Barrán y Nahum (1981)

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08 Historia del Uruguay - Materias Comunes

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SECCION 1
A LA BUSQUEDA DE UNA DEFINICION
DEL REFORMISMO

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Capítulo I
El Reformismo y sus aliados

1 — Caracterización

El elenco político que gobernó al país entre 1903 y 1915, dominado


por la personalidad de José Badle y Ordóñez, cuestionó el orden eco-
nómico y social del Uruguay del novecientos. Ese orden se basaba en el
respeto a la propiedad privada, que englobaba al latifundio en la cam-
paña; la creencia en que el "progreso" del país radicaba en el 'creci-
miento hacia afuera" mediante la explotación de sus ventajas natura-
les, lo que conducía a la valoración de la ganadería como destino mani-
fiesto y al respeto del carácter sacrosanto de las inversiones británicas;
y, por fin, la creencia en que la marcha de la sociedad sería armoniosa
si el Estado no interviniera para proteger a los "débiles" frente a los
"fuertes", ya que la "debilidad" de ciertos grupos sociales sólo era una
condición transitoria de sus integrantes. Cada uno de estos supuestos
fue puesto en duda por la dirigencia- política mencionada.
El movimiento obrero organizado por anarquistas y socialistas en
Montevideo lanzó, por cierto, un grito de guerra total contra el orden
vigente. Las voces de protesta del elenco político eran menos airadas
que las obreras, pero las "clases conservadoras" sabían que tenían otra
fuerza ya, que partían del gobierno, es decir, de la forma más visible del
poder en ese Uruguay todavía decimonónico.
Fue ese elenco político del novecientos el protagonista de lo que
de ahora en adelante denominaremos "reformismo", es decir, la ten-
dencia a promover el cambio más o menos radical de los modelos eco-
nómicos, sociales y mentales dominantes, sin recurrir a la violencia.
Preferimos usar el término "reformismo" en lugar del habitual - bar-
Ilismo- por varias razones.
En primer lugar, en todo el período a estudio (1903-1916) y más
todavía en el que se analiza en este tomo (1903-1910), el batllismo no

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era aún un partido político organizado, con autoridades, lema y programa; económico-sociales por Lloyd George (1906-1914); en Francia, la 'Re-
tampoco, a no ser en los años finales (1914-16), un movimiento de pública Radical" y su anticlecicalismo apasionado (1899-1910); en los
masas. Estados Unidos, el "progresismo" dé Teodoro Roosevelt (1901-1909) y
Los contemporáneos a veces llamaron "batIlistas" a los seguidores la "misión moral" de Woodrow Wilson (1913-1921), en su lucha por
del Presidente Baffle y Ordóñez en su primer período y a. los que desea- disciplinar a los "grandes negocios", crearon una atmósfera mundial de
ban su retorno en 1911, pero en el mismo y estrecho sentido persona- renovación y cambio dentro de la cual se inscribían watt() el radicalismo
lista que asumía el término cuando cada Presidente durante su período argentino de Hipólito Irigoyen como el batliismo, nuestro "reformismo";
aglutinaba adhesiones y fidelidades, que se debían tanto a sus dotes de todos, sin embargo, con sus peculiaridades y hasta hondas divergencias.
caudillo popular como al prestigio y la fuerza que emanaban del puesto
ocupado. Así hubo un "herrerismo" bajo Julio Herrera y Obes y hasta 2 — La naturaleza política del reformismo
un "cuestismo" bajo la figura bien poco carismática, por cierto, de Juan
Lindolfo Cuestas. Fue en este limitadísimo sentido que llegó a auto- Podrá parecer extraño que el reformismo cuestionara al orden es-
calificarse en 1910 como "batIlista in partibus", José Irureta Goyena, tablecido aesde el poder. En la tercera parte del Tomo I de esta obra
el líder de los grandes estancieros. No podernos, en consecuencia, acep- hemos pretendido explicar la originalidad del sistema político uruguayo
tar una denominación que en este período se presta a peligrosas con- que facilitó la aparente anomalía. El elenco dirigente político pudo desli-
fusiones y sobre todo a evocar equivocadamente un futuro (1914-16 a garse de la presión de las clases altas del país por su control casi mono-
1929) en que efectivamente el término "batllista" designaba no sólo polleo del aparato gubernamental, lo que le permitió gozar de autonomía
la fidelidad a un líder, sino también a un programa radical de cambios financiera y una seguridad en el usufructo de su posición privilegiada
instrumentado por un partido bien diferenciado dentro del Coloradismo. que ni siquiera los ricos terratenientes, vapuleados por las guerras civiles
En segundo lugar, los que vivieron y escribieron en 1905 ó 1910, del siglo XIX, habían logrado obtener.
utilizaron por lo general el término "reformista" para designar a la co- En realidad, no era la primera vez que el elenco político discutía
rriente que luego se denominar'á "batllista". En los documentos analiza- los supuestos del modelo. Como hemos estudiado en otro lugar (1) , la
dos, mensajes presidenciales, ministeriales, discursos parlamentarios y edi- generación de políticos "civilistas" que sucedió al santisrno en noviembre
toriales periodísticos, los seguidores de Batlle se llamaron a sí mismos de 1886 y alcanzó su predominio bajo la presidencia de Julio Herrera
"reformistas" o 'reformadores". pretendiendo -xpresar con ello la esen- y Obes (1890-94), fue la que preparó el terreno a los reformistas del
cia misma de su nueva fe: el uso del aparato estatal para la promoción novecientos. No es casual, por cierto, que el líder de la reforma, Baffle
de una economía que nos tornara "independientes", de una sociedad que y Ordóñez, iniciara su carrera consustanciado con esa generación y sus
fuera "justa", de una cultura científica que nos liberara de "la esclavitud problemas. De ellos, los más acuciantes eran: recuperar el gobierno de
de la ignorancia", todo ello dentro del respeto por el "estado de dere- manos de la poderosa alianza clases conservadoras-militares, en auge bajo
cho" y sus reglas de juego, lo que impedía el recurso a la violencia re- Lorenzo Latorre, y salvar a la nación de la más peligrosa de sus crisis
volucionaria y a la vez identificaba al reformismo con la defensa de los económicas, la de 1890.
derechos individuales, herencia que la mayoría de sus dirigentes no El gobierno de Lorenzo Latorre (1876-80) hizo sentir al elenco
podía olvidar por haberse formado al calor de la lucha contra el santismo. político ya casi profesionalizado el peligro del desplazamiento. La ideo-
En tercer lugar, el uso del término "reformismo" nos permite ubicar logía liberal radical que habían ostentado esos políticos bajo el "princi-
al batIlismo como una más de las muchas corrientes políticas europeas y pismo" les había hecho olvidar que las clases altas del Uruguay apetecían
amencanas que buscaron en las primeras décadas del siglo XX eliminar más el orden que el respeto a la Constitución.
131 aristas más crudas del "capitalismo salvaje" y resucita' el viejo anhelo Latorre les demostró que el mantenimiento del orden era el su-
de 1789 por una sociedad ideal, sin recurrir, empero, a los mismos rné- puesto para cualquier tipo de entendimiento o compromiso con las clases
I:od altas. Esa lección no la olvidarían. Recuperado el control del gobierno
En Gran Bretaña', el Partido Liberal rejuvenecido en sus postulados en 1886, el equipo dirigente político colorado se identificó con la de-
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su paz, por cuanto cían su deuda con los viejos "pensadores'', casi todos colorados, del No-
tensa de la paz interna, una paz que también era venta. El diputado José Pedro Massera sostuvo en 1910, al fundamentar
significaba
su perpetuación en el poder mediante la "influencia directriz"
fraudulentas. un completísimo proyecto de ley que resumía las ideas reformistas en
y las elecciones materia de tierras que "...nadie (fue) más elocuente sobre esta cuestión
Pero la crisis económica de 1890, visible desde antes, tuvo un efecto
diametralmente opuesto al anotado puesto que desunió los intereses, que que vuestro gran estadista Andrés Lamas, ardiente propagandista en los
se creían tan bien ligados, del elenco político y las clases altas. La crisis países de Sud América de la genial enfiteusis ile Rivadavia". Luego citó
-

revelo .z l elenco político los "vicios" de la estructura económica y social esta frase de Lamas que coincidía textualmente con la campaña anti-
del Uruguay, acentuando las dudas acerca de lo que se podía haber de- latifundista y antiganadera de los diarios reformistas de 1905 a 1910:
nominado nuestro destino manifiesto: el modelo de "progreso" basado "La tierra entregada al pastoreo puro, es la conservwción de la tierra casi
en la triada ganadería, latifundio e inversión británica. Los políticos despoblada, porque el ganado excluye al hombre- (-". Y "El Día" repe-
"civilistas" creyeron amenazada la nacionalidad por una estructura que tiría después de 1905 la prédica que Angel Floro Costa había comenzado
nos dejaba inermes ante el espectacular crecimiento demográfico y agrí- hacia 1880, denunciando una "...forma de repartición de las tierras que
con el tiempo (creó) una clase privilegiada, una -verdadera aristocracia
cola argentino, a la par que nos desangraba por el oro remitido ario a
lerritorial" ( ') .
año a Londres; pensaron que la tranquilidad interna y la paz social serían
cuestionadas por un peligroso "pauperismo rurar, fruto del alambramiento El rol histórico asumido por el elenco político colorado —ser go-
de las estancias y el asentamiento de la propiedad privada en los "ar- bierno—, lo convirtió en el celoso guardián de la paz interna, pero la
caicos" latifundios. Y tanto el mantenimiento de la nacionalidad como experiencia de 1890 lo condujo a cuestionar el modelo, basado natural-
el de la tranquilidad interna eran las garantías supremas de la existencia mente y entre otras cosas, en la paz interna. Además, la independenci 7a
y supervivencia de ese elenco dirigente que había hecho un oficio del económica de este elenco político era el mejor caldo de cultivo de una
libertad intelectual que ambientaba la discusión del modelo al hacer ver
control de un gobierno soberano. los riesgos que corría la nación si las clases conservadoras (y el Estado
Andrés Lamas, Carlos María Ramírez, Francisco Bauza y Angel Floro
como otra fuerza más) se obstinaban en mantenerlo incambiado.
Costa, entre otros, enjuiciaron con dureza el régimen de propiedad de
la tierra al igual que el monocultivo ganadero, haciéndolos responsables Ese bifrontismo a lo Jano del elenco político colorado lo llevó a
un peculiar diálogo-enfrentamiento con las clases conservadoras, hecho
de la miseria rural, la inestabilidad interna y la despoblación del Uruguay.
que sólo se entrevé en 1890 y resulta ya claro en el novecientos. La
Julio Herrera y Obes, Antonio Bachini y José Batlle y Ordóñez, obser-
generación civilista del Noventa protagonizó un primer cuestionamiento
varon por vez primera con mirada crítica a la inversión británica. Es-
del orden establecido de tono teórico, inquisitivo, intelectual. Por ello
cribió el último de los nombrados en 1891: "Todo es extranjero y privi- predominó el diálogo con las clases altas sobre el enfrentamiento. Los
legiado o tiende a serlo (en el país). Y de esa manera, si en el régimen dirigentes del novecientos, el principal de los cuales, Batlle y Ordóñez,
político hemos destruido el sistema colonial, no lo hemos destruido en
había formado en el ala radical del Noventa, echaron a andar un se-
la industria, en el comercio..." (2 ) . Sostuvo la Comisión de Hacienda gundo cuestionamiento del orden establecido más concreto y realista,
de la Cámara de Representantes en 1888: "...la más primera de nues- predominando por ello el enfrentamiento con las clases altas sobre el
tras exigencias actuales es la repoblación del país. Tenemos, pues, que
satisfacerla por todos los medios lícitos, y uno de los más adecuados es diálogo. Pero el diálogo siempre existiría mientras el Partido Colorado
la expropiación de la tierra {pues) en los campos se ven millones d« fuera el mantenedor de la paz interna, y su adversario político el ini-
ciador de la guerra civil.
leguas incultas..." (3).

