Tinta Limón-El Umbral-Franco Berardi Bifo
Tinta Limón-El Umbral-Franco Berardi Bifo
Tinta Limón-El Umbral-Franco Berardi Bifo
El umbral
Crónicas y meditaciones
Franco Berardi Bifo
El umbral
Crónicas y meditaciones
Traducción
Emilio Sadier
Berardi, Franco
El umbral / Franco Berardi Bifo - 1a ed . - Ciudad Autónoma de
Buenos Aires : Tinta Limón, 2020.
208 p. ; 20 x 14 cm.
introducción 11
siete crónicas de la psicodeflación
uno. psicodeflación 17
dos. RESET 33
tres. Valter 49
cuatro. torcidos 65
cinco. el horizonte 79
seis. ajedrez 95
siete. ¡Repartir! 111
post scriptum 131
seis meditaciones sobre el umbral
uno. umbral & cosmopoiesis 151
dos. más allá del colapso 163
tres. recodificador universal 169
cuatro. el tercer inconsciente 175
cinco. la profecía sensual 185
seis. besos 193
Nota
9
introducción
11
FRANCO BERARDI BIFO
12
INTRODUCCIÓN
13
FRANCO BERARDI BIFO
17 de julio de 2020
14
siete crónicas
de la psicodeflación
uno
psicodeflación
21 de febrero
Al regresar de Lisboa, una escena inesperada en el aeropuerto de
Bolonia.
En la entrada hay dos humanos completamente cubiertos con
un traje blanco, con un casco luminiscente y un extraño aparato en
sus manos. El aparato es una pistola termómetro de altísima preci-
sión que emite luces violetas por todas partes.
Se acercan a cada pasajero, lo detienen, apuntan la luz violeta a
su frente, controlan la temperatura y luego lo dejan ir.
Un presentimiento: ¿estamos atravesando un nuevo umbral en
el proceso de mutación tecnopsicótica?
17
FRANCO BERARDI BIFO
28 de febrero
Desde que volví de Lisboa, no puedo hacer otra cosa: compré unos
veinte lienzos de pequeñas proporciones, y los pinto con pintura de
colores, fragmentos fotográficos, lápices, carbonilla. No soy pintor,
pero cuando estoy nervioso, cuando siento que está sucediendo algo
que pone a mi cuerpo en vibración dolorosa, me pongo a garabatear
para relajarme.
La ciudad está silenciosa como si fuera Ferragosto.2 Las escuelas
cerradas, los cines cerrados. No hay estudiantes alrededor, no hay
turistas. Las agencias de viajes cancelan regiones enteras del mapa.
Las convulsiones recientes del cuerpo planetario quizás estén pro-
vocando un colapso que obligue al organismo a detenerse, a ralen-
tizar sus movimientos, a abandonar los lugares abarrotados y las
frenéticas negociaciones cotidianas. ¿Y si esta fuera la vía de salida
que no conseguíamos encontrar, y que ahora se nos presenta en
forma de una epidemia psíquica, de un virus lingüístico generado
por un biovirus?
La Tierra ha alcanzado un grado de irritación extremo, y el cuer-
po colectivo de la sociedad padece desde hace tiempo un estado
de estrés intolerable: la enfermedad se manifiesta en este punto,
modestamente letal, pero devastadora en el plano social y psíquico,
como una reacción de autodefensa de la Tierra y del cuerpo plane-
tario. Para las personas más jóvenes, es solo una gripe fastidiosa.
Lo que provoca pánico es que el virus escapa a nuestro saber:
no lo conoce la medicina, no lo conoce el sistema inmunitario. Y lo
ignoto de repente detiene la máquina. Un virus semiótico en la psi-
cósfera bloquea el funcionamiento abstracto de la economía, porque
sustrae de ella los cuerpos. ¿Quieren verlo?
2 Ferragosto, el 15 de agosto, es uno de los días de vacaciones más populares del verano
italiano. Su nombre deriva del latín ferie Augusti, “Descanso de Augusto”, en refe-
rencia al emperador romano que introdujo en el 18 a.C. una serie de festividades que
se unió a las antiguas celebraciones del fin del período de cosecha y trabajo agrícola.
En el siglo VII el día fue proclamado por el papa Niccolò I como celebración de la
Asunción de la Virgen María.
18
CRÓNICAS
2 de marzo
Un virus semiótico en la psicósfera bloquea el funcionamiento abs-
tracto de la máquina, porque los cuerpos ralentizan sus movimien-
tos, renuncian finalmente a la acción, interrumpen la pretensión de
gobierno sobre el mundo y dejan que el tiempo retome su flujo en
el que nadamos pasivamente, según la técnica de natación llamada
“hacerse el muerto”. La nada se traga una cosa tras otra, pero mien-
tras tanto se ha disuelto la ansiedad de mantener unido al mundo
que mantenía unido al mundo.
No hay pánico, no hay miedo, sino silencio. Rebelarse se ha mos-
trado inútil, así que detengámonos.
¿Cuánto está destinado a durar el efecto de esta fijación psicótica
que ha tomado el nombre de coronavirus? Dicen que la primavera
matará al virus, pero por el contrario podría exaltarlo. No sabemos
nada al respecto, ¿cómo podemos saber qué temperatura prefiere?
Poco importa cuán letal sea la enfermedad: parece serlo modesta-
mente, y esperamos que se disipe pronto.
Pero el efecto del virus no es tanto el número de personas que
debilita o el pequeñísimo número de personas que mata. El efecto
del virus radica en la parálisis relacional que propaga. Hace tiempo
que la economía mundial ha concluido su parábola expansiva, pero
no conseguíamos aceptar la idea del estancamiento como un nuevo
régimen de largo plazo. Ahora el virus semiótico nos está ayudan-
do a la transición hacia la inmovilidad.
¿Quieren verlo?
3 de marzo
¿Cómo reacciona el organismo colectivo, el cuerpo planetario, la
mente hiperconectada sometida durante tres décadas a la tensión
ininterrumpida de la competencia y de la hiperestimulación ner-
viosa, a la guerra por la supervivencia, a la soledad metropolitana
y a la tristeza, incapaz de liberarse de la resaca que roba la vida
y la transforma en estrés permanente, como un drogadicto que
nunca consigue alcanzar a la heroína que sin embargo baila ante
19
FRANCO BERARDI BIFO
20
CRÓNICAS
4 de marzo
¿Esta es la vencida? No sabíamos cómo deshacernos del pulpo,
no sabíamos cómo salir del cadáver del Capital; vivir en ese ca-
dáver apestaba la existencia de todos, pero ahora el shock es el
preludio de la def lación psíquica definitiva. En el cadáver del Ca-
pital estábamos obligados a la sobreestimulación, a la aceleración
constante, a la competencia generalizada y a la sobreexplotación
con salarios decrecientes. Ahora el virus desinf la la burbuja de la
aceleración.
Hace tiempo que el capitalismo se encontraba en un estado
de estancamiento irremediable. Pero seguía fustigando a los ani-
males de carga que somos, para obligarnos a seguir corriendo,
aunque el crecimiento se había convertido en un espejismo triste
e imposible.
La revolución ya no era pensable, porque la subjetividad está
confusa, deprimida, convulsiva, y el cerebro político no tiene ya
ningún control sobre la realidad. Y he aquí entonces una revolu-
ción sin subjetividad, puramente implosiva, una revuelta de la
pasividad, de la resignación. Resignémonos. De repente, esta pa-
21
FRANCO BERARDI BIFO
5 de marzo
Se manifiestan los primeros signos de hundimiento del sistema
bursátil y de la economía, los expertos en temas económicos ob-
servan que esta vez, a diferencia de 2008, las intervenciones de
los bancos centrales u otros organismos financieros no serán de
mucha utilidad.
Por primera vez, la crisis no proviene de factores financieros y ni
siquiera de factores estrictamente económicos, del juego de la oferta
y la demanda. La crisis proviene del cuerpo.
Es el cuerpo el que ha decidido bajar el ritmo. La desmoviliza-
ción general del coronavirus es un síntoma del estancamiento, in-
cluso antes de ser una causa del mismo.
Cuando hablo de cuerpo me refiero a la función biológica en su
conjunto, me refiero al cuerpo físico que se enferma, aunque de
una manera bastante leve, pero también y sobre todo me refiero a
la mente, que por razones que no tienen nada que ver con el razo-
namiento, con la crítica, con la voluntad, con la decisión política, ha
entrado en una fase de pasivización profunda.
Cansada de procesar señales demasiado complejas, deprimida
después de la excesiva sobreexcitación, humillada por la impo-
22
CRÓNICAS
6 de marzo
Naturalmente, se puede argumentar exactamente lo contrario de lo
que dije: el neoliberalismo, en su matrimonio con el etnonaciona-
lismo, debe dar un salto en el proceso de abstracción total de la vida.
He aquí, entonces, el virus que obliga a todos a quedarse en casa,
pero no bloquea la circulación de las mercancías. Aquí estamos en
el umbral de una forma tecnototalitaria en la que los cuerpos serán
para siempre repartidos, controlados, mandados a distancia.
En Internazionale se publica un artículo de Srecko Horvat (tra-
ducido de la New Statesman).3
Según Horvat, “el coronavirus no es una amenaza para la eco-
nomía neoliberal, sino que crea el ambiente perfecto para esa ideo-
logía. Pero desde un punto de vista político el virus es un peligro,
porque una crisis sanitaria podría favorecer el objetivo etnonacio-
nalista de reforzar las fronteras y esgrimir la exclusividad racial, e
interrumpir la libre circulación de personas (especialmente si pro-
vienen de países en vías de desarrollo) pero asegurando una circu-
lación incontrolada de bienes y capitales.
El temor a una pandemia es más peligroso que el propio virus.
Las imágenes apocalípticas de los medios de comunicación ocul-
tan un vínculo profundo entre la extrema derecha y la economía
capitalista. Como un virus que necesita una célula viva para repro-
ducirse, el capitalismo también se adaptará a la nueva biopolítica
del siglo XXI.
El nuevo coronavirus ya ha afectado a la economía global, pero
no detendrá la circulación y la acumulación de capital. En todo
caso, pronto nacerá una forma más peligrosa de capitalismo, que
3 “Il pericolo político del nuovo virus” [“El peligro político del nuevo virus”], en https://
www.internazionale.it/notizie/srecko-horvat/2020/03/06/virus-pericolo-politico.
23
FRANCO BERARDI BIFO
7 de marzo
Me escribe Alex, mi amigo matemático: “Todos los recursos super-
informáticos están comprometidos para encontrar el antídoto al
corona. Esta noche soñé con la batalla final entre el biovirus y los
virus simulados. En cualquier caso, el humano ya está fuera, me
parece”.
La red informática mundial está dando caza a la fórmula capaz
de enfrentar el infovirus contra el biovirus. Es necesario decodifi-
car, simular matemáticamente, construir técnicamente el corona-ki-
ller, para luego difundirlo.
Mientras tanto, la energía se retira del cuerpo social, y la políti-
ca muestra su impotencia constitutiva. La política es cada vez más
el lugar del no-poder, porque la voluntad no tiene control sobre el
infovirus.
El biovirus prolifera en el cuerpo estresado de la humanidad global.
Los pulmones son el punto más débil, al parecer. Las enferme-
dades respiratorias se han expandido durante años en proporción
a la propagación en la atmósfera de sustancias irrespirables. Pero
el colapso ocurre cuando, al encontrarse con el sistema mediático,
entrelazándose con la red semiótica, el biovirus ha transferido su
potencia debilitante al sistema nervioso, al cerebro colectivo, obliga-
do a ralentizar sus ritmos.
24
CRÓNICAS
8 de marzo
Durante la noche, el primer ministro Conte ha comunicado la de-
cisión de poner en cuarentena a una cuarta parte de la población
italiana. Piacenza, Parma, Reggio y Modena están en cuarentena.
Bolonia no. Por el momento.
En los últimos días hablé con Fabio, hablé con Lucia, y habíamos
decidido reunirnos esta noche para cenar. Lo hacemos de vez en
cuando, nos vemos en algún restaurante o en casa de Fabio. Son
cenas un poco tristes incluso si no nos lo decimos, porque los tres
sabemos que se trata del residuo artificial de lo que antes sucedía
de manera completamente natural varias veces a la semana, cuando
nos reuníamos con mamá.
Ese hábito de encontrarnos a almorzar (o, más raramente, a
cenar) de mamá había permanecido, a pesar de todos los even-
tos, los desplazamientos, los cambios, después de la muerte de
papá: nos encontrábamos a almorzar con mamá cada vez que era
posible.
Cuando mi madre se encontró incapaz de preparar el almuerzo,
ese hábito terminó. Y poco a poco, la relación entre nosotros tres
cambió. Hasta entonces, a pesar de que teníamos sesenta años, ha-
bíamos seguido viéndonos casi todos los días de una manera na-
tural, habíamos seguido ocupando el mismo lugar en la mesa que
ocupábamos cuando teníamos diez años. Alrededor de la mesa se
daban los mismos rituales. Mamá estaba sentada junto a la estufa
porque esto le permitía seguir ocupándose de la cocina mientras
comía. Lucía y yo hablábamos de política, más o menos como hace
cincuenta años, cuando ella era maoísta y yo era obrerista.
Este hábito terminó cuando mi madre entró en su larga agonía.
Desde entonces tenemos que organizarnos para cenar. A veces
vamos a un restaurante asiático ubicado colinas abajo, cerca del
teleférico en el camino que lleva a Casalecchio, a veces vamos al
departamento de Fabio, en el séptimo piso de un edificio popular
pasando el puente largo, entre Casteldebole y Borgo Panigale. Des-
de la ventana se ven los prados que bordean el río, y a lo lejos se ve
el cerro de San Luca y a la izquierda se ve la ciudad.
25
FRANCO BERARDI BIFO
26
CRÓNICAS
9 de marzo
El problema más grave es el de la sobrecarga a la que está sometido
el sistema de salud: las unidades de terapia intensiva están al bor-
de del colapso. Existe el peligro de no poder curar a todos los que
necesitan una intervención urgente, se habla de la posibilidad de
elegir entre pacientes que pueden ser curados y pacientes que no
pueden ser curados.
En los últimos diez años, se recortaron 37 mil millones de
euros del sistema de salud pública, redujeron las unidades de cui-
dados intensivos y el número de médicos generales disminuyó
drásticamente.
Según el sitio quotidianosanità.it,4 “en 2007 el Servicio Sanitario
Nacional público podía contar con 334 Departamentos de emergen-
cia-urgencia (Dea) y 530 de primeros auxilios. Pues bien, diez años
después la dieta ha sido drástica: 49 Dea fueron cerrados (-14%) y 116
primeros auxilios ya no existen (-22%). Pero el recorte más evidente
está en las ambulancias, tanto las del Tipo A (emergencia) como las
del Tipo B (transporte sanitario). En 2017 tenemos que las Tipo A fue-
ron reducidas un 4% en comparación con diez años antes, mientras
que las de Tipo B fueron reducidas a la mitad (-52%). También es para
4 En http://www.quotidianosanita.it/studi-e-analisi/articolo.php?articolo_id=78127.
27
FRANCO BERARDI BIFO
10 de marzo
“Somos olas del mismo mar, hojas del mismo árbol, flores del mis-
mo jardín”.
