2023 - La Concepcion de La Forma
2023 - La Concepcion de La Forma
2023 - La Concepcion de La Forma
Definición general
Es el resultado de un proceso dialéctico según el cual los requerimientos de lugar,
1
programa, estructura y materialidad interactúan con la forma, en su constituirse,
proponiendo cuatro pares, en los que la forma es la constante que interpela y los
requerimientos son las variables que le imponen condiciones.
Objetivos generales:
Reconocer y manejar las decisiones importantes del proyecto, los criterios básicos y la
jerarquía de las decisiones.
Se tratará, entonces, de identificar las relaciones que se dan al interior de cada par, de
la descripción visual de sus componentes y del reconocimiento de la tensión que los
vincula
Objetivos de la ejercitación:
Edificio/lugar
Identificación de la relación forma/lugar.
Descripción visual de ambos componentes.
Reconocimiento de la tensión que los vincula.
Edificio/programa
Identificación de la relación forma/función.
Descripción visual de ambos componentes.
Reconocimiento de la tensión que los vincula.
Edificio/materialidad
Identificación de la relación forma/materialidad
Descripción visual de ambos componentes.
Reconocimiento de la tensión que los vincula.
Edificio/estructura
Identificación de la relación forma/estructura
Descripción visual de ambos componentes.
Reconocimiento de la tensión que los vincula.
1
A estos pares podrían agregárseles otros. Su elección debería ser motivo de una
planificación exhaustiva de la ejercitación.
Acerca de la concepción2
Introducción
El abandono del tipo y los órdenes con que se clausuro el ciclo estético
del clasicismo trajo como consecuencia que muchas identificaran a la
modernidad con un espíritu de libre creación. Vieron en ello el
acontecimiento que propiciaría el abandono de la disciplina, a favor de
una creación liberada de todo condicionamiento. Para algunos, los más
cautelosos, esa ausencia derivo en la búsqueda de un límite basado en la
expresión de la técnica, el tiempo, el lugar, en tanto que los más
desinhibidos buscaron en la inspiración del espíritu la nueva posibilidad
de expresión.
Sin embargo la modernidad no implica la ausencia de disciplina que
supone la conclusión del sistema clásico, sino la asunción de un nuevo
concepto de disciplina basada en la concepción de la obra a partir de su
propio principio constructivo interno. Criterio de orden consustancial a la
idea moderna de forma.
“La renuncia al sistema normativo previo que comporta la concepción
moderna no significa un relajamiento de la formalidad de la obra, sino tan
solo una transferencia de la autoridad formadora: de la norma sistemática
a la actividad del sujeto de la concepción”3.
A propósito de esta confusión se puso el acento en la idea de “invención”,
como actividad en la que la imaginación actúa libremente siguiendo las
sugerencias del estado de ánimo de quien actúa, sea este autor o
receptor de la obra.
En este trabajo se sostiene que, como en la pintura o la escultura, la
creación en la arquitectura requiere del conflicto que impone el límite a la
libre disponibilidad de la forma. El proceso proyectual pone en tensión la
relación de la forma con el material, con el programa o con el lugar, y en
la fricción por dominarse mutuamente, estos pares dialécticos, se genera
la energía proyectual que hará crecer el proyecto.
El conflicto
En el campo del proyecto no es posible actuar sino se pone en
movimiento el acto mismo de la concepción. El vehículo de esa acción, de
ese ponerse en movimiento, es el conflicto que el proyectista genera en el
mismo acto de proyectar. Es decir que el propio proyecto es conflicto.
2
El presente escrito corresponde con un trabajo elaborado en el marco del Doctorado de
Arquitectura.
3
Piñon, H. (2005). El proyecto como re-construcción. Barcelona: Ed. UPC.
Podría afirmarse que el diseño de ese conflicto es tarea del propio
proyecto y el proyectista avezado su conductor. Proyectar es poner en
tensión la forma dialectizándola en su relación con el lugar, el material o
el uso4.