Estos antecedentes fueron vitales para el reformismo del novecien-


tos, ya que la mayoría de sus preocupaciones centrales —con la única
excepción del "problema obrero"— las había tratado la generación del El elenco político colorado del novecientos, por lo demás, no era
Noventa. José Baffle y Ordóñez era el nexo más claro entre ambos gru- homogéneo. A sus integrantes los unía el gozar del monopolio del go-
pos políticos, pro hasta los jóvenes reformistas del novecientos recono- bierno, haber dedicado su vida a la 'profesión pública". y cierto desprecio

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lo informa y los propios prota g onistas así lo vieron. No tenemos por
por el culto demasiado "sórdido . ' de las clases altas al dinero. Todo lo qué innovar.
denlas era objeto de discrepancias. Es conocida la anécdota. Un historiador argentino afirmo en 1917
Dentro del multifacético Partido Colorado de 1903 a 1910, con una que Claudio \Villiman había se- íziii.io "en un todo" la política de Batile
ideología liberal vaga e imprecisa, es posible percibir por lo menos tres y Ordóñez. Williman le respondio en términos precisos: - Tuve, pucs,
tendencias ideológicas: la sostenida por la mayoría de los dirigentes del mi política, comd que era mía y nada más que mía; y si ella tuvo puntos
Partido en el Senado y la Cámara de Representantes fue, como luego de contacto en -muchos casos con la política de mi antecesor 3' en otros
apreciaremos, tradicionalista en sus puntos de vista sobre la organización fue su continuación, cosa natural desde que ambos procedimos de la
económico-social del país y atenta a las sugerencias de las "clases con- misma escuela y del Mismo partido político, en muchos otros, como por
servadoras": la moderada, encarnada en el Presidente Claudio Williman ejemplo en el terreno de las re-vinos económicas, sociales y obreras,
y sus Ministros, admitió la necesidad de ciertas reformas en el campo difirió tan fundamentalmente de la del señor Batlle y Ordóñez, que mi
económico-social con la intención de que el modelo en sí perdurara; gobierno mereció el dictado„ no completamente justo, de conservador" It".
fue, de este modo, un reformismo apuntalador del orden vigente, co- Pocas palabras de un hombre público tienen tan poco desperdicio
rrector de sus más peligrosos excesos para evitar que se produjeran re- como éstas. En efecto —y como observaremos después en detalle— la
vueltas de los "de abajo"; la radical, liderada por José Batlle y Ordóñez política obrera de la Administración Williman .mereció el dictado de
desde el Poder Ejecutivo, buscaba la sustitución del modelo por otro conservadora. Ella fue la que abiertamente se contrapuso tanto a la an-
de contenidos éticos y humanitarios; la r-forma no era en este caso un terior de Baffle en 1905-06 como a la posterior de éste en 1911 15, La-

expediente para impedir transtormaciones profundas, sino —a su enten- acción del gobierno contra los huelguistas del ferrocarril en 1908 y la
der— el único camino que las produciría, guardando en el nuevo mundo expulsión de dirigentes sindicales anarquistas fueron los hechos más no-
a crear lo poco de bueno que tenía el viejo, en particular el respeto al torios de esta política "conservadora" en lo social, así como los más
estado de derecho y las libertades individuales celebrados por las clases altas - y los inversores británicos.
Esta última corriente, minoritaria dentro del Partido Colorado, se La anglofilia de que Williman hizo gala al levantar el veto de Baffle
transformó en mayoritaria por la protección que recibió desde las alturas a los favores fiscales que el Parlamento concedió a la Compañía anglo-
del gobierno cuando Batlle lo ejerció por dos veces, y por las nuevas germana Liebig, y -al pagar indemnización a la tripulación de un pes-
fuerzas sociales que incorporó al Partido con su política populista. Pero quero canadiense atrapado por el gobierno de su antecesor, confirma otra
nunca lo dominó por entero. Siempre hubo sectores del Partido que re- vez las diferencias entre uno y otro gobernante, las que se tradujeron en
sistieron la absorción por un radicalismo socio-económico gue sentían una muy distinta relación de ambos con las clases conservadoras y, sobre
ajeno. De ellos nacerán las futuras divisiones que contribuirán a frenar todo, con el Imperio Británico.
al reformismo batllista, como se analizará en los próximos tomos. Ya Entonces, ¿el reformismo se detuvo y hasta asumió un signo opuesto
en 1903 ó 1910, sin embargo, cualquier observador avisado hubiera ad- bajo la Administración Williman? ¿Será necesario considerar el período
vertido que las líneas de tensión que recorrían al Partido cuando el a estudio (1903-10) corno formado por dos etapas contrapuestas? Cree-
reformismo radical planteaba sus primeros y vagos proyectos de reformas mos que sería un profundo error contestar afirmativamente a estas dos
sociales y económicas, iban a engendrar una división profunda más ade- interrogantes, pues ello implicaría desconocer la naturaleza fundamental-
lante, cuando éste pretendiera concretarlos. mente política del reformismo. Si el reformismo hubiera sido, corno tan-
Por ahora, sin embargo, coexistían las tres tendencias hermanadas tos movimientos similares en Latinoamérica y Europa, un partido polí-
sobre todo por el temor a un retorno revolucionario del adversario po- tico con profundas bases y ataduras sociales, naturalmente que Baffle
significaría lo opuesto a Williman. Este habría encarnado la reacción de
lítico, los 'blancos. los elementos conservadores de un partido, reacción ligada a los sectores
Dentro del reformismo, de acuerdo a lo dicho, había visiones radi- ricos de la sociedad, así como Batlle representaría el ala radical de ese
cales y moderadas tanto del cambio como del papel del Estado. Badle mismo partido sostenida por amplias capas populares. Como lo hemos
encarnó las primeras, Williman las segundas. La historiogratía tradicional
19
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momento de elegir un nuevo Presidente cuando esperan otra vez iMPO-
consignado en el tomo 1, la vida política uruguaya del novecientos no
ner a su Jefe y Patrón, el ex-Presidente Batlle"
(8 ).
permitía todavía esta clase de enfoques socio-políticos. El Partido Colo-
Para los diplomáticos británicos existía un acuerdo tácito o expreso
rado, gobernante desde 1865, era tan poco representativo de los sectores
los populares. El núcleo de políticos pro- entre ambos presidentes por el cual el Ejecutivo debía retornar a Baffle
altos de la sociedad como de
fesionales sólo se representaba bien a sí mismo. en 1911: Williman tendría "que mantener el lugar caliente'', aunque eso
Para este reformismo, la lealtad al partido o al líder del partido lo obligara a cierta "servidumbre" (9) . Era la fidelidad de Williman la
era más importante que la lealtad a un programa radical o conservador. que permitía "...a Baile vivir tan tranquilamente en París, sin hacerse
Esto es lo que nos parece sustancial destacar al mencionar su naturaleza notar fpera) manteniendo un estrecho control sobre la maquinaria polí-
eminentemente política: Las explicaciones dadas por Williman de su tica y electoral para preparar su regreso". Desde este punto de vista, al
conducta ante la segunda candidatura de Baffle en 1911 están plagadas asegurar el regreso de Batlle y su posterior y formidable empuje refor-
mista en 1911, Williman había sido lo que el Ministro británico cali-
precisamente de referencias a su lealtad al partido y el líder, antes que ficara un tanto despectivamente en enero de 1911: otro de los "capa-
de referencias a sus obvias discrepancias con el radicalismo de su ante-
citados agentes políticos de Batlle aquí" (").
cesor-Sucesor. La comunidad británica residente en el Uruguay, cuyo portavoz era
Para este reformismo era útil una fuerza moderada (la de "The Montevideo Times", coincidió con estos juicios. Williman, aunque
Willifrian) que garantizara otra torna del poder por los radicales y su honrado por las clases conservadoras y los inversores extranjeros por su
jefe, como Sucedió en 1911. El continuismo del grupo más innovador política anti-obrera, había terminado siendo "...un servidor de la po-
quedaba garantizado por los fundamentos, más políticos que sociales, de lítica y de la situación establecida por su predecesor (...} El Dr. Willi-
este reformismo. Si el origen
- de la tendencia pro-cambio hubiera estado man podría haberse liberado si lo hubiera querido f pero nunca
en un partida articulado firmemente en determinadas apoyaturas socia- mostró ningún deseo de hacerlo" (n ) . El reproche político se unió al
les, el radical Baffle no hubiera podido suceder al conservador Williman caballeresco elogio moral cuando "The Montevideo Times" señaló a Willi-
viceversa. man en febrero de 1911 su pecado capital: la lealtad "a la causa de su
Los contemporáneos, en general, coincidían con este punto de vista. predecesor sucesor" (12)
-

Willirnan era sólo la versión moderada del reformismo, aceptable como Los hechos aparecerían deslumbrantes en 1910, cuando estalló en
mal menor a los ojos de testigos provenientes de las diplomacias impe- octubre la revolución blanca para oponerse a "la reelección de Baffle",
riales alemana y británica y la comunidad inversora extranjera. Su and- pero sin que se atacara al Presidente Williman. Este combatió y derroté
obrerisMo, aplaudido por la opinión conservadora, resultó un mérito a los rebeldes, causando cierta zozobra y asombro en los círculos diplo-
neutralizado por su "obcecada" fidelidad a Baffle. máticos que transmitían la opinión de los inversores extranjeros. Pare-
En 1907, el Ministro del Imperio Alemán aseguraba a su canciller cía incongruente con la "prudencia" y el "tacto" —virtudes capitales de
el
que al lograr Baffle "...asegurar la elección de su sucesor Su Excelencia—, el empecinamiento con que defendía la candidatura
actual Presidcwe Claudio Williman garantizó { .1- la perma- Badle, existiendo, como luego observaremos que existían, otras salidas
nencia y el desarrollo de su propia obra de gobierno. . ."(7) . Unos me- políticas. El Ministró alemán sólo halló la explicación psicológica para
ses más tarde, en junio, la mirada del representante de Su Majestad entender la conducta de Willirnan: "El por qué el gobierno insiste por
Británica revelaba ser más precisa: "...la mano [del ex-Presidente Baffle} todos los medios en hacer 5revalecer la elección de Batlle como presidente
todavía descansa pesadamente en. el país". Iba luego al meollo del con- f ...} a pesar de la resis encía de los nacionalistas, clericales y mismo)
tinuismo, esa nueva dinastía, esta vez "civilista", Badle-Williman-BatIle, una gran parte de los p, opios correligionarios, sólo se explica porque
al sostener que bajo este interregno conservador Batlle continuaba con- el Presidente Williman {...1 tomó la obligación frente a su antecesor
trolando el Partido Colorado y el parlamento: "...la mayoría de las en el cargo de apoyar su reelección; él quiere mantener su palabra contra
Camitas cornpues.`a de los amigos y partidarios de Baile, [los que] viento y marea.. ." .( 13) . "The Times", de Londres, sintió la misma ex-
trJ:.iz al Dr. Willinmir. como un docum ten elIS» hasta que llegue el trañeza —que era falta de simpatía en última instancia— ante esta acti-
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se iba distanciando de las clases conservadoras, auténticas usufructuarias
tud deWilliman que le hacía " . . /no: i?izar toda la fuerza del Gobierno
del "modelo".
para defender lo que tan sc5lo era la causa del candidato a la futura
Presidencia, y, injf cxtr.zi:o o, un candidato que ci.; el momento está Los sectores sociales hostiles al modelo
3 —

ausente del país" (").


