Monografía
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GRUPO:
(1er año)
LIC.POLÍTICA INT. NOCTURNO
MONOGRAFÍA
ELABORADO POR:
JESUS SAMUDIO
KARIHELIS RAMOS
MELANIE MIRANDA
JADEE JARAMILLO
DONAIN CAMARENA
SILVIA GONZALES
AÑO:
2023
1
ÍNDICE
INTRODUCCIÓN....................................................................................................................2
1.Contexto Geográfico y Geológico del Volcán Barú............................................................ 3
1.2 Importancia de los estudios sísmicos en la monitorización volcánica........................... 3
1.3 Objetivo general............................................................................................................. 3
2. Métodos de estudio sísmico..................................................................................................4
2.1 Sismógrafos y Redes de Monitoreo Sísmico..................................................................4
2.1.2 Tipos de Sismógrafos Utilizados en los Estudios del Volcán Barú.............................7
2.1.3 Distribución de las Estaciones de Monitoreo Sísmico................................................ 7
2.2 Análisis de Registros Sísmicos...................................................................................... 8
2.2.1 Identificación y Clasificación de Eventos Sísmicos....................................................8
2.3 Interpretación de Datos Sísmicos................................................................................... 9
2.3.1 Relación Entre los Eventos Sísmicos y la Actividad Volcánica..................................9
2.3.2 Modelado de la Estructura Interna del Volcán Mediante Técnicas Sísmicas............ 11
3. Resultados de los Estudios Sísmicos en el Volcán Barú.................................................. 11
3.1 Patrones de Actividad Sísmica..................................................................................... 12
3.1.1 Frecuencia y Magnitud de los Eventos Sísmicos...................................................... 14
3.1.2 Variaciones Temporales y Espaciales de la Actividad Sísmica.................................15
3.2 Características de los Eventos Sísmicos Registrados...................................................16
3.2.1 Tipos de Ondas Sísmicas Observadas....................................................................... 17
3.2.2 Localización y Profundidad de los Eventos Sísmicos...............................................19
3.3 Relación entre la Actividad Sísmica y la Actividad Volcánica.................................... 19
3.3.1 Estudio de la Actividad Sísmica Asociada a Erupciones Pasadas............................ 21
3.3.2 Indicadores Sísmicos de la Inminencia de una Erupción.......................................... 21
4.Monitoreo en Tiempo Real y Alertas Tempranas.............................................................25
CONCLUSIÓN.......................................................................................................................26
REFERENCIAS..................................................................................................................... 27
2
INTRODUCCIÓN
El estudio sísmico del Volcán Barú es de vital importancia para comprender y monitorear la
actividad volcánica en esta región. Mediante el análisis de los movimientos y vibraciones
sísmicas, podemos obtener información valiosa sobre la estructura interna del volcán,
identificar zonas de mayor actividad y anticipar posibles erupciones. Este estudio nos
permitirá tomar medidas preventivas adecuadas y garantizar la seguridad de las comunidades
cercanas. En esta introducción, explicaremos los objetivos y métodos del estudio sísmico del
Volcán Barú, así como su relevancia en el contexto de la gestión de riesgos volcánicos.
El estudio sísmico del Volcán Barú es una investigación importante para entender la actividad
sísmica de la región. Esta investigación involucra a un equipo multidisciplinario de expertos
en geofísica, geología, geodesia y sismología para tratar de entender la estructura y la
actividad sísmica del volcán. Los estudios sísmicos se llevan a cabo utilizando instrumentos
de alta tecnología para capturar datos de la actividad sísmica y las ondas sísmicas que se
generan alrededor del volcán. Estos datos se analizan para obtener información acerca de la
estructura superior y profunda del volcán, así como de las actividades sísmicas que se
producen dentro de él. Esta información sobre el volcán es vital para entender el
comportamiento a largo plazo de la actividad sísmica y para la prevención de desastres.
