Foro2b-Etica de La Inteligencia

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ÉTICA DE LA INTELIGENCIA ARTIFICIAL

INTELIGENCIA ARTIFICIAL Y EL ESTADO DE DERECHO

La evolución tecnológica del derecho es relativamente reciente, y también


veloz. En apenas treinta años, la tecnología se ha asentado en el entorno
jurídico como una herramienta indispensable. Esta rapidez en su implantación
se debe a que el derecho tiene infinidad de procesos que pueden ser
automatizados. Además, es un paraíso para la aplicación de la inteligencia
artificial, porque tiene millones de documentos administrativos, legislativos y
judiciales estructurados y desestructurados y, sobre todo, no normalizados, que
pueden generar muchos más millones de datos y en los que se pueden
encontrar estructuras y patrones automatizables para crear secuencias de
comportamiento y sistemas predictivos. En el ámbito legal cada vez se aplica
más la Inteligencia Artificial, concretamente debido al aprendizaje automático,
el procesamiento del lenguaje natural, el Big Data y los sistemas de tecnología
argumentativa. En un principio se utilizaban sistemas que ofrecían información
de asesoría para profesionales de abogacía, agilizando la recopilación de
información que pudiera ser de utilidad para presentar los casos. Con el
tiempo, la argumentación jurídica con la inteligencia artificial ha tomado
importancia, cuestión que hace poco no se consideraría una habilidad capaz de
realizar una máquina, ya que se consideraba exclusivo del razonamiento
humano. Quizás hoy reconocemos con más facilidad el concepto de los
algoritmos inteligentes que determinan el funcionamiento de ciertas
tecnologías. Pero si hablamos de la inteligencia artificial en el derecho, nos
podemos ir hasta los años 70, donde fue mencionado por primera vez. El
estudio que hizo posible esta aplicación fue publicado ese año por Buchanan y
Headrick, bajo el nombre Algunas especulaciones sobre el razonamiento de la
inteligencia artificial. En su documento, plantean de modo directo la cuestión de
si el razonamiento jurídico es o no posible a través de una computadora y
abrieron un campo que se ha ido desarrollando en torno a cuatro elementos: 

 Búsquedas en bases de datos legales y jurisprudenciales.


 Gestión y redacción documental.

 Formulación de dictámenes y resolución de casos.

 Elaboración de teorías, dogmas y sistemas jurídicos.

Los profesionales dedicados al desarrollo de la Inteligencia Artificial no dejan


de buscar las estrategias y herramientas que favorezcan la creación de
modelos computacionales que se puedan comprender, explicar, interpretar, y
que sean transparentes y trazables, es decir, modelos éticos. Estos modelos
son éticos, pero a su vez filosóficos, ya que son una pieza fundamental para la
mejora en la cooperación entre expertos humanos, en este caso de la rama
legal y jurídica, con la Inteligencia Artificial. Por ello, la Inteligencia Artificial no
genera únicamente problemas éticos, sino nuevas áreas de conocimiento y
realidad para mejorar el desarrollo humano y resolver dichos problemas, ya que
el principal reto es que la Inteligencia Artificial, en su aplicación al Derecho, sea
comprensible y auditable. Sin embargo, la relación entre Derecho e inteligencia
artificial no es unidireccional. Al igual que ha sucedido en otros sectores
profesionales, la actividad jurídica es también en buena medida susceptible de
ser automatizada. Frente a los procesos de mecanización propiciados por
anteriores revoluciones tecnológicas, una de las características más singulares
de la denominada cuarta revolución industrial es precisamente que afecta
también a tareas de carácter cognitivo o intelectual realizadas por profesionales
“de cuello blanco”. Y el trabajo del jurista no escapa a esta nueva realidad. El
desarrollo de las tecnologías de big data capacidad de almacenamiento,
procesamiento y análisis de ingentes volúmenes de datos no estructurados y
de ramas de la inteligencia artificial como el aprendizaje automático o machine
learning capacidad de las máquinas para aprender a realizar determinadas
tareas a partir de la detección de patrones en la información mediante el
análisis de datos masivos.

¿Por qué implantar IA aplicada al derecho?

Tal como lo mencionamos, la primera relación entre la inteligencia artificial y el


derecho fue realizada por Buchanan y Headrick en 1970. Desde entonces, ha
habido múltiples trabajos y análisis sobre esta especialidad.  El objetivo
principal es proporcionar una herramienta para el análisis jurídico mediante el
uso de técnicas de inteligencia artificial. Para ello, se están llevando a cabo
diferentes investigaciones: sistemas expertos, procesamiento del lenguaje
natural, bases de conocimiento o motores de búsqueda inteligentes son
algunos ejemplos que se desarrollan dentro de este campo. El tema ha ido
evolucionando desde el punto de vista científico, pero también desde el de la
aplicación. De hecho, a pesar de ser una especialidad muy reciente, ya es
posible encontrar temas jurídicos que pueden ser resueltos con la ayuda de
herramientas de inteligencia artificial. Podríamos decir que la aplicación de la IA
al derecho tiene dos objetivos principales:

 Busca facilitar la accesibilidad a la información jurídica


 Pretende simplificar y automatizar todo o parte del proceso de
razonamiento jurídico.

Inteligencia artificial en el derecho: Principales problemas que


puede generar

La probabilidad de crear tecnologías para resolver determinados problemas


depende de tres factores aplicables al sistema: 

 Ser capaz de comprender la consulta realizada por el usuario en


un lenguaje natural.
 Que exista una programación informática con el conjunto de
normas aplicables del derecho. 
 Que esté capacitado para relacionar la consulta con este conjunto
de reglas y, de este modo, reconocer las posibles opciones,
confeccionar las conclusiones y brindar las posibles respuestas al
usuario.

Referencia

Godínez González, José Alfredo. (2023) La inteligencia artificial en el campo


jurídico. Revista Académica CUNZAC, 6. DOI: 10.46780/cunzac.v6i1.103
European Commission (2020). Libro blanco sobre la inteligencia artificial: un
enfoque europeo orientado a la excelencia y la confianza. COM(2020) 65 final.
Brussels.

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