Definitiva de Menores de Edad
Definitiva de Menores de Edad
Definitiva de Menores de Edad
Magistrada Ponente:
CRISTINA PARDO SCHLESINGER
SENTENCIA
1
Por razones de protección a los derechos fundamentales a la intimidad familiar y personal, así como la dignidad y
el buen nombre de la afiliada y su familia, sus nombres serán reemplazados por unos ficticios.
2
noviembre de 2018, escogió para efectos de revisión, la acción de tutela de
la referencia2.
Aclaración preliminar:
II. ANTECEDENTES
1. Solicitud
2. Hechos
3
síndrome de Down no especificado, amigdalitis crónica4, trastornos
funcionales de los polimorfos nucleares neutrófilos5, y requiere consejo y
asesoramiento general sobre la anticoncepción.
2.2. En razón a las patologías mencionadas, indica que Luna requiere que su
EPS le autorice y le asigne oportunamente citas para: “Valoración por
genética, ablación u oclusión de trompa de Falopio bilateral por laparoscopia,
consulta de primera vez por especialista en psiquiatría pediátrica, consulta de
primera vez por psicología, aplicación de prueba neuropsicológica 4 sesiones,
consulta de control por otorrinolaringología y audiometría de tonos puros
aéreos y óseos con enmascaramiento” servicios y procedimientos que fueron
solicitados6.
2.4. Por último, exige que se remita copia del fallo a la Superintendencia
Nacional de Salud, para que la entidad accionada sea investigada y
sancionada eventualmente por las conductas descritas7.
4. Contestación de la demanda
4
La Clínica de Mayo –uno de los centros médicos de mayor prestigio en el mundo- define a la amigdalitis como la
inflamación de las amígdalas (dos masas de tejido de forma ovalada situadas a ambos lados de la parte posterior de
la garganta). Los signos y síntomas de la amigdalitis comprenden hinchazón de las amígdalas, dolor de garganta,
dificultad para tragar y sensibilidad de los ganglios linfáticos a los lados del cuello.
5
Folio 1 del cuaderno 1 del expediente.
6
Ibídem.
7
Folio 1 del cuaderno 1 del expediente.
8
Folio 29 del cuaderno 1 del expediente.
9
Folio 30 del cuaderno 1 del expediente.
10
Ibídem.
4
La entidad accionada guardó silencio frente a los hechos alegados por la parte
accionante11.
4.2.1. Por fuera del término otorgado por el juez de instancia, a través de
apoderado judicial, la entidad vinculada manifestó que en virtud del artículo
8º de la Ley 1751 de 2015 y de los artículos 178 y 179 de la Ley 100 de 1993,
es función de la EPS y no de dicha entidad, la obligación de prestar los
servicios médicos requeridos por la demandante, situación que genera una
falta de legitimación en la causa por pasiva por lo que solicita su
desvinculación12.
5.4. Copia del resumen de la historia clínica del 16 de abril de 2018 de Luna, en
la que refleja una valoración por la especialidad de pediatría el 20 de marzo de
2018, en donde se lee: diagnóstico clínico de síndrome de Down con reporte de
prueba neuropsicológica del 28 de junio de 2014 que arrojó “una discapacidad
cognitiva moderada, independiente para su autocuidado; y reporte escolar que
sugiere atención por Psicología y Psiquiatría por conducta hipersexual que
pone en riesgo la convivencia escolar y familiar” (folios 16 a 18).
5.5. Copia del resumen de historia clínica del 10 de abril de 2018 de Luna, del
que se desprende: “paciente de 13 años con síndrome de Down quien acude
con la madre para asesoramiento para la planificación con libido elevada. Se
11
Folio 55 del cuaderno 1 del expediente.
12
Folio 54 del cuaderno 1 del expediente.
13
Folios 44 a 47 y 48 a 51 del cuaderno 1 del expediente.
5
explican condiciones, riesgos y beneficios de los diferentes métodos
anticonceptivos por lo cual se programa tubectomía por laparoscopia”
(folios 19 a 24).
5.6. Copia de la orden médica para valoración por genética expedida por la
doctora Katherine Villegas de fecha 12 de febrero de 2018 (folio 36).
6
entidad accionada un informe junto con los soportes respectivos sobre la
efectiva realización de los procedimientos y servicios requeridos por Luna
enunciados en el numeral 2.2. de los antecedentes de la presente sentencia.
Igualmente, se ordenó la suspensión del término para fallar hasta la recepción
de las pruebas pedidas17.
7
quirúrgico, por medio del cual se indicó que el servicio se halla en
cotización24.
7.2.2.1. Respecto del primer punto, indica que los derechos sexuales y
reproductivos surgieron en la década de los años sesenta, como resultado de
diversas luchas de las mujeres que buscaban el poder de autodeterminación,
pero que solo fueron reconocidos a partir de 1994 con el Programa de Acción
de la Conferencia Internacional de Población y Desarrollo (CIPD) 29, y señala
que posteriormente comenzaron a ser incorporados a los diferentes tratados
24
Ibídem.
25
El escrito de intervención fue suscrito por Juliana Bustamante Reyes, Directora; Federico Isaza Piedrahita, asesor
jurídico; Sofía Díaz Echeverri, asesora jurídica y Angélica Rodríguez Ariza, estudiante activa del PAIIS de la
facultad de derecho de la Universidad de los Andes.
26
Folios 23 a 51 del cuaderno constitucional del expediente.
27
“Por medio del cual se autoriza la autorización de forma gratuita y se promueve la ligadura de conductos
deferentes o vasectomía y la ligadura de trompas de Falopio como formas para fomentar la paternidad y maternidad
responsable”.
28
Folios 25 y 39 del cuaderno constitucional del expediente.
29
Ver Youth Coalition. DSRD (online). Guía para jóvenes activistas. Ottawa. 2006.
8
internacionales del sistema universal sobre los Derechos Humanos, ratificados
por Colombia30, los cuales hacen parte del bloque de constitucionalidad31.
Ahora bien, se afirma que los derechos aludidos tienen como propósito
garantizar que las personas decidan sobre su vida sexual y reproductiva, de
manera libre, con igualdad y dignidad; ya que éstos a su vez envuelven otros
derechos como el de consentir el matrimonio y el derecho a decidir sobre el
número de hijos32. De esta manera, se indica que las niñas con discapacidad
intelectual se enfrentan a barreras para ejercer adecuadamente sus derechos,
atribuibles a factores familiares, culturales y jurídicos33.
El análisis de esta primera parte concluye en que Luna debe ejercer sus
derechos sexuales y reproductivos y, que por su condición, es necesario
utilizar todos los medios al alcance para hacerle entender lo que supone la
salud en este ámbito, en aras de respetar su voluntad y sus deseos frente al
futuro de su vida; en tanto que se reafirma que todo procedimiento quirúrgico
de anticoncepción definitiva está prohibido para los menores de edad con
discapacidad intelectual34.
30
Entre los diferentes instrumentos, se mencionan el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, el Pacto
Internacional de Derechos Económicos Sociales y Culturales, la Convención sobre la eliminación de todas las
formas de Discriminación contra la mujer (Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad
(CDPD), entre otros.
31
Folios 26 y 40 del cuaderno constitucional del expediente.
32
Entre otros derechos que cabe destacar, se mencionan: el derecho a la igualdad, el derecho a la autonomía sexual,
el derecho a decidir sobre distintas opciones reproductivas, el derecho a la educación sexual, el derecho a la
atención y protección de la salud sexual y reproductiva, el derecho a optar por diversos modos de convivencia y
derecho a la participación y libertad de opinión.
33
Folios 26 y 27 y 40 y 41 del cuaderno constitucional del expediente.
34
Folios 29 y 42 del cuaderno constitucional del expediente.
35
En ningún caso se permite la práctica de la anticoncepción quirúrgica a menores de edad.
36
El procedimiento de esterilización, deberá contar con el consentimiento informado de la persona con
discapacidad, según lo definido en el numeral 5.4, del artículo 5 de la presente resolución, en consonancia con el
artículo 8. En los casos en que el procedimiento de esterilización no sea solicitado directamente por la persona con
discapacidad o cuando, pese a los apoyos y ajustes razonables correspondientes, no pueda reconocerse su voluntad
y preferencia para tomar una decisión al respecto, se deberá hacer uso de las salvaguardias para proteger la voluntad
de la persona con discapacidad. De igual manera, se procederá en los casos en donde el personal médico tenga
sospechas fundadas de coerción, influencias indebidas o similares, frente a dicha solicitud. Así mismo, se deberá
informar a las personas con discapacidad y en los casos que corresponda a las personas de apoyo, de otros
procedimientos de anticoncepción no definitivos, como alternativa a los procesos de esterilización definitiva.
