Trabajo Hierbas Medicinales

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Introducción

Las plantas, son seres vivos, porque nacen, crecen, respiran, se alimentan y se
reproducen, son organismos autótrofos, porque son capaces de fabricar la
comida que necesitan utilizando la energía del Sol. Las plantas son los únicos
seres vivos que pueden producir su propio alimento, hay de diversas formas y
tamaños. Una planta medicinal es un recurso, cuya parte o extractos se
emplean como drogas en el tratamiento de alguna afección. La parte de la
planta empleada medicinalmente se conoce con el nombre de droga vegetal.
El uso de remedios de origen vegetal se remonta a la época prehistórica, y es
una de las formas más extendidas de medicina, presente en virtualmente
todas las culturas conocidas. Plantas medicinales, son todas aquellas plantas
que contienen, en alguno de sus órganos, principios activos, los cuales,
administrados en dosis suficientes, producen efectos curativos en las
enfermedades de los hombres y de los animales en general.

Sólo raramente la planta entera tiene valor medicinal; normalmente los


compuestos útiles se concentran en alguna de sus partes: hojas, semillas,
flores, cortezas y raíces se utilizan con relativa frecuencia. Los modos de
aplicación varían del mismo modo. La recolección debe realizarse cuando los
principios activos de la planta están maduros. Las flores deben cogerse recién
abiertas y secarse con papel limpio; las hojas deben recolectarse antes y
durante la floración y extenderse sobre un papel o rejilla; las plantas enteras
deben ser despojadas de las hojas marchitas y los restos de tierra; las semillas
y frutos no suelen necesitar ningún tratamiento; y las cortezas y raíces se
deben tomar de ejemplares jóvenes. La administración de las plantas
medicinales y de los productos derivados de estas debe estar acompañada de
los máximos cuidados, para garantizar el buen suceso del tratamiento.

Las plantas medicinales:


Una planta medicinal es un recurso, cuya parte o extractos se emplean como
drogas en el tratamiento de alguna afección. La parte de la planta empleada
medicinalmente se conoce con el nombre de droga vegetal, y puede
suministrarse bajo diferentes formas galénicas: cápsulas, comprimidos,
crema, decocción, elixir, infusión, jarabe, tintura, ungüento, etc. El uso de
remedios de origen vegetal se remonta a la época prehistórica, y es una de
las formas más extendidas de medicina, presente en virtualmente todas las
culturas conocidas.

La industria farmacéutica actual se ha basado en los conocimientos


tradicionales para la síntesis y elaboración de fármacos, y el proceso de
verificación científica de estas tradiciones continúa hoy en día,
descubriéndose constantemente nuevas aplicaciones.

Muchos de los fármacos empleados hoy en día —como el opio, la quinina, la


aspirina o la digital— replican sintéticamente o aíslan los principios activos de
remedios vegetales tradicionales conocidos incluso desde épocas
prehistóricas. Su origen persiste en las etimologías —como el ácido salicílico,
así llamado por extraerse de la corteza del sauce (Salix spp.) o la digital, de la
planta del mismo nombre.

Plantas medicinales, son todas aquellas plantas que contienen, en alguno de


sus órganos, principios activos, los cuales, administrados en dosis suficientes,
producen efectos curativos en las enfermedades de los hombres y de los
animales en general.

Se calcula en unas 260.000 las especies de plantas que se conocen en la


actualidad, de las que el 10% se pueden considerar medicinales, es decir, se
encuentran recogidas en los tratados médicos de fitoterapia, modernos y de
épocas pasadas, por presentar algún uso. Evidentemente, sobre todo en las
regiones ecuatoriales, la proporción de especies medicinales puede variar
sensiblemente de este porcentaje, ya que ni siquiera se conoce la totalidad
de la flora.
Elementos medicinales
En el metabolismo normal de todos los seres vivos, el organismo produce
algunas sustancias a partir de los nutrientes obtenidos del medio; algunos de
estos compuestos químicos forman parte del proceso en todas o casi todas
las especies, mientras que otros reflejan las peculiaridades de cada una de
ellas.

Entre los compuestos de la primera clase —llamados metabolitos primarios—


se cuentan los glúcidos y lípidos, aprovechados en la alimentación; los
compuestos de uso terapéutico, por el contrario, corresponden normalmente
a los metabolitos secundarios, y se obtienen sólo de organismos específicos.

Pocas veces la función que estos cumplen en medicina se corresponde con la


que cumple en el ciclo vital de la planta en cuestión; la digoxina, por ejemplo,
que se concentra en las hojas y flores de Digitalis purpurea como tóxico para
evitar su consumo por animales herbívoros, se emplea terapéuticamente
como inotrópico para los pacientes que padecen de arritmia cardíaca. Otros
compuestos usados en medicina son utilizados por la planta para atraer
agentes polinizadores.

En el metabolismo normal de todos los seres vivos, el organismo produce


algunas sustancias a partir de los nutrientes obtenidos del medio; algunos de
estos compuestos químicos forman parte del proceso en todas o casi todas
las especies, mientras que otros reflejan las peculiaridades de cada una de
ellas. Entre los compuestos de la primera clase —llamados metabolitos
primarios— se cuentan los glúcidos y lípidos, aprovechados en la
alimentación.

