Estrucuturando El Ministerio de La Predicacion

Descargar como pdf o txt
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1de 193

CRÉDITOS

Estructurando el ministerio de la predicación


Principios homiléticos para desarrollar la predicación bíblica
Edición 2019

Autor:
Pbro. Ures Machado Treviño

Prólogo:
Pbro. Daniel de los Reyes Villarreal

Editora:
Pbra. Dianna Shadaí Jaramillo Reyes

Diseño de portada y diagramado:


LDG. Eli Meza Zaragoza

Las citas bíblicas fueron tomadas de la versión Reina-Valera


1960, publicada por las Sociedades Bíblicas Unidas.

Está prohibida la reproducción parcial o total, en cualquier


forma o por cualquier medio sin autorización previa y por
escrito del autor. Se exceptúa las citas breves mencionando la
fuente.
ÍNDICE
DEDICATORIA
AGRADECIMIENTOS
PRÓLOGO

INTRODUCCIÓN

UNIDAD 1
EL PROCESO HOMILÉTICO DEMANDA UNA DEFINICIÓN CONCRETA
CAPÍTULO 1
CONCEPTOS DISTINTIVOS DE LA HOMILÉTICA
El concepto etimológico de la homilética
El concepto teológico de la homilética
El concepto comunicativo de la homilética
El concepto hermenéutico de la homilética
CAPÍTULO 2
LA IMPORTANCIA DE LA PREDICACIÓN

Es el medio ordenado por Dios para divulgar el Evangelio


Es un testimonio a los hechos del Evangelio
Es el medio que Dios utiliza para despertar la fe en el oyente
Es el medio que resulta en la regeneración de los que creen
Es el medio por el cual el creyente es edificado en su santísima fe
Es la solemne responsabilidad de todos los que han sido dotados por Dios
Es el medio que demuestra eficiencia al alcanzar toda la personalidad del
hombre
CAPÍTULO 3
LAS CARACTERÍSTICAS DE LA PREDICACIÓN
La predicación como tarea fundamental de la Iglesia
Tres características primordiales de la predicación
UNIDAD 2
EL PROCESO HOMILÉTICO DEMANDA UN PREDICADOR GENUINO
CAPÍTULO 4
LA RESPONSABILIDAD LATENTE DEL
PREDICADOR
La responsabilidad que delega una comisión
La responsabilidad que demanda una preparación
La responsabilidad que requiere un impacto
CAPÍTULO 5
EL CARÁCTER APROPIADO DEL
PREDICADOR
Las características que el predicador no debe poseer
Las características que el predicador debe poseer
CAPÍTULO 6
LA PERSONALIDAD DISTINTIVA DEL
PREDICADOR
El corazón del predicador debe estar en plena comunión con Dios
UNIDAD 3
EL PROCESO HOMILÉTICO DEMANDA UNA ESTRUCTURA DEFINIDA
CAPÍTULO 7
LA IMPORTANCIA DE LA ESTRUCTURA DEL SERMÓN
Los ladrillos de la edificación
El orden escritural del sermón
CAPÍTULO 8
LOS TIPOS DE
SERMÓN
El sermón de testimonio personal
El sermón temático
El sermón textual
El sermón expositivo
El sermón biográfico
CAPÍTULO 9
LOS PROPÓSITOS GENERALES DEL
SERMÓN
El propósito evangelístico
El propósito doctrinal
El propósito devocional
El propósito de consagración
El propósito ético
El propósito de aliento
CAPÍTULO 10
El PROPÓSITO ESPECÍFICO DEL SERMÓN
Consideraciones para la elaboración del propósito específico
Elementos indispensables para la elaboración del propósito específico
CAPÍTULO 11
LA BASE BÍBLICA DEL SERMÓN

Razones por las cuales es necesaria una base bíblica


Principios generales para la elección adecuada de la base bíblica
Principios hermenéuticos para la correcta interpretación de la base bíblica
CAPÍTULO 12
EL TÍTULO DEL SERMÓN

Principios para la elaboración del título


Características para un buen título
Ventajas de elaborar un buen título
CAPÍTULO 13
EL TEMA DEL SERMÓN

Consideraciones para la elaboración correcta del tema


Cualidades indispensables para la identificación del tema
Pautas para desarrollar con excelencia el tema
CAPÍTULO 14
LA INTERROGANTE DEL SERMÓN
Tipos de interrogantes sermonarias
CAPÍTULO 15
LA INTRODUCCIÓN DEL SERMÓN
Propósitos primordiales de la introducción
Variantes para el uso de la introducción
Guías para la elaboración eficaz de la introducción
Recomendaciones para la preparación práctica de la introducción
CAPÍTULO 16
LA PROPOSICIÓN DEL SERMÓN

Una definición concreta de la proposición


Importancia distintiva de la proposición
Proceso de desarrollo de la proposición
Maneras de presentar eficazmente la proposición
CAPÍTULO 17
LA ORACIÓN DE TRANSICIÓN DEL
SERMÓN
Diferencias entre la proposición y la oración de transición

CAPÍTULO 18
LA PALABRA CLAVE DEL
SERMÓN
Una definición correcta de la palabra clave
Ejemplos para el uso correcto de la palabra clave
CAPÍTULO 19
EL CONTENIDO DEL
SERMÓN
Propósitos que distinguen a las divisiones principales
Guías para la elaboración correcta de las divisiones principales
Métodos existentes para presentar las divisiones principales
Motivos para subdividir las divisiones principales

CAPÍTULO 20
LA CONCLUSIÓN DEL
SERMÓN
Formas ideales de presentar la conclusión
Sugerencias prácticas para la elaboración de la conclusión
Elementos que se deben omitir en la conclusión

CAPÍTULO 21
LA APLICACIÓN DEL
SERMÓN
Requisitos previos para la elaboración eficaz de la aplicación
Principios para dar pertinencia a la verdad en la aplicación

CAPÍTULO 22
LA INVITACIÓN DEL SERMÓN
Principios para la elaboración contundente de la invitación
Diferentes campos de ministración de la invitación

UNIDAD 4
EL PROCESO HOMILÉTICO DEMANDA UNA PREPARACIÓN PARA LA
PREDICACIÓN
CAPÍTULO 23
HERRAMIENTAS DE ESTUDIO PARA LA PREDICACIÓN
La prioridad de una biblioteca sólida
Elementos esenciales de la biblioteca de un expositor
Consideraciones para elaborar el material del sermón
CAPÍTULO 24
EL ANÁLISIS HISTÓRICO, CULTURAL Y LITERARIO DEL TEXTO
Consideraciones en los diversos análisis bíblicos
La necesidad de elaborar el análisis histórico y cultural del texto
La necesidad de elaborar el análisis literario del texto
CAPÍTULO 25
LA ORGANIZACIÓN DEL
SERMÓN
La ordenación del sermón
Una explicación del término
El corazón de la organización homilética está en la división del tema
Sugerencias prácticas para los predicadores
UNIDAD 5
EL PROCESO HOMILÉTICO DEMANDA UNA EXPOSICIÓN COMUNICATIVA
CAPÍTULO 26
EL ARTE DE HABLAR EN PÚBLICO
Implicaciones de la comunicación homilética
Aparentes contradicciones entre los oradores
Beneficios de comunicarse
correctamente
CAPÍTULO 27
LA PRESENTACIÓN PERSUASIVA
El predicador debe cultivar buenos hábitos como orador
CAPÍTULO 28
LA ENTREGA DEL SERMÓN AL AUDITORIO
El modo de accionar del predicador
La actitud y el gesto del predicador
Claves para empoderar la comunicación de la predicación
CAPÍTULO 29
LA PREDICACIÓN EN DIFERENTES CÍRCULOS
Los diferentes estilos en la forma de predicar
La predicación en los medios de comunicación
La predicación a través de las redes sociales
APÉNDICE
PROTOTIPO DE FORMATO PARA SERMÓN DE GRADUACIÓN DE
INSTITUTO BÍBLICO
BIBLIOGRAFÍA
DEDICATORIA
Este proyecto tiene una dedicación especial para mi amada esposa. Ella es
quien en todo momento ha confiado en mí y me ha impulsado a superar límites
que jamás hubiera imaginado alcanzar. Miel, gracias por todo tu apoyo.
Además, tengo que mencionar a mi robusto potrillo, él no sabe de tiempos ni
perturbaciones, siempre está dispuesto a pasar tiempo con nosotros alegrando
mis días, Jr. gracias por la alegría que has traído a nuestro hogar, te amamos.
AGRADECIMIENTOS
Agradezco infinitamente a Dios por tanto amor y favor mostrado hacia mi vida.
No puedo dejar de creer que sin merecer uno oportunidad, al Omnipotente le
plació ponerme por fiel en el ministerio. Por ello, y muchas cosas más extiendo
mi agradecimiento a mi Señor Jesucristo.

Reconozco que de no haber sido por la oportunidad para enseñar homilética en


diversos institutos bíblicos, me hubiera sido imposible hacer la entrega de este
libro. Agradezco a mi alma mater Instituto Bíblico Bethel por permitirme
desempeñarme como maestro, directora Dr. Esmeralda Acosta gracias por
confiar en mí. Al Instituto Bíblico Juan Casas Plata por de igual forma confiar en
mi la enseñanza a sus alumnos, director Dr. Eleazar Jaramillo siempre lo
apreciaré como mi padre. Al Instituto Bíblico Magdiel por el enorme privilegio
encomendarme tan desafiante responsabilidad, director Pbro. Arnoldo Pérez
reconozco su buena voluntad hacia el ministerio que Dios me ha dotado.

Gracias a la iglesia del Señor, sé que estoy en el lugar que Dios ha previsto que
esté. Mis amados hermanos de la Iglesia El Divino Salvador, gracias por
siempre apoyarme en el ministerio y tener cuidado de mi familia, ustedes
cumplen el modelo establecido en las Escrituras de lo que es una Iglesia
generosa. Gracias a mis pastores Pbros. Eleazar y Norma Jaramillo por
siempre estar de nuestro lado, mi familia y ministerio no serían los mismos si su
sabia dirección, por ello gracias.

Un agradecimiento especial para mi amigo el Dr. Daniel de los Reyes, gracias


por su paciencia, amistad y disposición. Sé que este camino ha sido
complicado, pero agradezco su asesoría y sus atinados consejos. Gracias por
confiar en los ministerios jóvenes he ilusionarnos a hacer cosas que
trascienden.
PRÓLOGO
La importancia de conocer la homilética para predicar hace indispensable una
menta abierta a nuevas propuestas en esta materia. No está dicha la última
palabra, tanto en revelación como en arte, así también como iluminación en la
creatividad de la exposición del mensaje sagrado.
En “estructurando el ministerio de la predicación” estamos expuestos a una
revisión exhaustiva que nos llevará a todos los linderos del tema y la materia en
colindancia con otras disciplinas del ministerio que se vuelven indefectibles para
lograr impartir todo lo que Dios ha colocado en el corazón del predicador que se
precie de serlo.
Ures Machado Treviño nos muestra el hallazgo de su senda, que lo convierte en
un instrumento útil para recorrer los caminos que homilética y retorica exigen
del comunicador en el pulpito sagrado de la iglesia cristiana del siglo 21.
La innovación en el método hace más accesible el producto, no hay que olvidar
que siglos de predicación demandan afilar de nuevo el modelo para que opere
de la mejor manera en la consecución de excelentes resultados mostrando el
valor profético de la exposición de la Palabra como algo inalterable a la hora de
retar al hombre a buscar la voluntad perfecta del Padre de las luces.
Finalmente, es mi deseo recomendar ampliamente esta obra, producto del
esfuerzo de una pluma que se introduce en el medio para aportar una
perspectiva diferente. Se ve que Ures Machado Treviño ha abrevado de las
distintas fuentes que alimentan el expendio de la homilética dejándonos un
excelente panorama que invita a entrar a explorar.
PBRO. DANIEL DE LOS REYES VILLARREAL
INTRODUCCIÓN
“Hasta que no entendamos que lo más importante son las personas del
auditorio y no nosotros mismos, seremos solo unos presentadores egocéntricos
y patéticos, enfocados en el yo”.
[1]

La elaboración de este proyecto llamado “estructurando el ministerio de la


predicación” descansa en el hecho de atender a las necesidades básicas de
aquellos que aspiran ser predicadores efectivos de la Palabra de Dios, y que
buscan establecer bases de cómo tener más funcionalidad en la predicación
que desarrollan en los lugares que Dios les ha encomendado.

Con el pasar de los años, he tenido la oportunidad de leer un amplio número de


libros y artículos relacionados con la homilética y la predicación, pero una
realidad, es que cada libro presenta conjeturas diferentes, esto puede causar
problemas en los jóvenes predicadores que buscan una manera práctica y
cotidiana para elaborar sermones con el fin de predicarlos en las diversas
plataformas que Dios ha previsto para sus ministerios.

Dios me ha concedido el enorme privilegio de ser un apasionado por la


docencia, siendo la rama de homilética la que me ha abierto puertas para
enseñar en diversos institutos bíblicos de las Asambleas de Dios en México y
Estados Unidos. El motivo de hacer mención de estas instituciones es con el fin
de evidenciar que este material ha sido enseñado con la aprobación de los
directivos de dichos institutos, esto deja una enorme satisfacción y seguridad de
que cada lector podrá encontrar bases sólidas para una predicación pentecostal
y asambleísta que impacta a las generaciones.

Mi deseo personal es: que cada lector pueda encontrar las respuestas a las
inquietudes de predicar el Evangelio de una manera ordenada y efectiva;
identificando la importancia de la predicación como Iglesia de Jesucristo,
elaborando sermones estructurados homiléticamente bajo la guía del Espíritu
Santo, y crear el deseo de tener una vida consagrada para predicar.
UNIDAD 1

EL PROCESO HOMILÉTICO DEMANDA UNA DEFINICIÓN


CONCRETA
CAPÍTULO 1
CONCEPTOS DISTINTIVOS DE LA HOMILÉTICA
“La autoridad de la predicación no está en la elocuencia o en la sabiduría del
predicador, sino en el hecho de que el mensaje apunta a Jesús. Como
predicadores de la Palabra, necesitamos recordar que somos portavoces del
Señor, su simple instrumento” [2]
Existen diversos conceptos sobre la homilética, algunos de ellos son simples y
otros pueden resultar complicados, pero sobre esto hay algunos conceptos y
definiciones básicas que todo predicador debe conocer.
EL CONCEPTO ETIMOLÓGICO DE LA HOMILÉTICA
La homilética es una materia fascinante, Alfredo P. Gibbs la define como: la
ciencia y el arte que trata de la preparación y predicación de mensajes de la
Palabra de Dios. Esta palabra se deriva de homilía que significa “razonamiento
o plática que se hace para explicar al pueblo materias de religión”. Notemos
particularmente las palabras ciencia y arte. Ciencia significa conocimiento
clasificado. Arte es la aplicación y el uso de ese conocimiento. Una cosa es
adquirir, mediante estudio, un conocimiento teórico y cosa muy distinta es usar
este conocimiento, impartiéndolo eficazmente a otros.[3]

La homilética guarda la misma relación con la predicación que la arquitectura


con la construcción. La teoría pone énfasis en el pensar, mientras que la
práctica recalca la acción. Tanto la teoría como la práctica son esenciales en la
predicación, esto mismo es homilética.
EL CONCEPTO TEOLÓGICO DE LA HOMILÉTICA
Uno de los autores que más ha enfatizado el concepto teológico de la
predicación es indudablemente Orlando Costas, indica que el sentido teológico
de la predicación se desprende del hecho que es la transmisión de un mensaje
que se origina con Dios y se transmite por orden de Dios. Su carácter teologal
radica en cuatro aspectos contundentes: [4]
1. La predicación tiene su punto de partida en el amor de Dios y en la revelación
de ese amor. Amor infinito que dio origen a la auto-revelación del Señor, y
que es a su vez la causa de la predicación.
2. La predicación deriva su energía del poder divino. Por lo tanto, es un mensaje
poderoso. Es tan poderoso que Dios mismo lo ha hecho el vínculo para salvar
a los hombres.
3. La predicación recibe su autoridad de parte del Creador. Esa autoridad se
desprende del hecho de que es un mensaje que está arraigado en lo que
Dios ha dicho.
4. La predicación tiene como objeto final el conocimiento de Dios. Por
consiguiente, la predicación no solo halla su punto de partida en Dios y se
lleva a cabo por el poder de Dios y la presencia de Dios, sino que también
tiene su fin en el Señor, procura llevar a los hombres al conocimiento personal
del Eterno.
EL CONCEPTO COMUNICATIVO DE LA HOMILÉTICA
Otro concepto de la homilética que se ha descuidado es el de la perspectiva
comunicativa, muchos autores solo se enfocan en la estructura y el orden lógico
en la exposición, rellenando cada uno de los aspectos necesarios para la
elaboración del sermón, pero se minimiza que el contenido homilético traiga
relevancia y pueda ser comunicable a los oyentes, descuidando así la
retroalimentación y entendimiento del mensaje. Sonia González apela a esta
necesidad fundamental de identificar la diferencia entre un sermón que informa
y uno que comunica:[5]

El sermón que informa.


1. Rellena. El síndrome del “relleno” se vive en el día a día de la comunicación.
Desde la misma escuela se ha inculcado el vicio de atiborrar de información
para que nos crean. Por eso las presentaciones suelen ser tan pesadas,
porque creen que entre más contenido tengan más les creerán que “hicieron
la tarea”.
2. Indica. Una comunicación hablada que se encuentra en el lado de la simple
información, solo se dedica a “indicar” cada uno de los puntos de la charla,
sin ningún nivel de reflexión, trascendencia o valor agregado.
3. Satura. Se satura el auditorio y la capacidad de recibir datos técnicos. Se
excede en el tiempo, el ambiente, y la capacidad de atención de los oyentes.
4. Se olvida. Por lo general, cuando la persona está sobre informada, al final no
le queda nada. En ocasiones salen muy descrestados con la capacidad del
comunicador, pero si les preguntas que recuerdan dicen: “Pues… la verdad…
nada”.
5. Se cae. Si del mensaje informado no queda ningún recuerdo, si las personas
no se llevan puesto el mensaje para la vida, la verdad es que no pasa de ser
una simple información que se cae.

El sermón que comunica.


1. Transmite. Cuando el mensaje es mucho más que pura información y entra
en la dimensión de la comunicación, entonces se habla de que esa persona
“transmite” algo. Puede ser pasión, calidez, energía, confianza y seguridad,
algo mucho más allá del mensaje informativo.
2. Trasciende. Una persona que intenta ir más allá de la información y traspasar
las barreras de la comunicación, tiene claro en su corazón y en su mente la
decisión de querer trascender.
3. Transforma. El resultado es la formación y, aún más, la transformación de las
personas y las entidades. Permite que los paradigmas se rompan y los
principios sean interiorizados.
4. Deja huella. Esta se efectúa cuando la comunicación sirve más allá de su rol
de trabajo en una empresa o entidad. Eso implica que todo lo que uno hable
debe incluir componentes vivenciales y experienciales.
5. Impacta. Impactar no es hacer un show para que el público quede muy
impresionado y agradado con gritos, movimientos bruscos y palabras
estridentes. Con impacto se hace una referencia a los resultados que se
notan al final, en el crecimiento, la rentabilidad, el mejoramiento continuo y el
desarrollo sostenible.
EL CONCEPTO HERMENÉUTICO EN LA HOMILÉTICA
Otro concepto que debe de ser clarificado a la hora de estudiar homilética debe
de ser el hermenéutico. Muchos predicadores basan sus sermones en
vivencias, pensamiento y en muchas ocasiones en especulaciones. El concepto
hermenéutico es el que regula todo contenido en la predicación, con el fin de
que el predicador este verdaderamente seguro que lo que dirá en el púlpito es
una verdad divina. John MacArthur lo expresa así: “para que el predicador
pueda cumplir su encargo de predicar la Palabra, es necesario que se convierta
en un explorador espiritual, un historiador y un investigador para concentrarse
en principios tradicionales de interpretación bíblica y para asegurarse de que el
mensaje predicado es la Palabra de Dios y no ninguna otra”.[6]

Es necesario mantener en mente la relación entre el uso de la hermenéutica


(reglas de interpretación) y realizar el contenido. Algunos pasos básicos a
seguir pueden ser:
1. Usar el verdadero texto. La Palabra de Dios, de manera precisa como sea
posible, determinándola de forma responsable.
2. Emplee la ciencia de la hermenéutica con sus principios de interpretación.
3. Permita que estos principios expongan el significado del pasaje. Así el
significado que se obtiene concordará con el mensaje original.
4. Predique la exposición que fluye de este proceso. Es decir, el contenido
bíblico y sus verdades relevantes.
FIJACIÓN DEL APRENDIZAJE
Responda las siguientes preguntas:
1. ¿Cuáles son los cuatro conceptos distintivos, necesarios para conocer bien
la homilética?
2. En sus propias palabras ¿De qué manera la homilética es una ciencia y de
que otra manera es un arte?
3. ¿Cuál es el sentido de tener un concepto teológico claro a la hora de
predicar?
4. ¿Cuáles son las diferencias entre los sermones que informan y los que
comunican?
5. ¿Cuáles serían las consecuencias para una congregación, cuando el
predicador no tiene un concepto hermenéutico claro sobre la homilética?
INVESTIGACIÓN DE TÉRMINOS
Defina los siguientes conceptos. El objetivo de este ejercicio es que el lector
pueda investigar las definiciones de estas palabras y poder emplear su propia
definición.
1. Define bosquejo.
2. Define comunicación.
3. Define homilética.
4. Define homilía.
5. Define investigación.
6. Define mensaje.
7. Define predicación.
8. Define sermón.
CAPÍTULO 2
LA IMPORTANCIA DE LA PREDICACIÓN
“Un marcado hincapié en el activismo, la planificación y la administración, todos
elementos importantes, ha convertido a la predicación en un accidente
curricular y al sermón en un apéndice obligado de lo que llamamos servicio
divino o culto de adoración”
[7]

La predicación debe estar diseñada para moldear hombres de Dios que


proclamen su Palabra de manera eficaz, de modo que los incrédulos puedan
ser evangelizados y los creyentes puedan ser preparados para realizar la tarea
del ministerio.

Según John MacArthur, existen cuatro fases que siguen el progreso de la


predicación:[8]
1. La consagración del hombre que llega a estudiar la Palabra de Dios.
2. La habilidad del hombre consagrado al estudiar la Palabra de Dios
exegéticamente.
3. La capacidad del hombre consagrado al unir los materiales de estudio en
forma de un mensaje que concuerde con el texto y que aplique la escritura
de forma relevante a su propia generación.
4. Las dinámicas del hombre consagrado al proclamar su exposición de forma
espiritualmente convincente y apremiante.
La Palabra es la única arma del predicador, la poderosa “espada de doble filo
que es la única que corta hasta lo más profundo del alma y el espíritu.” [9] Los
elementos apropiados en un sermón podrían resumirse así: [10]
1. La predicación tiene un propósito expositivo. Explica el texto.
2. La predicación tiene un flujo lógico. Persuade la mente.
3. La predicación tiene un contenido doctrinal. Obliga la voluntad.
4. La predicación tiene una preocupación pastoral. Alimenta el alma.
5. La predicación tiene un patrón imaginativo. Excita la emoción.
6. La predicación tiene una aplicación relevante. Impacta la vida.
Concentrémonos ahora en lo que la Biblia dice acerca de la necesidad de los
predicadores y de la predicación. Bajo este encabezado notemos siete
verdades acerca de la predicación: [11]
ES EL MEDIO ORDENADO POR DIOS PARA DIVULGAR EL EVANGELIO
Lea repetidamente la epístola a los Romanos 10:6-17. “Pero la justicia que es
por la fe dice así: No digas en tu corazón: ¿Quién subirá al cielo? (esto es, para
traer abajo a Cristo); o, ¿quién descenderá al abismo? (esto es, para hacer
subir a Cristo de entre los muertos). Mas ¿qué dice? Cerca de ti está la palabra,
en tu boca y en tu corazón. Esta es la palabra de fe que predicamos: que, si
confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que
Dios le levantó de los muertos, serás salvo. Porque con el corazón se cree para
justicia, pero con la boca se confiesa para salvación. Pues la Escritura dice:
Todo aquel que en él creyere, no será avergonzado. Porque no hay diferencia
entre judío y griego, pues el mismo que es Señor de todos, es rico para con
todos los que le invocan; porque todo aquel que invocare el nombre del Señor,
será salvo. ¿Cómo, pues, invocarán a aquel en el cual no han creído? ¿Y cómo
creerán en aquel de quien no han oído? ¿Y cómo oirán sin haber quien les
predique? ¿Y cómo predicarán si no fueren enviados? Como está escrito:
¡Cuán hermosos son los pies de los que anuncian la paz, de los que anuncian
buenas nuevas! Mas no todos obedecieron al evangelio; pues Isaías dice:
Señor, ¿quién ha creído a nuestro anuncio? Así que la fe es por el oír, y el oír,
por la palabra de Dios”.[12]
Observamos que el orden lógico está invertido. Primero se declara el efecto y
de allí Pablo procede a la causa. Notemos estos siete pasos:
1. Una persona confiesa a Cristo como su Salvador. V. 9. ¿Por qué?
2. Porque es salva. V 10. ¿Cómo sucedió eso?
3. Por invocar el nombre del Señor. V. 13. ¿Por qué lo hizo?
4. Porque creyó en un mensaje. V. 14a. ¿Cómo llegó a creer?
5. Oyó la Palabra de verdad. V. 14b. ¿Cómo llegó a oír?
6. Un predicador proclamó el Evangelio. V. 14c. ¿Cómo llegó con el mensaje?
7. Fue enviado por Dios. V. 15.
Ahora interpretemos este pasaje a la inversa, es decir, de causa a efecto:
1. Un predicador es enviado con el mensaje de parte de Dios. V. 15.
2. Proclama el mensaje. V. 14c.
3. Su proclamación es oída. V. 14b.
4. El oyente cree en el mensaje. V. 14a.
5. El creyente invoca el nombre del Señor. V. 13.
6. El creyente ha recibido la salvación. V. 10.
7. La persona confiesa a Cristo como el Señor de su vida. V. 9.
Visto de cualquiera de los dos extremos, tenemos ante nosotros el ciclo de la
gracia divina. El predicador es enviado por Dios y el pecador es atraído a Dios.
En esto radica que se cumpla con efectividad este ciclo relevante para la
humanidad.
En Mateo 28:18-20 encontramos las palabras que el Hijo de Dios dirige a sus
discípulos después de la resurrección, y estas son la conclusión del relato que
hace Mateo de la vida y ministerio de nuestro Señor. “Y Jesús se acercó y les
habló diciendo: Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra. Por tanto, id,
y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre,
y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que
os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del
mundo. Amén.” [13]
Notemos la repetición de la palabra “todo”:
1. El “todo” de su poder. “Toda potestad me es dada”. Esta comisión está
respaldada por su omnipotencia.
2. El “todo” de las naciones. “Todas las naciones”. El campo de acción es
bastante amplio.
3. El “todo” de su programa. “Enseñándoles que guarden todas las cosas”.
Discipulado, bautismo y doctrina.
4. El “todo” de su presencia. “Y he aquí yo estoy con vosotros todos los días”.
Esta comisión también está respaldada por su omnipresencia.
ES UN TESTIMONIO A LOS HECHOS DEL EVANGELIO
Un testigo es una persona que relata lo que ha visto, oído o experimentado.
Dios ha orientado a todo su pueblo a que testifique de lo que es su Hijo, de lo
que ha hecho, lo que está haciendo y lo que hará en su Segunda Venida.
Nuestro Señor no dejó ninguna duda en las mentes de sus discípulos en cuanto
a su responsabilidad como testigos suyos. Sus postreras palabras antes de
ascender al cielo fueron: “me seréis testigos”. [14]

Cristo declaró que el Evangelio debía ser predicado “por testimonio”. [15] Los
testigos son usados tanto por el acusador como por el defensor en una corte de
justicia, de manera que pueden estar a favor o en contra de una persona (Juan
12:47-48). Aunque no quieran escuchar los hombres, Dios quiere que el
Evangelio sea predicado porque así estarán sin la excusa en el día del juicio.
Corresponde al predicador presentar las verdades del Evangelio claramente el
poder del Espíritu Santo. Los resultados están en las manos de Dios.
ES EL MEDIO QUE DIOS UTILIZA PARA DESPERTAR LA FE EN EL OYENTE
“La fe es por el oír, y el oír por la palabra de Dios”. [16] Consideremos a Enoc,
Noé, Abraham, Dios se manifestó a estos hombres y ellos dieron prueba de su
fe en la revelación recibida actuando de acuerdo a ella. Eso es tener fe. Actuar
sin una iluminación es presunción. No actuar después de recibir una iluminación
es incredulidad y desobediencia.
La fe no tiene virtud en sí. Debe tener un objeto sobre el cual descansar. El
hombre no es salvado por su fe sino por Cristo. No es la grandeza de su fe lo
que le salva, sino la grandeza de la persona en quien deposita su fe. Solo Dios
puede salvar y Él hará esto cuando el pecador cumpla la condición fijada por Él
mismo: fe en la persona y obra de su Hijo. El apóstol Juan lo declara así: “todo
aquel que en él cree”.[17]

La exhortación de Pablo a Timoteo fue: “Que prediques la Palabra”. [18] Si el


predicador ha suministrado a los oyentes suficiente material para despertar fe
en su mensaje, y ellos se niegan a creer, su juicio será sobre sus propias
cabezas (Ezequiel 33:4). Por supuesto que ningún predicador adoptará la
actitud de “tómalo o déjalo, a mí no me importa” sino que con fervorosa solicitud
rogará a sus oyentes: “reconciliaos con Dios”. [19]
ES EL MEDIO QUE RESULTA EN LA REGENERACIÓN DE LOS QUE CREEN
Las semillas que a través del Evangelio son sembradas, estas tienen dentro un
principio de vida, que en las condiciones debidas se reproducirá por sí misma,
así es con la Palabra de Dios. Santiago afirma: “Él de su voluntad, nos hizo
nacer por la palabra de verdad”. [20] Cristo declaró: “las palabras que yo os he
hablado son espíritu y son vida”. [21] Las palabras que pronunció Pedro en el
concilio deben llegar como un desafío a cada predicador: “Dios escogió que los
gentiles oyesen por mi boca la palabra del Evangelio y creyesen”.[22] ¡Qué
privilegio es ser el medio que Dios usa para que las almas lleguen a poseer la
vida eterna!

La misma Palabra que imparte vida es utilizada por Dios para desarrollarla, y
así el creyente es capacitado, como una criatura recién nacida, para “crecer en
la gracia y en el conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo”.[23]
Inconscientemente en lo que a Él se refiere, pero visiblemente para sus
hermanos en la fe, el cristiano, al alimentarse de la Palabra de Dios, crece en
conocimiento espiritual, gracia, estatura y utilidad en el servicio de su Señor.
ES EL MEDIO POR EL CUAL EL CREYENTE ES EDIFICADO EN SU
SANTISIMA FE
En ninguna parte de las sagradas Escrituras encontramos de manera más
directa, como la Palabra de Dios tiene su efecto en el creyente como en 2 de
Timoteo 3:15 al 17. “y que desde la niñez has sabido las Sagradas Escrituras,
las cuales te pueden hacer sabio para la salvación por la fe que es en Cristo
Jesús. Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para
redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios
sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra.” [24]
Nótense cuidadosamente los siete aspectos de la obra de la Palabra de Dios en
este texto:
1. Hace sabio para salvación. V. 15a.
2. Enseña. Establece doctrina o enseñanza con respecto a los fundamentos de
la fe. V. 16a.
3. Redarguye. La Biblia es como una plomada que revela todo lo torcido que
puede haber en una vida. V. 16b.
4. Corrige. Permite que el creyente ajuste su vida a la voluntad de Dios. V. 16c.
5. Instruye en justicia. Le anima a llevar una vida de rectitud moral, honestidad,
verdad, sobriedad y sinceridad que recomendará el Evangelio a otros. V.
16d.
6. Desarrolla la madurez cristiana. La palabra “perfecto” lleva consigo el
pensamiento de desarrollo cabal que capacita al creyente para enseñar a
otros que son más nuevos en la fe. V. 17a.
7. Suministra todo lo necesario para la vida cristiana. V. 17b.

La prolongada infancia espiritual es una verdadera tragedia. La prueba definitiva


del ministerio es el crecimiento espiritual e intelectual de la asamblea de
creyentes, esto será lo único que los hará eficientes a la hora de responder al
llamado que Dios ha establecido para la vida cristiana.
ES LA SOLEMNE RESPONSABILIDAD DE TODOS LOS QUE HAN SIDO
DOTADOS POR DIOS
Si bien es responsabilidad de cada cristiano el testificar por Cristo con su voz y
con su vida, no todos los creyentes han sido dotados para predicar o enseñar la
Palabra de Dios en público. Pero aquellos que han recibido este don, se
encuentran bajo la solemne obligación de cumplir fielmente su cargo sagrado.

Pablo pudo decir: “porque me es impuesta necesidad; y ¡ay de mí si no


anunciare el Evangelio!”. [25] Medite en el vano intento de Jeremías de eludir su
deber y evitar así la carga (Jeremías 20:8, 9). Pablo sentía que era deudor
(Romanos 1:14, 15). La decencia común demanda que una persona pague sus
deudas y predicar el Evangelio es justamente eso, una deuda. ¿Cómo oirán el
Evangelio los que están muertos en sus delitos y pecados si nosotros, que
hemos recibido el don de predicar el Evangelio, dejamos de hacerlo? Así que la
predicación es una responsabilidad que debe ser efectuada por aquellos que
han recibido este llamado a proclamar “las virtudes de aquel que os llamó de las
tinieblas a su luz admirable”.[26]
El doctor Daniel de los Reyes, lo ilustra de la siguiente manera: El evangelismo
se ha convertido ahora en nuestra ambulancia o patrulla o carro de bomberos.
La forma de ver las urgencias nos muestra que no hay tiempo que perder. De la
misma manera las almas están necesitadas del poder del Evangelio para que
sean transformadas mediante la obediencia a Dios.[27]
ES EL MEDIO QUE DEMUESTRA EFICIENCIA AL ALCANZAR TODA LA
PERSONALIDAD DEL HOMBRE
La personalidad puede ser descrita como la suma total de las características
distintivas de nuestras cualidades mentales, morales y espirituales por medio de
las cuales impresionamos a nuestros semejantes. Cada individuo expresa su
personalidad por su intelecto, emociones y su voluntad. Para que una persona
acepte a Cristo debe experimentar tres cosas:[28]
1. Su intelecto debe ser iluminado.
2. Sus emociones deben vibrar.
3. Su voluntad debe actuar haciendo una decisión.
Hay peligro de insistir en la apelación a una parte de la personalidad a
expensas de las demás. Notemos lo siguiente:[29]
1. Forzar la apelación al intelecto, a expensas de las emociones y la voluntad,
resultará en un frío y formal intelectualismo.
2. Forzar la apelación a las emociones, a expensas del intelecto y la voluntad,
resultará en un frívolo sentimentalismo.
3. Forzar la apelación a la voluntad, a expensas el intelecto y las emociones,
resultará en un feroz individualismo.

Todo predicador debe tener presente que “La salvación es de Jehová”. [30] Solo
Dios puede salvar y cuando un predicador procura hacer lo que sólo Dios puede
efectuar, el resultado está destinado al fracaso. Se puede notar entonces que la
importancia de la predicación es fundamental, ya que es el medio ordenado por
Dios para divulgar con efectividad y trascendencia el Evangelio de la gracia,
además ésta viene a ser un testimonio a los hechos verídicos del Evangelio, por
otra parte, también es el medio que Dios ha utilizado para despertar la fe en el
oyente, es el medio que resulta en la regeneración de los que creen, es el
medio por el cual los creyentes pueden seguir edificando su fe en Jesucristo, es
una responsabilidad de todos los que son cristianos y han sido dotados por Dios
para cumplir este ministerio y para alcanzar a toda la personalidad del hombre.

Es menester cumplir con esta santa encomienda, por ello en el siguiente


capítulo se estará mencionando las apremiantes y demandantes necesidades
que se exigen para que el predicador de Evangelio pueda cumplir efectivamente
su misión, siendo “santos en toda vuestra manera de vivir”.[31]
FIJACIÓN DEL APRENDIZAJE
Responda las siguientes preguntas:
1. ¿Cuál es la prueba definitiva que la Palabra predicada ha dado resultado?
2. ¿Dónde radica la grandeza de la fe?
3. ¿Cuáles deben ser las 3 experiencias que debe tener un hombre para que
acepte a Cristo?
4. ¿Qué factor puede llevar al predicador al fracaso en su ministerio?
5. ¿De qué manera el creyente puede ser edificado en su fe a través de la
predicación?
6. Mencione por lo menos 5 pasajes que testifiquen que la predicación es el
medio ordenado por Dios para divulgar el Evangelio de la gracia.
7. ¿Por qué la predicación es el medio que Dios usa para despertar la fe?
8. ¿De qué manera la predicación puede alcanzar a todo el ser del hombre?
ELABORACIÓN DE UN ENSAYO
Escriba un ensayo sobre la importancia de la predicación. El objetivo de este
ejercicio es que el lector pueda crear un criterio de manera personal. Sobre la
importancia, la necesidad y la demanda de predicar el Evangelio.
CAPÍTULO 3
LAS CARACTERÍSTICAS DE LA PREDICACIÓN
“Predicar es la más honrosa misión reservada para el hombre, pero el
predicador, por más erudito y elocuente que se considere, si no es capaz de
bajar hasta el más humilde e inculto oyente, jamás tendrá condiciones para
predicar con reverencia” [32]
LA PREDICACIÓN ES LA TAREA FUNDAMENTAL DE LA IGLESIA
Se han hecho dos rotundas y fundamentales afirmaciones: la primera, que la
predicación es una función esencial y central del ministerio cristiano. La
segunda la repetimos fraseada en esta forma: si el centro del ministerio es el
mensaje, el centro del mensaje es Cristo. “El mensaje es Cristo”. Dicho esto, la
pregunta que espiga es ésta: ¿Qué es predicar?[33]

Una definición idílica.


Se estará haciendo una revisión de varios conceptos de la predicación.
Hacemos esto con la esperanza que las personas que leen este libro, puedan
tener su propio y funcional concepto. Para cumplir bien una tarea es menester
entender su alcance y significado. Tal comprensión brinda el eje en torno al cual
se mueve la tarea. A continuación, estaremos plasmando definiciones de
predicación según grandes pensadores:
“Predicación es un acto divino-humano en el cual los seres
humanos, en su perdición son llamados a un nuevo encuentro con la
Palabra de Dios a través de las palabras de un testigo convencido”.
[34]

Los componentes esenciales de esta declaración están bien definidos. Se


destaca la acción divina y humana; lo que Dios da y lo que se hace en el púlpito
con su dádiva. Se menciona la condición humana: “perdición”. Lo perdido es lo
que no se encuentra en las manos de su dueño. Un Dios que sabe dónde está,
busca a seres humanos que nunca se han encontrado. Y se predica no para
promover un dogma o para recomendar una estructura eclesiástica; sino para
hacer posible el encuentro de la Palabra, que es Cristo, con los seres humanos
que han perdido su dirección.

Hace más de cien años un elocuente predicador ofreció una definición de


predicación, mientras dictaba una conferencia en la escuela teológica de Yale.
Dijo lo siguiente:
“¿Qué es, entonces predicación, de la cual hemos de hablar?
Predicación es la comunicación de la verdad por un hombre a los
hombres. Tiene en si dos elementos esenciales; verdad y
personalidad. Ninguno de los dos puede ignorarse… Predicar es la
presentación de la verdad a través de la personalidad”. [35]
Phillips Brooks

Tal vez preocupado por la naturaleza individualista de esta expresión, George


Swearzey, añade un factor a la ecuación dice el que: “predicación es la verdad
por medio de una personalidad, en medio de personalidades”. El predicador, no
sólo predica a la Iglesia, sino que predica desde la Iglesia y con la Iglesia
respaldando su tarea.
“La predicación es, finalmente, un acto dinámico en el cual
Dios se dirige a hombres y mujeres fuera y dentro de su pueblo para
confrontarlos con las profundas implicaciones de su obra redentora
en Cristo. Es un acto integral de la adoración pública de la Iglesia.
Sobre todo, la predicación es un acto escatológico, por tanto, atañe
a los últimos tiempos y es el instrumento por excelencia del Espíritu
Santo para la salvación de los hombres”. [36]
Orlando Costas

Costas, más que definir, caracteriza el proceso. Lo hace inclusivo en términos


de la intención de Dios para los que están “fuera”. Toma nota del carácter
comunitario de todo proyecto sermónico: es parte del culto de adoración del
pueblo de Dios y hace algo que pocos homiléticos anuncian: hincapié en el
carácter escatológico de la predicación.

