Psicobiología de La Depresión - Belloch
Psicobiología de La Depresión - Belloch
Psicobiología de La Depresión - Belloch
de la depresión 11
José L. González de Rivera • Ana L. Monterrey
Sumario
I. La interacción psicobiológica en la depresión
II. Neuroanatomía de la afectividad
A. Jerarquización evolutiva del cerebro
B. Niveles de integración cerebral
III. Neuroquímica de la depresión
A. La sinapsis
B. Neurotransmisores
C. Neuropéptidos
IV. Endocrinología de la depresión
A. Eje hipotálamo-hipófiso-adrenal
B. Eje tiroideo
C. Hormona del crecimiento
V. Resumen de aspectos fundamentales
VI. Términos clave
VII. Lecturas recomendadas
VIII. Referencias bibliográficas
300 Manual de psicopatología, vol. II
respuesta de indefensión en animales pretratados con anti- cada uno de ellos representativo de etapas evolutivas ante-
depresivos, que mejoran la eficiencia de la neurotransmisión riores (véase la Figura 11.2). El cerebro de los reptiles, cuya
noradrenérgica (Kametani, 1983). representación humana comprende la formación reticular,
Las implicaciones prácticas del modelo de González de el hipotálamo y los ganglios basales, corresponde a la orga-
Rivera son particularmente interesantes desde el punto de nización cerebral más primitiva, capaz de asegurar la super-
vista terapéutico. Actualmente, el déficit de neurotransmi- vivencia mediante la coordinación de pautas estereotipadas
sión es relativamente fácil de corregir, existiendo en la ac- de conducta, poco susceptibles de ser modificadas por la ex-
tualidad muchos procedimientos farmacológicos eficaces. periencia individual. Los instintos básicos, los impulsos y
Sin embargo, es necesario complementarlos con frecuencia las necesidades biológicas más rudimentarias se hallan pro-
con otras intervenciones, de manera simultánea o secuen- gramados de manera innata en esta zona de cerebro reptilea-
cial. Por ejemplo, una mujer ama de casa de mediana edad no o arquicórtex.
puede responder sintomáticamente al tratamiento farmaco- El cerebro paleomamífero, representado en el hombre
lógico, pero si vive en un entorno de baja gratificación, ca- por la corteza límbica, constituye un importante paso evolu-
rece de habilidades para desarrollar nuevas relaciones y acti- tivo, dotando a los mamíferos primitivos de la posibilidad de
vidades, tiende a interpretar negativamente acontecimientos interpretar y correlacionar su estado interno con el del am-
de significado neutro o positivo, y además ignora su poder biente. Aparece así una mayor capacidad adaptativa y una
potencial para cambiar su personalidad y sus circunstancias, nueva flexibilidad de la conducta, reprogramable ya hasta
toda mejoría será incompleta, breve e inestable, cediendo cierto punto, según los resultados obtenidos con las pautas
pronto a una reactivación del círculo vicioso despresógeno. innatas. Desde el trabajo clásico de Papez en 1937, la corteza
Los resultados de la farmacoterapia en casos como éste han límbica ha sido reconocida como el sustrato neurológico de
de aprovecharse para lograr rupturas en otros elementos del la emoción. A través de sus importantes conexiones con el
círculo, aplicando procedimientos tales como psicoterapia hipotálamo y la corteza hemisférica, el sistema límbico juega
de apoyo, de grupo o relajación para aliviar la experiencia de un papel integrador esencial entre los impulsos interocepti-
soledad y estrés crónico; terapia cognitivo-conductual para vos y los exteroceptivos, especialmente en su región hipo-
corregir el desamparo, la indefensión y la desesperanza pro- cámpica. No es de extrañar que, siendo el intermediario en-
pios de su autoconcepto negativo; psicoterapia de orienta- tre las partes más primitivas y las más elaboradas del cerebro
ción analítica para explorar su reacción patológica a las ex- y además un órgano integrador de la experiencia interna y la
periencias de pérdida y su incapacidad para generar externa, el sistema límbico sea también sede de la experiencia
situaciones reparadoras y gratificantes, etc. Obviamente, y emocional. Después de todo, es a su nivel donde las vivencias
de manera recíproca, la eficacia de estos procedimientos psi- adquieren todo su significado con respecto a la supervivencia
coterapéuticos se ve reforzada por el tratamiento biológico, del individuo y de la especie, y donde los impulsos instinti-
razón por la cual los enfoques integrados o multidimensio- vos han de doblegarse a las limitaciones de la realidad.
nales resultan mucho más eficaces en el tratamiento de la
depresión que las monoterapias aisladas (González de Rive-
ra, 1990, 1993).