La segunda presidencia de Batlle en 1911, ambientada por el con-
servador Williman, es el argumento capital que permite comprender A pesar de la naturaleza eminentemente política del reformismo,
tanto la naturaleza política del reformismo, como cierto continuisrno que creemos importante destacar que fueron sus aliados en la sociedad uru-
se esconde detrás de la empero real diferencia entre Batlle y Williman. guaya los que le dieron al movimiento trascendencia histórica. De haber
Con éste, el reformismo tuvo que "congelar" un aspecto clave de su sido el reformismo un hecho político en medio del vacío social s es pro-
ideología —"el obrerismo"—, pero mantuvo el mecanismo político que bable que se hubiera agotado en un solo período presidencial, acosado
le permitió reencontrar —y con qué vigor en 191E— ése y otros pos- por la hostilidad de toda la sociedad. Ello no ocurrió. Por el contrario,
tulados. el reformismo y los grupos sociales hostiles al orden establecido, en un
Por lo demás, ciertos rasgos claves del reformismo —su postura juego de influencias recíprocas, se alimentaron y consolidaron mutua-
anticlerical, su fobia antiganadera— fueron mantenidos y hasta alimen- mente, como analizaremos en futuros tomos de esta obra.
tados bajo la Administración Williman. La primera ley de divorcio es ¿Qué grupos sociales, por cuestionar el modelo, eran aliados en
de 1907, la abolición de la enseñanza religiosa en las escuelas estatales, potencia del reformismo?
de 1909; el singular proyecto de ley de Contribución Inmobiliaria que Los obreros, los sectores medios, los inmigrantes europeos de re-
gravaba a los que no hicieran agricultura con el impuesto doble, de 1909, ciente data, los industriales dependientes del mercado interno, criticaban
y por cierto que no hubo ninguna medida del período a estudio (1903 -
en mayor o menor medida al orden vigente. Todos ellos vivían, en una
10) que causara tanto disgusto a los grandes propietarios como ésta. proporción que en la mayoría de los casos equivalía al cien por ciento,
La reelección de Batlle apoyada sin cortapisas, el medido pero real en Montevideo.
liberalismo anticlerical, la preferencia por el modelo agrícola, todo ello
El origen urbano y reciente de estos sectores facilitaba su alianza
hace que la Administración Williman pueda ser calificada de reformista.
con el reformismo. Nada que oliera a tradición les impedía acerca-rse
De ahí que no haya dos etapas en este período, sino una sola, siendo
a un movimiento político identificado con solo una parte de ella (el
las diferencias ideológicas atenuadas por una identidad de naturaleza po-
Partido Colorado). El tono urbano de las preocupaciones de estos polí-
ticos de extracción casi siempre montevideana ambientaba también el
lítica que le permitió a Baffle "recomendar" a su sucesor, y a éste, 'reele-
gir" a Baffle. entendimiento.
Son estos procedimientos y conductas, en los que cuentan más las En el medio rural, la mayoría de las fuerzas sociales debían ser
"virtudes" típicas de un elenco político que la lealtad de clase, los que
teóricamente hostiles al orden establecido pues eran sus víctimas. Pero
permiten caracterizar al reformismo como un impulso proveniente del en este enunciado terminan las similitudes con Montevideo.
Un solo grupo rural, los agricultores, concientizó su animadverlián
mundo político, más que del social, lo cual no significa afirmar que el al modelo. Los estancieros de ingresos medios, las peonadas y el pobrerío,
reformismo careciera de apoyos en ciertos sectores sociales populares y
se limitaron a "sufrido", como hemos explicado en los Tomos IV a VII
medios. Esos aliados existieron y es probable que con el tiempo su gravi-
de nuestra Historia Rural y en el primero de esta obra. La distancia
tación llegara incluso a transformar la originaria naturaleza política del que los separó del reformismo se nutrió tanto en la imposibilidad de
reformismo, convirtiéndolo en los años posteriores a 1915 16 en un-
tomar conciencia de su situación como en la peculiar naturaleza política
partido con profundo arraigo en ciertas clases v hondas antipatías en
otras las conservadoras). Pero en 1903 o 1910, el reformismo era antes de aquél.
Los sectores medios y populares rurales, conservadores como el me-
que nada un movimiento de políticos profesionales cuestionador del orden
dio en que vivían, creyentes en el viejo aforismo campesino de que
establecido, vinculado más o menos armoniosamente a ciertos grupos
"sólo la tradición es sabia", dispersos y desocupados, de vieja data en
.sociales que también lo cuestionaban; un movimiento, por fin, que recién
23
la nación, no podían identificarse fácilmente con un movimiento inno- -El Trabajo", "Tribuna Libertaria", "El Derecho a la vida", "El obrero
vador, 'europeo" en lo ideológico hasta el tuétano, que representaba sólo panadero'', "La voz del obrero", etc.
Los portavoces de esta ideología, en nada original del Uruguay,
a una parte de la tradición política del país y que, para peor, terminaba
de derrotar cruentamente en 1904 a la otra cara de esa tradición. estaban, empero, realizando un esfuerzo intenso por atender los reclamos
No bastaba, por consiguiente, la similitud de objetivos para esta- específicos del medio, lo que los tornaba más peligrosos a los ojos de
blecer una alianza efectiva entre el reformismo y los diversos grupos las clases conservadoras y también más útiles a los ojos del reformismo.
sociales víctimas y/o cuestionadores del modelo. Tal alianza sólo habría El reclamo socialista de 1903 era ya un programa mínimo de reformas
de lograrse si se concretaba un acuerdo de naturaleza política entre ellos. aplicables al concreto mundo industrial montevideano:
Con los sectores rurales medios y populares, el acuerdo parecía casi im- "Queremos la sanción legal de la jornada de 8 horas; la responsa-
posible dadas las barreras ya señaladas que los oponían, barreras cuya bilidad ,le los patrones en los accidentes de trabajo; el reconocimiento
real naturaleza y origen sólo una historia de las mentalidades podrá poner de los derechos ciudadanos a los extranjeros que tengan dos años de
de relieve. residencia en el país; la reglamentación higiénica del trabajo y la limita-
Esas barreras también distanciaban a los sectores populares y medios ción de la labor nocturna a los casos indispensables; la igualdad de
rurales de sus pares montevideanos, hecho que tenía ciertos antecedentes retribución por la producción igual..." (").
en el pasado, estalló fulgurante bajo el reformismo batllista, y continuar2' ., Su visión del medio rural puede resultar esquemática a la mirada
repercutiendo en las décadas siguientes. Esto debilitaba cualquier enjui del historiador, pero era coincidente con , la reformista y tan cuestiona-
ciamiento profundo del orden vigente. dora del orden establecido como la' que tenían del medio urbano: "En
It campaña reinan el facón, la bota de potro y la lanza guerrera de las
montoneras. La chusma rural rueda de patrón en patrón como sujeto
Los dirigentes obreros de las Sociedades de Resistencia fueron quie- de aprovechamiento y de desprecio. El- elemento campesino, sin leyes
nes atacaron ron más violencia el orden establecido, poniendo en dis- que protejan su trabajo ni inspectores que atiendan sus quejas, perece
cusión todos y cada uno de sus supuestos. El radicalismo del método por falta de seguridad y de estímulo, odiado por los grandes estancieros
elegido para construir la nueva sociedad —la revolución violenta— se que desconocen el cultivo de la. tierra y gozan con la visión de sus
debía al predominio de la ideología anarquista. En este aspecto, como ganados y rebaños pastando libremente en campos vírgenes, sin el menor
observaremos, la discrepancia con el reformismo era total. En cambio, rastro de habitación humana" (17) -

en el enfoque crítico de la sociedad, la economía y la mentalidad domi- La similitud con el punto de vista reformista, expresado en más
nantes, había coincidencias que a muy corto plazo debían conducir a de una oportunidad por "El Día", era virtualmente total: hasta se hacía
un entendimiento que se percibe históricamente como el acuerdo más hincapié en la imagen de un campo lleno de animales y vacío de hom-
claro entre una freza social determinada y el zeformismo político.
bres. -Es más, el investigador tiene derecho a preguntarse, en este caso,
Para los conductores del movimiento obrero, la propiedad privada si la visión crítica del modelo rural que tenían los obreros montevideanos
de los medios de producción —incluida, claro está, la tierra— era una no provendría precisamente del reformismo colorado.
iniquidad y un sobo; la ganancia percibida por el industrial, la renta La intención de "nacionalizar" el punto de vista encuentra otra
cobrada por el terrateniente, una confiscación del trabajo del obrero, el prueba en las frecuentes comparaciones entre el Uruguay y la sociedad
peón y el conjunto social; el Estado —y su aparato coactivo—, un mero neozelandesa, también ganadera, puestas a la orden del día ya en 1903
instrumento de opresión por el cual las clases dominantes controlaban a
las oprimidas; la religión y la mayoría de las ideas recibidas, un cúmulo por "La 'Voz del Obrero" (ls ) .
En 1910, el socialista Leoncio Lasso de la Vega, en otro esfuerzo
de supersticiones alentadas por el clero católico, siempre al servicio del
pasado oscurantista y medieval; el patriotismo, un sentimiento utilizado por acercar la ideología obrera radical al medio, hizo una violenta. _crítica
por las burguesías nacionales para justificar sus ambiciones de expansión de los "...1000 vacunos {que] poseen las 2/3 partes de las tierras del
país sólo proporcionan trabe-jo a unos 20.000 proletarios —sin fami-
y a la vez dividir al proletariado. Estos principios alentaron la propa-
ganda de todos los periódicos anarquistas y socialistas del novecientos: lias— con salarios que oscilan entre 6 1' 10 Pesos mensuales, raciona-

25
24
rnientos mezquinos, alojamientos rústicos y antihigiénicos muy inferiores recía como una aberración, puesto que impedí:, el progreso además de
a los que proporcionan a las tropas que engordan para vender a los la felicidad de la mayoría. Los grandes industriales y comerciantes, los
frigoríficos..." ( ') . fuertes terratenientes y el capital extranjero, habían sido identificados
Al fin y al cabo los obreros sabían que la masa rompehuelga se con el enemigo luego de un esfuerzo, sin duda incompleto y penoso, por
alimentaba siempre en los desocupados del campo, fruto obvio de la tornar uruguaya la compleja ideología revolucionaria europea. Los puntos
ganadería extensiva. De ahí su aprehensión real de este fenómeno rural. de contacto con el reformismo no tardaron en aparecer cuando los obre-
El sistema impositivo uruguayo fue también objeto de crítica. Los ros montevideanos trataron, sobre todo, de mejorar su condición, que no
impuestos que gravaban al consumo fueron atacados en 1903 por gra- de cambiarla. No minimicemos por ello el acuerdo, sin embargo, adop-
vitar sobre la masa popular; se proponía "su sustitución por un impuesto tando un punto de vista anacrónico: para el proletariado urbano de
territorial" (20)
. carne y hueso del novecientos, era cuestión casi de supervivencia trabajar
El estanciero latifundista fue así señalado como uno de los enemigos sólo 8 horas; para las clases conservadoras esa reivindicación era sentida
de la sociedad justa que se deseaba edificar. como atentatoria. ¡Tanto habían basado esas clases la acumulación de
La insistencia en las virtudes de la educación, el poder liberador sus capitales en horarios desmedidos!
de la ciencia y el necesario cambio de mentalidades que debía acompañar El reformismo radical, el de Batlle, sabía que hallaría en los diri-
a toda transformación "progresista", convertían a las ideologías obreras gentes obreros sus mejores aliados, así como éstos comprendían que sin
en parteras de una nueva visión del mundo y la vida, siendo en esto el apoyo gubernamental, su lncha sólo sería de inciertos resultados, vista
también acompañadas por el reformismo radical. Dirá "La Voz del Obre- la ausencia de tradición sindical en el país y el fabuloso "ejército de
ro" en 1903: reserva" —el desocupado pobrerío rural— dispuesto a cubrir el vacío
"El analfabetismo aplasta a la nacionalidad. Más de cien mil niños que dejara cualquier huelguista.
carecen de escuelas. La situación de la mujer, principalmente en nuestras El divorcio en cuanto a métodos para llegar a una sociedad "justa"
campañas, llena de humillación a cuantos tienen ocasión de observarla no tenía por qué entorpecer demasiado un entendimiento que era vital
de cerca. La barbarie nos rodea por todos lados...'Y (21) . para ambos bandos, el obrero y el reformista. El elenco político debía
Como la mayoría del gran patronato era extranjero --empresas del comenzar a pensar no sólo en un programa de cambio, sino también
ferrocarril, aguas corrientes, teléfonos, gas, tranvías, constructora del puer- en las elecciones, a las que tarde o temprano tendría que convocar lim-
to, etc.—, los obreros y sus dirigentes tenían una tendencia natural a piamente, sin los vicios del pasado que las adulteraban haciendo del
identificar al empresario rico con el capital europeo y a derivar de ello ganarlas un juego de niños. La evolución económica, social e ideológica,
una teoría critica acerca de. la dependencia. Sus males hieron denunciados y el partido de oposición, no admitían más el fraude que traía aparejado
por los socialistas, por eje. -apio, al comentar los crecidos impuestos al a respuesta revolucionaria blanca. Para ese día, que no tardaría en
consumo destinados al pago de la deuda pública colocada en la City [legar, los políticos profesionales debían contar con un electorado, y el
londinense: primer aliado natural debía ser el proletariado montevideano, por su
"El gobierno oriental percibe $49,50 y gasta por cada habitante la aúmero, su falta de arraigo en la tradición nacional (que lo tornaba asi-
bicoca de $19,17, lo cual da una diferencia de $30,33. ¿Adónde van a milable para un partido "progresista"), y el imprescindible apoyo gu-
parar esos $30,33 que multiplicados por los 950.000 habitantes dan sin bernamental que su débil movimiento sindical requería para sobrevivir.
total de $28.813.500? Van a parar a Londres, París,/ etc., a título de coti- Baffle advirtió todo esto ya en 1895, el año en que por vez pri-
zación de los 180 millones de deudas contraídas por el Uruguay en sus mera, la abundancia de huelgas en Montevideo y su fracaso ante la opo-
70 años de vida republicana..." sición coaligada de los patrones y el gobierno de Idiarte Borda, puso
El movimiento obrero organizado cuestionaba, pues, todo el anda- sobre el tapete la existencia de una "clase social" diferente a las antiguas
miaje elaborado con tanto cuidado por las clases conservadoras de dentro "...numerosísima, y poderosa por tanto, que había vegetado hasta ahora
y de fuera. T ns ideas y los supuestos dominantes eran desmontados y entre nosotros sin que se ocupase solidariamente de sus intereses ni dar
vueltos a mostrar como "prejuicios"; el modelo económico y social apa- muestras de vida, y que, de pronto,. despertada por el rumor de la

