Resumen NACV Sabrina
Resumen NACV Sabrina
Resumen NACV Sabrina
Alimentación en el
Ciclo de la Vida
Sabrina Pérez
Sabrina Pérez
Sindemia Global:
Alimentación Saludable
Definición
La alimentación es saludable cuando favorece el buen estado de salud y disminuye el riesgo de
enfermedades crónicas relacionadas con ella. La investigación epidemiológica ha demostrado una
estrecha relación entre la alimentación y el riesgo para desarrollar estas enfermedades crónicas
caracterizadas por una elevada morbimortalidad, por lo que es necesario establecer normas de
referencia que sirvan de guía para garantizar un estado nutricional adecuado.
(AJ. CALAÑAS-CONTINENTE,2005)
Panorama Mundial
Las enfermedades no transmisibles (diabetes mellitus tipo 2, enfermedades cardiovasculares,
determinados tipos de neoplasias, obesidad) suponen las principales causas de muerte y
discapacidad en todo el mundo.
Son las responsables de las 2 terceras partes de la mortalidad anual y del 46% de la morbilidad
global. Si se mantienen las tendencias actuales, serán la causa de un 73% de las defunciones y
de un 60% de la carga de morbilidad en 2020 (previo Covid 19).
El hambre y la desnutrición aún están presentes en poblaciones de América Latina y el Caribe y
en especial en la población materno infantil
En 2016, el número de personas con hambre en América Latina y el Caribe aumentó en 2.4
millones, alcanzando la cifra total de 42.4 millones, esto equivale aproximadamente a dos veces la
población de Chile o Ecuador, cuatro veces la población de la República Dominicana y más de
seis veces la población de El Salvador (FAO y OPS, 2017).
Además, se estima que el 90% de estas personas con hambre tienen inseguridad alimentaria
severa, lo que indica que la intensidad del problema es preocupante.
La desnutrición crónica sigue siendo el problema más común en los niños menores de 5 años,
llegando a afectar al 13,5% en el periodo de 2012-2016. En este caso, Guatemala es el país con
mayor prevalencia de desnutrición crónica (46,5%), seguido por Ecuador (25%), Honduras
(22,7%) y Haití (22%). En Uruguay alcanza al 7,2% de la población (ENDIS, 2018).
Objetivos específicos:
● Aportar una cantidad de calorías suficiente como para llevar a cabo los procesos
metabólicos y de actividad física necesarios.
● Suministrar suficientes nutrientes con funciones plásticas y reguladoras.
● Favorecer el mantenimiento del peso saludable.
● Favorecer el equilibrio entre las cantidades de cada uno de los nutrientes entre sí
● Reducir el riesgo de enfermedades crónicas relacionadas con la alimentación
● Reducir el riesgo de deficiencias nutricionales
Carbohidratos
Una dieta alta en carbohidratos puede tener consecuencias metabólicas adversas al aumentar los
triglicéridos y reducir HDL. Estas respuestas adversas se agravan en el contexto de la resistencia
a la insulina.
Por lo tanto, los estudios de población muestran una relación mucho más fuerte entre el consumo
de carbohidratos (especialmente los carbohidratos refinados) y los niveles de triglicéridos y el
riesgo de enfermedad coronaria entre aquellos con sobrepeso u obesidad.
El énfasis se coloca en la selección de granos integrales y otros carbohidratos complejos
menos refinados en lugar de los productos altamente refinados (especial cuidado con los
tubérculos porque tienen un índice glucémico parecido a los azúcares refinados) y el azúcar que
constituyen una porción tan grande de la dieta occidental.
Los carbohidratos refinados, causan daño debido a los rápidos cambios en los niveles de insulina,
por la rápida digestión y absorción, y también porque desplazan los alimentos que proporcionan
fibra y micronutrientes que se pierden en el proceso de molienda.
La mayor ingesta de almidones refinados y azúcar, particularmente cuando se asocia con una baja
ingesta de fibra, se asocia con un mayor riesgo de diabetes tipo 2 y CHD (cardiopatía coronaria en
inglés). En contraste, los investigadores han asociado consistentemente una mayor ingesta de
fibra de productos de granos con menores riesgos de CHD y diabetes.
Las bebidas azucaradas se han señalado como especialmente problemáticas debido a su gran
carga de azúcar y su rápida absorción.
Una mayor ingesta de fibra reduce el estreñimiento y el riesgo de enfermedad diverticular del
colon.
Grasas Trans
Los ácidos grasos trans tienen los efectos más adversos para la salud.
Pequeñas cantidades de grasas trans provienen de los productos de animales rumiantes, pero la
mayoría de los ácidos grasos trans en la dieta occidental se forman por la hidrogenación parcial
de aceites vegetales líquidos en la producción de margarina y manteca vegetal.
La grasa trans aumenta el LDL y disminuye el HDL, aumenta la producción de partículas de LDL
pequeñas, densas y aterogénicas, aumenta la Lp y aumenta los marcadores inflamatorios que se
han relacionado con el riesgo de cardiopatía coronaria.
Síntesis
● La relación entre la grasa de la dieta y el riesgo de diabetes tipo 2 parece ser similar a la
de la cardiopatía coronaria.
● Grasa dietética y cáncer.
● La grasa dietética total per se no está asociada con el riesgo de CHD. Los datos
metabólicos y epidemiológicos sugieren constantemente que se deben evitar las grasas
vegetales parcialmente hidrogenadas.
● Los estudios metabólicos, los estudios epidemiológicos y los ensayos aleatorios indican
que reemplazar las grasas saturadas con grasas poliinsaturadas reducirá el riesgo
de CHD, pero los beneficios serán mínimos si los carbohidratos, especialmente los
carbohidratos refinados, en lugar de las grasas insaturadas reemplazan a las grasas
saturadas.
● La ingesta adecuada de ácidos grasos N-6 y N-3 es esencial y la proporción parecería
no ser tan importante.
● Consumir una proporción sustancial de energía como grasa monoinsaturada en forma
de aceite de oliva se asocia con bajas tasas de CHD.
● Reducir la ingesta de carne roja probablemente disminuirá la incidencia de CHD,
diabetes, cáncer de colon y posiblemente cáncer de mama premenopáusico.
Proteínas
El consumo promedio de proteínas en los países occidentales en general, excede sustancialmente
los requisitos.
La sustitución de proteínas por carbohidratos complejos reduce la presión arterial y mejora los
lípidos en sangre y se ha asociado con un menor riesgo de CHD.
Las fuentes específicas de proteínas en la dieta son más importantes que la ingesta total de
proteínas: el consumo de pescado está relacionado con un menor riesgo de muerte cardíaca
súbita, probablemente debido a su contenido de ácidos grasos N-3.
Múltiples estudios han demostrado una relación entre el consumo regular de frutos secos y los
menores riesgos de CHD y diabetes tipo 2, probablemente porque los frutos secos son ricos en
ácidos grasos insaturados y posiblemente también altos en micronutrientes y otros fitoquímicos.
Los productos de soja son ricos en ácidos grasos poliinsaturados y pueden disminuir el riesgo de
cardiopatía coronaria, pero hay poca evidencia directa disponible; la misma presunción se aplica a
otras leguminosas.
Los estudios indican una relación positiva entre un mayor consumo de carne roja, en comparación
con el mismo número de porciones de pescado, aves o nueces, y el riesgo de CHD. Por lo tanto,
el reemplazo de la carne roja con una combinación de nueces, pescado, aves y legumbres como
fuentes de proteínas parece óptimo para la salud general a largo plazo.
Frutas y Vegetales
Gran parte de los consejos para comer más frutas y verduras se ha basado en la esperanza de
reducir el cáncer. Sin embargo, después de ajustar las diferencias en otros factores del estilo de
vida, como el tabaquismo y el índice de masa corporal, la mayoría de los estudios de cohortes
muestran una relación mucho más débil, o nula, entre el consumo general de frutas y verduras y
los riesgos de cánceres comunes.
Sin embargo, puede haber algún beneficio para frutas o verduras específicas contra cánceres
específicos. Por ejemplo, alguna evidencia sugiere que el licopeno, principalmente de productos
de tomate, reduce el riesgo de cáncer de próstata avanzado.
En contraste, la evidencia epidemiológica sustancial respalda consistentemente un
beneficio de una mayor ingesta de consumo de frutas y verduras para la enfermedad
cardiovascular.
El alto consumo de vegetales reduce la presión arterial; los factores activos siguen sin estar
claros, pero el potasio es un contribuyente probable.
Otros beneficios de una mayor ingesta de frutas y verduras probablemente incluyen un menor
riesgo de defectos del tubo neural, el defecto de nacimiento grave más común, debido a una
mayor ingesta de ácido fólico.
La ingesta de los carotenoides luteína y zeaxantina, que son ricos en verduras de hoja verde, se
ha relacionado inversamente con el riesgo de cataratas.
Los beneficios de la fruta no son necesariamente iguales a los del jugo. El jugo generalmente
contiene menos fibra, y debido al contenido de azúcar natural, y debido a que se pueden consumir
grandes cantidades rápidamente, contribuye al aumento de peso y la intolerancia a la glucosa.
Calcio
Se ha recomendado ampliamente un alto consumo de productos lácteos, al menos 3 porciones
por día, para la salud ósea.
Algunos estudios muestran una menor incidencia de facturas para los suplementos de calcio junto
con la vitamina D, pero los beneficios del calcio no se pueden distinguir de los de la vitamina D.
La ingesta óptima de calcio sigue siendo incierta. Se recomiendan ingestas de 1.200 mg por
día o más en base a estudios de equilibrio que duran menos de dos semanas, que probablemente
reflejen movimientos transitorios de calcio dentro y fuera del hueso en lugar de requisitos a largo
plazo.
Una revisión de los requerimientos de calcio en el Reino Unido concluyó que 700 mg por
día eran adecuados, y la OMS determinó que 500 mg por día eran suficientes.
En comparaciones internacionales, las poblaciones con alto consumo de lácteos tienden a tener
tasas de factura altas, no bajas.
En grandes estudios prospectivos, el alto consumo de calcio o leche como adulto de forma
sistémica no se ha asociado con una baja incidencia general de fracturas. Los pequeños ensayos
aleatorios de calcio sin vitamina D no encontraron una reducción significativa en el riesgo general
de fractura.
El consumo de calcio y productos lácteos está asociado con un bajo riesgo de cáncer de colon,
pero la mayoría de los beneficios parecen lograrse con una ingesta de calcio de ~800 mg por día.
Por otro lado, hay estudios que han relacionado la alta ingesta de calcio con un mayor riesgo de
cáncer de próstata avanzado.
Sal
El consumo excesivo de sal (cloruro de sodio) está irrevocablemente relacionado con la presión
arterial alta.
Law y col. estimaron que una reducción de 3 g por día, reduciría la incidencia de accidente
cerebrovascular en un 22% y de CHD en un 16%.
Muchos estudios de casos y controles han asociado el consumo de alimentos salados y en
escabeche con cáncer de estómago.
Recomendaciones
Deben ser moderadas por el reconocimiento de que la información siempre estará
incompleta.
● Mantenerse delgado y activo durante toda la vida tendrá importantes beneficios para la
salud. Debido a que la mayoría de las personas en los países desarrollados trabajan en
trabajos sedentarios, el control de peso generalmente requerirá actividad física diaria y
algún esfuerzo para evitar el consumo excesivo de calorías.
● Las grasas dietéticas deben consumirse principalmente en forma de aceites vegetales no
hidrogenados. La manteca y la grasa de la carne roja deben consumirse con moderación, y
los ácidos grasos trans de los aceites vegetales parcialmente hidrogenados deben
evitarse.
● Los granos se deben consumir en una forma mínimamente refinada, alta en fibra, y se
debe minimizar la ingesta de almidones y azúcares refinados. Las bebidas azucaradas
deben consumirse sólo ocasionalmente, si es que lo hacen.
● Las verduras y frutas deben consumirse en abundancia (cinco porciones por día son
mínimas) y deben incluir vegetales de hojas verdes y naranjas diariamente. El jugo de fruta
debe limitarse a no más de 1 vaso pequeño por día. La presencia de verduras y frutas
desde los 6 meses de vida es esencial.
● Los productos ultraprocesados no deben formar parte de la alimentación diaria.
● La carne roja y de ave debe consumirse ocasionalmente y en pequeñas cantidades, si es
que lo hace; nueces, legumbres y pescado, con moderación, son alternativas saludables.
En los niños debe asegurarse el aporte de hierro hemínico diariamente.
● Los productos lácteos no son esenciales. Su consumo está vinculado a los hábitos de
alimentación. El alto consumo de leche (por ejemplo, más de dos porciones por día) no
parece ser beneficioso y puede aumentar el riesgo de cáncer de próstata. Las necesidades
de calcio son mayores para los niños en crecimiento, los adolescentes y las mujeres
lactantes. Los suplementos (incluida la vitamina D) deben considerarse si las fuentes
dietéticas son bajas.
● El consumo de sal debe mantenerse bajo. El objetivo de la American Heart Association de
1500 mg por día es razonable para la mayoría de las personas.
● El alcohol moderado (hasta una bebida por día para las mujeres y hasta dos para los
hombres) puede ser parte de una dieta saludable para aquellos en los que no está
contraindicado.
Sabrina Pérez
Tendencia de alimentación
Disminuyó el consumo de carnes y derivados, lácteos, frutas y hortalizas (alimentos naturales).
Aumentó el consumo de alimentos indistrializados.
Recomendaciones de alimentación: Internacional
“Dieta, nutrición y prevención de enfermedades crónicas” FAO,OMS.
➤ Reducir: grasa total, grasa saturada y trans, azúcares agregados, sodio/sal.
➤ Aumentar: verduras y leguminosas, frutas, fibra, ácidos grasos n-3, actividad física.
En tu mesa:
● Preferí siempre el agua a otras bebidas. Limitá los refrescos, los jugos artificiales y las
aguas saborizadas.
● Incorporá verduras y frutas en todas tus comidas. Te ayudará a sentirte bien y mantener un
peso adecuado.
● Elegí aceite para tus preparaciones en lugar de otras grasas. Evitá comprar productos con
excesiva cantidad de grasas y especialmente los que contengan grasas trans.
● Incluí el pescado al menos una vez a la semana y disminuí el consumo de carnes
procesadas, como fiambres y embutidos.
● Disminuí la sal y el azúcar para cocinar: pequeñas cantidades son suficientes para realzar
el sabor.
Intervención Nutricional
Evaluación y diagnóstico del Estado Nutricional:
- Antropométrico y composición corporal
- Bioquímico
- Clínico y funcional
- Dietético y psicosocial
Necesidades nutricionales
1. Requerimiento Energético
2. Requerimiento de proteínas
0,83 g/kg/día, para proteínas con un aminoácido corregido por digestibilidad
proteica valor de puntaje ácido de 1.0.
3. Metas nutricionales
A modo de ejemplo: Guía de consumo poblacional. MSP 2016.
Sabrina Pérez
Hay que resaltar que la edad cronológica no es un marcador preciso de los cambios que se
producen con el paso del tiempo y actualmente la mayor esperanza de vida y la mejora en el
estado de salud de la población que llega a esa edad obligan a replantearse esta frontera pues se
llega más tarde al umbral de la vejez y se sufren menos las limitaciones físicas delatoras de la
proximidad de la vejez. A diferencia de otras etapas de la vida, ésta no tiene una duración
determinada, pues si bien su final -la muerte- lo fija estadísticamente la esperanza de vida de
mujeres y hombres propia de cada época y lugar, su inicio varía ampliamente entre unas personas
y otras -por razones genéticas y conductuales-, de forma que establecer una edad promedio de
entrada en la vejez tiene mucho de artificioso.
¿Qué es envejecer?
Es un proceso que conlleva una serie de cambios fisiológicos, psicológicos y
socioeconómicos que pueden condicionar el tipo de alimentación del adulto mayor, y por ende
su estado nutricional.
Es un proceso no marcado que inicia en algún momento indeterminado de la madurez y
progresa de diferente manera entre las personas.
Fuente: Trabajo con personas adultas mayores: un abordaje integral en comunidad. Programa APEX/UDELAR. 2018.
La población anciana es diversa, va de los adultos sanos que viven de forma independiente a
individuos de salud delicada con múltiples problemas de salud alojados en centros de atención
asistida o residencias de ancianos.
Envejecimiento en la mujer
El climaterio es el período de transición en la vida de la mujer, el paso de la vida reproductiva a la
no reproductiva. Este período se inicia aproximadamente 5 años antes de la menopausia y su
duración es de 10 a 15 años.
Los cambios endocrinológicos que ocurren durante el climaterio determinan profundas
alteraciones en el metabolismo, en el balance energético y en la composición corporal. Estas
alteraciones pueden favorecer, en una mujer genéticamente predispuesta, enfermedades
cardiovasculares y diabetes tipo 2. A través de una correcta alimentación, la mujer climatérica
puede prevenir problemas como la osteoporosis, el exceso de peso, la alteración lipídica, etc.
La menopausia debe verse dentro del síndrome de envejecimiento durante el cual, por un lado,
disminuyen las hormonas sexuales y la hormona del crecimiento, hormonas que actúan como
lipolíticas en la grasa visceral y estimulan la formación y mantenimiento de masa muscular y
esquelética. Por otro lado, aumentan los glucocorticoides y la insulina, hormonas lipogénicas que
actúan sobre la grasa abdominal favoreciendo el desarrollo de enfermedades cardiovasculares y
del metabolismo de los hidratos de carbono.
Fuente: Metabolismo y climaterio: la visión de un endocrinólogo. Dr. Raúl Pisabarro. Rev Med Uruguay 2000.
Demografía
Datos y cifras a nivel mundial: OMS 2015
● Entre 2015 y 2050, el porcentaje de los habitantes del planeta mayores de 60 años casi se
duplicará, pasando del 12% al 22%.
● Para 2020, el número de personas de 60 años o más será superior al de niños menores de
cinco años.
● En 2050, el 80% de las personas mayores vivirá en países de ingresos bajos y medianos.
Plan de acción
En Uruguay:
● Ley 18.617. Creación del Instituto Nacional de Personas Mayores (Inmayores) en la orbita
del MIDES. 2012.
● Segundo Plan Nacional de Envejecimiento y Vejez. 2016-2019. MIDES. Instituto nacional
de las personas mayores.
● Programa nacional del adulto mayor. 2005-2010. MSP. Dirección general de la salud.
División salud de la población.
Factores que contribuyen al envejecimiento
Una vez que se ha alcanzado una determinada edad biológica, las modificaciones producidas son
irreversibles, pero a través de diversas medidas se puede, al menos en parte, aminorar el proceso
de envejecimiento. Hay tres grandes grupos de factores que influyen en la mayor o menor
esperanza de vida: los genéticos (no modificables), los ambientales y otros relacionados con el
estilo de vida (modificables).
