Platon Libro
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PLATÓN Y LA ACADEMIA ANTIGUA Su disgusto, empero ante los métodos de la política que se
practicaba en Atenas debió llegar a un punto culminante en el 399 a. C.
1. LA CUESTIÓN PLATÓNICA
Cuando Sócrates fue condenado a muerte. De la condena de Sócrates
1.1. Vida y obras de Platón fueron responsables los demócratas, que habían reconquistado el poder.
Platón nació en Atenas en 428-427 a.C. Su verdadero nombre era De este modo, Platón se convenció de que por el momento le convenía
Aristocles; Platón es un sobrenombre añadido, debido según algunos a su mantenerse.
vigor físico, o según otros a la amplitud de su estilo o la anchura de su Al margen de la política militante. Después del 399 a.C., Platón
frente (en griego, platos significa precisamente amplitud, anchura, se trasladó a Megara junto con algunos otros socráticos, como huésped
extensión). Su padre descendía del rey Codro, mientras que su madre de Euclides (probablemente, para evitar posibles persecuciones, como
pertenecía a la familia de Solón. Es obvio, pues, que desde muy joven consecuencia de haber formado parte del círculo socrático). No obstante,
Platón considerase como su ideal la vida política: el nacimiento, la en Megara no permaneció mucho tiempo.
inteligencia, las aptitudes personales, todo lo impulsaba en esta dirección
En el 388 a.C., hacia los cuarenta años de edad, partió de viaje
Se trata de un dato biográfico absolutamente esencial, que incidirá —y en
por Italia. (Si es cierto que, como se ha afirmado, Platón también viajó a
profundidad— sobre la substancia misma de su pensamiento.
Egipto y a Cirene, esto debió ocurrir antes del 388 a.C.; sin embargo, la
Aristóteles nos refiere que Platón primero fue discípulo del autobiografía que aparece en la Carta VII nada nos dice de tales viajes.)
heraclitiano Cratilo y, después de Sócrates (el encuentro de Platón con Es probable que lo haya impulsado a ir a Italia el deseo de conocer las
Sócrates produjo probablemente cuando aquél tenía veinte años). Sin comunidades de los pitagóricos (como sabemos por la Carta VII, conoció
embargo. La intención inicial de Platón al frecuentar a Sócrates fue la a Arquitas). Durante este viaje, Platón fue invitado a Siracusa, en Sicilia,
misma que la mayoría de los otros jóvenes, y no consistía en transformar por el tirano Dionisio I. Platón esperaba, con seguridad, inculcar en el
la filosofía en objetivo de su propia vida, sino en prepararse mejor para la tirano el ideal del rey-filósofo (que ya había expuesto básicamente en el
vida Gorgias, obra anterior al viaje). En Siracusa Platón chocó muy pronto con
Política, a través de la filosofía. Más tarde, los acontecimientos el tirano y con su corte (por sostener, precisamente, aquellos principios
encaminaron en un sentido diferente la vida de Platón. manifestados en el Gorgias). En
actividad. La mayor parte de los demás diálogos, sobre todo los breves,
son con seguridad escritos juveniles, lo cual nos confirma, por lo demás,
transcurso de la exposición de su pensamiento. después de una aplicación total y después de mucho tiempo, como he
dicho al principio: al entrar en contacto unas con otras, estas cosas —es
decir, nombres, definiciones, visiones y sensaciones— y siendo puestas
1.3. Los escritos y las doctrinas no escritas: relaciones
a prueba a través de benévolas refutaciones y ensayadas en discusiones
recíprocas
sin rivalidades, resplandece súbitamente el conocimiento de cada cosa y
Sobre todo en el curso de las últimas décadas, ha aparecido un la intuición del intelecto, para quien realice el esfuerzo máximo posible
tercer problema: el de las llamadas «doctrinas no escritas», que ha para la capacidad humana.» En resumen, alrededor de este punto Platón
complicado bastante más la cuestión platónica, pero que ha adquirido se ha manifestado con gran firmeza, y su decisión ha sido categórica:
desde muchos aspectos una importancia decisiva. Muchos autores «Sobre estas cosas no he escrito nunca y nunca escribiré.»
consideran hoy, en efecto, que de la solución de este problema depende A pesar de todo, los discípulos que asistieron a sus lecciones
la correcta comprensión del pensamiento platónico en general y de la pusieron por escrito estas doctrinas Acerca del Bien, y nos han llegado
historia misma del platonismo en la antigüedad. algunas de estas relaciones. Platón desaprobó tales escritos,
Algunas fuentes antiguas nos narran que Platón, en el seno de la condenándolos expresamente, por considerarlos nocivos e inútiles debido
Academia, desarrolló cursos titulados Acerca del Bien, que no quiso poner a las razones antedichas; no obstante, también admitió que algunos de
por escrito. En dichos cursos trataba sobre las realidades últimas y estos discípulos habían comprendido correctamente sus lecciones.