Finalmente, el cerebro neomamífero, el neocórtex, ex- actúa en sentido inverso, condicionando al estado de cada
cepcionalmente desarrollado en los seres humanos, permite nivel la función de los niveles superiores. La situación se
una mayor capacidad de protección e integración. Aparecen complica enormemente si tenemos en cuenta además la ca-
aquí las facultades intelectuales superiores, tales como el pacidad de memoria, es decir, el almacenamiento de infor-
pensamiento abstracto y la formación de modelos cogniti- mación correspondiente a estados pasados, que pueden así
vos, que permiten, entre otras cosas, el pensamiento lógico continuar siendo operativos a pesar de no tener ya existen-
objetivante y la construcción de representaciones imagina- cia real.
rias de estados posibles, de donde proviene nuestra capaci-
dad para prever y preparar el futuro.
1. Corteza cerebral
B. NIVELES DE INTEGRACIÓN CEREBRAL La información perceptual transmitida por los sentidos ex-
perimenta una primera integración en la corteza sensomo-
Los tres grandes niveles de integración cerebral se hallan tora, de donde se difunde a las áreas asociativas secundarias,
ricamente conectados entre sí y están sujetos a una intensa fundamentalmente en los lóbulos temporal, parietal y occi-
influencia mutua, que puede en ocasiones ser conflictiva o pital. En estas estructuras tiene lugar una segunda integra-
contradictoria. La información procedente de los recepto- ción de los diversos modos de percepción, permitiendo la
res periféricos y propioceptivos llega a la corteza sensomo- elaboración de pensamiento abstracto y de conceptos sim-
tora, se integra en las áreas de asociación cortical y es trans- bólicos. El lóbulo frontal representa el último eslabón inte-
mitida al sistema límbico. En este segundo nivel se integra grador de la corteza, donde se determina el material que
el significado psicosocial de la información, su valor emo- debe ser almacenado en la memoria, se prevé el desarrollo
cional y su relación con pautas instintivas de comporta- de sucesos futuros, se programan las pautas de acción más
miento. De ahí es trasmitido al diencéfalo, donde se logra convenientes y se inhiben las inapropiadas. Por su porción
la integración con las pulsiones más elementales. A partir dorsal y orbitaria, el lóbulo frontal se halla en íntima co-
del hipotálamo, los sistemas neurovegetativo y neuroendo- nexión con el sistema límbico, del que recibe información
crino transmiten al resto del organismo las órdenes elabora- sobre el medio interno y sobre el estado emocional. Una
das en el proceso global de integración (véase la Figura interesante peculiaridad de la corteza cerebral es su división
11.3). Por supuesto que el flujo de información también en dos hemisferios, anatómicamente idénticos, pero con di-
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Figura 11.3. Niveles de integración de los mecanismos cerebrales (según González de Rivera, 1980).
Capítulo 11 Psicobiología de la depresión 303
Fórnix
Lóbulo occipital
Giro cingular
Lóbulo frontal
Giro subcalloso
Giro parahipocámpico
Lóbulo temporal
Fórnix
Tracto mamilotalámico
Tracto mamilotegmental
Estría olfatoria lateral
Haz medial cerebral anterior
Amígdala
Hipocampo mamilar
Cuerpo
Pedúnculo
mamilar
regiones del mismo. La estimulación eléctrica de distintas miento incluye la posibilidad de autoestimulación, ofre-
zonas del sistema límbico permite conocer la posible fun- ciendo, por ejemplo, al animal una palanca cuyo movi-
ción específica de esas regiones, aunque la situación es enor- miento produce la descarga de una suave corriente eléctrica
memente compleja, puesto que la estimulación del mismo en los centros de recompensa, el animal pronto aprende a
punto puede producir resultados muy diferentes según el manejar la palanca, repitiendo incesantemente el mismo
estado de excitación o inhibición de otras regiones del siste- gesto. En ocasiones, la actividad autoestimuladora cerebral
ma nervioso central. resulta preferida sobre pautas de comportamiento tan fun-
Trabajando de manera independiente, Olds (1954) y damentales como la satisfacción del hambre o de la sexuali-
Delgado (1954) descubrieron casi simultáneamente dos zo- dad. Desde Stein (1972) se considera que los neurotrans-
nas del sistema límbico relativamente circunscritas, cuya misores más implicados en la fisiología del placer a estos
estimulación parece inducir sensaciones placenteras o desa- niveles son las catecolaminas, principalmente la noradrena-
gradables, respectivamente. Olds y Milner (1954) observa- lina.