Esto está escrito en las docenas de cajas que contienen barbijos
que llegan de China. Estos mismos barbijos que Europa ha recha-
zado otorgar a Italia.
11 de marzo
No fui a Via Mascarella, como generalmente hago el 11 de marzo de
cada año. Nos reencontramos frente a la lápida que conmemora la
muerte de Francesco Lorusso, alguien pronuncia un breve discur-
so, se deposita una corona de flores o bien una bandera de Lotta
Continua que alguien ha guardado en el sótano, y nos abrazamos,
nos besamos abrazándonos fuerte.5
28
CRÓNICAS
12 de marzo
Italia. Todo el país entra en cuarentena. El virus corre más rápido
que las medidas de contención.
Billi y yo nos ponemos el barbijo, tomamos la bicicleta y vamos
de compras. Solo las farmacias y los mercados de alimentos pue-
den permanecer abiertos. Y también los quioscos, compramos los
diarios. Y las tabaquerías. Compro papel de seda, pero el hachís
escasea en su caja de madera. Pronto estaré sin droga, y en Piazza
Verdi ya no está ninguno de los muchachos africanos que venden
a los estudiantes.
Trump usó la expresión “foreign virus”, virus extranjero.
All viruses are foreign by definition, but the president has not read
William Burroughs. [Todos los virus son extranjeros por definición,
pero el presidente no ha leído a William Burroughs.]
13 de marzo
En Facebook hay un tipo ingenioso que posteó en mi perfil la
frase: “Hola Bifo, abolieron el trabajo”.
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FRANCO BERARDI BIFO
6 Timothy Snyder, Tierra negra. El holocausto como historia y como advertencia, Galaxia
Gutenberg, Barcelona, 2015 (ed. original: Black Earth. The Holocaust as History and
Warning, Nueva York, Tim Duggan Books, 2015).
30
CRÓNICAS
31
dos
RESET
15 de marzo
En el silencio de la mañana, las palomas perplejas miran hacia aba-
jo desde los techos de la iglesia y parecen atónitas. No alcanzan a
explicarse el desierto urbano.
Yo tampoco.
Leo los borradores de Off line de Jess Henderson, un libro que
saldrá en algunos meses (en fin, debería salir, ya se verá). La pala-
bra off line adquiere un relieve filosófico: es un modo de definir la
dimensión física de lo real en oposición, es más, en sustracción, a
la dimensión virtual.
Reflexiono acerca del modo en que está mutando la relación en-
tre offline y online durante la propagación de la pandemia. E inten-
to imaginar el después.
En los últimos treinta años, la actividad humana ha cambiado
profundamente su naturaleza relacional, proxémica, cognitiva: un
número creciente de interacciones se ha desplazado de la dimensión
física, conjuntiva –en la que los intercambios lingüísticos son impre-
cisos y ambiguos (y por lo tanto infinitamente interpretables), en la
que la acción productiva involucra energías físicas, y los cuerpos se
rozan y se tocan en un flujo de conjunciones– a la dimensión conec-
tiva, en la que las operaciones lingüísticas son mediadas por máqui-
nas informáticas, y por lo tanto responden a formatos digitales, la
actividad productiva es parcialmente mediada por automatismos, y
las personas interactúan cada vez más densamente sin que sus cuer-
pos se encuentren. La existencia cotidiana de las poblaciones ha sido
cada vez más concatenada por dispositivos electrónicos relacionados
con enormes masas de datos. La persuasión ha sido reemplazada por
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FRANCO BERARDI BIFO
16 de marzo
La Tierra se está rebelando contra el mundo. La contaminación
disminuye de manera evidente. Lo dicen los satélites que envían
fotos de China y de la Padania completamente diferentes a las que
enviaban hace dos meses, me lo dicen también mis pulmones
34
CRÓNICAS
que hace diez años que no respiraban tan bien, desde que me
diagnosticaron un asma severa causada en gran parte por el aire
de la ciudad.
17 de marzo
El colapso de las bolsas de valores es tan grave y persistente que ya
no es noticia.
El sistema bursátil se ha convertido en la representación de
una realidad desaparecida: la economía de la oferta y de la de-
manda está trastornada y permanecerá durante mucho tiempo
indiferente a la cantidad de dinero virtual que circula en el sis-
tema financiero. Pero esto significa que el sistema financiero
está perdiendo su control: en el pasado, las f luctuaciones mate-
máticas determinaban la cantidad de riqueza a la que cada uno
podía tener acceso. Ahora no determinan más nada.
Ahora la riqueza ya no depende del dinero que tenemos, sino de
lo que pertenece a nuestra vida mental.
Debemos reflexionar sobre esta suspensión del funcionamiento
del dinero, porque quizás aquí esté la piedra angular para salir de la
forma capitalista: romper definitivamente la relación entre trabajo,
dinero y acceso a los recursos.
Afirmar una concepción diferente de la riqueza: la riqueza no es
la cantidad de equivalente monetario que tengo, sino la calidad de
vida que puedo experimentar.
La economía está entrando en una fase recesiva, pero esta vez
no sirven de mucho las políticas de apoyo a la oferta, ni las polí-
ticas de apoyo a la demanda. Si las personas tienen miedo de ir a
trabajar, si la gente muere, no se puede reactivar ninguna oferta.
Y si estamos encerrados en casa, no se puede reactivar ninguna
demanda.
Un mes, dos meses, tres meses
Son suficientes para bloquear la
máquina, y este bloqueo tendrá efectos irreversibles. Aquellos que
hablan de vuelta a la normalidad, aquellos que piensan que se pue-
de reactivar la máquina como si nada hubiera sucedido, no enten-
dieron bien qué es lo que está sucediendo.
35
FRANCO BERARDI BIFO
18 de marzo
Hace unos años, con mi amigo Max (e inspirado por mi amigo
Mago), publiqué una novela que no sabíamos cómo llamar. Nos
gustaba el título KS, o bien el título Gerontomaquia. Pero el editor
que publicó el libro (después de que, comprensiblemente, muchos
lo habían rechazado) impuso un título bastante feo pero ciertamen-
te más popular: Muerte a los viejos. El libro se vendió muy poco pero
contaba una historia que ahora me parece interesante. Estalla una
especie de epidemia inexplicable: jóvenes de trece, catorce años ma-
36
CRÓNICAS
tan a los viejos, primero algunos casos aislados, luego cada vez más
frecuentes y luego en todas partes. Ahorro los detalles y los mis-
terios técnico-místicos de la historia. El hecho es que los jóvenes
mataban a los viejos porque envenenaban el aire con sus tristezas.
Esta noche me vino a la mente que toda esta historia del co-
ronavirus se podría leer metafóricamente así: el 15 de marzo del
año pasado, millones de muchachas y muchachos salieron a las
calles gritando: Nos hicieron nacer en un mundo donde no se pue-
de respirar, nos han apestado la atmósfera, deténganse ya, reduzcan
el consumo de petróleo y de carbón, reduzcan las partículas finas.
Quizás esperaban que los poderosos del mundo escucharan sus
súplicas. Pero como sabemos, terminaron decepcionados: la
cumbre de Madrid de diciembre, el último de los innumerables
eventos internacionales en los que se discute sobre la reducción
del cambio climático, fue tan solo el enésimo fracaso. La emisión
de sustancias tóxicas no ha disminuido en absoluto en la última
década, el calentamiento global ha seguido adelante alegremente.
Las grandes corporaciones del petróleo, del carbón y del plástico
no piensan parar. Y entonces los jóvenes en cierto punto se en-
furecen y hacen una alianza con Gea, la divinidad que protege el
planeta Tierra. Juntos lanzan una matanza de advertencia, y los
viejos comienzan a morir como moscas.
Finalmente todo se detiene. Y un mes más tarde, los satélites
fotografían una Tierra muy diferente de la que era antes de la ge-
rontomaquia.
19 de marzo
Al no tener televisión, sigo los acontecimientos en Internet: CNN,
The Guardian, Al Jazeera, El País… Luego, a la hora del almuerzo
escucho las noticias de Radio Popolare.
El mundo ha desaparecido de la información, solo existe el co-
ronavirus. Hoy en el informativo de la radio no había una noticia
que no se refiriera a la epidemia. Un amigo de Barcelona me cuenta
que habló con un redactor de la televisión nacional española: parece
que cuando mandan noticias sobre algo que no es el contagio, la
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FRANCO BERARDI BIFO
38
CRÓNICAS
20 de marzo
Me despierto, me afeito la barba, tomo las pastillas para la hiper-
tensión, enciendo la radio… Mierda… La musiquita del himno na-
cional. Explíquenme qué tienen que hacer los himnos nacionales
en esta ocasión.
¿Por qué resucitar el orgullo nacional? Ese himno llevó a los sol-
dados a Caporetto, donde murieron cien mil.2
Apagué la radio y me afeité en silencio. De tumba.
Jun Fujita Hirose es un amigo japonés que escribe libros sobre
cine. En las últimas semanas viajó para presentar la edición en es-
pañol de su libro Cine-Capital.3 Al regresar de Buenos Aires pensa-
ba detenerse en Madrid y en Bolonia, donde Billi y yo lo estábamos
esperando. Es una persona muy agradable e ingeniosa, y hospedar-
lo unos días es un placer, cada vez que pasa por Italia, aproximada-
mente una vez al año.
Cuando llegó a Madrid, la infección estaba estallando en la ciu-
dad, por lo que se vio obligado a detenerse allí, donde es huésped
de otro queridísimo amigo, Amador Fernández-Savater. Así que
ahora pasan el tiempo juntos, y envidio un poco a Amador por-
que Jun es también un excelente cocinero y me gusta la cocina
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FRANCO BERARDI BIFO
21 de marzo
Cansancio, debilidad física, leve dificultad para respirar. No es una
novedad, me sucede a menudo. Es culpa de las pastillas para la hi-
pertensión y también culpa del asma, que ha sido amable conmigo
en el último mes, tal vez porque no quiere asustarme con síntomas
ambiguos.
Jornada de sol dulce y cielo límpido en este espléndido primer
día de primavera.
Me escribe una amiga de Buenos Aires:
40
CRÓNICAS
“Llegó el terror,
se huele desde la ventana
contundente como una flor cualquiera”.
22 de marzo
El vicepresidente de la Cruz Roja china, Yang Huichuan, llegó a
Italia, acompañado por los doctores Liang Zongan y Xiao Ning,
profesor de medicina pulmonar en el Hospital de Sichuan y sub-
director del Centro Nacional para la Prevención, respectivamente.
Cincuenta y ocho médicos expertos en enfermedades infecciosas
llegaron de Cuba.
Hace pocos días, el ministro de Economía alemán, Peter Altmaier,
respondió a una solicitud de Trump excluyendo la posibilidad de la
cesión de los derechos exclusivos sobre el desarrollo de una vacuna
contra el coronavirus estudiado por una empresa privada en Tubin-
ga. Según los avances publicados ayer por Die Welt, Estados Unidos
había propuesto a la compañía farmacéutica alemana CureVac, que
está desarrollando la vacuna, la cifra de mil millones de dólares para
adquirir el derecho de industrializar y, por lo tanto, vender el produc-
to en exclusividad una vez disponibles y terminadas las pruebas.
En exclusiva. America First. En el país de Trump, se multipli-
can en los últimos días las filas frente a los negocios de venta de
armas. Además de whisky y papel higiénico, compran armas.5 Dis-
ciplinadamente, mantienen la distancia reglamentaria de un me-
tro, de modo que las filas se pierden en el horizonte.
Mientras tanto, el Partido Demócrata derrota a Sanders y mata
la esperanza de que se pueda cambiar el modelo que ha reducido la
vida de este modo.
Y el 81% de los republicanos continúa apoyando a la bestia rubia
Trump.
5 Dalvin Brown, “It’s not just toilet paper: People line up to buy guns, ammo over
coronavirus concerns” [“No es solo papel higiénico: la gente hace fila para com-
prar armas, las municiones preocupan más que el coronavirus”], en https://www.
usatoday.com/story/money/2020/03/16/coronavirus-people-line-up-gun-sto-
res-stock-up/5054436002.
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FRANCO BERARDI BIFO
No sé qué sucederá después del fin del flagelo, sin embargo hay
algo que me parece ver claro: la humanidad entera desarrollará en
relación al pueblo estadounidense el mismo sentimiento que se ex-
tendió después de 1945 en relación al pueblo alemán: enemigos de
la humanidad.
Estaba mal entonces, porque muchos alemanes antinazis ha-
bían sido perseguidos, asesinados, exiliados; y está mal ahora,
porque millones de jóvenes estadounidenses apoyan al candidato
socialista a la presidencia hasta que, naturalmente, termine de
ser eliminado por la máquina del dinero y de los medios de co-
municación.
Pero poco importa si está bien o mal. No es una cuestión políti-
ca: el horror no se decide racionalmente, se siente involuntariamen-
te. Horror por esa nación nacida del genocidio, la deportación y la
esclavitud.
23 de marzo
El médico que ha tratado mis oídos durante quince años es un pro-
fesional de extraordinaria agudeza diagnóstica y es también un ci-
rujano excepcional: me ha operado seis veces en diez años, y cada
operación tuvo un resultado impecable, permitiéndome prolongar
durante quince años mi capacidad auditiva. Hace unos años deci-
dió abandonar el hospital público en el que operaba, y desde ese
momento tuve que ir a una clínica privada para poder aprovechar
su habilidad.
Como no entendía por qué había tomado esa decisión, me dijo
sin muchas vueltas: el sistema público está cerca del colapso a causa
de los recortes debidos a la situación financiera.
Es por eso que el sistema de salud italiano está por el piso, es por
eso que el diez por ciento de los médicos y paramédicos contrajeron
la infección, es por eso que las unidades de terapia intensiva no son
suficientes para tratar a todos los enfermos. Porque quienes gober-
naron en las últimas décadas siguieron los consejos de criminales
42
CRÓNICAS
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FRANCO BERARDI BIFO
44
CRÓNICAS
24 de marzo
Mientras que en Italia la Confindustria10 se opone al cierre de las
empresas no esenciales, es decir, apoyan la movilización diaria de
millones de personas obligadas a exponerse al peligro de infección,
la pregunta que está surgiendo es la de los efectos económicos de la
pandemia. En la portada del New York Times, un editorial de Thomas
Friedman lleva el muy elocuente título “Un plan para que Estados
Unidos vuelva a trabajar”.11 Todavía no se ha detenido nada, pero ya
los fanáticos están preocupados por volver pronto al trabajo, a toda
velocidad, y, sobre todo, por volver a trabajar igual que antes.