supremas, esto es, sobre los principios primeros, y adiestraba a sus En conclusión, para comprender a Platón, además de los
discípulos para que entendiesen tales principios a través de un severo diálogos escritos, hemos de tener en cuenta también las doctrinas no
aprendizaje metódico y dialéctico. Platón se hallaba profundamente escritas que nos han llegado a través de la tradición indirecta y que se
convencido de que estas realidades últimas y supremas no podían refieren precisamente a la clave del arco del sistema. Hoy en día muchos
comunicarse si no era a través de la preparación oportuna y de las estudiosos se hallan convencidos de que determinados diálogos y, en
severas comprobaciones que sólo pueden tener lugar en el diálogo vivo y especial ciertas partes de algunos diálogos, que en el pasado se
mediante la oralidad dialéctica. consideraban como algo enigmáticos o problemático, reciben nueva luz si
Platón mismo nos refiere en su Carta Vll: «El conocimiento de se ponen en relación con las doctrinas no escritas. Los diálogos escritos
estas cosas no es en absoluto comunicable como los demás inician un raciocinio que conduce a un nivel elevado,
conocimientos sino que después de muchas discusiones efectuadas
sobre estas cosas, y después de una comunidad de vida, repentinamente,
como una luz que se enciende gracia a que salta una chispa, así nace en
el alma, y se alimenta por sí mismo.» Más aún:
con los ojos y al tratar de captarlas con cualquiera de los otros sentidos.
Y por eso decidí que debía refugiarme en los razonamientos (logoi) y
considerar mediante éstos la verdad de las cosas (...). Me he internado
evidente lo inadecuado de tal explicación: no nos da, en realidad, el —Supongámoslas, respondió.
verdadero «porque-, la razón por la que Sócrates se halla en la cárcel,
—Y que la invisible permanezca siempre en la misma condición y
sino que se limita a explicar el medio o el instrumento que Sócrates se
que la visible nunca permanezca en la misma condición.
valió para caminar y para permanecer con su cuerpo en la cárcel. La
—Supongamos esto también, dijo.
verdadera causa por la que Sócrates ha sido encarcelado no es de orden
mecánico y material, sino de orden superior, es un valor espiritual y moral: Sin ninguna duda, podemos afirmar que la segunda navegación
decidió aceptar el veredicto de los jueces y someterse a las leyes de platónica constituye una conquista que señala al mismo tiempo la
Atenas, juzgando que esto era el bien y lo conveniente. En consecuencia, fundación y la etapa más importante de la historia de la metafísica. En
como resultado de dicha elección de carácter moral y espiritual, Sócrates realidad, todo el pensamiento quedará decisivamente condicionado por
ha movido los músculos y las piernas, ha ido a la cárcel y se ha quedado esta distinción: ya sea en la medida en que se la acepte, como es obvio,
allí. o en la medida en que no se la acepte. En este último caso, tendrá que
Podrían multiplicarse indefinidamente los ejemplos de este tipo. justificar de un modo polémico su no aceptación y siempre quedará
Platón afirma expresamente que lo que dice se aplica a todas las cosas. dialécticamente condicionado por dicha polémica.
Esto significa que para que exista cualquier objeto físico, hay una causa Con posterioridad a la segunda navegación platónica —y sólo
suprema y última que no es de carácter físico, sino de carácter metafísico, después de ella— se podrá hablar de «material» e «inmaterial»,
como se dirá utilizando un término acuñado con posterioridad. «sensible» y «suprasensible», «empírico» y «metaempírico», «físico» y
La segunda navegación conduce, pues, a reconocer la existencia «suprafísico». Y es a la luz de tales categorías como los filósofos físicos
de dos planos del ser: uno de ellos, fenoménico y visible, mientras que el precedentes resultan materialistas, y la naturaleza y el cosmos dejan de
otro es invisible, metafenoménico, aprehensible sólo con la mente y, en ser la totalidad de las cosas que son, para limitarse a ser la totalidad de
consecuencia, puramente inteligible. He aquí el texto mediante el cual las cosas que aparecen. El verdadero ser está constituido por la realidad
Parménides. El perpetuo fluir con todos los rasgos que le son propios es
lo característico del ser sensible; en cambio, la inmutabilidad y todo lo
la que es debe no ser todas las demás, como hemos visto por último, Hemos hablado con anterioridad acerca de la causa por la cual
también se supera a Parménides al admitir una quietud y un movimiento Platón se negó a escribir sobre estas cosas últimas y supremas. Lo que
ideales en el mundo inteligible: cada idea es de modo inmóvil ella misma; exponemos a continuación es cuanto se ha logrado reconstruir gracias a
desde un punto de vista dinámico, sin embargo, constituye un movimiento los relatos de sus discípulos.
ideal hacia las demás ideas, en la medida en que participa de otras o, por
El principio supremo — que era denominado «Bien» en la
lo contrario, excluye la participación de otras.