Se tiene que disponer de un punto de partida, un criterio de contraste y
oposición, para iniciar el proceso de hacer, comparar y rehacer que
finalmente concluye en la forma acabada. No se puede partir de la nada,
debe explorarse el camino partiendo de un desde para alcanzar un hacia.
El propio hacer del proyecto se convierte en un hacer que pone a prueba
la realidad a partir de ensayar activamente su interpretación. Examinarla
críticamente, en procura de comprobar si no es posible lograr un mejor
ajuste.
Este “explorador sistemático” tiene que distanciarse del objeto y volverse
su propio crítico, sin ninguna concesión para los efectos fáciles y los
atajos metódicos.
4
Piñon, H. (2006). Teoría del Proyecto. Barcelona: Ed. UPC.
5
Gombrich, E. Arte e ilusion. Barcelona: Ed. G. Gili
6
Gombrich, E. Op. cit.
Este procedimiento, habitual en la práctica del proyectista, se legitima en
la concepción de que, el arte, sólo es manifestación de los sentidos,
imprevisible, fugaz, efímera. Se realiza, a costa de sacrificar la lógica
constructiva de la obra7. Utilizando todos los medios a su alcance, para
suscitar atención. Exacerba, contrasta y sorprende. Estimula la condición
sensible de la capacidad receptora, para promover tensiones, enigmas,
ambigüedades. Que mediante gestualidades, en ocasiones
incomprensibles, e invocaciones a la sensualidad, producen efectos que,
en determinadas condiciones promueve interés. Sin embargo, resultarán
ser efímeras conquistas, resultado de inciertas verdades que, con el
tiempo, el proyecto, no estará en condiciones de solventar.
7
Gomez, V. (1998). El pensamiento estético de T. Adorno. Madrid: Cátedra.
8
Valery, P. (1991). Teoría poética y estética. Madrid: A. Machados Libros.
9
Degas, E. (2001). Diccionario de Arte: Pintores del siglo XX. Madrid: LIBSA.
El cumplimiento de la obligación impuesta por el procedimiento, en el
primer dibujo, expone la obligación que el proyectista contrae con el
primer trazo. En ello encontrará la satisfacción de su cumplimiento.
“La gran música consiste en la satisfacción de las obligaciones con la primera nota”
10
Schomberg .
“El hombre que tiembla cuando no nota resistencias, el que se las pone a si
mismo…”
Valery11.
Conclusión
Este proceso de descontento inclaudicable, que describimos, constituye la
condición esencial de la búsqueda estética. Complejo y contradictorio no
tiene dirección ni destino cierto. Lo contrario sería su propio fin.
La certeza de la finalidad de la obra, su razón de ser, su proximidad o
lejanía, su perfección o defecto, constituyen distracciones y equívocos
que contradicen la búsqueda que se torna, así, ambigua y conflictual.
El proyecto, que embellece y densifica su contenido en esa acción de
búsqueda y encuentro, a un mismo tiempo, la presunción de certeza
debilita su voluntad de indagación, su posibilidad de crecimiento. La
alucinación de un día dominar completamente el procedimiento de
disponer de sus medios de manera exhaustiva, de someter al conflicto,
presenta la tentación mortal de una renuncia al principio de la exigencia
constante.
La paradoja de esta situación de búsqueda es que la presunción de
certeza lo acerca y lo aleja, a un mismo tiempo, constituyendo un nudo
conflictual abierto.
Bibliografía:
10
Cavia Naya, M. (2003). Arnold Schomberg (1874-1951), Europa y España. Uni. de
Valladolid.
11
Valery, P. Op. Cit.
- Piñon, H. (2006). Teoría del Proyecto. Barcelona: Ed. UPC.
- Gombrich, E. Arte e ilusion. Barcelona: Ed. G. Gili
- Gomez, V. (1998). El pensamiento estético de T. Adorno. Madrid: Cátedra.
- Valery, P. (1991). Teoría poética y estética. Madrid: A. Machados Libros.
- Degas, E. (2001). Diccionario de Arte: Pintores del siglo XX. Madrid: LIBSA.
- Cavia Naya, M. (2003). Arnold Schomberg (1874-1951), Europa y España.
Universidad de Valladolid.