Friedman (y la Confindustria) tienen un excelente argumento
a su favor: un bloqueo prolongado de las actividades productivas
acarreará consecuencias inimaginables desde un punto de vista
económico, organizativo e incluso político. Todos los peores esce-
narios pueden ocurrir en una situación en la que las mercancías
comienzan a agotarse, en la que la desocupación se extiende, etc.
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FRANCO BERARDI BIFO
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CRÓNICAS
13 En https://www.politico.com/news/2020/03/24/time-shut-down-stock-market-145573.
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FRANCO BERARDI BIFO
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tres
Valter
26 de marzo
Nieve.
A las diez de la mañana me despierto, miro afuera, el techo está
blanco y la nieve cae densa. Las sorpresas nunca terminan.
Un artículo de Farhad Manjoo1 habla de un asunto inquietante,
casi incomprensible: la falta de material sanitario, como los barbijos
y los respiradores, que está obsesionando a los trabajadores de la
salud tanto estadounidenses como italianos.
¿Cómo es posible?, se pregunta Manjoo, que generalmente escri-
be artículos sobre cuestiones tecnológicas. ¿Cómo es posible que en
un país ultramoderno, el país más poderoso del mundo, que produ-
ce aviones invisibles que pueden volar a velocidades supersónicas
y atacar sin ser vistos por las defensas antiaéreas enemigas, no se
pueda distribuir barbijos a todo el personal médico y paramédico
que está comprometido en acciones sanitarias masivas para salvar a
la mayor cantidad posible de personas de la muerte?
La respuesta de Manjoo es sencilla y escalofriante:
“La razón por la que estamos desprovistos de material de pro-
tección implica un conjunto de patologías del capitalismo, especí-
ficamente estadounidense: la atracción irresistible por el bajo costo
laboral de países extranjeros y el error estratégico provocado por la
incapacidad de considerar las vulnerabilidades que a partir de esto
se suceden en cascada”.
1 “How the World’s Richest Country Ran Out of a 75-Cent Face Mask” [“Cómo los
países más ricos del mundo corren por un barbijo de 75 centavos”], en https://www.
nytimes.com/2020/03/25/opinion/coronavirus-face-mask.html.
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FRANCO BERARDI BIFO
27 de marzo
A las once de la mañana salí para ir a la farmacia. Hacía dos sema-
nas que no salía de casa.
Lloviznaba un poco, pero llevaba una capucha negra que me pro-
tegía la cabeza. Caminé por via del Carro, luego atravesé la plaza
San Martino, había una fila en el supermercado de via Oberdan.
Caminé por via Goito, crucé via Indipendenza increíblemente de-
sierta. Fui por via Manzoni, luego remonté via Parigi y llegué a la
Farmacia Regina donde había encargado los remedios para el asma
y para la hipertensión que están comenzando a agotarse en mi boti-
quín. Pocas personas en las calles. Frente a la farmacia había cinco
personas haciendo fila. Todas tenían su barbijo, alguno verde, algu-
no negro, alguno blanco. Distancia de dos metros en una especie
de danza silenciosa.
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CRÓNICAS
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FRANCO BERARDI BIFO
28 de marzo
En la oscuridad azulada de la Plaza San Pedro inmensa y vacía, la
figura blanca de Francisco bajo una gran pérgola blanca iluminada.
Habla al pueblo que no está pero lo escucha desde lejos. Abre los
brazos y los extiende hacia la columnata que abraza a Roma y al
mundo. Y dice cosas impresionantes, desde el punto de vista teoló-
gico, filosófico y político.
Dice que este flagelo no es un castigo de Dios. Dios no castiga
a sus hijos. Francisco ha hecho de la misericordia el símbolo de su
papado, desde las primeras palabras que dijo, luego del ascenso al
trono de Pedro, en una entrevista publicada en La Civiltà Cattolica.
No es por lo tanto un castigo divino, entonces ¿qué es? Fran-
cisco responde: es un pecado social que hemos cometido. Hemos
pecado contra nuestros semejantes, hemos pecado contra nosotros
mismos, contra nuestros seres queridos, contra nuestras familias,
contra los migrantes, los refugiados, los pobres, los trabajadores
precarios.
Luego agrega que hemos sido estúpidos en creer que podemos
estar sanos en una sociedad enferma.
A las once de la mañana me llamó por teléfono Tonino, mi pri-
mo, también médico (¿acaso son todos médicos y no me había dado
cuenta?). Me preguntó cómo estás con su voz siempre afligida, y
me dijo una de las ocurrencias por las que siempre fue famoso en la
familia: “qui gatta ci covid”.2
2 Juego de palabras intraducible, a partir de la frase “qui gatta ci cova” –“aquí hay gato
encerrado”– y la alusión al Covid-19.
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CRÓNICAS
29 de marzo
Peo es para mí un amigo, un compañero, pero también es un mé-
dico y ha sido mi médico por muchos años. Se ha ocupado en repe-
tidas ocasiones de mi salud muchas veces frágil. Cuando iba a su
consultorio, donde siempre había una fila kilométrica de pacientes
de todos los tamaños y colores, esperaba horas antes de ser recibido,
luego me revisaba, pronunciaba diagnósticos profundos como poe-
mas y precisos como bisturíes, y sugería tratamientos múltiples y
libertarios.
Luego, cuando se jubiló hará unos seis meses, se fue a Brasil,
donde viven su compañera y sus dos hijos mayores, y donde a co-
mienzos del siglo desarrolló su profesión.
Hace unas semanas, de improvisto, regresó a Italia donde vive
Jonas, su hijo menor que tenía que graduarse (se graduó, pero a
través de Skype).
Peo había previsto volverse poco después, pero se quedó atrapa-
do como todos. Vive solo en un departamentito en via del Broglio,
y esta mañana vino hasta mi ventana y me llamó desde abajo. Me
asomé al balcón y charlamos durante unos minutos.
Luego se alejó trotando.
Antonio Costa, primer ministro de Portugal, realizó una confe-
rencia de prensa para responder al ministro de Finanzas holandés,
Wopke Hoekstra, quien durante el nefasto Consejo Europeo del
jueves solicitó que una Comisión iniciara una investigación sobre
las (¿oscuras?) razones por las cuales algunos países dicen no tener
margen presupuestario para hacer frente a la emergencia del coro-
navirus a pesar de que la Eurozona está en crecimiento desde hace
siete años. Hoekstra no dio nombres, pero era evidente la referencia
a Italia y España, hasta ahora los países de la UE más golpeados, y
además los principales del “grupo de los nueve” que sostienen la ne-
cesidad de los eurobonos. Por lo tanto Hoekstra quiere un proceso
contra los países donde la pandemia ha golpeado más duro.
“Este discurso es repugnante en el contexto de la Unión Euro-
pea”, dijo el líder socialista en su conferencia de prensa. “Y digo
repugnante porque no estábamos preparados, ninguno estaba pre-
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FRANCO BERARDI BIFO
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CRÓNICAS
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FRANCO BERARDI BIFO
30 de marzo
Micah Zenko escribe en The Guardian que la propagación del virus
es el mayor fracaso de inteligencia en la historia de Estados Uni-
dos. 4 Cada día las noticias de Nueva York son más dramáticas. El
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CRÓNICAS
Luego, tras una cantinela lírica bien lograda, Cohen llega al punto.
Y el punto es bastante interesante, si pensamos que Cohen no es
un bolchevique, sino un iluminado pensador liberal bien lejano del
socialismo sandersiano:
“La tecnología perfeccionada para que los ricos globalicen sus ventajas
también ha creado el mecanismo perfecto para globalizar el pánico
que arroja en caída libre las billeteras de la gente.
5 “A silent spring is saying something” [“Una primavera silenciosa está diciendo algo”],
en https://www.nytimes.com/2020/03/27/opinion/coronavirus-pandemic.html.
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FRANCO BERARDI BIFO
1 de abril
En el sitio web del Network Culture Institute, el centro de inves-
tigación de Amsterdam fundado por Geert Lovink, leo un artícu-
lo firmado por Tsukino T. Usagi, “El diario del marinero de las
nubes: la vida de Shanghai en tiempos de coronavirus”:6 el mes
6 “The Cloud Sailor Diary: Shanghai life in the time of coronavirus”, en https://ne-
tworkcultures.org/longform/2020/03/19/the-cloud-sailor-diary-shanghai-life-in-
the-time-of-coronavirus.
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CRÓNICAS
2 de abril
San Francisco de Paola. Mi onomástico.
“La voz es la cuña que rompe el silencio que hay allá afuera y
también dentro del desierto digital”, me escribe mi amigo Alex, al
final de una enigmática y muy densa cavilación.
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FRANCO BERARDI BIFO
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CRÓNICAS
3 de abril
Me puse a leer la monumental historia del pueblo estadounidense
de Paul Johnson, un historiador de derecha, muy nacionalista, un
apologista de la misión estadounidense.
Busco reconstruir los hilos que han tejido la civilización esta-
dounidense, porque me parece que ese lienzo se está desmoronan-
do rápidamente.
Comenzó después del 11 de septiembre de 2001, cuando el genio
estratégico de Bin Laden y la idiotez táctica de Dick Cheney y Geor-
ge Bush empujaron al mayor gigante militar de todos los tiempos a
una guerra contra sí mismo, la única que podía perder. Y la perdió,
y continúa perdiéndola, hasta el punto en que esta guerra inter-
na (social, cultural, política, económica) terminará por destrozar al
monstruo desde adentro.
Desde 2016 Estados Unidos está al borde de una guerra civil.
Ahora parece que Trump se prepara para ganar las elecciones.
Le agrada a la mitad de los estadounidenses, más o menos. Le agra-
da a esa parte que en los últimos días ha corrido a comprar armas
como si no tuviera ya suficientes.
La otra mitad (esto es: el FBI, una parte del ejército, el Estado
de California, el Estado de Nueva York y varios otros Estados, y
especialmente las grandes metrópolis) están aterrorizados, ofen-
didos por la agresión del presidente, y hoy se sienten abandona-
dos a la furia del virus, que golpea más fuerte en las grandes
concentraciones cosmopolitas y tal vez menos en las poblaciones
del Medio Oeste.
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FRANCO BERARDI BIFO
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CRÓNICAS
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cuatro
torcidos
4 de abril
Lucia encontró una foto en blanco y negro y me la manda por te-
léfono.
En la foto, una mujer joven, bellísima, vestida como en los años
treinta se vestían las muchachas en los días de descanso. Con ella
está una niña.
De fondo, un edificio que reconozco fácilmente. La mujer y la
niña caminan por via Ugo Bassi, atrás está el frontón triangular del
edificio que separa via del Pratello de via San Felice. La joven mira
hacia adelante, con la mirada algo ausente, y la niña casi se aferra a
su mano, parece reclamar atención, pero la mujer no la mira, no se
vuelve hacia ella, mira hacia adelante, fija su mirada en la lejanía.
Esa mujer es mi mamá, y la niña es su prima Maria.
Inmediatamente me pregunto quién tomó esa foto, quién sos-
tiene la cámara fotográfica. Es Marcello, estoy seguro, su prometido
Marcello. El abuelo Ernesto le permitía a Dora salir con él los días
de descanso, pero solo si iba acompañada por alguien, un hermano
o una niña. Dora parece molesta, un poco desdeñosa, quizás fasti-
diada por la presencia indeseada de su primita. No voltea para mi-
rarla, mira hacia él, hacia el fotógrafo que capturó ese instante. Fija
su mirada en la lejanía, hacia el futuro que imagina, en ese día de
descanso primaveral a fines de los años treinta, cuando mi mamá
tenía poco más de veinte años, y la tragedia parecía estar lejos. Lue-
go vino la tragedia de la guerra que devastó la vida y desquició el
futuro que ella esperaba.
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FRANCO BERARDI BIFO
6 de abril
A grim calculus. El título del Economist1 de esta semana lo dice todo.
Grim significa tétrico, sombrío, y también feroz.
Un cálculo triste que nos vemos obligados a hacer.
Es fácil entender de qué cálculo habla la revista que desde hace
un siglo y medio representa el pensamiento económico liberal.
Cuánto nos costará en términos económicos la pandemia de co-
ronavirus, y qué tipo de razonamiento nos vemos obligados a hacer,
teniendo que elegir entre dos decisiones alternativas: cerrar todo y
bloquear casi por completo la producción, la distribución, en resu-
men, toda la máquina de la economía, o bien aceptar la posibilidad
de una hecatombe.
Leo en la revista londinense: “El gobernador de New York, An-
drew Cuomo, ha declarado que no debemos poner precio a la vida
humana. Esto significó un grito de guerra por parte de un hombre
valiente al frente de un Estado quebrado. Sin embargo, al dejar de
lado los sacrificios, Cuomo reivindica de hecho una decisión que
no tiene en cuenta la cantidad de consecuencias que traerá a toda
su comunidad en términos amplios. Puede sonar despiadado, pero
ponerle precio a la vida es precisamente lo que los líderes tendrán
que hacer si quieren encontrar una salida durante los tormentosos
meses por venir.
Como en una unidad de terapia intensiva, a veces los sacrificios
son inevitables […] Por el momento, el esfuerzo para combatir el
virus parece estar destinado a consumir todos nuestros recursos […]
Tanto en una guerra como en una pandemia, los líderes no pueden
escapar al hecho de que cada curso de acción impondrá grandes
costos económicos y sociales […]
Para el verano, las economías habrán sufrido caídas de dos dí-
gitos en términos del producto bruto interno. Las personas habrán
soportado meses de encierro, dañando tanto la cohesión social
como su salud mental. Confinamientos de un año costarían tanto
1 En https://www.economist.com/leaders/2020/04/02/covid-19-presents-stark-choi-
ces-between-life-death-and-the-economy.
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CRÓNICAS
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CRÓNICAS
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FRANCO BERARDI BIFO
7 de abril
Después de dos meses de casi total clandestinidad, hoy volvió el
asma, y me persiguió todo el día. Acostado en la cama, jadeé sin
oxígeno y sin fuerzas para hacer nada.
Al anochecer salgo a tirar la basura: orgánica, vidrio, no diferen-
ciada. Camino lentamente por la plaza de abajo de casa. El Hotel
San Donato Best Western está cerrado y con los postigos asegura-
dos. Camino un poco por via Zamboni para ver las torres. No hay
nadie en esta calle en la que desde el siglo XII en primavera se
amontonan y se cortejan los y las estudiantes.