República en las doctrinas no escritas recibía el nombre de «Uno». Sin
De lo que hasta ahora llevamos dicho, se hace evidente que embargo, la diferencia resulta perfectamente explicable porque, como
Platón concebía su mundo de ideas como un sistema organizado y veremos enseguida, el Uno reasume en sí mismo al Bien, en la medida
ordenado jerárquicamente, en el que las ideas inferiores implican las en que todo lo que produce el Uno es bien (el bien constituye el aspecto
superiores, que va elevándose hasta llegar hasta la Idea que se halla en funcional del uno, como ha advertido con agudeza algún estudioso). Al
el vértice de la jerarquía. Esta última Idea es condición de todas las otras, Uno se contraponía un segundo principio, igualmente originario pero de
pero no resulta condicionada por ninguna (lo incondicionado o lo inferior rango entendido como principio indeterminado e ilimitado y como
absoluto). principio de multiplicidad. A este segundo principio se le denominaba
«Díada o Dualidad de grande-y-pequeño», ya que era un principio que
En la República Platón se pronunció de manera expresa aunque
tendía simultáneamente a la infinita grandeza y a la pequeñez infinita y,
parcial acerca de este principio incondicionado que se halla en el vértice,
por lo tanto, se le llamaba también «Dualidad indefinida» (o
afirmando que se trata de la Idea del Bien. Afirmó que el Bien no es solo
indeterminada. o ilimitada)
el fundamento que convierte a las ideas en cognoscibles y a la mente en
cognoscente, sino que produce el ser y la substancia. Más aún: «el Bien La totalidad de las ideas surge de la cooperación entre estos dos
no es substancia o esencia, sino que está por encima de la substancia, principios originarios. El uno actúa sobre la ilimitada multiplicidad como
siendo superior a ésta en dignidad jerárquica y en poder». En sus diálogos principio limitante y determinante es decir como principio formal (principio
Platón no escribió nada más acerca de este principio incondicionado y que da forma en la medida que determina y delimita) mientras tanto el
absoluto que está por encima del ser y del cual proceden todas las ideas. principio de la multiplicidad ilimitada sirve como substrato (como materia
Prefirió en cambio reservar lo que tenía que decir para expresarlo en el inteligible, para decirlo con una terminología posterior) todas y cada una
ámbito de la oralidad, esto es, de sus lecciones, que precisamente de las ideas, en consecuencia son una mezcla de ambos principios (la
llevaban el título Acerca del Bien. En el pasado, se consideraba que estas delimitación de algo ilimitado). Además el Uno
lecciones constituían la fase final del pensamiento platónico. Por lo
contrario, los estudios más recientes y
esto es, un Dios hacedor, un Dios que piensa y que quiere (personal, por
lo tanto) quien tomando como modelo el mundo de las ideas ha
plasmado la chora, es decir, el receptáculo sensible, de acuerdo con
dicho modelo, y de esta manera ha generado el cosmos físico.
jamás le ha sido lícito, ni le es lícito, hacer algo que no sea lo más bello. consiste en la imagen móvil de lo eterno, una especie del desarrollo del
Discurriendo, pues, se encontró con que entre las cosas naturalmente «es» a través del «era» y del «será». Este desarrollo implica, de forma
visibles, si se consideran en su integridad, ninguna que esté privada de estructural, generación y movimiento. El tiempo, pues, ha nacido junto
intelecto sería jamás más bella que una que posea intelecto, y que era con el cielo, es decir, con la generación del cosmos. Esto significa que
imposible que algo tuviese intelecto si carecía de alma. Con base en este antes de la generación del mundo no existía el tiempo y que éste se inició
razonamiento, colocando el intelecto en el alma y el alma en el cuerpo, junto con el mundo.
fabricó el universo, para que la obra realizada por él fuese la más bella
De este modo, el mundo sensible se convierte en cosmos, orden
según la naturaleza y la mejor que fuese posible. Así, pues, un animal
perfecto, porque simboliza el triunfo de lo inteligible sobre la necesidad
animado e inteligente, engendrado por la providencia de Dios.
ciega de la materia, gracias a la inteligencia del Demiurgo:
En consecuencia, el Demiurgo hizo la obra más bella posible, «Dios, después de haber llevado a cabo con exactitud estas cosas en
animado por el deseo del bien: el mal y lo negativo que sigue habiendo en todas partes, hasta donde lo permitía la naturaleza de la necesidad (es
este mundo se deben al margen de irreductibilidad de la espacialidad decir, de la materia) espontánea o inducida, colocó por doquiera
caótica (es decir, de la materia sensible) a lo inteligible, de lo irracional a proporción y armonía.» Platón lleva hasta sus últimas consecuencias la
lo racional. antigua concepción pitagórica del cosmos.
