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AÑO DE LA FACULTAD DE CIENCIAS DE LA SALUD.

LA GENERACIÓN DE LOS PROCESOS COGNITIVOS.

Índice:
1.0 RESUMEN( La GENERACIÓN DE LOS PROCESOS COGNITIVOS).
1.1 Antecedentes y correlatos de la hostilidad intergrupal.
1.1.2 Procesos motivacionales.
1.1.3 Mecanismos cognitivos.

1.2 La hostilidad intergrupal en contexto.


1.3 Mecanismos cognitivos.
1.4. Mecanismos cognitivos.
1.5 Conclusiones.
1.6 Referencias.

Responsables:

-Galindo Tapia, Cintya Alexandra.


-Salas Alarcon, Vanessa Maikely.
-Sandoval Sandoval, Omar D Alessandro.
-Ruiz Silva, Alicia Mercedes.

ASESOR(A)(ES):

VALVERDE VELA, YANIRA ZUZI.


1.0 RESUMEN :
(La GENERACIÓN DE LOS PROCESOS COGNITIVOS).

La psicología social de las relaciones intergrupales es el área de la psicología que estudia las
causas y consecuencias de las acciones y percepciones que tienen los individuos sobre sí
mismos y los otros miembros de diferentes grupos sociales. Sherif y Sherif definían este
campo de investigación como el análisis de aquellas conductas y actitudes que surgen de la
pertenencia concreta o deseada a un grupo. Esta línea de trabajo se ocupa entonces de las
conductas intergrupales de los sujetos, es decir, de las similitudes y uniformidades en los
patrones comportamentales que emergen de la percepción de sí mismo y de los otros en
términos de su adscripción a un grupo social .
A partir de estas nociones básicas, la investigación sobre las relaciones intergrupales se ha
ocupado de los mecanismos psicosociales que se encuentran a la base de varios fenómenos
intergrupales, en particular de aquellos aspectos conflictivos de la relación entre miembros de
distintas categorías sociales. Al mismo tiempo, la investigación se ha abocado al estudio de
condiciones y mecanismos asociados a la reducción del antagonismo intergrupal y la
promoción de relaciones intergrupales, solidarias, positivas o armónicas.
Si bien la literatura sobre relaciones intergrupales se ocupa del estudio de otros muchos
fenómenos como el etnocentrismo , los patrones comunicativos intergrupales , el favoritismo
endogrupal o la infrahumanización de los exogrupos y sus miembros , este artículo enfoca su
atención en los tres constructos más clásicos. Esto es porque, precisamente, parte importante
del quehacer de la psicología de las relaciones intergrupales ha girado en torno a estas tres
formas particulares de hostilidad. La segunda parte presenta los principales modelos
explicativos que se han acumulado desde principios del siglo XX para comprender las bases
psicosociales de la hostilidad intergrupal.
1.1
Antecedentes y correlatos de la hostilidad intergrupal.

Son las causas psicosociales de la hostilidad intergrupal ha sido guiado por propuestas
teóricas muy diversas . las teorías iniciales alrededor de las décadas del 40 y 50, ponían un
fuerte énfasis en explicaciones motivacionales de la hostilidad intergrupal; mientras que en
las décadas de los 60 y 70 se formularon propuestas de corte eminentemente cognitivo. A
finales del siglo XX y hasta ahora, la integración de explicaciones cognitivo-motivacionales
dominan la agenda de investigación la hostilidad intergrupal y las propuestas que privilegian
las causas contextuales de los estereotipos, el prejuicio y la discriminación (Duckitt, 1992).
De nuevo, la investigación actual privilegia el análisis de la interacción entre el contexto de
contacto intergrupal y las diferencias interindividuales. Tomando en cuenta estas oscilaciones,
el siguiente apartado examina los principales aportes teóricos y empíricos de la psicología
social de las relaciones intergrupales en dos niveles de análisis: el nivel de las variables
individuales y el ámbito de los factores contextuales o situacionales

principales variables motivacionales estudiadas por la psicología Determinantes


individuales.de las relaciones intergrupales están relacionadas con a) las características de
personalidad de los individuos, b) sus sentimientos de frustración y deprivación y c) los
procesos de comparación social motivados por las necesidades psicológicas de justicia,
control, conocimiento, autoafirmación y pertenencia. Dentro de los procesos cognitivos más
estudiados se encuentran