8 de abril
Tomo el café y miro afuera, a la plaza llena de sol. También hoy
está esa muchacha que sale de debajo de la arcada, quizás vive sola
en un monoambiente en via del Carro. Tiene una camiseta negra
con bordes amarillos, el celular en la mano y hace movimientos de
gimnasta. Movimientos un poco torpes; levanta la pierna derecha
y permanece así durante unos segundos, pero el teléfono atrae su
atención y entonces levanta la pierna izquierda mirando el celular,
70
CRÓNICAS
luego gira hacia la pared, apoya los brazos y realiza algunos movi-
mientos adelante y atrás con la cabeza. Suena mi teléfono, me alejo.
Me llaman de Milán para pedirme si puedo enviar también hoy una
grabación para Radio Virus.
Vuelvo a la ventana, la muchacha no está más.
Si no fuera porque su representante terrenal ha prohibido con-
siderar la enfermedad como un castigo de Dios, asumiría que el
Señor es un viejo chistoso. Primero mandó a Johnson a terapia in-
tensiva, después hizo lo propio con el ministro homofóbico Litzman
del Estado de Israel.
Desafortunadamente, esta es la única noticia reconfortante que
proviene de ese país de racistas. Por lo demás, la crónica política
israelí habla de la disputa interminable entre el torturador Ganz,
el corrupto Netanyahu y el nazi de Lieberman. Tal vez vayan a la
cuarta elección en un año mientras el mundo se disuelve a su alre-
dedor, pero ellos están demasiado ocupados en sus riñas para darse
cuenta de eso.
Según el Instituto de investigación laboral de Ginebra (OIT), la
pandemia provocará el año que viene un aumento de la desocupa-
ción cuantificable en alrededor de 25 millones. En Estados Unidos
ha habido más de diez millones de despidos en dos semanas, y se
espera que el número aumente en los próximos días. Se trata de
números sin precedentes, para usar una de las expresiones más de
moda en estos días.
Para hacer frente a un fenómeno de este tipo no serán suficien-
tes las políticas económicas tradicionales. O se recurre a la margi-
nación violenta de una parte enorme de una población de misera-
bles que protestan en las periferias de las ciudades, o se abandona
por completo el discurso de la economía moderna, la vieja utopía
del pleno empleo, el prejuicio del trabajo asalariado, y se vuelve a co-
menzar literalmente de cero. Queda una sola certeza: el saber cien-
tífico acumulado, y sobre todo la potencia viva del trabajo cognitivo,
de la invención técnica y de la palabra poética.
Pero el criterio económico que hasta ahora ha regulado las rela-
ciones y las prioridades ha enloquecido definitivamente y quedado
fuera de servicio. Y para siempre.
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FRANCO BERARDI BIFO
9 de abril
Después de un mes de clausura, y sobre todo de incertidumbre por
los resultados próximos de la situación, se percibe cierto nerviosis-
mo en la voz de los amigos que llaman, y también en los testimo-
nios escritos o en los análisis que me llegan todos los días por doce-
72
CRÓNICAS
nas. Por supuesto no leo todo lo que me llega, pero leo muchísimo.
En una lista de correo llamada neurogreen, hoy recibí un artí-
culo de Laurie Penny, publicado en Italia por Internazionale, pero
salido en su idioma original en la revista californiana WIRED,3 que
durante muchos años ha sido la pionera de la imaginación digital
futurista y visionaria, y, en última instancia, ultraliberal.
Es extraño leer en esa revista generalmente ultraoptimista un
artículo de este tipo, que antes que nada es el relato de una expe-
riencia vivida bastante dramática. Laurie Penny está quién sabe
dónde, lejos de casa, y es sorprendida por la tempestad viral.
“El capitalismo no puede imaginar un futuro más allá de sí mis-
mo que no sea una carnicería total […]. La socialdemocracia ha sido
reinstalada de apuro porque, parafraseando a Margaret Thatcher,
realmente no hay alternativa”.
150 miembros de la familia real saudita afectados por el virus.
Bernie Sanders se retira, Biden perderá las elecciones (¿o qui-
zás las gane?), asumiendo que las elecciones estadounidenses se
realicen.
Ocho médicos murieron en Gran Bretaña tratando a personas
afectadas por el virus. Todos eran extranjeros, procedentes de Egip-
to, India, Nigeria, Pakistán, Sri Lanka y Sudán.
El cielo de Delhi es el más límpido que se haya visto en años. De
noche se ven las estrellas.
Pero la Confindustria tiene prisa por reanudar la actividad,
aun si las noticias procedentes de China no son tranquilizado-
ras: Wuhan reabre, pero cierra Heilongjiang. La batalla contra el
coronavirus es como tratar de vaciar el mar con un balde: abrir
aquí, cerrar allá.
Quizás ni siquiera deberíamos combatir, porque la guerra se
perdió al principio: deberíamos reducir al mínimo nuestros movi-
mientos, deberíamos reconocer que se ha agotado la potencia con la
que nos embriagamos en la era moderna. Los que la pagarán más
caro son quienes creyeron y siguen creyendo en la ilimitada potencia
3 “This is not the apocalypse you were looking for” [“Este no es el apocalipsis que es-
tabas esperando”], en https://www.wired.com/story/coronavirus-apocalypse-myths.
73
FRANCO BERARDI BIFO
10 de abril
La ANPI4 lanza la propuesta de hacer el 25 de abril un encuentro
por la democracia. Acepto la convocatoria y me pongo a disposición
para lo que se precise. ¿Cantaré también el himno de Mameli5 al
comienzo de las celebraciones?
Espero el 25 de abril con el mismo espíritu con el que espero la
Misa de Pascua del Papa Francisco.
A pesar de mi ateísmo, me hizo bien escuchar a Francisco la otra
noche en la plaza desierta. Con el mismo espíritu participaré de la
manifestación virtual del 25 de abril. La divinidad que adoran los
demócratas es tan ilusoria como el dios de Francisco, pero me hará
bien sentir la cercanía de un millón de personas.
11 de abril
En via Castiglione, en las colinas de Bolonia, a dos kilómetros del
centro de la ciudad, alguien filmó una jabalina seguida de seis pe-
queños jabalíes.
4 La Asociación Nacional de Partisanos de Italia (ANPI) fue fundada en 1944 por los
participantes de la resistencia italiana contra la ocupación nazifascista en la Segun-
da Guerra Mundial. Desde 2006, la organización de expartisanos está abierta a todo
quien comparta los valores de la Resistencia.
5 Il Canto degli Italiani (Canto de los italianos), compuesto en 1847, es conocido
también como Fratelli d’Italia (Hermanos de Italia) por su primer verso e Inno di
Mameli (Himno de Mamelli) por el nombre del autor de su letra, Goffredo Ma-
melli. Durante el régimen de Mussolini, fue utilizado entre otros cantos por las
organizaciones antifascistas, en contraposición a los himnos oficiales, y en la Se-
gunda Guerra Mundial fue particularmente adoptado por los partisanos junto a
canciones como Fischia il vento y Bella ciao. Desde 1946 es el himno nacional de
la República de Italia.
74
CRÓNICAS
12 de abril
Después de las descortesías explícitas de Rutte y de Hoekstra,
la Sra. Ursula intenta endulzar la píldora para los italianos que
están muy irritados por la avaricia un tanto ofensiva de los holan-
deses.6 ¿Otorgarán un MES7 sin condiciones? ¿De “coronabonos”
no se habla?
En una cosa, sin embargo, están todos de acuerdo: no debe ha-
cerse borrón y cuenta nueva del pasado. Escuché decir esto varias
veces a los negociadores europeos.
¿Por qué un borrón y cuenta nueva les parece a todos una cosa
mala? Quizás lo mejor sería resignarse al borrón y cuenta nueva.
“Quién ha tenido, ha tenido, ha tenido / quien ha dado, ha dado, ha
dado / olvidemos el pasado / somos de Nápoles, paisano”:8 la pro-
6 Las alusiones son a Mark Rutte, primer ministro holandés, Wopke Hoekstra, ministro
de finanzas holandés, y Ursula Von Der Leyen, presidenta de la Comisión Europea.
7 El Mecanismo Europeo de Estabilidad, también llamado Fondo salva-Stati (Fondo sal-
va-Estados), es un organismo mutigubernamental regional, fundado en 2011 para
asistir económicamente a los Estados de la Eurozona con dificultades financieras.
8 “Chi ha avuto ha avuto ha avuto / chi ha dato ha dato ha dato / scurdammoce ‘o
passato / simm’e Napule paisà”, en napolitano en el original. Sobre la base de un
viejo dicho popular, los versos son parte del estribillo de “Simmo ‘e Napule, paisà”,
75
FRANCO BERARDI BIFO
14 de abril
El viejo socialista Rino Formica, en una entrevista publicada por
Il Manifesto,9 observa que no debemos creer que en este momento
sobrevivir sea más importante que pensar, como sugiere el lema
latino primum vivere deinde philosophari –primero vivir, después fi-
losofar–. Si no filosofamos, analiza el sabio Formica, corremos el
riesgo de no saber qué decisiones tomar para, luego, vivir.
Marco Bascetta, por su parte, siempre en el Manifesto, publica
una reflexión10 (confusa pero intrigante) sobre el mismo lema lati-
no, ligeramente modificado: “primum vivere deinde laborare” –pri-
mero vivir, después trabajar–. Y con justeza observa que sin vida no
hay mercado.
Agamben ha escrito varias veces que, en nombre de la nuda
vida, estamos dispuestos a renunciar a la vida, y me viene a la men-
te otra máxima latina, que siempre preferí a la mencionada por
Formica: navigare necesse est, vivere non est necesse11 –navegar es ne-
cesario, vivir no es necesario–. ¿Para qué vivimos si no somos ya
capaces de navegar?
Por segunda vez, el presidente de Estados Unidos ladra amena-
zando con suspender o cancelar el financiamiento para la Organi-
tarantela compuesta en 1944, con letra de Peppino Fiorelli y música de Nicola Valen-
te. La canción se convirtió en un clásico popular napolitano de posguerra y, a través
del tiempo, fue versionada por infinidad de intérpretes e incluida en numerosas
películas, obras de teatro y otros espectáculos.
9 “Rino Formica: ‘La globalizzazione era un’illusione. Serve un pensiero nuovo’” [“La
globalización era una ilusión. Hace falta un pensamiento nuevo”], en https://ilma-
nifesto.it/rino-formica-la-globalizzazione-era-unillusione-serve-un-pensiero-nuovo.
10 “Il motto sciagurato del tempo chiamato ‘fase due’” [“El desdichado lema del
tiempo llamado ‘fase dos’”], en https://ilmanifesto.it/il-motto-sciagurato-del-tem-
po-chiamato-fase-due.
11 Frase con la que, según Plutarco, Pompeyo arengó a sus pilotos que, al ver que se
había desatado un gran viento en el mar, dudaban en subir al barco.
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CRÓNICAS
15 de abril
En California, grupos de personas sin casa ocupan departamentos
y casas en venta que, en este punto, nadie nunca comprará. Noti-
cia reconfortante. En Lagos, los ciudadanos de algunos barrios se
arman para defenderse de hordas de ladrones que por las noches
entran a robar en donde se pueda robar, aprovechando el toque de
queda. Noticia inquietante.
Pero quizás se trata de la misma cuestión; quizás se trata de
que, en tiempos como estos, en tiempos como los que se preparan,
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FRANCO BERARDI BIFO
78
cinco
el horizonte
18 de abril
“¿Hubieras dicho alguna vez que el apocalipsis sería tan aburrido?”,
me pregunta mi amigo Andrea, cuya vida es habitualmente muy
aventurera y ahora se ve obligado a pasar su tiempo en un sillón
desfondado y destartalado cerca del Aventino mientras la primavera
romana florece silenciosa a su alrededor y ni siquiera la puede ver.
Buena pregunta, buen punto de vista.
¡Aburrirse finamente!
Pero puede verse el asunto desde otro punto de vista para di-
sipar la niebla del aburrimiento. Puede verse el apocalipsis como
un acontecimiento que se desarrolla en cámara lenta, una precipi-
tación de la cual prevemos los próximos derrumbes, los próximos
desprendimientos pero de la que no podemos gobernar casi nada.
Esta revelación ostensible de la impotencia de la voluntad cons-
ciente frente al desarrollo de acontecimientos macro (como el cam-
bio climático) o micro (como la propagación de virus) es la lección
que deberíamos poder asimilar y elaborar.
Si la voluntad no puede gobernar los procesos, ¿hay quizás otra
facultad que pueda hacerlo?
Para no aburrirme, leí un artículo de Francesco Sisci, un sinó-
logo italiano muy inteligente que forma parte de la Academia de
Ciencias de Beijing (lo que significa que sabe lo que dice cuando
habla de cosas chinas).
Sisci parte de la noticia de que los estadounidenses quieren exi-
girle a China resarcimientos por millones de billones de billones.
Según ellos, China tiene la culpa de este desastre: un virus esca-
pó de su maldito laboratorio de Wuhan, lo ocultaron y continúan
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FRANCO BERARDI BIFO
80
CRÓNICAS
19 de abril
En las últimas semanas escribía con facilidad y una cierta (irres-
ponsable) alegría, las palabras me surgían con fluidez y se articula-
ban sin resistirse.
Ahora algo ha cambiado. Tal vez porque una amiga me acusó de
usar la palabra “irresponsable” con un signo positivo, mientras que
el momento requiere el máximo de responsabilidad.
A ver, nunca me gustó mucho la palabra “responsabilidad”. Pero
empiezo a sentirme un poco avergonzado de planear en el aire
mientras las cosas se ponen cada vez más dramáticas.
20 de abril
En los últimos días me puse a releer los escritos de William Burrou-
ghs y de Philip Dick.
Los leí en los años ochenta. En 1982 tuve la suerte de conocer
a Burroughs, fui a verlo en su búnker de la calle Bowery para en-
trevistarlo. Casi no entendí nada de su acento, y de eso resultó una
entrevista dispersa que luego salió en la revista Frigidaire.
Leí ¡Exterminador!, Ah Puch está aquí, La tarea, La revolución
electrónica y algunas de sus novelas vertiginosas, que hoy se pueden
releer como premoniciones.
Con gélida lucidez alucinada, Burroughs decía que el lenguaje hu-
mano no es más que un virus que se ha estabilizado en el organismo,
mutándolo, invadiéndolo, transformándolo: “La palabra misma puede
ser un virus que ha logrado una situación de residencia permanente
con el huésped”. Por lo tanto, “el hombre moderno ha perdido la op-
ción del silencio. Intenta detener tu discurso subvocal. Intenta alcan-
zar al menos diez segundos de silencio interior. Te encontrarás con un
organismo resistente que te fuerza a hablar […] El lenguaje es una tara
genética, es para la palabra en sí que no existe ninguna inmunología”.
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FRANCO BERARDI BIFO
21 de abril
No he dejado de pintar desde que comenzó la reclusión. En realidad,
no puedo decir que lo mío sea pintura: hago collages con fragmentos
de imágenes, fotocopias, fragmentos de periódicos a los que luego
superpongo colores acrílicos, esmaltes de uñas, etiquetas, mallas…
El departamento está lleno de estos cuadritos de treinta y cinco
por cincuenta o setenta por cincuenta, que están allí apilados en el
banco, apoyados en los estantes de la biblioteca, amontonados en
el suelo.
