Plantas Superiores
Plantas Superiores
Plantas Superiores
Las plantas superiores abarcan dos grupos que se distinguen por la manera en que se
presentan las semillas. Estos grupos son las gimnospermas y las angiospermas.
Las gimnospermas
Las hojas pueden tener forma de agujas, como en los cedros, o escamas, como en el
caso del ciprés. Los vasos conductores son menos evolucionados que los de las
angiospermas (grupo más desarrollado dentro de las superiores) y producen una
sustancia densa llamada resina.
Los representantes típicos de las gimnospermas son las coníferas, árboles resinosos
con copa cónica que alcanzan grandes alturas. Los más abundantes son los pinos,
abetos, alerces, araucarias, abedules y cipreses. Las flores son poco vistosas,
formadas por escamas que luego se transforman en infrutescencias -conjunto de
frutos- conocidas como piñas. Los óvulos, que darán origen a las semillas, se insertan
en las axilas de unas escamas leñosas protectoras. Durante la época de la polinización
las piñas orientan su punta hacia arriba y separan sus escamas para permitir la
fecundación. Luego las vuelven a cerrar para abrirlas más tarde. Los órganos de
reproducción femeninos y masculinos están en distintas flores.
Las coníferas se hallan distribuidas por todo el mundo en regiones templadas o frías, y
en zonas de montañas cuando el clima es cálido. Cubren gran parte del territorio de
América del Norte. Hay numerosas especies de pinos, cipreses, abetos, enebros y
cedros. En América del Sur abundan las araucarias, como la angustifolia, conocida
como pino Paraná o Misionero, y la Araucaria araucana o pehuén, en la zona de
Neuquén y en Chile. El alerce, en cambio, abunda en los bosques andino patagónicos.
Las angiospermas
Esta rama de las plantas superiores es la más numerosa dentro del reino vegetal, con
unas 25.000 especies. Son herbáceas o leñosas e incluyen hierbas, matas, arbustos y
árboles.
Hay especies epífitas (plantas que crecen sobre otras pero sin alimentarse de ellas) y
parásitas (las que subsisten alimentándose de otros vegetales). La mayoría vive en
tierra, pero también existen las acuáticas flotantes o sumergidas. Las angiospermas
crecen en todo el mundo, adaptadas a las distintas condiciones ambientales.
Monocotiledóneas y dicotiledóneas
Este subgrupo de angiospermas comprende unas 40.000 especies que crecen sobre
todo en regiones templadas. La mayoría son herbáceas, de gran valor económico.
Entre ellas se encuentran las gramíneas, como el trigo, el maíz, la cebada, el centeno,
la avena, el mijo o el arroz. El hombre las aprovecha en su propia alimentación y
también como forraje, y utiliza los tallos secos de mayor longitud en esteras, cuerdas y
techos. Además de las gramíneas, los jacintos, gladiolos, azucenas, lirios y orquídeas
crecen de semillas monocotiledóneas, igual que las palmeras y las cañas de azúcar.
Son dicotiledóneas árboles como sauces, acacias, castaños, robles; hortalizas como
remolachas, nabos, coles, berros, zanahorias, perejil, papas, berenjenas, tomates y
lechuga, y la sandía, el melón y el cardo. Los árboles frutales más conocidos del
grupo son el ciruelo, el manzano, el peral, el cerezo y el olivo.