3
Contexto Geográfico
El volcán Barú se sitúa en una ubicación estratégica en términos de su relación geográfica
con otras características naturales. Está situado en el extremo occidental de la Cordillera de
Talamanca y ofrece vistas panorámicas del océano Pacífico y el mar Caribe. Además, el
volcán está rodeado por una rica biodiversidad, ya que forma parte de la Reserva de la
Biosfera La Amistad-Pacífico.
Contexto Geológico
El volcán Barú se encuentra en la provincia de Chiriquí, que forma parte del Arco Volcánico
de América Central. Esta región es conocida por su intensa actividad volcánica y tectónica,
resultado de la interacción entre la Placa de Cocos y la Placa del Caribe. El volcán Barú es el
punto más alto de Panamá, con una altitud de aproximadamente 3,475 metros sobre el nivel
del mar.
La composición del volcán Barú es principalmente andesítica, con flujos de lava intercalados
con depósitos piroclásticos. Estos materiales indican una historia eruptiva compleja que
incluye erupciones explosivas y efusivas. Además, se han identificado estratovolcanes más
antiguos en la zona, lo que sugiere una historia volcánica más extensa en la región.
Los estudios geológicos del volcán Barú han revelado la presencia de numerosas fracturas y
fallas, que son indicativos de la actividad tectónica en la región. Estas fallas pueden servir
como vías para el ascenso del magma hacia la superficie, lo que aumenta el potencial de
erupciones volcánicas. También se ha observado la presencia de fumarolas, que son
emisiones de gases volcánicos, en las laderas del volcán Barú, lo que indica que todavía
existe actividad volcánica subterránea.
Presentar los estudios sísmicos del Volcán Barú, con los mismo llegar a comprender la
sismicidad del mismo y los puntos que son de gran importancia para los estudios de
sismicidad.
4
El método sísmico es uno de los principales métodos de estudio indirecto que nos permite
conocer cómo es el interior terrestre. Está basado en el estudio de las ondas sísmicas
producidas en terremotos o por explosiones controladas. Las ondas sísmicas se producen en
un punto llamado hipocentro y se desplazan a través de los materiales que forman la Tierra.
Cuando las ondas llegan a la superficie terrestre (epicentro) se propagan en forma
concéntrica. A medida que se alejan del hipocentro, las ondas sísmicas se atenúan.
Analizando la velocidad y trayectoria de las ondas podemos conocer la composición química,
estado físico y estructura de los materiales que componen las partes internas de nuestro
planeta.
Por su parte los sismógrafos son equipos conformados por un instrumento que detecta el
movimiento del terreno debido a un sismo (sismómetro), y por un sistema que realiza el
registro del mismo en función continua del tiempo. Esta invención se da recién a fines del
siglo XIX.
Sismógrafo Mecánico
Un movimiento del terreno hacia arriba generará el desplazamiento de la base junto con el
tambor en la misma dirección; por el principio de inercia la pesa permanecerá en su posición
original y registrará el movimiento sobre la banda de papel hacia abajo.
En este caso, el movimiento relativo entre la masa (pesa) y la base se ve registrado en la traza
obtenida sobre el tambor, proporcionando una medida del movimiento vertical de la tierra.
El movimiento vertical del suelo, detectado durante el paso de una onda sísmica, es
transmitido directamente a la carcasa, pero no así a la masa ni a la pluma debido al principio
de inercia, esto hace que se mantengan estacionarios ante el movimiento de la carcasa.
Posteriormente cuando la masa salga del reposo, tenderá a oscilar. Esta posterior oscilación
del péndulo no refleja el verdadero movimiento del terreno, por lo que resulta necesario
amortiguarla.
El instrumento hasta aquí descrito mide la componente vertical del movimiento del suelo y se
conoce como sismógrafo de la componente vertical, y el papel donde se imprime la traza del
movimiento se conoce como sismograma.