ron que ratas estimuladas a través de electrodos implanta- Delgado, trabajando con una metodología análoga, ha
dos en zonas aledañas al fascículo prosencefálico mediano demostrado la existencia de zonas en las que parece residir el
parecían desarrollar preferencia por el lugar de su jaula sustrato biológico del sufrimiento, y que sirven de mediado-
donde se encontraban en el momento de la estimulación. ras para los efectos del castigo. La región periventricular, el
En vez de interpretar este hallazgo casual como un artefacto lemnisco medio y el núcleo ventromedial del hipotálamo
o un fenómeno sin importancia, estos investigadores presu- son los puntos donde mayor es la respuesta aversiva a la es-
mieron haber descubierto la base neurológica de la recom- timulación, existiendo numerosos otros puntos de menor
pensa. Los animales estimulados en el momento de efec- reactividad.
tuar una acción tendían a repetirla, como si la estimulación En pautas de condicionamiento, la estimulación de los
fuera el premio que facilita el aprendizaje, según un típico centros de recompensa o de castigo puede ser utilizada
paradigma skinneriano. Si el paradigma de condiciona- como refuerzo positivo o aversivo, respectivamente. Sin
Capítulo 11 Psicobiología de la depresión 305
embargo, la situación dista de ser sencilla, y los mismos III. NEUROQUÍMICA DE LA DEPRESIÓN
animales que aprenden tareas para conseguir estimulación
cerebral se esfuerzan en evitarlas si la estimulación dura de- Es muy antiguo el concepto de una alteración en la química
masiado tiempo. Una explicación posible de este fenómeno orgánica en la depresión, bien por acumulación de sustan-
está en la propagación hacia los centros del castigo de la cias tóxicas, bien por exceso o defecto de elementos norma-
estimulación aplicada a los centros de recompensa, cuyas les, bien por desequilibrio entre ellos. Con nuevos y más
vías están muy próximas. La neurotransmisión en los cen- científicos datos, estos mismos conceptos básicos siguen
tros de castigo se efectúa principalmente mediante la 5-hi- operativos hoy día. Aunque el conocimiento no es ni con
droxitriptamina o serotonina. La neurotransmisión coli- mucho definitivo, sí parece cierto, sin embargo, que la dis-
nérgica juega un papel importante en el declive de la minución de monoaminas en el sistema nervioso central
magnitud de las respuestas (habituación), que tiene lugar al puede provocar depresión, mientras que su incremento co-
repetir la presentación del estímulo condicionado después rrige los síntomas en los enfermos afectos.
de un período de entrenamiento. La administración de blo-
queadores colinérgicos facilita la adquisición de nuevas res-
puestas, pero, sin embargo, dificulta su repetición una vez A. LA SINAPSIS
bien aprendidas (González de Rivera, 1979).
La necesaria integridad estructural del sistema nervioso La transmisión de información y estímulos entre neuronas
para el mantenimiento del estado afectivo normal se pone se efectúa a través de microscópicos espacios sinápticos,
de manifiesto también en los enfermos con lesiones subcor- comprendidos entre la terminación del axón de la neurona
ticales que acaban lesionando áreas afines al sistema límbi- presináptica y el comienzo de la dendrita de la posináptica.
co, como la corea de Huntington, la enfermedad de Parkin- Como quiera que tanto las terminaciones axónicas como las
son y ciertos casos de tumores y accidentes cerebrovasculares, dendríticas son múltiples, una misma neurona puede co-
en los cuales la sintomatología depresiva es sumamente fre- nectar con cientos y probablemente miles de otras, siendo la
cuente. riqueza de arborizaciones dendríticas un índice claro de la
actividad neuronal y del grado de sofisticación y desarrollo
cerebral.
