Misterios Luminosos
Misterios Luminosos
Misterios Luminosos
MISTERIOS LUMINOSOS
(Jueves)
Bienvenida
Buenas tardes hnos. en Cristo, Madre querida acógenos en tu regazo cúbrenos con tu manto
protector y con ese dulce cariño que nos tienes a tus hijos, acoge este santo rosario que con
amor iniciamos.
Hoy contemplaremos los misterios de la luz. Cada uno de estos misterios revela el Reino ya
presente en la persona misma del Señor Jesús
Señal de la Cruz
Acto de Contrición:
Señor mío Jesucristo, Dios y Hombre verdadero, me pesa de todo corazón haber pecado,
porque he merecido el infierno y he perdido el cielo, sobre todo porque te ofendí a Ti, que eres
bondad infinita, a quien amo sobre todas las cosas.
Propongo firmemente, con tu gracia, enmendarme y evitar las ocasiones de pecado, confesarme
y cumplir la penitencia. Confío me perdonarás por tu infinita misericordia. Amén.
Credo
Padrenuestro
3 Ave María
Gloria
Jaculatorias: Oh Jesús, perdónanos nuestros pecados, sálvanos del fuego del infierno y guía
todas las almas al Cielo, especialmente aquellas que necesitan más de tu misericordia.
Roguemos al Señor.
PRIMER MISTERIO
"Por entonces llegó Jesús desde Nazaret de Galilea a que Juan lo bautizara en el Jordán.
Apenas salió del agua, vio rasgarse el cielo y al Espíritu bajar hacia Él como una paloma. Se oyó
una voz del cielo: "Tú eres mi Hijo amado, mi preferido"". (Mc 1, 9-11)
SEGUNDO MISTERIO
"Faltó el vino, y la madre de Jesús le dijo: "No les queda vino". Jesús le contestó: "Mujer, ¿qué
nos va a mí y a ti? Aún no ha llegado mi hora". Su Madre dijo a los sirvientes: "Haced lo que Él
os diga". Así, en Caná de Galilea, Jesús comenzó sus signos, manifestó su gloria, y creció la fe
de sus discípulos en Él". (Jn 2, 3-5.11)
TERCER MISTERIO
"Después que Juan fue encarcelado, Jesús se dirigió a Galilea, a predicar la buena noticia del
Reino de Dios. Decía: "El tiempo ha llegado y el reino de Dios ya está cerca. Convertíos y creed
en el Evangelio"". (Mc 1,14-15)
CUARTO MISTERIO
SE CONTEMPLA LA TRANSFIGURACIÓN
"Y sucedió que, mientras Jesús estaba orando, cambió el aspecto de su rostro, y su ropa se
volvió de una blancura resplandeciente...De la nube salió una voz, que dijo: "Éste es mi Hijo
amado, mi elegido. Escuchadle a Él"". (Lc 9, 29.35)
QUINTO MISTERIO
"Durante la cena, Jesús tomó pan, dio gracias a Dios, lo partió y se lo dio a sus discípulos,
diciendo. "Tomad y comed, esto es mi cuerpo". Tomó luego en sus manos una copa, dio gracias
a Dios y lo pasó a sus discípulos, diciendo: "Bebed todos de ella, porque esto es mi sangre"". (Mt
26, 26-27)
La Salve
Dios te salve, Reina y Madre de misericordia, vida, dulzura y esperanza nuestra. Dios te salve.
A Ti clamamos los desterrados hijos de Eva, a Ti suspiramos, gimiendo y llorando en este valle
de lágrimas.
Ea, pues, Señora Abogada Nuestra, vuelve a nosotros tus ojos misericordiosos, y después de
este destierro, muéstranos a Jesús, fruto bendito de tu vientre.
Oh, clemente, oh piadosa, oh dulce Virgen María. Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios,
para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Nuestro Señor Jesucristo. Amén
Letanías de la Virgen:
Cristo, óyenos
Cristo, escúchanos.
Cordero de Dios, Tú que quitas los pecado del mundo, Perdónanos Señor.
Cordero de Dios, Tú que quitas los pecado del mundo, Escúchanos, Señor.
Cordero de Dios, Tú que quitas los pecado del mundo, Ten misericordia de nosotros.
Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios para que seamos dignos de alcanzar las promesas y
gracias de nuestro Señor Jesucristo.
Oración
Te pedimos Señor que nosotros tus siervos, gocemos siempre de salud de alma y cuerpo y por
la intercesión gloriosa de la bienaventurada siempre Virgen María, líbranos de las tristezas de
este mundo y concédenos las alegrías del cielo. Por Cristo nuestro Señor. Amén.
Agradecimiento
Gracias Señor, por permitir reunirnos para dirigirnos a ti y poner a tus pies nuestras súplicas,
porque eres bueno y misericordioso con cada uno de nosotros, porque sentimos tu amor en cada
día de vida que nos regalas. Danos fortaleza Señor para continuar en el camino que nos lleva a
ti, No apartes tu mano protectora y tu mirada misericordiosa de nosotros.