26 27,
Concluyó con un anatema que el reformismo hubiera hecho sin duda
lucha que sostiene esa misma clase social en casi todas las naciones suyo: "Creemos que el verdadero enemigo del progreso del país, mejor
del mundo civilizado, se dispone a hacer valer sus aspiraciones y derechos dicho, cl verdadero obstáculo, es fa estancia en su forma de explotación
de una manera inteligente y eficaz. Saludémosla! Esa clase social es el actual, la cual ni siquiera ha sabido evolucionar en el sentido de los
pueblo (...) Quién podría determinar la acción que va a ejercer, las frigoríficos y cremerías..., (21).
modificaciones que va a producir en nuestra vida social y política? De- "El Demócrata", periódico portavoz de un núcleo de avanzados jó-
jémoslos que hablen y que saquen sus cuentas ir,. . .J Pronto compren- venes católicos, expresó en sus editoriales el punto de vista generalizado
derán que el salarió no puede ser nunca tan alto en un país que si entre la clase media montevideana sobre la organización económico-social
el salario se reduce por la vía de los patrones se reduce aún más -por vigente, aunque no representó, por cierto, la mentalidad dominante de
los impuestos excesivos que los malos gobiernos hacen pagar pronto esta clase, influida por el anticlericalismo liberal. En 1906, atacando en
comprenderán que la legislación vigente es imperfecta en lo que a los conjunto a los estancieros y los grandes industriales extranjeros, los culpó
intereses del obrero se refiere {...) Entonces nuestra vida política cam- de concentrar la riqueza y destruir "la clase media":
biará de aspecto., •" ( 23 ) . ft
...tan sólo los ricos disfrutan de los beneficios de la industria
* * *
[ganadera] ...Por lo que se refiere a las demás industrias y empresas
Los sectores sociales medios eran también víctimas —aunque menos comerciales del país, sabemos que en su casi totalidad están en manos
rigurosas— del 'sistema" y habían tomado conciencia de su situación de extranjeros que las explotan con toda la voracidad de gente f . ..2
haciendo una crítica a veces aguda del mismo. Ello se comprueba al que se hartan hasta el punto de reventar, cuando encuentran el plato
leer la multitud de artículos periodísticos montevideanos en los cuales abundante f....). A estas industrias eminentemente explotadoras que cen-
se denunciaba cómo el orden vigente estrechaba los caminos del éxito tralizan en sus manos todos los recursos y las fuerzas productivas, hacen
y el ascenso social a la clase media. guerra al pequeño capital y lo absorben, destruyendo por tal modo a la
En -La Razón" se señaló en 1909 que "el feudalismo de la estancia" clase media debemos en éste y en todos los países del mundo
impedía una justa distribución de la riqueza y causaba la anemia en el la formación del cuarto estado constituido por las legiones de los
"cuerpo social", particularmente entre "los pequeños capitales": asalariados" (25) .
"Mientras los estancieros realizan 25 ó 30 millones de pesos en La concentración de la riqueza en manos de los terratenientes y los
lanas y novillos, y proclaman la riqueza del país, el resto de sus habi- inversores extranjeros impedía que la clase media se fortaleciera; la des-
tantes ve y palpa las cosas en una forma diametralmente distinta. Fuera población, originada en el sistema de explotación vigente en la - estancia,
de ese gran rubro, casi único, de la riqueza nacional, no se encuentra estrechaba aún más el horizonte a ese sector social. La despoblación cau-
más que el comercio y la industria fabril, debatiéndose e-u un cúmulo saba, entre otros efectos nocivos, según estos intérpretes de la clase media,
de dificultades cada vez más intensas y graves". el nacimiento de un "proletariado intelectual" de bachilleres y profe-
Destacaba el articulista el "drama" demográfico del país —su des- sionales egresados de la Universidad como abogados y médicos, sin futuro
población, su escasísima densidad de habitantes—, hallando su causa en económico. Editorializó "El Día" en 1907:
la ganadería extensiva. Las víctimas de este hecho eran sobre todo "los ". en los latirnos 10 años han estado saliendo año tras año un
núcleos que no tpodiani tener vida propia" pues se los impedía la es- promedio de 10 a 12 médicos por año de la Facultad de Medicina, entre
tancia: tanto que no se han muerto más de 2 por año y que la población na-
"...si al estanciero el factor hombre no lo preocupa, porque su cional izo ha aumentado más que para dar trabajo a otros 2, lo que
ideal es el procreo de animales y vende sus productos en el extranjero, indica un exceso de producción de 6 a 8 por año, que multiplicado por
para el país, o sea el 98 o 99% restante, le resulta 1 ,: PrObleMa abru- 10 da un aumento de 60 u 80 médicos . sobre las necesidades reales
mador, sencillamente vital Lo que necesita el país es lo que no de la población. El hecho se repite en la Facultad de Derecho..." (26) .
tiene: aumento de población, diversificación dr-, sus productos, para la En este plano las quejas alcanzaron un tono agudo, denotador - de
formación de nuevos núcleos que tengan vida propia, que traba ando la conciencia de la clase media acerca de las dificultades que enfrentaba
para si -mismos contribuyan a enriquecer al p..-;Ly. es decir, a todos..."
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28
al buscas el ascenso social a través de la educación y la profesión liberal, importante base de entendimiento con el elenco político. Había, de se- ~
en medio de un modelo que rechazaba al joven universitario. Dirá "El
auto, otras: la tradicional simpatía del Partido Colorado hacia el inmi-
e
grante, Ir integración de la dirigencia reformista con muchos hijos d
Día" en 1908: éstos, la coincidencia en la importancia de la educación como forma de
"...la Universidad fabrica médicos y abogados para los cuales la
vida de hoy es casi desesperante. Conocemos compañeros distinguidos
ascenso social, la todavía mas importante coincidencia sobre el camino
que a pesar de sus condiciones intelectuales {...) no pueden abrirse
para llegar al cambio: la reforma, no la violencia revolucionaria.
Empero, como observaremos, el reformismo radical de Batlle llegó
camino. Los médicos jóvenes o viven en la capital a expensas de su
a efectuar algunos planteos que chocaban con la mentalidad "razonable" -
familia o se ven en la necesidad de emigrar a campaña, y no a
de nuestros sectores medios. Asustaron ciertos ataques verbales al de-
las capitales sino a los centros menores de población f ...) Con los abo- ten-
recho de propiedad, al igual que el anticlericalismo furibundo, las
gados pasa exactamente lo mismo. No tienen más recurso que dedicarse anar-
a la magistratura f Hoy hay más abogados que pleitos y sucesio- dencias "divorcistas" y el apoyo sin cortapisas a los "agitadores" con
quistas. Este reformismo radical hizo mas hincapié en la alianza
nes..." De ello hay testimonios. En
Los jóvenes y los inmigrantes eran los más ansiosos por aumentar el proletariado hasta 1916, por lo menos.
cambio. son de escasa entidad aquellos que muestran al reformismo a
las oportunidades de empleo. Amadeo Almada, futuro diputado batllista, la búsqueda de apoyo en los sectores medios. Hay pocas referencias
escribió en 1905 que debido "a vuestro desequilibrio económico expresas a esa alianza en la prensa o entre los dirigentes parlamentarios
la juventud no encuent--= más horizontes abiertos a su actividad que el reformistas. Se podrá argumentar que el reformismo dab t por supuesta
empleo público" (28) . su alianza con la clase media montevideana, debiendo, en cambio, buscar
La clase media baja sentía también muy en carne propia problemas expresamente el apoyo de los obreros. El sentido común aboga por esta
similares a los del obrero industrial. Empleada en tiendas, almacenes y conclusión (sobre todo, y sin discusiones, cuando la referirnos a su
oficinas, sus quejas por lgs horarios excesivos eran un modelo de -pru- alianza con la burocracia) ... no la documentación.
dencia" y "tino" frente a las airadas protestas de las Sociedades de Re-
sistencia anarquistas, pero revelaban, sin embargo, similar hostilidad al
"orden" industrial y mercantil. "El Demócrata" publicó en 1906 nume- Dos grupos "profesionales", la mayoría de cuyos integrantes podían
rosas demandas de "las señoritas empleadas en las tiendas de modas" ubicarse en las capas medias, agricultores e industriales que trabajaban
en pro del descanso dominical y un norario de trabajo inferior a las para el mercado interno, se sentían particularmente limitados por los
91/2 horas "siempre de pie" (29) • sectores sociales privilegiados del modelo establecido, más que por el
Los sectores sociales medios se sentían, pues, limitados en sus ex- modelo mismo. No discutían sus supuestos —la propiedad privada, a
pectativas por el orden tradicional. Pero la naturaleza de su oposición veces ni la coneentracion de la riqueza— sino el papel hegemónico de
a ese orden no era igual a la demostrada por la dirigencia obrera. Esta los estancieros y los inversores británicos en la estructura social y eco-
buscaba la sustitución de un modelo por otro diametralmente diferente; nómica uruguaya.
los sectores medios sólo deseaban —como lo demuestran en sus , críticas— Para los empresarios nucleados en la Unión Industrial Uruguaya, de-
una mayor justicia distributiva or parte del viejo orden. Para la clase pendientes del consumo nacional, el modelo vigente debía transformarse
media montevideana, el mal no se identificaba con el mantenimiento en industrial si se deseaba un "triple aumento de la riqueza pública,
de la propiedad privada, Sino con la 'centralización de todos los recur- aumento por lo que se produce, aumento por el dinero que para pagar
extraños productos deja de exportarse y luego ocupación a mayor número
sos— en pocas manos, como lo dijera "El Demócrata" en 1906. La pro-
piedad, por el contrario, era una aspiración de los sectores medios v de de brazos y por consiguiente facilidades a mayor población que tamo
los inmigrantes. necest:an las tierras sudamericanas f...] en vez de tener que contraerla
El reformismo ha sido considerado por la ensavística nacional ya {...} al solo cultivo del terruño, a la única faena de la estancia.. /150)
clásica como el portavoz de estos sectores sociales medios. No hay dudas Estos industriales insistían con singular fuerza en la crítica a la
que ellos se sabían trabados por el orden establecido. Esto creaba una ganadería extensiva y sus secuelas inevitables, la despoblación, la miseria