Parágrafo. La prohibición a la anticoncepción quirúrgica de que trata el artículo 7º de la Ley 1412 de 2010 o la
norma que lo modifique, adicione o sustituya, se extenderá a los niños, niñas y adolescentes con discapacidad, por
lo que este procedimiento no podrá realizarse respecto de dicha población, pese a que medie consentimiento
informado.
9
optado por otro método menos invasivo que no fuera ilegal, además de exigir
que mediara el consentimiento de la menor37.
7.2.2.3. En cuanto al tercer punto, indica que a partir de las sentencias T-573
de 201638 y T-665 de 2017 39, esta Corte estableció que ninguna persona, aún
más si es menor de edad, debe ser sometida a un procedimiento de
esterilización forzada, y que respecto de las personas con discapacidad ello
supone una vulneración a los derechos que se encuentran incorporados en el
bloque de constitucionalidad mediante el artículo 93 de la Constitución
Política40.
1. COMPETENCIA
La Corte Constitucional es competente para revisar los fallos de tutela
proferidos dentro del trámite de referencia, con fundamento en lo dispuesto
por los artículos 86, inciso 3°, y 241, numeral 9°, de la Constitución Política,
en concordancia con los artículos 33 al 36 del Decreto 2591 de 1991.
37
Folios 27 y 41 del cuaderno constitucional del expediente.
38
Sentencia T-573 de 2016 (MP Luis Ernesto Vargas Silva).
39
Sentencia T-665 de 2017 (MP Gloria Stella Ortiz Delgado).
40
Folios 35 y 49 del cuaderno constitucional del expediente.
41
Folio 71 del cuaderno constitucional del expediente.
42
Folio 70 del cuaderno constitucional del expediente.
10
2.1. CUESTIONES PREVIAS
43
La Corte Constitucional ha dispuesto la reserva de nombres y datos de identificación en las sentencias T-573 de
2016 (MP Luis Ernesto Vargas Silva); T-690 de 2016 (MP Alberto Rojas Ríos); T-665 de 2017 (MP Gloria Stella
Ortiz Delgado); T-196 de 2018 (MP Cristina Pardo Schlesinger); entre otras.
44
Corte Constitucional, Sentencias T-119 de 2015 (MP Gloria Stella Ortiz Delgado); T-250 de 2015 (MP Gloria
Stella Ortiz Delgado); T-446 de 2015 (MP Gloria Stella Ortiz Delgado); T-548 de 2015 (MP Gloria Stella Ortiz
Delgado); y T-317 de 2015 (MP María Victoria Calle Correa).
45
Acerca del perjuicio irremediable, esta Corte ha señalado que, debe reunir ciertos requisitos para que torne
procedente la acción de tutela, a saber: “(i) que se trate de un hecho cierto e inminente; (ii) que las medidas a
tomar deben ser urgentes; (iii) que la situación a la que se enfrenta la persona es grave; y finalmente (iv) que las
actuaciones de protección han de ser impostergables”. Ver, sentencia T-896 de 2007 (MP Manuel José Cepeda
Espínoza), entre otras.
11
La accionante invocó la protección de los derechos fundamentales a la vida, la
igualdad, la dignidad humana, la salud y la seguridad social.
12
2.2.2. Legitimación por activa
En igual sentido, el artículo 10º del mencionado decreto señala que en todo
momento y lugar, el mecanismo de amparo podrá ser ejercido, incluso en
causa ajena, cuando el titular no se encuentra en condiciones de acudir por sí
mismo49. Respecto de la agencia oficiosa, se indica que procede cuando (i) el
titular de los derechos no esté en condiciones de defenderlos y, (ii) que en la
tutela se manifieste esa circunstancia. En cuanto a esta última exigencia, su
cumplimiento sólo se puede verificar en presencia de personas en estado de
vulnerabilidad extrema, en circunstancias de debilidad manifiesta o de
especial sujeción constitucional” 50; en consecuencia, se considera cumplido
el presente requisito.
2.2.3. Legitimación por pasiva
2.2.4. Inmediatez
49
El artículo 86 de la Constitución Política de Colombia señala que toda persona tendrá acción de tutela
para reclamar ante los jueces, en todo momento y en todo lugar, mediante un procedimiento preferente y
sumario, por si misma o por quien actúe a su nombre, la protección inmediata de sus derechos
constitucionales fundamentales (...). Así mismo, de conformidad con el artículo 10º del Decreto 2591 de
1991 le brinda la posibilidad de que una persona agencie derechos ajenos cuando el titular de los mismos
no está en posibilidad de ejercer su propia defensa.
50
Corte Constitucional, Sentencia T-029 de 2016 (MP Alberto Rojas Ríos).
13
ABLACIÓN U OCUSIÓN DE TROMPA DE FALOPIO
BILATERAL POR LAPAROSCOPIA, radicada desde el día 12 de
abril de 2018.
2.2.5. Subsidiariedad
14
obstante, este mecanismo no desplaza a la acción de tutela como un
mecanismo subsidiario, para ciertos casos en los que la protección de los
derechos fundamentales requiera la intervención urgente del juez
constitucional, como cuando se evidencie la posible ocurrencia de un perjuicio
irremediable.
Frente al asunto examinado, las circunstancias del caso, en particular la
condición de salud física y psicológica de la menor ponen de manifiesto la
necesidad de acudir a un medio expedito y eficaz, a fin de obtener la
programación de las citas, las evaluaciones y los procedimientos médicos a
que haya lugar.
Dentro del trámite del expediente en esta Corte, se dictó un Auto a fin de
recolectar información sobre el cumplimiento de las órdenes dictadas por el
juez de tutela54, así pues, la respuesta recibida informó que algunas
prestaciones en salud ya se habían llevado a cabo, pero otras, como (i) la
valoración por genética, y (ii) la ablación u oclusión de trompa de Falopio
bilateral por laparoscopia, no se habían practicado por encontrarse en
cotización55; lo anterior, dio pie a esta Sala para ordenar como medida
provisional que se suspendiera la realización de uno de los procedimientos
ordenados, por considerar que era indispensable postergar la realización de la
operación de ligadura de trompas hasta que se hubiesen considerado y
evaluado los efectos de dicha cirugía frente a los derechos fundamentales de la
menor de edad.
53
Folio 64 del cuaderno 1 del expediente.
54
Folios 54 del cuaderno constitucional del expediente.
55
Folios 62 del cuaderno constitucional del expediente.
15
accionante al retardar las citas para la realización de los exámenes ordenados a
la menor de edad Luna? En segundo lugar, le corresponde a esta Sala indagar
y responder: ¿si el juez de tutela actuó de acuerdo a los mandatos
constitucionales al ordenar que se realizara a Luna, de 14 años de edad con
síndrome de Down, una esterilización quirúrgica definitiva mediante un
procedimiento denominado ablación u oclusión de trompa de Falopio bilateral
por laparoscopia?
Para dar respuesta a estos problemas la Sala abordará los siguientes asuntos: (i)
la protección del derecho a la salud de menores en situación de discapacidad;
(ii) las personas con discapacidad intelectual y el reconocimiento de su
autonomia en la jurisprudencia constitucional; (iii) el deber de protección de los
niños y las niñas a cargo de los padres y tutores; y finalmente pasará la Sala a
analizar los problemas jurídicos del caso examinado.
56
Sentencia T-760 de 2008 (MP Manuel José Cepeda Espinosa, reiterada en las Sentencias T-120 de 2017
(MP Luis Ernesto Vargas Silva); T-597 de 1993 (MP. Eduardo Cifuentes Muñoz); T-454 de 2008 (MP. Jaime
Córdoba Triviño); T-566 de 2010, T-931 de 2010, T-355 de 2012, T-176 de 2014, T-132 y T-331 de 2016
(MP. Luis Ernesto Vargas Silva); entre otras.
57
Corte Constitucional, Sentencia T-120 de 2017 (MP Luis Ernesto Vargas Silva).
58
Sentencia T-760 de 2008 (MP Manuel José Cepeda Espinosa).
16
Económicos, Sociales y Culturales (PIDESC) así como el profundo desarrollo
que hace de este artículo la Observación General No. 14 del Comité de
Derechos Económicos, Sociales y Culturales (CDESC).
