-
tología debiera ser muestreada con cores y analizar los primeros 5 cm (cada 1
cm) para determinar la composición de sedimentos recientes, incluyendo me-
tales traza (ej: Muñoz et al., 2022) y presencia de quistes. Ello, en contraste con

33 https://www.directemar.cl/directemar/intereses-maritimos/p-o-a-l-programa-de-observa-
cion-del-ambiente-litoral/programa-de-observacion-del-ambiente-litoral-p-o-a-l

98 DESALINIZACIÓN: OPORTUNIDADES Y DESAFÍOS PARA ABORDAR LA INSEGURIDAD HÍDRICA EN CHILE`


CAPÍTULO 7 | CAPTACIÓN DE AGUA, DESCARGA DE EFLUENTES (SALMUERA) Y USO...

la Res. 3612 que implica que las capas de sedimento se mezclan dando origen a
dilución de señales de posible contaminación. Además, la Res. 361234 menciona
que en algunos casos se debe realizar la medición de sulfuros, pero al no estar
establecida la metodología, por lo general no se realiza dicha medición. Este
elemento podría indicar la presencia de quistes, pero dada la volatilidad y la di-
ficultad que requiere su análisis, sería mejor cambiarlo por presencia o ausencia
de quistes. La presencia de quistes según su concentración podría ser indicador
de que en ciertas condiciones ambientales el sector de toma de agua tendría
mayores probabilidades de enfrentarse a floraciones algales nocivas (FAN).
e. En relación con el Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental (SEIA), este
instrumento de gestión ambiental se ha convertido en la herramienta legal de
gestión más importante para prevenir y/o adoptar las medidas de mitigación
adecuadas para minimizar el impacto medioambiental del desarrollo de un pro-
yecto de desalinización (Elsaid et al., 2020; Sola et al., 2019). Durante su desa-
rrollo, se incluyen una serie de herramientas administrativas y estudios de eva-
luación ambiental para identificar los posibles impactos ambientales asociados
a las plantas de desalinización, con el fin de adoptar las medidas preventivas,
medidas de mitigación y programas de vigilancia ambiental adecuados para el
seguimiento de los efectos de los vertidos de salmuera sobre los ecosistemas
costeros (Sadhwani Alonso and Melián-Martel, 2018). En particular, es impor-
tante que los impactos se evalúan utilizando protocolos estadísticos robustos
como los son las comparaciones Antes-Después, Control-Impacto o modelo
BACI (por sus siglas en inglés, véase Chevalier et al., 2019).
f. Otros instrumentos de gestión ambiental importante, pero que apenas se apli-
can, sería contar con normas secundarias de calidad en las bahías en que se
instalen plantas desalinizadoras.
g. Se recomienda que las descargas debiesen al menos realizarse fuera de zona de
protección litoral, y luego de estudios oceanográficos y ecológicos que aseguren
impactos restringidos a metros desde la descarga.
h. Gobernanza participativa. Como muchas pesquerías en Chile (pelágicas, de-
mersales bentónicas) son gestionadas a partir de una política pública que crea
los Comités de Manejo, espacios intersectoriales que promueven la participa-
ción de los pescadores (artesanales/industriales) en la administración de los
recursos pesqueros (Ahmad y Baddour, 2014), en conjunto con representan-
tes de las agencias gubernamentales, y representantes de las plantas proce-
sadoras, pareciera ser adecuado que los impactos y decisiones de localización
de las plantas desalinización debieran ser consultados a priori y analizados
en el contexto de estos comités. Idealmente la toma de decisiones debe incluir
dimensiones de equidad distributiva, de representación y de procedimientos.

34 R. EX. N° 3612-2009 Aprueba Resolución que Fija las Metodologías para Elaborar la Caracterización
Preliminar de Sitio (CPS) y la Información Ambiental (INFA). (F.D.O. 06-11-2009).(Última Modificación. Res.
Ex. Nº 1933-2021).

COMITÉ CIENTÍFICO DE CAMBIO CLIMÁTICO 99


SECCIÓN C | DESAFÍOS DE LA DESALINIZACIÓN

De esta forma se fortalece la justicia ambiental asociada a estas iniciativas


(Estévez et al., 2021).
i. Sin embargo, al igual que para evaluaciones en pesquerías, es clave realizar
estudios en Chile, ya que un estudio reciente realizado en el sur de Australia
ha constatado un aumento significativo de la abundancia de peces de ambientes
templados en la zona de efluente de una planta desalinizadora en comparación
con la situación anterior a la construcción de la planta y cuando ésta no des-
cargaba (Kelaher et al., 2020). Estos estudios ponen de manifiesto la necesidad
de estudiar cómo el diseño y localizaciones específicas pueden influir impor-
tantemente en generar impactos sobre ecosistemas marinos y los servicios que
pueden sustentar.
j. Finalmente, en el contexto actual de Chile con una baja cantidad de estudios
que aborden los impactos de la desalinización es clave avanzar en una agenda de
investigación que permita comprender los impactos en especies de importan-
cia ecológica, comercial y en biodiversidad, con la participación de pescadores
y otros actores claves en la gestión pesquera, para así poder diseñar iniciativas
de desalinización que pudiesen tener los menores impactos y mayor aceptabi-
lidad social. La experiencia comparada internacional no pareciera ser suficiente
para avanzar en esta línea y es clave desarrollar los estudios, sociales, ecológi-
cos y oceanográficos necesarios en la zona costera de Chile.

100 DESALINIZACIÓN: OPORTUNIDADES Y DESAFÍOS PARA ABORDAR LA INSEGURIDAD HÍDRICA EN CHILE`


CAPÍTULO 8
DESAFÍOS EN EL USO DEL
AGUA DESALINIZADA COMO
FUENTE DE AGUA POTABLE

8.1 INTRODUCCIÓN

El uso de agua desalinizada como fuente de agua potable fue discutida en el


Capítulo 4 como una de las opciones de implementación de medidas de adaptación a
los impactos del cambio climático en Chile. En este capítulo se discuten los desafíos
asociados a la implementación de esta opción.
A pesar de la proliferación de la desalinización para obtener agua potable en las
últimas décadas, son escasas las investigaciones que profundizan en cómo impacta
en los hábitos y prácticas de uso y consumo de agua a nivel doméstico, o en la salud
de los consumidores. Estas se han desarrollado principalmente en países del medio
oriente y Australia, donde dependen principalmente de la desalinización de agua de
mar para abastecimiento humano (Ben Zaken et al., 2020; Dolnicar & Schäfer, 2009;
Shlezinger et al., 2018; Shomar & Hawari, 2017). Tanto en las investigaciones inter-
nacionales, como en recientes publicaciones de escala nacional (Fragkou & McEvoy,
2016; Villar-Navascués & Fragkou, 2021; Fragkou et al., 2021), se ha buscado anali-
zar qué ocurre una vez que existe acceso al agua desalinizada como fuente de agua
potable. En términos generales, las investigaciones han identificado distintos aspectos
en torno a la aceptabilidad de la calidad del agua producida y estrategias domésticas
que podrían vulnerar el derecho humano al agua potable. Por otro lado, existen otros
aspectos del consumo de agua desalinizada en torno a la salud de la población y
la incertidumbre asociada a sus impactos.
En las últimas décadas, se ha producido un aumento considerable en la capacidad
de producción global de agua desalinizada, pasando de 5 millones de metros cúbicos

COMITÉ CIENTÍFICO DE CAMBIO CLIMÁTICO 101


SECCIÓN C | DESAFÍOS DE LA DESALINIZACIÓN

por día (m3/d) en 1980 a 90 millones m3/d en nuestros días (Williams, 2022). A nivel
global, un 62% del agua desalinizada – de un total de 15.906 plantas de desalinización
operacionales - se produce para consumo humano (Jones et al., 2019). En el caso de
Israel, el 70% del agua doméstica se provee mediante agua desalinizada (Govern-
ment Israel, 2018). Estos datos demuestran que la desalinización ha aportado en la
problemática de la escasez hídrica y la consecuente amenaza para el derecho humano
al agua, al menos en relación con la disponibilidad de agua para consumo humano.

Este fenómeno tiene su correlato en Chile, donde existe un creciente interés por
la instalación de plantas de desalinización de aguas de mar, particularmente en la
región de Antofagasta y Valparaíso (Fragkou y Budds, 2020). Chile es el país latinoa-
mericano con mayor desarrollo en plantas desalinizadoras para consumo humano.
Hay aproximadamente más de 700.000 personas que consumen agua desaliniza-
da (exclusivamente, o mezclada con agua continental potabilizada) abastecidas por
las 4 plantas más importantes para consumo humano, ubicadas en el norte del país
(Tabla 8.1). Estas se complementan con plantas más pequeñas que abastecen de APR
(Agua Potable Rural) en el norte (región de Antofagasta) y centro del país (región
de Valparaíso), pero cuya producción y población abastecida son insignificantes en
términos de volumen.

Tabla 8.1.
Principales plantas desalinizadoras para consumo humano en Chile (de mayor escala).
Fuente: Elaboración propia según base de datos de este informe (ver detalles en Capítulo 3 y
Anexo 4) e información pública de Aguas Antofagasta, ECONSSA y Aguas del Altiplano.

Nombre Año de Empresa Capacidad de Ciudades Comentarios


inauguración a cargo producción que abastece

Planta 1998 Aguas del 413 l/s en EIA; 208 Aproximadamente 30% Primera planta de desali-
Desalinizadora Altiplano l/s según Planes de de Arica (más de 70.000 nización industrial moder-
de Arica Desarrollo 2017- habitantes) na en el país y la única que
2032 opera con agua salobre.

Planta 2003 Aguas 1.070 l/s 100% de Mejillones En 2022 empezó la


Desalinizadora Antofagasta (14.000 habitantes) 80% ampliación de la planta
Norte de Antofagasta (362.000 para aumentar su pro-
habitantes) ducción a más de 1.500
l/s, para que abastezca
la totalidad de la ciudad
de Antofagasta.

102 DESALINIZACIÓN: OPORTUNIDADES Y DESAFÍOS PARA ABORDAR LA INSEGURIDAD HÍDRICA EN CHILE`


CAPÍTULO 8 | DESAFÍOS EN EL USO DEL AGUA DESALINIZADA COMO FUENTE DE AGUA POTABLE

Nombre Año de Empresa Capacidad de Ciudades Comentarios


inauguración a cargo producción que abastece

Planta 2020 Aguas 75 l/s La totalidad de la ciudad Primera ciudad mayor


Desalinizadora Antofagasta de Tocopilla (>23.000 de 20.000 habitantes
de Tocopilla habitantes) que se abastece ex-
clusivamente por agua
desalinizada

Planta 2022 ECONSSA 450 l/s Caldera, Chañaral, Primera planta estatal
Desaliniza- Copiapó y Tierra Am- desalinizadora de agua
dora de Agua arilla (unos 340.000 de mar, diseñada para
de Mar para habitantes) alcanzar 900 l/s en una
la región de segunda etapa y 1.200
Atacama l/s en la etapa final.

8.2 IMPACTOS DEL USO Y CONSUMO DE AGUA DESALINIZADA


A NIVEL DOMÉSTICO

Estudios internacionales sobre percepciones y actitudes han concluido que las per-
sonas no conocen la definición y el patrón de suministro local de AMD (Agua Marina
Desalinizada), algunas tienen preocupación por sus impactos organolépticos, tienen
creencias positivas y negativas (preocupación sobre el costo, seguridad, salud y me-
dio ambiente), percepción de falta conocimiento y afirman que la información de los
científicos influiría en su decisión de beber AMD (Dolnicar & Schäfer, 2009; Shomar
& Hawari, 2017; Chen, 2015), todos estos aspectos tienen implicaciones importantes
para la política del agua y plantea la necesidad de abordar la consulta pública al intro-
ducir agua de fuentes alternativas.

8.2.1 ACEPTABILIDAD DE LA CALIDAD DEL AGUA POTABLE

Por una parte, la aceptabilidad del agua potable está definida por las características
organolépticas que se perciben a través de los sentidos, tales como el olor, color y sa-
bor. Bajo este contexto, el agua potable debe ser incolora, inodora e insípida y cumplir
con un marco regulatorio apropiado para su producción, que identifique y monitoree
las particularidades de la fuente (el mar) para poder ser consumida por las personas,
tal como lo recomienda la OMS (2011). Independientemente de la fuente de agua po-
table, si no es aceptada por su calidad puede significar que no sea considerada fiable
para su uso potable, de manera que la población buscará otras medidas, menos fiables,
para poder utilizar y consumir agua potable de “buena calidad” (OMS, 2018). Además,
el rechazo del agua potable puede ser reflejo de cambios en la calidad del agua debi-
do al sistema de abastecimiento, por lo cual, tanto la calidad como el sistema deben
ser monitoreados y no presentar deficiencias en las operaciones de su tratamiento
(OMS, 2018).

COMITÉ CIENTÍFICO DE CAMBIO CLIMÁTICO 103


SECCIÓN C | DESAFÍOS DE LA DESALINIZACIÓN

Sobre la fuente, se ha identificado que el mar no es considerado como seguro para


su futuro tratamiento y consumo, dada la ocurrencia de episodios de contaminación,
mareas rojas, basura doméstica, entre otros; o bien, porque no cuenta con los mine-
rales necesarios para su consumo, que el agua continental sí contiene (OMS, 2018).
Estos hitos podrían definir futuros comportamientos de las personas definidos por la
desconfianza y rechazo a la utilización del agua desalinizada para su consumo directo,
obligando a la búsqueda de un agua que se considere segura.
Por otra parte, la mezcla de agua desalinizada con agua subterránea o agua potable
de otras fuentes suele ser una forma de aumentar la confiabilidad y flexibilidad del
suministro de agua (OMS, 2011). Sin embargo, esta práctica puede tener implicaciones
en la calidad, el sabor y las características minerales del agua, afectando la percepción
de calidad, en especial si la mezcla es intermitente y la proporción de mezcla va cam-
biando (OMS,2011).
Profundizando en lo que ocurre a escala doméstica, Harris et al. (2018) sostienen
que la percepción de la calidad depende del nivel socioeconómico, género, origen
étnico y las fuentes de agua disponibles. Además, esta depende fuertemente de las
trayectorias de vida, tanto individuales como colectivas de las personas, que definen
las expectativas que existen sobre el agua potable, y por lo tanto, cada contexto geo-
gráfico, económico, cultural y político; favorece (o no) la aprobación hacia el consumo
y utilización de agua potable desalinizada a nivel doméstico. Un ejemplo de esto es la
percepción diferenciada entre quienes han crecido y se han desarrollado en un terri-
torio árido, en comparación con quienes migraron hacia un territorio árido, y reciente-
mente están incorporando el agua potable desalinizada en sus prácticas domésticas.
También la percepción y actitudes pueden ser distintas para las mujeres que cumplen
labores en torno a los cuidados y tareas domésticas, y sienten preocupación por la
posible exposición de los demás integrantes del hogar a un agua “insegura”.
A nivel nacional, Fragkou et al. (2021) indican que, en el caso de Antofagasta, la intro-
ducción y mezcla de agua de diferentes fuentes - continental y marítima - ha tenido
implicancias en la calidad del agua y cambios en el sabor, impactando en la percepción
de los consumidores (Fragkou & McEvoy, 2016).

8.2.2. ESTRATEGIAS DOMÉSTICAS

Estudios sobre la aceptabilidad de agua de fuentes alternativas demuestran que exis-


ten variaciones en el propósito del uso del agua y diferencias de percepción en Bélgica,
Noruega, Israel, Australia, Los Ángeles (Estados Unidos), Canadá, México, Japón y Jordán
(Hurlimann & Dolnicar, 2016). En particular, la preferencia del agua embotellada por so-
bre el agua de la llave para consumo humano (beber) ha sido estudiada para el caso de
aguas recicladas y aguas desalinizadas, demostrando que su aceptación está relaciona-
da con la confianza existente en las instituciones, autoridades, y percepción de riesgo.
Los estudios realizados por Fragkou & McEvoy (2016) en comunidades que reciben
agua desalinizada en Los Cabos (México) y Antofagasta (Chile) indican que los usua-
rios prefieren consumir agua embotellada para beber. Este resultado puede explicarse

104 DESALINIZACIÓN: OPORTUNIDADES Y DESAFÍOS PARA ABORDAR LA INSEGURIDAD HÍDRICA EN CHILE`


CAPÍTULO 8 | DESAFÍOS EN EL USO DEL AGUA DESALINIZADA COMO FUENTE DE AGUA POTABLE

por la mala calidad del agua potable existente anteriormente, la preocupación de que
no sea suficientemente higiénica, la percepción de riesgo sobre la salud (que genere
enfermedades), y la desconfianza en el servicio o las instituciones (Fragkou & McEvoy,
2016). En relación con esto, la comunicación tiene un efecto fundamental en la per-
cepción y disposición a usar fuentes de agua alternativa.
Esto ha tenido efectos concretos sobre el uso efectivo que se le da al agua potable
desalinizada. Así, en un estudio realizado a 100 hogares en Antofagasta, dos tercios de
los hogares (66%) indican que el agua de la llave no es utilizada para consumo directo,
lo que dice relación con la percepción de las personas, con la confianza en las insti-
tuciones de gobernanza de las aguas y también con la calidad de las aguas (Fragkou y
McEvoy, 2016; Fragkou et al., 2021). Los estudios que han buscado relacionar el agua
desalinizada con la percepción de la población respecto de su calidad, han demostra-
do que un 80% de la población entrevistada tiene una mala percepción de la calidad
y compra agua embotellada para su consumo, a pesar de que el agua desalinizada
sí cumple con los estándares requeridos por la normativa chilena (Villar-Navascués
y Fragkou, 2021). Por lo demás, el agua desalinizada presenta las tarifas más altas
de suministro de agua potable del país (Fragkou y McEvoy, 2016).

8.2.3. SALUD DE LA POBLACIÓN

Aunque el proceso de desalinización generalmente proporciona una barrera impor-


tante para agentes patógenos y contaminantes químicos, el uso de agua desalinizada
podría tener un impacto en la salud (OMS, 2011). Los estudios en salud han evaluado las
concentraciones en agua potable y séricas35 en seres humanos de algunos elementos
esenciales comparando el período previo y posterior a la introducción de AMD, o com-
parando ciudades con y sin AMD. Las principales conclusiones de estos estudios apun-
tan hacia una disminución de los niveles séricos de magnesio posterior al uso de AMD
(Ben Zaken et al., 2020; Koren et al., 2017), una ingesta de Yodo por debajo del requeri-
miento promedio en ciudades con AMD (Ovadia et al., 2016) y una amplia variabilidad
de concentraciones de sustancias químicas inorgánicas mayores y menores que están
por debajo o sobre los límites recomendados por la OMS para agua potable (Rizk, 2009).
En estos estudios la principal recomendación fue que la calidad del agua potable
debe evaluarse con múltiples parámetros de calidad y no solo los relacionados con
su pH y conductividad eléctrica. Un estudio reportó la presencia de bromato en agua
potable proveniente de AMD en concentraciones muy superiores al agua embotellada
y agua de pozo (Aliewi et al., 2017). Dos estudios investigaron la presencia de especies
infecciosas en muestras de AMD, donde se encontraron cianobacterias principalmente
en embalses de agua urbanos y cianotoxinas en muestra de agua rurales relacionadas
al transporte del agua en camiones cisterna (Chatziefthimiou et al., 2016) y especies
de protozoos tanto en AMD y agua de pozo comparado con agua embotellada (Hawash
et al., 2015).

