Big Data y Automatización
Big Data y Automatización
Big Data y Automatización
INTRODUCCIÓN
Leo el párrafo textual que mejor identifica la razón de ser, esencia o base
fundacional de nuestra Logia Ciencia y Virtud Nº 239 respecto del G:.A:. D:.
U:. tipificado en nuestro Ritual de Iniciación:
Sí, QQ:. HH:. como incógnita formidable para la ciencia. Sí QQ:. HH:. que gran
marco conceptual de Libre pensamiento y de Conciencia, pero también como
antes insinué de praxis consecuente y tonificante para las nuevas
generaciones del siglo XXI.
Cierto, vivimos quizás los últimos lustros del ser humano tal como somos. La
revolución biológica o de la Ingeniería genética; de los cyborg o de prótesis
controlados mentalmente; y de la Inteligencia Artificial, nos notifican -aún
tímidamente- la llegado de un ser Post Humano; es decir, a mortal dada su
inevitable longevidad, más resiliente y versátil por su extremidades
ilimitadas; y más eficiente y eficaz dada la Inteligencia Artificial para
enfrentar desafíos ilimitados en el tiempo y el espacio.
DESARROLLO
Hoy todas las estructuras políticas o sociales competidoras pueden ser vistas
como sistemas de procesamiento de datos. Ello tiene que ver con el concepto
nuevo de dataísmo, el cual declara que el universo consiste en flujos de datos
y que el valor de cualquier fenómeno o entidad está determinado por su
contribución al procesamiento de datos.
El hombre es un animal de costumbres dijo el escritor Charles Dickens y
muchos otros escritores y filósofos han dicho algo parecido. ¿Por qué es esto
cierto? Porque cuando nos enfrentamos a una actividad nueva, a un
panorama distinto, a un reto inédito, requerimos de un esfuerzo extra de
nuestro cerebro para encontrar soluciones a las interrogantes que se
presentan, en cambio, al repetir una y otra vez la misma rutina, llegamos a
efectuarla sin pensar, en forma automática. Tenemos una enorme capacidad
de aprender cosas nuevas, pero también un altísimo apego a aquello que ya
aprendimos. Y una vez que algo se nos vuelve hábito, cambiar nos resulta
sumamente difícil. Este efecto, vulgarmente conocido como resistencia al
cambio, está sustentando en fuertes sesgos cognitivos.
Es decir, una vez que los sistemas Big Data me conozcan mejor de lo que yo
me conozco a mí mismo, la autoridad se desplazará de los humanos a los
algoritmos. Más claro aún, los científicos y aún políticos de frontera, no sólo
comparten absolutamente ello sino que arriban a la conclusión lógica que
con el tiempo los seres humanos le otorgaremos a los algoritmos la autoridad
para tomar las decisiones más importantes de nuestra vida, social, cultural o
política, e incluso íntima como –por ejemplo- con quién casarse, que música
o película adquirir.
Pero hay más, de todos los proyectos que actualmente están en desarrollo, el
más revolucionario es el intento de diseñar una interfaz directa en dos
sentidos cerebro-ordenador que permitirá a los ordenadores leer las señales
eléctricas de un cerebro humano y transmitir simultáneamente señales que
el cerebro pueda leer a su vez. ¿Qué sucederá si estas interfaces se emplean
para conectar directamente un cerebro a internet, o para conectar
directamente varios cerebros entre sí, creando de este modo algo así como
un internet cerebral?¿Qué puede ocurrirle a la memoria humana, a la
conciencia humana, y a la identidad humana si el cerebro tiene acceso
directo a un banco de memoria colectivo?
En una situación así, un cyborg podría, por ejemplo, recuperar los recuerdos
de otro; no oír acerca de ellos, no leerlos en una autobiografía, no
imaginarlos, sino recordarlos directamente como si fueran suyos propios.
¿Qué ocurriría con conceptos como el yo y la identidad de género cuando las
mentes se volvieran colectivas? ¿Cómo podría uno conocerse a sí mismo o
seguir sus sueños si el sueño no estaría ya en su mente, sino en un almacén
colectivo de aspiraciones?
Si fuera posible realizar una copia de seguridad de nuestro cerebro que
después pudiésemos conectarlo a un computador. ¿Sería el computador
capazr de pensar y sentir igual que un ser humano? Y, si así fuera, ¿Cuáles
serían sus derechos? Tendría conciencia de sí mismo? ¿Se trataría de una
persona? Si lo borráramos, ¿se nos podría acusar de asesinato?
Estos tres procesos nos plantean tres interrogantes claves que, como
genuinos francmasones, no debemos olvidar:
CONCLUSIONES
BIBLIOGRAFIA