Ordine Reseña

Ordine, Nuncio (2013). La utilidad de lo inútil: Manifiesto. Ediciones Acantilado. Barcelona.
172
páginas.
Germán Hislen Giraldo Castaño

Docente UPN
El libro de este profesor de origen italiano divido en cuatro capítulos, explica en la
introducción(Conferencia dictada por el autor en la Universidad Federal de Río Grande de Porto
Alegre Brasil en abril de 2102) que la ideología dominante capitalista y neoliberal considera que lo
útil es todo aquello que genera “ganancias inmediatas o beneficios prácticos” y económicos, para
lo cual impone a los pueblos duros planes de austeridad económica, privatizaciones de lo público,
socialización de las pérdidas, despido de trabajadores, supresión de empleos, etc. Dictadura del
provecho que genera, además de la eliminación de “cualquier forma de respeto por la persona” y
la “negación a las futuras generaciones de toda forma de esperanza”, concibe como inútiles
saberes como la literatura, la filosofía, el arte o la música, fundamentales para la creación
espiritual, y ayudarnos a ser mejores seres humanos.
Para Ordine el saber que desafía las leyes del mercado “constituye por sí mismo un obstáculo
contra el delirio de omnipotencia del dinero y el utilitarismo…, sin grandes motivaciones
interiores, el más prestigioso título adquirido con dinero no nos aportará ningún conocimiento
verdadero ni propiciará ninguna metamorfosis del espíritu“ ”Es doloroso ver a los seres humanos,
ignorantes de la cada vez mayor desertificación que ahoga el espíritu, entregados exclusivamente
a acumular dinero y poder. Es doloroso ver triunfar en las televisiones y los medios nuevas
representaciones del éxito, encarnadas en el empresario que consigue crear un imperio a fuerza
de estafas o en el político impune que humilla al Parlamento haciendo votar leyes para su
beneficio”
Este homo economicus, al igual que los nazis, los estados totalitarios y hoy los talibanes y los
gobiernos de derecha, constituye lo que el autor denomina como los nuevos bárbaros. Segados
por el lucro que esclaviza, envilece e infecta. Capitalismo mediado por el amor al dinero que según
Giordano Bruno destruye el conocimiento, genio del mal que engendra avaricia y usura, según
Keynes, que no tiene nada que ver con el deseo de mejorar la condición humana, según explica
George Bataille. Premisas que han convertido las escuelas y las universidades en unas grandes
empresas, reduciendo el nivel de exigencia y calidad y transformando a los estudiantes en clientes
satisfechos pero ignorantes, tal como se explica en toda la obra.
El capítulo # 1 titulado La utilidad de la literatura, empieza con una reflexión de Vicenzo de Padula
quien explica que de las letras del abecedario las consonantes constituyen la masa de pobres,
porque consuenan con la voz del rico, siendo este las vocales, sin las cuales las consonantes no
puedan sonar. Idea que le sirve para explicar que en la sociedad actual es más importante tener y
aparentar, que ser. y que quien no ha no es.
Seguidamente explica a partir del ejemplo (extraído de la obra de David Foster Wallace) de dos
peces quienes al ser interrogados por un pez viejo acerca del agua estos contestaron no saber qué
era esta, que las realidades más obvias e importes son a menudo las que más nos cuesta ver y las
más difíciles de explicar. Ejemplo que le sirve al autor para decir que la literatura y el saber
humanista, la enseñanza y la cultura, constituyen el líquido amniótico en el que se puede explicar
en qué consiste la democracia, la libertad, la justicia la igualdad, el derecho a la crítica, la
tolerancia y la solidaridad. Acto creativo para el que se requiere la simplicidad motivada por un
auténtico gozo ajeno a cualquier aspiración de beneficio, tal como se demuestra en la obra de
Gabriel García Márquez, Cien Años de Soledad, cuando Úrsula no entendía el negocio del Coronel
Aureliano Buendía quien cambiaba pescaditos por monedas de oro que luego convertía de nuevo
en pescaditos, ejercicio exasperante en el que descubrió que lo único que le interesaba era el
trabajo del que extrajo el privilegio de la simplicidad, y que descubrió después de haber hecho
cuarenta guerras.
Este ejemplo le sirve al autor para demostrar a partir de la obra de Dante, Tomas Moro y
Campanella que la literatura no debe tener como objetivo acumular dinero, objeto que convierte a
los hombres en insolentes, soberbios, ignorantes, traidores, faltos de amor y presuntuosos.
Condiciones de las que se origina la corrupción, la injusticia, la concentración de la riqueza, la
apariencia y el engaño.
Esta filosofía del individualismo o dictadura del provecho y el poder ilimitado, es explicada a partir
del análisis de la obra de Shakespeare: el Mercader de Venecia, pieza literaria en la que se explica
cómo un comerciante judío le exige a un deudor una libra de carne de su cuerpo a cambio de un
préstamo, en caso de que este no pueda cumplir con el contrato. Obra que según Marx encarna el
capitalismo, en el que el hombre es reducido al dinero y la mercancía.
En resumen, para Ordine, la cultura debe ser preservada de la fuerza corrosiva del dinero. Para él
los hombres libres no tienen problemas de tiempo y no han de rendir cuentas a nadie, y los
esclavos están condicionados por el reloj. Acudiendo a la obra de Publio Ovidio demuestra que la