3. Sistema diencéfalo-hipotalámico La actividad sináptica viene protagonizada por sustan-
cias segregadas por la terminación axónica, los neurotrans-
A pesar de su íntima conexión con el sistema límbico, el misores, que al fijarse en zonas receptoras especializadas de la
hipotálamo —una pequeña estructura centroencefálica— membrana dendrítica ejercen su efecto excitante o inhibidor
posee suficientes peculiaridades, aparte de su clara delimita- en la neurona posináptica. Los neurotransmisores son sinte-
ción anatómica, para ser diferenciado de otras estructuras. tizados en diversas estructuras del soma neuronal, y emigran
Constituye el nivel de integración cerebral más directamen- hacia la membrana protegidos por vesículas, que los liberan
te imbricado con el mantenimiento de la homeostasis, e in- por exocitosis en el espacio sináptico. Una vez allí, actúan
cluye entre sus funciones principales la regulación general sobre lugares específicos en la superficie externa de la mem-
neurovegetativa y el control neuroendocrino. brana neuronal posináptica, los receptores, a partir de los
Su estrecha conexión con la corteza y el sistema límbico cuales se inician procesos que aumentan la polarización de
permite la influencia de las reacciones emocionales en los las neuronas, inhibiendo así su excitación, o al contrario, las
procesos neurovegetativos, e inversamente, la actividad de despolarizan hasta llegar a provocar su descarga. En las Fi-
estos centros modula los procesos cognitivos y afectivos. guras 11.6 y 11.9 se presentan, como modelo de la actividad
Alteraciones en la normal regulación hipotalámica, bien in- sináptica, dos esquemas de neurotransmisión, correspon-
trínsecas, bien secundarias a influjos depresógenos proce- dientes a neuronas noradrenérgicas y serotoninérgicas, res-
dentes de la corteza o del sistema límbico, son responsables pectivamente. Algunas sustancias, denominadas neuromo-
de las disfunciones vegetativas presentes en la depresión, duladores, modifican de manera inespecífica la excitabilidad
desde las alteraciones del sueño hasta las más diversas ma- de las membranas neuronales, potenciando o inhibiendo la
nifestaciones somáticas, tales como ahogos, taquicardias, acción de los neurotransmisores. Todo el proceso está some-
etcétera. tido a un doble control: por un lado, receptores en la mem-
La segunda gran función del hipotálamo es la regulación brana de la propia neurona que los segrega, denominados
endocrina mediante los transductores neuroendocrinos de autorreceptores, inhiben, al ser estimulados, la síntesis del
Wurtman, células mixtas que reciben conexiones nerviosas neurotransmisor, y por lo tanto disminuyen su liberación en
por su lado dendrítico, pero se comportan como glándulas la sinapsis. Por otra parte, mecanismos metabólicos de tipo
de secreción interna por el polo axónico, y vierten sus pro- enzimático actúan sobre el neurotransmisor, produciendo
ductos directamente a la corriente sanguínea, desde donde su degradación y eliminación. Sin estos mecanismos de con-
actúan principalmente en el control de la hipófisis. Disfun- trol, la transmisión de información quedaría permanente-
ciones a este nivel hipotalámico están en el origen de las al- mente fijada en el mismo estado, perdiendo la conducta su
teraciones endocrinas tan frecuentes en la depresión, y que necesaria plasticidad. En la Figura 11.6 se muestra un mo-
comentaremos un poco más adelante. delo de funcionamiento sináptico. Durante mucho tiempo
306 Manual de psicopatología, vol. II
Tirosina
Hierro
hidroxilasa
DOPA
Dopa- Piridoxina
descarboxilasa (Vit. B6)
DOPAMINA
Dopamina çcido
beta- ascrbico
hidroxilasa (Vit. C)
NORADRENALINA
MAO
DPA DOPG
COMT
HVA MHPG
transmisión cerebral es mínima, por lo que no será discutida primero a 3,4, dihidroxifenilacético y después, por acción
en este lugar. de COMT, a 3, metoxi-4, hidroxifenilacético, conocido
Tanto la dopamina como la noradrenalina son degrada- también como ácido homovanílico (HVA). Si además, en
das por la acción de las enzimas monoamino oxidasa (MAO) lugar de sangre u orina, se estudian estos catabolitos en el
y catecol-orto-metil-transferasa (COMT). El primero de líquido cefalorraquídeo y se administra una sustancia (pro-
ellos ejerce su acción sobre todo intracelularmente, por lo benecid) que inhibe su transporte hacia la sangre circulante,
que las monoaminas tienen que ser recaptadas y reintrodu- la determinación de los niveles relativos de monoaminas ce-
cidas en el citoplasma neuronal para permitir su efecto. El rebrales resulta mucho más (aunque no totalmente) exacta.