Estas tres definiciones de predicación nos hacen ver la importancia de cumplir


este llamado, H. Maurice Lednicky comenta: El llamado de Dios es un privilegio
sagrado, esto no significa, que uno predica hasta que aparezcan problemas o
haya una mejor posición a disposición. Ningún plan alternativo debería ser
elegido, en caso de que el ministerio no resulte como se esperaba. La
predicación no es una “profesión” que usted escoge basándose en su
personalidad o aptitud. Si el Dios Eterno le ha escogido para proclamar la
verdad eterna, nunca considere otro camino u opción.[37]
TRES CARACTERÍSTICAS PRIMORDIALES DE LA PREDICACIÓN
La auténtica predicación está marcada por tres características distintas: la
autoridad, la reverencia y la centralidad. La predicación es autoritativa, ya que
se mantiene en la misma autoridad de la Biblia como la Palabra de Dios. Tal
predicación requiere y refuerza el sentido de expectación reverente por parte
del pueblo de Dios. Por último, la predicación exige que el lugar central en la
adoración cristiana y es respetado como el evento a través del cual el Dios
viviente habla a Su pueblo.[38]

Su autoridad.
Un agudo análisis de nuestra época contemporánea viene del sociólogo
Richard Sennett de la Universidad de Nueva York. Sennett señala que, en
tiempos pasados, ​una ansiedad importante de la mayoría de las personas, es la
pérdida de la autoridad gobernante. Ahora, las tablas se han volteado, y las
personas modernas están preocupadas por cualquier autoridad sobre ellos:
“Hemos llegado a temer la influencia de la autoridad como una amenaza a
nuestras libertades, en la familia y en la sociedad en general.” Si las
generaciones anteriores temían la ausencia de autoridad, hoy vemos un “miedo
a la autoridad cuando existe”.

Algunos homiléticos sugieren que los predicadores deben simplemente abrazar


esta nueva cosmovisión y entregar cualquier pretensión de un mensaje de
autoridad. Los que han perdido la confianza en la autoridad de la Biblia como la
Palabra de Dios se quedan con poco que decir y ninguna autoridad para su
mensaje. Una de las figuras más influyentes de la reciente reflexión homilética,
describe al predicador famoso de hoy “como uno sin autoridad”. Su retrato de la
difícil situación del predicador se cierne sobre:
“Los viejos rayos se oxidan en el ático, mientras que el
ministro intenta llevar a su pueblo a través del pantano de
relatividades y posibilidades inmediatas.” “Ya no puede el predicador
presuponer el reconocimiento general de su autoridad como un
clérigo, o la autoridad de su institución, o la autoridad de las
Escrituras”. [39]
Fred Craddock

Resumiendo, la situación del predicador postmoderno, relata que el predicador


“se pregunta con seriedad a sí mismo si debe continuar sirviendo al monólogo
en un mundo dialógico”. La pregunta obvia que plantea el análisis de Craddock
es la siguiente: Si no tenemos un mensaje de autoridad, ¿por qué predicar? Sin
autoridad, el predicador y la congregación están involucrados en un enorme
desperdicio de tiempo valioso. La idea de que la predicación se puede
transformar en un diálogo entre el púlpito y la banca, indica la confusión de
nuestra época.

En contraste a esto, es la nota de autoridad que se encuentra en toda


verdadera predicación expositiva.
“Cualquier estudio de la historia de la Iglesia, y en particular
cualquier estudio de los grandes períodos de avivamiento o
despertares, demuestra sobre todo lo demás sólo este hecho: que la
Iglesia cristiana durante todos estos períodos ha hablado con
autoridad. La gran característica de todos los avivamientos ha sido
la autoridad del predicador. Parecía que había algo nuevo, adicional,
e irresistible en lo que él declaró, en nombre de Dios”.
Martyn Lloyd-Jones

El predicador se atreve a hablar en nombre de Dios. Se pone de pie en el


púlpito como un mayordomo “de los misterios de Dios” [40] y declara la verdad
de la Palabra de Dios, proclama el poder de la Palabra, y aplica la Palabra a la
vida. Este es un acto ciertamente audaz. Nadie puede siquiera contemplar esa
tarea sin la confianza absoluta en el llamado divino para predicar y en la
autoridad intachable de las Escrituras.

En el análisis final, la máxima autoridad para la predicación es la autoridad de la


Biblia como la Palabra de Dios. Sin esta autoridad, el predicador se encuentra
desnudo y en silencio delante de la congregación y el mundo observante. Si la
Biblia no es la Palabra de Dios, el predicador está involucrado en un acto de
auto-engaño o pretensión profesional. Manteniéndose en la autoridad de las
Escrituras, el predicador declara una verdad recibida, no un mensaje inventado.
El oficio de enseñanza no es una función de asesoramiento basado en la
experiencia religiosa, sino una función profética por la que Dios habla a su
pueblo.

Su reverencia.
La auténtica predicación también está marcada por la reverencia. La
congregación que se reunió antes de Esdras y los demás predicadores
demostraron un amor y reverencia por la Palabra de Dios (Nehemías 8).
Cuando el libro fue leído, el pueblo estuvo atento. Este acto de pie revela el
corazón de la gente y su sentido de la expectativa de que la Palabra fuese leída
y predicada.

La predicación requiere una actitud de respeto por parte de la congregación. La


predicación no es un diálogo, pero sí implica por lo menos dos partes: El
predicador y la congregación. El papel de la congregación en el evento de la
predicación es escuchar, recibir y obedecer la Palabra de Dios. De este modo,
la Iglesia demuestra respeto por la predicación y la enseñanza de la Biblia y
entiende que el sermón, acerca la Palabra de Cristo a la congregación. Esta es
la verdadera adoración.
A falta de reverencia por la Palabra de Dios, muchas congregaciones están
atrapadas en una búsqueda frenética de significado en la adoración. Cristianos
dejan los servicios de adoración preguntándose uno al otro, “¿Obtuviste algo de
eso?” las Iglesias producen encuestas para medir las expectativas para la
adoración: ¿Quieres más música? ¿De qué tipo? ¿Qué hay del drama? ¿Es
nuestro predicador suficientemente creativo?

La predicación demanda un conjunto muy diferente de preguntas. ¿Voy a


obedecer la Palabra de Dios? ¿Cómo debe ser mi forma de pensar reajustada
por la Escritura? ¿Cómo tengo que cambiar mi comportamiento para ser
totalmente obediente a la Palabra? Estas preguntas revelan la sumisión a la
autoridad de Dios y la reverencia por la Biblia como su Palabra. Del mismo
modo, el predicador debe demostrar su reverencia por la Palabra de Dios al
tratar con sinceridad y de manera responsable el texto. No debe ser frívolo o
casual, ni mucho menos despectivo o irrespetuoso. De esto podemos estar
seguros, ninguna congregación reverenciará la Biblia más de lo que el
predicador lo hace.

Su centralidad.
Si la predicación expositiva es autoritativa, y si demanda respeto, también debe
estar en el centro de la liturgia cristiana. La adoración adecuadamente dirigida a
la honra y gloria de Dios encontrará su centro en la lectura y la predicación de la
Palabra de Dios. La predicación no puede asignarse a un papel de apoyo en el
acto de adoración, debe ser central.

En el curso de la Reforma, el propósito directivo de Lutero era restaurar la


predicación de su propio lugar en el culto cristiano. Refiriéndose al incidente
entre María y Marta en Lucas 10, Lutero recordó a su congregación y
estudiantes que, Jesucristo declaró que “sólo una cosa es necesaria” [41] la
predicación de la Palabra. Por lo tanto, la preocupación central de Lutero era
reformar el culto en las Iglesias al restablecer allí la centralidad de la lectura y la
predicación de la Palabra.
Esa misma reforma es necesaria en el evangelismo mexicano actual. La
predicación debe volver a ser el centro de la vida de la Iglesia y el centro del
culto cristiano. Al final, la Iglesia no será juzgada por su Señor por la calidad de
su música, sino por la fidelidad de su predicación.

Cuando los evangélicos de hoy en día hablan casualmente de la distinción entre


la adoración y la predicación (lo que significa que la Iglesia disfruta de una
oferta de música antes de la adición de un poco de predicación), traicionan su
incomprensión tanto de la adoración y el acto de la predicación. La adoración
no es algo que hacemos antes de que nos acomodemos para la Palabra de
Dios, es el acto mediante el cual el pueblo de Dios dirige toda su atención al
único Dios vivo y verdadero que les habla y recibe sus alabanzas.

Dios está más bellamente alabado cuando su pueblo escucha su Palabra, ama
a su Palabra, y obedece su Palabra. Al igual que en la Reforma, el más
importante correctivo a nuestra corrupción de la adoración es devolver
correctamente a la predicación y la lectura pública de la Palabra de Dios a la
primacía y centralidad en la adoración. Sólo entonces la “perla de gran valor”[42]
será realmente redescubierta.

FIJACIÓN DE APRENDISAJE
Responda las siguientes preguntas.
1. ¿Cuál es su definición o concepto de la palabra “predicación”?
2. ¿Cuál es su opinión acerca del “privilegio sagrado” que menciona Lednicky?
3. Mencione las características primordiales de la predicación y explique si está
de acuerdo.
4. ¿Cuál es su postura acerca de la autoridad de las Escrituras?
5. ¿Cuál es su postura acerca de la reverencia de la predicación?
6. ¿Qué papel juega la adoración en la centralidad de la predicación?

ELABORACIÓN DE UN ENSAYO
Escriba un ensayo sobre la diferencia entre un discurso político y la predicación.
El objetivo de esta tarea es que el lector pueda observar las grandes similitudes
de ambos discursos, pero, valorando que la predicación tiene una fuente divina
y edificante.
UNIDAD 2

EL PROCESO HOMILÉTICO DEMANDA UN PREDICADOR


GENUINO
CAPÍTULO 4
LA RESPONSABILIDAD LATENTE DEL PREDICADOR
“Una de las necesidades más urgentes, en nuestros días como Iglesia, es
cumplir con la tarea de la evangelización, que es nuestra misión fundamental,
no podemos mantenernos indiferentes ante la situación que prevalece ante el
mundo actual. Cada creyente que ha tenido la experiencia salvadora debe ser
un obrero que proclame las Buenas Nuevas”.
[43]

Ninguna profesión tiene un potencial tan alto de responsabilidad como la del


predicador de la Palabra de Dios. Cualquier falta como vocero de Dios no sólo
ocasiona vergüenza (2 Timoteo 2:15) sino juicio. El Espíritu Santo ha escrito
que todo pastor del rebaño de Dios debe “dar cuenta”. [44]
Por encima de todo, y a través de todo, el predicador debe ser hábil en el uso
de la Palabra para detectar los errores de aquellos que le escuchan, para liberar
hombres de sus fortalezas de ignorancia, convencer sus conciencias, tapar sus
bocas y cumplir su responsabilidad de proclamar todo el consejo de Dios.[45]
LA RESPONSABILIDAD QUE DELEGA UNA COMISIÓN
Ningún texto de la Escritura afirma de forma más poderosa este llamado a usar
toda nuestra capacidad para exponer la Palabra como potente mandato en 2
Timoteo 4:1-4: [46]”Te encarezco delante de Dios y del Señor Jesucristo, que
juzgará a los vivos y a los muertos en su manifestación y en su reino, que
prediques la palabra; que instes a tiempo y fuera de tiempo; redarguye,
reprende, exhorta con toda paciencia y doctrina. Porque vendrá tiempo cuando
no sufrirán la sana doctrina, sino que, teniendo comezón de oír, se
amontonarán maestros conforme a sus propias concupiscencias, y apartarán de
la verdad el oído y se volverán a las fábulas”.
1. La seriedad de la comisión del predicador se expresa en el versículo 1: “Te
encarezco delante de Dios y del Señor Jesucristo”. El predicador está bajo el
escrutinio de Dios y de Jesucristo, quienes juzgarán a todos algún día. El
Juez perfecto juzgará perfectamente la calidad, la precisión, el celo y el
esfuerzo del predicador. El asunto es complacer a Dios y a Jesucristo, no
agradar a los hombres. El juicio de estos es imperfecto y eternamente
inconsecuente. El de Dios, perfecto y eternamente consecuente, es el único
veredicto que importa.[47]
2. El tema de la comisión del predicador se expresa en el versículo 2: “que
prediques la palabra”. La predicación de la Palabra de Dios es el mandato.
No solo hemos de “retener la forma de las sanas palabras”, [48] para usar “la
palabra de verdad”, [49] para proclamarla. La predicación debe ser la
expresión exacta de la voluntad del Soberano, dejando que Dios sea quien
hable, no el hombre. Solo así el predicador será transformado, lo cual a su
vez lleva a congregaciones transformadas.[50]
3. En 2 de Timoteo 4:2 también se señala el alcance: “que instes a tiempo y
fuera de tiempo; redarguye, reprende, exhorta con toda paciencia y
doctrina”. El predicador siempre está listo a predicar, sea conveniente
hacerlo o no. Está ansioso de exponer el pecado y promover el
comportamiento justo. Lo hace con paciencia y no con irritación, amargura o
desaliento. Su predicación debe ser siempre doctrina sólida que le muestre
al pueblo el verdadero patrón de Dios.
4. La urgencia de la comisión del predicador se expresa en los versículos 3 y 4:
“Porque vendrá tiempo cuando no sufrirán la sana doctrina, sino que,
teniendo comezón de oír, se amontonarán maestros conforme a sus propias
concupiscencias, y apartarán de la verdad el oído y se volverán a las
fábulas”. Los pecadores no tolerarán las verdades inquietantes. Eso es de
esperarse. Por otra parte, querrán escuchar mentiras agradables. Ellos
podrán buscar lo sensacional, lo entretenido, lo que les edifique el ego, que
no los amenace y que sea popular. Pero lo que nosotros predicamos es
dictado por Dios, no por las muchedumbres que enfrentemos.[51]
LA RESPONSABILIDAD QUE DEMANDA UNA PREPARACIÓN
Ya que Dios debe ser la fuente de los mensajes bíblicos, quien presenta tal
mensaje debe disfrutar de una comunión íntima con Él. Esta es la única manera
en la cual se puede ofrecer el mensaje con mayor precisión, claridad y pasión.
[52]

Hay al menos siente áreas de preparación que califican a un hombre para


presentarse frente al púlpito y declarar: ¡Así dijo el Señor!
1. El predicador debe ser un creyente en Jesucristo verdaderamente
regenerado. Debe ser parte de la familia redimida de Dios (Juan 1:12-13). Si
un hombre ha de presentar, de manera efectiva, un mensaje personal de
parte del Padre celestial, debe ser hijo espiritualmente legítimo o el mensaje
será inevitablemente distorsionado.
2. El predicador debe ser señalado y dotado por Dios para el ministerio de la
enseñanza y predicación (Efesios 4:11-16; 1 Timoteo 3:2). A menos que un
hombre no sea capacitado divinamente para predicar, será inadecuado, sólo
poseerá habilidad humana.
3. El predicador debe tener la inclinación y el entrenamiento para ser un
estudiante de la Palabra de Dios. De otra manera, no podrá realizar el
mandato de 2 Timoteo 2:15 de usar “bien la palabra de verdad”.
4. El predicador debe ser un creyente maduro que demuestre un carácter
adecuadamente sano (1 Timoteo 3:2-3).
5. El predicador debe depender del Espíritu Santo para la obtención del
conocimiento divino y la comprensión de la Palabra de Dios (1 Corintios
2:14-15). Sin la iluminación y el poder del Espíritu Santo, el mensaje será
relativamente potente.
6. El predicador debe estar en constante comunión con Dios, mediante la
oración, para recibir el impacto pleno de la Palabra (Salmos 119:18). Para
aclarar las cosas es obvio que se acuda a su autor original.
7. El predicador debe, primero que nada, permitir que el mensaje que se está
desarrollando se filtre a través de su manera de pensar, así como a través
de su vida, antes de poder predicarlo. Esdras proveyó el modelo perfecto:
“porque Esdras había preparado su corazón para inquirir la ley de Jehová y
para cumplirla, y para enseñar en Israel sus estatutos y decretos”.[53]
LA RESPONABILIDAD QUE REQUIERE UNA IMPACTO
¿Cuál es la responsabilidad del predicador? El predicador necesita percatarse,
que la Palabra de Dios no es la palabra del predicador. Sino más bien:
1. Es un mensajero, no el creador.
2. Es un sembrador, no la fuente.
3. Es un heraldo, no la autoridad.
4. Es un mayordomo, no un propietario.
5. Es la guía, no el autor.
6. Es el servidor de la comida espiritual, no el cocinero.
El predicador que lleva el mensaje que el pueblo necesita oír, casi siempre será
el que menos les guste escuchar. Pero cualquier cosa menor que el
compromiso del predicador para con la predicación, reducirá sus ovejas en un
rebaño débil, vulnerable y sin pastor. David S. Ocasio en su libro titulado “Olor a
Ovejas”, declara una de las verdades más apremiantes, afirma: que la pasión
de pastorear, viene de la compasión al observar la necesidad de guía y
dirección espiritual entre las almas,[54] y la realidad es que el mejor ejemplo se
encuentra en Jesús mismo, “Al ver a las multitudes, tuvo compasión de ellas,
porque estaban desamparadas y dispersas como ovejas que no tienen pastor”.
[55]
El anhelo del predicador siempre será cumplir con la expectativa del llamado
de Dios.
Se debería asumir un anhelo ferviente de ser esos pastores que procuran tener
el corazón de Dios, que alimentarán sus ovejas con conocimiento divino del
entendimiento espiritual mediante la exposición bíblica, equipados para
alcanzar el nivel que satisfaga el deseo de Dios para su llamado.
FIJACIÓN DE APRENDIZAJE
Responda las siguientes preguntas de manera personal:
1. ¿Cuál debe ser el tema de nuestra predicación?
2. ¿Cuál considera usted que es la razón por la que muchos predicadores
buscan agradar a los hombres antes que a Dios?
3. De las siete áreas de preparación señaladas anteriormente, ¿Cuál considera
usted que es la más importante y por qué?
4. ¿Agregaría algo más a la lista?
5. ¿Cuál es el grado de responsabilidad del predicador?
6. ¿Qué le da un sentido de urgencia a la predicación?
INVESTIGACIÓN DE CAMPO
Entreviste a un pastor o un predicador que tenga más de diez años de
ministerio. El objetivo de este ejercicio es que el lector pueda identificar las
responsabilidades que conlleva ser un predicador de la Palabra.
1. ¿Cuál ha sido el desafío más grande que ha tenido que sufrir como
predicador del Evangelio?
2. ¿Cuál ha sido el escenario más complicado donde ha predicado el
Evangelio?
3. ¿Cuál es su principal motivación para predicar la Palabra de Dios?
4. ¿De qué manera recibió el llamamiento a predicar el Evangelio?
5. ¿Cuáles serán los requisitos para que una persona se pueda introducir al
ministerio de la predicación?
6. ¿Cuál es su consejo para los predicadores inexpertos?
CAPÍTULO 5
EL CARACTER APROPIADO DEL PREDICADOR
“La vida moldeada de acuerdo con el modelo de Cristo es aquella que es capaz
y digna de participar con El en su reino” [56]
Los griegos antiguos daban gran énfasis a la oratoria. Ellos dividieron el tema
del discurso público en tres partes. Las palabras griegas para estas tres partes
son: ethos, logos y pathos. [57] Cada una de estas partes representaba la
verdadera esencia del discurso, a cada una de estas palabras en la actualidad
se les puede relacionar de la siguiente manera:
1. La palabra ethos. Esta palabra como se ha mencionado con anterioridad, se
deriva del vocablo griego, y tiene por significado carácter, conducta y modo
de vivir. En español a esta palabra bien se le pudiera relacionar con la ética.
Ya que describe perfectamente la esencia que debe de tener quien dirige el
discurso, en este caso muy articular, el predicador.
2. La palabra logos. Esta significa palabra, mensaje, discurso o sermón. Su
relación en español es el estudio. Esta palabra tiene que ver con el
contenido en sí del mensaje, nosotros lo aplicamos desde la perspectiva del
sermón. El logos representa el mensaje que tiene que tener el predicador.
3. La palabra pathos. Para los griegos era fundamental la forma de entregar el
discurso, a esto le llamaban emotividad. Su relación y significado en español
puede ser la pasión, el sentimiento y la expresión que caracteriza a los
predicadores.

De esta manera, estas tres palabras formar parte fundamental e integral de un


predicador genuino. Por ellos es necesario concentrarnos en cada una de ellas
de manera particular. La primera en análisis es ethos que tiene que ver con la
conducta o el carácter que debe de poseer un predicador.

LAS CARACTERÍSTICAS QUE EL PREDICADOR NO DEBE POSEER


La norma de Dios para los predicadores es alta y esta no puede ser alcanzada
por méritos personales ni por nuestras propias fuerzas. Pero a medida que
aprendemos a depender del Señor Jesús y andamos en el Espíritu, Dios
indudablemente capacitará nuestra vida para el ejercicio de la predicación,
produciendo el fruto que él desea de sus hijos. “Permaneced en mí, y yo en
vosotros. Como el pámpano no puede llevar fruto por sí mismo, si no
permanece en la vid, así tampoco vosotros, si no permanecéis en mí”[58]
El apóstol Pablo en sus epístolas da una lista de cinco características que el
predicador del santo Evangelio no debe tener. Estas características son las
siguientes:
1. El predicador no debe ser dado al vino (1 Timoteo 3:3; Tito 1:7). Es bien
sabido que las personas que tienen negocios como los mini súper y tienda
de abarrotes que venden alcohol, consideran que sus ganancias más
grandes, provienen de las bonificaciones que reciben por vender estos
productos. Pero la realidad es que la Biblia exhorta tajantemente esta
conducta. Por ende, el predicador debe de abstenerse de todos los negocios
que tengan que ver con el vino, y mucho más consumirlo, el proverbista
decía que éste era como una serpiente la cual al morder causaría dolor.[59]
2. El predicador no debe de ser soberbio (1 Timoteo 3:3; Tito 1:7). Los
soberbios son orgullosos y creen que siempre tiene la razón. Puede haber
soberbia en la familia, en la escuela, en la calle, en los centros comerciales,
pero jamás en la vida y testimonio de un predicador. Es necesario
examinarnos, es bueno que el líder tenga voluntad fuerte, así como la tuvo
Moisés, Pedro y Pablo, pero no es lo mismo voluntad firme a poseer una
actitud dictatorial. El apóstol Pedro escribió: “Dios resiste a los soberbios, y
da gracia a los humildes” [60]
3. El predicador no debe de ser iracundo ni violento (1 Timoteo 3:3; Tito 1:7). El
predicador no debe de ser alguien que se preste para el enojo repentino. Las
cantinas son famosas por sus peleas, un predicador del Evangelio no debe
prestarse para ser alguien que agreda a su familia o a sus amigos. El
predicador siempre se distinguirá de los violentos y malhumorados. El ser
alguien iracundo crea lazos para su alma[61], mismos que le condenarán ante
el Señor mismo.
4. El predicador no debe de ser un amante del dinero, ni codiciosos de
ganancias deshonestas (1 Timoteo 3:3; Tito 1:7). Todas las personas
necesitan dinero para existir, pues este es una necesidad real. Pero
debemos de ser muy claros en esto, aunque los predicadores también tienen
necesidad de este bien. El predicador no debe ser codicioso, sino que debe
de aprender a depositar su esperanza en Dios como Aquel que le sustenta.
Por ello, el predicador jamás deberá ser movido por la codicia y mucho
menos por las ganancias deshonestas que puede producir el amor al dinero.
El apóstol Pablo le dijo su pupilo Timoteo que, “el amor al dinero es la raíz
de todos los males” .[62]
5. El predicador no debe de ser un neófito (1 Timoteo 3:6). Pablo se refiere con
esta expresión a los recién convertidos. No es algo sabio que el recién
convertido sea ascendido a la posición de predicador. Es necesario darle al
hombre unos cuantos años para que eche raíces y pueda ser maduro.
Alguna vez escuche que alguien dijo: “demasiada leña verde apaga el
fuego”. Nunca debemos dejar que un niño haga el trabajo de un hombre, de
igual forma, no podemos dejar que el ministerio de la predicación sea
ejecutado por niños espirituales, esto es una seria irresponsabilidad.

LAS CARACTERÍSTICAS QUE EL PREDICADOR DEBE DE POSEER


El predicador seguramente debe obtener una buena reputación evitando cada
una de las características antes mencionadas, pero eso, no garantiza que tenga
lo necesario para ser un predicador genuino, como tal lo demanda la Biblia. Por
ello, es necesario echar un vistazo a las siete características que debe de
poseer un predicador.
1. El predicador debe de ser marido de una sola mujer (1 Timoteo 3:2,12; Tito
1:6). Una reputación de pureza moral es como la primogenitura de Esaú. El
que la vende jamás la puede recuperar, aunque la busque con lágrimas.
Como predicadores es necesario guardar la castidad con la mujer de la
juventud hasta la muerte.
2. El predicador debe de ser amable (1 Timoteo 3:3). Si el modelo a seguir del
predicador debe de ser el de Jesús, un predicador debe de ser tan amable
como lo fue el Maestro de maestros. La amabilidad se debe de demostrar
sin importar la cultura, raza o clase socioeconómico, para hacer aquello que
dijo Jesús: “ejemplo os he dado para que sigáis mis pisadas”. [63]
3. El predicador debe ser sobrio, prudente y disciplinado (1 Timoteo 3:2 Tito
1:8). Si su estilo de vida como predicador es excesivo y no está dentro de
los límites aceptados, usted tendrá mala fama. Use las cosas de este mundo
sin abusar de ellas, seamos predicadores prudentes y con dependencia a el
Espíritu Santo para producir el fruto del dominio propio.
4. El predicador debe ser hospedador (1 Timoteo 3:2 Tito 1:8). La hospitalidad
es una notable expresión práctica y observable del amor ágape.
Trágicamente, la mayoría de los cristianos no se dan cuenta que la
hospitalidad no es una opción: es un mandamiento Bíblico. Esa es una de
las razones por las cuales el Nuevo Testamento incluye como requisito de
quienes han de ser predicadores de la Iglesia, que sean hospedadores.
5. El predicador debe de ser justo y santo (Tito 1:8). La justicia y la santidad
son sin duda elementos indispensables que deben de conformar al
predicador de Dios, pues el Señor no puede mandar su mensaje santo a
hombres que viven en la práctica del pecado. Dios demanda santidad a él.
6. El predicador debe ser apto para enseñar (1 Timoteo 3:2 Tito 1:9). Se debe
de recordar que la enseñanza exige más que conocimiento. Para ser un
buen maestro uno debe reflejar la sabiduría y unción de Dios, puesto que la
predicación es un ministerio divino, Dios es quien debe de capacitar para la
enseñanza.
7. El predicador debe ser un buen gobernante de su propia familia (1 Timoteo
3:12 Tito 1:6). Seguramente la prueba de la madurez de un predicador del
Evangelio en su forma de vivir, será en relación a su familia, si éste comete
errores con los de su casa, seguramente cometerá los mismos errores con
la Iglesia.
INVESTIGACIÓN BÍBLICA
Realice una investigación en el Nuevo Testamento y enumere, según su
posibilidad, la mayor cantidad de características que Jesús tuvo como
predicador y maestro de Israel. Esto hará que el alumno profundice en la
narración biográfica de Jesús en los Evangelios.
CAPÍTULO 6
LA PERSONALIDAD DISTINTIVA DEL PREDICADOR
“Muchos predicadores preparan bien el cuerpo y contenido del sermón, pero se
les olvida preparar su alma, por ello, existen predicadores que con muy poca
personalidad”
Una realidad muy latente es que el corazón y la mente del predicador debe
estar siempre dirigida por la voluntad de Dios, pero esto puede ser una obra
titánica, pero si el creyente se dispone, esto será una realidad para su vida,
recordando que para el amor magnánimo de Dios no hay límites, solo es
necesario mantener una estrecha y plena comunión con el Dador de la vida.
EL CORAZÓN DEL PREDICADOR DEBE ESTAR EN PLENA COMUNIÓN
CON DIOS
El liderato de amor. (1 Corintios 13:2)
El dramaturgo inglés George Bernard Shaw escribió: “El cristianismo podría ser
bueno si alguna vez alguien lo pusiera en práctica” el comentario sarcástico de
Shaw pone en manifiesto que en muchos ámbitos no vivimos conforme a lo que
profesamos creer.[64]
El profesor canadiense Michael Green, lo expresa de la siguiente manera:
“Como predicador eclesiástico, con demasiada frecuencia se ha puesto las
vestiduras de gobernante y no el delantal de siervo. Aún hoy es muy difícil decir
que la imagen de la Iglesia cristiana es de una comunidad unida en amor a
Jesús y consagrada al servicio desinteresado de los demás”.[65] Jesucristo
insistió en que aquellos que anhelan ser predicadores y maestros del pueblo de
Dios, deben en primer lugar, mostrar una actitud humilde y amorosa, y no
aspirar a posiciones de elevada reputación.
El amor ágape es aquel que se entrega voluntariamente y se ofrece sin tomar
en cuenta el valor o los méritos de la persona que lo recibe. Este amor ágape
ha de ser la marca distintiva de todos los seguidores de Cristo (Juan 13:34-35).
Por consiguiente, la Iglesia no debe de ser una empresa, un club, ni un partido
político; es la familia de Dios, donde mora el Espíritu Santo. Donde el amor es
el elemento esencial en la familia.
Amor por la Palabra de Dios. (Juan 8:31b)
“Hay muchos que predican a Cristo, pero son muy pocos los que viven como
él”, fueron las palabras de Chapman, uno de sus secretos de éxito en una larga
vida de predicador dijo: “mi entrega a la oración y la meditación en la Palabra
de Dios”. [66]
El libro de Dios es un depósito de maná para sus hijos mientras andan en su
peregrinación terrenal, la gran causa de que se descuiden las Escrituras no es
la falta de tiempo, sino la falta de anhelo por estudiarla y el hecho de que algún
ídolo ocupe el lugar de Cristo.
Un carácter controlado por el Espíritu Santo. (1 Tesalonicenses 2:7-8)
Lo primero que se requiere de quienes han de desempeñar algún cargo en la
Iglesia, sea de evangelista o pastor, no sólo es el conocimiento y la capacidad
retórica. Además, y por, sobre todo, deben tener gracia y un intachable estilo de
vida.
Un misionero dijo sobre el carácter controlado por el Espíritu Santo: “Lo que a
mí me corresponde es amar a otros, no buscar que los demás me amen a mí”.
De este mismo carácter debe nacer una preocupación compasiva por el
bienestar espiritual de los niños, adolescentes y jóvenes que por la condición
espiritual de los adultos y ancianos.
Paciencia y gentileza. (2 Timoteo 2:24-25a)
Hay una gran diferencia entre la paciencia y la pasividad, y esas actitudes
nunca deben de confundirse. Uno de los textos más afirmativos es (2 Timoteo
4:2b) “…reprende, exhorta con toda paciencia y doctrina”. Con toda paciencia y
amabilidad siguió, orando, persuadiendo y enseñando.
Una de las realidades, es que, cuando alguien difiere de nuestros
pensamientos, no hace lo que queremos o no lo hace de la manera que lo
queremos, se deja la paciencia de un lado y comienza una actitud dictatorial e
incluso impositiva, la gentileza se desvanece y podemos perder el control
lastimando a las personas y a la familia de la fe.
Mantener la unidad. (Efesios 4:1, 3, 4a, 5)
Los títulos que se dan a las Iglesias en las Escrituras hablan de unidad
celestial, palabras tales como cuerpo, vid, templo de Dios, nación santa, pueblo
adquirido, sacerdocio real. Dichas palabras hacen ver a la Iglesia de Dios como
su testigo en el mundo; pero con los nombres que han sido inventados
(denominaciones) por los seres humanos son nombres de sectas, y son cause
de vergüenza y división. “Nuestras actitudes debieran ser el duplicado exacto
de las actitudes de Cristo y de Dios hacia la totalidad de la Iglesia”.
Disciplina y reconciliación. (Gálatas 6:1)
El amor “ágape” no pasa por alto el pecado, porque el amor no puede existir
separado de la santidad y la justicia. La Iglesia debe de aplicar la disciplina. No
hacerlo es deshonrar a Dios, desobedecer su Palabra y no amar de manera
correcta al pecador. La disciplina eclesiástica produce por lo general,
sentimientos amargos.
La finalidad de la disciplina, es la reconciliación del creyente en el cuerpo de
Cristo, que restablezca la comunión con Dios y la Iglesia, para eso se necesita
aplicar las palabras del mismo R. C. Chapman: “El orgullo alimenta el recuerdo
de las ofensas: la humildad las olvida, a la vez las perdona”.[67]
Perdón y bendición a otros. (1 Corintios 13:4-5)
El mejor testimonio de Esteban fue lo último que dijo: no fue cuando predicaba
y cuando hacía milagros, sino cuando intercedió por quienes lo perseguían;
porque fue entonces cuando más se asemejó al Señor Jesús en paciencia,
perdón, y amor.
Benevolencia. (Hechos 20:35)
Una reflexión sobre este tema sería; cuando fue la última vez que visitamos un
centro de rehabilitación para adictos, albergues para personas que no tienen
donde dormir, comedores para indigentes y reclutamiento de despensas de
alimentos, prendas y útiles escolares. La benevolencia está en peligro de
extinción.
Trabajando juntos en amor. (Tito 1:7a)
La verdadera calidad de nuestro amor se pone de manifiesto frente a las
tenciones y pasiones que hay en las relaciones con otras personas,
especialmente con aquellas que trabajamos. “Nos necesitamos los unos a los
otros; dependemos unos de otros, no como fuentes, sino como canales de
bendición”.
¡Que enorme victoria obtuvo Jonatán sobre sí mismo, cuando se alegró al ver
que David crecía por encima de él  Supo discernir la mente de Dios en David;
y había aprendido a deleitarse de tal modo en Dios, que no percibió en David
como alguien que habría de hacerle sombra, sino a otro hombre fiel, formado
para Dios y para Israel.
Visión y evangelismo. (Romanos 1:16a)
Compartir el latido mismo del corazón de Dios es tener un amor profundo y
sincero por los que se pierden, este mismo latido debiera impulsarnos a
compartir abiertamente el Evangelio con todo aquel que quiera y necesite
escucharlo: amigos, parientes, compañeros de trabajo y personas que se
encuentran en las calles de nuestra ciudad. Cuando es expuesto y presentado
el mensaje majestuoso de salvación a las personas, si lo aceptan o lo
rechazan, nuestra visión tendría que ser; seguir insistiendo, quizá ya no más
con palabras que persuaden a tomar decisiones, sino llevando a cabo esta
expresión; “los he visitado diariamente desde que les compartí el mensaje”
aludiendo que oramos cada día por ellos.
Autodisciplina. (Gálatas 5:22a, 23a)
El finado Martyn Lloyd-Jones hizo la siguiente observación, la cual es de
tremenda significancia: “Lo invito a leer la biografía de cualquier santo que haya
adornado la vida de la Iglesia y descubrirá que la mayores cualidades de esas
personas son la disciplina y el orden. Invariablemente, estas son las
características universales de los hombres y mujeres de Dios más destacados,
y obviamente, son totalmente bíblicas y absolutamente necesarias”. [68]
Oración y adoración. (Hebreos 11:5b)
Si anhelamos estar llenos de amor por Cristo, pensemos en su amor hacia
nosotros, demostrado en su muerte en la cruz, esto debería producir una
detonación de adoración de cada uno de nosotros; por quien se vertió ese amor
magnánimo de Dios. Si no tenemos la inclinación a pedir y dar gracias,
empecemos con un espíritu de confesión, ningún asunto es demasiado
pequeño como para no presentarlo en oración, cuando uno se postra delante
de Dios tenemos que entender que Él se inclina hacia nosotros para escuchar
nuestra oración.
Dios a lo largo de los años se ha llevado a grandes siervos a su presencia, los
cuales nunca más regresaran, nuestra ciudad está deseosa de líderes que
guíen, mi deseo y oración es que a través de estas nociones prácticas
podamos ser esos predicadores que tienen el latido del corazón de Dios e
impacten a esta generación.
AUTO EVALUACIÓN
Ilumine el número que considera usted represente mejor su personalidad,
recordando que 10 es el modelo divino de Jesús, realice una verdadera
autocrítica.
PERSONALIDAD
EVALUACIÓN
Una persona que manifiesta amor 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
Una persona que ama la Palabra 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
de Dios
Un carácter controlado por el 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
Espíritu Santo
Una persona que muestra 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
paciencia frecuentemente
Una persona que muestra gentileza 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
con los demás
Una persona que procura mantener 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
la unidad
Una persona disciplinada en todas 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
la áreas de la vida
Una persona que da iniciativa para 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
la reconciliación
Una persona que pide perdón 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
cuando se equivoca
Una persona que procura bendecir 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
a los demás
Una persona que busca ayudar a 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
los más necesitados
Una persona que ama trabajar en 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
equipo con otros
Una persona con una visión en 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
Dios
Una persona que busca evangelizar 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
constantemente
Una persona que disfruta la 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
autodisciplina
Una persona que disfruta el tiempo 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
en oración
Una persona que vive para adorar a 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
Dios
CARACTERÍSTICAS
Una persona que se deleita en una 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
sola mujer
Una persona prudente en sus 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
decisiones
Una persona que acostumbra a 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
hospedar a otros
Una persona que se esfuerza en 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
hacer justicia
Una persona apta para enseñar con 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
claridad
UNIDAD 3

EL PROCESO HOMILÉTICO DEMANDA UNA ESTRUCTURA DEFINIDA


CAPÍTULO 7
LA IMPORTANCIA DE LA ESTRUCTURA DEL SERMÓN
“Es necesario presentar las verdades evangélicas, sobre todo a los nuevos
oyentes, de un modo claro y lógico, que persuada sin fatigar las mentes. Para
ello se necesita orden, disposición y clara enunciación de la plática o sermón”.
[69]

La correcta exposición del sermón, depende de la estructura o composición que


se elabora antes de pronunciarlo. Uno de los grandes problemas que afronta el
predicador, es la falta de disciplina para tomar tiempo en elaboración y
presentación a conciencia de su sermón. Si se anhela predicar, es necesario
tener bases para hacerlo efectivamente, para que se cumpla aquello que dicen
las Escrituras “Dios nos llevará de gloria en gloria”. [70] Debemos recordar que al
predicar estamos edificando, y para edificar tenemos que seguir principios de
construcción específicos.[71]
LOS LADRILLOS DE LA EDIFICACIÓN
1. Estudiamos homilética. La cual enseña cómo elaborar el bosquejo, además
esta misma es la que marca la pauta a seguir en la predicación y que sirve
de brújula en el momento de la exposición. Esta también ayuda a la
delimitación de la información, ya que se concentra en un asunto, un
propósito y una aplicación a la vez, siendo siempre lo más pertinente al tema
o pasaje a tratar.
2. Es necesaria la apologética en la predicación. Presentar defensa de la
verdad bíblica que se expone de parte del predicador, ya que, ésta, son los
nervios, por donde correrá el mensaje que se está transmitiendo, siempre es
fundamental que la predicación binde seguridad al oyente, haciéndolo
entender a través de argumentos contundentes está escuchando la verdad
divina. Pablo Hoff indica que el conocimiento de la apologética puede ayudar
a los buscadores de la verdad que son sinceros, pero dudan de la
autenticidad de la Biblia y las cosas espirituales tales como la existencia de
Dios y los milagros. [72]
3. Es importante la oratoria. La combinación de la expresión verbal del
predicador, con sus ademanes bien coordinados, resultará en una
comunicación más eficiente del mensaje. El Doctor Rubén Gil comenta que
hay personas que no pueden evitar ser extremadamente vulgares y se les
puede aplicar aquello de: “aunque la mona se vista de seda, mona se
queda”. [73] Pero una realidad es que todos podemos aprender a
comunicarnos de manera eficiente.
4. Aprender retórica es esencial. Así se podrá expresar lo que se quiere a base
de figuras pronunciando las cosas con la sazón de la pertinencia. Martyn
Lloyd-Jones recalca que una de las tragedias de la Iglesia moderna es que
se tiende a poner las habilidades de predicador en primer lugar, [74] este
hecho debería encender los focos de alarma, ya que una corriente común
que está atacando a la Iglesia es el secularismo, pero es necesario que el
predicador sea enseñado en una buena retórica porque de lo contrario su
predicación puede resultar incomprensible para su auditorio.
5. Lo más esencial en la predicación, es la unción de Dios, que viene siendo la
vida del sermón. Claro, esto no se aprende, se obtiene solo por la gracia
divina de Dios, en base a nuestra relación íntima y permanente con el Señor
Jesucristo. Se cultiva con oración, lectura bíblica y manteniendo cántico
nuevo de la alabanza y adoración. Es importante recalcar que quien tiene la
unción de Dios, está sumamente capacitado por el Espíritu Santo para ser
un testigo dinámico de Cristo (Hechos 1:8). La didáctica recibida por el
Espíritu Santo no puede ser remplazada ni sustituida por ninguna
preparación académica, ni mucho menos por títulos y acreditaciones
obtenidos por esfuerzos propios.
ORDEN ESCRITURAL DEL SERMÓN
Entre tantos escritores de homilética, es confuso saber quién tiene la verdad o
que estructura es más conveniente a seguir, ya que los libros que tratan este
asunto, son por montones, la estructura que se desea plantear es adquirida
mediante el estudio meticuloso de autores más relevantes de la materia, es una
realidad que casi todo ya ha sido mencionado por los demás homiletas, pero
ésta estructura puede resultar fresca, ya que tiene totalmente una interpretación
personal y enseñada por el autor.
Esta estructura cuenta de quince aspectos o elementos estructurales que el
predicador debe plasmar y tomar en cuenta si es que desea tener una
homilética práctica y efectiva. Una consideración de mucho valor es que el
orden escritural del sermón, no es el mismo que el orden en la elaboración, un
ejemplo puede ser la introducción, es bien sabido que la introducción debe ser
el preámbulo de la predicación, pero en realidad su importancia y relevancia
nos exige que ésta sea elaborada justo después de terminar la conclusión, pues
es necesario tener un panorama completo de la predicación para así poder
introducirlo.
La intención de este libro, no es la de encajonar las diversas maneras en las
que Dios puede iluminar al hombre en cuanto a la predicación. Hay personas
que a la hora de predicar lo primero que se le vienen a la mente después de
intimar con el Señor en busca de la dirección del Espíritu Santo es el tema de
su mensaje, a otros un pasaje específico de la Biblia, a otros la necesidad por la
cual está pasando la congregación a la cual se ha de disponer a predicar, como
estos ejemplos hay muchos, incluso creo de manera personal que no hay
límites en cuanto a la iluminación que viene de parte del Señor de los cielos.
Mencionado lo anterior, conviene reiterar que esta estructura homilética para la
elaboración del sermón propuesta por este libro, más que decirle al predicador
por dónde empezar en la elaboración del sermón, pretende más bien educarlo
en cuanto al orden escrito y los elementos que este debe de tener para
acercarlo a cumplir la misión que Dios le ha encomendado: predicar con
efectividad el Evangelio de la gloria.
CAPÍTULO 8
LOS TIPOS DE SERMÓN
“Al discurso religioso le hemos llamado sermón, pero la verdad es
que el concepto que en otro tiempo fue válido y apreciado, hoy se
identifica con un tema exclusivamente religioso, especialmente
litúrgico y con escaso atractivo. Una sociedad de tradición cristiana
no diferencia un sermón de otro, pero la verdad es que no tenemos
un nombre para calificarlo, en lo posible hemos de huir del concepto”.
[75]

El primer elemento a analizar en nuestra estructura sermonaria debe de ser la


identificación en el tipo de sermón a realizar. Como se ha hecho mención,
existen muchos escritores que abordan estos temas, pero uno que
indudablemente lo hace de una manera específica es Alfredo P. Gibbs, con
quien se concuerda que existen cinco tipos de sermones elementales que todo
predicador debe conocer y predicar.
EL SERMÓN DE TESTIMONIO PERSONAL

Es el relato de la experiencia personal que uno mismo tiene de la gracia


salvadora de Dios. Comprende una descripción de las circunstancias
acompañantes y los efectos resultantes. Es la manera natural de los
predicadores iniciados.[76]

Trata de la forma en que Dios transformó su vida, atendiendo a detalles


significativos que dan valor al testimonio e incluyendo porciones bíblicas que
sustenten su experiencia en Cristo. La vida antes de la regeneración se
describe brevemente, seguida de la forma en que Cristo le alcanzó y
concluyendo con la novedad de vida que se tiene en Jesús. Se debe aplicar la
verdad a los oyentes, recalcando que lo que Cristo ha hecho por él, es lo que
quiere y puede hacer por todos los hombres que elijan reconocer su necesidad
y depositen su confianza en Él.