5
Red sismológica
El objetivo de cada una de las estaciones de una red sismológica es registrar y almacenar
datos sobre la actividad sísmica. Esto se hace sobre todo a través de instrumentos de alta
precisión: el sismómetro y el acelerómetro.
Sismómetro
Las medidas que arrojan los sismómetros se expresan en una escala de medición llamada
“magnitud de Richter”. Se trata de una escala logarítmica: cada unidad de onda sísmica es
diez veces más fuerte que la anterior. Una red sismológica basa su efectividad en el uso de
dispositivos como el sismómetro y el acelerómetro.
Por ejemplo, si un sismómetro indica un terremoto 5 en la escala de Richter, se trata de uno
diez veces más fuerte que uno 4 en la misma escala.
Acelerómetro
GNSS son las siglas en inglés del sistema global de navegación por satélite (Global
Navigation Satellite System). Es una forma de vigilancia sísmica en la que se comparte
información mediante un grupo de satélites. Se trata de un sistema de posicionamiento que
detecta desplazamientos del terreno a una escala temporal y espacial muy amplia. Con ello se
detectan ondas sísmicas de grandes terremotos y se alerta sobre ellas en tiempo real.
Digitalizadores
Otro de los elementos esenciales para una estación sismológica son los receptores de campo
compactos o digitalizadores. Se trata de sensores muy ligeros que se ubican sobre el terreno
para la alerta temprana.
Estos dispositivos pueden registrar, almacenar y analizar los datos que reciben del terreno. Y,
dado el caso, pueden comunicar la inminencia de una onda sísmica mayor.
B. Ancha. Banda ancha: Los sismómetros de banda ancha son instrumentos diseñados para
medir la velocidad del suelo en un variado rango de frecuencias (desde mili-Hertz hasta
7
varios cientos de segundos). Debido a que se trata de instrumentos muy sensibles son capaces
de medir eventos muy pequeños, por lo tanto una red compuesta por este tipo de sensores
permite estudiar la distribución y evolución espacio-temporal de la sismicidad.
Fig.1
Estos se dan de diferentes maneras dentro de los cuales podríamos detectar dos tipos La
detección de eventos: El primer paso es detectar los eventos sísmicos en los datos registrados.
Esto se realiza mediante el análisis de las señales sísmicas para identificar las perturbaciones
que superen ciertos umbrales de amplitud o duración. Las estaciones de monitoreo sísmico
suelen utilizar algoritmos de detección automática para identificar automáticamente los
eventos. y finalmente la localización: Una vez que se detectan los eventos sísmicos, se
procede a determinar su ubicación espacial. Esto se logra utilizando métodos de localización,
que implican el análisis de las diferencias en los tiempos de llegada de las ondas sísmicas en
diferentes estaciones de monitoreo. Estos cálculos permiten estimar la ubicación aproximada
del evento sísmico en tres dimensiones.
Patrones de actividad sísmica: Al observar los patrones de actividad sísmica a lo largo del
tiempo, los vulcanólogos pueden identificar cambios o tendencias significativas. Estos
patrones pueden incluir la ocurrencia de enjambres sísmicos, aumento o disminución de la
9
sismicidad, episodios de tremor, entre otros. Estos patrones aportan información crucial sobre
la evolución del sistema volcánico y pueden ser indicativos de posibles cambios en la
actividad volcánica.
Características de las ondas sísmicas: El análisis de las características de las ondas sísmicas,
como la amplitud, la frecuencia y la duración, proporciona información sobre las propiedades
del medio a través del cual se propagan las ondas. Esto puede revelar características de las
estructuras geológicas, como la presencia de fracturas, cavidades o magma, que pueden ser
indicativos de la actividad volcánica.
Los eventos sísmicos están estrechamente relacionados con la actividad volcánica y pueden
proporcionar información valiosa sobre los procesos que ocurren dentro de un volcán. Los
eventos sísmicos pueden ser generados por el movimiento de magma dentro del sistema
volcánico.
