Apelacion Carmen Carballo

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CIUDADANO

JUZGADO CUARTO (04°) DE PRIMERA INSTANCIA EN FUNCION DE CONTROL DEL


CIRCUITO JUDICIAL PENAL DEL ÁREA METROPOLITANA DE CARACAS
CAUSA N° 04°C-13.765-22

REF: Recurso de Apelación para ante la Corte de


Apelaciones de este mismo Circuito Judicial Penal.

Quien suscribe, CARMEN RAMONA CARBALLO SOSA, de nacionalidad venezolana,


con cedula de identidad número v-12.829.687, abogada en ejercicio, con domicilio
procesal Edificio Saverio Russo, Torre “B ”, Piso 6, Oficina 64, Esquina de Reducto a
Municipal, Parroquia Santa Teresa, Municipio Libertador del Distrito Capital, teléfono:
(0424) 152-11-74 y (0416) 375-2-17-21, inscrita en el Instituto de Previsión Social del
Abogado bajo el N° 253.830, actuando en este acto en mi carácter de Apoderada
Judicial de LAS VICTIMAS, ciudadanos LEINIS DEYANIRA CLARO, titular de la
cédula de identidad N° V-12.069.697 y ELIESEETH JOSE RODRÍGUEZ RANGEL,
titular de la cédula de identidad N°.V-13.052.Í567; ante usted ocurro a fin de interponer
Recurso de Apelación en contra de la sentencia proferida por este Juzgado en fecha 04
de julio de 2023, y la cual fuera debidamente notificada a nuestro defendido en fecha
11 de julio de 2023, mediante la cual CONDENÓ por admisión de los hechos al
ciudadano JOSÉ LEONARDO PEREZ, titular de la cédula de identidad N° V-
7.828.798, por la presunta comisión del delito de HOMICIDIO CULPOSO, previsto y
sancionado en el artículo 409 del Código Penal, con la agravante en el artículo 217 de
la Ley Orgánica para la protección del Niño, Niña y Adolescente.
El Recurso de Apelación se realiza en los siguientes términos:
CAPITULO I
DE LA OMISIÓN DE FORMAS SUSTANCIALES DE LOS ACTOS QUE CAUSAN
INDEFENSIÓN A LAS VICTIMAS
Ciudadanos Magistrados consta en autos, que las victimas otorgaron un poder
debidamente autenticado ante la Notaria Publica Octava del área metropolitana de
Caracas a la abogada CARMEN RAMONA CARBALLO SOSA, inscrita en el Instituto
de Previsión Social del Abogado bajo el N° 253.830, y la referida abogada estuvo
presente en la audiencia preliminar, tal como consta en el ACTA de AUDIENCIA
PRELIMINAR, realizada el 08 de junio de 2013. Debidamente suscrita ,
En este mismo orden de ideas, se omite totalmente en el ACTA de AUDIENCIA
PRELIMINAR, así también se omite en la sentencia recurrida, lo esgrimido por la Juez
recurrida, sobre el otorgamiento del derecho de palabra a la abogada CARMEN
CARABALLO para que ejerciera su derecho a defender a las víctimas., es decir, en el
acto de la audiencia la juez recurrida manifestó en forma oral que no le dio el derecho
de palabra, debido a que la referida abogada no estaba querellada ni presentó
acusación particular propia,
Ciudadanos Magistrados, de lo anteriormente expuesto, y atendiendo al principio
de buena fe procesal se presume que, al momento de la transcripción (o edición) del
audio utilizado para la grabación de la Audiencia Preliminar celebrada, la cual originó la
sentencia recurrida, las cuales ocasionaron el presente recurso, dicho dispositivo
técnico (teléfono celular) presentó desperfectos que imposibilitaron al Secretario la
recuperación total del archivo, ocasionando con ello la dificultad para el Juzgado