Recolección y formas de preparación


Extracción y empleo Sólo raramente la planta entera tiene valor medicinal;
normalmente los compuestos útiles se concentran en alguna de sus partes:
hojas, semillas, flores, cortezas y raíces se utilizan con relativa frecuencia. Los
modos de aplicación varían del mismo modo; una forma frecuente de empleo
es la infusión, en que el principio activo se disuelve en agua mediante una
cocción más o menos larga.

La tisana resultante se bebe; plantas empleadas de este modo incluyen la tila


(Tilia platyphyllos), cuyo principio activo es el eugenol, la pasionaria
(Passiflora edulis), cuyos principios activos incluyen el harmol y el harmano, o
el mismo café (Coffea arabica), cuya infusión contiene cafeína.

Otras plantas se preparan en tinturas, se comen, se inhala el humo de su


combustión, o se aplican tópicamente como emplastos o cataplasmas.

La recolección debe realizarse cuando los principios activos de la planta están


maduros. Por lo general, se debe proceder al secado de los vegetales lo más
rápido posible, de forma que no fermenten los azúcares que contienen,
aunque hay que tener en cuenta que las hierbas secas poco a poco van
perdiendo sus propiedades.

Las flores deben cogerse recién abiertas y secarse con papel limpio; las hojas
deben recolectarse antes y durante la floración y extenderse sobre un papel o
rejilla; las plantas enteras deben ser despojadas de las hojas marchitas y los
restos de tierra; las semillas y frutos no suelen necesitar ningún tratamiento;
y las cortezas y raíces se deben tomar de ejemplares jóvenes.

PREPARACIÓN Y ADMINISTRACIÓN DE LAS PLANTAS MEDICINALES


La administración de las plantas medicinales y de los productos derivados de
estas debe estar acompañada de los máximos cuidados, para garantizar el
buen suceso del tratamiento. Contrariamente a la creencia general, los
mejores resultados no siempre se obtienen con el uso de las plantas frescas o
con preparaciones caseras. El hacer extractos de plantas procesadas permite
obtener más principios activos.

Los compuestos de uso terapéutico, por el contrario, corresponden


normalmente a los metabolitos secundarios, y se obtienen sólo de
organismos específicos. Los compuestos de uso terapéutico, por el contrario,
corresponden normalmente a los metabolitos secundarios, y se obtienen sólo
de organismos específicos.

Investigación y síntesis
Mientras la medicina herbal tradicional utilizaba partes o extractos vegetales,
la necesidad de comprender con precisión el uso de los distintos
componentes, de graduar con precisión la dosis empleada y de elaborar de
manera estandarizada fármacos homogéneos han llevado a que la mayoría de
las drogas producidas por la industria farmacéutica contengan sólo el o los
principios activos.

En algunos casos, éstos aún se obtienen del procesamiento de las plantas


medicinales; en otros casos, éstos se investigan para aislar el principio activo,
y éste se sintetiza luego de manera artificial. La investigación de las
propiedades medicinales de una planta es una labor compleja, que abarca
desde los informes etnográficos de los etnólogos hasta el análisis de
laboratorio de químicos y médicos.

Terapias alternativas
La prolongada tradición de uso de productos de origen vegetal en medicina y
la reacción contemporánea contra los fármacos sintéticos han llevado a un
resurgimiento de la herbología, a veces denominado fitoterapia.

La creencia de que se trata de "medicina natural" lo ha dotado de un aura de


salubridad inmerecida; en realidad, los compuestos empleados por los
herboristas son en muchos casos los mismos que aparecen en los fármacos
industriales, sólo que mezclados con otras sustancias y en una dosis mucho
menos precisa. Los efectos secundarios provocados por los fármacos
industriales son como mínimo igualmente frecuentes en la medicina herbal, y
el riesgo de reacciones adversas o confusiones en el uso está también
presente.

La fitoterapia practicada actualmente se nutre tanto de la tradición


herborística occidental —que se remonta a griegos y romanos— como de la
tradición Ayurveda hindú y la herbolaria china; en éste último país, forma
parte de las terapias empleadas en la salud pública, junto con otras prácticas
relativamente novedosas en Occidente, como la acupuntura.

El uso de las plantas para prevenir y aliviar dolencias es también una práctica
corriente entre las poblaciones autóctonas de los Andes, donde la medicina
oficial en algunos países está rescatando las prácticas ancestrales, llevándolas
hasta los centros de salud de las aldeas y poblados de la sierra. Además de
compuestos vegetales de probada inocuidad, como los presentes en las
infusiones de consumo doméstico, esta tendencia ha llevado a la
comercialización de suplementos vegetales, cuya regulación está en muchos
países aún incompleta.