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del jornal rural y la anemia productiva por falta de consumidores. El Ordóñez 1,1903-07 ), el problema número uno del país era su despo-
banquero ligado a los intereses industriales, Luis J. Supervielle, escribió blación, y el segundo, íntimamente relacionado, el de la tierra en manos
en 1909 en apoyo del proyecto pro-agrícola de Contribución Inmobi- de estancros rutinarios. En 1907, como senador, acuñó concpetos idén-
liaria del gobierno de Williman: ".. . creo representar en este momento ticos a los de los industriales:
los intereses del comercio y de la industria que a gritos piden el au- "Id gran problema Planteado hoy, y que constituirá siempre un
mento de los consumidores {y encarezco} a aquellos a quienes la tierra verdadero y trascendental pensamiento de gobierno, es aquel que se re-
ha enriquecido que se acuerden a su vez del país, el cual en la actua- fiere el aumento de nuestra población. El aumento actual es lento, len-
lidad exige de ellos un sacrificio" (31)
.
tísimo; sOlo se produce por el crecimiento vegetativo, el cual no aporta
El ex - hacendado y luego industrial, Luis Mongrell, señaló en 1907 al país si;ro apenas de 20 a 22.000 almas...'
que: "El estanciero se resiste en cuanto tocan a dividir la tierra, a limitar
Para resolver este problema, el paso previo era impedir que "...
su acción de terrateniente en sus dominios {...} Pero hay que empezar nuestras sierras de propiedad privada permanezcan (...1 destinadas en
alguna vez por hacer nación respetable f ..) La regeneración del país
su mayor y casi exclusiva parte al pastoreo de ganados..." (35 ).
debe empezar por la campaña {...) Las industrias fabriles no tomarán
El periódico de los jóvenes radicales seguidores de Baffle en su pri-
carta de naturalización mientras el país no cuente por millones sus habi-
tantes..." (321 mera presidencia —"Diario Nuevo", transformado en 1905 en "El Dia-
Un colaborador de ``El Siglo" en 1909 puso el dedo en la misma llaga rio"— y - El Industrial Uruguayo" hicieron una campaña conjunta en
al señalar otra vez el vínculo entre la estancia y el pobre y disminuido 1905 a favor de determinados proyectos que impulsaban la agricultura,
mercado interno: debiendo ambas publicaciones polemizar con la revista de la Asociación
"Para nuestros ganaderos, la servidumbre económica, depresiva y de Ganaderos, que defendía el statu-quo rural (36) .
llena de peligros e incertidumbres en el porvenir que han impuesto al En 1909 y 1910, los dos únicos diarios montevideanos que apoyaron
país, no tiene límites. Su bandera es el nzono polio de la tierra y la tran- calurosamente el proyecto de Contribución Inmobiliaria pro-agrícola de
quila división de 25 a 30 millones de pesos, que forman la casi totalidad la administración Willirnan, fueron "El Día", órgano del reformismo, y
de nuestra exportación; entre pocas manos, escasamente el 11/2% de nues- "El Tiempo", diario de antaño vinculado a, los intereses industriales,
tra población, mientras el resto, unos viven oprimidos en una pequeña cuyos redactores habían sido o eran los abogados de la Unión Industrial
zona agrtcola, sin horizontes, y otros se oprimen en las ciudades, vege- Urtiguay2.: Domingo Mendilaharzu y Gabriel Terra
tando en el comercio y en la industria fabril, con un mercado cada día Por supuesto que estos industriales dejaban de coincidir con el re-
más estrecho, roidos por la competencia y d exceso de producción..." ("). formismo en cuanto éste pretendía solucionar "el problema obrero' con
Por. ello estos industriales preconizaban hacer agricultura, colonias medidas ,-4 .masiado radicales a los ojos de empresarios que también for-
con _ cremería, lechería, viticultura, todo lo que demandara más personal maban part del orden establecido en sus supuestos esenciales.
ocupado que la ganadería. "El Industrial Uruguayo" siempre apoyó los La alianza de los industriales vinculados al mercado interno era
proyectas tendientes a modificar el monocultivo -ganadero. Dijeron sus la única que podía lograr el reformismo dentro del grupo más amplio
redactores en 1905: de los dedicados a esa actividad económica. Para quienes vendían su
la agricultura es industria eminentemente pobladora, y el au- producción en el exterior (empresarios de la carne en saladeros y frigo-
mento de población, como es sabidísimo, valoriza la tierra (...I mien- ríficos) el modelo rural debía en todo caso perfecionarse, no cambiarse.
tras una estancia de 5000 hectáreas se maneja con pocos peones, las Para los inversores británicos, dueños de los servicios públicos, podía
4149 hectáreas de viña que había en 1901 en la República ocupaban, se- resultar interesante un bienestar generalizado que ampliara la demanda,
gún la estadística, 1935 personas. pero el reformismo siempre acompañó sus propuestas en este sentido de
La coincidencia de este grupo industrial con el punto de vista re- otras en procura de mejorar la condición obrera... y esos inversores
formista sobre el medio rural era total. Para José Serrato, Ministro de eran Icys más grandes empleadores del período.
Fomento primero y de Hacienda luego en el primer período de Baffle y Porque la coincidencia entre los industriales y el reformismo era
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parcial en lo ideológico, y limitada a un grupo de empresarios, este medianamente racional del suelo, el niíinero de propietarios rurales izo
aliado no prometía ser consecuente. debería b.,;ar de 200.000, Todo ese territorio {...} se encuentra destinado
a la ganadería extensiva, y este régimen, además de mantener al país
romo cristalizado dentro de una forma de distribución arbitraria e injusta
El único grupo de la sociedad rural víctima consciente del modelo, de su tierra, no le permite aumentar su producción ni extender sus in-
era el de los agricultores. dustrias, que es lo que ha de traerle la población que necesita para cam-
Las prolíficas familias de labradores en el sur del país —Canelones, biar su fase actual" (40).
Colonia, San José— vivían dificultades derivadas tanto de la estancia El ideal de- un país de pequeños propietarios agrícolas será también,
que las cercaba y desalojaba, como del sistema de tenencia de la tierra, por cierto el primer modelo rural de recambio propuesto por el refor-
ya que el arrendatario abonaba rentas pesadísimas al dueño del campo. mismo.
La presión por la tierra de parte de las familias agricultoras se hizo Los terratenientes hacían sentir sus "derechos de manera tan ruda
sentir particularmente en Colonia. Colocadas en un callejón sin salida en el Uruguay del novecientos, que su enfrentamiento con los arrenda-
entre su alta tasa de natalidad y el elevado precio de la tierra, estas tarios terminó por aflorar a la conciencia más bien aletargada de nues-
familias expresaron más de una vez su desaliento emigrando a la Ar- tros conservadores agricultores canarios.
gentina o recordando a las autoridades —sobre todo los valdenses— su Los estancieros se negaban a arrendar sus campos a los agricultores
"hambre de tierras". necesitados de expansión. En 1908 la "Cámara Mercantil" denunciaba que
Hizo de portavoz del descontento que cundía entre los agricultores "...las familias labradoras tenían que andar en peregrinación rogando
hacia el "orden" ganadero, la "Sala de Comercio de Productos del País" se les arriende... ,, (41). Los ganaderos confesaron por boca de la Aso-
(luego "Cámara Mercantil de Productos del País"), sede de los nego- ciación Rural en 1909 que "...los propietarios se resisten de una manera
ciantes en granos que se veían perjudicados por el débil volumen de general a arrendar sus tierras Para agricultura porque tos que las deman-
las cosechas. Decía la 'Sala" en 1906: dan con ese fin, no ofrecen garantías de preparación ni de solvencia,
"...el latifundio, que en otras épocas se explicaba por el atesora- de tenacidad en la labor, razón por la cual corren aquéllos el peligro
miento casi obligada y seguro, hoy debe ser puesto al servicio del desa- de tener que dar a sus fundos el destino primitivo después que la acción
rrollo del progreso del país, el que en definitiva brindará una hermosa del arado haya reducido considerablemente su rendimiento como terreno
perspectiva al mismo terrateniente, porque el día que exportemos 300 de pastoreo {y} ...la pérdida efectiva que representa el tiempo que un
a 400.000 toneladas de cereales, la fortuna privada será sobradamente campo de labranza tarde en recobrar su fertilidad primitiva de campo
compensada con la -valorización de la tierra..." ("). de pastoreo Les) más o menos seis años..." (e).
En junio de 1909, su sucesora, la "Cámara" fue más precisa: "La invencible repugnancia que la mayoría de los propietarios tiene
"Hasta que no entreguemos a la agricultura. 200 ó 300 mil I.2ectá- a dedicar sus tierras a la agricultura...",al decir del empresario Juan
reas, no podrá adquirir el país todos los elementos indispensables para L Lacaze en 1905 (43) hizo que el precio de la escasa tierra arrendada
,

su independencia, y esa exigencia [...J. puede ser posible f ...) si a fuera elevadísimo y los contratos de duración cortísima, no previéndose
estanciero dedica un pequeño porcentaje de la extensión de su tierra nunca indemnizar al arrendatario por las mejoras que introdujera. Los
..) al cultivo de forrajes y cereales f esto evitaría radicalmente labradores expresaron estas quejas en tono más bien lastimero en ciertas
emigración Ir .1 atraería de inmediato la inmigración {...) y el país revistas que circulaban en la campaña (44) y los diarios montevideanos
,