17
las obligaciones de respetar incluyen la obligación del Estado
de abstenerse de prohibir o impedir los cuidados preventivos,
las prácticas curativas y las medicinas tradicionales,
comercializar medicamentos peligrosos y aplicar tratamientos
médicos coercitivos, salvo en casos excepcionales para el
tratamiento de enfermedades mentales o la prevención de
enfermedades transmisibles y la lucha contra ellas".
18
universalidad, pro homine, equidad, continuidad, oportunidad,
prevalencia de derechos, progresividad, libre elección,
solidaridad, eficiencia, e interculturalidad63.
19
sanitaria que sean necesarias a todos los niños, haciendo hincapié en el
desarrollo de la atención primaria de salud”.
Tales instrumentos garantizan ese disfrute del más alto nivel de salud,
incluyendo los servicios de salud sexual y reproductiva. Así pues, tomando
como referencia lo anotado en la sentencia T-665 de 2017 68 este derecho
abarca: “(1) el mayor estándar posible de salud, en relación con la
sexualidad, incluyendo el acceso a servicios de salud sexual y reproductiva;
(2) el buscar, recibir e impartir información en relación a la sexualidad; (3)
educación sexual; (4) respeto por la integridad corporal; (5) elección de
pareja; (6) decidir ser o no ser sexualmente activo; (7) relaciones sexuales
consensuadas; (8) matrimonio consensuado; (9) decidir tener o no tener, y
cuándo tener hijos; y (10) ejercer una vida sexual satisfactoria, segura y
placentera”.
67
Sentencias T-765 de 2011 (MP Nilson Pinilla Pinilla); y T-083 de 2016 (MP Alberto Rojas Ríos), en estas se
mencionan otros instrumentos tales como: el artículo 24 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, el
artículo 19 de la Convención Americana de Derechos Humanos, la Convención sobre los Derechos de las Personas
con Discapacidad, adoptada por la Asamblea General de la ONU el 13 de diciembre de 2006, aprobada por la Ley
1346 de 2009, que fue declarada exequible por la sentencia C-293 de 2010 (MP Nilson Pinilla Pinilla); entre otros.
68
Sentencia T-665 de 2017 (MP Gloria Stella Ortiz Delgado).
20
3.2. El Derecho a la salud y su protección reforzada para niños, niñas y
adolescentes
21
niñas y adolescentes, mujeres embarazadas, desplazados, víctimas de
violencia y conflicto armado, adultos mayores, personas que padecen
enfermedades huérfanas y personas en condición de discapacidad, cuya
atención no podrá ser limitada o restringida por razones de naturaleza
administrativa o económica.
Esta disposición normativa reitera el enfoque diferencial y la atención
prioritaria que deben tener los niños, niñas y adolescentes en los siguientes
términos:
“Sujetos de especial protección. La atención de niños, niñas y
adolescentes […] y personas en condición de discapacidad,
gozarán de especial protección por parte del Estado. Su
atención en salud no estará limitada por ningún tipo de
restricción administrativa o económica. Las instituciones que
hagan parte del sector salud deberán definir procesos de
atención intersectoriales e interdisciplinarios que le garanticen
las mejores condiciones de atención”.
Ahora bien, tratándose de la prestación del servicio de salud requerido por los
niños o las personas en situación de discapacidad, ha señalado la Corte que el
examen de los requisitos para el otorgamiento de prestaciones en salud debe
realizarse de manera dúctil, en aras de garantizar el ejercicio pleno de los
derechos de este tipo de sujetos72.
Está Corporación ha sostenido que cualquier afectación a la salud de los
menores reviste una mayor gravedad, pues compromete su adecuado
desarrollo físico e intelectual. En palabras de la Corte: “En una aplicación
garantista de la Constitución, y de los distintos instrumentos que integran el
Bloque de Constitucionalidad. La jurisprudencia ha señalado que el derecho
a la salud de los niños, niñas y adolescentes debe ser garantizado de
manera inmediata, prioritaria, preferente y expedita, sin obstáculos de tipo
legal o económico que dificulten su acceso efectivo al Sistema de Seguridad
Social en Salud”73.
En atención a lo expuesto, la acción de tutela resulta procedente cuando se
trate de solicitudes de amparo relacionadas o que involucran los derechos de
los niños, niñas o adolescentes, más aún si estos padecen alguna enfermedad o
afección grave que les genere alguna condición especial. Lo anterior, por
cuanto se evidencia la palmaria debilidad en que se encuentran dichos sujetos
y, en consecuencia, la necesidad de invocar una protección inmediata,
prioritaria, preferente y expedita del acceso efectivo y continuo al derecho a la
salud del cual son titulares.
3.3. El derecho a la salud de las personas en situación de discapacidad
72
Sentencia T-196 de 2018 (MP Cristina Pardo Schlesinger).
73
Sentencia T-399 de 2017 (MP Cristina Pardo Schlesinger).
22
Las personas en situación de discapacidad son, antes que todo, seres
humanos
iguales en dignidad y derechos que cualquier otra persona y, en consecuencia,
sujetos del derecho a la salud y beneficiarios de las garantías y principios que
lo rodean. Sin embargo, justamente las diversidades orgánicas y funcionales
que pueden dar lugar a las discapacidades, requieren de una respuesta
adecuada para garantizar el goce efectivo de sus derechos, y por supuesto, la
vulnerabilidad acentuada que puede implicar la situación de discapacidad,
debe ser tenida en cuenta para adecuar las medidas que garanticen sus
derechos.
74
Sentencia T-657 de 2008 (MP Humberto Antonio Sierra Porto).
75
Sentencia T-306 de 2010 (MP Jorge Iván Palacio Palacio).
23
la salud de las personas en condición de discapacidad. Su artículo 25 establece
lo siguiente:
“Los Estados Partes reconocen que las personas con
discapacidad tienen derecho a gozar del más alto nivel posible
de salud sin discriminación por motivos de discapacidad. Los
Estados Partes adoptarán las medidas pertinentes para asegurar
el acceso de las personas con discapacidad a servicios de salud
que tengan en cuenta las cuestiones de género, incluida la
rehabilitación relacionada con la salud”76.
La Convención establece una serie de medidas a adoptar con el propósito de
materializar el derecho a la salud de las personas en condición de
discapacidad. Sobre lo anterior, se debe destacar que a los Estados les
corresponde, entre otros deberes, (i) proporcionar los servicios de salud que
necesite la población en condición de discapacidad, específicamente los
requeridos como consecuencia de la discapacidad; (ii) proporcionar los
servicios lo más cerca posible a sus comunidades, incluso en las zonas rurales;
(iii) prohibir la discriminación contra dicha población en la prestación de
seguros de salud y de vida cuando éstos estén permitidos en la legislación
nacional; al igual que (iv) velar porque tales seguros se presten de manera
justa y razonable e; (v) impedir que se nieguen los servicios de salud, o de
atención de la salud, o alimentos sólidos o líquidos por motivos de la
discapacidad de los usuarios77.
15. A su turno, la Ley 1306 de 2009 contempla la protección del derecho a la
salud de las personas en condición de discapacidad. Allí se establece lo
siguiente:
“Ningún sujeto con discapacidad mental podrá ser privado de
su derecho a recibir tratamiento médico, psicológico,
psiquiátrico, adiestramiento, educación y rehabilitación física o
psicológica, proporcionales a su nivel de deficiencia, a efecto
de que puedan lograr y mantener la máxima independencia,
capacidad física, mental, social y vocacional y la inclusión y
participación plena en todos los aspectos de la vida, de acuerdo
con los lineamientos y programas científicos diseñados o
aprobados por el Comité Consultivo Nacional de las Personas
con Limitación de que trata la Ley 361 de 1997. // La
organización encargada de prestar el servicio de salud y de
educación en Colombia adoptará las medidas necesarias para
obtener que ninguna persona con discapacidad mental sea
76
En la Sentencia T-120 de 2017 (MP Luis Ernesto Vargas Silva), se mencionan otra serie de instrumentos
internacionales que protegen el derecho fundamental a la salud y su prestación en favor de personas en
condición de discapacidad.
77
Ibídem.
24
privada del acceso a estos servicios desde la temprana
edad”78.
16. El artículo 9° de la Ley 1618 de 2013 describe que el derecho a la salud de
las personas con discapacidad comprende el acceso “(…) a los procesos de
habilitación y rehabilitación integral respetando sus necesidades y
posibilidades específicas con el objetivo de lograr y mantener la máxima
autonomía e independencia, en su capacidad física, mental y vocacional, así
como la inclusión y participación plena en todos los aspectos de la vida (…)”.