Algunos motivos son recurrentes, como obsesiones: una paloma
blanca vencida por un cuervo negro regresa como un leitmotiv. ¿Re-
cuerdan esa escena?3
Pinto palomas y cuervos que se persiguen bajo los ojos asombra-
dos de Bergoglio, quien seguramente habrá buscado interpretar la
señal que provenía de las alturas de los Cielos.
Es el 26 de enero de 2014, Francisco ha ascendido recientemen-
te al trono de Pedro, después de que otro Papa había agachado la
cabeza ante las ingobernables potencias del caos interior. El genio
de Nanni Moretti narró por adelantado el drama de la depresión
humana ante la primacía del caos en Habemus Papam.
El Papa y dos niños en el balcón de una ventana de San Pedro. El
Papa acaricia las cabezas de los niños, mientras estos lanzan al aire
dos palomas blancas. Un cuervo negro llega desde la izquierda, per-
3 En https://www.youtube.com/watch?v=w2GQ5YEHNeA.
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CRÓNICAS
4 “Francesco l’ha detto papale papale”, en el original. La frase “papale papale” significa
“sin vueltas” o “literalmente”. El juego de palabras es tan evidente en italiano como
intraducible al español.
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FRANCO BERARDI BIFO
84
CRÓNICAS
22 de abril
El Guardian dedica atención a un tema que en los últimos tiempos
ha sido descuidado por la prensa: ¿qué será del sexo? De hecho,
¿qué ha sido del sexo en estas semanas, y en qué sentido podrían
mutar los comportamientos sexuales, sobre todo los de la genera-
ción emergente, de la llamada generación Z (como Zoom)?
Entrevistada por el periódico, la Dra. Julia Marcus dice lo si-
guiente: “Ahora mi recomendación es que nos quedemos en casa e
interactuemos solo con otras personas en la medida de lo estricta-
mente necesario. E incluso cuando lo hacemos, debemos mantener
una distancia de por lo menos un metro. Esto me hace pensar que
el sexo es peligroso en este momento”.
Pero el Dr. Carlos Rodríguez-Díaz acude inmediatamente a
socorrer a los jóvenes que se preocupan: “Las relaciones sexuales
pueden disminuir en las próximas semanas, pero hay otras formas
de expresión del erotismo, como el sexting, las videoconferencias
porno, la lectura de material erótico y la masturbación”.
Wow. La que se presenta es una vida ascética con la opción de
hacerse una paja por videoconferencia. Me disculpo por la vulgari-
dad, no era mi intención.
Ciara Gaffney escribe un artículo interesante5sobre el tema de la
ciberrevolución sexual: “Con un poco de nostalgia, recuerdo cuan-
do hablábamos de “recesión sexual” de la generación Z: una preocu-
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FRANCO BERARDI BIFO
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CRÓNICAS
24 de abril
Leo un mensaje de Rolando en FB, y comprendo que un poco está
agarrándosela conmigo.
Además de la imaginación, dice Rolando, se necesitan progra-
mas concretos para afrontar los próximos años, que serán devasta-
dores y decisivos. Rolando aún no tiene treinta años, así que piensa
en el futuro cercano con la concreción que tal vez le falte al seten-
tón que soy.
Me inclino a darle la razón.
“Ruego con el corazón en la mano que todas las fuerzas progre-
sivas aprendan de una vez por todas la lección de Maquiavelo: “Pero
dado que mi intención es escribir algo útil para aquellos que lo en-
tienden, me pareció más conveniente ir detrás de la verdad efectual
de la cosa que de la imaginación de ella. Y muchos han imaginado
repúblicas y principados que jamás se han visto o conocido en ver-
dad”. Ya basta, por favor, con las repúblicas futuras de la imagina-
ción: quien quiera hacer caridad con los gestos y las promesas del
reino venidero, que ponga su alma en paz y siga a Francisco. Los
demás que vayan directamente a la realidad efectual y dejen de con-
tar cuentos de hadas para sí mismos y para los demás. Los próximos
años serán decisivos y devastadores”, escribe afligido Rolando. ¿Y
quién soy yo para poner en duda las palabras de Maquiavelo? Pero
si pienso en la propagación de crisis de pánico entre los jóvenes
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FRANCO BERARDI BIFO
25 de abril
Ayer supimos que Repubblica cambia de director porque la familia
Agnelli, propietaria del periódico, decidió poner en ese puesto a
un periodista más alineado. El director despedido se llama Carlo
Verdelli: no lo conozco, no tengo mucho que decir sobre él, pero
me da impresión que lo hayan despedido a pesar de que hace pocos
7 En https://www.nytimes.com/2020/04/16/technology/joe-biden-internet.html.
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CRÓNICAS
26 de abril
Estoy lleno de dudas y no arriesgo pronósticos, pero hay algo que
me parece comprender: que la pandemia viral de 2020 señala un
pasaje, o más bien lo revela. Se trata del pasaje del horizonte de la
expansión, que delimitaba la mirada de la humanidad moderna,
8 En http://www.milanotoday.it/video/polizia-via-democrito-25-aprile.html.
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FRANCO BERARDI BIFO
27 de abril
Ahora el nuevo grito es: “¡Reabrir! Volver a la normalidad”.
¿Cómo no entenderlo? A nadie le gusta vivir encerrado en un
cubículo, y es legítimo que los seres humanos quieran retomar las
actividades que animan y alimentan la vida social. Pero el regreso
a la normalidad significa el regreso de aquellas expectativas y de
aquellos automatismos que han vuelto furibunda a la Tierra y han
expuesto al organismo viviente a las tempestades virales.
Leo en el Monólogo del virus9 de Frederic Neyrat:
“Silencien, queridos humanos, todos sus ridículos llamamientos a
la guerra. Bajen esas miradas vengativas que posan sobre mí. Di-
suelvan el halo de terror con el que rodean mi nombre. Nosotros,
los virus, desde el fondo bacteriano del mundo, somos el verdadero
continuum de la vida sobre la Tierra. Sin nosotros, ustedes jamás
hubieran visto la luz […]
Somos sus ancestros, de la misma manera que las piedras y las algas,
y mucho más que los monos. Estamos donde sea que ustedes estén y
también donde no están. ¡Peor para ustedes si en el universo no ven
más que lo que se manifiesta a su imagen y semejanza! Pero, sobre
todo, dejen de decir que soy yo quien los mata. No están muriendo a
causa de mi acción sobre sus tejidos, sino por la falta de cuidado de
sus semejantes. Si no fueran tan rapaces entre ustedes como lo han
sido con todo lo que vive en este planeta, aún tendrían suficientes ca-
mas, enfermeras y respiradores para sobrevivir a los daños que inflijo
a sus pulmones […]
Agradézcanme, más bien. Sin mí, ¿por cuánto tiempo más habrían
hecho pasar por necesarias todas estas cosas de las que se decreta de
repente la suspensión? La globalización, los concursos, el tráfico aéreo,
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CRÓNICAS
Pero sería ingenuo esperar que esta nueva, alucinada pero lúcida
conciencia pueda volverse sentido común mañana o el mes que vie-
ne. La ansiedad de volver a la normalidad es por el momento la
fuerza principal, casi mayor que el miedo –siempre presente– de
un regreso del contagio.
10 En https://ctxt.es/es/20200401/Politica/31797/economia-coronavirus-crisis-pro-
duccion-gestos-barrera-empresas-medioambiente-bruno-latour.htm.
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CRÓNICAS
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seis
ajedrez
29 de abril
Hay un tipo cuyo nombre no diré (llamémoslo EffeZeta) que es
mi amigo en Facebook, pero, ya se sabe, amigo es un decir. Nunca
pierde la ocasión de decirme que soy un idiota, a veces le respondo
amigablemente y otras veces no.
Pero siempre me ha caído simpático con sus comentarios des-
pectivos de anarco-marxista radicalísimo que detesta a los intelec-
tuales como yo. ¿Cómo no comprenderlo?
Hoy, por primera vez, se digna a enviarme un mensaje bas-
tante largo, articulado y no polémico. Tal vez me perdonó, quién
sabe, y lo leo.
A continuación cito una parte, no todo pero casi, tomándome
la libertad de hacer algunas correcciones o aclaraciones, porque
entiendo que EffeZeta lo escribió de apuro, no tiene tiempo que
perder por mí.
“Si desde el punto de vista de la organización del poder, la historia
de los últimos 14.000 años aparentemente ha sido fragmentada y
no lineal, hay en cambio una tendencia absolutamente coherente.
O sea, la eliminación de los espacios físicos (nota mía: yo diría más
bien la privatización de los espacios físicos, que conduce a su elimi-
nación para la mayoría). Nos cuentan los arqueólogos que una de las
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CRÓNICAS
30 de abril
La administración Trump corta los fondos a los Estados precisa-
mente cuando están bajo el ataque del virus. Deben arreglársela
solos, le dice a los gobernadores de Nueva York y de California. Es
un modo de presionarlos para que renuncien al lockdown y reanu-
den la actividad económica cueste lo que cueste, mientras grupos
de trumpistas armados ingresan al edificio del gobierno de Michi-
gan. Uno de los manifestantes anti-lockdown lleva un cartel en el
que se reivindica el trabajo que da libertad. El cartel está escrito en
alemán, y dice exactamente: “Arbeit macht frei”.
1 de mayo
El Economist se preocupa con el realismo brutal que caracteriza des-
de siempre a este antiguo periódico: el libre mercado está en peligro.
“Las adquisiciones de bonos del Tesoro por parte de la Reserva Federal
se parecen mucho a imprimir dinero para financiar el déficit. El Banco
Central ha anunciado programas para sostener el flujo de crédito a las
empresas y a los consumidores. La FED actúa como prestamista de úl-
tima instancia para la economía real, no solo para el sistema financiero
[…] Larry Kudlow, director del Consejo Económico Nacional de Estados
Unidos, denomina al estímulo fiscal decidido por la administración
Trump “el mayor programa de asistencia para Main Street en la his-
toria de los Estados Unidos”, comparándolo con los salvatajes de Wall
Street de hace solo una década. En Estados Unidos, los ciudadanos
recibirán cheques de mil doscientos dólares”.
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CRÓNICAS
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3 de mayo
Recibí un mensaje de Angelo que termina así: “Creíamos que la
Tierra, ahora totalmente antropizada, no nos reservaría más sor-
presas y, por el contrario, estamos entrando en una terra incognita
donde los virus son los “leones” del pasado. En fin, sigo tu diario
con cierta angustia, habiendo casi agotado las esperanzas de que
los vaticinios que destilas, escudriñando día a día el horizonte, pue-
dan volverse menos sombríos y desesperados de lo que parecen”.
Nathalie Kitroeff cuenta en el New York Times que el embajador
estadounidense en México está presionando para que las fábricas
del norte mexicano, que abastecen el ciclo del automóvil yanqui,
comiencen a funcionar nuevamente a pesar del contagio, a pesar
de las medidas de cuarentena decididas por las autoridades del país
que está bajo la amenaza constante del muro de Trump.
Christopher Landau, así se llama el embajador, dijo que si Méxi-
co no responde a las exigencias estadounidenses perderá los encar-
gos que mantienen en funcionamiento esas fábricas. Es el embaja-
dor del país al que hemos considerado líder de Occidente, del país
que ha inspirado las reformas impuestas por la fuerza de las armas
y de las finanzas en los últimos cuarenta años. Pero es legítimo
alimentar la esperanza de que este país no sobreviva a la catástrofe
que lo está envolviendo. La miseria, la desocupación, la depresión,
la violencia psicótica, la guerra civil pronto lo harán pedazos, ya lo
están haciendo pedazos. Desafortunadamente, antes de desapare-
cer, el imperio psicótico estadounidense usará, o intentará usar, la
fuerza devastadora depositada en su ejército.
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CRÓNICAS
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4 de mayo
A media tarde inflamos las ruedas de la bicicleta y salimos a dar
una vuelta por el centro de la ciudad.
Los autos comenzaron a circular de nuevo, pero pocos. Mucha-
chas en pantalones cortos y chicos sobre sus monopatines eléctri-
cos. Todos tienen su barbijo. Casi todos.
Es el día de volver a salir. Wow. Pero ¿para ir adónde? La Con-
findustria está inquieta, para los patrones es normal que millones
de personas se hundan en la enfermedad y en la muerte, siempre y
cuando la competitividad no decaiga.
“Me da miedo la idea de que se normalice la distancia social, de
102
CRÓNICAS
5 de mayo
Trump estaba convencido de que su nombre, ese monosílabo ridí-
culo y vulgar, había ganado el record absoluto en el mediascape [pai-
saje mediático] de todos los tiempos. Incluso ha dicho en alguna
parte, si no recuerdo mal, que su nombre era lo más citado desde
que existe una esfera pública global. Creo que ahora está enfure-
cido por el hecho de que la palabra “coronavirus” le ha arrebatado
ese récord.
El Corriere della Sera, con su provincialismo que atrasa cincuen-
ta años, deposita la confianza en los intelectuales franceses como
si todavía existieran. Hoy, un breve texto de Houellebecq, que dice:
“no creo medio segundo en las declaraciones del tipo “nada será
como antes”. Por el contrario, todo permanecerá exactamente igual.
El desarrollo de esta epidemia es de hecho notablemente normal”.
Todo permanecerá exactamente igual, dice Houellebecq.
Bendito sea.
Veo una suerte de desquiciamiento. La vida social ha hecho sal-
tar las articulaciones formales y las articulaciones psíquicas. La ar-
ticulación del trabajo, la articulación de la deuda, la articulación del
salario ya no funcionan. La articulación de la oferta y la demanda
ya no mantiene juntos a los flujos de mercancías, como el petróleo,
que navega en los océanos porque todos los depósitos están llenos.
El dinero, articulación que concatenaba antes todas las articu-
laciones, termina arrojado por montones aquí y allá desesperada-
mente en un esfuerzo por cerrar el gran agujero, pero ha perdido su
encanto y la capacidad de movilizar energías.
De la maligna tierra de las pesadillas purpúreas emerge impen-
sada una tempestad.
Una concreción matérica, invisible, proliferante corroe las arti-
culaciones; sin embargo, sería superficial pensar que el virus, este
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FRANCO BERARDI BIFO
6 de mayo
Mi viejo amigo Leonardo me invitó a participar de un seminario
sobre perspectivas psicopatológicas y psicoterapéuticas abiertas (o
cerradas) por el distanciamiento.
