Ciencias de La Tierra (A)
Ciencias de La Tierra (A)
Ciencias de La Tierra (A)
Actividad y Estrategia: Los estudiantes investigaran Historia Geológica a través de las rocas,
definición de rocas, tipos, clasificación, características, procesos de formación, importancia, ciclos
de las rocas el suelo como epidermis del planeta, factores formadores del suelo y su relación con
los cambios ambientales, perfil del suelo, reserva de suelo más importante de Venezuela.
La historia geológica de la Tierra se puede reconstruir a través del estudio de las rocas porque ellas
se formaron por procesos ocurridos en el pasado. Las rocas son como una especie de “memoria”
en la que se grabaron informaciones valiosas sobre los acontecimientos geológicos. Entonces, la
clave está en saber extraer esa información para poder contar dicha historia.
Cada tipo de roca se forma en unas condiciones ambientales particulares, bajo procesos
geológicos determinados y ello conduce a la formación de una gran diversidad de rocas con una
variada composición mineralógica y diferentes tipos de texturas. De esta manera, se descifra la
historia que quedó registrada en el interior de las rocas.
Cuando se estaba consolidando la corteza primitiva en las edades tempranas de la Tierra, los
primeros movimientos asociados a la tectónica de placas, quedaron registrados en los cratones del
mundo. Los cratones son grandes formaciones geológicas que constituyen los núcleos estables y
más antiguos de los continentes. Se originaron durante el Precámbrico y, desde entonces, en ellos
permanecen guardados los vestigios más remotos de la historia geológica.
Una roca es un agregado de uno o más minerales sólidos, con propiedades físicas y químicas
definidas, que se agrupan de forma natural. Forman la mayor parte de la Tierra y su importancia,
en el área geocientífica, radica en que contienen el registro del ambiente geológico del tiempo en
el que se formaron.
Tipos de Rocas
Existen tres tipos de rocas: las ígneas, las metamórficas y las sedimentarias.
Las rocas ígneas son producto del enfriamiento y solidificación del magma. Este enfriamiento
puede darse dentro de la corteza terrestre, dando origen a rocas ígneas plutónicas o intrusivas
como el granito, gabro, etcétera; o bien, al entrar en contacto con la atmósfera o el océano, lo cual
originan las rocas ígneas volcánicas o extrusivas como el basalto, riolita u obsidiana.
Las rocas metamórficas se forman cuando las rocas ígneas o sedimentarias son sometidas durante
y después de largos periodos de tiempo al calor, la humedad y/o la presión. Así es como el granito
se “transforma” en gneis, la caliza en mármol y la lutita en pizarra. Es poco usual encontrar rocas
metamórficas en territorios geológicamente jóvenes como Costa Rica, mientras que son rocas
comunes y abundantes en Cordilleras como la de los Andes.
Las rocas sedimentarias se forman como resultado de la acción de los agentes atmosféricos sobre
rocas preexistentes. Es decir, la meteorización ocasionada por los agentes físicos, químicos y
biológicos a los cuales la roca queda expuesta la debilitan, lo que provoca su fragmentación, y los
productos o sedimentos generados a partir de la roca son transportados hacia otros sitios por el
viento y los ríos, entre otros, donde se depositan gradualmente en capas. Las rocas resultantes de
este proceso son las rocas sedimentarias, que pueden ser de tipo clástico como la arenisca, lutita y
conglomerado, y químico o evaporítico como la caliza y la halita.
Rocas Cementadas: Son rocas de origen sedimentario, que se caracterizan por la presencia de un
cemento que une los granos de la matriz, como ejemplo: calizas, areniscas y calcarenitas.
Rocas Cristalinas: Son rocas formadas por granos minerales (cristales) en contacto directo unos
con otros. En este grupo se incluyen tanto las rocas magmáticas como las metamórficas, y se
clasifican en:
Variedades masivas: Granito y mármoles.
Variedades foliares: Pizarras.
La composición de las rocas puede estar determinada por los minerales esenciales o los minerales
accesorios. Los minerales esenciales son aquellos que caracterizan la composición de determinada
roca, los que tienen en mayor abundancia. Un ejemplo es el granito, que siempre tiene cuarzo,
feldespato y mica. Por otro lado, los minerales accesorios son los que aparecen en pequeña
proporción en la roca o pueden estar ausentes, por lo que no alteran la clasificación de la misma.
Por ejemplo, el granito puede contener zircón y apatito en menor proporción.
Para la clasificación de las rocas se pueden tomar criterios como la composición química, la
textura, la permeabilidad, entre otros, aunque el criterio más utilizado es el origen de las mismas,
o sea, la manera en que se formaron.