En cambio el Demiurgo posee rasgos de persona, es decir, de discutido el problema del conocimiento, pero no puede afirmarse que
Dios, puesto que conoce y quiere. Jerárquicamente, sin embargo, es algunos de ellos lo haya planteado de forma específica y definitiva.
inferior al mundo de las ideas, ya que no sólo no lo crea, sino que Platón es el primero que lo expone en toda su claridad, gracias a los
depende de él. El Demiurgo ni siquiera crea la chora o materia de la cual avances vinculados estructuralmente con el gran descubrimiento del
está hecho el mundo, ya que también ella le preexiste. Es un hacedor o mundo inteligible, aunque, como es obvio, las soluciones que proponen
artífice del mundo, no un creador del mundo. Los astros y el mundo siguen siendo en gran medida aporéticas.
concebidos como inteligentes y animados, también son dioses creados En el Menón se halla la primera respuesta al problema del
por el Demiurgo, por lo demás Platón parece conservar algunas conocimiento. Los erísticos habían tratado de bloquear la cuestión de una
divinidades ya mencionadas por el antiguo politeísmo tradicional. El alma forma capciosa, afirmando que la investigación y el conocimiento son
del mundo es divina y también lo son las almas de las estrellas y las algo imposible. No se puede buscar ni conocer aquello que todavía
almas humanas, junto a las que hay que enumerar asimismo a los
demonios protectores —que acepta de la tradición— y
Platón insiste en el mismo razonamiento a propósito de diversas determinarse posteriormente las fases y los modos específicos del
nociones estéticas y éticas (hermoso, justo, bueno, santo, etc.) que debido conocer, cosa que Platón realizó en la República y en los diálogos
a ese plus que poseen con respecto a la experiencia sensorial. No pueden dialécticos. En la República Platón parte desde el principio según el cual
explicarse más que como una posesión originaria y pura de nuestra alma, el conocimiento es proporcional al ser, de modo que sólo lo que es
es decir como reminiscencia. Esta supone, de modo estructural una máximamente ser resulta perfectamente cognoscible, mientras que el no-
impronta que la Idea deja en el alma, una originaria visión metafísica del ser es absolutamente incognoscible. Dado que existe una realidad
No obstante, para Platón la opinión es casi siempre falaz. se elevan hasta la dianoia y sólo el filósofo accede a la noesis y a la
También puede ser veraz y correcta, pero jamás puede poseer en su ciencia suprema. El intelecto y la intelección, dejando de lado las
interior la garantía de la propia corrección. Siempre sigue siendo lábil, al sensaciones y todos los elementos ligados a lo sensible, captan —a
igual que es lábil el mundo sensible al que hace referencia. Según afirma través de un procedimiento que es a la vez discursivo e intuitivo— las
Platón en el Menón, para otorgar un fundamento a la opinión sería preciso ideas puras y sus nexos positivos y negativos, es decir, todos sus
vincularla con el conocimiento causal, es decir, consolidarla mediante el vínculos de implicación y de exclusión, elevándose de idea en idea hasta
conocimiento de la causa (de la idea). Entonces, sin embargo, dejaría de llegar a captar la Idea suprema, lo Incondicionado. Este procedimiento,
ser una opinión y se transformaría en ciencia, o episteme. mediante el cual el intelecto avanza o se mueve de idea en idea,
constituye la dialéctica y por ello el filósofo es un dialéctico.
Platón, empero, especifica más adelante que tanto la opinión
(doxa) como la ciencia (episteme) poseen dos grados distintos. La opinión Ahora bien, habrá una dialéctica ascendente, que es aquella que
se divide en la mera imaginación (eikasia) y en creencia (pistis), mientras libera de los sentidos y de lo sensible, lleva hasta las ideas y más tarde,
que la ciencia se divide en conocimiento medio (dianoia) y en pura de idea en idea, hasta la Idea suprema. Y habrá también una dialéctica
intelección (noesis). De acuerdo con el principio antes enunciado, cada descendente que recorre el camino opuesto: parte de la Idea suprema o
grado y forma de conocimiento posee una forma y un grado de ideas generales y —avanzando por división (diairesis), esto es,
correspondientes de realidad y de ser. La eikasia y la pistis se distinguiendo paulatinamente aquellas ideas particulares que están
corresponden con dos grados de lo sensible: la primera se refiere a las contenidas en las generales— llega a determinar cuál es el lugar que una
sombras y a las imágenes sensibles de las cosas, y la segunda, a las idea en particular ocupa dentro de la estructura jerárquica del mundo
cosas y a los objetos sensibles en sí misinos. La dianoia y la noesis hacen ideal. En los diálogos de la última fase queda ilustrado con una especial
referencia a dos grados de lo inteligible o, según algunos expertos, a dos amplitud este aspecto de la dialéctica.
