Derecho Romano
Derecho Romano
Derecho Romano
ROMANO
posclásico o vulgar
Características
Hacia el siglo III d.C. el orden politico romano se tambaleó a causa de luchas por el poder
im-perial. Para evitar el desmoronamiento del Imperio, Diocleciano subió al poder en 285
d.C., quien decidió imponer una serie de medidas que paliaran el caos predominante. Entre
las medidas adoptadas fueron la centralización del poder en manos del emperador. En este
período el derecho romano en Occidente entra en una fase de decadencia, por lo que se le
denomina derecho posclásico, cuyo período abarca desde la muerte del jurisconsulto
Modestino (229 d.C.) hasta la ascensión al poder en el Imperio Romano de Oriente al
emperador Justiniano (527 d.C.). Las características del Derecho en este período son:
Vulgarización del Derecho. Con la concesión de la ciudadanía a todos los habitantes libres del
Imperio en el 212 d.C., el Derecho romano se encuentra en plena fase de decadencia, aunado a
las infiltraciones de derechos autóctonos en los que se implantó el romano, corrompiéndose de
ese modo las instituciones y el Derecho creado durante la época clásica, lo que dio paso al
Derecho vulgar.
Nuevo dualismo jurídico. Configuración del Derecho a través de compilaciones
del derecho antiguo (iura) y del derecho nuevo a través de las constituciones
imperiales (leges) con el fin de hacer accesible el conocimiento del
ordenamiento jurídico vi-
gente a los juzgadores, la única fuente formal del Derecho.
Helenización del Derecho. Desde Galerio y Constantino la influencia helenista
se hace patente en el derecho romano, deformando con ello las instituciones
elaboradas por los juristas clásicos.
Compilaciones de iura y leges. Con el fin de hacer accesible el conocimiento
del
derecho a los jueces en la resolución de conflictos judiciales.
Fuentes del Derecho posclásico
1. Costumbre
Aún es considerada como fuente formal solo en el caso que pudiera integrar la ley, nunca en contra de ella. Así lo
ordena una constitución de Constantino del 319 d.C. no es despreciable la autoridad de la constumbre y del uso de
largo tiempo, pero no ha de ser válida hasta el punto de que prevalezca o sobre la razón o sobre la ley (C. 8.52.2).
2. Constituciones Imperiales
Las constituciones imperiales conservaron en este período las mismas denominaciones de la época clásica, aunque en
el fondo fueron distintas. Los principales tipos de constituciones fueron:
- Edicta: leyes publicadas directamente ad populum o dirigidas a la población de una determinada región, provincia o
ciudad, o bien se dirigían a los más elevados funcionarios del Imperio, a quienes se les confiaba la misión de darles
publicidad.
- Orationes: fueron una derivación de aquellas que promovían los senadoconsultos durante el Principado, pero a partir
del Dominado se equipararon a una ley impe-rial, que para obtener vigencia se requería su promulgación por el Senado
de Roma y por el de Constantinopla.
- Mandata: decisiones administrativas que durante el Dominado perdieron su carácter de fuente formal de Derecho, ya
que las instrucciones dadas a los funcionarios en particular se expedían mediante leyes generales.
- Sanctiones pragmaticae: disposiciones relativas a provincias concretas o a un determinado grupo de personas,
destinadas a resolver problemas transitorios, pero emitidas por razones de urgencia y casi siempre a petición de
autoridades o entidades públicas.
3. Jurisprudencia
La instauración del Dominado trajo consigo el abandono de la antigua práctica del
Derecho, lo que generó en el siglo IV d.C. una repentina decadencia de la
jurisprudencia; ya que sus cultivadores no eran ya las principales cabezas de la élite
gobernante e intelectual. Desde entonces, la principal actividad de jurisconsultos
consistió en simplificar, unificar y actualizar los iura, por lo que debían recurrir a los
comentarios de juristas clásicos como Ulpiano, Paulo y Modestino.
Para hacer accesible el manejo de obras clásicas se emitieron una serie de
constituciones imperiales que buscaron simplificar la labor de los que ejercían en la
práctica del Derecho y con ello, evitar con-fusiones. La autoridad imperial comenzó
por excluir algunas obras y confirmar otras. Así, Constantino en el 312 d.C. prohibió
la utilización de los comentarios atribuidos a Paulo y a Papiniano, pero también se
afirmó la doctrina contenida en otras obras como fue el caso de las Sentencias de
Paulo.
En el 426 d.C. el emperador de Occidente, Valentiniano III promulgó la llamada
Ley de Citas estableciendo la jurisprudencia que podía invocarse con valor
vinculante para el juez y de qué manera éste debía tomar su decisión. En ella se
confirmaron como Derecho vigente los iura de Papiniano, Paulo, Ulpiano, Gayo y
Modestino; también se dispuso que, no siendo unánime la doctrina de estos cinco
jurisconsultos clásicos, debía valer siempre la decisión de Papiniano y solo en el
caso de no obtener mayoría, el juez podía elegir alguna de las opiniones. Por su
par-te, el emperador de Oriente, Teodosio Il insertó en su Codex la constitución
de Valentiniano
III, ampliando el valor de las opiniones de esos cinco jurisprudentes; además,
dispuso que se utilizaran los escritos de todos los otros juristas citados por
aquellos cinco, con el requisito del cotejo de sus obras.
4 Compilaciones iura y leges
Debido a las condiciones tan cambiantes en la que se encontraba el Imperio, existieron
regiones en que era difícil el conocimiento de leyes romanas, por lo que fue preciso realizar
una serie de compendios y colecciones de iura y leges para tratar de dirigir la aplicación
práctica del Derecho. De esta actividad destacaron las siguientes compilaciones.
De iura
Para conocer y aplicar los iura no fue posible que los prácticos del Derecho de los siglos IV
y V d.C. se dedicaran a la lectura directa de las grandes obras clásicas, por lo que fue
imprescindible elaborar breves manuales de escritos de los juristas clásicos a fin de
responder a las necesidades de uso diario. Los escritos más importantes fueron, entre
otros: Regulae de Ulpiano, cinco libros de Sententias de Paulo, el Epitome de Gayo, los
Libri Excusationum de Modestino, las Notas de Trifonio y de Paulo, entre otros.
De leges
La necesidad de coleccionar constituciones imperiales fue durante el Principado una
constan-te, lo que inspiró a Papirio Justo a realizar una colección de veinte libros de las
constituciones de la época de Marco Aurelio y de Lucio Vero
Código Gregoriano: Elaborado entre Código Hermogeniano: Compuesto
292 y 293 d.C. quizá en Nicomedia, probablemente en Oriente, se
contenía sobre todo rescripta a publicó en el 295 d.C. y constituyó
partir de Adriano, destinada un apéndice del Gregoriano; consta
especialmente para la práctica de un solo libro, divido en capítulos;
forense. Divido en catorce libros, contenía fundamentalmente
subdivididos en títulos, dentro de rescripta de Diocleciano de los años
los cuales las constituciones 293 a 294 d.C.
imperiales aparecían en orden
cronológico. La Constitución más
antigua recopilada fue de la época
de Septimio Severo del 196 d.C.