Mediante una adecuada nutrición se pueden aminorar los cambios relacionados con el propio
proceso de envejecimiento, mejorar la calidad de vida del anciano, reducir la susceptibilidad a
algunas de las enfermedades más frecuentes y contribuir a su recuperación y de esta manera,
ayudar a mantener, durante el mayor tiempo posible, un estilo de vida independiente para
permanecer más tiempo en el ambiente propio de cada uno. Comer es una necesidad, pero
también un placer que persiste en las personas de edad y la expresión de una determinada
herencia socio-cultural. El desafío con el que nos encontramos es fijar las condiciones dietéticas y
de estilo de vida que mejor preserven las funciones corporales y minimicen las enfermedades
crónicas en las personas de edad.
Aparato digestivo:
El envejecimiento conlleva modificaciones del aparato bucodental, una disminución del flujo salivar
y de la secreción ácida de las células parietales gástricas y una hipoclorhidria gástrica.
La menor presión de los esfínteres esofágicos, favorece el reflujo de ácido (RGE) desde el
estómago.
La gastritis atrófica (pérdida de las glándulas en el revestimiento del estómago que producen
jugo gástrico y enzimas) tiene una repercusión importante en el estado nutricional del mayor, ya
que origina una menor absorción de vitamina B12, ácido fólico y hierro.
Además, el tiempo de tránsito intestinal se retarda por la disminución del peristaltismo, lo que
favorece la hinchazón abdominal y el estreñimiento, el cual se agrava por las modificaciones
alimentarias (baja ingesta de energía y fibra), la falta de hidratación, la falta de ejercicio físico y la
medicación.
Más del 50% de las personas mayores han perdido la dentadura o padecen enfermedad
periodontal y/o caries, que hacen la masticación difícil y dolorosa. Hay una tendencia a preferir
alimentos blandos.
La xerostomía origina una dificultad de lubricación, masticación, degustación e ingestión de los
alimentos.
La disfagia (dificultad para tragar) limita el tipo y cantidad de los alimentos consumibles.
Función renal:
Los riñones pierden un 10% de su peso, debido a la disminución en el número y tamaño de las
unidades excretoras. La función renal se reduce con la edad, con una capacidad de filtración
glomerular que es inferior al 50% de la correspondiente al adulto joven. La función tubular se
modifica; así, disminuye el poder de concentración, excreción y resorción, y, por tanto, los
balances nitrogenado, hídrico y electrolítico pueden encontrarse afectados. La capacidad del
organismo para eliminar productos metabólicos de desecho puede estar limitada por todos estos
factores.
Sistema cardiovascular:
Hipertensión arterial: Entre los cambios en el sistema cardiovascular destacan la hipertrofia
cardíaca, la disminución de la contractilidad del miocardio y una menor perfusión en determinados
órganos. Hay una pérdida de elasticidad de los vasos sanguíneos, lo que incrementa la resistencia
periférica y contribuye a una mayor prevalencia de hipertensión arterial.
Dislipemia (alteración en los niveles de lípidos en sangre): El envejecimiento conlleva también a
un aumento en los niveles de triglicéridos plasmáticos debido a una disminución de la actividad de
la lipoproteína lipasa, lo que origina un mayor tiempo de permanencia en sangre de los lípidos tras
una ingesta rica en grasa. Se ha demostrado que la actividad de los receptores para LDL
disminuye con la edad; esto podría ser una de las causas del aumento de la colesterolemia con el
envejecimiento.
Sistema inmune:
El envejecimiento está asociado con una alteración en la regulación del sistema inmunitario,
denominada inmunosenescencia, que conlleva una mayor prevalencia de enfermedades
infecciosas e inflamatorias y de tumores, asociados a una mayor morbilidad y mortalidad. Estas
alteraciones afectan principalmente a los linfocitos T, si bien otras células del sistema inmunitario
también se encuentran alteradas.
Todo esto podría contribuir a un declive progresivo de la respuesta inmunitaria al contacto de
nuevos antígenos. Sin embargo, las vacunaciones siguen siendo eficaces en el anciano con
buena salud, aunque los niveles de anticuerpos producidos sean inferiores a los observados en
personas más jóvenes.
Sistema nervioso:
Los cambios producidos en el sistema nervioso, tanto en el contexto neuronal (disminución en el
número de dendritas, alteraciones en la función sináptica y en la transmisión) como en el contexto
químico (desequilibrio de neurotransmisores, alteraciones de membrana, etc.) pueden dar lugar a
modificaciones en la función motora (marcha y equilibrio), en el proceso del sueño y en el ciclo
vigilia/sueño, así como en los procesos cognitivos (memoria y codificación) y de conducta.
Regulación metabólica:
El metabolismo de la glucosa se encuentra alterado, se asocia con el fallo de la capacidad de la
insulina para estimular la captación de glucosa por los tejidos periféricos (“síndrome de resistencia
periférica a la insulina”), con una disminución en el número de receptores de insulina.
El metabolismo proteico también está afectado por la edad; en dietas con elevado aporte de
proteínas, la excreción de sustancias nitrogenadas puede estar alterada.
Composición corporal:
El paso del tiempo origina una serie de cambios en la composición corporal que repercuten de
forma importante en la valoración del estado nutricional del mayor y también en la estimación de
sus necesidades de nutrientes.
Los principales cambios que tienen lugar son los siguientes:
➤ Aumento y redistribución de la grasa: la grasa representa un 15% del peso corporal en
el adulto y un 30% a los 75 años. Aumenta la grasa depositada en la región superior del
tronco y disminuye la grasa subcutánea y de las extremidades.
➤ Descenso de la masa magra: pérdida progresiva de tejidos, principalmente músculo
esquelético, que se relaciona con una menor fuerza muscular (sarcopenia). Los músculos
pasan de representar el 45% del peso del cuerpo a los 20 años al 27% a los 70 años.
➤ Disminución del % de agua: representa hasta un 70% del peso corporal en un adulto,
mientras que a los 60 años es el 60%
➤ Disminución de la masa mineral ósea: principalmente en mujeres, sus huesos pierden el
40% del calcio a lo largo de su vida.
Esta pérdida de tejido metabólicamente activo origina una disminución en el metabolismo basal.
Esta disminución, junto con un menor ejercicio físico, contribuye a reducir las necesidades
energéticas del mayor.
Factores de riesgo:
NO Modificables Modificables
Edad Peso corporal
Raza Sedentarismo
Sexo Alimentación inadecuada
Menopausia en la mujer Consumo excesivo de alcohol, café y
cigarros
Antecedentes familiares de la Uso prolongado de algunos fármacos.
enfermedad
Por lo tanto, las personas mayores son un grupo de población muy vulnerable desde
el punto de vista nutricional, en el que se dan con frecuencia problemas de
malnutrición, tanto por exceso (obesidad) como por deficiencias específicas de
nutrientes (desnutrición proteico-calórica, etc.) o también situaciones de riesgo
nutricional.
Evaluación Nutricional
Requerimiento proteico:
FAO/OMS 2007: 0,83g/kg peso/día.
Guías ESPEN:
- 1 a 1,2 g/kg peso en personas sanas.
- 1,2 a 1,5 g/kg peso en riesgo de desnutrición.
Si tiene problemas de masticación, puede comer la carne picada o molida y las frutas o verduras
ralladas o hechas puré. Se deben potenciar las características organolépticas de los alimentos
para hacerlos más apetitosos: el color, olor, sabor y textura de los alimentos condicionan en gran
medida su aceptación o rechazo. También es importante tener en cuenta los gustos personales,
ya que es muy difícil cambiar los hábitos alimentarios en estas edades.
Para las personas mayores, el objetivo de consumir 2 litros de agua al día, es a veces difícil de
conseguir por su incapacidad física que dificulta el acceso al agua, por enfermedades crónicas,
demencia, por la menor sensación de sed. Otros evitan consumir líquidos por miedo a la
incontinencia o para evitar las urgencias de tener que ir al baño cuando están fuera de casa.
Con la edad se producen cambios en la función renal y una importante disminución de la
sensación de sed y estas alteraciones están muy relacionadas con los problemas de
deshidratación y de termorregulación. Las personas mayores pierden demasiada agua por la
orina, aunque ésta no elimine muchos materiales de desecho.
La deshidratación se asocia con hipotensión, aumento de la temperatura corporal, confusión
mental, dolor de cabeza e irritabilidad.
Bibliografía: Ángel Gil. Tratado de Nutrición. Tomo III. Cap 3.14. Nutrición y envejecimiento.
Manual de nutrición y dietética. Carbajal A. Cap 3 Nutrición a lo largo de la vida, adultos mayores. 2013
Fisiología del envejecimiento. C. de Jaeger. 2011.
Sabrina Pérez
Lo que sabemos:
1- El embarazo es un momento especialmente importante durante en el que la correcta
alimentación de la madre puede influir tanto en el estado de salud de la madre como del bebé.
2- No existen protocolos universales nutricionales basados en las pruebas imparciales
(evidencias), sobre las que basar el trabajo de los profesionales sanitarios que están al cuidado de
dicha población.
3- El estado nutricional previo al embarazo es clave a la hora de determinar las necesidades
nutricionales.
En suma:
El bienestar nutricional de las mujeres al momento de la concepción afecta, no solamente al
desarrollo del feto, sino también a la organización genética de la respuesta metabólica del niño y,
después, del adulto.
La OMS afirma que las influencias nutricionales tempranas pueden tener implicaciones
importantes, más tarde, durante la vida adulta e influenciar la incidencia de enfermedades
crónicas (OMS 2003).
La epidemiología muestra que las deficiencias o los excesos de algunos nutrientes se asocian a
problemas en el desarrollo y el crecimiento fetal, a complicaciones durante el embarazo y a
problemas de salud de las propias mujeres que padecieron aquellas deficiencias (Neville, 2009).
La malnutrición intrauterina, por exceso o por déficit, por un efecto programador (“programming”),
puede condicionar diversas alteraciones metabólicas en la vida adulta dando lugar a obesidad,
hipertensión, diabetes y aumento del riesgo cardiovascular, lo que supone notables repercusiones
sanitarias y sociales.
Por lo tanto, el objetivo: conocer cuáles son las necesidades nutricionales de la embarazada, para
prestar una adecuada atención a este período de la vida de la mujer, y asegurar su salud y la de
su descendencia. (Grieger & Clifton, 2014)
Necesidades nutricionales:
● Las necesidades nutricionales durante el proceso de gestación están aumentadas en
comparación con las de la mujer sana en etapa no reproductiva: debido al crecimiento
fetal, y subvenir a los cambios adaptativos que la mujer atravesará durante este período.
● Placenta y actividad endocrina: crecimiento fetal. La mujer embarazada sufre cambios en
su composición corporal; aumenta en la primera momentos sus reservas grasas y por tanto
aumentan las necesidades de energía, proteína y casi de la mayoría de los micronutrientes
debido también al crecimiento del feto.
● En la gestante, a excepción de la determinación del estado de hierro que se lleva a cabo
en el suero, el estatus de nutrientes se estima a través de encuestas dietéticas.
● Es fundamental que la mujer reciba una dieta óptima, ya que para algunos nutrientes, el
estado del feto se mantiene exclusivamente por el aporte proveniente de la madre.
Una ganancia de peso excesiva se asocia a complicaciones como diabetes gestacional, trastornos
hipertensivos de la gestación así como a sobrepeso y obesidad post parto. Si la ganancia se
encuentra por debajo de lo aconsejado se favorece el desarrollo de recién nacidos de bajo peso.
Energía:
El aumento del gasto basal asociado al embarazo tiene como consecuencia la necesidad de
aumentar la ingesta de nutrientes.
Cada nutriente desempeña un papel diferente en el desarrollo de tejidos y en el crecimiento y
produce cambios específicos en la homeostasis materna, por lo que los requerimientos de
nutrientes no aumentan de manera uniforme.
Las estimaciones de las necesidades de energía durante el embarazo consideran los equivalentes
energéticos de los aumentos de proteínas y grasa en los compartimentos fetales y maternos, así
como el incremento en el gasto energético de estos tejidos.
Las discrepancias en las estimaciones de las necesidades energéticas durante el embarazo
derivan fundamentalmente de la infra o sobreestimación de los depósitos maternos de grasa
durante el embarazo, del grado de actividad física, que usualmente desciende durante esta etapa,
y de la eficiencia de utilización de la energía.
La IOM ha propuesto un método detallado para el cálculo de los requerimientos energéticos de la
mujer embarazada basado en su tipo constitucional, estado nutricional, peso ideal, consumo
energético en reposo y consumo de energía secundario al ejercicio físico (IOM 2002).
Based on these considerations and averaging the two factorial calculations, the extra energy cost
of pregnancy is 321 MJ (77 000 kcal) divided into approximately 0.35 MJ/day, 1.2 MJ/day and 2.0
MJ/day (85kcal/day, 285 kcal/day and 475kcal/day) during the first, second and third trimesters,
respectively. FAO OMS (2004) estableció incrementos para el embarazo que difieren de los
establecidos por IOM:
Proteínas
La IOM tiene en cuenta que la utilización de la proteína de la dieta para la conversión en proteína
tisular es del 70% así que la mujer gestante necesita una ingesta adicional de 11g de proteínas/d.
Una ingesta de 70-71g de proteínas/día, es suficiente para satisfacer los requerimientos proteicos,
siempre y cuando se asegure que la calidad de la proteína sea la adecuada (IOM 2002).
Para la FAO OMS (2007) el requerimiento extra (en comparación con mujer no embarazada):
Hidratos de carbono
Lípidos:
Se recomienda que estos supongan un aporte de entre el 25 y el 30% de la ingesta calórica total
diaria. Dado que los ácidos grasos saturados, los monoinsaturados y el colesterol son sintetizados
por el organismo, no es necesario recomendar un extra durante el embarazo.
Merecen especial atención los ácidos grasos esenciales (AGE) y poliinsaturados (AGP): los AGE,
ácidos linoleico (LA) y α-linolénico (LNA), y sus derivados de cadena más larga, especialmente
ácidos grasos araquidónico (ARA), eicosapentanoico (EPA) y docosahexaenoico (DHA).
Son fundamentales para el desarrollo de la placenta y del feto y para el resultado final de la
gestación.
Un período de malnutrición materna que afecte el suministro de ARA y DHA a la placenta puede
afectar el desarrollo vascular.
Se calcula una ganancia de 3,7kg de grasa en 36 semanas con una ganancia de peso de 12kg
(Primer trimestre=8g/día. Segundo trimestre= 26g/día. Tercer trimestre: datos más variables,
aunque se estima de 18g/día).
El feto y el recién nacido tienen capacidad para formar ácidos grasos poliinsaturados de cadena
larga (AGPI-CL) a partir de precursores, pero la velocidad de transformación del LA para formar
ARA y del LNA para formar DHA parece no ser suficiente para proveer la cantidad de AGPI-CL
requerida por el feto y por el recién nacido.
AGPI de cadena larga (>2 dobles enlaces; >18C)- perinatal: [especialmente DHA] se necesitan
para el crecimiento rápido del sistema nervioso central, se han asociado con mejora de la función
visual y cognitiva del bebé se han asociado con el tratamiento y la prevención de la depresión
materna, se han asociado con un ligero aumento del embarazo que reducen la prevalencia de
parto prematuro.
Es fundamental aumentar el consumo de alimentos ricos en AGPI-CL n3, como los
productos del mar: pescado (principalmente azul), mariscos, etc., teniendo en cuenta la
disponibilidad y el acceso a los mismos.
AG trans - se transmiten de madre a hijo durante el embarazo y la lactancia. Se han asociado con
resultados negativos relacionados con concepción, pérdida fetal y crecimiento. Por lo tanto, se
recomienda que la ingesta de AG trans sea tan baja como sea posible durante el embarazo y la
lactancia.
Vitaminas y minerales:
Durante la gestación, las necesidades de la mayor parte de las vitaminas y de los minerales se
cubren con una dieta variada y equilibrada. Sin embargo, los suplementos contribuyen a satisfacer
los requerimientos aumentados, como en el caso del ácido fólico, el hierro y quizás el calcio.
En mujeres con desnutrición materna previa a la gestación y/o durante la gestación, en
adolescentes, en casos de embarazo múltiple y en pacientes con enfermedades que exigen
demandas adicionales de determinados micronutrientes, es aconsejable la ingestión de
suplementos.
● Folato
● Hierro
● Calcio
● Vitamina A
Alimentación:
En Uruguay no hay recomendaciones nacionales. Algunos se guían por las establecidas por IOM
y otros por FAO/OMS.
Dado la evidencia generada hasta el momento el perfil calórico de la dieta de una mujer
embarazada es el mismo que el de una mujer adulta: la mayor parte de la energía de la dieta
debería provenir de (>55%) hidratos de carbono complejos, 30-25% de la energía debe proceder
de los lípidos, predominando aceite de buen perfil de AG y un 10-15% de la energía debe
proceder de la ingesta de proteínas.
Para el resto de los nutrientes/alimentos a tener en cuenta dentro de una dieta moderada, como
los alimentos azucarados (menos de 10%), fibra, productos ultraprocesados, ácidos grasos
(predominio de monoinsaturados), los ácidos grasos trans (menos de 1%), el colesterol (menos de
300mg/d) y la sal (menos de 5g/d), hierro y calcio (en ocasiones folato) según IOM, se deben
plantear en los objetivos nutricionales.
Recomendaciones generales: en Uruguay no existen Guías Alimentarias para el embarazo.
➤ Oportunidad: la gestación puede ser un momento clave para adquirir buenos hábitos de
vida, y especialmente, de alimentación y, por otro lado, esta va a servir como estrategia
para paliar o mejorar síntomas y complicaciones propias de esta etapa fisiológica (náuseas
y vómitos, estreñimiento, reflujo, etc).
➤ Distribuir las ingestas en 5 o 6 comidas y no saltarse ninguna de ellas (especialmente el
desayuno).
➤ Evitar comer (“picar”) entre horas. Los alimentos que se toman para “picar” suelen ser
hipercalóricos (galletas/galletitas, snacks salados, pastelería, refrescos azucarados).
➤ Conviene recurrir a la fruta en caso de sentir sensación de apetito, acompañada de agua,
para incrementar la sensación de saciedad.
➤ Adecuar el volumen de los alimentos, eliminando las comidas copiosas. No se come por
dos.
➤ Incluir diariamente al menos una porción de fruta con alto contenido en vitamina C
(naranja, mandarina, pomelo, kiwi, fresa) y una porción de verduras crudas.