Para ello, a las EPS les corresponde:
“a) Garantizar la accesibilidad e inclusión de las personas con
discapacidad en todos sus procedimientos, lugares y servicios;
b) Deberán establecer programas de capacitación a sus
profesionales y empleados para favorecer los procesos de
inclusión de las personas con discapacidad; c) Garantizar los
servicios de salud en los lugares más cercanos posibles a la
residencia de la persona con discapacidad, incluso en las zonas
rurales, o en su defecto, facilitar el desplazamiento de las
personas con discapacidad y de su acompañante; d) Establecer
programas de atención domiciliaria para la atención integral en
salud de las personas con discapacidad; e) Eliminar cualquier
medida, acción o procedimiento administrativo o de otro tipo,
que directa o indirectamente dificulte el acceso a los servicios
de salud para las personas con discapacidad (…)”.
La jurisprudencia constitucional también ha señalado que el derecho
fundamental a la salud implica que el individuo cuente con un diagnóstico
efectivo79. Lo anterior conlleva: (i) una valoración oportuna sobre las dolencias
que aquejan al paciente, (ii) la determinación de la enfermedad que padece y
(iii) el establecimiento de un procedimiento médico específico a seguir para
lograr el restablecimiento de su salud 80. De acuerdo con este Tribunal, el
derecho al diagnóstico efectivo comprende lo siguiente:
“(i) la práctica de las pruebas, exámenes y estudios médicos
ordenados a raíz de los síntomas presentados por el paciente,
(ii) la calificación igualmente oportuna y completa de ellos por
parte de la autoridad médica correspondiente a la especialidad
que requiera el caso, y (iii) la prescripción, por el personal
médico tratante, del procedimiento, medicamento o
implemento que se considere pertinente y adecuado, a la luz de
78
Ibídem.
79
Sentencias T-120 de 2017 (MP Luis Ernesto Vargas Silva); T-887 de 2012 (MP Luis Ernesto Vargas Silva);
T-298 de 2013 (MP Mauricio González Cuervo); T-940 de 2014 (MP Luis Guillermo Guerrero Pérez); T-045
de 2015 (MP. Mauricio González Cuervo); T-210 de 2015 (MP Gabriel Eduardo Mendoza Martelo); T-459 de
2015 (MP Myriam Ávila Roldán); T-132 de 2016 y T-020 de 2017 (MP. Luis Ernesto Vargas Silva), entre
otras.
80
Sentencias T-020 de 2017 y T-120 de 2017 (MP Luis Ernesto Vargas Silva).
25
las condiciones biológicas o médicas del paciente, el desarrollo
de la ciencia médica y los recursos disponibles”81.
El precitado derecho se puede vulnerar en la medida en que “la EPS o sus
médicos adscritos se rehúsen o demoren la determinación del diagnóstico y la
prescripción de un tratamiento para superar una enfermedad”82. Al respecto,
esta Corporación ha resaltado el deber del personal médico de las EPS que
consiste en “emitir respecto del paciente un diagnóstico y la respectiva
prescripción que le permita iniciar un tratamiento médico dirigido a la
recuperación de su salud o al alivio de su dolencia”83.
Por otro lado, esta Corte se ha referido al principio de integralidad en la
prestación de los servicios de salud como la atención y el tratamiento
completo a que tienen derecho los usuarios del sistema general de seguridad
social en salud, de acuerdo con las disposiciones prescritas por el médico
tratante. En ese sentido, a la EPS le corresponde garantizar todos los servicios
de salud que requiera el paciente, sin que estos puedan fraccionarse. Pese a lo
anterior, la Corte ha señalado que el principio de integralidad no debe
interpretarse como la posibilidad que tiene el usuario de solicitar los servicios
de salud que a bien le parezcan, ya que es el médico adscrito a la EPS a quien
le corresponde determinarlos a partir de sus necesidades clínicas84.
Igualmente, la jurisprudencia de esta Corporación ha indicado que al juez
constitucional le asiste el deber de ordenar el suministro de los tratamientos
médicos necesarios para conservar o restablecer la salud de los pacientes. Lo
anterior con el fin de evitar la presentación de acciones de tutela por cada
servicio que sea prescrito por el médico al paciente y respecto de una misma
patología, y permitir la prestación continúa de los servicios de salud85.
En síntesis, el derecho fundamental a la salud está definido como la facultad
del ser humano de mantener el mayor nivel posible de bienestar orgánico,
funcional, físico y mental. Tal derecho debe garantizarse en condiciones de
dignidad por ser indispensable para el ejercicio de otros derechos también
fundamentales. En cuanto a las personas en situación de discapacidad y según
lo que establece la CDPD a los Estados Partes les asiste el deber de: (i)
proporcionar los servicios de salud que necesite la población en condición de
discapacidad; (ii) proporcionar tales servicios lo más cerca posible a sus
comunidades; (iii) prohibir la discriminación contra dicha población en la
prestación de seguros de salud y de vida permitidos en la legislación, (iv) velar
porque aquellos seguros se presten de manera justa y razonable e; (v) impedir
que se nieguen los servicios de salud, o de atención de la salud, por motivos
relacionados con la discapacidad de los usuarios. Esta Corte ha dispuesto que
las personas tienen derecho a contar con un diagnóstico efectivo y a una
81
Ibídem.
82
Sentencia T-120 de 2017 (MP Luis Ernesto Vargas Silva).
83
Ibídem.
84
Sentencia T-120 de 2017 (MP Luis Ernesto Vargas Silva).
85
Ibídem.
26
atención en salud integral atendiendo las disposiciones generadas por el
médico tratante sobre una misma patología.
Para la Constitución Política de Colombia, todos los seres humanos son iguales
en derechos; son seres completos, integrales y dignos. La diversidad hace parte
de la especie humana y la enriquece. Desde esa perspectiva, la concepción
constitucional actual aborda la discapacidad como el efecto de las barreras
sociales que impiden el pleno goce de los derechos en condiciones de igualdad y
limitan la integración social como respuesta al funcionamiento orgánico o
funcional diferente del de la mayoría de las personas86.
86
Así lo mencionó esta Corporación en la Sentencia C-042 de2017 (MP Aquiles Arrieta Gómez), en la que
recordó que la Corte ha tenido oportunidad de referirse al concepto de discapacidad al estudiar la
constitucionalidad de la Ley 361 DE 1997 “Por la cual se establecen mecanismos de integración social de las
personas en situación de discapacidad”. Así en la sentencia C-606 de 2012 consideró que la palabra
discapacidad engloba: “aquellas personas con deficiencias físicas, mentales, intelectuales o sensoriales, que al
interactuar con diversas barreras puedan impedir su participación plena y efectiva en la sociedad, en igualdad
de condiciones con los demás” ; más adelante, en sentencia C-066 de 2013 la Corte definió que las personas
que se encuentran en situación de discapacidad deben ser protegidas bajo el modelo social entendiendo la
discapacidad como ‘‘una realidad, no como una enfermedad que requiere ser superada a toda costa, en otras
palabras, se asume desde el punto de vista de la diversidad, de aceptar la diferencia.” En sentencia C-767 de
2014, sobre la pensión de invalidez para víctimas del conflicto armado, al estudiar el concepto de
discapacidad para efectos pensionales, la Corte mencionó la definición establecida por Convención sobre los
Derechos de las Personas con Discapacidad considerando: “Al respecto, vale destacar que este instrumento
representa la adopción normativa del modelo social de la discapacidad, estableciendo una nueva forma de
entender este concepto, que busca tanto igualar las condiciones de las personas con discapacidad como
fortalecer su participación plena, eliminando barreras”. Siguiendo con su análisis en esta sentencia la Corte
mencionó que conforme a la adopción del modelo social, “la discapacidad se genera por las barreras propias
del contexto en donde se desenvuelve la persona, por lo que resulta necesario asegurar adecuadamente sus
necesidades dentro de la organización social. Así, pretende aminorar dichos límites sociales de modo que se
puedan prestar servicios apropiados que aseguren que las necesidades de las personas con discapacidad sean
tomadas en consideración”.
87
Así por ejemplo, Sentencias T-441 de 1993, (MP José Gregorio Hernández Galindo), T-290 de 1994, (MP
Vladimiro Naranjo Mesa), T-288 de 1995, (MP Eduardo Cifuentes Muñoz), T-224 de 1996, (MP Vladimiro
Naranjo Mesa), T- 378 de 1997, (MP Eduardo Cifuentes Muñoz), T- 207 de 1999, (MP Eduardo Cifuentes
Muñoz) entre otras.