contaría con una exPortación permanente de productos agrícolas,. . "(59 . recogieron la desesperación de los desalojados por convenir a los pro-
La "Cámara" acusó en 1910 y 1911 al 'sistema de los grandes latí- pietarios otro destino para su bien (45) . Las palabras que un parlamen-
fundips" de ser el principal causante Ye la poca densidad de- tario puso en 1907 en boca de un agricultor resumían de seguro una
Población rural' así como de la concentración de la riqueza territorial toma de conciencia común entre los labradores arrendatarios: "¿Adónde
en pocas manos. El territorio del país es propiedad de unos. 41.000 iré. el día qUC el dueño del terreno me lo pida?' (46)
terratenientes o grandes propi etarios wrales, cuando por una distribución Este cuestionamiento del orden establecido hecho por los agricultores
34 35
perdía, sin embargo, vigor, si pensamos que la difusión del minifundio esa manera" Batlle "oyó- esta voz y designó al director del periódico,
los convertía en obsesivos defensores del derecho de propiedad privada, Arturo Pozziiii, su agente propagandístico en Europa, a la búsqueda de
y que tenían mentalidades y conductas ilustrativas del mayor conserva- la ansiada inmigración 149 ). Pero nada se podía hacer contra un hecho
dorismo dentro del país: alta natalidad, alta religiosidad, resistencia al que tenía la fuerza de una roca: los inmigrantes contarían en la misma
envío de niños a la escuela, supervivencia de explicaciones mágicas de medida en que arribaran a nuestras playas; no pesaban en pro del cam-
la- vida, tal corno lo hemos descripto en el tomo L Esta realidad no bio viviendo en Italia o España.
abonaba, por cierto, una alianza fácil entre el reformismo y el grupo Los terratenientes habían advertido satisfechos la real debilidad de
que practicaba la actividad económica más elogiada por él, a la que veía esta presión por la tierra, inflada por críticos urbanos y no por peligro-
como sinónimo de "civilización" y "poblamiento". sos reclamos campesinos. La Revista de la Asociación Rural tranquilizó
en 1912 a los hacendados, asustados por tanto juicio negativo sobre el
latifundio, con este argumento:
4 — La fuerza real de los aliados del reformismo
"Si los agricultores inmigrantes existen sólo en nuestra'itnaginaczon,
La presión de los agricultores por la tierra era la única que provenía no cabe en lo _iiticioso Ir sensato; despojar a los hacendados de sus tierras,
del medio rural, medio en el que residían la clave económica del país para darlas a agricultores que no sólo no existen etz el pais, sino que
y los grandes terratenientes, uno de los puntales sociales del orden esta- ni siquiera han denzostr.tdo deseo de venir... ¿Oué hay, por consiguiente,
blecido. Esa presión, empero, era débil: los agricultores se concentraban que urja y apremie la expropiación de tierras-?" (5O).
sólo en 3 de los 18 departamentos de campaña y su pobreza demostraba A prin-iera vista, las fuerzas sociales pasibles de aliarse al reformismo
también las dificultades que enfrentaba el laboreo en estas tierras de político eran formidables si el historiador las enumera y piensa en al-
clima azaroso y fertilidad no uniforme. guna sociedad europea del novecientos: obreros, industriales, agricultores,
Todos los demás críticos del orden establecido que atacaban al lati- sectores medios. Pero ello no es más que un espejismo ya que precisa-
fundio y la ganadería extensiva vivían dentro de una estructura econó- mente el modelo contra el que se alzaban había limitado su Crecimiento
mica y social urbana, exigiendo la modificación del modelo no tanto por, y era dependiente de, Gran Bretaña, no similar al británico.
para ser ellos sus directos beneficiarios sino para lograr, a través del El proletariado montevideano era reciente como la industria, y tanto
fraccionamiento de las grandes propiedades, consumidores los industria- su origen rurzú como la búsqueda acudante del ascenso social si prove-
les, } una sociedad más justa y productiva, y menos hostil a sus inten- nía de la inmigración, debilitaban la fuerza de sus ataques contra el orden
ciones niveladoras, los obreros y el reformismo. vigente; los agricultores, los sectores medios y los industriales, cuestio-
Los que debían teóricamente ser beneficiarios directos del cambio naban sólo ciertos aspectos de ese orden puesto que eran beneficiarios
agrario, o eran culturalmente ajenos al planteo reformista (caso de las parciales de sus supuestos básicos; el pobrerío rural y las peonadas es-
peonadas y el pobrerío rural), o se hallaban fuera del país (los inmi- taban más hambrientos de carne que de tierra, valga la imagen; por fin,
grantes europeos), si el reformismo deseaba unir en un solo haz a estas fuerzas era muy
Como es obvio, la fuerza que podía tener el reclamo de los inmi- dificultoso conciliar intereses a mentido divergentes cuando no opuestos
grantes (más bien un supuesto teórico), era prácticamente nula. Es cierto (obreros e industriales, por ejemplo).
que en 1905 el órgano de la colectividad italiana en Montevideo, "L'Italia ¿Quién condujo, entonces, observada la debilidad de los posibles
al Plata", pidió "llamar a los agricultores europeos ) expropiar los lati- apoyos sociales del reformismo, el ataque contra el modelo? Simplifi-
fundios - Un. El llamado de atención al reformismo fue concreto: cando un tanto el planteo del problema: ¿fue el reformismo el que agitó
"¿Por
qué Baffle no puede completar su obra políticawn una económica? a los obreros, o la presión obrera, de los inmigrantes y la clase media
¿Por qui: con audacia {...} no hace volver a sus verdaderas funciones la por el cambio, la que gestó al reformismo?
enorme cantidad de tierra que sirve sólo de sostén a los rodeos, mientras Si adoptamos el primer punto de vista, hacemos coincidir, en ex-
podría dar vida y riqueza a un millón más de habitantes? Bien profunda traño acuerdo, la posición oficial de la historiografía batllista —"Baffle
huella de su pasaje por el poder dejarla Baffle Ordóñez obrando de fue el creador de su tiempo' -'— con la de los más obstinados detractores
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de Baffle, las clases conservadoras, para quienes, en efecto, era el gobier- Capítulo
no el "culpable" de la violencia de los de abajo, pues la amparaba e Una ideología jacobina
impulsaba. Si adoptamos el segundo punto de vista, el reformismo apare-
cería como un simple epifenómeno, un derivado de previas transforma-
ciones ocurridas en la sociedad y la economía uruguayas. De seguro la
solución es algo más compleja de lo que sugieren las preguntas.
En la historia uruguaya, la vida política —el Estado, si se prefiere—
fue siempre un factor tan "creador" -como la vida económica o social.
El Estado definió la lucha por la propiedad de la tierra entre los grupos
rivales, y fue la primera estructura que alcanzó a ser fuerte a través de
un temprano dominio del aparato tecnológico de origen europeo y norte-
americano. El elenco político, por motivos que hemos analizado en el
tomo I, logró una aut9nomí1 real frente a la presión de las .clases altas 1 — El núcleo
y ello incrementó el papel del Estado. ¿Nos inclinamos, entonces, por
la tesis del reformismo "creador de su tiempo"? No necesariamente, No intentaremos aquí la descripción completa de la iflPología re-
pues esto implicaría no querer ver la otra cara de la moneda. El refor- formista, sino una caracterización global que enfatice los aspectos que
mismo se asentó y perduró por la resonancia que a su prédica dieron ayuden a entender la naturaleza del enfrentamiento que el reformismo
las fuerzas sociales que —a posteriori de su ascenso al gobierno en 1903, mantuvo con las clases conservadoras.
eso sí— se convertirían en sus aliados. Arturo Ardao ha comprobado que una concepción ética de la so-
Fue la confluencia de intenciones entre el equipo político y esos ciedad y el derecho fue la base filosófica del reformismo, al menos si
aliados la que dio al reformismo dimensión histórica, pero fue también nos referimos a su personalidad descollante, Batlle y Ordóñez (51) Una
.