1.1.2
Procesos motivacionales.

Es el área de las bases motivacionales del antagonismo intergrupal se ha ocupado de detectar


aquel “tipo” de individuo que es más propenso al prejuicio. El ejemplo más célebre de esta
clase de explicaciones es la teoría de la personalidad autoritaria (de ahora en adelante TPA)
del grupo de investigadores alrededor de Adorno (Adorno, et al., 1950). La TPA ha producido
una vasta literatura que ubica la hostilidad intergrupal en conflictos intrapsíquicos. El
conflicto básico motivacional que subyace a la personalidad autoritaria emerge, según este
modelo, de patrones de socialización punitivos, en los cuales los impulsos socialmente
inaceptables son reprimidos de una manera particularmente severa y controladora resultando
en individuos igualmente controladores, punitivos y opresivos. Básicamente el autoritarismo
se refiere a un síndrome específico de características de personalidad covariantes, dentro las
cuales destacan el convencionalismo, la agresión autoritaria, la sumisión autoritaria, la
estereotipia, y la rigidez cognitiva2. En otras palabras un individuo autoritario se caracteriza
por ser convencional: ver el mundo (literalmente) en “blanco y negro”, expresar sentimientos
agresivos en contra de chivos expiatorios
1.1.3
Mecanismos cognitivos.

“los costarricenses son muy diferentes a los mexicanos”) y a subestimar las diferencias dentro
de las categorías (ej. “todos los mexicanos son iguales”). Estos efectos tienen un carácter
evaluativo (ej. “los costarricenses son más simpáticos que los mexicanos”) y son
particularmente marcados cuando los sujetos pertenecen a una de las categorías (ej. “nosotros
somos simplemente mejores que ellos”).

Desarrollos posteriores de la TIS, formalizados en la teoría de la autocategorización (TAC) de


Turner y colaboradores (1987), especifican los mecanismos de formación y activación de
estos procesos. Según la TAC la activación de las categorizaciones sociales depende de a) las
motivaciones del sujeto, sus experiencias pasadas y sus intenciones presentes; b) las
características del estímulo en relación

1.2

La hostilidad intergrupal en contexto.


Los efectos del contexto en la hostilidad intergrupal han sido estudiados atendiendo
principalmente a las características estructurales de las relaciones entre los grupos sociales y
sobre todo a la percepción subjetiva de tal relación. En sociedades estratificadas como las
nuestras, la percepción subjetiva de las relaciones intergrupales objetivas define y regula las
formas concretas y cotidianas de contacto intergrupal.Estos temas han sido estudiados a
través de tres teorías principales: la teoría del conflicto realista Los principales postulados de
las dos primeras se describen a continuación.

La hostilidad intergrupal emerge de la competencia directa entre los grupos por recursos
socialmente valorados y aparentemente escasos como poder, prestigio y bienes materiales.
Específicamente, la teoría postula que la hostilidad intergrupal aumenta cuando los grupos
son competitivamente interdependientes.-intereses no lleva automáticamente a la hostilidad
intergrupal; para ello son necesarias ciertas condiciones vinculadas con las posibilidades
reales o subjetivas de que se pueda dar un cambio en las relaciones entre los grupos.

1.3

PROCESOS MOTIVACIONALES .

El texto aborda la investigación en el campo de las bases motivacionales del antagonismo

intergrupal. Se destaca la teoría de la personalidad autoritaria (TPA), desarrollada por Adorno

y su grupo de investigadores, que explica la hostilidad intergrupal como resultado de patrones

de socialización punitivos y represión de impulsos socialmente inaceptables. Los individuos

autoritarios son propensos a apoyar sistemas de creencias estereotípicos, expresar

sentimientos derogatorios hacia las minorías y exhibir conductas discriminatorias.

La TPA ha sido objeto de críticas, incluyendo su reduccionismo individualista y la

patologización de fenómenos intergrupales. En respuesta a estas limitaciones, se han

propuesto modelos que sitúan el autoritarismo en factores situacionales, como el

condicionamiento instrumental, el aprendizaje vicario y la seguridad proporcionada por las

autoridades.
Otra teoría mencionada es la teoría de la dominancia social (TDS), que sostiene que algunas

personas aceptan la dominación de ciertos grupos sobre otros y son receptivas a ideologías de

superioridad grupal. La TDS también muestra resistencia a las reivindicaciones de los grupos

étnicos minoritarios.

Se presentan otros modelos que se centran en la frustración, la deprivación relativa y la

identidad social como motivaciones para el antagonismo intergrupal. Estos modelos subrayan

la importancia de la comparación social y la necesidad de autoafirmación a través de los

grupos de pertenencia.

En general, los diferentes modelos enfatizan distintos mecanismos psicológicos y factores

motivacionales que contribuyen a la hostilidad intergrupal. Algunos modelos reciben críticas

por su enfoque individualista y falta de consideración de los fenómenos intergrupales,

mientras que otros incorporan la influencia de factores situacionales y la importancia de la

identidad social en la conducta intergrupal.


1.4

MECANISMOS COGNITIVOS .

La línea de investigación cognitiva en torno a la sobreestimación perceptiva sugiere que los

individuos tienden a formar grupos o categorías para organizar la información del entorno

social. Esto tiene efectos importantes en los procesos de percepción social, ya que tendemos a

sobreestimar las diferencias entre categorías y a subestimar las diferencias dentro de ellas.