Realizo los procedimientos habituales que me llevan a la reu-
nión de Zoom, y encuentro un cenáculo de psicólogos que se en-
cuentran en una decena de ciudades diferentes de América Latina
y de Europa. La discusión es apasionante, estimulante, por mo-
mentos inquietante. No son intervenciones teóricas sino piezas de
autoanálisis, fenomenología de lo experimentado por quienes coti-
dianamente se encuentran con pacientes, principalmente en forma
virtual.
La pregunta central que veo surgir de estos relatos es: ¿cuáles
son los tiempos, cuáles serán las modalidades de elaboración del
trauma producido por el contagio y por el encierro?
En primer lugar, debemos prever una especie de sensibilización
fóbica al contacto con el otro. El distanciamiento, la angustia del
acercamiento a la piel del otro: todo esto actúa en un plano que no
es el de la voluntad consciente, sino el del inconsciente.
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CRÓNICAS
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7 de mayo
Trump dice: hemos hecho todo lo que se podía, ahora basta, volva-
mos al trabajo.
En verdad, el país se encuentra en una fase de expansión impa-
rable del contagio. La Universidad de Washington espera 134 mil
muertes de aquí a agosto. Oficialmente mueren ahora entre dos y
tres mil personas por día, el ritmo debería acelerarse hasta princi-
pios de junio. Pero Trump dice: dejémonos de historias, necesita-
mos ponernos en forma y make America great again. Treinta mil ca-
sos de infección por día en el país, y en muchos estados el número
está creciendo. Pero Trump tiene prisa.
Uno de cada cinco niños pasa hambre en el país faro de Occi-
dente. Tres veces más que en 2008, al comienzo de la que parecía
una recesión tremenda. En aquel entonces había que salvar a los
bancos; los salvaron y destruyeron las condiciones de supervivencia
de la sociedad.
8 de mayo
Sesenta mil inmigrantes, en su mayoría africanos, después de ha-
ber atravesado el desierto, después de haber sido detenidos y viola-
dos en los campos de concentración libios construidos por voluntad
y designio de Marco Minniti, 4 después de haberse arriesgado a aho-
4 Exdirigente del Partido Comunista (PCI) y desde 1992 dirigente del Partido Democrá-
tico (PD), Marco Minniti ocupó importantes cargos en los gobiernos italianos de las
últimas dos décadas. El último de ellos fue el de ministro de Interior, desde diciembre
de 2016 a junio de 2018, durante el gobierno de Paolo Gentiloni. En 2017 llevó adelan-
106
CRÓNICAS
te la estrategia italiana de freno y bloqueo del flujo migratorio a través del Mediterrá-
neo, coronada por la firma de un controvertido acuerdo con el primer ministro libio
Fayez al-Sarraj. El acuerdo fue denunciado como “inhumano” por el Alto comisariado
de las Naciones Unidas por los derechos humanos, en vista de las torturas y otras
atrocidades cometidas en los centros de detención de migrantes libios.
5 “Can we both tackle climate change and build a Covid-19 recovery?”, en https://www.
ft.com/content/9e832c8a-8961-11ea-a109-483c62d17528.
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CRÓNICAS
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FRANCO BERARDI BIFO
Bocanada de alivio.
Las preocupaciones económicas sobre el futuro, y quizás tam-
bién un cierto desgano por la proximidad, llevan a las parejas a
aplazarlo. “El 37% de quienes planeaban tener un hijo antes de la
pandemia ha cambiado de opinión”.
Como suele decirse: no hay mal que por bien no venga.
Según los demógrafos, para finales del siglo los seres humanos
en la Tierra deberían ser entre nueve y once mil millones. Con una
cifra así, no hay duda de que la partida de ajedrez la gana el jugador
que porta la guadaña.
Pero la investigación da esperanza de que el virus nos haya he-
cho recobrar la razón al menos un poco.
9 de mayo
El sol se filtra alegre por la ventana entreabierta, y me vino a la men-
te la playa inmensa de San Augustinillo. En realidad no se podía
nadar en ese mar, era tan peligroso que allí cerca había una playa
que se llamaba “la playa del muerto”, porque quienes se zambullían
allí a menudo no volvían a la orilla. No es conveniente tomarse en
broma al Océano Pacífico.
Alquilamos una cabaña de madera en Punta Placer y al anoche-
cer íbamos a comer a Nerón, y a la vuelta en la oscuridad caminá-
bamos por la playa y yo decía: “Lupita Lupita amor della mia vita”.
Quizás este sea el final. O quizás no.
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siete
¡Repartir!1
1
¡Bien venga mayo
y el gonfalón salvaje!
Bien venga primavera,
que a todos enamora:
doncellas, en hilera
con vuestros amadores,
que de rosas y f lores,
os hace bellas mayo…
Angelo Poliziano, Balada XIII2
11 de mayo
Desde que, tras un año de sufrimiento y de agonía, mi madre se
fue en mayo de 2015, la muerte ha sido el tema dominante de mi
reflexión.
La cortejaba, en cierto sentido, la desafiaba a que viniera a en-
contrarme posiblemente de noche, sin hacer ruido. La idea de una
larga vejez doliente y obtusa, la idea del colapso repentino que quita
la conciencia me aterrorizaba. Y además, francamente, jamás creí
que la longevidad fuera una estrategia inteligente desde el punto de
1 “Ripartire” en italiano significa por un lado “volver a partir” o “volver a salir” –y, en
sentido figurado, “arrancar de nuevo”, “volver a poner en marcha” o “reabrir”– y
por otro “repartir”, “distribuir”. Esta multiplicidad del término está puesta en juego
tanto en el título como más adelante en el capítulo.
2 “Ben venga maggio / e ‘l gonfalon selvaggio! // Ben venga primavera, / che vuol
l’uom s’innamori: / e voi, donzelle, a schiera / con li vostri amadori, / che di rose e di
fiori, /vi fate belle il maggio”. Son los versos iniciales de la balada en la que el poeta
humanista describe el festejo de Calendimaggio (1 de mayo) y los rituales con los
que los y las jóvenes de Florencia y otras ciudades toscanas celebraban la primavera.
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CRÓNICAS
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FRANCO BERARDI BIFO
incluso allí dentro, en el lugar más protegido que hay, tres personas
fueron alcanzadas por el virus, es difícil seguir incitando a las per-
sonas a que vuelvan al trabajo.
Los desocupados son ahora alrededor de veinticinco millones y
se espera que se conviertan en treinta y cinco millones el mes próxi-
mo. Y como en ese país los que no tienen dinero no pueden curarse,
los pobres, los afroamericanos y los latinos mueren por miles cada
día, cada día, cada día.
Una iluminación y una esperanza: ¿qué pasaría si Trump uno
de estos días estirara la pata como un perro entre un tweet y otro?
Tal vez no le disgustaría irse en este momento. Podría presentarse
con San Pedro diciéndole soy el presidente de los Estados Unidos,
dejame pasar, aunque creo que San Pedro le diría andate a la mier-
da. Pero así al menos el charlatán podría evitar el papelón de ser
derrotado por un caballo rengo como Joe Biden, mientras afuera
protestan cuarenta millones de desocupados.
Cómo luego, pensando en el presidente de Estados Unidos,
me vino a la cabeza la novela de Manzoni, 4 no lo sé, pero se los
dejo a su imaginación. Anoche me acordé de la escena en la que
don Rodrigo se despierta por la noche y descubre que tiene en el
cuerpo “un repugnante bubón de un violáceo amoratado”. Segu-
ramente lo recuerden: “el hombre se vio perdido. Lo invadió el
terror de la muerte y, con un sentido quizá más fuerte, el terror
de convertirse en presa de los monatos, de ser llevado, arrojado
al lazareto”.5
¿Qué hace entonces, aterrorizado, el jefe de los malvados, el rap-
tor de Lucia? ¿Llama al vicepresidente? Más o menos:
4 La referencia y las citas en este y los párrafos siguientes corresponden a Los novios,
de Alessandro Manzoni. Ambientada en el norte de Italia entre 1628 y 1630, la no-
vela cuenta las peripecias de dos jóvenes prometidos, Renzo y Lucia, separados por
decisión del señor del lugar, don Rodrigo, y está atravesada por la epidemia de peste
bubónica que azotó Milán y otras ciudades de Lombardía y el Véneto.
5 Los monatos eran los encargados de manejar los carros mortuorios y entrar a las
casas marcadas por la peste a retirar a los muertos o llevar a los enfermos a los
lazaretos –establecimientos sanitarios en los que se aislaba a los infectados–. Con
frecuencia, aprovechaban a despojar y saquear los hogares de enfermos y muertos.
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CRÓNICAS
12 de mayo
A principios de mayo estaba prevista la salida de mi libro que más
quiero, aunque solo sea por el hecho de que he trabajado en él du-
rante más de veinte años y nunca termina, tanto es así que se llama
E –como erotismo, estética, epidermis, extinción, etcétera.
Se llama E porque comienza citando a Rizoma, donde los dos
viejos amigos dicen (¿recuerdan?) que la historia de la filosofía oc-
cidental está compuesta de disyunciones o… o… o… y en su lugar
ahora debemos hacer una filosofía de conjunciones y… y… y…6
115
FRANCO BERARDI BIFO
Precisamente.
Hablé con mi editor italiano y decidimos posponerlo, porque es
un libro atemporal, y reemplazarlo con otro librito que se llamará:
Fenomenología del fin. Comunismo o extinción. O bien: Fenomenolo-
gía del fin. ¿Pero de qué fin estamos hablando? O quién sabe…7
13 de mayo
No me hago ilusiones de que el colapso pandémico tenga efectos
socialmente positivos en lo inmediato. Por el contrario, como escri-
be Arundhati Roy, “el coronavirus entró en los cuerpos humanos y
amplificó patologías existentes, entró en los países y sociedades y
amplificó sus enfermedades y patologías estructurales. Amplificó
la injusticia, el sectarismo, el racismo, las castas y, sobre todo, la
desigualdad”.8
Según Arundhati, el virus detuvo la máquina; ahora se trata de
detener el motor, para volver definitivamente inoperante a la econo-
mía orientada al lucro. Cueste lo que cueste.
El ciclo de acumulación no se reanudará, porque las articula-
ciones están desquiciadas: la sanitaria, la psíquica, la productiva, la
distributiva… todo se ha ido a la mierda.
En las últimas décadas, la precarización del trabajo fragilizó
a la sociedad y debilitó su resistencia. El Covid-19 fue el golpe
final: la sociedad fue disgregada por el encierro obligatorio y el
miedo, y hasta el momento no es posible resistir con la acción.
Por más paradójico que parezca, es precisamente la pasividad la
que vencerá al capitalismo conduciéndolo a la muerte por asfi-
xia. La forma más subversiva de pasividad es la insolvencia, que
consiste en hacer saltar todo no haciendo nada, y, más precisa-
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CRÓNICAS
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FRANCO BERARDI BIFO
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CRÓNICAS
Cuoghi & Corsello, artistas que conozco desde cuando en los años
ochenta algunas de sus etiquetas llenaban las paredes de los su-
burbios de Bolonia, y les propusimos colaborar en la realización en
video de Wrong Ninna Nanna.
Nos encontramos justo el día anterior al inicio del lockdown, y en
la soledad creativa de estos dos meses C&C realizaron el video de
algunas canciones. Los otros los hizo Marco Bertoni con la ayuda
de su hijo. Stay tuned.
14 de mayo
Manifestantes milicianos armados ayudan a reabrir locales comer-
ciales en Texas.
Según el periódico Folha de São Paulo, las milicias bolsonaristas
no aceptarán la derrota y se están armando.
Guerra civil global en el horizonte.
Según Lorenzo Marsili, no debemos esperar demasiado del fin
del mundo:9
“Olvídense de los sueños silvestres de desaceleración. Basta
pensar en esta paradoja: la aceleración vertiginosa del mundo y del
tiempo que nos rodea se produce a través de una crisis que nos obli-
ga a reducir la velocidad. Parece instaurarse un extraño mecanismo
por el que, cuanto más nos detenemos, más la realidad es transfor-
mada por nuestro estar en casa. Lejos de desacelerar el mundo, el
Covid-19 ha acelerado fuertemente los procesos de transformación
personal, política y económica ya en marcha.
Un deshilachamiento más que un colapso.
Tampoco el Covid-19 hará saltar al mundo por los aires. Pero
seguramente podrá llevar a su mayor deterioro: los negocios arte-
sanales podrán cerrar cada vez más rápidamente en beneficio de
la distribución organizada a gran escala; podrá haber un endureci-
miento de las medidas de austeridad para expiar la culpa del endeu-
damiento necesario; podrá fortalecerse la tendencia de los más ricos
9 En https://www.che-fare.com/marsili-possibilita-pandemia-fine-mondo.
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FRANCO BERARDI BIFO
15 de Mayo
Sentados a la orilla del río, los Wu Ming10 escriben en su blog Giap11
citando un comentario: “Se trata de una especie de principio de in-
certidumbre en el sentido heisenberguiano, entre el virus y la emer-
gencia. No se puede mirar y mantener la mirada fija en ambos, ya
que se subestima uno o el otro. Subestimados en los ojos del otro.
Es decir: para aquellos que ven bien el virus (o creen verlo bien), la
emergencia es solo una contingencia que pasará si el virus pasa;
para aquellos que ven bien la emergencia (o creen verla bien), el vi-
rus, por serio y peligroso que sea, será cada vez menos letal que las
consecuencias que las políticas de emergencia están provocando.
Cada discusión tiene esta inestabilidad a su interior y sacarla a la luz
no puede más que ser un bien”.
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CRÓNICAS
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FRANCO BERARDI BIFO
16 de mayo
Guido Viale me cae personalmente antipático desde que en julio
de 1970 publicó en el periódico Lotta Continua una extensa vitu-
peración de mi primer libro llamado Contra el trabajo. Nunca se lo
perdoné, pero admito que en los últimos tiempos escribe siempre
cosas inteligentes. Hoy publica en Comune-info un artículo15 en el
que habla sobre la normalidad “potenciada”:
“Potenciada para recuperar el tiempo perdido: no el de Proust, sino
el del PIB: más producción, más explotación, más precariedad –es
decir, falta de perspectivas y de futuro– para todos, más deuda, más
desigualdad entre ricos y pobres, más marginación de quienes se que-
dan atrás, más retrocesos para quienes no deben verse entre nosotros
(para poder explotarlos mejor), más indiferencia en relación con las
“vidas descartables”. Durante mucho tiempo, para los trabajos de re-
producción o de cuidado –cuyo papel esencial en el funcionamiento
de la sociedad, pero por mucho tiempo ocultado, fue sacado a la luz
por los movimientos feministas– se ha reclamado “igual dignidad”
y una remuneración proporcional a la de quienes eran reconocidos
reprimidas por la policía y luego continuada por las autoridades judiciales de Turín,
con arrestos y acusaciones de diversos crímenes a manifestantes y activistas.
14 Abogada y funcionaria, Luciana Lamorgese es desde septiembre de 2019 ministra
de Interior de Italia.