35 La concentración sérica es la medida de un compuesto que se encuentra en el líquido de la sangre.

COMITÉ CIENTÍFICO DE CAMBIO CLIMÁTICO 105


SECCIÓN C | DESAFÍOS DE LA DESALINIZACIÓN

Los estudios que investigaron los efectos en salud comparando lugares con y sin
AMD, o antes y después de la introducción de AMD, se enfocan en resultados en la
salud debido a una disminución del contenido de elementos esenciales y anomalías
electrolíticas del AMD. Los resultados apuntan hacia una asociación positiva con car-
diopatía isquémica (Shlezinger et al., 2018), trastorno por deficiencia de Yodo no au-
toinmune (Ovadia et al., 2016) y plausibilidad para el desarrollo de cáncer (Nriagu,
et al., 2016) con un mayor riesgo de cáncer debido a un nivel superior al aceptable
de bromato en AMD (Alomirah et al., 2020). Otros estudios sobre efectos en la salud
no mostraron diferencias en el desarrollo de Diabetes Mellitus, cáncer colorrectal y
demencia (Shlezinger et al., 2018; Ben Zaken 2020), no obstante, los períodos de se-
guimiento no fueron suficientemente extensos para el desarrollo de estas condiciones
relacionadas con exposiciones de largo plazo.
Finalmente, el agua producida por la desalinización contiene concentraciones más
bajas de calcio y magnesio que agua de otras fuentes, y aunque la dieta sigue siendo
la principal fuente de elementos esenciales, el consumo de agua entrega cantidades
complementarias que pueden ser relevantes para algunas personas (OMS, 2011; 2018).
La deficiencia en calcio y magnesio puede resultar más grave en mujeres y adultos
mayores, en particular, aquellos con riesgo de mortalidad por cardiopatía isquémica
(OMS, 2011). Aunque es apropiado considerar la remineralización con sales de calcio y
magnesio, la decisión debe tomarse en conjunto con las autoridades de salud y nutri-
ción en relación con la ingesta dietética total de minerales nutrientes.

8.3 MARCO ACTUAL DE NORMATIVAS DE AGUA POTABLE


Y CONSUMO HUMANO DE AGUA DESALINIZADA

Las fuentes de agua para desalinizar pueden ser de mar o aguas salobres, ya sea su-
perficial o subterránea. Estas tienen un alto contenido natural de iones, siendo el obje-
tivo del tratamiento removerlos. El agua desalinizada, por lo tanto, es baja en minera-
les, corrosiva y con baja capacidad de buffer. Para abordar esto, prácticas comunes son
la mezcla con otras aguas y la remineralización (OMS, 2011) (ver detalles en Capítulo
3). La norma chilena de calidad de agua potable NCh409/1Of.2005, incluye parámetros
de calidad y muestreo para aguas continentales superficiales o subterráneas, sin con-
siderar las aguas desalinizadas. No se considera, por lo tanto, el proceso de reminera-
lización de agua desalinizada (necesario para su consumo humano), y tampoco existe
una obligación normativa por parte del proveedor del servicio para remineralizar el
agua desalinizada.
La Norma NCh409/1.Of2005 no incluye el calcio o la dureza total, no establece con-
centraciones mínimas para estos parámetros, y tampoco para el magnesio. Por otro
lado, estas aguas pueden tener virus patógenos, bacterias y parásitos (los cuales de-
ben ser tratados de acuerdo a la NCh409/1.Of2005); además de una variedad de con-
taminantes químicos como boro, yoduro, bromuro, potasio y sodio, lo cuales podrían
requerir un tratamiento adicional (OMS, 2011). Si bien el proceso de desalinización es
una barrera importante para contaminantes químicos y patógenos, esta barrera no es

106 DESALINIZACIÓN: OPORTUNIDADES Y DESAFÍOS PARA ABORDAR LA INSEGURIDAD HÍDRICA EN CHILE`


CAPÍTULO 8 | DESAFÍOS EN EL USO DEL AGUA DESALINIZADA COMO FUENTE DE AGUA POTABLE

absoluta, y los problemas asociados podrían tener un impacto en la salud pública, en


especial los relacionados a la estabilización y remineralización. Por esto, deben ser
abordados en un Plan de Manejo de Riesgo a la Salud y en un plan seguridad hídrica a
nivel doméstico, específico al caso (OMS, 2011).
La reforma al Código de Aguas promulgada el año 2022, incorpora el reconocimiento
del derecho humano al agua y al saneamiento como un derecho esencial e irrenuncia-
ble que debe ser garantizado por el Estado. Este reconocimiento se complementa con
otras reformas en que se incorpora la función de subsistencia de las aguas, que implica
asegurar el consumo humano, el saneamiento y el uso doméstico de subsistencia para
las personas, como un deber público de la Administración del Estado. El aseguramiento
de ese derecho humano, como se deduce de la Observación General N° 15 del Comité
de Derechos Económicos, Sociales y Culturales de año 2002, implica cumplir con in-
dicadores de disponibilidad, calidad, y accesibilidad al agua (Pulgar, 2020: 103-104;
Recabarren Santibañez, 2016; Ochoa, 2013). Dado el actual escenario hídrico de Chile,
han surgido diversas propuestas para asegurar el derecho en cuestión, entre las que
se cuenta a la desalinización. Esta tecnología capaz de incorporar nuevos volúmenes
de agua para distintos usos se ha presentado como una solución a problemas relativos
a la baja disponibilidad hídrica, así como problemas con la calidad del agua potable,
particularmente en zonas áridas y semiáridas en donde existen conflictos en torno a
los múltiples usos de agua (Fragkou y McEvoy, 2016).
Como resulta evidente, el principal aporte que puede hacer la desalinización es el au-
mento de la oferta hídrica, pues permite generar o crear nuevas fuentes de agua fresca,
para sus distintos usos (Williams, 2022). Tanto a nivel mundial (Williams, 2022) como en
el territorio nacional (Fragkou et al., 2021) el aumento de la oferta hídrica que propone
la desalinización de agua de mar ha sido promovido como una solución para el desa-
rrollo urbano e inmobiliario, al entregar factibilidad en el suministro de agua potable.
Particularmente en la zona norte y centro de nuestro país, existe una situación crí-
tica entre los distintos usuarios que compiten por acceder a las aguas, lo que se rela-
ciona particularmente con actividades como la agricultura de exportación y la minería,
sectores económicos con una representación significativa en el PIB de nuestro país
(Plaza, 2017). Este aspecto, se ahonda en el Capítulo 2 del documento. Ahora bien, el
solo hecho de que exista una mayor oferta hídrica no significa una mejora en los es-
tándares de cumplimiento del derecho humano al agua, no sólo porque dichos están-
dares apuntan a más que la disponibilidad, sino también porque la naturaleza jurídica
del agua desalinizada no es necesariamente la misma que la del agua. En este mismo
sentido también es importante mencionar que una inadecuada planificación del uso
del territorio (especialmente en zonas costeras que están sujetas a expansiones urba-
nas no planificadas, Andersen & Balbontin, 2021) puede aumentar consistentemente
esta brecha hídrica independiente de la posibilidad de aumentar la oferta de agua.
Como se desprende de lo discutido en los Capítulos 2 y 4 de este Informe, un primer
elemento a considerar es el entendimiento de la escasez hídrica como un concepto
socialmente construido en función de los procesos hidrológicos y meteorológicos que
determinan la disponibilidad de aguas, en conjunto con otras dimensiones como los

COMITÉ CIENTÍFICO DE CAMBIO CLIMÁTICO 107


SECCIÓN C | DESAFÍOS DE LA DESALINIZACIÓN

estilos de vida, el crecimiento de la población y la administración de las aguas y sus


usos con distintas finalidades (Zambrano-Bigiarini y Baez-Villanueva, 2019; Fragkou y
McEvoy, 2016).
En tal sentido, la desalinización sólo será un mecanismo que posibilite el ejercicio
del derecho humano al agua, en la medida en que se incorpore como una solución
adicional al robustecimiento de la gobernanza de las aguas y las zonas costeras. Lo
anterior, incluyendo las consideraciones relativas al derecho fundamental a vivir en un
medio ambiente libre de contaminación, como presupuesto fáctico para el ejercicio de
otros derechos humanos.
Así como la experiencia nacional da cuenta de los beneficios y necesidades
cubiertas con la desalinización de agua, también se debe considerar el aumento de la
demanda hídrica relacionada a estos procesos. En tal sentido, el caso de La Chimba
en la comuna de Antofagasta da cuenta de cómo el abastecimiento de agua pota-
ble por este método ha facilitado el desarrollo inmobiliario en la zona, lo que tiene
como consecuencia un aumento de los usuarios de este servicio público desde el
año 2006 a la fecha (Fragkou y McEvoy, 2016). Desde la entrada en vigor de la planta
de La Chimba en 2003, se ha instalado la idea de sustituir completamente el suministro
de agua potable de la comuna de Antofagasta por el agua desalinizada, asegurando
la disponibilidad de aguas para el desarrollo de la minería en la región (Fragkou et al.,
2021). Lo anterior debe analizarse, además, en el contexto de la provisión privada de
los servicios sanitarios en Chile. Por ejemplo, en el caso de La Chimba, Aguas Antofa-
gasta, empresa sanitaria de Antofagasta Minerals, destinó 17 de los 19 millones de
litros cúbicos producidos al año 2016 a la provisión de aguas de las empresas mineras
del conglomerado (Fragkou y Budds, 2020).

8.4 CONCLUSIONES

Siendo el agua un bien común natural, calificado como bien nacional de uso público,
y siendo priorizado su abastecimiento de acuerdo con la modificación reciente del
Código de Aguas, parece recomendable que el uso preferente de las fuentes naturales
(donde estén disponibles) sea el consumo humano y que, por lo tanto, la desalinización
tienda a sustituir o complementar otros usos. Por lo mismo, parece importante que
cuando se autorice el uso del agua de mar para desalinizar, se considere la posible
liberación de los derechos de aguas para el consumo humano (a modo de compensa-
ción) o, en casos calificados, que un porcentaje del volumen de agua desalinizada se
destine a asegurar el consumo humano. Lo anterior permitiría mejorar las condiciones
de disponibilidad.
La calidad del agua potable desalinizada debe evaluarse con múltiples parámetros
de calidad a nivel nacional, según lo observado por la OMS y estudios internacionales,
además de los relacionados con su pH y conductividad eléctrica: es decir, se deben
incluir concentraciones mínimas de elementos vitales, la dureza total y el calcio, tanto

108 DESALINIZACIÓN: OPORTUNIDADES Y DESAFÍOS PARA ABORDAR LA INSEGURIDAD HÍDRICA EN CHILE`


CAPÍTULO 8 | DESAFÍOS EN EL USO DEL AGUA DESALINIZADA COMO FUENTE DE AGUA POTABLE

para el agua desalinizada como para toda provisión de agua potable36. Es de especial
importancia, en este sentido, que se asegure que las aguas desalinizadas, destinadas a
consumo humano, contengan todos los elementos propios del agua potable. Es decir,
existe la necesidad de dictar una normativa adecuada que reconozca el agua desali-
nizada como fuente de agua potable, y defina los parámetros que deben cambiar en
sus límites.
La vigilancia de la calidad del agua debe ser constante y relacionada a los proble-
mas asociados al agua desalinizada, incluyendo la vigilancia de los problemas de salud
asociados a la exposición al agua desalinizada tanto de corto como de largo plazo.
Además, se debe considerar un mayor monitoreo ambiental a nivel doméstico y comu-
nitario, que permita mejorar la calidad del servicio entregado.
Se requiere el fortalecimiento de los estándares de calidad de agua potable y del
control de dicha calidad, mejorando la resolución de la instrumentación de análisis
para alcanzar los Límites de Detección del Método (LDM) establecidos por los están-
dares para aplicar normas de calidad.
Finalmente, dado el carácter de derecho humano del acceso al agua y el saneamien-
to, es recomendable que las tarifas consideren ese carácter, asegurando la accesibili-
dad y evitando que las poblaciones vulnerables tengan cobros superiores que puedan
ser producidos por el aumento de costos que signifique la desalinización, como tam-
bién, por las estrategias domésticas que se pueden desarrollar por el rechazo de los
consumidores a su calidad (como la compra de agua embotellada o filtros domésticos).

36 Además, se debe tener especial cuidado con los siguientes elementos que pueden requerir acciones
adicionales para su eliminación: boro (borato), bromuro, yoduro, sodio y potasio (OMS, 2011)

COMITÉ CIENTÍFICO DE CAMBIO CLIMÁTICO 109


CAPÍTULO 9
FUENTE DE
ENERGÍA UTILIZADA EN
LA DESALINIZACIÓN

9.1 INTRODUCCIÓN

Siendo la provisión de energía uno de los insumos claves en la operación de una


planta desalinizadora (Capítulo 3), resulta clave evaluar, con el antecedente histórico
de cerca de 150 años descrito en la sección 3.3, la relación existente entre el uso de
fuentes de energía y la desalinización en nuestro país, marcando su comienzo a través
de nuestra principal energía renovable.
Los posibles acoplamientos entre tecnologías de desalinización y fuentes de ener-
gía renovable son descritos en la sección 3.3, relevando el gran potencial que posee
nuestro país para integrar nuestras abundantes tecnologías renovables con distintas
opciones tecnológicas para la desalinización (Palma-Behnke et al., 2021). La siguien-
te tabla resume los consumos energéticos requeridos para los distintos procesos
de desalinización.

110 DESALINIZACIÓN: OPORTUNIDADES Y DESAFÍOS PARA ABORDAR LA INSEGURIDAD HÍDRICA EN CHILE`


CAPÍTULO 9 | FUENTE DE ENERGÍA UTILIZADA EN LA DESALINIZACIÓN

Tabla 9.1.
Consumo de energía en los principales procesos de desalinización.
Fuente: Al-Karaghouli y Kazmerski (2013).

Tecnología Capacidad típica Consumo de Consumo de Equivalente de Volumen Calidad del agua
de la unidad [m3/ energía eléctrica energía térmica energía eléctrica L H2O/kg H2 producto [ppm]
día] [kWh/m3] [MJ/m3] a térmica
[kWh/m3]

MSF 50.000-70.000 2,5-5 190-282 15,83-23,5 11 ~10

MED 5.000-15.0000 2-2,5 145-230 12,2-19,1 ~10

MVC 100-3.000 7-12 - - ~10

TVC 10.000-30.000 1,6-1,8 227 14,5 ~10

SWRO hasta 128.000 4-6* - - 400-500

BWRO hasta 98.000 1,5-2,5 - - 200-500

ED 2-145.000 2,64-5,5 - - 150-500

Notas: Abreviaturas de la tabla: MSF - flash multietapa; MED - destilación multietapa; MVC -
compresión mecánica de vapor; TVC - compresión térmica de vapor; SWRO: ósmosis inversa
con agua de mar; BWRO: ósmosis inversa con agua salobre; ED - electrodiálisis.
* consumo con sistema de recuperación de energía; ** rango con valores bajos de TDS.

Estos valores también se aprecian en estudios más recientes sobre la materia


(Soliman et. al., 2021).
La alta salinidad aumenta la demanda de energía en los SWRO, mientras que el efec-
to de la temperatura en el consumo energético no está del todo claro. Los equipos de
recuperación de energía y las bombas de alta eficiencia pueden reducir el consumo de
energía, pero el consumo energético global de la planta no puede explicarse sólo por
estos factores. El consumo de energía también se ve afectado por la calidad y la can-
tidad del agua requerida (Al-Karaghouli y Kazmerski, 2013). Los valores de referencia
que han sido publicados para el caso de Chile son de 4,2 (Planta Norte ex-La Chimba) y
4,3 (Planta Coloso) kWh/m3 (Kim et al., 2019), mientras que ACADES (2022) informa un
valor de 2,8 kWh/m3 (Desalinizadora de Atacama) en línea con los valores reportados
en la literatura revisada en los capítulos 3 y 4 de este informe. Sin embargo, la revisión
realizada por Kim et al. (2019, p. 7) reporta un consumo adicional de 14 kWh/m3 para
transportar el agua hacia arriba de la cordillera en el caso de la Planta Coloso. Si bien
este resultado no es generalizable a las demás plantas, sí es indicativo de que la ener-
gía necesaria para la impulsión puede representar un consumo energético sustantivo.
Asimismo, las tecnologías de desalinización pueden asociarse con un acoplamiento
directo a tecnologías renovables y los consumos energéticos correspondientes. La
siguiente tabla resume estos resultados.

COMITÉ CIENTÍFICO DE CAMBIO CLIMÁTICO 111


SECCIÓN C | DESAFÍOS DE LA DESALINIZACIÓN

Proceso Capacidad típica Demanda de energía Costo de producción Tabla 9.2.


[m3/día] térmica [kWhe/m3] de agua [USD/m3] Consumo de
energía según
Destilación solar < 100 solar pasiva 1,3-6,5
tipo de energía
térmica: 29,6 renovable.
MEH solar 1-100 2,6-6,5
eléctrica: 1,5 Fuente: Al-
MD solar 0,15-10 45-59 10,5-19,5 Karaghouli y
Kazmerski (2013).
térmica: 12,4-24,1
Estanque solar / MED 20.000 - 200.000 0,71-0,89
eléctrica: 2-3
4-6 (SW) Nota: Abreviaturas
Estanque solar / RO 20.000 - 200.000 0,66-0,77 de la tabla: MEH
1,5-4(BW)
- humidificación
térmica: 12,4-24,1
CSP solar / MED > 5.000 2,4-2,8 multiefecto;
eléctrica: 2-3
MD - destilación
4-6 (SW) 11,7-15,6 con membrana;
Panel PV / RO < 100
1,5-4(BW) 6,5-9,1
MED - destilaciòn
Panel PV / EDR < 100 1,5-4 10,4-11,7 multiefecto; RO -
6,6-9,1 ósmosis inversa;
4-6 (SW) CSP - concentrador
Eólica / RO 50 - 2.000 (cap. pequeña)
1,5-4(BW de potencia solar;
1,95-5,2 (1000 m3/d)
Panel PV - Panel
Eólica / MVC < 100 7-12 5,2-7,8 fotovoltaico; EDR
- electrodiálisis
térmica: 12,4-24,1
Geotérmica / MED 80 2-2,8 reversible; MVC
eléctrica: 2-3
- compresión
mecánica de vapor.

9.2 SELECCIÓN DE TECNOLOGÍAS Y CONSUMO DE ENERGÍA ASOCIADO

La selección de una tecnología de desalinización concreta debería considerar va-


rios factores, como las condiciones específicas del lugar, el tipo y la calidad del agua
de alimentación, la disponibilidad de energía, la economía e impactos ambientales.
En el caso del agua de mar, el consumo de energía y el costo de producción de agua
del proceso de ósmosis inversa (RO) es el menor de todos los procesos de destilación
(MSF, MED y VC). Esto se debe a los avances tecnológicos de las membranas, a la alta
eficiencia de los equipos de recuperación y a la mayor eficiencia de las bombas. Para
la desalinización de agua salobre los dos métodos más económicos son la RO y la ED
(electrodiálisis). La RO suele ser más rentable cuando el TDS (total de sólidos disueltos)
es superior a 5.000 ppm, mientras que la desalinización por electrodos es más rentable
para concentraciones inferiores.
Es importante señalar que algunas zonas en el Desierto de Atacama y de la región de
Magallanes han sido clasificadas como áreas con alto potencial de ERNC a nivel mun-
dial (Palma-Behnke et al., 2021), por lo que el abastecimiento de energía para plantas
desalinizadoras en dichas zonas es factible en principio.
La capacidad de desalinización instalada actualmente en el país asciende a 8.820
l/s, mientras que la capacidad instalada del parque solar se encuentra cercana a los
6.000 MW, lo que representa 42.000 MWh/día con un factor de planta de 29% (ver Ca-
pítulo 5). Considerando el rango de referencia 2-6 kWh/m3 utilizado en los cálculos del

112 DESALINIZACIÓN: OPORTUNIDADES Y DESAFÍOS PARA ABORDAR LA INSEGURIDAD HÍDRICA EN CHILE`


CAPÍTULO 9 | FUENTE DE ENERGÍA UTILIZADA EN LA DESALINIZACIÓN

capítulo 5 el consumo de energía de las unidades de desalinización en operación en


Chile se encontraría en un rango aproximado entre 1.500 y 4.500 MWh/día, es decir en-
tre un 3,6% y un 10,7% de la generación diaria del parque solar únicamente, sin tomar
en cuenta otras energías renovables, como la eólica, la geotérmica, la hidráulica y la
biomasa. Es importante mencionar que esta estimación no toma en cuenta la impul-
sión de agua, la cual puede representar una parte importante del consumo energético
de las desalinizadoras chilenas, especialmente en aquellas que se impulsa agua hacia
la cordillera. Por otro lado, para la capacidad de desalación proyectada de 38.744 m3/s,
equivalentes a 140.069 m3/h, se requieren cada hora entre 280 MWh y 840 MWh, lo
que equivale a un parque solar de entre 1.000 MW y 3.000 MW de capacidad instalada.
Dada una capacidad de almacenamiento de agua desalada, un acople con generación
ERNC variable puede ser una buena opción para reducir los actuales vertimientos.
En el escenario descrito en la sección 3.3, en el cual se llevan a término todos las
ampliaciones y proyectos de desalinización catastrados en este informe, la capacidad
instalada de desalinización llegaría a 38.744 l/s, un incremento de más de 4 veces la
capacidad instalada actual. Por otro lado, se ha estimado que el potencial energético
de la zona norte de Chile es de 1.521 GW y el potencial de todo el país llegaría a los
2.375 GW, de los cuales, 2.238 GW corresponden a energías solares (PV y CSP) (Pal-
ma-Behnke et al., 2021). Si bien el país cuenta con las condiciones naturales para que
el parque ENRC crezca sustancialmente, es necesario mencionar que el cambio climá-
tico puede afectar algunas de las variables más relevantes para los proyectos de ER en
Chile –temperatura, velocidad del viento e irradiación solar– especialmente para las
tecnologías solar, eólica e hidráulica.
En escenarios de cambio climático publicados recientemente (CCG, 2022), se ha ad-
vertido una notable disminución de las precipitaciones en la región centro-sur del país,
que ya ha sido atribuida, en parte, al cambio climático antropogénico. Por otro lado, los
resultados del proyecto ARClim señalan que la generación hidroeléctrica podría verse
afectada debido al descenso en las precipitaciones y que el aumento en la temperatura
constituye un alto riesgo para la transmisión eléctrica en el norte del país. Además,
la disminución en vientos en el centro y sur del país podría tener algún impacto en
la generación eólica en dicha zona (Palma-Behnke et al., 2021). Por tanto, es funda-
mental que el crecimiento de la capacidad de desalinización se encuentre alineado
con el crecimiento del parque energético, y que se consideren, en la medida de lo
posible, los efectos del cambio climático en dicho escenario. En este sentido, entender
la complementariedad de nuestras fuentes renovables puede ser clave.