Estos efectos tienen un carácter evaluativo y son especialmente marcados cuando los sujetos

pertenecen a una de las categorías, lo que puede generar actitudes de superioridad hacia otros

grupos.

La teoría de la autocategorización (TAC) especifica los mecanismos de formación y

activación de estos procesos, señalando que dependen de las motivaciones, experiencias

pasadas, intenciones presentes, características del estímulo y percepciones de las relaciones

intergrupales.

Gordon Allport formuló una idea similar a esta teoría antes, afirmando que la categorización

subyacente al prejuicio se basa en procesos normales de formación cognitiva de grupos y

generalizaciones. Allport también sostuvo que las categorías no son solo descriptivas, sino

profundamente evaluativas.

Según la literatura sobre cognición social, las categorías sociales son estructuras cognitivas

que contienen y organizan el conocimiento sobre la realidad social. El uso de estas categorías

tiene importantes efectos en la codificación, el recuerdo, el reconocimiento, la inferencia y la

evaluación. Se utilizan indicadores distintivos como la edad, el género, el color de piel y la

vestimenta para otorgar estructura a la complejidad del entorno social basándose en criterios

de similitud y diferencia.

Estas propuestas teóricas sugieren que los procesos de categorización social están implicados

en sesgos perceptuales y evaluativos que sustentan la hostilidad intergrupal. Estudios en


laboratorio han demostrado que la activación de categorías sociales ocurre rápidamente

cuando se asocia con estereotipos, lo que lleva a percibir y evaluar a los miembros del

exogrupo de manera estereotipada. La prominencia de estímulos físicos y sociales, combinada

con conocimiento previo, produce evaluaciones polarizadas de las categorías y sus miembros.

En general, los individuos tienden a actuar de manera más favorable hacia miembros del

endogrupo, a evaluarlos de forma más positiva y a asociarlos características personales y

físicas positivas en comparación con los miembros del exogrupo. Estos efectos de

categorización interactúan con las normas socioculturales, y los miembros de grupos

estigmatizados son categorizados más rápidamente que los miembros de grupos privilegiados.

La categorización social también está relacionada con la percepción de homogeneidad del

exogrupo, donde se tiende a percibir a los miembros del exogrupo como más homogéneos

que los del endogrupo. Esto no solo se debe a la formación de esquemas, sino también a las

normas sociales y las relaciones entre los grupos. Además, la correlación ilusoria, que se

refiere a la tendencia a sobreestimar la correlación entre estímulos infrecuentes y distintivos,

interactúa con las normas sociales y las relaciones grupales para formar estereotipos

negativos.
1.5

CONCLUSIÓN.

En conclusión el autor afirma en su investigación que la psicología social de las relaciones

intergrupales es el área de la psicología que estudia las causas y consecuencias de las acciones y

percepciones que tienen los individuos sobre sí mismos y los otros en tanto miembros de diferentes

grupos sociales. Sherif y Sherif (1979) definían este campo de investigación como el análisis de

aquellas conductas y actitudes que surgen de la pertenencia concreta o deseada a un grupo humano.

Las teorías cognitivas señalan que la hostilidad intergrupal no es exclusiva de personas enfermas, sino

que surge de sesgos perceptivos comunes a todos los seres humanos. Estos sesgos están influenciados
por nuestras creencias y valores, y tendemos a estructurar la realidad social de acuerdo con ellos. Por

otro lado, las teorías motivacionales explican que estos sesgos surgen debido a diversas necesidades

psicológicas. En otras palabras, estamos dispuestos a distorsionar nuestra percepción del mundo social

si estas distorsiones nos permiten satisfacer ciertas necesidades psicológicas. Tanto en las teorías

motivacionales como en los modelos cognitivos, se reconoce la importancia de considerar las

diferencias individuales dentro del contexto de las relaciones objetivas entre grupos y los significados

subjetivos de esas relaciones.

1.6
REFERENCIAS .
● Adorno, T., Frenkel-Brunswik, E., Levinson, D. & Sanford, R. (1950). The
authoritarian personality. New York: Harper & Row. [ Links ]
● Allport, F. (1962). Individual and collective: Structural theory an the master
problem of social psychology. Journal of Abnormal and Social Psychology, 64, 3-
30.
● Allport, G. (1954). The nature of prejudice. Reading, MA: Perseus Book
Publishing.
● Altemeyer, B. (1988). Enemies of freedom. San Francisco: Josey-Bass.
● Behrman, J. R., Gaviria, A. & Székely, M. (Eds.) (2003). Who’s in and who’s out:
Social exclusion in Latin America. Washington, D.C.: Inter-American Development
Bank.
● Berkowitz, L. (1962). Aggression: A social psychological analysis. New York: Mc
Graw-Hill.

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