27
derechos fundamentales de las personas y, en consecuencia, sería
inconstitucional.
4.2. Los derechos de las personas con discapacidad en las normas del bloque de
constitucionalidad
88
Sentencia C-478 de 2003 (MP Clara Inés Vargas Hernández).
89
Sentencia C-042 de 2017 (MP Aquiles Arrieta Gómez).
90
Consagrado en el artículo 29 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos. Al respecto ha
sostenido la Corte IDH, en la Opinión Consultiva OC-5/85, La Colegiación Obligatoria de Periodistas (Arts.
13 y 29 Convención Americana sobre Derechos Humanos) del 13 de noviembre de 1985. párr. 52. “El
Principio pro persona es un principio interpretativo e implica que se deberá de preferir, privilegiar o favorecer
la aplicación de aquella norma que otorgue una mayor protección a los derechos de la persona,
independientemente si dicha norma se encuentra en un tratado internacional o en una disposición de derecho
interno. (…) si en una misma situación son aplicables la Convención Americana y otro tratado internacional,
debe de prevalecer la norma más favorable a la persona humana. Si la propia Convención establece que sus
regulaciones no tienen efecto restrictivo sobre otros instrumentos internacionales, menos aún podrán traerse
restricciones presentes en esos otros instrumentos internacionales, pero no en la Convención, para limitar el
ejercicio de los derechos y libertades que ésta reconoce”.
28
En cuanto a los derechos de las personas en situación de discapacidad, la norma
internacional que más relevancia ha cobrado es la "Convención sobre los
Derechos de las personas con Discapacidad" (en adelante la Convención o la
CDPD), adoptada por la Asamblea General de la Naciones Unidas el 13 de
diciembre de 2006, aprobada en Colombia por la Ley 1306 de 200991, declarada
exequible por la sentencia C-293 de 201092 y ratificada por el Estado colombiano
el 10 de mayo de 2011. Esta Convención se enmarca en el abordaje social de la
discapacidad y procura superar con ello el modelo médico - rehabilitador que
erróneamente veía a la discapacidad como una enfermedad que requería
rehabilitación y no como el producto de las barrearas sociales impuestas ante una
característica más de la diversidad humana.
“Artículo 23
Respeto del hogar y de la familia
91
Congreso de la República, Ley 1036 de 2009, por medio de la cual se aprueba la "Convención sobre los
Derechos de las personas con Discapacidad", adoptada por la Asamblea General de la Naciones Unidas el 13
de diciembre de 2006.
92
Sentencia C-293 de 2010 (MP Nilson Pinilla Pinilla). En la Sentencia que estudió la constitucionalidad de la
Ley 1346 de julio 31 de 2009, “Por medio de la cual se aprueba la ‘Convención sobre los derechos de las
personas con discapacidad’ adoptada por la Asamblea General de las Naciones Unidas el 13 de diciembre de
2006”, esta Corte analizó con detenimiento la Convención y concluyó que parte importante de su propósito,
era el de actualizar la normatividad a los nuevos modelos. Al respecto sostuvo: “(…) la aprobación de la
Convención implica entonces un importante esfuerzo de reformulación y actualización de las normas
internacionales sobre la materia, frente a los grandes cambios sociales y culturales observados durante los
años recientes, incluso respecto al concepto mismo de discapacidad, que el tratado reconoce como cambiante
y evolutivo (…)”.
93
Artículo 7º de la Convención sobre los derechos de las personas con discapacidad -CDPD-
29
1. Los Estados Partes tomarán medidas efectivas y pertinentes
para poner fin a la discriminación contra las personas con
discapacidad en todas las cuestiones relacionadas con el
matrimonio, la familia, la paternidad y las relaciones
personales, y lograr que las personas con discapacidad estén en
igualdad de condiciones con las demás, a fin de asegurar que:
a) Se reconozca el derecho de todas las personas con
discapacidad en edad de contraer matrimonio, a casarse y
fundar una familia sobre la base del consentimiento libre y
pleno de los futuros cónyuges;
b) Se respete el derecho de las personas con discapacidad a
decidir libremente y de manera responsable el número de hijos
que quieren tener y el tiempo que debe transcurrir entre un
nacimiento y otro, y a tener acceso a información, educación
sobre reproducción y planificación familiar apropiados para su
edad, y se ofrezcan los medios necesarios que les permitan
ejercer esos derechos;
c) Las personas con discapacidad, incluidos los niños y las
niñas, mantengan su fertilidad, en igualdad de condiciones con
las demás”.
Parte importante del compromiso que incumbe a los Estados en ese sentido
consiste en eliminar los regímenes de sustitución de decisiones para dar pleno
valor a la decisión propia a través de ajustes razonables y apoyos necesarios
que permitan una expresión libre y consciente de su voluntad, especialmente
en materias que hacen parte de su vida privada y su autonomía personal.
En su Observación General Nº 1, el Comité sobre los Derechos de las
Personas con Discapacidad advirtió al respecto que la negación de la
capacidad jurídica de las personas en condición de discapacidad suele
conducir a privarlas del ejercicio de sus derechos de reproducción, a casarse y
a fundar una familia y de su derecho a otorgar su consentimiento para las
relaciones íntimas y para el tratamiento médico. Tal situación impacta de
manera específica a las personas con discapacidades cognitivas o
psicosociales y, en particular, a las mujeres94, quienes, en lo que atañe a sus
derechos sexuales y reproductivos, suelen ubicarse en una posición más
vulnerable.
Por último, el Comité identificó a las mujeres y las niñas en situación de
discapacidad como sujetos “especialmente vulnerables a la esterilización
forzada y ciertos tratamientos médicos, como la administración de fármacos y
94
La CDPCD garantiza el reconocimiento de la capacidad jurídica en igualdad de condiciones para los
hombres y para las mujeres. Su artículo 6º compromete a sus Estado parte a reconocer que las mujeres y niñas
con discapacidad están sujetas a múltiples formas de discriminación y a adoptar medidas para asegurar que
puedan disfrutar plenamente y en igualdad de condiciones de todos los derechos humanos y libertades
fundamentales. Además, los Estados partes de la Convención deben tomar todas las medidas pertinentes para
asegurar el pleno desarrollo, adelanto y potenciación de la mujer, con el propósito de garantizarle el ejercicio
y goce de los derechos humanos y las libertades fundamentales allí establecidos. Se puede consultar en:
http://www.ohchr.org/Documents/HRBodies/HRCouncil/RegularSession/Session20/A-HRC-20-5_sp.pdf
30
electrochoques” y, en alusión a los artículos 23 y 25 de la CDPCD, insistió en
la prohibición de los tratamientos forzados y coercitivos de las personas que
sufren algún tipo de discapacidad intelectual “independientemente de que se
aduzca que ello redundaría en su interés”. Este compromiso está ligado al
reconocimiento que hace su preámbulo de los riesgos de violencia, lesiones o
abuso, abandono o trato negligente, malos tratos o explotación a los que las
niñas y mujeres con discapacidad suelen verse expuestas.
31
condiciones de igualdad. En tercer lugar, es deber del Estado y de la sociedad,
no solo abstenerse de imponer barreras sino adelantar todos los ajustes
razonables para que las personas con diversidad orgánica o funcional puedan
alcanzar, en la mayor medida posible, el goce y ejercicio pleno de sus
derechos. En cuarto lugar, se debe respetar la autonomía de la voluntad de las
personas en situación de discapacidad intelectual o mental, presumir su
capacidad para tomar decisiones sobre los asuntos que les competan y excluir
al máximo la sustitución de la voluntad para dar paso a los apoyos y ajustes
razonables que permitan el ejercicio autónomo de su voluntad.
Frente al cargo por violación del derecho a la igualdad contra los menores de
edad, la Sentencia C-131 de 201496 indicó que la prohibición no desconocía el
derecho a la autodeterminación de los menores de edad, pues estos podían
acceder a otros mecanismos no irreversibles ni definitivos de anticoncepción
mientras cumplían los 18 años. El fallo, no obstante, resolvió que la
prohibición podría inaplicarse ante un riesgo inminente de muerte a raíz de un
eventual embarazo, siempre que tal condición se certificara medicamente, se
contara con autorización judicial y la menor otorgara su consentimiento.
