El Don de Ser Mujer
El Don de Ser Mujer
El Don de Ser Mujer
Definición de digno:
adj. Merecedor de algo.
adj. Correspondiente, proporcionado al mérito y condición de alguien o algo.
adj. Que tiene dignidad o se comporta con ella.
adj. Propio de la persona digna.
Dignidad
f. Excelencia, realce.
f. Gravedad y decoro de las personas en la manera
de comportarse.
f. Cargo o empleo honorífico y de autoridad.
Varón y mujer son dos modos de ser y estar en el mundo. Hoy la sociedad nos dice que
para ser digna la mujer debe ser igual al hombre, ser fuerte, poderosa, masculina.
Imitar las acciones del hombre no la hace más digna sino simplemente eso, una
imitación de otro. Imitar al hombre la hace perder las cualidades y los dones que la
hacen especial.
No voy a hacer un recorrido por las diferentes corrientes filosóficas, para eso hay
muchos y muy buenos escritos. Aquí me detendré a analizar la naturaleza humana
desde la Antropología personalista, tratando de describir sus fundamentos y de
mostrar porqué creo que es la perspectiva que mejor describe la naturaleza humana.
Más allá de las divisiones que hagamos y los nombres que otorguemos a cada
dimensión, es cierto que la persona para desarrollarse plenamente es necesario que
las conozca y se ocupe de cuidarlas y desplegarlas.
Por último la dimensión somática o física, es aquella que compartimos con los demás
seres vivos y por la que podemos expresar las otras dimensiones.
Ahora bien, antes dijimos que para lograr un pleno desarrollo la persona necesita
conocer el mundo y conocerse. Esto es necesario porque para lograr la madurez la
persona debe integrar las 3 dimensiones, que están íntimamente unidas, sin descuidar
ninguna y no dejando que una prime sobre las otras. Aquel que sólo se ocupa de
desarrollarse como deportista, entrenando 12 horas por día, deja poco espacio para
desplegar su dimensión espiritual, lograr autoconocimiento y dedicarse a una actividad
que eleve y transforme su espíritu, y seguramente le quedará poco tiempo para
relacionarse con amigos y familia. De esta manera la persona se puede volver
antipática, poco empática con sus semejantes, su espíritu se irá apagando. Por otro
lado quien sólo se ocupe de lo espiritual, posiblemente sea muy cercano a sus
semejantes pero si descuida su cuerpo podrá tener problemas de salud.
las pasiones y las emociones, que, cuando se desbordan pueden ser muy daniñas; y así
dominando mis emociones y encaminando mi razón al logro de objetivos
trascendentes la donación hacia los demás se dará sola.
La Santísima Trinidad es el espejo donde los hombres pueden ver el reflejo de lo que
están llamados a ser: don de amor para los otros. El hombre es esposo sólo en su
vínculo con la mujer que es su esposa, es padre por los hijos que engendra o por
aquellos a los que acompaña espiritualmente como padre, es amigo en relación con
sus amigos y así en cada relación que entable y lo mismo para la mujer.
Dios en su infinita sabiduría nos muestra la Santísima Trinidad como la perfecta
comunidad de Amor donde el Padre no puede ser sin el Hijo y el Hijo no puede ser sin
su relación con el Padres, el Espíritu Santo es el Amor que vive con el Padre y el Hijo.
En esta comunidad perfecta es donde el hombre debe mirarse.
Dios quiso que el hombre sea imagen suya en el mundo, pero no de un modo único
sino como hombre y como mujer. Así cada uno de ellos revela de un modo distinto
pero complementario el rostro y el amor de Dios.
De allí que la sexualidad humana no se refiere solamente al hecho físico de ser
diferentes, ni a la función de procrear, sino que va más allá. La sexualidad humana
atraviesa toda la persona porque lo femenino o lo masculino tienen que ver con modo
particular de ser persona.
No se puede definir a la persona sin tener en cuenta su condición de hombre o de
mujer. Toda ella es en sí misma hombre o mujer, su cuerpo, su mente y su espíritu, y
sus acciones estarán determinadas, no condicionadas o definidas, pero sí marcadas por
su sexualidad.
