Jean Piaget
Jean Piaget
Jean Piaget
Piaget es valorado como uno de los más originales y fecundos psicólogos del siglo XX, aunque
él se consideraba, ante todo, un epistemólogo. En su dilatada obra trata de averiguar cómo se
construye el conocimiento y de explicar el desarrollo de la inteligencia humana. Su concepción
constructivista se fundamenta en la interacción entre las ideas previas de las personas y su
actividad transformadora del entorno, mediante el desarrollo de la actividad infantil y la
formación de un juicio autónomo.
Siempre trató de indagar sobre cómo se producían nuevos conocimientos en las personas y, al
mismo tiempo, explicar cómo se producía el desarrollo de la inteligencia humana. A pesar de
que tuvo obras que estaban directamente relacionadas con la pedagogía, sus contribuciones
más importantes a la educación fueron con los trabajos como investigador de la mente.
En sí, Piaget tiene una visión del ser humano como un organismo que, cuando actúa sobre el
medio y lo modifica, también se modifica a sí mismo, una idea con la que coincide con Marx.
Considera que el conocimiento no es una copia de la realidad (empirismo), ni es el producto de
un despliegue de capacidades que ya posee el organismo (innatismo). Por el contrario,
sostiene que es el resultado de la interacción entre la dotación inicial con la que nacen los
seres humanos y su actividad transformadora del entorno (constructivismo).
Algunos pensadores sostienen que la teoría de Piaget deja al sujeto aislado y solipsista, aunque
para Piaget las otras personas son fundamentales en el proceso del conocimiento. El contraste
con las demás opiniones de las otras personas constituye una de las vías fundamentales del
progreso del conocimiento, por lo que el progreso cognitivo es un diálogo con los otros.
Para describir el proceso de desarrollo intelectual del individuo se explicará en qué consiste
cada estadio:
Estadio Sensorio-motriz: Abarca desde el nacimiento hasta los dos años de edad
aproximadamente y se caracteriza por ser un estadio prelingústico. El niño aprende a través de
experiencias sensoriales inmediatas y de actividades motoras corporales.
Estadio de las operaciones formales: Abarca de los 11 a los 15 años. En este periodo el
adolescente ya se desenvuelve con operaciones de segundo grado, o sea sobre resultados de
operaciones. En este nivel el desarrollo cualitativo alcanza su punto más alto, ya que se
desarrollan sentimientos idealistas. El niño o adolescente maneja además las dos
reversibilidades en forma integrada simultánea y sincrónica.
En definitiva los niños pasan por las diferentes etapas en el mismo orden, sin importar su
cultura y las experiencias a las que estén sometidos ya que cada uno de estos periodos posee
un carácter de integración.
- Los niños no son una pizarra en blanco sobre la cual el docente imprime los conocimientos,
sino sujetos activos con unos conocimientos previos sobre los cuales van a realizar nuevas
construcciones. Conocer las ideas de los niños acerca de lo que queremos enseñar resulta
fundamental, puesto que éstas constituyen el punto de partida de nuevos conocimientos.
- Los conflictos cognitivos son el motor del desarrollo y de los aprendizajes. Su aparición lleva
los sujetos a replantearse los problemas, construir nuevas hipótesis, buscar y contrastar datos,
reformular sus ideas, cambiar sus modos de explicar los fenómenos.
- Los conflictos desencadenan el proceso constructivo, pero por sí solos no lo garantizan. Hay
que considerar también el conjunto de actividades destinadas a superarlos.
- Existen diversos caminos para responder de modo adecuado a un problema. Las estrategias
de resolución pueden variar mucho de un sujeto a otro. La educación debe tener en cuenta las
diferencias individuales y la diversidad.
Para aplicar esta pedagogía para enseñar matemática tiene que predominar una actividad en
grupo, donde todos puedan razonar y exponer sus puntos de vista.
por lo cual creo que una actividad desde un punto de vista piagetiano seria:
Luego a los alumnos se les pide que armen 4 grupos, a cada uno de
los grupos se le reparte un trozo de la figura total. A partir de esto,
usando reglas de proporción, los alumnos deben recrear esos
mismos fragmentos, para que al unirlos formen el mismo cuadrado,
pero esta vez de 15cm por 15cm (agrandando las piezas).
Estudió ingeniería a los 14 años, luego biología y por último es aceptada en la Universidad de
Roma, en la Escuela de Medicina. Se graduó en 1896 como la Primera mujer médico en Italia.
Fue miembro de la Clínica Psiquiátrica Universitaria de Roma. Más tarde, estudió Antropología
y obtuvo un doctorado en Filosofía, época en la que asiste a uno de los primeros cursos de
psicología experimental. Fue contemporánea de Freud y desarrolló su propia clasificación de
enfermedades mentales.
Ella creía en que educar es favorecer el desarrollo del infante, por lo que el verdadero
desarrollo depende enormemente de la posibilidad de alcanzar las condiciones necesarias en
cada momento determinado de la evolución, para ello, la libertad juega un papel primordial.
El maestro debe ser el ente que lleve a los aprendices a pensarse la sociedad en la cual están
desarrollando su proceso de aprendizaje, deben construir desde los conocimientos previos que
estos llevan al aula de clase, ya que son ellos un reflejo visible y fiable de las realidades
sociales. Por su parte el aprendiz debe construir el conocimiento como un acto político, desde
la relación con el maestro y los demás aprendices dentro del aula, para pasar de ser seres
sociales pasivos a seres sociales activos, críticos y pensantes de la sociedad en la que están
sumergidos. El pensamiento crítico dentro del aula no puede llevar a sus entes a ser seres
negativos, por el contrario el negativismo debe estar totalmente alejado del pensamiento
crítico para no sesgar la mirada a lo positivo que se está viviendo y poder seguir construyendo
desde la realidad.