10
El análisis detallado de las ondas sísmicas generadas por eventos sísmicos y explosiones
controladas proporciona información sobre la estructura interna del volcán. Por ejemplo, el
análisis de la amplitud y la forma de las ondas sísmicas puede indicar cambios en la
velocidad de propagación y la densidad de los materiales subsuperficiales. Esto permite
inferir la presencia de capas de diferente composición y la existencia de estructuras, como
conductos volcánicos, diques o chimeneas. La reflectividad sísmica es una técnica que se
basa en la detección y análisis de las ondas sísmicas reflejadas en las interfaces entre
diferentes materiales subsuperficiales. Al registrar las amplitudes y tiempos de llegada de
estas ondas reflejadas, es posible inferir la ubicación y la geometría de las estructuras internas
del volcán. Esto incluye la identificación de límites entre diferentes capas, cámaras
magmáticas y otras características relevantes. Además de las técnicas sísmicas directas, el
modelado numérico se utiliza para simular y predecir el comportamiento de las ondas
sísmicas en diferentes escenarios. Esto implica la construcción de modelos computacionales
que representan la estructura interna del volcán y la propagación de las ondas sísmicas a
través de ellos. Estos modelos se calibran y validan utilizando datos sísmicos reales y pueden
proporcionar información más detallada sobre las características y la respuesta sísmica del
volcán
Una investigación realizada con terremotos locales en un periodo 2011-2015, usamos las
primeras ondas que produce un sismo, las cuales son conocidas como ondas p, éstas son
comparadas con los tiempos que tienen las estaciones sísmicas ubicadas en diferentes lugares
dentro del cuadrante de estudio, los cuales abarcan desde los 8° y 9° de latitud norte y los 82°
y 83° de longitud oeste-Provincia de Chiriquí.
Este cuadrante encierra desde Punta Burica hasta la frontera con Bocas del Toro, queriendo
12
● Anomalías positivas que confirman los trabajos realizados por el Dr. Eduardo
Camacho, que refleja la subducción de la Zona de Fractura de Panamá bajo la
Microplaca de Panamá, entrando por Punta Burica.
● Anomalías negativas bajo la estructura del volcán Barú, que pueden interpretarse
como una posible cámara magmática a apenas 2 km de profundidad.
Estas anomalías negativas conllevan a seguir estudiando y monitoreando los sismos que
puedan darse en las tierras altas Chiricanas, para descartar o confirmar movimientos
relacionados a las actividades volcánicas en un futuro.
Los estudios sísmicos en el Volcán Barú, ubicado en Panamá, se han llevado a cabo con el
objetivo de comprender la actividad volcánica y evaluar los posibles riesgos asociados. Los
resultados de estos estudios pueden variar según los períodos de tiempo y los enfoques de
investigación utilizados. Algunos posibles resultados que podrían derivarse de los estudios
sísmicos en el Volcán Barú incluyen:
El procesamiento de las señales sísmicas se ejecutó mediante el uso del paquete de análisis
sísmico SEISAN (Haskov y Ottemoller, 1999), que contiene un conjunto de módulos que
permiten el análisis de múltiples señales digitales de eventos sísmicos a distancias locales,
regionales o telesísmicas, y permite determinar la magnitud, el momento sísmico, hipocentro,
mecanismos focales entre otros parámetros de los sismos. Una vez obtenidos los
sismogramas para todos los eventos registrados por la red, se observaron los sismogramas de
cada estación que captó un evento, como se muestra en la Fig. 4, y se determinó visualmente
si el evento captado fue de origen sísmico o no, a partir de la apariencia de la señal y con
llegadas claras de las ondas P y las ondas S.
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Fig. 4. Formas de onda de un sismo para todas las estaciones como se observa en
SEISAN.