Procesos de formación
Enfriamiento y cristalización En lo profundo de la Tierra, las temperaturas son tan altos que crean
magma. A medida que el magma se enfría, los cristales crecer y dan origen a las rocas ígneas. Los
cristales crecen más grandes si el magma se enfría lento, o si se mantiene en lo profundo de la
Tierra. Si el magma se enfría con rapidez, los cristales son muy pequeños. La formación de cristales
a partir de magma se llama cristalización.
Desgaste y erosión. El agua, viento, hielo e incluso las plantas y los animales desgastan las rocas.
Con el paso del tiempo, incluso pueden romper rocas más grandes y convertirlas en sedimentos.
Las rocas se rompen en un proceso llamado desgaste . El agua en movimiento, el viento y los
glaciares transportan estos trozos de un lugar a otro. Esto se conoce como erosión .
Eventualmente, los sedimentos son dejados, o depositados , en algún lugar. Este proceso se llama
sedimentación . Luego, los sedimentos pueden ser compactados y cementados. Esto forma una
roca sedimentaria. Todo este proceso puede tomar cientos o miles de años.
Metamorfismo. Esta palabra significa "cambiar de forma". Una roca cambia de forma si es
expuesta a temperaturas o presiones extremas dentro de la corteza. Con el metamorfismo, la roca
no se funde por completo. La roca cambia debido al calor y la presión. Una roca metamórfica
puede tener una composición mineral o textura nueva.
Importancia
El ciclo de las rocas es de suma importancia porque tiene que ver directamente con los procesos
internos y externos por los que pasan las rocas y los materiales que componen la Tierra.
Por otro lado, las rocas ígneas también se pueden forman debajo la superficie del suelo en los
casos que el magma no logra salir. En este caso, el magma se enfría lentamente, se forma la roca y
junto con los movimientos de las capas terrestres va subiendo hasta llegas a la superficie.
Por tanto, las rocas ígneas se pueden formar de dos maneras, tanto en la superficie como en las
capas internas del suelo.
Luego, dependiendo del lugar dónde se ubiquen las rocas ígneas y tras los efectos de la erosión,
del agua y del viento, estas rocas se van desgastando y fragmentando hasta formar finos
sedimentos rocosos.
Entre estas rocas están las rocas volcánicas y las rocas plutónicas.
Rocas sedimentarias
Las rocas sedimentarias se forman de la suma de los restos de sedimentos rocosos que quedan en
la superficie del suelo de las rocas ígneas, a causa de la erosión y otros efectos de la naturaleza,
más de los restos de seres vivos acumulados en las capas de la Tierra a través del tiempo.
Estas rocas son de suma importancia, en especial para diversos estudios científicos ya que, al estar
compuestas por restos fósiles aportan información importante acerca de la vida en la Tierra y su
composición.
Entre las rocas sedimentarias están las rocas dendríticas, las rocas químicas y las rocas orgánicas.
Rocas metamórficas
Las rocas metamórficas derivan de las rocas sedimentarias.
Se forman cuando las rocas sedimentarias quedan depositadas en las capas de la corteza terrestre,
junto con el resto de otras rocas, bien sea por la acción del agua, si se encuentran en ríos o mares,
por los movimientos de las placas tectónicas, entre otros.
Cuando estas rocas quedan entre las diversas capas de tierra ocurre un cambio en sus estructuras
gracias a la alta presión y las elevadas temperaturas. De esta manera las rocas sedimentarias se
transforman en rocas metamórficas.
Estas rocas se pueden encontrar tras grandes erosiones del suelo. De lo contrario, al estar debajo
de varias capas de tierra, a altas temperaturas y presión, éstas se deshacen para luego ser
expulsadas, nuevamente, tras la explosión de un volcán como rocas ígneas, repitiendo el ciclo.
Algunos tipos de rocas metamórficas son las rocas foliadas y las no foliadas.
Fecha de actualización: 29/12/2017. Cómo citar: "Ciclo de las rocas". En: Significados.com.
Disponible en: https://www.significados.com/ciclo-de-las-rocas/ Consultado: 19 de febrero de
2021, 02:20 pm.
Cuando el magma se enfría, se cristaliza, tal como cuando al enfriarse el agua, se produce cristales
de hielo. Podemos ver este proceso en lugares como Islandia, donde el magma sale de un volcán y
se enfría en la superficie de la tierra, formando así en las laderas del volcán una roca llamada
basalto. Sin embargo, la mayoría del magma nunca sale a la superficie y se enfría dentro de la
costra terrestre. Muy al interior de la costra debajo de la superficie de Islandia, el magma que no
hace erupción se enfría y se convierte en la roca llamada gabbro. Las rocas que se forman a partir
del magma que se ha enfriado se llaman rocas ígneas; rocas ígneas intrusivas si se enfrían debajo
de la superficie (como gabbro) rocas ígneas extrusivas si se enfrían en la superficie (como basalto).