15 “Ribaltare il concetto del lavoro” [“Invertir el concepto de trabajo”], en https://comu-
ne-info.net/ribaltare-il-concetto-di-lavoro.
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CRÓNICAS
17 de mayo
Después de haber meditado en las palabras de Wu Ming mencio-
nadas hace poco, ahora toco una tecla sensible, y no quisiera que
alguien me malinterprete.
Ciertamente no soy un fanático de la productividad, ni idolatro
la libertad como un valor abstracto. Soy anarquista, pero no por esto
creo que sea justo joder a los otros en nombre de la propia libertad.
De hecho, realmente creo que el mito de la libertad (de algunos) a
menudo se ha utilizado para imponer la esclavitud de la mayoría.
Pero cuando en marzo me enteré de la obligación de quedarse
en casa, cuando vi los spots de celebridades publicitarias que nos in-
vitaban a imitarlos quedándonos en casa, como si todos tuviéramos
la piscina, la terraza y el mayordomo, inmediatamente pensé que
había algo incorrecto allí. Pero aún más incorrecta era la invitación
opuesta a reanudar a toda costa el trabajo en la línea de montaje. La
Confindustria es peor que Fiorello.16
16 Mientras que el famoso showman, cantante, conductor y actor Fiorello opinaba por
Twitter en marzo cosas como “Nos merecemos el toque de queda” contra quienes
persistían en salir a correr y practicar deportes al aire libre, la Cofindustria fue des-
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CRÓNICAS
18 de mayo
El New York Times publica un artículo de Roger Cohen, un periodis-
ta liberal, moderadamente progresista, muy culto. Tal vez mi perio-
dista estadounidense favorito. Bajo el título “Lo enmascarado contra
lo desenmascarado”,18 se anuncia bastante misterioso, pero el texto
es clarísimo, desde las primeras líneas.
“[…] un vecino en Colorado me dijo: los otros (los trumpistas) están ar-
mados y no se detendrán ante nada. ¿Qué le diremos a nuestros nietos
cuando Ivanka Trump asuma el poder como 46o presidente de Estados
Unidos en 2025 y sean abolidos los plazos de duración de la presiden-
cia? ¿Les diremos que hicimos todo lo que pudimos con nuestras pala-
bras, pero que ellos tenían el fusil?”.
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19 Massimo Giletti, periodista y conductor televisivo italiano con una carrera ininte-
rrumpida desde mediados de la década de 1990 en la RAI, y desde 2017 en el canal
privado LA7.
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CRÓNICAS
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CRÓNICAS
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post scriptum
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POST SCRIPTUM
negros no son solo los racistas, sino aquellos que apoyaron a Hillary
Clinton, los liberales que llevan al perro al Central Park.1
Y dado que los demócratas se sacaron de encima a Bernie San-
ders (que tal vez podía recuperar parte del voto de Trump y de la ira
negra y precaria), ahora se las tienen que ver con el abuelito balbu-
ceante de Biden, y Trump desata la guerra racial. El juego se juega
entre el suprematismo armado y el movimiento negro-precario-mi-
grante no del todo desarmado.
Aquí2 y allá,3 en la prensa estadounidense, se dice que el acelera-
cionismo estaría detrás de los disturbios.
Nadie entendió nunca qué es el aceleracionismo, y mucho me-
nos los aceleracionistas (entre los cuales algunos me incluyen, y
no puedo desmentirlos dado que no sé qué es). Sin embargo, hay
un aceleracionismo de derecha supremacista que puede ver en la
revuelta negra una oportunidad para lanzar una ofensiva racista
violenta, que por otro lado Trump ha evocado varias veces en los
últimos tiempos. De hecho, la guerra racial quizás sea su última
carta para las elecciones.
Pero las cosas se complican para la bestia rubia de la Casa Blan-
ca. Los policías salen a las calles para solidarizarse con los revolto-
sos. 4
Trato de respirar hondo, arrastrado por los acontecimientos que
sigo en estado de electrocución permanente, a veces apago la cone-
xión para poder pensar. Hago yoga, pero por pocos minutos, porque
luego me atrapa el demonio.
El mundo que sale del lockdown transita por tres dinámicas.
La competencia (y a veces alianza) entre liberales-demócratas
1 En https://edition.cnn.com/videos/us/2020/05/29/van-jones-george-f loyd-white-li-
beral-hillary-clinton-supporter-sot-newday.cnn.
2 En https://bringmethenews.com/minnesota-news/frey-the-people-doing-the-bur-
ning-are-not-minneapolis-residents.
3 En https://www.vox.com/the-highlight/2019/11/11/20882005/accelerationism-whi-
te-supremacy-christchurch.
4 En https://eu.courierpostonline.com/story/news/2020/05/30/camden-police-admi-
nistration-building-protest-george-f loyd/5293075002 y https://www.businessinsi-
der.com/video-dallas-atlanta-police-chiefs-talk-directly-with-protesters-2020-5.
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FRANCO BERARDI BIFO
que intentan reparar la red del capitalismo global con el poder de-
creciente del dinero y trumpistas nacional-supremacistas que se
están armando, tanto en Estados Unidos como en Brasil y toda Eu-
ropa, de Este a Oeste, para defender a la raza blanca de la gran mi-
gración y, tendencialmente, de la extinción.
La guerra geopolítica, que está llevando a Estados Unidos en
curso de colisión a una descomposición psicoinstitucional, y que
tiene a China compactada por la agresividad totalitaria de la máqui-
na tecnoideológica.
Y el conf licto social: la generación nacida en el cambio de mi-
lenio es la que está pagando el precio más alto por la pandemia.
No en términos de salud –ya que el virus mata casi exclusiva-
mente a personas mayores de cincuenta años–, sino en términos
psíquicos y económicos. Lo que sucede en Estados Unidos, donde
un número por el momento incontable de jóvenes blancos han
salido a las calles con sus coetáneos negros a enfrentar a la poli-
cía racista con determinación suicida, tal vez signifique esto: que
después de tres meses de lockdown, la energía acumulada está
destinada a estallar.
Y esto tendrá sus lados dolorosos, pero la alternativa es entrar en
un túnel oscuro de miedo, de angustia, de depresión, de suicidio.
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POST SCRIPTUM
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Ferocidad
Apenas las autoridades políticas italianas decretaron el fin de
las medidas de confinamiento, los lobos comenzaron a aullar
nuevamente, a mostrar sus dientes y, lo que es peor, volvieron
a morder.
En la mañana del 18 de mayo, un enjambre de policías (sin
guantes y sin barbijo, ellos pueden) acudió a la casa de siete jó-
venes precarios que trabajan como riders, mensajeros en moto, y
que en los últimos meses crearon un grupo llamado “Patrón de
mierda”, y les informaron de su expulsión de la ciudad de Bolo-
nia. ¿Por qué?
Paso la palabra a los muchachos que sufrieron esta violencia:
“Por habernos cagado siempre los Patrones de Mierda nos llamaron
stalkers, por haber estado del lado de cada trabajador y por haber exi-
gido el dinero que nos corresponde nos convertimos en extorsionado-
res, por haber ido toda la semana frente a los locales de los empleado-
res que explotan, por todo esto nos expulsan de Bolonia.
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POST SCRIPTUM
26 de mayo. Exageraciones
A veces me pasó decir que Thatcher es peor que Hitler, y que a
menudo mis interlocutores me dijeran que no exagerara. Desde el
punto de vista histórico y moral, en efecto, mi declaración no tenía
sentido: Thatcher no ordenó la solución final en los campos de con-
centración, ni invadió Polonia y la Unión Soviética, ni provocó una
guerra mundial.
Pero desde un punto de vista diferente del histórico, lo sien-
to mucho, me veo obligado a confirmar que sí, que en el pla-
no evolutivo el efecto del neoliberalismo es enormemente más
destructivo que el del nazismo. El nazismo hitleriano produjo,
además del número aterrador de víctimas, de destrucciones y
de sufrimiento, una serie de cicatrices que nunca han sanado
y que continúan sangrando (el colonialismo racista del Estado
de Israel es el ejemplo más claro). Pero el neoliberalismo ha
puesto en marcha un proceso de tipo realmente viral, un pro-
ceso de tipo molecular que ha trabajado durante mucho tiempo
en desmoronar las condiciones psicoculturales de la solidaridad
interhumana, y ha desatado los espíritus animales más feroces
en detrimento de la sociedad.
Margaret Thatcher era consciente de que la revolución neolibe-
ral tenía el carácter de una mutación “espiritual” (lo dijo en una en-
trevista de 1981), y esta mutación se caracteriza por la famosa frase
de la premier británica a comienzos de los años ochenta:
“No existe nada que pueda llamarse sociedad. Existen los individuos,
las familias, las empresas, en competencia por el éxito económico”.
5 Al respecto puede verse el informe “A looming plague”, por Tara John y Bethlehem
Feleke, en https://edition.cnn.com/interactive/2020/05/africa/locusts.
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27 de mayo.
El sistema psicoinmunitario de la generación protodigital
Ya está ampliamente demostrado que el coronavirus afecta (a veces
de forma letal) de manera casi exclusiva a personas de edad ancia-
na. Personas menores de cuarenta años no aparecen casi en las lis-
tas de decesos y son muy raras en la lista de contagiados.
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POST SCRIPTUM
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POST SCRIPTUM
28 de mayo
Entonces, ¿qué sucederá ahora? ¿Y cómo puedo saberlo? Por su-
puesto, no espero que lo sepan los economistas que hablan sobre
la posibilidad de una recuperación de la economía si el lockdown
termina pronto. Los economistas
¿es posible que todavía existan,
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FRANCO BERARDI BIFO
29 de mayo
Me parece intuir que en los próximos años, y ya en los próximos
meses, se intensificará la guerra civil en gran parte del mundo.
Como quiera que salgan las elecciones de noviembre, es difícil
imaginar una solución en la que los liberales-demócratas y los su-
premacistas nazistoides trumpistas no se vayan a las manos.
En Brasil se están formando las milicias bolsonaristas armadas,
y más sectores del ejército no apoyan al dictador loco Bolsonaro.
La derecha nacional-fascistoide contra la derecha neoliberal;
no tenemos nada que ver con esta guerra. Demasiadas veces
nos hemos dejado utilizar por los alguaciles liberal-demócratas
que nos mandan al frente a cantar Bella ciao contra los nacio-
nalistas y luego mandan a la Policía a matarnos especialmente
a nosotros.
De esta guerra aconsejo que nos retiremos de inmediato, sin
condiciones.
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POST SCRIPTUM
30 de mayo
Después del asesinato feroz de George Floyd, Minneapolis luchó
durante tres días y tres noches: la estación de Policía incendiada, los
grandes almacenes devastados y quemados, fuego por todas partes.
Trump tuiteó: “when looting starts shooting starts”: cuando co-
mienzan los saqueos comienzan los tiroteos.
Ataque de dignidad de la empresa Twitter: el mensaje del pre-
sidente fue no censurado, pero sí sujeto a una medida de adver-
tencia. Es un mensaje que instiga a la violencia e invita a cometer
crímenes. En este punto, entre la big tech y la cumbre del nazismo
mundial se abre un enfrentamiento cuyo desarrollo es difícil de
prever.
Inmediatamente después, sin embargo, la insurrección se ex-
tendió por todas partes: siete heridos en Louisville, un joven de
diecinueve años en Detroit asesinado por un disparo realizado
desde una camioneta en movimiento. La Casa Blanca rodeada.
Dentro de la Casa Blanca, la bestia rubia se enfurece. Obama
emite débiles comunicados de prensa, mientras Joe Biden pía
cada vez más suave.
La campaña electoral se prepara para usar los medios de comu-
nicación, las bazucas, los aviones y tal vez hasta la bomba nuclear.
Llega la noticia de que, acosados por el lanzamiento de objetos
y petardos, dentro de la Casa Blanca tuvieron que apagar las luces.
Algo que se hace solo cuando muere el presidente.
La estampida final
Exaltación por el lanzamiento de SpaceX Falcon9, el vehículo
producido por la empresa Tesla de Elon Musk, el hombre que
se está ocupando de preparar una f lota espacial para aquellos
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1 de junio
A partir del despido de James Comey, el director de la FBI que
entró en guerra con Donald Trump al comienzo de esta admi-
nistración, la distancia y el conf licto entre fuerzas neoliberales
y fascismo trumpista (hiperliberal) se van acentuando, pero en
los últimos meses se encuentran cada vez más en rumbo de
colisión.
La guerra civil en el Tercer Reich estadounidense es inevitable;
de hecho ya ha comenzado y en los próximos seis meses no hará
otra cosa que intensificarse, involucrando y dividiendo en dos todas
las estructuras militares y políticas de esa nación racista, imperia-
lista y moribunda.
Despedida
También nosotros debemos prepararnos para la estampida final.
Tenemos que aprender a hacer dos cosas a la vez: huir y prepa-
rarnos. Como dice Deleuze, cuando se huye, no todo se limita a
huir, sino que se buscan nuevas armas, se prepara la emboscada,
y se hacen un montón de otras cosas menos beligerantes.
Entonces: retirémonos. Huyamos.
¿Dónde? Bueno, no lo sé: quién la tenga, que se retire a su
casa de campo en los Montes Sibilinos; quien no la tenga, que
se retire dentro de sí mismo, que se vuelva afásico, que sonría
enigmáticamente a quienes le hablan y responda con oraciones
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POST SCRIPTUM
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seis meditaciones sobre el umbral
uno
umbral & cosmopoiesis
No existe
No existe una novela a cuatro manos de William Burroughs y Philip
Dick.
El director inglés Ridley Scott mezcló sus destinos cuando tomó
el título de una novelita escrita por Burroughs en 1977 (Blade Runner)
para hacer una película que cuenta la historia de un cuento de Dick:
¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas? El resultado fue la obra que
marcó quizás el mayor grado de conciencia estética de la mutación
tecnocultural que se estaba preparando en los años ochenta.
En el esbozo narrativo del librito burroughsiano Blade Runner
se narra una epidemia cancerosa. La acción tiene lugar en 2014:
luego de las devastadores revueltas de 1984, se difunde un virus
que provoca el cáncer-relámpago, pero al mismo tiempo tiene el po-
der de multiplicar por diez las potencias sexuales de los individuos.
El cuerpo médico prohíbe la difusión del cáncer-relámpago que es
transmitido por blade runners, mensajeros que transportan drogas y
antídotos. Un delirio, un delirio total (la historia siguió siendo casi
desconocida para el público, a pesar de una edición de Blue Wind
Press de Berkeley de 1979), un delirio del que emerge, sin embargo,
una intuición que Burroughs retoma en Ah Puch está aquí:1 la in-
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MEDITACIONES
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MEDITACIONES
“El kipple está hecho de objetos inútiles, como el correo basura o las
cajas de fósforos después de que usaste el último o los envoltorios de
chicle o el homeodiario del día anterior. Cuando no hay nadie alrede-
dor, el kipple se reproduce a sí mismo. Por ejemplo, si te vas a dormir y
dejás algo de kipple tirado en tu departamento, al levantarte a la maña-
na siguiente hay el doble
el kipple expulsa a lo no-kipple”.