La frecuencia y magnitud de los eventos sísmicos en Panamá y la región varían según varios
factores, incluyendo la ubicación geográfica y la actividad tectónica de la zona. Panamá se
encuentra en una región sísmicamente activa debido a su ubicación en la zona de
convergencia entre las placas tectónicas de Nazca y Cocos con la placa del Caribe.
Fig.5. Principales fallas activas de Chiriquí, Suroeste de Panamá (adaptado de Cowan et al.,
1998) en donde se muestran la Zona de Falla Longitudinal (1), Zona de Falla Boca Chica (2),
Zona de Falla de las Paridas (3), Zona de Fractura de Panamá (4), Falla Media (5), Falla
Canoas (6). (IGC. 2016).
Los eventos sísmicos de mayor magnitud, que pueden ser sentidos por las personas y causar
daños en estructuras, son menos frecuentes. En la región de América Central, se han
registrado terremotos históricos significativos, como el terremoto de Panamá de 1991
(magnitud 7.8), el terremoto de Costa Rica de 1991 (magnitud 7.7) y el terremoto de
Guatemala de 1976 (magnitud 7.5), entre otros.
Fig. 6. Formas de onda de un sismo para todas las estaciones como se observan en
SEISAN.
zonas específicas, como la Fosa de Panamá y la Fosa de Costa Rica, y pueden tener una
variabilidad temporal en cuanto a su frecuencia e intensidad.
Actividad volcánica: La región de América Central cuenta con una serie de volcanes activos,
y la actividad volcánica también puede generar eventos sísmicos. La actividad sísmica
volcánica puede variar según el volcán y su estado de actividad. Durante períodos de mayor
actividad volcánica, como erupciones o intrusiones magmáticas, la actividad sísmica puede
aumentar en la zona volcánica correspondiente.
En Panamá, se han registrado eventos sísmicos de importancia histórica que han tenido un
impacto significativo en el país. Son muchas de las cuales podría resaltar las siguientes:
Magnitud: Los eventos sísmicos de mayor importancia en Panamá han tenido magnitudes
considerables. Por ejemplo, el terremoto de Panamá de 1991 tuvo una magnitud de 7.8 en la
escala de magnitud de momento (Mw), lo que lo convierte en uno de los terremotos más
grandes registrados en la historia del país.
significativo en las áreas afectadas. Pueden generar una amplia propagación de ondas
sísmicas que se sienten en un área extensa y causan daños en estructuras. Dependiendo de la
distancia al epicentro y la intensidad del terremoto, los efectos pueden variar, desde daños
leves hasta daños graves en edificios y estructuras.
Réplicas: Después de un evento sísmico importante, es común que ocurran réplicas, que son
eventos sísmicos de menor magnitud que ocurren en la misma región y período de tiempo
posterior al evento principal. Estas réplicas pueden continuar durante un período de tiempo
variable y pueden generar estrés adicional en las estructuras afectadas.
En Panamá, al igual que en cualquier otra región sísmicamente activa, se pueden observar
diferentes tipos de ondas sísmicas generadas por los eventos sísmicos. Estos tipos de ondas
sísmicas se dividen en dos categorías principales: ondas primarias (P) y ondas secundarias
(S).
Algunos de los sismos observados en las cercanías del volcán Barú podrían ser de origen
volcánico. Sagel (2015) sugiere, a partir de una tomografía sísmica, que la cámara magmática
del volcán Barú está situada al noroeste de este.
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Ondas Primarias (P): Las ondas P, también conocidas como ondas de compresión o ondas
longitudinales, son las primeras en llegar a un punto de observación después de un terremoto.
Son ondas de presión que se propagan a través de los materiales sólidos, líquidos y gaseosos.
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Las ondas P son capaces de viajar a través de todo tipo de materiales, ya que causan un
estiramiento y compresión del material en la dirección de propagación de la onda. Estas
ondas se caracterizan por su velocidad relativamente alta y pueden causar una sacudida de ida
y vuelta en el suelo.