recurrido de establecer todos y cada uno de los hechos, violentando los derechos y
garantías constitucionales y al debido proceso de las víctimas, infestando el ACTA y
el Auto de la Audiencia, y como consecuencia inmediata a la recurrida, de nulidad
absoluta.
Por lo tanto y este sentido, esta Sala en sentencia del 20 de noviembre de 2003
(Caso: Carmen Onilda Gómez Paz) señaló:
“De lo señalado se evidencia que, en el proceso penal que dio origen a la presente
acción de amparo, la accionante y sus representados, son víctimas del delito objeto de
dicho proceso y, por ende, conforme lo establecido en el artículo 120 del Código
Orgánico Procesal Penal, pueden ejercer varios derechos.
 En efecto, de acuerdo a la citada disposición, la víctima tiene, entre otros,
derecho a querellarse, ser informada de los resultados del proceso, adherirse a la
acusación fiscal o formular una acusación particular propia contra el imputado en los
delitos de acción pública o una acusación privada en los delitos dependientes de
instancia de parte, ser notificada de la resolución del fiscal que ordena el archivo de los
recaudos -reiterado en el artículo 315 eiusdem-, ser oído por el tribunal antes de la
decisión de sobreseimiento o de otra que ponga término al proceso o lo suspenda
condicionalmente.
Estos derechos consagrados a la víctima nacen del mandato contenido en el
artículo 30 Constitucional referido a la obligación del Estado de proteger a las víctimas
de delitos comunes y de procurar que los culpables reparen los daños causados,
desarrollado como garantía procesal en el artículo 23 del Código Orgánico Procesal
Penal, que prevé:
‘Las víctimas de hechos punibles tienen el derecho de acceder a los órganos de
administración de justicia penal de forma gratuita, expedita, sin dilaciones indebidas o
formalismos inútiles, sin menoscabo de los derechos de los imputados o acusados. La
protección de la víctima y la reparación del daño a la que tengan derecho serán también
objetivos del proceso penal...’.
 Y, como objetivo del proceso penal en la norma contenida en el artículo 118 eiusdem,
que establece:
‘La protección y reparación del daño causado a la víctima del delito son objetivos del
proceso penal. El Ministerio Público está obligado a velar por dichos intereses en todas
sus fases. Por su parte, los jueces garantizarán la vigencia de sus derechos y el respeto,
protección y reparación durante el proceso.
Asimismo, la policía y los demás organismos auxiliares deberán otorgarle un trato
acorde con su condición de afectado, facilitando al máximo su participación en los
trámites en que deba intervenir’.
  Es por ello que, la víctima puede intervenir en el proceso penal sin necesidad de
querellarse.
Ahora bien, en el nuevo proceso penal venezolano, la víctima del delito tiene
extremo interés en las resultas del proceso debido a la lesión que recibe; en todo caso,
debe dársele un trato igual que al imputado, sobre todo cuando la ley no lo prohíbe, sino
que por el contrario lo establece como principio del proceso en el artículo 12 del Código
Orgánico Procesal Penal, en virtud del derecho a la igualdad procesal de las partes como
expresión del derecho a la defensa.