COMT ejerce su acción sobre todo extracelularmente, y Desgraciadamente, el procedimiento es demasiado molesto
aunque en los tejidos periféricos, sobre todo en el hígado y e invasivo como para tener valor práctico en la clínica diaria.
en el riñon, puede actuar directamente sobre las catecolami- En combinación con otra prueba funcional endocrina, el
nas, en el tejido cerebral parece requerir la acción previa de test de supresión de la dexametasona, que veremos más ade-
la MAO. Por esta razón, los catabolitos procedentes de la lante, la prueba del probenecid ha permitido una clasifi-
degradación de la noradrenalina y la adrenalina periféricas cación bioquímica de las depresiones en cuatro grandes
son diferentes de los de origen cerebral. El primer paso grupos, según el déficit de neurotransmisión implicado (no-
importante es la formación de 3,4, dihidroxifenilglicol radrenérgicas, serotoninérgicas, dopaminérgicas y no bioló-
(DOPG), que el COMT transforma a continuación en gicas) (véase la Figura 11.8). Es preciso, sin embargo, tener
3,metoxi-4,hidroxifenilglicol (MHPG). Se calcula que en cuenta que la disminución de síntesis o el exceso de de-
aproximadamente el 70% del MHPG presente en la orina gradación son sólo dos de las diversas posibilidades (véase la
tiene su origen en las catecolaminas cerebrales, mientras que Tabla 11.1), y que un déficit funcional de la actividad neu-
el resto procede de las de origen periférico, donde la vía ca- rotransmisora es posible sin que haya disminución de la
tabólica termina preferentemente en normetanefrina y áci- cantidad de neurotransmisor, que puede estar incluso au-
do vanililmandélico. Esta es una circunstancia afortunada, mentado en valores absolutos. Así ocurre en el caso de la
porque no sería posible hacer inferencias sobre la actividad hiposensibilidad o bloqueo del receptor postsináptico, que
noradrenérgica cerebral si las vías catabólicas fueran idénti- responde de manera defectuosa aunque exista suficiente
cas. La dopamina, casi toda de origen cerebral, se degrada neurotransmisor en el espacio sináptico.
308 Manual de psicopatología, vol. II
DEPRESIîN CLêNICA
PRUEBA
DE LA DEXAMETASONA
NEGATIVA POSITIVA
AADIR L-DOPA
Figura 11.8. Esquema de decisiones terapéuticas basadas en pruebas funcionales endocrinas en la depresión (según González de Rivera, 1979)
5-HIAA = ácido 5, hidroxi-indol-acético; HVA = ácido homovanílico; MHPG = metoxi-hidroxi-fenil-glicol.
Tabla 11.1 Defectos de neurotransmisión en la depresión un efecto inhibitorio sobre la conducta. Déficit de serotoni-
na han sido asociados con la regulación de numerosos siste-
• Disminución de síntesis.
• Disminución de la liberación sináptica. mas neurobiológicos, incluyendo el sueño, el apetito, la
• Hipersensibilidad del autorreceptor presináptico. actividad sexual, los ritmos circadianos y la función neu-
• Hiposensibilidad del receptor postsináptico. roendocrina, por citar sólo unos pocos. Su papel en la de-
• Excesiva recaptación presináptica. presión se relaciona con la actividad catecolaminérgica a
• Actividad enzimática aumentada.