➤ Lavar las verduras/hortalizas y frutas siempre y consumir la carne bien hecha, para evitar
infecciones que pueden transmitirse al feto.
➤ Aumentar el consumo de alimentos ricos en fibra: legumbres, fruta, verduras/hortalizas y
cereales integrales.
➤ Consumir pescados grasos (azul), ya que favorece el adecuado desarrollo del sistema
nervioso del feto, previene el bajo peso al nacer y el parto prematuro (contenido en ácidos
grasos omega-3). Escoger especies de pequeño tamaño (sardina, anchoa, caballa) y evitar
consumir en exceso las de mayor tamaño (tiburón, atún rojo), ya que pueden acumular
potencialmente metales pesados (ej. mercurio).
➤ Moderar el consumo de grasas de origen animal (manteca, crema de leche, tocino, etc),
embutidos y alimentos pre cocinados (productos ultraprocesados).
➤ Limitar el consumo de azúcares, grasas, salsas y otros alimentos con alto contenido
energético, que provocarán una ganancia excesiva de peso y evitar dietas hipocalóricas
que podrían llevar a deficiencias nutricionales en la madre y en el feto.
➤ Moderar el consumo de bebidas con cafeína, a menos de 100mg/d, (2 tazas de café o su
equivalente en bebidas carbonatadas). Tampoco abusar del té, ya que contiene teína
(similar a cafeína).
➤ Reducir el consumo de sal (utilizar sal iodada).
➤ La bebida que debe estar siempre presente es el agua.
➤ Las bebidas alcohólicas, de cualquier tipo, nunca deben tomarse durante el embarazo.
Uno de los requisitos de la dieta en el embarazo es la variedad. Esto quiere decir, que su alimentación
debe incluir alimentos de diferentes grupos a lo largo del día.
Cereales, derivados (pan, cereales, -pueden ser integrales, ojo, no indispensables para mejorar
el contenido de fibra de la dieta-,) y patatas: son alimentos básicos en embarazo y lactancia,
dadas las incrementadas demandas energéticas. Aporte de vitaminas hidrosolubles y fibra (60-80g
más 100-150g pan).
Frutas, verduras u hortalizas: su ingesta es de gran importancia por el aporte de vitaminas que
suponen y dadas las importantes necesidades de las mismas durante el embarazo. Estos
alimentos son la principal fuente dietética de ácido fólico junto con los alimentos fortificados
(vitamina esencial en la síntesis de ADN, y por lo tanto, en el embarazo. La ingesta de vitamina C
también se consigue a través del consumo de este grupo y debe ser adecuada para reducir la
incidencia de preeclampsia, crecimiento intrauterino retardado y rotura prematura de membranas,
además interviene en la absorción del hierro. Incorporar verduras y hortalizas en comidas y cenas
es una buena recomendación. Para las frutas, se aconseja incluirlas en el desayuno y la
merienda, además de como postre de forma habitual. 300g/d más 200g/d aproximadamente.
Carnes, pescados, huevos, legumbres y frutos secos: las demandas proteicas aumentan en el
embarazo pero hay que controlar que algunos alimentos ricos en proteínas también lo son en
grasas (destacando las saturadas) y su consumo en exceso puede desequilibrar la dieta. En el
caso de la carne y derivados, además de la moderación, se debe tener en cuenta que la mujer
embarazada no debe ingerir carnes crudas o poco cocinadas, así como embutidos que no hayan
sido sometidos a tratamiento térmico en su elaboración por el posible riesgo de transmisión de
toxoplasmosis la cual puede ocasionar lesiones cerebrales, ceguera, etc. en el bebé.
Porción de carne: 150-200gr. 4-6 veces por semana (dependiendo de hábitos con énfasis en
pescado). Legumbres 60 a 80gr (seco) de 2 a 3 veces por semana, una unidad de huevos 4-5
veces por semana, frutos secos 20 a 30gr 3 a 7 veces por semana.
Leche y derivados (yogures, quesos, etc): son buena fuente de calcio para el organismo además
de ser biodisponible (fracción de calcio dietético potencialmente absorbible por el intestino y que
puede utilizarse en la mineralización ósea o limitar la pérdida de masa ósea).
Una de las raciones debería ser de productos enteros, el resto dado el perfil epidemiológico de
nuestro país pueden ser lácteos de bajo contenido en grasa y azúcar o productos desgrasados o
semidesgrasados. En ocasiones son buena opción los fortificados o enriquecidos con vitaminas
liposolubles y calcio.
200ml de leche o 200g de yogur o 60-100g de queso fresco o 30-40g de queso semicurado. 3
veces al día alternando productos o no dependiendo de los hábitos, la disponibilidad y el acceso.
Aceites y grasas: como grasa de elección, depende de los diferentes países, costos, acceso, etc.
A nivel internacional se encuentra el aceite de oliva virgen principalmente, seguido del de girasol.
Conocer la composición de cada uno orientará sobre su elección.
La comida, en cualquier caso, debe incorporar poca grasa, poca sal y emplear otros condimentos.
3 a 4 veces al día. 10ml.
Bizcochería, dulces, mermeladas, pasteles, galletitas dulces o saladas, caramelos, aperitivos fritos
envasados, snacks envasados, margarina, manteca, crema de leche, helados, productos listos
para consumir, salsas, mayonesas, bebidas azucaradas, jugos, refrescos: todos estos alimentos
deben consumirse, si acaso, de forma ocasional.
Bebidas: consumir como fuente principal el agua, a través de las bebidas, tisanas y los alimentos
con alto contenido en ella (verduras, frutas y hortalizas). Las mujeres embarazadas necesitan
prestar especial atención a su estado de hidratación 2-2,5 litros en el primer trimestre y 3 litros en
el 2do y 3er trimestre.
Riesgos nutricionales:
→ Consumir más de tres porciones de pescado semanal.
→ Se recomienda no consumir durante el embarazo carnes crudas, poco hechas,
deshidratadas y/o curadas (inclusive el jamón serrano) si no se congelan previamente a
-25°C durante un mínimo de 10 días.
→ Cafeína: A pesar de no ser datos concluyentes el consumo de cafeína parece tener una
asociación dosis dependiente con el riesgo de pérdida del embarazo. No se ha observado
asociación entre el consumo de cafeína durante el embarazo y riesgo de nacimiento
pretérmino.
A pesar de no poderse establecer una relación causa-efecto, parece ser que el consumo
de altas dosis de cafeína podría estar asociado (de una forma dosis-dependiente) con un
mayor riesgo de bajo peso al nacer.
Existe evidencia insuficiente para confirmar o refutar la efectividad de la eliminación del
consumo de cafeína durante el embarazo para evitar los posibles efectos adversos de
dicho consumo sobre la madre o los bebés.
Mantener el consumo lo más bajo posible.
→ Alcohol: No existe cantidad de alcohol segura durante la gestación. Se recomienda evitar
su consumo durante esta etapa.
→ Edulcorantes: El consumo moderado de acesulfamo de potasio, aspartamo, sacarina,
sucralosa, se considera seguro durante el embarazo, aunque la ingesta de edulcorantes
durante la gestación no ha sido estudiada con rigor.
Mitos a derribar:
Confusión entre la información transmitida por profesionales de la salud y por familiares, amigos,
publicidad, internet, publicaciones no científicas, etc. La mujer recibe una cantidad de consejos y
recomendaciones que, en ocasiones, son falsos o contradictorios.
➥ “Todas debemos ganar 15 kilos al final del embarazo”. No. La ganancia de peso
durante el embarazo depende de la situación nutricional que presente antes y durante el
período gestacional. No olvidar el problema del sobrepeso y obesidad en la población
uruguaya, lo que hace que potencialmente la embarazada llegue al embarazo con una
situación ponderal no adecuada.
➥ “Durante el embarazo se debe comer por dos”. No se trata de “duplicar” el consumo de
alimentos, sino de que la alimentación incluya alimentos de calidad que aporten nutrientes
esenciales para la salud de la madre y el bebé. Por el contrario, llevar una alimentación
con excesos de alimentos, puede derivar en patologías como diabetes gestacional o
preeclampsia.
➥ “Presentar sobrepeso u obesidad antes y durante el embarazo no afecta al bebé”.
No; diversos estudios demuestran que existe un mayor riesgo de complicaciones entre las
mujeres que presentan un IMC alto, aumentando el riesgo de transtornos hiperglucémicos,
hipertensivos, necesidad de instrumentación obstétrica, parto por cesárea, macrosomía
fetal y acidosis fetal.
➥ “Si no como cierto tipo de alimentos (antojo) dejará una marca en la piel del bebé”
Farland, Rifas-Shiman % Gilman (2015) muestran que el 45% de las embarazadas
presentan antojos, principalmente por alimentos grasos (22%), seguido de alimentos
salados (11%) y ricos en almidón (5%). No existen estudios que relacionen los antojos
durante el embarazo con marcas en la piel del recién nacido. Arraigo cultural.
➥ “Se debe evitar el alcohol sólo en el primer período de embarazo” No, evidencias
clínicas y epidemiológicas han demostrado que el alcohol es un teratógeno y la ingesta de
éste durante el período gestacional podría aumentar el riesgo de tener un hijo prematuro o
con bajo peso, aumentando la prevalencia de aborto espontáneo, muerte fetal y anomalías
congénitas encontradas.
➥ “Las mujeres embarazadas no deben tomar cafeína”. No, la Agencia Europea de
Seguridad Alimentaria (EFSA) indica en su informe sobre la seguridad de la cafeína, que la
ingesta no superior a 200mg/d proveniente de todas las fuentes (incluidos los suplementos
dietéticos) no da lugar a problemas en el feto.
➥ “Consumir comidas picantes es perjudicial para el bebé”. No, se ha demostrado que
los alimentos que consuma la madre en el período de embarazo y la lactancia serán parte
del patrón alimentario del bebé en la introducción de la alimentación complementaria, por
lo que existiría una directa relación del gusto del bebé con la ingesta de la madre. El
consumo de alimentos picantes no se ha demostrado que afecte negativamente al bebé,
pero si podría provocar en la madre, náuseas, reflujo y acidez, etc.
En suma:
El período de gestación, y el de lactancia, tiene requerimientos nutricionales específicos, en el que
las necesidades de energía y nutrientes son mayores respecto a las de una mujer no embarazada.
Para cubrir los requerimientos nutricionales, la mujer embarazada debe seguir una alimentación
diversa y variada, lo que implica que incluya alimentos de diferentes grupos y además, variedad
dentro de cada uno de ellos. No deben abusar de ningún tipo de alimento ni suprimir el consumo
de ninguno de ellos, excepto que tengan alguna condición (por ejemplo, alergias alimentarias,
diabetes mellitus gestacional, preeclampsia, etc).
No existen alimentos naturales o procesados buenos o malos, hay que respetar las frecuencias y
las cantidades de consumo para alcanzar una adecuada alimentación.
Curso: Nutrición en el Ciclo Vital
Escuela de Nutrición
Universidad de la República
Alejandra Girona
13: Para disminuir el riesgo de abortos espontáneos e insuficiencia ponderal que las
embarazadas con una ingesta diaria elevada de cafeína (mayor a 300 mg/dia)
reduzcan el consumo de cafeína diario. (Esto incluye cualquier producto, bebida o
alimento que contenga cafeína (café filtrado, té, refrescos de cola, bebidas
energéticas con cafeína, chocolate y pastillas de cafeína).
14: Para aliviar las náuseas en las fases iniciales del embarazo se recomienda el
jengibre, la camomila, la vitamina B6 y/o la acupuntura, según las preferencias de la
mujer y las opciones disponibles.
Referencias
Lactancia
La leche materna es el mejor alimento para los recién nacidos y lactantes. Las reservas
nutricionales de una mujer lactante pueden estar más o menos agotadas como resultado del
embarazo y la pérdida de sangre durante el parto.
En esta etapa se plantean necesidades nutricionales especiales, principalmente debido al pasaje
de nutrientes a través de la leche materna.
El volumen de leche materna varía ampliamente y tiene una composición bastante constante.
Durante el primer semestre la producción láctea media es de 750 ml/día y el segundo 600 ml/día.
Los nutrientes presentes en la leche proceden de la dieta de la madre o de sus reservas de
nutrientes. El contenido de grasa de la leche materna varía de acuerdo a la dieta. El contenido de
hidratos de carbono, proteína, calcio y hierro no cambia demasiado incluso si la madre consume
poca cantidad de estos en su dieta. Si la dieta de una madre es deficiente en vitaminas
hidrosolubles y vitaminas A y D, su leche contiene menos cantidades de estos nutrientes.
Las necesidades nutricionales de la mujer aumentan durante el embarazo y la lactancia.
Todas las madres, a no ser que se encuentren extremadamente desnutridas, son capaces de
producir leche en cantidad y calidad adecuadas. También posee un excelente valor inmunológico.
Los niveles de prolactina aumentan en madres que hacen dieta hipocalórica y ejercicio, lo cual
asegura la producción de leche.
Las variaciones de la dieta de la madre pueden cambiar el perfil de los ácidos grasos y algunos
micronutrientes, pero no se relacionan con la cantidad de leche ni su calidad.
Los requerimientos nutricionales para cubrir el costo de la lactancia materna han sido calculados
en base a la cantidad de nutrientes secretados en la leche.
Ha sido realizada tomando en cuenta la producción láctea de mujeres sanas con lactancia
adecuada, asumiendo que a las 4 semanas postparto tanto la mayoría de los componentes como
el volumen han adquirido un nivel constante, estos requerimientos adicionales se han añadido a
los necesarios para el mantenimiento de actividades de mujeres que no están embarazadas y que
no dan de lactar.
Los cálculos de requerimientos no equivalen estrictamente a la producción de cada nutriente dado
que éstos no pasan directamente a la leche en la misma cantidad en que ingresan. Existe un
porcentaje de pérdida en la transferencia puesto que el organismo humano no tiene una eficacia
de 100%.
Por otro lado, las investigaciones,realizadas en base a estudios de balance no son totalmente
confiables, en muchos casos la madre subsidia el aporte de nutrientes que pasa a la leche de sus
propias reservas o inclusive perdiendo tejido corporal (peso).
Sabías que:
Las necesidades durante la lactancia son mayores que durante el embarazo: la
leche que se secreta en aproximadamente 4 meses representa un consumo de
energía igual al de toda la gestación.
Los requerimientos y necesidades nutricionales durante la lactancia son considerablemente
mayores que durante el embarazo.
Durante los primeros 4-6 meses de vida, el niño/a dobla el peso alcanzado durante los 9 meses de
gestación. Por tanto, la leche producida en los 4 primeros meses de lactancia representa una
concentración de energía aproximadamente equivalente al gasto energético total de la gestación.
Requerimiento energético
Recuerde:
El costo energético de la lactancia en los seis primeros meses ha sido calculado en 135.000 kcal.
Considerando: una producción diaria de leche en promedio de 750 a 850 ml, un contenido
energético por 1 ml en promedio de 0,65 a 0,70 de kcal de leche y una eficiencia de conversión de
energía dietética en energía láctea de 80%.
Pero las madres con una ingesta adecuada de alimentos durante el embarazo acumulan aprox 4
kg de grasa, implicando esto una reserva de 36.000 kcal disponibles para la lactancia.
Por tanto, las necesidades energéticas adicionales durante los seis primeros meses de lactancia
son 100.000kcal, o sea 550kcal diarias adicionales. Las necesidades durante este periodo y los
posteriores tendrán que reajustarse según las reservas maternas de grasa y los tipos de actividad.
Las madres con bajo depósito de grasa durante el embarazo necesitarán mayor ingesta calórica,
siendo aproximadamente 675kcal adicionales.
Tras estos 6 meses, la recomendación es de 400kcal suplementarias, dada la disminución del
volumen de leche sintetizado.
En las mujeres obesas el suplemento energético debe ser menor, para intentar movilizar parte del
exceso de peso.
Está comprobado que el aroma de los alimentos pasa a la leche y puede hacer cambiar su olor y
su sabor, no hay ningún alimento prohibido durante la lactancia. Esos cambios de sabor que
experimenta la leche materna ayudan al bebé a familiarizarse con diversos sabores, lo que le
permitirá aceptar más fácilmente la alimentación complementaria. Sólo en el caso de observar de
forma repetida que tras haber comido la madre un determinado alimento, el bebé muestra algún
tipo de molestias (vómitos, diarreas, erupciones, malestar o rechazo de la leche), puede ser
necesario evitar ese alimento en concreto.
No se ha demostrado que algún alimento ayude a producir más leche. El mejor estímulo para
tener una producción adecuada de leche es que el bebé mame a demanda sin restricciones.
Cafeína: Se debe evitar el consumo en exceso de café, bebidas con cola, té y chocolate. Y en
todo caso, consumirlos justo después de la toma de pecho. Grandes dosis de cafeína (más de 3
tazas de café) pueden producir irritabilidad y falta de sueño en el bebé, aunque en algunos casos
se pueden presentar síntomas con dosis más bajas.
Fitoterapia: aunque, a menudo, se piensa que las plantas medicinales son inofensivas, la gran
mayoría contienen principios activos que en muchas ocasiones no están estandarizados (no se
sabe cuáles ni cuánto) y pueden ocasionar toxicidad al bebé que toma pecho. Es imprescindible
tener una buena fuente de información respecto a este tipo de productos.
Síntesis
Cafeína:
La cafeína pasa de la madre al bebé en pequeñas cantidades a través de la leche materna, pero
por lo general no afecta negativamente al bebé cuando la madre consume cantidades bajas a
moderadas (aproximadamente 300 miligramos o menos por día, que son aproximadamente 2 a 3
tazas de café).
Se ha informado de irritabilidad, malos patrones de sueño, irritabilidad y nerviosismo en bebés de
madres con ingestas muy altas de cafeína, alrededor de 10 tazas de café o más por día.
Si un bebé parece estar más irritable o irritable después de que la madre consume grandes
cantidades de cafeína, debería considerar disminuir su consumo.
Los recién nacidos prematuros y los más pequeños descomponen la cafeína más lentamente, por
lo que las madres de estos bebés podrían considerar consumir incluso menos cafeína.
Las fuentes dietéticas comunes de cafeína incluyen las siguientes: café, refrescos, bebidas
energizantes y té.
¿Hay alguna recomendación de dieta especial para las madres que siguen una dieta vegana
o vegetariana durante la lactancia?
Si. Los lactantes de mujeres que no consumen productos animales pueden tener cantidades muy
limitadas de vitamina B12 en sus cuerpos. Estas bajas cantidades de vitamina B12 pueden poner
a sus bebés en riesgo de deficiencia de vitamina B12, lo que puede provocar daños neurológicos.
Por lo tanto, la American Dietetic Association recomienda suplementos de vitamina B12 durante el
embarazo y durante la lactancia para las madres que comen este tipo de dietas vegetarianas.