Ondas Secundarias (S): Las ondas S, también conocidas como ondas de corte o ondas
transversales, llegan al punto de observación después de las ondas P. Estas ondas se propagan
perpendicularmente a la dirección de propagación y causan un movimiento de corte en el
suelo. A diferencia de las ondas P, las ondas S no pueden viajar a través de medios líquidos o
gaseosos. Tienen una velocidad menor que las ondas P y su movimiento produce una
sensación de balanceo o vibración lateral.
En general, los eventos sísmicos en Panamá pueden tener lugar en dos contextos principales:
Fallas geológicas locales: Panamá también está atravesado por varias fallas geológicas
locales que pueden generar eventos sísmicos. Estos eventos pueden tener lugar a diferentes
profundidades, dependiendo de la ubicación y la geometría de la falla específica. Algunos
eventos sísmicos locales pueden ocurrir a profundidades menos profundas, en el rango de
varios kilómetros, mientras que otros pueden tener lugar a profundidades mayores.
Sismicidad volcánica: Los volcanes activos exhiben una actividad sísmica característica,
conocida como sismicidad volcánica. Esta actividad sísmica se debe principalmente a la
interacción entre el magma y las estructuras rocosas circundantes. Los movimientos del
magma, la intrusión magmática, la expansión y la liberación de gases pueden generar eventos
sísmicos de diversas magnitudes y frecuencias. La sismicidad volcánica es monitoreada para
comprender el comportamiento interno del volcán y evaluar el riesgo volcánico.
causadas por el movimiento del magma y los gases en el sistema volcánico. El tremor
volcánico se detecta mediante instrumentos sísmicos y su análisis proporciona información
sobre la dinámica interna del volcán, como la inyección y extracción de magma, así como la
liberación de gases volcánicos.
Fig. 8. Relación de los mecanismos focales de los sismos con las principales fallas
activas de la región occidental de Chiriquí, Panamá. Como se observa en la Fig. 8 la
mayoría de los mecanismos resultantes están relacionados con las principales fallas
activas cartografiadas al suroeste de la Provincia de Chiriquí.
21
Fig 9. Esquema que muestra los eventos peligrosos asociados a un volcán similar al Barú.
Algunos eventos, tales como deslizamientos de tierra y lahares (avalanchas de desechos),
pueden ocurrir incluso cuando el volcán no está en erupción. Superpuesto al cuadro se
aprecia la clasificación de los tipos de magmas en base al contenido de sílice.
Fig 11. Depósitos de flujo piroclásticos, Volcán Barú. A, Depósito gruesos próximos al pie de
la cima del domo, 4.3 km al oeste de la cumbre. El material en exposición es de unos 10 m de
altura. Grandes bloques de andesita y dacitas son densos en hornblenda. B, Flujo de
piroclásticos de grano fino depositados en cantera ubicada a 10 km al oeste - suroeste de la
cumbre, cerca de la población de Volcán. El material expuesto es de unos 6 metros de altura.
El color gris rojizo pálido característico se debe a la oxidación de los minerales de hierro,
durante el enfriamiento. Grandes bloques masivos están ausentes debido a la distancia de
transporte, y los depósitos a esta distancia son levemente de pómez. La banda de color más
clara (t), cerca de la parte superior, es un depósito de caída de tefra, que se encuentra entre
paleosuelos color gris oscuro. La secuencia está cubierta por otro depósito delgado de flujo
piroclástico.antiguo escarpe de la avalancha ha dirigido estos flujos de lava hacia el oeste, la
depresión entre el escarpe y la cumbre hoy día está prácticamente rellena. Si la depresión
llegará a rellenarse totalmente, los futuros flujos de lava podrían descender, por las cuestas
escarpadas del este del volcán, hacia la población de Boquete. Con pocas excepciones, el área
de mayor amenaza por flujos de lava del Volcán Barú, en un radio de 5 km, está deshabitada.