modos de captar lo inteligible. La dianoia (conocimiento medio, según una Para concluir cabe afirmar que la dialéctica constituye la
traducción bastante oportuna) sigue estando relacionada con elementos
visuales (por ejemplo, las figuras que se
El poeta, cuando compone sus obras, se halla fuera de sí, está 3.5. La retórica como mixtificación de lo verdadero
obsesionado y, por lo tanto, no es consciente: no sabe dar razón de lo que
En la antigüedad clásica la retórica poseía una enorme
hace ni sabe enseñar a los demás aquello que hace. El poeta es poeta
importancia, como hemos comprobado al hablar de los sofistas. No
por designio divino, no por virtud de un conocimiento.
constituía, como para nosotros en épocas más modernas, algo
Las concepciones acerca del arte que Platón manifiesta en el libro
décimo de la República son más precisas y determinadas. El arte, a través
de todas sus expresiones (como poesía, arte pictórico o
La retórica, al igual que el arte, se dirige pues a la parte menos El análisis que realiza Platón acerca del Amor es uno de los más
noble del alma, a la parte más crédula e inestable, por lo tanto, el retórico espléndidos que llevó a cabo este pensador. El Amor no es ni bello ni
se halla tan apartado de lo verdadero como el artista, o más todavía bueno, sino que es sed de belleza y de bondad. El Amor, pues, no es un
porque otorga voluntariamente a los fantasmas de lo verdadero las Dios (Dios es, sólo y siempre, bello y bueno), pero tampoco un hombre
apariencias de la verdad, manifestando así una malicia que el artista no No es mortal, pero tampoco es inmortal: es uno de aquellos seres
posee o tiene sólo en parte. demoniacos intermedios entre el hombre y Dios. El Amor es filo- sofo, en
Al igual que la filosofía substituye a la poesía, la retórica debe ser el sentido más rico del término. La sophia, esto es, la sabiduría, es
reemplazada por la política verdadera, que coincide con la filosofía. Los poseída solo por Dios; la ignorancia es propia de aquel que se halla
poetas y los retóricos son al filósofo lo mismo que las apariencias son a la totalmente exento de sabiduría. En cambio, la filo-sofía es lo propio de
realidad, y los fantasmas de la verdad a la verdad. quien no es ni ignorante ni sabio, no posee el saber pero aspira a él, se
halla siempre buscándolo cuando encuentra algo se le escapa y debe
Este severo juicio acerca de la retórica, que se emite en el
volver a buscarlo precisamente como hace un amante.
Gorgias, queda un poco suavizado por el Pedro, donde se reconoce al
arte de los discursos, esto es a la retórica, un derecho a la existencia, con Aquello que los hombres acostumbran a llamar amor no es más
que una partícula del verdadero amor: éste consiste en el deseo de lo
la condición de que se someta a la verdad y a la filosofía. Sólo si se
conoce la naturaleza de las cosas mediante la dialéctica y la naturaleza
del alma, a la que se dirigen los discursos, será posible construir un
A continuación, está el grado de los amantes que son fecundos 4. LA CONCEPCIÓN DEL HOMBRE
no en sus cuerpos sino en sus almas, portadores de una simiente que
4.1. La concepción dualista del hombre
nace y crece en la dimensión del espíritu. Entre los amantes
pertenecientes a la dimensión del espíritu se hallan, en una escala En la sección anterior, hemos explicado que la relación entre las
progresivamente más elevada, los amantes de las almas, los amantes de ideas y las cosas no es dualista en el sentido más usual del término,
las artes, los amantes de la justicia y de las leyes, los amantes de las puesto que las ideas constituyen la verdadera causa de las cosas. En
ciencias puras. cambio la concepción platónica de las relaciones entre el alma y cuerpo
es dualista (en algunos diálogos, en un sentido total y radical) porque
Finalmente, en la culminación de la escala del amor, se halla la
además del elemento metafísico-ontológico se introduce el factor
visión fulgurante de la Idea de lo Bello en sí, de lo Absoluto.
religioso del orfismo, que transforma la distinción entre el alma
Platón profundiza en el Pedro acerca del problema de la (suprasensible) y cuerpo (sensible) en una oposición. Por dicho motivo,
naturaleza sintética y mediadora del amor, conectándolo con la doctrina se considera que el cuerpo no es tanto el receptáculo del alma, a quien le
de la reminiscencia. Como sabemos, en su vida originaria cuando debe la vida y sus capacidades (y en consecuencia, es un instrumento al
formaba parte del séquito de los dioses, el alma había contemplado lo servicio del alma, como afirmaba Sócrates), sino más
supraceleste y las ideas; después, al perder sus alas y precipitarse en un
cuerpo, ha olvidado todos.