Ver el icono externo de la Oficina de Suplementos Dietéticos de los Institutos Nacionales de la
Salud para obtener más información sobre la vitamina B12.
Sabrina Pérez
¿Qué es el embarazo?
Comprende el período de tiempo desde la fecundación del óvulo hasta el parto, con una duración
aproximada de 280 días (38 a 40 semanas).
El proceso reproductivo, implica el embarazo, el parto y la lactancia.
El embarazo incluye tres trimestres, no siempre delimitados estrictamente en el tiempo, pero
importantes a fines de comprender aspectos fisiológicos y fisiopatológicos:
Cambios fisiológicos
→ Cambios cardiovasculares y renales
→ Cambios endocrinos y metabólicos
→ Cambios digestivos
→ Cambios en la composición corporal
El lactógeno placentario, es una hormona sintetizada por la placenta, tiene como función la
estimulación de la lipólisis, antagonizar los efectos de la insulina, mantener el flujo de nutrientes
hacia el feto y junto con la prolactina promover el crecimiento de la glándula mamaria.
[↑] lípidos plasmáticos (VLDL y FLP 50%) y ácidos grasos esenciales (AA y DHA), esto debido a
una movilización de las reservas maternas asociado a una elevada captación por parte del feto.
Cambios digestivos:
El tracto gastrointestinal se ve afectado principalmente por tres situaciones clínicas comunes:
● Estreñimiento: el útero ocupado ejerce presión contra el recto y la porción inferior del colon
y la progesterona disminuye la motilidad intestinal.
● Pirosis y reflujo gastroesofágico: por acción de la hormona progesterona que genera un
retraso en el vaciamiento gástrico y relajación del cardias.
● Náuseas y vómitos: motivo desconocido.
Anemia:
Sabrina Pérez
Eje hipotálamo-hipofisario-ovárico:
Controla la secreción de estas hormonas.
El hipotálamo genera una secreción pulsátil de la hormona liberadora de gonadotrofinas (GnRH)
(pulsos cada 60-120min).
La GnRH estimula a la hipófisis anterior (se une a gonadotropos) para liberar gonadotrofinas: FSH
(folículo estimulante) y LH (luteinizante) - secreción pulsátil.
La LH y FSH se unen a receptores del ovario (localizados a nivel de teca y granulosa del folículo)
para secretar estrógenos y progesterona.
Tanto los estrógenos como la progesterona, actúan en el hipotálamo y en la hipófisis: feedbacks
(retroalimentación) + y -.
Inicio de la gestación
La historia del embrión comienza en la fertilización, el ovocito es capturado por la fimbria del
oviducto. La fertilización ocurre en el ámpula (ampolla) del oviducto y el embrión se desplaza hacia
el útero.
Posición:
El embrión busca su posición sobre el tejido endometrial y
permanece inmóvil mientras se orienta de manera que su
masa celular interna apunte hacia el endometrio para
permitir más adelante la adecuada formación de la
placenta.
En este momento, los pinópodos tienen un papel muy
importante. Los pinópodos son proyecciones
citoplasmáticas de células epiteliales y endometriales que
ayudan al blastocisto a entrar en contacto con el
endometrio. Está comprobado que los pinópodos son
marcadores morfológicos de la receptividad endometrial, y
sólo aparecen durante la ventana de implantación del
blastocisto al endometrio.
Adhesión:
Durante esta fase, el trofoectodermo del blastocisto se
adhiere al epitelio endometrial. Se une gracias a las
moléculas de adhesión: integrinas β1, β3 y β4,
L-selectinas, proteoglucanos, fibronectinas, etc.
Esto sucede unos 7 días tras la fecundación, cuando el
blastocisto ya tiene un diámetro de 300-400 µm.
Invasión:
En esta fase, el blastocisto, más concretamente, el
trofoblasto o el trofoectodermo embrionario, prolifera hacia
el endometrio y desplaza a las células epiteliales, y
finalmente invade el estroma endometrial, haciendo
contacto con la sangre materna.
Todo este mecanismo es controlado por citoquinas, que actúan como mediadores de la
implantación y permiten el diálogo entre el embrión y el endometrio. En respuesta a este diálogo,
el blastocisto se activa e inicia la diferenciación del trofoblasto en citotrofoblasto y
sincitiotrofoblasto. El sincitiotrofoblasto es el que adquiere la capacidad invasiva. Sintetiza
enzimas proteolíticas: serinproteasas, metaloproteasas y colagenasas que rompen la membrana
basal del epitelio endometrial y permiten la entrada completa del blastocisto.
Reconocimiento maternal de la gestación:
Relación entre las etapas de la gestación, tipo de nutrición y desarrollo del embrión y el
feto:
Desde la fecundación hasta la segunda semana, suceden cambios singulares, por ejemplo: del
estado de mórula a blastocisto, invasión trofoblástica, inicio de la formación de las tres capas
embrionarias (como por ejemplo en endoblasto, el ectoblasto y el mesoblasto), en esta etapa se
condiciona la viabilidad del futuro ser. Suceden preferentemente mecanismos hiperplásicos. La
nutrición es histotrófica, es decir, altamente dependiente de los sustratos disponibles en el útero
materno.
Posteriormente, tiene lugar la fase embrionaria propiamente dicha, con la formación de los
órganos y tejidos. Es una fase mayormente hiperplásica, donde la placenta aún no está madura y
el embrión es muy sensible a teratógenos, pudiendo producirse cambios morfológicos muy
importantes. Particularmente, el páncreas comienza su formación en la semana 4 y 5, y en esta
fase, la nutrición es histotrófica-placentaria.
A los 2 meses de embarazo, comienza la etapa fetal. La placenta termina de madurar y se
establece como órgano independiente y central de nutrición fetal. Es la etapa de la nutrición
placentaria. A las 10 semanas, por ejemplo, los islotes pancreáticos ya existen. En la semana 20,
la producción de insulina ya está muy bien desarrollada. Es una etapa de predominio hipertrófico,
con desarrollo y maduración de los órganos y sus capacidades. Dependiendo del ambiente
uterino-placentario, puede suceder la programación metabólica fetal.
En resumen: inicio de la gestación:
El inicio de la gestación depende de la prolongación del soporte de progesterona luteal que
transforma el patrón cíclico de hormonas en uno gestacional con niveles elevados de
progesterona y gonadotrofinas y secreción no pulsátil de GnRH.
La progesterona luteal también actúa en el útero, en el cérvix, en el oviducto y en la glándula
mamaria.
Los altos niveles hormonales, provocan un feedback negativo sobre el eje hipotálamo-hipófisis,
impidiendo que se reanude el ciclo menstrual.
Estrógenos:
Hormona producida por el cuerpo lúteo en el ovario y luego por la placenta. Ayuda a mantener el
embarazo, prepara las glándulas mamarias para la lactancia, prepara el miometrio para las
contracciones del parto.
Progesterona:
Es una hormona producida por el cuerpo lúteo en el ovario y luego por la placenta. Se encarga de
mantener el revestimiento uterino (endometrio) durante la gestación.
Aparato genito-urinario:
Existen cambios en el útero debido al crecimiento: comprime estructuras vecinas y adquiere
capacidad contráctil.
La madre también presenta cambios a nivel de la vulva, la misma cambia de color y presenta un
edema (hinchazón).
Hay también cambios en los ovarios, estos dejan de ovular y el cuerpo lúteo se puede mantener
hasta la semana 7.
Los cambios que se producen en el tracto urinario van dirigidos al manejo del aumento de
volumen de líquidos corporales. Existen cambios en la anatomía y en el funcionamiento que
generan síntomas determinados. Encontraremos un aumento del tamaño renal, una dilatación de
los uréteres y una disminución de la capacidad vesical.
Todos estos cambios nos llevan a un aumento de la frecuencia urinaria (>7 veces/día y
>veces/noche), pueden presentar incontinencia urinaria que puede persistir en posparto, y dolor
tipo cólico.
Hematológicos y cardiovasculares:
Cambios debido a un aumento del volumen de líquidos y al crecimiento del útero.
Cambios propios del corazón, como por ejemplo, su volumen aumenta a partir de la semana 14
hasta la 36, se desplaza debido al crecimiento del útero, la frecuencia cardíaca aumenta hasta
10-15 latidos/minuto. Puede aparecer la auscultación temporal de soplos fisiológicos pero no tiene
importancia.
Cambios hematológicos: dilución de la sangre (anemia fisiológica, disminución de las
plaquetas), alteración del metabolismo del hierro (aumentan los requerimientos, lo cual puede
provocar anemia ferropénica), estado de hipercoagulabilidad, mayor riesgo de trombosis venosa.
Respiratorios:
Tracto respiratorio superior: mucosa de la nariz, encías y faringe más edematosa y sonrojada ➜
sangrados.
Modificación del tórax ➜ sensación de dificultad respiratoria.
Digestivos:
Aumenta el apetito, disminuye el tono y motilidad del estómago, lo que puede causar que la madre
comience a sentir ardores y digestiones pesadas, disminuye la motilidad intestinal generando
estreñimiento y gases. Puede generar hemorroides, náuseas y vómitos. El 70% de las
embarazadas presentan estos síntomas.
Osteomusculares:
Cambios en la relajación de las articulaciones de la pelvis: marcha contoneante, dolor en caderas
y coxis.
Variación del centro de gravedad: la curvatura de la columna lumbar se acentúa, ocurre un cambio
de la postura de la mujer y una baja lumbalgia.
Metabólico y hormonal:
Incrementan las demandas del feto, por lo que aumentan la mayoría de las funciones metabólicas.
Aumento de peso (no superar 12-14kg). Aumentan las necesidades de la hormona tiroidea
(cambio de dosis de tratamiento). Aumentan los requerimientos de hierro, calcio y otros minerales
y vitaminas. Cambios en el metabolismo de la glucosa (resistencia a la insulina, lo cual puede
provocar diabetes gestacional). Aumenta el depósito de grasas (lo cual puede aumentar el
colesterol y los triglicéridos).
Dermatológicos:
Aumenta la pigmentación (cloasma) en: línea alba, vulva, areola mamaria, pezones, cara. Hay
mujeres que pueden presentar estrías; arañas vasculares; tumores vasculares benignos,
hemangiomas en la piel (que desaparecen después del parto); sensación de más cabello;
aumento de vello en algunas zonas.
Sueño:
Aumento de desórdenes del sueño. En el tercer trimestre, aumenta la frecuencia urinaria, dolor de
espalda, incomodidad, contracciones, calambres, ardor, movimientos fetales. Todos estos factores
disminuyen la calidad del sueño, las mujeres tienen menos horas de sueño por noche.
Mujer en lactancia:
Lactogénesis 1 (embarazo):
Se inicia desde el 4to/5to mes del embarazo y termina con el parto. En esta fase se da el
desarrollo de las mamas.
La hipófisis anterior segrega prolactina pero su acción es limitada por: hormonas placentarias
(estrógenos, progesterona, lactógeno placentario) y el PIF (factor inhibidor de la prolactina en el
hipotálamo).
En la lactogénesis 1 hay un aumento de estrógenos durante el embarazo secretados por la
placenta. Este aumento genera el crecimiento y ramificación del sistema ductal de la mama,
aumenta el volumen del estroma glandular y grandes cantidades de grasa se depositan en él.
Otras hormonas importantes para el crecimiento de los conductos son la hormona del crecimiento,
la prolactina, glucocorticoides suprarrenales, insulina, todas estas hormonas influyen en el
metabolismo de las proteínas.
Progesterona:
Produce el desarrollo completo de las mamas para que produzca leche.
Después del desarrollo del sistema ductal, la progesterona, los estrógenos y las otras hormonas
generan un crecimiento adicional de los lobulillos, un rebrote de los alvéolos y una aparición de
características secretoras en las células de esos alvéolos.
Lactogénesis 2 (Parto):
Se inicia con la expulsión de la placenta hasta 72h que siguen al parto. Coincide con la
subida de la leche.
Al expulsar la placenta descienden los niveles de lactógeno placentario, estrógenos y
progesterona. Además, aumenta los niveles de prolactina que solo dura una semana hasta la
subida de la leche. La oxitocina aumenta los niveles en el parto y solo los mantiene durante 3 o 4
días.
Las dos fases son controladas por las hormonas segregadas de modo endocrino.
Durante el embarazo y luego después del parto, la mama secreta calostro, con las mismas
concentraciones de proteínas y lactosa de la leche, pero carece de grasa.
Después del parto, ocurre una desaparición brusca de la secreción de estrógenos y progesterona,
la prolactina estimula la producción láctea, y días después la mama secreta de forma paulatina
grandes cantidades de leche en lugar de calostro.
Otras hormonas también apoyan la secreción láctea, como la hormona del crecimiento, cortisol,
hormona paratiroidea, insulina. Todas estas proporcionan sustratos que, como aminoácidos,
ácidos grasos, glucosa y calcio, son imprescindibles para la formación de la leche.
Lactogénesis 3 (Parto):
Es la etapa de producción continua de leche. Se mantiene la producción de leche por succión y
vaciamiento.
Regulación o control local:
Depende de el completo vaciado de los alvéolos. Si hay retención, se segrega una proteína
como inhibidor de la producción de la leche. Si hay una buena succión, el estímulo sensitivo que
conlleva a una respuesta hormonal: la prolactina va a estimular las glándulas mamarias y aumenta
la producción de leche, y la oxitocina actúa sobre el músculo liso y provoca la contracción de los
alvéolos glandulares y conductos galactóforos, hace que salga la leche al exterior.
La eyección de leche se produce a través del siguiente mecanismo: alrededor de los alvéolos
y conductos lactíferos, hay fibras musculares que contraen y comprimen los alvéolos haciendo
que la leche contenida en su interior pase al sistema de conductos. Estas fibras musculares son
estimuladas y se contraen por la acción de la oxitocina liberada en el lóbulo posterior de la
hipófisis.
Conclusiones:
El desarrollo físico, emocional y cognitivo de los hijos depende del establecimiento de un vínculo
seguro con la madre/cuidador. Este vínculo se basa en una sincronía afectiva y fisiológica que
puede ser establecida en el período de lactancia.
La transición a la parentalidad y la interacción con el hijo transforma a los padres, activando
procesos neurales relacionados con la sensibilidad, motivación, afectividad y cognición.
Sabrina Pére
Folato
Es una vitamina B que se encuentra naturalmente presente en muchos alimentos. El organismo
necesita folato para producir ADN y otros tipos de material genético. También es necesario para la
división celular en el organismo. Una forma de folato, llamada ácido fólico, se usa en los
alimentos fortificados y en la mayoría de los suplementos dietéticos.
Es un micronutriente muy importante, sobre todo en el proceso de gestación. En la siguiente
imagen se muestra un esquema de las coenzimas del folato y el tipo de reacciones metabólicas
que las mismas participan. Dichas reacciones, son esenciales para asegurar la división celular y el
crecimiento de tejidos. Son importantes durante el desarrollo embrionario, crecimiento del feto y
placenta, y el crecimiento de tejidos maternos.
OMS 2016: una suplementación con 0,4 mg de ácido fólico por día para prevenir anemia, sepsis
en el puerperio, bajo peso al nacer y parto prematuro.
Suplementación intermitente con 2,8 mg ácido fólico una vez por semana, en poblaciones con
prevalencia de anemia en embarazadas <20%.
Vitamina a
En la siguiente imagen se muestran las principales formas químicas de la vitamina A. En el
organismo, la principal forma activa es el ácido retinoico que participa a través de mecanismos
complejos en procesos de regulación de expresión de genes durante la diferenciación celular y la
morfogénesis.
Pro-vitamina A:
IDRs de vitamina A:
FAO (2004) FNB/IOM (2001)
μg RE/día μg RE/día
Adulta 500 700
Embarazo 800 770
Lactancia 850 1300
Vitamina D
Forma biológicamente activa: 1,25 (OH)2D
1,25 dihidroxicolecalciferol=calcitriol
Es importante para la adecuada utilización del calcio en el organismo materno durante el
embarazo y producción de leche materna:
● Aumenta la absorción intestinal de Ca
● Estimula la movilización ósea de Ca y P.
Participa en el proceso de regulación genética de la proliferación y diferenciación celular
(crecimiento y desarrollo óseo del feto y del lactante).
Deficiencia de vitamina D en embarazo y lactancia:
● Hipocalcemia: es un desequilibrio electrolítico con un nivel bajo de calcio en la sangre.
● Tetania neonatal: emergencia médica con espasmos en la musculatura estriada
(contracciones dolorosas de los músculos de las extremidades) provocados por la
disminución del calcio en la sangre.
● Pobre desarrollo y baja mineralización ósea y del esmalte dental del recién nacido
● Raquitismo en el lactante.
● Osteomalacia materna.
Aportes de vitamina D:
● Alimentos (pocas opciones): pescados grasos (salmón, sardinas, atún); yema de huevo:
alimentos fortificados (algunos lácteos).
● Síntesis endógena por exposición a la luz solar: limitada por diferentes factores
(invierno, uso de pantalla solar, poca actividad al aire libre, etc).
● Uso de suplementos: no deben superar el límite máximo tolerable (UL).
µg colecalciferol o vitamina D3
UL para embarazo y lactancia: 100 µg D3/día (FNB/IOM, 2010).
100 µg de colecalciferol= 4000 UI de vitamina D
Calcio
El calcio es importante tanto en el embarazo como durante el período de lactancia materna.
Contribuye al crecimiento y desarrollo óseo del feto, se produce una transferencia de calcio a la
leche materna.
Una ingesta baja de calcio en general no se asocia a alteraciones fetales o del lactante, pero
aumenta el riesgo materno de: hipertensión inducida por el embarazo, pre-eclampsia, no
consolidación de la masa ósea en madres muy jóvenes.
OMS 2016: suplementación con 30 a 60 mg Fe/día para prevenir anemia, sepsis en el puerperio,
bajo peso al nacer y parto prematuro.
Suplementación intermitente con 120 mg Fe una vez por semana, en poblaciones con prevalencia
de anemia en embarazadas <20%.
Zinc
Es un micronutriente crítico tanto durante la gestación como durante la lactancia.
Es esencial en la replicación y diferenciación celular y regulación del metabolismo celular.
Organogénesis, desarrollo de la inmunidad, crecimiento y desarrollo fetal, producción y secreción
de la leche materna.
Una ingesta insuficiente aumenta el riesgo de bajo peso al nacer, parto prematuro,
hipertensión inducida por el embarazo, ruptura prematura de membranas, parto
prolongado/infección posparto. Esto no tiene evidencias consistentes.