El bosquejo natural de este tipo de sermón sería entonces:


Contenido:
1. El estilo de vida previo al encuentro con Cristo.
2. La forma en la que se tuvo el encuentro con Cristo.
3. Los beneficios resultantes del tener un encuentro con Cristo.

EL SERMÓN TEMÁTICO
El segundo tipo de sermón a analizar es el temático, en este prevalece el tema
más que un versículo de la Biblia, es obvio que este tema tiene que ser
completamente bíblico.

Definición de un sermón temático.


Son aquellos en los cuales las divisiones principales las da el tema mismo, pero
que busca de alguna manera el apoyo de varios textos bíblicos. La Biblia tiene
una riqueza inigualable de temas que nos pueden servir para hacer un buen
sermón temático.
Este sermón consiste en elegir cierto tema o tópico y luego investigar las
Escrituras para buscar los pasajes que arrojen luz sobre él. Se puede comparar
el tema de este tipo de sermón a un río y cada pasaje que encontramos será
como una afluente que fluye de él y aumenta su caudal. Un sermón tópico
debe poseer tres cualidades: unidad, coherencia y énfasis. [77]
Si se considera cuidadosamente esta definición se puede encontrar que la
primera parte afirma que las principales divisiones tienen que hacerse en base
del tema mismo. Esto significa que el sermón temático empieza con un tema, y
que las partes principales del sermón consisten en ideas que provienen de
dicho tema. La segunda parte de la definición declara que un sermón temático
no exige un texto como base de su mensaje. Ello no significa que el mensaje no
vaya a ser bíblico, sino que indica que no es un solo texto de las Escrituras la
base del sermón temático.[78]
Sin embargo, para asegurar que el mensaje sea totalmente bíblico en su
contenido, debemos de empezar con un tema o un asunto bíblico. Las
principales divisiones del bosquejo del sermón deben de sacarse de este tema
bíblico, y cada división principal debe de estar sustentada por una referencia
bíblica. Los versículos que apoyan las principales divisiones deberán, por lo
general, sacarse del pasaje de la Biblia que estén bastante separados entre sí.
Para comprender aún más la definición, pongamos manos a la obra con un
sencillo bosquejo temático. Para nuestro tema, seleccionaremos “las razones
de las oraciones sin respuesta”. Señalaremos ahora que no estamos usando un
texto, sino un tema bíblico. De este tema tenemos que descubrir qué es lo que
la Biblia da como razones de la oración no contestada.
Al meditar y recordar varias partes de las Escrituras que se refieren a nuestro
tema, podemos hallar los siguientes textos, los cuales indican por qué,
frecuentemente las oraciones quedan sin respuesta: Santiago 4:3; Salmo 66:18;
Santiago 1:6-7; Mateo 6:7; Proverbios 28:9; y 1 Pedro 3:7. Es aquí donde una
buena Biblia con referencias, una concordancia exhaustiva o una Biblia
temática, pueden ser de incalculable utilidad.
Con la ayuda de estas referencias hallamos las siguientes causas del por qué la
oración queda sin respuesta:
Título: “Una oración terrenal”
Tema: Razones por las que una oración se queda sin respuesta.
Contenido:
1. La primera razón es porque se pide de manera equivocada (Santiago 4:3).
2. La segunda razón es porque existe pecado en el corazón (Salmo 66:18).
3. La tercera razón es porque existe incredulidad de la Palabra de Dios
(Santiago 1:6-7).
4. La cuarta razón es porque se ora usando repeticiones vanas (Mateo 6:7).
5. La quinta razón es porque existe una rebeldía a la Palabra de Dios
(Proverbios 28:9).
6. La sexta razón es porque existe un comportamiento desconsiderado en el
matrimonio (1 Pedro 3:7).
Aquí tenemos un bosquejo temático bíblico, con cada división principal derivada
del tema “Razones por las que una oración se queda sin respuesta”, y cada
división principal presenta las diferentes razones que la Biblia menciona del
porqué la oración del creyente se queda sin una aparente respuesta, cada
división debe de ser sustentada por un versículo de la Escritura.
La elección de temas.
Aunque un sermón temático no se base directamente en un texto, puede darse
un versículo de las Escrituras como idea, en base a la cual, se puede erigir un
bosquejo temático. Por ejemplo, Gálatas 6:17 leemos: “De aquí en adelante
nadie me cause molestias; porque yo traigo en mi cuerpo las marcas del Señor
Jesús”. Estas palabras nos atraen: “Yo traigo en mi cuerpo las marcas del
Señor Jesús”. Al comparar con el margen de la revisión 1977 de Reina-Valera,
vemos que la columna central de la traducción alternativa “cicatrices”. Es
indudable que Pablo se refiere aquí a las cicatrices dejadas por las heridas
producidas en su cuerpo por sus perseguidores por causa de Cristo, cicatrices
que eran marcadas elocuentes de que pertenecía a Cristo para siempre.[79]
Como resultado de esta información, hacemos un bosquejo temático que se
muestra a continuación:
Base Bíblica: Gálatas 6:17.
Título: “Las cicatrices de Jesús”
Tema: Las marcas en la vida de un cristiano consagrado.
Contenido:
1. La primera marca es aquello que lo identifica como propiedad del Señor al
que pertenece (1 Corintios 6:19-20; Romanos 1:1).
2. La segunda marca es aquello que lo identifica como un adorador del Señor a
quien rinde culto (Filipenses 1:20: 2 Corintios 4:5).

Principios básicos para la preparación de bosquejos temáticos.


1. Las principales divisiones debieran estar en orden lógico o cronológico.
Ejemplo:
Título: “Digno de adoración”
Tema: Las verdades vitales acerca de Jesucristo.
Contenido:
1. La primera verdad es que Jesucristo es Dios manifestado en carne (Mateo
1:23).
2. La segunda verdad es que Jesucristo es el Salvador de los hombres (1
Timoteo 1:15).
3. La tercera verdad es que Jesucristo es el Rey que ha de venir (Apocalipsis
11:15).

2. Las principales divisiones pueden ser un análisis del tema.


Ejemplo:
Título: “Satanás, nuestro supremo enemigo”
Tema: Los principales datos acerca del gran enemigo de los creyentes.
Contenido:
1. El primer dato establecido es su origen (Ezequiel 28: 12-17).
2. El segundo dato establecido es su caída (Isaías 14:12-15).
3. El tercer dato establecido es poder (Efesios 6:11-12; Lucas 11:14-18).
4. El cuarto dato establecido es su actividad (2 Corintios 4:4; Lucas 8:12; 1
Tesalonicenses 2:18).
5. El quinto dato establecido es su destino (Mateo 25:41).

3. Las principales divisiones pueden presentar varias pruebas de un tema.


Ejemplo:
Título: “Hacia un conocimiento mayor”
Tema: Algunos beneficios de conocer la Palabra de Dios.
Contenido:
1. El primer beneficio de conocer la Palabra de Dios es que nos hace sabios
para salvación (2 Timoteo 3:15).
2. El segundo beneficio de conocer la Palabra de Dios es que nos guarda del
pecado (Salmo 119:11).
3. El tercer beneficio de conocer la Palabra de Dios es que nos produce
crecimiento espiritual (1 Pedro 2:2).
4. El cuarto beneficio de conocer la Palabra de Dios es que nos garantiza una
vida victoriosa (Josué 1:7-8).

4. Las principales divisiones pueden tratar un tema por analogía o por


contraste con algo que se halle en las Escrituras.
Ejemplo:
Título: “Un testimonio eficaz”
Tema: Una comparación entre el testimonio del creyente y la sal.
Contenido:
1. La primera comparación es que, como sal, el testimonio del creyente debería
sazonar (Colosenses 4:6).
2. La segunda comparación es que, como sal, el testimonio del creyente
debería purificar (1 Tesalonicenses 4:4).
3. La tercera comparación es que, como sal, el testimonio del creyente debería
retener su sabor (Mateo 5:13).
4. La cuarta comparación es que, como sal, el testimonio del creyente debería
producir sed en otros (1 Pedro 2:12).

5. Las principales divisiones pueden ser expresadas mediante una cierta


palabra o frase constante en las Escrituras repetidas a través del
bosquejo.
Ejemplo:
Título: “El poderío de Dios”
Tema: Las manifestaciones distintivas del poder de Dios.
Contenido:
1. La primera manifestación radica en que Dios es poderoso para salvar
(Hebreos 7:25).
2. La segunda manifestación radica en que Dios es poderoso para guardar
(Judas 24).
3. La tercera manifestación radica en que Dios es poderoso para socorrer
(Hebreos 2:18).
4. La cuarta manifestación radica en que Dios es poderoso para sujetar
(Filipenses 3:21).
5. La quinta manifestación radica en que Dios es poderoso para dar gracia (2
Corintios 9:8).
6. La sexta manifestación radica en que Dios es poderoso para hacer (Efesios
3:20).

El desarrollo pleno del bosquejo temático tiene que esperar a una instrucción
plena, pero si el estudiante ha seguido lo que se presentó con anterioridad,
mediante una cuidadosa aplicación de los principios aquí contenidos, podrá
elaborar sermones temáticos eficaces.

EL SERMÓN TEXTUAL
El tercero tipo de sermón a analizar es el textual, este es un bosquejo que se
elabora considerando una perícopa pequeña, donde se dejan ver las divisiones
principales a tratar del texto. Es extraer el material o divisiones principales de un
texto de la Palabra de Dios. Por texto queremos dar a entender que es una cita
literaria bíblica grande o pequeña que encierra un concepto. De ahí que puede
ser uno o varios versículos de la Biblia.[80]
Los sermones textuales deben tener unidad de pensamiento, para que de esta
manera podamos tener un desarrollo más claro, y una interpretación escritural
más correcta de los principios de la Palabra de Dios. Los sermones textuales en
la Biblia son inagotables, son diversos, hermosos y colman. El mensaje puede
utilizar las palabras exactas del texto, o puede utilizar expresiones que digan lo
mismo vistas desde otro ángulo.
Definición de un sermón textual.
Al examinar el sermón textual pasamos a tratar un tipo de discurso diferente al
sermón de testimonio personal o temático. En un sermón temático empezamos
con un tema, pero en el sermón textual empezamos con un texto. Obsérvese
cuidadosamente la definición de un sermón textual.
Un sermón textual es aquel en el cual las principales divisiones se derivan de
un texto consistente en un breve pasaje de las Escrituras. Cada una de estas
divisiones es utilizada a continuación como una línea de sugerencia, y el texto
provee el tema del sermón.[81]
Al examinar esta definición, se hace evidente que, en el sermón textual, las
líneas maestras del desarrollo se sacan del mismo texto. De esta manera el
bosquejo principal queda estrictamente delimitado por el texto, pero las
subdivisiones deben de ser consideradas en los diferentes libros de la Biblia,
todas aquellas partes que puedan dar luz en cuanto a las divisiones extraías del
texto. Los escritores de homilética no definen de manera específica la extensión
del pasaje que pueda ser utilizada para un sermón textual, pero para nuestro
propósito, limitaremos el texto de un bosquejo textual a un máximo de tres
versículos.
La definición afirma, que “el texto provee el tema del sermón”. En contraste con
el sermón temático, en el que empezamos con un tema o asunto, empezamos
ahora con un texto, el cual indicará la idea dominante del mensaje.
Ejemplo de un sermón textual.
Se tomará como ejemplo el texto de Esdras 7:10, que dice: “Porqué Esdras
había preparado su corazón para inquirir en la Ley de Jehová y para cumplirla,
y para enseñar en Israel sus estatutos y decretos”. A menudo será útil consultar
una revisión moderna para obtener un significado más claro de los pasajes
elegidos.

Al examinar cuidadosamente el texto podemos observar que todo el versículo


se centra en el propósito que existía en el corazón de Esdras, y así podemos
llegar a las siguientes divisiones sobre la base del mismo versículo:
1. Estaba dispuesto a conocer la Palabra de Dios: “Esdras había preparado su
corazón para inquirir la Ley de Jehová”.
2. Estaba dispuesto a obedecer la Palabra de Dios: “y para cumplirla”.
3. Estaba dispuesto a enseñar la Palabra de Dios: “y para enseñar en Israel
sus estatutos y decretos”.
Así al ya identificar las divisiones naturales del pasaje, es pertinente identificar
el tema concerniente al pasaje analizado y a las divisiones estructuradas, un
tema posible podría ser: “La disposición que existía en el corazón de Esdras”.
Pero es importante que este tema sea filtrado a una relevancia actual, de igual
manera las divisiones deben de pasar por una metodología apropiada. Las
subdivisiones son sencillamente un desarrollo de las ideas contenidas en sus
respectivas divisiones principales, pero el material de estas subdivisiones se
obtiene de otros pasajes de las Escrituras.
Título: “La esencia del propósito correcto”
Tema: Las disposiciones del creyente que medita en la Palabra de Dios.
Contenido:
1. La primera disposición del creyente: debe de ser el anhelo de conocer la
Palabra de Dios (v10a).
a. Conocerla en medio de la apatía de las personas. (1 Pedro 3:13-17)
b. Conocerla sin impedimentos ni excusas. (Jeremía 9:23-24)
c. Conocerla de una manera total. (2 Timoteo 3:26-17)
2. La segunda disposición del creyente: debe de ser el anhelo de obedecer la
Palabra de Dios (v10b).
a. Obedecerla de una manera diligente. (Santiago 1:22)
b. Obedecerla de una manera total. (1 Juan 3:21-22)
c. Obedecerla de una manera continua. (Deuteronomio 28:1)
3. La tercera disposición del creyente: debe de ser el anhelo de enseñar la
Palabra de Dios (v10c).
a. Enseñarla de una manera clara. (Salmo 119:105)
b. Enseñarla sin restricciones. (2 Timoteo 4:2)
c. Enseñarla sin prejuicios culturales o raciales. (Romanos 1:16)
Principios básicos para la preparación de bosquejos textuales.
1. El bosquejo textual debiera quedar centrado alrededor de un
pensamiento principal del texto, y las divisiones principales deben
derivarse del texto, de manera que amplíen o desarrollen el tema.
Ejemplo:
Base bíblica: Salmo 23:1.
Título: “Jesús es para nosotros”
Tema: Las características de la relación de Dios hacia los suyos.
Contenido:
1. La primera característica de la relación de Dios es que brinda seguridad. “Él
es mi Pastor”.
2. La segunda característica de la relación de Dios es que es de manera
personal. “Él es mi Pastor”.
3. La tercera característica de la relación de Dios es de tiempo presente. “Él es
mi Pastor”.

2. Las principales divisiones pueden consistir en verdades o principios


sugeridos por el texto.
Ejemplo:
Base bíblica: Esdras 7:10.
Título: “Enseñanza bíblica de calidad”
Tema: Los principios básicos para la eficiente enseñanza de la Palabra de Dios.
Contenido:
1. El primer principio para enseñar eficazmente es una decidida resolución.
“Esdras había preparado su corazón”.
2. El segundo principio para enseñar eficazmente es una asimilación diligente.
“para inquirir la Ley de Jehová”.
3. El tercer principio para enseñar eficazmente es una dedicación total. “y para
cumplirla”.
4. El cuarto principio para enseñar eficazmente es una fiel propagación. “y para
enseñar en Israel sus estatutos y decretos”.

3. Puede ser posible hallar más de un tema o pensamiento dominante en


un texto (enfoque múltiple), dependiendo del punto de viste desde el que
consideremos el texto, pero solo se debiera desarrollar un tema en un
bosquejo.
Ejemplo:
Base bíblica: Juan 3:16.
Título: “El don del Altísimo”
Tema: La consistencia del regalo divino para la humanidad.
Contenido:
1. Este regalo divino consiste en mostrar el amor de Dios. “De tal manera amó
Dios al mundo”.
2. Este regalo divino consiste en mostrar el sacrificio de Jesús. “que ha dado a
su Hijo unigénito”.
3. Este regalo divino consiste en mostrar el alcance universal. “para que todo
aquel”.
4. Este regalo divino consiste en mostrar la condición requerida. “que en Él
cree”.
5. Este regalo divino consiste en mostrar el verdadero motivo. “no se pierda”.
6. Este regalo divino consiste en mostrar el aspecto eterno. “más tenga vida
eterna”.

4. Las principales divisiones deberían estar en secuencia lógica


cronológica.
Ejemplo:
Base bíblica: Juan 3:36a.
Título: “Un deseo glorioso”
Tema: Los pasos para obtener la vida entera.
Contenido:
1. El primer paso para ser salvos es identificar al dador. “El Hijo”.
2. El segundo paso para ser salvos es evaluar nuestra condición. “cree”.
3. El tercer paso para ser salvo es tener disponibilidad. “El que cree”.
4. El cuarto paso para ser salvo es tener seguridad. “tiene vida eterna”.

5. Las mismas palabras del texto pueden formar las divisiones principales,
siempre que estas divisiones queden agrupadas alrededor de un tema
principal.
Ejemplo:
Base bíblica: Juan 14:6.
Título: “El único acceso a Dios”
Tema: Las descripciones de lo que es Jesús para el hombre.
Contenido:
1. La primera descripción de Jesús, es que Él es el camino correcto para el
hombre. “el camino”.
2. La segunda descripción de Jesús, es que Él es la verdad precisa para el
hombre. “la verdad”.
3. La tercera descripción de Jesús, es que Él es la vida prometida para el
hombre. “la vida”.
El principiante encuentra, por lo general, una considerable dificultad en la
preparación de bosquejos textuales. Esto se debe a que la formulación de un
bosquejo textual demanda frecuentemente un examen cuidadoso de las
divisiones naturales del texto. Sin embargo, cualquier dificultad de este tipo no
debiera ser un freno para el estudiante, sino que debiera servirle de estímulo
para lanzarse a adquirir la capacidad de desarrollar sermones textuales.

EL SERMÓN EXPOSITIVO
El cuarto sermón a analizar es el sermón expositivo, este quizá sea el más
complicado en cuanto a su elaboración, puesto que demanda mayor
preparación de parte del predicador para poder extraer los principios básicos
que emanan del texto y aplicarles sus respectivos estudios y contextos
correspondientes para interpretar el pasaje de una manera correcta sin la
afectación del bagaje que tiene el predicador.
Definición de un sermón expositivo.
La palabra expositivo, significa mostrar o exhibir. Es aquel que interpreta un
pasaje de la Biblia más o menos extenso, con temas o asunto a tratar. El
material del sermón habrá de sacarse del pasaje bíblico y el bosquejo consiste
en una serie de ideas progresivas centradas alrededor de la interpretación de
dicho pasaje.
El sermón expositivo es la forma más eficaz de dirigirse desde el púlpito debido
a que, por encima de todos los otros tipos de discurso, es el que más
eficazmente llega a producir una congregación bíblicamente instruida. Al
exponer un pasaje de las Escrituras, el ministro cumple la función primaria de la
predicación, esto es, la interpretación de la verdad bíblica a los hombres (lo cual
no siempre puede decirse de los otros tipos de sermones). Un sermón
expositivo es aquel en el que se interpreta una porción más o menos extensa
de las Escrituras en relación con un tema o asunto. El grueso del material para
el sermón se toma directamente del pasaje y el bosquejo consiste en una serie
de ideas progresivas centradas alrededor de aquella idea principal.[82]
Este tipo de sermón requiere un estudio más profundo de aspectos culturales,
literarios, históricos, teológicos y devocionales, para evitar desviarnos de la
correcta interpretación. Un pasaje se puede interpretar de las siguientes
maneras:
1. Proféticamente. Es decir, un texto que tiene un género literario profético,
usualmente tiene una doble connotación, posiblemente tuvo un cumplimiento
en el Antiguo Testamento, pero hace a la vez una referencia que se cumple
en el Nuevo Testamento. Un ejemplo podría ser la restauración de Israel
después del cautiverio, la profecía de Isaías y Jeremías tuvo un
cumplimiento parcial con el edicto de liberación del rey Ciro el Medo persa
(Esdras 1:1-4) y la reconstrucción del templo (Hageo 2:20-22), pero su
cumplimiento final será cuando Jesús retorne en gloria para reinar en la
tierra (Apocalipsis 20).
2. Teológicamente. Charles Ryrie define la teología cristiana como aquella que
denota la interpretación racional de la fe religiosa; de modo que la teología
significa la interpretación racional de la fe cristiana.[83] Existen por lo menos
diez divisiones de la teología, mismas que deben de considerarse en el
pasaje a analizar, estas podrían ser:
Teología propia. Esta es aquella que describe personalmente los atributos
de Dios.
Cristología. Esta rama de la teología habla de la persona de Cristo y su
obra redentora.
Pneumatología. Esta es la que se encarga de la tercera persona de la
Trinidad, estudia la obra del Espíritu Santo y su manifestación en el
hombre.
Angelología. Es la que se encarga del estudio de los ángeles, dentro de
esta rama pueden incluirse los “ángeles caídos”.
Antropología. Esta es la que se encarga de estudiar al hombre, sus
cualidades y su esencia tripartita como ser creado.
Bibliología. Es el estudio que realza a la Biblia como Palabra inspirada por
Dios, misma que sirve al hombre como manual de fe y conducta.
Hamartiología. Tiene que ver con el pecado que se ha infiltrado en el
hombre, este es el estudio de las consecuencias y afectaciones del
pecado que acarrean al hombre.
Soteriología. Esta es la rama de la teología que se encarga de estudiar la
salvación del hombre, Dios ha provisto en Jesucristo para que sea posible
a través de Él, la obra redentora.
Eclesiología. Esta otra se encarga de estudiar, a los llamados por Dios,
conocido como la Iglesia de Jesucristo, habla de su fundación, sus
funciones, sus responsabilidades y sus propósitos eternos.
Escatología. Es el estudio de los eventos del porvenir, todos los sucesos
profetizados en la Biblia en los cuales está involucrado Dios con su pueblo
de Israel y con su Iglesia redimida. Cada uno de estos aspectos de la
teología bíblica y sistemática, deberían de ser tomados en cuanta para
una correcta interpretación del pasaje a predicar.
3. Históricamente. Dentro de los pasajes de la Biblia se encuentran grandes
brechas que nos distancian para entender correctamente el contenido
bíblico, una de ellas es la brecha de la historia, es necesario conocer parte
de la historia, para poder ubicarlo dentro de los sucesos pertinentes al
pasaje.
4. Devocionalmente. Hay pasajes que directamente tratan de la devoción entre
el creyente y su Creador, es importante analizar cuidadosamente estos
pasajes para saber de que manes es que los lectores de nuestro tiempo
pueden tener una comunión con Dios aún mas profiuanda.
5. Poéticamente. La Biblia tiene divisiones en cuanto a su género literario y una
de estas divisiones es la poética. Existen pasajes de la Biblia que no se
pueden tomar de manera literal, el método interpretativo llamado gramático-
histórico demanda hacer un análisis léxico-sintaxis. Este tiene que ver con la
etimología de la palabra (léxico), pero además tiene que ver con el uso de
esa palabra para ese tiempo (sintaxis). Analizar esto, nos brindará
herramientas para poder distinguir, si el pasaje a analizar es literal o es una
expresión poética.
6. Evangelísticamente. Este habla de pasajes que tienen que ver
contundentemente con la salvación de las personas, sus características son:
está dirigido para inconversos y su finalidad es persuadir a los hombres a
confesar a Jesús como su único Señor y suficiente Salvador.

El flujo de oración de un pasaje de las Escrituras.


Muchos estudiantes de la Biblia encontraran útil la preparación de un despiece
mecánico de un pasaje de las Escrituras, con el fin de descubrir la estructura.
En este escribimos las principales afirmaciones del texto de una manera que
nos descubra al máximo el significado del texto. Debiéramos distinguir entre las
cláusulas primarias y las subordinadas mediante dictado, situando serie de
palabras, frases o normas en una disposición que subraye una relación entre
ellas. También deberíamos destacar los verbos principales y las palabras o
ideas principales, incluyendo palabras conexivas significativas, como: ahora
bien, entonces, pues, porque también, y.
Siguiendo este procedimiento, se reproduce a continuación el texto de Lucas
19:1-10. Obsérvese que el despiece del texto nos ayuda, no solo a analizar el
pasaje y a distinguir sus partes principales, sino a observar puntos del pasaje
que, de otra manera, escaparían a nuestra atención. En este ejemplo, se
pueden apreciar coma cada oración que esta recorrida a la derecha tiene cierta
dependencia de la que esta inmediatamente recorrida a la izquierda, y las que
está en la misma columna representan igualdad ya sea en tiempo o en el orden
del relato.
(V. 1) Habiendo entrado Jesús a Jericó,
iba pasando por la ciudad.
(V. 2) Y sucedió que un varón
llamado Zaqueo,
que era
jefe de los publicanos,
y rico,
(V. 3) Procuro ver quién era Jesús;
pero no podía
a causa de la multitud
pues era pequeño de estatura.
(V. 4) Y corriendo delante
subió a un árbol sicómoro
para verle;
porque había de pasar por allí.
(V. 5) Cundo Jesús llegó a aquel lugar,
mirando hacia arriba,
le vio,
y le dijo:
“Zaqueo,
date prisa,
desciende,
porque hoy es necesario
que pose yo en tu casa”
(V. 6) Entonces
él
descendió aprisa,
y le recibió gozoso.
(V. 7) Al ver esto,
todos murmuraban,
diciendo que había entrado a posar
con un hombre pecador.
(V. 8) Entonces
Zaqueo,
puesto en pie,
dijo al Señor:
“He aquí, Señor, la mitad de mis
bienes
doy a los pobres;
y si en algo he defraudadoa
alguno, se lo devuelvo
cuadruplicado”
(V. 9) Jesús le dijo:
“Hoy ha venido la salvación
a esta casa;
por cuanto
él también es hijo de Abraham”
(V. 10) Porque el Hijo del Hombre
vino
a buscar
y a salvar
lo que se había perdido
Principios básicos para la preparación de bosquejos expositivos.
Braga presenta por lo menos diez principios básicos para la preparación de un
sermón expositivo, a continuación, la enumeración.[84]
1. Todo pasaje bajo consideración debiera ser cuidadosamente estudiado para
comprender su significado y para obtener el tema del texto.
2. Las palabras o frases significativas del texto pueden identificar o formar las
divisiones principales del bosquejo.
3. El bosquejo puede ser sacado de la unidad expositiva en un orden diferente
del que se halla en el texto.
4. Las importantes verdades sugeridas por el pasaje pueden formar las
principales divisiones del bosquejo.
5. Se pueden unir dos o tres pasajes de mayor extensión, procedentes de
varias partes de las Escrituras, para formar la base de un bosquejo
expositivo.
6. Por medio del método del enfoque múltiple, podemos tratar un pasaje de las
Escrituras de varias formas, y tener de esta manera dos o más bosquejos
totalmente diferentes para el mismo pasaje.
7. Notar el contexto de la unidad expositiva.
8. Examinar el marco histórico y cultural del pasaje, siempre que ello sea
posible.
9. Los detalles del texto debieran ser tratados de una forma apropiada, pero no
exhaustiva.
10. Las verdades contenidas en el texto deben relacionarse con el presente.

De todo lo que se ha analizado, se puede decir con justificación que el método


expositivo es, en un sentido, la forma más sencilla de predicar. Esto se debe a
que los materiales básicos del sermón expositivos están contenidos en el
pasaje a exponer, y que, como norma general, el predicador tiene sólo que
seguir el orden dado por el texto.
Ejemplo:
Base bíblica: 1 Tesalonicenses 4:13-18.
Título: “El retorno del Rey”
Tema: Declaraciones concernientes al retorno de Cristo.
Contenido:
1. La primera declaración: el motivo relevante del mensaje del retorno de Cristo
(v13).
a. Su motivo es instruir sobre el arrebatamiento. (13a)
b. Su motivo es dar esperanza en cuanto al arrebatamiento. (13b)
2. La segunda declaración: El argumento fidedigno de mensaje del retorno de
Cristo (14a).
a. El argumento se basa en que Cristo murió por nosotros. (14a)
b. El argumento se basa en que Cristo resucitó con poder. (14a)
3. La tercera declaración: La intervención divina en cuanto al retorno de Cristo
(14b).
a. La intervención radica en la completa Trinidad divina.
4. La cuarta declaración: La condición en que se ejecuta el retorno de Cristo
(16a).
a. Se escuchará la potente voz de Jesús. (16a)
b. Se efectuará un anunció divino. (16a)
c. El Señor Jesús descenderá tal como se fue. (16a)
5. La quinta declaración: La condición requerida de los que serán arrebatados
en el retorno de Cristo (14c, 15, 16b, 17).
a. Los requisitos de los muertos. (14c, 15)
b. Los requisitos de los vivos. (15, 16b, 17)
6. La sexta declaración: la exigencia distintiva para predicar el mensaje del
retorno de Cristo (18).
a. Se exige que el mensaje traiga una seguridad tranquilizante. (18a)
b. Se exige que el mensaje traiga un consuelo esperanzador. (19b)

EL SERMÓN BIOGRÁFICO
El quinto tipo de sermón dentro de esta estructura homilética, puede clasificarse
como el sermón biográfico, este como su nombre lo dice, tiene que ver con la
vida de algún personaje del cual se pueda encontrar suficiente información en la
Biblia.

Consiste en estudiar la vida de una persona y las lecciones que de ella se


pueden aprender, notando cómo podemos ser amonestados por sus fracasos y
animados por sus éxitos. Es un análisis del carácter de la persona, pues eso es
lo que determina su carrera y su destino final. [85]

Este tipo de sermón no necesariamente tiene una base bíblica, pues existen
personajes como Moisés, Isaías, Jeremías, Pablo, Juan etc. que abundan los
textos que describen su vida, su personalidad y oposiciones en las que les tocó
ejercer sus respectivos ministerios, por ello, es muy importante tener una
análisis completo de su biografía bíblica para poder elaborar sermones
biográficos que verdaderamente estén bien fundamentados, tratando siempre
de motivar al oyente a vivir una consagración real tal como lo hicieron los
hombre de Dios que menciona la Bibla.

Ejemplos:
Título: “El recorrido de un gran siervo de Dios”
Tema: Las diferentes etapas necesarias para ser creyentes.
Contenido:
1. 40 años en Egipto.
2. 40 años en Madián.
3. 40 años en el Desierto.

Título: “El andar de un amigo de Dios”


Tema: El transitar ejemplar manifestado a los creyentes.
Contenido:
1. Su nacimiento (Génesis. 5:18).
2. Su conversión
3. Su elogio (Hebreos 11:6; Judas 14).
4. Su traslado (Génesis 5:24; 11:5)

Cada uno de estos tipos de sermón pueden ser utilizados para predicar en los
púlpitos cristianos, ya que encuentran su fundamento en las santas Escrituras
del Dios divino. Debe existir la necesidad en los jóvenes predicadores. El hacer
uso de estos tipos de sermón garantizará la variación y la práctica en cuanto a
las apremiantes necesidades de cada congragación: siendo a través del uso de
los diferentes tipos de sermón, llámense del testimonio personal, temático,
textual, expositivo o biográfico.
EJERCICIO DE PRÁCTICA
Realice cuidadosamente los ejercicios tomando como base los ejemplos vistos
en el capítulo anterior.
1. Estructure en tres divisiones principales un sermón de testimonio personal,
este debe de incluir su vida antes de conocer a Cristo, el momento en que
conoció a Cristo y su vida después de conocer a Cristo.
Tema:_______________
1._______________
2._______________
3._______________
2. Estructure de manera natural Miqueas 6:8 y Esdras 7:10 bajo las reglas de
un sermón textual.
Tema:_______________
1.Solamente hacer justicia.
2._______________
3._______________
Tema:_______________
1.Inquirir en la ley.
2._______________
3._______________
3. Estructure los siguientes temas bajo las reglas de un sermón temático,
justificando cada división con una base bíblica.
Tema: Las actitudes correctas del creyente hacia su prójimo.
1. La primera actitud es mostrar amor al prójimo (Juan 13:35).
2._______________ ( )
3._______________ ( )
4._______________ ( )
Tema: Los beneficios de ser obediente a la voluntad de Dios.
1. El primer beneficio es la prosperidad divina (Josué 1: 8).
2._______________ ( )
3._______________ ( )
4._______________ ( )
5._______________ ( )
4. Estructure Lucas 10:25-37 bajo las reglas de un sermón expositivo.
Tema: Las actitudes de los hombres hacia su prójimo.
1. La actitud de los ladrones hacia su prójimo (vr. 30).
2._______________ ( )
3._______________ ( )
4._______________ ( )
5. Estructure las cualidades del liderazgo de David y de Josué bajo las reglas
de un sermón biográfico.
Tema: Las cualidades del liderazgo del rey David.
1. Era un hombre sujeto a la voluntad de Dios (1 Samuel 17:17).
2._______________ ( )
3._______________ ( )
4._______________ ( )

Tema: Las cualidades del liderazgo de Josué.