(Omissis…)

De allí que, a juicio de la Sala, en el ámbito del derecho procesal penal, los órganos
jurisdiccionales se encuentran en la obligación de garantizar la vigencia plena de los
derechos de la víctima, dentro de los cuales se encuentran, tanto los derechos y
garantías establecidos en el texto constitucional para todos los ciudadanos, como los
derechos específicos que consagra a su favor la ley adjetiva penal, en varias de sus
disposiciones normativas, las cuales, en todo caso, deben ser interpretadas de manera
amplia y concordada a fin de que se logre la finalidad del proceso y, en definitiva, se
garanticen los referidos derechos y garantías constitucionales”.

Asimismo, en sentencia del 16 de junio de 2004 (Caso: Lucio Díaz Ortiz y José Israel
Castillo), indicó que:

“Como se reseñara, la representación del accionante alegó la infracción de los


derechos constitucionales a la defensa, al debido proceso y a la igualdad de las partes
ante la ley, por cuanto se les ha negado no sólo el acceso a las actas del proceso en
virtud de las decisiones emanadas tanto del Juzgado de Control del 2 de junio de 2003,
como del Tribunal de Juicio del 9 de julio de 2003, en las que se negó la expedición de
las copias de las actas solicitadas, sino además porque en el proceso se puso en duda la
condición de sujeto procesal de la víctima y la representación legal que ostentan.
 Respecto al punto objeto de la controversia – la condición de la víctima en el
proceso penal- reitera la Sala, que el reconocimiento de los derechos de la persona o
personas que son víctimas de delito constituyó uno de los avances más importantes del
nuevo sistema procesal penal venezolano.
El Código Orgánico Procesal Penal –hoy en su artículo 120- consagra los
derechos que la víctima puede ejercer en el proceso penal, aunque no se haya
constituido como querellante. Esto responde a la necesidad natural de que siendo ésta
la parte afligida por el hecho punible, debe tener la posibilidad de defender sus
intereses ante los órganos encargados de administrar justicia, quienes a su vez se
encuentran en la obligación de garantizar la vigencia plena de dichos derechos y, así lo
ha sostenido la Sala en numerosos fallos (vid. sentencias números 763 del 9 de abril de
2002 y 1249 del 20 de mayo de 2003).
Estos derechos consagrados a la víctima nacen: 1) del mandato contenido en
el artículo 30 Constitucional referido a la obligación del Estado de proteger a las
víctimas de delitos comunes y de procurar que los culpables reparen los daños
causados, mandato éste desarrollado como garantía procesal en el artículo 23 del
Código Orgánico Procesal Penal y 2) como objetivo del proceso penal en la norma
contenida en el artículo 118 eiusdem.
De allí, que si la víctima puede intervenir en el proceso penal sin necesidad
de querellarse, nada le impide estar representada o asistida por abogados de su
confianza a quienes se les reconozca tal carácter.
Por ello, estima la Sala ajustada a derecho el mandato del a quo al Juzgado
de Juicio de la Sección de Responsabilidad Penal del Adolescente del Circuito
Judicial Penal del Estado Miranda, de reconocer a los abogados de la víctima su
carácter de representantes judiciales”.
En este mismo sentido la misma Sala Constitucional se pronunció en la
sentencia 1019-2605-05-04-3180.htm, de tal forma que, aplicando el criterio expuesto
en las sentencias parcialmente transcritas al caso de autos, para esta recurrente es
forzoso declarar que la sentencia recurrida, le violó a las víctimas su derecho a la
defensa y al debido proceso, y como consecuencia se debe declarar la nulidad de la
audiencia preliminar establecida en los artículos 174 y 175 del Código Orgánico
Procesal penal y repuesto la causa al estado de celebrarse una nueva audiencia
preliminar, y de esta manera hacer valer los derechos de las víctimas, en especial el
que estuviese asistida de un abogado que pudiese ejercer sus argumentos técnicos, lo
cual atenta contra lo dispuesto en el artículo 30 de la Constitución y lo señalado en
los artículos 120 y 122 del Código Orgánico Procesal Penal, referidos todos a los
derechos de la víctima, por lo que se considera que la decisión atacada no estuvo
ajustada a derecho.
CAPITULO II
FALTA MANIFIESTA EN LA MOTIVACIÓN DE LA SENTENCIA