9.3 CONCLUSIONES

Los acoplamientos entre tecnologías de desalinización y fuentes de energía reno-


vable son evidentes a la luz de una transición energética focalizada en alcanzar la
carbono-neutralidad en un país de gran potencial de energías renovables, cerca de
un centenar de veces superior a las necesidades proyectadas. Los requerimientos
energéticos para la desalación son comparativamente menores al potencial total de

COMITÉ CIENTÍFICO DE CAMBIO CLIMÁTICO 113


SECCIÓN C | DESAFÍOS DE LA DESALINIZACIÓN

generación (en un factor cerca de quinientas a mil veces menor considerando el agua
necesaria para la fabricación equivalente de hidrógeno).
A modo de ejemplo, utilizando nuestro parque solar actual (6.000 MW), se requeriría
entre un 3,6% y un 10,7% de su producción de energía para abastecer el total de la
capacidad existente de desalinización (8.535 l/s). Asimismo, es importante mencionar
que esta estimación no toma en cuenta la impulsión de agua, la cual puede repre-
sentar una parte importante del consumo energético de las desalinizadoras chilenas,
especialmente en aquellas que se impulsa agua hacia la cordillera. Por otra parte, las
reducciones de inyecciones de energía renovable (vertimiento) debido a congestiones
en los sistemas de transmisión y problemas operaciones pueden aumentar este valor.
A lo anterior se suma que el cambio climático puede afectar algunas de las variables
más relevantes para los proyectos de ER en Chile, impactando su producción (ejemplo
reducción del recurso hídrico en la zona central). En este sentido, entender la comple-
mentariedad de nuestras fuentes renovables y el desarrollo del sistema interconecta-
do nacional cobran especial relevancia.

114 DESALINIZACIÓN: OPORTUNIDADES Y DESAFÍOS PARA ABORDAR LA INSEGURIDAD HÍDRICA EN CHILE`


SECCIÓN D
ASPECTOS NORMATIVOS/
ADMINISTRATIVOS

COMITÉ CIENTÍFICO DE CAMBIO CLIMÁTICO 115


CAPÍTULO 10
NATURALEZA JURÍDICA DEL AGUA
DESALINIZADA, TÍTULOS
HABILITANTES PARA SU EXTRACCIÓN
Y EVALUACIÓN AMBIENTAL

10.1 INTRODUCCIÓN

A pesar del aumento progresivo de la instalación de plantas desalinizadoras de agua


de mar en los últimos años, no existe una regulación específica relativa a su extrac-
ción, proceso, tratamiento, distribución, así como sobre su uso por parte de actividades
industriales, ni para consumo humano. En este capítulo se tratan en general aspectos
normativos relativos al uso de agua desalinizada, y el proceso de obtención de esta
nueva fuente de agua a través de la tecnología de la desalinización. Primero se incluye
una revisión de la regulación actual para después tratar distintas brechas normativas y
las indicaciones al proyecto de ley. Estos aspectos normativos generales son comple-
mentados con aspectos específicos como el ordenamiento territorial (Capítulo 11) y
aspectos administrativos relacionados con el rol del estado y los privados en el desa-
rrollo de este tipo de proyectos (Capítulo 12).

10.2 REGULACIÓN ACTUAL

Hasta ahora, sólo existen normas para obtener concesiones (de uso de porciones o
“parcelas” de mar y/o de costa, pero no para extraer el agua) o autorizaciones (cons-
trucción de obras, servidumbres sobre terreno fiscal o particular) y, en su caso, suje-
ción a las certificaciones y/o verificación de calidad dependiendo del tipo de uso del
agua que se produce (para consumo humano se aplican las NCh 409/1 Of.2005 y 409/2
Of.2005, o para el uso industrial, riego u otros usos la NCh 1333).

116 DESALINIZACIÓN: OPORTUNIDADES Y DESAFÍOS PARA ABORDAR LA INSEGURIDAD HÍDRICA EN CHILE`


SECCIÓN D | ASPECTOS NORMATIVOS/ADMINISTRATIVOS

Respecto al ingreso al SEIA, no existe norma especial, pero la mayoría de los


proyectos ingresan mediante una declaración de impacto ambiental o un estudio de
impacto ambiental. La evaluación es muy diferente en ambos casos, especialmente
en la calidad y cantidad de información que debe entregarse en los estudios de
impacto ambiental. Además, sólo en ellos existe la obligación del titular del proyecto
de hacer “seguimiento” de las variables ambientales en el tiempo. Además, cuando el
proyecto ya está operativo, si las variables ambientales se han comportado de mane-
ra distinta a lo evaluado, se podría pedir la “revisión” de la resolución de calificación
ambiental por el Servicio de Evaluación Ambiental de oficio, el titular y las comunidades
afectadas. Esta revisión no procede respecto de las declaraciones de impacto ambiental.
Además, la participación ciudadana es obligatoria sólo en los Estudios, mientras que
en las declaraciones se debe solicitar a la autoridad y además, se deben cumplir va-
rios otros requisitos. En ambos casos, declaraciones o estudios, se deberá acreditar la
normativa vigente, que en este caso es muy escasa o deficiente.

10.3 BRECHAS NORMATIVAS

Considerando la normativa existente, para Rojas y Delpiano (2016, y vigente hasta


hoy) quedan aún pendientes preguntas relativas a: 1) la ordenación territorial y uso
de agua de mar; 2) la planificación estatal en construcción de obras hidráulicas e
iniciativa privada en actividades económicas reguladas; 3) formas de garantía y/o
cumplimiento de la cobertura del derecho humano al agua; 4) evaluación adecuada
de los impactos ambientales de los proyecto; y 5) el régimen jurídico-institucional del
agua de mar y del agua extraída.
Algunos de estos puntos se tratan en otros Capítulos de este informe. Los temas
asociados a la ordenación territorial se tratan en el Capítulo 11. Los temas asociados al
rol del Estado y la iniciativa privada se tratan en el Capítulo 12. Aspectos relacionados
con temas asociados a uso de agua desalinizada como derecho humano al agua se
tratan en Capítulo 8. En este capítulo en particular se tratan los aspectos de evalua-
ción de impactos ambientales de proyecto (complementado con Capítulos 6 y 7) y el
régimen jurídico-institucional del agua de mar y del agua extraída.

10.4 BRECHAS NORMATIVAS EN PROYECTO DE LEY


SOBRE DESALINIZACIÓN

En este apartado se especifican observaciones a las indicaciones al proyecto de ley


presentadas por el Gobierno de S. Piñera el 9 de marzo de 2022.

10.4.1 NATURALEZA JURÍDICA DEL AGUA DE MAR.

Dado que el agua de mar costera e incluso el fondo marino (dentro de las 200 millas
marinas) forman parte del dominio público, resulta fácil concluir que el agua de mar
es un bien público.

COMITÉ CIENTÍFICO DE CAMBIO CLIMÁTICO 117


SECCIÓN D | ASPECTOS NORMATIVOS/ADMINISTRATIVOS

Esta naturaleza jurídica pública debiera traducirse en el reconocimiento norma-


tivo, de un conjunto de potestades y obligaciones, hasta ahora insuficientes, tanto
para el Estado (como la protección, gestión, utilización directa o concesionada, inspec-
ción, sanción, e incluso recuperación o reversión por razones de utilidad pública etc.),
como para los inversionistas (especialmente obligaciones ambientales y relacionadas
al derecho humano al agua) y para todo ciudadano (defensa del bien público, ahorro en
el consumo etc.)
Las indicaciones al proyecto de ley consideran el agua de mar como un bien na-
cional de uso público (art. 1º) y, además, en el proceso de otorgamiento de la conce-
sión (debería agregar “en su ejercicio y término), la DGA tendrá presente el resguardo
del interés público. ¿Qué se entiende por interés público en esta ley? Consiste en la
priorización de las aguas desalinizadas para el consumo humano, el saneamiento y
la preservación de los ecosistemas y el uso productivo sustentable (art. 4º). Esto coin-
cide además con el nuevo art. 5 y 5 bis del Código de Aguas en virtud de la Ley Nº
21.435 del 6 de abril de 2022.
Esta priorización opera en el Código del Agua, por ejemplo, cuando hay dos o más
solicitudes que compiten por el agua en un determinado sector; y acá, en las indica-
ciones al proyecto de Ley sobre desalinización, explica que la DGA en ciertos casos,
pueda exigir a los titulares de concesiones para usos productivos, que entreguen un
porcentaje para consumo humano.

10.4.2 TÍTULO PARA EXTRAER EL AGUA DE MAR

Como el uso privativo de alguna porción de costas, agua de mar y fondo marino,
puede ser incompatible con otros usos, se requiere obtener un título administrati-
vo para usar y aprovechar privativamente esos componentes (concesión que ya se
solicita). Sin embargo, debería exigirse otra concesión para extraer el agua del mar y
además, considerar qué exigir según el destino final del uso de dichas aguas. Así, si su
finalidad es abastecer de agua potable a la población, a esa primera concesión de pro-
ducción deberá sumarse una segunda concesión, pero de otro tipo: de servicio público.
Las indicaciones al proyecto de ley consideran una concesión otorgada por la DGA
(cambio importante), para extraer agua que daría derecho además al uso del borde
costero, por un plazo máximo de 30 años, renovable, onerosa y caducable. Ella puede
transferirse, arrendarse etc., lo que implica un mercado de estas concesiones, con la
sóla exigencia de informar a la DGA como comunicación administrativa ante lo cual la
Administración puede ejercer poder de veto o de subsanación (Rodríguez Font, 2003).
En cambio, se requiere una autorización, si una planta destinada al consumo humano
y/o saneamiento pasa a ser utilizada principalmente para actividades productivas. En
síntesis, según el proyecto de ley, los cambios entre usos productivos no requieren
autorización de la DGA sólo que se le informe con la limitación antes indicada.

118 DESALINIZACIÓN: OPORTUNIDADES Y DESAFÍOS PARA ABORDAR LA INSEGURIDAD HÍDRICA EN CHILE`


CAPÍTULO 10 | NATURALEZA JURÍDICA, TÍTULOS HABILITANTES Y EVALUACIÓN AMBIENTAL

10.4.3 NATURALEZA JURÍDICA DEL AGUA UNA VEZ


EXTRAÍDA (DESALINIZADA O NO)

Sobre la naturaleza jurídica del agua ya extraída y desalinizada, en la actualidad, ella


constituye un bien distinto del agua de mar, que deriva de la explotación que la conce-
sión permite. Es un bien mueble que sometida a los procesos correspondientes, podrá
ser destinada a consumo humano, uso industrial, riego etc. La pregunta que sigue es
¿se podría vender o comercializar? la respuesta no es clara:
Por un lado, las indicaciones al proyecto de ley indican que el agua de mar es un bien
nacional de uso público y luego que “Las concesiones que para estos fines otorgue el
Estado no entregan dominio alguno a su titular sobre los bienes nacionales de uso
público que pudieran comprenderse en la concesión, y sólo habilitan su uso y goce para
las actividades propias de la concesión.” (art. 1 incisos 1º y cuarto). Según esta norma,
el titular no adquiere el dominio y sólo podría usarla para los fines de su concesión y
consumirla en sus procesos. Sin embargo, como se trata de un producto nuevo, distinto
al agua de mar, y no existe una norma que expresamente diga que sigue siendo bien
nacional de uso público (como lo decía el proyecto de ley original), se podría interpre-
tar que este producto (agua desalinizada) ya no es un bien de uso público, y ha pasado
al dominio del titular de la concesión, quien podría entonces comercializarla.

10.4.4 OBLIGATORIEDAD DE INGRESAR AL SEIA

Existe consenso en incluir las plantas desalinizadoras con todos sus componentes en
una letra específica del art. 10 de la Ley ambiental. Actualmente ingresan por las obras
que comprende: acueductos (letra a) o los sistemas de agua potable (letra o).
La duda es si todas deben ingresar al SEIA o excluir las de menor capacidad.
Por ejemplo, la Guía 2021 de DIRECTEMAR, considera evaluar ambientalmente plantas
industriales con capacidad de producción mayor a los mil m3/día. En España es de 3 mil.
Las indicaciones al proyecto de ley consideran el ingreso obligatorio de los
“proyectos para la extracción de agua de mar y/o desalinización”, delegando a un
Reglamento del MMA determinar umbrales de ingreso y requisitos (art. 17), lo que
parece adecuado.
10.4.5 REGULACIÓN DE ASPECTOS PARTICULARES,
POR EJEMPLO, RESIDUOS, SEGUIMIENTO ETC.

Estos debieran quedar en principio, subsumidos en la Resolución de Calificación


Ambiental (RCA) del proyecto. Sin embargo, hay al menos tres problemas que debe-
rán ser asumidos por la autoridad ambiental en el reglamento o bien, que se imponga
una solución a estos temas en el proyecto de ley: 1) sólo se exige “seguimiento” a
los proyectos que ingresen mediante Estudio de Impacto Ambiental; 2) insuficiencia
del D.S. 90 para regular parámetros asociados al proceso de desalinización (ver

COMITÉ CIENTÍFICO DE CAMBIO CLIMÁTICO 119


SECCIÓN D | ASPECTOS NORMATIVOS/ADMINISTRATIVOS

Capítulo 3 sobre sustancias empleadas en pretratamiento)37; y 3) la inexistencia de


normas de calidad secundaria en bahías, importante y clave para evaluar los efectos
de la captación y descarga de la salmuera y otras sustancias al mar.
Complementariamente, de acuerdo con lo presentado en el Capítulo 6 para delimitar
el Área de Influencia (AI) de una descarga de salmuera, se compara la salinidad modelada
con límites máximos admisibles. En Chile no existen criterios normativos que definan
estos límites y, en concordancia con el Reglamento del SEA (MMA, 2014; Art.11), se recu-
rre a normas internacionales para definirlos (ver más detalles en Capítulo 6).

10.5 CONCLUSIONES
Considerando la regulación existente y las indicaciones realizadas al proyecto de ley,
identificamos las siguientes recomendaciones. Definir magnitud para ingreso de pro-
yectos al SEIA y cómo se evaluarán proyectos que no estén obligados a ingresar. Sugerir
una norma exigente en el SEIA, mientras no tengamos normas de calidad en las bahías,
debería ser aplicable a las declaraciones y Estudios de impacto ambiental. Se requiere
una norma que exija a todos los proyectos que ingresen al SEIA, realizar línea de base,
modelaciones y monitoreos; pues en la actualidad el seguimiento sólo se exige en los
estudios de impacto ambiental. Sugerir qué otras Guías podrían actualizarse o crearse
(en el Ministerio del Medio Ambiente) para la evaluación y seguimiento de proyectos.
Sugerir qué cambios son necesarios en el D.S. 90.

37 De acuerdo con la literatura revisada, algunos de los compuestos empleados en el pretratamiento


que posteriormente se descargan en el flujo de rechazo son: coagulantes (sales férricas, sales de alumin-
io, polielectrolitos, entre otros), biocidas (principalmente compuestos clorados), controladores de cloro
(bisulfitos), antincrustantes (ácidos poliacrílicos, ácidos carboxílicos, ácidos polimaleicos, organofosfatos,
polifosfatos, fosfonatos, polímeros aniónicos, y otros polímeros industriales) para carbonatos, sulfatos y
otras sales en la membrana, y finalmente inhibidores de corrosión. El D.S. 90 incluye aluminio, cloruros,
fósforo total, hierro, pH, temperatura, sólidos suspendidos totales, sulfatos y sulfuros dentro de la definición
de fuente emisora. Sin embargo, dentro de los límites máximos para la descarga a cuerpos de agua marinos
no están incluidos los sulfatos que pueden resultar de la reacción de bisulfito sódico con oxígeno. Fuera de
la zona de protección litoral, no están incluidos cloruros, fósforo, hierro ni sulfatos.

120 DESALINIZACIÓN: OPORTUNIDADES Y DESAFÍOS PARA ABORDAR LA INSEGURIDAD HÍDRICA EN CHILE`


CAPÍTULO 11
PLANIFICACIÓN
TERRITORIAL / COSTERA

11.1 INTRODUCCIÓN

La planificación territorial en Chile está destinada a ordenar y planificar el territorio


urbano y rural definiendo los usos del suelo en los asentamientos humanos por medio
de instrumentos de planificación. Las plantas desalinizadoras localizadas en la zona
costera deben cumplir ciertas condiciones establecidas por los instrumentos de pla-
nificación territorial (IPT) para las infraestructuras sanitarias, aunque existen brechas
considerables y desafíos, sobre todo desde la perspectiva de un uso sustentable de la
costa, aspectos que se abordarán en este capítulo.
Desde los aspectos netamente territoriales, los principales problemas a enfrentar en
Chile son:
a. La localización y emplazamiento: Las plantas desalinizadoras no necesaria-
mente se ubican en zona costera, pero cuando se localizan en ella, todos los re-
querimientos territoriales establecidos se enmarcan en el espacio físico que es
jurisdicción de la Autoridad Marítima y requieren de una concesión para su ope-
ración. Este espacio físico va desde la línea de playa a los 80 metros de ancho
medidos desde la costa u orilla de mar, riberas de lagos o de ríos navegables ha-
cia tierra firme y caletas, hasta una distancia de 12 millas náuticas medidas des-
de la línea de la más baja marea (D.F.L.(M.) N°292, 1953, Artículo 6º). En su ubi-
cación en el borde costero, las plantas podrían presentar los típicos impactos
ambientales relacionados a las infraestructuras energéticas, como el poten-
cial daño a los ecosistemas y paisajes costeros en su riqueza biológica y turismo.
Por ejemplo, los humedales se ven afectados por el estrés salino, debien-
do recuperarse mediante procesos de restauración (Huang et al., 2021). En
los asentamientos humanos, la concentración de instalaciones industria-

COMITÉ CIENTÍFICO DE CAMBIO CLIMÁTICO 121


SECCIÓN D | ASPECTOS NORMATIVOS/ADMINISTRATIVOS

les podría eventualmente perpetuar la falta de mixtura de usos de suelo, impi-


diendo a los municipios reconvertir el suelo industrial, debido a que ya se ha
planteado como un destino apropiado para las termoeléctricas que se cie-
rran por el Plan de descarbonización (Utreras, 2022; Reporte sostenible, 2020).
También, el área requerida para una planta desalinizadora por ósmosis inver-
sa es de unos 10.000 m2 por lo general (Sadhwani, Veza & Santana, 2005), la que
instalada en zonas bajas, impediría el uso y acceso público de una gran proporción
de la costa. Este aspecto sí es regulado en otros países, destacando el California
Coastal Act en California, Estados Unidos.
Desde la ciencia, ya se han desarrollado ejercicios metodológicos para la locali-
zación óptima o la definición de áreas prioritarias de localización con evaluación
multicriterio para la construcción y operación de plantas desalinizadoras en Chile,
llegando a determinar que sólo el 4,54% del territorio está calificado como alta-
mente apto para su localización de un total de 114.450 km2 (García-Bartolomei, et
al., 2022).
b. La demanda por energía: Debido al alto requerimiento de energía utilizada en el
proceso de desalinización, el uso de energías no renovables tiene un impacto indi-
recto en el medio ambiente. Por otro lado, el acceso a energías renovables cercanas,
como campos eólicos o solares puede impactar grandes extensiones de terrenos y
demandar presupuestos excesivos (ver Capítulo 9).
c. La descarga en la cuenca: En la gestión y disposición del concentrado (salmuera y
metales pesados), preocupan los posibles cambios en la economía local, servicios
ecosistémicos y en la biodiversidad con consecuencias socio-territoriales en zo-
nas bajas de las cuencas. La descarga puede crear afectaciones en los humedales
costeros, la actividad pesquera y el turismo, impactando, por ende, a las comuni-
dades (Rodríguez & Reul, 2010; Huang et al., 2021). Pese a esto, existen ejemplos
de medidas de mitigación para minimizar los impactos ambientales del manejo de
las descargas, tales como las implementadas exitosamente en España (Sola et al.,
2020). Se recomienda revisar en profundidad el Capítulo 7, que trata las evidencias
de las descargas de los efluentes en los sistemas socioecológicos, las cuales pueden
ser desde inofensivas a significantes. De todas formas, sigue existiendo una brecha
importante de información sobre los potenciales impactos en los asentamientos
costeros y en sus vocaciones territoriales, es decir, en los aspectos que aborda la
planificación territorial.