través de la «hipótesis permisiva de la depresión», según la
cual un déficit funcional de la neurotransmisión serotoni-
2. Indolaminas nérgica predispone a la aparición de un trastorno afectivo,
presentándose un estado depresivo si la neurotransmisión
La serotonina, o 5-hidroxitriptamina, es la principal indola- catecolaminérgica está también deficitaria, mientras que si
mina, y la única de interés en el estudio de la función cere- está por el contrario aumentada, la manifestación clínica es
bral. Como las catecolaminas, procede del metabolismo de de tipo hipertímico o maníaco (Coppen, 1972; Prange,
un aminoácido esencial que debe ser forzosamente ingerido 1974; Van Praag, 1971). El fenómeno conmutador (switch
por la dieta, el triptófano. La enzima triptófano-hidroxilasa process), consistente en el desarrollo de crisis maniacas en
convierte el triptófano en 5-hidroxitriptófano, y éste, por algunos enfermos depresivos tratados con fármacos que ele-
descarboxilación, se convierte en serotonina (véase la Figu- van la actividad noradrenérgica sin afectar la serotoninérgi-
ra 11.9). En situaciones normales, ambas enzimas son abun- ca (Bunney, 1977), es coherente con la teoría permisiva y
dantes en el tejido cerebral, por lo que el principal factor constituye un buen apoyo de la misma. Estudios bioquími-
limitante de la síntesis de serotonina es precisamente la in- cos recientes tienden a confirmar esta antigua hipótesis, po-
gesta y la disponibilidad biológica de triptófano. El deriva- niendo en evidencia que si bien el déficit de serotonina es
do catabólico principal es el ácido 5-hidroxi-indol-acético común en los enfermos depresivos, su acción es predispo-
(5-HIAA), cuya determinación en líquido cefalorraquídeo nente o de aumento de vulnerabilidad, siendo necesaria la
permite inferencias bastante exactas sobre la actividad sero- alteración de otros neurotransmisores para que se presente
toninérgica cerebral. Las funciones de la serotonina en la clínicamente (Delgado, 1994). Recordemos por otra parte
regulación de la homeostasis son múltiples e importantes, que, como decíamos al tratar de la neurotransmisión cateco-
modulando en general la estimulación excesiva y ejerciendo laminérgica, no es necesario una disminución cuantitativa
Capítulo 11 Psicobiología de la depresión 309
propuso denominar «transductores neuroendocrinos», se descubrimiento del doble papel central que juegan las mo-
hallan en la pineal, la neurohipófisis, la médula suprarrenal noaminas cerebrales en la regulación de la secreción endo-
y el riñon (véase la Tabla 11.2). Aunque estas hormonas hi- crina y del comportamiento. El establecimiento de correla-
potalámicas ejercen una acción sistémica general, una red ciones entre alteraciones psicológicas y parámetros
venosa especial, el sistema porta hipofisario, asegura que la endocrinos permite inferir el estado funcional del sistema
prioridad de su efecto se ejerza en la adenohipófisis, donde nervioso central, responsable de ambos tipos de manifesta-
regulan la producción de las hormonas hipofisarias, que a su ciones. Sin embargo, es preciso tener en cuenta que las alte-
vez controlan la actividad de los órganos endocrinos perifé- raciones del equilibrio endocrino, como muchos otros tras-
ricos. tornos médicos, pueden desencadenar estados depresivos,
2. Endorfinas. El poderoso efecto de los opiáceos como no pudiendo entonces hablar propiamente de enfermedades
la heroína y la morfina sobre el estado de ánimo y la con- psiquiátricas primarias, sino de síntomas psicológicos se-
ducta hicieron durante algún tiempo pensar que podrían cundarios a enfermedad somática. Revisaremos a continua-
tener valor terapéutico en la depresión. Recientemente, el ción algunos de los sistemas endocrinos más frecuentes im-
descubrimiento de que ciertas neuronas producen sustan- plicados en los trastornos depresivos.
cias afines a los opiáceos, y que hay receptores específicos
para ellas en el cerebro, reavivó el interés por su posible pa-
pel en las enfermedades psiquiátricas, y concretamente en la A. EJE HIPOTÁLAMO-HIPÓFISO-ADRENAL
depresión (Usden, Bunney y Kline, 1979; Kosterlitz, 1976;
Martin y Barchas, 1986). Hasta la fecha se han descrito tres La cadena de control endocrino de este sistema empieza con
familias de opioides endógenos, cada una de ellas con varios la hormona hipotalámica liberadora de la corticotropina
miembros: las encefalinas, las beta-endorfinas y las neoen- (CRH, corticotropin releasing hormone), que estimula la pro-
dorfinas. La hipótesis inicial más sencilla atribuía una dis- ducción de hormona corticotropa hipofisaria (ACTH, adre-
minución de la actividad endorfínica en la depresión y un no corticotropic hormone), la cual a su vez actúa sobre la cor-
aumento en la manía. Sin embargo, aunque algunos enfer- teza de la glándula suprarrenal estimulando la secreción de
mos maníacos responden al bloqueo de la acción endorfíni- hormonas glucocorticoides o corticoesteroides, la principal
ca con naloxona, el efecto es inconsistente y parece limitado de las cuales es el cortisol.
a una población muy selectiva. La administración de beta- Los factores psicológicos pueden aumentar o disminuir
endorfina en la depresión, en cambio, produce resultados el nivel de actividad del eje hipotálamo-hipófiso-adrenal,
espectaculares en depresiones endógenas con energía e in- con una marcada y rápida elevación de CRH en situaciones
quietud psicomotriz, aunque desgraciadamente de corta du- de estrés agudo (Fava, 1994), lo que explica la marcada ele-
ración. Estos efectos se prolongan si la administración se vación de la secreción de corticoides durante el estrés.