1. Era un servidor eficiente a su líder (Éxodo 24:13).
2._______________ ( )
3._______________ ( )
4._______________ ( )

EJERCICIO DE PRÁCTICA
Busque textos apropiados bajo las normas de un sermón textual según la
ocasión.
1. Un sermón para recibir el año nuevo.
Base bíblica:_______________
Tema:_______________
Contenido:
1._______________
2._______________
3._______________

2. Un sermón para celebrar el Día del Padre.


Base bíblica:_______________
Tema:_______________
Contenido:
1._______________
2._______________
3._______________

3. Un sermón para celebrar la dedicación de un niño.


Base bíblica:_______________
Tema:_______________
Contenido:
1._______________
2._______________
3._______________

4. Un sermón para el funeral de una madre cristiana.


Base bíblica:_______________
Tema:_______________
Contenido:
1._______________
2._______________
3._______________

5. Un sermón para celebrar un casamiento.


Base bíblica:_______________
Tema:_______________
Contenido:
1._______________
2._______________
3._______________

6. Un sermón para un programa misionero.


Base bíblica:_______________
Tema:_______________
Contenido:
1._______________
2._______________
3._______________

7. Un sermón para motivar a seguir trabajando a obreros cristianos.


Base bíblica:_______________
Tema:_______________
Contenido:
1._______________
2._______________
3._______________

8. Un sermón para un programa juvenil.


Base bíblica:_______________
Tema:_______________
Contenido:
1._______________
2._______________
3._______________
CAPÍTULO 9
LOS PROPÓSITOS GENERALES DEL SERMÓN
“Como predicador siempre me ha emocionado vivamente ver de qué manera el
Espíritu de Dios toma un temperamento débil y depravado y lo transforma en un
vivo ejemplo del poder de Jesucristo” [86]
El segundo elemento dentro de la estructura homilética a analizar debe de ser
el propósito general del sermón, según James Crane, solo puede ser divisible
en seis áreas funcionales y dispensables para la predicación. El primer requisito
a la hora de predicar es que dicho sermón tenga un propósito definido. [87]
No hay un factor de mayor importancia en la preparación de un sermón eficiente
que la determinación del propósito que el predicador se propone a lograr con su
mensaje. Esta verdad ha sido recalcada por muchos de los príncipes del púlpito
cristiano.
La determinación del propósito definido del sermón aporta grandes beneficios
tanto para el mismo predicador, como para su congregación. Pero es importante
recalcar que el predicador no es quien de manera autónoma decide cual es el
propósito general de cada pasaje estudiado, sino que, a través de la minuciosa
lectura contextual del pasaje, es posible extraer el propósito general con el cual
fue escrito originalmente.
Un buen ejemplo se puede encontrar en las inmortales palabras de Jesús en
Juan 14:6. “Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al
Padre, sino por mí.” A simple vista este es un pasaje que bien encajaría en un
propósito evangelístico, incluso es común escuchar predicaciones
evangelísticas teniendo como base esta porción bíblica, pero es importante
recalcar que este pasaje tiene un contexto analicemos unos cuantos versículos
anteriores: “No se turbe vuestro corazón; creéis en Dios, creed también en
mí. En la casa de mi Padre muchas moradas hay; si así no fuera, yo os lo
hubiera dicho; voy, pues, a preparar lugar para vosotros. Y si me fuere y os
preparare lugar, vendré otra vez, y os tomaré a mí mismo, para que donde yo
estoy, vosotros también estéis. Y sabéis a dónde voy, y sabéis el camino. Le
dijo Tomás: Señor, no sabemos a dónde vas; ¿cómo, pues, podemos saber el
camino?”. [88]
Al leer detenidamente este pasaje nos daremos cuenta que Juan 14:6 depende
de esta porción leída, a tal grado que Jesús identificó que sus discípulos tenían
temores en sus corazones y había inquietantes dudas en sus mentes, así que
motivado por este hecho, Jesús responde a la pregunta de Tomas, quien fue el
único que se sinceró con sus dudas, mismas que eran de los once discípulos,
aquí se puede apreciar más claramente que el propósito entonces no fue
evangelístico sino, más bien de dar aliento, puesto que la intención de Jesús
fue el de animarlos, brindarles fortaleza y confianza a seguir adelante.
Los propósitos generales del sermón se pueden dividir de la siguiente manera:
EL PROPÓSITO EVANGELÍSTICO
Este es el de persuadir a los perdidos a recibir a Cristo Jesús como su Salvador
personal. Los sermones que tienen este fin principal son clasificados como
sermones evangelísticos. La predicación evangelísitca es caracterizada por
cuatro rasgos fundamentales:[89]
1. Declara el hecho de la condición perdida del hombre natural. Las Escrituras
confirman que el hombre nació en pecado, su inclinación natural es
perversa; por voluntad propia, se ha descarriado del buen camino; vive bajo
la ira y la condenación divina; y es totalmente incapaz de salvarse a sí
mismo.
2. Proclama los hechos verídicos de la obra redentora de Cristo e interpreta el
significado de ellos. El cristianismo es una religión histórica, su vida brota de
ciertos hechos históricos y con éstos está, de tal manera identificada que
aparte de ellos no puede permanecer de pie. Estos hechos constituyen el
Evangelio, las Buenas Nuevas de la intervención de Dios en el curso de la
historia humana para redimir al hombre y restaurarle el compañerismo con
su Creador.
3. Pregona también cuales son las condiciones de acuerdo con las cuales el
hombre puede obtener el beneficio de la obra perfecta y cumplida por el
Salvador. Estas condiciones son pocas y sencillas, y al alcance de todo
aquel que quiera ser salvo. Son “arrepentimiento para con Dios, y la fe en
nuestro Señor Jesucristo”. [90]
4. Es caracterizada por una insistencia perentoria en los pecadores a obtener
la salvación. Sean “salvos de esta perversa generación”, [91] y de que
manifiesten su decisión públicamente, procurando el bautismo y uniéndose a
la Iglesia del Señor para una vida de servicio y crecimiento espiritual.
“El sermón que tiene un alma enfrente no debe tener ningún
mañana. Su tiempo aceptable es “ahora”. Ha de significar una
rendición instantánea y absoluta; entregarse desde luego a Cristo; La
entrada inmediata al reino de Dios. Su invitación es actual, urgente e
insistente”. [92]
Herrick Johnson
EL PROPÓSITO DOCTRINAL
Este es el propósito didáctico, su oficio es instruir a los creyentes, haciéndoles
ver el significado de las grandes verdades de la fe cristiana e indicando cómo
éstas tienen aplicación práctica en la vida cotidiana. Los sermones que tiene
este objeto principal, son clasificados como sermones doctrinales. La
característica fundamental de la predicación doctrinal es su énfasis sobre la
enseñanza, desempeña cuatro funciones importantes:[93]
1. Responde al deseo de aprender que existe en el corazón de cada creyente.
Este deseo es mucho más fuerte de lo que parecen pensar algunos
predicadores.
2. Es la mejor manera de evitar que los hermanos se alimenten de las
algarrobas del error. Es ofrecerles sistemáticamente y constantemente el
pan abundante que hay en la casa de su Padre.
3. Anima a la actividad. Por regla general una Iglesia que sabe, es una Iglesia
que actúa. Gran parte de la indiferencia espiritual que se encuentra en las
congregaciones actualmente, se debe a la falta de instrucción.
4. Contribuye al crecimiento intelectual y espiritual del predicador. El que desea
predicar este propósito general tiene mucho que estudiar.
La predicación doctrinal tiene tres cualidades que son indispensables. 1) Debe
de ser sencilla; tanto en su vocabulario como en su elaboración. 2) Debe de ser
positiva; es decir, hacer hincapié en la verdad y no en el error. 3) Debe de ser
práctica; tener una relación clara con la necesidad espiritual de la congregación
a la cual se predica.
EL PROPÓSITO DEVOCIONAL
Este tiene el propósito de intensificar en los creyentes el sentimiento de
amorosa devoción para con Dios, así como de guiarles en la expresión
apropiada a la adoración que Dios merece. Uno de los mandamientos más
importantes es: “amaras al Señor tu Dios de todo tu corazón, y de toda tu alma,
y de toda tu mente”.[94] El cumplimiento de este mandamiento aseguraría el
cumplimiento de todos los demás. Este mensaje es necesario en las Iglesias
por las siguientes finalidades:[95]
1. El amor para con Dios descansa sobre dos fundamentos: el conocimiento de
lo que Dios es y el aprecio de lo que ha hecho.
2. Por qué exaltan la gloria y la majestad de Dios y exponen la grandeza y la
perfección de la obra que ha hecho a favor de sus hijos.
“Dios es Espíritu; y los que le adoren, en espíritu y en verdad es necesario que
le adoren”. [96] Tal adoración demanda quietud y reverencia, meditación en la
Palabra de Dios, alabanza sincera y entusiasta, ferviente acción de gracias,
petición sencilla y confiada por las necesidades propias. Todas estas actitudes
pueden y deben ser incluidas por la predicación de sermones devocionales.
EL PROPÓSITO DE CONSAGRACIÓN
Este es el propósito de estimular al creyente a dedicar sus talentos, tiempo e
influencia al servicio de Dios. Este propósito está relacionado estrechamente
con el anterior, pero a la vez es claramente distinto al él. En aquél el énfasis
está sobre el amor para con Dios que el creyente abriga en su corazón. En éste
el énfasis descansa sobre el servicio cristiano mediante el cual comprueba la
sinceridad de su amor, mediante diversas actividades:[97]
1. Cada creyente tiene un don que utilizar para el bien general.
2. Este tipo de mensaje, tiene por objeto sacudir la conciencia, despertarlo de
su letargo y conmoverlo de tal manera que se resuelva a actual, poniéndose
a la disposición del Señor en las actividades que el adelanto de su reino
demanda.
3. Tiene como finalidad también, estimular a creyentes a la apertura de nuevas
misiones, la celebración de cultos especiales, la construcción de un nuevo
edificio y la aprobación de planes de mejoramiento general.
EL PROPÓSITO ÉTICO
Este es el propósito de ayudar al creyente a normar su conducta diaria y sus
relaciones sociales de acuerdo con los principios cristianos establecidos en la
Sagrada Biblia. La atención frecuente dada a asuntos morales en la Biblia, y la
variedad de las condiciones sociales encontradas en el mundo contemporáneo
se unen para demandar del pulpito cristiano una palabra clara y de provecho
sobre temas de la moral. Tales temas exigen su trato con mucho cuidado,
puesto que se pueden derivar dos peligros:[98]
1. El primero es el de divorciar la moral de la doctrina. El peligro de dejar la
impresión de que una vida moral decente, aparte de la regeneración obrada
por el Espíritu Santo, es suficiente para la salvación del alma.
2. El segundo es el peligro de rebajar la dignidad del púlpito. Esto puede ocurrir
con la discusión de temas cuya escasa importancia no justifica un
tratamiento formal o cuya naturaleza sugestiva tendería a corromper la
mente en vez de edificar el espíritu de la congregación.
EL PROPOSITO DE ALIENTO
Tienen el propósito de fortalecer y dar aliento al creyente en medio de la prueba
y crisis de la vida personal. Tal predicación es demandada por la multiplicidad
de acontecimientos y de circunstancias en la vida del creyente que afligen y le
pueden amargan, le desaniman y decepcionan. Esta predicación:[99]
1. Le pone adelante del creyente la grandeza de poder de su Dios.
2. Le recuerda lo que Dios ha hecho en los tiempos del pasado.
3. Le advierte de la realidad de su presencia y de su voluntad para actuar
ahora.
4. Le infunden ánimo para confiar en el cumplimiento de las preciosas
promesas divinas.
5. Le ayuda a seguir adelante, a pesar de todo.
La predicación se define como “la verdad de Dios proclamada por una
personalidad escogida con el fin de satisfacer las necesidades humanas”. Esta
definición equipara el propósito total de la predicación con la esfera de las
necesidades humanas. Conviene pues, preguntar en qué consisten estas
necesidades, porque de la contestación a esta pregunta depende la definición
de los propósitos generales de la predicación cristiana.
Individualmente la respuesta más concisa sería decir que las necesidades
humanas pueden ser reducidas esencialmente a una solo cosa a saber: la
necesidad de vida espiritual. Pero la humanidad está dividida en dos grandes
campos, parte de ella son salvas y parte no lo es. Gran parte anda “conforme a
la condición de este mundo, conforma a la potestad del aire, el espíritu que obra
en los hijos de desobediencia” siendo “por naturaleza hijos de ira”. [100] Otros
“han sido cercanos por la sangre de Cristo”, [101] teniendo “entrada por un mismo
Espíritu al Padre”.[102] Ambos grupos tienen necesidad de vida espiritual. Pero
con los primeros es la necesidad de adquisición, y con los segundos, la de
desenvolvimiento.

EJERCICIO DE PRÁCTICA
Responda usando su sentido crítico en base a la información bíblica. Mencione
un ejemplo de cada uno de los propósitos generales, que Jesús halla predicado.
1. Mensaje con propósito evangelístico. (Salvación)
2. Mensaje con propósito doctrinal. (Enseñanza)
3. Mensaje con propósito devocional. (Comunión)
4. Mensaje con propósito de consagración. (Servicio)
5. Mensaje con propósito ético. (Conducta)
6. Mensaje con propósito de aliento. (Fortaleza)

FIJACIÓN DE APRENDIZAJE
Conteste las preguntas según la información analizada.
1. ¿Cuáles son los propósitos generales que menciona el autor?
2. ¿Cuál de los propósitos se encarga de aumentar el intelecto y el crecimiento
espiritual del predicador?
3. Su énfasis esta sobre el amor para con Dios que el creyente abriga en su
corazón:
4. Explique la necesidad del sermón con un propósito evangelístico:
5. Aparte de los mencionados; que otros temas la Biblia no tiene una postura
clara y terminante:
6. ¿Cuál de los seis propósitos considera que es el más descuidado en las
congragaciones? ¿Por qué?
7. ¿Cuáles serían las consecuencias de ministrar bajo un solo propósito
siempre?
CAPÍTULO 10
EL PROPÓSITO ESPECÍFICO DEL SERMÓN
“Es necesario presentar las verdades evangélicas, sobre todo a los nuevos
[103]
oyentes, de un modo claro y lógico, que persuada sin fatigar las mentes.”
El tercer elemento a analizar dentro de la estructura sermonaria, debe de ser la
aplicación del propósito general, este también puede ser llamado como
propósito específico.
Cualquier sermón que sea digno de un púlpito cristiano puede ser clasificado de
acuerdo con los propósitos generales que acabamos de discutir. Pero si
hablamos de un sermón bien estructurado éste demandará un propósito
específico además del propósito general. Este es la aplicación particular del
propósito general y es respectivo a la más apremiante necesidad espiritual que
una congregación determinada pueda tener en un momento dado, o a su vez lo
que el predicador ha deducido que Dios quiere lograr a través de su mensaje a
predicar.
CONSIDERACIONES PARA LA ELABORACIÓN DEL PROPÓSITO
ESPECÍFICO
Existen ciertas consideraciones que ayudarán al joven predicador en la
elaboración del propósito específico de su sermón.[104]
1. La formulación del propósito específico del sermón exige una comprensión
cabal de los seis propósitos generales de la predicación cristiana. El
propósito específico es simplemente una aplicación particular del respectivo
propósito general.
2. La formulación del propósito específico del sermón exige la determinación de
la más apremiante necesidad espiritual de la congregación a la cual el
sermón va a ser predicado. El propósito específico debe de corresponder
siempre a esta necesidad particular.
3. La formulación del propósito específico del sermón exige la eliminación de
todo otro propósito en relación con ese sermón. Nunca debe de haber más
de un solo propósito específico para un sermón dado.
Además, es necesario saber que para que el propósito específico esté
verdaderamente completo, requiere tres elementos indispensables.
ELEMENTOS INDISPENSABLES PARA LA ELABORACIÓN DEL PROPÓSITO
ESPECÍFICO
1. Se debe de tener bien identificado cual es el propósito general del sermón,
aplicándolo de manera específica. Es decir, lo que se pretende lograr con
dicha predicación.
2. Se debe de tener bien identificado al auditorio que se desea predicar, esto
determinará de manera específica y delimitada la dirección del propósito
específico. (Niños, jóvenes, damas, varones, congregación en general,
ministros, etc.)
3. Se debe de tener bien identificada la verdad central del pasaje del cual se
desea predicar.
Ejemplos:
A un joven lo invitaron a predicar a una reunión seccional de jóvenes, se le pidió
que predicara sobre “Los beneficios de ser seguidores de Cristo”. Así que
pronto determinó cual sería el propósito general y específico de su sermón.
Propósito general: Dar aliento.
Propósito específico: Este mensaje desea traer ánimo a los jóvenes de la
sección centro, recordándoles que el seguir a Cristo trae los más grandes
beneficios de la vida.
Base bíblica: Juan 7:37.
A una dama la invitaron a predicar a un desayuno donde asistirán solamente
hermanas, se le pidió que predicara sobre “Lo que mis manos pueden hacer
para el servicio a Dios”. Así que pronto determinó nuevamente cuál sería su
propósito general y específico de su sermón.
Propósito general: Consagración.
Propósito específico: El propósito de este sermón es el de estimular a las
hermanas de la Iglesia el Divino Redentor, que pueden servir a Cristo
realizando servicios con sus manos.
Base bíblica: Hechos 9:36-43.
A un varón lo invitaron a predicar en una reunión de varones, se le pidió que
predicara sobre “La necesidad de imitar a Cristo”. Así que, nuevamente, es
posible apreciar el propósito general y específico de su sermón.
Propósito general: Ético.
Propósito específico: El propósito de este mensaje, es normar la conducta de
los hermanos de la Iglesia el Triunfo de la Fe, reconociendo que la Biblia
demanda que lleguemos a la medida y estatura del varón perfecto, que es
Cristo Jesús.
Base bíblica: Efesios 4 10-16.
EJERCICIO DE PRÁCTICA
Realice cuidadosamente los ejercicios tomando como base los ejemplos vistos
en la lección.
1. Imagine que se le invita a predicar a las damas de una congregación, bajo el
tema “Actitudes de la mujer que consagra su servicio a Dios”. Identifique lo
siguiente:
Propósito General:
Propósito Específico:
Base bíblica:
2. Imagine que se le invita a predicar a los jóvenes de una congregación, bajo
el tema “Los hábitos que distinguen a los creyentes verdaderos”. Identifique
lo siguiente:
Propósito General:
Propósito Específico:
Base bíblica:
3. Imagine que se le invita a predicar en una campaña evangelística, bajo el
tema “Pasos para recibir la salvación de Dios”. Identifique lo siguiente:
Propósito General:
Propósito Específico:
Base bíblica:
4. Imagine que se le invita a predicar a los niños de una congregación, bajo el
tema “Las personas que conforman la trinidad divina”. Identifique lo
siguiente:
Propósito General:
Propósito Específico:
Base bíblica:
CAPÍTULO 11
LA BASE BÍBLICA DEL SERMÓN
“En cierto sentido, el expositor de Dios de pronto es un explorador, un detective,
un historiador, un rastreador y un investigador. En su búsqueda del mensaje de
Dios, es un Colón que navega los extremos de los mares de la Escritura para
traer noticias de un mundo más atractivo” [105]
El cuarto elemento indispensable en la estructura sermonaria debe de ser el
texto o la base bíblica, este elemento es el que hace a la predicación tan
diferente de cualquier otro discurso argumentativo o político. La predicación se
distingue por tener un contenido divino y no doctrinas de hombres. El profesor
Alejandro Treviño dice que el sermón debe de ser un mensaje bíblico, por ello
da a entender que debe de tener un pleno apoyo en la Palabra de Dios y que se
debe de exponer en un lenguaje escriturario. [106]
Siguiendo esta idea también se pueden resaltar las palabras de John Knox, “El
mensaje del predicador debe ser derivado, no de los sucesos del día, ni de la
literatura contemporánea, ni da las tendencias populares de una u otra clase; ni
tampoco de filósofos, estadistas y poetas; ni siquiera, en último caso de las
experiencias y reflexiones del predicador, sino de las Escrituras”. [107] Knox,
recalca la importancia de que el sermón sea netamente contenido de las
Escrituras, con esto no se está desestimando las vivencias y anécdotas que
seguro aportarán a la masa homilética del sermón, pero si debiere tener un
contenido bíblico.
Alfredo P. Gibbs es quien ilustra de manera magistral la importancia del texto en
el sermón. La palabra texto se deriva del latín y significa algo tejido (“textus”—
textura). Se trata de la porción de la Escritura que ha sido escogida para la
exposición y alrededor de la cual será tejido el sermón. El texto puede ser un
párrafo, un solo versículo o aun una parte de un versículo.[108]
RAZONES POR LAS CUALES ES NECESARIA UNA BASE BÍBLICA
Existen por lo menos cinco razones contundentes y necesarias que exigen que
la predicación tenga en su estructura homilética una base bíblica.[109]
1. Da autoridad al mensaje. “La Biblia dice” o “Dios dice” es lo que le da peso al
mensaje. Sin una base bíblica el mensaje predicado carecerá de autoridad
divina.
2. Limita o debe limitar al orador a un solo tema. Esto sucederá si el texto es
tratado debidamente, pues sin una base bíblica el predicador corre el riesgo
de querer predicar de mucho y a la vez de nada. Un texto siempre delimitará
al predicador a hablar de este y brindar las riquezas de su significado.
3. Da unidad al sermón, puesto que presenta un pensamiento completo. Se
debe de elegir un pasaje bíblico que presente una idea completa, misma que
el predicador puede abordar. De no presentar un pensamiento completo el
predicador corre el riesgo de mal interpretar la idea original con la cual fue
escrita la porción bíblica.
4. Prepara el auditorio para la exposición. Da principio a una corriente de
pensamiento en sus mentes al anticipar lo que dirá el orador sobre el
contenido del texto. Ayudará a mantener al auditorio enfocado en lo que el
predicador desea explicar.
5. Promueve la variedad en la predicación. Hay abundantes textos en la Biblia,
cada uno con un mensaje particular. Esto trae como resultado disipar la
costumbre de predicar el mismo sermón en diferentes lugares, pues la Biblia
tiene muchas porciones que necesitan ser predicados.
PRINCIPIOS GENERALES PARA LA ELECCIÓN ADECUADA DE LA BASE
BÍBLICA
Existen ciertos principios generales que gobernarán la elección del texto:[110]
1. Hay que asegurar que el texto contenga verdad inspirada. La inspiración
garantiza veracidad de lo registrado, pero no necesariamente la veracidad
de la opinión expresada. Este principio requiere una explicación detallada,
existen porciones de la Biblia que su contenido escritural ha sido inspirado
por Dios, pero el sentido de las palabras no necesariamente, por ejemplo: La
Biblia menciona que David era un hombre conforme al corazón de Dios, pero
también menciona que David adulteró, la verdad aspirada aquí no es que
Dios es un adúltero, sino que David aun cometiendo errores, seguía
buscando el agradar el corazón de Dios.
2. El texto debe expresar un pensamiento completo. Debe contener un verbo y
no solamente una forma del mismo como el infinitivo o un participio. Sobre
esto ya se ha mencionado con anterioridad.
3. El texto no debe contener más de lo que puede ser entregado en el sermón.
Esto es algo que muchos jóvenes predicadores pasan por alto, cuando se
elige un texto para predicar debemos tener cuidado en abordar lo que
realmente dice el texto midiendo el tiempo que tenemos para predicarlo,
pues de no hacerlo se corre el riesgo de demorar más de los esperado y con
ello perder la atención del auditorio.
4. Deben evitar el texto cuyo significado no sea claro al predicador. Si la
interpretación no es convincente para el que habla, ¿cómo podrá presentarla
con claridad al auditorio? Uno de los principios más comunes es que el
predicador “no puede enseñar lo que no sabe”. Si el predicador tiene
lagunas sobre cierto pasaje bíblico lo más apropiado es no predicarlo hasta
que la convicción del cielo le ilumine y el texto pueda ser entendido.
5. El texto debe interesar personalmente al predicador. Debe elegir textos
cuyos mensajes lo afecten a él mismo. No será de beneficio que el
predicador recomiende una base bíblica a la congregación sin antes haberle
sido de bendición o exhortación a él mismo.
6. El tipo de auditorio muchas veces determinará la elección del texto. Una
boda, un funeral o culto congregacional. Cada uno de estos escenarios es
diferente y determinará en muchas ocasiones la base bíblica.
La base bíblica es la esencia del sermón. Si el texto es mal interpretado, esto
afectará a todo el sermón y el auditorio puede ser desviado en vez de edificado.
La interpretación consiste en distinguir lo que tenía en mente el hagiógrafo.
PRINCIPIOS HERMENÉUTICOS PARA LA CORRECTA INTERPRETACIÓN
DE LA BASE BÍBLICA
Existen algunos principios hermenéuticos que nos guiarán en la interpretación
correcta de dicha base bíblica son:[111]
1. El texto debe ser interpretado con honestidad. ¡Muchas veces el texto es
torcido para adaptarlo al punto de vista del predicador que no quiere
apegarse al punto de vista del escritor! Lo correcta aquí, es presentar una
actitud humilde y sin importar el amplio bagaje que tengamos sobre una
porción bíblica, dejemos que el Señor a través de su Espíritu Santo nos
ilumine.
2. Debemos tomar en cuenta el contexto, es decir, lo que precede y sigue a
nuestro texto. “Un texto sin contexto es pretexto”. Así como la belleza de una
alhaja es acrecentada por su moldura, lo es el texto por su contexto. Leer,
volver a leer, y volver a leer puede hacer la diferencia para entender el
pasaje bíblico.
3. Debemos toma en cuenta el lenguaje. Debemos descubrir el sentido exacto
de cada palabra. Con el correr de los años el significado de algunas palabras
sufre variación. Es bueno descubrir el significado de las palabras en el
idioma original en que fue escrito el pasaje que estudiamos.
4. Debemos tomar en cuenta las costumbres, modales y geografía de los
tiempos bíblicos. Por el simple hecho de que la Biblia fue escrita hace más
de miles de años, debemos hacer conciencia en que las costumbres que
nosotros practicamos son muy diferentes a las que ellos (los personajes
bíblicos) practicaban, identificar su cultura, y su hábitat nos podrá ayudar a
comprender a profundidad la base bíblica.
5. Debemos tomar en cuenta la enseñanza total de la Palabra de Dios.
Ninguna doctrina descansa sobre un solo texto aislado de los demás. La
Escritura es el mejor intérprete de la Escritura. Lo claro nunca debe
descartarse para dar lugar a lo dudoso.
6. Debemos tomar en cuenta la enseñanza típica, cuando tal interpretación es
justificada. Un tipo ha sido definido como una ilustración divina de una
verdad bíblica. Podemos afirmar que cualquier cosa registrada en el Antiguo
Testamento que recibe una interpretación típica en el Nuevo puede usarse
con entera confianza.

Se ha podido notar que el texto da argumentos poderos a nuestra predicación,


este mismo es la razón de ser, omitir el texto o base bíblica en nuestro sermón,
producirá en la congregación personas fluctuantes y débiles en el Evangelio. Lo
que hace diferente al predicador es hablar la Palabra de Dios.
CAPÍTULO 12
EL TÍTULO DEL SERMÓN
“La asignación apropiada de título para el sermón demanda una fraseología
cuidada y habilidosa. Pues el título es el embellecimiento del tema” [112]
El quinto elemento a analizar dentro de la estructura sermonaria debe de ser el
título, este elemento tiene cierta vitalidad en el sermón. James Crane dice que
este es el nombre que se le da al sermón, o sea su encabezamiento y por regla
general es una simple frase, es decir, un pensamiento incompleto.[113] Su
propósito es el de sugerir la línea de pensamiento que va a ser seguida en el
sermón, haciéndolo en una forma que despierte el interés sin revelar los
detalles del tratamiento. Este no debe de ser formulado como una oración
gramatical completa.
A continuación, se mencionarán cuáles son algunos principios para formular un
buen título, además de algunas características que éste debe de tener y, por
último, cuáles son las ventajas de incluir un título en nuestro sermón.
PRINCIPIOS PARA LA ELABORACIÓN DEL TÍTULO
Algunas principios para la elaboración del título pueden ser los siguientes:[114]
1. Un buen título será interesante sin incurrir en el delito de sensacionalismo.
Los títulos sensacionales acusan falta de sensatez de parte del predicador,
pues rebajan la dignidad del Evangelio. Es necesario crear títulos que eviten
las comparaciones denigrantes. Un ejemplo de un título equivocado podría
ser: “la sangre de Cristo más efectiva que el cloro”. Este tipo de títulos
rebajan la dignidad del Evangelio.
2. Un buen título debe ser breve. Por regla general no debe contener más de 4
o 5 términos importantes. Algunos ejemplos pueden ser: “Una esperanza
viva”, “el retorno del Rey”, “Contra corriente” etc.
3. Podríamos agregar que el título debe ser exacto, sin degenerar en
pedantería. Los títulos no deben incluir las vanidades del hombre, un título
equivocado bajo este principio podría ser: “La vanidad del creyente”.
4. El título del sermón debe señalar hacia lo presente en vez de hacia lo
pasado. Debe ser expresado en una forma que enfoque la atención sobre
los problemas religiosos prácticos de nuestros días.
CARACTERÍSTICAS DE UN BUEN TÍTULO
Algunas características que deben de gobernar a la hora de elegir un buen título
pueden de ser:
1. Biblicidad. El buen título es pertinente al texto. En muchas ocasiones el título
se puede encontrar en alguna porción de la Biblia o en relación a la verdad
central que refleja dicha base bíblica.
2. Actualidad. Es capaz de resumir el mensaje para el momento actual. Con la
simple lectura del título las personas deben identificar si el mensaje del
predicador tiene pertinencia actual.
3. Honestidad. Se constituyen en promesas y crean expectativas en la mente
de los oyentes. Mismas que el predicador debe de cumplir a la hora de
desarrollar el contenido de su sermón. El título debe ser acorde al contenido
de la predicación.
4. Divisibilidad. Un buen título puede ser dividido en los diferentes puntos del
sermón.
5. Novedad. Lo inusitado llama más la atención que lo que es habitual. El título
debe de ser atractivo para el oyente.
6. Comunicabilidad. Las palabras que componen el título deben ser apropiadas
para la comunicación en el púlpito.
7. Simplicidad. El predicador debe usar palabras que tengan un sentido claro y
relevante para la congregación que va dirigido el mensaje.
8. Objetividad. Es su capacidad de síntesis y de comunicación. El título es el
nombre del sermón, por lo tanto, este debe estar lleno de objetividad.
VENTAJAS DE ELABORAR UN BUEN TÍTULO
Existen ventajas claras y tangibles de elaborar un buen título para el sermón,
algunas ventajas de su elaboración son:
1. Despierta la atención del oyente. Posiblemente después de la lectura bíblica
o incluso antes de ella el predicador menciona el título del sermón, un buen
título seguramente llamará la atención de los congregantes.
2. Posibilita la inserción en el boletín de la iglesia. Cuando se tiene lista la
predicación anticipada, aquellas congregaciones que usan calendario de
actividades, pueden escribir el nombre de la predicación (escribir el título del
sermón) y esto puede ayudar a crear interés en dicho título.
3. Valoriza el mensaje. La gente normalmente se acuerda de los títulos de los
sermones.
4. Posibilita un mejor sistema de archivos. A través de los títulos el predicador
puede guardar sus sermones, creando una carpeta con el título de cada uno
de sus mensajes.
Se ha podido analizar la importancia de un buen título, este es el que viene a
despertar la atención del oyente, cuando el predicador se dispone a elegir un
título que llene los requisitos antes mencionados, seguramente obtendrá éxito
en despertar el interés de los oyentes.
John MacArthur indica que es posible trabajar arduamente por mucho tiempo
para que aparezcan las palabras adecuadas que atraigan a muchos, sólo para
encontrar que muy pocas personas le prestan atención o ni siquiera les
interesa. La búsqueda de título puede llegar a gastar de manera significativa el
tiempo del predicador. [115] Pero seguramente la búsqueda será recompensada
al tener un título relevante, pertinente y digno de ser predicado desde un púlpito
asambleísta.
CAPÍTULO 13
EL TEMA DEL SERMÓN
“El tema viene a ser lo más relevante que debe de tener el sermón, pues este
presenta la idea clara que el predicador está dispuesta a comunicar a través de
su personalidad, carácter y vigor”
El sexto elemento indispensable en la estructura sermonaria debe de ser el
tema, éste viene a formar parte de lo más crucial en una predicación cristiana
puesto que, solamente por cada sermón debe de haber un tema y toda la
predicación debe de ir en ese fin: el de presentar o clarificar un tema a los
oyentes.
El tema es aquella parte del sermón que define la verdad principal que ha de
ser expuesta, la idea central y el asunto presentado en el sermón. Es una
enunciación concisa de esta verdad, la cual se desarrollará en el sermón. El
tema es el sermón condensado y el sermón es el tema desarrollado. El precisar
cuál será el tema principal del texto, será una buena disciplina para la mente del
predicador. El expresarlo en palabras propias y proceder a preparar un
bosquejo con este tema a la vista conduce a claridad de pensamiento y
precisión en el lenguaje que se usará al exponerlo. [116]
CONSIDERACIONES PARA LA ELABRACIÓN CORRECTA DEL TEMA
El mensaje debe venir como una inspiración especial de Dios, y el predicador
debe estar pidiendo mensajes a Dios para sus oyentes. Pero no es de esperar
que venga siempre como una inspiración profética, sino que él mismo debe
afanarse en buscarlos de diversas maneras.[117] Algunas consideraciones que
debe tener el predicador para encontrar el tema correcto de su mensaje pueden
ser las siguientes:
1. Reflexionar sobre las necesidades espirituales de sus oyentes. Se debe de
advertir al predicador premio nobel acerca del peligro de sermones
particulares dirigidos a una familia o a un individuo de la Iglesia. Si se tiene
algo que decir a alguien hay que hacerlo personalmente. A lo que nos
referimos por reflexionar en las necesidades espirituales de los oyentes no
es con el fin de exhibir, sino del tratar de satisfacer la necesidad de la
congregación a la que predicamos.
2. Reflexionar en sus lecturas devocionales de la Biblia. El predicador no debe
alimentar a otras almas manteniendo la suya a escasa dieta. Sino todo lo
contrario, es necesario que el predicador se alimente de devocionales
personales y reflexione en cuanto a la lectura de la Sagrada Escritura para
determinar algún tema que primeramente a él le haya sido de bendición.
3. Reflexionar en cuanto a las predicaciones de otros. Un predicador genuino
no debe caer en la presunción del querer ser siempre original. Es muy
saludable atender al mensaje de otros predicadores que son iluminados por
Dios, esto puede ser a través de predicaciones escritas, por la radio e
incluso por televisión. El prestar atención a otros predicadores de la sana
doctrina, es prestar atención al mensaje de Dios mismo.
4. Reflexionar en sus visitas pastorales. En muchas ocasiones la conversación
con personas inconversas o débiles en la fe, hacen sentir al predicador la
necesidad de hablar de ciertos temas, estos mismos pueden ser
desarrollados correctamente y predicados en los altares de las Iglesias.
5. Reflexionar en oración con el Señor. De todas las consideraciones propias
para la elaboración del sermón, la más apropiada es pedírselo directamente
al Señor. Si el sermón debe de ser relevante a la necesidad de la
congregación, quién más lúcido para darnos el correcto tema del sermón
que el mismo Creador de los cielos, el Omnipresente, Omnipotente y
Omnisciente Señor.
Cada una de las consideraciones pueden ser de beneficio para la elección
correcta del tema del sermón, se debe ser puntal en esto, el ignorar estas
consideraciones no garantizará al predicador tener un tema apropiado para la
congregación a predicar.
CUALIDADES INDISPENSABLES QUE IDENTIFICAN AL TEMA
Como en cada uno de los elementos mencionados de la estructura sermonaria,
existen algunas cualidades indispensables en cualquier tema digno de un
púlpito cristiano. Estas se pueden enlistar de la siguiente manera:[118]
1. Debe ser vital. Debe versar sobre algunas de las grandes verdades de la fe
cristiana. El tema digno de ser predicado en el púlpito cristiano, tiene que
nacer de la base bíblica que se desea exponer si se ha elegido una
estructura textual o expositiva, si se elige una estructura biográfica o
temática, el tema tiene que reflejar una necesidad práctica.
2. Debe ser pertinente. El tema debe presentar la verdad eterna que el
predicador se propone aplicar a las necesidades apremiantes de su
congregación. A eso se refería un eminente predicador evangélico alemán,
cuando insistía en que “un sermón verdadero tiene por padre al cielo y por
madre la tierra”. El tema debe tener valor práctico para los que escuchan el
sermón. Su esencia es divina pero práctica y relevante para los hombres.
3. Debe tener una relación legítima con las Escrituras. El tema puede ser
encontrado directamente en el texto, puede ser inferido o sugerido por el
texto. Es necesario siempre tener en mente el contenido bíblico a la hora de
identificar el tema del sermón.
PAUTAS PARA DESARROLLAR CON EXCELENCIA EL TEMA
Después de mencionar las consideraciones para la elaboración del tema y las
cualidades que este bebe tener, es momento de entrar en las profundidades
que ofrece al predicador la elección de un buen tema. Algunas pautas a seguir
en el desarrollo con excelencia del tema pueden ser:
1. El tema debe ser como el filamento que atraviesa todas las partes formales
del sermón. El tema no es simplemente una letanía elocuente, una vez
elegido el tema, todas las partes del sermón desde la introducción hasta la
conclusión deben ser identificadas en este. El no hacerlo de esta manera, el
predicador incurrirá en la desacreditación de su congregación pues justificó
su predicación con un buen tema, pero su contenido en realidad no ilustró lo
que se proponía predicar.
2. Debe de brotar del texto, y hallando breve y sugestiva expresión en el título.
Muchos predicadores y libros de Homilética confunden el tema con el título,
a veces, y hasta cierto punto, para algunos no existe diferencia alguna entre
estos dos. Pero debemos recordar que el título es solo la puerta del tema o
asunto a tratar. De esta forma el título es una idea general incompleta y el
tema es la idea específica y completa del título.
3. Debe encontrar su redacción cabal y definitiva en una proposición colocada
en la parte final de la introducción. El tema debe de ir incluida en la
proposición del sermón, es decir tiene que estar estrechamente ligada con la
tesis que el predicador desea plantear a su auditorio.
4. De esta expresión formal del tema (la proposición) brotan a su vez todas las
divisiones principales del plan. Después de relacionar correctamente el tema
con la propuesta (proposición) del sermón, debe ser importante señalar que
las divisiones principales del sermón (contenido) deben surgir de esta misma
proposición.
5. Por fin, el tema es redondeado en la conclusión para ser enfocado en el
propósito específico del sermón. El tema de igual manera debe ser
considerado en cada etapa del sermón, en la conclusión es fundamental
relacionarlo con el propósito específico del mensaje predicado.
A continuación, algunos ejemplos donde se puede notar la diferencia entre el
título y el tema, recordando que el título es la idea general manifestada por una
oración gramatical incompleta y el tema es la exposición específica por una
oración gramatical completa del título.
Ejemplos:
Base Bíblica: Juan 14:6.
Título: “Una esperanza viva”
Tema: Los motivos para depositar nuestra fe en Jesús.
Base Bíblica: Isaías 40:8.
Título: “Palabras indispensables”
Tema: La trascendencia de la Palabra de Dios en la humanidad.

Base Bíblica: Marcos 14:66-72.


Título: “Un camino equivocado”
Tema: Los pasos que conllevan a la negación de Cristo.

Base Bíblica: 1 Pedro 1:18-21.