11.2 INSTRUMENTOS DE PLANIFICACIÓN TERRITORIAL

En los aspectos referentes a la localización geográfica de las plantas desalinizado-


ras en interacción con los usos de suelo, los principales instrumentos de planificación
que existen para determinar la ubicación y emplazamiento de estos proyectos aún no
funcionan de manera coordinada, existiendo algunas limitaciones que se abordarán
a continuación:

122 DESALINIZACIÓN: OPORTUNIDADES Y DESAFÍOS PARA ABORDAR LA INSEGURIDAD HÍDRICA EN CHILE`


CAPÍTULO 11 | PLANIFICACIÓN TERRITORIAL / COSTERA

a. Los Instrumentos de Planificación Territorial (IPT) tales como los planes


reguladores comunales, seccionales, intercomunales y metropolitanos:
i) Determinan los usos de suelo (Residencial, Equipamiento, Actividades Productivas,
Infraestructura, Espacio Público, Área Verde), pero solo dentro de los límites urbanos.
El tipo de uso de suelo reconocido para las plantas desalinizadoras es el de “infraes-
tructura sanitaria” y “actividad productiva”. Si son identificadas como inofensivas,
pueden instalarse también en zonas que permitan equipamiento inofensivo.
ii) Permiten, en caso de una edificación en un área sensible de la costa, determinar
un área especial de restricción, las que se definen como áreas planificadas que, en
razón de su especial destino o naturaleza, están sujetas a restricciones de diverso
grado en cuanto a su urbanización y edificación.
iii) En caso de que se logre la declaración de un humedal urbano, todo IPT
deberá incluirlos en calidad de área de valor natural, para efectos de establecer
las condiciones bajo las que deberán otorgarse los permisos de urbanizaciones o
construcciones que se desarrollen en ellos. Hasta ahora, se han reconocido 90 hu-
medales38 (MMA, 2022).
b. El Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental (SEIA), donde el gobierno
regional, las municipalidades y la autoridad marítima deben pronunciarse sobre
la compatibilidad territorial del proyecto (urbana y rural). Considerando que los
Planes Regionales de Ordenamiento Territorial (PROT) no están vigentes aún, el
análisis se limita a revisar los IPT vigentes, incluyendo la Estrategia de Desarro-
llo Regional vigente. Para el caso de plantas de desalinización de tipo sanitario
se entiende admitido por la norma específica de la Superintendencia de Servicios
Sanitarios como planta de agua potable (SISS, Ley 18902). En cambio, para plan-
tas de desalinización de uso industrial, se requiere de una zonificación específica
dentro del límite urbano y fuera de éste puede acogerse mediante un Informe de
Factibilidad para Construcciones Ajenas a la Agricultura39 (SAG, 2020).
c. Las normas que regulan las áreas protegidas, incluyendo especialmen-
te las áreas Marinas Costeras Protegidas de múltiples usos, Zonas Ramsar, Espa-
cios Costeros Marinos de los Pueblos Originarios y Humedales Urbanos en áreas
costeras dentro de límites urbanos. Sin embargo, esta normativa generalmen-
te no contiene prohibiciones a actividades o bien, los planes de manejo no es-
tán elaborados. Además, estas normas no están debidamente integradas con los
IPT ni con la zonificación borde costero. Otras áreas que no son protegidas pero
podrían ser consideradas como limitantes de localización son las AMERB (Áreas
de Manejo y Explotación de Recursos Bentónicos) en las cuales se otorgan dere-
chos de uso o explotación exclusiva sobre los recursos bentónicos (invertebrados
bentónicos y algas), presentes en sectores geográficos previamente delimitados y
autorizados por el Servicio Nacional de Pesca.

38 https://humedaleschile.mma.gob.cl/humedales-urbanos/
39 https://www.sag.gob.cl/ambitos-de-accion/informe-de-factibilidad-para-construcciones-aje-
nas-la-agricultura-en-area-rural-ifc

COMITÉ CIENTÍFICO DE CAMBIO CLIMÁTICO 123


SECCIÓN D | ASPECTOS NORMATIVOS/ADMINISTRATIVOS

d. Las normas que regulan el pronunciamiento de la Comisión de Zonificación del


Uso del Borde Costero que tienen por objeto establecer sus múltiples usos. Sin
embargo, este proceso ha demostrado baja incidencia, ya que plantea zonifica-
ciones a gran escala o microzonificaciones con alcance limitado y no acordes al
desarrollo real (Skewes, 2017). Desde la justicia ambiental territorial, Hervé (2010)
plantea que al decidir la zonificación, se debe evitar concentrar usos similares e
instalar cerca proyectos incompatibles.
e. Las normas para obtener una concesión marítima están consideradas en
el D.S. N° 2 de 2005, Reglamento que debe implementar el Ministerio de
Defensa Nacional, a través de la Subsecretaría para las Fuerzas Armadas, el cual
será sustituido por un nuevo reglamento en elaboración40 (Ministerio de Defensa
Nacional, S.f). Sin embargo, la experiencia ha demostrado que estos condiciona-
mientos no han sido suficientes para la protección de las zonas costeras y no se
complementan con las exigencias establecidas por los IPT.

11.3 CONCLUSIONES

Considerando las limitaciones de los instrumentos identificados más arriba, en Chile


todavía no existen o funcionan de manera coordinada, IPTs precisos para determinar
una ubicación adecuada y sustentable de las plantas desalinizadoras en el territorio
nacional, considerando factores sociales y ambientales, así como sus efectos acumu-
lativos y sinérgicos en su paisaje y biodiversidad. A esto se suma una falta de visión
del territorio en su conjunto, y una reflexión sobre los posibles impactos que este tipo
de proyectos puede tener sobre el desarrollo de los asentamientos humanos. Además,
existe desconocimiento del marco jurídico administrativo, más una falta de integra-
ción y coordinación intersectorial. Según esto, se identificaron las siguientes brechas
de gestión, brechas de información y brechas normativas:

BRECHAS DE GESTIÓN

Se requiere una actualización más rápida de los IPT en las comunas costeras y que
sus condiciones sean consideradas en los procesos de aprobación de las concesiones
marítimas. Además, se debe realizar el traspaso de competencias de los PROT a las
regiones para que los PROT ya elaborados puedan ser implementados o se empiecen
a confeccionar. Otro aspecto importante a considerar es la actualización de los mapas
de riesgos o de amenazas en las zonas donde se instalarán las futuras plantas desali-
nizadoras ya que, en caso de ser la fuente principal de agua potable para los asenta-
mientos, éstos se considerarán infraestructura crítica.
Por otro lado, se deben re-evaluar la escala, las competencias y compatibilidades de
las Zonificaciones de Usos del Borde Costero, para incorporar lineamientos respecto a
la instalación de plantas desalinizadoras. Finalmente, las evaluaciones deben conside-

40 https://www.defensa.cl/tramites/asuntos-maritimos/nuevo-reglamento-de-concesiones-maritimas/

124 DESALINIZACIÓN: OPORTUNIDADES Y DESAFÍOS PARA ABORDAR LA INSEGURIDAD HÍDRICA EN CHILE`


CAPÍTULO 11 | PLANIFICACIÓN TERRITORIAL / COSTERA

rar impactos directos e indirectos de los proyectos, como también la evaluación com-
parativa o complementaria con acciones de conservación y/o reutilización de agua.

BRECHAS NORMATIVAS

Se requieren reglas legales claras, para determinar la localización de estos pro-


yectos, considerando la gran cantidad de instrumentos aplicables y así evitar la con-
centración excesiva de instalaciones, incorporando principios de justicia ambiental y
equidad territorial, como el no concentrar usos similares o no permitir que se acepten
usos incompatibles. Por ejemplo, al observar el mapa de Región de Atacama (Figura
11.1) se visualiza como convergen plantas desalinizadoras con áreas para la acuicul-
tura, áreas de manejo y protección de recursos bentónicos, y áreas marinas protegidas.

Tabla 11.1.
Plantas
desalinizadoras
en la Región de
Atacama.
Fuente: Instituto
Milenio en Socio-
Ecología Costera
SECOS, 2022
(gentileza Dra.
Laura Farías).

COMITÉ CIENTÍFICO DE CAMBIO CLIMÁTICO 125


SECCIÓN D | ASPECTOS NORMATIVOS/ADMINISTRATIVOS

Se requiere una regulación específica o una política pública para el “uso sustentable”
de la zona costera, definida en la ley Marco de Cambio Climático como el espacio o
interfase dinámica de anchura variable dependiendo de las características geográfi-
cas donde interactúan los ecosistemas terrestres con los acuáticos, ya sean marinos
o continentales (art. 3) o zona marítimo-terrestre, y no limitarse al borde costero. Hay
ejemplos a seguir, como ocurre en EEUU con la “California Coastal Act” -ley aprobada
en 1976- que regula la zona costera con un permiso especial, denominado “coastal
development permit” (California Coastal Commission, 2022).
Esta ley indica que las actividades proyectadas en la zona costera deben ser some-
tidas a la comisión, la cual evalúa los posibles impactos a través de procesos partici-
pativos que incluyen la visión de la ciencia y las comunidades costeras. Regulaciones
similares se encuentran también en Australia e Israel (Alterman y Pellach, 2021). Por
tanto, esto es una oportunidad en la discusión del proyecto ley sobre el uso de agua
de mar para la desalinización (Boletín 11.608-09) que actualmente no incluye crite-
rios de localización específicos ni la forma en que se evaluarán los impactos de estos
proyectos, sino que deja este importante tema a las normas vigentes que regulan los
bienes públicos y la respectiva zonificación dispuesta en los IPT y la zonificación del
borde costero. El proyecto de ley indica que debe elaborar una Estrategia Nacional de
Desalinización que considere los siguientes instrumentos: IPT; Política Nacional de Or-
denamiento Territorial; Zonificaciones de Borde Costero; Políticas, planes, programas
e instrumentos de gestión ambiental y de cambio climático; Instrumentos de gestión
del riesgo de desastres aplicables al borde costeros, y otros instrumentos normativos
o regulatorios pertinentes.
Entonces, se necesitan criterios de localización, para así mejorar su integración con
los IPT, o modificaciones a la Ley de Urbanismo y Construcción o avanzar en una ley de
costas que delimita la zona costera más allá de los 80 metros41. Por supuesto es muy
relevante la discusión si esta zona solo corresponde a los límites del dominio público.
En específico respecto de la ley sobre el uso de agua de mar para la desalinización
(Boletín 11.608-09) se observa que el reglamento será expedido por el Ministerio de
Obras Públicas, Ministerio del Medio Ambiente y también el Ministerio de Vivienda y
Urbanismo. En este reglamento se determinarán los criterios, requisitos, condiciones,
antecedentes y exigencias en el sistema de evaluación de los proyectos.
Se requiere que la futura ley sobre Servicio de Biodiversidad y Áreas Protegidas con-
sidere reglas especiales para velar por los potenciales impactos de este tipo de pro-
yectos o similares, en la biodiversidad de ecosistemas protegidos, especialmente en
áreas marinas costeras.
Por último, hay que mejorar la regulación de los PROT en cuanto a en qué aspectos
serán vinculantes. Hasta ahora lo son para establecer las condiciones que se deberán
exigir a los proyectos de actividades productivas e infraestructura que se ubiquen en
zonas no declaradas para ese tipo de uso como preferente.

41 Ver https://www.observatoriodelacosta.cl/

126 DESALINIZACIÓN: OPORTUNIDADES Y DESAFÍOS PARA ABORDAR LA INSEGURIDAD HÍDRICA EN CHILE`


CAPÍTULO 11 | PLANIFICACIÓN TERRITORIAL / COSTERA

BRECHAS DE INFORMACIÓN (ESTUDIOS Y EVALUACIÓN DE IMPACTO)

Se necesitan estudios que analicen las zonas planificadas por los IPT vigentes en
las áreas donde operan las actuales plantas desalinizadoras, así como verificar si son
zonas de equipamiento, zonas de equipamiento especial u otras. Además, los impactos
ambientales de las plantas desalinizadoras operativas en comunidades y territorios
deben poner especial énfasis en: 1) impactos socio ambientales de la fase de cons-
trucción e implementación 2) impactos socio ambientales derivados de la operación y
disposición final de los residuos de salmuera y metales pesados en ecosistemas mari-
nos, paisajes costeros-marinos y humedales costeros. Por otro lado, se debe estudiar
la potencial pérdida de competitividad de los asentamientos costeros por efecto de
cambios en la actividad turística y pesquera, que puede verse afectada por la salmue-
ra y otros metales pesados en las emisiones, por la temperatura de la descarga y por
las especies que son succionadas (ver Capítulo 7). Atención se debe prestar a los
posibles impactos que puede generar el acceso al agua desalinizada en zonas que
anteriormente no tenían el recurso. Esta disponibilidad debe ir acompañada de una
planificación en el territorio ya que puede impulsar el desarrollo de asentamientos
humanos y por ende, generar otros impactos en el uso de suelo.
Se deben estudiar también los posibles impactos sobre áreas de alto valor para la
Conservación (Sitios Prioritarios actualizados), los impactos en cambios de alimenta-
ción en hogares y de cultivos y productos agrícolas por efecto del consumo de agua
desalinizada (ver Capítulo 8), y la demanda de energía versus abastecimiento de agua
(ver Capítulo 9). También, será relevante contar con estudios de amenazas naturales
recurrentes y eventos extremos derivados del cambio climático, sobre el emplaza-
miento y funcionamiento de plantas desalinizadoras42.
Finalmente, existen posibles sinergias y oportunidades, como el desarrollo de agua
potable rural a partir de pequeñas plantas en asentamientos rurales con escasez hídri-
ca, la posibilidad de planificar el uso público de agua desalinizada en infraestructura
verde-azul para las ciudades, y crear una mejor gobernanza para las zonas maríti-
mas-terrestres y/o zona costera.

42 Este es un punto que de acuerdo a lo establecido en la Ley Marco de Cambio Climático, todo proyecto
de inversión va a necesitar considerar como parte de su proceso de evaluación de impactos ambientales.

COMITÉ CIENTÍFICO DE CAMBIO CLIMÁTICO 127


CAPÍTULO 12
FINANCIAMIENTO Y
MODELO DE NEGOCIOS

En este capítulo se presenta una discusión de las alternativas para el financiamiento


del desarrollo proyectos de desalinización. En la primera sección se discute el tipo
de proyectos desde la perspectiva de la financiación. Luego se presenta una acotada
revisión de la experiencia internacional para este tipo de proyectos. Posteriormente se
discute el contexto regulatorio nacional relevante para la desalinización y por último
se concluye con recomendaciones.

12.1 FINANCIAMIENTO Y DEMANDA POR AGUA DESALINIZADA

El financiamiento de la construcción y operación de instalaciones de desalinización


puede darse en un contexto de inversiones privadas (e.g. la minería o el turismo), de
proyectos de interés público (e.g. agua potable) o mixto como pueden ser las desa-
linizadoras multipropósito. En el primer caso el que asume el riesgo de la inversión
es un inversionista privado, en el segundo una agencia o empresa del estado y en el
último depende de los acuerdos previos establecidos entre los actores involucrados.
En todos estos casos el financiamiento puede venir de un banco u otras instituciones
financieras nacionales o internacionales. El primer caso no es significativamente dis-
tinto a otras inversiones y el modelo de negocio puede estar basado en contratos de
largo plazo para la provisión de agua desalinizada. Además de normativas que aplican
a otros proyectos (e.g. ambiental, concesión marina), las regulaciones deben ser claras
para dar seguridad jurídica (ver Capítulo 10) y reducir los riesgos (Alvez et al., 2020) y
de esta forma promover su desarrollo. Los proyectos de interés público pueden usar fi-
nanciamiento público, privado o mixto, dependiendo del modelo regulatorio utilizado.

128 DESALINIZACIÓN: OPORTUNIDADES Y DESAFÍOS PARA ABORDAR LA INSEGURIDAD HÍDRICA EN CHILE`


CAPÍTULO 12 | FINANCIAMIENTO Y MODELO DE NEGOCIOS

12.2 EXPERIENCIA INTERNACIONAL

Tradicionalmente, el financiamiento del costo de capital de grandes obras de in-


fraestructura hidráulica la realizan los gobiernos a través de deuda, que luego pagan
a través de la recaudación vía tarifas y cobros por agua (Greer 2020). Sin embargo,
debido al aumento de costos de construcción y al complejo escenario fiscal para los
gobiernos, muchos han buscado innovar en el financiamiento de grandes proyectos de
infraestructura, principalmente a través de sistemas de concesiones (PPP, public-pri-
vate partnerships).
Los PPP han ganado popularidad durante las últimas dos décadas, aunque aún repre-
sentan una proporción menor, 1% a 3%, del total de proyectos de infraestructura, con
foco en el sector transporte y vivienda (Greer et al., 2021).
La desalinización es una industria donde se ha utilizado el financiamiento a través
de concesiones. Greer et al. (2021) analizó una base de datos global para explorar la
variación temporal y geográfica de las concesiones, así como el esquema específico
de concesión utilizado. Del total de 21.729 proyectos de desalinización analizados,
un 2,66% se financiaron a través de concesiones, donde predominan los esquemas
BOO (Build, Own, Operate) y BOT (Build, Operate, Transfer). Wolfs & Woodroffe (2001)
proponen un marco para estructurar y financiar proyectos de desalinización a través
de esquemas BOO (Build, Own, Operate) y BOT.
Greer et al. (2021) enfatizan la idea de que los esquemas de concesiones deben
diseñarse a la medida de cada proyecto, objetivos y preferencias con respecto al ries-
go. En el caso de Israel, se consideró que el esquema BOT con concesiones a 25 años
es efectivo para distribuir el riesgo entre el Estado y el sector privado. En ese caso, el
Estado asegura que toda el agua desalinizada producida es comprada por una entidad
estatal (Mekorot), aunque esta no sea necesaria. En particular, se acuerda un precio fijo
en función de la capacidad de la planta desalinizadora y un precio variable sujeto al
volumen de agua desalinizada que efectivamente es producido (Bismuth et al., 2016).
El proceso de planificación de la desalinización en Israel se describe en detalle en
Dreizin et al. (2008) y en Bismuth et al. (2016).
Para el caso de agua potable, Crookes (2018) encontró que la desalinización es una
alternativa costo-efectiva para abordar la escasez hídrica en Cape Town, y que incluso
podría resultar en una reducción de tarifas para todos los tipos de usuarios, particular-
mente bajo un esquema progresivo por bloques (IBT, increasing block tariffs) que tome
en cuenta la escasez.
En el caso de Australia, la viabilidad financiera de la desalinización depende de la
posibilidad de contar con una red de infraestructura y con institucionalidad que per-
mita transferencias de agua (físicas o virtuales) entre distintos usuarios (Porter et al.,
2015). Además, sería clave el desarrollo modular de estas plantas, expandiendo la
capacidad en etapas a medida que se hace necesario. Así, el costo medio de largo plazo
de la desalinización resulta menor que el de la alternativa de embalses, permitiendo
postergar la necesidad de grandes presas (Porter et al., 2015) y reduciendo el riesgo de
sobredimensionamiento por efectos de una menor precipitación futura. Naturalmente

COMITÉ CIENTÍFICO DE CAMBIO CLIMÁTICO 129


SECCIÓN D | ASPECTOS NORMATIVOS/ADMINISTRATIVOS

por ser una medida estructural (ver sección 4.2 de este informe), la desalinización im-
plica una mayor rigidez financiera y un mayor riesgo de no recuperar la inversión.