Finalmente, para Freire no hay práctica docente sin curiosidad, sin incompletud, sin ser
capaces de intervenir en la realidad, sin ser capaces de ser hacedores de la historia y a la vez
siendo hechos por la historia. Teniendo que elaborar una pedagogía crítica que nos de
instrumentos para asumirnos como sujetos de la historia. Práctica que deberá basarse en la
solidaridad.
Alfabetización crítica
En sus reflexiones sobre el acto de leer, Freire explica como en su primera infancia lo primero
que aprendió a leer fue su mundo inmediato que, aunque pequeño, brindaba una gran riqueza
de experiencias sensoriales. Sonidos, olores, colores y texturas representan los “textos”,
“palabras” y “letras” en este contexto. Esta primera lectura se ve enriquecida también por el
universo del lenguaje de los mayores quienes en sus conversaciones, a las cuales se ven
expuestos los niños, expresan sus creencias, gustos, recelos y valores. Para Freire, sus padres y
su profesora de infancia, Eunice Vasconcelos, desempeñaron un papel importante en este
proceso; él resalta la importancia de esa primera experiencia con la lectura, en donde el adulto
puede tener un rol significativo, promoviéndolo o dificultándolo. Ya en su adolescencia, junto a
su profesor de lengua portuguesa, José Pessoa, Freire constituye la comprensión crítica, a
través del ejercicio de la percepción crítica de los textos leídos, textos que se ofrecían a su
búsqueda inquieta. Poco después, a la edad de veinte años, Freire empieza su labor como
docente en los primeros cursos de secundaria y es allí cuando él comienza a poner en práctica
su propuesta al permitir a los curiosos estudiantes descubrir los contenidos académicos en
forma dinámica y viva, en el cuerpo mismo de los textos. La memorización mecánica de la
descripción de un objeto no primaba en el quehacer diario, por el contrario, se daba prioridad
al aprendizaje de su significación profunda; de esta manera, se lograba la memorización y
posterior fijación.
En los años 80, Freire junto con Macedo analizan los diferentes enfoques de alfabetización
tradicional y plantean el enfoque de alfabetización liberadora como solución en el marco de las
campañas de alfabetización en las colonias portuguesas en África. Dicho análisis muestra las
falencias de los modelos tradicionales al enseñar la lectura y escritura como simples técnicas
de decodificación (enfoque académico y enfoque utilitario), asimismo estos enfoques fallan al
ignorar al patrimonio cultural de los educandos (enfoque cognitivo y enfoque romántico),
silenciando sus voces. Freire y Macedo, resaltan la importancia del lenguaje en la
alfabetización y las expresiones de dicho lenguaje fuera del aula en prácticas vernáculas. Para
ello, es necesario establecer un diálogo con el educando, en donde se diferencia hablar con el
estudiente frente a hablarle al estudiante. Autores como Giroux pedagogía crítica y Cassany
nuevos estudios de literacidad entre otros, suscriben los planteamientos de Freire. Cassany,
por ejemplo, en sus estudios sobre las nuevas formas de leer y escribir del nuevo siglo, enfatiza
en la importancia de lo vernáculo, al hacer referencia al uso de las nuevas tecnologías digitales
tanto en el aula como fuera de ella.
Educación bancaria
Paulo Freire en su libro Pedagogía del oprimido hace una crítica a la educación que toma a los
educandos como recipientes en los cuales será depositado el saber. A este tipo de educación la
llamó bancaría o pedagogía tradicional de los opresores puesto que, el educador es el único
poseedor de conocimientos y es él quien va transmitir los conocimientos a los educados, de tal
forma que estos se convierten en sujetos pasivos y por tanto en sujetos oprimidos. En vez de
comunicarse, el educador hace comunicados, meras incidencias, mientras que los alumnos
reciben pacientemente, memorizan y repiten.
Freire hace referencia a una de las actividades que comúnmente desarrolla el docente, la
narración. Nos dice que "La narración, cuyo sujeto es el educador, conduce a los educandos a
la memorización mecánica del contenido narrado. Más aún, la narración los transforma en
“vasijas”, en recipientes que deben ser “llenados” por el educador. Cuando más vaya llenando
los recipientes con su depósitos, tanto mejor educador será. Cuanto más se dejen “llenar”
dócilmente, tanto mejor educandos serán.”
Freire consideró que la educación bancaria debe cambiar a una educación con una visión
crítica del mundo en donde vivimos, puesto que, no permite la conciencia de la realidad y la
liberación de los educandos y sólo sirve a la clase dominante u opresora.
Pedagogía de la pregunta
Otra de las propuestas que realizó este pedagogo, se titula la pedagogía de la pregunta, que
plantea en su libro Hacia una pedagogía de la pregunta. Esta pedagogía se basa en la creación
del conocimiento a través de preguntas, donde el alumnado tanto como el profesor o
profesora puedan aprender de ellas y provocar un enriquecimiento recíproco.
Freire considera que el conocimiento parte de la curiosidad, siendo las preguntas puramente
curiosidad, ganas de explorar. Las respuestas que se consideran la única verdad son un
bloqueo para el avance educativo, y por ello, este pedagogo consideraba fundamental enseñar
a plantear preguntas en el ámbito escolar y no centrarse en buscar una única respuesta, si no
considerar el proceso de búsqueda como lo realmente educativo.