realiza por inyección intratecal mediante punción lumbar, La neurotransmisión noradrenérgica ejerce un efecto in-
llegando en algunos casos a desarrollarse estados de euforia hibidor de la producción de CRH. En la depresión, al estar
próximos a la manía. reducida la actividad catecolaminérgica, aumenta la activi-
dad de CRH y consecuentemente la secreción de ACTH y
cortisol. Sin embargo, la respuesta del ACTH a la adminis-
IV. ENDOCRINOLOGÍA DE LA DEPRESIÓN tración de CRH en los depresivos es perezosa y lenta, posi-
blemente porque ya está respondiendo al máximo nivel. En
Ya hemos comentado la importante influencia que ejerce el esto se diferencia la depresión de la enfermedad de Cushing,
sistema nervioso central a través del hipotálamo en la regu- trastorno endocrino con hipersecreción de cortisol y fre-
lación de las secreciones endocrinas. El interés por la psico- cuente asociación de síntomas depresivos, en la cual la res-
neuroendocrinología de la depresión tiene su origen en el puesta del ACTH a la inyección de CRH está aumentada.
Entre otras anormalidades de este sistema en la depre- puede llegar a semejar estados psicóticos de tipo maníaco.
sión cabe destacar: Por otra parte, la administración de hormonas tiroideas
coadyuva al tratamiento de algunas formas de depresión,
1. La excesiva secreción de cortisol, mantenida durante potenciando la acción de los fármacos antidepresivos (Go-
las 24 horas del día, con pérdida de las características fluc- odwin y Jamison, 1990). De hecho, es frecuente encontrar
tuaciones circadianas. en la depresión anomalías sutiles de las hormonas tiroideas,
2. La secreción anormalmente elevada durante el sue- con niveles en el límite inferior de los valores normales, con
ño, con desaparición de la inhibición de secreción caracte- alteración de las proporciones habituales entre triyodotiro-
rística de las primeras horas de sueño, y numerosos picos nina (T3) y tiroxina (T4).
nocturnos de hipersecreción sin relación con la fase REM La secreción de hormonas tiroideas —triyodo-tironina
del sueño. (T3) y tiroxina (T4)— se regula por la hormona hipofisaria
3. Respuesta inadecuada al test de supresión de la dexa- estimulante del tiroides (TSH) o tirotropina, que a su vez es
metasona. Este test fue desarrollado para facilitar el diagnós- controlada por la hormona hipotalámica liberadora de la ti-
tico de la enfermedad de Cushing, finalidad para la cual re- rotropina, o TRH. Las pruebas funcionales en la depresión
sulta suficiente la medida de cortisol por la mañana, tras una muestran una respuesta plana del TSH a la inyección de
dosis nocturna de dexametasona. El fundamento de la prue- TRH, efecto que es todavía más llamativo y consistente en
ba es el siguiente: la dexametasona, un corticoide sintético los enfermos maníacos. Las alteraciones en el eje hipotála-
de alta potencia, inhibe la secreción de cortisol por un meca- mo-hipofisotiroideo parecen estar relacionados con déficit
nismo de feedback negativo. En sujetos normales, la adminis- de la actividad serotoninérgica cerebral (Kierkegaard, 1998).
tración nocturna de 2 mg de dexametasona es capaz de su-
primir la secreción interna de cortisol durante 24-28 horas;
en algunos sujetos depresivos se produce un escape tempra- C. HORMONA DEL CRECIMIENTO
no de la supresión, con retorno de la secreción de cortisol
antes de las 24 horas. La anormalidad del test de supresión La secreción de hormona del crecimiento (GH) en 24 horas
de dexametasona en la depresión indica una disfunción bio- en el sujeto normal muestra un pico nocturno después del
lógica, con desinhibición del eje hipotálamo-hipófiso-adre- adormecimiento y antes de la aparición de la primera fase
nal. Sin embargo, son tantas las circunstancias que interfie- del sueño REM. El pico de GH está generalmente asociado
ren con este eje que la prueba arroja muchos falsos positivos al sueño delta. En los pacientes deprimidos se ha detectado
y algunos falsos negativos, por lo que su rendimiento diag- una hipersecreción diurna de la GH (Mendlewicz, 1990).
nóstico no es mucho mejor que un buen examen clínico. En Por otra parte, es interesante que niños que muestran un
base a esta prueba, la desinhibición del eje hipotálamo-hipó- estado depresivo secundario a deprivación afectiva tienen
fiso-adrenal puede clasificarse en cinco grados de intensidad: un aplanamiento de la curva de secreción de esta hormona,
con disminución neta de su producción total. La corrección
Grado 1: Elevación diurna de cortisol, con marginal ele- del estado depresivo por medidas psicosociales restaura la
vación de la secreción nocturna. Supresión de dexametasona secreción de GH a niveles normales (Sachar, 1975).
normal.