12.3 CONTEXTO REGULATORIO NACIONAL

Actualmente en Chile son dos los marcos regulatorios más relevantes para el
financiamiento de proyectos de interés público. Por una parte, están las concesiones a
cargo del Ministerio de Obras Públicas que financia todo tipo de obras desde puertos,
puentes, embalses y que en este caso trabaja en forma coordinada con la Dirección de
Obras Hidráulicas. El sistema de concesiones se basa en la idea de que parte del finan-
ciamiento de las obras se recupera con las ventas de servicios que estas generarán.
Por otra parte, en el contexto regulatorio de las empresas sanitarias estas deben
realizar obras como parte de su plan de desarrollo para asegurar la provisión de agua
potable a sus clientes. Este plan y sus obras debe ser visado por la Superintendencia
de Servicios Sanitarios (SISS), y pueden ser incorporados a las tarifas.
Esto abre la discusión respecto de hasta qué punto debe ser el cliente quien cubra
los costos de inversión y operación de las plantas. En el caso de los clientes urbanos
existe un subsidio para hogares de bajos recursos, por lo que la pregunta es si otros
hogares, de mayores ingresos, debieran cubrir estos costos o debieran ser subsidiados.
En el caso de los hogares rurales atendidos por Sistemas Sanitarios Rurales (SSR), se
debe resolver quién debiera cubrir el mayor costo de operación, el estado o los hoga-
res por sobre un nivel de ingresos.
El agua de mar se caracteriza por ser extremadamente abundante (no rivalidad) y de
acceso abierto. Estas dos condiciones sugieren que su extracción no debiera limitarse.
Sin embargo, el proceso de extracción, desalinización y posterior conducción puede
tener efectos no deseados en el medio ambiente costero afectando sus ecosistemas y
asentamientos humanos, si no se realiza de forma adecuada. Es decir, estas variables
debieran ser la base para planificar y regular su desarrollo (ver Capítulos anteriores).
Otra consideración importante es que una vez previstas las limitantes socio-
ambientales se debe tener en cuenta la verdadera demanda existente por este recurso
(agua desalinizada) por parte de los distintos usos. Esta demanda tiene requisitos
diversos en cuanto a calidad, oportunidad y ubicación, que además son distintos en las
diferentes zonas del país (ver Capítulo 4).
Respecto del proyecto de ley sobre desalinización (Boletín N° 11.608-09) se debe
mencionar que deja fuera la regulación de extracción de agua de mar para otros fines
y se concentra en la provisión de agua desalada a partir de concesiones entregadas
por la DGA y el desarrollo de una estrategia nacional y regionales. Como se discutió
antes no parece razonable limitar el uso del agua de mar dada su característica de bien
público. No obstante, la propuesta de concesiones podría tener un rol de coordina-
ción y ordenamiento de las iniciativas. Por una parte, podría dar un marco más claro y
expedito para el desarrollo de proyectos al reducir la incertidumbre del proceso, pero
por otro estaría agregando pasos administrativos que podrían retrasar su desarrollo.
Otra debilidad del proyecto de ley, es la falta de claridad respecto de la propiedad

130 DESALINIZACIÓN: OPORTUNIDADES Y DESAFÍOS PARA ABORDAR LA INSEGURIDAD HÍDRICA EN CHILE`


CAPÍTULO 12 | FINANCIAMIENTO Y MODELO DE NEGOCIOS

del agua desalinizada. Si esta no queda bien definida (ver sección 10.3.3) la inversión
privada podría verse reducida.

12.4 CONCLUSIONES

Tomando en cuenta la experiencia internacional y el contexto regulatorio nacional,


se proponen las siguientes recomendaciones. Estimar adecuadamente las demandas
por agua desalinizada, considerando las demandas de agua en cada cuenca y las
fuentes alternativas más económicas. Esto requiere un enfoque sistémico a nivel de
cuencas e incluso un enfoque regional multi-cuencas. Ajustar el marco regulatorio
actual para el desarrollo de inversiones con financiamiento del estado que permita
múltiples propósitos. Dar certeza jurídica a la propiedad del agua desalinizada, para
incentivar el desarrollo, lo que para algunos se lograría dando la propiedad del agua
desalinizada y que para otros, en cambio, sería complejo, por los conflictos similares
que existen respecto a la propiedad de las aguas servidas tratadas (lo que es materia
del proyecto de Ley discutido en este informe).

COMITÉ CIENTÍFICO DE CAMBIO CLIMÁTICO 131


CAPÍTULO 12 | FINANCIAMIENTO Y MODELO DE NEGOCIOS

SECCIÓN D
SÍNTESIS Y
RECOMENDACIONES

132 DESALINIZACIÓN: OPORTUNIDADES Y DESAFÍOS PARA ABORDAR LA INSEGURIDAD HÍDRICA EN CHILE`


CAPÍTULO 13
RECOMENDACIONES
GENERALES

En los capítulos anteriores se han entregado antecedentes que dan cuenta de las
oportunidades, desafíos y brechas respecto del desarrollo de la desalinización en
Chile. A continuación, se entregan una serie de recomendaciones al respecto.
Lograr la seguridad hídrica, en relación con los impactos del cambio climático es uno
de los desafíos que se ha impuesto en todos los compromisos de Chile en esta materia
desde la Ley Marco de Cambio Climático, la ECLP y la NDC. La desalinización debe
ser considerada dentro de las opciones que se estudien para lograr el desafío de
la seguridad hídrica. En base a la experiencia comparada con países donde la desali-
nización tiene un mayor desarrollo, se puede señalar que incorporar la desalinización
puede tener distintos objetivos ya sea para un uso permanente entregando una frac-
ción del agua requerida por el sistema o como respaldo para enfrentar los periodos de
mayor escasez. Su objetivo de uso debería ser evaluado caso a caso.
La desalinización debe ser considerada como parte del sistema de gestión del
agua a nivel de cuenca y no como un sistema independiente, con el fin de apuntar
hacia una gestión integrada del agua en su globalidad. En este sentido la desaliniza-
ción como medida de adaptación debería ir acompañada de otras medidas de gestión
orientadas a la reducción de la demanda. Esta opción debe ser considerada dentro de
las múltiples opciones existentes (en este caso dentro de las opciones que apuntan
a aumentar la disponibilidad de agua) para lograr la seguridad hídrica tomando una
perspectiva integral a escala de cuenca. En este sentido su estudio debe ser consi-
derado en el Plan de Adaptación de Recursos Hídricos y los Planes Estratégicos de
Recursos Hídricos de las cuencas del país. Complementario a lo anterior se reco-
mienda su estudio a través de una Política Nacional de Desalinización. La desali-
nización también puede aportar a la estrategia de reducción de emisiones de gases
de efecto invernadero ayudando el desarrollo de distintas estrategias de mitigación,
entre otros de la estrategia de desarrollo de Hidrógeno Verde.

COMITÉ CIENTÍFICO DE CAMBIO CLIMÁTICO 133


SECCIÓN D | ASPECTOS NORMATIVOS/ADMINISTRATIVOS

Para incentivar el desarrollo de esta estrategia se debe dar certeza jurídica a la pro-
piedad del agua desalinizada, lo que para algunos se lograría dando la propiedad del
agua desalinizada y que para otros, en cambio, sería complejo, por los conflictos si-
milares que existen respecto a la propiedad de las aguas servidas tratadas (lo que es
materia del proyecto de Ley discutido en este informe) (materia del proyecto de Ley
que se discute en la siguiente sección). Se debe también ajustar el marco regulatorio
actual para el desarrollo de inversiones con financiamiento del estado que permita
múltiples propósitos.
Para poder desarrollar esta tecnología de manera sustentable se deben, sin embar-
go, resolver una serie de desafíos. Algunos de estos son transversales al desarrollo de
distintos tipos de proyectos productivos, mientras que otros son desafíos específicos
a esta tecnología en particular.
Dentro de los desafíos transversales está el correcto uso del territorio en zonas
costeras43. Al respecto se requiere una regulación específica o una política pública,
con criterios de localización y de justicia ambiental, para el uso sustentable de la zona
costera (unidad no definida por nuestra normativa) o zona marítimo-terrestre, como
ocurre en EEUU con la Ley de Costas (1976), la California Coastal Act, que regula la
zona costera con un permiso especial, denominado “coastal -development permit”,
donde este tipo de actividades debe ser sometida a la comisión costera, la cual evalúa
los impactos derivados a través de procesos participativos que incluyen la visión de
la ciencia y las comunidades costeras. Regulaciones similares se encuentran también
en Australia e Israel. Adicionalmente considerando los instrumentos actualmente en
operación en Chile se recomienda:
• Actualizar los Instrumentos de Planificación Territorial (IPTs) más rápidamen-
te en las comunas costeras y considerar sus condiciones en los procesos de
aprobación de las concesiones marítimas.
• Realizar el traspaso de competencias de los Planes Regionales de Ordenamiento
Territorial (PROT) a las regiones para que los PROT ya elaborados puedan ser im-
plementados o se empiecen a confeccionar
• Mejorar la regulación de los PROT en cuanto a en qué aspectos serán vinculantes.
Hasta ahora lo son para establecer las condiciones que se deberán exigir a los
proyectos de actividades productivas e infraestructura que se ubiquen en zonas
no declaradas para ese tipo de uso como preferente.
• Actualizar los mapas de riesgos o de amenazas en las zonas donde se instalarán
las futuras plantas desalinizadoras.
• Re-evaluar la escala, las competencias y compatibilidades de las Zonificaciones
de Usos del Borde Costero, para incorporar lineamientos respecto a la instala-
ción de plantas desalinizadoras.
Aparte de este desafío transversal se pueden destacar un conjunto de otros desafíos
específicos para los cuales se proponen una serie de recomendaciones.

43 Pese a que la desalinización no necesariamente se tiene que desarrollar en la zona costera, el uso más
común actualmente es éste.

134 DESALINIZACIÓN: OPORTUNIDADES Y DESAFÍOS PARA ABORDAR LA INSEGURIDAD HÍDRICA EN CHILE`


CAPÍTULO 13 | RECOMENDACIONES GENERALES

El agua desalinizada tiene potencialmente múltiples destinos. En particular el uso


de agua desalinizada como fuente de agua potable ha ido creciendo en el tiempo.
Satisfacer las necesidades de agua potable y saneamiento de la población es una prio-
ridad en Chile en comparación con la satisfacción de necesidades de agua para usos
productivos. Sin embargo, se requiere resolver una serie de desafíos respecto del uso
de agua desalinizada para cubrir esta necesidad para lo cual se recomienda:
• Fortalecer los estándares de calidad de agua potable proveniente de aguas
desalinizadas, aumentando la resolución de la instrumentación de análisis para
alcanzar los Límites de Detección del Método (LDM) para aplicar normas de
calidad y asegurar que las aguas desalinizadas contienen todos los elementos
propios del agua potable. Incluir concentraciones mínimas de sales y compues-
tos químicos necesarios para la salud en la norma de calidad del agua potable,
incluyendo la dureza total y el calcio, tanto para el agua desalinizada como para
toda provisión de agua potable.
• Vigilar los problemas de salud asociadas a la exposición al agua desalinizada
tanto de corto como de largo plazo.
• Incorporar normativa con requerimiento de monitoreo ambiental a nivel domés-
tico-comunitario del agua desalinizada en la NCh409/1.Of2005, incorporando
Encuesta SISS que permita mejora continua del servicio entregado.
• Considerar el derecho humano al agua y el saneamiento en las tarifas de agua
potable proveniente de la desalinización para asegurar la accesibilidad y evitar
que las poblaciones vulnerables tengan cobros superiores debido al aumento de
costos que signifique la desalinización.

Por otra parte, siendo el agua un bien común natural, calificado como bien nacional
de uso público, parece recomendable que el uso preferente de las fuentes naturales,
cuando estén disponibles, sea el consumo humano y que, por lo tanto, la desalinización
tienda a sustituir o complementar otros usos. Por lo mismo, parece importante que
cuando se autorice el uso del agua de mar para desalinizar, se considere la posible
liberación de los derechos de aguas para el consumo humano (a modo de compen-
sación) o en casos calificados que un porcentaje del volumen de agua desalinizada se
destine a asegurar el consumo humano.
Otro de los posibles usos del agua desalinizada es la recarga de acuíferos o para
la restauración de cuerpos de agua degradados. Al respecto cabe señalar la necesi-
dad de analizar cuidadosamente el medio y los ecosistemas para que el contraste de
composición fisicoquímica con la masa de agua receptora no genere interacciones no
deseadas en el medio. Las zonas donde ocurre la mezcla de aguas con características
muy diferentes son químicamente activas y generan cambios importantes (pH, sali-
nidad, composición iónica) tanto en la composición del agua como en el medio físico
y ecológico.
La evidencia internacional y nacional destaca una serie de impactos posibles aso-
ciados al desarrollo de los proyectos de desalinización tanto en su etapa de cons-
trucción como en su etapa de operación. Estos impactos se asocian a la captación

COMITÉ CIENTÍFICO DE CAMBIO CLIMÁTICO 135


SECCIÓN D | ASPECTOS NORMATIVOS/ADMINISTRATIVOS

de agua a ser desalinizada (puede ser agua de mar o agua de acuíferos salobres), la
descarga de salmuera y la emisión de gases de efecto invernadero y otros contaminan-
tes producto de la generación de electricidad requerida para este tipo de proyectos.
Estos impactos están relacionados con el diseño y tamaño del proyecto de desali-
nización. Por ejemplo, la captación de agua desde el mar implica mayores impactos
que la captación de agua desde acuíferos salobres. Existe evidencia también respecto
la implementación de procedimientos integrales e incluso disruptivos que evitan las
descargas de las salmueras de ósmosis inversa mediante recuperación de agua y ob-
tención de un subproducto valorizado (e.g. descarga cero líquido).
Al respecto de la evaluación y seguimiento de los potenciales impactos de la desa-
linización se entregan las siguientes recomendaciones generales.
• Considerar reglas especiales en la futura Ley sobre Servicio de Biodiversi-
dad y Áreas Protegidas (SBAP) para velar por los potenciales impactos de este
tipo de proyectos o similares en áreas marítimas costeras. De manera comple-
mentaria se deben establecer Líneas Base Ambientales y Normas Secundarias
de Calidad en bahías que potencialmente pueden alojar este tipo de proyectos.
• Se deben definir las magnitudes y condiciones por las cuales los proyectos
de desalinización deban ingresar al Sistema de Evaluación de Impacto
Ambiental. Hoy los proyectos ingresan de manera indirecta (no integral) ya sea
por ser obras que comprenden: acueductos (letra a del reglamento del SEIA) o
los sistemas de agua potable (letra o). En esta definición se debe considerar el
tamaño mínimo de ingreso.
En términos de consideraciones específicas, respecto de la evaluación y seguimien-
to ambiental de estos proyectos se recomienda:
• En términos de la participación ciudadana en el proceso de evaluación:
− Promover la amplia participación de actores relevantes (pescadores,
artesanales e industriales, representantes de las agencias gubernamentales)
en los procesos de evaluación de impacto y decisiones de localización.
− Garantizar que las opiniones de las minorías se tengan en cuenta y que las
voces de los más vulnerables de la sociedad sean escuchadas en la toma
de decisiones
− En términos de las metodologías y estándares para realizar la evaluación
de impactos
− Establecer una regulación ambiental específica para vertidos de salmuera,
que esté apoyada por el mejor criterio científico conocido hasta la fecha.
− Emplear el mejor conocimiento científico hasta la fecha y ser flexible para
adaptarse a las condiciones específicas de cada proyecto de desalinización.
− Que la modelación de la pluma de descarga considere una batimetría de pre-
cisión, que permita visualizar las cuencas y valles submarinos por donde de-
biera mezclarse la salmuera en el campo cercano44.

44 Pese a no existir una definición precisa se puede entender el campo cercano como una distancia
del orden de metros a decenas de metros en torno al punto de descarga.

136 DESALINIZACIÓN: OPORTUNIDADES Y DESAFÍOS PARA ABORDAR LA INSEGURIDAD HÍDRICA EN CHILE`


CAPÍTULO 13 | RECOMENDACIONES GENERALES

− Caracterizar la hidrodinámica de la columna inferior de agua en los estudios


oceanográficos para analizar la zona donde la salmuera se mezclará (como
una corriente de turbidez).
− Considerar parámetros relacionados con impactos ecológicos en la delimita-
ción del área de influencia sin centrarse sólo en el exceso de salmuera res-
pecto de un umbral.
− Reconocer la diferencia de impactos potenciales en función del tamaño del
proyecto de desalinización.
− Promover y considerar también la reutilización y valoración de las salmueras
en usos productivos como la agricultura o extracción de minerales.

• En términos del monitoreo y plan de seguimiento de proyecto:.


− Implementar monitoreo del medio biótico siguiendo metodología BACI
(Before After Control Impact).
− Disponer de un sistema de monitoreo continuo de la descarga en tiempo real y
con acceso instantáneo a entes fiscalizadores.
− Implementar monitoreo de asentamiento larval en la zona intermareal.
− Que la línea base y del programa de vigilancia ambiental (PVA) considere las
mismas estaciones, de modo de evaluar el impacto de la descarga una vez en
operación.
− Revisar PVAs e incluir –si no están presentes– descriptores esenciales
para vigilar los efectos de los vertidos de salmuera en el medio marino
(u otros medios receptores), y eliminar descriptores innecesarios que no
aportan herramientas efectivas para el diagnóstico ambiental y generan
costos adicionales.
− Cuando la captura es subsuperficial es necesario un monitoreo de la evolución
de la interfase agua dulce-agua de mar tierra adentro y en base a modelos
conceptuales de funcionamiento basados en datos del propio acuífero costero.

Se debe asegurar que la fuente de energía para la desalinización (sea que ésta se
use como fuente de agua para la seguridad hídrica o como apoyo para el desarrollo
de estrategias de mitigación) provenga de energía renovable para asegurar que no
exista un aumento en la emisión de gases de efecto invernadero. De acuerdo con las
proyecciones presentadas esto implica poder disponer del orden de entre 280 MWh y
840 MWh, lo que equivale a un parque solar de entre 1.000 MW y 3.000 MW de capa-
cidad instalada. Dado estos altos requerimientos es indispensable tener una coordina-
ción entre los procesos de planificación eléctrica y energética (incluyendo Planeación
Energética de Largo Plazo y Estrategia Nacional de Hidrógeno Verde) con una estrate-
gia de desalinización.
Considerando las múltiples incertidumbres asociadas a los impactos potenciales de
la desalinización se recomienda avanzar en una agenda de investigación para com-
prender los impactos en especies de importancia ecológica, comercial y biodiversidad,
con la participación de pescadores y otros actores claves en la gestión pesquera, para

COMITÉ CIENTÍFICO DE CAMBIO CLIMÁTICO 137


poder diseñar iniciativas de desalinización que tengan los menores impactos y mayor
aceptabilidad social. En específico se recomienda implementar un programa de in-
vestigación por cinco años para generar información básica sobre la respuesta de es-
pecies claves (e.g. especies bioingeniería, depredadores claves, recursos) y funciones
claves (e.g. productividad) ante un incremento en la salinidad.
Finalmente, complementando el trabajo iniciado en este informe, se recomienda
generar y mantener un catastro público actualizado sobre instalaciones de desali-
nización operativas, paralizadas y proyectos en curso, incluyendo: caudales de alimen-
tación, procesamiento y descarga; ubicación georreferenciada de toma de alimenta-
ción, procesamiento y descarga; fuente de alimentación; tipo de sistema de descarga;
tipo de pretratamiento; consumo energético; fuentes de energía; empresa operadora;
empresa(s) o ente(s) propietario(s); ultimate beneficial owner del ente propietario.