Título: “Propiedad privada”
Tema: La relevancia de ser comprados con la sangre de Cristo.
Base Bíblica: Hebreos 10:19-25.
Título: “Contra corriente”
Tema: Las demandas para vivir bajo la presencia de Dios.
Base Bíblica: Colosenses 2:8-15.
Título: “Plenitud de la vida cristiana”
Tema: Los argumentos para vivir un cristianismo integral.
Base Bíblica: Filipenses 4:10.
Título: “Un compromiso que trasciende”
Tema: Las características de una Iglesia comprometida con el ministerio.
EJERCICIO DE PRÁCTICA
Elija cuidadosamente una base bíblica y responda lo que se le pide en base al
texto elegido.
1. Propósito General:
Propósito Específico:
Base Bíblica:
Título:
Tema:
2. Propósito General:
Propósito Específico:
Base Bíblica:
Título:
Tema:
3. Propósito General:
Propósito Específico:
Base Bíblica:
Título:
Tema:
4. Propósito General:
Propósito Específico:
Base Bíblica:
Título:
Tema:
CAPÍTULO 14
LA INTERROGANTE DEL SERMÓN
“La oración interrogativa delimita aún más el tema que el predicador se ha
dispuesto a enunciar, la interrogante sermonaria viene a ser el vínculo que une
al tema con el contenido del sermón, es decir las divisiones principales de la
predicación”
El séptimo elemento indispensable en la estructura homilética debe de ser la
interrogante sermonaria, también puede ser llamada oración interrogativa. La
oración interrogativa o interrogante sermonaria conduce a la oración de
transición, que liga la proposición y las divisiones principales del sermón en una
unidad, y que da transición suave de la proposición a las principales divisiones.
Al mismo tiempo la frase interrogativa indica cómo se va a desarrollar, explicar o
exponer la idea homilética. [119]
Es la cuestión o interrogante natural que surgen directamente del tema, Orlando
Costa indica que existen siete interrogantes que pueden ser útiles en la
formulación de una pregunta. Su uso sistemático contribuirá a la unidad,
coherencia y promoción del paralelismo en el sermón. [120]
TIPOS DE INTERROGANTES SERMONARIAS
1. ¿Quién? Introduce una secuencia de personas para ser enumeradas,
identificadas o incluidas en la aplicación de algún principio.
2. ¿Cuál? Introduce una secuencia de cosas, selecciones o alternativas.
3. ¿Qué? Introduce una secuencia de significados, definiciones, características
etc.
4. ¿Por qué? Introduce una secuencia de razones u objeciones.
5. ¿Cuándo? Introduce una secuencia de tiempo, etapas y condiciones.
6. ¿Donde? Introduce una secuencia de lugares, orígenes, fuentes, causas,
etc.
7. ¿Cómo? Introduce una secuencia de métodos y formas.
El contenido del sermón debe de responder dicha interrogante, y esto es lo que
la hace tan importante, se ha mencionado con anterioridad que la relevancia del
tema en la predicación, no solo la base bíblica y el tema proveen una
delimitación a la exposición, sino que, la interrogante sermonaria viene a
delimitar aún más a la hora de exponer, puesto que el sermón debe de
enfocarse no en todo el tema, ya que existen temas muy amplios, por otra parte
debe de preocuparse por responder a la interrogante sermonaria que se elige
para determinado tema.
Debe de ser notorio que la interrogante sermonaria no es necesaria hacérsela
saber a la congregación, más bien esta debe de estar presente en el predicador
durante la elaboración del sermón, especialmente a la hora de realizar las
divisiones principales del mensaje, porque ellas serán las que se encargarán de
responder dicha pregunta, pero también debe de servir como regulador a la
hora de la exposición, esta ayudará a los predicadores más inexpertos para no
desviarse de su tema y las interrogantes naturales que brotan de él. Algunos
ejemplos de interrogantes sermonarias nacidas de su tema podrían ser:
Ejemplos:
Tema: Pasos para obtener la salvación.
Interrogante Sermonaria: ¿Cuáles son los pasos para obtener la salvación?
Tema: Creyentes que obtuvieron la salvación.
Interrogante Sermonaria: ¿Quiénes son los creyentes que han obtenido la
salvación?
Tema: Necesidad de obtener la salvación.
Interrogante Sermonaria: ¿Por qué es necesario obtener la salvación?
Tema: El arrebatamiento, evento más esperado para todo creyente.
Interrogante Sermonaria: ¿Cómo sucederá el arrebatamiento de la Iglesia?
CAPÍTULO 15
LA INTRODUCCIÓN DEL SERMÓN
“Una introducción debe prepararse con minuciosidad porque de ella depende
que el auditorio nos dedique su atención desde un principio, si no es así
cualquier tema mal presentado hace exclamar mentalmente al que conoce el
Evangelio: esa película ya la he visto. Pensando lo cual su mente se
desconecta” [121]
El octavo elemento indispensable en la estructura sermonaria debe de ser la
introducción, recordando que dentro del orden estructural ésta ocupa la octava
posición, pero en la elaboración debería de ir hasta el final. Es importante que la
introducción no se elabore antes de tener la conclusión y la aplicación del
sermón terminadas, el motivo de este fenómeno es que la introducción debe de
introducir correctamente el contenido de lo que se desea hablar, el ignorar esta
recomendación podrá repercutir que el hecho de que el predicador diseñe una
introducción hermosa e irresistible, pero que no ilustra lo que en verdad desea
tratar con su sermón y puede que quede como un charlatán con la
congregación ya que su introducción prometía algo que no se efectuó.
MacArthur indica que, por definición, “introducir” significa conocer o traer al
juego algo por vez primera. La introducción es al sermón lo que la patada inicial
y la carrera son a un juego de futbol estadounidense; como los disparos
iniciales a la batalla, o como salir de un puerto en un viaje al océano. Es el
tiempo para que todos se aclimaten con lo que ha de seguir a la situación inicial
y orientarse. Es la parte del sermón que prepara al auditorio para oír la
disertación del texto. Sirve el mismo propósito que la antesala en una casa, el
preludio de una sinfonía, el capullo de una rosa, el alba a la salida del sol y el
acceso a un puente. [122]
PROPÓSITOS PRIMORDIALES DE LA INTRODUCCIÓN
Algunos de los propósitos primordiales de la introducción que sugiere
MacArthur son:[123]
1. Captar y retener la atención de la audiencia para que se concentre en el
predicador y su mensaje. Una buena introducción siempre será un aroma
fragante para el oyente, esta le retendrá para prestar atención a todo lo que
el predicador desea comunicar.
2. Mejorar la buena voluntad de la audiencia hacia el predicador. Una
introducción debe ser un rompe hielo, aquí el predicador de manera natural
puede mostrar sus habilidades como un comunicador sencillo y lleno de
empatía.
3. Hacer que la audiencia se interese en el cuerpo del mensaje y lo anticipe. La
introducción bien elaborada creará en el creyente una atmosfera que le
ayudará a hilar cada una de las partes del sermón.
4. Demostrar la importancia del pasaje bíblico. Además de los mencionado, la
introducción debe aumentar el valor del contenido del sermón, haciendo así,
que el creyente se dé por enterado que el mensaje es relevante para
nuestros días.
5. Responder a la pregunta oculta de cada oyente. ¿Por qué debo escuchar
este mensaje? La introducción debe responder esta pregunta y disipar las
inquietudes de la importancia de la predicación.
6. Orientar a los oyentes hacia la frecuencia del predicador. La introducción
sirve como un preámbulo que sitúa al oyente en la misma sintonía del
predicador y el mensaje bíblico.
7. Aclarar el propuesto curso de discusión del predicador a la audiencia para
que puedan seguirlo y no se pierdan en la jornada de la predicación. Ayuda
a caminar junto con el predicador en cada uno de los elementos del sermón.
VARIANTES PARA EL USO DE LA INTRODUCCIÓN
La introducción no debe de ser repetitiva, esto puede causar apatía por parte
del predicador hacia la congregación, el contar siempre la misma ilustración
para cada sermón puede crear monotonía y falta de anticipación de los oyentes
en cuanto al mensaje divino.
Sólo la imaginación y la creatividad del predicador limitan los tipos de
introducciones efectivas. Sin embargo, la introducción utilizada debe ajustarse a
la relación del conferencista con su audiencia, la ocasión para el mensaje y el
resultado que se espere del sermón. Considere los siguientes ejemplos de
clases efectivas de introducción. Aquí algunas variantes para su uso:[124]
1. Estadísticas actuales que señalan un problema contemporáneo sobre el cual
se hablará en el mensaje.
2. Ilustraciones históricas que sirven para familiarizar a los oyentes con el tema
del mensaje.
3. Humor.
4. Sucesos actuales que se relacionan con el mensaje.
5. Una lectura cuidadosa del texto bíblico de donde procede el mensaje.
6. Historias de la vida real.
7. Ilustraciones biográficas.
8. Citas contundentes.
9. Preguntas retóricas dirigidas a la audiencia.
10. Experiencias personales del predicador.
11. Referencias a libros actuales y de renombre.
12. Problemas relacionados con la vida para los cuales se ofrecerán soluciones
bíblicas.
13. Confusión contemporánea en cuanto a la enseñanza bíblica que el
predicador corregirá y aclarará.
14. Correspondencia personal muy interesante.
15. Relatos imaginarios.
16. Parábolas de la vida real.
17. Testimonio personal.
18. Himnos relacionados con el mensaje.
19. Pedirle a la audiencia que respondan a una situación hipotética.
GUÍAS PARA LA ELABORACIÓN EFICAZ DE LA INTRODUCCIÓN
Jamás debe prepararse un mensaje de manera apurada o forzada
indistintamente. Utilice estos factores para evaluar la efectividad y la aptitud de
su introducción. Algunas guías para la elaboración eficaz de la introducción
pueden ser:[125]
1. ¿Se ajusta a la ocasión? Por ejemplo, la introducción de un mensaje en un
banquete sería diferente a la de un servicio de adoración. Esto ayudará al
predicador para seleccionar su introducción con el tenor correspondiente.
2. ¿Está conectada con el tema? Es decir, ¿introduce realmente su mensaje?
De no introducir su tema, esa introducción no está cumpliendo su función
verdadera por lo tanto es necesario que sea modificada.
3. ¿Presenta la introducción el mensaje que promete? Es muy común en los
jóvenes predicadores escuchar alguna ilustración “bonita” y querer utilizarla
en la primera oportunidad, pero la realidad es que la introducción debe de
ser escogida para ilustrar el contenido, no el contenido para la introducción.
4. ¿Es breve, como un aperitivo en relación con la comida principal? Cuando
hablamos de brevedad, generalmente se toma en cuenta el tiempo a
predicar, no podemos tener una introducción de 10 minutos si pensamos
predicar 30 minutos, supongamos que la introducción puede equivaler al 15-
20% de nuestro tiempo a predicar.
5. ¿Evita utilizar el humor sólo por causa de sí mismo? Dentro de la
introducción es válido utilizar humor para crear una atmosfera receptiva en el
oyente, pero se debe de tener cuidado y cautela con el uso de esta
herramienta, no es positivo abusar de este.
6. ¿Crea usted el mayor nivel posible de interés para captar la atención de la
audiencia? La introducción debe estar centrada en obtener la atención de la
audiencia.
7. ¿Es la introducción viva e impresionante? Una buena introducción será
generalmente inolvidable, esta misma debe de causar un impacto en el
auditorio, esto ayudará al predicador a exponer su mensaje con el interés de
sus oyentes.
RECOMENDACIONES PARA LA PREPARACIÓN PRÁCTICA DE LA
INTRODUCCIÓN
Como recomendaciones finales para la preparación práctica de la introducción
el predicador nunca debe olvidar que:[126]
1. Como regla general, el desarrollo de las introducciones llega al final de la
preparación del mensaje.
2. De esa forma se encuentra prácticamente terminado y la introducción se
relaciona de la mejor manera posible con el enfoque central de la exposición.
Esta información nos hace pensar que la introducción es vital para la obtención
de la atención del auditorio, ya que esta es la antesala para la exposición de la
Palabra de Dios. Si nuestra introducción es débil e irrelevante provocará un
impacto negativo con el auditorio y posiblemente se pierda la atención de las
personas, si esto llega a suceder es probable que la atención jamás regrese al
predicador, en esto radica la importancia de la introducción. A demás se ha
indicado que la introducción debe ilustrar el contenido del tema que se desea
desarrollar y debe de presentar la verdad central del pasaje.
Ejemplo:
Base bíblica: Marcos 16:15-16
Tema: La provisión divina hacia la Iglesia para predicar el Evangelio.
Introducción: En una ocasión, en una hermosa tarde se encontraban dos
camellos platicando, estaba el camello mamá y el hijito camello.
El hijo le dice a su mamá: -Mamá ¿Por qué tenemos nuestras patas tan largas?
A lo que la mamá le respondió: -Hijo, tenemos patas largas para poder caminar
mientras viajamos por las arenas del desierto árido.
El hijo le volvió a preguntar: -Mamá ¿Por qué tenemos pestañas tan largas en
nuestros ojos?
Mamá le volvió a responder: -Hijo, tenemos pestañas largas para poder ver
mientras viajamos por las arenas del desierto árido.
El hijo nuevamente le vuelve a preguntar: -Mamá ¿Por qué tenemos jorobas tan
grandes?
Mamá una vez más respondió a la duda del pequeño: -Hijo, tenemos jorobas
grandes para poder almacenar alimento mientras vamos dando los largos viajes
por las arenas del desierto árido.
A escuchar esta respuesta el hijo vuelve a preguntarle a la mamá: Bien mamá,
tenemos patas largas para no hundirnos mientras viajamos por el desierto,
tenemos pestañas largas que cubren nuestros ojos de la arena mientras
viajamos por el desierto, y tenemos jorobas grandes para el almacenamiento de
alimentos mientras viajamos por el desierto, pero mamá, ¿Por qué vivimos en
un zoológico?
La pregunta final del camellito tenía mucho sentido, de igual manera, Dios ha
dotado a su Iglesia para poder predicar el Evangelio, no nos llamó para estar
encerrados entre cuatro paredes. Existe un sentido de urgencia por llevar el
Evangelio a los que están fuera y la Iglesia de Jesucristo está dotada para ello.
ELABORACIÓN DE ILUSTRACIONES PRÁCTICAS
Elabore 10 ilustraciones (como el ejemplo anterior) que estén relacionados con
un principio bíblico, procure que sean breves y aplicables para la congregación.
Estas deberán de tener una base bíblica, un tema y la aplicación práctica.
CAPÍTULO 16
LA PROPOSICIÓN DEL SERMÓN
“Un predicador es un hombre que tiene convicciones, que no teme, que está
convencido que, si pretende vivir como Cristo, le espera el mismo final.
Jesucristo, nuestro modelo, habló a los hombres de su tiempo y contestó las
interrogantes de su tiempo” [127]
El noveno elemento indispensable en la estructura sermonaria debe de ser la
proposición, o también llamada la tesis fundamental del sermón o idea
homilética, es la propuesta que tiene el predicador sobre dicho asunto que se
dispone a predicar. Esta debe de ir justo al final de la introducción.
Habiendo establecido contacto mental con su congregación y habiéndola
interesado en su asunto, el predicador generalmente pondrá fin a su
introducción con el claro anuncio de su proposición. La proposición es una
declaración en la forma más concisa posible y por medio de una oración
gramatical completa del tema que ha de ser discutido en el sermón. Informa a
los oyentes de lo que se piensa decir acerca del tema. Presenta lo que ha de
ser explicado o probado, o la pregunta que ha de ser contestada en el curso del
sermón. La proposición es realmente una síntesis del sermón. La proposición
es el sermón en embrión porque precisa el rumbo específico que ha de ser
seguido en la discusión. [128]
James Braga aporta puntualmente en su libro “Como preparar mensajes
bíblicos” la definición, la importancia y un proceso para desarrollar la
proposición, analicemos su punto de vista y saquemos deducciones.
UNA DEFINICIÓN CONCRETA DE LA PROPOSICIÓN
Para poder elaborar una proposición, primero que nada, es necesario tener un
concepto claro de lo que esto significa, la definición de proposición puede ser
aprendida a través de estas dos declaraciones mencionadas por James Braga.
[129]

1. La proposición es una sencilla declaración del tema que el predicador se


propone a considerar, desarrollar, demostrar o explicar en el discurso. En
otras palabras, es una afirmación de la principal lección espiritual o de la
verdad intemporal del sermón, traducida en una frase declarativa.
2. La proposición, también llamada tesis, la idea germinal, la idea homilética o
la frase temática, es, por tanto, un hecho o generalización que es aceptado
como cierto y básico. Consiste en una afirmación declarativa clara de una
verdad fundamental.
Braga, presenta una definición que arroga mucha luz sobre lo que
verdaderamente es la proposición, declara que la proposición consiste en dos
cosas: es una afirmación y es el curso del sermón. Esto le da aún más valor
para poder detenernos a estudiar la importancia de esta.
IMPORTANCIA DISTINTIVA DE LA PROPOSICIÓN
No se puede insistir demasiado acerca de lo importante que es tener una
proposición correcta. De hecho, es el factor más esencial en la organización de
un sermón. Hay dos razones principales para ello:[130]
1. La proposición es la base de toda la estructura del sermón. La proposición
es a la organización del sermón lo que los cimientos son a un edificio. Así
como no se puede construir una casa de manera adecuada sin un sólido
fundamento, de la misma manera no se puede conformar un sermón sin el
fundamento adecuado de su estructura lógica. Por ello, cada palabra de la
proposición tiene que ser cuidadosamente expresada para poder dar con
precisión el principal pensamiento del sermón.
2. La proposición indica claramente a la congregación el curso del sermón. Una
proposición correcta no es solamente es de beneficio para el predicador,
sino también para la congregación.
PROCESO DE DESARROLLO DE LA PROPOSICIÓN
Tal importancia de la proposición sugiere un proceso de desarrollo para poderla
escribir correctamente. La creación de la proposición es una de las tareas más
fatigosas para el principiante, pero debido a la gran importancia de escribirla de
manera de afirmación, es exigente que el predicador aprenda a hacerlo con
precisión. Esta es el resultado del seguimiento de estos pasos para la
construcción del sermón.
1. Un estudio exegético completo del pasaje. Se hace con el fin de tener una
idea clara del pasaje a analizar.
2. Afirmación de la idea exegética del pasaje. Analizar las posibles
afirmaciones contundentes que tiene el pasaje analizado.
3. El descubrimiento de la verdad principal que el pasaje parece comunicar. La
verdad exegética difiere generalmente de la proposición, en que la primera
es una afirmación en una sola frase de lo que el texto dice en realidad, en
tanto que la última consiste en una verdad espiritual principal o un principio
permanente, que el pasaje quiere comunicar.
4. Expresión de la proposición en forma de una oración completa, sucinta y
enérgica. La proposición debe ser muy clara y específica, reflejando la tesis
o verdad espiritual que el autor original deseaba enseñar o impartir a sus
destinatarios.
En base a lo dicho, podemos concluir que la proposición es la idea central del
sermón, quizá el joven predicador consumirá mucha energía en desarrollar una
proposición adecuada, pero esto, es fundamental para lograr el éxito de
comunicar efectivamente la Palabra de Dios.
MANERAS DE PRESENTAR EFICAZMENTE LA PROPOSICIÓN
Aparte de lo explicado, es necesario que el predicador sepa que existen dos
maneras de presentar correctamente la proposición del sermón:
1. Manera directa. La manera directa se da cuando el predicador decide
revelarle al auditorio cuáles serán sus divisiones principales en el sermón,
siendo lo más directo posible y no dejando nada a la imaginación, el
beneficio de usar la proposición en forma directa es que el público puede
saber el orden que llevará el predicador, esperando que el predicador
desarrolle cada una de las ideas que desea presentar en relación con el
tema a tratar.
2. Manera indirecta. La manera indirecta se efectúa cuando el predicador
decide omitir todo anuncio formal de las divisiones de su sermón, aquí el
predicador prefiere no hacer mención del bosquejo que ha preparado,
dejando en suspenso al auditorio para que con el transcurso de la exposición
se vallan mencionando cada una de las divisiones del mensaje, una
desventaja de este es que se corre el peligro de que el auditorio no capte las
divisiones principales que el predicador dispuso abordar.
Ejemplos:
Base bíblica: Números 14:1-11.
Título: “Lo que hace la incredulidad”
Tema: Efectos trágicos de la incredulidad en el desarrollo del hombre.
Interrogante sermonaria: ¿Cuáles son los trágico efectos de la incredulidad en
la vida del hombre?
Proposición: La experiencia del pueblo de Israel en Cades Barnea nos hace
ver con suma claridad cuáles son los efectos desastrosos de la incredulidad.
Algunos de ellos son que denigra el carácter de Dios, envilece el carácter del
hombre, estorba la obra de Dios y provoca su ira. (Directa)
Contenido:
1. Denigra el carácter de Dios.
a. Implica que es débil.
b. Implica que es malo.
2. Envilece el carácter del hombre.
a. Lo hace cobarde.
b. Lo hace rebelde.
3. Estorba la obra de Dios.
a. Hace que los creyentes se desalienten.
b. Hace que los incrédulos se mofen.
4. Provoca la ira de Dios.
a. En la retracción de bendiciones ofrecidas.
b. En la aplicación de castigo positivo.
Base bíblica: Génesis 13:10-12.
Título: “Una vida alejada de Dios”
Tema: Costos que demandan el llevar una mundana.
Interrogante sermonaria: ¿Cuáles son los costos de demanda la
mundanalidad?
Proposición: En la experiencia de Lot encontramos una gráfica ilustración del
terrible precio que tiene que pagar el hijo de Dios cuando se aparta de su Señor
para seguir los fuegos fatuos de este mundo. (Indirecta)
Contenido:
1. La mundanalidad le cuesta la pérdida de la felicidad.
2. La mundanalidad le cuesta la pérdida del poder de su testimonio.
3. La mundanalidad le cuesta la pérdida de su familia.
4. La mundanalidad le cuesta la pérdida de su galardón.
CAPÍTULO 17
LA ORACIÓN DE TRANSICIÓN DEL SERMÓN
El décimo elemento según el orden de la estructura sermonaria debe de ser la
oración de transición, sin dura la más descuidada entre los escritores de
homilética. Es una oración que permite el movimiento progresivo entre la
proposición y la discusión del sermón cuyo objetivo principal es hacer ver con
claridad la forma en que el predicador piensa que la proposición puede traer un
impacto positivo si es que el oyente decide ponerla por práctica.[131]
DIFERENCIAS ENTRE LA PROPOSICIÓN Y LA ORACIÓN DE TRANSICIÓN
Muchos confunden la oración de transición con la proposición, pero la realidad
es que cuando aprendemos a diferenciar una de la otra se nos será muy
sencillo elaborar ambas. A continuación, algunas diferencias entre la
proposición y la oración de transición.
1. La oración de transición contiene siempre una palabra clave que clasifica o
delinea el carácter de los principales encabezamientos del bosquejo. La
proposición no necesariamente, aunque si contiene la idea principal del
pasaje.
2. La oración de transición debe de contener los beneficios para que el oyente
desee responder favorablemente a la proposición. La proposición solo
contiene la propuesta no los beneficios.
3. La oración de transición es la que ayuda al predicador a desafiar al oyente
sobre necesidad de escuchar sobre ese tema. La proposición es la que
ayuda al predicador a confirmarle al creyente que su tema es bíblico, ya que
su propuesta es extraída de la base bíblica.
A continuación, algunos ejemplos con el fin de dejar en claro las diferencias
existentes entre la proposición y la oración de transición.
Ejemplos:
Base bíblica: Romanos 7:11.
Título: “La vida de pecado”
Tema: FORMAS en que el pecado trae engaño al hombre.
Interrogante sermonaria: ¿Cómo son las formas en que el pecado engaña al
hombre?
Proposición: El dominio universal que ejerce el pecado se debe cuando menos
en parte, a su extrema habilidad para engañar. (Método indirecto)
Oración de Transición: Este hecho nos hace preguntar cómo son las
FORMAS en que el pecado logra engañar a los hombres. Al entender cuál es el
fin del pecado podremos combatirlo y dejar de ser engañados por el enemigo.
Contenido:
1. La primera forma en la que el pecado engaña al hombre es: mediante la
glorificación de sus supuestos beneficios.
2. La segunda forma en la que el pecado engaña al hombre es: mediante la
desacreditación de la doctrina del castigo.
3. La tercera forma en la que el pecado engaña al hombre es: mediante la
presentación de falsos caminos de salvación.
Base bíblica: Hechos 21:14.
Título: “Hágase tu voluntad”
Tema: RAZONES para tener una actitud de sumisión hacia Dios.
Interrogante sermonaria: ¿Por qué debemos de tener una actitud sumisa a
Dios?
Proposición: El pueblo cristiano siempre debe ser caracterizado por una
actitud de sumisión a la soberana voluntad de su Dios. Consideremos dos
razones que demuestran lo sensato de esta actitud.
Oración de Transición: Al conocer estas dos RAZONES y llevarlas a la
práctica se podrá experimentar una vida conforme a los propósitos divinos,
sabiendo que esa es la voluntad del Creador.
Contenido:
1. Esta actitud honra al Señor.
a. Porque reconoce su derecho de hacer lo que quiere con lo que es suyo.
b. Porque reconoce su sabiduría para dirigir su obra.
c. Porque reconoce su poder para arreglar todas las cosas.
2. Esta actitud trae bendiciones a sus hijos.
a. Nos libra de responsabilidades.
b. Nos coloca en una buena posición para orar.
c. Nos coloca en una buena posición parar ser iluminados.
d. Nos coloca en una buena posición para ser prosperados.
Base bíblica: 1 Pedro 1:1-2.
Título: “La elección divina”
Tema: El PROPÓSITO de Dios al establecer contacto con la humanidad.
Interrogante sermonaria: ¿Cuál es el propósito de Dios en establecer
comunicación con el hombre?
Proposición: Pedro el apóstol, entendía que no había casualidades del
llamado divino de Dios por la humanidad, especialmente por los gentiles, por
ello resalta tres propósitos de Dios al establecer contacto con los hombres:
mostrar su misericordia, mostrar su poder y mostrar su fidelidad.
Oración de Transición: Al entender los PROPÓSITOS que Dios tiene en fijar
su mirada en cada hombre y mujer, podremos verdaderamente entender
nuestro rol en la sociedad y en la iglesia como hijos suyos.
Contenido:
1. Su primer propósito fue el de mostrar su misericordia.
2. Su segundo propósito fue el de mostrar su poder.
3. Su tercer propósito fue el de mostrar su fidelidad.
CAPÍTULO 18
LA PALABRA CLAVE DEL SERMÓN
“Para evitar todo peligro de ambigüedad, se utiliza un principio de división
indicado por medio de una palabra clave”
El onceavo elemento que debe ser considerado en el orden de la estructura
sermonaria debe de ser la palabra clave o clasificador de unidad. Esta palabra
es muy importante ya que es la que viene y le da unidad y uniformidad al
contenido esencial del sermón. Esta “palabra clave” debería de aparecer de
forma clara en el tema, aunque generalmente se coloca en la proposición o en
una oración de transición que sigue inmediatamente después de la proposición
y que sirve para unir a esta a la discusión del tema.[132]
DEFINICIÓN CORRECTA DE LA PALABRA CLAVE
La palabra clave es un útil instrumento homilético que posibilita el caracterizar o
clasificar, dentro de la proposición u oración de transición, las principales
divisiones del bosquejo. Naturalmente, es preciso que exista una unidad
estructural en el bosquejo. Sin una unidad estructural no puede haber una
palabra clave que relacione la oración de transición con cada una de las
divisiones principales, y a éstas entre sí. Por ello, una buena prueba de la
unidad estructural en un bosquejo es el ver si se puede aplicar la misma palabra
clave a cada una de las divisiones principales.[133]
EJEMPLOS PARA EL USO CORRECTO DE LA PALABRA CLAVE
La palabra “cosas” es un término muy general para emplearlo como palabra
clave. En lugar de esto, el predicador deberá proponerse el uso de una palabra
específica que caracteriza con rigor las divisiones principales. A continuación,
se ha diseñado una lista de las palabras claves más usadas por los
predicadores:
Acciones Atributos Daños Enfoques Garantías
Acontecimientos Bendiciones Declaraciones Enseñanzas Hábitos
Actitudes Beneficios Deseos Evidencias Hechos
Advertencias Cargas Diferencias Expresiones Ideales
Afirmaciones Causas Dificultades Fallos Juicios
Amonestaciones Claves Doctrinas Fuentes Lecciones
Aplicaciones Compromisos Efectos Factores Límites
Argumentos Cualidades Ejemplos Funciones Mandatos
Aspectos Cuestiones Elementos Ganancias Manifestaciones
Ejemplos:
Base bíblica: Marcos 14:66-72.
Título: “Un camino equivocado”
Tema: Los PASOS que conllevan a la negación de Cristo.
Interrogante sermonaria: ¿Culés son los que llevan al hombre a negar a
Cristo?
Proposición: La experiencia del apóstol Pedro ilustra esta importante verdad:
que un siervo de Dios no llega a negar a su Señor, sino a través de un trágico
proceso de descenso espiritual.
Oración de Transición: Existes ciertos PASOS que el apóstol enlista, la
finalidad de analizarlos radica en el hecho de que Dios no quiere que ninguno
de sus discípulos le niegue como su Señor.
Palabra clave: PASOS.
Contenido:
1. El primer PASO en el camino de la negación se da cuando se tiene
demasiada confianza en sí mismo.
2. El segundo PASO en el camino de la negación se da cuando se descuida la
oración.
3. El tercer PASO en el camino de la negación se da cuando se echa mano de
las armas de la carne en defensa de la causa del Señor.
4. El cuarto PASO en el camino de la negación se da cuando se sigue a Jesús
de lejos.
5. El PASO final en el camino de la negación se da cuando se abandona el
compañerismo de los hermanos.

Base bíblica: 2 Timoteo 3:14-17.


Título: “La Biblia fuente de edificación”
Tema: Los ARGUMENTOS por los cuales el creyente necesita la Biblia.
Interrogante sermonaria: ¿Cuáles son los argumentos que indican que el
creyente necesita la Biblia?
Proposición: El apóstol Pablo tenía en mente instrucciones claras para
Timoteo, estas tenían que ver con la necesidad de ser edificados por la Palabra
de Dios, en esto desafía al joven pastor con ARGUMENTOS sólidos a
mantenerse firme en la fe.
Oración de Transición: Existes ciertos ARGUMENTOS que Pablo enlista, su
propósito es ayudarnos a entender la importancia que cada creyente sea
edificado con la Palabra de Dios.
Palabra clave: ARGUMENTOS.
Contenido:
1. El primer ARGUMENTO es que nos hace sabios para la salvación. Vr.15
2. El segundo ARGUMENTO es que nos establece los fundamentos de la fe.
Vr. 16
3. El tercer ARGUMENTO es que nos desarrolla madurez espiritual. Vr. 17
EJERCICIO DE PRÁCTICA
Regrese al ejercicio del capítulo 8 y con esos datos elabore lo que se pide en
este ejercicio de práctica.
1. Interrogante sermonaria:
Proposición:
Oración de transición:
Palabra clave:

2. Interrogante sermonaria:
Proposición:
Oración de transición:
Palabra clave:

3. Interrogante sermonaria:
Proposición:
Oración de transición:
Palabra clave:

4. Interrogante sermonaria:
Proposición:
Oración de transición:
Palabra clave:
CAPÍTULO 19
EL CONTENIDO DEL SERMÓN
“La discusión es aquella parte del sermón que presenta la verdad contenida en
el texto y el tema. Es, por lo tanto, la parte más importante del sermón hablando
de forma argumentativa”
El doceavo elemento que debe ser considerado en el orden de la estructura
sermonaria debe de ser el contenido o también conocido como el cuerpo del
sermón o discusión del sermón. El cuerpo del sermón debe de incluir toda la
información debidamente dividida en un orden lógico que sea entendible para el
oyente, aquí es donde deben de estar las divisiones principales con sus
respectivas subdivisiones, mismas que serán expuestas por el predicador a la
congregación.
Podemos comparar al predicador con un constructor y su sermón es el edificio
que se propone construir en la mente del oyente. Para esta tarea necesita
planos. Primero debe colocar el fundamento, luego erigir la estructura y
finalmente colocar el techo. La discusión es la estructura del edificio. [134]
La discusión del tema debe tener divisiones lógicas. La misma naturaleza nos
puede dar lecciones importantes sobre el asunto. El tiempo tiene tres divisiones:
pasado, presente y futuro. El año tiene cuatro divisiones: primavera, verano,
otoño e invierno. Cada día tiene sus divisiones: alba, mañana, medio día, tarde,
puesta del sol y noche. La vida misma tiene varias etapas: infancia, niñez,
adolescencia, madurez y vejez. [135] Dentro de la presentación del sermón se
encuentran las divisiones y subdivisiones a continuación algunas cosas
relevantes para la correcta elaboración de ellas.
PROPÓSITOS QUE DISTINGUEN A LAS DIVISIONES PRINCIPALES
Sirven como el mismo propósito que el esqueleto del cuerpo humano: son la
armazón sobre la cual descansa lo demás del cuerpo. Entre sus ventajas
significativas se encuentran las siguientes:[136]
1. Mantiene al orador apegado a su tema, impidiendo que divague al terreno de
la fantasía o se dé un largo paseo desde Génesis hasta Apocalipsis. Existen
predicadores que no tiene la costumbre de usar divisiones principales o bien
bosquejar su sermón, esto puede orillar al predicador a divagar en cuanto a
su predicación.
2. Facilitan al auditorio el captar el progreso lógico de la ilación del
pensamiento del predicador. Existe la expresión “que bonito habla el
predicador” pero al preguntarle qué fue lo que entendió, responden “pues no
supe de que habló”. Cuando el auditorio no puede descifrar lo que el
predicador habló, puede ser por la falta de una buena estructuración de las
divisiones principales.
3. Ayudan a la memoria. La mente exige el orden y rehúye el desorden. Un
discurso ordenado tiene mayores probabilidades de ser recordado por el
auditorio.
GUÍAS PARA LA ELABORACIÓN CORRECTA DE LAS DIVISIONES
PRINCIPALES
Algunas reglas que gobiernan la composición de estas divisiones según Alfredo
Gibbs son:[137]
1. Cada división debe ser distinta a las demás. La segunda no debe ser una
refundición de la primera sino algo distinto, debiendo revelar progreso en el
desarrollo del tema.
2. Las divisiones deben poseer orden, movimiento y progreso. Ilustremos esto:
Un carrusel tiene orden y movimiento, pero no progreso. Una turba
alborotada tiene movimiento y progreso, pero no tiene orden. Un ejército en
marcha tiene orden, movimiento y progreso.
3. Deben ser cumulativas. Es decir, deben ir en aumentando en fuerza a
medida que procedan. Deben manifestar unidad en el pensamiento y en su
propósito.
4. Deben exponer plenamente el texto y el tema. El texto puede compararse a
una naranja y cada división de la discusión consiste en tomar un gajo y
exprimir de él todo el jugo posible hasta que toda la verdad sea extraída del
texto. Es lógico pues que, si las divisiones son pocas, más verdad ha de ser
extraída de cada una de ellas y si son muchas, menos verdad será extraída
de cada división.
5. Deben ser naturales. En la mayoría de los textos, la gramática será
determinante del número de divisiones.
6. No deben ser demasiadas. No hay regla fija al respecto y un predicador
podrá ver más que otro en el mismo texto. Algunos piensan que tres es el
número ideal y otros prefieren que sean siete.
7. Deben ser metódicas. Lo negativo precede a lo positivo, lo abstracto antes
de lo concreto, la convicción antecede a la invitación y lo falso a lo
verdadero.

MÉTODOS EXISTENTES PARA PRESENTAR LAS DIVISIONES


PRINCIPALES
Las divisiones principales, cuando se usa una estructura textual o expositiva,
deben necesariamente surgir de la perícopa bíblica seleccionada. A estas les
llama divisiones naturales, es decir aquellas que presenta el pasaje sin
modificación o interpretación del predicador. Las divisiones naturales tienen que
pasar por el proceso metodológico que demanda la división principal. Hay tres
métodos o formas de expresar las divisiones del sermón:[138]
1. Método lógico. Consiste de breves declaraciones o proposiciones, cada una
de ellas una oración gramatical completa que expresa el aspecto particular
del tema que se tratará en esa división.
2. Método retórico. Este usa una serie de frases que no llegan a ser oraciones
gramaticales completas. Necesitan una explicación formal por parte del
predicador.
3. Método interrogativo. En este método las divisiones se indican en una serie
de preguntas que la base bíblica seleccionada contestará.
Cada uno de estos métodos es bueno, para ello es necesario observar el
ejemplo siguiente. Tomaremos un texto que tiene divisiones fáciles de percibir y
declaremos estas divisiones usando los tres métodos. El texto será Romanos
13:11-14 y conviene leerlo y releerlo cuidadosamente antes de seguir adelante.
Ahora trate de descubrir las divisiones naturales que el mensaje que contiene.
“Y esto, conociendo el tiempo, que es ya hora de levantarnos del sueño; porque
ahora está más cerca de nosotros nuestra salvación que cuando creímos. La
noche está avanzada, y se acerca el día. Desechemos, pues, las obras de las
tinieblas, y vistámonos las armas de la luz. Andemos como de día,
honestamente; no en glotonerías y borracheras, no en lujurias y lascivias, no en
contiendas y envidia, sino vestíos del Señor Jesucristo, y no proveáis para los
deseos de la carne”.[139]
Enunciemos el tema lógicamente de la siguiente manera: “Los deberes del
creyente en vista del retorno de Cristo”. Notamos que las 82 palabras del texto
han sido reducidas a solo 10 palabras. Recuerde que el tema es el de lo que
trata el sermón. Expresado retóricamente el título podría ser: “El llamado a
despertar” o “El eminente retorno de Cristo”. Habiendo descubierto el tema, es
necesario disponernos a buscar las divisiones naturales (tal cual las presenta el
pasaje bíblico) del texto. Parece que son siete y con ella formaremos igual el
número de divisiones. Pueden ser las siguientes:
1. Es ya hora de levantarse del sueño.
2. La noche está avanzada y se acerca el día.
3. Desechemos, pues, las obras de las tinieblas.
4. Vistámonos las armas de la luz.
5. Andemos como de día, honestamente.
6. Vestíos del Señor Jesucristo.
7. No proveáis para los deseos de la carne.
Ahora, enunciemos cada una de estas divisiones del texto en la forma lógica:
1. Debe haber un despertar de la indolencia espiritual.
2. Debe haber una anticipación serena de la inminencia del día de Cristo.
3. Debe haber una renunciación definitiva de mala conducta.
4. Debe haber una apropiación personal de la armadura provista por Dios.
5. Debe haber una manifestación práctica de la vida cristiana ante el mundo.
6. Debe haber una experiencia transformadora de vestirse de Cristo.
7. Debe haber una resuelta abnegación a los deseos carnales.
Se notará que, aunque cada una de estas divisiones es distinta todas se ajustan
al tema y poseen las cualidades esenciales que son: orden, movimiento y
progreso.
Enunciemos ahora las mismas divisiones en la forma retórica, o mediante una
serie de frases:
1. Un llamado a despertar.
2. Una solemne anticipación.
3. Un renunciamiento definitivo.
4. Una apropiación personal.
5. Una manifestación práctica.
6. Una actividad transformadora.
7. Una resuelta abnegación.
Este método posee la ventaja de ser breve y puede ser retenido con más
facilidad por el auditorio. Sin embargo, el primer método es recomendado para
el estudio privado porque obligará al predicador a pensar lógicamente y exigirá
el máximo de claridad en la expresión de sus conceptos.
Utilizaremos ahora el método interrogativo para anunciar estas divisiones:
1. ¿Qué propósito tiene este llamado?
2. ¿Qué circunstancias le dan urgencia?
3. ¿Qué significa en cuanto a renunciamiento?
4. ¿Qué exige en cuanto a propiciación?
5. ¿Qué efecto práctico debe tener sobre la vida?
6. ¿Cómo se efectúa esta transformación?
7. ¿Qué debe ser nuestra actitud hacia la carne?
Esta forma ofrece variedad en el tratamiento, pero no es el mejor método de
exponer el texto particular que estamos estudiando. Este método puede ser el
más adecuado para otros textos y es muy útil en el sermón temático. Cada
forma tiene su valor, pero volvemos a insistir en que el método lógico es el más
indicado para el joven predicador puesto que es el que demanda mayor
disciplina mental.
MOTIVOS PARA SUBDIVIDIR LAS DIVISIONES PRINCIPALES
Además de las divisiones principales es necesario atender a las
subdivisiones del sermón. Existen motivos muy puntuales que sugieren que las
divisiones principales sean subdivididas. Estos motivos pueden ser los
siguientes:
1. Porque son los argumentos que sustentan las ideas principales del sermón.
Pero estas no deben de abarcar más de lo que la división principal señala,
sería un error que las subdivisiones tengan más amplitud que la misma
división principal.
2. Porque amplían, definen, explican y justifican las divisiones principales del
sermón. Es decir, les da fuerza, sentido y razón de ser.
3. Estas se deben de escribir en forma de oración gramatical completa y se
utilizan incisos con letras. Esto ayudará al predicador a identificar su división
principal con número y subdivisión con letra.
Las subdivisiones de las divisiones principales del sermón, deben de tener
argumentos que apelen a toda la conformidad del hombre, son argumentos que
apelan a la razón, al intelecto, a las emociones, al sentido de necesidad y a la
voluntad humana, esto hará que el sermón produzca un crecimiento y
edificación integral en el oyente.
Ejemplo:
Tipo de sermón: Textual.
Propósito general: Ético.
Propósito específico: Este mensaje desea ayudar de estímulo para que los
creyentes de la congregación El Divino Salvador puedan normar su conducta,
reconociendo que Jesucristo regresará pronto por su Iglesia.
Base bíblica: Romanos 13:11-14.
Título: “Un regreso inminente”
Tema: Los REQUISITOS del creyente en vista del retorno de Cristo.
Interrogante sermonaria: ¿En qué consisten los requisitos para esperar el
retorno de Cristo?
Proposición: El regreso de Jesús es inminente, es una realidad, el regresará
por su Iglesia que atentamente le espera, por ello, hoy se analizarán algunos
REQUISITOS que Pablo propone al creyente para así garantizar su estadía con
el Señor en Su inminente retorno.
Oración de Transición: Al identificar estos REQUISITOS nos podremos dar
cuenta que es lo que el Señor demanda para poder irnos con Él en su regreso y
estar preparados para el encuentro con nuestro Rey.
Palabra clave: REQUISITOS.
Contenido: (Metodología lógica)
1. El primer requisito es que debe haber un despertar de la indolencia
espiritual.
a. Este llamado nos incita al despertamiento espiritual.
b. El recordatorio de las vírgenes que se quedaron dormidas.
c. La invitación muestra que el tiempo del retorno de Cristo está cerca.
2. El segundo requisito es que debe haber una anticipación serena de la
inminencia del día de Cristo.
a. Se presenta el sentido que le da urgencia al llamado.
b. La anticipación muestra que solo existe una sola salida.
c. La anticipación refleja la necesidad de tomar medidas preventivas.
3. El tercer requisito es que debe haber una renunciación definitiva de mala
conducta.
a. La declaración de una renuncia total.
b. La clarificación al abandono de las obras del mal.
c. Una expresión profética referente a la proximidad del retorno de Cristo.
4. El cuarto requisito es que debe haber una apropiación personal de la
armadura provista por Dios.
a. La ordenanza de estar bien presentables para recibir al novio.
b. La persistencia de estar vestidos con la armadura de Dios.
5. El quinto requisito es que debe haber una manifestación práctica de la vida
cristiana ante el mundo.
a. El poder del testimonio cristiano en el creyente.
b. La finalidad de tener buen testimonio como creyente.
c. La praxis genuina de vivir el Evangelio en el mundo.
6. El sexto requisito es que debe haber una experiencia transformadora de
vestirse de Cristo.
a. Esto exige una experiencia transformadora.
b. Esto sugiere seguir las pisadas del Maestro.
7. El séptimo requisito es que debe haber una resuelta abnegación a los
deseos carnales.
a. La especificación de los deseos carnales.
b. La resuelta abnegación al estilo de vida que ofrece el mundo.
EJERCICIO DE PRÁCTICA
Lea cuidadosamente 2 de Timoteo 3:16, después de elabore un bosquejo
usando como metodología las tres formas de presentar las divisiones
principales.
1. Divisiones naturales del pasaje.
Tema: La utilidad de la Palabra de Dios para hombre.
1. Para enseñar.
2. Para redargüir.
3. Para corregir.
4. Para instruir.
2. Divisiones en forma lógica.
Tema:_______________
1. _______________
2. _______________
3. _______________
4. _______________

3. Divisiones en forma retórica.


Tema: _______________
1. _______________
2. _______________
3. _______________
4. _______________

