Irrectroactividad Isidro Fernandez
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SALA SEGUNDA
Expediente: 17696-2017-36-AAC
Departamento: Chuquisaca
I.1.Contenido de la demanda
Sostuvo que, el 1 de marzo de 2016, interpuso ante la Sala Penal del Tribunal
Supremo de Justicia, excepción de extinción de la acción penal por
prescripción de los delitos calificados en el requerimiento acusatorio
mencionado, pese a que no es culpable de los hechos que injustamente se le
atribuyen, pero considerando que desde la supuesta comisión de los delitos
que le atribuyen, transcurrieron más de veinte años, por lo que la acción penal
en cada uno de los tipos penales, está afectada de prescripción, conforme lo
disponían los arts. 101 del Código Penal (CP) y 29 del Código de
Procedimiento Penal (CPP) vigente a la fecha de la supuesta comisión de los
ilícitos, fundamentando la excepción en la imposibilidad de aplicar
retroactivamente leyes penales que fueron promulgadas con posterioridad -
como la Ley 004 de 31 de marzo de 2010-, a hechos delictivos supuestamente
cometidos entre 1991-1993, en su condición de Ministro de Planeamiento y
Coordinación, siendo las disposiciones de dicha ley perjudiciales a sus
derechos, ya que categorizan los tipos penales como delitos de corrupción,
agravan las penas e imponen el régimen de imprescriptibilidad para la acción
penal.
I.1.3. Petitorio
I.2.4. Resolución
II.1. Dentro del proceso penal seguido por el Ministerio Público a instancias
de la Comisión Especial Mixta de Investigación de la Privatización y
Capitalización caso “UCP-FOCAS” contra Samuel Jorge Doria Medina Auza
-ahora accionante- y otros por la presunta comisión de los delitos de
incumplimiento de deberes, contratos lesivos al Estado y conducta
antieconómica, previstos y sancionados en los arts. 154, 221 y 224 del CP
respectivamente, el accionante por memorial presentado el 1 de marzo de
2016 dirigido a los miembros de la Sala Penal del Tribunal Supremo de
Justicia, interpuso excepción de extinción de la acción penal por
prescripción, toda vez que el plazo para ejercer la acción penal en su contra
por los presuntos delitos que se le imputan, ha vencido superabundantemente
(fs. 15 a 32).
Bajo este razonamiento, se tiene que es imprescindible que toda resolución sea
suficientemente motivada, que exponga con claridad las razones y por
consiguiente los fundamentos legales que la sustentan, estableciendo que la
determinación adoptada respecto al agravio sufrido, deviene de una correcta y
objetiva valoración de los datos del proceso, lo que conlleva a que dichos
fallos contengan los fundamentos de hecho y derecho, para que de esa forma
las partes involucradas en el proceso tengan la certeza de que la decisión
emitida es justa.
III.3. La aplicación del principio iura novit curia en las acciones tutelares
[…] En lo que respecta a los hechos objeto del proceso, este Tribunal
considera, como lo ha hecho en otras ocasiones, que no es admisible alegar
nuevos hechos distintos de los planteados en la demanda, sin perjuicio de
exponer aquellos que permitan explicar, aclarar o desestimar los que han
sido mencionados en la demanda, o bien, responder a las pretensiones del
demandante. Además, hechos que se califican como supervinientes podrán
ser remitidos al Tribunal en cualquier estado del proceso antes del dictado de
la sentencia.
9.1. El principio general del derecho iura novit curia, que significa «el juez
conoce el derecho», es una de las columnas vertebrales de la acción de
tutela. En la medida que la tutela es un recurso judicial informal que puede
ser interpuesto por personas que desconocen el derecho, es deber del juez de
tutela, en principio, analizar el caso más allá de lo alegado por el
accionante. La manera como se ha entendido y reiterado el principio iura
novit curia en la jurisprudencia interamericana de derechos humanos, es que
en virtud de éste, «el juzgador posee la facultad e inclusive el deber de
aplicar las disposiciones jurídicas pertinentes en una causa, aún cuando las
partes no las invoquen expresamente».
9.2. Así pues, no es menester que una persona demande del juez de tutela la
aplicación del principio en cuestión, por cuanto es un mandato general y
continuo que se ha de atender en todo proceso de tutela. Ahora bien, la
jurisprudencia constitucional ha sido sensible en la aplicación de este
principio a las condiciones materiales del caso. Así, por ejemplo, se asume y
demanda del juez una actitud más oficiosa y activa en aquellos casos en los
que la tutela la invoca un sujeto de especial protección constitucional o una
persona que, por sus particulares circunstancias, ve limitado sus derechos
de defensa. De igual forma, el juez no puede desempeñar el mismo papel si el
proceso, por el contrario, es adelantado por alguien que sí cuenta con todas
las posibilidades y los medios para acceder a una buena defensa judicial’ (las
negrillas son nuestras).
POR TANTO
2° Dejar sin efecto el Auto Supremo 813/2016 de 13 de julio, emitido por
los Magistrados de la Sala Civil del Tribunal Supremo de Justicia,
debiendo los miembros de dicha Sala, pronunciar una nueva resolución
conforme a los razonamientos expresados y desarrollados en la presente
Sentencia Constitucional Plurinacional, observando concretamente la
jurisprudencia establecida en la SCP 0770/2012 de 13 de agosto.
PRESIDENTE
MAGISTRADO