32
la Sentencia C-131 de 2014 lo declaró exequible reiterando lo dicho en
relación con el primer cargo, y además, porque consideró que tampoco en ese
caso la edad es un criterio sospechoso de discriminación, y porque la
posibilidad de que los menores en situación de discapacidad accedan a otros
mecanismos de anticoncepción descarta la infracción de sus derechos sexuales
y reproductivos. Sostuvo además que su libre desarrollo de la personalidad
tampoco se vulnera, porque una decisión tan definitiva y trascendental como
lo es la esterilización, exige una capacidad reflexiva y volitiva que no es plena
antes de cumplir los 18 años.
En todo caso, la providencia resolvió que la regla general de prohibición
prevista en el artículo 7º de la Ley 1412 de 2010 admite excepciones. El fallo
identificó dos. Según dijo, es posible que una menor en situación de
discapacidad sea sometida a una esterilización quirúrgica si existe un riesgo
inminente para su vida como consecuencia de un embarazo que no pueda
evitarse eficazmente por otros medios. El procedimiento podría realizarse
cuando la menor brinda su consentimiento informado al respecto; un juez
constata su capacidad reflexiva para consentir la cirugía y un concepto
médico interdisciplinario determina que la operación es imprescindible.
La segunda excepción es la que se presentaría cuando se verifica la
imposibilidad de que el menor pueda brindar, en el futuro, su consentimiento
para la práctica de este tipo de procedimientos. Dice al respecto el fallo
que “si no hay capacidad de consentir, ni existe la posibilidad de que se
desarrolle en el futuro, tampoco se atenta contra el derecho a una autonomía
que no puede ejercer el menor. Solo así se logra proteger la vida y la
integridad del niño, y se logra evitar su instrumentalización cuando no
existen otros mecanismos eficaces para evitar la procreación”. 98 Así las
cosas, concluyó que el consentimiento de los menores con discapacidad
respecto de la posibilidad de que se les practique una cirugía de esterilización
puede ser sustituido, si padecen una “discapacidad profunda severa,
certificada médicamente” que les impida brindar su consentimiento sobre el
particular en el futuro.
33
constitucional que condicionaba la viabilidad del consentimiento sustituto a
que la persona hubiera sido declarada interdicta, lo que cabría únicamente en
casos de “personas en situación de discapacidad mental absoluta con
fundamento en una discapacidad mental severa y profunda” y a que se
hubiera obtenido una autorización judicial para llevar a cabo el respectivo
procedimiento. Por su parte, explicó que la autorización judicial estaría
supeditada a la imposibilidad de que la persona concernida pudiera emitir su
consentimiento en el futuro y la necesidad médica de la esterilización.
En su sentencia, la Corte decidió condicionar la constitucionalidad del
artículo 6º de la Ley 1412 de 2010 para que se entendiera que: “la autonomía
reproductiva se garantiza a las personas declaradas en interdicción por
demencia profunda y severa y que el procedimiento sustituto para realizar
esterilizaciones quirúrgicas tiene un carácter excepcional y solo procede en
casos en que la persona no pueda manifestar su voluntad libre e informada
una vez se hayan prestado todos los apoyos para que lo haga”100.
4.4. La jurisprudencia constitucional en sede de Tutela sobre la esterilización
de personas en situación de discapacidad mental
34
de discapacidad. El fallo dejó sin efecto la autorización para realizar el
procedimiento y dictó órdenes encaminadas a garantizar que accediera a
información y orientación sobre sus derechos sexuales y reproductivos y sobre
los métodos de planificación que más se ajustaran a sus necesidades. En la
sentencia, la Sala Cuarta hizo énfasis en que las personas con discapacidad
tienen derecho a acceder a información sobre sus derechos sexuales y
reproductivos, lo que implica que las EPS deben evaluar la formas para que,
según las condiciones de cada persona, la información al respecto se brinde
por especialistas y a través de los métodos adecuados que garanticen su
accesibilidad.
4.4.2. En la Sentencia T-740 de 2014103, con posterioridad al pronunciamiento
de la Corte sobre la constitucionalidad de la prohibición de esterilización de
los menores de edad contemplada en la Ley 1412 de 2010, la Sala Novena de
Revisión debió dilucidar si una EPS había vulnerado los derechos
fundamentales a la autonomía y la integridad personal, a la salud sexual y
reproductiva y al consentimiento libre e informado de una menor de edad con
síndrome de Down, al negar la práctica de un procedimiento de esterilización
quirúrgica de “ligadura de trompas”, de conformidad con lo que su padre
había solicitado a ese respecto.
En principio, el fallo se refirió al mandato internacional que, tras la
ratificación de la CDPD, vinculaba al Estado colombiano a adoptar todas las
medidas necesarias para reconocer que las personas en situación de
discapacidad pueden tomar sus propias decisiones y a otorgarles los apoyos y
ajustes razonables que les permitan emitirlas. También advirtió que la
esterilización vulnera los derechos de las mujeres y de las niñas en situación
de discapacidad cuando no consulta su consentimiento. Finalmente, la Sala
determinó la improcedencia del amparo, por ser el juez de familia el
competente para garantizar los derechos de las mujeres y de las niñas en
situación de discapacidad. Pero manifestó que el procedimiento no podía
autorizarse por vía de tutela porque el caso no se enmarcaba en las hipótesis
exceptivas a la prohibición general de practicar esterilizaciones a menores de
edad en situación de discapacidad contempladas en la Sentencia C-131 de
2014.104 Precisó, al respecto, que la paciente era menor de 14 años, lo cual
suponía que su caso estuviera enmarcado en el ámbito de la prohibición de
derecho para practicar el procedimiento.
4.4.3. En la Sentencia T-303 de 2016105 la Sala Séptima de Revisión resolvió
la solicitud de una madre para que se autorizara la esterilización de su hija,
pues la EPS le exigía allegar una órden judicial para el efecto. Como
fundamento de su solicitud, narró que la joven era de “muy difícil manejo” y
que debía encerrarla porque era “asediada por los hombres”. La Sala Séptima
estableció que la conducta de la EPS se había ajustado al ordenamiento
constitucional, porque para el momento de la interposición de la tutela la hija
103
Sentencia T-740 de 2014 (MP Luis Ernesto Vargas Silva).
104
Sentencia C-131 de 2014, (MP Mauricio González Cuervo).
105
Sentencia T-303 de 2016 (MP Jorge Ignacio Pretelt Chaljub).
35
de la actora era menor de edad, de manera que solo podía procederse a la
esterilización con autorización judicial. Por otro lado, puesto que en el
momento de la revisión de la Tutela la paciente ya era mayor de edad, sostuvo
que la joven debía someterse a una valoración médica especializada que
permitiera establecer si su “condición le permitiría, en el futuro, tener o no la
suficiente autonomía en su voluntad para asumir una decisión de tal
trascendencia”, de tal forma que si las condiciones se ajustaban a lo decidido
en la Sentencia C-182 de 2016,106 la EPS debería informarle a su representante
legal sobre el procedimiento quirúrgico o médico a seguir, para que,
eventualmente, este otorgara su consentimiento sustituto.
106
Sentencia C-182 de 2016 (MP Gloria Stella Ortiz Delgado).
107
Sentencia T-573 de 2016 (MP Luis Ernesto Vargas Silva).
108
Sentencia T-665 de 2017 (MP Gloria Stella Ortiz Delgado).
36
La Corte decidió que la negativa de Profamilia era razonable por cuanto, al
verificar que la adolescente sí podía otorgar su consentimiento libre e
informado mediante el uso de apoyos y ayudas respecto del procedimiento
del método anticonceptivo definitivo, entendió que no se encontraba en las
causales que permitían exceptuar la prohibición general de esterilización a
menores de edad, incluso cuando su deseo era practicarse la cirugía.
37
La jurisprudencia de esta Corporación ha señalado que el rol principal que
asumen los derechos fundamentales de los niños, niñas y adolescentes implica,
en contrapartida, que “(…) las obligaciones en cabeza de la familia, la
sociedad y el Estado confluyen para garantizar a los niños una vida digna y
de calidad, ajena a los abusos, a los maltratos y a las arbitrariedades”110.
110
Sentencia T-010 de 2019 (MP Cristina Pardo Schlesinger).
111
Sentencia C-507 de 2004 (MP Manuel José Cepeda Espinosa).
112
Sentencia T-384 de 2018 (MP Cristina Pardo Schlesinger).
113
Sentencia C-569 de 2016 (MP Alejandro Linares Cantillo).
38
mismas deberán determinarse atendiendo a las circunstancias del caso
concreto114.