138 DESALINIZACIÓN: OPORTUNIDADES Y DESAFÍOS PARA ABORDAR LA INSEGURIDAD HÍDRICA EN CHILE`


CAPÍTULO 14
CONSIDERACIONES PROYECTO
LEY SOBRE EL USO DE AGUA DE MAR PARA
LA DESALINIZACIÓN (BOLETÍN 11.608-09)

En enero de 2018 a través de una moción de los senadores Isabel Allende, Alejandro
Guillier, Felipe Harboe, Adriana Muñoz y Jorge Pizarro ingresó a tramitación el proyecto
de Ley Sobre el uso de agua de mar para la desalinización (Boletín 11.608-09). Desde
su ingreso a tramitación el proyecto de ley se encuentra en el Primer Trámite Consti-
tucional recibiendo Indicaciones Sustitutivas por el Ejecutivo (gobierno de S. Piñera)
en marzo 2022 a través del Oficio N 450-369. Se entregan a continuación algunas
consideraciones sobre este proyecto Ley y las indicaciones sustitutivas del Ejecutivo.
Varias de estas consideraciones fueron propuestas en los Capítulos 11, 12 y 13.
Una primera consideración relevante tiene relación con aclarar que, dado el título
y foco de este proyecto de Ley, éste no puede ser entendido como el proyecto de
Ley que trata sobre todos los aspectos de la desalinización en Chile. Esto parecería
ser una obviedad considerando los múltiples matices que tiene el desarrollo de esta
tecnología. Así, por ejemplo, el uso de agua de mar no es la única manera en la que se
desarrolla la desalinización, sino que también se pueden utilizar aguas subterráneas
salobres ubicadas en la plataforma continental. Por ende, el proyecto de Ley quedaría
limitado en sus alcances respecto de un tratamiento amplio de las distintas alternati-
vas para el desarrollo de la desalinización, pues sólo se limita al uso de agua de mar.
Sumado a lo anterior, es importante insistir que hay muchos aspectos que deben ser
tratados en normativas específicas complementarias, en particular se han destaca-
do en este informe aspectos relacionados con la normativa del uso de agua potable y
la normativa ambiental, entre otros. Pese a que es imposible el tratamiento de todos
estos temas en el proyecto de Ley se debiese dejar una mención respecto de la nece-
sidad de promover mejoras normativas y administrativas para asegurar una correcta
evaluación, implementación y operación de este tipo de proyectos.

COMITÉ CIENTÍFICO DE CAMBIO CLIMÁTICO 139


SECCIÓN E | SÍNTESIS Y RECOMENDACIONES

Sin perjuicio de lo anterior respecto de los temas que son el foco del Proyecto de
Ley (y en particular de las Indicaciones que sustituyeron su texto original) se pueden
destacar las siguientes consideraciones:
• Respecto del proceso de otorgamiento de concesiones para el uso de agua de mar
considerando el interés público:
− Se debe aclarar qué se entiende por interés público en la ley.
− Se deben agregar consideraciones a este interés respecto no solo del otor-
gamiento de las concesiones, sino también para limitar su ejercicio y/o po-
ner término a ellas.
• Respecto del título para extraer el agua se debe aclarar si se requiere autorización de
la DGA cuando haya cambio en el destino de agua desalada entre usos productivos.
• Respecto de la naturaleza jurídica del agua una vez extraída se debe aclarar la
posibilidad de vender o comercializar esta agua.
• Respecto a la normativa ambiental, el proyecto de ley no se hace cargo del principio
precautorio, en virtud del cual, ante la incerteza científica de los efectos que una
actividad pueda provocar al medio ambiente, se obliga a la autoridad tomar medi-
das para evitarlo, hasta que se avance a escenarios de mayor certeza. Así, respecto
de las descargas de salmueras y metales pesados en cada zona marino-costera en
que se instale, se hace necesario una norma preventiva, considerando que el D.S.
90 es insuficiente y no existen normas de calidad secundaria vigente en ninguna
bahía de Chile. Se sugiere, por ejemplo, considerar en el proyecto de ley, una norma
que obligue que todo proyecto que ingrese al SEIA, mientras no exista una norma
de calidad secundaria en la respectiva bahía, deberá siempre tener línea de base
y seguimiento (hoy limitado a los estudios de impacto ambiental), sea que ingrese
mediante una declaración o estudio de impacto ambiental.
• Respecto de temas de ordenamiento territorial: en el proyecto de Ley no se in-
cluyen criterios de localización o de justicia ambiental específicos, sino que se
deja este tema a las normas que hoy regulan el uso de los bienes públicos y
la zonificación dispuesta en los IPT y en el borde costero. Para la planificación
territorial es muy relevante que el proyecto de ley definiera estos criterios y
mejore su integración con los instrumentos existentes (de planificación terri-
torial y la zonificación del borde costero) y de los futuros Planes Regionales de
Ordenamiento Territorial, proponiendo también modificaciones a la Ley de Ur-
banismo y Construcción y las demás pertinentes. Para evaluar la localización de
las plantas, será fundamental que en el proyecto de ley se incorporen criterios
socioambientales relacionados con los impactos en las comunidades tanto en la
fase de construcción e implementación como en la operación y disposición final
de los residuos. Se deben analizar los posibles impactos en los asentamientos
humanos, ya que la introducción de nuevas fuentes de agua puede generar pre-
sión sobre los recursos costeros, que sin una visión global del territorio puede
tener efectos negativos. Se sugiere que en la nueva ley se definan los métodos
para evaluar estos impactos mediante procesos participativos que incluyan tan-
to la visión científica como de las mismas comunidades

140 DESALINIZACIÓN: OPORTUNIDADES Y DESAFÍOS PARA ABORDAR LA INSEGURIDAD HÍDRICA EN CHILE`


REFERENCIAS
Y ANEXOS

COMITÉ CIENTÍFICO DE CAMBIO CLIMÁTICO 141


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158 DESALINIZACIÓN: OPORTUNIDADES Y DESAFÍOS PARA ABORDAR LA INSEGURIDAD HÍDRICA EN CHILE`


ANEXOS

ANEXO 1.
DOCUMENTACIÓN DE LOS TALLERES 12 DE AGOSTO Y 24 DE OCTUBRE
Taller 12 de agosto 2022

Tabla A.1.1.
Mesas Preguntas
Mesas y preguntas
¿Qué elementos deben considerarse en la caracterización de una de discusión
línea de base costera y oceánica para la evaluación de impactos propuestas en el
de un proyecto de desalinización? taller del 12 de
¿Cuáles son las características básicas de instalación y operación agosto de 2022.
Ciencias naturales Fuente: Elaboración
de un proyecto de desalinización que deben considerarse para la
(3 mesas) propia.
evaluación de impactos en contexto costero y oceánico?
¿Qué elementos deben considerarse en la caracterización de una
línea de base costera y oceánica para la evaluación de impactos
de un proyecto de desalinización?
¿Cuáles considera que son los desafíos con relación a los
aspectos energéticos en desalinización?
¿Qué se sabe de las experiencias hechas en Chile al respecto
(barreras/ oportunidades/desafíos) de los aspectos energéticos y
Temas socio-técnicos
de distribución de la desalinización?
(3 mesas)
¿Qué considera que se requiere para que la desalinización
reduzca su impacto ambiental (eficiencia proceso y manejo de
salmueras, dimensionamiento, localización) con relación al nexo
agua-energía?
¿Cuáles son los posibles impactos socio-culturales /
territoriales?
Temas socio-culturales ¿Cuáles son los desafíos/oportunidades de los requerimientos
(2 mesas) regulatorios y legislativos para su instalación y consumo?
¿Cuáles son los desafíos/ oportunidades en las prácticas de
consumo, uso, y aceptación del agua desalinizada?

COMITÉ CIENTÍFICO DE CAMBIO CLIMÁTICO 159


Figura A.1.1.
Mural elaborado por participantes de la mesa Ciencias Naturales 1.
Fuente: Taller 12 de agosto 2022

160 DESALINIZACIÓN: OPORTUNIDADES Y DESAFÍOS PARA ABORDAR LA INSEGURIDAD HÍDRICA EN CHILE`


Figura A.1.2.
Mural elaborado por participantes de la mesa Ciencias Naturales 2.
Fuente: Taller 12 de agosto 2022.

COMITÉ CIENTÍFICO DE CAMBIO CLIMÁTICO 161


Figura A.1.3.
Mural elaborado por participantes de la mesa Ciencias Naturales 3.
Fuente: Taller 12 de agosto 2022.

162 DESALINIZACIÓN: OPORTUNIDADES Y DESAFÍOS PARA ABORDAR LA INSEGURIDAD HÍDRICA EN CHILE`


Figura A.1.4.
Mural elaborado por participantes de la mesa Socio-cultural 1.
Fuente: Taller 12 de agosto 2022.

COMITÉ CIENTÍFICO DE CAMBIO CLIMÁTICO 163


Figura A.1.5.
Mural elaborado por participantes de la mesa Socio-cultural 2.
Fuente: Taller 12 de agosto 2022.

164 DESALINIZACIÓN: OPORTUNIDADES Y DESAFÍOS PARA ABORDAR LA INSEGURIDAD HÍDRICA EN CHILE`


Figura A.1.6.
Mural elaborado por participantes de la mesa Socio-técnica 1.
Fuente: Taller 12 de agosto 2022.

COMITÉ CIENTÍFICO DE CAMBIO CLIMÁTICO 165


Figura A.1.7.
Mural elaborado por participantes de la mesa Socio-técnica 2.
Fuente: Taller 12 de agosto 2022.

166 DESALINIZACIÓN: OPORTUNIDADES Y DESAFÍOS PARA ABORDAR LA INSEGURIDAD HÍDRICA EN CHILE`


Figura A.1.8.
Mural elaborado por participantes de la mesa Socio-técnica 3.
Fuente: Taller 12 de agosto 2022.

COMITÉ CIENTÍFICO DE CAMBIO CLIMÁTICO 167


Figura A.1.9.
Mural elaborado por participantes del taller 24 de octubre.
Fuente: Taller 24 de octubre 2022.

168 DESALINIZACIÓN: OPORTUNIDADES Y DESAFÍOS PARA ABORDAR LA INSEGURIDAD HÍDRICA EN CHILE`


ANEXO 2.
HISTORIA DE LA DESALINIZACIÓN

Desde tiempos inmemoriales los seres humanos han soñado y diseñado mecanis-
mos para desalinizar el agua de mar. Se han descubierto referencias concretas a me-
canismos de desalinización en Tales de Mileto (624-547 a.C.) y Demócrito (¿460 -370?
a.C.), quienes sugirieron que el agua dulce se obtenía por filtración del agua de mar a
través de la tierra. Por su parte, Aristóteles (384- 322 a.C.) abordó en sus obras diver-
sos aspectos del problema del agua, discutió acerca de la naturaleza y propiedades
del agua de mar y la posibilidad de su desalinización. También Plinio (23-79 d.C.), en
su gran enciclopedia sobre historia natural describe varios métodos para desalinizar
agua. Alejandro de Afrodisias (193-217 d.C.), al comentar la meteorológica de Aris-
tóteles, describe por primera vez el procedimiento de destilación como método de
obtención de agua dulce a partir de agua de mar. En la Edad Media varios autores se
refirieron a la necesidad de desalinizar agua de mar, entre los que se puede citar a John
Gaddesden (1280-1361), que en su obra “Rosa Medicine” describió cuatro técnicas de
desalinización (Fundación Aquae, 2021; García, 2015).
En la Edad Moderna, se multiplicaron las referencias científicas y el estudio de mé-
todos de desalinización, debido principalmente a los descubrimientos geográficos, la
expansión del comercio y al aumento de los largos viajes a través de los mares. Por
ejemplo, Andrés Laguna (1499-1560), médico personal del rey de España, Carlos I, en
sus comentarios escritos sobre la materia médica de Pedáneo Dioscórides, cita dife-
rentes métodos de desalinización. Giovan Battista Della (1535-1615) publicó en 1589
la segunda edición de su “Magiae Naturalis” y en el último de sus veinte tomos descri-
be los métodos de obtención de agua dulce a partir de agua salina a través de métodos
conocidos en la época. Este autor tiene el mérito de haber hecho un estudio crítico de
dichos métodos y comprobar experimentalmente algunos. En el siglo XVI, los navíos
hacían uso de rudimentarios alambiques para abastecerse de agua mediante destila-
ción. Miguel Torres Corral, español experto en desalinización, cita como ejemplos las
investigaciones de John Gaddesden o Andrés Laguna. De hecho, las primeras patentes
sobre mecanismos de desalinización se deben a los ingleses W. Walcot y R. Fitzerald
en 1675 y 1683 respectivamente.
A fines del siglo XIX la desalinización se usaba por medio de evaporación y conden-
sación, es decir, se sacaba el agua de mar, se calentaba con elementos combustibles
como el carbón, generando vapor que luego condensaba en agua dulce. Este proceso
era a pequeña escala y se ocupaba una gran cantidad de combustible para calentar el
agua.
Curiosamente, Chile fue pionero en la desalinización a gran escala. En efecto, la pri-
mera planta desalinizadora de escala industrial que comúnmente mencionan los his-
toriadores fue construida en Antofagasta, lo que representa una paradoja, ya que en la
actualidad Chile dista mucho de ser protagonista en la actividad.
La historia de esta planta data de 1872, año en que el ingeniero sueco Charles Wi-
lson confeccionó la primera planta de destilación solar que se tenga noticia, con el

COMITÉ CIENTÍFICO DE CAMBIO CLIMÁTICO 169


objeto de abastecer a la empresa Salitrera Lastenia Salinas (sobre la cual después se
construiría la oficina Chacabuco). Dicha planta era un complejo de estructuras des-
tinado a convertir el agua salada en potable, usando para ello dos elementos que se
encontraban en abundancia en el desierto de Atacama: el calor proveniente del sol y
la fuerza del viento. El aparato instalado en Las Salinas consistía en la instalación de
canaletas poco profundas llenas de agua salada, cubiertas por un techo oblicuo de
vidrio en una extensión de aproximadamente 4.000 m². El agua era elevada desde los
pozos mediante una bomba de molino de viento hasta un estanque con capacidad de
almacenamiento para cuatro días. El sol calentaba el agua de las arcas por los rayos
que pasaban a través de los vidrios. De esta manera, se producía vapor que se con-
densaba en los mismos vidrios y decantaba en canaletas, desde las cuales el agua era
conducida, por medio de cañerías, hasta una cuba que almacenaba el líquido potable.
Según los registros, esta ingeniosa máquina llegó a producir más de 20.000 litros de
agua fresca diaria en verano. La máquina funcionó hasta 1907, año en que comenzaron
a operar las primeras cañerías con agua de la Cordillera de los Andes (Maino Prado &
Recabarren Rojas, 2011).
A mediados del siglo pasado se empezaron a desarrollar plantas desalinizadoras más
modernas basadas en la evaporación, como consecuencia principalmente de los bajos
precios de los combustibles fósiles, que determinaron la tendencia en el desarrollo de
las primeras desalinizadoras. En este punto también fueron decisivas las consecuen-
cias de la II Guerra Mundial: “el crecimiento de la población, la contaminación de los
recursos de agua disponibles y la expansión de industrias con alto consumo de agua”.
Las grandes plantas de desalinización construidas en este periodo eran viables eco-
nómicamente desde el punto de vista de su construcción, pero su operación requería
grandes cantidades de energía. Hasta 1970, el incremento de la capacidad instalada
fue relativamente bajo, calculándose aproximadamente la generación de 1,7 hm³ de
agua desalinizada por día. En comparación, en 2011 ya se producían más de 36 hm³ de
agua desalinizada al día en todo el planeta.
Históricamente, la idea detrás del proceso de desalinización fue introducida por la
armada de guerra naval del Reino Unido a finales del siglo 18 con el propósito de au-
mentar la autonomía de navegación sin almacenar más agua en los barcos (Rognoni,
2010). Dado que en ese período los barcos estaban equipados con máquinas de vapor,
la primera tecnología de desalinización fue la destilación flash única, que se mejoró en
los años siguientes en MSF (flash multietapa) más eficiente.
El primer tipo de unidad de desalinización fue construido por G. y J. Weir en 1885
en Glasgow, Escocia (Weir, 2013). Esta compañía, que más tarde se conoció como Weir
Westgarth, prácticamente tuvo el monopolio como constructor de unidades de desa-
linización hasta la Segunda Guerra Mundial.
En los años siguientes, se instalaron plantas de desalinización con fines civiles. En
1907, una empresa holandesa instaló la primera desalinizadora de los países del Golfo
Pérsico en la ciudad de Jeddah. Por orden del rey Abdulaziz la misma planta fue sus-
tituida en 1928, con dos unidades producidas por Weir Westgarth con una capacidad
instalada total de 135 m³/día (Al-Mutawa et al., 2014).

170 DESALINIZACIÓN: OPORTUNIDADES Y DESAFÍOS PARA ABORDAR LA INSEGURIDAD HÍDRICA EN CHILE`


En 1953 se instalaron otras plantas de desalinización en Qatar y Kuwait. En detalle,
5 unidades se instalaron en Qatar, con una capacidad total igual a 682 m³/día, y 10
unidades en Kuwait, con una capacidad total de 4545,5 m³/día. En 1955 se instalaron
otras 10 unidades en Shuwaikh (Kuwait), que eran del mismo tamaño [6]. A partir de
este momento, las plantas desalinizadoras se expandieron por todo el mundo, con el
nacimiento de muchas empresas como Krupp en Alemania, Westinghouse en los Esta-
dos Unidos, y SIR (Società Italiana Resine) en Italia (Rognoni, 2010).
Posteriormente, las continuas crisis del petróleo ocurridas entre la década del 70 y
la del 80, fueron dificultando el consumo voraz de energía que estas industrias reque-
rían. Por este periodo va apareciendo y tomando fuerza el método de ósmosis inversa
basado en membranas semipermeables, gracias a los nuevos materiales poliméricos,
a sistemas de bombeo más eficientes, con recuperación de energía y a la aplicación
de sistemas inteligentes de control de proceso para la planta de ósmosis (Saavedra
Fenoglio, 2015).
Históricamente el fenómeno de la ósmosis fue observado por primera vez en 1748
por Jean-Antoine Nollet, sin ninguna aplicación durante unos dos siglos (Amio Water
Treatment Ltd, 2022). En los Estados Unidos los primeros estudios fueron iniciados por
los investigadores Sidney Loeb y Srinivasa Sourirajan en 1956 en la Universidad de Ca-
lifornia y la Universidad de Florida, respectivamente. La primera membrana se realizó
en 1959, mientras que la primera planta piloto se instaló en 1965, con una capacidad
de 19 m³/día (Amio Water Treatment Ltd, 2022). Se obtuvo una mejora de esta técnica
mediante el desarrollo de membranas asimétricas que muestran una porosidad dife-
rente moviéndose de una cara a la otra, permitiendo un mayor flujo de agua a través
de ellas (Amio Water Treatment Ltd, 2022).
La lenta difusión de la tecnología de ósmosis inversa se debió inicialmente al alto
consumo de electricidad requerido para producir agua dulce en comparación con otras
técnicas, y la vida limitada de las membranas semipermeables (Amio Water Treatment
Ltd, 2022). Las primeras aplicaciones estuvieron relacionadas con el agua salobre, de-
bido a su menor presión osmótica en comparación con el agua de mar.
La primera planta desalinizadora, basada en RO, para un municipio se construyó en
1977 en Estados Unidos, con una capacidad instalada de 11.350 m³/día. En la misma
zona, en 1985 se construyó otra grande con una capacidad instalada igual a 56.800
m³/día (Amio Water Treatment Ltd, 2022).
Se produjeron grandes avances tecnológicos en el proceso de ósmosis inversa gra-
cias al aumento de la vida útil de la membrana y la adopción de dispositivos de re-
cuperación de energía para reducir los requisitos energéticos para el proceso. Por lo
tanto, hoy en día la RO se aplica al agua de mar y es económicamente competitiva
con las otras tecnologías. Esta mejora se logró durante la década de 1990 gracias a
la introducción de un sistema de recuperación de energía basado en la incorporación
de turbinas hidráulicas o sistemas similares antes de devolver el agua salobre al mar
(Amio Water Treatment Ltd, 2022).
Actualmente, la RO es la tecnología más extendida para la desalinización, seguida
por MSF y destilación multiefectos (MED). Según las estadísticas, en el último año

COMITÉ CIENTÍFICO DE CAMBIO CLIMÁTICO 171


(2021) la capacidad instalada total se basó esencialmente en tres tecnologías: RO
(68,7%), MSF (17,6%), MED (6,9%). Las otras tecnologías tuvieron un papel marginal
(6,8%) (Sangwai et al., 2013). Plantas desalinizadoras se instalan en todo el mundo,
pero se concentran principalmente en Oriente Medio y norte de África (47,5% de la
capacidad mundial). La principal fuente de agua cruda está representada por el agua
de mar (70,5% de la capacidad mundial) (Jones et al., 2019).