La duración óptima de lactancia materna exclusiva: una revisión sistemática (OMS 2002):
“La evidencia disponible demuestra que no hay riesgo aparente en recomendar, como política de
salud pública, la lactancia materna exclusiva por los primeros seis meses de vida en los países en
desarrollo y desarrollados”.
Estrategia mundial para la alimentación del lactante y del niño pequeño (OMS 2003):
“Como recomendación de salud pública mundial, durante los seis primeros meses de vida los
lactantes deberían ser alimentados exclusivamente con leche materna para lograr un crecimiento,
un desarrollo y una salud óptimos. A partir de este momento, a fin de satisfacer sus requisitos
nutricionales en evolución, los lactantes deberían recibir alimentos complementarios adecuados e
inocuos desde el punto de vista nutricional, sin abandonar la lactancia natural hasta los dos años
de edad, o más tarde.”
“Aunque es un acto natural, la lactancia natural (o continuada) también es un comportamiento
aprendido.”
➤ Estrategia mundial sobre régimen alimentario, actividad física y salud (OMS 2004):
“(...) la alimentación del niño durante los primeros meses, son importantes para la
prevención de las enfermedades no transmisibles durante toda la vida. La lactancia natural
exclusiva durante seis meses, seguida de una alimentación complementaria apropiada,
contribuye a un desarrollo físico y mental óptimos.”
El marco conceptual presentado incluye los factores determinantes que operan en múltiples
niveles y afectan las decisiones y comportamientos de la lactancia materna a lo largo del tiempo.
Virtualmente todas las mujeres son biológicamente capaces de amamantar excepto las muy pocas
con trastornos médicos severos que son limitantes. Sin embargo, las prácticas de lactancia se ven
afectadas por una amplia gama de factores históricos, socioeconómicos, culturales e individuales.
Las actitudes sociales, así como los factores de mercado dan forma al contexto estructural para la
lactancia materna. La lactancia materna se retrata a menudo como ideal para los bebés y muestra
la dedicación de la madre. Sin embargo, en algunos lugares, las mujeres que desean amamantar
en público tropiezan con reacciones negativas. Algunos empleadores y compañeros de trabajo
dicen sentirse incómodos con las mujeres que amamantan en el trabajo.
En los sistemas de salud los proveedores de servicios de salud influyen y apoyan las decisiones
sobre cómo alimentar al niño en momentos clave alrededor del nacimiento y más tarde, cuando se
presentan dificultades, para la lactancia materna exclusiva y continuada. Sin embargo, se reportan
brechas en conocimientos y habilidades para apoyar la lactancia materna entre personal de salud
de todos los niveles.
“No practicar la lactancia natural, y especialmente la lactancia natural exclusiva durante el primer
medio año de vida, representa un factor de riesgo importante a efectos de morbilidad y mortalidad
del lactante y del niño pequeño, que se agrava aún más por la alimentación complementaria
inadecuada”
“Una perspectiva que abarque la totalidad del ciclo vital es fundamental para la prevención y el
control de las enfermedades no transmisibles. Esto comienza por la salud materna y la nutrición
prenatal, los resultados del embarazo, la lactancia natural exclusiva durante seis meses y la salud
del niño y del adolescente; sigue con el niño en la escuela, el adulto en el lugar de trabajo y otros
entornos, así como con las personas de edad; se trata de promover una dieta sana y una actividad
física regular desde la juventud hasta la vejez.”
“(...) la lactancia materna puede reducir la prevalencia del sobrepeso y la obesidad en cerca de
10%. Además, la lactancia materna también puede ayudar a las madres a perder peso con mayor
rapidez después del embarazo.”
Uno de los beneficios inmediatos es la reducción del riesgo de hemorragia postparto, ya que la
succión del bebé estimula la producción de oxitocina, que actúa provocando la salida de leche y la
contracción del útero. De esta forma, las mujeres que inician la lactancia de forma temprana
presentan también un menor riesgo de anemia postparto.
Beneficios a lo largo de la vida:
➤ Amenorrea de la lactancia: estudios y ensayos confirman que el aumento de la lactancia
materna, y especialmente la lactancia materna exclusiva o predominante, se asocia con
períodos más largos de amenorrea, debido a una disminución de concentración de
estrógenos y progesterona.
➤ Cambio de peso posparto: las mujeres que dan el pecho a sus hijos presentan
parámetros metabólicos más favorables (utilizan sus reservas energéticas) y recuperan su
peso anterior al embarazo de forma más rápida.
➤ Cáncer de mama: existe evidencia de una sólida asociación inversa entre la lactancia
materna y el cáncer de mama. Cada incremento de 12 meses en periodo de lactancia se
asoció con una reducción de 4,3%. Efecto protector de la lactancia porque durante este
periodo hay una menor exposición a los estrógenos, lo que disminuye la proliferación y
diferenciación celular.
➤ Cáncer de ovario: estudios sobre la lactancia materna y el cáncer de ovario muestra una
reducción del 30% asociada con períodos más largos de lactancia materna.
➤ Osteoporosis: evidencia no del todo suficiente, porque a pesar de que hay una pérdida de
calcio óseo de la madre, hay una reabsorción del calcio intestinal y renal, lo que
aparentemente reestablecería a largo plazo la densidad mineral ósea.
➤ Diabetes tipo 2: evidencia limitada, la acción está relacionada con que la concentración
de oxitocina está asociada a la disminución de la resistencia a la insulina.
Un estudio que reseña los beneficios económicos de la LM muestra que existe un ahorro por
una disminución del gasto del estado en fórmulas lácteas, un menor costo neto de los alimentos
familiares y menores costos generales en el cuidado de la salud.
Bibliografía:
Paulina Brahma y Verónica Valdés. Beneficios de la lactancia materna y riesgos de no amamantar.
OMS - Estrategia mundial sobre régimen alimentario, actividad física y salud.
OMS - OPS - Plan de acción para la prevención de la obesidad en la niñez y la adolescencia.
OMS - Estrategia Mundial para la Alimentación del Lactante y del Niño Pequeño.
Beneficios inmunológicos de la leche humana para la madre y el niño. Revisión sistemática.
Sabrina Pérez
Introducción
Leche materna:
● Diferencias según especies de mamíferos
● Adaptada a necesidades de la cría, la leche de una especie sólo es completamente válida
para su cría y la utilización de otra distinta para alimentar a ésta no es recomendable,
hasta el punto de que sus efectos pueden ser tan deletéreos que conduzcan a la muerte
cuando se administren un tiempo más o menos prolongado.
Es de suma importancia conocer la composición de la leche humana porque la misma
constituye la mejor referencia para conocer los requerimientos del lactante, y por tanto de
la composición que deben tener las fórmulas adaptadas (elaboración de leches
industriales).
Variaciones entre mujeres, horas del día, según momento de la lactada, etapa de la
lactancia, etc. Variaciones en las funciones, relacionadas con las necesidades del niño.
Volumen:
Primeros 6 meses: 700 a 900 ml/día.
Segundo semestre: 500 ml/día.
El volumen de producción de leche es variable entre individuos, y se considera que es inferior a la
capacidad de la glándula mamaria. Si bien la producción máxima de leche materna se alcanza
entre el tercero y el quinto mes de lactancia y se mantiene constante en los meses siguientes,
está influida por factores psicológicos, fisiológicos y sociológicos, los que con frecuencia se
encuentran relacionados entre sí. Entre los factores psicológicos es conocido que los trastornos
emocionales y la ansiedad provocan alteraciones en la secreción láctea y en casos extremos
pueden llegar a interrumpir la producción glandular. En cuanto a los factores fisiológicos, se
considera que la frecuencia, la duración y el vigor de la succión del lactante influyen en la cantidad
de leche producida por la glándula mamaria; es decir, que la secreción está afectada por la
demanda. Como factores sociales, vemos que muchas veces la madre debe recurrir a
sucedáneos de la leche materna o a suplementos mientras está fuera del hogar y
consecuentemente disminuye la formación de leche. Si esto ocurre entre los 3 y 5 meses, la
declinación es marcada, mientras que si es después del sexto mes el volumen de producción
puede mantenerse mayor a 500 ml/día hasta después de los 18 meses.
Glúcidos:
Proteínas:
Lípidos:
Componente más variable; aporta más del 50% de calorías. El componente lipídico de la leche
materna está constituido en su mayor parte por triglicéridos, siendo el resto fosfolípidos, ácidos
grasos libres, monoglicéridos, colesterol, etc.
Alto contenido de AA y DHA: fosfolípidos de membrana, mielinización de las fibras nerviosas,
maduración de la retina.
Alta en AGI: linoleico y linolénico (4 veces más que la leche de vaca).
● Sustancias con acción inmunológica.
● Variación a lo largo del día y de la lactada.
● Importante rol en la saciedad y control de ingesta.
El papel de los lípidos presentes en la leche materna es de enorme importancia, no sólo como
fuente energética, sino también como constituyente fundamental de la familia n-9, y es
fundamental en la composición del sistema nervioso central.
Se ha determinado la influencia de la dieta materna sobre la mayor o menor presencia de
determinados lípidos en la leche. Así, los valores del ácido docosahexaenoico se ven muy
influidos por el consumo de pescado. Los ácidos grasos monoinsaturados se encuentran en
cantidades mayores en aquellos países donde el consumo de aceite de oliva es mayor. De la
misma manera, en los países desarrollados se suelen consumir mayores cantidades de grasas
saturadas, procedentes de grasas animales y margarinas, que son fuente de ácidos grasos trans.
Vitaminas:
Varía según ingesta, mayor en madre bien nutridas. La leche de una madre bien nutrida
presenta cantidades suficientes de vitaminas para el normal crecimiento del bebé sólo con la
excepción de algunas.
Liposolubles: absorción en relación a la grasa de la leche.
Vitamina A y carotenos, dependen de la ingesta materna.
Vitamina K: en calostro y leche de transición, luego es aportada por la microbiota. Se recomienda
suplementación en recién nacidos.
Vitamina E: adecuada, mayor contenido que la leche de vaca.
Vitamina D: baja cantidad en la leche materna. La vitamina D se considera una parahormona, con
funciones hematopoyéticas y propiedades inmunoreguladoras. Cumple un rol importante en la
mineralización ósea al incrementar la absorción intestinal de calcio y fósforo y la reabsorción renal
de calcio. Cuando por razones climáticas, geográficas o culturales no se recibe la influencia de los
rayos solares, se hace necesario su aporte diario.
Hidrosolubles: importante el consumo diario. Las vitaminas hidrosolubles más abundantes en la
leche humana son la niacina y la vitamina C. En el caso de madres vegetarianas y veganas es
importante que se suplementen con vit. B12.
Minerales:
Leche materna:
➥ Madre sana: bacterias comensales y simbiontes que favorecen la homeostasis y
maduración del sistema inmune. Ej: bifidobacterias y lactobacilos (probióticos).
➥ Madre con patología: microorganismos relacionados a la patología (toxoplasmosis, VIH,
sífilis, tuberculosis, etc).
➥ Leche materna ordeñada: microorganismos de la piel, pezón, manipulación y aparato
utilizado.
Conclusión:
La leche humana es el alimento ideal para el lactante: nutricionalmente, inmunológicamente y
microbiológicamente.
La leche materna tiene una naturaleza dinámica ajustada a las necesidades del niño en
crecimiento y no sólo aporta componentes nutritivos sino también factores bioactivos necesarios
para el desarrollo infantil. Por ello, la consulta de expertos de la OMS concluyó que la lactancia
materna exclusiva hasta los seis meses reporta múltiples beneficios, tanto para el lactante como
para la madre que amamanta.
Bibliografía:
Tratado de Nutrición y Alimentación. Nutrientes y alimentos. Mataix Verdú J.
Tratado de Nutrición. Ángel Gil Tomo III: Nutrición humana en el estado de salud.
Leche materna: composición y factores condicionantes de la lactancia. Archivos argentinos de pediatría.
Beneficios inmunológicos de la leche humana para la madre y el niño. Revisión sistemática.
Sabrina Perez
Contraindicación permanente:
➜ Niños con deficiencias metabólicas que contraindican la lactancia en forma absoluta:
Galactosemia clásica (deficiencia en galactosa-1-P, 1:60000 nacimientos).
➜ Madres VIH positivas, siempre que la alimentación de sustitución sea Aceptable, Factible,
Asequible, Sostenible y Segura (AFASS).
➜ Madres con consumo problemático de drogas que se niegan a dejar de consumir:
alcohol, cocaína, marihuana, anfetaminas, etc.
Madres fumadoras:
Tenemos que considerar, que así como cualquier individuo que se encuentra en un ambiente
donde alguien fuma, el bebé es un fumador pasivo, además los metabolitos de la nicotina
pasan directamente a la leche.
Los efectos que produce es una menor producción láctea, menor ganancia de peso del bebé,
mayor riesgo de alergias respiratorias en el niño, mayor riesgo de muerte súbita del lactante,
mayores “cólicos”, rechazo de amamantar (no solo de parte del bebé, sino que también se ha visto
que las madres fumadoras tienden a amamantar por menos tiempo).
Alentar a la madre a dejar de fumar. También puede realizar una terapia de reemplazo para
dejar de fumar: cese del tabaquismo, tiene beneficios tanto para la madre como para el bebé.
Contraindicación transitoria:
Algunas enfermedades infecciosas en el período infectante o cuando todavía no han recibido
tratamiento médico adecuado: varicela, herpes simplex, hepatitis B, tuberculosis activa.
Medicación: psicofármacos, sedantes, antiepilépticos, opioides, etc.
Tratamientos oncológicos con quimioterapia citotóxica, sustancias radiactivas: suspender la
lactancia mientras dura el tratamiento.
Fármacos y Lactancia:
Muchos fármacos se excretan en la leche materna, por lo que de ser necesarios, debe optarse
por aquellos que según los estudios presentan menor riesgo y menor excreción.
Considerar:
● Momento de la vida del niño (cuando son más pequeños son más vulnerables) y su
capacidad para metabolizar el fármaco.
● Duración del tratamiento y dosis del fármaco (no es lo mismo tomar un fármaco para el
dolor de cabeza en un día puntual que el tratamiento por una patología).
● La cantidad de leche que consume el niño.
● Efectos a largo plazo que pueden afectar el crecimiento y desarrollo del niño.
● Posible interferencia con la producción de leche.
Categorías de Fármacos:
A. Fármacos, probablemente seguros.
B. Fármacos que deben usarse con precaución. Su contraindicación es relativa.
C. Fármacos absolutamente contraindicados. Se han descrito efectos adversos graves.
D. Fármacos de los que no se dispone de datos. Evitar su uso.
Algunos fármacos seguros en dosis habituales (considerar potencial alérgeno o reacción particular
en el niño):
Situaciones especiales:
● Niños con muy bajo peso: menos de 1500 gr. o edad gestacional menor de 32 semanas.
Además de lactancia materna, requieren suplementos.
● Niños con deficiencias metabólicas que contraindican la lactancia en forma parcial:
Fenilcetonuria (se permite algo de lactancia materna asociada a leche industrial sin
fenilalanina); enfermedad de la orina de jarabe de arce (lactancia materna asociada a
leche industrial sin aa ramificados, valina, leucina, isoleucina).
● Madres que padecen de enfermedad física o mental severa: septicemia, psicosis, que
la incapacita para atender a su hijo; se recomienda no amamantar.
Sabrina Pérez
Posición de la madre:
Madre y niño, independientemente de la postura que se adopte, deberán
estar cómodos y muy juntos, preferiblemente con todo el cuerpo del niño en
contacto con el de la madre (“panza con panza”).
En posición sentada, es conveniente que la madre mantenga la espalda
recta y las rodillas ligeramente elevadas, con la cabeza del niño apoyada
en su antebrazo, no en el hueco del codo. Es útil dar también apoyo a las
nalgas del niño y no solo a su espalda. Si el niño es demasiado pequeño se
puede utilizar una almohada o almohadón para acomodarlo a la altura del
pecho.
Comodidad ante todo.
Lograr acople correcto: el bebé abrió la boca, sacó la lengua, quedó el pezón y areola dentro de
la boca del bebé, los labios están invertidos, la lengua va a envolver el pezón y lo va a llevar al
paladar blando, la nariz y el mentón quedan pegados a la mama.
En la succión del pecho, la lengua del recién nacido realiza un movimiento en forma de ondas
peristálticas (de adelante hacia atrás), que ayuda al vaciamiento. Para que esto sea posible, el
recién nacido tiene que estar acoplado al pecho de forma eficaz.
El niño, para una succión efectiva del pecho, debe adecuar el pezón y la aréola a su mecanismo
de succión y deglución.
Transferencia de leche:
Posiciones madre-bebé:
Es importante que cada mamá conozca varias posiciones para amamantar, las formas de sostener
el pecho y las técnicas de lactancia materna. De esta forma podrá escoger la que más le acomode
a ella y a su niño.
Madre sentada:
Posición tradicional: Esta es una de las posiciones más conocidas, el niño acostado frente a la
madre a la altura de los pechos, el abdomen del niño debe quedar frente al de la madre, el brazo
de esta sirve de apoyo al cuerpo y cabeza del niño, con la mano en forma de “C” la madre ofrece
el pecho, con el pezón estimula el labio inferior del niño para que abra la boca, en ese momento
acerca el niño hacia el pecho de tal forma que el pezón y la areola queden dentro de la boca del
niño. El brazo del niño que queda por debajo se ubica bajo el pecho de la madre o rodeando su
cintura.
Posición de caballito: La madre sentada y el niño enfrenta el pecho sentado sobre la pierna de
esta, la madre afirma al niño con el brazo del mismo lado en que está el niño, la mano en forma de
“C” y los dedos del medio y pulgar detrás de las orejas, con la mano libre ofrece el pecho. No
apoyar la palma de la mano en la parte posterior de la cabeza ya que el niño responderá con un
reflejo de extensión que lo hará llevar la cabeza hacia atrás y alejarse del pecho. Esta posición
esta recomendada para los niños híper y/o hipotónicos, niños con fisura palatina, mamas muy
grandes
Posición en reversa: La madre sentada y el niño acostado sobre un cojín para levantarlo a la
altura de los pechos. Con la mano libre la madre ofrece el pecho, con la otra sobre la palma
sostiene la cabeza del niño. Esta posición permite deslizar al niño de un pecho a otro sin
cambiarlo de posición, esta posición se recomienda cuando el niño tiene preferencia por un pecho
y cuando el niño tiene problemas con la clavícula.
Posición pelota: En esta posición se ubica al niño debajo del brazo del lado que va a amamantar,
con el cuerpo rodeando la cintura de la madre. La madre maneja la cabeza del niño con la mano
del lado que amamanta, tomándolo por la base de la nuca. Esta posición se recomienda para
alimentar a gemelos en forma simultánea, en caso de cesárea para no presionar la zona de la
herida operatoria.