Grado 2: Elevación diurna y nocturna de la secreción de
cortisol. Prueba normal hasta las 24 horas después de la ad- V. RESUMEN DE ASPECTOS FUNDAMENTALES
ministración de la dexametasona.
Grado 3: Cortisol elevado. Escape de la supresión entre las La depresión es el resultado final de la interacción de múlti-
16 y las 24 horas tras la administración de la dexametasona. ples factores constitucionales, evolutivos, ambientales e in-
Grado 4: Escape de la supresión entre las 8 y las 16 horas terpersonales, que modifican las pautas de neurotransmisión
tras la dexametasona. entre los hemisferios cerebrales y el sistema límbico, y alte-
Grado 5: Escape de supresión en las ocho primeras horas ran de manera reversible los circuitos cerebrales de recom-
del test. pensa y castigo. El principal sustrato neuroquímico de esta
alteración es una desregulación de las monoaminas neuro-
4. Atenuación o desaparición del efecto de la edad en la transmisoras noradrenalina y serotonina, y, posiblemente,
secreción de cortisol, que disminuye en sujetos normales a también de la acetilcolina y de las endorfinas. La disfunción
partir de los 35 años, y no en los depresivos (Maes, Calabre- central de la neurotransmisión, además de su repercusión en
se, Lee y Meltzer, 1994). la conducta, origina alteraciones neurovegetativas y endo-
crinas, sobre todo en la secreción de cortisol, hormona tiroi-
dea y hormona de crecimiento. El estado depresivo influye
B. EJE TIROIDEO a su vez en las relaciones interpersonales, el entorno y las
pautas de gratificación, creando situaciones depresógenas
Desde hace tiempo se ha observado que los enfermos con con experiencias de pérdida, desvalimiento, indefensión y
hipotiroidismo son propensos a estados depresivos, mien- estrés, que influyen de nuevo negativamente en la actividad
tras que los hipertiroideos muestran hiperactividad que de los neurotransmisores, cerrando así un círculo vicioso de
312 Manual de psicopatología, vol. II
retroalimentación positiva, que tiende a mantener indefini- combinaciones, tales como sinapsis axo-axónicas o dendro-
damente el proceso. dendríticas.
Sistema límbico: Parte medial del diencéfalo que constituye el
sustrato de las pautas innatas de comportamiento relacionadas
con la afectividad. También conocido como cerebro interno
VI. TÉRMINOS CLAVE
o cerebro visceral. Íntimamente ligado con el hipotálamo.
Comprende el lóbulo cingular, la formación hipocámpica, la
Catecolaminas: Sustancias derivadas de la fenilalanina, un ami- amígdala, los cuerpos mamilares y los núcleos talámicos an-
noácido esencial que debe necesariamente ser ingerido por la terior y dorsomediano, con todas sus conexiones intermedias
dieta, y que intervienen en la neurotransmisión cerebral. Las como el fornix y el tracto mamilotalámico.
más importantes son la noradrenalina y la dopamina. La hipó-
tesis catecolaminérgica postula el déficit de catecolaminas en
la depresión.
Círculo vicioso de la depresión: Factores encadenados a través de VII. LECTURAS RECOMENDADAS
un mecanismo de retroalimentación (feedback) positivo que,
una vez establecido, tienden a automantenerse. Algunos de los Alonso Fernández, F. (1988). La depresión y su diagnóstico. Nue-
factores son biológicos, como la deplección de neurotransmiso- vo modelo clínico. Barcelona: Labor.
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Dexametasona (test de supresión): La dexametaxona es un
corticosteroide sintético de alta potencia, cuya administración
normalmente inhibe la secreción de ACTH por un mecanismo VIII. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
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supresor desaparece en ciertos enfermos depresivos con hiper- Akiskal, H. S., y McKinney, W. T. (1973). Depressive disorders:
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