La roca sobre la que se forma el suelo suele denominarse material parental u originario. Puede
tratarse de una roca consolidada, un depósito no consolidado e incluso un suelo pre-existente. Se
constituye en un elemento pasivo sobre el que actúan el resto de factores formadores. Un mismo
tipo de roca, bajo diferentes condiciones del medio (en especial el régimen de humedad y de
temperatura), puede dar lugar a suelos con distintas características. Por otro lado, rocas diferentes
bajo un clima suficientemente enérgico, y actuando durante un tiempo suficientemente
prolongado, puede dar suelos similares. Pero lo habitual es que la influencia del material originario
se deje sentir en propiedades edáficas como la textura, la reacción, la pedregosidad, el color, etc.
Así, suelos sobre granitos tenderán a formar suelos de texturas arenosas, permeables, y en
condiciones húmedas, de reacción ácida. Por el contrario, suelos sobre calcilutitas (margas) tienen
texturas más arcillosas o limosas, baja permeabilidad y reacción de neutra a básica según el clima.
Los suelos sobre sustratos yesosos en el centro del Valle Medio del Ebro presentan altos
contenidos de yeso, con un claro gradiente en profundidad (Badía et al., 2013).
La formación del suelo se ve condicionada por la posición que ocupa en el relieve al afectar a la
redistribución de masa y energía. En superficies más estables, como son las plataformas
estructurales y los glacis, se prolonga la acción del resto de factores formadores y el perfil edáfico
alcanza un mayor grado de organización y, por tanto de desarrollo de horizontes (horizonación).
En cambio, sobre superficies más inestables, como escarpes, fondos de valle o llanuras de
inundación, el suelo es rejuvenecido continuamente (por erosión o cumulización) lo que limita la
horizonación. Según las características de la forma del relieve (inclinación, longitud, orientación de
la ladera) y por la posición del suelo en la misma, los efectos pueden ser distintos. Así, la
inclinación y longitud de la ladera afectan a la velocidad de escorrentía y erosión. La posición que
ocupa el suelo en el relieve condiciona su espesor, drenaje, presencia de sales, etc. La orientación
afecta al microclima (radiación recibida, temperatura y humedad del suelo), de forma que los
suelos en umbría presentan mayor espesor y contenido en materia orgánica que los suelos en
solana.
La participación de una amplia variedad de formas biológicas (animales, bacterias, hongos, algas)
resulta trascendental en el funcionamiento de los ciclos del carbono, del nitrógeno, etc. La
vegetación ejerce una serie de acciones tanto directas como indirectas en la formación y
conservación del suelo. Entre las primeras destacan el aportar materia orgánica, acelerar la
meteorización e incrementar la porosidad y el movimiento del agua y el aire. Entre las indirectas
destaca el efecto pantalla que el dosel o cubierta vegetal impone sobre el clima edáfico, al
sombrear, al interceptar las gotas de lluvia, frenar la escorrentía superficial (o sea aumentar la
infiltración) y, por tanto, reducir la erosión hídrica, además de la eólica. Además el sistema
radicular respira, segrega sustancias y absorbe agua por lo que tiene efectos sobre la translocación
y lavado de sustancias en el suelo, por ejemplo de carbonatos. Interviene en los ciclos
biogeoquímicos al absorber nutrientes en solución que fija en sus tejidos temporalmente. En casos
particulares, la vegetación ejerce efectos alelopáticos.
Cada uno de los factores anteriormente comentados ejercen su influencia en la formación del
suelo a lo largo del tiempo dando lugar a características morfológicas distintas. Los suelos jóvenes
e inmaduros son aquellos que han desarrollado pocas propiedades y que sus horizontes están
poco desarrollados. A medida que van evolucionando, sus características se desarrollan más
rápidamente originando suelos más profundos y también más diferenciados los unos de los otros.
Referencias
Badía, D.; Palacio, J.; Andrés, R.; Martí, C.; Cuchí, J.A. (2010). Cronosecuencia edáfica en terrazas
del río Alcanadre (Los Monegros, NE-España), pp. 773-783. En: Actas IV Congreso Ibérico de la
Ciencia del Suelo. Granada, del 21 al 24 de Setiembre de 2010. Organiza SECS y Universidad de
Granada.