Madre acostada:
Decúbito ventral: La madre acostada de espalda y el niño recostado sobre ella en decúbito
ventral, la madre sostiene la frente del niño con su mano y de esta forma el niño toma el pezón y
la areola para comenzar la succión. Esta posición se recomienda a las madres que tienen reflejo
de eyección excesivo, en esta posición el flujo de leche pierde fuerza y el bebé puede succionar y
tragar de manera más cómoda. Es una posición transitoria mientras la madre encuentra otra
posición más cómoda.
Decúbito lateral: La madre y el niño acostados en decúbito lateral, frente a frente, la cara del niño
enfrentando el pecho y abdomen, pegado al cuerpo de su madre. Para la comodidad de la madre,
ésta debe apoyar su cabeza sobre una almohada y el niño se apoya sobre el brazo inferior de
esta, la madre con la mano libre debe dirigir el pecho hacia la boca del niño. Esta posición se
recomienda para las madres que se recuperan de una cesárea o una episiotomía, para
amamantar de noche o en momentos de gran cansancio, sin importar la edad del bebé. Se sabe
que las madres que recién tienen su bebé, logran mejor descanso y se fatigan menos con esta
posición que cuando amamantan sentadas
Dificultades frecuentes:
Leche insuficiente:
Dentro de las causas reales, las secundarias son más frecuentes que las primarias.
Secundarias: Problemas técnicos debido a una mala técnica de lactancia, por ejemplo si no se
inició con una lactancia antes de la primera hora de nacimiento, el bebé toma fórmula infantil y no
succiona bien el pecho, etc. Problemas de salud del niño: cuando nace con menos de 37 semanas
no tiene el reflejo de succión tan desarrollado. Problemas de la madre: orden psicosocial, tipo de
pezón, consumo de alcohol, drogas, etc.
Primarias: problemas hormonales como el hipotriroidismo, diabetes no controlada, síndrome de
ovario poliquístico, cirugía de reconstrucción mamaria,etc.
Causas percibidas: son las más frecuentes, muchas veces la madre cree que su bebé no toma lo
suficiente, se debe fijar si está aumentando de peso, cuantos pañales ensucia al día, cuántas
veces toma al día, etc, para comprobar si es suficiente la cantidad que toma.
Dolor en el pezón:
La percepción de dolor inicial al amamantar se da en un alto
porcentaje de madres, este suele ser el principal síntoma de la
mayoría de los problemas de lactancia materna, y por lo mismo se
constituye en una poderosa razón para abandonar precozmente esta
práctica.
La comprensión y promoción del proceso fisiológico de la lactancia es
vital para que el amamantamiento no sea una experiencia dolorosa.
Una de las maneras de asegurar el éxito de la lactancia, consiste en
entregar las herramientas y conocimientos necesarios para que las
madres puedan iniciar el amamantamiento de manera óptima como un
proceso satisfactorio y placentero, tanto para ellas como para sus
hijos/as.
La incorrecta posición de la boca del niño/a al mamar, es la causa más frecuente de dolor durante
el amamantamiento. Frente a esta situación, se genera un círculo vicioso que lleva al fracaso de la
lactancia materna, puesto que el dolor interfiere con el mecanismo de eyección de la leche, razón
por la cual, el niño/a no recibe suficiente leche al mamar y esto genera angustia en la madre, la
que aumenta la inhibición de la eyección láctea, interfiriendo el proceso fisiológico de la lactancia.
Amamantar no debe producir dolor si el bebé está bien acoplado y los pechos están sanos.
Puede ser causado por:
➜ Mal acople - en consecuencia lesiones por mal acople (grietas y sus complicaciones).
➜ Candidiasis
➜ Eccema u otros procesos de la piel.
➜ Dolores del pezón sin motivo aparente.
➜ Perla de leche (obstrucción de conductos en la salida del pezón).
➜ Mastitis (tipos: agudas y sub agudas).
Tipos de pezón:
Las variaciones del pezón, como el pezón plano o invertido, no
necesariamente constituyen un problema de lactancia. La
dificultad está en la creencia de que impiden la lactancia ya que el
acople correcto es al pecho, de manera profunda y no sólo del
pezón. Sin embargo, existe una creencia arraigada de que sus
características determinan el éxito o fracaso de la lactancia. Es
importante destacar que el aspecto del pezón cuando no está en la
boca del niño/a no puede siempre predecir cómo funcionará durante el acople. En la mayoría de
los casos, un buen acople es suficiente para que el niño pueda tomar de forma directa del pecho
de su madre.
Las madres con estas variaciones del pezón reciben ideas erróneas acerca de cómo el desarrollo
del pezón puede afectar su lactancia. Es fundamental que no reciban mensajes negativos y que la
aproximación del equipo de salud sea prudente y cercana, de manera de no mermar la confianza
de las madres en su capacidad de amamantar.
Grietas:
Se producen por técnica incorrecta, por posición madre-bebé o acople boca-mama.
El incorrecto acoplamiento entre la boca del niño/a y el complejo areola-pezón, la presencia de
succión disfuncional en el niño/a, y las infecciones del pezón, de origen bacteriano y/o micótico
son la causa más frecuente de la mantención de las grietas en el tiempo.
Según la magnitud de tejido comprometido, las grietas del pezón se pueden clasificar en
superficiales o profundas.
Grieta superficial, es aquella que, una vez que se ha corregido la
técnica de acoplamiento, deja de doler.
Grieta profunda es aquella que una vez corregida la técnica de
amamantamiento continúa produciendo dolor y/o sangra. Las grietas
aumentan la probabilidad de ingreso de bacterias al interior de la
mama.
Se aconseja luego de la mamada cubrir con la propia leche la areola y pezón, secar al aire o
exponer al sol o calor seco. No se aconseja aplicar cremas.
Sobreinfección de la grieta: lavar con agua y jabón neutro después de la toma, porque es una
herida. Puede requerir ATB tópicos, entonces derivar.
Congestión mamaria:
Primaria: comienza después de las 24 horas postparto.
Secundaria: suele estar asociada a vaciamiento inadecuado o poco frecuente de la
mama o por reflejo de eyección inhibido.
La congestión mamaria puede comenzar entre las 24 y las 48 horas posparto y se debe al
aumento de la vascularización y de la producción de leche, así como también a un acumulamiento
de leche en la glándula mamaria, asociada a un vaciamiento poco frecuente o inadecuado de la
mama y/o a un reflejo de eyección inhibido por el dolor y/o estrés materno. La congestión mamaria
es un problema que genera mucha molestia y dolor en la madre y dificultad para mamar en el
niño/a, por lo que la intervención para su solución debe ser precoz.
Esta condición se evita favoreciendo el amamantamiento precoz y frecuente desde las primeras
horas de vida del niño/a. En presencia de congestión mamaria se puede encontrar un falso pezón
plano debido a la distensión de la aréola y el pezón. En el caso de presentar mucho dolor se
recomienda un analgésico apto para la lactancia, calor tibio local para favorecer el vaciamiento,
extracción de leche manual o mecánica y luego aplicar frío local.
Mastitis:
Es un proceso infeccioso del tejido intersticial que rodea al lóbulo mamario, que
se produce mayormente por grieta en el pezón.
El estrés y la fatiga materna también se han asociado como factores
contribuyentes, por lo que se puede presentar una mastitis en madres que
amamantan gemelos o en aquellas que han retomado sus actividades laborales.
El cuadro clínico se caracteriza por síntomas generales como malestar, fiebre alta (>38,5°C axilar)
y escalofríos, por lo que los síntomas de gripe en una madre que amamanta se consideran
mastitis hasta que se demuestre lo contrario. También por síntomas locales como dolor,
congestión y eritema localizado generalmente en una mama. Sin embargo, la mastitis no
constituye una causa de destete o suspensión de la lactancia.
Se recomienda reposo, analgésicos o antiinflamatorios, líquidos abundantes, vaciamiento
frecuente de la mama y aplicar frío local después de cada mamada. Derivar al médico tratante.
Absceso mamario:
Consecuencia de mastitis tratada inadecuada o tardíamente.
Generalmente es de manejo quirúrgico, aunque ocasionalmente puede vaciarse en
forma espontánea a través de un conducto. Si el drenaje es efectuado en la cercanía
de la aréola se puede inhibir la producción láctea del lado afectado evitando el
vaciamiento periódico de la mama comprometida y posteriormente se puede reinducir.
Se debe mantener a la madre y niño en control frecuente hasta que se resuelva el
problema, pues durante el período agudo, la producción de leche suele ser
insuficiente.
Micosis mamaria:
Infección en zona pezón y aréola, producida por hongo Candida albicans.
Produce mucho dolor e incomodidad en la madre, pudiendo también afectar al
niño/a. Los signos y síntomas de esta infección por hongos son: color rosado del
pezón y la areola en contraste al color café normal; dolor intenso, quemante,
punzante y persistente en la zona afectada.
Además, el niño/a puede presentar algorra y/o moniliasis. Derivar al pediatra.
Eccema de pezón:
Afectación de la piel del pezón: por contacto (protector mamario,
cremas), alérgico. No se debe interrumpir la lactancia. Derivar al
dermatólogo.
Reflejo eyección: Inhibido - Excesivo
El reflejo de eyección inhibido es cuando se deja de producir leche debido a inseguridades,
atención, falta de apoyo, dolor, etc.
El reflejo eyecto-lácteo exagerado es una dificultad bastante frecuente, que se caracteriza por una
gran descarga inicial de leche materna al momento en que el niño/a comienza a mamar, que en
ciertas oportunidades, hace que el niño/a rechace el pecho. Este rechazo se produce debido a
que el bebé no es capaz de manejar el gran volumen de leche, atorándose y deglutiendo aire
mientras mama, lo que le genera una gran molestia, por lo que toma y suelta el pecho
reiteradamente, mostrándose muy irritable. A esto se puede asociar la presencia de cólicos debido
a la deglución de aire mientras mama, como también se puede presentar distensión abdominal
debido a la mayor concentración de lactosa de la leche al iniciar la mamada.
Primaria: Alteraciones neuromotoras que presentan generalmente algunos niños por inmadurez o
problemas neurológicos ya sean de tipo transitorios o permanentes, o por anormalidades
anatómicas de la boca del niño. Las más frecuentes son:
● Hipertonía: El niño/a presenta una posición de extensión, con las extremidades tensas y la
cabeza hacia atrás, los músculos del cuello anterior traccionan la mandíbula hacia abajo y
atrás, los labios tienden a invertirse. Cuando mama el niño/a muerde el pezón con las
encías, aprisionándolo lo que provoca dolor a la madre. Al observar el pezón después de la
mamada, este se ve blanco y deformado, con signos evidentes de compresión. Para
manejar la hipertonía el ideal es poner al niño con su cuerpo flectado, sentado frente a
frente de la madre, esta postura favorece la relajación de la musculatura facial del niño.
También es aconsejable realizar masajes ejerciendo presión sobre la encía inferior antes
de cada mamada, ya que esto puede colaborar a disminuir y aliviar la hipertonía de la boca
durante el amamantamiento.
● Hipotonía: Frecuentemente se presenta en los niños de pretérmino, de bajo peso al nacer
o en niños con síndrome de Down que presentan escasa vitalidad y se duermen
rápidamente al mamar. En general el niño presenta un tono corporal reducido, las
extremidades presentan una flexión disminuida al sostener al niño/a de la cintura
escapular, éste se desliza hacia abajo presenta una succión débil, al introducirle el dedo en
la boca, puede percibirse una lengua plana, que no le envuelve el dedo y que es muy fácil
de retirar pues el niño no opone fuerza para succionar. En este caso es útil que mientras la
madre amamanta al niño, sostenga el mentón de este con el dedo índice de la mano con
que sostiene su mama, lo que da un mejor apoyo a la succión (posición en mano de
bailarina), y colocar al niño/a sentado/a frente a ella, sosteniendo la espalda y la cabeza.
Bibliografía:
Orientaciones técnicas para la atención en clínicas de lactancia materna. Ministerio de Salud de Chile. 2016.
Lactancia Materna. Contenidos técnicos para profesionales de la salud. Ministerio Salud Chile. 2010.
Sabrina Pérez
Extracción y Conservación de la LM
La primera opción: lactancia materna. nutrientes, inmunidad, otros.
2da opción: leche materna extraída.
3era opción: banco de leche (al nacer).
4ta opción PPL justificado.
Existen situaciones en las cuales la madre no puede alimentar directamente al pecho a su bebé,
es necesario ofrecerles la posibilidad de continuar usando su propia leche para alimentarlo, para
esto es necesario enseñarle las técnicas de extracción, almacenamiento y conservación de la
leche materna.
Practicar la extracción unas semanas antes de tener la necesidad de hacerlo permite: mejorar
técnica, confianza, juntar una reserva anticipada de leche.
Trabajo materno como 3er causa de destete antes de los 6 meses, según la Encuesta Nacional de
Lactancia en 2020.
Con extractor:
En la extracción mecánica o eléctrica, la leche es extraída por una fuerte succión al vacío ejercida
por una presión negativa que produce el émbolo o el sistema mecánico que utilice la bomba.
Se recomienda esterilizar (hervir por 15 minutos) una vez al día los utensilios usados:
pezoneras, válvulas, membranas.
Para optimizar el vaciamiento de pecho, se puede alternar la extracción manual con la extracción
con sacaleches y realizar compresión de la mama mientras se usa el extractor para aumentar el
flujo de leche.
Si es la primera vez que la madre utiliza el extractor o lo nota incómodo, se debe revisar que el
tamaño del embudo sea el adecuado. Es importante saber que hay embudos con tamaños
distintos (zona donde calza el pezón) y que cuando su tamaño es inadecuado puede causar dolor,
heridas o que salga menos leche que lo que saldría con un embudo correcto.
Se debe utilizar el extractor en la máxima potencia para que a la madre no le cause molestias.
Se recomienda no dejar pasar más de tres o cuatro horas entre mamadas o extracciones
para evitar que disminuya la producción de leche.
Descongelado:
● Se debe escoger la leche más antigua para descongelar.
● Dejar en la heladera profunda durante la noche anterior.
● Para descongelar rápidamente, colocar el recipiente a baño maría o bajo el chorro de agua
caliente de la canilla.
● Una vez descongelada debe usarse en las siguientes 24 horas. La leche descongelada no
se puede volver a congelar.
Bibliografía:
Chile Crece Contigo, MINSAL. Acompañando tu lactancia. Manual operativo de lactancia materna. Chile, 2017.
Chile Crece Contigo, MINSAL. Lactancia materna. Contenidos técnicos para profesionales de la salud. Chile, 2010.
MSP, RUANDI, UNICEF. Norma Nacional de Lactancia Materna. Uruguay, 2017.
Sabrina Pérez
Parte I: Introducción
“Sin las ONG… nunca habría habido un Código. La OMS simplemente no habría tenido el coraje
de seguir adelante”. Dr. Halfdan Mahler, ex Director General de la OMS.
En 2016 la AMS a 35 años del Código, insta a los Estados Miembros a seguir
implementando el Código.
CICSLM en Uruguay:
● En el Reglamento Bromatológico Nacional (315/94) hay varias disposiciones del Código.
● 2007 se Adopta el Código, cuando lo incluye en la Norma Lactancia.
● 2017 se refuerza el cumplimiento del CICSLM en la Norma Lactancia actualizada.
● 2019 se aprueba la ley regulatoria de CSLM en Comisión Salud del Poder Ejecutivo.
Tiene como objetivo regular la comercialización y distribución de alimentos y bebidas para
lactantes y niños pequeños. Reglamenta todos los puntos del código y además determina cuales
son los procedimientos y sanciones que se aplicaran ante la violación de la ley y la reincidencia.
Parte II: Artículos
El objetivo de ésta presentación es facilitar la lectura del documento original de 25 años del
Código Internacional de Comercialización de Sucedáneos de la Leche Materna (CICSLM), a
través de un breve resumen de cada uno de los artículos incluidos en el mismo.
Además, se debe complementar con la lectura del Objetivo n°4 de la Norma Nacional Lactancia
2017 y CICSLM Preguntas frecuentes actualización 2017.
Art. 3. Definiciones
Comercialización: las actividades de promoción, distribución, venta, publicidad, relaciones públicas
y servicios de información relativas a un producto.
Sucedáneo Leche Materna: todo alimento comercializado o de otro modo presentado como
sustituto parcial o total de la leche materna, sea o no adecuado para ese fin.
Otras definiciones: agente de salud, alimento complementario, distribuidor, envase, etiqueta,
fabricante, muestras, personal de comercialización, preparación para lactantes, sistema de
atención de salud, suministros.
Art. 9. Etiquetado
9.1 Las etiquetas deben facilitar toda la información indispensable para el uso adecuado del
producto y de manera que no sustituya la lactancia natural.
9.2 La etiqueta no puede despegarse fácilmente, inscripción clara, visible y de lectura y
compresión fácil, idioma apropiado, y los siguientes puntos:
a. Las palabras “Aviso importante” o su equivalente
b. Afirmación de superioridad de Lactancia natural
c. Indicación que el producto sólo puede utilizarse si un agente de salud lo considera
necesario y previo asesoramiento de modo de empleo.
d. Instrucciones para la preparación apropiada con indicación de riesgo de preparación
inapropiada para la salud.
No llevar imágenes de lactantes ni otras imágenes o textos que puedan idealizar la utilización de
preparados para lactantes. No utilizar “humanizado” o “maternizado”, etc.
9.4 La etiqueta debe decir:
a. Los ingredientes utilizados
b. La composición/análisis del producto
c. Las condiciones requeridas para su almacenamiento
d. n° de serie y fecha limite de consumo, teniendo en cuenta condiciones climáticas y de
almacenamiento del país
Art. 10. Calidad
10.1 La calidad del producto debe de ser manifiestamente elevado.
10.2 Deben satisfacer las normas aplicables recomendadas en el Codex Alimentarius
Cuando no se cumplen los artículos del CICSLM, se considera a cada incumplimiento una
violación a dicho Código.
Herramientas de monitoreo:
Monitoreo en Uruguay:
● Fueron realizados en: 2001, 2005, 2008
● Integrado el trabajo mundial coordinado por la Red IBFAN.
● Han sido realizados por RUANDI (IBFAN-Uruguay).
Disponibles en pág web de RUANDI (www.ruandi.org.uy)
2019:
Quién: MSP, Núcleo Interdisciplinario Alimentación y Bienestar, Escuela de Nutrición. Financiado
por OPS/UNICEF.
● Dónde: Montevideo 2019.
● Herramienta: NetCode.
● Documento disponible en: OPS Uruguay
Los sucedáneos de leche materna entonces, serán sólo utilizados como era su intención
original - como último recurso, una herramienta que salva vidas cuando todo lo demás falla
- no como una rutina.