4. Divisiones en forma interrogativa.


Tema: _______________
1. _______________
2. _______________
3. _______________
4. _______________
CAPÍTULO 20
LA CONCLUSIÓN DEL SERMÓN
“Si empezar bien es importante, no lo es menos terminar bien y terminar a
tiempo” [140]
El treceavo elemento que debe ser considerado en el orden de la estructura
sermonaria debe de ser la conclusión o también conocida como el cierre del
sermón. La conclusión por lo general ha de ser breve, pero con la fuerza como
de quien garantiza que lo antes presentado es verdad divina.
Al comenzar el predicador se dispone a conseguir un objetivo con el sermón
(propósito específico). Este objetivo siempre tiene que ser claro y preciso, y
debe de controlar todo lo que el ministro dice en su discurso, de manera que las
varias partes del mensaje se mueven hacia el mismo fin definido y especifico.
Por ello, la conclusión es el punto culminante de todo el sermón, en el constante
objetivo del predicador llega a su meta en forma de una poderosa impresión. Es
la parte final del sermón, donde todo lo que ha sido anteriormente expresado es
concentrado en fuerza o intensidad para producir un vigoroso impacto a la
congregación.[141]
FORMAS IDEALES DE PRESENTAR LA CONCLUSIÓN
La conclusión no es el lugar para introducir nuevas ideas o argumentos. Su
único propósito es el de enfatizar, reafirmar, establecer o finalizar aquello que ya
ha sido declarado en el sermón, con el objeto de hacer patente ante los oyentes
el principal objeto del discurso. Indudablemente, la conclusión es el elemento
más potente de todo el sermón. James Braga, sugiere algunas formas y
principios que deben de prevalecer a la hora de realizar la conclusión del
sermón. Algunas formas de concluir.[142]
1. Recapitulación. Es la reafirmación de las ideas principales del sermón, al
final, sirve para recordarles los aspectos principales que han sido
considerados, y los prepara para las etapas finales del mensaje (aplicación e
invitación).
2. Ilustración. Las ideas o verdades de un sermón pueden, en ocasiones, ser
llevadas a su punto culminante mediante el uso de una ilustración energética
o adecuada. Este caso es cuando la ilustración es un sumario de la principal
verdad del mensaje, por este medio se patentiza la gran verdad espiritual
tratada en el sermón delante de toda la congregación.
SUGERENCIAS PRÁCTICAS PARA LA ELABORACIÓN DE LA CONCLUSIÓN
Otra realidad es que la conclusión debe elaborarse de una manera práctica por
ellos sugerimos cinco deberes que incluye la elaboración de la conclusión.[143]
1. Debe de ser corta. Una conclusión que repita todo lo que se dijo en el
sermón o que sea casi tan extensa agotará la atención del auditorio.
2. Debe de ser natural. Toda emoción forzada y artificial es una abominación.
Si la verdad de lo que se dice crea emoción al predicador esto será
transmitido naturalmente a través de su personalidad.
3. Debe de ser personal y directa. No cabe aquí lo ambiguo. Cada oyente debe
de sentir que el mensaje es para él mismo y no para el que está sentado a
su lado o en la banca de hasta atrás.
4. Debe de ser precisa. El predicador debe, en forma concreta ser cortés en
remarcar la verdad. Recordando que el sermón es una estocada.
5. Debe de concluir. Muchos predicadores comenten el error de seguir
hablando después de haber terminado su sermón, incluyendo ideas nuevas.
ELEMENTOS QUE SE DEBEN OMITIR EN LA CONCLUSIÓN
A demás de lo declarado por James Braga y Alfredo Gibbs, es necesario
considerar algunas cosas que no deberían de hacerse a la hora de realizar la
conclusión. Omitir estas indicaciones podría resultar contraproducente y afectar
negativamente el mensaje expuesto. Existen algunos aspectos o elementos que
se deben omitir en la conclusión.
1. Formular moralejas. Respete la inteligencia de los oyentes; ellos son
capaces de descubrir cosas por sí mismos.
2. Terminar antes de llegar al final. El sermón debe de desarrollarse por
completo, asegúrese de exponer todos los puntos.
3. Introducir nuevo material. Esto constituye en una seria amenaza para una
conclusión exitosa. En los tribunales no se permite presentar nuevo material
durante las conclusiones, esto habla de falta de preparación.
4. Generalizar. En homilética, ser específico rinde grandes frutos.
5. Regañar. No hace falta decir que los regaños hacen huir a las personas.
El doctor Rubén Gil hace notar con mucha fuerza que dentro de la conclusión el
predicador usualmente lanza retos ambiguos, tales como: “oremos por el
mundo”, “amemos a nuestro prójimo”, “oremos por esto y por aquello”. [144] Pero
la realidad debe de ser muy distinta, la buena conclusión siempre será
específica, donde se le dice al oyente “hoy Dios nos ha hecho ver la realidad de
nuestra situación tocante al pecado que mora en nuestra vida, ese pecado es la
inmoralidad”, en esta conclusión se hace ver lo específico que debe ser la
conclusión, obviamente esta tiene que ir en relación al tema, divisiones
principales y propósito específico del sermón.
CAPÍTULO 21
LA APLICACIÓN DEL SERMÓN
“La aplicación es uno de los elementos más importantes del sermón, mediante
este proceso retórico, las demandas de la Palabra de Dios, son proyectadas
sobre el individuo a fin de que pueda responder de manera favorable al
mensaje.” [145]
El catorceavo elemento que debe ser considerado en el orden de la estructura
sermonaria debe de ser la aplicación del sermón, esta puede ser llamada
también como la contextualización.
Philip Yancey en su primer capítulo del libro “El Jesús que nunca conocí”, revela
una de las verdades que más a agobiado a los cristianos que crecieron en la
escuela dominical de sus respectivas congregaciones, el finado escritor dice
que el recuerda en su niñez una imagen que colgaba de la pared, esa imagen
era del mismo Jesucristo, quien era un hombre apuesto, de cabello largo y
suelto, dice que su rostro era el de un hombre delgado y bien parecido, llevaba
una túnica rojo y el artista se había esmerado en hacer resaltar el juego de la
luz en los pliegues, Jesús además sostenía un corderito en sus brazos y dice el
autor, yo siempre me imaginaba que era ese corderito. Yancey indica que
cuando creció, se dio cuenta que ese Jesús el que conoció de niño era muy
diferente al Jesús de la Biblia.[146]
Lo que comenta Yancey es una realidad, algunos creyentes tienen ideas muy
difusas de lo que la Biblia presenta, quizá sea por la falta de una
contextualización correcta de las Sagradas Escrituras. Es por ello que debe de
atenderse con prontitud este elemento indispensable para que la predicación
sea eficaz. Cuando se emplea apropiadamente, la aplicación muestra la
relevancia de las Escrituras en la vida diaria de la persona.
REQUISITOS PREVIOS PARA LA ELABORACIÓN EFICAZ DE LA
APLICACIÓN
La aplicación es, frecuentemente, descrita en los libros de homilética como el
proceso mediante el cual, el predicador trata de persuadir a sus oyentes a que
reaccionen favorablemente ante la verdad divinamente revelada. Por eso,
definimos la aplicación como el proceso retórico, mediante el cual se hace que
la verdad se aplique directa y personalmente a los individuos, a fin de
persuadirles a que respondan adecuadamente a él. Esta definición abraza, de
esta manera, tanto al orador como a los oyentes.[147]
Para poder elaborar una contextualización correcta se recomienda que el
predicador preste atención a los requisitos y principios que deben de gobernar
su pensamiento a la hora de elaborar aplicaciones efectivas. Algunos requisitos
previos para una aplicación eficaz según James Braga son: [148]
1. Es de vital importancia que el predicador sea un hombre que viva próximo a
Dios. La predicación que calienta el corazón y que agita la conciencia, no
nace en la fría atmosfera del intelectualismo, sino en una comunión
entrañable y continua con el Señor.
2. A fin de tener éxito en relacionar la Biblia con la escena presente, el hombre
de Dios ha de tener una buena instrucción. Es esencial que el predicador
tenga una amplia base académica, con un conocimiento inteligente, tanto de
las Escrituras como de los asuntos humanos.
3. Poseer un conocimiento de la naturaleza humana. Es de gran importancia
que el predicador conozca la naturaleza humana, con toda su complejidad, si
alguien se dirige a una congregación, se enfrenta a un grupo de personas
con problemas espirituales, emocionales y ansiedades personales.
4. Para poder relacionar las verdades de las Escrituras con los problemas, el
ministro tiene que familiarizarse con la condición y relación de su
congregación. El ministro sincero y dedicado, que se mantiene así en
contacto e identificación con las cargas y dolores de la humanidad, y que
vive al mismo tiempo cerca de Dios, podrá discernir en las Escrituras estas
verdades que tienen significado para las personas a las que se trata de
ayudar.
5. Tiene que tener una dependencia total de la obra del Espíritu Santo.
Siempre se tiene que tener en cuenta que la obra de la persuasión
corresponde a la Tercera Persona de la Trinidad.
PRINCIPIOS PARA DAR PERTINENCIA A LA VERDAD EN LA APLICACIÓN
Además de los requisitos mencionados es menester considerar algunos
principios fundamentales para la veracidad en la aplicación del mensaje a la
congregación.[149]
1. Relacionar el sermón con problemas y necesidades básicas de las personas.
La aplicación tiene que ir enfocada en las necesidades básicas de las
personas, algunas pueden ser de índole espiritual, de salud o materia, entre
otras.
2. Usar la imaginación de tal manera que devuelva a la vida escenas y
personajes de la Biblia. El predicador tiene que esforzarse en hacer más
vívido la relación bíblica con las escenas del tiempo actual entre los
creyentes.
3. Emplear ilustraciones que muestren como la verdad se puede aplicar a las
vidas de las personas de la congregación en un ambiente cotidiano. Las
ilustraciones deben de ser claras y enfocadas al tema que se ha predicado,
en la aplicación ya no hay tiempo para introducir ilustraciones que ilustren
algo que no tiene su relación con la verdad bíblica predicada.
4. Extraer del texto principios universales que sean aplicables en todo tiempo.
Cuando indicamos principios universales, nos referimos a aquello que no
tiene que ver con las formas sino más bien con las verdades relevantes de la
Biblia. Un ejemplo sería: las Escrituras enseñan que la Iglesia tiene que
evangelizar, el principio aquí es comunicar la Buenas Nuevas de salvación, y
las formas serían, a través de folletos, evangelismo urbano, infantil o la caja
roja. El predicador aplica los principios, pues estos son eternos, no así las
formas pues estas son cambiantes.
5. Cerciorarse de que cada aplicación está en consonancia con la verdad del
pasaje. No se debe aplicar algo que no tiene su congruencia con el pasaje
predicado, pues esta aplicación difícilmente tendrá fruto.
Algunos de los escritores de homilética, unifican la aplicación dentro de la
conclusión, incluso no la ven como algo apartado de, pero las razones que se
han expuesto nos deben de hacer ver la realidad de realizar la aplicación con
extremo cuidado y dedicación, sería en vano haber gastado treinta minutos a la
congregación escuchando un sermón que no tenga una contextualización para
sus vidas.
CAPÍTULO 22
LA INVITACIÓN DEL SERMÓN
“Todo sermón debe de terminar con una invitación. Esta invitación debe de
cuadrar con el propósito específico del mensaje”
El quinceavo elemento que debe ser considerado en el orden de la estructura
sermonaria debe de ser la invitación o también conocido entre los predicadores
como el llamamiento final. Esta se caracteriza por dar oportunidades al oyente
de tomar decisiones personales.
PRINCIPIOS PARA LA ELABORACIÓN CONTUNDENTE DE LA INVITACIÓN
Es un contrasentido gastar treinta minutos con la presentación de un asunto
vital y pertinente sin instar a los oyentes a que pongan por obra el deber que el
sermón inculca. Hay que distinguir, sin embargo, entre hacer una invitación y
pedir una manifestación pública de la decisión hecha en el corazón. Lo primero
debe de hacerse siempre; lo segundo depende del propósito general del
sermón y de las circunstancias particulares de la congregación. Algunos
principios para una invitación eficaz son:
1. Debe de ser clara. Los oyentes deben de poder entender absolutamente qué
es lo que el predicador está invitándolos a hacer.
2. Debe de ser positiva. No se trata de un juego psicológico, sino tomar en
cuenta la inclinación natural de la mente humana.
3. Debe de ser insistente. Esto no se refiere tanto al tiempo gastado en ella,
sino, en cuanto al espíritu de amor y de sinceridad con la que el mensajero
la presenta.
4. Debe de dar oportunidad a decisiones personales. El predicador debe de
persuadir a tomar una decisión al oyente, pero este debe de ser quien tome
la decisión.
5. Debe de presentar una oportunidad para escoger entre dos contrastes bien
marcadas. Para esto existe un gran precedente bíblico, y el predicador será
sabio si sigue tan autorizado ejemplo.
6. Debe de ser dependiente enteramente del poder del Espíritu Santo. Después
de todo él es el único que puede constreñir la voluntad humana a actuar
permanentemente de acuerdo con la voluntad de Dios.
DIFERENTES CAMPOS DE MINISTRACIÓN DE LA INVITACIÓN

Además de los principios ya establecidos para la elaboración adecuada de una


invitación, es necesario prestar atención a los diferentes campos de
ministración que el predicador debe de considerar. Gilberto Lerma presenta las
siguientes consideraciones. Los diferentes campos de ministración del
predicador pueden ser:[150]
1. Las enfermedades. Se tiene que considerar que existen enfermedades
físicas, espirituales y sicológicas.
2. Las ataduras. Regularmente son diabólicas, pero también una persona
puede haber quedado preso en un momento de trauma en su vida, del que
no puede ser libre.
3. Los trastornos emocionales. Con esto se hace referencia al duelo por perder
algún ser querido, amargura en la vida o infidelidades maritales, etc.
4. El sentido de inferioridad. La pérdida de identidad, es decir, el no sentirse
capaz de realizar cosas por sí mismo. Se ha perdido toda dignidad en cuanto
a su valor como persona.
5. La llegada de la muerte. Existen personas que tiene temor a la muerte, es
sano ministrar sobre la necesidad de morir para estar con Cristo.
6. La pérdida de los bienes. Existen personas sumamente afligidas porque han
perdido sus bienes, quizá fueron víctimas del crimen organizado, es sabio
tener esto en cuenta.
7. Las diferentes clases sociales y culturales. Existen personas que han sido
víctimas de actos raciales, importante será para ellos el saber que
pertenecen a un Dios que no hace acepción de personas.
La invitación, tiene un enorme peso dentro de la predicación, algunos ignoran
preparar un llamamiento previo al sermón, justificándose con que el Espíritu
Santo les revelará sobre el hecho de que ministrar, pero eso no solo es una
excusa, sino que es una negligencia, dentro del proceso de la predicación el
predicador está consagrado a predicar y por ende, está consagrado y equipado
por el Espíritu Santo para que en su oficina elabora una invitación pertinente
como respuesta al mensaje que Dios le ha revelado.
FIJACIÓN DE APRENDIZAJE
Responda las siguientes preguntas de manera personal:
1. ¿Cuál es su definición o concepto de la palabra “predicación”?
2. ¿Cuál de los propósitos generales será el menos ministrado a la
congregación? Explique ¿Por qué?
3. Mencione cuales son las diferencias entre un sermón y un discurso político.
4. Escriba ¿Cuál es la finalidad de tener una palabra clave?
5. ¿Por qué debe de realizarse la conclusión antes que la introducción?
6. ¿Cuál considera que sea el método más efectivo al realizar las divisiones
principales? Y ¿Por qué?
7. ¿Cuál es la diferencia entre conclusión y aplicación?
8. ¿Por qué es necesaria una invitación al final de cada mensaje?
9. Intente enlistar de memoria los 15 elementos necesarios para la elaboración
de un sermón efica
PROTOTIPO DE SERMONES
Elabore un sermón según la estructura homilética, siguiendo los 15 elementos
analizados.
1 TIPO DE SERMÓN:
2 PROPÓSITO GENERAL:
3 PROPÓSITO ESPECÍFICO: (Bien delimitado)

4 BASE BÍBLICA: (Solo la cita)


5 TÍTULO:
6 TEMA:
7 INTERROGANTE SERMONAREA: (Pregunta completa)

8 INTRODUCCIÓN: (Solo seleccionar alguna de la página 37)

9 PROPOSICIÓN: (Realizar una indirecta)

10 ORACIÓN DE TRANSICIÓN:

11 PALABRA CLAVE:

12 CONTENIDO: (Divisiones principales y subdivisiones)


13 CONCLUSIÓN: (Recapitulación)

14 APLICACIÓN: (Aplicar cada una de las divisiones principales)

15 INVITACIÓN: (Marcar las dos vertientes)


UNIDAD 4

EL PROCESO HOMILÉTICO DEMANDA UNA PREPARACIÓN PARA LA


PREDICACIÓN
CAPÍTULO 23
HERRAMIENTAS DE ESTUDIO PARA LA PREDICACIÓN
“No hay libro más perseguido por los enemigos, ni libro más torturado por lo
amigos, que la Biblia, debido a lo último, a la ignorancia de toda sana regla de
interpretación. Esto, hermanos, no debe de ser así. Este don del cielo no nos
ha venido para que lo usemos cada cual, a gusto propio, mutilándolo,
tergiversándolo o torciéndolo para nuestra perdición”. [151]
El expositor bíblico debe desarrollar y mantener una poderosa biblioteca
medular de libros significativos y otros materiales para usar en su preparación.
Tal colección es la respuesta adecuada a la instrucción de Pablo a Timoteo:
“Procura con diligencia presentarte a Dios aprobado, como obrero que no tiene
de que avergonzarse, que usa bien la palabra de verdad”. [152] Al procurar llegar
a ser predicadores expositivos, los pastores de hoy necesitan cambiar el
anuncio de la puerta de “oficina del ministro” al antiguo “estudio del pastor”. El
expositor debe de crear un cuarto silencioso, un lugar sagrado, en donde pueda
retirarse a estudiar y prepararse diligentemente para exponer la Palabra de
Dios. Este cuarto debe contener las herramientas necesarias para ese estudio.
[153]

“Una biblioteca teológica solida es esencial para la


exposición cuidadosa de la Palabra de Dios. Los que procuren
dedicarse a una vida de estudio bíblico y exposición deben
comprometerse a desarrollar una biblioteca sólida y percibirla
como una gran prioridad. Esta importante meta será el producto
de una planificación cuidadosa que satisfaga las necesidades
individuales y las limitaciones presupuestarias del expositor. Una
biblioteca bien balanceada debe incluir libros, revistas, cintas de
video y magnetofónicas, programas de computación, todos juntos
y organizados con una planificación juiciosa y a un paso que
pueda sostenerse. Este ensayo propone una biblioteca modelo de
herramientas para el expositor diseñada para ayudar al
estudiante serio o al pastor, así como al laico
dedicado.”
James F. Stitzinger
La siguiente discusión procurará auxiliar a todos aquellos que deseen edificar
una biblioteca para ayudarlos en la búsqueda de la predicación. Los principios
aquí propuestos, así como los materiales recomendados, están diseñados para
ofrecer dirección clara para el estudiante que está preparándose para una vida
de predicación, el pastor experimentado que desea mejorar su biblioteca y el
laico seriamente interesado en el estudio de las Escrituras.
Una colección de buenas herramientas de estudio, reunida de manera
cuidadosa, es tan esencial para el expositor como las herramientas de la
profesión lo son para un dentista o un médico. Sin ellas el estudio es un
ejercicio fútil.
“Para poder exponer las Escrituras, y como una ayuda para
sus estudios homiléticos, tendrá que familiarizarse con los
comentaristas: un ejército glorioso, déjame decirte, cuya
familiaridad será su deleite y ganancia. Por supuesto, ustedes no
son tan sabihondos como para pensar o decir que pueden
exponer la Escritura sin la ayuda de las obras de hombres divinos
y eruditos que han laborado antes que ustedes en el campo de la
exposición. Si tiene esa opinión oren para que así se queden,
porque no vale la pena convertirlos, y como un corro de ociosos
que piensan como ustedes, resentirían el infierno como un insulto
a su infalibilidad. Parece extraño que ciertos hombres que hablan
tanto de lo que el Espíritu Santo les revela, tengan una opinión
tan baja de los que Él le ha revelado a otros.”
Charles H. Spurgeon
John Fletcher Hurst [154]
Es un hecho lamentable que la biblioteca común del laico cristiano y del
ministro del Evangelio es indescriptiblemente pobre. Muchos de los libros son
de una autoría tan inferior que incluso los descalifica para que se guarden en
el hogar de personas que son inteligentes o que esperan serlo.
Estos libros se han colocado porque están radiantes con ilustraciones
realistas y deslumbrantes, o están encuadernados en cautivante piel de oveja
o vaca, o son presentados por amigos bien intencionados, o han sido
comprados en lotes de subastas bajo la acumulación de una ganga, o debido
a otra apología por la existencia de esa basura. Si dos tercios de los
anaqueles de la típica biblioteca doméstica fueran liberados de su carga, y se
pusieran libros escogidos en su lugar, habría que reformar en la inteligencia a
través del mundo civilizado.
Un libro pobre es caro y uno bueno es barato, a cualquier costo.
Nuestro mejor libro es el que mejor trata el tema sobre el cual necesitamos
más luz, y que solamente obtenemos mediante planificación, buscándolo, a
menudo con sacrificio.
Es un amigo de toda temporada, y sigue siéndolo hasta los ochenta, y
más allá, si llegan. Mejor un anaquel de tales tesoros que toda una carga de
desperdicios literarios de las pirámides muertas de publicadores que venden
barato y de autores que fallan rápidamente.
LA PRIORIDAD DE UNA BIBLIOTECA SÓLIDA
Una sólida biblioteca de estudio debe de ser una prioridad. Para muchos, es de
poca importancia y el resultado ha sido un ministerio empobrecido, que le falta
profundidad, amplitud y estímulo. Una biblioteca excelente se forma mediante la
adquisición constante en lugar de la acumulación “accidental”. Ya que la
biblioteca del predicador es parte integral de su obra en el púlpito, debe
organizarse pensando en la mayor calidad. Una inclinación preliminar de lo que
una biblioteca básica no se ayudará a entender lo que debe de ser:[155]
1. No es una colección de libros desvalorados donados al predicador por
amistades y oyentes bien intencionados.
2. No es una acumulación de libros ofrecidos a precio de descuento.
3. No es simplemente una colección de libros que son altamente
recomendados o hallados en listas bibliográficas comunes.
4. No es sencillamente una acumulación de textos requeridos en un seminario.
5. No es una acumulación de material que se ocupa de tendencias religiosas
actuales o especulaciones teológicas.
En contraste, una sólida biblioteca de estudio es una colección de materiales
seleccionados y reunidos cuidadosamente que un predicador necesita para
realizar su labor. Cada expositor debe de invertir tiempo para identificar, usar y
obtener esos artículos que apoyaran directamente su ministerio y satisfarán las
necesidades específicas en anticipación a una vida de exposición. Se debe
evitar al mismo tiempo el “equipaje excesivo” que jamás usará. Tal ha escrito un
predicador:
“Mis libros son mis herramientas y yo las uso. No puedo
darme el lujo de ser un colector de libros; ni el presupuesto ni el
reducido espacio en los estantes permiten ese lujo. Disfruto mi
biblioteca. Cada libro es un amigo que conversa conmigo y me
enseña. Es mejor tener pocos libros de los mejores que llenar sus
estantes con volúmenes que no le pueden servir bien. Ame sus
libros, úselos y, dedique por encima de todo, lo que aprenda al
servicio de Jesucristo.[156]
Warren W. Wiersbe
ELEMENTOS ESENCIALES DE LA BIBLIOTECA DE UN EXPOSITOR
Una sólida biblioteca de estudio tiene cinco elementos esenciales, cada uno de
ellos requiere meditación en cuanto a los materiales a incluirse, la prioridad
respecto a cuáles deben ser adquiridos y de manera en que deben de ser
organizados. Mucho antes de que el estudiante comience a comprar materiales,
debe desarrollar objetivos y prioridades en cuanto a cada una de las categorías
subsiguientes.[157]
Una colección de libros.
Un libro escrito es un registro de las labores, puntos de vista y posiciones de un
autor en particular o de varios. Los libros tienen múltiples formas y sirven para
muchas cosas. Un libro de calidad puede ayudar mucho en el estudio de las
Escrituras al concentrar el enfoque en el tema singular. Puede ahorrar valioso
tiempo de estudio al proveer material de trasfondo histórico, gramatical y
teológico. Un buen libro le hará saber al lector temas relevantes, posiciones y
las últimas investigaciones. También retarán espiritualmente a los lectores. El
predicador debe de aprender cómo crear una biblioteca de esos libros, aquí
unas sugerencias para hacerlo:
1. Revise personalmente el libro. Cada libro debe compararse luego de haber
sido utilizado y que se haya determinado que llena una necesidad. De ser
posible debe de utilizarse uno de una biblioteca, para así determinar el valor
para el predicador. Es decir, si en realidad vale la pena comprarlo ya que una
colección personal de libros no es una acumulación de tratados ofrecidos a
precio de descuento.
2. Evalúe los autores y publicadores. Es importante determinar el punto de
vista del autor antes de adquirirlo. En su mayoría en la parte trasera muchos
dan una biografía del autor o la editorial.
3. Compre libros de acuerdo a su importancia. Esta clase de compras resultará
en una biblioteca de calidad y reducirá las compras compulsivas.
4. Compre y consulte primero el “mejor” libro o libros sobre un tema. Recuerde,
en los estudios teológicos el mejor no siempre es el más reciente o el más
caro.
5. Organice los libros por tema o utilice un sistema de clasificación bibliotecario.
Si los libros se clasifican, el sistema debe de mantenerse sencillo para evitar
un proyecto continuo demasiado complicado como para que dure mucho
tiempo.
Una colección de publicaciones periódicas.
Las publicaciones periódicas salen en partes sucesivas, casi siempre en
intervalos regulares, y como regla, se supone que continúen indefinidamente.
Varias formas de literatura en serie incluyen periódicos, boletines, revistas,
anuarios y a través de redes sociales.
En la cadena bibliográfica, por lo general, las publicaciones van cinco o diez
años delante de los libros. El gran valor de estas publicaciones es que le
brindan al lector una manera de pensar actual, es decir una manera “fresca”
sobre temas de gran relevancia actual. A menos que el expositor tenga acceso
a una biblioteca teológica, debe de atenerse a una colección básica de
publicaciones que le mantengan informado acerca de temas bíblicos y
teológicos, así como estimular su pensamiento (la revista de Aviva, de las
Asambleas de Dios pueden entrar en este punto). Las siguientes sugerencias
son adecuadas en cuanto a publicaciones periódicas:
1. Identifique y suscríbase a una colección básica de publicaciones. Las
subscripciones a esta pequeña cantidad de publicaciones producirán el
nivel más alto de ganancias. Pueden ser devocionales por internet o grupos
de Facebook que le ayuden a reflexionar y meditar en la Palabra de Dios.
2. Lea de manera selectiva las publicaciones para evitar perder el tiempo. La
elección de materiales de lectura debe balancearse entre acontecimientos
actuales y estudios exegéticos. No pierda el tiempo leyendo publicaciones
en redes sociales que no tiene ninguna profundidad teológica.
3. Pida muestras antes de subscribirse. Hay varias publicaciones que son
gratis si se piden, o a su vez suscribirse a una página web que tenga un
enfoque cristiano.
Una colección de audio y videos.
En el mundo actual se reconoce que las redes sociales son el medio más
imponente y masivo de toda la historia. Hay una variedad en tanto a videos y
audios respecto al tema de interés; es sencillo poder investigar a profundidad el
tema tanto como se desee. Una recomendación es mantener una colección de
predicaciones, documentales y conferencias selectas, para escucharlas a
cualquier hora disponible. Algunas recomendaciones útiles en el proceso de
formar una colección de audios y videos:
1. Coleccione una cantidad limitada de buenos videos de varias fuentes: Para
formar esta colección debe de seguirse un plan maestro que sea de mucha
ayuda para el expositor. Incluya videos o estudios en las siguientes
categorías:
Estudios y cursos exegéticos individuales.
Predicadores expositivos competentes.
Reuniones y acontecimientos importantes.
2. Organice este material por tema y autor. También es muy útil organizar el
material con un archivo de tarjetas o en una computadora porque los videos
son necesarios como una fuente de información.
3. El expositor debe de crear una biblioteca de sus exposiciones para
referencia propia y para el uso de otros. Algunos tienen temor de esto, pero
es evidente que todo lo que hemos dicho o enseñado a la larga se nos
olvidará, que mejor que guardar una biblioteca de audios con predicaciones,
estudios y conferencias impartidas por nosotros mismos.
Una colección de programas de computación.
La computadora es una herramienta significativa en el mundo de hoy y un
recurso en las manos de un expositor bíblico. Cada vez más estudiantes de las
Escrituras la encuentran indispensable en su obra. Las computadoras a
menudo se compran con un propósito particular o para realizar mejor una
tarea, pero el usuario por lo general avanza a un nivel mayor de eficiencia
mediante el cual puede realizar proyectos con la computadora que jamás había
imaginado posibles. El expositor debe considerar adquirir varios programas de
computadoras para ayudarlo en su labor. Aquí hay algunas sugerencias sobre
categorías de programas para ayudar al expositor:
1. Programas para procesadores de palabras. Esta clase de programa puede
ser de gran beneficio al crear y editar documentos. Las funciones de
bosquejos, notas al calce, tipos de letra, diccionarios, sinónimos y
antónimos son particularmente útiles en un programa de procesamientos de
palabras. Los programas adicionales capacitan al procesador para
incorporar palabras hebreas y griegas junto con el texto castellano.
2. Programas gráficos. Este programa capacita al expositor para preparar su
obra para publicación en un formato de almacenamiento profesional con
poco gasto.
3. Programas de información. Aunque estos programas son más complejos
pueden utilizarse para guardar grandes cantidades de información que
puede obtenerse por versículo o tópico. El expositor puede usar ese
programa para sacar trabajo hecho acerca de versículo/tema e ilustraciones
o materiales bibliográficos disponibles acerca del mismo.
4. Programas de investigación bíblica. Existen excelentes programas que
capacitan al estudiante en buscar el texto de las Escrituras para una palabra
o variantes de una palabra, frase o versículo. (Un ejemplo podría ser
LOGOS).
Una colección formada por un semillero homilético.[158]
Con la cuestión de la selección de los textos está estrechamente relacionada la
necesidad de que el predicador tenga algún plan para conversar y archivar los
textos bíblicos que llegan a impresionarle con sus posibilidades homiléticas.
El predicador debe de escoger un texto que se apodere de su propio corazón.
Si está alerta y está cultivando debidamente su propia vida espiritual no le
faltarán vislumbres de inspiración respecto al uso que se puede hacer de tal o
cual texto bíblico para llenar las necesidades espirituales de su congregación.
Las siguientes sugestiones pueden ser de gran valor para la elaboración de un
semillero homilético.
1. El predicador siempre debe andar provisto de lápiz o pluma para anotar los
textos o las ideas principales para sermones que se le ocurran.
2. Debe de formarse el hábito de anotar dichos textos o ideas en el momento
en que se le presenten en la mente para evitar que se le olviden.
3. En su primera oportunidad debe de pasar estas anotaciones en una hoja o
dispositivo para un almacenamiento correcto en una carpeta física o digital.
4. La carpeta debe de ser arreglada con un índice para indicar los distintos
libros de la Biblia, y las hojas deben de ser archivadas en orden según libro,
capítulo y versículo.
5. Hasta que el predicador esté listo para elaborar el mensaje correspondiente
a un texto dado, debe dejar la hoja correspondiente a su lugar, agregando
notas e ideas al mensaje.
6. Cuando los pensamientos anotados en relación con un texto dado hayan
sido elaborados en el sermón, la hoja puede ser removida a una nueva
carpeta llamada archivero de sermones.
CONCIDERACIONES PARA ELABORAR EL MATERIAL PARA EL SERMÓN
Muchas veces los estudiantes de homilética, han dicho ¿Qué ocurre con los
bosquejos ejemplarizados por el profesor? Son muy fáciles cuando se ven
escritos en la pizarra, pero lo difícil es que a uno se le ocurra el plan a
desarrollar, y una vez obtenido éste, queda la dificultad de llenarlo con ideas
interesantes. ¿Cómo lo haremos para hacer surgir ideas acerca de un texto en
nuestras mentes?

La primera y la más sencilla de las formas es sometiendo el mismo a un


bombardeo de preguntas prácticas. Supongamos que el texto es Romanos
1:16. Antes de proceder a ningún plan sobre este texto, el estudiante puede
preparar copioso material sometiéndole a las siguientes preguntas: [159]
1. Sobre el texto en general. ¿Cuándo fueron escritas estas palabras? ¿En
qué población? ¿Por quién? ¿A quiénes fueron dirigidas? ¿De qué está
hablando el escritor? ¿Qué objeto se proponía al escribir este texto?
2. Respecto a las palabras. ¿Por qué dice no me avergüenzo? ¿Por qué dice
potencia? ¿Qué significa salvación? Búsquense otros textos donde venga
salvación (Ejemplo Hechos 4:12; Romanos 10:10; Hebreos 1:14; 2:3; 1a
Pedro 1:5 y Judas 3), ¿Quién era judío? ¿Quién era el griego? ¿Por qué
nombra dos pueblos?
3. Respecto a las frases. ¿Cuántas hay en el texto? ¿Dónde hallaré aclaración
sobre la palabra salvación? ¿Dónde hallaré aclaración de que el Evangelio
es poder? En la Biblia: Zaqueo, la pecadora, el carcelero de Filipos. En la
historia: Recuérdese algún caso o anécdota. ¿Qué otros textos entienden la
invitación a “todo aquel”? (Ejemplo: Juan 3:16).
4. Respecto a sí mismo. ¿Peco yo de avergonzarme? ¿Recuerdo algún caso
que lo haya hecho? ¿He dudado del poder de Dios para convertir a alguien?
¿He de buscar primero los que están más cerca o los que están más lejos
en mis trabajos? ¿Me dedicaré solo una clase?
5. Respecto a los oyentes. ¿Qué verdades he de inculcar a los creyentes? R=
Las que me he aplicado a mí. ¿Y a los no creyentes? R= La realidad de un
Evangelio que se ha demostrado tan poderoso. La necesidad de creer para
tener salvación. La inutilidad de las obras para salvar (lo que hacían los
judíos). La inutilidad de buscar a Dios en la filosofía natural sin revelación.
6. Respecto a las ilustraciones. ¿Qué puntos conviene ilustrar?
Especialmente: “avergüenzo” y “poder”.
7. Respecto a la introducción. ¿Cómo haré el exordio? R= De dos maneras:
Primera: Relacionándolo con el proyecto del viaje a Roma. Segunda:
Explicando el humilde origen del Evangelio y su triunfo sobre el mundo judío
y gentil.

FIJACIÓN DE APRENDIZAJE
Responda las siguientes preguntas.
1. ¿Qué contiene una buena biblioteca sólida?
2. ¿Cuál cree que sea el motivo por el cual los ministros no tienen buenos
materiales para la elaboración de sermones?
3. ¿Cuál de todas las herramientas mencionas le es de mayor utilidad? Y ¿Por
qué?
4. ¿Hace bien un predicador en dejarse enseñar solamente por libros y otros
hombres de Dios?
5. ¿Cuál cree que puede ser el riego de que un predicador se haga
dependiente en los libros y comentarios bíblicos?
CAPÍTULO 24
EL ANÁLISIS HISTÓRICO, CULTURAL Y LITERARIO DEL
TEXTO
“Solo después del estudio de la canonicidad, la crítica textual y la crítica
histórica, el erudito está listo para hacer una exegesis, esta viene a ser la
correcta interpretación del texto” [160]
Parece ser que algunas personas leen las Sagradas Escrituras esperando leer
un “texto bonito”. A dichos lectores no les interesa en lo más mínimo saber el
significado de palabras, ni conexiones que tenga con el resto del pasaje. Esa
conexión puede ser para ellos, palabras de poco valor, o difíciles de entender.
Por lo general este tipo de lectura traerá con naturalidad un mal entendimiento
y conducirá a la ignorancia; porque la conexión de los versículos con el
pasaje, será lo que le dará su verdadero significado.
En este capítulo estamos estudiando el contexto histórico, cultural y literario de
un versículo. El contexto histórico y cultural se refiere al entorno original de la
Escritura. El contexto literario son los versículos escritos que vienen antes y
después de un versículo. Esto nos lleva a declarar un principio importante,
llamado la ley del contexto. La historia, la cultura y lo literario en algunas
ocasiones se superponen parcialmente. La palabra “contexto” viene de dos
palabras latinas con (junto) y “textus” (tejer). Así que contexto significa “lo que
está entretejido junto”. Un hilo se teje junto con otros hilos para hacer una
prenda de vestir. Asimismo, un texto está tejido junto con otros versículos para
hacer un contexto. Si usted saca un hilo de una prenda de vestir, la dañará. Y si
usted saca un versículo de un párrafo o subdivisión, podría dañar el significado
de ese versículo.[161]
CONSIDERACIONES EN LOS DIVERSOS ANÁLISIS BÍBLICOS
1. La historia es un registro del pasado. Es un relato generalmente escrito de
pueblos, sucesos y hechos. Cada libro de la Biblia tiene una historia única.
Por ejemplo, la historia de 1 de Corintios incluye cosas como la ciudad de
Corinto, la gente que vivía allí, el autor, la fecha, el propósito de la carta y la
historia de la relación entre Pablo y los que leyeron su carta. Cada persona y
cada grupo de personas tienen una historia única. La historia de Pedro es
diferente a la historia de Pablo. Y la historia de los Corintios es diferente a la
historia de los Romanos. De modo que, para entender la Biblia, debemos
tomar tiempo para estudiar la historia relacionada con cada libro.
2. La cultura se refiere a los valores, costumbres, creencias y prácticas de la
gente. La cultura de los judíos era distinta a la cultura de los gentiles. Estos
dos grupos de personas tenían diferentes valores, costumbres, creencias y
prácticas. Es sabio estudiar la historia y la cultura juntas, porque ambas se
tratan de la gente. Muchos libros de hermenéutica hablan del contexto
histórico cultural porque la historia se superpone con la cultura.
3. Lo literario se refiere a lo escrito. Una persona letrada es alguien que puede
leer literatura (palabras impresas). Asimismo, literario significa “palabras
escritas o impresas”. Así que el contexto literario es el contexto escrito.
LA NECESIDAD DE ELABORAR EL ANALISIS HISTÓRICO Y CULTURAL DEL
TEXTO
Es pertinente revisar algunas de las razones por las que se necesita examinar
la historia y la cultura relacionadas con un pasaje. Abraham dijo que había una
gran brecha entre el rico y Lázaro (Lucas 16). Asimismo, hay grandes brechas
entre nosotros y la Escritura. El considerar las siguientes brechas en el texto,
ayudara al alumno a crear masa homilética para su sermón. Considere estas
brechas: [162]
La brecha del tiempo.
Hay casi 2.000 años entre nosotros y cualquiera de los libros del Nuevo
Testamento. Analice esto: estamos tratando de interpretar un libro que fue
escrito hace casi dos milenios. ¡Y libros como el Éxodo fueron escritos hace
más de 3.400 años! Para entender los libros bíblicos, debemos entender los
tiempos en los que fueron escritos.
La brecha de la cultura.
La gente de la Biblia tenía diferentes valores, tradiciones, costumbres y
prácticas de las que tenemos nosotros. A veces adoraban en templos y
sinagogas, se lavaban los pies, se saludaban con un beso o sacrificaban
animales. Comían alimentos diferentes a los que comemos nosotros y vivían
por diferentes reglas. Los judíos circuncidaban a sus hijos varones y las
mujeres judías se tapaban la cabeza para mostrar sumisión. Usaban piedras
para moler el grano. Los miembros de la familia por lo general dormían juntos
en un cuarto. Hay grandes diferencias culturales (brechas) entre nosotros y los
primeros lectores.
La brecha del idioma.
La gente de la Biblia hablaba hebreo, arameo y/o griego, así que la Biblia fue
escrita en estos idiomas. ¡Y algunas de las traducciones que usamos hoy, como
la Reina Valera, tienen más de 50 años! El idioma cambia a medida que pasan
los años. Nacen nuevas palabras y se entierran palabras antiguas. Algunas de
las palabras que permanecen han cambiado de significado. Por ejemplo, en
castellano, en el 1,602 el verbo criar significaba: “actividad creadora”. Pero hoy
criar significa “educar o ayudar a crecer”.
La brecha histórica.
Cada libro de la Biblia fue escrito en un tiempo específico de la historia. La
Palabra de Dios fue escrita sobre esclavos, a amos, a guerreros o a prisioneros.
Él mandó Su Palabra a judíos y a gentiles. De modo que, para entender la
Biblia, debemos retroceder a través de varios siglos de historia. Por ejemplo,
para entender el Génesis, debemos entender a personas como Adán, Eva, Noé,
Abraham, Isaac, Jacob y José. Para entender el libro de Mateo, debemos
aprender sobre los antepasados de Jesús, gobernadores como el rey Herodes y
visitantes como los magos. Para entender bien la Biblia, quizás tengamos que
pensar cómo es ir a pie de un lugar a otro o montar en un burro o un camello.
Para aplicar bien la Biblia, debemos considerar las diferencias entre viajar a pie
y en auto. Por ejemplo, el lavarse los pies tenía sentido para los que caminaban
por caminos polvorientos. Pero hoy, una mejor manera de mostrar humildad y
amor ¡podría ser lavar el auto o la bicicleta de la persona!
La brecha geográfica.
El contexto histórico de un versículo en la Biblia se relaciona con un lugar. Con
frecuencia, es útil entender la geografía de la Biblia. Algunos creyentes viven
cerca de Israel. Estos estudiantes encontrarán más fácil entender la geografía
de la Biblia. Pero muchos de nosotros vivimos a gran distancia de Israel. Por lo
que debemos tomar tiempo para aprendernos las ciudades, ríos, montañas,
provincias y naciones principales de la Biblia. De lo contrario, no entenderemos
bien la Biblia.

Es inevitable al analizar la información de las brechas existentes entre el


predicador contemporáneo y el hagiógrafo crear una voluntad que desee
predicar correctamente las Escrituras, el realizar los diferentes análisis cultural,
histórico y literario nos ayudará para crear masa homilética y nutrir el sermón
con contenido bíblico.

LA NECESIDAD DE ELABORAR EL ANALISIS LITERARIO DEL TEXTO

Un versículo tomado fuera de contexto es un arma peligrosa de Satanás. El


diablo ha tergiversado la Escritura para engañar a muchos cristianos. La
siguiente información nos muestra el contexto literario, empieza con el análisis
del párrafo a exponer, después nos manda a analizar en qué parte del capítulo
se encuentra, nos atrae al estudio del libro, después al contexto del autor y
diferentes libros, hasta llegar al diferente testamento.
Contexto del párrafo.
Es fundamental que el predicador se esfuerce en leer el párrafo completo donde
se encuentra su base bíblica seleccionada, tal párrafo pueden el capítulo
anterior o posterior.
Contexto de la subdivisión.
Por subdivisión nos referimos a la identificación la cual pertenece la base bíblica
seleccionada. Para este punto es indispensable que el predicador haya
formulado un bosquejo sintético de todo el libro del cual se ha dispuesto a
predicar, el hacerlo revelará que su perícopa a predicar viene a ser incluida en
una de las subdivisiones del libro. El elaborar esto ayudará al joven predicador
a identificar su porción bíblica seleccionada a la luz de las divisiones principales
del libro.
Contexto del libro.
Otro aspecto del análisis literario puede ser el identificar todo el contenido del
libro. Se ha mencionado con anterioridad que texto se deriva del latino textura,
por ello cada uno de los pasajes bíblicos vienen siendo hilos que están
entretejidos, el estirar uno de estos hilos sin cuidado seguramente rasgará la
prenda. De igual manera si extraemos abruptamente el texto seleccionado sin la
consideración de todo el libro puede causar graves desgarres a la bendita
Palabra de Dios.
Las palabras son parte del texto. Un texto es una parte de un párrafo. Un
párrafo es una parte de un capítulo. Un capítulo es una parte de un libro.
Imagínese si alguien tomara un dibujo de animales y lo rompiera en muchos
pedacitos. Ver uno de los pedazos no tendría mucho sentido. Colocar los
pedazos o versículos juntos, lado a lado, nos permite entender el dibujo
completo.
Un hombre estaba tratando de hablar con su amigo por teléfono, pero la
conexión era mala. Él oía algunas de las palabras y luego se le escapaban
algunas de las palabras. Esto le hizo imposible entender la corriente de
pensamiento de su amigo. Lea el párrafo siguiente. Cada parte del párrafo es la
Palabra de Dios de un libro del Nuevo Testamento. Pero hemos dejado fuera
algunas de las palabras, como si fuera una mala conexión telefónica entre el
escritor y las personas con quienes se comunicó.