Vamos a resumir brevemente la prueba central que se halla en el míticas tengan una linealidad lógica que solo puede proceder de los
Fedón. El alma humana —afirma Platón— es capaz, como acabamos de discursos dialécticos. El objetivo de los mitos escatológicos consiste en
ver, de conocer las cosas inmutables y eternas. Sin embargo, para hacer creer, en formas diversas y mediante diferentes representaciones
poderlas captar, debe poseer como conditio sine qua non una naturaleza alusivas, ciertas verdades profundas a las que no se puede llegar con el
afín a ellas: en caso contrario, aquéllas superarían la capacidad de esta puro logos, si bien este nos las contradice y en parte las rige.
naturaleza. Y como aquellas cosas son inmutables y eternas, también el Para hacerse una idea precisa acerca de cuál será el destino de
alma debe ser inmutable y eterna. las almas después de la muerte, en primer lugar hay que poner en claro
la noción platónica de la metempsicosis. Como es sabido, la
En los diálogos anteriores al Timeo, las almas parecían carecer
metempsicosis es una doctrina que afirma que el alma se traslada a
de final y de nacimiento. En cambio, en el Timeo son engendradas por el
través de distintos cuerpos, renaciendo en diversas formas vivientes.
Demiurgo, con la misma substancia con la que ha sido hecha el alma del
Platón recibe esta doctrina desde el orfismo, pero la amplía en distintos
mundo (compuesta de esencia, de identidad y de diversidad). Por tanto,
aspectos, presentándola básicamente en dos formas complementarias.
se originan mediante un nacimiento pero, por peculiar disposición divina,
no están sujetas a la muerte, al igual que no está sujeto a la muerte nada La primera forma es la que se nos presenta en el Fedón con todo
de lo que ha sido producido directamente por el Demiurgo. detalle. Allí se dice que las almas que han vivido una vida
No obstante en la República Platón menciona un segundo tipo de el destino del hombre. Platón afirma que, al contrario, los paradigmas de
reencarnación del alma muy distinto del anterior. Existe un número las vidas se encuentran en el regazo de la moira Láquesis, hija de la
limitado de almas, de modo que si en el más allá todas recibiesen un Necesidad, pero que esos paradigmas no son impuestos, sino sólo
premio o un castigo eternos, llegaría un momento en el que no quedaría propuestos a las almas. La elección queda atribuida por entero a la
ninguna sobre la tierra. Debido a este motivo evidente, Platón considera libertad de las almas. El hombre no es libre de vivir o no vivir, pero es
que el premio y el castigo ultraterrenos, después de haber vivido en este libre de escoge i cómo vivir desde un punto de vista moral, esto es, de
mundo, deben tener una duración limitada y un plazo establecido. Puesto vivir según la virtud o según el vicio:
que una vida terrena dura cien años como máximo, Platón — obviamente Y Er narró que, al llegar allí, debían aproximarse a Láquesis; y
influido por la mística pitagórica del número diez— considera que la vida que antes que nada un profeta puso en orden las almas, y tomando luego
ultraterrena debe durar diez veces cien años, esto es, mil años (en el caso del regazo de Láquesis las suertes v los paradigmas de las vidas,
de las almas que han cometido crímenes enormes e irredimibles, el encaramado en un elevado pulpito dijo: Esto dice la virgen Láquesis, hija
castigo continúa más allá del milésimo año). Una vez transcurrido este de la Necesidad: «Almas efímeras, éste es el principio de otro
ciclo, las almas deben volver a encarnarse.
Una vez dicho esto, un profeta de Láquesis echa a suertes los complicada. Los motivos hay que atribuirlos probablemente al hecho de
números que sirven para establecer el orden según el cual cada alma que ninguno de los mitos examinados hasta ahora explica la causa del
debe llevar a cabo su elección: el número que le cae más cerca es el que descenso de las almas hasta los cuerpos, la vida inicial de las almas y las
le toca a cada alma. Luego, el profeta extiende sobre la hierba los razones de su afinidad con lo divino. Originariamente, el alma estaba
paradigmas de- las vidas (paradigmas de todas las posibles vidas próxima a los dioses y en compañía de éstos vivía una vida divina.
humanas y animales), en cantidad muy superior a la de las almas Debido a una culpa, cayó a un cuerpo sobre la tierra. El alma es como un
presentes. El alma a la que le toca escoger en primer lugar tiene a su carro alado tirado por dos caballos y conducido por un auriga. Los dos
disposición muchos más paradigmas vitales que la última. Sin embargo, caballos de los dioses son igualmente buenos, pero los dos caballos de
esto no condiciona de modo irreversible el problema de la elección: las almas humanas pertenecen a razas distintas: uno es bueno, el otro
también para el último existe la posibilidad de escoger una vida buena, malo, y se hace difícil conducirlos. El auriga simboliza la razón, los dos
aunque no una vida óptima. La elección realizada por cada uno es sellada caballos representan las partes alógicas del alma, es decir, la
más tarde por las otras dos monas, ('loto v Átropos, convirtiéndose así en concupiscible y la irascible, sobre las que volveremos más adelante.