En efecto, en una situación concreta se debe sopesar entre los derechos del
niño y el de los padres. Cuando no se pueda mantener el equilibrio, la
solución será la que atienda el interés superior del menor; es decir, solo
primarán los derechos e intereses de los niños frente al de sus padres si tal
salida efectivamente materializa su interés superior. En vista de que es
imposible tener una norma abstracta sobre la forma en que se deben
armonizar los intereses de los padres y los del menor, tal solución se debe
buscar en atención a las circunstancias del caso.
114
Sentencia T-510 de 2003 (MP Manuel José Cepeda Espinosa).
115
Sentencia T-510 de 2003 (MP Manuel José Cepeda Espinosa.
116
Sentencia T-573 de 2016 (MP Luis Ernesto Vargas Silva).
39
Por consiguiente, la protección que deben los padres y el Estado a los niños,
niñas y adolescentes, y en especial frente a los menores con diversidades
funcionales cognitivas, no puede ser desconocida. La situación acentuada de
vulnerabilidad de una niña por su condición de discapacidad mental implica
un mayor deber de cuidado de parte de quienes, en su rol de padres, tutores
educadores o personal de salud, lo ejerzan. De tal manera que la
responsabilidad por la protección de su cuerpo y de su sexualidad no puede
liberarse acudiendo a intervenciones quirúrgicas definitivas, que lejos de
proteger la salud de las menores, atentan contra su autonomía y su
integridad.
Los riesgos que atañen a las menores adolescentes con síndrome de down no
son únicamente los embarazos, sino fundamentalmente los actos de abuso
sexual contra menores, y frente a estos riesgos solo el cuidado permanente
puede generar resultados. De ninguna manera, la integridad corporal y la
autonomía de una menor de edad puede ser cercenada a través de
esterilizaciones forzadas para facilitarle a los adultos el obrar de forma
negligente frente a sus deberes de cuidado; de forma que los progenitores, o
curadores, o guardadores no pueden acudir a la acción de tutela requiriendo
la esterilización forzada de una menor desconociendo sus derechos
fundamentales.
40
De este modo, indicó que se trasgredían los derechos de Luna a la vida, la
igualdad, la dignidad humana, a la salud y a la seguridad social117.
41
-Aplicación de prueba neuropsicológica 4 sesiones: Fue
generada la orden el 17 de abril de 2018.
(…)
-Consulta por otorrinolaringología: Asistió el 26 de septiembre
de 2018 a la respectiva cita.
(…)
-Audiometría de tonos puros aéreos y óseos con
enmascaramiento: Se generó ordenamiento para la realización
de procedimiento el 7 de julio de 2018. Fue realizada en el
centro de otorrinolaringología de Antioquia el 17 de octubre de
2018”119.
42
tiempo, modo y lugar de los hechos, lo que en materia de salud implica tener
de presente las diferentes facetas de las barreras que constituyeron
restricciones o amenazas al derecho del accionante. Así, en sentencia T-397 de
2017123 se recordó que las restricciones al acceso a tratamientos,
medicamentos y procedimientos incluidos en el PBS, es a todas luces una
vulneración al derecho a la salud; y en particular, en cuanto a la oportunidad
del servicio, la Corte indicó que “cuando hay demoras en la prestación de
servicios de salud se afirma que inicia la vulneración del derecho a la salud,
ya no por causas intrínsecas y naturales de la enfermedad, sino desde el
punto de vista de la diligencia con la que actúa la entidad que presta el
servicio”124.
43
-Consulta por especialista en psiquiatría pediátrica.
-Consulta psicología.
-Aplicación de prueba neuropsicológica 4 sesiones.
-Consulta por otorrinolaringología.
-Audiometría de tonos puros aéreos y óseos con
enmascaramiento.”
127
Folio 64 del cuaderno 1 del expediente.
44
legales y reglamentarias adelante las investigaciones y se pronuncie acerca de
los hechos que dieron origen a la presente tutela128.
128
Sentencia T-673 de 2017, (MP Gloria Stella Ortiz Delgado).
129
La respuesta puntual fue del siguiente tenor: “Antes de realizar una programación para valoración por
genética se deben realizar una serie de procedimientos internos que permitan concluir con la materialización
de la misma. En este caso, la valoración genética se encuentra en cotización, ello sucede porque no hay
suficientes IPS que cuentan con la mencionada especialidad”.
45
6.4. El procedimiento de esterilización definitiva solicitado por la madre de
Luna y ordenado judicialmente.
130
Sentencia T-655 de 2017 (MP Gloria Stella Ortiz Delgado).
46
En todo caso, la Sala recuerda que la labor del juez debe estar encaminada por
el interés superior de los menores de edad, y para esta Corte es evidente que la
protección de la autonomía y la dignidad de los menores, con o sin
discapacidad, implica resguardar su cuerpo y sus derechos para que sean ellos
quienes puedan, cuando la mayoría de edad se los permita, ejercer libremente
sus decisiones libres e informadas. De esta forma, la decisión judicial que
autorice la realización de un procedimiento quirúrgico de esterilización
definitiva en un menor de edad, debe ser rigurosamente excepcional y solo
puede proceder bajo la cuidadosa verificación de las condiciones y requisitos
en cada caso concreto.
6.4.2. En el presente caso Ema solicitó por medio de acción de tutela que a su
hija Luna se le realizara una serie de exámenes y procedimientos ordenados
por su médico tratante, entre los cuales se encontraba el de esterilización
definitiva. El juez de tutela, en una fórmula general y tomando en cuenta que
no hubo respuesta de la EPS accionada, concedió la protección solicitada
“como medida encaminada a que su estado de salud no se siga deteriorando
y no llegue a causar daños irreparables” y ordenó la realización de todos los
exámenes y procedimientos solicitados, incluyendo el procedimiento de
“ablación u oclusión de trompa de falopio bilateral por laparoscopia”.
Por el contrario, en la historia clínica que hace parte del expediente 132, consta
claramente que la orden de realización del procedimiento no fue fruto de una
necesidad médica ante un riesgo a la vida de la menor, sino una decisión
voluntaria tomada a partir del asesoramiento para planificación al que acudió
la menor de 14 años de edad con su madre. En efecto, en dicho documento
consta:
131
Folio 71 del cuaderno constitucional del expediente.
132
Folios 19 a 21 del cuaderno 1 del expediente.
47
“Conducta
PACIENTE DE 13 AÑOS CON SD DE DOWN QUIEN
ACUDE CON LA MADRE PARA ASESORAMIENTO DE
PLANIFICACIÓN. CON LIBIDO ELEVADA.
SE EXPLICAN CONDICIONES RIESGOS Y BENEFICIOS
DE LOS DIFERENTE MÉTODO (sic) ANTICONCEPTIVOS
POR LO CUAL SE DECIDE POR LA TUBECTOMÍA, SE
PROGRAMA TUBECTOMÍA POR LAPAROSCOPIA.”
48
6.4.4. En cuanto a los demás requisitos para la autorización solicitada, la Sala
pudo establecer que no se evidenció en ninguna etapa del trámite, que Luna
hubiese sido sujeto de declaración de interdicción judicial. Pese a que la
jurisprudencia en la materia establece que la primera condición para evaluar
la viabilidad de este tipo de procedimientos en menores con discapacidad es
que exista un pronunciamiento previo sobre la interdicción, el juez que
ordenó la realización de tal procedimiento no verificó tal requisito. En efecto,
en el expediente no existe prueba y ni siquiera referencia alguna de tal
decisión, por el contrario, el hecho de que Ema manifieste en el escrito de
tutela que actúa como agente oficiosa de su hija Luna deja en evidencia que
no se ha realizado tal procedimiento ni existe una decisión de interdicción.
49
Respecto de este punto, el juez de instancia decidió negar la exoneración de
copagos, pues se comprobó que la menor pertenece al régimen contributivo y
como quiera que se presume la capacidad de pago, no hubo ningún elemento
que permitiera pensar lo contrario. Adicional a lo anterior, el Juez de primera
y única instancia afirmó que revisada la Resolución 3974 de 2009 proferida
por el Ministerio de Salud, el Síndrome de down no se encuentra dentro de las
enfermedades de alto costo o catastróficas; en este sentido y acorde con la
reciente jurisprudencia constitucional, 135 esta Sala encuentra que le asiste
razón en la decisión adoptada.
135
Sentencia T-402 de 2018 (MP Diana Fajardo Rivera).
50
de Acción por la Igualdad y la Inclusión Social de la Universidad de los
Andes (PAIIS), para su conocimiento.