Probablemente el acceso a esta área sería cerrado durante futuras erupciones debido al alto
24
Flujos de Lava
Si el magma se desgasifica lo suficientemente antes de alcanzar la superficie de la Tierra, el
volcán puede entrar en erupción pasiva y formar flujos de lava. Los flujos de lava que se han
formado en el Volcán Barú son extremadamente viscosos, en bloques, y de lento movimiento.
Comúnmente tales flujos de lava avanzan pendiente abajo como corrientes de rocas y cantos
rodados de decenas de metros de espesor, se mueven a razón de metros hasta algunas decenas
de metros por día. Los flujos de lava pueden ser extremadamente destructivos pero no son
típicamente peligrosos para la vida, porque la gente puede caminar bastante rápido para
escapar. Los flujos de lava en las cuestas superiores escarpadas del Barú, sin embargo,
presentan algunos peligros locales porque son inestables; desde boca del volcán podría
formarse una avalancha de flujos de bloques calientes y ceniza frente a los cuales hay poca
oportunidad de escapar
.
Gases Volcánicos
Todos los magmas liberan gases durante y entre erupciones. Los gases volcánicos incluyen
vapor de agua, dióxido de carbono, dióxido de azufre, y cierta cantidad de trazas de otros
gases. Los gases se disipan rápidamente con el viento en el respiradero pero son
potencialmente tóxicos a pocos kilómetros del conducto. Los gases pueden causar daño a ojos
y pulmones. En depresiones cerradas, los gases que son más densos que el aire, como el
dióxido de carbono, pueden acumularse y causar asfixia. Los peligros más grandes
provenientes de la emisión de gases volcánicos durante la próxima erupción del Volcán Barú
estarán en un radio de 1 a 2 km de la cima del domo o en la fosa ubicada al este. En estas
áreas deshabitadas probablemente el acceso sería cerrado durante las erupciones futuras,
debido a que la mayor amenaza de varios fenómenos volcánicos está allí.
Lahares
Lahares, también llamados flujos de lodo volcánico y los flujos de escombros, es una masa
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del lodo, de roca, y de agua que es parecida y se comporta como concreto fluido. Ocurren
cuando el agua moviliza grandes volúmenes de lodo flojo, de roca, y detritos volcánicos.
Estos también se forman cuando los deslizamientos y las avalanchas contienen o incorporan
bastante agua para llegar a ser fluidos, un suceso bastante común.
En el Volcán Barú son muchas las quebradas que inciden en los empinados lados del cañón,
por lo que los daños causados por lahar atrapados dentro de los mismos se limitará al propio
cañón. El mayor de los lahares puede extenderse a las zonas de pendiente media de altura en
la llanura de La Concepción en el Río Caldera, en donde los cañones se amplían y disminuye
el relieve topográfico. En esta área los grandes lahares pueden propagarse hacia todas partes.
Las futuras erupciones en el Volcán Barú serían precedidas por actividad premonitoria como
terremotos someros, deformación de la estructura, aumento de las emisiones de gases, o
explosiones de vapor. El magma ascendente provocaría sismos superficiales por debajo del
edificio durante días a semanas antes de una erupción. La deformación del edificio volcánico,
en la zona que rodea el sitio de una futura abertura, comúnmente precede a las erupciones.
Los cambios en la composición, la temperatura, o el volumen de gases volcánicos que
emanan de la zona de pasadas fumarolas en las fosas cerca de la cumbre también podrían
indicar la inminencia de una erupción. Las explosiones de vapor son comunes cuando el
magma se acerca a la superficie. Cuando cualquiera de estos eventos son detectados, los
organismos para manejo de emergencia necesitan aumentar el nivel de vigilancia e informar a
las personas potencialmente en riesgo. Una red sísmica, bien mantenida, que conste de por lo
menos tres estaciones sigue siendo la mejor inversión para la vigilancia de un volcán, pero
otros tipos de vigilancia pueden ser útiles una vez que comience la actividad.
26
CONCLUSIÓN
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