Por ello sólo podrá ser feliz aquella persona que pueda aceptar su sexualidad y vivir
su vocación a partir de ella. Cada sexo tiene unas cualidades particulares de
relacionarse con el mundo. Esto no significa que se pueda ser hombre o mujer de una
única manera, sino que hay características que predominan en la mujer y otras en el
hombre.
Si contemplamos la íntima relación que existe en la Trinidad, entre el Padre y el Hijo,
entenderemos nuestro misterio personal. Y la necesidad humana de darse y recibir.
Dios no necesitaba dos sexos para la continuidad de la raza humana, pero lo quiso
así para que varón y mujer se ayuden mutuamente, se busquen permanentemente en
una clara necesidad de comunión íntima a imagen de la Santísima Trinidad.
Varón y mujer creados para hacer de este un mundo mejor, ayudando a Dios en su
tarea creadora (Mazzei, 2017).
VARÓN
• Justicia • Cuidado
• Derechos • Responsabilidad
• Igual trato para todos • Hacerse cargo de los sufrimientos de
cada uno
• Aplicar reglas con imparcialidad • Preservar la conexión emocional
• Responsabilidad respecto de códigos • Responsabilidad respecto de personas
de conducta abstractos concretas
• Autonomía • Relación
• Libertad • Interdependencia
• Independencia • Conexión emocional
• Separación • Respuesta a las necesidades de otros
• Jerarquía • Red de relaciones
• Interacción según reglas • Interacción según empatía
• Roles fijados jerárquicamente • Roles secundarios a la conectividad
• Su identidad comienza con la • Su identidad comienza en la unión con
separación de la madre; la madre;
• Lo amenaza toda identificación; • La amenaza toda forma de separación;
• La cima de la jerarquía lo destaca y lo • La cima de la jerarquía la asusta.
diferencia.
Estas diferencias antes de separar y excluir lo que hacen es enriquecer los ámbitos
sociales donde el hombre y la mujeres interactúan y se relacionan. En la familia se
enriquece la educación de los hijos, en la escuela y el trabajo se enriquecen los
resultados con las diferentes miradas de uno y otro.
En este sentido la perspectiva de género no busca separar sino ampliar la mirada y,
valga la redundancia, mirar el mundo desde el lugar de la mujer. Cuando hablamos de
perspectiva no hacemos referencia a una ideología o doctrina sino al lugar desde
donde nos ubicamos para analizar una situación o realidad.
Conclusiones
Para terminar podemos definir que equidad e igualdad son dos conceptos diferentes y
nos sitúan en lugares diferentes:
La igualdad hace referencias a que dos cosas o personas, en este caso, no presentan
diferencias entre sí y, por lo tanto, se les debe dar y reconocer a ambos los mismo.
Por el contrario equidad refiere a cosas o personas que son diferentes pero iguales en
dignidad y derechos, por lo tanto se debe a cada una lo que por justicia le corresponde
de acuerdo a sus capacidades, deseos y necesidades.
Por ejemplo: si un hijo de 16 años necesita una computadora para realizar sus tareas y
tenemos otros hijos más chicos, para cumplir con el derecho a la igualdad deberíamos
comprar una computadora para cada uno aunque los demás no la necesiten y no
sepan usarla.
En el caso de la equidad compraríamos la computadora a quien lo necesite y a los
demás los útiles necesarios para cumplir con sus tareas escolares de acuerdo a su edad
y necesidades.
Para terminar debemos decir que varón y mujer están llamados a la igualdad desde la
complementariedad. Igualdad que se refiere a misma dignidad y acceso a los mismos
derechos.
Para lograr esto la mujer debe reconocerse y comprenderse en cuerpo y alma. El cuerpo por
ser expresión del alma y el alma que se manifiesta a través del cuerpo y hace posible llevar al
mundo los valores antes mencionados. Este es el eje fundamental para el cambio social y
cultural que necesita el mundo de hoy.
Bibliografía
Delbosco, P. (abril de 2022). Liderazgo femenino, verdades y mitos.
Mazzei, L. I. (2017). No es bueno que el hombre esté solo. Pilar, Buenos Aires: Universidad
Austral.