la naturaleza eminentemente política del reformismo la que lo debilitó, moral, en efecto, de sello tolstoiano, no católico, en la que el hombre
frustrándolo como herramienta de un cambio profundo, ya que sus era el centro de una obsesión a veces hedonista, sin que nada, y menos
apoyos sociales no sólo eran débiles sino también eran sólo eso: apoyos una Institución, lo trascendiera; imbuida de "cierta piedad difusa, casi
cósmica' hacia el ser débil, fuera de la naturaleza que fuera (humana
y no participantes de su quehacer. Como en la historia bíblica, el pecado
original del reformismo se confundía con su nacimiento en el poder. o animal), hallárase dónde se hallare (en el Uruguay o en resto del
mundo), vertebrada por una "concepción romántico-anárquica-naturatista,
un poco a lo Ibsen, del individuo y las construcciones sociales", al decir
ce Carlos Real de Azúa (52).
Una ideología, entonces, finisecular, alimentada en el pensamiento
enciclopedista, la creencia eu el progreso indefinido a través de la cien-
cia y la difusión de la educación, y el rechazo del "prejuicio" religioso
como factor explicativo del mundo y el hombre. El reformismo se pensó
a sí mismo y se vio como un hijo de la ``Gran Revolución", y es éste,
por cierto, uno de los tantos puntos de contacto que tiene con el con-
temporáneo Partido Radical-Socialista francés. Dirá "El Día" en 1905,
dentro de un sugestivo editorial en que compara "las huelgas obreras"
con el movimiento de 1789:
"La revolución francesa, esa grande y deslumbrante explosión que
tendía no sólo a la reivindicación política sino a la reivindicación social
del género humano, se excedió en ciertos momentos hasta el desborde.
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¿Por qué.? Porque fue un estallido de fuerzas populares f ...} largos si- de todos los ciudadanos ir ...} Bastaría hacer una rápida referencia {...}
glos oprimidas { porque operó por medio de la reacción violenta
de algunas de las leyes ,sue se han dictado en Inglaterra y en los demás
lo que hubo de operarse por medio de la evolución lenta y tran-
países cia ifizados del mundo. para demostrar que esa función cconóntica
quila: porque encontró vallas y obstinaciones en la realeza y el clero y social se ejerce hoy casi sin limitación alguna. Citarj {...2 la instruc-
en lugar de hallar concesiones generosas y espontáneos desprendimien-
tos..." (53)
.
ción obligatoria, las leyes que _obligan a la vacuna, las leyes obreras de
legislación general del trabajo (...1 del trabajo de la mujer y de los
Pero no busquemos tanto filiaciones o influencias, que de seguro niños, del salario mínimo, las leyes de primas a la producción y a la
existieron dado el cuidado con que nuestra elite política seguía todo lo exportación; las primas a la navegación; la instrucción superior y la p ro-
ocurrido en la "única" república europea. Más importante es advertir fesional . .." (54 ).
que el reformismo fue sobre todo una postura vital, un sentirse los aban-
derados de cierta concepción racional y ética del mundo y no meramente
los sostenedores de un programa político. Ese tono de "cruzada" que a 2 — Reforma, no revolución
veces alcanzó la prédica reformista —intolerante y moralista— se alimen-
taba precisamente en esta convicción, convicción que le otorgó al movi- El Estado reformista no pretendía destruir el sistema sino sus ex-
miento fuerza singular, la que poseen los 'iniciados" en un misterio cesos. Este postulado aplicado a la concreta realidad uruguaya, tenía,
que deben contar al mundo para cambiado. empero, sus bemoles, ya que los excesos parecían constituir parte del
El núcleo del mensaje no ofrece dudas: la organización social, eco- sistema. De cualquier manera, el reformismo quiso poner distancia entre
nómica y política debe garantizar a cada individuo las mismas oportuni- él y las ideologías revolucionarias del novecientos. Mucho fue dicho con
dades de elevarse en la escala social, dependiendo luego todo del "mérito" tal de separarse de ellas. Esto se debió a dos factores cuyos respectivos
personal; concebido corno suma de virtudes intelectuales, ya que el talento pesos es difícil medir con exactitud: la propia convicción de ser "obre-
era lo único que debla diferenciar a los hombres entre sí. ristas" y no "socialistas", y la necesidad de tranquilizar a las clases con-
El segundo postulado incorpora la novedad: la "Gran Revolución" servadoras.
ha dejado resabios que se oponen a la igualdad: el desnivel económico Las tesis del materialismo histórico fueron condenadas expresamente
entre los ciudadanos y el mantenimiento de la educación como privilegio por "El Día" en 1906, tanto si provenían del confuso cerebro lel estan-
de minorías. El Estado será la herramienta niveladora que restablecerá ciero Carlos Reyles como del más peligroso de Marx:
la igualdad natural. Concebido como el representante de toda la sociedad, "...se quiere proclamar al factor - económico como la única, fuerza
inclinará la balanza del lado del débil cuando la estructura económica, capaz de imprimir dirección progresista a la sociedad, con prescindencia
social o cultural haya colocado el fiel del lado de los fuertes, los privi- absoluta de todos los otros factores, del factor moral, del factor político,
legiados, los menos. El Estado deberá ser (y podrá ser) el corrector de del factor filosófico y , hasta del factor religioso, que en realidad repre-
la injusticia, no tiene por qué seguir necesariamente representando a los sentan los principios superiores que orientan la marcha de la personali-
grupos dominantes. Para ello abandonará su viejo papel de "juez y gen- dad, que la dignifican f ...2 Los intereses económicos son a nuestro en-
darme" e intervendrá directamente en la economía y la sociedad. Esta tender elementos de primera fuerza en el vitalismo complicado de la
concepción dará origen a la ampliación de los fines del Estado, criterio sociedad, pero no son los únicos; más aún, muy a menudo de elementos
común en la Europa "progresista" de la época, según el cual los servicios determinantes se transforman en elementos determinados y entonces su
públicos no podían quedar en manos de la empresa privada. Dirá José acción se subordina a los intereses morales o a factores políticos
Serrato en el Senado de 1909: Y entre nosotros mismos tenemos el ejemplo reciente: la buena política
"Las funciones económicas y sociales de los Estados modernos se en ciertas circunstancias puede por si sola transformar la faz completa
han desarrollado ampliamente, en forma casi inesperada en los últimos de una sociedad; no debe por lo tanto preconizarse el desdén de la polí-
tica..."-'
tiempos, y esto, a medida que las funciones políticas y religiosas dismi-
nuían como consecuencia de la igualdad y de la libertad de conciencia La frase final debió, por cierto, ser hondamente sentida por este
elenco de hombres que había convertido a la política en una fuerza de
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naturaleza muy peculiar en el país, muy difícil de entender como un me- colonizando o por lo menos evolucionando francamente hacia los círculos
ro epifenórneno cuando se la vivía corno lo determinante. superiores de la ganadería misma. Pero como una u otra clase de inicia-
La lucha de clases era un hecho que podía ser eliminado sin modi- ti vasse produce con una desesperante lentitud f pedimos el concurso
ficar el supuesto de la propiedad privada de los medios de producción_ de ios Poderes Públicos para que con lees inteligentes y un poco coer-
Las reformas económicas y sociales aplicadas por el Estado reformista citivas se estimule la modorra de los inertes {...1 y se les obligue a
conducirían, según los jóvenes batllistas de 1905, a un ". . estado social enriquecerse más, pero a condición de que hagan circular un poco de
que no es un sueño, (en que} todos coadyuvarán -al mismo fin, y unidos esa riqueza entre los que tienen el perfecto derecho de ver utilizadas y
el capital y el trabajo se afanarán porque la producción se eleve; pues remuneradas sus energías" (37 ).
cuanto más se obtenga, más interés tendrá el capital, más alto será el En todas las clases sociales había hombres de buena y mala volun-
salario. La sociedad será una verdadera colmena donde los zánganos no tad. El individuo no tenía determinada su conciencia por su posición
tendrán cabida, pues el rico, si quiere conservar su capital, tendrá que social, sino que su conciencia seguía el camino del bien colectivo cuan-
trabajar y preocuparse del bienestar general, no como actualmente, que do era despertada. Este razonamiento evitaba que se tuviera que recurrir
las grandes fortunas de los que nada producen, pero consumen, crecen siempre a la coerción para modificar el orden establecido: bastaba a ve-
cuanto más catástrofes afligen a la humanidad". ces difundir, con argumentos razonables, la necesidad del cambio y hasta
Las clases conservadoras no tenían por qué alarmarse demasiado, un los beneficiarios del modelo terminarían aceptando las reformas. Dijo "El
mensaje se escribió especialmente para ellas: "No reciban, pues, con re- Día" en 1908 sobre el problema rural:
celo estas ideas los hombres de dinero. Nosotros no vamos contra ellos_ "Una buena propaganda, una propaganda franca y persistente sobre
A nadie queremos arrebatarle el fruto de su trabajo...' ("). la necesidad de dividir la tierra y la necesidad de hacer en parte agri-
Para "El Día", los estancieros incluso debían esperar ventajas eco- cultura, podría producir efectos saludables, sobre todo en estos momentos
nómicas del fraccionamiento de sus tierras mediante la expropiación y en que el mal se palpa y muchos grandes propietarios comienzan a sen-
la colonización. Los términos en que se entablara el difícil diálogo con tir la necesidad de realizar algún esfuerzo en bien de los intereses gene-
rales".
las clases propietarias tendrían que elegirse con cuidado; no era "una lu-
cha" contra el latifundio lo que preconizaba el reformismo (y parecían Empero, por lo general no se caía en ingenuidades. A continuación
creer ciertos extremistas dentro del movimiento), sino una tarea de zon- se advertían las dificultades de "...conseguir que los grandes hacenda-
vencimiento. Claro que si ella fracasaba, el Estado actuaría "pero sin me- dos tomen iniciativas en este sentido, ya. que la industria ganadera les
noscabo de intereses legítimos". Editorializó en 1909 en términos que está dando resultados sobresalientes, y desde que el interés ha sido y
valen la larga transcripción por su singular mezcla de elogios y amena- será por mucho tiempo, tal vez por siempre, el propulsor principalísimo
zas, razones para tranquilizar y otras para inquietar: de las actividades humanas (...) si eso llegara a ponerse en evidencia,
"La lucha contra los grandes latifundios, o por lo menos contra su sería del caso pedirle algún sacrificio a aquella industria demasiado flo-
forma primitiva y única de explotación, hay que entablarla en un día reciente, un sacrificio pequeño, pero que la empujase a un cambio f
más o menos distante y cuanto más antes mejor (...1- La palabra lucha Podría resultar esto incómodo para algún ganadero, pero no sería por
cierto el primer caso en que sería necesario incomodar ligeramente a un
tal vez no sea la más apropiada ya que nosotros no aspiramos ni propi-
gremio para alcanzar beneficios superiores de interés general. De ahí que
ciamos nada que importe la ruina de nadie, ni siquiera el menoscabo de
intereses legítimos. Lo que nosotros no que-remos es que los grandes pro- si la iniciativa privada se hiciera esperar demasiado —como es de te-
mer que se haga esperar— nosotros no vacilaremos en prestigiar y sos-
pietarios entendiendo muy mal sus propios intereses sigan perjudicando
gravemente los intereses nacionales {...) La diversidad del medio nos tener leyes de fomento agrícola, leyes de las llamadas pobladoras...' (").
importaría poco con tal que los viéramos francamente orientados bada
el fin que perseguimos. Por eso hemos aplaudido cuantos fraccionamien-
tos de campo se han llevado a la práctica Por eso alentamos a quién ¿Hasta dónde debían ir los cambios y con qué métodos serían im-
quiera que estando en posesión de crecidos bienes tiende a acrecentarlos puestos?. José Serrato en abril de 1905 marcó objetivos: concluir con
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"el fc,dillismo, citteüo .1 monopolizador de la tierra", y "la nueva pluto-
c racid o sea ei edpital", pero la "...reforma f ...} no podría llegar a con- "Decir que este proyecto es un proyecto netamente socialista es co-
mo anunciarles fa las clases conservadoras) el principio de la revolución
71; Over la base en que se asienta la sociedad política y económica. Ten-
social, con todas sus oscuras, confusas y conzPlejas conclusiones que los
drá necesariamente que reconocerse como asiento sólido y formal de esa
hombres de Gobierno tampoco pueden aceptar". (62).
reforma, el de la propiedad privada, pero con las limitaciones y cargas
que impongan el interés general del Estado". (55 )•
En efecto, ni el proyecto, ni el gobierno, ni en particular su Mi-
nistro de Hacienda, querían tener nada que ver con el socialismo. Pero
El reformismo se vió a si mismo como un "socialismo de estado",
las clases conservadoras igual lo intuían. La vertiende jacobina y liber-
tan respetuoso de la propiedad privada como consciente de las limita- taria del reformismo, que existía, como a continuación observaremos, las
ciones de ese derecho, tan dispuesto al cambio como a promoverlo sólo intranquilizaba.
por medio de "la evolución" pacífica. Fundamentó José Serrato el pro-
yecto de estatización de los seguros en 1911 en estos términos: 3 — La vertiente jacobino-libertaria
...si por socialismo se entiende el -mejoramiento de las clases obre-
ras y trabajadoras, tendiendo a elevar su cultura, sus medios de existen- La vertiente jacobino-libertaria fue el elemento más original de la
cia y su dignidad humana, si se entiende también el procurar a la so- Ideología y la acritud reformista, la que diferenció realmente al movimien-
ciedad una distribución más racional de la riqueza, si por socialismo se to uruguayo de cualquier otro similar en América Latina. Este aspecto
entiende defender y buscar de mejorar ese -valor económico que se llama del reformismo derivaba de un llevar a los extremos, un desarrollar ló-
hombre, y sin el cual no hay progresos ni adelantos, en ese caso este pro- gicamente, ciertos principios contenidos en la formulación inicial del
yecto es netamente socialista; pero si por socialista, o por aspiración so- cuerpo doctrinario. Lo "impropio" de este rasgo reformista a los ojos de
cialista inmetliata se entiende la desaparición de la propiedad individual, las clases conservadoras y aun de muchas capas medias ``prudentes', lo
si por socialismo se entiende la apropiación de todos los medios de pro- que lo tornaba "inquietante", era el tufillo anarquista que despedía.
duccic'nz, yo digo entonces que este proyecto izo ha sido inspirado en las La propaganda anticlerical de "El Día » en estos aiios no se diferen-
ideas de esa escuela". (60) ció mayormente de la habitual en los periódicos libertarios más violen-
Octavio Morató, otro financista de nota en el movimiento, expresó tos. El tono exaltado, la burla de los dogmas y las más altas personalida-
en 1912: "Por socialismo de Estado debe entenderse la política económi- des de la Iglesia —como el Papa—, y la denuncia de las 'irregularida-
ca y financiera desarrollada con el fin de introducir ideas de reforma des" en la vida privada de los sacerdotes, eran exactamente iguales a las
social en la organización del Estado, sin conmover y sin modificar jun- de los panfletos anarquistas.
daznentalmente las 17zstituciones legales y políticas. En vez de ir a la con- También "El Día:* acogía escritos y conferencias de socialistas y
quista de las reivindicaciones sociales por medio de la revolución, que anarquistas con ,tal frecuencia que terminaban confundiéndose con la pro-
pugna por arrasar los fundamentos de la sociedad actual, el "socialism-o paganda específica del reformismo. La "abolición de la propiedad priva-
de Estado" tiende a dar satisfacción a aquellas reivindicaciones por me- da y por ende (la) eliminación completa del derecho de herencia; la su-
dio de la evolución r ...1 mientras que el socialismo como doctrina eco- presión del .Estado; la disolución del Ejército" y, como sostenía el cató-
nómica, significa la apropiación social de todos los medios de produc- lico 'U Bien" en noviembre de 1910, "todos los demás descabellados lu-
ción, máquinas e instrumentos, etc.". ( 61 ). gares comunes del anarquismo", eran alimento común del lector de 'U
¿Sería, entonces, lo que los economistas hoy en día llaman un ca Día" en el novecientos.
pitalismo dirigido o capitalismo de Estado?. No nos apresuremos a cla- El jacobinismo libertario de "El Día" convertía al reformismo en
sificar lo que es más complejo de lo que parece. Tengamos, eso sí, en un "cúmulo de barbaridades", en el sentir de la opinión medida y cir-
cuenta, que estas definiciones fueron hechas ante el temor manifestado por cunspecta de los hombres del "justo medio". Así pensarán, en mezcla
las clases conservadoras y los inversores extranjeros. Serrato lo dijo con que revelaba afinidades, los colorados tradicionalistas, los colorados avan-
cierta ironía ese año al referirse otra vez al proyecto que estatizaba los zados pero prudentes —Pedro Manini Ríos—, los blancos de origen pa-
sezuros: tricio —Luis Alberto de Herrera—, y los intelectuales que rendían cul-
to a la belleza de la forma y se sentían heridos por el tono "populache-
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ro" v la "excitación de las más desenfrenadas pasiones demogógicas - , al ro irreverentes: "Sobre este recargo del presupuesto probablemente no ha
decir del articulista de "El Bien" en 1910, y al sentir de :losé Enrique f 1 ,37j5- ,Icto al señor Idiarte Borda. El no sabe lo que es echarle cuentas a un
Rodó, por ejemplo.( 64 ). pobre pais como el nuestro un arzobispo y dos obispos. Hay que pagar-, -
La influencia del anarquismo en Baffle y del batllismo en el anar- les a cada 11120 de estos señores sueldos enormes, que darles buena casa,
quismo uruguayo fueron notorias para los contemporáneos, un tanto de- secretarios, ayudantes de todo género, nuevas curias. Después hay que
sasosegados por el espectáculo de estas simpatías del gobierno hacia les consentirles que por ahí fabriquen nuevos seminarios y que nos llenen
que predicaban la destrucción del Estado como institución. El historiador el país de curitas. Por último habrá que consentirle al señor arzobispo
Carlos M. Rama ha comprobado que: "...centenares de militantes; in- quién sabe qué derroches..." ( 67 ).
cluso de primera línea del sindicalismo, el socialismo y especialmewe Cuando en 1914 "La Liga de Damas Católicas" lanzó la iniciativa
anarquismo, se incorporaron a los partidarios de Batlle (...} De todos de "entronizar el Sagrado Corazón de Jesús" en todos los hogares, "corno
los sectores sociales de principios de siglo ninguno dio tantos elementos medio de extender el reinado de Jesucristo en el Uruguay", "El Día"
al Batllismo como el anarquismo. Si se toma la nómina de los intelec- fue violento:
tuales libertarios de los primeros años del siglo, se aprecia que 10 años "La ciencia conoce el bacilo religioso y conoce también el medio de
más tarde casi todos han pasado a la actuación política activa, incluso asegurar a la humanidad una perfecta inmunidad. El embrutecimiento me-
como dirigentes batllistas..." ( 65 ) diante el fanatismo religioso y la superstición clerical está neutralizado
El reformismo radical, de su lado, acogió, más como postura vital por la luz, de las escuelas laicas. Pronto liquidaremos el último vínculo
que como programa, planteos que provenían del anarquismo ítalo-español, entre el Estado y la Iglesia para asegurar de este modo la grandeza de
en particular el identificar a los grandes enemigos del "progreso social" la sociedad y la familia, comprometida por la acción funesta de los que,
y el avance de "la cultura" con la Iglesia y el Ejército. cotizo el clero católico, abominan de las dignidades familiares y sólo se
La afirmación de la libertad individual como valor supremo, que preocupan de la sociedad para oprimida y explotarla. Nuestro pueblo
nace con el Iluminismo, es proclamada por la Revolución Francesa, limi- iluctrado acerca de la farsa clerical, se ha redimido del yugo de los vie-
tada a la burguesía por el liberalismo, v extendida a todos los hombres jos ídolos". ( 68 )
.

