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UNIVERSIDAD TÉCNICA DE COTOPAXI

Tema: CUENTO
NOMBRE
Daniel Jiménez
Docente
Mgs. Gabriela Gallardo
Asignatura
Comunicacion y lengua
Había una vez en el lejano reino de Celestia, dos jóvenes aventureros llamados Maya y Alex. Desde
que eran niños, soñaban con explorar los misteriosos bosques que rodeaban su aldea. Sin embargo,
se les prohibía acercarse a ellos debido a las viejas leyendas que decían que el bosque estaba
habitado por criaturas peligrosas y un espíritu maligno.
Un día, desafiando las advertencias, decidieroHabía una vez en el lejano reino de Celestia, dos
jóvenes aventureros llamados Maya y Alex. Desde que eran niños, soñaban con explorar los
misteriosos bosques que rodeaban su aldea. Sin embargo, se les prohibía acercarse a ellos debido a
las viejas leyendas que decían que el bosque estaba habitado por criaturas peligrosas y un espíritu
maligno.
Un día, desafiando las advertencias, decidieron emprender su viaje hacia el bosque prohibido. Con
mochilas llenas de provisiones y corazones llenos de emoción, se adentraron en la espesura del
bosque. La luz del sol apenas podía filtrarse a través de las hojas de los altos árboles, creando un
ambiente mágico y misterioso.

Mientras avanzaban, escucharon risas melodiosas y vieron destellos de luz entre los árboles.
Intrigados, siguieron el sonido y llegaron a un claro donde se encontraban las criaturas más
adorables que jamás habían visto: pequeños seres luminosos conocidos como "Los Faeris". Los
Faeris eran guardianes del bosque y, a pesar de ser traviesos, irradiaban una bondad y alegría
contagiosas.

Maya y Alex se acercaron con cautela, pero los Faeris los recibieron con calidez y los invitaron a
jugar. Juntos, corrieron por el claro, saltaron sobre las piedras y compartieron risas inolvidables. En
ese momento, los jóvenes aventureros sintieron que el bosque no era un lugar malvado, sino un
lugar de maravillas y amistad.

Mientras continuaban explorando, encontraron una misteriosa cueva escondida detrás de una
cascada. Curiosos, decidieron entrar, y dentro de la cueva, descubrieron un antiguo libro
encantado. Era el libro de los deseos, que según la leyenda, podía conceder un deseo a aquellos
que demostraran un corazón puro y valiente.

Maya y Alex sabían que debían ser cautelosos con su deseo, pues no querían que el mal cayera en
manos equivocadas. Reflexionaron durante horas sobre lo que más anhelaban y finalmente
llegaron a una decisión. Salieron de la cueva y se encontraron con los Faeris, quienes los animaron
a compartir su deseo con ellos.
"Queremos que todos en el reino de Celestia encuentren la felicidad y que la oscuridad
desaparezca para siempre", dijeron al unísono.

Los Faeris sonrieron con aprobación, y una luz brillante envolvió a Maya y Alex mientras sus
corazones se llenaban de esperanza y determinación. El libro de los deseos absorbió su anhelo y
emitió una fuerza mágica que se extendió por todo el reino.

Días después, la gente de Celestia notó un cambio en su hogar. La oscuridad se desvanecía


gradualmente, reemplazada por una luz cálida y resplandeciente. La tristeza y el miedo se
transformaron en alegría y esperanza, y la aldea prosperó como nunca antes.
Maya y Alex se convirtieron en héroes legendarios, y la leyenda de su valentía y generosidad se
transmitió a lo largo de los años. Desde entonces, el bosque prohibido ya no fue temido, sino que
se convirtió en un lugar de encuentro para la amistad y la magia.

Y así, Maya y Alex demostraron que, con coraje, amistad y un deseo puro, cualquier desafío podría
superarse y que un simple acto de bondad podía cambiar el destino de un reino entero. La luz de su
legado brilló eternamente en los corazones de todos aquellos que escucharon su historia,
enseñándoles que, incluso en los lugares más oscuros, siempre habrá un rayo de esperanza.

n emprender su viaje hacia el bosque prohibido. Con mochilas llenas de provisiones y corazones
llenos de emoción, se adentraron en la espesura del bosque. La luz del sol apenas podía filtrarse a
través de las hojas de los altos árboles, creando un ambiente mágico y misterioso.

Mientras avanzaban, escucharon risas melodiosas y vieron destellos de luz entre los árboles.
Intrigados, siguieron el sonido y llegaron a un claro donde se encontraban las criaturas más
adorables que jamás habían visto: pequeños seres luminosos conocidos como "Los Faeris". Los
Faeris eran guardianes del bosque y, a pesar de ser traviesos, irradiaban una bondad y alegría
contagiosas.

Maya y Alex se acercaron con cautela, pero los Faeris los recibieron con calidez y los invitaron a
jugar. Juntos, corrieron por el claro, saltaron sobre las piedras y compartieron risas inolvidables. En
ese momento, los jóvenes aventureros sintieron que el bosque no era un lugar malvado, sino un
lugar de maravillas y amistad.

Mientras continuaban explorando, encontraron una misteriosa cueva escondida detrás de una
cascada. Curiosos, decidieron entrar, y dentro de la cueva, descubrieron un antiguo libro
encantado. Era el libro de los deseos, que según la leyenda, podía conceder un deseo a aquellos
que demostraran un corazón puro y valiente.

Maya y Alex sabían que debían ser cautelosos con su deseo, pues no querían que el mal cayera en
manos equivocadas. Reflexionaron durante horas sobre lo que más anhelaban y finalmente
llegaron a una decisión. Salieron de la cueva y se encontraron con los Faeris, quienes los animaron
a compartir su deseo con ellos.
"Queremos que todos en el reino de Celestia encuentren la felicidad y que la oscuridad
desaparezca para siempre", dijeron al unísono.

Los Faeris sonrieron con aprobación, y una luz brillante envolvió a Maya y Alex mientras sus
corazones se llenaban de esperanza y determinación. El libro de los deseos absorbió su anhelo y
emitió una fuerza mágica que se extendió por todo el reino.

Días después, la gente de Celestia notó un cambio en su hogar. La oscuridad se desvanecía


gradualmente, reemplazada por una luz cálida y resplandeciente. La tristeza y el miedo se
transformaron en alegría y esperanza, y la aldea prosperó como nunca antes.

Maya y Alex se convirtieron en héroes legendarios, y la leyenda de su valentía y generosidad se


transmitió a lo largo de los años. Desde entonces, el bosque prohibido ya no fue temido, sino que
se convirtió en un lugar de encuentro para la amistad y la magia.

Y así, Maya y Alex demostraron que, con coraje, amistad y un deseo puro, cualquier desafío podría
superarse y que un simple acto de bondad podía cambiar el destino de un reino entero. La luz de su
legado brilló eternamente en los corazones de todos aquellos que escucharon su historia,
enseñándoles que, incluso en los lugares más oscuros, siempre habrá un rayo de esperanza.

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