EJERCICIO DE PRÁCTICA

Busque la información que se demanda para la elaboración del contexto


histórico y cultural.
Paso 1: Conteste 5 preguntas sobre el autor (de Filipenses): Examine el
contexto histórico del libro completo de Filipenses.
1. ¿Quién era?
2. ¿Cuándo escribió el libro?
3. ¿En qué entorno estaba? (Dé una referencia bíblica para probar esto)
4. ¿Qué relación tenía con las personas a quienes escribió?
5. ¿Cuál fue su propósito?
Conteste 3 preguntas sobre los que recibieron el libro bíblico (de Filipenses):
1. ¿Quiénes eran?
2. ¿Cómo era su ciudad o pueblo?
3. ¿Cómo era su condición social? (¿Eran judíos? ¿Eran ricos? ¿Eran
esclavos?)
Paso 2: Conteste 3 preguntas sobre el contexto histórico y cultural de Filipenses
4:8-9.
1. ¿Cómo se relaciona el pasaje específico con el propósito del autor?
2. ¿Hay detalles históricos específicos que explicar?
3. ¿Hay detalles culturales específicos que explicar? Como:
¿Roles, valores o costumbres sociales?
¿Intereses económicos?
¿Asuntos políticos?
¿Prácticas o creencias religiosas?
CAPÍTULO 25
LA ORGANIZACIÓN LÓGICA DEL SERMÓN
“La relación predicador-auditorio es, en muchos aspectos, es una cuestión
de amor y, al igual que esta experiencia, está sujeta a grandes
fluctuaciones. Al comienzo del sermón el auditorio puede estar
perdidamente enamorado del predicador, pero si él prosigue sin poner
cuidado y no logra mantener la atención, la congregación puede asemejarse
a una muchacha desilusionada cuyo embobamiento ante un mozo atractivo
desaparece cuando se convence que él no tiene realmente interés en ella”.
[163]

LA ORDENACIÓN DEL SERMÓN


El arreglo del esqueleto será la base de dicho orden. No podemos clasificar un
montón de cartas si no tenemos a la mano un archivado, y los mejores
pensamientos de un sermón no podrían ser ordenados si carecemos de un
bosquejo bajo cuyas divisiones principales podemos agrupar los pensamientos
que las meditaciones del tema y las diversas lecturas que hemos realizado y
han atraído a nuestra mente.
Es necesario que dichos puntos principales vayan sucediéndose en valor
creciente e interés. A esto, dicho negativamente: que no se ponga lo que es de
más peso primero, y que lo mismo de las frases, que los argumentos, vayan
disminuyendo en fuerza de modo que los más débiles vengan al fin. De este
modo no se puede mantener el interés de las personas ni hacer impresión en
los oyentes.
El lector atento habrá podido observar un orden evidente en los bosquejos de
los predicadores. Esta lección tiene empero por objeto hacer resaltar este
carácter esencial del sermón para lo cual daremos estas sencillas reglas:[164]
1. Lo general tiene que preceder a lo particular o personal. Por ejemplo: Si
tratamos de describir la universalidad del pecado nunca diremos: “Tú y yo
somos pecadores, porque los hombres del mundo lo son”, sino al contrario:
“Todos los hombres son pecadores, tú y yo lo somos también”.
2. Si hay que relacionar algo presente con lo ausente, se toma lo ausente
primero.
3. Si se trata sobre un asunto donde el elemento tiempo esté involucrado, no se
debe de invertir el orden, sino tomarlo en el pasado, presente y futuro.
4. Si hay tales elementos como manifestaciones, causa y resultado, es natural
que para tener orden lógico principie con la causa, luego la manifestación y
por último el resultado.
5. Siempre debemos de poner como en el último lugar aquel punto que lleve a
la decisión importante que se desea producir por medio de un sermón.
Estas reglas generales para las divisiones principales se aplican igualmente a
las subdivisiones y algunas de ellas aun a las mismas frases del sermón. El
orden del bosquejo debe de abarcar no solamente los puntos principales sino
extenderse de modo más escrupuloso y perfecto posible en las subdivisiones,
pues traería la confusión igualmente a las mentes de los oyentes si se faltara a
estas reglas al explicar los detalles más íntimos del sermón.
UNA EXPLICACIÓN DEL TÉRMINO
Buena parte de las autoridades homiléticas emplean este término de “orden”.
Sin embargo, al que esto escribe le parece más atinado el término
“organización”, la organización se distingue del orden en que comprende mucho
más.
“El alfabeto es un ejemplo de orden, como lo son también los
números uno, dos, tres, etc., pero en ninguno de los dos casos
tenemos nada de organización. En la organización existe algún
principio directivo. Para el sermón éste está incorporado al tema.
Admite al sermón solo aquellas que son vitales para el tema y
rechaza todas las demás, por más valiosas y atractivas que en sí
pueden aparecer.”
Lenski
EL CORAZÓN DE LA ORGANIZACIÓN HOMILÉTICA ESTÁ EN LA DIVISIÓN
DEL TEMA
La división del tema es una absoluta necesidad.
Don Alejandro Treviño, distinguido pastor mexicano quien por muchos años
impartió la cátedra de homilética en el Seminario, acostumbraba decirle a sus
alumnos: “muchachos, la homilética tiene tres reglas: primera, dividan su
asunto, segunda, dividan su asunto; y tercera, dividan su asunto”. James Crane
como ningún otro, hace ver que el corazón de la organización homilética está
en tratar debidamente el tema de a predicar, sea este extraído de texto o sea
abordado directamente por el predicador.
Las razones para insistir en que el tema sea dividido son las siguientes:[165]
1. La división del tema es necesaria para asegurar la unidad de la discusión.
Una buena prueba de la unidad de algún tema es su capacidad se ser
dividido en partes coordinadas. La división del tema es necesaria para
conseguir la claridad de la discusión.
2. La división del tema es necesaria para sostener el interés de la discusión. En
cuanto al predicador, el acto de formular las divisiones despierta entusiasmo
en la ejecución del plan. En cuanto a la congregación la división del tema
provee “descansos mentales” que alivian el cansancio inherente a toda
discusión prolongada.
3. La división del tema es necesaria para lograr economía en el tiempo. Las
congregaciones cristianas modernas no están dispuestas a tolerar sermones
kilométricos. Demandan la brevedad y la concisión. Si el predicador va a
meter en lo breves minutos de que dispone todo el material que sea
necesario para la elucidación de su tema, necesita organizar su material.
4. La división del tema es necesaria para garantizar las permanencias de las
impresiones causadas por el sermón. El bien que un determinado sermón
hará en el corazón de los oyentes probablemente está en proporción directa
al tiempo que su mensaje es recortado.
La división del tema precisa la selección del principio de división que rige
el plan del sermón.
Un buen plan homilético se caracteriza por el hecho de que todas las divisiones
tienen la misma clase de relación con el tema del sermón. Para asegurar esta
uniformidad de relación, se precisa la determinación del principio de división
que va a regir en el plan. Este principio una vez determinado debe ser
observado uniformemente en todas las divisiones principales del bosquejo. Los
ejemplos consignados a continuación servirán para indicar no sólo cuáles son
algunos principios de división más comunes, sino también para cómo éstos
pueden ser indicadores por medio del empleo de una “palabra clave”.[166]
1. El tema se puede dividir de acuerdo con el principio de las causas.
2. El tema se puede dividir de acuerdo con el principio de los efectos.
3. El tema se puede dividir de acuerdo con el principio de las razones que
apoyan una tesis determinada.
4. El tema se puede dividir de acuerdo con el principio de los medios propios
para alcanzar algún fin.
5. El tema se puede dividir de acuerdo con el principio del significado de algo.
6. El tema se puede dividir de acuerdo con el principio de las preguntas lógicas
que se pueden hacer respecto al asunto.
La formulación de las divisiones.
Una vez determinado el principio de división que va a regir el plan del sermón,
el predicador tiene que formular sus divisiones. En relación con este aspecto de
su trabajo se pueden hacer las siguientes sugestiones:[167]
1. Que, por regla general, es mejor que las divisiones sean formuladas como
oraciones gramaticales completas.
2. Que las divisiones deban ser formuladas con la mayor uniformidad posible.
Esto se logra cuando la palabra clave del sermón se encuentra en cada
división, cuando menos implícitamente.
3. Que a veces las divisiones pueden ser formuladas de tal manera que
producen un efecto cumulativo.
El anuncio de las divisiones.
En relación con esto se ha observado que el problema del predicador es
parecido al del dramaturgo en el sentido de que ambos preparan mensajes que
han de ser escuchados en vez de laidos. De manera que el predicador tiene
que preguntarse siempre: ¿Cómo podre lograr que el hombre que está sentado
enfrente de mí, perciba claramente las etapas sucesivas del desarrollo de este
sermón? Realmente hay tres caminos posibles a seguir:[168]
1. El predicador puede hacer un anuncio previo de todas las divisiones y luego
hacer énfasis de cada una de ellas, según las vaya tocando en el curso del
sermón.
2. Otro plan evitaría todo anuncio previo de las divisiones, pero exigiría que en
el curso del sermón fuesen anunciadas claramente y en forma más paralela
posible.
3. Por fin, sería que el predicador omitiera todo anuncio formal de las
divisiones, dependiendo únicamente de su capacidad como orador para
hacer que sus oyentes percibiesen con claridad la ruta que el pensamiento
del sermón estaba siguiendo.
Las cuatro reglas para las divisiones.
Los consejos dados en toda la discusión anterior podrán ser seguidos
fácilmente si el predicador tiene cuidado siempre de aplicar a su trabajo
homilético las siguientes cuatro reglas:[169]
1. Ninguna división debe ser coextensiva con el asunto.
2. El conjunto de las divisiones debe cubrir todo el terreno de la predicación.
3. Cada división debe de ser distinta de cada otra división.
4. Todas las divisiones deben tener la misma clase de relación con el asunto.
De la misma manera en que estas cuatro reglas tienen que ser aplicadas a la
división del tema, tienen que ser aplicadas también a la subdivisión de las
divisiones principales, y así sucesivamente. La organización del sermón hace
ver al predicador que es muy importante que antes que el auditorio entienda el
mensaje divino, es indispensable que el predicador tenga muy en claro ese
mensaje y pueda tener un orden lógico de lo que está dispuesto a predicar.
SUGERENCIAS PRÁCTICAS PARA LOS PREDICADORES
Los señalamientos anteriores reflejan que la exégesis y la exposición bíblica no
son iguales. La exégesis ha sido definida como “la aplicación crítica o técnica
de los principios hermenéuticos a un texto bíblico en los idiomas originales en
vista a la exposición o declaración de su significado”. Ya que la exégesis lleva a
la exposición, pero no es idéntica a ella, es necesario hacer algunas
sugerencias acerca de cómo hacer la transición de una a otra.
Tanto en el proceso de la exégesis, como en la transición de ese punto a la
predicación del sermón, la guía del Espíritu Santo es indispensable. Esta es la
única manera de concretar la obra de Dios en la vida de las personas mediante
la predicación. El predicador debe de ser un hombre en el cual el Espíritu ha
estado y está obrando antes de que pueda ser un instrumento mediante el cual
el Espíritu obre en la vida de otros mientras predica. Algunas sugerencias a
considerar:
1. El predicador debe repasar los resultados del estudio exegético y
seleccionar partes que representaran de la forma más típica su
interpretación del pasaje. El tiempo no le permitirá incluir todo lo que ha
aprendido.
2. En su infrecuente uso de terminología que podría ser ininteligible para su
audiencia. El expositor no debe temer a la referencia ocasional a las
palabras griegas que yacen tras la traducción al español.
3. Se debe describir de la mejor forma posible los pensamientos del escritor
humano de la Escritura que se refleja en el escrito que realizó. Estos son
elementos clave en una comprensión precisa de la real interpretación.
4. La presentación pública no es el foro apropiado para resolver en detalle
problemas difíciles de interpretación. La conciencia que tiene el expositor de
los problemas debe reflejarse en esta presentación.
5. Una traducción personal cuidadosa del pasaje a predicarse basada a una
exégesis minuciosa es un requisito primordial en la preparación del sermón.
El predicador debe de leer el texto varias veces en el idioma original y
entonces buscar traducciones castellanas para mayor claridad en cuanto a
como se ha expresado.
6. La proposición del sermón y el bosquejo debe de tener una orientación
interpretativa más bien que aplicativa. Es primordial que los oyentes se
lleven un entendimiento del significado del texto.
7. La secuencia dentro de la estructura del sermón debe seguir la del pasaje
bíblico que se está tratando. Algunas veces la naturaleza del pasaje
requerirá un bosquejo homilético que dependa dentro del pasaje.
8. Un expositor debe de esforzarse por no predicar nociones preconcebidas de
lo que un texto pudiera decir. Su confianza sagrada es permitir que el texto
hable por sí mismo y no imponer lo que crea que diga.
9. La elección adecuada de una traducción al castellano en la cual basar el
sermón. Cualquier versión que elija tendrá que ser corregida o aclarada por
el predicador durante el mensaje.
10. La predicación contemporánea se realiza mejor mediante personas que
poseen los dones espirituales de enseñanza y exhortación. Esta combina un
ministerio principalmente para el intelecto humano y de voluntad.
11. El predicador debe de tener una idea general del nivel promedio de
comprensión de la audiencia. Debe de adaptar la mayoría de sus
declaraciones debajo de ese nivel, pero periódicamente debe subir el nivel.
12. Cada mensaje expositivo debe enseñar algo que los asistentes no sabían
antes de escuchar el sermón. Para algunas congregaciones
desacostumbradas a un ministerio expositivo, esto podría ser incomodo al
principio.
13. El predicador debe de cuidarse de no sobre cargar a su congregación. El
cristiano promedio puede digerir sólo una cierta cantidad por sermón,
particularmente cuando se le está enseñando material desconocido.
14. En la predicación expositiva, la enseñanza de lo “desconocido” debe de
mezclarse con lo que los oyentes ya saben o lo que pueden deducir por sí
mismos al leer una traducción al castellano.
15. El expositor debe de evitar el truco del sensacinalismo. La tentación a
orientar el mensaje es hacia la novedad es fuerte. Los siervos de Dios deben
de tener cuidado al exponer el mensaje en la dirección equivocada.
UNIDAD 5

EL PROCESO HOMILÉTICO DEMANDA UNA EXPOSICIÓN


COMUNICATIVA
CAPÍTULO 26
EL ARTE DE HABLAR EN PÚBLICO
“Necesitamos poder no solo en nuestra vida, sino en nuestro ministerio. Como
predicadores, no empezaremos a buscar el poder de Dios hasta que hayamos
comprobado la futilidad de pretender proclamar su Palabra en nuestra debilidad
humana” [170]
Los ilustres hombres de la ciencia que consideran a la evolución no solo
antibíblica, sino también anticientífica, divergen de las apresuradas y heréticas
conclusiones de los teólogos que se han divorciado de la Sagrada Biblia. Estos
son en gran parte los principales responsables del caos natural y espiritual que
reinan en muchas comunidades que se hacen llamar cristianas. Con su
capcioso método para interpretar las Escrituras, estos supuestos “doctores” en
Biblia están diseminando entre el pueblo de Dios el mortífero veneno de su
herejía, como lobos devoradores vestidos de ovejas. [171] Este terrible hecho
debe crear conciencia en el predicador para hablar, y perder todo miedo a la
hora de exponer las verdades bíblicas, hoy más que nuca las personas están
teniendo comezón de oír fabulas siendo desviados del mensaje del Evangelio.
IMPLICACIÓNES DE LA COMUNICACIÓN HOMILÉTICA
La comunicación homilética, como toda comunicación, implica cuatro
elementos:[172]
1. Quien comunica: el agente, la presencia del yo, el predicador.
2. Que comunica: su mensaje, su vivencia, la Palabra de Dios.
3. A quien comunica: el otro, el destinatario, los fieles oyentes.
4. En que se comunica: un idioma común, un sistema de signos lingüísticos
comunes de que echa mano el manifestante para que su expresión sea
captada por los otros.
No puede realizarse la comunicación si no hay uno que exprese algo a alguien
en un sistema común de signos. De aquí la gran necesidad de poder hablar en
público, este es uno de los retos más desafiantes para los jóvenes
predicadores, a tal grado que se convierte en un arte, mismo que es necesario
practicar para poder dominarlo y así convertirse en predicadores que
comunican la verdad divina.
Dianna Booher, plasma en su libro “Cómo hablar en público sin temor” una de
las interrogantes más comunes de los que aspiran a ser predicadores del
Evangelio. ¿Por qué es tan aterrorizante hablar en público? A lo que ella misma
responde sin rodeos. Nos hace falta confianza, esto se ve reflejado en los
siguientes pensamientos:[173]
1. Las personas se preocupan por expresarse con sinceridad en vez de
arrogancia.
2. Se preocupan de que el público les considere creíbles.
3. Se sienten frustrados porque piensan que no se están dando a entender y
no se llega a la idea originar a emitir.
4. Se tiene temor de caer en el ridículo por falta de organización de las ideas
con una expresión débil.
Si no se tiene cuidado, se puede caer en la trampa de imitar lo que se ve y lo
que se escucha de nuestros semejantes igualmente carentes de talento;
resultando en no un mayor éxito o influencia que los que ellos han tenido.
Básicamente hay cuatro etapas para cultivar un talento:[174]
1. Ignorancia: No sabe que no sabe.
2. Conciencia: Sabe que no sabe.
3. Atención: Se esfuerza por saber.
4. Dominio: Sabe, y sabe que sabe.
APARENTES CONTRADICCIONES ENTRE LOS ORADORES
Si bien abundan los artículos y libros publicados sobre el arte de hablar bien,
encontrará que es difícil separar el grano de la paja. Los consejos tradicionales
están por todas partes. Existen algunas contradicciones en aquellos que se
llaman expertos oradores.[175]
1. El contenido es más importante que la manera de expresarse. Versus: La
manera de expresarse es más importante que el contenido.
2. La oratoria es una manera de actuar. Versus: La oratoria es sólo hablar en
voz alta ante el público.
3. Usted le cae bien al público, y éste quiere que salga bien. Versus: Hay que
ganarse al público.
4. Prepárese y practique siempre con un manuscrito completo. Versus: Nunca
escriba un manuscrito completo.
5. La transparencia proyectada es el mejor medio visual. Versus: La
transparencia proyectada es el peor de todos los medios visuales.
6. Anúnciele al público cuando está a punto de concluir. Versus: Nunca anuncie
al público cuando está a punto de concluir.
Las necesidades del público, los tipos de sermones, los ambientes a predicar, y
las capacidades y la experiencia del orador requieren que haya variedad y
flexibilidad en la comunicación. Pero las contradicciones mencionadas no
excluyen los fundamentos básicos en la comunicación. Las técnicas probadas
para organizar y expresar la información a un público, grande o pequeño,
aumentarán considerablemente su efecto.
Sin embargo, la autoridad final y los mejores modelos se encuentran en la
Biblia. Jesús fue el maestro y orador magistral. Habló a públicos grandes en
sinagogas, en las laderas de los montes, junto al mar y en las calles reducidas
de Palestina. Habló a grupos pequeños de fariseos que se entretenían
debatiendo con Él, de discípulos que querían aprender de Él, y de amigos como
María, Marta y Lázaro que conversaban con Él acerca de sus necesidades
diarias. También pasó tiempo con la mujer samaritana junto al pozo y con el
joven rico que acudió a Él.
¿Con qué técnicas y rasgos de su personalidad logró semejante efecto?
Estaba preparado, y habló con autoridad y control. En realidad, Mateo observa,
después del sermón del monte, que “la gente se admiraba de su doctrina;
porque les enseñaba como quien tiene autoridad, y no como los escribas”. [176]
Pero, por otro lado, fue paciente con los lentos para aprender. Empleó el buen
humor y el enojo para darse a entender. Su lenguaje sencillo maravillo hasta a
los más educados. Fue accesible cuando quienes lo rodeaban tenían preguntas
específicas acerca de sus principios. Sincero y veraz, Él aplicó sus mensajes,
desde pagar los impuestos hasta servir a los invitados.
Había variedad en sus técnicas: parábolas lecciones objetivas, ilustraciones,
analogías, paradojas, silencios, buen humor, modelos para imitar, preguntas y
discursos. Usó una moneda como lección objetiva sobre los impuestos. Ilustró
el corazón de siervo lavando los pies de sus discípulos. Usó un poderoso
silencio ante los acusadores de la mujer adúltera para convencerlos de su
hipocresía. Usó magnificas técnicas de preguntas para comunicar su mensaje
acerca del agua de vida.
Sus discípulos también comenzaron a maravillar a quienes los rodearon al
mostrar capacidades para hablar aprendidas del Maestro. “Entonces viendo el
denuedo de Pedro y de Juan, y sabiendo que eran hombres sin letras y del
vulgo, se maravillaban; y les reconocían que habían estado con Jesús” (Hechos
4:13). No dejaron que su falta de educación profunda en las Escrituras los
detuviera de ser oradores eficientes; tampoco dejaron que eso se convirtiera en
una excusa para no mejorar sus talentos. El apóstol Pablo escribió: “Pues,
aunque sea tosco en la palabra, no lo soy en el conocimiento”. [177]
Hay que tener presente que los discípulos con frecuencia tuvieron tiempos de
prueba con sus oyentes. Hablaron a oidores neutrales, en grupos grandes como
el de los atenienses en el Areópago y las multitudes en Pentecostés.
Consolaban a sus amigos en pequeños grupos como en la vigilia de toda la
noche para la liberación de Pedro de la prisión. Debatieron asuntos en el
concilio de Jerusalén y en la casa de Cornelio. Muchedumbres hostiles
formaron parte de su programa de cuando en cuando; autoridades airadas,
apedreadas y juicios. Y nunca desperdiciaron la oportunidad de hablar
personalmente con ellos, para el carcelero de Filipos y el eunuco etíope su
mensaje fue persuasivo. En todos esos ejemplos el mensaje del Evangelio fue
proclamado por discípulos que siguieron la metodología del Maestro en
palabras de acción.
Con todo ese énfasis bíblico, de ejemplo y principio, con seguridad estaremos
de acuerdo en que la Palabra hablada tiene poder. Ese poder puede
transformar nuestra vida y la de nuestros oyentes, para el día de hoy y para la
eternidad. Las técnicas son suyas para que las practique. Su eficiencia
aumentará con la disposición a invertir tiempo y el esfuerzo para llegar a ser un
orador sin temor, recordando que lo que tenían en común los discípulos de
Cristo era la manifestación activa del Espíritu Santo en sus vidas, mismo que
hasta el día de hoy el Padre no se lo niega a quien con humildad se lo pide.
BENEFICIOS DE COMUNICARSE CORRECTAMENTE
Algunos de los beneficios de hablar bien, que se pueden extraer de los antes
mencionado son:[178]
1. Le ayuda a dar a conocer su fe e influir en los demás.
2. Clarificar sus ideas tanto para usted como para otros.
3. Fortalece las relaciones.
4. Establece su reputación como persona que pasa tiempo con Dios.
5. Realza su talento de líder.
6. Le concede respeto, visibilidad y reconocimiento de sus valores.
7. Le concede persuadir a las personas a recibir el Evangelio.
La oratoria no es un talento natural, es necesario ser cultivada por el máximo
ejemplo, El Señor Jesús, hablar bien es importante y eficaz para nuestra causa:
predicar el Evangelio de una manera efectiva.
FIJACIÓN DEL APRENDIZAJE
Responda las siguientes preguntas de manera personal:
1. ¿Qué es lo que más le atemoriza de hablar en público?
2. Escriba algunas de las técnicas que Jesús usaba para comunicarse con las
personas:
3. ¿Por qué cree que los discípulos pudieron impactar al mundo con su
predicación?
4. ¿Qué cree usted que es lo que le falta para poder comunicarse de una
manera más efectiva con lo hizo Jesús y sus discípulos?
5. ¿Por qué cree que el Espíritu Santo fue indispensable en la labor
comunicativa del Evangelio por parte de los discípulos de Cristo?
6. ¿De qué manera cree que el Espíritu Santo puede ayudarle en la
comunicación pública?
CAPÍTULO 27
LA PRESENTACIÓN PERSUASIVA
“El sermón que llega a la actualidad es aquel cuyo mensaje habla a
la vida del oyente. Cuanto más nos acercamos al oyente, más
condiciones tenemos de aproximarlo al mensaje” [179]
El propósito total de la predicación es el de persuadir. Así que todo lo que se ha
dicho hasta este punto tiene que ver con la persuasión. La idoneidad del
predicador, la determinación del propósito específico del sermón, el encuentro
del mensaje bíblico apropiado, la formulación de un buen arreglo, y el
descubrimiento y la selección de los materiales de elaboración más adecuados,
todo tiene una sola finalidad, a saber: la de influir sobre la voluntad de los
oyentes para que éstos actúen de acuerdo con la voluntad de Dios.
EL PREDICADOR DEBE CULTIVAR BUENOS HÁBITOS COMO ORADOR
En el presente capitulo queremos dar algunas consideraciones a los principales
factores que influyen en la comunicación persuasiva del sermón eficaz. Este
factor a saber es: el cultivo por el predicador de buenos hábitos como orador.
[180]

El primer buen hábito que el predicador necesita cultivar es el de hacer la


debida preparación para cada ocasión en que tenga que presentar el mensaje
de Dios. Esta preparación abarca tres aspectos importantes que son: el aspecto
físico, el aspecto emocional y el aspecto homilético.
1. Al hablar del aspecto físico de la preparación, estamos teniendo en cuenta
realmente dos cosas: su salud y su presentación.
“No es necesario que el predicador se distinga como atleta, ni
que sea figura prominente de los juegos deportivos. Pero si es
conveniente que haga ejercicio sistemáticamente, que tonifiquen su
sistema y que le conserven la salud, que tan necesaria es para su
ocupación principal”
Alejandro Treviño
A demás de la salud, el predicador debe cuidar de su preparación personal. Así
que el predicador tendrá cuidado en subir al púlpito con su traje limpio y bien
planchado, sus zapatos lustrosos, su corbata bien arreglada. Estará bien
peinado y recién afeitado recordando que “una cara con barba crecida por
descuido y una cabeza despeinada indican incuria, descortesía y falta de
respeto a la congregación”.
2. De aún mayor importancia es el aspecto emocional de su preparación. Para
que el predicador pueda sentir la viva realidad de su mensaje, es necesario
que tenga la debida actitud para con su congregación y consigo mismo, esta
debe de ser una actitud de respeto, de comprensión y de genuino amor.
3. El último aspecto de la preparación del predicador es el homilético. Ningún
hombre está realmente listo para subir al púlpito si no puede decir en
relación con cada uno de los pasas de la estructura del sermón, “consumado
es”.
El segundo hábito que el predicador necesita cultivar es el de predicar sin
depender de un manuscrito o aun de notas extensas.
1. En primer lugar, obliga al predicador a hacer una preparación homilética
cabal de cada sermón. Para predicar sin depender de un manuscrito o aun
de notas extensas, es indispensable haber dado cada uno de los pasos de la
estructura del sermón.
2. En segundo lugar, este método deja lugar para la constante dirección del
Espíritu Santo a través de toda la predicación del sermón.
3. Una tercera ventaja de este método de presentación consiste en que
contribuye poderosamente al desarrollo de las facultades del predicador. Le
obliga a pensar mientras habla.
4. Por otra parte, este método hace posible un constante intercambio de ideas
y de sentimientos entre el predicador y su congregación. Para efectos de la
persuasión esto es imprescindible.
5. Por último, este método es el que más agrada a las personas que componen
nuestras congregaciones.
El tercer buen hábito que el predicador necesita cultivar es el de hacer buen uso
de su voz. La voz constituye nuestro principal vehículo para la comunicación
persuasiva de ideas y sentimientos.
1. Para cultivar una buena voz, necesitamos saber, en primer lugar, cuáles son
las cualidades esenciales que ésta debe tener. Son cuatro, a saber: fuerza,
pureza de tono, claridad y buena expresión, o sea naturalidad.
2. El cultivo de una buena voz exige, en segundo lugar, un conocimiento
práctico del proceso algo complejo de la producción de la voz, consta en
cinco movimientos distintos: la respiración, la fonación, la amplificación, la
articulación y la integración.
3. Como una consideración especial, el predicador debe de tener muy en
cuenta la necesidad de adaptar su manera de hablar a las demandas de la
acústica de un salón. Algunas consideraciones: No hable muy aprisa, divida
sus oraciones en frases más breves que de costumbre, haga pausas
frecuentes y pronuncie las palabras con especial cuidado.
FIJACIÓN DE APRENDIZAJE
Conteste las preguntas según la información analizada.
1. Define la palabra persuasion:
2. ¿Cuáles son los tres hábitos que el predicador necesita cultivar como
orador?
3. ¿Qué desventajas traería predicar bajo un manuscrito o notas extensas?
CAPÍTULO 28
LA ENTREGA DEL SERMÓN AL AUDITORIO
“Al discurso religioso le hemos llamado sermón, pero la verdad es
que el concepto que en otro tiempo fue válido y apreciado, hoy se
identifica con un tema exclusivamente religioso, especialmente
litúrgico y con escaso atractivo. Una sociedad de tradición cristiana no
diferencia un sermón de otro, pero la verdad es que no tenemos un
nombre para calificarlo, en lo posible hemos de huir del concepto”.
[181]

EL MODO DE ACCIONAR DEL PREDICADOR


Generalmente el modo de accionar en el púlpito es cosa de que el mismo
predicador no se da cuenta, ni pone en ello atención, a no ser que hasta los
ademanes lo tenga estudiados, lo que sería ridículo. El auditorio es quien
observa cuidadosamente cada movimiento y acción del predicador. Tenga esto
en cuenta quien habla en público, pues en buena parte el éxito de su sermón
dependerá de su modo de accionar. En relación con esto debe denotarse lo
siguiente:
La postura.
1. La posición del predicador ene el púlpito ha de ser del todo correcta. De
frente al auditorio, con la cabeza erguida y el pecho levantado sin
exageración. Dos ventajas lograran con esto: dominar completamente al
auditorio y hablar con facilidad.
2. Su vista ha de estar fija en el auditorio. Los ojos dan expresión al rostro y
ejercen cierto poder en los oyentes. Los predicadores de mirada vaga e
indiferente, difícilmente logran interesar al auditorio, es necesario mirar de
frente al auditorio como cuando se da una noticia sensacional o interesante.
3. Cuide el predicador de que sus pies estén en posición natural. Como en la
actualidad se predica de pie según la cultura moderna. Evítese la costumbre
de pararse sobre la punta de estos y la de subir y bajar los talones. Las
piernas deben de estar juntas o casi juntas, sin arco ni semidobladas.
4. El lugar correcto para las manos. Es como cuando nos vamos a retratar, no
hallamos lugar propio para las manos. No sabiendo que hacer con ellas,
jóvenes predicadores meten sus manos a los bolsillos y así intentan predicar.
Pero esto es muy impropio, como lo es también jugando con los botones.
Los ademanes.
1. En ningún caso deben de ser exagerados. Son disculpables éstos sólo
cuando el predicador esté apasionado o sean en el enteramente naturales.
Evítese hasta donde sea posible, hacerlos con los dos brazos al mismo
tiempo. Es mejor hacer la mayoría de los ademanes de la mitad de la cintura
hacia arriba.
2. Deben de ser correspondientes. Esto es, que tengan relación directa con la
relación que se desea expresar. No se señale el sur por el norte, ni la
derecha por la izquierda.
3. Los ademanes deben de ser oportunos. Deben de realizarse en el momento
oportuno en sincronía con la comunicación verbal.
La gesticulación.
1. La expresión del rostro del predicador. Es cuidadosamente observada por el
auditorio. Por esto debe de ser natural. Pues cualquiera simulación es
fácilmente descubierta.
2. La expresión en los ojos. No debe de predicarse con los ojos cerrados o
entrecerrados, ni hacer guiños. Como se ha expresado los ojos más que
ninguna otra cosa dan expresión al rostro y debe de fijarse de modo natural
en la congregación.
La mejor regla es: ser naturales la postura, los ademanes y la gesticulación.
Nada igual a la naturalidad de la acción. Todo artificio o afectación en el púlpito
son inadecuados y están fuera de lugar. El predicador más atractivo, es el que
expone su mensaje de la manera más sencilla y natural. [182]
LA ACTITUD Y EL GESTO DEL PREDICADOR
Un gesto ridículo suele producirse por las siguientes causas:
1. El temor. El predicador se siente objeto de todas las miradas y busca alivio
en alguna acción, llevado por su nerviosismo.
2. La dificultad para encontrar la palabra adecuada. Algunos practican la
costumbre de rascarse la cabeza, reflejando una inseguridad en las
palabras.
3. El simple hábito. Sin razón determinante alguna, es muchas veces suficiente
para crear y perpetuar un gesto ridículo en ciertos predicadores.
Gestos y actitudes impropias.
1. Balancear el cuerpo de un lado a otro del púlpito en un movimiento.
2. Manías con los dedos y la Biblia.
3. Golpear la Biblia o el púlpito en cada pensamiento pronunciado con énfasis.
4. Colocar ambas manos en la cintura.
5. Recargarse en el púlpito.
La elocuencia en la homilética.
1. En la expresión. Sólo cuando decimos una verdad de la que estamos
convencidos hay vehemencia en nuestras palabras, cuando no es así, sólo
se grita. “Cuanta dulzura es necesaria para decir: ¡Ni yo te condeno, ve en
paz…! Las cosas sublimes – y el evangelio lo es- suenan mejor al alma en
un tono suave”. Al predicador no debe de quedarle ningún ángulo muerto,
debe dominar con la mirada todo lo que está delante de él, debe de pasear
la mirada por la congregación y no mirar fijo a un lugar determinado, Pascual
dijo: “Los ojos son las ventanas del alma”.
2. En la gesticulación. El gesto es el compañero inseparable de las palabras, la
expresión, los brazos y las manos no son mudos: son la sombra de las
palabras. Un gesto tiene la obligación de interpretar la palabra, no puede ser
contraria a ella, “todo depende en la manera que se habla, y no en las
palabras que se dicen”. El gesto es una de las herramientas que más ayuda
en la comunicación, sin gesticulación la comunicación es incompleta.
3. En la proxemia. Es la ciencia que estudia las relaciones que se establecen
entre las personas con arreglos a la posición que ocupan en el espacio, con
el fin de averiguar por qué ciertas posiciones son perjudiciales para la
comunicación y otras no.
4. En la pasión. Dicen que el político Pi y Margall escribía discursos brillantes
en cuanto a la lógica, razonamiento y composición, pero decían que
escucharlos “era más cansado que correr en la playa”, le faltaba
vehemencia, dar como mínimo la sensación de vida, de convicción.
5. En la claridad. Es un error común que el predicador escoja palabras de difícil
pronunciación. Todo cuanto diga debe decirlo con la fuerza de quien conoce
bien el tema, las palabras que no son útiles deben rechazarse, solo son
burbujas de jabón.
6. En la emotividad. La emoción es recíproca, en la medida de un predicador
esté conmovido, por simpatía inflama el corazón de sus oyentes, ¿Cuál es el
detonante que hace que una congregación se conmueva? El tema en labios
del predicador: el predicador no puede estar aparte: o está con “ellos” o
contra ellos.

CLAVES PARA EMPODERAR LA COMUNICACIÓN DE LA PREDICACIÓN[183]

1. Inspiración, para comunicar con ingenio. “Si la inspiración no viene a mí


salgo a su encuentro, a la mitad del camino”, dijo Sigmund Freud (1856-
1939). Es la ilustración o el movimiento sobrenatural que Dios comunica a la
criatura, el efecto de sentir el escritor, el orador o el artista, el singular y
eficaz estímulo que le hace producir espontáneamente y como sin esfuerzo.
2. Influencia, para dejar huella. La capacidad para influenciar a otros es una de
las habilidades más contundentes de un buen líder. Y el medio primordial
para influir es la comunicación, es decir que de su nivel de comunicación
depende su influencia, y de su nivel de influencia, su liderazgo.
3. Innovación, para competir y crecer. La innovación por sí misma, no puede
transmitirse. Necesita aliarse con una comunicación asertiva que impresione
a los diferentes públicos, a partir de ideas ingeniosas y de alto impacto.
Porque nada consigo con generar las mejores ideas, si no logro transmitirlas
de manera persuasiva para que sean implementadas.
4. Autenticidad, para distinguirse. La autenticidad es la forma de expresión y
comunicación que muestra los rasgos diferenciadores de la persona, tal
como es en sí misma. Sin imitaciones. La autenticidad de una persona al
expresarse al público se mide en su capacidad de valorar su sentido de
identidad.
5. Pasión, para impactar. Todo lo que tiene que ver con la pasión se vuelve una
especie de marca de la comunicación. El comunicador apasionado vive,
siente su mensaje, en forma intensa. Por eso permite que todos lo que lo
escuchan participen de esa pasión que transmite en sus ideas.
6. Cercanía, un mensaje amigable. Un mensaje cercano y amigable puede
llegar a niveles muchos más altos de efectividad que uno distante, rígido,
frio, hostil y distante. La cercanía del mensaje implica conexión con la
mirada, la sonrisa el saludo amable, con todos los sentidos.
CAPÍTULO 29
LA PREDICACIÓN EN DIFERENTES CÍRCULOS
Hay muy diversas formas de tratar un texto o pasajes bíblicos como hemos
visto, y cada predicador suele aplicar a su estudio y desarrollo su estilo
personal. Al decir estilo, no nos referimos aquí al estilo oratorio propiamente
dicho, o sea: las frases y figuras retóricas peculiares de cada uno, sino a la
forma de tratar el texto o el pasaje al componer el sermón.

