Ensayo Kant y La Etica Analis Sobre La Toga
Ensayo Kant y La Etica Analis Sobre La Toga
Ensayo Kant y La Etica Analis Sobre La Toga
CARRERA DE DERECHO
ASIGNATURA
DEONTOLOGÍA JURIDICA
TEMA
Ensayos sobre Kant y la Ética
FACILITADOR
PARTICIPANTE
FECHA DE ENTREGA
Kant dice que toda ética debe ser formal, esto quiere decir, que la misma debe
ser universal y racional, lo que indica que debe ser una ética válida para todo el mundo,
por lo cual debe estar vacía de contenido, no nos debe decir que hacer, sino como
debemos de actuar.
Kant nos dice que un hombre actúa moralmente cuando lo hace por deber, por lo
tanto, a la ética kantiana se la va a conocer como “Deontológica” por ser una ética del
deber, en ese sentido nos dice Kant que el “DEBER” es la necesidad de una acción por
respeto a la ley, es decir, que como personas debemos someternos a la ley por respeto
a la misma.
Por todo esto, Kant nos habla de tres tipos de acciones: 1) acciones contrarias al
deber; 2) Acciones conforme al deber; y 3) Acciones por deber, esta última es la que
poseen un valor moral.
Dice Kant que el valor moral de una acción recae sobre el móvil que determina
su realización, es decir, cuando este móvil es el deber tiene valor moral. El principio por
el cual se realiza un acto es llamado por Kant como máxima, ese sentido Kant nos
expresa: “Obra de tal modo que puedas querer al mismo tiempo que se torne ley
universal”.
Por otro lado, derivar los principios morales de los deseos que casualmente
tengamos es una manera equivocada de concebir la moral, porque algo que le de
placer a muchos no lo convierte en algo bueno, en este sentido Kant sostiene que el
principio utilitarista de la felicidad no contribuye en absoluto al fundamento de la moral,
pues hacer que un hombre sea feliz es completamente diferente a serle bueno; en
consecuencia la moral puede basarse en consideraciones como los intereses,
necesidades, deseos y preferencias, dado que esos factores son variables y
contingentes, y por lo tanto no pueden conformar el fundamento para establecer unos
principios morales universales. En definitiva, el utilitarismo no tiene en cuenta la
dignidad de las personas, no nos ensena a distinguir lo bueno de lo malo.
Brevemente podemos decir que por a priori entiende Kant todo conocimiento que
es independiente de la experiencia, de las impresiones de los sentidos; este tipo de
conocimiento se caracteriza por incluir leyes lógicas que valen universalmente para
todo ser racional. La ley moral es de este tipo, se asienta en conceptos puros de la
razón, en una metafísica (Cordini,2018). La moral kantiana se caracteriza por valerse o
apoyarse en conceptos racionales, objetivos, universales, es una metodología
netamente a priori. Al tiempo que presenta una gran novedad, es el punto central desde
donde se aborda dicha postura moral.
UNIVERSIDAD DE LA TERCERA EDAD (UTE)
DEPARTAMENTO DE CIENCIAS JURIDICAS Y POLITICAS
CARRERA DE DERECHO
ASIGNATURA
DEONTOLOGÍA JURIDICA
TEMA
Resumen y Análisis sobre la Toga
FACILITADOR
PARTICIPANTE
FECHA DE ENTREGA
Sábado 15 de julio 2023
Santo Domingo, D.N.
República Dominicana
LA TOGA
Mirad a un individuo que va por la calle con americana y flexible. Puede hablar
sin decencia, detenerse con mujeres escandalosas, embriagarse. Poned a ese mismo
hombre un uniforme y una espada, y en el acto enfrentará su irreflexión. No es que el
malo se haga bueno, pero no ofenderá a los demás con su descaro. Mas, ¿a qué
buscar ejemplos fuera de casa? El Abogado que asiste a una diligencia en el local
infecto de una escribanía, usa un léxico, guarda una compostura y mantiene unas
fórmulas de relación totalmente distintas de las que le caracterizan cuando sube a un
estrado con la toga puesta.
Realmente, parece algo pueril confundir las virtudes más excelsas con atributos
de vestidura; sin que sea pequeño el riesgo de que, tomando la representación por lo
representado, crean gentes superficiales que la casulla es religión y la bandera
patriotismo y la toga justicia. Satisfechos los ojos, se excusa la intervención del alma, y
así se juzga patriota el que saluda con ceremonia cómica a la bandera, aunque
defraude diariamente al Tesoro Nacional, y se tiene por religioso el que va a la
procesión con cirio, sin perjuicio de vivir en alegre adulterio, y se reputan hombres de
justicia sujetos venales o danzantes sólo porque llevan una túnica negra o una placa
dorada.
