Hombres
Hombres
Hombres
Enoc
Noé
Abrahán
José
(Papá
de
Jesús)
José el
soñador
Job
El niño
Samuel
Elias
David
Jonas
Pedro
Abel Génesis 4:1-16 Cuando Adán y Eva pecaron, fueron
expulsados del paraíso a causa de su desobediencia con Dios.
Empezar a vivir fue muy duro, todo era diferente, para sobrevivir
necesitaban trabajar con sacrificio la tierra y protegerse de
animales feroces y del clima. Ellos tuvieron hijos y los primeros se
llamaron Caín y Abel.
Caín cuando creció fue un agricultor y Abel se hizo pastor de ovejas. Pero a medida
que pasaba el tiempo Caín empezó a despreciar a su hermano por celos, El
consideraba que ser pastor de ovejas era poca cosa y cada vez que podía delante de
todos y hasta de su padre, subestimaba a su hermano. Se quejaba de lo sacrificado
que era ser agricultor y vivía siempre amargado. Hubo un día en que estaban
cenando y Caín no quiso que su hermano comiera, al ver la preocupación de sus
padres por Abel, enojado se levantó y se retiró entristeciendo a todos por tan mala
actitud contra su hermano.
Un día los hermanos fueron con su padre Adán a entregar cada uno su ofrenda a
Dios, después de terminada la oración, Dios mostró que la ofrenda de Caín no le era
agradable, e hizo muy evidente que la ofrenda de Abel si era aceptada. Esto
enfureció más a Caín contra su hermano. Su Padre le advirtió que debía sacar todo
rencor de su corazón para ser grato ante los ojos de Dios.
Una mañana estaban juntos los hermanos, y se puso a discutir con su hermano
aparentemente sin ningún motivo. Abel no entendía la rabia que su hermano le
demostraba, es allí donde Caín descargo toda su ira contra Abel al punto de quitarle
la vida. Cuando sus padres se dieron cuenta no le quedó más que huir, de pronto se
le presento una voz que venía del cielo y le dijo:
-¿Dónde está tu hermano?, era Dios quien preguntaba.
Enoc CUANDO empezó a haber más gente en la Tierra, la mayoría hicieron cosas
malas como Caín. Pero un hombre fue diferente. El nombre de
éste era Enoc. Él era un hombre valiente. La gente que estaba
viviendo alrededor de él era gente mala, pero él seguía sirviendo
a Dios.¿Sabes por qué aquella gente cometía tantas cosas malas?
Piensa en esto: ¿Quién hizo que Adán y Eva desobedecieran a
Dios y comieran del fruto que Dios les prohibió? Un ángel malo. La
Biblia lo llama Satanás. Y él trata de hacernos malos a todos.
Un día Jehová Dios hizo que Enoc dijera a la gente algo que ellos no querían oír. Fue
esto: ‘Un día Dios va a destruir a todos los malos.’ Esto quizás enojó mucho a la
gente. Quizás trataron de matar a Enoc. Por eso, Enoc tenía que ser un hombre muy
valiente para que dijera a la gente lo que Dios iba a hacer.
Dios no dejó que Enoc viviera por mucho tiempo entre aquellos malos. Solo vivió
365 años. ¿Por qué decimos “solo 365”? Porque en aquellos tiempos los hombres
eran mucho más fuertes que ahora y vivían más. ¡Sí; Matusalén el hijo de Enoc vivió
969 años!
Pues bien, después de la muerte de Enoc, la gente se hizo peor. La Biblia dice que
‘todo lo que ellos pensaban era malo siempre,’ y ‘la Tierra llegó a estar llena de
violencia.’
¿Sabes una de las razones por las cuales hubo tantas y tantas dificultades en
aquellos días? Fue que Satanás tuvo una nueva manera de llevar a la gente a lo
malo. Veamos qué fue eso.
Génesis 5:21-24, 27; 6:5; Hebreos 11:5; Judas 14, 15.
Noé Hace miles de años, mucho después de que Adán y Eva llegasen a la
Tierra, los hombres y mujeres se habían vuelto malos y egoístas. Decían
mentiras y robaban. Dios, al ver esto, decidió limpiar el planeta de toda
aquella maldad para que la vida volviese a comenzar.
De entre todas las personas, solo vio a un hombre justo y bueno. Era Noé y una
noche Dios le habló en sueños. Le dijo que iba a mandar un diluvio a la Tierra para borrar toda
señal de vida pero que él y tu familia podrían salvarse. Para ello, le pidió que construyera un arca
enorme para meter a una pareja de cada animal que existía en la Tierra. Estando en la barca, en
esa arca que Noé tuvo que construir con sus propias manos, podrían sobrevivir cuando llegase el
diluvio.
Cuando Noé empezó a construir el arca, con ayuda de sus hijos, la gente se burlaba de ellos y les
decían que no hacía falta porque llevaban años sin lluvia. Él les decía que se acercaba un diluvio
inmenso, pero nadie le creía, pensaban que estaba loco. El día previsto, Noé abrió las puertas de
su arca de par en par. De todos los rincones del mundo, empezaron a llegar animales, tanto
machos como hembras. De todos los tamaños y colores.
Cuando estuvieron todos en el barco, Noé subió también a su familia. Al momento empezó a
llover. El dilEl Arca de Noéuvio duró cuarenta días y cuarenta noches. El agua cubrió ciudades,
pueblos y montañas. Cuando el diluvio terminó, Noé soltó una paloma blanca para que explorase
el lugar al que habían llegado. Las aguas bajaron y la paloma volvió con una rama de laurel en su
pico. Era una señal de que se podían bajar del arca con seguridad. Los animales salieron en tropel
y repoblaron la Tierra. Noé y su familia encendieron una hoguera para dar las gracias y al
momento, como agradecimiento, apareció un arco iris en el cielo.
José papa de Jesús: de Nazaret (en hebreo )יוסף הקדושfue, según la tradición
cristiana, el esposo de María, quien era la madre de Jesús y, por tanto, padre
putativo de Jesús. Tanto su vida y sus ancestros familiares se describen en el Nuevo
Testamento de la Biblia.
Según el Evangelio de Mateo, era de oficio artesano (en el original griego, «τεχτων»;
Mateo 13:55a), lo que ya en los primeros siglos del cristianismo se concretó en carpintero,
profesión que habría enseñado a su hijo, de quien igualmente se indica que era "artesano"
(Marcos 6:3a). Era de condición humilde, aunque las genealogías de Mateo 1:1-172 y Lucas 3:23-
383 lo presentan como perteneciente a la estirpe del rey David. Se desconoce la fecha de su
muerte, aunque se acepta que José de Nazaret murió cuando Jesucristo tenía ya más de 12 años,
pero antes del inicio de su predicación. En efecto, el Evangelio de Lucas menciona a «los padres»
de Jesús cuando este ya cuenta con 12 años (Lucas 2:41-504), pero no se menciona a José de
Nazaret en los evangelios sinópticos durante el ministerio público de Jesús, por lo que se presume
que murió antes de que este tuviera lugar. Las Escrituras señalan a José como «justo» (Mateo
1:195), que implica su fidelidad a la Torá y su santidad.