4 Antonio Caronia, Domenico Gallo, Philip K. Dick. La macchina della paranoia. Enci-
clopedia dickiana, Milán, Agencia X, 2006.
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MEDITACIONES
Si la hubieran escrito
Si William Burroughs y Philip Dick hubieran escrito juntos esta
novela que no escribieron, habrían imaginado lo que estamos expe-
rimentando existencialmente en la primavera de 2020, la prolifera-
ción de coronavirus en una sociedad al borde del colapso ambiental,
psíquico y financiero.
No olvidemos que no es que la sociedad planetaria haya entrado
en una condición difícil recién con el estallido de la epidemia de
coronavirus. No. Ya estaba antes al borde del colapso. En términos
ambientales, esto es completamente evidente: la serie de catástro-
fes ambientales corroboradas en el año 2019 es impresionante, y la
economía mundial estaba sostenida por una intervención constan-
te de reflote financiero pagado por trabajadores y contribuyentes,
ya que de otro modo se hubiera detenido hace tiempo, adecuándose
a la condición de estancamiento secular a la que está destinada.
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MEDITACIONES
Hemos visto bien en los años del SIDA cómo un virus puede mo-
dificar profundamente la disponibilidad erótica y, por lo tanto, la
solidaridad afectiva entre las personas.
En segundo lugar, se verifica una propagación mediática del
virus: la información está saturada por la epidemia, la atención
pública está polarizada y paralizada. Pero al mismo tiempo se
pone en marcha una sensibilidad de nuevo tipo: el pasado termi-
na siendo percibido de manera diferente y, sobre todo, el futuro
está trastornado.
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dos
más allá del colapso
Todo lo que hemos pensado en los últimos cincuenta años debe ser
repensado de cero.
Gracias a Dios (¿es que Dios será un virus?) ahora tenemos
una cantidad de tiempo libre porque el viejo negocio está fuera
del negocio.
Quiero decir algunas cosas sobre tres cuestiones diferentes. La
primera es el fin de la historia humana que está evidentemente
desplegándose frente a nuestros ojos. La segunda es la emancipa-
ción respecto del capitalismo inscrita como posibilidad en las con-
secuencias del bloqueo de la economía, y el peligro inminente del
tecnototalitarismo. La tercera es el regreso de la muerte a la escena
del discurso filosófico, tras la larga represión moderna ahora que el
cuerpo vuelve a emerger como disipación, como disolución.
Criaturitas
El filósofo que mejor ha anticipado el apocalipsis viral en marcha es
la filósofa Donna Haraway.
En Staying With trouble,1 Haraway sugiere que el agente de la
evolución ya no es el hombre sujeto de la historia.
El ser humano pierde su centralidad en este caótico proceso, y
no nos debemos desesperar por esto como hacen ciertos nostálgi-
cos del humanismo moderno. Al mismo tiempo, sin embargo, no
1 Editado por Duke University Press en 2016, Staying With trouble fue publicado en
italiano con el título de Chthulucene [Chthuluceno] (Nero, Roma, 2019), y en español
como Seguir con el problema (consonni, Bilbao, 2019).
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MEDITACIONES
Útil
Después de cuarenta años de aceleración neoliberal, la carrera del
capitalismo financiero de repente se ha detenido. Uno, dos, tres me-
ses de lockdown global, una larga interrupción del proceso de pro-
ducción y circulación de personas y de mercancías, un largo período
de autoencierro, la tragedia de la pandemia
todo esto está destinado
a romper la dinámica capitalista de modo irremediable, irreversi-
ble. Los poderes que gestionan el capital global política y financie-
ramente están tratando desesperadamente de “salvar la economía”
inyectando enormes sumas de dinero. Miles de billones de billones
números, cifras que tienden a significar: cero.
De repente, el dinero no cuenta nada, o muy poco.
¿Para qué dar dinero a un cadáver? ¿Se le puede devolver la vida
al cuerpo de la economía global inyectando dinero? No se puede. El
punto es que tanto el lado de la oferta como el de la demanda son
ahora inmunes a los estímulos monetarios, porque el colapso no
ocurre por razones financieras (como en 2008), sino por el colapso
de los cuerpos, y los cuerpos no tienen nada que hacer con el estí-
mulo financiero.
Estamos cruzando el umbral más allá del ciclo trabajo-dine-
ro-consumo.
Cuando un día –esperemos que cercano– el cuerpo salga del
encierro de la cuarentena, el problema no será el reequilibrio de la
relación entre el tiempo de trabajo y el dinero, de la relación entre
la deuda y el pago de la deuda. La Unión Europea ha sido fractura-
da por su obsesión con el equilibro fiscal, pero la gente muere, los
hospitales se quedan sin suministros médicos y sin respiradores, y
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MEDITACIONES
Placer
El tercer punto sobre el que quiero reflexionar es el retorno de la
mortalidad como característica que define a lo humano. El capita-
lismo fue un intento fantástico de superar la muerte, de deshacerse
de ella.
La acumulación es el sucedáneo que sustituye a la muerte con la
abstracción del valor, la continuidad artificial de la vida en el mer-
cado.
El pasaje de la producción industrial al infotrabajo, el pasaje de la
conjunción a la conexión en la esfera comunicativa: este es el punto
de llegada de la carrera hacia la abstracción como tendencia princi-
pal de la evolución capitalista.
En la pandemia la conjunción está prohibida: quedarse en casa,
no visitar amigos, mantener la distancia, no tocar a nadie. Está en
marcha una enorme expansión del tiempo que pasamos online,
inevitablemente, y todas las relaciones, de trabajo, de producción, de
educación, han sido transferidas a esta esfera que impide la conjun-
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tres
recodificador universal
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cuatro
el tercer inconsciente
Inconsciente e infinito
El inconsciente es un concepto esencial de la ref lexión psicoana-
lítica.
Al mismo tiempo íntimo y extranjero, es fuente magmática de la
imaginación de posibles configuraciones del mundo.
Ignacio Matte Blanco desarrolla el concepto del inconsciente
como dimensión no numerable, en la que son contenidos conjuntos
infinitos, y de la que pueden por lo tanto surgir innumerables re-
composiciones de lo imaginario. “La noción de que el inconsciente
tendría que ver con conjuntos infinitos que no tienen solamente la
cualidad de la no numerabilidad, sino también la del continuum”.1
La noción de continuum surge aquí en oposición a la noción de
lo discreto; la tecnología digital está basada en la combinación de
unidades discretas, mientras que el inconsciente es un continuum
magmático.
Esto es de extrema importancia en el contexto de la tesis que
intento afirmar, a saber, que el lenguaje digital no tiene nada que
ver con el inconsciente.
En El antiedipo, Deleuze y Guattari afirman que, lejos de ser un
depósito de los contenidos rechazados de la experiencia, el incons-
ciente “no es un teatro sino un laboratorio”. Es una fuerza produc-
tiva que emana activamente flujos de deseo dinámico y creativo.
1 Ignacio Matte Blanco, The Unconscious as infinite sets. An essay in Bi-logic [El In-
consciente como Conjuntos Infinitos. Un ensayo sobre bi-lógica], Duckworth, Londres,
1975, p. 17.
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“El deseo es este conjunto de síntesis pasivas que maquinan los objetos
parciales, los flujos y los cuerpos, y que funcionan como unidades de
producción. De ahí se desprende lo real, es el resultado de las síntesis
pasivas del deseo como autoproducción del inconsciente. El deseo no
carece de nada, no carece de objeto. Es más bien el sujeto quien carece
de deseo, o el deseo quien carece de sujeto fijo; no hay más sujeto fijo
que por la represión. El deseo y su objeto forman una unidad: la má-
quina, en tanto que máquina de máquina”.2
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La tercera psicósfera
Ahora, durante la propagación del contagio y del encierro, gradual-
mente me di cuenta de que la psicósfera es arrollada por una onda
mutágena: se desarticula lentamente la propia actividad de cons-
truir articulaciones, la actividad de la mente. La sensibilidad está en
juego, el deseo está en juego.
Reconstruyendo la evolución tardomoderna del concepto de in-
consciente y sus evoluciones, decía que los límites entre lo conscien-
te y lo inconsciente se han desplazado, revelando nuevas dimensio-
nes del malestar, pasando de un régimen neurótico a un régimen
psicótico. Ahora estos límites de nuevo se están desplazando, se
rompen, se confunden, se superponen, mientras ceden las articu-
laciones que mantenían unido al universo de la sensibilidad, del
erotismo, de la afectividad.
Estamos en un umbral: ¿qué panorama psíquico surgirá en la
era que le siga a la gran psicodeflación de la primavera de 2020?
¿Qué efectos a largo plazo tendrá la invasión del ambiente sen-
sual y afectivo por parte del virus?
El trauma no es inmediatamente evidente. A pesar de las declara-
ciones rimbombantes de los líderes políticos, no estamos en guerra;
el enemigo no es visible, las heridas no se manifiestan de inmediato,
a veces no se manifiestan en absoluto, la muerte no se exhibe en las
calles, la muerte está oculta, los funerales clandestinos, ocultos a la
visión pública. Por lo tanto, el trauma actúa lentamente y se presenta
primero en forma de psicodeflación, de desaceleración, del bendito
retorno del aburrimiento hace mucho tiempo olvidado.
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Critters simpoiéticos
Pero, ¿qué quiere decir la palabra poesía, la palabra arte, en la elabo-
ración psíquica del trauma?
Susi Chen me lo sugirió hace unos días, durante un semi-
nario por Zoom en Hunter College al me había invitado Daniel
Bozhkov.
La poesía, sugiere Susi, son los critters del lenguaje.
Iluminador: el edificio estructurado del lenguaje se desmoro-
na porque una materia psíquica indecible penetra en el espacio
de la comunicación. He aquí entonces que se ponen en movi-
miento (si somos capaces de hacerlo) las partículas lingüísticas
disolutivas y recompositivas: critters, como dice Donna Haraway,
en su enigmático Staying with the trouble.
“De alguna manera debemos hacer el relevo
y reinventar las
condiciones para la floración multiespecie, en un tiempo que no es
solo de incesantes guerras y genocidios humanos, sino también de
extinciones masivas y genocidios multiespecie propulsados por los
humanos que arrastran a personas y critters a la vorágine. Debe-
mos tener el coraje de hacer el relevo; esto quiere decir crear, fabu-
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la profecía sensual
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2 Ibíd., p. 19.
3 “all things exist in human imagination
/ all you behold, tho it appears Without it
is Within / In your Imagination of which this World of Mortality is but a Shadow”.
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MEDITACIONES
4 “Man has no Body distinct from his Soul: for that call’d Body is a portion of Soul
discern’d by the five senses, the chief inlets of Soul in this age. / Energy is the only
life and is from the Body; and Reason is the bound or outward circumference of
Energy. / Energy is eternal delight”.
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seis
besos
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1 “What single people are starting to realice” [“Lo que las personas solteras están co-
menzando a entender”], en https://www.nytimes.com/2020/05/18/opinion/corona-
virus-dating.html.
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MEDITACIONES
2 “Bisogna immaginare Sisifo felice” [“Es necesario imaginar a Sísifo feliz”], disponi-
ble en https://culturificio.org/sisifo-felice.
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Sublimación
Freud habla de sublimación en diferentes puntos de su obra:
“La pulsión sexual coloca enormes cantidades de fuerzas a disposición
del trabajo de la civilización y esto debido a su particular calidad muy
marcada de desplazar su meta sin ninguna disminución esencial de
la intensidad. Llamamos facultad de sublimación a esta propiedad de
intercambiar la meta originaria sexual con otra, ya no sexual sino psí-
quicamente afín a la primera”.
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CRÓNICAS
La ilusión
Entonces, tal vez de manera incongruente, otra digresión me viene
a la mente con respecto al concepto de ilusión.
Ateo, rebelde, cosmopolita, exiliado pobre, endeudado, persegui-
do, Ugo Foscolo vivió una existencia feliz porque conoció la euforia
de la rebelión contra el poder, y la belleza de las formas sensuales y
de las formas artísticas.
“Celestial es esa
correspondencia de amorosos sentidos,
celestial don es en los humanos”.3
Los amorosos sentidos nos permiten (en los Sepulcros de los que se
extraen estos versos) entrar en comunicación con aquellos que ya
no están pero que nunca dejan de hablarnos con sus obras. Pero
son también los sentidos eróticos de los innumerables cuerpos que
amó el poeta.
Es una ilusión, es cierto, reconoce Foscolo. Pero esta ilusión es
todo lo que conocemos por fuera de la sordidez de los ambientes en
los que a menudo la vida nos encierra, del cinismo del poder, de la
enfermedad y de la muerte.
197
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4 “in te beltà rivive, / l’aurea beltate ond’ebbero / ristoro unico a’ mali / le nate a vane-
ggiar menti mortali”. Los versos pertenecen a la oda “All’amica risanata”, dedicada a
la condesa milanesa Antonietta Fagnani y compuesta para celebrar su recuperación
de una larga enfermedad. Gran conocedora del francés, el inglés y el alemán, Fagna-
ni ayudó a Foscolo en la revisión de su novela epistolar Ultime lettere di Jacopo Ortis y
en la traducción al italiano de Las penas del joven Werther de Goethe.
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CRÓNICAS
5 “Ahi come, / come passata sei, / cara compagna dell’età mia nova, / mia lacrimata
speme! / Questo è quel mondo? Questi / I diletti, l’amor, l’opre, gli evento / onde
cotanto ragionammo insieme? / Questa la sorte dell’umane genti? / All’apparir del
vero / tu, misera, cadesti: e con la mano / la fredda morte ed una tomba ignuda/
mostravi di lontano”. Traducción de José Luis Bernal, en Giacomo Leopardi, Cantos,
México D.F., Universidad Autónoma de México, 2012. En http://www.materialde-
lectura.unam.mx/index.php/poesia-moderna/16-poesia-moderna-cat/307-158-gia-
como-leopardi.
6 “Chi rimembrar vi può senza sospiri, / o primo entrar di giovinezza, o giorni /
vezzosi, inenarrabili, allor quando / al rapito mortal primieramente / sorridon le
donzelle; a gara intorno / ogni cosa sorride; invidia tace, / non desta ancora ov-
ver benigna; e quasi / (inusitata maraviglia!) il mondo / la destra soccorrevole gli
porge”. Traducción de Jorge Aulicino, en https://campodemaniobras.blogspot.
com/2019/04/giacomo-leopardi-la-retama-o-f lor-del.html.
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CRÓNICAS
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Otros títulos de Tinta Limón