LOS DIFERENTES ESTILOS EN LA FORMA DE PREDICAR


Estilo narrativo.
Es decir, sabe narrar historias y hacer vivir ante las mentes de sus oyentes las
ideas que existen en su cerebro. Son poetas y artistas por naturaleza.
Regularmente los poetas en el púlpito lo son también en el estudio y a ellos
debemos muchas de las buenas poesías evangélicas.
Sin embargo, un buen predicador, y sobre todo los que son poetas deben
procurar no dejarse llevar demasiado lejos por este estilo, de modo que
pintando y floreando el sermón se olviden de que el objeto esencial del mismo,
es enseñar, convencer y edificar. Deben también velar para que sus figuras
retóricas no sean tan exageradas que se hallen fuera del alcance de la mente y
conocimiento de sus oyentes y éstos salgan sin saber lo que ha dicho el
predicador.
Estilo considerativo.
Saben ver inmediatamente los diversos aspectos de una verdad, las
aplicaciones que pueden sacarse de una palabra o frase de la Sagrada
Escritura, de modo que las divisiones y subdivisiones de un texto salen
fácilmente de su mente y de su pluma.
Es ésta también una facultad preciosa en el predicador. La facultad
considerativa sabe cavar hondo en el texto o pasaje leído como tema, y
desentraña sus tesoros con facilidad. Lo observa todo, lo ve todo, en forma de
una palabra, el orden con que viene detrás de otra, cualquier detalle, cualquier
matriz del texto le ofrece material para un sermón.
El conocimiento de las lenguas originales hebreo y griego, favorece la facultad
considerativa en el predicador. El estilo considerativo es el más propio para la
edificación de los creyentes. Pero el uso constante de este estilo, en toda clase
de sermón y en todo período de cada sermón, es un defecto en un buen
predicador
Estilo argumentativo.
Algunos predicadores son especialistas en este estilo, tienen en cuenta la
mente de sus oyentes al formular su mensaje. Saben que la apelación última ha
de ser al corazón, “ningún pecador se convierte por la cabeza, sino por el
corazón” como se ha dicho con verdad, pero la mente puede ofrecer obstáculos
al corazón que debieran ser removidos, para que éste no halle excusas al
recibir el llamamiento final.
El estilo argumentativo es el más propio para reuniones de evangelización en el
presente siglo escéptico. Este estilo no significa siempre la presentación de
pruebas o evidencias de la religión cristiana, aunque estas tienen una parte muy
notable en tal clase de estilo, este se halla también en la predicación a los
creyentes, cada vez que apelamos a un argumento lógico, a un motivo por el
cual debiera hacerse tal o cual cosa.
LA PREDICACIÓN EN LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN
En un público fiel a la costumbre que ha adquirido en el mismo lote que la fe. Su
fidelidad a Dios está íntimamente ligada a un “apellido” (el de su denominación),
que curiosamente desconoce en su esencia, más bien reposa en la forma de
ser de sus líderes religiosos.
Debemos de hacer énfasis en otra clase de predicación, en una predicación que
no va dirigida a personas convencionales, las personas a las que hay que
despertar el Evangelio y a las que éste, ha de llegarles principalmente por los
medios de comunicación modernos. Estas personas son diferentes al pueblo
evangélico, apenas lo conocen. Si algo saben de cómo es una Iglesia
evangélica por dentro, es a través de las películas y de las series televisivas.
Una predicación a un público pasivo.
Dado por sentado que el ser humano de nuestro tiempo vive en coordenadas
distintas a las nuestras, la evangelización que es nuestra prioridad constante
exige replantarse el discurso religioso. Hay por lo tanto dos discursos: Uno
invariante, tradicional que requiere sólo unos retoques y otro completamente
nuevo que pide nuestra máxima atención, estudio y dedicación.
De los que salimos de Egipto y hemos hecho la travesía del desierto quedamos
pocos, pero somos los que estamos; un pueblo que tiene más pasado glorioso
que presente, por ello nos encanta recrearnos en nuestros viejos himnos y
podemos prescindir del reloj en múltiples ocasiones. Pero ahora el mundo es
inmenso y pequeño al mismo tiempo. Los satélites de comunicación mantienen
despiertos a sus adeptos las 24 horas del día y la variedad de la oferta es tan
enorme y tan selectiva que no tiene ni que levantarse de su asiento para variar
de menú.
Frente a frente con el hombre invisible.
Hay que tener en cuenta que nuestra congregación a través de cualquier medio
de difusión (Especialmente radio y televisión) es invisible solo nos ven y nos
oyen; nosotros ni les vemos ni los oímos, su presencia incluso es hipotética,
puede darse el caso de que estamos hablando solos. Pero en nuestro caso es
que conocemos al hombre invisible (o deberíamos conocerlo); conocemos sus
problemas y sus agonías morales (miles de encuestas con fines comerciales o
políticos se hacen diariamente mostrándonos sus vacíos, y mientras tanto
nosotros nos empeñamos en hablar un leguaje “cristiano”).
Nosotros tenemos suficiente información sobre lo que preocupa al ser humano
hoy, pero nos empeñamos en darles aspirinas para curar su cáncer. Ese ser al
que nos dirigimos a través de los medios de la comunicación está esperando
una clase de mensaje, que sea aplicable a su actualidad, que pueda ser
catalogado como “noticia” porque ya no le interesa la historia.
El hombre invisible quiere saber si nos hemos percatado de que el existe, si nos
hemos dado cuenta de que esta tirado al borde del camino y nadie atiende su
dolor, que está ahí, que sufre; quiere saber si hemos oído su lamento, que
intenta disfrazar con su risa, su indiferencia o ironía.
LA PREDICACIÓN A TRAVES DE LAS REDES SOCIALES
La predicación para muchos se ha convertido en algo superficial, el Licenciado
Salomón Tuyub dijo: Son muchos los principios bíblicos que atropellan por las
medias verdades que toman de la web, que bien se ha convertido en sus
pastores virtuales. No existe nada de malo en todas las herramientas que se
pueden encontrar en el internet, hay que tener discernimiento y sumo cuidado,
sin embargo, cuando ellas reemplazan la función de la Iglesia local, entonces se
pierde el objetivo de esta herramienta.[184]
Las palabras de Tuyub. Cobran mucho sentido en la actualidad, es una realidad
innegable que las redes sociales se han convertido en el plato fuerte de la
comunicación, quien no las use seguramente estará destituido de toda
actualidad posible. Ni la radio, ni la televisión, ni los periódicos pueden hacerle
frente a rating que las redes sociales tienen. Por este motivo, este libro
homilético se ve motivado a presentar algunos principios para que los jóvenes
predicadores, aprendan a predicar por este medio masivo.
Recuerdo que el sueño de muchos predicadores, cuando estudié en el Instituto
Bíblico, era el de predicar en la campaña realizada a fin de año, la directora era
quien elegía al predicador de entre todos los alumnos. El deseo era predicar
enfrente de mucha gente, eso motivaba a muchos, pero en la actualidad si se
quiere predicar a un auditorio mayor, esto es posible a través de las redes
sociales, existen millones de jóvenes y adultos haciendo uso de las diversas
plataformas en redes sociales.
A continuación, algunos principios fundamentales que tiene que tener en mente
quien desee predicar a este singular auditorio.
Principios funcionales para predicar a través de las redes sociales.
1. Sea breve. El tiempo en redes sociales es de mucho valor, lo que algo se
hace viral en un día, a siguiente día ya es obsoleto, de igual manera debe de
ser la predicación por este medio. Normalmente una predicación tiene por
duración de 30 a 40 minutos (dependiendo la cultura de cada iglesia), pero
esa cantidad de tiempo para los usuarios de redes sociales es demasiado, si
queremos que escuchen toda la predicación, es necesario ser lo más breves
posibles, quizá el sermón no debe durar más de 5 minutos.
2. Sea convincente. Una manera muy común de predicar en las iglesias es
usando bosquejo o leer prácticamente todo lo que se ha escrito, pero, el
auditorio al cual nosotros nos dirigimos necesita siempre el enfoque de la
mirada, si nos ponemos a leer seguramente perderá el interés de dicha
predicación. Para ser convincentes es necesario haber memorizado el
contenido del mensaje, aunque nosotros no los vemos el mantener la mirada
en la cámara que grava es fundamental para obtener la atención del
auditorio.
3. Sea relevante. La relevancia tiene que ver con la actualidad, el predicador se
debe de esforzar en preparar un mensaje que venga a satisfacer las
necesidades de los usuarios de redes sociales. La mayor parte de los que
usan estas plataformas, son personas que tienen problemas de autoestima,
inseguridad y deficiencia de crear lazos comunicativos con personas. Por
ello, este auditorio necesita un mensaje de aliento y confrontación. El
predicador debe buscar llenar el vacío del oyente con el amor de Dios.
4. Sea empático. Aquí esta una de las cualidades que marcará la diferencia, las
personas no desean alguien que los regañe, que los insulte, que los lastime.
Necesitan alguien que los entienda y que comprenda su situación. El
predicador empático podrá usar vivencias y temores que a él mismo le
doblegaron que al rendir su vida a Cristo, todo pudo ser superado. Hacer
esto creará en el auditorio un mensaje empático, del cual nadie puede ser
excluido.
5. Sea bíblico. No se necesita leer la Biblia para tener un mensaje bíblico, es
decir, el aprender textos de memoria ayudará a la economía del tiempo, pero
a su vez, se debe entender que el mensaje a predicar, debe ser de contenido
netamente bíblico. Pues solo el mensaje de la Biblia puede transformar a las
personas.
6. Sea práctico. Algo muy equivocado puede ser el profundizar en temas
teológicos, el principio de la practicidad tiene que ver con las cosas simples
que están a la mano, esto sería el predicar mensajes que los oyentes
puedan poner en práctica de inmediato, no el escrutinio exegético y profundo
de la Biblia.
7. Sea ilustrativo. Las ilustraciones vienen a ser poderosamente efectivas para
este auditorio, ya que ellos se relacionan mejor con lo que ven que con lo
que escuchan. El predicador debe hacer uso de la imaginación para
presentar un mensaje ilustrado.
Estos principios seguramente ayudarán al predicador a tener una guía de los
que se debe de hacer a la hora de predicar a través de los medios sociales. Es
indispensable hacerle ver al predicador que este medio de ninguna manera va a
sustituir la predicación en la iglesia, sino más bien esto viene a complementar a
la misma.

EJERCICIO SOCIAL
Siguiendo los principios establecidos para predicar a través de las redes
sociales, elabore un video donde usted está predicando y publíquelo a través de
Facebook. Esto le ayudará al alumno a practicar la predicación a través de los
diferentes medios sociales.
APÉNDICE 1
PROTOTIPO DE FORMATO PARA SERMÓN DE
GRADUACIÓN DELINSTITUTO BÍBLICO

INSTITUTO BÍBLICO MAGDIEL


SERMÓN DE GRADUACION

Titulado
El camino hacia la meta

Por
Nombre del Alumno
Ciudad, Estado.
En cumplimiento parcial para
acreditar la materia
Homilética
Asesora
L.S.T. Dianna Shadaí Jaramillo Reyes
Titular de la materia
L.T.B. Ures Machado Treviño
Cd. Matamoros, Tamps. 20 de mayo de 2018
CONTENIDO
HOJA DE LIBERACIÓN
FORMATO PARA EVALUACIÓN DEL SERMÓN
DEDICATORIA
ESTRUCTURA DE SERMÓN
Tipo de sermón
Propósito general
Propósito específico
Base bíblica
Título
Tema
Interrogante sermonaria
Introducción
Proposición
Oración de transición
Palabra clave
Contenido
Conclusión
Aplicación
Invitación
BIBLIOGRAFÍA
HOJA DE LIBERACION
Como maestro titular de la materia de Homilética, me
complazco en indicar que el alumno ___________________ ha
cumplido con los requisitos y normas establecidos en la
parcelación de la materia en tiempo y forma.
Por ende, doy fe y legalidad que este sermón de graduación ha
llenado las expectativas concernientes al plan básico
establecido por nuestra honorable institución.
____________________________
Firma del alumno
____________________________
Pbro. Eleazar Padilla (Evaluador)
____________________________
L.T.B. Ures Machado (Titular)
____________________________
L.S.T. Dianna Jaramillo (Asesora)
___________________________
Pbro. Arnoldo Pérez (Director)
FORMATO PARA EVALUACION DEL SERMON
Instituto Bíblico Magdiel Evaluador: Pbro. Eleazar Padilla.
Alumno: ________________. Templo: Ríos de Agua Viva.
Fecha: 20/Mayo/2018 Ciudad: Reynosa, Tamaulipas.

Aspecto Calificación
PRESENTACIÓN
Saludó a la congregación 10 9 8 7 6 5
Vestido correctamente 10 9 8 7 6 5
Causo buena impresión 10 9 8 7 6 5
INTRODUCCIÓN
Consiguió atención 10 9 8 7 6 5
Es adecuada al tema 10 9 8 7 6 5
La oración de transición 10 9 8 7 6 5
Duración de toda la introducción 10 9 8 7 6 5
DESARROLLO DEL MENSAJE
Divisiones principales armonizadas 10 9 8 7 6 5
Claridad de pensamiento 10 9 8 7 6 5
Contenido práctico 10 9 8 7 6 5
Movimiento progresivo 10 9 8 7 6 5
Contenido bíblico 10 9 8 7 6 5
Enfoque al propósito específico 10 9 8 7 6 5
Duración de la presentación del cuerpo 10 9 8 7 6 5
CONCLUSIÓN
Aclaró qué acción tomar 10 9 8 7 6 5
Persuasión 10 9 8 7 6 5
Dio oportunidad para decisiones personales 10 9 8 7 6 5
Marcó una doble vertiente 10 9 8 7 6 5
Duración de la conclusión 10 9 8 7 6 5
ENTREGA DEL SERMÓN
Modulación de la voz 10 9 8 7 6 5
Vista a la congregación 10 9 8 7 6 5
Narración (sin vicios) 10 9 8 7 6 5
Inspiración (estado de ánimo) 10 9 8 7 6 5
Gestos y movimientos 10 9 8 7 6 5
Observaciones para el alumno:
DEDICATORIA
La felicidad que brota dentro de mi corazón es mayúscula, ya que se me ha
permitido concluir con mi sermón de graduación; existen personas a las cuales
me debo respecto en mis estudios bíblicos.
Agradezco infinitamente a nuestro Señor Jesucristo quien ha puesto de su
sabiduría y de su gracia en mi vida. Sin él todo es en vano, pero reconozco que
su mano ha estado sobre mí guiándome en la realización de este proyecto.
Mis respetos y admiración a mi familia, en ellos he encontrado el calor, amor y
fuerza para continuar día a día en mi preparación ministerial, son el estandarte
que Dios puso en mí, para impulsarme a cumplir los propósitos para los cuales
el Eterno me ha diseñado.
Por otra parte, mis más sinceras gracias a cada uno de los profesores de
nuestra humilde institución que con su gran ímpetu me enseñaron y desafiaron
a seguir creciendo y aprendiendo del acerca de la Biblia, del ministerio y del
hecho de mantener una plena relación con Dios.
No podría terminar esta dedicación sin reconocer a aquellos que diariamente
interceden por mí y se ocupan de enseñarme con devoción el hacer la voluntad
de Dios. Gracias a mis pastores en quien yo he encontrado una sincera amistad
y experimentado un amor fraternal, el cual me es dado sin condición ni
restricción.
ESTRUCTURA DEL SERMON
Tipo de sermón
Este sermón se basa en una estructura expositiva, ya que las divisiones
principales son extraídas del texto seleccionado y se trata de exponer la
finalidad con la cual el apóstol Pablo escribió a la iglesia que estaba en Filipos.
Propósito general
El propósito general del sermón es doble, este está perfilado bajo las bases de
alentar a los oyentes a seguir adelante a pesar de las adversidades; además
tiene una finalidad ética, ya que se recalcan los valores que debe profesar el
creyente en su diario caminar.
Propósito específico
La razón específica de ser de este mensaje descansa en el hecho de que cada
creyente de la iglesia el Divino Salvador puedan ser fortalecidos en las palabras
del apóstol Pablo, que a pesar de los diferentes problemas que asechan sus
vidas puedan proseguir a cumplir el propósito por el cual Dios los ha llamado;
además se les trata de motivar a normar su conducta y forma de ser mientras
se dirigen a la meta: ese hermoso encuentro con nuestro Dios.
Base bíblica
1
Por lo demás, hermanos, gozaos en el Señor. A mí no me es molesto el
escribiros las mismas cosas, y para vosotros es seguro.
2
Guardaos de los perros, guardaos de los malos obreros, guardaos de los
mutiladores del cuerpo.
3
Porque nosotros somos la circuncisión, los que en espíritu servimos a Dios y
nos gloriamos en Cristo Jesús, no teniendo confianza en la carne.
4
Aunque yo tengo también de qué confiar en la carne. Si alguno piensa que
tiene de qué confiar en la carne, yo más:
5
circuncidado al octavo día, del linaje de Israel, de la tribu de Benjamín, hebreo
de hebreos; en cuanto a la ley, fariseo;
6
en cuanto a celo, perseguidor de la iglesia; en cuanto a la justicia que es en la
ley, irreprensible.
7
Pero cuantas cosas eran para mí ganancia, las he estimado como pérdida por
amor de Cristo.
8
Y ciertamente, aun estimo todas las cosas como pérdida por la excelencia del
conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor, por amor del cual lo he perdido todo, y
lo tengo por basura, para ganar a Cristo,
9
y ser hallado en él, no teniendo mi propia justicia, que es por la ley, sino la que
es por la fe de Cristo, la justicia que es de Dios por la fe;
10
a fin de conocerle, y el poder de su resurrección, y la participación de sus
padecimientos, llegando a ser semejante a él en su muerte,
11
si en alguna manera llegase a la resurrección de entre los muertos.
12
No que lo haya alcanzado ya, ni que ya sea perfecto; sino que prosigo, por
ver si logro asir aquello para lo cual fui también asido por Cristo Jesús.
13
Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago:
olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está
delante,
14
prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo
Jesús.
15
Así que, todos los que somos perfectos, esto mismo sintamos; y si otra cosa
sentís, esto también os lo revelará Dios.
16
Pero en aquello a que hemos llegado, sigamos una misma regla, sintamos
una misma cosa.
Filipenses 3:1-16 RVR 1960
Título
El camino hacia la meta.
Tema
Las experiencias que conlleva el vivir satisfactoriamente la vida cristiana.
Interrogante sermonaria
La pregunta que desea responder este sermón es la siguiente: ¿Cuáles son las
experiencias distintivas que marcan la vida del creyente a tal grado que le
hacen vivir satisfactoriamente la vida en Cristo?
Introducción
Todas las personas en algún momento de su vida se han propuesto a cumplir
metas. Estas metas son diferentes en cada persona, y en cada etapa de la vida
se ven seriamente modificadas. Cuando algunos eran niños su meta principal
era terminar la tarea, terminar algún juego de video, terminar la primaria.
Cuando el niño se convirtió en joven, sus metas estaban dirigidas hacia el amor
por alguna bella pareja, algún buen trabajo y quizá obtener un buen automóvil
deportivo. Cuando el joven llegó a la madures y contrajo matrimonio, sus
convicciones y prioridades cambiaron, su meta se convirtió en obtener una casa
y dejar de vivir con sus padres, tener un empleo que pueda solventar los gastos
de los recibos de electricidad, agua potable, teléfono celular, internet y cable.
Prefiere un vehículo sencillo, entre más económico sea mejor. No se diga si la
persona tiene hijos o su mujer está embarazada. Pero esa es otra historia.
Así como nosotros tenemos metas, Dios tiene propósitos definidos para cada
uno de sus hijos. El apóstol Pablo enfatiza claramente esto en esta carta que
les escribió a los ciudadanos de Filipos. En su escrito nos hace ver que nuestra
principal meta debe de ser el tener un encuentro con Dios, pero para ello hay
que esmerarse.
Pablo había sido encarcelando injustamente por predicar el Evangelio, estas
circunstancias trajeron temores, dudas, aflicciones e inquietudes a la mente de
Pablo, pues su muerte seguramente estaba próxima. Pablo escribe con
autoridad y anima a los filipenses:
Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones
delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. Y la
paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros
corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús.
(Filipenses 4:6-7 RVR 1960)
Sus temores fueron superados al consagrarse a Jesús y aun estando aislado en
una prisión, él puede proseguir a la meta, misma que se encuentra en Jesús.
Muchos creyentes de la actualidad batallamos aún con el temor y la ansiedad,
con la angustia y con el conflicto de no saber por dónde encaminar nuestros
pasos. Existen temores que inundan nuestra mente y nuestro futuro.
Los ciudadanos de Filipos que habían aceptado el mensaje de salvación en
Cristo Jesús, estaban llevando una vida muy placentera, ya que a diferencia de
otras ciudades el ser nativo de Filipos les daba la ciudadanía romana, misma
que traía grandes beneficios, algunos de ellos eran: la constante ayuda del
gobierno, apropiación de trabajos estables y libre comercio sin pagar los altos
intereses que los extranjeros estaban obligados a pagaban.
Toda esta alegría se vio interrumpida por la malévola persecución de Nerón
sobre los cristianos en la primera parte del siglo primero, la persecución traía
como resolución una rotunda muerte, los efectos de esta persecución se
comenzaron a sentir por todo el imperio romano. Filipos no fue la excepción.
Por este motivo muchos creyentes filipenses tenían ansiedad y temor, no
sabían qué camino tomar, el de proseguir en Jesús u obtenerse de seguirle. Las
condiciones aparentaban que el seguir a Cristo no era un buen negocio, sino
todo lo contrario: producía la muerte.
Creyentes jóvenes se pondrían a prueba a través de la persecución. El gozo tan
admirable que tenían de haber recibido a Cristo se estaba desvaneciendo, los
privilegios de ser ciudadanos romanos se estaban quebrantando, esto los
llevaba a cuestionar el seguir a Jesús y con ello olvidar el valor de tener una
relación personal con él. Todo se resumía a no continuar hacia la meta, dejar de
ser fieles creyentes.
Un poeta español dijo en una ocasión: “las personas no cumplen sus sueños y
sus metas por dos factores, por fracasos y desánimos en el pasado o peor aún,
por miedo a poder cumplirlos”. ¿Cuál es tu caso? Seguramente muchos de los
que estamos aquí presentes, tenemos metas, sueños, temores y angustias.
Pero sin importar tu condición, Dios desea ayudarte para que puedas cumplir su
propósito y permanecer en Él.
Proposición
El apóstol Pablo les hace ver a los filipenses la necesidad de proseguir hacia la
meta, para ello afirma que cada creyente es responsable de tener cuatro
experiencias distintivas en su caminar para vivir satisfactoriamente la vida
cristiana y cumplir con el propósito divino.
Oración de transición
Es necesario que cada creyente conozca cada una de las experiencias que
enlista el apóstol Pablo a los filipenses, con el firme propósito de
experimentarlas una a una, para poder vivir satisfactoriamente la vida cristina.
Palabra clave
La palabra clave que regirá y dará unidad a las divisiones principales del
sermón es: “experiencias”.
Contenido
1. Es necesario experimentar el gozo indestructible de la salvación en
Cristo. v1
a. El apóstol Pablo establece dos cosas de gran valor en su escrito.
i. Pablo establece la indestructibilidad del gozo cristiano.
ii. Pablo establece la necesidad de la repetición de sus palabras.

2. Es necesario experimentar el privilegio mayor de conocer a Cristo. v2-7


a. Pablo ataca a los maestros judíos llamándolos de tres maneras. v2
i. La primera manera como Pablo les llamó fue perros.
ii. La segunda manera como Pablo les llamó fue obreros malvados.
iii. La tercera manera como Pablo les llamó fue mutiladores del cuerpo.
b. Pablo señala quienes son los que tienen la verdadera circuncisión. v3, 4
c. Pablo presenta argumentos sobre el mayor privilegio de la vida. v5-6
i. Los privilegios de nacimiento en la persona de Pablo. v5a
El primer privilegio de nacimiento de Pablo fue su circuncisión
al octavo día.
El segundo privilegio de nacimiento de Pablo fue pertenecer a
la raza de Israel.
El tercer privilegio de nacimiento del apóstol Pablo fue
pertenecer a la tribu de Benjamín.
ii. Los privilegios por méritos personales de Pablo. v5b-6
El primer privilegio por méritos personales de Pablo fue ser
hecho hebreo de hebreos.
El segundo privilegio por méritos personales de Pablo fue ser
educado para ser fariseo.
El tercer privilegio por méritos personales de Pablo fue ser
perseguidor de la iglesia.
El cuarto privilegio por méritos personales de Pablo fue ser
irreprochable ante la sociedad.
iii. El privilegio mayor para el apóstol Pablo se encuentra en Jesús. v7-8

3. Es necesario experimentar el valor de tener una relación personal con


Cristo. v9-11
a. Pablo advierte sobre la insuficiencia de la Ley para acercarse a Dios.
b. Pablo expresa que el tener una relación personal con Cristo, es la única
manera de acercarse a Dios.
c. Pablo enseña sobre el significado verdadero de conocer a Cristo.
i. La primera enseñanza sobre el conocer a Cristo es a través del poder
de su resurrección. v10a
La resurrección da la garantía de la importancia de esta vida
y este cuerpo en el cual se vive.
La resurrección da la garantía de una vida postrera después
de la muerte.
La resurrección da garantía de que en la vida y en la muerte y
más allá de la muerte; la presencia del Señor resucitado está
siempre con nosotros.

4. Es necesario experimentar una convicción determinante dada por


Cristo. v12-16.
a. Es manifiesto el deseo determinante del apóstol Pablo. v12a
b. Es ilustrado el deseo determinante del apóstol Pablo. v12b-14
i. La primera ilustración de Pablo se trata de alguien que agarra aquello
para lo que Cristo le agarró a él.
ii. La segunda ilustración de Pablo se trata de alguien que tiene que
estirarse a las cosas que están por delante.
c. El dador de la convicción del deseo determinante del apóstol Pablo. v15-
16

Conclusión
Pablo veía que el cristiano es el atleta de Cristo y dentro de esto enfatiza cuatro
experiencias claves, recalca que estas mismas son indispensables para poder
proseguir a la meta en el cumplimiento de una satisfactoria vida cristiana.
Se han identificado las experiencias que el creyente tiene que pasar para poder
llevar satisfactoriamente una vida cristiana. Cuando el creyente busca tener
estas experiencias, algo maravilloso pasará con su manera de vivir, sin importar
las dificultades y los sinsabores que trae la vida, el creyente podrá proseguir a
la meta, consagrando su vida a Jesús, llevando una vida cristiana ideal a los
ojos de Dios.
Pablo entonces decide abrir su corazón y escribe siendo inspirado por el
Espíritu Santo algunas experiencias que marcan la diferencia en la vida
cristiana:
1. Es necesario experimentar el gozo indestructible de la salvación en Cristo.
2. Es necesario experimentar el privilegio mayor de conocer a Cristo.
3. Es necesario experimentar el valor de tener una relación personal con
Cristo.
4. Es necesario experimentar una convicción determinante dada por Cristo.

Aplicación
Pablo inicia diciendo que el gozo de la salvación solo se encuentra en Jesús.
¿Ha experimentado el gozo de la salvación? Si hay tristeza, temor y
persecución como en los de Filipos, en Jesús existe salvación. Si hay
enfermedad y escasez económica, en Jesús hay gozo. Si hay incertidumbre y
en algunos momentos se ha cuestionado el seguir adelante, Jesús te brinda el
gozo de su salvación.
Además, continua su argumento, al decir que el más grande privilegio que
existe es el de tener un encuentro con Jesús. ¿Te has preguntado cuando fue
la última vez que te encontraste con Jesús? Quizá estás acostumbrado a
contar los logros pasados, pero se olvida comúnmente que Jesús es quien
invita a que fijemos nuestra mirara en él, que tengamos un encuentro con él.
El tener una verdadera relación con Dios se puede solo a través de Jesús.
¿Qué tan cercana es tu relación con el Señor Jesús? La Palabra de Dios nos
invita a que podamos experimentar esa relación personal con Jesús de una
manera permanente.
La determinación para seguir nuestro propósito de ser, se encuentra en Jesús.
¿Cuál es tu propósito en la vida? Muchos creyentes viven en la monotonía, pero
el apóstol Pablo hace un llamado a que cada creyente continúe por el mismo
camino, el camino de la salvación el cual se encuentra en responder al supremo
llamamiento en Cristo Jesús.
Invitación
La invitación de Dios es insistente, desde que el pecado entro en la humanidad,
el Señor ha tratado de tener un encuentro con nosotros. Pero la decisión es
personal, es necesaria una decisión, igual que los hicieron los filipenses,
algunos seguramente ignoraron este mensaje del apóstol Pablo y prefirieron
seguir la corriente de falsos maestros y apropiarse de los privilegios que ofrece
el mundanismo olvidando su compromiso con Dios.
Pero seguramente otro grupo, al que el Señor llama su remanente fiel optó por
apropiarse de las experiencias que hablo el apóstol Pablo. Este es el momento
de fortalecernos en el Señor y de afianzarnos en él. Te invito a que dejes que el
Señor cumpla su propósito en ti, renueva tus fuerzas en este altar que Dios ha
dispuesto para tu vida.
BIBLIOGRAFÍA
Barclay, William. Comentario al Nuevo Testamento. Barcelona, España: Editorial
CLIE, 2006.
Robertson, Archibald Thomas. Comentario al texto griego del Nuevo Testamento.
Barcelona, España: Editorial CLIE, 2003.
Bibliografía
Arrastía, Cecilio. Teoría y práctica de la predicación. Nashville, Tennessee:
Editorial Caribe, 1993.
Booher, Dianna. Cómo hablar en público sin temores, Consejos prácticos para
sentirse confiado frente al púbico. Deerfield, Florida: Editorial Vida, 1994.
Braga, James. Como preparar mensajes bíblicos. Grand Rapids, Michigan:
Editorial Portavoz, 1986.
Costas, Orlando. Comunicación por medio de la predicación. Miami, Florida:
Editorial Nelson, 1989.
Crane, James D. El sermón eficaz. El Paso, Texas: Editorial Casa Bautista,
1991.
De Almeida, Abraão. Evidencias de un Creador. México: Editorial Mbr, 2002.
De los Reyes, Daniel. ¡Vamos ya! Id por todos. Altamira, Tamaulipas: Editorial
Comenzar de nuevo, 2016.
Drakeford, John W. El humor en la predicación. Grand Rapids, Michigan:
Editorial Casa Bautista de Publicaciones, 1995.
González, Sonia. Habilidades de comunicación hablada. Nashville, Tennessee:
Editorial Nelson, 2011.
Gibbs, Alfredo P. Que prediques la Palabra, 12 lecciones para el que quiere
predicar. Tehuacán, Puebla: Editorial Aval, 1992.
Gil, Rubén. Hacia una predicación comunicativa, aplicando las técnicas
periodísticas al púlpito. Terrassa, Barcelona: Editorial Clie, 1995.
Hoff, Pablo. Defensa de la fe. El Paso, Texas: Editorial Mundo hispano, 1997.
Johnson, Herrick. El ministerio ideal. México: Editorial Casa presbiteriana de
publicaciones, 1940.
Knox, John. The integrity of preaching. New York: Editorial Abingdon Press,
1957.
Lahaye, Tim. Temperamentos controlados por el Espíritu. Miami, Florida:
Editorial Unilit, 2013.
Lednicky, H. Maurice. La preparación del sermón. Springfield, Misuri: Editorial
Life Publishers, 2014.
Lerma, Gilberto. La predicación, Arma de guerra espiritual. Mission, Texas:
Editorial Caris, 1998.
Lloyd-Jones, Martyn. La predicación y los predicadores. Sabadell, Barcelona:
Editorial Peregrino, 2003.
Lund, E., Nelson P. C. y. Luce, Alice E. Hermenéutica introducción bíblica.
Deerfield, Florida: Editorial Vida, 1975.
MacArthur, John. La predicación: Cómo predicar bíblicamente. Nashville,
Tennessee: Editorial Nelson, 2009.

McGhee, Quentin y Gibbs, Carl. Hermenéutica I, Principios generales para


interpretar la escritura. Springfield, Missouri: Editorial Serie fe y acción, 2012.
McGhee, Quentin y Claunch, Gaylan. Homilética I, Predique la palabra: Cómo
preparar mensajes bíblicos. Springfield, Missouri: Editorial Serie fe y acción,
2010.
Mohler, Albert “Predicando con autoridad: Tres características de la predicación
expositiva” Evangelio.Blog.https://evangelio.blog/2013/09/06/predicando-con-
autoridad-tres-caractersticas-de-la-predicacin-expositiva/ (Último acceso el 2 de
septiembre del 2018).
Morales, Jilton. Homilética, de la investigación al púlpito. Buenos Aires: Editorial
Peniel, 2011.
Ocasio, David S. Olor a ovejas, perspectiva y principios para el servicio. Miami,
Florida: Editorial Vida, 2010.
Peñalosa, Joaquín Antonio. Manual de la imperfecta homilía. México: Editorial
Buena Prensa, 1997.
Peterson, Robert L. y Strauch, Alexander. Cómo ser un líder con impacto.
Mexico: Editorial Las américas, 1999.
Reyes, Arturo. Bosquejario. McAllen, Texas: Editorial Getsemaní, 2014.
Ryrie, Charles C. Teología básica. Miami, Florida: Editorial Unilit, 1993.
Stott, John. Imágenes del predicador en el Nuevo Testamento. Grand Rapids,
Michigan: Editorial Nueva Creación, 1996.
Treviño, Alejandro. El predicador, Platicas a mis estudiantes. El Paso, Texas:
Editorial Casa bautista de publicaciones, 1969.
Tuyub, Salomón. Predica mensajes bíblicos sobre la comunión cristiana.
Cozumel, México: S.E., 2017.
Vila, Samuel. Manual de homilética. Grand Rapids, Michigan: Editorial Clie,
1968.
Virkler, Henry A. Hermenéutica. Miami, Florida: Editorial Vida, 2001.

Wiersbe, Warren W. Una biblioteca básica para estudiantes de la Biblia. Grand


Rapids, Michigan: Editorial Baker, 1980.
Yancey, Philip. El Jesús que nunca conocí. Miami, Florida: Editorial Vida, 1996.

[1]
Sonia González, Habilidades de comunicación hablada (Nashville, Tennessee:
Editorial Nelson, 2011), 18.
[2]
Jilton Morales, Homilética, de la investigación al púlpito (Buenos Aires: Editorial
Peniel, 2011), 18.
[3]
Alfredo P. Gibbs, Que prediques la Palabra, 12 lecciones para el que quiere
predicar (Tehuacán, Puebla: Editorial Aval, 1992), 3.
[4]
Orlando Costas, Comunicación por medio de la predicación (Miami, Florida:
Editorial Nelson, 1989), 22, 23.
[5]
González, 63-67.
[6]
John MacArthur, La predicación Cómo predicar bíblicamente (Nashville,
Tennessee: Editorial Nelson, 2009), 142.

[7]
Cecilio Arrastía, Teoría y práctica de la predicación (Nashville, Tennessee:
Editorial Caribe, 1993), 15.
[8]
MacArthur, 9.
[9]
Hebreos 4:12, (RVR 1960).
[10]
MacArthur, 9.
[11]
Gibbs, 17-23.
[12]
Romanos 10:6-17.
[13]
Mateo 28:18-20.
[14]
Hechos 1:8.
[15]
Mateo 24:14.
[16]
Romanos 10:17.
[17]
Juan 3:16.
[18]
2 Timoteo 4:2.
[19]
2 Corintios 5:20.
[20]
Santiago 1:18.
[21]
Juan 6:63.
[22]
Hechos 15:7.
[23]
1 Pedro 2:1, 2.
[24]
2 Timoteo 3:15-17.
[25]
1 Corintios 9:16
[26]
1 Pedro 2:9
[27]
Daniel de los Reyes, ¡Vamos ya! Id por todos (Altamira, Tamaulipas: Editorial
Comenzar de nuevo, 2016), 36.
[28]
MacArthur, 324.
[29]
Ibid, 324.
[30]
Jonás 2:9.
[31]
1 Pedro 1:15.
[32]
Morales, 23.
[33]
Arrastía, 21-26.
[34]
Merril R. Abbey, Preaching to the contemporary mind (Nueva York: Editorial
Abingdon Press, 1963), 49.
[35]
Arrastía, 22.
[36]
Costas, 29.
[37]
H. Maurice Lednicky, La preparación del sermón (Springfield, Misuri: Editorial
Life Publishers, 2014), 13.
[38]
Albert Mohler, “Predicando con autoridad: Tres características de la predicación
expositiva” Evangelio.Blog. https://evangelio.blog/2013/09/06/predicando-con-
autoridad-tres-caractersticas-de-la-predicacin-expositiva/ (Último acceso el 2 de
septiembre del 2018).
[39]
Ibid.
[40]
1 Corintios 4:1.
[41]
Lucas 10:42.
[42]
Mateo 13:46.
[43]
Arturo Reyes, Bosquejario (McAllen, Texas: Editorial Reyes, 2014), 7.
[44]
Hebreos 13:17.
[45]
MacArthur, 11.
[46]
Ibid, 11.
[47]
Ibid, 13.
[48]
2 Timoteo 1:13.
[49]
2 Timoteo 2:15.
[50]
MacArthur, 13.
[51]
Ibid, 14.
[52]
Ibid, 31.
[53]
Esdras 7:10.
[54]
David S. Ocasio, Olor a ovejas, perspectiva y principios para el servicio (Miami,
Florida: Editorial Vida, 2010), 39.
[55]
Mateo 9:36.
[56]
Cita anónima escrita por A. Maclaren.
[57]
McGhee, Quentin y Claunch, Gaylan. Homilética I, Predique la palabra: Cómo
preparar mensajes bíblicos (Springfield, Missouri: Editorial Serie fe y acción, 2010), 15.
[58]
Juan 15:4.
[59]
Proverbios 23:29-32.
[60]
1 Pedro 5:5.
[61]
Proverbios 22:24-25.
[62]
1 Timoteo 6:9-10.
[63]
1 Pedro 2:21.
[64]
Robert L. Peterson y Alexander Strauch. Cómo ser un líder con impacto
(México: Editorial Las américas, 1999), 7.
[65]
Ibid, 7.
[66]
Ibid, 18.
[67]
Ibid, 47.
[68]
Martyn Lloyd-Jones, La predicación y los predicadores (Sabadell, Barcelona:
Editorial Peregrino, 2003), 29.
[69]
Samuel Vila, Manual de homilética (Grand Rapids, Michigan: Editorial Clie,
1968), 7.
[70]
2 Corintios 3:18.
[71]
Gilberto Lerma, La predicación, Arma de guerra espiritual (Mission, Texas:
Editorial Caris, 1998), 26.
[72]
Pablo Hoff, Defensa de la fe (El Paso, Texas: Editorial Mundo hispano, 1997), 8.
[73]
Rubén Gil, Hacia una predicación comunicativa, aplicando las técnicas
periodísticas al púlpito (Terrassa, Barcelona: Editorial Clie, 1995), 196.
[74]
Lloyd-Jones, 125.
[75]
Gil, 306.
[76]
Gibbs, 49.
[77]
Ibid, 60.
[78]
James Braga, Cómo predicar mensajes bíblicos (Grand Rapids, Michigan:
Editorial Portavoz, 1986), 20.
[79]
Ibid, 23.
[80]
Ibid, 57.
[81]
Ibid, 38.
[82]
Ibid, 60.
[83]
Charles C. Ryrie, Teología básica (Miami, Florida: Editorial Unilit, 1993), 13.
[84]
Ibid, 73-86.
[85]
Gibbs, 69.
[86]
Tim Lahaye, Temperamentos controlados por el Espíritu (Miami, Florida:
Editorial Unilit, 2013), 17.
[87]
James D. Crane, El sermón eficaz (El Paso, Texas: Editorial Casa Bautista,
1991), 57.
[88]
Juan 14:1-5.
[89]
Crane, 62.
[90]
Hechos 20:21.
[91]
Hechos 2:37.
[92]
Herrick Johnson, El ministerio ideal (México: Editorial Casa presbiteriana de
publicaciones, 1940), 428.
[93]
Crane, 65.
[94]
Mateo 22:37.
[95]
Crane, 67.
[96]
Juan 4:24.
[97]
Crane, 68.
[98]
Ibid, 69.
[99]
Ibid, 69.
[100]
Efesios 2:2-3.
[101]
Ibid, 2:13
[102]
Ibid, 2:18.
[103]
Vila, 7.
[104]
Crane, 72-73.
[105]
MacArthur, 141.
[106]
Alejandro Treviño, El predicador, Platicas a mis estudiantes (El Paso, Texas:
Editorial Casa bautista de publicaciones, 1969), 59.
[107]
John Knox, The integrity of preaching (New York: Editorial Abingdon Press,
1957), 9.
[108]
Gibbs, 34.
[109]
Ibid, 35.
[110]
Ibid, 35-36.
[111]
Ibid, 36-38.
[112]
Braga, 109.
[113]
Crane, 96.
[114]
Braga, 109-110.
[115]
MacArthur, 267.
[116]
Gibbs, 40-41.
[117]
Vila, 14.
[118]
Crane, 97-98
[119]
Braga, 144.
[120]
Costas, 73.
[121]
Gil, 277.
[122]
MacArthur, 272.
[123]
Ibid, 273.
[124]
Ibid, 273-274.
[125]
Ibid, 274-275.
[126]
Ibid, 275.
[127]
Gil, 275.
[128]
Crane, 96.
[129]
Braga, 129.
[130]
Ibid, 130-131.
[131]
Braga, 145.
[132]
Crane, 142,143.
[133]
Braga, 146.
[134]
Gibbs, 43-44.
[135]
Ibid, 44.
[136]
Ibid, 44.
[137]
Ibid, 44-45.
[138]
Ibid, 45.
[139]
Romanos 13:11-14.
[140]
Vila, 113.
[141]
Braga, 282.
[142]
Ibid,, 283-284.
[143]
Gibbs, 47-48.
[144]
Gil, 284.
[145]
Braga, 249.
[146]
Philip Yancey, El Jesús que nunca conocí (Miami, Florida: Editorial Vida, 1996),
9-10.
[147]
Braga, 249.
[148]
Ibid, 251-258.
[149]
Ibid, 259-270.
[150]
Lerma, 83-84.
[151]
E. Lund, P. C. Nelson y Alice E. Luce, Hermenéutica introducción bíblica
(Deerfield, Florida: Editorial Vida, 1975), 10.
[152]
2 Timoteo 2:15.
[153]
MacArthur, 203.
[154]
Ibid, 205-206.
[155]
Ibid, 206.
[156]
Warren W. Wiersbe, Una biblioteca básica para estudiantes de la Biblia (Grand
Rapids, Michigan: Editorial Baker, 1980), 7-8.
[157]
MacArthur, 207-210.
[158]
Crane, 89-90.
[159]
Vila, 71-73.
[160]
Henry A. Virkler. Hermenéutica (Miami, Florida: Editorial Vida, 2001), 15.
[161]
Quentin McGhee y Carl Gibbs, Hermenéutica I, principios generales para
interpretar la escritura (Springfield, Missouri: Editorial Serie fe y acción, 2012), 52-59.
[162]
Ibid, 64-69.
[163]
John W. Drakeford, El humor en la predicación (Grand Rapids,
Michigan: Editorial Casa Bautista de Publicaciones, 1995), 39-40.
[164]
Vila, 97-98.
[165]
Crane, 141-142.
[166]
Ibid, 143-147.
[167]
Ibid, 155.
[168]
Ibid, 156.
[169]
Ibid, 157-158.
[170]
John Stott, Imágenes del predicador en el Nuevo Testamento (Grand Rapids,
Michigan: Editorial Nueva Creación, 1996), 99.
[171]
Abra ã o de Almeida, Evidencias de un Creador (México: Editorial Mbr, 2002),
181.
[172]
Joaquín Antonio Peñalosa, Manual de la imperfecta homilía (México: Editorial
Buena Prensa, 1997), 81.
[173]
Dianna Booher, Cómo hablar en público sin temores, Consejos prácticos para
sentirse confiado frente al púbico (Deerfield, Florida: Editorial Vida, 1994), 14.
[174]
Ibid, 15.
[175]
Ibid, 15.
[176]
Mateo 7:28-29.
[177]
2 Corintios 11:6.
[178]
Booher, 12.
[179]
Morales, 211.
[180]
Crane, 215-221.
[181]
Gil, 306.
[182]
Gil, 151.
[183]
González, 23-47.
[184]
Salomón Tuyub, Predica mensajes bíblicos sobre la comunión cristiana
(Cozumel, México: S.E., 2017), 10.

También podría gustarte