ANEXO 3.
TECNOLOGÍA DE NANOFILTRACIÓN PATENTE N°52.855 INAPI DESARRO-
LLADA EN U. DE C.

Tecnología desarrollada en la Universidad de Concepción (patentada con registro


N°52.855 de INAPI), que consiste en un sistema de desalinización de agua de mar y
aguas salobres empleando nanofiltración en dos pasos, empleando unidades compac-
tas, completamente automatizadas, incluyendo sistemas de energías renovables y de
fácil traslado, instalación, operación, mantención y supervisión en el tiempo.

Los resultados y ventajas más relevantes logradas con la construcción e instalación


de unidades de desalinización empleando nanofiltración y que se encuentran en ope-
ración en Chile, son las siguientes:
1.- Se cuenta con una metodología de diseño y construcción de plantas desaliniza-
doras, así como también la infraestructura y personal calificado para su mantención y
supervisión, para asegurar su sustentabilidad y sostenibilidad en el tiempo.
2.- La investigación tecnológica del equipo UdeC ha permitido lograr sistemas de
desalinización empleando nanofiltración mejorados desde el punto de vista de integra-
ción energética y ahorro de energía, con suministro de energía fotovoltaica validados.
3.- Se cuenta con información económica, social, legal, medioambiental y sanita-
ria obtenida a partir de las experiencias de desalinización empleando nanofiltración.
Esta información contiene los elementos a considerar para la inversión, gastos de

172 DESALINIZACIÓN: OPORTUNIDADES Y DESAFÍOS PARA ABORDAR LA INSEGURIDAD HÍDRICA EN CHILE`


operación y evaluación económica de un proyecto de implementación de una planta
desalinizadora, la normativa aplicable, los procedimientos administrativos requeridos
para el cumplimiento de ella, descripción de procesos de interrelación con instancias
administrativas públicas, como son municipios, Dirección de Obras Hidráulicas (DOH),
empresas sanitarias, Gobernación Marítima, Subsecretaría de Pesca y Acuicultura, y
otras que correspondan según la naturaleza del proyecto.
4.- La tecnología requiere un consumo de energía alrededor de 30% más bajo, por
menor requerimiento de presión que la ósmosis inversa. La nanofiltración opera a 40
bar de presión, la ósmosis inversa alrededor de 60 bar.
5.- Los costos de mantención son más bajos por menor estrés en el uso de materia-
les y por especificaciones técnicas menos exigentes en los insumos e instrumentos al
operar a menor presión.
6.- Se reducen los requerimientos para remineralizar el agua para consumo humano,
como sí ocurre en el caso de la ósmosis inversa, que produce por defecto agua destila-
da. Al obtener un agua intermedia todavía con iones calcio y magnesio, que se pueden
emplear para remineralizar el agua producto.

ANEXO 4.
CONSTRUCCIÓN DE BASE DE DATOS

En Chile no existe una fuente de información oficial centralizada sobre los proyectos
e instalaciones de desalinización. Para la elaboración del presente informe, fue nece-
sario consultar y compilar información de muy diversas fuentes, tales como: publica-
ciones académicas, publicaciones oficiales, bases de datos comerciales, información
proveniente de organismos gubernamentales, memorias de empresas e información
pública en general (ver tabla A.4.1). Cabe reiterar que la mayor parte de la información
existente no tiene el carácter de información oficial en el sentido estricto, ya que es
recopilada a partir de información asociada a otras actividades y no como informa-
ción de desalinización propiamente dicha. Así, los informes sobre uso de agua de mar
publicados por COCHILCO se refieren al empleo de este recurso como insumo para
la minería. Por otro lado, los datos sobre desalinización almacenados en el SEIA con
frecuencia están asociados a instalaciones de otras industrias y se refieren a la fase
de proyecto de una planta cuya operación puede no llegar a concretarse o suspender
sus actividades debido a cierre, sanciones, y otros múltiples motivos. Adicionalmente,
se observó que las publicaciones más antiguas contenían información sobre proyectos
que no aparecía en las publicaciones recientes. Esto hace suponer que dichos proyec-
tos no llegaron a concretarse o se encuentran paralizados, pero también es posible que
la información no se haya actualizado oportunamente.
Debido a las consideraciones anteriores, no fue posible descartar ninguna tabla o
base de datos a priori pues cada una contenía información diferente. A partir de los
datos obtenidos de las fuentes documentadas en la tabla A.4.1, se siguieron los si-
guientes pasos:

COMITÉ CIENTÍFICO DE CAMBIO CLIMÁTICO 173


1. Identificación e individualización de instalaciones de desalinización.
2. Determinación de atributos: nombre, titular, ubicación, estatus operativo, tec-
nología de operación, capacidad de desalinización en litros por segundo.
3. Búsqueda e ingreso de datos faltantes.
4. Corrección de datos.

1. Identificación e individualización
Las instalaciones de desalinización no tienen un nombre oficial, por lo que cada
fuente de información puede designar una misma instalación de manera diferente.
Esto dificulta la identificación de las instalaciones y puede afectar su contabilización,
ya que una misma planta puede contarse dos o más veces, o bien, una planta existente
puede ser omitida de la contabilidad final. A continuación se describen algunos de los
casos más frecuentes que se presentaron en esta etapa:
• Una misma instalación puede aparecer con varios nombres diferentes. Por ejem-
plo: “Ampliación Planta Coloso” o “Suministro Complementario de Agua Desali-
nizada para Minera Escondida” o “Escondida EWS” se refieren a una misma plan-
ta de desalinización.
• Dos o más instalaciones pueden aparecer con nombres similares: “Distrito Mine-
ro Centinela Etapas I y II” y “Sentinel District El Tesoro - Esperanza” se refieren a
dos instalaciones de desalinización diferentes.
• Una misma instalación de desalinización puede estar asociada a diferentes en-
tidades empresariales. Por ejemplo, una instalación aparece asociada tanto a
Minera Spence –sociedad propietaria– como a BHP –el grupo controlador de la
minera– y también a Caitan SpA –empresa contratista de la instalación.

174 DESALINIZACIÓN: OPORTUNIDADES Y DESAFÍOS PARA ABORDAR LA INSEGURIDAD HÍDRICA EN CHILE`


Tabla A.4.1.
Autor Fuente/documento Año Tipo Núm. registros Jerarquía
Fuentes de información
Catastro de Plantas Hoja de cálculo, consultadas.
Comité Técnico
Desalinizadoras de Agua de Mar 2022 información de 87 1
ACADES
en Chile miembros ACADES
Base de datos del Catastro
Documento PDF y hojas
B2B Media de Plantas Desalinizadoras y
2022 de cálculo anexas, 42 2
Group Sistema de Impulsión de Agua de
catastro comercial
Mar en Chile 2022-2023
Listado de Plantas Ósmosis y
MOP s.f. Hoja de cálculo 7 3
Remoción de Nitrato
Listado de Plantas
MOP s.f. Hoja de cálculo 45 4
Desalinizadoras
Ministerio de Base de datos abierta, no
Plantas desalinizadoras 2020 40 5
Minería oficial
MOP Atlas del Agua: Chile 2016 2015 Publicación oficial 36 6
Consumo de agua en la minería Informe oficial, con
COCHILCO 2020 27 7
del cobre al 2019 información pública
Régimen jurídico de la
desalinización de agua de mar
Skewes Uturbia, Memoria de licenciatura,
en Chile: El carácter de bien de 2017 59 8
Fernanda con información oficial
dominio público del agua de mar
y del borde costero
Sistema de Evaluación de hasta Sistema de consulta en
SEA NA 9
Impacto Ambiental 2022 línea, oficial
Memorias de empresas y
Varios varios Información pública NA
noticias

COMITÉ CIENTÍFICO DE CAMBIO CLIMÁTICO 175


Una misma entidad empresarial puede cambiar de nombre de acuerdo con cambios
de accionistas y otros reacomodos. Por ejemplo: Gener se convierte años después en
AES Andes.
Una planta industrial puede albergar más de una instalación de desalinización ope-
rando con diferentes tecnologías. Por ejemplo: la Central Termoeléctrica Angamos
cuenta con instalaciones de desalinización térmica y desalinización por ósmosis in-
versa. En este caso se determinó contabilizar dos plantas en vez de una.
Una planta industrial puede albergar una instalación de desalinización y sus amplia-
ciones sucesivas. Por ejemplo: la Planta Desalinizadora de Agua de Mar para la Región
de Atacama, Provincias de Copiapó y Chañaral tiene tres etapas de ampliación planifi-
cadas, en las que pasará de 450 a 900 y luego 1.200 litros por segundo.

Para identificar e individualizar cada instalación se siguieron los pasos que se des-
criben abajo. A fin de facilitar este proceso, se recomienda ordenar los proyectos por
región, ya que dicho dato es de alta confiabilidad y reduce significativamente el uni-
verso de registros a compara.

En la fuente de información i ; i=1, 2,..., N, crear el campo id_fuente_i y asignar un


número de identificación a cada registro.
En la fuente de información i ; i=1, 2,..., N, crear un campo de comentarios y observa-
ciones, y documentar si cada registro de la fuente de información i es único o si existen
posibles duplicados u otras relaciones con otros registros de la fuente i . Por ejemplo:
en la fuente 1, el registro con id_fuente_1 = x se refiere a un proyecto de ampliación
de la planta con id_fuente_1 = y. Esta información facilita las comparaciones y revi-
siones posteriores en buena medida.
Crear una nueva tabla general o tabla maestra con los siguientes campos vacíos:
id_general: Número de identificación único general
id_fuente_i: Número de identificación en la fuente i ; i=1, 2,..., N
nombre_fuente_i: Nombre del proyecto en la fuente i ; i=1, 2,..., N
estatus_fuente_i: Estado del proyecto en la fuente i ; i=1, 2,..., N
empresa_fuente_i: Empresa titular o propietaria en la fuente i ; i=1, 2,..., N
region (no es necesario generar N registros ya que este campo no tenía divergencias
en las diversas fuentes de información)
comunas_fuente_i: Comunas del proyecto en la fuente i ; i=1, 2,..., N
Introducir los datos de la fuente i ; i=1, 2,..., N en los campos correspondientes de la
tabla creada en el paso anterior.
Cotejar los campos del registro con id_general = j ; (j=1, 2,..., M) –introducido en el
paso anterior– con los campos de los registros de la fuente i +1 : región, estado del
proyecto, nombre del proyecto, empresa propietaria, y otros en caso necesario.
Determinar si el registro con id_general = j tiene o no tiene correspondencia con
algún registro de la fuente i+1 .
En caso de correspondencia, introducir el valor correspondiente en el campo id_
fuente_i+1 de la tabla maestra.

176 DESALINIZACIÓN: OPORTUNIDADES Y DESAFÍOS PARA ABORDAR LA INSEGURIDAD HÍDRICA EN CHILE`


En caso de no correspondencia, aplicar el paso 5 al registro id_general = j+ 1 y con-
tinuar hasta agotar los registros disponibles.
Repetir las comparaciones de los pasos 5 y 6 con los datos de la fuente i+2 , i+3, ...,
N hasta comparar cada registro de la tabla maestra con los registros de las fuentes
disponibles.
Repetir los pasos 4 a 7 hasta agotar las comparaciones de todos los registros de
todas las fuentes de información.

Después de este proceso, la tabla maestra contiene las relaciones entre todos los
registros de las diferentes fuentes de información. A partir de la tabla maestra es fácil
generar una tabla universal con todos los campos de todas las fuentes consultadas a
través de una operación de unión de tablas en cualquier software de manejo de datos.
Esta tabla universal, permite comparar la información sobre los atributos de las insta-
laciones –estatus operativo, capacidad, tecnología de operación, etc.– según aparece
en las diferentes fuentes consultadas para así poder verificar si existen inconsistencias
y tomar decisiones sobre el tratamiento que se dará a la información disponible.

2. Determinación de atributos de las plantas


A fin de resolver las inconsistencias en la información de las diferentes fuentes, se
determinó jerarquizar las fuentes de información considerando su fecha de publica-
ción y la calidad de la información contenida. Este segundo aspecto se evaluó subje-
tivamente según se fue avanzando en la corroboración de la información disponible.
Como regla general, el catastro de B2B Media Group y el listado de Plantas Ósmosis y
Remoción de Nitrato del MOP contenían la información más actualizada y exacta.
En este sentido, se decidió jerarquizar la información según la última columna de
la tabla A.4.1. Así, primero se obtiene la información de la fuente con jerarquía 1; si un
registro no existe en esta fuente, se obtiene la información de la fuente con jerarquía
2 y así sucesivamente
Es importante mencionar que el Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental (SEIA)
se dejó hasta el final de la jerarquía porque este sistema alimenta prácticamente a
todas las fuentes de información anteriores. Por tanto, su información tiene mayor uti-
lidad para corroborar o completar información faltante que como fuente de identifi-
cación de instalaciones y proyectos de desalinización.
En todo caso, se realizó un ejercicio de comparación, con la información obtenida
de las demás fuentes. En primer lugar, se ejecutaron las siguientes consultas al portal
del SEIA:

Nombre del Registros


proyecto
“desal” 39
“osmosis” 11
Total 50

COMITÉ CIENTÍFICO DE CAMBIO CLIMÁTICO 177


Este resultado garantiza que el número de instalaciones registradas en las otras
fuentes de información es del orden de magnitud de la información contenida en el
SEIA. Posteriormente, los 50 registros obtenidos se cotejaron con la base de datos
compilada por Skewes (2017), utilizando como criterio el nombre del proyecto y la
empresa titular del proyecto. Luego, se realizaron consultas adicionales al SEIA hasta
completar todos los registros en Skewes (2017).

3. Comentarios finales
En primer término es importante reiterar un agradecimiento al Comité Técnico de
ACADES, quienes confirmaron y suministraron información relevante para la elabo-
ración de la base de datos. Asimismo, es necesario mencionar que ACADES envío in-
formación actualizada sobre las instalaciones de desalinización asociadas a centrales
termoeléctricas que no fue posible incluir en el informe debido a los plazos acotados.
Finalmente, es importante señalar que existen más instalaciones de las que fue po-
sible documentar en este informe. Por ejemplo, en las memorias anuales 2017 y 2021
de Aguas Antofagasta se mencionan varias instalaciones de ósmosis inversa en Taltal,
las cuales solo aparecían registradas de manera muy escueta en una de las fuentes de
información consultadas. De no ser por este registro, hubiera sido imposible identificar
esta planta. De igual forma, en la presentación realizada por la Asociación Latinoame-
ricana de desalinización y Reúso de Agua (ALADYR) ante la Comisión Especial Sobre Re-
cursos Hídricos del Senado de Chile en octubre de 2019, se menciona la existencia de
microdesalinizadoras en caletas de pescadores que no se encuentran documentadas
en las fuentes consultadas. Si bien estas plantas son pequeñas en capacidad, su exis-
tencia puede ser muy relevante para una estrategia de adaptación al cambio climático
y en términos de la ordenación territorial.

178 DESALINIZACIÓN: OPORTUNIDADES Y DESAFÍOS PARA ABORDAR LA INSEGURIDAD HÍDRICA EN CHILE`


ANEXO 5.
MODELACIÓN DE DESCARGAS DE SALMUERA
La modelación de las plumas de descarga tiene como objetivo predecir el AI, consi-
derando las características del medio receptor. Para ello se suele utilizar una combi-
nación de modelos hidrodinámicos y modelos de proceso de mezcla. Los primeros bus-
can calcular las propiedades del flujo que surgen como consecuencia de las forzantes
hidrodinámicas (e.g. mareas, vientos, oleaje), y los segundos buscan calcular el campo
espacial de la salinidad, considerando procesos como la advección, difusión, reacción
y dispersión (Fischer et al., 1979).
Existe una amplia gama de modelos de diversa complejidad, desde formulaciones
empíricas basadas en modelos físicos a escala hasta modelos numéricos que repro-
ducen los principios de conservación de la masa, momentum y energía. Los primeros
permiten estudiar una gran cantidad de casos de geometría simplificada a un costo
computacional menor, en tanto que los modelos numéricos permiten incorporar casos
con y sin proyecto, batimetrías irregulares, condiciones iniciales y de borde complejas
y parámetros variables en el tiempo o el espacio. En la actualidad existe una hetero-
geneidad en las metodologías y calidad de los estudios efectuados para evaluar el AI
asociado a proyectos de desalinización.

1. Modelos hidrodinámicos
Los modelos más sofisticados utilizados en consultoría se basan en la resolución de
ecuaciones derivadas de las de Navier Stokes (NS) que permiten calcular el campo de
velocidades, la presión y/o la superficie del agua en todo el dominio (Figura A.5.1a). En
la actualidad nacional, se recurre a las ecuaciones promediadas por Reynolds (RANS)
pues los modelos más sofisticados (e.g. URANS, LES, DNS) representan costos elevados
para la consultoría (Figura A.5.1b). Las RANS son utilizadas por usuarios con un alto gra-
do de especialización y requieren de recursos computacionales exigentes de alta ca-
pacidad. Su aplicación permite describir el campo cercano y, a un costo computacional
mayor, el campo lejano. Existen simplificaciones de las ecuaciones de NS para flujos
sin estratificación (e.g. las ecuaciones de onda larga, SWE) que permiten caracterizar
la evolución del flujo en el tiempo y espacio a escalas mayores, incluyendo las forzan-
tes que definen las condiciones del flujo (Figura A.5.2). Para efectos de modelación de
plumas térmicas y salinas, los modelos SWE pueden ser utilizados en forma acoplada
con modelos más pequeños y mayor resolución que permitan capturar el carácter tri-
dimensional del flujo cerda de la descarga.

2. Modelos de procesos de mezcla


El estudio de plumas comenzó mediante modelos físicos en geometrías simples,
centrados en el campo cercano y en condiciones estacionarias para plumas de boyan-
tes positiva (Roberts et al., 2010) y negativa (Gungor & Roberts, 2009; Abessi & Roberts,
2014, 2015, Choi et al., 2015). Estos modelos físicos dieron pie a fórmulas empíricas
bajo diferentes regímenes de la descarga y ecuaciones integradas a lo largo del cho-
rro (jet integral methods), que han sido incluidas en paquetes computacionales como

COMITÉ CIENTÍFICO DE CAMBIO CLIMÁTICO 179


Figura A.5.1.
a) Diferentes tipos de modelos CFD incluyendo el costo computacional e importancia en la
modelación. b) Simulación de una pluma térmica mediante modelos RANS, LES y DNS*.
Fuente: IdealSimulations Ltd (2020).
* www.idealsimulations.com/resources/turbulence-models-in-cfd/

Figura A.5.2.
Modelo hidrodinámico de la bahía de Coquimbo, considerando un vertido de pluma
de boyantes positiva (aguas servidas) en el centro de la bahía. El forzamiento es para un
viento constante desde el NW (izquierda) y SW (derecha). Se muestra la concentración
de coliformes fecales en (nmp/100 ml). Los vectores blancos representan la dirección de
la corriente.
Fuente: Adaptado de Herrera (2017).

CORMIX (Doneker & Jirka, 2007), Visual PLUMES, NRFIELD (Roberts et al., 1989a, 1989b,
1989c) o brIHne (IH Cantabria). En general, los paquetes basados en fórmulas empíri-
cas para descargas de un solo chorro (Jirka y Domeker, 1991) o difusores (Jirka y Akar,
1991), son sensibles a los parámetros de entrada y pueden por tanto inducir grandes
diferencias en los resultados (Robinson et al., 2015). Su aplicación debe restringirse a
las condiciones para los cuales fueron validados, y que no necesariamente coinciden
con la de un proyecto en particular (Zhao et al., 2011). Los modelos que integran las

180 DESALINIZACIÓN: OPORTUNIDADES Y DESAFÍOS PARA ABORDAR LA INSEGURIDAD HÍDRICA EN CHILE`


ecuaciones a lo largo del chorro no modelan la presencia de contornos, reduciéndose
su aplicación al campo cercano. El uso de paquetes basados en fórmulas empíricas o
ecuaciones integradas a lo largo del eje del chorro es simple en su implementación y
requiere de recursos computacionales de fácil acceso. Los modelos más sofisticados
disponibles en la actualidad se basan en las ecuaciones NS, y permiten calcular la con-
centración de salinidad y/o temperatura a partir de ecuaciones de advección-difusión,
que se suman a las hidrodinámicas utilizadas para calcular velocidades, presión y/o la
superficie del agua. Su uso, no obstante, aún no es masivo en la consultoría.