En una sociedad ideal donde el pueblo sintiera el bien por el bien mismo, pusiera
espontáneamente su voluntad en estrecha disciplina, acatase los valores y mantuviese
en tensión su sensibilidad sin necesidad de excitaciones del exterior, sobrarían, y aun
serían ridículos, banderas y estandartes, cintas y galones, músicas y estrados. Mas,
por desgracia, no creo que exista ese pueblo soñado, en que todo es sustancia anímica
y nada piden los sentidos: desde luego, España no lo es. ¿Para qué necesita, mirando
las cosas sustantivamente, estar uniformado un ejército? ¿No se puede respetar un
juramento, prestar un servicio y hacer dejación de la vida vistiendo cada soldado como
le plazca? Cierto que sí. Y, sin embargo, suprímase el uniforme y el batallón quedará
transformado en una horda. En cambio, lo elevado de nuestro ministerio en la
sociedad, la confianza que en nosotros se ha puesto, la índole científica y artística del
torneo en que vamos a entrar, la curiosidad, más o menos admirativa, que el público
nos rinde... Cuando todo eso pasa por nuestra mente (y pasa siempre, en términos
más o menos difusos) la toga es un llamamiento al deber, a la verdad y a la belleza.
Con la toga puesta, ante un público, interesado o indiferente, pero siempre censor,
junto al anhelo del éxito judicial y al de la vanidad artística (¿por qué no confesarlo?),
aparece la necesidad de ser más justo, más sabio y elocuente que los que nos rodean;
el temor a errar o a desmerecer; el respeto a los intereses que llevamos entre manos...
¡Ah! Eso del peso de la toga sobre los hombros no es un tópico vano, aunque el uso le
haya hecho cursi. La toga obra sobre nuestra fantasía y haciéndonos limpiamente
orgullosos, nos lleva, por el sendero de la imaginación, a la contemplación de las más
serias realidades y de las responsabilidades más abrumadoras. La ilusión es
estimulante espiritual y potencia creadora de mil facultades ignotas, y alegría en el
trabajo y recompensa del esfuerzo... Todo eso significa la toga, toda ésa es su fuerza
generatriz. Declaro que, al cabo de cuarenta y dos años de vestirla, ni una vez, ni una
sola, me la he puesto sin advertir el roce de una suave y consoladora emoción.
La toga es, ante el público, diferenciación. Por ella se nos distingue de los
demás circunstantes en el Tribunal; y siempre es bueno que quien va a desempeñar
una alta misión sea claramente conocido.
La Toga no solo es un disfraz como dice el texto, no es solo que haya sido
instaurando de manera obligatoria en nuestro país, es mas bien una manera de
identificar a quienes están facultados a ejercer el derecho, así como los médicos usan
sus batas blanca para el ejercicio de la medicina, así también los abogado deben
identificarse con un uniforme que lo identifique como tal, ahora bien, tal como plantea el
texto en su primer párrafo al final “para el que la contempla ofrece diferenciación y
respeto”, y es justamente lo que todo profesional en el ejercicio del derecho debe
promover y garantizar en todo momento, sobre vender ese respeto ante una sociedad
que cree lamentablemente en los abogados y los tildan en ocasiones de
“JABLADORES” y “LADRONES”.
La toga por si sola representa un sentido de amor hacia el ejercicio del derecho y
esa solemnidad de tenerla puesta es similar como las actos religiosos de la iglesia
católica, donde representa un signo, de esa misma forma los abogados representa un
signo solemne, es cierto que en nuestro país al ser meramente tropical el uso de la
toga sobre todo cuando se esta litigando asuntos penales, representan una gran
incomodada, sobre todo que en algunos tribunales carecen de airea acondicionado y
por los largo de este proceso representa de modo alguno una incomodidad para
cualquier persona.
Ahora bien, tener una toga puesta irradia y crea una cierta seguridad, vemos
como en los pasillos de los tribunales cuando ese abogado pasa portando su toga, las
personas comunes se quedan impactado y observa con cierta admiración, claro como
dije mas arriba muchos no lo ven así, porque no entiende la carrera, no entiende los
procesos por los cuales el abogado tiene que pasar por ley.