por el anarquismo, fue ecogida por el reformismo. Este, al acentuar a ve- Hacia 1915 comenzaron a aparecer en "El Día" fotos del carnaval
ces su oposición al princi,: -: 'le autoridad cuyos máximos exponentes veía con jóvenes disfrazados de frailes, al lado de risueñas señoritas, con iró-
en el Estado y la Iglesia Católica, recordaba a los defensores extremos nicas leyendas debajo. ( 69 ).
del individualismo, los anarquistas rusos, italianos y españoles. Este jacobinismo libertario condujo también al reformismo a la apo-
Las posiciones anarquistas hallaron en Baffle un terreno abonado per logía de "los agitadores" en medio del estupor del resto de la prensa y
su lucha juvenil contra el santismo y su desconfianza al ejército por la el ya ahora decidido, ";es demasiado!", lanzado por las clases conservado-
actitud hostil de la mayoría de la oficialidad a su gestión de gobierno. En ras. En principio, la defensa de los anarquistas extranjeros que formaban
la masa reformista, esa identificación del enemigo con el cura, el militar, las Sociedades de Resistencia obreras —porque de ellos se trataba—, se
el capitalista y el latifundista, olía de lejos a una creencia generalizada confundió con la de "...los preceptos constitucionales que tutelan todas
en el novecientos entre los sectores populares montevideanos, creencia alen- las opiniones, todas las propagandas, mientras ellas no ataquen argún
tada por los inmigrantes "rebeldes", la permanente propaganda anarquista pi inci,pio fundamental de orden público o no atenten claramente contra
y la experiencia vivida cuando las huelgas eran reprimidas. derechos de terceros. Y la libertad igual para todos es un bien que ha
Por todo ello, "El Día" dejaba estampar artículos explosivos, como costado demasiado caro para que, donde se tiene la suerte de poseerlo
uno de 1911 en que se denunciaban como aberraciones lo que todo mi- en su mayor plenitud, se pugne por cercenarlo".(") ,
litar consideraba virtudes. ( 66 ). Pero en "El Día", la defensa de lo "extranjero" iba más allá. En su
La Iglesia y los "curitas" recibían un tratamiento más hostil si cabe. prédica siempre hubo un tono internacionalista, una exclusión conscien-
Ya en 1895, cuando el gobierno de Idiarte Borda buscaba obtener te de toda manifestación de nacionalismo estrecho, irracional. Ello lo em-
la creación del Arzobispado, Baffle se refirió al tema en términos un tar.- parentó otra vez con las posturas vitales anarquistas que ponían énfasis

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en el individuo y la humanidad y negaban carácter sagrado a la "patria".
El reformismo contuvo, en potencia, una rebeldía contra el modelo
Además los agitadores fueron elogiados por representar las ideas
nuevas, "...ideas que por mas perturbadoras que parezcan en un vzo- vigente que iba más allá del enjuiciamiento a su estructura económica y
social. Las ideas 'recibidas" por la sociedad tradicional y sus clases altas
viento dado, pueden fructificar en un porvenir -más o menos lejano, em-
pujadas y propagadas por los agitadores". fueron puestas en tela de juicio y a menudo sustituidas por otras —no
La visión de la historia corno un perpetuo cambio hacia el mayor menos "recibidas", tal vez— pero en medios diametralmente opuestos.
conocimiento y la felicidad humana era intelectualmente revolucionaria; La "razón" era e1 único tribunal ante el cual se inclinaban los reformis-
justificaba, en nombre del progreso y la libertad, a todas las "agitaciones tas radicales. Ello los condujo a menudo al extremismo ideológico, a un
Las ideas que en un principio parecían extremas y "raras", al generali- "idealismo" capaz de asustar a las clases conservadoras tanto como lbs
zarse y construirse con ellas un nuevo orden, se volvían caducas hasta más concretos proyectos de estatización. Domingo Arena, al defender en
que inevitablemente otro principio minaba lo que a su vez se había con- junio de 1906 la abolición de la pena de muerte, sostuvo que siendo la
vertido en un obstáculo al progreso. En junio de 1905 "El Día" fue vida humana el supremo valor, era inconcebible no aplicar el principio
preciso: en tiempos de £., uerra y seguir fusilando a los espías. El diálogo que trans-
"...por regla general, todas las ideas nuevas, las grandes ideas nue- cribiremos es un buen ejemplo de la tensión entre el "idealismo" refor-
vas de todos los tienzpos, han sido lanzadas a la vida y han sido propa- mista y el "realismo" de que hacían gala los defensores del sistema:
gadas por los agitadores. El gran Sócrates pareció, sin duda, para los grie- "Sr. Arena...si dejamos establecido que la pena dé muerte pueda
gos, un terrible agitador, desde que lo obligaron a beber la cicuta. El mis- aplicarse en tiempo de guerra, es sencillamente dar carta blanca a los
mo Jestís, que después fue un Dios, y que todavía sigue siándolo para jefes de división, a los jefes de ejército para que puedan hacer verda-
una buena parte de la gente, no fue en su tiempo más que un atrevido deras atrocidades; y eso no podemos tolerarlo los abolicionistas...
agitador! Los que en la Edad Media reaccionaron contra los avances del Sr. Lacoste. Ponga el caso de un ejército que no fusile a los espías.
catolicismo dando origen a la Reforma, fueron agitadores. Y agitadores Sr. Arena. ¿Y por qué ha de fusilar a los espías?
son y serán en todas partes los que se levantan contra el criterio domi- Sr. Lacoste. Ponga cl ejemplo de un solo ejército que no fusile a
nante para señalar rumbos nuevos. Por eso son agitadores los patriotas los espías.
de Rusia que se sacrifican luchando contra el absoitismo del Czar! ;Por Sr. Arena. Será porque esos ejércitos no están bastante adelantados;
eso son agitadores en los pueblos monárquicos, los simples republicanos pues el señor diputado no podrá negar que es una gran crueldad fusilar
militantes! Por eso, en las mismas repáblicas, son todavía agitadores aque- un espía, desde que la mayor parte de las veces un espía es un patrio-
llos radicales que entreveen campos más ,tmolios y más fecuntlos para la ta f . .1- del país enemigo y en vez de fusilarlo, habría que rodearlo de
actividad humana de los que ofrece la misma República". las -mayores consideraciones posibles.
La referencia a la revolución rusa de 1905 no podía ser más des- Sr. Rodríguez (Don G. L.). ;Darte una condecoración!" ( 72 )•
graciada ante la 'ya alerta mirada conservadora. La peligrosidad de estos
principios para cualquier orden social que se deseara inalterable queda
demostrada en este otro enunciado:
"Dejemos, pues, a los agitadores. que se agiten y agiten mientras su Esta veta jacobin2, este "verhalismo" revolucionario, sincero, empe-
actividad no salga del campo del derecho! Dejemos que sus ideas, poi. ro, pocas veces plasmó en ataques concretos al orden establecido por
atrevidas que nos parezcan, circulen y se proPaguen y se discutan, que cuanto una cosa fue "El Día" y otra —más "mesurada" y "prudente"--
de la discusión de las ideas siempre ha brotado la luz que ha alumbrado Batile y su gabinete. Pero ocurría también que a veces el Batlle presi-
el porvenir de todos los pueblos! No nos alarmen las exageraciones dé dente salía a escribir en "El Día", con un seudónimo, lo que no se atre-
doctrina, porque dentro de las mayores exageraciones suelen encontrarse vía a estampar en sus Mensajes al Parlamento. El tono jacobino era el
principios de verdad que pueden ser fuentes de grandes bienes! No se ropaje del reformismo. Ese ropaje cumplió dos funciones: por un lado,
olvide que las grandes conquistas hoy alcanzadas han sido consagradas la veta jacobina y libertaria actuó como el gran agIutinador entre el
como grandes absurdos en los largos siglos pasados!" (71) elenco político reformista y parre importante de la masa popular mon-
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tevideana; por el otro, los "excesos" doctrinarios asustaron a las clas s
conservadoras tanto o más que los circunspectos actos de gobierno. Capítulo III
Es probable que ésta haya sido, ¿por qué no?, una ideología "pe- La conciencia reformista y su presente
queño burguesa", pero los ricos sintieron en algún momento el presen-
timiento del diablo, de la "tempestad populachera", al decir del órgano
periodístico católico en noviembre de 1910.

1 — La "mirada" reformista

La conciencia reformista, la idea de que el orden establecido hacía


agua por los cuatro costados, fue despertada entre 1885 y 1905 por una
serie de hechos que parecían desmentir la baquía del elenco político co-
lorado al gobernar el país.
Las revoluciones saravistas de 1897 y, sobre todo, 1904; la crisis
demográfica signada por la desocupación y la detención del crecimien-
to; la aparición fulgurante del "problema obrero" con sus huelgas de
1895 y 1905; y el marasmo económico, advertido en 1885, oscurecido
brevemente por "la época de Reus", paridor del brutal golpe de 1890,
fueron los acontecimientos que los reformistas sintieron en carne propia
porque dejaron al descubierto la debilidad de la estructura que los soste-
nía como políticos profesionales. Este elenco dirigente, identificado con
el Gobierno y hasta con el Estado, consustanciado con el mantenimiento
del orden y la defensa de la nacionalidad, no podía permitir que éste fue-
ra perturbado y la viabilidad misma del país puesta en tela de juicio
por los alzamientos de Saravia, la despoblación, la crisis económica y las
huelgas.
La conciencia reformista, alimentada por las fuentes europeas y por
estos hechos, construyó su ideología y sus planes de cambio. Lo que es-
tos hechos pusieron en evidencia ante la mirada con que fueron observa-
dos formó el corazón del reformismo. La "mirada" dependió del bagaje
conceptual que los años finales del siglo XIX ofrecían al análisis de los
acontecimientos políticos, sociales. económicos y demográficos, de la men-
talidad dominante en ese grupo humano habituado al ejercicio del po-
der, y también, claro está, de los mismos hechos.
Lo que expondremos es, en consecuencia, la visión que tuvieron
ciertos contemporáneos —los reformistas— de su presente, cómo lo in-
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