irreversible. Luego, las almas beben el olvido en las aguas del río Algunos creen, sin embargo, que auriga y caballos simbolizan los tres
Ameletes (río del olvido) y bajan a los cuerpos, en los que realizan la vida elementos con que el Demiurgo, según el Timeo, ha forjado el alma. Las
elegida. almas forman el séquito de los dioses, volando por los caminos
celestiales, y su meta consiste en llegar periódicamente junto con los
Hemos dicho que la elección depende de la libertad de las almas,
dioses hasta la cumbre del cielo, para contemplar lo que está más allá
pero sería más exacto afirmar que depende del conocimiento o de la
del cielo: lo supraceleste (el mundo de las ideas) o, como dice también
ciencia de la vida buena y de la mala, esto es, de la filosofía, que en
Platón, la Llanura de la verdad. No obstante, a diferencia de lo que
Platón se convierte en fuerza que salva en este mundo y en el mas allá
sucede con los dioses, para nuestras almas resulta una empresa
para siempre. El intelectualismo ético llega aquí hasta sus últimas
consecuencias. Platón afirma: «Siempre que uno, cuando llega a esta vida
de aquí se dedique a filosofal de forma saludable y no le toque
aquello que por naturaleza y por ley están llamados a hacer, entonces se
lleva a cabo la perfecta justicia.
cada uno haga lo que le corresponde hacer, los ciudadanos y los con el aprendizaje requerido para dominar la filosofía (dada la
estamentos en la ciudad, y las partes del alma en el alma. Hay justicia coincidencia existente entre verdadero filósofo y verdadero político) y
hacia fuera, en sus manifestaciones, sólo si la hay dentro, en su raíz, es debía durar hasta los 50 años (Platón lo calificaba de «largo camino»).
decir, en el alma Entre los 30 y los 35 años tenía lugar el aprendizaje más difícil, es decir,
el enfrentamiento con la dialéctica, y desde los 35 hasta los 50 años
De este modo, Platón deduce el catálogo de las virtudes, la
había que reemprender los contactos con la realidad empírica,
enumeración de las que más tarde serán denominadas «virtudes
desempeñando diversos cargos oficiales. La finalidad de la educación del
cardinales». Muy a menudo se olvida que este catálogo se halla ligado
político-filósofo consistía en llegar a conocer y contemplar el Bien, el
intrínsecamente con la psicología platónica y, de un modo particular, con
máximo conocimiento, y en una fase posterior plasmar en sí mismo el
la triple distinción entre alma concupiscible, irascible, y racional.
Bien, con objeto de implantar más tarde el propio bien en la realidad
La ciudad perfecta debe tener una educación perfecta. La primera
histórica. De esta manera, el Bien emerge como primer principio, del cual
clase social no requiere una educación especial, porque las artes y los
depende todo el mundo ideal; el Demiurgo ha resultado ser el generador
oficios aprenden fácilmente a través de la práctica. Para las clases, de los,
del mundo físico porque es bueno, y el Bien una vez más es considerado
guardianes. Platón propuso la clásica educación gimnástico musical con
como fundamento de la ciudad y del actuar político.
objeto de robustecer de manera adecuada aquel elemento de nuestra
Se comprenden, en consecuencia, las afirmaciones de Platón al
alma de cual procede el valor y la fortaleza. En esta clase, Platón propuso
final del libro IX de la República, según las cuales importa poco que
la comunidad de todos los bienes: comunidad de los maridos y de las
exista o que pueda existir tal ciudad. Es suficiente con que cada uno viva
mujeres, y por lo tanto de los hijos, y la abolición de toda propiedad de
de acuerdo con las leyes de esta ciudad, las leyes del bien y de la
bienes materiales. Era responsabilidad de la clase inferior poseedora de la
justicia. En definitiva, antes que en la realidad externa —en la historia—
riqueza proveer a las necesidades materiales de los guardianes. Los
la ciudad platónica se realiza en el interior del hombre. Aquí radica en
hombres y las mujeres de esta clase deben recibir idéntica educación y
último término su auténtica sede.
ocupar cargos idénticos. Los hijos, apartados enseguida de sus padres,
deben ser criados y educados en sitios oportunos, sin que conozcan a sus
propios padres. Esta concepción teórica tan aventurada fue sugerida por
5.2. El «Político» y las «Leyes»
Platón con la intención de crear una especie de gran familia, en la que
Después de la República, Platón volvió a ocuparse
todos se amasen como padres, madres, hijos, hermanos, hermanas,
parientes. Creía que de esta forma se eliminarían las razones que
alimentan el egoísmo y las barreras de «lo mío» y «lo
tuyo». Todos tendrían que decir «lo nuestro». El bien privado debería
transformarse en bien común.