De acuerdo a lo acontecido en la AUDIENCIA PRELIMINAR, para el Ministerio Publico


el Informe Técnico no estaba completo y que de las actas solo se desprende la comisión de un
delito culposo, y la juez en su declaración oral durante la Audiencia y en el Acta de la Audiencia
infringió el deber que tiene el juzgador de realizar el control de las pruebas de manera
individual, y adelanta su opinión EN ESTE PROCESO PENAL y, actuando fuera de su
competencia procesal determina que el imputado de autos es responsable por HOMICIDIO
CULPOSO, y con esto solicitó al imputado realizar un acuerdo reparatorio o admitir los hechos,
de todo lo cual no aparece completa esta discusión en el ACTA DE AUDIENCIA,
tampoco aparece en el Auto respectivo y mucho menos en la recurrida.
Tal como anotamos supra, se presume que el dispositivo técnico (teléfono
celular) donde se grabó el audio de la Audiencia Preliminar, presentó desperfectos que
imposibilitaron al Secretario la recuperación total del archivo, ocasionando con ello la
dificultad para el Juzgado recurrido de establecer todos y cada uno de los hechos,
violentando los derechos y garantías constitucionales y al debido proceso de las
víctimas, infestando a la recurrida de vicio de inmotivación, ya que no se hizo una
exposición clara y precisa de los fundamentos de hecho y de derecho, lo que
irremediablemente entraña la nulidad de la sentencia recurrida.
Por otra parte el fallo aquí recurrido incurre igualmente en el vicio de
Inmotivación al omitir un análisis pormenorizado y detallado tanto de lo denunciado en
el caso de marras, como de las circunstancias, omisiones y fundamentos esgrimidas
por el MINISTERIO PÚBLICO, a los fines de determinar y verificar la veracidad y
procedencia de la acusación fiscal interpuesta, y conforme a ello, proceder a emitir un
pronunciamiento categórico y preciso sobre los fundamentos de hecho y de derecho
sobre los cuales sustenta su decisión de declarar la condenatoria recurrida en forma
desacertada, esgrimir mediante la transcripción de citas jurisprudenciales y parte del
texto de la sentencia recurrida, una serie de consideraciones y circunstancias ajenas a
la denuncia formulada evidenciando una ilogicidad e incongruencia entre la decisión
adoptada por el recurrido y los pretendidos fundamentos que el mismo esgrime como
sustento de dicho fallo.
CAPITULO III
VILOCION DE NORMAS RELATIVAS A LA PUBLICIDAD DEL JUICIO y
PETITORIO
Ciudadano Magistrado, anotamos supra se presume que el dispositivo técnico
(teléfono celular) donde el Secretario del Tribunal recurrido grabó el audio de la
Audiencia Preliminar, presentó desperfectos que le imposibilitaron la recuperación total
del archivo, por lo que en el Acta y el Auto de Audiencia no están narrados todos lo
acontecido en el desarrollo de la audiencia preliminar, violentando el artículo 317 del
Código Orgánico Procesal Penal.
En vista de esta situación, debe esta Sala admitir el Recurso de apelación
propuesto y de acuerdo a los artículos 445 y 447 del Código Orgánico Procesal
Penal, quien suscribe consigna a esta Sala un Pendrive, contentivo de todo lo ocurrido
durante la AUDIENCIA PRELIMINAR de este proceso penal, evidenciando que en el
Acta y el Auto de Audiencia no están narrados todos los hechos, lo que conlleva a
establecer que la sentencia objeto del presente recurso de apelación quebranta
disposiciones de la ley adjetiva procesal, propias de la fundación del fallo y a su vez
lesiona los principios básicos de rango constitucional, cercenando no solo el debido
proceso, también cercenando los derechos de las víctimas, que irremediablemente
entraña la nulidad absoluta de la sentencia, establecidas en los artículos 174 y 175 del
Código Orgánico Procesal Penal, así como también la nulidad de la audiencia
preliminar y de su respectivo AUTO, dictada por el Tribunal recurrido, y debe
ordenarse retrotraer el proceso al estado en que otro Juez de Control distinto celebre
nuevamente la audiencia preliminar con prescindencia de los vicios aquí denunciados.

CONSIGNO en este acto junto al escrito de Recurso de Apelación, un Pendrive de 64


GB, marca KINGSTON, contentivo de todo el audio originado en el acto de la audiencia
preliminar de fecha 08 de Junio de 2023,

APODERADA JUDICIAL
CARMEN CARABALLO
I.P.S.A:253.830

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