Badía, D.; Martí, C.; Poch, R.M. (2011). A soil toposequence characterization in the irrigable land-
protected area contact zone of El Basal, NE-Spain. Arid Land Research and Management, 25: 1-18.
Badía, D.; Martí, C.; Aznar, J.M.; León, F.J. (2013). Influence of slope and parent rock on soil
genesis and classification in semiarid mountainous environments. Geoderma. 193-194: 13-21.
1. Que el suelo sea muy joven y no transcurriera el tiempo necesario para que se desarrollen
estas estructuras macro-morfológicas y (….)
Pero vamos a entrar en detalles. El perfil del suelo, en el sentido amplio del término puede
dividirse en 6 capas y horizontes, sin que esto signifique que no puedan faltar algunas de ellas.
Estas serían según profundizamos desde la superficie:
1. Los horizontes orgánicos desprovistos de materia mineral, llamados a menudo “0” u “H”
2. Los horizontes órgano-minerales, es decir más o menos ricos en materia orgánica y mineral.
Estos suelen calificarse como horizontes “A”
3. Los horizontes de lavado, en el que los minerales más fáciles de descomponer por la acción
del clima, organismos y materia orgánica, desprenden partículas (limos arcilla, moléculas
orgánicas, nutrientes) al siguiente horizonte. Se trata de los horizontes “E”.
4. Los horizontes minerales edafizados, es decir muy afectados por los procesos que ocurren en
el suelo, a los que se suelen denominar horizontes “B”
Suelos de Venezuela
Pico Bolívar.
Formación Roraima.
Índice
1 Clasificación
1.1 Suelos zonales
1.2 Suelos azonales
1.3 Suelos intrasonales
1.4 Suelos de zonas áridas y semiáridas
2 Fertilidad de los suelos
2.1 Muy fértiles
2.2 Fértiles
2.3 Poco fértiles
2.4 No fértiles
3 Referencias
Clasificación
Véase también: Clasificación de suelos
Los suelos venezolanos se agrupan en suelos zonales, suelos azonales, suelos intrazonales, suelos
de zonas áridas, semiáridas y posterioridad grandes cambios en los suelos cuando llueve y
tenemos la llamada erosión, meteorización y formación.
Suelos zonales
Estos suelos, se originan de rocas sedimentarias, que se forman por la acumulación de material en
el extremo de los ríos, los cuales se consideran muy fértiles.
Suelos azonales
Son aquellos que se producen bajo cualquier tipo de clima y latitud, tienen escaso grado de
madurez. Están presentes en las llanuras aluviales, en laderas de las montañas y suelos arenosos
de los desiertos.
Suelos intrasonales
Son suelos de origen residual, formados por restos de rocas que, debido al mal drenaje,
permanecen en el mismo lugar donde se inició la memorización. Por su propensión a la erosión,
son poco aptos para la agricultura y necesitan sistemas de protección para su uso agrícola. En
Venezuela, los suelos intestinales se ubican en las zonas montañosas de los Andes y el estado
Falcón.
Muy fértiles
Son suelos planos, sin problemas de erosión y ricos en nutrientes. Son buenos para todo tipo de
cultivo. Se localizan en los estados Zulia, Mérida, Lara, Portuguesa, Yaracuy, Carabobo, Aragua,
Miranda y Delta Amacuro.
Fértiles
Son suelos correspondientes a las laderas de las montañas. Aunque son propensos a la erosión, en
ellos se cultiva maíz, café, árboles frutales y pasto. Se encuentran en los estados Apure, Barinas,
Guárico, Anzoátegui, Monagas, Bolívar y Táchira.
Poco fértiles
Se localizan en las áreas más elevadas de las montañas, en los páramos andinos venezolanos,
donde las condiciones climáticas y de relieve son relativamente adversas para la agricultura. Sin
embargo, en ellos se puede cultivar papa, zanahoria , fresa y alcachofa.
No fértiles
Son arenosos y pobres en nutrientes. En ellos se desarrolla una vegetación xerófila (cujíes,
cardones). Se localizan en el estado Falcón y en la península de la Goajira. Y Veces En Maracay.
Referencias
Bermúdez de Vidal, Mariela; Monagas, Rebeca (1999). Estudios de la naturaleza (Primera edición).
OXFORD University Press. ISBN 980-370-002-2.
Mogollón, Luis; Comerma Juan. Suelos de Venezuela (Primera edición). p. 313.
Ministerio del Poder Popular para la Planificación y Desarrollo. «Imagen de la República
Bolivariana de Venezuela». Archivado desde el original el 19 de marzo de 2009. Consultado el 13
de mayo de 2009.
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Categoría: Geografía de Venezuela
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