Las constituciones que se han dado en la historia, imitaciones de pensamiento de Platón, y con él concluiremos.
la constitución ideal o corrupción de ella pueden ser de tres tipos: Imaginemos unos hombres que viven en una habitación
1) Si gobierna un solo hombre, e imita al político ideal, tendremos una subterránea, en una caverna cuya entrada está abierta hacia la luz en
monarquía; 2) si es una multitud de hombres ricos la que imita al político toda su anchura y con un largo vestíbulo de acceso. Imaginemos que los
ideal, habrá una aristocracia; 3) si es todo el pueblo el que gobierna, habitantes de esta caverna tienen las piernas y el cuello atados de una
tratando de imitar al político ideal, hay una democracia. Cuando se forma que les impide darse vuelta y que, por consiguiente, únicamente
corrompen estas formas de constitución y los gobernantes buscan su pueden mirar hacia la pared del fondo de la caverna. Imaginemos, luego,
propio beneficio y no el del pueblo, aparecen: 1) la tiranía, 2) la oligarquía que a escasa distancia de la entrada de la caverna existe un muro de la
y 3) la demagogia. Cuando los Estados se hallan correctamente altura de una persona; que detrás de esta pared — lógicamente, del todo
gobernados, la primera forma de gobierno es la mejor. En cambio, cuando ocultos por ella— caminen otros hombres que llevan sobre los hombros
están corrompidos, es mejor la tercera forma, porque al menos queda diversas estatuas de piedra y de madera, que representan toda clase de
garantizada la libertad. objetos; y que detrás. De estos arde encendida una hoguera.
En las Leyes, finalmente, Platón aconseja dos nociones básicas: Imaginemos, además, que en la caverna hay
sensibles de las cosas y las estatuas son las cosas sensibles. El muro es
la línea divisoria entre las cosas sensibles y las suprasensibles. Más allá
del muro, las cosas verdaderas simbolizan el verdadero ser y las ideas y
verdadero político, según Platón, no ama el mando Estado.
y el poder, sino que usa el mando y el poder como
Precisamente con el fin de alcanzar este objetivo
un servicio, para llevar a cabo el bien. ético-político,
¿Qué sucederá, por cierto, con el que vuelve a bajar a la caverna? Al los horizontes socráticos, Platón invitó a dar clases a matemáticos,
pasar desde la luz a la sombra, dejará de ver, hasta no haberse astrónomos e incluso a médicos, que promovieron fértiles debates en el
acostumbrado otra vez a las tinieblas. Le costará readaptarse a los viejos seno de la escuela. Eudoxo de Cnido, por ejemplo, que fue el matemático
hábitos. y astrónomo más conocido de aquellos tiempos, participó en los debates
acerca de la teoría de las ideas.
De sus compañeros de prisión, se arriesgará a que éstos no le
entiendan y, considerado como un loco, quizás se arriesgue a ser Con el primer sucesor de Platón, su sobrino Espeusipo —que
asesinado. Esto fue lo que le sucedió a Sócrates y podría acontecerle lo dirigió la Academia desde el 347/346 hasta el 339/338— dio comienzo
mismo a cualquiera que actúe igual que él. Sin embargo, el hombre que una acelerada involución de la escuela. Espeusipo negó la existencia de
haya «visto» el verdadero Bien tendrá que correr este riesgo y sabrá las ideas y de los números ideales, y redujo todo el mundo inteligible de
hacerlo, ya que es el que otorga sentido a su existencia. Platón únicamente a los entes matemáticos. Además de éstos, admitió la
existencia de magnitudes, el plano del alma y el de lo sensible, pero no
supo deducir de manera orgánica y sistemática estos planos, a partir de
7. La Academia platónica y los sucesores de Platón
principios supremos comunes.
La fundación de la escuela de Platón es posterior, en muy poco A Espeusipo le sucedió Jenócrates, que estuvo al frente de la
tiempo, al 388 a.C. y señala un acontecimiento memorable, dado que en Academia desde el 339/338 hasta el 315/314 a.C. Rectificó las teorías de
Grecia no habían existido antes instituciones de esta clase. Es posible que su predecesor, buscando una vía media entre éste y Platón El uno y la
el filósofo, para lograr el reconocimiento jurídico de la Academia, la Diada son los principios supremos desde los cuales provienen todas las
presentase como comunidad de culto consagrada a las Musas y a Apolo, demás cosas. Jenócrates influyó, en especial, gracias a su división de la
Señor de las Musas. Una comunidad de hombres que buscaban lo filosofía en tres partes: física, ética y dialéctica. Tal división gozo de un
verdadero podía ser legalmente reconocida, con toda razón, bajo esta notable éxito, ya que durante medio milenio la utilizaron el pensamiento
forma peculiar. La finalidad de la escuela no consistía en impartir un saber helenístico v el de la época imperial, para fijar la estructura del saber
con objeto de una pura erudición, sino que se proponía formar —mediante filosófico, como tendremos ocasión de comprobar.
el saber y su sistematización— hombres nuevos, capaces de renovar el
Durante el medio siglo posterior a la muerte de Jenócrates, la
Estado. Mientras vivió Platón la Academia estuvo regida bajo el principio
de que el conocimiento vuelve mejores a los hombres y, por consiguiente,
también a la sociedad y al