El debate acerca de si debe comercializarse libremente como material


alimentario, o por el contrario someterse a las revisiones más estrictas
aplicadas a los fármacos, está en gran medida aún abierto. En los Estados
Unidos una ley de 1994 los clasifica como suplementos nutricionales,
permitiendo su venta y consumo salvo que la FDA pueda demostrar su
carácter pernicioso.
Los peligros propios de la medicina herbal incluyen el elevado riesgo de
interacciones adversas, ya sea entre productos herbales o con fármacos
industriales, debido a la presencia y dosificación variable de numerosos
principios activos en los preparados, y la posibilidad a veces fatal de
confusión que provoca la nomenclatura inestable de los vegetales; especies o
variedades llamadas por el mismo nombre, aún si son muy próximas
botánicamente, pueden variar enormemente en la presencia y concentración
de los principios activos. En la actualidad las principales empresas de
fitoterapia cuantifican los principios activos en cada lote de planta y realizan
estrictos controles de radioactividad, pesticidas y otros contaminantes, con lo
cual se garantiza un efecto homogéneo en todos sus preparados.

Biodiversidad Muchas especies medicinales identificadas científicamente sólo


recientemente proceden de biomas amenazados. Existe una preocupación no
desdeñable entre los biólogos acerca del impacto que el crecimiento en el
consumo de especies posiblemente amenazadas produzca sobre la
supervivencia de las mismas, y el estudio del cultivo sostenible de las mismas
es una preocupación importante.

Principios activos
El estudio de los componentes de las plantas medicinales se centra en las
sustancias que ejercen una acción farmacológica sobre el ser humano o los
seres vivos en general. Los principios activos de las plantas pueden ser
sustancias simples (como alcaloides) o bien mezclas complejas (resinas,
aceites esenciales, etc.).

Los compuestos más comunes son los azúcares y heterósidos (azúcar más un
compuesto sin azúcar), que pueden ser glucósidos, galactósidos, etc. El
primer heterósido que se descubrió fue la salicina (extraído de Salix alba).
Otros componentes activos de las plantas son alcaloides, lípidos, gomas,
mucílagos, principios amargos, taninos, aceites esenciales, resinas, bálsamos,
oleorresinas, ácidos orgánicos, enzimas y vitaminas.
PROPIEDADES MEDICINALES
Los principios activos de las plantas, a los que hay que atribuir sus efectos
curativos, pueden utilizarse en el tratamiento de gran número de
enfermedades o dolencias. A continuación se dan algunos ejemplos de las
propiedades medicinales de las plantas, así como de algunas de las especies
vegetales que presentan estas propiedades:

Pectorales y antitusivas: fárfara (Tussilago farfara), amapola (Papaver rhoeas)


y malva.

Tónicas y digestivas: la salvia, el orégano, el poleo, la hierba luisa, la genciana,


la angélica o el ajenjo.

Laxantes: el acebo, el algarrobo, la cuscuta o el polipodio.

Diuréticas: el apio, el perejil, el limonero o el equiseto Equisetum telmateia.

Abortivas: corona del rey, sabina, tejo o azafrán.

Hipnóticas: majuelo, tilo, valeriana, lúpulo o naranjo.

Antireumáticas: rododendro, estramonio, espliego o judía.

Vermífugas: ontina, tomillo, nogal o tanaceto.

Vulnerarias: hipérico, vulneraria o aliso.

Conclusión
Mientras la medicina herbal tradicional utilizaba partes o extractos vegetales,
la necesidad de comprender con precisión el uso de los distintos
componentes, de graduar con precisión la dosis empleada y de elaborar de
manera estandarizada fármacos homogéneos han llevado a que la mayoría de
las drogas producidas por la industria farmacéutica contengan sólo el o los
principios activos. En algunos casos, éstos aún se obtienen del procesamiento
de las plantas medicinales; en otros casos, éstos se investigan para aislar el
principio activo, y éste se sintetiza luego de manera artificial.

Los principios activos de las plantas pueden ser sustancias simples (como
alcaloides) o bien mezclas complejas (resinas, aceites esenciales, etc.). Los
principios activos de las plantas, a los que hay que atribuir sus efectos
curativos, pueden utilizarse en el tratamiento de gran número de
enfermedades o dolencias.

El estudio de los componentes de las plantas medicinales se centra en las


sustancias que ejercen una acción farmacológica sobre el ser humano o los
seres vivos en general. Algunos ejemplos de las propiedades medicinales de
las plantas, presentan estas propiedades; Pectorales y antitusivas, Tónicas y
digestivas, Laxantes, Diuréticas, Abortivas, Hipnóticas, Antirreumáticas,
Vermífugas Y Vulnerarias.

Bibliografía
http://www.flissbis.com/aroma/

http://www.fitoterapia.net/

http://es.wikipedia.org/wiki/Planta_medicinal

http://www.slan.org.ve/publicaciones/completas/plantas_medicinales_1.asp

http://www.slan.org.ve/publicaciones/completas/plantas_medicinales_2.asp
Universidad Privada María serrana
Facultad de Medicina
Cátedra de Antropologia

Trabajo del Hierbas Medicinales

Alunos: Anna Meire Santos de Deus; Emille Serra Acaio Lobe; Khaled Serra de
Deus; Mauricio Serra Campos.

Turma: 1º A     

Profesora: Angye Cade

                                                                                                          14 de Juño de 2018

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