Sabrina Pérez
Ordenanza Ministerial
Ordenanza
De ordenar.
Conjunto de preceptos referentes a una materia.
Mandato, disposición, arbitrario y voluntad de alguien.
Método, orden y concierto en las cosas que se ejecutan.
Ministerial
Perteneciente o relativo a un ministerio o a un ministro.
Que apoya a un ministerio.
Prólogo:
(…) Dentro de los Objetivos Estratégicos de los Objetivos Sanitarios Nacionales 2020, se propone
la lactancia materna como la mejor práctica de alimentación saludable al inicio de la vida,
insustituible, equitativa y sostenible.
Finalidad:
Contribuir a mejorar condiciones de salud, nutrición y desarrollo de todos los niños y niñas
uruguayos, en el marco de la convención de los DD del niño y con base a los OSN 2020 del MS,
mediante protección, promoción y apoyo de la práctica de LME en los primeros 6 meses de vida y
hasta los 2 años o más, junto a una alimentación complementaria saludable.
Norma Nacional LM
Objetivos:
1. Normas de acción y protección LM.
2. Criterios de intervención, BPA e IHAN.
3. Compromiso BPA.
4. Cumplimiento CICSLM.
5. Capacitación sistemática LM y ACO.
6. Contraindicación provisoria o definitiva LM.
7. Manejo de fármacos.
8. Cumplimiento y protección de la maternidad y paternidad.
9. Indicadores básicos para evaluar LM.
10. Consejería en LM (Manual Práctico).
Requerimientos Nutricionales
Son un conjunto de valores de referencia de ingesta de energía y de los diferentes nutrientes,
considerados óptimos para mantener un buen estado de salud y prevenir la aparición de
enfermedades, tanto por el exceso de dichos requerimientos como por su defecto. En los niños,
este concepto incluye una ingesta que garantice un ritmo de crecimiento normal y un buen
desarrollo.
Requerimiento de Energía
Es la cantidad de energía necesaria para cubrir el Gasto Energético, que permite mantener el
tamaño y composición corporal normal, gozar de un nivel de actividad física deseable, siendo
consistente con un buen estado nutricional a largo plazo.
Estas necesidades tanto de nutrientes como de energía tienen una importancia fundamental para
el crecimiento del cerebro, pero también para otras funciones del cuerpo, así como para la
formación de nuevos tejidos.
En los primeros años de vida las necesidades nutricionales presentan cantidades
proporcionalmente mayores que en otras etapas de la vida. Del primer al tercer año de vida, el
niño/a comienza a perder grasa, ya que cuando comienza a caminar y explorar el medio ambiente,
disminuye su proporción de grasa corporal y se mantiene estable durante la niñez. Además,
durante estos primeros años de vida existe un desarrollo de la masa muscular que corresponde a
la mitad del peso adquirido.
Método para evaluar el Gasto Energético:
Método de Agua Doblemente Marcada
Proteínas
Son la dosis más baja de proteínas ingeridas en la dieta que compensa las pérdidas orgánicas de
nitrógeno en personas que mantienen el balance de energía a niveles moderados de actividad
física. Las proteínas son fundamentales para el crecimiento en esta etapa de la vida.
Metas de Proteínas:
Una ingesta alta de proteínas se ha identificado como factor de riesgo potencial para el aumento
excesivo de peso para el lactante.
Hidratos de Carbono
Por medio de la lactancia materna durante los primeros 6 meses de vida se va a aportar la
concentración de lactosa necesaria para la maduración del intestino (desarrollo de la microflora).
La alimentación complementaria aporta muchos carbohidratos, siendo estos la principal fuente de
energía.
Fibra
Orientación simple, debe ser agregada de forma gradual y progresiva. La fibra en cantidades
excesivas puede interferir en la absorción de minerales y disminuir la densidad energética de las
preparaciones.
Azúcares agregados
Los azúcares libres pueden ser consumidos dentro de preparaciones como: bizcochuelos, tortas,
galletitas caseras, muffins, etc. No debe provenir de alimentos ultraprocesados, snacks, etc.
Lípidos
Son la principal fuente de energía y por lo tanto son necesarias para el crecimiento normal.
En los primeros 6 meses de vida, las grasas cubren de un 40 a 60% del requerimiento energético.
De los 6 a los 24 meses el porcentaje disminuye a un 35%.
Durante los dos primeros años no se debe limitar la cantidad o el tipo de grasa de la alimentación,
ya que estos son esenciales, a pesar de esto se debe tener en cuenta el perfil de ácidos grasos al
momento de introducir la alimentación complementaria.
Micronutrientes:
Hierro
Zinc
El zinc es un mineral que participa de varios procesos fisiológicos que tienen funciones inmunes,
antioxidantes, para el crecimiento, el desarrollo celular y tisular, siendo un cofactor y componente
estructural y funcional de enzimas.
El estado nutricional adecuado del zinc en la infancia es fundamental para el funcionamiento de
diversas enzimas relacionadas con la estructura ósea, la regulación de las funciones genéticas y
la estabilidad de las membranas celulares.
Vitamina A
Tiene un papel esencial en el crecimiento y desarrollo óseo, en mantener el tejido epitelial y en los
procesos inmunológicos. Sus necesidades aumentan en período de crecimiento acelerado.
Su deficiencia está vinculada a una serie de problemas de salud como la ceguera, una baja
estatura y bajo peso. En nuestro país no tenemos datos de la situación en la infancia de la
vitamina A.
Sabrina Pérez
Leche Humana
Tejido vivo que opera en un amplio espectro de interacciones, no sólo nutricionales, sobre la díada
madre-hijo en respuesta a las demandas nutricionales, inmunológicas y emocionales del recién
nacido.
Recomendaciones OMS
● Lactancia Materna exclusiva: 6 meses.
● Lactancia Materna hasta los 2 años o más: complementada con otros alimentos nutritivos.
● Situaciones especiales: sucedáneos de la leche materna.
“Los lactantes no amamantados, por las razones que sea, deben recibir una atención especial del
sistema de salud y bienestar social ya que constituyen un grupo de riesgo”.
Estrategia Mundial para la Alimentación del Lactante y del Niño Pequeño. OMS 2003
La lactancia materna es ampliamente reconocida como la mejor opción para la alimentación del
lactante. La OMS la recomienda en forma exclusiva durante los primeros 6 meses de vida y luego,
acompañado de una adecuada alimentación complementaria.
La alimentación con preparados para lactantes u otros sucedáneos de la leche materna exponen a
los niños, sus madres, las familias, sociedades y ambientes a múltiples riesgos a corto, mediano y
largo plazo.
RBN define:
Producto basado en leche de vaca u otros animales o de otros componentes comestibles de
origen animal (incluído el pescado) o vegetal, que se considere adecuados para la alimentación de
los lactantes, estando destinado a ser usado cuando sea necesario como sustituto de la leche
humana en la satisfacción de las necesidades nutricionales de dichos lactantes.
Las enfermedades en el niño que requieren uso combinado de lactancia materna con
preparados para lactantes son:
➜ Fenilcetonuria.
➜ Enfermedad de la orina con olor a jarabe de arce.
➜ Variantes de la galactosemia.
➜ Errores en el metabolismo de aminoácidos (metionina, leucina, isoleucina, tirosina).
➜ Niños con deshidratación grave u otras situaciones que excluyan el uso de vía oral.
➜ Niños con escaso aumento ponderal en el cual se han realizado todas las medidas para
aumentar la producción láctea, adecuar la técnica de lactancia y se han descartado otras
causas de escaso aumento ponderal. Se debe recordar que las madres diabéticas, con
hipertiroidismo, las madres con obesidad y las fumadoras, tienen menor producción láctea.
Preparados Industriales
Inicio:
Las fórmulas de inicio, cubren los requerimientos nutricionales de los lactantes sanos, nacidos a
término. Es la alternativa recomendada ante la imposibilidad de continuar con la lactancia materna
durante los primeros 6 meses de vida.
Estos preparados están incluídos en el FTM (Formulario Terapéutico de Medicamentos).
Seguimiento:
Recomendadas a partir de los 6 meses de vida (de continuación).
Aumento significativo del aporte de proteínas en relación a los del inicio. Evitar un consumo
proteico excesivo en lactantes puede generar una protección respecto al desarrollo de obesidad
en años posteriores.
No están incluidos en el FTM.
Energía:
Los preparados para lactantes, listos para el consumo de acuerdo a las instrucciones del
fabricante, deberán tener por cada 100 ml, no menos de 60 Kcal y no más de 70 Kcal de
energía.
Hidratos de carbono:
Recomendaciones: valor máximo de 55% del VCT (valor calórico total).
Durante los primeros 6 meses de vida, se ingiere lactosa de forma mayoritaria.
Se reconoce que la lactosa y polímeros de glucosa (maltodextrina), deben ser los hidratos de
carbono de preferencia en los preparados. La lactosa, principal carbohidrato en la LH, mejora la
absorción del calcio, sodio y agua, genera galactosa para la mielinización cerebral y beneficia la
flora y la función intestinal, así como la consistencia de las heces.
Adición de oligosacáridos-Prebióticos:
La leche humana es rica en oligosacáridos, que resisten la digestión en el intestino delgado,
alcanzando el colon y actuando como prebióticos.
La adición en preparados se asocia a: deposiciones similares a las de los alimentados con leche
humana, mayor número de bifidobacterias y lactobacilos, mayor producción de AGCC y ph menor
comprados con lactantes que consumen leches sin suplementar.
Se acepta el uso de hasta 0,8 g/100 ml de preparado reconstituido, de una mezcla de 90% de
GOS y 10 % de FOS, en preparados para lactantes y de seguimiento.
Proteínas
Disminución del contenido proteico.
Últimamente se ha incrementado el interés por disminuir el contenido proteico de las fórmulas
infantiles, para disminuir el riesgo de obesidad infantil y con el objetivo de asemejarlas al
contenido de la LM.
➜ Contenido mínimo: 1,8g/100kcal.
➜ Contenido máximo: 3g/100kcal.
➜ Aminoácidos: usar como referencia el patrón de la leche humana.
Disminución del contenido proteico: El exceso de aporte proteico supone una sobrecarga
renal de solutos.
Carga renal de solutos: determinada por todos los solutos que requieren excreción por el riñón
(proteínas, sodio, cloro, potasio, fósforo, entre otros).
Modificación de la relación: suero/caseína (60/40 leche materna).
El lactosuero materno contiene: alfa lactoalbúmina, lisozima, lactoferrina e inmunoglobulinas.
Leche de vaca: predomina beta lactoglobulina, sin capacidad inmunológica y mayor poder
alergénico.
Nucleótidos:
La suplementación con nucleótidos se basa en los efectos sobre el desarrollo inmunológico y
protección frente a infecciones (leche de vaca tienen bajo contenido).
● aumentan los niveles séricos de IgA y IgG.
● colaboran con la absorción del hierro.
● máximo 5mg/100kcal.
Grasas:
El aporte de grasas debe cubrir el importante aumento de peso que sucede en el primer semestre
de vida.
Tener en cuenta que la grasa supone el 35% de la ganancia ponderal.
Por ello las grasas deben suponer el 40-60% del aporte energético los primeros 6 meses de vida.
Seguimiento mínimo de 35% del total de energía.
La absorción de la leche de vaca es mucho menor a la leche humana (60% frente al 90%).
La absorción de la grasa aumenta cuanto menos saturada está el AG y más corta es su cadena.
Estudio con niveles muy bajos de los precursores DHA en la alimentación demostraron: visión
limitada, aprendizajes deficientes en ratones de laboratorio.
Los ácidos grasos poliinsaturados de cadena larga (LC-PUFA): La recomendación de expertos
ESPGHAN para garantizar un aporte adecuado de omega 6 y omega 3, consiste en agregar un
mínimo de 300mg/100kcal de linoleico (1,7% VCT) y de 50mg/100kcal de linolénico (0,45% VCT).
Minerales
Hierro: tanto la leche humana como la leche de vaca son pobres en hierro, aunque la
biodisponibilidad, es mucho mayor en la primera (70% frente a un 30% en la de vaca).
Zinc: elevados requerimientos que supone la ganancia ponderal en los seis primeros meses de
vida.
Calcio: se absorbe menos que el de la leche humana. Disminuye su absorción con ingestas
elevadas de grasas y de fósforo. Regular el cociente entre Ca/P esté entre 1,2/2.
Preparados Artesanales
Módulos
● Lípidos (agregado de aceites).
● Carbohidratos (no es conveniente utilizar en concentraciones mayores al 5% de sacarosa -
no recomendado en menores de 6 meses).
El agregado de aceites a los preparados artesanales logra un aumento de la densidad energética
en la leche de vaca que fue diluida, siendo utilizadas desde ya hace mucho tiempo en normas
vigentes de otros países del Cono Sur. Cada ml de aceite, indistintamente de su tipo u origen,
aporta 9 kcal. Los aceites de elección deberían ser: canola o soja, ya que ofrecen un mayor aporte
de ácidos grasos Omega 3. El aceite de soja además, es el más accesible económicamente para
familias con menos recursos. No se justifica indicar expresamente el aceite de maíz, ya que su
perfil de ácido grasos es mayor en poliinsaturados Omega 6 y aporta la misma energía por ml que
cualquier otro aceite.
El no agregar el módulo de carbohidratos a los preparados artesanales podría ocasionar una
pérdida calórica importante. A través del agregado de sacarosa se logra un aporte calórico mayor
en las leches diluidas, sin embargo no es conveniente utilizarla en concentraciones mayores al 5%
y además en menores de 6 meses el consumo de la misma no está recomendado. El uso de la
misma aumenta el aporte calórico, osmolaridad, sabor dulce y cariogenicidad del preparado. Por
lo que en preparados para el primer semestre se puede sustituir por dextrinomaltosa, la cual
puede utilizarse en concentraciones del 5 al 10%. A pesar de sus ventajas el acceso económico y
la disponibilidad en los hogares, puede ser una complicación a la hora de necesitar este producto.
Al seleccionar un preparado para lactante se deben considerar las ventajas y limitaciones de cada
uno de ellos. Tanto los preparados industriales como los artesanales implican suministrar al niño
leche de vaca con los inconvenientes señalados anteriormente.
Los preparados industriales aportan las calorías y los nutrientes necesarios (proteínas, grasas,
glúcidos, vitaminas y minerales), mientras que los artesanales son pobres en minerales (excepto
calcio y fósforo) y vitaminas particularmente las vitaminas D y C conteniendo una excesiva
cantidad de sodio. En nuestro país, se dispone en el mercado de leche fluida adicionada con
hierro.
La preparación de los preparados para lactantes industriales es más segura y más sencilla y se
corre menor riesgo de error de dilución. Cada fórmula industrial en polvo tiene su medida
específica, diseñada en base a las características de su producto, lo que debe advertirse a las
familias, para que no cometan errores en la preparación.
El riesgo de contaminación es menor a menor manipulación del producto.
Si bien el costo de los preparados industriales para lactantes es más alto que el de un preparado
artesanal este aspecto podría condicionar su disponibilidad, el SNIS proporciona preparados para
lactantes hasta los 6 meses de vida. Por tal motivo, el acceso a los mismo, no debería representar
una dificultad, cuando estén indicados por el profesional habilitado para ello y bajo las normativas
de indicación según la Guía de Uso de Preparados Para Lactantes, la Norma de Lactancia
Materna y de acuerdo a las recomendaciones del CICSLM.
Medidas preventivas:
➥ Buenas prácticas de higiene en las instituciones, en los sectores de
preparación.
➥ Utilización de agua entre 70-90 °C para la reconstitución de las
fórmulas.
➥ Enfriamiento rápido y almacenamiento por debajo de 10°C si no se
va a consumir inmediatamente.
➥ Reducir al mínimo el tiempo entre la reconstitución y el consumo.
Alimentación Complementaria
Es un proceso que comienza cuando la leche materna, por sí sola, ya no es suficiente para
satisfacer las necesidades nutricionales del lactante, y por tanto se necesitan otros
alimentos que complementen a la lactancia materna, nunca que la sustituya. Este proceso
de transición de la lactancia materna exclusiva a la dieta familiar se extiende desde los 6 a los 24
meses.
Se espera que a los 24 meses, ese niño o niña ya esté incorporado a la mesa familiar.
Debemos saber que existe una amplia variabilidad cultural, regional, países, territorial. Por lo tanto
no hay una norma única en la manera de cuándo y cómo alimentar a los niños, no existe mejor ni
peor forma de introducir los alimentos, todo depende del contexto.
Existen múltiples recomendaciones de la OMS, del Comité de Nutrición de la Sociedad Europea
de Gastroenterología, Hepatología y Nutrición Pediátrica (ESPGHAN) y el MSP.
La OMS define la Lactancia Materna Exclusiva (LME): solo leche materna y ningún otro líquido o
sólido, excepto gotas o jarabes vitaminas y minerales o medicinas. El uso de fórmulas es sinónimo
de alimentación complementaria.
La Asociación Americana de Pediatría - AAP (2005) como ESPGHAN (2009) consideran que la
LME durante los primeros 6 meses es un objetivo deseable.
Alimentación Complementaria: cualquier alimento distinto a la leche materna o fórmula para
lactantes.
No existen datos científicos que avalen que la introducción de la alimentación
complementaria en países desarrollados entre los 4 y 6 meses tengan alguna desventaja
respecto a introducirla a los 6 meses.
El MSP Uruguay se alinea con la recomendación de la OMS.
Un poco de historia:
● La Asamblea Mundial de Salud (AMS) de la OMS (2001) cambió la recomendación de
introducción de alimentos: 4 a 6 meses.
● A partir de los 6 meses la LM no es suficiente para satisfacer las necesidades y
requerimientos nutricionales (por ej. Fe, Zn) - punto crítico.
● ESPGHAN, recomienda que no se produzca antes de las 17 semanas (4 meses) ni
después de las 26 semanas (6 meses y medio).
● La Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) publicó en 2009 que algunos
lactantes pueden requerir alimentación complementaria además de la LM antes de
los 6 meses, pero no antes de los 4.
¿Y si no amamanta?
La leche de fórmula (PPL) cubre las necesidades nutricionales hasta los 6 meses.
Preferentemente a los 6 meses se pueden comenzar a introducir alimentos y nunca antes de los 4
meses.
Por lo tanto, nos guiaremos por la recomendación emitida por el órgano rector en salud pública y
poblacional en Uruguay (MSP), sin embargo seremos flexibles con nuestra posición en cada
caso individual del niño y su familia.