poesía nos hace olvidar las desgracias, que las bibliotecas, según Montaigne, son para divertirse y
no para ganar dinero, que la verdadera literatura debe estar libre de condicionamientos morales y
utilitarismos monetaristas. También que para Italo Calvino los clásicos de la literatura, como
Cervantes, Shakespeare, entre otros, se deben leer no porque sirvan para algo, sino por el placer
de viajar con ellos y por el deseo de conocer y conocernos. Según Ordine, a los saberes humanistas
y a la investigación científica sin utilitarismo alguno, les corresponde la tarea de alimentar la
esperanza, transformar su inutilidad utilitarista en un instrumento de oposición a la barbarie, esto
con el fin de preservar hechos de la memoria injustamente destinados al olvido.
En el capítulo 2 titulado La universidad empresa y los estudiantes clientes, el autor muestra los
efectos catastróficos que la lógica del beneficio ha producido en el mundo de la enseñanza. El
desastre se materializa en: recorte a los presupuestos para la educación, ocasionado por el
tránsito de la financiación de la oferta al de la demanda, la reducción de los niveles de exigencia y
de los programas, así como la transformación de las clases en un juego interactivo superficial, con
el fin de hacer más agradable el aprendizaje y atraer a los estudiantes o clientes. Citando como
fuente el periódico Le Monde de mayo de 2012 el autor explica cómo en Harvard se considera que
los estudiantes son clientes y cómo se ha convertido a los profesores en modestos burócratas al
servicio de la gestión comercial de la empresa universitaria. Clientes que esperan que su profesor
sea docto, competente, eficaz y sumiso porque el cliente siempre tiene la razón.
Paralelo a esto en este mismo apartado Ordine explica cómo debido al afán de lucro se han
reducido notablemente los fondos para la cultura, lo que se ha traducido en cierre de bibliotecas,
librerías, museos, archivos nacionales, conservatorios, escuelas, y universidades. Instituciones a las
que les corresponde perseguir y combatir la miseria y la ignorancia.
Política que es considerada como un error debido a la gloria que dejan los artistas para una
sociedad, y la importancia que tiene para la educación un profesor. “Basta hacer las biografías o
las autobiografías de grandes estudiosos para descubrir casi siempre el recuerdo del encuentro
con un docente que, durante los estudios secundarios o superiores, fue decisivo para orientar la
curiosidad hacia esta o aquella disciplina”
En el capítulo 3 titulado Poseer mata “dignitas hominis”, amor, verdad, el autor acude a autores
como Demócrito para explicar la estupidez y locura autodestructiva que genera en los hombres los
deseos por acumular riqueza, y explotar exageradamente la naturaleza. También la importancia
del libre albedrio explicado por Pico della Mirandola, para el esfuerzo que debemos hacer con el
fin de liberar la sabiduría y la dignidad humana del afán de poseer. Explica igualmente cómo el
cultivo de las letras acerca a los hombres a la virtud y los aleja de la lógica del beneficio, situación
que esclaviza, envilece y engendra violencia e ilegalidad.
Este afán de poseer lo relaciona el autor con el amor. “Cuando se desatan el afán de posesión y la
necesidad de poseer al otro, entonces el amor se transforma en celos. Amar, en tal caso, no
significa ya darse, sino que quiere decir ante todo ser amado por alguien que te pertenece…
porque el amor implica despojarse de toda pretensión de poseer certezas. Solo el creer ayuda a
vivir una relación fundada en el respeto y la tolerancia” cuando esto no sucede el amor termina en
traición. Ambas situaciones: el afán de lucro y ganancia, y el afán de poseer generan angustia y
corrupción.
Desde la perspectiva filosófico y religiosa por el afán de poseer la verdad se han cometido en el
mundo toda clase de tropelías y violencias. Una formación humanística implica entonces saber que
no se posee la verdad y se debe relacionar con investigar, y confrontar opiniones y fuentes de
información “porque aquellos que recurren a la justicia armada con el pretexto de defender la
verdad no hacen otra cosa que matarla definitivamente. Y matando la verdad, acaban por matar
también la libertad”.
El libro termina con un anexo o apéndice del Abraham Flexner, escrito a mediados del siglo XX y
titulado La utilidad de los conocimientos inútiles. En este apartado el autor explica que los que han
inventado algo útil para la humanidad con el fin de resolver un problema o una dificultad
inmediata (como la transmisión sin hilos o la radio, descubrimientos bacteriológicos, el hilado en
seco,) lo han hecho gracias a la acumulación de conocimientos, y determinados por la libertad
espiritual e intelectual, la curiosidad y satisfacción personal, características más destacadas del
pensamiento moderno. Invenciones que el capitalismo y los militares han usado para hacer las
guerras y ocasionar abusos contra la humanidad y la misma naturaleza. Dictadura del provecho
contraria al quehacer académico “un poema, una sinfonía, una pintura, una verdad matemática,
un nuevo hecho científico, todos ellos constituyen en sí mismos la única satisfacción que
universidades, escuelas e institutos de investigación necesitan o requieren”

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