Mohammadian et al. (2020) lista los softwares utilizados en la modelación hidrodi-


námica y de las plumas de descarga. IHA y CEDEX (2011) presentan fichas descripti-
vas de algunos de paquetes, incluyendo sus capacidades y limitaciones, en tanto que
Palomar et al. (2012) muestra el error en resultados experimentales generados por
estos modelos en el campo cercano. Finalmente, Winckler (2021) efectúa una revisión
bibliográfica y resume las ecuaciones de gobierno de los modelos utilizados.

3. Calibración y validación de modelos numéricos


Las etapas de calibración y validación son componentes fundamentales en el proce-
so de modelado. La calibración se basa en ajustar los parámetros, condiciones iniciales
y/o condiciones de borde para que el modelo reproduzca, con un grado de exactitud
aceptable, las mediciones en terreno. En los modelos hidrodinámicos, los parámetros
corresponden a coeficientes de fricción de fondo, fricción del viento o viscosidad tur-
bulenta. Para procesos de mezcla, los parámetros son los coeficientes de difusión
turbulenta y decaimiento. El rango de valores de los parámetros debe basarse en la
física y el juicio experto (Williams & Esteves, 2017). En la validación se utilizan los pa-
rámetros calibrados y se compara el modelo con datos en otra ventana de tiempo y/o
en otros sitios. Si el modelo predice en forma adecuada a este nuevo set de datos, no
hay razones para pensar que sea deficiente (tampoco se puede asegurar que esté bue-
no). Por ende, la calibración y validación forman parte de un ciclo continuo de mejoras
en la medida que se expanden en cobertura y física de los procesos modelados.
Los procesos de calibración y validación se ejecutan hasta que la diferencia entre
la función objetivo de un modelo y un registro sea menor que una tolerancia máxima
admisible. Williams & Esteves (2017) proponen tolerancias para variables utilizadas
en modelos hidrodinámicos en costas y estuarios (Williams & Esteves, 2017), que, no
obstante, son bastante exigentes para un proyecto de ingeniería (pues devienen de
un estándar asociado a investigación). Cabe notar que el cálculo del AI se realiza en
el contexto de un proyecto de ingeniería cuya premisa es que los resguardos finales
(e.g. factores de seguridad) deben ir de la mano con el nivel de exactitud con que se
representa el proceso de mezcla. Así, un modelo con un nivel de exactitud bajo, de-
berá adoptar resguardos mayores en la definición de la AI que uno que demuestre un
mejor nivel de exactitud. En la calibración y validación de un modelo hidrodinámico es
también indispensable tener en cuenta que la resolución espacial y temporal con que
se toman los datos de campo afectan la calibración y que entre mayor sea la cantidad

COMITÉ CIENTÍFICO DE CAMBIO CLIMÁTICO 181


de información de campo recolectada, mayores serán los esfuerzos para calibrar el
modelo y cumplir con las tolerancias admisibles.
En los modelos hidrodinámicos se suele disponer de mediciones antes de la mo-
delación, que son obtenidas de la línea base o levantamientos oceanográficos (SHOA,
2019). En los modelos de mezcla, desafortunadamente, se simulan condiciones de un
proyecto que no se ha materializado. Por ende, se usan trazadores superficiales (Fi-
gura A.5.3) para estimar el coeficiente de difusión, aun cuando este procedimiento no
represente las propiedades difusivas del fondo marino, donde las plumas salinas se
mezclan. Asimismo, el coeficiente de difusión sólo representa el instante específico en
que se ejecuta la medición. Por estas razones, la incertidumbre en la modelación del
proceso de mezcla puede abordarse mediante un análisis de sensibilidad de la función
objetivo (e.g. salinidad o temperatura) ante variaciones razonables de los coeficientes
de difusión turbulenta o de decaimiento térmico (Winckler, 2022).
Finalmente, dado que, en el campo lejano, las plumas de salmuera se mezclan como
Figura A.5.3.
Vertido de rodamina desde una embarcación y monitoreada con dron. La detección
de la mancha puede efectuarse desde la misma embarcación, mediante globos sonda
(Takewaka et al., 2003) o drones (Tauro et al., 2016; Powers et al., 2018), siendo estos
últimos más adecuados pues permiten un campo visual estacionario. También se pueden
usar imágenes satelitales para la detección de plumas de mayor escala (Islam et al., 2007).
Fuente: (Winckler, 2021.

una corriente de turbidez que sigue gravitacionalmente el gradiente del fondo marino
(Capítulo 6), se debiera contar con una batimetría de una resolución que sea capaz de
capturar los valles y cuencas submarinas. En las plumas térmicas, la resolución del mo-
delo de elevación digital (DEM, digital elevation model) es menos relevante pues la plu-
ma deriva en una profundidad de estratificación que no llega al fondo marino; con todo
se debe garantizar que la estructura vertical del flujo sea bien representada.

182 DESALINIZACIÓN: OPORTUNIDADES Y DESAFÍOS PARA ABORDAR LA INSEGURIDAD HÍDRICA EN CHILE`


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COMITÉ CIENTÍFICO DE CAMBIO CLIMÁTICO 183


ANEXO 6.
TABLA RESUMEN ESTUDIOS SOBRE IMPACTOS DE AGUA DESALINIZADA A LA SALUD

Autor/año Objetivo País/ Tipo de estudio/ partici- Resultados principales


pantes

Shlezinger Evaluar el cambio en la Israel/ Estudio cohorte pros- El riesgo de cardiopatía isquémica aumen-
et al. (2018) incidencia de Cardiopatía pectivo histórico/ 2004-2013/ tó durante el período de estudio. OR inicio:
(TC) isquémica (CI), Diabetes Clalit Health Services/n=450 0,96, IC9 %: 0,93-0,99 y OR final: 1,06, IC95
(DM) y Cáncer Colorrectal 174/ introducción de DSW %: 1,02-1,11.
(CRC), luego de la intro- en 2006 y 2008 (2 regiones Los riesgos para DM y CRC se mantuvieron
ducción del suministro de expuestas y 1 region no ex- sin cambios.
Agua de Mar Desalinizada puesta)/ 6 años de seguimiento
(AMD)
Ben Zaken Explorar la relación en- Israel/Rehovot (expuesta AMD La adopción de AMD se asoció con una dis-
et al. tre los niveles séricos de desde 2007, n=20541) y Kfar minución significativa en las concentracio-
(2020) (TC) magnesio y la prevalencia Saba (no expuesta, n=23991) nes de magnesio sérico (2,067±0,21 antes
de demencia tras la adop- /Diagnostico de demencia y de desalinización y 2,059 ±0,216 después
ción de AMD en Israel Alzheimer/ consideran 2 perio- de desalinización, p<0,01).
dos: 2001-2006 y 2007-2018 Este cambio no se asoció con una mayor
prevalencia de demencia entre los 2 luga-
res (2.37 vs 2.55).

Alomirah Determinar la presencia Kuwait/194 muestras de agua Se encontró bromato en casi todas las
et al. de bromato en agua po- (142 agua del grifo (AMD), 19 muestras de agua del grifo (73%) con con-
(2020) (TC) table desalinizada y agua agua embotellada, 17 agua sa- centración media de 19,6 μg/L (superior a
subterránea de Kuwait lobre moderadamente salina y nivel máximo aceptable: 10 μg/L); en agua
16 agua subterránea/agua de embotellada una concentración de 2,89
pozo salina) para detectar la μg/L; agua salobre salina concentración de
presencia de bromato y bro- 9,48 μg/L y no se detectó en el agua salina
muro/2010-2011 subterránea/de pozo.
La concentración media de bromuro en el
agua del grifo fue de 46,2 μg/L, en agua
embotellada de 76,1 μg/L. La mayor in-
gesta media diaria de bromato a través del
agua del grifo se encontró en niños y adul-
tos jóvenes. El exceso de riesgo de cáncer
debido a ingestión de bromato en agua del
grifo fue superior al nivel aceptable.
Koren et al. Cuantificar el cambio en Israel/ Estudio poblacional En comunidades que cambiaron a AMD en
(2017) (TC) el magnesio sérico antes y n=66764/ Se midió el mag- 2013, el magnesio sérico promedio fue de
después de la desaliniza- nesio en 53 muestras de agua 2,065±0,19 mg/dl antes de AMD y cayó a
ción en regiones que con- del grifo de áreas con AMD y 2,057±0,19 mg/dl (p< 0,0001). El 1,62% de
sumen Agua de Mar Desali- sin AMD. Niveles medios de los sujetos tuvo concentraciones séricas
nizada (AMD) y en regiones magnesio en comunidades de magnesio ≤1,6 mg/dl en 2010-2013 y
donde no se usa AMD con DSW fue 5,4 mg/l (rango: aumentó a 2,01% en 2015–2016 (aumento
0-9,42), comparado con 25,1 un 24%, p=0,0019). No se registraron cam-
mg/l (11-37,5) en agua del gri- bios en las comunidades que no consumie-
fo “dura” natural. ron AMD.

184 DESALINIZACIÓN: OPORTUNIDADES Y DESAFÍOS PARA ABORDAR LA INSEGURIDAD HÍDRICA EN CHILE`


Dolnicar Conocer las actitudes de la Australia/ 66 entrevistas cuali- Las personas tienen creencias positivas
et al. comunidad hacia las fuen- tativas en 8 lugares con situa- y negativas (preocupación sobre el cos-
(2009) (R) tes alternativas de agua. ciones de agua diferentes. Se to, salud y medio ambiente) sobre el agua
exploran 3 antecedentes del de fuentes alternativas, pero casi todas
comportamiento del consumo están dispuestas a beberla si la crisis del
de agua reciclada y agua des- agua empeora. Las personas sienten que
alinizada: actitudes, normas les falta conocimiento y afirman que la in-
sociales y factores de control formación de los científicos influiría en su
conductual percibido. decisión de beber agua reciclada y desali-
nizada. Esto tiene implicaciones importan-
tes para la política del agua y es de interés
para los ingenieros hidráulicos. ¿es mejor
evitar la consulta pública al introducir agua
de fuentes alternativas?
Shomar Agua potable desaliniza- Parámetros organolépticos son Se necesitan estudios sobre fuentes,
et al. da en los países del CCG: los principales impulsores de impactos organolépticos del agua y per-
(2017) (TC) necesidad de abordar las las percepciones del consumi- cepciones de los consumidores
percepciones de los con- dor. Los estándares de calidad
sumidores (revisión) del agua potable y las pautas
para los organolépticos están
ausentes.
Ovadia Evaluar la relación entre la Israel/estudio de caso-con- El 70% de los participantes tenían ingesta
et al. ingesta de yodo y la fun- trol/2012-2014/29 casos de yodo por debajo del Requerimiento Pro-
(2016) (TC) ción tiroidea en un área (trastorno por deficiencia de medio Estimado (EAR) de 95 µg/d. Los par-
que depende de la desali- yodo no autoinmune TDNA) y ticipantes con TDNA fueron significativa-
nización. 37 controles (eutiroideos) mente más propensos a tener un trastorno
por deficiencia de yodo por debajo de la
EAR (OR=5,2; IC95%: 1,8-15,2) y tiroglo-
bulina sérica anormal> 40 ng/ml (OR=5,8;
95IC% 1.6-20.8).
Nriagu et al. Revisión de estudios epi- Analiza cómo la ingestión de La evidencia de que los procesos hipoos-
(2016) (TC) demiológicos e in vivo que agua desmineralizada puede móticos de respuesta al estrés pueden
vinculan el metabolismo tener un efecto procarcinogé- regular positivamente varios oncogenes
electrolítico desregulado nico a través de la mediación potenciales está bien respaldada por va-
con la carcinogénesis y el de vías y procesos críticos del rios estudios. En vista del aumento del
desarrollo del cáncer. microambiente del cáncer: an- consumo de agua desmineralizada en gran
giogénesis, inestabilidad ge- parte del mundo, existe la necesidad de
nómica, resistencia a la muerte realizar más investigación sobre la impor-
celular programada, señaliza- tancia biológica y el rol de las anomalías
ción proliferativa sostenida, in- electrolíticas para promover, antagonizar o
mortalización celular e infla- permitir el desarrollo del cáncer
mación tumorigénica.

COMITÉ CIENTÍFICO DE CAMBIO CLIMÁTICO 185


Chatzief- Examinar el agua potable y Qatar/2014/Toxinas específi- Las cianobacterias estaban presentes en
thimiou et de riego en zonas urbanas cas: neurotoxinas β-N-meti- 80% de embalses de agua urbanos y 33%
al. y rurales para determinar lamino-l-alanina (BMAA) y sus de los rurales. No se detectaron neurotoxi-
(2016) la presencia de cianobac- isómeros N-(2-aminoetil) gli- nas BMAA, DAB y anatoxina-a(S) en ninguna
terias y cianotoxinas; y las cina (AEG), ácido 2,4-diamino- muestra, pero se encontraron acumuladas
prácticas de almacena- butírico (DAB), anatoxina-a(S) en el suelo del desierto (sugiere bioacumu-
miento, transporte y los y la hepatotoxina microcisti- lación si se filtran al acuífero). Se encontró
parámetros ambientales na-LR. un isómero BMAA tóxico, AEG en el 91,7%
que mejor predicen su Muestras agua: rural (plantas de muestras rurales y en ninguna urba-
presencia. desalinizadoras y pozos) y ur- na, relacionado al transporte en camiones
bana (plantas desalinizadoras) cisterna, exposición a la luz y los iones de
Muestras de suelo en zona rural cloruro. La cianotoxina hepatotóxica micro-
cistina-LR estuvo presente en la mayoría de
los embalses muestreados, superando la di-
rectriz provisional de la OMS de 1 μg/l en el
30% de los depósitos de agua urbanos.
Sadeghi Evaluar las alternativas Irán/principios de la toma de El “Sistema público de distribución desa-
et al. disponibles de sistemas de decisiones grupales multicri- linizada” fue la alternativa más adecuada
(2015) (TC) suministro de agua potable terio (MCDM) utilizando 6 cri- para abastecer las necesidades de agua
en Qom: "Sistema público terios (35 subcriterios): econó- potable de la población de Qom y “Agua
de distribución desalini- mico, ambiental, salud pública, embotellada de PET” fue la segunda opción
zada", "Agua embotellada salud ocupacional, técnico y aceptable.
PET", "Proveedor privado social
de agua desalinizada" y
"Unidades domésticas de
agua desalinizada".
Hawash Investigar la presencia de Arabia Saudita/2013-2014/8 Se encontraron 31 muestras (≈14%) con-
et al. especies infecciosas en muestras de agua de pozos taminadas con protozoos: Giardia lamblia
(2015) (TC) humanos de protozoos subterráneos, 6 de agua desa- en ≈10% (7/72) de agua desalinizada y en
Giardia y Cryptosporidium linizada y 5 marcas nacionales ≈9% (9/96) de agua de pozo/ Cryptospori-
en los suministros de agua de agua embotellada, de 10 li- dium en ≈8% (8/72) de agua desalinizada y
potable utilizando ensa- tros cada una, se recolectaron en ≈7% (7/96) de agua de pozo. Todas las
yos moleculares basados mensualmente muestras de agua embotellada (n = 60) es-
en PCR. Evaluar la varia- taban libres de protozoos.
ción estacional y la efec- Los protozoos se identificaron con mayor
tividad y confiabilidad de frecuencia en muestras de agua recolec-
la metodología usada en tadas en primavera que en otras estacio-
el estudio. nes. La metodología demostró ser sensible,
rentable y susceptible de automatización o
semiautomatización en el futuro.
Chen et al. Investigar el conocimien- China/17 trabajadores de la La mayoría de las personas entrevistadas
(2015) (TC) to, la actitud y la práctica industria del agua (3) y médica conocían la definición y el patrón de sumi-
(CAP) de los residentes (14)/discusiones de grupos fo- nistro local de agua desalinizada, mientras
en un condado insular en cales y entrevistas en profun- que algunas de ellas mostraron cierta pre-
el este de China hacia el didad ocupación por la seguridad y la nutrición
agua desalinizada del agua desalinizada.

186 DESALINIZACIÓN: OPORTUNIDADES Y DESAFÍOS PARA ABORDAR LA INSEGURIDAD HÍDRICA EN CHILE`


Rygaard Presentar un método para Perth, Australia Occidental y Los resultados muestran que un postrata-
et al. evaluar el potencial para Copenhague, Dinamarca/ mo- miento de desalinización cuidadosamen-
(2011) (TC) diseñar una composición delado de posibles mezclas te diseñado puede tener beneficios netos
óptima de agua potable de calidad del agua y una eva- de hasta 0,3 ±0,2 € por m3 entregado para
mediante el uso de desa- luación de los índices de co- Perth y 0,4 € (±0,2) para Copenhague. Los
linización y remineraliza- rrosión. A partir de relaciones costos de la remineralización y la mitiga-
ción por membrana. concentración -respuesta, se ción de las emisiones de gases de efecto
valoró una variedad de impac- invernadero son menores en compara-
tos en salud pública, la vida útil ción con los beneficios potenciales de una
de los materiales y el consumo composición óptima del agua
de jabón. Aspectos relaciona-
dos con calidad del agua, cos-
tos de producción, extracción
de agua dulce y emisiones de
CO2 se integran en evaluación
económica de la proporción
óptima de agua desalinizada
en los suministros de agua..
Rizk, Z.E Comparar las concen- Emiratos Árabes Unidos/396 Amplia variabilidad en concentraciones de
(2009) (TC) traciones de productos muestras de agua embotella- sustancias químicas inorgánicas mayores,
químicos inorgánicos en da, agua desalinizada y agua menores y trazas en agua. Agua embote-
diferentes tipos de agua subterránea utilizada para be- llada fue baja en iones principales y sóli-
doméstica con los límites ber y con fines domésticos dos disueltos totales (TDS), algunas marcas
de la Organización Mun- no superan los 100 mg/l. Agua doméstica
dial de la Salud (OMS) para puede contener hasta 3.000 mg/l de TDS
el agua potable. (sobre el límite recomendado por OMS
para agua potable (500-1500 mg/l TDS). El
agua embotellada está casi libre de iones
traza y componentes menores, y algunas
aguas subterráneas naturales pueden te-
ner concentraciones sobre los límites re-
comendados por OMS.
La variación se relacionó con las diferen-
tes fuentes de agua y el número de em-
presas productoras y distribuidoras de
agua potable.
La evaluación actual de la calidad del agua
doméstica: conformidad de mediciones de
pH y conductividad eléctrica con rangos de
valores prescritos, son inadecuados e insu-
ficientes para juzgar si el agua es apta para
beber o no y algunos consumidores pueden
recibir agua para uso doméstico de calidad
incierta.

COMITÉ CIENTÍFICO DE CAMBIO CLIMÁTICO 187


Rygaard Aplicar un método para Impactos incluidos: enferme- Sin remineralización se espera que el im-
et al. analizar las consecuencias dad cardiovascular, caries den- pacto total sea negativo (−0,44 € ±0,2/
(2009) (TC) económicas debido a los tal, eccema atópico, vida útil de m3) e impactos individuales previstos en
cambios en el contenido lavadora, sistemas de distribu- el rango de 0,01-0,51 €/m3 de agua sumi-
mineral del agua potable ción, consumo de agua embo- nistrada. Los impactos en la salud tienen la
tellada y uso de jabón. Se cal- mayor contribución al tamaño del impacto
culan efectos para un escenario y la incertidumbre. Con la remineralización
en que el 50% del suministro es posible reducir varios impactos nega-
de agua de Copenhague se sus- tivos y se espera que el impacto total sea
tituye por agua desalinizada.
positivo (0,14 ± 0,08 €/m3).
Mohammed Evaluar la calidad micro- No incluye agua de
et al. biológica del agua en los mar desalinizada
(2006) (TC) pozos de agua y el sistema
de distribución de la red,
y su relación con la salud
humana en la gobernación
de Gaza.

188 DESALINIZACIÓN: OPORTUNIDADES Y DESAFÍOS PARA ABORDAR LA INSEGURIDAD HÍDRICA EN CHILE`


Moneda 226, piso 8
Santiago, Chile.
minciencia.gob.cl | comitecientifico.minciencia.gob.cl

COMITÉ CIENTÍFICO DE CAMBIO CLIMÁTICO 189

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