Sabemos que el niño/a está listo para iniciar la alimentación complementaria cuando:
desaparece el reflejo de extrusión (reflejo cuando se le introduce un alimento sólido a la boca y lo
escupe), mantiene la postura de sedestación con apoyo, presenta interés activo por la comida, es
capaz de agarrar la comida con la mano y llevarla a la boca. Capacidad para indicar saciedad,
inclinándose hacia atrás o darse la vuelta: capacidad de autorregulación hambre-saciedad.
“... la introducción de alimentos complementarios ante de los cuatro meses de edad (versus la
introducción entre los cuatro y seis o después de los seis meses) puede incrementar el porcentaje
de masa grasa y el riesgo de sobrepeso en la niñez”.
Consenso para las prácticas de alimentación
complementaria en lactantes sanos. Hospital Infantil de
México.
¿Por qué no es conveniente la introducción tardía?
→ Déficit nutricional en especial de micronutrientes como el hierro y zinc.
→ Aumento de riesgo de alergias alimentarias.
→ Atraso en la aceptación de nuevos sabores y texturas.
→ Mayor posibilidad de alteraciones motoras orales.
→ Mayor aversión a los sólidos.
Es un proceso gradual, cuando tienen un año de edad, la mayoría de los niños comen con el resto
de los alimentos que consumen los integrantes de su familia.
“Es normal que los niños/as que se exponen a un alimento nuevo lo rechacen, esto se
denomina neofobia, definida como el temor ante lo nuevo, lo que incluye a las nuevas texturas,
sabores y olores de alimentos. Los lactantes normalmente aceptarán con facilidad alimentos
azucarados (por ej: postres), pero pueden rechazar alimentos más amargos (por ej: verduras
verdes), sin embargo la exposición repetida, el condicionamiento asociativo y contextos
sociales positivos pueden contribuir a moldear esta característica” (CCC)
Alimentación activa
Respetar su ritmo de desarrollo y permitir cierta autonomía, según sus capacidades. Tolerar un
cierto desorden apropiado para su edad (por ejemplo, no molestar al niño limpiándolo después de
cada bocado).
No interpretar como permanente un rechazo inicial a un nuevo alimento. Seguir ofreciendo en los
siguientes días o semanas sin presionar (pueden ser necesarias hasta 10-15 ocasiones para
conseguir la aceptación). La exposición regular y gradual a los alimentos favorece su tolerancia y
aceptación a corto y largo plazo.
No prefijar una cantidad de comida que se “tiene que tomar”. La cantidad es variable de unos
niños a otros y según las circunstancias. Respetar los signos de hambre y saciedad. Los padres
deciden dónde, cuándo y qué come el niño. El niño decide cuánto come. Obligar o coaccionar a
un niño para que coma aumenta la insatisfacción familiar y el riesgo de problemas con la comida a
corto y largo plazo.
Avanzando…
Una vez que el bebé se acostumbra a comer algunos alimentos, es hora de pasar a más
alimentos, más comidas y más texturas.
El retraso en la introducción de alimentos alergénicos (huevo, pescado) no ha disminuido las
alergias, tanto en niños con riesgo como sin riesgo.
Aumentar el número de veces que el bebé es alimentado con alimentos complementarios
conforme pasa la edad: entre los 6-8 meses se puede dar 2 a 3 comidas diarias de
alimentación complementaria, a partir de los 9 meses se pueden dar 3 a 4 comidas diarias,
junto a meriendas nutritivas (pan, fruta) 1 a 2 veces/día. A menor densidad energética mayor
frecuencia de comidas (65 y 70 kcal/100g como mínimo).
La capacidad gástrica de los bebés hace necesario ofrecer pequeñas comidas frecuentes y
meriendas para garantizar que satisfagan sus necesidades de energía y nutrientes.
Ofrecer una amplia gama de alimentos, ofreciendo una variedad de texturas y sabores: el
apetito del bebé variará día a día y normalmente regulan su propia ingesta de alimentos. Es
importante repasar el patrón de alimentación normal del bebé con los padres para asegurarse de
que se le está proporcionando un enfoque consistente.
La introducción tardía (después de los 9 meses) de alimentos grumosos o de mayor textura, se
asocia a mayor selectividad y a consumo de dietas menos saludables.
No existe evidencia científica que indique que “hay que retrasar la introducción de alimentos
potencialmente alergénicos (huevo, pescado, frutos secos, lácteos, todo tipo de frutas) más allá de
los seis meses y que esto prevenga las manifestaciones alergénicas, tanto en niños de bajo como
de alto riesgo” (AEP, 2018).
Al contrario de lo que se creía, algunos estudios señalan que retrasar su introducción puede
aumentar el riesgo de alergia. La edad para la mayoría de los expertos españoles son los seis
meses.
El riesgo de sensibilización y desarrollo de enfermedad alérgica es igual o menor si se introducen
a edades tempranas pero nunca antes de los 3-4 meses.
2017 desde Estados Unidos, elaboradas por el Instituto Nacional de Alergia y Enfermedades
Infecciosas del país (NIAID), hicieron un “llamamiento a los padres para que les den alimentos que
contengan cacahuete lo más pronto posible - sobre los cuatro o seis meses, como una manera
eficaz de evitar alergias en el futuro”. Según estos expertos, “los niños que empiezan a tomarlos
en estas etapas y continúan hasta los cinco años, tienen una probabilidad del 82% de no padecer
la alergia a este fruto seco”.
Los expertos estadounidenses recomendaban no dar a los pequeños con alto riesgo de alergia los
cacahuetes hasta los tres años (Asociación Americana de Pediatría, 2000).
En el mediano y largo plazo una alimentación complementaria exitosa permite que el niño se
adapte a nuevos alimentos más fácilmente a lo largo de la vida, que tenga una dieta balanceada
sin preferencias por comidas altas en azúcar y disminuye su riesgo de exceso de peso y
alteraciones metabólicas, así como la probabilidad de presentar alergias alimentarias e
infecciones recurrentes.
Sabrina Pérez
Alimentación complementaria:
El término alimentación complementaria (AC) describe la etapa de la vida en la que el lactante
reduce de manera progresiva la lactancia materna exclusiva (LME), la alimentación a través de
preparados para lactantes (PPL) o la alimentación mixta (LME + PPL), para introducir
gradualmente alimentos complementarios sólidos y líquidos.
En Uruguay, la Norma Nacional de Lactancia Materna protege, promociona y apoya la LME en los
primeros seis meses de vida y hasta los dos años o más del niño pequeño, conjuntamente con
una alimentación complementaria saludable. Estas políticas se encuentran alineadas con las
recomendaciones emitidas en 2002 por la OMS.
Durante esta fase de la vida, los padres o cuidadores tradicionalmente ofrecían a sus bebés
alimentos pureteados mediante el uso de cuchara, pero esta práctica ha sido en los últimos años,
objeto de discusión en estudios más recientes, es frecuente encontrar alguna alusión al método
BLW.
Definición BLW
El Baby Led Weaning (BLW) es un método de alimentación complementaria novedoso, el cuál
hace énfasis en la autonomía del niño o niña en relación a cuándo comenzar a comer, qué elegir
dentro de lo ofrecido y cuánto comer.
Esta práctica respeta las habilidades naturales del lactante, promoviendo la autorregulación del
apetito y la autoalimentación.
A pesar de todos los beneficios que se le atribuyen a este método, cuidadores y profesionales de
la salud aún manifiestan diversas preocupaciones vinculadas principalmente a: riesgo de asfixia,
deficiencia de energía, deficiencia de micronutrientes.
Se desarrolla una versión modificada del BLW, llamada Baby-Led Introduction to Solids (BLISS), la
cual busca abordar estas 3 preocupaciones.
Conclusiones:
● Si bien existe evidencia científica que sugiere posibles ventajas pero también posibles
riesgos del BLW y su versión modificada BLISS, esta aún no es concluyente.
● Falta de evidencia sólida es la principal razón por la cuál aún los profesionales de la salud
no recomiendan este nuevo método.
● Necesidad de contar con más investigaciones longitudinales a largo plazo que permitan ver
las consecuencias en el crecimiento y desarrollo de los lactantes en las etapas posteriores.
● Ahondar en temáticas como: el impacto en el peso y el IMC, deficiencias de
micronutrientes tales como hierro y zinc e ingesta insuficiente de energía.
● La evidencia científica hasta el momento, muestra claramente efectos beneficiosos del
BLW en las conductas alimentarias, pero desconocer la magnitud real de estos efectos
dificulta la gestión de las expectativas de los padres.
● Generar nuevas guías de alimentación y orientaciones para los profesionales de la salud,
que incluyan la temática del BLW.
Sabrina Pérez
“En los seres humanos los modos de alimentarse, preferencias y rechazos hacia determinados
alimentos están fuertemente condicionados al aprendizaje y las experiencias vividas en los
primeros 5 años de vida”. Osorio J et al. Rev Chil Nutr Vol.29, N°2, Diciembre 2002.
2 a 7 años :
● Se utiliza el alimento principalmente para satisfacer el hambre, como un medio para
explorar el ambiente y para poner en práctica destrezas motoras.
● El consumo de alimentos se vuelve menos el centro de atención y un lugar secundario
respecto al crecimiento social, del lenguaje y cognitivo.
● Se describe a los alimentos por color, forma y cantidad.
Nutrientes:
- Limitar el sodio y los azúcares agregados.
- Consumir cantidades adecuadas de potasio, fibra, vitaminas D y E, calcio.
Comidas:
- Elegir alimentos de destete apropiados.
- Evitar bebidas azucaradas/endulzadas.
- Evitar snacks densos en energía y pobres en nutrientes.
- Incentivar el consumo de vegetales, frutas y granos enteros.
- Incentivar el consumo de lácteos bajos en grasa o alternativas fortificadas con calcio y
vitamina D.
Al momento de comer:
- Establecer horarios/rutinas para las comidas, con límites.
- Exposición repetida a nuevos alimentos
- Moderar la alimentación saludable
Fuente: Pediatric Nutrition, 8th Edition.
En niños/as de 2 a 5 años :
➜ Probar de manera repetida con nuevos alimentos, texturas y sabores.
➜ Enseñar a beber definitivamente en taza (evitando los biberones) y a usar cucharas
acordes al tamaño de su boca.
➜ Servir los alimentos en trozos pequeños que se puedan tomar con las manos para facilitar
la exploración y la aceptación.
➜ Niños más pequeños: comer siempre sentado en una silla alta, con cinturón de seguridad.
➜ Promover la independencia y autonomía en la alimentación, con supervisión.
➜ Promover un ambiente tranquilo y agradable para comer, en lo posible sin distracciones.
➜ Se debe tomar en cuenta que períodos transitorios de aceptación y rechazo hacia
alimentos es normal.
➜ Hay buena respuesta a la alimentación cuando es compartida con sus pares en Centros
Educativos.
➜ Evitar las situaciones de chantajes o premios con los alimentos rechazados, ya que estas
son conductas nocivas en la formación de hábitos alimentarios.
En niños/as de 5 a 10 años :
➜ Hay que aprovechar que el niño en esta edad es más abierto y acepta sugerencias e
innovaciones.
➜ A esta edad es importante afianzar las normas y los buenos modales en la mesa; además
estos niños pueden participar en preparar la comida, servir la mesa y recogerla.
➜ Prestar atención a lo que ingiere el niño, no sólo lo que se le sirve.
➜ Prestar atención a los coetáneos (lo que es existente de la misma época que la otra
persona y cosa y que es concerniente al tiempo en que vive) de los niños, la influencia del
entorno es determinante.
➜ Mantener supervisión en las comidas, conversando sobre lo consumido en el día.
➜ Mantener horarios fijos de comida, ya que influye notoriamente en el apetito.
➜ Otorgar responsabilidades en materia de alimentación (dinero y ahorro).
Caries dental:
Es una enfermedad prevalente en los/as niños/as.
Esta enfermedad no se relaciona con el estado nutricional del niño, más si con sus hábitos y
conductas alimentarias.
Estreñimiento:
Discrepancias con actividades en la escuela.
Incomodidad o inhibición del uso del baño en escuelas.
Relacionado con la cantidad de fibra en la dieta.
Hábitos de sueño:
Se recomienda conciliar el sueño máximo dos horas antes de la medianoche por la acción de la
hormona del crecimiento.
Un buen descanso se traduce en mejor disposición para el desayuno.
Panorama actual
“Llevamos más de un año con niños que están incorporando naturalmente la desconfianza, la
inseguridad y el temor continuo”.
→ La mitad de los niños comparte entre 2 y 4 comidas con algún integrante de su familia,
siendo la cena el tiempo de comida donde más se da esta práctica (94%).
→ La alimentación habitual de los niños no incluye los alimentos necesarios y recomendados
además de un consumo elevado de aquellos ricos en grasa, sal y azúcar.
→ El 20% de los niños consumen refrescos o jugos azucarados cuando tienen sed.
Situación:
Características de la alimentación:
El 70% de los adolescentes de 13 a 15 años consume bebidas azucaradas a diario.
En jóvenes de 15 a 24 años el promedio de consumo de bebidas azucaradas es de 4 días por
semana.
Sólo el 24% de los adolescentes de entre 13 y 15 años consume verduras y frutas en frecuencia
recomendada.
El 90% de la población entre 15 y 64 años no consume las porciones recomendadas de verduras
y frutas (5p/día).
Fuentes: EMSE 2012. ENFRENT 2013
● Alimentación desordenada.
● Alto consumo de comidas rápidas.
● Alta ingesta de sodio y grasas, bajo consumo de frutas y verduras.
● Baja ingesta de calcio
● Escaso control y conocimiento de los padres.
● Aumenta la prevalencia de dietas hipocalóricas y vegetarianos.
Habitualmente, la adolescencia es más que una etapa de cambio o de transición y supone un
período de “crisis” donde la vulnerabilidad de este grupo de edad hace que aparezcan hábitos y
situaciones de riesgo. La importancia de las opiniones de los demás y de la apariencia física, la
sensación de independencia, las ganas de experimentar o los sentimientos de desconfianza
personal son varios de los factores que definen al adolescente. Todas las características
enumeradas anteriormente entran a formar parte en la adquisición de los hábitos nutricionales, a
veces poco saludables, y en la aparición de alteraciones del comportamiento alimentario como la
obesidad, anorexia, bulimia y cuadros mixtos o formas incompletas de las anteriores. Otro hecho a
tener en cuenta es que las pautas de alimentación instauradas en esta época y sus
consecuencias se harán extensibles a la vida adulta. Durante la adolescencia es pues el momento
de afianzar hábitos apropiados, incidir en las campañas educacionales y evitar estos factores de
riesgo que permanecerán en el futuro.
Factores de riesgo:
● Aumento de requerimientos nutricionales
● Cambios en la actividad física
● Pobres hábitos nutricionales
● Eventos especiales de estrés
● Alta prevalencia de malnutrición
Porcentaje de jóvenes por tiempo destinado a la actividad física en días y horas diarias según
sexo.
Directrices de la OMS sobre actividad física y hábitos sedentarios (2020):
Al menos 60 minutos al día de actividad física de intensidad moderada a vigorosa, a lo largo de la
semana; la mayor parte de esa actividad física debe ser aeróbica.
Al menos 3 días a la semana deberían incorporarse actividades aeróbicas de intensidad vigorosa,
así como actividades que refuercen los músculos y los huesos.
Se recomienda lo siguiente: Los niños y adolescentes deben limitar el tiempo que dedican a
actividades sedentarias, especialmente el tiempo de ocio que pasan delante de una pantalla.
Crecimiento y desarrollo:
Pubertad: Es un proceso biológico en el que se producen el desarrollo de los carácteres sexuales
secundarios, la maduración completa de las gónadas y glándulas suprarrenales, así como la
adquisición del pico masa ósea, grasa y muscular y se logra la talla adulta.
Etapas de Tanner:
Crecimiento puberal:
Mujeres: Durante la etapa de máxima aceleración del crecimiento, aumenta alrededor de 8 a 9 cm
al año. En la mayoría se detiene a los 16 años, pudiendo algunas experimentar pequeños
incrementos de crecimientos después de los 19 años.
Varones: En el período de máxima aceleración del crecimiento, la talla aumenta entre 7 y 12 cm
por año. El crecimiento lineal continua durante la adolescencia a una tasa cada vez más lenta,
hasta detenerse cerca de los 21 años.
Se alcanza hasta un 15 a 25% de la estatura final adulta.
Peso corporal:
Tiene relación directa con: crecimiento, alimentación, nutrición y metabolismo.
Alertas:
● Aumento del canal de crecimiento en dos controles
● Aumento del IMC mayor de 1.5 puntos en 6 meses
Se deberá:
En los períodos 10 a 15 varones y de 8 a 14 años mujeres, evaluar primero edad biológica y si se
comparte con la edad cronológica.
En edades fuera de ese rango no es necesario evaluar edad biológica.
Cuando ambas edades presenten una diferencia menor de un año se evalúa el estado
nutricional según el IMC por edad cronológica.
Cuando ambas edades presenten una diferencia mayor de un año se evaluará el estado
nutricional según el IMC por edad biológica.
Talla/Edad:
Nutrición en la adolescencia:
Valoración nutricional: Anamnesis
● Alimentos preferidos y rechazados
● Horarios, hábitos
● Dietas y autopercepción
● Cambios de peso
● Recuentos diarios
Necesidades nutricionales:
Tener en cuenta:
● Aporte calórico
● Grupos de alimentos
● Cantidad y combinaciones de alimentos/grupos
● Distribución en el día: Horarios
Metas nutricionales:
Zinc:
El zinc es otro nutriente inorgánico importante durante la pubertad: es necesario para la síntesis
de los ácidos nucleicos (gran número de enzimas implicadas en la expresión genética) y de las
proteínas, y su deficiencia se puede manifestar por pérdida de peso, infecciones intercurrentes e
hipogonadismo en los varones.
La deficiencia de zinc puede aparecer en estados de hipercatabolismo.
Recomendaciones generales:
● Estimular buenos hábitos con fines concretos.
● Comer en forma variada incluyendo todos los nutrientes.
● Mantener un peso saludable.
● Promover actividad física.
Manejo nutricional:
● Evitar comidas ricas en grasas saturadas
● Comer más frutas y vegetales
● Uso moderado de azúcar y sal
● Ingerir agua
● Disminuir el consumo de dulces y gaseosas
● Promover el consumo de pescado graso
● Respetar horarios y comer en familia
Actividad física:
Realizar por lo menos 1 hora de AF moderada a intensa por día.
Incorporar ejercicios de fuerza por lo menos 2 veces por semana.
Disminuir los tiempos de estar sentado, especialmente frente a las pantallas de celulares y TV.
Lo que comes impacta en tu vida mucho más de lo que te imaginás. Influye en cómo te sentís, en
tu rendimiento físico e intelectual, en tu salud y también en cómo te ves.