III. DECISIÓN
En mérito de lo expuesto, la Sala Séptima de Revisión de la Corte
Constitucional, administrando justicia en nombre del pueblo y por mandato de
la Constitución Política,
RESUELVE
Cuarto.- ORDENAR a la EPS Coomeva, (i) que dentro del término de las
setenta y dos (72) horas siguientes a la notificación de esta providencia,
programe y fije fecha para la práctica de la valoración por genética de Luna,
examen que deberá realizarse por una IPS de la red o una contratada por
fuera, en un término no superior a los diez (10) días contados a partir de la
notificación del presente fallo; (ii) abstenerse de generar obstáculos y
demoras en la asignación de citas médicas, en particular cuando se trate de
menores de edad y personas en situación de discapacidad.
51
sexual y reproductiva de acuerdo a su grado de discapacidad y nivel cognitivo.
Para lo cual se deberá tomar en cuenta los estándares internacionales en la
materia y usar los métodos y herramientas para indagar el consentimiento de la
adolescente sobre las orientaciones y servicios que se le estén brindando.
52
ACLARACIÓN DE VOTO DEL MAGISTRADO
JOSÉ FERNANDO REYES CUARTAS
A LA SENTENCIA T-231/19
Magistrada Ponente:
CRISTINA PARDO SCHLESINGER
53
El trámite de tutela y la sentencia T-231 de 2019
54
exceptuarse la regla de prohibición prevista en el artículo 7 de la Ley 1412 de
2010 en los eventos en que un posible embarazo implique un riesgo para la
vida, en cuyo caso será necesario contar con el consentimiento libre e
informado de la menor con los ajustes y apoyos que ello implique.
8. En todo caso, la Sala recordó que la labor del juez de tutela debe estar
siempre dirigida por el interés superior del menor, pues la protección de la
autonomía y la dignidad de los niños, niñas y adolescentes, con o sin
discapacidad, implica resguardar su cuerpo y sus derechos para que sean ellos
quienes puedan, cuando la mayoría de edad se los permita, ejercer de manera
libre e informada sus decisiones. Bajo tal óptica, la decisión judicial que
autorice la realización de un procedimiento quirúrgico de esterilización
definitiva en un menor de edad, debe ser excepcional y solo puede proceder
bajo la cuidadosa verificación de las condiciones y requisitos de cada caso en
concreto.
138
La Sala también hizo referencia a la sentencia C-182 de 2016. Al respecto, precisó que la Corte decidió condicionar la
constitucionalidad del artículo 6º de la Ley 1412 de 2010 para que se entendiera que: “la autonomía reproductiva se
garantiza a las personas declaradas en interdicción por demencia profunda y severa y que el procedimiento sustituto
para realizar esterilizaciones quirúrgicas tiene un carácter excepcional y solo procede en casos en que la persona no
pueda manifestar su voluntad libre e informada una vez se hayan prestado todos los apoyos para que lo haga”.
55
10. Si bien estoy de acuerdo con la resolución adoptada en la sentencia T-231
de 2019, considero que la Sala debió analizar con mayor profundidad y
detenimiento lo relacionado con los derechos sexuales y reproductivos de las
personas en condición de discapacidad. Para ello, era necesaria una referencia
a las disposiciones y recomendaciones proferidas en el sistema universal de
derechos humanos, así como a las previstas en el ámbito interno.
12. De este modo, era oportuno que la Corte resaltara la garantía de los
derechos sexuales y reproductivos de las personas en situación de
discapacidad desde una perspectiva de derechos fundamentales, abordando
temas relacionados con la autonomía reproductiva, la obligación del Estado de
garantizar el derecho a ejercer su capacidad jurídica139 y la planificación
familiar140, entre otros asuntos.
13. Así mismo, era pertinente que la Sala recordara las observaciones finales
realizadas el 30 de septiembre de 2016 por el Comité sobre los Derechos de
las Personas con Discapacidad, frente al informe inicial presentado por
Colombia en relación con la implementación de la Convención de los
Derechos de las Personas con Discapacidad. En dicho documento el Comité
manifestó su preocupación acerca del hecho de “que la esterilización de personas
con discapacidad sin su consentimiento, y con la autorización de un juez, sea
una práctica legal, incluso ratificada por sentencias de la Corte
Constitucional (C-182, de 13 de abril de 2016, y T-303, de 2016) incluyendo
para dictar excepciones a la Ley 1412 de 2010 que autoricen la esterilización
de niños con discapacidad cognitiva y psicosocial (C-131 de 2014). // (…) El
139
Sobre este tema la Jurisprudencia constitucional ha señalado que en materia de procedimientos quirúrgicos de
esterilización definitiva en personas en situación de discapacidad, “se debe maximizar el respeto por la autonomía de
estos sujetos y minimizar la intromisión de los padres o representantes legales en la decisión de realizar la esterilización
definitiva, pues el derecho a la autonomía no se agota con el solo estado mental de la persona” . (Sentencia –T-690 de
2016).
140
En relación con este tema la sentencia T-665 de 2017 señaló que “los derechos reproductivos son derechos
fundamentales que desarrollan los artículos 16 y 42 de la Constitución Política, y también se encuentran consagrados
expresamente en varios instrumentos internacionales. Estos derechos tienen diferentes manifestaciones, dentro de las
cuales se encuentra el derecho a la planificación familiar que a su vez incluye la prohibición de la esterilización forzada.
Este derecho impone el deber para el Estado de garantizar el acceso a todas las personas a toda la gama de métodos
anticonceptivos tanto temporales como definitivos con consentimiento informado, así como a información sobre salud
sexual y reproductiva. En consecuencia, el Estado debe velar por adoptar las medidas correspondientes que permitan el
respeto y la protección efectiva de este derecho fundamental”.
56
Comité insta al Estado parte a adoptar las medidas necesarias para abolir la
esterilización de personas con discapacidad sin su consentimiento libre e
informado, incluyendo la derogación del artículo 6 de la Ley 1412 de 2010.
Le recomienda inmediatamente propiciar la revisión de las sentencias de la
Corte Constitucional con objeto de mantener la prohibición de esterilización
de personas con discapacidad, particularmente de niños y niñas, sin su
consentimiento libre e informado individual , sin excepción, y a tomar
medidas, incluyendo la formación de jueces y fiscales con la participación de
organizaciones de personas con discapacidad, sobre los derechos de las
personas con discapacidad y las obligaciones internacionales contraídas por
el Estado parte, principalmente relativas a la no discriminación por motivo
de discapacidad y a la integridad personal de los niños con discapacidad”141.
16. Bajo ese contexto, estimo que era necesario que la Sala se pronunciara
sobre los compromisos internacionales adquiridos por Colombia en esta materia y,
en particular, respecto de la obligación de abolir de manera progresiva los sistemas
de sustitución de decisiones, en armonía con el respeto de los derechos sexuales y
reproductivos de las personas en condición de discapacidad.
141
Disponible en: http://docstore.ohchr.org/SelfServices/FilesHandler.ashx?enc=6QkG1d
%2FPPRiCAqhKb7yhsiZZNrtQsqIapJ5RB16sOGbABEB1GCpxOsNgAjGfi%2B3bz9dSJDuD
%2BhgnRmlwPeMHtZbhHsj3D4FpJ8XvrovNgznRYIGHiqFZ5xI4wQSBsKCy
142
Intervención realizada por Women´s Link Worldwide en la sentencia T-665 de 2017. Además, esa entidad
destacó que que “‘(…) la esterilización forzada afecta primordialmente a las mujeres y adolescentes que
enfrentan múltiples inequidades y/o son más propensas a sufrir distintas vulneraciones, ya sea por su
posición socioeconómica, raza, discapacidad o vivir con el VIH’. De esta manera, puntualizó que este tipo de
prácticas se imponen con mayor frecuencia a las mujeres con discapacidad cognitiva, ya que son tratadas
como ‘(…) si no tuvieran control, o no deberían tener control sobre sus opciones sexuales y reproductivas;
puede ser que sufran esterilizaciones forzadas o que sean forzadas a interrumpir embarazos deseados, con
base en la justificación paternalista de que es para su bien’. Así, declaró que esta práctica no busca proteger
la dignidad de las mujeres, sino evitar que queden embarazadas, lo que perpetúa el estereotipo de género
negativo”.
143
Cfr. Sentencias T-573 de 2016 y T-690 de 2016.
144
La cual se encentra reseñada en el numeral 7.2.2. de la sentencia T-231 de 2019.
57
En los anteriores términos dejo consignada mi aclaración de voto.
Fecha ut supra,
58